ENCUENTROS CON

Leonardo Jeffs Castro

ENCUENTROS CON BOLIVIA

©Leonardo Jeffs Castro

Inscripción Registro de Propiedad Intelectual N° 183.800

I.S.B.N. XXX

Diseño y diagramación: José Jeffs Munizaga

Ediciones Peña Andina: [email protected]

Esta edición de 200 ejemplares se imprimió en Impresos Libra, Juana Ross 35, Valparaíso, Chile.

Se autoriza la reproducción total o parcial de este libro en Chile y en el exterior siempre que se indique la fuente.

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DEDICATORIA A Roberto Espíndola quien me invitó a Bolivia en 1969, y a Fernando Aguirre Bastos y Carlos Gerke Mendieta, quienes organizaron el Encuentro de ese año y me dieron la oportunidad de empezar a conocer a su país y su gente y me brindaron su amistad.

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A MODO DE PRESENTACIÓN

Cuando conocí Bolivia en 1969 no pensé que iba a gravitar tanto en mi vida. Han transcurrido más de cuarenta años de esa primera visita. Invitado a participar en un Congreso de Profesionales cristianos del Cono Sur americano que se realizó en La Paz en agosto de 1969, concurrí gustoso, pero con muchos prejuicios. Dichos prejuicios, que creo que son los que predominan en muchos de los habitantes de las ciudades del centro de mi país, se me cayeron como por encanto. A modo de breve referencia, considero que muchos chilenos hemos estimado, en algún momento de nuestras vidas, que Bolivia es un país pobre y hemos considerado a sus habitantes como ignorantes, cobardes y flojos.

De Bolivia sabía muy poco. Sabía que una prima hermana de mi abuelo Guillermo Jeffs Lynam, Adriana Lynam Mandujano se había casado con Enrique Salinas Martínez, cochabambino, que había venido a estudiar a Chile y se había quedado; que a raíz de un Seminario para dirigentes estudiantiles chilenos realizados en los Estados Unidos de América, organizado por la Universidad de Texas había conocido en Austin, en 1962 a un estudiante boliviano; que la mejor amiga y compañera de Colegio de mi mujer era boliviana y que su familia los Espejo-Ballivián se había exiliado en Chile por causa de ser opositores al Movimiento Nacionalista Revolucionario que había iniciado la Revolución Nacional en 1952. Por el padre de Beatríz,

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Chichi, don Raúl Espejo Zapata, aprendí las primeras lecciones de la guerra del Chaco, de su escenario, y lo que sufrieron muchos de los combatientes bolivianos en la contienda, y en especial algunos aspectos de la vida en Bolivia de Aquiles Vergara Vicuña, el político y militar chileno que participó en la guerra y que, luego, asumió la aspiración boliviana de retornar al Pacífico, como una tarea que lo acompañó el resto de sus días. También había oído a mi suegro Raúl Munizaga Santander, que en su condición de Sub-Secretario de Obras Públicas había acompañado a La Paz al general Carlos Ibáñez del Campo en su histórico viaje de 1956, trasmitir las experiencias de su viaje en interesantes y amenos comentarios de sobremesa.

En ese primer viaje, al cual han seguido más de veinte, recuerdo haber conocido a jóvenes profesionales bolivianos interesados en luchar por cambiar el mundo que vivíamos en América Latina por uno donde imperará la justicia y la igualdad social, como a Fernando Aguirre Bastos, Carlos Gerke Mendieta, Enrique Ipiña Melgar, Néstor Paz Zamora y su esposa Cecilia, muerto el de inanición en la guerrilla de Teoponte y luego ella acribillada por las fuerzas represivas del primer gobierno de . Junto a ellos conocí a Jorge Ríos Dalenz ajusticiado en Santiago de Chile por efectivos de las fuerzas militares chilenas luego del golpe de Estado del l1 de septiembre de 1973 y al jesuita José Prats.

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También, en ese primer viaje empecé a escuchar de la Revolución de 1952 y sus transformaciones en la estructura social, económica, política y cultural de Bolivia. Me recuerdo que uno de los participantes de apellido Zalles me habló de una novela que acababa de aparecer “Los fundadores del alba”, de Renato Prada Oropeza, la cual fue la primera obra de autor boliviano que compré y leí al poco tiempo. También, en esa oportunidad me mencionaron a Sergio Almaraz Paz, de quien compré “Réquiem para una República”, y leí ese año y, luego, adquirí en otro viaje, al año siguiente, “El poder y la caída” y “Petróleo en Bolivia”. Tuve oportunidad también de ser invitado a la Peña Naira y escuchar allí a los Jairas y sentirme profundamente tocado por la música boliviana y ver la película Yawar Malku, de Jorge Sanjinés y empezar a sentir el mundo indígena del altiplano, que había comenzado a ver en las calles de La Paz, ciudad que ha ejercido sobre mí un poder que considero magnético, pues en casi todos mis viajes a Bolivia he estado en ella aunque sea por breves horas.

Ese primer viaje me permitió sentirme más chileno y latinoamericano. Me permitió comprender mi condición mestiza y valorarla, y comprender que fruto del desconocimiento nacían los prejuicios y que había que hacer algo para acercarnos y contribuir a restañar heridas en la que nuestros antepasados tenían una cuota de responsabilidad.

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Debo decir que a los pocos meses de realizado este impactante viaje nos fuimos a vivir con Elena María y nuestros hijos a Antofagasta. Desde allí realicé un segundo viaje en 1970, con el propósito de comprar libros para la Biblioteca de la Universidad del Norte, pues allí había empezado a trabajar, haciéndome cargo, entre otras actividades académicas, de un Seminario sobre la Revolución Boliviana. Luego, en el verano del año siguiente, fuimos en familia a La Paz, donde recibimos las atenciones de don Raúl Espejo Zapata y de su hermano Jorge y su esposa Rosa y de la madre de ellos. Fue un viaje que nos permitió luego conocer parte del sur del Perú.

En Antofagasta, mientras trabajé en la Universidad del Norte, conocí a varias personas que miraban como necesario e impostergable el dar pasos de acercamiento con Bolivia y su gente. Una de las personas más abiertas a esa labor fue don Oscar Bermúdez Miral, conocido como “el historiador del salitre”. Fruto de varias reuniones entre chilenos y chilenas y luego con bolivianos y bolivianas decidimos conformar en 1971 el Instituto Chileno-Boliviano de Cultura de Antofagasta, mientras gobernaba Bolivia el general Juan José Torres González. Si bien el Instituto era una organización no gubernamental no estuvo ajena a los vaivenes de la vida política de nuestros pueblos. Es así, que con la caída del gobierno del general Torres a raíz del golpe de Estado encabezado por el general Banzer, el Instituto sufrió algunos retiros. En esa materia, en mi condición, en

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esos momentos, de Presidente del Instituto planteé, lo que ha sido siempre mi predicamento, en materia de relaciones entre nuestros pueblos y gobiernos, que independiente de nuestras ideas y de quienes nos gobiernan, lo importante es estrechar lazos, en la convicción que tenemos que mantenernos unidos los latinoamericanos para enfrentar debidamente los desafíos que implica la vinculación con el mundo desarrollado.

La vida del Instituto entre 1971 y 1973 fue rica en realizaciones, para lo cual siempre se contó con la colaboración de la Dirección de Extensión y Comunicaciones de la Universidad del Norte y del escritor Andrés Sabella. De la Directiva del Instituto mantengo el recuerdo de don Jorge Bedregal Sanjinéz, quien fue Vicepresidente, de doña Pilar Altura de Solíz, quien fue la Tesorera, de Elena Franulic y su esposo, de la escritora Graciela Toro y de Julio Mallea. Con el Consulado de Bolivia en Antofagasta mantuvimos, en general, muy buenas relaciones, no obstante, nuestras diferencias políticas. Hubo si un momento de alejamiento, por mi firma en una declaración pública de la Izquierda Cristiana en la cual condenábamos la represión en la que había muerto acribillada en Bolivia Cecilia, la esposa de Néstor Paz Zamora.

Guardo muy buenos recuerdos del Cónsul don Armando Pinto Tellería, sobre todo por su gestó de enviarnos en su

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auto a la Universidad, el día que fuimos con Elena María a despedirnos, después del golpe del 11 de septiembre. Con ello sentimos que nos decía cuentan con nuestra protección.

También mantuvimos un estrecho contacto con la Directiva y Socios del Club Boliviano 6 de agosto, que agrupaba a miembros de la colectividad boliviana residente en Antofagasta y que presidía don Manuel Clavel.

Dentro de mis vivencias en la entonces Provincia de Antofagasta, me tocó estar en Calama, el 23 de marzo de 1970, que allí fue celebrado como el día de la ciudad, como un día de fiesta, al igual que el 14 de febrero respecto de Antofagasta. Consideré que no correspondía que fueran esas fechas días de fiesta, porque ellas recordaban la ocupación del puerto de Antofagasta por tropas chilenas y luego la batalla de Topater en la que murió combatiendo Eduardo Abaroa el principal héroe civil boliviano de la guerra del Pacífico, sobre todo si queríamos recomponer nuestras relaciones con Bolivia, De ahí viene mi convicción de que hay que cambiar las fechas y buscar para celebrar el día de esas ciudades en el día de su fundación o en el de la de la instalación del Municipio respectivo.

Mientras viví en Antofagasta estreché contacto con dos compañeros de Universidad que han sido gravitantes en mi quehacer latinoamericanista, me refiero a Salvador Dides Muñoz, con quien compartí un tiempo las labores académicas en la Carrera de Pedagogía en Historia y

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Geografía y en el Departamento de Ciencias Sociales en la Universidad del Norte, y a Pedro Godoy Perrín, quien desde Santiago me nutría con escritos de su autoría y de otros pensadores de la Patria Grande. De ellos aprendí la convicción de la necesidad de la integración latinoamericana. A través de Pedro empecé a conocer los trabajos del periodista, ensayista, historiador y político argentino Jorge Abelardo Ramos, a través de la Conferencia sobre “Marxismo para latinoamericanos” que editó Pedro y luego, la adquisición de su obra cumbre “Historia de la Nación Latinoamericana”.

Después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 nos vinimos a vivir a Santiago donde hemos permanecido hasta febrero del 2007, para, luego, instalarnos en Viña del Mar. Durante esos años próximos al golpe de Estado permanecí informado de lo que sucedía en Bolivia y he conocido a algunos bolivianos residentes como la poeta y periodista Silvia Mercedes Avila y a un hijo de Fausto Reinaga, el fundador del Partido del Indio, con quienes compartimos junto a otras personas en torno a la música y los bailes de Bolivia en la casa de mis suegros. A partir de febrero de 1984, volví a visitar Bolivia en muchas oportunidades.

Con Pedro Godoy mantuve permanente contacto. Nos reuníamos a leer obras sobre América Latina, dimos charlas sobre la guerra del Pacífico, participamos en campañas como

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la que postuló a Víctor Raúl Haya de la Torre al Premio Nobel de la Paz, me sume a la firma de documentos en conjunto con otros compañeros como Carta a Puebla1, en la que entre otras materias propiciábamos la superación de la mediterraneidad de Bolivia, también un texto sobre el bicentenario del nacimiento de Simón Bolivar y el apoyo a en la guerra de Malvinas, en los cuales siempre estaba presente el ideal integracionista y la búsqueda de puntos de encuentro con los vecinos. Organizamos varios Cursos sobre Historia Crítica de América Latina y fundamos el Centro de Estudios Chilenos (CEDECH) en 1983.

Nos tocó con Pedro y Enrique Zorrilla Concha la oportunidad de participar en 1983 en un Congreso sobre Pensamiento político latinoamericano en la localidad de Río Cevallos, en la Provincia de Córdoba, Argentina, presidido por Jorge Abelardo Ramos. Allí conocimos a Andrés Solíz Rada, periodista y abogado boliviano, con quien firmamos el Acta de Córdoba, documento en el cual postulábamos el desenclaustramiento de Bolivia.

En mi cuarto viaje a Bolivia, en el verano de 1984, con Elena María y tres de nuestros hijos estuvimos en La Paz, nos reunimos con Andrés Solíz, con don Raúl Espejo y

1 Dirigida a los Obispos participantes en la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que se reunió en Puebla, México en 1979.

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algunos de los antiguos amigos e hicimos amistad con la familia Garrón-Jaimes. En dicho viaje Andrés me ofreció la posibilidad de ser entrevistado por algunos medios de comunicación paceños a lo cual accedí con agrado. El tema permanente fue el de la mediterraneidad boliviana, sobre el cual tenía y tengo una posición definida según se podrá apreciar en este libro.

También, me empecé a interesar en investigar sobre la vida de Aquiles Vergara Vicuña, del cual escribí una biografía, que logré publicar en 1995, el año del centenario de su nacimiento. Dicho libro fue presentado en La Paz y en Santiago. Ese mismo año fuimos a La Paz con Enrique Zorrilla y Pedro Godoy a rendir un homenaje a Aquiles Vergara en el en el Mausoleo de los oficiales Beneméritos de la guerra del Chaco, colocar una placa en la calle que lleva su nombre y una ofrenda floral en la Plaza Murillo. En dicha oportunidad asistimos al homenaje del Senado a Aquiles por su centenario y recibimos con Enrique la distinción de Huéspedes Ilustres de la ciudad de La Paz, de parte de la Alcaldesa Mónica Medina.

También en estos viajes conocí a través de Andrés a Edgar Oblitas Fernández, quien llegó a ser Presidente de La Corte Suprema de Bolivia, de la cual fue injustamente sacado, frecuenté a mis amigos Fernando Aguirre Bastos y su esposa Marta Urioste, Carlos Gerke Mendieta y su esposa Marcela

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Siles, y a mi compañero de Universidad Juan Siles Guevara. Conocí a Gumucio, gran amigo epistolar de Pedro Godoy y a través de Mariano a su esposa Beatriz Rossells, a sus hermanos Bernardo y Fernando Baptista y a Raúl Botelho Gosalvez. Además frecuenté a Jorge Siles Salinas y a su esposa María Eugenia del Valle.

A partir de 1988 iniciamos una experiencia con un profesor del entonces Instituto Profesional de Estudios Superiores Blas Cañas, en la actualidad Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez, con un grupo de nueve estudiantes de la Carrera de Pedagogía en Historia y Geografía y con la cooperación del Centro de Promoción del Laicado (CEPROLAI) del Arzobispado de La Paz, dirigido por mis amigos Marta Urioste y Fernando Aguirre. Recibimos allí la acogida de la Carrera de Historia de la UMSA dirigida por el historiador René Arze Aguirre. En esa oportunidad realizamos el Primer Seminario sobre Historia y Realidad Contemporánea de Bolivia. Fue una experiencia que alentó otros Seminarios similares en 1990, 1992 y 1995.

A partir del Primer Seminario se gestó entre los chilenos participantes, especialmente Verónica Cerda Montenegro, la formación del Centro de Amistad Chileno-Boliviano, el cual me correspondió coordinar, y que en 1990, sirvió para reactivar el Instituto Chileno-Boliviano de Cultura, que se había fundado en 1937 y se encontraba en receso. Considero conveniente recordar que en marzo de 1988 Gerardo Irusta

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Medrano, destacado periodista boliviano, prematuramente fallecido, me escribió dándome a conocer la idea crear un centro de amistad boliviano-chileno.2 Es decir desde Bolivia y Chile había personas que pensamos en que había que dar pasos efectivos en pro de la integración.

Mantuvimos un estrecho contacto con el Club Social Boliviano, que entre otros fue presidido por Alvaro Pantoja A., Elizabeth Rowe y Carlos Rea Clavijo y la Asociación Boliviana de Damas Voluntarias.

Me correspondió ser Presidente del Instituto desde 1990 hasta 1998. Pienso que fue un período demasiado extenso, que generó y me generó problemas con algunos integrantes del Instituto. Entre las actividades realizadas durante esos años considero conveniente rescatar, entre ellas, las Primeras Jornadas de Análisis y Reflexión sobre las relaciones Chileno-Bolivianas (1991), dos de los Seminarios llevados acabo en Bolivia (1992 y 1995), la publicación de Chasky, que alcanzó hasta el número 25, los actos de homenaje a Bolivia en su aniversario, los cuales contaron con expositores de alto nivel, y además, Ciclos de Conferencias, Cine y Recitales musicales. Corresponde mencionar aquí, entre otros y otras las labores desarrolladas por el primer Directorio, el cual estuvo conformado por Martha

2 Dicha propuesta la hizo pública en artículo que escribió para la revista “Reflejos” de Santa Cruz de la Sierra, en febrero de 1988.

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Alvéstegui Alexander, Marta Alvarez Canaviri, Julia Aravena Moya, Lidia Ballesteros Sanabria, Paloma Bedregal, Verónica Cerda Montenegro, Guillermo Condemarín Bustos, Salvador Dides Muñoz, Raúl Foronda Ramírez, Birgit de Gaymer, Isabel Lorca Venegas, Alvaro Pantoja A., Nelson Paz Campos, Raquel Pereira López, Lidia Riveros Aliaga de Silva, José Rodríguez Calvo, Hada Rojas Zúñiga, Adriana Sepúlveda Muñoz, Jaime Silva Riveros y Guido Téllez Alaníz, y quienes lo integraron después como David Alvéstegui Rodríguez, Juan Bascur, Víctor Farfán Videa, Nelly González Biglia, Mariela Jorquera Maturana, Raúl Lizárraga Núñez, Nelson Lobos Corales, Verónica Rojo Iriarte, Jorge Saavedra Cáceres, Marcial Sánchez, Waldo Sánchez Delgado y Beatriz Vega, y la participación entusiasta y siempre dispuesta a colaborar de los socios y socias Lucy Bolaños Martínez, José Bonifaz Santibáñez, María Esperanza Bonifaz Muñoz, Lionel Concha, María Cristina da Fonseca, Pedro Godoy Perrin, Daniel Luna Vargas, Armando Moscoso Pradel, Javier Poveda Pradel, Carlos Reeves, Norma Rocabado Gutiérrez, Mario Vergara y Ramón Vergara Grez, y a los integrantes del Consejo Asesor: Oscar Aedo Inostroza, Ramón Huidobro Domínguez, Beatriz Nogales, Arturo Núñez del Prado B., Maritza Parada Allende, Alberto Ríoseco Vásquez y Alberto Zelada Castedo. Además, me corresponde reconocer el apoyo brindado al Centro de Amistad y/o al Instituto por los diplomáticos chilenos Rigoberto Díaz Gronow, Alejandro Hales Jamarmé, Oscar Pinochet de la

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Barra y Alberto Yoacham Saldías, quienes habían cumplido funciones oficiales en Bolivia.

También he tenido ocasión de conocer a los diferentes Cónsules Generales de Bolivia en Santiago y a parte del personal que ha colaborado con ellos. Entre ellos no puedo dejar de mencionar a Carlos Trigo Gandarillas, Jorge Siles Salinas, Alberto Zelada Castedo, Armando Loayza, Herman Antelo Laughlin, Mariano Baptista Gumucio, Gustavo Fernández Saavedra, Víctor Rico Frontaura, José Enrique Pinelo y Roberto Finot. De ellos y sus esposas he recibido muestras de deferencia y afecto. Entre los colaboradores de los Cónsules Generales no puedo dejar de mencionar a Erwin Aguilera Antúnez, Mario Campuzano Guerra, Rubén Dario Cuellar, Jorge Delgado Vargas, Alfredo Landivar, Sergio Mollinedo, Antonio Salgado Alvistúr, Mario Salinas Zalles, Teresa Suárez, Mirna de Ugarte, Miguel Vargas Claure, Cynthia Añez y Beatriz Leyton.

A partir de 1999 se iniciaron los Encuentros que hoy se denominan de Cientistas Sociales, Historiadores e Intelectuales. Ya se han realizado once y para octubre está programado el XII en Antofagasta. Los Encuentros me han permitido conocer y disfrutar de la amistad de Sergio González Miranda, actual Director Ejecutivo del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Arturo Prat, en Iquique, desarrollar la amistad con Orietta Ojeda Berger, ex alumna del IPES “Blas Cañas”, Verónica Matte Lira,

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Eduardo Devés-Valdés, promotor del primero de los Encuentros, Luis Castro Castro, colega de la Universidad de Valparaíso, Gonzalo Olmedo Espinoza, ex alumno de la Universidad de Valparaíso, Eduardo Cavieres Figueroa, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso,Fernando Cajías de la Vega, profesor de la Universidad Mayor de San Andrés y promotor y organizador del Primer Encuentro, sus hermanas Lupe, Magdalena y Manina, el historiador Gustavo Rodríguez Ostria y los diplomáticos Armando Loayza, Ramiro Prudencio Lizón y Alfredo Seoane Flores, entusiastas partícipes de varios de los Encuentros, y a Roxana Forteza Chávez y a sus alumnos y alumnas de la Carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad NUR y de la Universidad de Aquino Bolivia (UDABOL), en Santa Cruz de la Sierra, que ha organizado tres de los Encuentros y ha venido a la Región de Valparaíso a las Jornadas de Historia de las Relaciones Internacionales y al VIII Encuentro Boliviano-Chileno con sus estudiantes.

También, a partir de los Encuentros se han desarrollado actividades para tratar temas que involucran a Chile y Bolivia a los que he sido invitado por Sergio González Miranda en Iquique y Arica, y por Carmen Gloria Bravo y Loreto Correa en Santiago.

Producto de estos Encuentros ha sido el conocimiento mutuo, la trasmisión de esta experiencia a los estudiantes y el trabajo mancomunado que ya ha producido un libro:

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“Bolivia-Chile: Figuras intelectuales compartidas”, editado el 2008 por UDABOL y la Universidad de Valparaíso, en el cual he escrito uno de sus capítulos y he sido coeditor con Roxana Forteza y Eduardo Devés.

También me corresponde decir que el 2005 con ocasión de la publicación de mi libro “Encuentros y desencuentros: Chile y Bolivia 1928-1935”, he creado el sello Ediciones Peña Andina, en recuerdo de la propiedad de Aquiles Vergara Vicuña en La Paz. En dicho sello se ha publicado ya el libro de Víctor Rojas “Chile y Bolivia: limitaciones y obstáculos que inciden en la relación bilateral. 1975- 1990” y se prepara una 2ª edición corregida y aumentada de la biografía de Aquiles Vergara, cuya primera edición fue realizada por Ediciones del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura.

El Instituto Profesional “Blas Cañas”, más tarde transformado en Universidad, conocida hoy como la Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez me dio la oportunidad para mi desarrollo profesional en el ámbito de los estudios sobre las relaciones chileno-bolivianas, al igual que la Universidad de Valparaíso. El Doctorado en Estudios Americanos de la Universidad de Santiago de Chile me ha dado la posibilidad de desarrollar una Tesis sobre Chile y la Guerra del Chaco, la que he terminando, después de haber escrito artículos sobre la materia y presentado ponencias en los Encuentros Boliviano-Chilenos y en Congresos y

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Seminarios Argentinos-Chilenos y en el IX Corredor de las Ideas, llevado a cabo en Asunción del el 2008.

Los textos que aquí se publican son muy variados. Se inician en 1971 y se prolongan hasta hoy. Aquí está prácticamente todo lo que he escrito, ya publicado o inédito, pero sí desarrollado, y las entrevistas de que he sido objeto. Se han omitido los que están punteados en forma esquemática. Hay unos pocos que se han extraviado o no se han podido ubicar. Son los textos que yo he escrito, aunque en algunas oportunidades no hayan aparecido con mi firma. Para una mejor comprensión los he organizado en tres períodos:

1) Desde 1971 a 1973. Dicho periodo corresponde a la Unidad Popular en Chile, y a la caída del gobierno del general Juan José Torres y a los inicios del gobierno del general Banzer. Coincide con parte de mis tres primeros viajes a Bolivia (1969, 1970 y 1971), mis reflexiones a partir de ellos, mi participación en el Movimiento Iglesia Joven, mi militancia en la Izquierda Cristiana, mi participación en el Instituto Chileno Boliviano de Cultura y mi trabajo como académico en la Universidad del Norte de Antofagasta.

2) Desde 1984 a 1990. Dicho período corresponde a los años finales del gobierno del general Augusto Pinochet en Chile, y a parte, del segundo gobierno

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de Hernán Siles Suazo, con el que se inició el período de la redemocratización en Bolivia, al cuarto gobierno de Víctor Paz Estenssoro, y al inicio del gobierno de . Coincide con la reanudación de mis viajes a Bolivia a partir de 1984 y mi reflexiones a partir de ellos, mi participación en el Partido Socialista, en el Centro de Estudios Chilenos (CEDECH), mi regreso a la Izquierda Cristiana, mi vinculación con el Centro de Amistad Chileno-Boliviano y en la reactivación del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura en Santiago, como, también mi reingreso al trabajo académico en el Instituto Profesional de Estudios Superiores “Blas Cañas”, a partir de 1985.

3) Desde 1990 a la fecha. Dicho período corresponde en Chile al de los gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia y en Bolivia a los gobiernos de Jaime Paz Zamora, Gonzalo Sánchez de Lozada, Hugo Banzer Suárez, , , Eduardo Rodríguez Velzé y Ayma. Coincide con la continuación de mis viajes a Bolivia, mis reflexiones a partir de ellos, mi nuevo retiro de la Izquierda Cristiana, mi participación en el Partido de los Trabajadores, la Presidencia del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura hasta 1998, mi participación en el CEDECH, y mis actividades académicas en la que es hoy la Universidad Católica Silva Henríquez y mi ingreso a la Universidad de Valparaíso.

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Los lectores podrán apreciar la permanencia y el cambio en mi pensamiento, y espero podrán apreciar lo fascinante que es Bolivia, la necesidad de avanzar en el conocimiento mutuo, los beneficios que puede traernos el reencuentro para la satisfacción de nuestras aspiraciones y necesidades.

Al terminar esta presentación debo agradecer, a Elena María por sus opiniones y observaciones sobre algunos de los textos, a mis hijos Daniel por los trámites de inscripción de esta obra en los registros pertinentes y a José Gabriel por el diseño y diagramación de este trabajo, y, de manera especial, a dos de mis apreciadas ex alumnas de la Universidad de Valparaíso, las cuales ya son colegas y amigas. Se trata de Fernanda Romo Ayala, quién ordenó mis papeles desde el verano del 2008 hasta la víspera de su partida a España, acaecida en septiembre de ese año y a Carolina Espinoza Cancino, quién ha procedido a transcribir y ordenar los diversos textos que se incluyen en este libro.

Viña del Mar, febrero de 2012.

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PERÍODO 1971-1973

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RECUERDOS

RECORDANDO A NESTOR PAZ ZAMORA en el primer aniversario de su muerte3.

Como revista cristiana comprometida con la construcción del socialismo latinoamericano, quiere recordar en este número a Néstor Paz Zamora (Francisco), en el primer aniversario de su muerte, acaecida en las proximidades del Río Mapiri en la selva del Norte Boliviano, el 8 de octubre de 1970.

Néstor - conocido ya por ustedes a través de la carta Dios y a su esposa, publicado en el número seis de nuestra revista - fue uno de los 67 combatientes del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN) que el 18 de julio de 1970 emprendieron “la vuelta a las montañas” siguiendo el llamado que lanzará el Comandante Ernesto Guevara, el Ché, en 1967. ,

Néstor Paz Zamora, era uno de los que cumplían con lo que pide el Señor: “digan sí, sí o no, no”; era categórico.

Fue seminarista, y como estudiante de teología estuvo en Chile. La vocación de servicio a la que estamos llamados todos los cristianos, él la entendía como sacerdocio, y si bien

3 Frente. N ° 11. Octubre-Noviembre de 1971, Págs. 2 y 3.

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no fue consagrado, consagró su vida a la causa de Cristo: la liberación de los oprimidos.

Trabajó en programas de promoción campesina y fue profesor de un establecimiento de enseñanza media en La Paz.

Murió un día antes de cumplir 25 años. Cuando había serias posibilidades de que volviera con vida junto a su familia.

Murió de inanición, porque aparte de que la alimentación era prácticamente inexistente renunciaba a ella, para que a sus compañeros que estaban en mejores condiciones de combatir no les faltara.

Murió cuando creía que podía vivir, pero murió con el convencimiento de que pasaba de la muerte a la vida.

“La vuelta a las montañas” la emprende en pleno gobierno del General Alfredo Ovando, quien a mediados de 1970 ya había logrado frustrar todas las esperanzas que había logrado encender cuando derrocó en septiembre de 1969 a Adolfo Siles Salinas.

“La vuelta” la emprende cuando en Bolivia los únicos caminos que quedaban para la toma del poder y del gobierno eran la guerra prolongada y la insurrección popular.

“La vuelta” la emprende cuando nuestro país hermano había tenido ya sobre 180 golpes de estado, y cuando una de las pocas revoluciones de nuestra América, la Revolución de 1952, demostró el fracaso de las formulas pluriclasistas y desarrollistas.

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“La vuelta” la emprende cuando la juventud estaba cansada de ver y hablar de la miseria, la explotación, la represión y la dependencia del imperialismo.

“La vuelta” la emprende cuando hay conciencia entre los dirigentes universitarios de que antes de tener una universidad revolucionaria hay que hacer la revolución.

“La vuelta” la emprende cuando se ha hecho carne en muchos cristianos lo que dijera e hiciera Camilo Torres: “El deber de todo cristiano es ser revolucionario, el deber de todo revolucionario es hacer la revolución”.

Se ha escrito y se ha hablado mucho sobre el fracaso de esta campaña y se ha tratado de encontrar sus causas. Los diarios de Néstor y de sus compañeros hacen mucha luz al respecto, al igual que la historia posterior de Bolivia. El derrocamiento de Ovando por los ultrarreaccionarios, el desbaratamiento de ese golpe por un sector de las Fuerzas Armadas encabezadas por Juan José Torres con el apoyo de estudiantes, obreros y campesinos (octubre 7, 1970) y su posterior caída con el golpe del coronel fascista Hugo Banzer.

Se podrá discutir mucho si el camino escogido por el ELN era el acertado, pero nadie en Bolivia, honesto y al mismo tiempo socialista, ha podido señalar otro camino que no hubiera sido este o el de la insurrección popular.

Si “la vuelta a las montañas” no dio los resultados que se esperaban, el testimonio que se esperaban, el testimonio de los combatientes, incluyendo los ocho primeros licenciados que fueron asesinados a sangre por un grupo de militares,

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tendrá, creemos, en la medida que se a conocido, repercusión extraordinaria en la lucha por la liberación de nuestra América.

Néstor señaló en su diario: “Si he de morir quiero que sea una muerte cargada de contenido…”

Para nosotros Néstor es un auténtico cristiano y por consiguiente, su vida y su muerte están cargados de contenido.

El equipo de Frente dedica esta edición a Cecilia, su esposa, a sus padres, hermanos y familiares, a sus compañeros del ELN a la causa por la que Néstor luchó y murió: la liberación del sufrido pueblo hermano de Bolivia.

Deseamos que su presencia nos ayude a los que nos decimos cristianos, para que digamos simplemente si o no y que no temamos dejarlo todo e ir a seguir la tarea de Cristo en la lucha liberadora del egoísmo, la explotación, la miseria y la dependencia.

Este recuerdo llega a su fin con el convencimiento de que todos los que hemos conocido a Néstor, ya sea en su vida y/o en sus escritos somos responsables de que su muerte no sea en vano.

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INSTITUTO CHILENO-BOLIVIANO DE CULTURA DE ANTOFAGASTA

PRIMERA MEMORIA ANUAL4

Apreciados Socios y Socias del Instituto:

En cumplimiento de lo establecido por nosotros, a través de nuestro Estatuto, doy comienzo a esta Asamblea con la lectura de esta Memoria que resume nuestras actividades en nuestro primer año de vida.

Desde los comienzos de nuestra organización hasta la fecha se ha registrado un total de 95 socios.

Después de elegido el Directorio, por la Asamblea celebrada el 23 de julio del año pasado la Comisión Chilena de Cooperación Intelectual procedió a designarme como Presidente. Durante todo el período se han desempeñado como Vice-Presidente Don Jorge Bedregal Sanjinés, como Secretario Don Osvaldo Muñiz Solari, como Tesorera la Sra. Pilar Altura de Solís y como Directores la Sra. María Brigges de Vera, Don Alfonso Millán Cárdenas, Don Hugo Ortega Ascarrunz, Don Arnoldo Wunkhaus R., y don Alejo Sagredo Arias.

4 Leída por el Presidente del Instituto en la Asamblea Ordinaria de Socios, realizada el Jueves 13 de julio de 1972, en la Sala Ercilla de la Universidad del Norte, Antofagasta. Inédita.

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La primera actividad pública, después de la Asamblea, fue la Adhesión al Día Nacional de Bolivia con un aviso en el Diario El Mercurio de nuestra ciudad. Desgraciadamente no pudimos realizar las actividades para esa fecha por haber estado varios Directores fuera de la ciudad.

En el mes de septiembre, desde el 7 al 12, se organizó la Exposición de Artesanías de nuestros países en esta Sala de la Universidad del Norte, desatacándose la gran participación de los socios y la gran acogida del público sobre todo hacia la artesanía boliviana, que fue la que ocupó las ¾ partes de la exposición. Junto con la exposición hubo un programa de charlas: Lautaro Núñez, socio del Instituto participó con “Aproximaciones al Mundo Andino” y “Aspectos del Altiplano Chileno” y Verónica Cereceda con Gabriel Martínez, chilenos que trabajaron varios años con comunidades indígenas de Bolivia, participaron con “Aproximaciones al Mundo Indígena de Bolivia”. También participó el Coro de la Universidad del Norte con “Composiciones Latinoamericanas”.

En los meses de Noviembre y diciembre cuatro estudiantes de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad del Norte realizaron su práctica colaborando con nuestro Instituto en tareas de difusión a través de radioemisoras de la ciudad, tanto en programas sobre Bolivia como sobre nuestra organización. Queremos dejar constancia de nuestro agradecimientos a Rubén Gómez A.; Guillermo Cepeda G.; Juan Abarzúa R.; Sergio Cornejo B. y a la profesora Carmen Gloria Donoso que estuvo a cargo de la supervisión de la práctica.

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En el mes de Diciembre se organizó la Primera Semana de Integración Andina entre los días 13 y 18. Participaron en diversos actos del Programa el Cónsul subrogante de Argentina, el Cónsul y Vicecónsul de Bolivia y los Cónsules de Colombia y Perú. No pudo participar el Cónsul de Ecuador por encontrarse en Santiago.

Los socios Andrés Sabella, Salvador Dides y Lautaro Núñez participaron como charlistas junto al técnico Santiago Espoz. Se contó además con la colaboración de la actriz María Teresa Castro y del actor Juan A. Martínez. También participó el conjunto Folklórico de la Universidad del Norte.

La Semana dio lugar para proponer la creación del Instituto Latinoamericano de Cultura, encomendándosenos a los miembros del Directorio la citación a una Asamblea para estos fines.

Finalizaron las actividades de la Semana y de 1971 en torno a una comida criolla boliviana, realizada en la Sede del Centro Boliviano 6 de Agosto.

En el mes de Enero patrocinamos el Recital Poético del estudiante boliviano Alberto Murillo Rojas, organizado por la Dirección de Comunicaciones de la Universidad del Norte.

El 17 de Abril realizamos una Asamblea para la formación del Comité del Instituto Latinoamericano de Cultura, cumpliéndose lo acordado en la primera semana de Integración Andina.

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El 21 de abril dimos nuestro patrocinio a la exhibición de UKAMAU, cinta cinematográfica boliviana dirigida por el cineasta de renombre internacional Jorge Sanjinés, proyección realizada en Sala Ercilla por diversas instituciones universitarias.

Durante nuestro periodo se han realizado tres asambleas extraordinarias y el Directorio se ha reunido por lo menos una vez al mes, excepto durante los meses de Febrero y Mayo.

La cuenta económica la dará a continuación de esta memoria la Tesorera Sra. Pilar Altura de Solís.

Algunos proyectos como la realización de cursos de instrumentos musicales andinos y de lenguas indígenas andinas no se han podido concretar.

Debemos dejar constancia en esta oportunidad de las cordiales relaciones que hemos tenido con la Sociedad Bolivariana y con el Centro Boliviano 6 de Agosto.

También queremos aprovechar la oportunidad para agradecer la extraordinaria colaboración que hemos recibido de la Dirección de comunicaciones de la Universidad del Norte a través de su Director Jaime Álvarez, su Secretario Ejecutivo Abel Brevis, al encargado de la imprenta Cristián Ostria, a la encargada de la Sala Ercilla María Iratchet y los integrantes del Coro y del Conjunto Folklórico. Sin la colaboración de la Dirección y su personal gran parte de nuestras actividades se habrían visto muy disminuidas.

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Espero que esta oportunidad sea un motivo para que, después de analizar detenidamente lo que hemos realizado, lo que hemos hecho deficientemente y lo que hemos dejado de hacer, salgamos fortalecidos en nuestros ideales de mejor conocimiento, entendimiento y solidaridad entre Chile y Bolivia, para lograr avanzar en términos efectivos en la realización e una Patria realmente grande para todos los latinoamericanos.

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SALUDO5

Hermanos bolivianos, amigos bolivianos, reciban en esta tarde nuestro cordial saludo, nuestro homenaje en este 6 de agosto de 1973.

El Instituto Chileno Boliviano de Cultura ha preparado este homenaje para recordar el 6 de agosto de 1825, que señala el fin del coloniaje español en el Alto Perú y el nacimiento de la hija predilecta del Libertador, la hermana República de Bolivia.

El 6 de agosto de 1825 estuvo emparentado con otras fechas de igual significado como lo fue el 16 de julio de 1809 en La Paz, el 18 de Septiembre de 1810 en Santiago, el 5 de abril de 1818 en Maipú y el 9 de diciembre de 1824 en Ayacucho.

El 6 de agosto de 1825 fue una de las etapas de una misma lucha dada conjuntamente por nuestros antepasados bolivianos, chilenos, venezolanos, colombianos, ecuatorianos, peruanos y argentinos. Las luchas por la Independencia, lograron la independencia política de España, pero trajeron la fragmentación de Nuestra América.

De todas maneras la conciencia de la necesidad de unirnos estuvo presente en el siglo pasado y en el cual, pero

5 Discurso del Presidente del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura en homenaje a Bolivia por nuevo aniversario de la creación de la República, Antofagasta 6 de Agosto de 1973. Inédito.

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lamentablemente sin resultados, lo que ha comprometido nuestra independencia y por consiguiente nuestro desarrollo.

La lucha por el desarrollo se ha hecho hoy tarea ineludible en lo económico-social y cultural y así se ha comprendido con la formación de la CEPAL, ALALC, CAF, Pacto Andino y el Convenio de Integración Educativa y Cultural Andrés Bello, por parte de los gobiernos latinoamericanos en general y andinos en particular.

Sin embargo, esta nueva lucha necesita del respaldo y la participación de todo el pueblo. Queremos recordar una cita de Felipe Herrera, que hicimos en Junio de 1971 cuando se constituyó nuestro Instituto: “El gran impulso hacia la integración tiene que sustentarse en la opinión pública latinoamericana”6.

Nuestro Instituto compromete su decisión para luchar juntos chilenos y bolivianos contra el subdesarrollo y las nuevas formas de dependencia que se nos presentan no solo en lo económico sino también en lo científico, tecnológico y cultural en América Latina.

La cultura entendida como quehacer de nuestros pueblos a través de la historia, es nuestra herramienta. Ella nos permitirá encontrar lo que tenemos en común y nos ayudará a complementarnos, haciéndonos presente lo mucho que nos une por sobre lo que nos separa.

6 Discurso “Aspectos políticos y económicos de la integración de América Latina”. Publicado por el BID, 12 de junio 1962.

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En este sentidos nos complace en anunciarles la próxima aparición de KUNTUR, nuestra Revista, de la cual queremos hacerles un pequeño anticipo en este folleto7. Con ella esperamos contribuir a esta tarea vinculando el pasado con el presente para un futuro mejor para nuestros pueblos.

7 La revista Kuntur no logró salir editada porque el proceso de impresión fue muy lento y la sorprendió el golpe de Estado, que trajo consigo, al poco tiempo, la suspensión de las actividades del Instituto.

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ENTREVISTA

Capo de Izquierda Cristiana: CREO QUE HAY QUE DARLE UN PUERTO A BOLIVIA AL NORTE DE ARICA8.

“Creo personalmente que puede buscarse una solución a la demanda boliviana, en el sentido de qué el vecino país pudiera disponer de un puerto al norte de Arica”, declaró ayer el ex candidato a diputado por la Izquierda Cristiana y presidente del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura, Leonardo Jeffs.

Añadió que de llevarse a la práctica su idea, tendría que contarse con el visto bueno del gobierno peruano, de acuerdo al tratado existente con ese país (Tratado de Ancón).9

Refiriéndose a la posición que a su juicio debieran tomar las Fuerzas Armadas, manifestó que estas, “tienen que abrirse en una perspectiva distinta. No se trata en este momento de concebir la lucha en defensa de nuestra nacionalidad mirando lo que hacen o lo que harán los vecinos, SINO LO QUE HACEN LOS CENTROS DEL CAPITALISMO INTERNACIONAL. Deben abrirse al entendimiento militar entre los países de América Latina y del Tercer Mundo para

8 La Estrella del Norte, Antofagasta, 31 de marzo de 1973.

9 Debería haberse dicho Tratado de Lima.

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enfrentar la agresión silenciosa del capitalismo internacional del dinero”.

Bolivia.

Dijo Jeffs que “hay que dejar en claro que la entrega de un puerto a Bolivia, de ninguna manera solucionaría los problemas de fondo que tiene el país hermano, sino los de índole secundario”. No obstante, enfatizó que “el entendimiento entre los pueblos es mucho más importante que esta solución a la mediterraneidad de Bolivia”. Abogó por un “efectivo desarrollo de la integración andina”.

Consultado acerca del empeoramiento de relaciones entre los dos países, manifestó que “no hay una posición definida de la Cancillería Boliviana y del Gobierno de ese país. Por una parte, el Canciller boliviano habla de la voluntad de abrir negociaciones para la reapertura de relaciones diplomáticas sin condiciones. Por otra parte, miembros de la misma cancillería empiezan a plantear la revisión del Tratado de 1904. Se agrega a esto la actitud bastante poco oportuna del presidente Banzer, quien dijo al pueblo boliviano que antes de 1979 Bolivia tendría un puerto en el Pacífico”.

¿Cree usted que a raíz del deterioro de las relaciones con Bolivia, el Instituto Chileno-Boliviano de Cultura puede ser atacado? “Sería lamentable. Eso demostraría que en nuestra patria hay elementos con una concepción atrasada, que no comprenden la importancia de la integración entre los pueblos pobres del mundo que es fundamental para poder detener la opresión del imperialismo, representados en las empresas y consorcios transnacionales”.

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Dijo que en el Instituto Chileno-Boliviano de Antofagasta hay socios con diversas tendencias políticas, pero que todos tienen un común denominador: la concepción bolivariana sobre integración.

El trigo.

Frente al problema originado en diversas industrias molineras de Bolivia a causa de la paralización de los envíos de trigo por existir una investigación en Chile (denuncia de la ECA por posible contrabando, que habría sido desbaratada), Jeffs manifestó: “problemas de esta especie son los que contribuyen a deteriorar las relaciones entre los dos pueblos. Debe buscarse una solución rápida, de acuerdo a los convenios existentes. Y también debe entenderse por parte de las autoridades bolivianas que este hecho es fuera de lo común, que se esta investigando por las autoridades chilenas”.

Volviendo al tema de la salida al mar para Bolivia, dijo que “este era un problema que debe tratarse con la mente bastante fría. Tiene que conocerse exactamente que es lo que pide el Gobierno Boliviano. Se han hecho muchos planteamientos, un enclave (puerto), un corredor con salida en algún punto, un territorio que podría ser la provincia de Antofagasta o el Departamento de Arica o una franja de territorio al norte de Arica. Nunca ha existido claridad a este respecto”.

Mediterraneidad.

Dijo Jeffs que a su juicio es falso el planteamiento sobre la mediterraneidad de Bolivia como causa de su subdesarrollo

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y que la verdadera causa de este mal es la opresión económica. “Dentro de nuestro país hay voces exaltadas en contra de cualquier solución a las peticiones bolivianas. Esas voces provienen principalmente del Partido Nacional. Resulta extraño, por ejemplo, que cuando el ex mayor Marshall se asiló en Bolivia después de haber intentado un golpe militar contra el Presidente Allende, y se prueba que él es partidario de una solución al problema boliviano mediante una salida al Pacifico, nadie de la derecha levantara la voz. En cambio, cuando la Cancillería plantea solidarizar con Panamá, es la misma derecha la que levanta su voz tratando de encontrar en nuestro gobierno una postura entreguista frente a los países vecinos”.

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ARTÍCULOS Y NOTAS DE OPINIÓN

IGLESIA JOVEN REPUDIA AL ACTUAL GOBIERNO DE BOLIVIA10.

El Movimiento Iglesia Joven de Antofagasta, emitió recientemente, bajo la firma del Secretario Regional de la institución, Leonardo Jeffs Castro, una declaración pública repudiando los últimos sucesos en Bolivia.

El texto de la nota dice: “El Movimiento Iglesia Joven de Antofagasta siente un profundo dolor ante el golpe asestado al proceso de socialización que intentaba el pueblo boliviano, porque los derechos de los oprimidos han quedado defraudados una vez más.

“Lamentamos en especial la presencia del Arzobispado de La Paz en la toma de posesión del nuevo Presidente. Entendemos que los representantes de la Iglesia Cristiana no deberían intervenir en actos políticos. Pero al menos, mientras no se destierre esta lamentable tradición, deberían desligarse de aquellos grupos que no representan los intereses del pueblo o incluso los contradicen.

“La Iglesia sólo puede comprometerse con el pueblo, con los oprimidos. Si los presentantes de la Iglesia no saben distinguir dónde están los intereses del pueblo, deben mantenerse en silencio y dejar a cada cristiano que opte por

10 El Mercurio de Antofagasta, 27 de agosto de 1971.

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el compromiso político que le parezca más apropiado para la defensa de los oprimidos.

“El Movimiento Iglesia Joven se siente identificado con todos aquellos que lucharon defendiendo los intereses de Pueblo como fue el caso del sacerdote Mauricio Lefebvre, Decano de la Facultad de Sociología de la Universidad de San Andrés, quien murió junto al pueblo cuando auxiliaba a un estudiante caído.

“Ponemos la esperanza en que la sangre de Mauricio Lefebvre como la de Camilo Torres, despierte la conciencia dormida de muchos cristianos y suscite en todos la generosidad de la lucha por un mundo más justo”.

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LA DRAMATICA LUCHA DE BOLIVIA11.

El golpe de Estado dado en Bolivia el sábado 21 de agosto, contra el gobierno militar y popular del General Juan José Torres viene a constituir una nueva ocasión de frustración de las esperanzas de trabajadores y de estudiantes de una Bolivia independiente y al servicio de su pueblo y se suma a los 187 golpes que el país hermano ha tenido en sus 146 años de vida independiente del imperialismo español.

El gobierno del Coronel Hugo Banzer.

Este nuevo golpe tiene muchas características que permiten señalar que el gobierno, encabezado por el coronel Hugo Banzer (Ex Ministro del General René Barrientos) es contrario a los intereses de los pobres:

 El bombardeo y ametrallamiento de la Casa Central de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, con el asesinato de varios estudiantes.  La clausura de todas las universidades estatales de Bolivia, con la cesantía al personal.  La ocupación y saqueo de las sedes de los partidos de izquierda, como también de las casas particulares, por los partidarios del nuevo gobierno.

11 FRENTE N ° 10, septiembre de 1971. Publicación mensual del Movimiento Iglesia Joven. Antofagasta, Págs. 10 y 11.

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 Los ofrecimientos hechos de que se darán amplias facilidades a la inversión privada tanto extranjera como nacional.  Las amenazas de destruir el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y a sus militantes.  El nombramiento del coronel Andrés Selich, como Ministro del Interior; este militar encabezó la lucha contra el Ejército del Ché en 1967 y estuvo presente en el lugar en que fue asesinado el Comandante Guevara.  El nombramiento del General Rogelio Miranda como presidente de la COMIBOL (Corporación Minera de Bolivia); este militar cuando era comandante en Jefe del Ejército encabezó el golpe de estado de octubre de 1970 que derrocó al General Alfredo Ovando, pero que fracasó gracias a la movilización de mineros, obreros, fusiles y estudiantes, y un grupo de militares encabezados por el General Juan José Torres.  El propósito de devolver el periódico cooperativizado “EL DIARIO”, a sus antiguos dueños la familia Carrasco, conocida por la defensa de los intereses de un nacionalismo trasnochado.  La comprobada participación en el golpe, de militares y ex -militares brasileños, como el caso del general Hugo Bethlems, ex -embajador de Brasil en La Paz quien primero hizo noticia porque propuso un Protectorado para Bolivia, por parte de los países más grandes de América Latina y luego entrego 100.000 dólares a Hugo Banzer para financiar un golpe separatista en el Departamento de Santa Cruz.

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 La comprobada participación en el golpe de Robert Lundin, asesor aeronáutico de Estado Unidos de Norteamérica en Bolivia, quien prestó un equipo de radio a Hugo Banzer, para comunicarse desde Santa Cruz a La Paz, en momentos muy decisivos para los golpistas.  La participación en el nuevo gobierno unido a militares reaccionarios, de partidos políticos contrarios a los intereses populares como la Falange Socialista Boliviana (FSB) conocida por su anticomunismo y defensa de los grupos privilegiados y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) conocido por sus medidas demagógicas y su debilidad ante los norteamericanos.  El deseo manifestado de continuar la labor emprendida por el gobierno del General René Barrientos (noviembre 1964 – abril 1969), conocido por su entreguismo a los norteamericanos, la represión de estudiantes, las masacres de mineros, el asesinato del Ché y su fuerte campaña anti-chilena.

Causas de la caída del gobierno del General Torres. Entre las causas más importantes de la caída del gobierno del General Juan José Torres y del triunfo de los golpistas del Coronel Hugo Banzer, es conveniente señalar:

 La división de la izquierda boliviana; hay cerca de 20 grupos, que rivalizaron continuamente.  Falta de apoyo oportuno del ELN a Juan José Torres.

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 Confianza de Juan José Torres en la lealtad de las FF. AA de Bolivia.  Falta de armas y de municiones en manos de trabajadores y de estudiantes.  Falta de un programa revolucionario de lo que había que hacer para construir el socialismo en Bolivia, debido a la incapacidad de la izquierda y a la confianza en el nacionalismo por parte de Juan José Torres.  El silencio de la Jerarquía Eclesiástica Católica.  La utilización de sentimientos religiosos bajo el lema “Dios, Patria y Hogar”, contra la gente de izquierda, entre la que se destacan muchos cristianos.  La ayuda de sectores reaccionarios de Brasil, Argentina y Estados Unidos, a los golpistas.  Las medidas del gobierno de Juan J. Torres que si bien no fueron socialistas, fueron a favor de Bolivia y de sus trabajadores y por consiguiente fueron un golpe contra los intereses de los imperialistas norteamericanos y de los capitalistas bolivianos.

El futuro de Bolivia. Se producirá a corto plazo una división en el MNR pues muchos de sus militares pertenecientes a la clase obrera y a sectores profesionales no ven con buenos ojos las medidas represivas que ha tomado el nuevo gobierno. La unión entre la Falange Socialista Boliviana y el MNR no durará mucho, debido a las grandes diferencias que los

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separan ya en sus ideas como en su actuación política en años anteriores, en los cuales han sido enemigos declarados. La izquierda se unirá y procederá a actuar contra el gobierno fascista del Coronel Hugo Banzer, muy pronto. El nuevo gobierno va a conseguir apoyo en créditos e inversiones de otros países y de los capitalistas bolivianos con lo que podrá hacer algunas obras que servirán para hacer creer que es un régimen eficiente. La eficacia del nuevo régimen será garantía para los gobiernos de Estado Unidos de Norteamérica y de Brasil quienes lograrán grandes utilidades a través de sus inversiones, al igual que los capitalistas bolivianos. La acción de algunos militares y de algunos cristianos que han sufrido la muerte y persecución, por estar comprometidos con el pueblo, debilitará las posiciones reaccionarias de las Fuerzas Armadas y de la Iglesia. El socialismo se alcanzará en Bolivia, pero su tiempo no dependerá solo de los bolivianos, sino de la lucha en el resto de América Latina por alcanzar el socialismo.

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PERÍODO 1984-1990

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CARTAS AL DIRECTOR Y OTRAS

SEÑOR

DIRECTOR DIARIO EL MERCURIO DE SANTIAGO12.

Señor Director:

A propósito del cable DPA de fecha 4 de marzo, publicado por El Mercurio en la edición del 5 del presente, en el que se hace mención a expresiones que formulé recientemente en La Paz, quiero hacer algunas precisiones:

1) La proposición formulada a nombre del Centro de Estudios Chilenos (CEDECH) para buscar una solución al problema de mediterraneidad de Bolivia, se planteó que ella debería ser a través del territorio de Arica, entendiéndose como una parte de él y no la cesión del puerto de Arica como se consigna en el cable.

2) El CEDECH ha planteado, en diversas ocasiones, el reconocimiento al derecho de Bolivia de tener una salida soberana al Pacífico a través de negociaciones que impliquen compensaciones no territoriales para Chile.

3) La razón que motiva nuestros planteamientos responde a nuestro anhelo de impulsar a través de hechos concretos la

12 Santiago de Chile, 6 de marzo de 1984.

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superación de los problemas que nos distancian a los latinoamericanos y así avanzar en el proceso de reunificación de Nuestra América.

Saluda atentamente a Ud.

Leonardo Jeffs Castro.

Miembro del Directorio del Centro de Estudios Chilenos.

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CARTA A MARIANO BAPTISTA GUMUCIO13.

Apreciado y recordado Mariano:

Recién me he enterado de su designación como Ministro de Educación y me he alegrado por Ud. y por el querido pueblo hermano de Bolivia. Reciba mi cordial felicitación y mis deseos de que tenga la posibilidad de realizar a plena satisfacción su gran vocación de servicio público, la cual ya fue demostrada en otras ocasiones.

Deseo que salude de mi parte a su esposa, como también a Raúl Botelho.

Espero que, si tiene ocasión de pasar por Santiago nos haga el favor de avisarnos para tener la oportunidad de charlar sobre nuestros proyectos de integración entre nuestros pueblos.

Para efectos postales me puede escribir a la Casilla…Para efectos telefónicos me puede llamar al … Aprovecho de comunicarle también mi nueva dirección: donde me agradaría recibirlo.

Reciba mi cordial saludo.

Leonardo Jeffs Castro.

CARTA A ANDRÉS SOLÍZ RADA14.

13 Santiago de Chile, 17 de agosto de 1989.

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Apreciado y recordado Andrés:

Sea esta carta un saludo y una felicitación por el gran triunfo obtenido en las elecciones por el grupo de amigos que participan en CONDEPA15, y de manera muy especial por ti, Eduardo y Gonzalo. Lamento no haber hecho llegar estas notas con anterioridad, pero he estado demasiado atareado en el último tiempo.

Con ocasión de viaje de Raúl Barrios te envié mi nueva dirección. En efecto a fines de mayo entregamos la casa de Av. España, debido a que después de mucho logramos venderla. Nos hemos trasladado a las afueras de Santiago, exactamente a 21 kilómetros de la Plaza de Armas, a una casita nueva, muy confortable aunque pequeña, la que hemos comprado al contado. Nuestra nueva dirección es …, Región Metropolitana. Pero como lo anterior es muy engorroso para los efectos postales he arrendado una Casilla en el centro de Santiago; .... Para los efectos telefónicos me pueden ubicar en el de mis padres, donde suelo estar de Lunes a Viernes algunas horas…

¿Cómo están todos Uds.? ¿Cómo está Silvia, los hijos, tus hermanos y tu suegra? ¿Cómo va CONDEPA? ¿Qué tal están los amigos de Cochabamba? ¿Qué es de Gerardo Irusta, dónde lo puedo ubicar?

14 Santiago de Chile, 17 de agosto de 1989.

15 Conciencia de Patria. Movimiento político boliviano.

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Nosotros por acá bien nivel familiar; en trabajo he logrado unas horas de Introducción a la Historia en la Universidad La República, que está recién creada y que promete como institución de educación superior.

Por otra parte está funcionando muy bien el Centro de Amistad Chileno-Boliviano del cual soy Coordinador. A propósito estamos pensando en realizar una Semana de la Cultura Boliviana para el mes de noviembre.

Por último, quiero contarte que con algunos ex alumnos que ya son profesores de Historia y Geografía estamos empeñados en conseguir financiamiento para un Proyecto de Investigación sobre la presencia chilena en la guerra del Chaco, desde el punto de vista militar y humano, como de sus proyecciones en el cambio de percepción de Chile y los chilenos, en Bolivia y Paraguay.

Espero recibir pronto noticias de Uds. y que a pesar de mis silencios no me guarden rencor.

Recibe mi fraternal abrazo para ti y todos los tuyos. Al igual que para nuestros amigos comunes.

Leonardo Jeffs Castro.

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ENTREVISTAS

Profesor Jeffs: “NUNCA PROPUSE ENTREGAR ARICA A LOS BOLIVIANOS”16.

No es el puerto de Arica lo que propone el profesor Leonardo Jeffs que se entregue a Bolivia para solucionar el problema de la mediterraneidad sino un corredor ubicado al norte de la ciudad.

Así lo aclaró el catedrático –presidente del Centro de Estudios Chilenos-17 a nuestro diario. En conversación con el profesor Jeffs aclaramos que el cable presenta una distorsión de sus palabras.

-Yo no hablé nunca del puerto sino de parte del territorio. La solución que propugno es similar a la que sugirió el canciller Horacio Walker en el año 50, durante el gobierno de González Videla y también este gobierno, en el año 75.

-Pero usted vio que esa sugerencia fue rechazada en su oportunidad.

-Así es, pero porque se pedían compensaciones territoriales, lo que me parece inaceptable. Yo sugiero que se cambie eso por otro tipo de beneficios. Por ejemplo, que las aguas del Titicaca puedan irrigar una parte del norte chileno.

16 Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, 6 de marzo de 1984.

17 Debería haberse escrito Sub-Director.

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-¿Y a qué debe que usted se preocupe de este problema?

-Nuestro Centro de Estudios defiende el ideal bolivariano. Uno quiere ser latinoamericanista de corazón y, para eso, son necesarios algunos hechos.

Señaló el profesor Jeffs que él viajó a La Paz junto con su familia y que allí se puso en contacto con la Coordinadora de la Izquierda Nacional Boliviana. Por intermedio de esta agrupación efectuó charlas en las que se refirió al “territorio de Arica”.

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ENTREVISTA EN RADIO CRISTAL DE LA PAZ, BOLIVIA18.

Entrevista concedida a Radio Cristal de La Paz, Bolivia, en el marco de la propuesta realizada por el Centro de Estudios Chilenos (CEDECH), del cual el entrevistado forma parte, en el Encuentro de Pensamiento Político Latinoamericano, celebrado en Córdoba en 1983.

En dicho encuentro, el CEDECH impulsó, junto a profesionales bolivianos, el planteamiento de llegar a estudios encaminados a encontrar una solución al problema marítimo boliviano sin compensación territorial. Noticia que generó un gran revuelo en Santiago de Chile.

En este marco, Leonardo Jeffs es entrevistado por Radio Cristal para dar cuenta de esas distintas repercusiones verificadas tanto a nivel público como a nivel de gobierno central, en Chile.

Leonardo Jeffs:

Tengo mucho agrado de dirigirme a la opinión pública boliviana a través de Radio Cristal de La Paz y quisiera señalar mi satisfacción de encontrarme, una vez más, en Bolivia, país que está íntimamente relacionado con nosotros desde los comienzos de la historia común de América Latina.

18 Entrevista realizada en febrero del año 1984.

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Respecto al acta de Córdoba, evidentemente que ha habido reacciones negativas, como así también positivas. Las negativas eran de esperar, evidentemente provenientes de los sectores ultra nacionalistas, chovinistas, que no saben mirar que somos parte, nosotros los chilenos, de un todo que se llama América Latina y, también ha habido reacciones negativas de aquellos que más les interesa estar en buenas relaciones con los centros de poder económicos y políticos mundial que con el resto de los hermanos de América Latina.

Pero felizmente también hemos encontrado, a mucha satisfacción para nosotros, reacciones positivas.

Dentro de las reacciones negativas evidentemente una parte ha provenido de nuestro propio gobierno. La Cancillería ha definido que nuestra actitud va en contra de los intereses del país. Nosotros consideramos que precisamente es lo contrario. No vamos a entrar en mayores detalles porque esa posición es ultra conocida a través de los medios informativos acá en La Paz.

Respecto a las reacciones positivas cabe destacar varias, una de ellas, muy satisfactoria para nosotros, es la del ex Subsecretario de Relaciones Exteriores, durante el gobierno de la Democracia Cristiana, don Oscar Pinochet de la Barra, quién en su columna que tiene en el diario La Tercera, en Santiago, el diario más leído del país, nos ha apoyado sin ningún tipo de condiciones y nos ha felicitado y nos ha alentado en nuestra tarea de constituir un Comité de Paz e Integración en Chile para poder avanzar en el entendimiento latinoamericano y ha apoyado la idea, propuesta por

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nosotros, de salida al mar para Bolivia sin compensaciones de carácter territorial.

Otra reacción positiva ha sido la del doctor don Jorge Vera Castillo, doctor en materia de Relaciones Internacionales, quien ha considerado altamente patriótica nuestra actitud. Pero a ello habría que sumar las opiniones en pro de integrar este Comité de Paz e Integración, que entre otros propicia la búsqueda de una la salida al mar para Bolivia en términos de compensaciones de carácter no territoriales, del antiguo dirigente sindical don Clotario Blest Riffo, fundador de la Central Única de Trabajadores y la del ex Ministro y Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo don Felipe Herrera. Ellos nos han apoyado sin ningún tipo de condiciones.

Entrevistador:

Leonardo, en el curso de los próximos meses se tiene previsto un primer contacto de acercamiento entre las Cancillerías, en Santiago de Chile. Dentro de este marco de acercamiento que se va a producir, propiciada por la Organización de Estados Americanos, qué pasos concretos y qué tipo de orientación piensan ustedes plantear tanto en Santiago de Chile como acá en Bolivia.

Leonardo Jeffs:

En primer lugar, ese acercamiento para nosotros nos parece conveniente, independientemente de la opinión que tengamos de nuestro propio gobierno. Si se llega mediante ese acercamiento, a la reanudación de las relaciones diplomáticas y se llega mediante ese acercamiento, a la

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solución del problema marítimo boliviano en los términos de compensación de carácter no territorial, nosotros vamos a ser los más felices del mundo porque no importa de quien lleve las tesis con tal de que ellas se hagan prácticas.

Ojala que se siga un buen resultado y no sea solamente un volador de luces como fue el encuentro de los presidentes Banzer y Pinochet en Charaña, que a la larga significaron una frustración más para los anhelos de los chilenos que queremos unión con los bolivianos y los bolivianos que quieren solución al problema marítimo.

Entrevistador:

A la luz de los cambios políticos que se están viviendo en América Latina tú crees que Bolivia y Chile están más cerca de un entendimiento ahora más que antes o crees que aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar un entendimiento.

Leonardo Jeffs:

Sí, yo creo que la situación hoy día es mejor que la que había cuando se iniciaron las conversaciones entre el presidente Banzer y Pinochet en el año 1975, pero eso no significa que la solución esté a la vuelta de la esquina. No sabemos realmente cual es la voluntad real del gobierno de Chile y esa es la gran duda que puede demorar un reencuentro entre Chile y Bolivia. Creemos que, sin embargo, cualquier propósito tiene que contar con el apoyo debido de la opinión pública y no obstante, nosotros que no estamos de acuerdo con la política exterior que ha mantenido el gobierno del general Pinochet frente a muchos problemas,

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no solamente ante las relaciones chileno-bolivianas, creemos que si hay un intento de conversar, bueno eso lo vamos a alentar nosotros, pero no estamos muy seguros de los resultado positivos porque desconfiamos de toda la política exterior que este gobierno ha llevado adelante.

Entrevistador:

Tanto en Chile y Bolivia como en todos los países latinoamericanos se esta produciendo una revisión profunda de toda la historia, y en este sentido la película Amargo mar en el curso de los últimos días ha venido a llenar una sentida necesidad también. Dentro de esta etapa de revisión histórica quiero preguntarte como has visto con ojos chilenos esta película, Amargo Amar.

Leonardo Jeffs:

En primer lugar yo quisiera señalar que Amargo Amar no es la primera película revisionista sobre la Guerra del Pacífico. Ya en la década del 60’ en Chile se había producido Caliche Sangriento, que es una película en la cual se pretende mostrar que el gran beneficiado con la Guerra del Pacifico no fue precisamente Chile y los chilenos, sino el capital inglés y los ingleses.

Para nosotros que en días pasados tuvimos ocasión de ver esta película, acá en La Paz, ha sido una muestra interesante de una nueva perspectiva para analizar la Guerra de Pacífico. Creo que es una perspectiva en la cual las personas vinculadas al campo de la historia tenemos que meditar y tratar de traducir en hechos. Quiero destacar especialmente de que evidentemente esta película destaca como algo

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primordial el rol de las oligarquías criollas en contra de los intereses nacionales y el rol del capitalismo inglés en contra de los intereses nacionales. Creo que eso es un aspecto que nosotros, tanto chilenos como bolivianos y peruanos que somos los comprometidos en esta Guerra del Pacífico, tenemos que tener en cuenta. La Guerra del Pacífico fue un hecho en el cual los pueblos de Chile, Bolivia y Perú fueron conducidos por intereses antinacionales.

Las oligarquías criollas no favorecen el interés nacional y tratan de beneficiarse de los conflictos, igualmente el capital inglés. Está archi-probado la influencia de los capitalistas europeos, especialmente los ingleses en la Guerra del Pacífico, y ellos a la larga van a apostar a quien creen que fue el ganador y creo que en ese caso es un gran mérito que tiene la película.

Hay algunas cosas discutibles en la película. Yo creo que la ocupación de Antofagasta no fue en los términos planteados en la película. Yo creo que fue una ocupación con un carácter más pacífico que el que la película muestra, pero eso es un detalle en relación con el fondo de la película.

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ENTREVISTA EN LA RADIO NUEVA AMÉRICA EN LA PAZ, BOLIVIA19.

PRESENTACIÓN:

El profesor Leonardo Jeffs Castro es miembro del Partido Socialista. Es Master en Estudios Internacionales y Director del Centro de Estudios Chilenos20.

Bienvenido profesor Jeffs.

Cuéntenos su ubicación en el Partido Socialista de su país.

Yo pertenezco a una tendencia que se llama, la tendencia humanista, y dentro de esa tendencia nosotros estamos fundamentalmente insistiendo en una línea nacional latinoamericanista. Para nosotros es importante comprender a Chile dentro de América Latina, por eso nos sentimos hermanados con los demás pueblos de América Latina en la construcción de la Patria Grande de América Latina.

El otro planteamiento, es que es importante valorar la democracia, pero la democracia no solamente en aspectos políticos sino también económicos y sociales. Nosotros estamos por la vía pacifica para el cambio de gobierno, que esperamos sea pronto en Chile.

¿Usted viene de Santiago profesor?

19 Entrevista realizada en febrero de 1984.

20 Sub-Director.

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Exactamente.

¿Sería tan amable de contarnos esquemáticamente el cuadro social y político del Chile de hoy? Se lo pregunto de este modo porque fuera de Chile las noticias generalmente se distorsionan. Usted sabe, seguimos viviendo con la presión de agencias extranjeras y no siempre las noticias son de un modo como un periodista quiere enterarse. Encantado, y lo hago con toda confianza sintiéndome en una parte de Nuestra América, que es Bolivia.

Creo que la situación en nuestro país en este año va a ser muy difícil porque cada vez más se van a ir agudizando enfrentamientos entre el gobierno y la oposición. En un marco bastante lamentable de una cesantía que, según cifras de la Confederación de la Producción y del Comercio una organización empresarial, alcanza a un 30 %, con un déficit habitacional que, según cálculos proporcionados por las consultarías de la Iglesia Católica, alcanza a 800 mil viviendas, lo cual compromete a 1/3 de nuestra población. Son horizontes bastante tristes para nuestra población juvenil sobre todo en cuanto a expectativas de trabajo, de estudio y expectativas de estar en pareja y formar un hogar. Creemos que no se van a solucionar estos problemas de la noche a la mañana aunque hubiese cambio de gobierno, pero hay un deseo, que es mayoritario, de sacar al gobierno que está presente en Chile, para ello la tarea no es fácil porque la oposición esta dividida: una, la Alianza Democrática, la mayoritaria y, el otro, el Movimiento Democrático Popular. Y el gobierno esta muy férreo porque el general Pinochet ha logrado un poder absoluto y total en las Fuerzas Armadas,

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no obstante que sus partidarios civiles pudiesen estar muy divididos. Por supuesto que vamos avanzando en un proceso de descomposición del régimen, pero no estamos seguros que pudiese haber cambios muy de inmediato.

El deseo del general Pinochet es terminar su período en el año 1989 y ojala prolongarse los ocho años más que le podría permitir la Constitución.

Usted tuvo una intervención en el Canal Nacional de Televisión y se refirió al tema marítimo. ¿Cuál es el cuadro respecto al tema boliviano chileno y a la reivindicación marítima que anhelamos los bolivianos? En primer lugar, hablo en este momento en representación de todos mis compañeros del Centro de Estudios Chilenos, que es un Centro que pretende estudiar la realidad chilena vuelto a América Latina y pretende luchar por la reunificación de América Latina.

En este Centro, desde hace un tiempo hasta esta parte y antes de que existiera, los integrantes de este Centro nos hemos manifestado a favor de una salida al mar para Bolivia y creemos que hay que luchar denodadamente, no solamente los chilenos que estamos de acuerdo, además de los bolivianos por supuesto, sino que también unir en esta tarea a los peruanos , porque la solución tiene que ser por el territorio de Arica, no puede ser por otra parte y si se va a involucrar algunas secciones del territorio de Arica tiene que esto contar con el visto bueno de los peruanos, de acuerdo con el tratado que firmó el gobierno de Chile con el Gobierno del Perú en 1929, el Tratado de Lima, en el que condiciona cualquiera cesión territorial por Tacna al visto

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bueno de Chile y por Arica al visto bueno de Perú. Entonces creo que tenemos que plantear esto en términos tripartitos, porque es eso en los términos reales. Y creo, además, para que quede muy clara nuestra posición, de que no deben haber compensaciones territoriales. Creo que eso es ofensivo a la dignidad del pueblo boliviano. Creo que esa es la razón fundamental del fracaso de las conversaciones entre los generales Banzer y Pinochet.

Y en este punto de vista, en esta teoría, del Centro de Estudios Chilenos, profesor, el veto de 1929 tiene un alcance sumamente peligroso para Bolivia, puesto que para graficar de alguna manera las palabras, Perú el 29’ usó el veto y puso el candado, y la llave del candado la tiene el Perú. Exactamente, claro que en la medida que exista una actitud latinoamericanista de parte del pueblo y gobierno peruano, que yo creo que existe, hay que ponerla en juego, el problema se solucionaría, y como se presume que en las próximas elecciones en el Perú va a ganar el aprismo -que tiene una vocación latinoamericanista- las cosas pueden ser tal vez más fáciles.

Ahora yo creo también que es indispensable luchar por la reanudación de las relaciones diplomáticas, en cualquier orden, no importa que orden sea, pero lo importante es que se realicen, porque aquí lo importante es la unión de pueblo a pueblo.

Profesor, ¿han tenido los de su Centro de Estudios algún dialogo con personeros políticos del Perú tocando este tema del veto del 29?

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Lo hemos planteado en torno a la candidatura, que nosotros propiciamos en Santiago, para el Premio Nóbel de la Paz para Víctor Raúl Haya de la Torre, con ocasión del inicio del centenario de la Guerra del Pacífico. Creemos que personalizando en Haya de la Torre una actitud en pro del Premio Nobel de la Paz estábamos rindiendo un homenaje a un latinoamericano y a un peruano que había tenidos gestos de buena voluntad hacia Chile en momentos muy complicados cuando todavía no se resolvía el problema de Tacna y Arica. Y ahí lo hemos planteado. Creo que hay que volver a plantearlo no solamente en situaciones de parte nuestra, sino que también de parte de los bolivianos.

Respetable sus ideas profesor Leonardo Jeffs Castro.

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ARTÍCULOS Y NOTAS DE OPINIÓN

LAS CONVERSACIONES CHILENO-BOLIVIANAS 21.

En torno al debate suscitado a propósito de las propuestas presentadas por la Cancillería de Bolivia al gobierno de Chile, en relación a sus aspiraciones de volver al Pacífico, parece conveniente exponer algunas consideraciones.

Si los chilenos accedemos a esta aspiración, con las debidas compensaciones, se transformaría el actual nivel de nuestros contactos con Bolivia en relaciones de amistad y cooperación.

Lo anterior, evidentemente, sería altamente positivo para nosotros, empezando por la población del Norte Grande, que podría empezar a ver el futuro con mayor tranquilidad. El aprovisionamiento de bienes que en el Norte no tenemos no sólo solucionaría problemas de abastecimiento; más el contacto más estrecho nos reencontraría con un pueblo hermano.

Por otra parte, nuestra buena disposición ante dicha demanda mejoraría nuestras posibilidades de trabajo conjunto no sólo con Bolivia sino también con Perú en torno a proyectos de trabajo conjunto para el Área, lo que permitiría sobre todo a los jóvenes mirar el futuro con esperanza.

21 Escrito el 09 de junio de 1987. Inédito.

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Dicho acercamiento permitiría, además, mejorar nuestro poder negociador ante las grandes potencias, lo que nos daría un grado mayor de independencia del que actualmente tenemos.

Por último, evitaríamos hacerle el juego a aquellas fuerzas siniestras que quieren vernos aislados del resto de Nuestra América, con una imagen de engreídos y prepotentes, que no se compadece con nuestros profundos anhelos.

En síntesis, si los chilenos contribuimos a satisfacer las aspiraciones de Bolivia, ello traería más beneficios que perjuicios para nosotros, en una perspectiva de trabajo mirando el siglo XXI.

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EL ALEJAMIENTO DEL CONSUL GENERAL DE BOLIVIA JORGE SILES SALINAS22.

Con profundo pesar los chilenos amigos de Bolivia nos hemos visto enfrentados a la renuncia de don Jorge Siles Salinas, a su cargo de Cónsul General de la hermana república en Santiago.

Su gestión iniciada en abril del año pasado, se presentaba con los mejores auspicios. Catedrático destacado, escritor connotado, ex-embajador ante la Santa Sede, periodista de nota, hijo y hermano de ex Presidentes, con una importante parte de su vida transcurrida en Chile, casado con chilena y con grandes amigos en nuestra tierra, nada podría decir que empañaría su misión.

Su gobierno había planteado una perspectiva pragmática para enfrentar sus dificultades con el gobierno de nuestro país. El presidente Víctor Paz Estenssoro así lo había postulado el 23 de marzo de 1986, en el día que los hermanos bolivianos celebran el “Día del Mar”, en el cual afirman su voluntad de volver al Pacífico junto al monumento a Eduardo Abaroa, su héroe máximo en la contienda del “guano y del salitre”.

El Cónsul Siles no desmayó en sus esfuerzos de acercamiento. Auspicios de eventos sobre Arte del Ato Perú,

22 Escrito mientras se desempeñaba como Sub-Director del Centro de Estudios Chilenos (CEDECH), junio de 1987. Inédito.

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durante el período hispánico, participación en conferencias en las cuales se dedicó a mostrar nuestra común raíz de pueblos integrantes de la comunidad hispanoamericana y de la necesidad de la integración chilena-boliviana, resaltando lo que nos ha unido, por sobre lo que nos ha separado. Estimuló la formación de una biblioteca al servicio de chilenos y bolivianos, y labores de acercamiento con académicos chilenos, fueron, entre otras, algunos de sus trabajos en el plano de lo que habitualmente se entiende por lo cultural.

En el campo de las relaciones con los bolivianos la preocupación fue estrechar los lazos. Siempre se le vio cerca de todos sus coterráneos sin distingos, no obstante sus diferentes opciones políticas. El no ocultaba su posesión, pero su objetivo fundamental era acercar a Bolivia con Chile. Si lugar a dudas que sus actividades más estrictamente diplomáticas, tanto en su relación con las autoridades gubernamentales como con los medios de comunicación social, fueron avanzando en forma serena y segura hasta abril de este año, oportunidad en que se realizó el encuentro de los Cancilleres de Chile y Bolivia en Montevideo. Después de allí todo se derrumbó rápidamente. ¿Se podría reprochar en algo al Cónsul Sr. Siles de dicha negociación frustrada? Evidentemente que no la responsabilidad no es de ellos, a lo más se les podría reprochar de pecar de exceso de buena fe. En todo caso cabe esperar que los chilenos podamos entender lo que hemos perdido con el alejamiento de don Jorge Siles, en su calidad de Cónsul General de Bolivia en Santiago, y ojala que no sigamos ignorando a nuestra vecina, a nosotros mismos y

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nuestras profundas necesidades de reencuentro de nuestra identidad y de la unión latinoamericana.

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UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE23.

En la segunda quincena de febrero una delegación de estudiantes y profesores del Instituto Profesional de Estudios Superiores “Blas Cañas”, participó en La Paz en un Seminario sobre “Historia y realidad contemporánea de Bolivia”. Dicho evento constituyó una experiencia inolvidable para los integrantes del grupo chileno conformado por dos académicos y nueve estudiantes de cursos superiores de la Carrera de Pedagogía en Historia y Geografía.

El Seminario fue considerado como Proyecto piloto del Programa de Intercambio y Cooperación Cultural Latinoamericano, patrocinado por la Rectoría del Instituto. En Bolivia fue organizado por el Centro de Promoción del Laicado (CEPROLAI), dependiente del Arzobispado de La Paz.

La iniciativa se proponía los siguientes objetivos:

1.- Aproximación a la historia y realidad boliviana.

2.- Intercambio de experiencias con profesores y estudiantes bolivianos, relacionados con la enseñanza y la investigación histórica.

23 Santiago, abril de 1988. Inédito.

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3.- Relación con instituciones bolivianas preocupadas en la historia, el desarrollo, la paz y el entendimiento entre los pueblos latinoamericanos.

4.- Contribución a un mejor entendimiento entre chilenos y bolivianos.

El Programa de Actividades comprendió diversas Charlas sobre aspectos relevantes de la realidad boliviana, su sociedad, su historia y sus relaciones internacionales, las que estuvieron a cargo de connotadas personalidades como Fernando Aguirre Bastos, Mariano Baptista Gumucio y Salvador Romero. Además incluyó una serie de encuentros con docentes y estudiantes de la Carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y visitas, entre otras, a las ruinas de Tiahuanaco, al Lago Titicaca, al Palacio Legislativo, a la Biblioteca Central de la UMSA y al Museo Nacional de Etnografía y Folklore.

La acogida que la delegación tuvo fue muy cordial. En todo momento y en todo lugar se vio una sincera disposición a hacer grata nuestra estadía en la capital administrativa de Bolivia. No obstante las distancias oficiales y “el mar que nos separa”, se pudieron constatar que el pueblo boliviano es un pueblo que nos quiere.

La experiencia sirvió, por otra parte, para ayudarnos a encontrar nuestras propias raíces y deshacernos de la capa de europeísmo mal entendido, que suele aislarnos de nuestros hermanos de América Latina.

Los objetivos del Seminario realizado en La Paz se cumplieron con creces, la experiencia ha pasado a ser

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inolvidable tanto por lo que vimos y oímos, pero sobre todo por lo que sentimos: el cariño del pueblo boliviano, que quiere nuestro bien y el encuentro, a través de medios pacíficos, de una solución a su antiguo anhelo de retornar al Pacífico.

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50 AÑOS DE PAZ EN EL CHACO24.

Recientemente25 se cumplieron 50 años de la firma del Tratado que puso fin a la guerra en la que se enfrentaron Bolivia y Paraguay, entre 1932 y 1935, por la posesión del Chaco Boreal. Si bien el cese de hostilidades se había hecho efectivo a partir del 14 de junio de 1935, la paz definitiva solo fue una realidad prácticamente tres años después, el 21 de julio de 1938, como consecuencia de largas negociaciones, en las que tuvieron destacada actuación las Cancillerías de Argentina y Chile.

La conflagración se desató por un territorio que ha sido conocido como el “Infierno Verde”, el cual pasó a ser escenario de la guerra: Comprendiendo, aproximadamente, un triángulo delimitado por los ríos Parapetí, Pilcomayo y Paraguay, el Chaco Boreal fue para los combatientes un medio extremadamente duro. Caracterizado por altas temperaturas durante el día y bajísimas en las noches, agrega a lo anterior lluvias torrenciales en el verano, escasez de precipitaciones en el resto del año, amplios sectores carentes de aguas superficiales, e incluso con dificultades para la captación de aguas subterráneas, bosques de secano y sabanas cubiertas de pajonales, y la presencia, por último, de alimañas. Dicho cuadro hacía muy difícil el desarrollo de la

24 La Época. Santiago de Chile, 16 de agosto de 1988, Pág. 7.

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vida humana, sobre todo para la mayor parte de los bolivianos, que provenían de realidades muy diferentes, desde la perspectiva geográfica.

No obstante lo anterior, el control de dicho territorio habría permitido a Bolivia acceder al Atlántico a través del Rió Paraguay. Por otra parte, el Paraguay, hacia el final de la contienda, estuvo a punto de controlar la región petrolífera boliviana, situada en las inmediaciones del Chaco.

La guerra del Chaco trajo consigo, como toda guerra, sangre, dolor y lágrimas para ambos combatientes. Para Bolivia, que movilizó 200.000 hombres, el conflicto le significó 50.000 muertos y 25.000 prisioneros. Paraguay, que movilizó 150.000 efectivos, sufrió la pérdida de 40.000 hombres y la prisión de 2.5000. Además de los heridos y de enormes pérdidas materiales, que comprometieron la economía de ambos pueblos, Bolivia debió enfrentar la pérdida de aproximadamente 200.000 kilómetros cuadrados territorio que, con fundados argumentos, consideraba como propios.

Sin embargo, para el vencido, esta contienda trajo otras consecuencias, que repercuten hasta hoy en la vida colectiva. En efecto, de la derrota vino la mirada sobre sí y de allí la toma de conciencia de su situación de dependencia externa y de marginación de vastos sectores de su población, de los más elementales derechos políticos y socioeconómicos. De allí surgieron las experiencias del “socialismo militar” y allanó el camino para la Revolución, que a partir del 9 de abril de 1952, bajo la conducción del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), nacionalizó y estatizó las minas de estaño, llevó a cabo la Reforma Agraria,

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reconoció el derecho a sufragio a los analfabetos y reestructuró el Ejército.

Si bien las relaciones entre los ex combatientes no quedaron marcadas por el resentimiento, en la magnitud de lo sucedido en otros conflictos latinoamericanos, no han logrado avanzar, en términos significativos a nivel oficial, en programas de integración, como lo reclama la geografía y las necesidades.

Sin embargo, cabe destacar la realización, en 1986, del Primer encuentro para el Diálogo Paraguayo-Boliviano para la Paz, la Cultura y el Desarrollo, auspiciado por el Instituto Paraguayo de Estudios Geopolíticos e Internacionales y la Facultad de Ciencias Jurídicas y Diplomáticas de la Universidad Católica de Asunción, con la colaboración de la Fundación Friedrich Naumann de la República Federal de Alemania, y la destacada participación de connotados historiadores, juristas y diplomáticos de ambos pueblos.

Un buen ejemplo que podríamos seguir los chilenos en nuestras relaciones con nuestros vecinos, en forma especial con nuestros hermanos bolivianos.

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PERÍODO 1990-2012

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PRÓLOGOS

PRÓLOGO AL LIBRO “ARICA Y LA TRIPLE FRONTERA. INTEGRACIÓN Y CONFLICTO ENTRE BOLIVIA, PERÚ Y CHILE” DE SERGIO GONZÁLEZ MIRANDA26.

Mi colega y amigo Sergio González Miranda me ha honrado con la petición de que prologara su último libro: “Arica y la Triple Frontera. Integración y Conflicto entre Bolivia, Perú y Chile”. Lo hecho con agrado por él y por lo que él ha escrito.

Sergio a través de siete capítulos se refiere a las relaciones de Chile con sus vecinos del Norte desde la constitución de los Estados Nacionales hasta la actualidad, deteniéndose, en forma especial, en las repercusiones de la guerra del Pacífico para los tres países involucrados, en general, y para los territorios de Tacna, Arica y Tarapacá, en particular, y en la presentación de propuestas para superar los conflictos y trabajar en términos integrados.

Sobre las relaciones de Chile y sus vecinos se ha escrito mucho, pero con un predominio del enfoque bilateral. Aquí se ha tratado el tema desde una perspectiva trilateral, lo cual enriquece el estudio. De allí un primer mérito de la obra. Las

26 Santiago, 18 de enero de 2006.

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relaciones de Chile con Bolivia y con Perú no se pueden manejar sin considerar al otro.

Otro aspecto que quiero destacar, es el de que este trabajo se plantea desde la perspectiva regional, lo cual no siempre ha estado presente en la toma de decisiones por parte del gobierno nacional. En las regiones se sufren y se han sufrido muchas veces las consecuencias de políticas que no han considerado los intereses de sus habitantes. No hay que perder de vista que nuestra actual Primera Región es la única de las Regiones del país que limita con Perú, y que es una de las dos que, además, limita con Bolivia. De allí, entonces, que éste se constituye en un segundo mérito de la obra.

Otro mérito del autor es el de haber trabajado no solo desde la perspectiva del conflicto, sino también desde la perspectiva de la integración. Además ha trabajado junto con diferentes fuentes primarias y secundarias, un conjunto de obras teóricas las que le han permitido dar solidez a su trabajo.

También, me ha parecido digno de mencionar el hecho de que este trabajo no se plantee desde una perspectiva triunfalista, sino desde una perspectiva crítica. Dicha perspectiva lo aísla de posturas patrioteras o chauvinistas, y le permite analizar críticamente no solo algunas de las acciones de los gobiernos de Chile, sino también de los países vecinos, enmarcados, en algunas oportunidades, en nacionalismos extremos. Cabe aquí mencionar el largo período de 45 años en el cual Tacna y Arica vivieron enmarcados en la Pax Castrense, y el análisis que el autor hace de los años de violencia que se llevó a cabo en el área

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de Tacna y Arica entre 1925 y 1927 y en Tarapacá entre 1910 y 1922, marcados por la chilenización compulsiva, en la cual jugaron un rol significativo la acción de las Ligas Patrióticas.

Por otra parte, a través de la obra se valora el accionar de Guillermo Billinghurst en el Perú, las propuestas de Ricardo Anaya, Julio Garrett, Antonio Araníbar, y Ramiro Orias, en Bolivia, y de Aquiles Vergara Vicuña y Carlos Vicuña Fuentes en Chile, en la perspectiva de buscar soluciones a los problemas derivados de la contienda del Pacífico.

Además, en esta obra se trata de la mediterraneidad de Bolivia, frente a la cual el autor deja en evidencia a los diversos gobiernos chilenos se han comprometido a solucionarla. El autor postula, además, que la resolución de este asunto implica enfocarlo desde la perspectiva trilateral, es decir a través de la voluntad de los gobiernos de Chile, Bolivia y Perú.

También, este trabajo ha pensado en el futuro. Sugiere mecanismos para enfrentar los desafíos que se nos presentan a los chilenos, bolivianos y peruanos en el mundo globalizado, comprendiendo la sub-región como un área de contactos y de integración. Aquí valora la integración transfronteriza como un capital intangible.

Por último, me permito destacar el rol que el autor le asigna a la sociedad civil en los procesos de integración y a la confianza que pone en la paradiplomacia, para salir adelante en este proceso. Hoy en día nadie desconoce el rol de los estudiantes, trabajadores, empresarios, académicos, artistas,

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escritores, gobiernos locales, e instituciones de bien público en la lucha por la integración.

En definitiva, considero que este nuevo libro de Sergio González Miranda contribuye, como en sus obras anteriores, a estudiar el pasado para comprender el presente, y a partir de allí construir un futuro de integración, desarrollo y paz, para Chile, Bolivia y Perú.

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APROXIMACIONES A UN BALANCE DE LA HISTORIA DE LAS RELACIONES CHILENO- BOLIVIANAS A MODO DE ESTUDIO PRELIMINAR SOBRE “CHILE Y BOLIVIA: LIMITACIONES Y OBSTÁCULOS QUE INCIDEN EN LA RELACIÓN BILATERAL. 1975-1990” DE VÍCTOR ROJAS27.

En la presente exposición, se analiza en una dimensión histórica, los rasgos distintivos de una elación que ha sido presentada como más marcada por la conflictividad que por la cooperación entre los estados de Chile y Bolivia, la cual se remonta hasta la génesis de las repúblicas en sus procesos de emancipación. La presente revisión la hemos proyectado desde el nacimiento de la República de Bolivia hasta el siglo XX.

En primeras instancias existe la necesidad de replantear y rearticular los discursos históricos nacionales, los cuales, si bien, han apuntado a la siempre necesaria construcción y exaltación de las identidades, a su vez han dañado la relación bilateral tanto entre Chile y Bolivia como con el Perú. Es por esto, que se sostiene que la visión triunfalista de la historia, de desprecio y superioridad ante nuestros vecinos, que intenta mostrar una dicotomía de vencedores y vencidos que subyace en la historiografía tradicional chilena, a partir del triunfo sobre la Confederación Perú-boliviana y que se reafirma en la victoria militar de Chile en la Guerra del Pacífico, junto con la visión de desconfianza y recelo que se encuentra presente en sus homólogas boliviana y peruana;

27 Viña del Mar, 5 de enero de 2007.

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resultan impropias en los tiempos actuales. De esta manera, la escasez de visiones que apunten a la conciliación y a buscar modelos cooperativos entre las sociedades y Estados en cuestión, ha sido un claro impedimento para la integración y desarrollo armónico. Sin embargo, creemos que hoy, actitudes que se orientan en este sentido en los círculos intelectuales, que ya desde la autocrítica comenzamos acciones que apunten a replantear la visión de la historia de las relaciones entre nuestros países, esta vez marcadas por una óptica de tolerancia activa de conocimiento y valoración del otro.

De no hacerlo, de no adoptar una mirada a largo plazo que se proyecte en el seno de nuestras sociedades en una educación para las futuras generaciones que apunte a la integración y que se traduzca finalmente en acciones concretas y positivas de los estados y de las sociedades, lo único que se conseguirá será impedir las posibilidades de una Sudamérica regionalmente cohesionada.

1. Los problemas que surgen luego entre los Estados chileno y boliviano fueron muy importantes los linderos coloniales. Ya luego del proceso de emancipación, la falta de una clara delimitación de las fronteras coloniales, se transforma en una primera fuente de conflicto entre las nacientes repúblicas de Chile y Bolivia. La disputa historiográfica alrededor del tema ha estado regida por afirmaciones tajantes en que ninguna de las dos partes concede nada a la otra.

Sin embargo, existe un consenso en torno a la idea de que el límite era ambiguo y que éste correspondía al despoblado de

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Atacama, quedando la incertidumbre sobre si una parte o el todo correspondía a uno u otro.

2. También hemos visto que la articulación del discurso histórico oficial del Estado chileno en este sentido, ha apuntado a negar de plano que la Audiencia de Charcas hubiese tenido litoral y luego dar a entender que la aspiración marítima e Bolivia con soberanía no podría ser aceptado por el Estado chileno.

En este estudio preliminar, en ningún caso se busca volver a revisar viejas cédulas y tratados que existen sobre el tema, sino resaltar que más allá de esta estéril disputa, Bolivia poseyó una costa desde su nacimiento a la vida independiente, hasta 1879, territorio sobre el cual no ejerció una jurisdicción, ni una soberanía sustantiva, salvo en los inicios del departamento del Litoral y en concreto sobre el puerto de Cobija. Esto, agravado por las omisiones y errores de los sucesivos gobiernos bolivianos, y, a su vez, por la incapacidad de sus elites para transformarse en una burguesía capaz de explotar las riquezas del litoral y, de esta manera salvaguardar el interés nacional de Bolivia, frente al interés chileno por explorar y explotar las riquezas del despoblado de Atacama.

Por este motivo, hemos denominado a la etapa de existencia que transcurre desde el término de la guerra con España hasta 1879 como de manejo pasivo del litoral boliviano por parte de sus propias autoridades.

Hasta 1842, gobierno de Chile no prestaba mayor atención a la definición clara de su frontera norte. Una muestra de ello

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es que durante la guerra contra la Confederación de Santa Cruz, la preocupación fundamental del gobierno era buscar su disolución; solo quería eliminar la amenaza que esta alianza de estados pudiera significar para su poder nacional, no le preocupaba en lo más mínimo el tema limítrofe, imponiendo finalmente un equilibrio de poder en América del Sur. Sin embargo la explotación de guano en Mejillones inicia la necesidad de fijar en forma precisa los límites.

El control del territorio del despoblado de Atacama, tenía por mar de fondo el control de los ricos recursos naturales que la región poseía y que aún faltaban por descubrir; en conclusión, ambos estados buscaban imponer y avanzar sobre las pretensiones del otro.

Primero el guano, luego la plata de Caracoles y finalmente el nitrato se transforman en la fuente de constante discordia y codicia, más aun cuando esos inhóspitos parajes adquirieron vida casi exclusivamente gracias al tesón de la mano de obra de chilenos, que, de distintas latitudes esta fecunda empresa fundan Antofagasta. De nada sirvieron las soluciones intermedias y de co-dominio sobre los recursos minerales descubiertos en la frontera común que planteaba el tratado de 1866. El incumplimiento de la palabra empeñada por parte del gobierno de Hilarión Daza en lo que se refiere al tratado de 1974, firmado por su antecesor Tomás Frías y el doble juego de su hábil diplomacia que, por un lado, buscaba fórmulas de entendimiento armonioso con nuestro país y, por el otro propiciaban una alianza militar defensiva con el Perú y Argentina contra Chile, llevan al peor de los escenarios que sudo configurar, desembocando en una guerra, cuyas nefastas consecuencias, Bolivia no fue capaz

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de atisbar. De esta manera, tres pueblos hermanos y llamados a construir un destino común se desangran en una aventura armada que dejará hondas y traumáticas heridas, que en el interior de las sociedades peruana y boliviana subsisten en carne viva.

Ante lo que consideró la violación de sus intereses nacionales, el Estado chileno aprovechó la coyuntura de una guerra para avanzar en la conquista definitiva de territorios ricos en recursos naturales, que serían a la larga vitales para su existencia y desarrollo.

Sin embargo, esto significó que el Estado chileno enunciara, incluso durante el desarrollo de la guerra, a buscar una fórmula de entendimiento con Bolivia, que le permitiera romper con las antigua y natural alianza de ésta con el Perú.

Se embarca así, en la llamada política boliviana, la cual tuvo inicios auspiciosos, en el pensamiento de Domingo Santa María, primero como ministro y después como jefe de Estado, el Almirante Jorge Montt y el dominio portuario. De esta manera, el Estado chileno podía conseguir dos grandes objetivos, primero expandirse hacia el norte, al controlar territorios ricos en recursos minerales y por otra, el poder establecer una frontera norte segura y una paz duradera.

Ya sea por la influencia y presión castrense, como por la presión del Estado peruano, Chile opta por un escenario que fue el más erróneo y que es el caldo de cultivo permanente en la relación conflictiva que se sostiene con Bolivia.

Es Bolivia, se piensa, quien en 1895 comete el error de proporciones incalculables para su historia futura exigir una

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serie de requisitos que hicieron invariable la transferencia de territorios y la compensación correspondiente que le habría permitido disponer de Tacna y Arica o, en su defecto, de la caleta Vitor o de un puerto. Sólo volvería a estar cerca del mar en 1926, en la que se plantea nuevamente la transferencia de Tacna y Arica por parte del Secretario de Estado norteamericano, Mr. Kellog la cual no prospera por oposición del gobierno peruano y las negociaciones de 1950 y 1975 pero ahora sólo buscando conseguir una pequeña franja de territorio, nada más que un enjuto corredor.

En Bolivia, los liberales de comienzos del siglo XX, practicista por definición, consagraron la pérdida del litoral de su país, a cambio e algunas ventajas mercantiles, como la construcción de un ferrocarril entre Arica y La Paz, que le permitía exportar minerales, y el pago por parte de Chile de 300.000 libras esterlinas de entonces.

En otras palabras, la mentalidad empresarial fue lo que condujo a pensar a los liberales encabezados por , que el desarrollo de infraestructura ferroviaria y el libre tránsito, eran compensaciones que valían la pena. De esta manera, suscribieron con Chile el tratado de Paz y Amistad de 1904, con en el que concluía oficialmente la Guerra del Pacífico. Esta elite gobernante boliviana renunciaba al mar, a cambio de accesos expeditos al Pacífico.

De esto se desprenden grandes desaciertos de la política exterior chilena:

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Primero: Enclaustrar a Bolivia a cambio de facilidades portuarias, además de una que otra compensación material (el ferrocarril Arica-La Paz). Esto desde luego fue la siembra de una relación endémicamente conflictiva con Bolivia, al no percatarse de que esta mutilación convertía a la nación hermana en mediterránea, al restarle, para siempre la cualidad marítima. Es así que la lucha por el retorno al mar se convertirá en una de las aspiraciones fundamentales de la política exterior boliviana.

Segundo: Incorporar en el Protocolo complementario al Tratado de Lima, que soluciona la cuestión de Tacna y Arica, la disposición de que ni Perú ni Chile podían ceder a un tercero la totalidad o parte de estos territorios sin consulta al otro Estado, lo que generó para Bolivia dificultades serias en sus pretensiones de volver a ser país ribereño del Pacífico.

Ambas situaciones crean un foco permanente de tensión y relación conflictiva entre los tres países involucrados, a su vez de insospechadas proyecciones futuras si no se avanza en un dialogo trilateral marcado por la buena voluntad.

No hay dudas respecto a que el factor interno es de influencia fundamental en la conducta de política exterior de los estados. Sin embargo, en el caso boliviano sus problemas endógenos se transforman en condicionantes. Las pugnas e poder de su oligarquía, y la inestabilidad política han sido en muchos casos un obstáculo para que Bolivia logre retornar al mar, así lo demuestran los acercamientos y negociaciones de 1895, 1950 y 1975 incluidas, como lo ha dejado en claro el

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diplomático boliviano Walter Montenegro en su libro “Oportunidades perdidas: Bolivia y el Mar”28.

Pero no todo ha sido negativo, ni necesariamente obstáculos. Como concluyo en mi último libro, la historia de las relaciones chileno-bolivianas ha estado marcada no solo por los desencuentros sino también por los encuentros. Los encuentros no solo se han dado debido a la presencia de 105 chilenos en el ejército boliviano durante la guerra del Chaco29.

Ha habido muchos momentos en que s han producido acercamientos para dialogar sin exclusiones sobre diversos temas, incluso sobre el tema marítimo. Ya hemos mencionado las tentativas de 1895, 1959 las negociaciones derivadas del abrazo de Chañara, que barajaron nuevamente la tesis del corredor, entre los años 1975 y 1978. Al respecto cabe destacar y recalcar, que en Chile la opinión oficial no ha sido uniforme, como se ha querido dar a entender en el último tiempo.

Corresponde, eso sí, una reflexión conjunta de bolivianos y chilenos, del por qué del fracaso de estas negociaciones y conversaciones. En este sentido, el trabajo de Víctor Rojas, para el cual dedico estas reflexiones preliminares apunta a intentar dar respuesta a esta problemática en el período

28 Montenegro, Walter. “Oportunidades perdidas: Bolivia y el Mar”. La Paz-Cochabamba, Bolivia, Ed. Amigos del Libro, 1987.

29 Jeffs, Leonardo. “Encuentros y Desencuentros: Chile y Bolivia 1928-1935”. Santiago, Chile, Editorial Peña Andina, 2005.

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comprendido entre 1975 y 1990, poniendo un gran y necesario énfasis en los antecedentes y coyunturas que llevan a ambos estados a las negociaciones de Chañara y en este mismo sentido los acercamiento entre la dictadura militar chilena y el último gobierno de Víctor Paz Estenssoro entre 1986 y 1987. El análisis del fracaso de estos procesos de negociación los hace a través de 2 variables: la influencia del medio vecinal y aspectos de carácter geopolítico y estratégico que actúan como condicionantes y determinantes del diálogo bilateral chileno-boliviano, ayudando así a tener una mejor perspectiva de comprensión del estado presente de estas relaciones.

Por otra parte, los encuentros en el plano de las organizaciones de la sociedad civil y de las personas, han sido múltiples. Sin pretender abarcarlos a todos ellos, cabe mencionar a las migraciones, provocadas por motivos políticos y/o económicos, que han contribuido al enriquecimiento mutuo, ya sea través de la conformación de matrimonios y familias, y a diversos aportes en el plano productivo y educacional.

No se puede dejar de recordar la presencia en Chile, a partir de la década de 1950, de los académicos Roberto Prudencio, Manfredo Kempff Mercado y Jorge Siles Salinas, quienes dejaron importantes huellas de su destacado jurista y escritor Alberto Ostria Gutiérrez, quien se desempeño como asesor literario de la Empresa editora Zig-Zag.

A lo anterior, me permito mencionar las diversas misiones de educadores chilenos en Bolivia, que allí se desempeñaron en las primeras décadas del siglo XX, los numerosos viajes

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de estudiantes de diversos en Bolivia de los antropólogos Gabriel Martínez y Verónica Cereceda, de Chuquisaca, y los seis Encuentros de Historiadores, Intelectuales y Cientistas Sociales de ambos países, emprendidos, estos últimos, a partir de 1999.

No obstante la presencia de los encuentros, existe el desafío de superar los desencuentros, labor que parte con el conocimiento de la historia de nuestras relaciones bilaterales. Tarea a la que se pretende aportar tanto en mi último libro ya mencionado, como en este trabajo de Víctor Rojas, ambos publicados por Ediciones Peña andina.

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RECUERDOS Y HOMENAJES

RECORDANDO A MARIO CAMPUZANO GUERRA30.

El 14 de abril se conmemoró el 1° Aniversario de la muerte de don Mario Campuzano Guerra, quien se desempeñó hasta poco antes de su partida como Vice-Cónsul de Bolivia en Santiago.

Combatió siendo muy joven en la guerra del Chaco, oportunidad en la que fue herido y prisionero. Dejó estampadas sus vivencias en un profundo poemario.

Dentro de su vida dedicó una parte importante a la pintura y a la literatura. Un “Breve resumen de la Historia de Bolivia” algunas novelas y estudios sobre las negociaciones chileno- bolivianas de 1975-1978 y 1986-1987, son testigos de dicha preocupación.

Fue importante colaborador en la misión del Embajador Guillermo Gutiérrez Vea-Murgia a partir del restablecimiento de las relaciones en 1975 y del Cónsul General Jorge Siles Salinas entre 1986 y 1987.

Se desempeñó como encargado de la biblioteca del Consulado General de Bolivia en Santiago, creada por iniciativa del Dr. Alberto Zelada Castedo Cónsul General.

30 El Chasky, Boletín del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura N° 4, Santiago, 24 de abril de 1993, Pág. 3.

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No obstante su quebrantada salud mantuvo siempre un gran entusiasmo en sus tareas y transmitió una constante preocupación por un mejoramiento de las relaciones entre Chile y Bolivia. Emergía de él un espíritu joven, no obstante hacer superado los 70 años, y trasmitía lo que el Evangelio nos dice que son propios de los hombres de la luz: verdad, justicia y bondad.

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RECORDANDO A DON FIDEL ARANEDA BRAVO31.

En junio del año pasado, cuando se aproximaba a celebrar 86 años de vida, falleció en Santiago don Fidel Araneda Bravo, destacado sacerdote católico y escritor.

Amigo de Bolivia. Visitó el hermano país en 1943 y 1949. En sus memorias nos ha dejado su percepción de la hija predilecta del Libertador Simón Bolívar y de su pueblo y un decidido apoyo a su aspiración marítima.

31 El Chasky Boletín del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura, N ° 5, Santiago, junio de 1993, Pág. 1.

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MARÍA EUGENIA DEL VALLE DE SILES32.

En la ciudad de La Paz, después de una penosa y cruel enfermedad, ha fallecido en el mes de enero recién pasado la destacada historiadora chilena María Eugenia del Valle Alliende.

Casada con el connotado diplomático, académico, escritor y ex parlamentario boliviano Jorge Siles Salinas se vinculó estrechamente con Bolivia, desarrollando allí una importante labor en la Universidad Mayor de San Andrés, donde logró ser respetada y apreciada por sus colegas y alumnos. Fruto de sus inquietudes en el plano de la investigación histórica son sus trabajos sobre la sublevación general de los indios de 1780-1782 en Charcas, entre los cuales cabe destacar la “Historia de la Rebelión Tupac Catari. 1781-1782”, la cual obtuvo la Franja al mejor libro de historia publicado en 1990, otorgada por la Academia Boliviana de la Historia.

María Eugenia del Valle de Siles se ha constituido a través de sus vinculaciones afectivas, familiares, sociales y académicas en una positiva embajadora de Chile en el vecino país y en conjunto con su marido y sus hijos en un efectivo puente de comunicación y acercamiento entre los pueblo de Chile y Bolivia.

32 Escrito como Presidente del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura. El Chasky, Boletín del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura N ° 11, Santiago, marzo de 1994, Pág. 1.

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DON AQUILES VERGARA VICUÑA33.

El 12 de junio se recordó un año más del nacimiento del destacado militar y político chileno don Aquiles Vergara vicuña, nieto de don Benjamín Vicuña Mackenna y de don José Francisco Vergara Echevers.

Nacido en Viña del Mar en 1985, ingresó siendo muy joven a la Escuela Militar de la cual egresó en 1914 como oficial de Artillería. Cumplió diversas misiones en el país, en cuba y en España, oportunidades, estas últimas, que le permitieron iniciarse en el campo de las letras.

En 1920 le cupo representar a la Alianza Liberal como candidato a elector de Presidente de la República, para lo cual se retiró del Ejército. Reincorporado meses después, llegó al grado de capitán, ocasión en la que presentó su renuncia definitiva a su querida institución para dedicarse a la actividad política.

Como político le correspondió ser diputado por Coquimbo, en representación del Partido Radical, durante el primer gobierno de don Arturo Alessandri Palma. Más tarde, en las

33 Escrito como subdirector del Centro de Estudios Chilenos CEDECH. La Época. Martes 15 de junio de 1981. Publicado además en El Chasky. Boletín del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura, N ° 15, Santiago, julio de 1994, Pág. 2.

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administraciones de don Emiliano Figueroa Larraín y de don Carlos Ibáñez del campo, ocupó las carteras de Justicia e Instrucción Pública.

Sus responsabilidades militares y políticas estuvieron enmarcadas siempre en una ética de profundo contenido humanista y, por consiguiente, constantemente mostró un gran sentido de justicia y de la verdad en todas sus actuaciones. En 1934 se incorporó, como lo hicieron, en esos años, muchos oficiales chilenos, al Ejército de Bolivia para combatir en la contienda del Chaco, con el grado de teniente coronel. Al finalizar dicho conflicto, fue invitado por el Alto Mando a permanecer en La Paz, adscrito al Estado Mayor, con la misión de escribir la Historia de la Guerra del Chaco, la que desarrollada en siete tomos es considerada como un material de consulta indispensable tanto por bolivianos como por paraguayos.

Sin lugar a dudas, esta reseña quedaría incompleta si no se hiciera referencia a su permanente preocupación por buscar un acercamiento entre chile y Bolivia. El estaba convencido de que los chilenos deberíamos contribuir a satisfacer la antigua aspiración boliviana a retornar al Pacífico. No desmayó en sus esfuerzos, no le desanimaron la crítica y la incomprensión.

Don Aquiles, acompañado de su esposa Anita Petre Larenas, se quedó en Bolivia hasta su muerte, acaecida en 1968, cuando recién había cumplido los 73 años. Su corazón apasionado por las grandes causas dejó de latir de repente, cuando ostentaba el grado de general en la república hermana.

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Remover la historia con nuestro notable compatriota debe ser la ocasión para que los chilenos miremos con objetividad y con sentido de futuro lo relativo a nuestras relaciones con nuestros hermanos bolivianos, y para los bolivianos un motivo de esperanza porque así como Aquiles Vergara hay muchos chilenos que queremos buscar caminos de entendimiento.

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DON HERNAN SILES SUAZO34.

El 6 de agosto, el día nacional de su país, ha fallecido el ex - presidente constitucional de Bolivia don Hernán Siles Suazo.

Su desempeño presidencial lo llevó a cabo entre 1956 y 1960 y, entre 1982 y 1985.

Su primer período lo realizó dentro del marco de la llamada Revolución Boliviana que se inició en 1952, con el rol protagónico de mineros y campesinos y la conducción del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), en el cual el Dr. Siles era la segunda persona en importancia después del Dr. Víctor Paz Estenssoro.

La Revolución Boliviana, también conocida como la Revolución Nacional ha marcado la historia del pueblo boliviano con medidas tan trascendentales con la nacionalización y estatización de las minas de estaño, la reforma agraria, el derecho a sufragio de los analfabetos y la reestructuración del Ejército. Como todo lo que acontece dentro un proceso revolucionario, los gobiernos movimientistas tuvieron entusiastas partidarios y adversarios muy críticos, que sufrieron medidas que afectaron sus derechos, especialmente los militantes de la opositora Falange Socialista Boliviana (FSB).

34 Santiago, 11 de agosto de 1996. Inédito

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Transcurridos algunos años el Dr. Siles rompe con el movimiento y encabeza la formación del Movimiento Revolucionario de Izquierda (MNRI), que hacia fines de la década de los 70 contribuye a conformar una coalición de partidarios conocida como la Unidad Democrática Popular (UDP), que no obstante obtener la primera mayoría en las elecciones generales de 1980 su triunfo es desconocido inicialmente, pero aceptado solo años después.

El segundo período lo realizó dentro del proceso de redemocratización de América Latina, que se lleva a cabo como sustitución de los regímenes militares iniciados en Brasil, a partir de 1964 bajo los cánones de la Doctrina de la Seguridad Nacional. En estos años su fe democrática resalta sobre cualquier otro aspecto, pues sobrepasado por una hiperinflación y las repercusiones sociales, no trepida en acortar un año su mandato para fortalecer la alternancia presidencial. Desde este segundo gobierno del Dr. Siles, Bolivia goza de estabilidad política y lleva a cabo periódicamente elecciones.

Difícil es emitir una opinión sobre los gobernantes de cualquier país, sin herir susceptibilidades sobre todo cuando se trata de evaluar su gestión gubernativa. A las personas vinculadas con la investigación y la enseñanza de la historia, nos corresponde más que juzgar, comprender.

En este caso creo que don Hernán Siles Suazo responde a sus profundas convicciones y a su vocación de servicio público. En el contexto de sus primeras actuaciones políticas primó su afán de lucha por la justicia social. En el contexto de las últimas primó su afán de lucha por la democracia.

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Se puede considerar que tuvo fallas como gobernante, pero no se podrá dudar de su profunda apertura a la construcción de la Bolivia Contemporánea, a la que amó sobre todas las circunstancias de la vida.

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ALEJANDRO HALES, EMBAJADOR DE CHILE EN BOLIVIA35.

Entre las múltiples tareas desempeñadas por el eminente ciudadano Alejandro Hales Jamarne a lo largo de su vida, deseo destacar en esta hora de su muerte la desempeñada como Embajador de Chile en Bolivia, nombrado por el gobierno del Presidente Carlos Ibáñez del Campo.

Cumplió su misión entre los años 1954 y 1958 mientras Bolivia vivía un proceso revolucionario. Su desempeño fue brillante y conste que no era diplomático de carrera, lo cual demuestra que la crítica que se hace a los embajadores políticos no siempre es justa.

En sus tareas estuvo acompañado, entre otros, por don Alfredo Suárez, como Cónsul General, quien con una larga trayectoria y un profundo conocimiento de Bolivia, orientó a los integrantes de la misión para enfrentar las tareas diplomáticas en dicho país. También contó con la colaboración del diplomático de carrera Ramón Huidobro, como Consejero, con quien llegó a cultivar una amistad profunda que lo acompañó a lo largo de su existencia.

En su período como Embajador se instaló con su familia en La Paz y sus hijos estudiaron allí, lo cual permitió que no solo ellos se empaparan del país, sino también sus padres, lo cual nos trae una importante lección, pues para trabajar como diplomático hay que conocer y aprender a valorar el país en el cual se sirve.

35 Santiago, 8 de abril de 2001. Inédito.

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En su desempeño se aprobó y ratificó un Tratado de Complementación Económica, el cual fue firmado en enero de 1955 por los Presidentes Ibáñez y Paz Estenssoro, en la visita oficial del Primer Mandatario boliviano a la ciudad de Arica, visita que fue retribuida por el Presidente de Chile, en agosto de ese mismo año. El general Ibáñez se constituyó así en el primer Presidente de Chile en visitar la capital administrativa de Bolivia. Su visita fue todo un acontecimiento, que fortaleció la idea de la necesidad de que la complementación era beneficiosa para ambos pueblos. Sin duda, otra de las lecciones que nos ha dejado la gestión diplomática del Embajador Alejandro Hales.

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RECUERDOS SOBRE EL HISTORIADOR BOLIVIANO JOSE LUIS ROCA Y SU RELACION CON CHILE36.

Al tomar conocimiento del fallecimiento hace ya algunos meses en La Paz del historiador boliviano José Luis Roca he decidido dar a conocer algunas reflexiones. Si bien José Luis se dedicó a múltiples actividades en su vida, destacan, a mi juicio, entre ellas la de historiador y periodista. Sin embargo no es posible ignorar su desempeño como político, parlamentario y diplomático. En realidad la vida de cada uno es un todo. Pero hay más de algo en común en los oficios de historiador y periodista que es el de investigar y comunicar, como diría sabiamente Gunnar Mendoza.37 En realidad José Luis fue un comunicador sobresaliente, tanto de sus investigaciones como de sus vivencias; en ellas reflejaba sus inquietudes y anhelos.

Me interesa destacar aquí su relación con Chile. Recuerdo mi primer encuentro con él en 1987 como Presidente de la Sociedad Boliviana de Historia oportunidad en la cual fue a excusarse por no poder asistir a la Conferencia que di en la Sede del Instituto de Cultura Hispánica de la Paz sobre

36 Viña del Mar, 02 de agosto de 2009. Publicado en Revista Patria Grande, Año 3 número 22, enero 2010 www.patriagrande.org.bo

37 Mendoza, Gunnar “Problemas básicos de la historiografía y del historiógrafo: un testimonio experimental boliviano” , Universidad Mayor de San Andrés, Gunnar Mendoza L. Doctor Honoris Causa, La Paz, 1987, Pág. 28.

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Aquiles Vergara Vicuña. Al cabo de un tiempo, en 1990, recuerdo su presentación sobre el Regionalismo en Bolivia en el Segundo Seminario sobre Historia y Realidad Contemporánea de Bolivia para estudiantes y profesores chilenos organizado en La Paz por el Instituto Chileno- Boliviano de Cultura y Martha Alvéstegui Alexander. Allí me presentó a Alberto Zelada Castedo quien había sido designado como Cónsul General de Bolivia en Santiago, con el cual tenía una gran amistad y con quien tuve que relacionarme en mi condición de Presidente del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura. Fue en 1991 que gracias a la iniciativa de José Luis y los apoyos de Alberto Zelada y del Ingeniero José Vázquez se pudo concretar un viaje y unas experiencias muy significativas para las relaciones chileno- bolivianas. Dicho evento se materializó con la venida a Santiago de José Luis, el historiador, político y diplomático Valentín Abecia, y el ingeniero José Vázquez y sus respectivas esposas. Dentro de las actividades realizadas cabe recordar la entrega a las Bibliotecas de diversas Universidades de Santiago, a la Biblioteca Nacional, y a la Biblioteca del Congreso Nacional de ejemplares de las Obras Completas de los historiadores bolivianos José y Humberto Vásquez Machicado, la colocación de una placa en el Instituto Nacional en recuerdo del historiador y bibliógrafo boliviano Gabriel René-Moreno, quien fuera en dicho establecimiento profesor y Director de su Biblioteca, la cual llegó a ser bajo su dirección una de las más importantes del país. También cabe recordar que en esa oportunidad Valentín Abecia dio una Conferencia en la Biblioteca Nacional sobre el Mar en la historiografía Boliviana y que todos ellos participaron en la Inauguración de las Primeras Jornadas de Análisis y Reflexión sobre las

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relaciones chileno-bolivianas, organizadas por el Instituto Chileno-Boliviano de Cultura. En dicho acto José Luis junto con el historiador Eduardo Cavieres presentaron sus propias visiones de la historia de ambos países y sus puntos de encuentro y desencuentro.

Posteriormente vinieron diversos viajes de José Luis a Chile y algunos míos a Bolivia, donde tuve la oportunidad de comprobar su espíritu fraterno y acogedor que lo animaba a él y a su esposa Myriam. En esos viajes no faltaba el regalo de sus obras, algunas de las cuales fueron obsequiadas a la Biblioteca de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Valparaíso.

Respecto de mis viajes a Bolivia quiero recordar las tertulias que organizaban los domingos en un Hotel Céntrico de La Paz algunos intelectuales bolivianos. Concurrí allí algunas veces por invitación de Mariano Baptista Gumucio, entre los participantes estaba José Luis.

Gracias a él fui recibido en forma especial por el historiador Alberto Crespo Rodas.

Además, quiero recordar la imborrable experiencia que tuve de participar en un viaje por las localidades peruanas del Lago Titicaca, organizada por la Fundación Huáscar Cajías, en el cual José Luis se fue refiriendo a las luchas emprendidas en dicha área durante el proceso de la Independencia, uno de sus temas favoritos en su producción historiográfica, junto a Fernando Cajías quién se refería a la cultura expresada a través de los templos existentes en dichos pueblos. José Luis fue acompañado en dicho viaje

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por Myriam y por su hija Juanita, la cual se graduó de Licenciada en Historia en la Universidad de Chile.

José Luis tenía un especial afecto por Chile, recordaba que uno de sus abuelos era chilote, también recordaba su amistad con el historiador Álvaro Jara, y, sin rencor, su arbitraria detención en Chile a raíz del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Siempre propició la reapertura de las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile, como un medio más efectivo para negociar el tema marítimo. En muchas oportunidades, estuvo dispuesto a participar en los eventos a los que se le invitaba en Chile. Entre ellos me pernito destacar su participación en las III Jornadas de Historia de las Relaciones Internacionales organizadas en el 2005 por la Universidad de Valparaíso y la Universidad de Viña del Mar, y su disposición para integrar el Consejo Asesor de la Revista Estudios Latinoamericanos, editada por el Centro de Estudios Latinoamericanos (CEL), dependiente del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Valparaíso.

También recuerdo sus deseos de que se editara en Chile la obra de Robert N. Burr “BY REASON OR FORCE: Chile and the Balancing of Power in South America, 1830-1905”, la cual había traducido al castellano. Sobre ello estuvimos conversando en su último viaje a Viña del Mar y Valparaíso en octubre del 2006. Esperamos contribuir a publicarla como un homenaje chileno a José Luis.

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DON JOAQUIN AGUIRRE LAVAYÉN38

El 7 del presente ha fallecido el empresario, político y escritor boliviano don Joaquín Aguirre Lavayén a los 89 años de edad, producto de un cáncer que lo afectaba desde hacía algún tiempo.

Nacido en Cochabamba, fue un boliviano que estuvo dispuesto a traspasar las fronteras regionales dentro de su propio país, pues además de estudiar en la Universidad Mayor de San Simón, en Cochabamba, lo hizo también en la Universidad Mayor de San Andrés en La Paz. Fue Senador por el Departamento de su nacimiento, pero miró más allá, pues entre sus actividades empresariales, la más destacada de todas fue la de crear en el Departamento de Santa Cruz, en las márgenes del río Paraguay, el Puerto Aguirre, que permitió que Bolivia buscara en la hidrovía Paraguay-Paraná una efectiva salida al Atlántico.

Don Joaquín era un hombre inquieto, siendo muy joven se fue a estudiar a los Estados Unidos de América, donde obtuvo una Licenciatura en Filosofía y Literatura Comparada y luego realizó estudios de postgrado en Teatro.

En 1945 participó como Secretario de la delegación boliviana en la Conferencia de San Francisco, la cual dio

38 “Estudios Latinoamericanos”, Centro de Estudios Latinoamericanos, Universidad de Valparaíso, 8 de enero de 2011. Publicado en Revista Patria Grande, Año 4 número 34, enero 2011 www.patriagrande.org.bo

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origen a la Organización de las Naciones Unidas. Participó en la creación de empresas en el país del Norte y en Colombia. Fue Presidente de la Corporación Boliviana de Fomento.

Escribió numerosas obras entre las que cabe mencionar “Guano maldito”, referida a la guerra del Pacífico. Sin desconocer los dramáticos resultados de dicho conflicto para su patria, no se quedó en una mirada decimonónica respecto de Chile, él pensaba en la necesidad de una visión acorde con el siglo XXI, retomando el ideario bolivariano, lo cual expresó en su obra “La Patria Grande”.

Don Joaquín fue partícipe de los Encuentros Boliviano- Chilenos de Cientistas Sociales, Historiadores e intelectuales. En ellos daba a conocer sus ideas, sus realizaciones y difundía, generosamente, sus libros.

Recuerdo haberlo visto por primera vez en el IV Encuentro que se realizó en la Universidad de Santiago de Chile el 2004. Vino con entusiasmo y energía. Ya tenía 83 años. Luego participó en el V, el 2005, organizado por la UDABOL en Santa Cruz de la Sierra. Estuvo, también, en el VIII, que organizó la Universidad de Valparaíso el 2008, en Viña del Mar.

Don Joaquín fue, sin lugar a dudas, un empresario patriota, que puso sus recursos en su país, para hacer posible un proyecto exitoso de vinculación de Bolivia con el mundo y que creyó en la necesidad y urgencia de la integración latinoamericana.

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INSTITUTO CHILENO BOLIVIANO DE CULTURA

MEMORIA DE UN AÑO DE TRABAJO39.

Memoria de un año de actividades del Instituto, dadas a conocer por el Presidente, en la Asamblea General de Socios realizada el 25 de junio de 1992. El Directorio elegido en la Asamblea General de Socios realizada el 24 de junio de 1991 ha coordinado las actividades de Instituto en base a 4 líneas de trabajo, a saber: Confraternidad, Estudios, Extensión e Intercambio.

En lo que se refiere a la Confraternidad ha estimulado la materialización de reuniones mensuales en la sede del Club Boliviano los últimos sábados de cada mes. En dichas oportunidades se han celebrado festividades significativas de la historia de Bolivia y sus Departamentos, con charlas, bailes y salteñas.

En relación con Estudios se ha apoyado la instalación de la Biblioteca del Consulado General de Bolivia con Santiago, contribuyendo dos miembros del Directorio al inventario de los libros.

39 El Chasky. Boetín del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura N º 1, Santiago, 4 de agosto de 1992.

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En cuanto a Extensión se ha dado origen a la publicación de la serie de Documentos de Trabajo con las conferencias que los Embajadores Ramón Huidobro y Alberto Yoachan han dado con motivo de los homenajes del Instituto a los Aniversarios 165º y 166º de la fundación de la República de Bolivia.

Se han realizado además una serie de charlas del Dr. Alberto Zelada Castedo sobre la Revolución del 25 de Mayo de 1809; de David Alvéstigui Rodríguez sobre el significado de 16 de julio de 1809 y de la licenciada María Elisa Fernández sobre el Mariscal Andrés de Santa Cruz.

En materia de Intercambio gracias a la iniciativa de la Directora Isabel Lorca y con la activa colaboración del socio Raúl Lizárraga, se realizó un nuevo viaje a Bolivia, que incluyó además al Presidente del Instituto, al Director Waldo Sánchez y su familia, al socio Patricio Díaz y a ocho alumnas y dos profesores de la Escuela Nacional de Relaciones Públicas. El viaje contó, en Bolivia, con el apoyo de Martha Alvéstigui Alexander, ex integrante del Directorio del Centro de Amistad Chileno-Boliviano de Santiago.

Este nuevo viaje sirvió para retomar contactos con las instituciones bolivianas y estudiar la posibilidad de realizar trabajos en conjunto con el Instituto Internacional de Integración del Convenio Andrés Bello y con la Universidad “Tomás Frías” de Potosí.

De todas maneras el Instituto enfrenta diversos desafíos, entre los cuales cabe destacar:

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 La profundización de nuestras líneas de trabajo.

 La obtención de la Personalidad Jurídica, y

 Lograr el objetivo de nuestra propia sede de encuentro.

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HOMENAJE AL CLXVIII ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE BOLIVIA40.

El Instituto Chileno- Boliviano de Cultura, rinde homenaje a Bolivia en el ciento sesenta y ocho aniversario de su Independencia y la creación de la República. Al recordar el 6 de agosto de 1825, queremos rendir tributo a los forjadores de la liberación del Alto Perú y a la dignidad de su pueblo.

Nos viene a memoria las luchas encabezadas por Tupac Catari y Bartolina Sisa en el siglo XVIII, posteriormente los gestores del grito libertario del 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca, la labor de Pedro Domingo Murillo y sus compañeros en la instalación de la Junta Tuitiva de La Paz, el 16 de julio del mismo año.

No queremos olvidar a los caudillos de la republiquetas como Manuel Ascencio Padilla y su esposa doña Juana Azurduy, también la labor de los ejércitos auxiliares de buenos Aires y la del ejército de la Gran Colombia, al mando de Simón Bolivar y el gran mariscal de Ayacucho don Antonio José .

Deseamos a Bolivia y a su pueblo un futuro pleno de desarrollo, en una acción mancomunada con el resto de América Latina para salir conjuntamente del subdesarrollo y la dependencia, que obstaculizan nuestro camino por auténticas sendas de libertad.

40 Editorial El Chasky. Boletín del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura. N ° 6. Santiago, agosto de 1993.

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Anhelamos un mejor entendimiento entre Chile y Bolivia, comprometemos nuestro quehacer en el logro de estos propósitos, haciendo nuestra frase del libertador Bolivar: “Una es la patria de todos los americanos”.

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SALUDO A BOLIVIA EN EL 169° ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN41.

Al conmemorarse el 6 de agosto un nuevo aniversario de la creación de la República de Bolivia deseo manifestar, en mi condición de Presidente del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura y en mi calidad de chileno, mis congratulaciones a las hermanas y hermanos bolivianos que son socios, simpatizantes y amigos del Instituto y un deseo de plano desarrollo para todo el pueblo boliviano y sus representantes.

Recordar la trascendental decisión emprendida en la actual ciudad de Sucre hace 169 años, nos permite tener presente que la resolución de crear la República fue una disposición que respondió al anhelo de los principales actores políticos de la época y que el Mariscal Sucre supo estimular y respetar.

Recordar la trascendental decisión emprendida el 6 de agosto de 1825 nos permite tener presente que ella es el resultado de un largo proceso que tuvo su primera manifestación el 25 de mayo de 1809 también en Chuquisaca, que continuaría en La Paz el 16 de julio de ese mismo año y que se extenderá a través de la acción de las guerrillas y la formación de las republiquetas.

Recordar la trascendental acción emprendida el 6 de agosto de 1825, nos permite tener presente que ella es parte de un proceso revolucionario de Hispanoamérica.

41 El Chasky. Boletín del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura, N° 16. Santiago, agosto de 1994, Pág. 2.

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Todo lo anterior hermanos y hermanas bolivianos nos permite a los chilenos recibir de Uds. La enseñanza del valor de la libertad y de la hermandad hispanoamericana, en esta época de grandes cambios en la cual siempre encontraremos en nuestra historia la luz para desarrollarnos son perder nuestra identidad.

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CARTAS AL DIRECTOR Y OTRAS

LAS RELACIONES CHILENO-BOLIVIANAS42.

Chile y Bolivia no obstante su vecindad y múltiples vínculos que los unen desde el punto de vista afectivo, cultural y económico, viven separados diplomáticamente desde 1978, al fracasar las negociaciones emprendidas por los gobiernos de los generales Banzer y Pinochet a partir de 1975, año en el que se reabrieron las relaciones bajo la promesa de buscar una solución a la aspiración marítima del hermano país. No obstante el serio intento de acercamiento de los años 1986- 87, que fracasó en términos absolutamente incomprensibles para el grueso de la opinión pública, hay que decir que el saldo significó un más decidido alejamiento entre los gobiernos, que afectó también a nuestro entendimiento pueblo a pueblo.

La llegada a la primera magistratura de Bolivia del Licenciado Jaime Paz Zamora, a partir del 6 de agosto del año pasado, ha significado, como es lógico, que saliera nuevamente a la luz el tema de la demanda marítima, frente a los cuales el Presidente Paz ha planteado que ello debe enfocarse con criterios del siglo XXI y no con los ojos cansados del siglo XIX. Por otra parte, el Programa de la Concertación de Partidos por la Democracia y el propio

42 Carta al director. El Mercurio, 8 de marzo de 1990.

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presidente Aylwin han sido categóricos en propiciar las mejores relaciones entre nuestro país y sus vecinos.

¿Qué se espera entonces para la reanudación de relaciones diplomáticas entre nuestros gobiernos? ¿Se necesita que alguien de el primer paso, como en el caso de las relaciones humanas? ¿No se han dado ya al conversar, informalmente ambos mandatarios, recientemente, en la transmisión del mando de Uruguay? ¿Por qué no se podría considerar como lugar y oportunidad propicia la próxima transmisión del mando en Brasil para seguir conversando y avanzar hacia la reanudación de relaciones?

Hay muchas razones que hacen imperiosa esta reanudación. Hay tantos asuntos de interés común que es necesario abordar entre países que tienen una importante frontera y un significativo flujo de personas y de bienes y servicios. ¿No es acaso el ámbito diplomático el apropiado, el más apropiado, para tratar los temas que nos separan, incluyendo entre ellos el tema de la aspiración marítima del hermano pueblo boliviano? Nuestro nuevo gobierno restablecerá las relaciones diplomáticas con numerosos países con los cuales las tiene interrumpidas Chile desde 1973. Muy coherente con los nuevos aires que animan a nuestro país y al mundo.

Respecto de las relaciones diplomáticas con Bolivia la experiencia enseña que ellas no se pueden condicionar a compromisos previos, ni tampoco excluir temas. Deben estar abiertas a superar los problemas que nos han separado y a buscar el trabajo mancomunado en las áreas del intercambio cultural y económico y en la defensa de nuestros intereses

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ante la voracidad de las transnacionales y la preservación de nuestra identidad latinoamericana.

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DIPLOMÁTICO BOLIVIANO43.

El miércoles 9 del presente mes ha abandonado Chile, después de permanecer por un poco más de dos años en el país, el Cónsul General de Bolivia, Mariano Baptista Gumucio y su esposa Beatriz Rossells.

Su partida ha dejado tristes a quienes tuvimos la oportunidad de tratarlos en Santiago y ser sus amigos, como también con la sensación de que su labor entre nosotros quedaba inconclusa. En efecto, ellos se han preocupado, de una manera muy especial, de las relaciones culturales entre nuestros países, aspecto al cual no siempre se le da la debida prioridad en el ámbito diplomático.

Especialmente destacable es el decidido apoyo que el embajador Baptista y señora prestaron para la realización del Encuentro de Intelectuales chileno-boliviano en noviembre pasado, organizado por la Universidad Mayor de San Andrés en la ciudad de La Paz, con los auspicios del Instituto Internacional de Integración del Convenio Andrés Bello y del Consulado General de Chile en la capital administrativa de Bolivia.

En realidad fueron embajadores de lujo de Bolivia en Chile. Tenemos la impresión que eso no se quilató suficientemente entre nosotros, aún más, creemos que se vio en él solo un representante del reclamo y no un regalo, que con sencillez y simpatía nos acompañó en la búsqueda de nuestra identidad

43 Esta Carta fue publicada en Las Últimas Noticias. Santiago, 13 de febrero de 2000 y en Última Hora. La Paz, 17 de marzo 2000.

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y en la reafirmación de que tanto chilenos como bolivianos tenemos un destino común.

Leonardo Jeffs Castro. Profesor de Estado de Historia y Geografía. Magister en Estudios Internacionales.

Elena María Munizaga Iribarren. Profesora de Educación General Básica. Profesora de Educación diferencial.

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CARTA AL DIRECTOR DE “LAS ÚLTIMAS NOTICIAS” DE SANTIAGO44.

Señor Director:

En relación con las expresiones vertidas por el señor Jorge Figueroa, Presidente de la Corporación de Defensa de la Soberanía, en “Las Ultimas Noticias” del miércoles 20 del presente, a propósito de las declaraciones de Beto Cuevas del grupo musical La Ley respecto de la demanda marítima de Bolivia, deseo manifestar mi total desacuerdo con las descalificaciones que el señor Figueroa hace en desmedro de Bolivia.

Considero que para opinar de un país primero hay que conocerlo, como también haber estudiado la historia de nuestras relaciones, no solamente desde la perspectiva del conflicto.

Bolivia es un país que tiene una rica historia cultural, desde sus ancestros prehispánicos, pasando por el período colonial y el republicano, y Chile ha recibido parte de su influencia, desde la cultura de Tiahuanacu, pasando por los aportes de la pintura potosina y el real situado, proveniente de la riqueza de la plata del Cerro Rico de Potosí que ayudó a la mantención del ejército español durante parte importante de los años coloniales. A lo anterior, habría que agregar la fundación del Monasterio de El Carmen Alto, en Santiago, por religiosas que llegaron desde Chuquisaca, la actual Sucre.

44 Santiago, 21 de marzo de 2002.

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En el período de la Independencia, no habría que olvidar los importantes aportes del chuquisaqueño Jaime de Zudáñez, estrecho colaborador de José Miguel Carrera.

En los años republicanos quisiera recordar la presencia entre nosotros del eximio bibliógrafo e historiador Gabriel René Montero, quien procedente de Santa Cruz de la Sierra, después de realizar sus estudios superiores en Chile, se desempeñó como profesor del Instituto Nacional, y Director de su Biblioteca, que gracias a su labor llegó a ser una de las más importantes del país.

Por último, sin querer desconocer el aporte de muchos bolivianos y bolivianas que han vivido y viven entre nosotros, deseo destacar a don Alberto Ostria Gutiérrez, connotado jurista y diplomático, que se desempeñó como embajador de Bolivia en nuestro país, y que después de su retiro se quedó en Chile trabajando como asesor literario de la Empresa Editora Zig-Zag, contribuyendo a nuestro enriqueciendo cultural, como lo han atestiguado escritores y editores.

Con la confianza de que su medio siga dando oportunidad a la discusión, se despide atentamente de Ud.

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CARTA A DON ALBERTO CRESPO RODAS45.

Apreciado y recordado Don Alberto:

He querido escribirle para expresarle la profunda satisfacción que he tenido de estar en su casa el lunes 22 de julio. La oportunidad que Ud. me ha dado y que yo he tenido de escucharlo ha sido profundamente enriquecedora para mí. No sabe cuanto me he emocionado de su homenaje a María Eugenia del Valle, en la noche de su muerte.

Vi y veo las vitrinas de Don Bosco en El Prado, con las luces encendidas, iluminando las obras de María Eugenia, como su homenaje y el de la ciudad a esta académica chilena que fue su amiga y que amó a Bolivia entrañablemente. Cada vez que recuerdo su relato no puedo contener mis lágrimas de emoción por su noble gesto.

Quisiera, también decirle cuánto me gustó escucharlo relatar uno de los cuentos de Oscar Cerruto, y oír parte de la historia de Bolivia a través de sus testimonios sobre José Antonio Arze y el PRI. Me aclaró mucho.

Deseo también comunicarle que esa misma noche comencé a leer Tiempo contado, la cual he continuado leyendo en el avión, y que me preparo a terminar de leer en esta semana, en el tiempo que dispondré después de tomar algunos exámenes de temporada extraordinaria. Desde ya nuevamente gracias por sus memorias, que me han ayudado a profundizar en mis conocimientos de la historia de su país,

45 Santiago de Chile, 24 de julio de 2002.

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al cual aprecio profundamente, como también de aspectos de su vida y de su quehacer historiográfico, que Ud. tan amablemente ha querido compartir conmigo.

Gracias también por su obsequio de El Iris de La Paz, que me permitirá, más adelante, conocer, a través de dicha fuente, aspectos vitales del gobierno del Mariscal don Andrés de Santa Cruz, a quién le tengo un profundo respeto y admiración.

No quisiera dejar pasar esta oportunidad, para expresarle lo satisfactorio que ha resultado para mí, constatar como Ud. ha logrado hacer en su vida un culto a la amistad, no obstante las diferencias ideológicas. Me ha resultado muy enriquecedor para el rol que debemos jugar los académicos universitarios en la construcción de niveles de convivencia más tolerantes, en países como Chile que ha vivido y sigue viviendo grandes polarizaciones.

Espero tener pronto la oportunidad de verlo nuevamente, ya sea en Santiago o La Paz para decirle lo mucho que lo aprecio, y pedirle que me relate la parte de su vida que aparecerá en Tiempo contado II.

Nuevamente gracias por todo lo recibido esa tarde de ese inolvidable lunes 22 de julio.

Reciba Ud. mi recuerdo y mi cordial saludo, los cuales ruego hacer extensivos a su atenta esposa.

Afectuosamente

Leonardo Jeffs Castro

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CARTA A ANDRES SOLIZ RADA46

Apreciado y recordado Andrés:

La información de la muerte de nuestro común amigo47 , nos ha entristecido profundamente. Lo extrañaremos.

Su calidez, su generosidad, su espíritu de lucha, su afán de vivir, y de aportar a su Bolivia, y a nuestra Patria Grande, nos acompañarán en las batallas que tenemos que dar. Te quiero dar gracias, por habernos permitido conocerlo un día de julio de 1984, en La Paz.

Recibe mi abrazo fraterno y el de Elena María y nuestros hijos, que ruego hagas extensivo a la esposa e hijos de Edgar.

Leonardo.

46 Santiago, 25 de febrero 2004

47 Se trata de Edgar Oblitas Fernández, ex presidente de la Corte Suprema de Bolivia.

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CARTA A JORGE SILES SALINAS48.

Apreciado Jorge:

Gracias por tu artículo, que lo he recibido como una muestra de apoyo a mi modesta acción en pro del acercamiento de nuestros pueblos.

En realidad este accionar no habría sido posible si no hubiese tenido la oportunidad de conocer Bolivia.

Mi primer viaje en 1969 para participar en un encuentro de profesionales cristianos del Cono Sur, me permitió superar prejuicios y comprender la necesidad de contribuir a mejorar nuestras relaciones, lo cual supone la búsqueda de la satisfacción de la demanda marítima boliviana.

También me permitió entender que teníamos un pasado común, un presente con problemáticas semejantes, y desafíos que debemos enfrentar en conjunto.

Además del conocimiento y los nuevos aprendizajes, han influido en mi conducta las enseñanzas del Buen Jesús y el testimonio de Francisco de Asís en pro de la fraternidad entre los pueblos, complementados con los principios de justicia en las relaciones internacionales que postula el mensaje evangélico.

Gracias estimado Jorge por contar con tu compañía y amistad.

48 Santiago, 4 de julio de 2006.

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Dale mis recuerdos a Rosario.

Recibe mi cordial saludo y mi convicción de que más temprano que tarde se lograrán avances en el reencuentro de nuestros pueblos.

Leonardo.

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RELACIONES CHILENO–BOLIVIANAS49.

A propósito de la reciente reunión en Brasilia50 de los Presidentes de Chile y de Bolivia, deseo, en mi calidad de estudioso de las relaciones entre ambos países y de persona preocupada de apoyar la integración latinoamericana, felicitar dicho encuentro y a sus organizadores.

El interés demostrado en iniciar una nueva etapa que favorezca un diálogo, sin temas excluidos y sin precondiciones, es altamente positivo.

Hay que tratar de crear un ambiente favorable para restablecer nuestras relaciones a nivel diplomático. Es inconcebible que ellas estén interrumpidas desde 1978.

Ambos países saldrán favorecidos con una mejor relación, no solo Bolivia.

49 Carta dirigida al Director de El Mercurio. No publicada.

50 Cumbre Sudamericana realizada los días 31 de agosto y 1 de septiembre del año 2000.

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ENTREVISTAS

SEGÚN ESTIMACIONES: “BUEN MOMENTO” PARA REANUDAR LAZOS CON BOLIVIA51.

Presidente del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura, Leonardo Jeffs Castro, avala su apreciación en el creciente intercambio económico.

El presidente del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura, Leonardo Jeffs Castro, sostuvo ayer que se está en “un buen momento” para que ambos países reanuden sus relaciones diplomáticas que fueron interrumpidas en 1978, aduciendo que hay un creciente intercambio económico y comercial y gran interés en sectores de la población para que ello se concrete.

Asimismo, indicó que no se debe condicionar esta eventual reanudación a ningún tema, pero que tampoco se puede excluir ninguna materia que afecte en sectores de la población para que ello se concrete.

Jeffs formuló tales planteamientos al informar sobre el encuentro denominada “Primeras Jornadas de Análisis y Reflexión sobre las Relaciones Chileno-Bolivianas”, que se realizarán en Santiago, entre este jueves 11 y el sábado 13

51 El Mercurio. Santiago, Chile. Miércoles 10 de abril de 1991. Publicado además, en Hoy. La Paz, Bolivia. Semana del lunes 8 al domingo 14 de abril de 1991.

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del presente. Las sesiones se desarrollarán en el auditorio de la casa central de la Universidad Santo Tomás en Agustinas 1389.

Indicó que estas jornadas persiguen contribuir a fomentar un clima favorable a la reapertura de relaciones diplomáticas, que llevan trece años suspendidas tras interrumpirse en 1978.

Destaca dentro del programa, las exposiciones de propuestas de integración ente ambos países que harán cinco académicos la mañana del sábado, a partir de las 9.30 horas. Entre estas proposiciones se encuentra la creación de una universidad binacional, que tendría su sede en La Paz; y la unión de los océanos Atlántico y Pacífico través de carreteras.

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SI O NO A UNA SALIDA AL MAR PARA BOLIVIA52.

1. ¿Considera usted que la demanda de Bolivia para establecer con Chile un ajuste territorial, que le otorgue una salida propia al Océano Pacífico, tiene alguna base en el derecho internacional constitutivo y/o en el derecho natural?

SÍ, la tiene en base al principio de carácter internacional que establece el derecho que tienen los pueblos, cercanos al mar, de acceder libremente a él y comunicarse sin restricciones con las demás naciones. Ya sea a través de enclaves y/o corredores, sometidos a su soberanía exclusiva.

2. Hay sectores en Chile, principalmente vinculados a las FF. AA., que plantean que si nuestro país accede a la demanda boliviana sería una señal de debilidad, que daría pie para que Bolivia quisiera posteriormente intentar recuperar todo el territorio perdido en la Guerra del Pacífico. ¿Cree usted que esa es una posibilidad cierta?

NO, en primer lugar, porque considero que sería más bien una señal de espíritu de justicia y fraternidad. Ello permitiría crear un clima de confianza que facilitaría la colaboración, cooperación y amistad entre nuestros pueblos y gobiernos.

Conviene recordar que diversos gobiernos de nuestro país han participado en negociaciones respecto de las aspiraciones marítimas de Bolivia, e incluso las ha impulsado. Es el caso de los gobiernos del almirante Jorge

52 Revista El Canelo. Santiago, Chile. 26 de Abril de 1993.

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Montt, de Gabriel González Videla y del general Augusto Pinochet, a quienes difícilmente se les podría considerar que no hubieran tenido en cuenta las eventuales consecuencias de dichas negociaciones.

3. Bolivia tiene varios regímenes jurídicos bilaterales (con Brasil, Paraguay, Argentina y Perú) que le dan facilidades de libre tránsito hacia el Atlántico y el Pacífico, los cuales incluyen zonas y depósitos francos, entre otras modalidades. ¿No resulta acaso extraño que sea Chile el país que no tiene regímenes de ese nivel con Bolivia?

NO, Chile tiene con Bolivia a partir del Tratado de Paz y Amistad de 1904 un régimen que le garantiza el libre tránsito comercial por nuestro territorio y puertos del Pacífico. Reiterado en la Convención sobre Tránsito suscrita en 1937.

Es importante dejar en claro que también el Tratado de 1904 dejó estipulado el derecho de Bolivia de establecer agencias aduaneras en los puertos que utilice para su comercio.

4. El cónsul de Bolivia en Chile, Alberto Zelada, señaló que su país no espera generosidad de parte del nuestro, sino que un entendimiento de mutua convivencia, que permita a ambas naciones establecer relaciones armónicas y de cooperación. A su juicio ¿tiene algo de conveniente o de provecho para Chile una eventual fórmula de ajuste territorial que permita una salida propia de Bolivia al Pacífico?

SÍ, muy conveniente pues elimina un foco de problemas y permite dedicar energías gubernamentales a posibilitar el

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intercambio, la complementación y la cooperación en los planos político y cultural, además del económico.

5. Bolivia, después de la Guerra del Pacífico, se transformó en país mediterráneo sin haberlo sido antes, cosa que hace de esta situación si no la única, por lo menos una de las pocas en el mudo entero. Según el cónsul boliviano en Chile, el objetivo estratégico de obtener una salida propia al mar se fundamenta porque es un elemento vital para el desarrollo global, para los recursos de defensa y para la posición en el sistema internacional de Bolivia. Además, afirma, para el mantenimiento del equilibrio en el Pacífico sur se hace necesario que Bolivia cuente con costas en este océano. ¿Está usted de acuerdo con estos argumentos?

SÍ, porque creo que las razones expuestas por el Dr. Zelada corresponden a una visión realista de los factores que influyen en el desarrollo de los pueblos y en las relaciones internacionales. A la luz de un análisis histórico de las relaciones entre Chile y Bolivia, la mediterraneidad de Bolivia se ha convertido en un factor permanente de conflicto, que ha aflorado constantemente a pesar de periodos de distensión, como el que hubo a partir de la participación chilena en la guerra del Chaco y luego durante el segundo gobierno del General Ibáñez, como consecuencia de su apoyo el desbloqueo del proceso revolucionario que se había iniciado en 1952 en el vecino país.

6. El gobierno de Bolivia intenta negociar con su similar de Chile una fórmula de ajuste territorial que de una salida al mar a Bolivia por la zona de Arica, que satisfaga los intereses tanto de Chile como del Perú. ¿Es usted

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partidario de que el gobierno chileno acepte tal proposición?

SÍ, porque creo que ello sería beneficioso para Chile, Bolivia y Perú, demás de las razones ya expuestas, por la necesidad de la deprimida situación socio-económica del Sur del Perú y de la primera Región de nuestro país, de emprender medidas urgentes para reactivarlas, las que se podrían enfrentar en forma conjunta, a través de la constitución de un polo de desarrollo en el área.

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ESCRITOR CHILENO, PRO-BOLIVIANO HABLA SOBRE TEMA MARÍTIMO:

“Los chilenos que conocen Bolivia aprenden a querer este país”53.

El Escritor chileno Leonardo Jeffs cree que el tema de la aspiración marítima de Bolivia se podrá resolver cuando las Fuerzas Armadas chilenas tengan una actitud “realmente respetuosa” de la sociedad civil. “El gobierno de mi país no se cierra a tratar este tema sino que lo deja condicionado al momento y el contexto” señala.

Apropósito de un posible “reencuentro” entre Chile y Bolivia, Leonardo Jeffs Castro se encuentra en La Paz para presentar su libro “Aquiles Vergara Vicuña: perfil biográfico de un hombre íntegro” en conmemoración del centenario del nacimiento de este personaje chileno que luchó incansablemente por lograr un acercamiento entre ambos países y que será presentado al público este viernes 21 en la Fundación Última Hora.

Vergara Vicuña fue militar en Chile, luego participó activamente en la política de su país, y en 1934 decidió combatir en la contienda contra el Paraguay, convirtiéndose en uno de los 105 oficiales chilenos en situación de retiro que combatieron a favor de nuestro país.

Vergara Vicuña fue además pintor y escritor. Sus obras, muchas de ellas dedicadas a Bolivia, se convierten ahora en

53 Última Hora. La Paz, Bolivia. Jueves 21 de septiembre de 1995.

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un valioso aporte para reforzar las acciones que buscan dar soluciones a las aspiraciones de entendimiento y cooperación entre ambos países.

Para conocer más sobre el tema, Última Hora conversó con él.

¿Por qué decide usted escribir sobre Aquiles Vergara Vicuña? Esta decisión obedece a un propósito de rescatar del olvido a un destacado chileno, al cual le debe mucho, tanto Chile como Bolivia.

La trayectoria vital de este personaje es suficientemente estimulante, tanto en su condición de escritor, militar y político, como en lo indispensable que es que ella sea conocida por todos los que no tuvimos el privilegio de ser sus contemporáneos o compartir con él parte de su existencia.

Esta obra se la presenta en el año del centenario de su nacimiento. El nació el 12 de junio de 1895 en Viña del Mar, ciudad próxima a Santiago de Chile.

¿Qué importancia tiene Aquiles Vergara para los bolivianos? En 1934, Aquiles Vergara decidió participar en Bolivia de la Guerra del Chaco, donde se va compenetrando y empieza a profundizar su comprensión sobre el tema de la mediterraneidad boliviana, que nos ha dividido a Chile y Bolivia. Además, esto hace que en 1936 ya escribiera su primer libro “Bolivia y Chile: lecciones del pasado,

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advertencias para el porvenir” en el cual plantea toda su tesis sobre el problema marítimo boliviano.

¿Cuál es su tesis? Plantea que Arica sea entregada a Bolivia. Propone esto en su primer libro y lo reitera en varias otras obras al respecto.

Hablando de lo que pasa hoy, la postura del gobierno de Frei es clara al respecto a no tocar el tema del mar en una posible reanudación de relaciones con Bolivia. ¿Cómo percibe usted el sentimiento del pueblo chileno sobre el tema? Diría que el sentimiento de la gente pasa por muchas situaciones diversas. Creo que en Chile hay una incomprensión de lo que es Bolivia y también muchos prejuicios. La gente que logra conocer Bolivia, la gran mayoría, cambia su perspectiva positivamente y logra entender el problema marítimo. Dentro de Chile habemos muchas personas que estamos de acuerdo en buscar una solución a este problema, pero esta postura favorable también se divide ya que hay sectores que ven con mejores ojos el desarrollo de Arica bajo un tratamiento trinacional (incluido Perú), y otros sectores postularíamos la tesis del corredor, claro que es probable que hayan muchos cambios en un futuro cercano con esto de los corredores bioceánicos, lo que seguramente va a alterar nuestras concepciones.

¿Y cómo percibe el sentimiento boliviano hacia los chilenos? Desde el año 69, cuando vine por primera vez, hasta ahora he notado que hay una buena disposición hacia los chilenos. Hay cariño, respeto y hasta incluso una especie de

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admiración y también he sentido que hay un reclamo que se hace en términos amistosos. Ahora, sé que en determinadas coyunturas en que a veces ha habido alguna expresión de algún personero gubernamental de mi país, ha alterado la situación porque creo que hay un proceso que viene desde mucho atrás en el cual nosotros siempre aparecemos como prepotentes y expansionistas y esa visión sale a luz. Pero en la medida que nos conocen también la gente empieza a distinguir y considerar que hay chilenos diferentes unos de otros, hay de todo como en todos los pueblos. Yo he visitado este país doce veces y esa es mi percepción.

Según su opinión ¿estamos cerca de la reanudación de relaciones?

No sé si está tan cerca la posibilidad como para que se produzcan de inmediato. Yo quisiera que sea así porque no encuentro lógico que dos pueblos que tienen una frontera que supera los 800 kilómetros, que tienen grandes contactos, relaciones comerciales, afectivas muy profundas y culturales sigan sin relaciones. Además de esto ayudaría a la causa boliviana. Lo importante sería que no haya temas excluidos porque cuando hay relaciones todos se conversa y se negocia, en mutuo acuerdo por supuesto.

¿Y estamos cerca al mar? No me atrevería a asegurar eso por la coyuntura política que se vive en Chile, donde el peso de los militares es todavía bien fuerte y cuando la Armada chilena ha sido muy categóricamente opuesta al respecto. Además mientras no haya debates y no podamos discutir este tema primero a nivel nacional creo que va a ser difícil.

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Por último ¿qué opina sobre que cerca de 2000 bolivianos estudian actualmente en Chile? Me parece muy bueno pero me gustaría que haya mayor presencia de los bolivianos en las universidades estatales. Casi todos los que van a estudiar allá lo hacen en las universidades privadas y creo que eso no es bueno para ellos porque se separan del país real, digo esto en mi calidad de profesor universitario.

Leonardo Jeffs, de perfil.

Este escritor chileno, master en Estudios Internacionales en Santiago de Chile en 1938. Es un incansable luchador por la unidad e identidad de América Latina.

Es profesor de Historia y Geografía en las Universidades Católica Blas Cañas y de Valparaíso.

Entre sus trabajos cabe mencionar “Orígenes históricos del APRA”, publicado en 1985 y “De las falsas percepciones a la superación de los prejuicios: una propuesta para mejorar las relaciones chileno-bolivianas”, presentada en 1982 como ponencia en el III Congreso Internacional de la Sociedad Latinoamericana de Estudios sobre América Latina y el Caribe (Solar), institución a la que pertenece.

Entre sus últimas actividades destaca su participación en el Centro de Estudios Chilenos (CEDECH), corporación académica de orientación bolivariana y su labor como presidente del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura desde 1990.

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Leonardo Jeffs está casado con Elena María Munizaga y tiene cuatro hijos.

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LA RELACIÓN BOLIVIA-CHILE, UNA CONSTANTE PELEA DE “POLOLOS”54.

EL MAR: ese asunto que tiene enredados a Bolivia y Chile desde el siglo pasado. El historiador chileno Leonardo Jeffs, un apasionado del tema, dice su palabra. Antes de augurar finales felices en las relaciones diplomáticas, plantea abrir espacios desde la gente de a pie.

Como los enamorados que se pelean un día, se “abuenan” al otro, se vuelven a pelear, se reconcilian, se pelean, se reconcilian, se pelean… así ha transcurrido la historia entre Chile y Bolivia después de la Guerra del Pacífico (1879). Todo por disputar la posesión de una codicia soberana salida al mar.

A esta inestabilidad en las relaciones diplomáticas -propia de las parejas que se aman y se odian, al mismo tiempo que se fastidian “queriendo sin querer”- es lo que el historiador Leonardo Jeffs denomina en su hablar criollo “una pelea de pololos (enamorados) poco saludable” que hasta hoy no ha conducido a ningún bien común a los dos países.

Jeffs es un historiador apasionado del “pololeo” chileno- boliviano. Comparte la causa reivindicativa de Bolivia sobre el mar, pero critica a ambos países por sus conductas intransigentes ante el problema.

54 La Prensa. La Paz, Bolivia. Domingo 27 de septiembre de 1998.

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Le robamos algunos minutos a Jeffs aprovechando su llegada a La Paz hace algunos días. El tema, inevitable: el mar.

Hay amantes que no aprenden.

Desde los primeros minutos de conversación salta su apasionamiento, que en realidad no se limita al tema marítimo sino a la necesidad de buscar la integración chileno-boliviana, que considera “urgente” en estos tiempos de constitución de bloques regionales y globalización.

Sentado en una de las pocas mesas de la cafetería del hostal La República en la calle Comercio, comienza su relato con una afirmación: hasta ahora el tira y afloja de las negociaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia ha sido una pérdida de tiempo porque no ha conducido a ningún beneficio común.

Esa es la tesis que sostiene, no sin cierta molestia por las consecuencias negativas que ha significado esa actitud para los dos países desde el siglo pasado.

Si para los enamorados no es mala una que otra peleíta, en el caso de Bolivia y Chile ha resuelto en una situación “absurda” –dice- de la que hoy no se pueden recuperar.

“Si compartimos 800 kilómetros de frontera y dos de las 13 regiones chilenas colindan con Bolivia, no puede ser que no nos miremos y mantengamos por tanto tiempo la ruptura de relaciones diplomáticas. Es un absurdo”.

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Una palabra por demás ofende y bloquea las negociaciones o los intentos de diálogo y se despierta la susceptibilidad del Gobierno chileno que cierra sus puertas ante la supuesta agresión. Así define el académico el comportamiento de su Gobierno.

Ocurrió en la gestión de Jaime Paz Zamora, cuando éste califico a Chile de “insensible” respecto a la reivindicación boliviana y los gestos amables se fruncieron.

Con Gonzalo Sánchez de Lozada se avanzó en otras áreas como la cultura, con las Semanas Culturales bolivianas en Chile. Pero el mar casi nada.

Y con Hugo Banzer el tema está difícil y las amistades ásperas porque “empezó golpeando” con actitudes de imposición que enojaron al gobierno de Frei, evalúa Jeffs desde el lado chileno.

¿Pero acaso detrás de esa hipersensibilidad chilena no se esconde el poco interés de tratar realmente el tema? salta la pregunta entonces.

“Hay que reconocer que muchas veces no hay disposición de abordarlo, es cierto”, termina reconociendo el historiador, aunque de inmediato aclara que la falta de voluntad es de dos, del Gobierno boliviano y del de su país. El uno imponiendo un discurso sin demandas prácticas y el otro cerrando los ojos ante el asunto.

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La semilla de la conciliación.

Jeffs abre la discusión entonces hacia otros ámbitos de la relación binacional, ya no las diplomáticas, sino la de bolivianos y chilenos de a pie.

“Con lo diplomático directamente podemos hacer poco nosotros, es una cuestión que se resuelve entre gobiernos, pero hay otros espacios en los que debemos trabajar”, dice convencido y más apasionado que nunca.

Demanda, por tanto, que el tema debe ser debatido en espacios de la sociedad civil y no como hasta ahora, restringido a los cancilleres y demás autoridades estatales.

Las escuelas, las universidades, los medios de comunicación, por ejemplo, son instancias propicias para abrir tribunas que intenten discutir el tema, pero sin estereotipos ni prejuicios, sugiere de pronto Leonardo Jeffs.

Un reto difícil. Si en ambos países las nuevas generaciones siguen educándose con sentimientos de rencor y hasta de odio contra el otro.

En Bolivia los niños y jóvenes han aprendido que Chile nos ha robado el mar y por eso “recuperarlo es nuestro deber”, y cada 23 de marzo se repite el discurso de recordatorio a la Guerra del Pacífico para que no se nos olvide.

En Chile, de la misma forma, cómo cambiar la actitud hacia los bolivianos si los textos escolares enseñanza que Bolivia nunca tuvo mar.

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“Es la visión más difundida en mi país, pocos son los autores que plantean algo diferente, pero en algunas universidades ya se cuestiona aquello y es un avance”, sostiene esperanzado el historiador.

Desde la gente.

El investigador chileno siente que los historiadores han empezado a tomar conciencia de la necesidad de estudiar más en serio y con mucho cuidado los episodios históricos antes y después de la Guerra de 1879.

Pero lo ideal para Jeffs sería estudiar estos capítulos en equipos investigativos compuestos por historiadores bolivianos y chilenos, y tratar “de encontrar lo que nos une, rescatarlo, y eso a partir de re-estudiar la historia”.

Desde la gente, desde la sociedad civil, hay que empezar a trabajar para romper con el “pololeo” improductivo entre gobiernos, plantea el historiador.

¡Cuidado nos pillen!

La preocupación de Jeffs por iniciar de una vez un proceso de integración boliviano-chilena parte del diagnóstico de que en un mundo que se está haciendo más globalizado “nos están pillando débiles”, por este problema centenario que hasta ahora no se resuelve.

El Mercosur es un intento saludable, piensa, pero insuficiente “Hay que pensar en términos regionales, es tiempo de los bloques regionales, no de los estados nacionales solitos”.

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Y no sólo para amarnos en términos de comercio económico, sino en “entrar al mundo globalizado sin perder el alma”. Algo así como unirnos para hacer fuerza común contra las fuerzas foráneas.

Cuidado que Brasil y Argentina, enemigos históricos también, den la lección y decidan unirse en bloque. “Si se nos adelantan, Chile, Bolivia y Perú perderíamos mucho por no haber potenciado los puertos del Pacífico”, augura.

Barajando las salidas.

En un ensayo mental de lo que se podría lograr en caso de abrirse las puertas hacia una negociación diplomática de salida al mar, Jeffs juega con las posibilidades.

Es honesto al decir que una salida total a los puertos es imposible, pero sí sería viable un arreglo como Bolivia hizo con Perú en Ilo, un corredor marítimo.

Lo otro formar empresas binacionales para compartir beneficios en los puertos, en cualquier rama del comercio o la producción.

O probar una unión trinacional que traiga ganancias al sur del Perú, al norte de Chile y al oeste de Bolivia, o quizás acceder a las licitaciones de los puertos chilenos que se pretende llevar a cabo en esta administración gubernamental con Frei.

Por supuesto, lo último en que piensa Jeffs es en la contienda bélica para definir la situación.

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Las circunstancias regionales exigen que Chile y Bolivia lleguen a un acuerdo que termine con el tira y afloja de siempre. Y la gente, más que el Gobierno, podría abrir paso, es la esperanza del historiador.

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LEONARDO JEFFS COINCIDE CON CRÍTICAS DE PRESIDENTE MESA A RICARDO LAGOS. Experto abre polémica: “Chile debería darle una salida a Bolivia”55.

No todos en Chile coinciden con el estilo que le ha impuesto el Presidente Ricardo Lagos a las relaciones con Bolivia. Según el ex director del Instituto Chileno-Boliviano, Magister en Estudios Internaciones y académico universitario Leonardo Jeffs Castro, los gobiernos de la Concertación no han sabido resolver un problema que inevitablemente tiene que desembocar en… el Océano Pacífico.

-¿La solución es mar para Bolivia? -Sí, Chile debería buscar una salida porque ese tema está muy adentrado en el pueblo boliviano. Como muy bien decía el presidente del PS (Gonzalo Martner), el gobierno d Pinochet fue mucho más audaz en buscar una solución a las demandas bolivianas que los gobiernos de la Concertación.

-¿Cómo explica eso? -Yo no sé lo que pasa, si le tienen miedo a los partidos de la Alianza o si le tienen medido a los militares. No sé.

55 Entrevista realizada por Sergio Mardones. Sección Política. Las Últimas Noticias. Santiago, Chile. Martes 26 de octubre de 2004. Pág. 12.

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-¿Le han parecido demasiado fuertes las palabras de Lagos? -Sí, demasiado fuertes. No corresponden con la historia. Muchos gobiernos chilenos han estado dispuestos a negociar con Bolivia en términos de una salida soberana al mar. Hay una política pro Bolivia desde el gobierno del Presidente Aníbal Pinto.

-¿La fórmula sería el norte de Arica? -Es la única forma posible, porque no significaría partir el territorio chileno.

-A Perú no le gustaría. -El gobierno peruano recién ha manifestado su simpatía con la demanda marítima boliviana. Entonces hay que exigirle consecuencia.

-Mesa acaba de calificar a Lagos de “temperamental” y “hormonal”. -Yo coincidiría más bien con lo que planteó en “Tolerancia cero”. ¡Es mal genio! Y agregaría que es autoritario.

-En Bolivia lo califican de soberbio. -Sí, yo creo que lo es. Desgraciadamente hay mucho de eso.

-Tiene que considerar que eso le ha dado mucha popularidad. -Pero nosotros tenemos la obligación de convivir de la mejor forma posible con nuestros vecinos.

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-¿Qué le parecieron las declaraciones de Mesa a El Mercurio? - Bastantes buenas. Yo creo que hay buen ánimo. Hubo por ahí una desinteligencia, ellos plantearon mal lo que quieren. Hubo una expresión desafortunada, pero fue del vicecanciller. El presidente Mesa dejó en claro que no quiere ir a las patadas.

-¿Está más optimista después de leerlas? -Todo depende de lo que diga nuestro gobierno ¡Es que el Presidente es muy mal genio! Lo tomó a la personal; en eso coincido con Mesa.

-¿Usted tiene ancestros bolivianos o es más chileno que los porotos? -Yo soy chileno nacido en Chile. Tengo ancestros británicos, mexicanos, españoles y chilenos.

-¿Hay alguna posibilidad de conflicto bélico entre Chile y Bolivia? -Espero que no, que no se agudicen las tensiones. Somos países vecinos que tenemos más de 800 kilómetros de frontera. Dos regiones de nuestro país son limítrofes con Bolivia. Hay muchos lazos afectivos y familiares entre chilenos y bolivianos.

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HISTORIADOR OPINÓ QUE LO MÁS APROPIADO PARA BOLIVIA ES SER UN ESTADO FEDERAL.56

El estudioso de la Universidad de Chile* recordó que Santa Cruz históricamente ha demandado de autonomía, lo que afirmó es un ánimo compartido incluso por el presidente Carlos Mesa.

El historiador y magíster en estudios internacionales de la Universidad de Chile, Leonardo Jeffs, señaló en conversación con El Diario de Cooperativa, que “el estado unitario no es lo más apropiado para Bolivia”, dadas la variedad de sus realidades y sus “muchas diferencias de carácter geográfico regional”.

El experto manifestó que lo “lógico es pensar en un estado federal, en el cual ellos (los habitantes de los diferentes departamentos bolivianos) puedan elegir su propio gobernador, puedan tener su propia normativa y puedan

56 Entrevista realizada el 27 de enero de 2005 en el programa “El Diario de Cooperativa” de radio Cooperativa en Santiago de Chile, publicada en el sitio web www.cooperativa.cl.

* El entrevistado es académico de la Universidad de Valparaíso, titulado como Profesor de Estado en Historia y Geografía y graduado como Magíster en Estudios Internacionales en la Universidad de Chile.

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participar en una forma más equitativa del producto que contribuyen a generar”.

La decisión cruceña de aplicar gobiernos autónomos en los nueve departamentos altiplánicos fue lanzada el viernes 21 de enero cuando los líderes del Comité Cívico anunciaron la convocatoria a un “cabildo” para el 28 de enero con el fin de aprobar la formación de un gobierno regional independiente de la República.

Jeff aseguró que “este ánimo de autonomía es un ánimo compartido aun por el presidente de Bolivia (…) lo que el Gobierno boliviano plantea categóricamente es que se haga dentro de los causes constitucionales”.

El analista explicó que “a partir del crecimiento espectacular del departamento de Santa Cruz, después de la revolución del 52, esta ha ido desplazando, tanto desde el punto de vista de sus recursos naturales y su repercusión en el producto interno bruto, como también en la población, a los demás departamentos de Bolivia”.

Y añadió que Santa Cruz ha buscado “la autonomía del poder central” desde el siglo XIX, y que la situación se ha agravado por las fuertes presiones en base a “todo el problema del precio de los carburantes, que se ha comjugado con esta demanda de independencia”.

(…) Según el historiador de la Universidad de Chile, “hay voluntad del Gobierno boliviano de poder llegar aun entendimiento” y además se cuenta con al “afán mediador de la Iglesia Católica, que siempre ha jugado un rol muy

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importante en la solución de los problemas bolivianos y también el apoyo de la comunidad internacional al gobierno del presidente Mesa para mantener la estabilidad y el desarrollo del proceso democrático”.

Por lo que aconsejó no “precipitar las cosas porque evidentemente todo tiene que hacerse bajo cauces constitucionales” como pidió el presidente Mesa a través de los diarios altiplánicos.

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ARTÍCULOS, NOTAS DE OPINIÓN y PONENCIAS

UNA SÍNTESIS AMERICANA57.

El título que el periodista chileno Hugo Goldsack Blanco eligió para presentar sus experiencias de su viaje a Bolivia en 1955, “Encuentro con Bolivia. Color y sorpresa de un país inesperado”, refleja lo que los chilenos, mayoritariamente, hemos sentido al conocer dicho país.

Recuerdo mi primera visita a nuestro vecino del noreste, a partir de la cual salí sobrecogido. Con motivo de la realización de un encuentro de Profesionales Cristianos del Cono Sur, en 1969, tuve ocasión de estar algunos días en La Paz. Allí en contacto con esa ciudad enclavada en medio del altiplano, donde estaba presente la impronta española, en medio de una población mayoritariamente indígena, me toco conocer a jóvenes profesionales que embuídos en el mensaje del Evangelio, luchaban ardorosamente por cambiar su Patria, conjuntamente con el resto de Nuestra América. A ellos oí hablar por primera vez de la vida del país, y a partir de algunos libros que me recomendaron, empecé una carrera sin fin de lecturas sobre la apasionante historia de Bolivia.

57 Escrito siendo Presidente del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura. El Mercurio de Santiago de Chile, 6 de agosto de 1990. Antes de ser publicado lo denominé como “Bolivia un país apasionante”, título que refleja mejor mi pensamiento, Santiago, 3 de agosto de 1990.

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Después de haber realizado, hasta la fecha, nueve viajes hacia la república que el Libertador consideraba su hija predilecta, no he cambiado mis primeras impresiones, sino al contrario, las he reafirmado. Para mencionar las que considero significativas, quiero afirmar que en contacto con su gente se acabaron, como arte de magia, diversos prejuicios que tenía. Comprendí, por ejemplo, que los bolivianos son tremendamente luchadores y que han dado muestras en cuanta oportunidad se ha presentado de su coraje; aprendí que un porcentaje altísimo de los estudiantes de su educación superior tienen un profundo conocimiento de su historia y de la realidad por la que atraviesa América Latina; capté, también, que los bolivianos nos aprecian y desean compartir con nosotros una amistad sin sombras.

Bolivia me ha permitido, como creo que ha sucedido a un número importante de mis connacionales que la han visitado, encontrar una luz que clarifique la gran pregunta sobre nuestra identidad. A través del contacto con su gente, sus pueblos y ciudades he meditado sobre nuestra condición de pueblo mestizo, donde se conjugan al encuentro traumático de aborígenes, ibéricos y africanos. A partir de allí he empezado a dejar de lado la consideración de que los chilenos somos los ingleses de América Latina, y he comenzado a asumirme en lo que soy, en lo que somos: latinoamericanos.

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DE LAS FALSAS PERCEPCIONES A LA SUPERACION DE LOS PREJUICIOS: UNA PROPUESTA PARA MEJORAR LAS RELACIONES CHILENO-BOLIVIANAS58.

Las relaciones entre Chile y Bolivia en los diversos planes en los que ellas se han dado y se dan, tanto en el nivel de las personas, como en el de las organizaciones de la comunidad y en el de gobiernos, han pasado por periodos de cooperación y amistad como también de tensión y conflicto, como suele suceder entre pueblos vecinos.

Las relaciones diplomáticas interrumpidas desde hace 13 años son una confirmación lamentable en este caso.

Chile y Bolivia países limítrofes desde su fundación como Estados e incluso desde en tiempos de su dependencia de la corona española, tienen en común una frontera de aproximadamente 800 kilómetros. Dos de las 13 Regiones de Chile limitan con Bolivia: las regiones de Tarapacá y Antofagasta y 3 de los Departamentos bolivianos limitan con Chile, a saber La Paz, Oruro y Potosí.

El comercio de ambos se incrementa día a día. En efecto, las importaciones chilenas desde Bolivia y las exportaciones chilenas hacia el vecino país, ha crecido en términos

58 Ponencia presentada en el III Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Estudios sobre América Latina y el Caribe (SOLAR) realizado en Santiago de Chile en noviembre de 1991.

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considerables en los últimos cinco años. Así es que en el primer caso ellas han aumentado de 5,1 a 21,5 millones de dólares y de 30,5 a 73,3 millones de dólares en el segundo caso. Sin considerar el contrabando desde Chile que alcanzaría los 150 millones. Lo mismo se puede decir del transito de personas, especialmente motivado por razones turísticas.

En el caso de los ciudadanos residentes, los bolivianos constituyen el segundo grupo de importancia respecto de los americanos con una cifra que en 1982 alcanzaba a 6.112 personas y que para este año se estima en 7.737, representando aproximadamente un 15% de ellos. Son numerosos también los casos de estudiantes bolivianos realizando estudios en las Universidades Chilenas, especialmente en el campo del Derecho a nivel de pre-grado y en Medicina a nivel de post-grado. Como también la creciente presencia de estudiantes de las Regiones del Norte Grande de Chile en las Universidades Bolivianas.

Si se revisa la historia de las relaciones entre Chile y Bolivia encontramos que desde el periodo prehispánico hubo contactos. En efectos se tiene conocimiento de presencia de mitimaes provenientes del área altiplánica de la actual Bolivia en sectores aledaños del valle del Mapocho, durante el Tawantinsuyo.

En los tiempos coloniales la riqueza del Potosí permitió el envío desde la sede Virreinal del Real Situado, que financiaba los gastos del Ejército hispánico en la frontera de Arauco y además constituía un centro consumidor de mulares, charqui, grasa y artículos de cuero para el

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funcionamiento de las faenas mineras. Desde otro punto de vista la presencia potosina se ve reflejada en diversas obras de arte que se conservan hasta hoy, principalmente en conventos y museos.

Es significativo, también, que hacia fines del siglo la fundación de uno de los primeros monasterios de carmelitas descalzas de Chile haya sido llevada a cabo por religiosas provenientes de Chuquisaca.

La llegada del proceso de emancipación favoreció la cooperación entre altoperuanos y chilenos. El caso más significativo es el de Jaime de Zudáñez, un destacado doctor en Derecho, nacido en Chuquisaca que tendría una activa participación en la Patria Vieja sobre todo en la elaboración del Catecismo Político Cristiano, según afirmación del historiador Ricardo Donoso y la preparación del Reglamento Constitucional de 1812, de abierto contenido revolucionario.

Incluso la conformación de la Confederación Perú-Boliviana va a contar con la participación de chilenos en cargos de máxima responsabilidad y en las circunstancias de la guerra propiciada por el Ministro Diego Portales, Bernardo O’Higgins va a ser un tenaz opositor.

El asesinato de Portales llevado a cabo por militares chilenos opuestos a la guerra, tuvo efectos contrarios a lo esperado y una contienda impopular el gobierno logró transformarla, consiguiendo llevar a cabo la llamada Expedición Restauradora de la Libertad del Perú, la que al triunfar contribuyó a desarrollar en Chile un sentimiento

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nacionalista, rayano en el chauvinismo y a una creciente descalificación de la figura del Mariscal Andrés de Santa Cruz, que se ha proyectado a través de los textos de estudio de Ciencias Sociales, utilizadas en Chile.

Las exploraciones chilenas en el Despoblado de Atacama llevaron a la explotación de guano en Mejillones, la que dio origen a reclamaciones bolivianas que sostenían que la presencia chilena en el área constituía un atentado a su soberanía. Sin embargo, la poca claridad limítrofe en la zona, llevó al gobierno de Chile a fijar por ley de 1842 que el límite norte de Chile comenzaba a la altura de los 23° de latitud sur, que si bien significaba que se reconocía que Bolivia tenía litoral no representaba todas las aspiraciones territoriales de dicho país en el Desierto de Atacama. Los reclamos bolivianos, al no ser satisfechos provocaron la decisión de la Asamblea Nacional de autorizar a su gobierno para declarar la guerra a Chile.

La invasión de las islas Chincha del Perú por parte de la Armada de España en 1865, favoreció la solidaridad entre los pueblos y gobiernos del Pacífico Sur americano con el país agredido. Dicha circunstancia contribuyó favorablemente a alejar el flagelo de la guerra y también a la elaboración del primer tratado de límites entre Chile y Bolivia en 1866, el cual estableció como límite entre los dos países el paralelo 24 y la aplicación de medidas respecto del cobro de derechos de exportación de minerales entre los paralelos 23 y 25, lo cual hará efímera la vigencia de este tratado.

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A esta altura la presencia de trabajadores, capitalistas y empresarios chilenos en el Departamento del Litoral de Bolivia era significativa. Chilenos conformaban la mayor parte de la recién creada ciudad de Antofagasta, que habían contribuido a fundar. Chilenos eran la mayor parte de los trabajadores en el mineral de plata de Caracoles; compañías chilenas, como la del Ferrocarril y Salitres de Antofagasta, aunque conforma también con aportes británicos pronto jugarían un rol significativo en la génesis del conflicto de 1879.

En 1874 se elaboró un nuevo tratado que mantuvo el mismo límite, suprimiendo la mesianería respecto al cobro de derechos de exportación, pero disponiendo que durante 25 años no se subieran los impuestos a las empresas chilenas que actuaban en el área. Precisamente un alza de impuestos acordada por las autoridades bolivianas va a ser resistida por los ejecutivos de la compañía, cuyos bienes fueron embargados y van a movilizar tropas chilenas hacia la zona, desembarcando el 14 de febrero de 1879 en Antofagasta, donde comienzo así a la guerra.

Desde el año del inicio de la guerra el territorio boliviano fue ocupado por las tropas chilenas. Entre tanto el gobierno chileno del presidente Aníbal Pinto con su Ministro de Relaciones Exteriores Domingo Santa María, quien le sucedió en la primera magistratura de la Nación, desarrolló la llamada “política boliviana” que consistía en lograr que Bolivia rompiera su alianza con Perú, y que junto con Chile enfrentara a su antiguo aliado, con la promesa, en el caso de triunfar, de entregarle los territorios peruanos de Tacna y Arica.

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Los propósitos gubernativos de Chile no lograron convencer al Presidente boliviano. El término de la guerra en 1883 favoreció la pronta suscripción del Tratado de Paz y Amistad con Perú, el que además de disponer la cesión a perpetuidad de la región salitrera de Tarapacá a Chile dejaba en su poder por 10 años los territorios de Tacna y Arica, al cabo de las cuales un plebiscito decidiría el futuro de ellas, ya sea volviendo a la soberanía del Perú o quedando bajo la de Chile.

La paz con Bolivia no se pudo definir inmediatamente. Un tratado de Tregua suscrito en 1884 restituyó implícitamente a Chile el territorio situado ente los paralelos 23° y 24° y dejaba bajo administración chilena el resto del Departamento Litoral de Bolivia.

La guerra fuera de las secuelas territoriales, dejó una secuela de muerte y heridos, como también un clima de odiosidad, desvalorización y revanchismo que desde allí ha ensombrecido la relación ente nuestros pueblos. No está demás recordar las llamadas campañas de chilenización.

No obstante que en 1885 se suscribieron diversos tratados y protocolos que acercaron a Chile y Bolivia en términos tales que Chile a cambio de obtener el territorio del Departamento del Litoral se comprometía a entregar a Bolivia los territorios de Tacna y Arica si los ganaba en el plebiscito o en su defecto entregarle una caleta que permitiera que allí Bolivia pudiera construir un puerto suficiente para sus necesidades presentes y futuras. Sin embargo, el exceso de desconfianza del gobierno del país vecino hacia Chile dificultó la concreción de estos acuerdos. Posteriormente se

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negociará el Tratado de Paz, suscrito en 1904. El estipulará la cesión por parte de Bolivia de su litoral a Chile, a cambio de libre tránsito por puertos chilenos y la construcción de un ferrocarril de Arica a La Paz.

Si bien es cierto que el tratado suscrito se elaboró estando los territorios bolivianos del litoral administrados por Chile, no es menos cierto que el gobierno boliviano libremente decidió sobre el tema, de acuerdo con las concepciones liberales que lo animaba.

A comienzos del siglo es posible encontrar un sinnúmero de trabajadores bolivianos en las faenas salitreras.

Desde allí se consagra la mediterraneidad de Bolivia y desde allí arranca una visión bastante popularizada en el vecino país que el tratado de 1904 fue impuesto a Bolivia por la fuerza.

En 1908 después de una larguísima permanencia en Chile muere en Valparaíso, el ilustre bibliógrafo e historiador boliviano Gabriel René Moreno, quien fuera Profesor y Director de la Biblioteca del Instituto Nacional en Santiago.

Al poco tiempo diversos gobiernos bolivianos hicieron gestiones tendientes a modificar la situación, pero los empeños del gobierno de por lograr la invalidación del Tratado de 1904 ante la Liga de las Naciones fueron infructuosos.

La solución al problema de Tacna y Arica, mediante el Tratado de Lima, suscrito por representantes de los gobiernos de Chile y Perú en 1929 vio alejarse las

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posibilidades de satisfacción de las aspiraciones bolivianas de retornar al Pacífico. En efecto, el Protocolo Complementario de dicho Tratado estableció que Chile no podría ceder una parte o la totalidad de Arica a un tercer país sin el visto bueno del Perú.

La Gran Depresión de 1929 no demoró en manifestarse en la economía de los países latinoamericanos. En Chile provocó una nueva crisis en la industria salitrera, la que trajo cesantía entre los trabajadores de la pampa, algunos de los cuales emigraron a Bolivia donde contribuyeron a la formación del movimiento obrero boliviano.

La Guerra del Chaco atrajo a 105 chilenos que se desempeñaron como Oficiales en el Ejército de Bolivia y un número indeterminado de combatientes que se enrolaron como parte de la sub-oficialidad y la tropa. Dicha presencia dramatizada con la muerte de 3 oficiales durante la contienda provocó un cambio significativo en la percepción boliviana del chileno. La presencia en Bolivia durante la postguerra favoreció los lazos de amistad entre ambos pueblos, las que se profundizaron en la formación diversas familias chileno-bolivianas.

La postguerra favoreció también la colaboración militar y la colaboración eclesiástica. Jóvenes cadetes se graduaron en la Escuela Militar y seminaristas estudiaron en el Seminario Pontificio de Santiago. Incluso exiliados políticos recibieron en Chile la tradicional hospitalidad chilena.

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No faltaron sin embargo, las sombras dentro de esta etapa en el gobierno del General Enrique Peñaranda (1940-1943) pero ellas se disiparon pronto.

En 1950 se iniciarán negociaciones en torno al tema del “corredor”, en torno al cual se presentaron proposiciones concretas que habrían permitido a Bolivia el retorno al Pacífico y proyectos de regadío e hidroeléctricos de beneficio para la Primera Región de Chile.

Dichas negociaciones fracasaron debido a la oposición de sectores de la ciudadanía de Arica y La Paz, ante la cual Chile aparecía en una actitud abusiva respecto de Bolivia según expresiones del escritor boliviano Franz Tamayo.

La Revolución Boliviana iniciada en 1952 generó una corriente de exiliados hacia Chile y por otra parte va a concitar la simpatía de sectores políticos y laborales chilenos quienes van a solidarizar para favorecer el desbloqueo para que Bolivia pudiese importar lo necesario para el funcionamiento de la minería del estaño y exportar su producción minera.

El presidente Víctor Paz Estenssoro visitó Arica y junto al presidente Carlos Ibáñez del Campo suscribieron un Tratado de Complementación Económica de mutuo beneficio. Luego el presidente Ibáñez visitó La Paz, siendo el primer Jefe de Estado de Chile en visitar Bolivia.

Sin embargo este clima de cooperación en medio del cual los bolivianos residentes en Chile pudieron desarrollarse sin dificultades significativas, se vio abruptamente interrumpido por la ruptura de relaciones diplomáticas acordadas por el

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gobierno de Bolivia en 1962 por la decisión chilena de seguir adelante con el proyecto de la utilización de las aguas del río Lauca, caudal de carácter binacional.

No obstante intentos de acercamiento de los gobiernos de los presidentes Frei y Allende enmarcados dentro de una política latinoamericanista, la máxima relación se dio en la participación conjunta de Chile y Bolivia en el Pacto Andino.

Durante los años del gobierno militar se llevaron a cabo los dos últimos acercamientos relacionados con el tema de la mediterraneidad boliviana.

En efecto, se trata de las negociaciones de 1975 terminadas en el más estruendoso fracaso en 1978 con la ruptura de relaciones diplomáticas con Chile y las conversaciones de 1986 que no prosperaron, no obstante la buena disposición inicial mostrada por el gobierno chileno. El término de dichas conversaciones en 1987 antes de que propiamente se discutiera la propuesta boliviana, creó un clima de desconfianza en Bolivia hacia Chile.

La vuelta a la democracia abrió expectativas en Bolivia sobre el tema, pero hasta el momento no obstante haber mejorado sustancialmente las relaciones a nivel económico, no se ha logrado que se reabran las relaciones diplomáticas porque cada gobierno se ha puesto en una posición extrema.

Los prejuicios.

A través de la historia como también de la realidad cotidiana y de su presentación a través de los textos de estudio, la

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prensa escrita, los discursos orales y las actitudes se ha ido configurando respecto de Bolivia y los bolivianos una serie de prejuicios, entre los cuales cabe mencionar:

 Bolivia es un país de indios, lo cual no solo significa desconocer su realidad pluriétnica, sino también representa una actitud de desprecio a la población aborigen, con claras connotaciones racistas.

 Bolivia es el país del altiplano, lo cual significa desconocer la multiplicidad regional del vecino país.

 Bolivia es un país que jamás tuvo litoral, lo cual significa desconocer resoluciones de los propios gobiernos chilenos, como la ley de 1842, promulgada por el gobierno del general Manuel Bulnes.

 Bolivia es un país pobre, lo cual significa desconocer sus enormes recursos naturales, eso si no significativamente explotados como también el espectacular crecimiento del Departamento Santa Cruz, especialmente su capital Santa Cruz de la Sierra en los últimos 40 años.

 Bolivia es un país de flojos, basada en una percepción del ritmo de vida de los indígenas del altiplano, lo cual significa desconocer lo que dicho entorno implica para la vida humana.

 Bolivia es un país de cobardes, basada en una percepción de aspectos relativos a la guerra del Pacífico, en virtud de los cuales la participación

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boliviana habría sido poco significativa. Tema discutido en la historiografía del vecino país, como también que Bolivia no haya combatido hasta el final e el conflicto, lo cual significa desconocer otros capítulos de su historia donde no hay lugar a las dudas sobre el coraje de su pueblo como por ejemplo su participación en la guerra del Chaco y las dramáticas circunstancias de las luchas populares a partir de la Revolución Boliviana de 1952.

 Bolivia es un país de ignorantes, lo cual constituye una generalización que no tiene asidero cuando se desconoce la sabiduría a nivel indígena que se ha manifestado desde Tiawanaku, como también en las modalidades actuales de relaciones con el entorno y la vida de comunidad y el manejo de las plantas medicinales o a nivel de estudiantes universitarios en el conocimiento de su historia y realidad.

Respecto de Chile y nosotros los chilenos, los prejuicios también están presentes:

. Chile es un país de éxito, lo cual significa desconocer nuestras profundas derrotas en la lucha contra la pobreza, la discriminación y en la injusticia social.

. Chile es un país moderno, lo cual significa desconocer la compleja realidad de contrastes y desarrollo desigual que presenta nuestro país.

. Chile es un país de ladrones, la cual referido a la perdida del litoral por parte de Bolivia, no se

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compadece con la verdad en torno a las negociaciones de 1904, que estableció las condiciones de la paz entre Chile y Bolivia después del conflicto. Ahora bien, referido a conductas individuales, muy lamentables por cierto, ellas no se pueden generalizar.

. Chile es un país de soberbios, referido a las negativas manifestaciones en algunos periodos de nuestra historia respecto de considerar las aspiraciones bolivianas de su retorno al Pacífico, lo cual significa desconocer otros periodos, como las posiciones de solidaridad con la demanda boliviana por parte de connotados chilenos.

. Chile es el país menos latinoamericanista de América Latina, referido en parte a diversas tendencias europeizantes por un lado y ultranacionalistas por otro. Sin embargo, ello significa desconocer la otra cara de la realidad de Chile que ha desarrollado también, no obstante la validez de lo anterior, un pensamiento y un accionar latinoamericanista como fue el quehacer de Francisco Bilbao, en el siglo XIX y, de Gabriela Mistral y Felipe Herrera en el XX.

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Los desafíos. (En la perspectiva de la construcción del Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI).

Las relaciones entre los pueblos están llamadas desde una perspectiva ética a la cooperación y a la amistad en una manera de justicia, verdad y respeto.

De allí que la superación de los prejuicios constituye una tarea concreta a realizar en torno a cualquier proceso de integración.

A partir de una experiencia personal de haber tenido oportunidad de participar en La Paz, en un Congreso de Profesionales Cristianos del Cono Sur de América Latina, en 1969 pude experimentar en carne propia como el conocimiento directo de parte del entorno boliviano y parte de su gente me produjo un cambio diametral en mi percepción del país vecino y de allí la superación de un sinnúmero de prejuicios.

A partir de dicha experiencia y con el apoyo de la Dirección del Centro de Promoción del Laicado del Arzobispado de La Paz se realizó un Seminario sobre Historia y Realidad Contemporánea de Bolivia para profesores y estudiantes de Pedagogía en Historia del Instituto Profesional de Estudios Superiores “Blas Cañas” de Santiago de Chile en el verano de 1988 y la experiencia que se repitió con otro grupo de estudiantes de educación superior y profesores de enseñanza básica y media en 1990, organizado por el Instituto Chileno Boliviano de Cultura de Santiago, con apoyo de amigos bolivianos. Se trata en definitiva de posibilitar la realización de futuros seminarios especialmente para estudiantes de

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educación superior tanto en Bolivia, como en Chile. En los cuales se privilegie el autofinanciamiento parcial de parte de los participantes, el viaje por tierra, los contactos informales, el recorrido por las diversas regiones, además de charlas y visitas que consideren las aspiraciones de los interesados.

Dichos seminarios pueden organizarse por Institutos Binacionales, Centros de Educación Superior y entidades preocupadas de los problemas de la paz, amistad y cooperación entre los pueblos.

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REFLEXIONES

En relación con el artículo “Chile – Bolivia: Acuerdos van en camino”, de la periodista Paulette Cartes Saenger aparecido en El Mercurio de Santiago el sábado 20 de febrero de 1993, me permito agregar que si bien estoy de acuerdo en que las relaciones entre ambos países no han sido fáciles, ha habido períodos de abierta cooperación. Cabe señalar al respecto a modo de ejemplo: - El período de la guerra del Chaco. - El período del segundo gobierno del General Carlos Ibáñez del Campo.

Como también cabe mencionar que no se puede dejar de recordar que después de la ruptura de relaciones diplomáticas en 1978 hubo un nuevo período de acercamiento en 1986 – 1987, que terminó, eso sí muy mal.59

59 Cartagena, 20 de febrero 1993. Inédito.

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LA VISITA DEL PRESIDENTE SANCHEZ DE LOZADA A CHILE60.

Con ocasión de la VI Cumbre Iberoamericana61 de Jefes de Estado y de Gobierno, visitará por segunda vez en forma oficial nuestro país el Presidente de Bolivia don Gonzalo Sánchez de Lozada.

Esta segunda visita se realiza en un contexto en el cual nuestros gobiernos no mantienen relaciones diplomáticas desde hace 18 años.

Si bien es cierto la ruptura de relaciones se hizo por decisión del gobierno boliviano y de acuerdo con las normas internacionales a él le corresponde tomar la iniciativa de la reanudación; esto no es fácil. En específico la ruptura en 1975 se basó en la imposibilidad detectada por el gobierno del general Banzer de encontrar satisfacción en Chile a la aspiración boliviana de acceder nuevamente al Pacífico en un territorio con soberanía, cualquier reanudación debería contar con una buena disposición chilena por tratar el tema, aspecto que el gobierno chileno no está dispuesto a considerar.

Se dice que las relaciones diplomáticas no deben estar condicionadas por nada, ni ningún tema puede estar excluido, sin embargo, en la práctica, las relaciones chileno- bolivianas no funcionan así.

60 Escrito en 1994. Inédito

61 Realizada los días 14 y 15 de junio de 1994.

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De ahí que corresponde preguntarse ¿Cómo romper este impasse? ¿Cómo superar esta situación, que ni los Estado Unidos de América, ni la ex Unión de Repúblicas Soviéticas en su muy difícil relación jamás cortaron sus vínculos diplomáticos?

Considerando, creo en primer lugar, que los problemas son más fácil de solucionar con relaciones diplomáticas, que sin ellas.

Tomando en cuenta, en segundo lugar, que es absurdo que se genere la sensación que la ausencia de relaciones diplomáticas no es un asunto relevante.

Por otra parte, ¿no se podrá buscar aproximaciones en el terreno de lo posible?

Así, por ejemplo, no podía haber un gesto de parte del gobierno de Chile, como asumir en términos concretos la propuesta del senador Sergio Bitar, de ofrecer a Bolivia una franja costera a modo de concesión, similar a la que el gobierno peruano entregó en Ilo a Bolivia? ¿No podría, en breve a ello, el gobierno de Bolivia ver en este gesto una manifestación de buena voluntad chilena, y con ello dar el paso de la reanudación de relaciones diplomáticas?

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LA DEMOCRACIA BOLIVIANA62.

El 1.o de junio del presente año, Bolivia ha llevado a cabo elecciones presidenciales y parlamentarias. Este acto ha marcado un nuevo rumbo en la historia del proceso de redemocratización iniciado en 1982 en el vecino país. En los 15 años transcurridos a la fecha, los gobernantes bolivianos han sido, en primer lugar, el Dr. Hernán Siles Suazo, de la Unión Democrática Popular (UDP), alianza conformada por el Movimiento Nacionalista Revolucionaria de Izquierda (MNRI), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria y el Partido Comunista Boliviano (PCB), que gobernó el país de 1982 a 1985.

En segundo lugar, el doctor Víctor Paz Estenssoro, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) de 1985 a 1989. En tercer lugar, el licenciado Jaime Paz Zamora, del MIR, desde 1990 a 1993, y, por último, el licenciado Gonzalo Sánchez de Lozada, del MNR, desde 1993 hasta el año actual.

Existen muchos factores que han contribuido al actual proceso de redemocratización de Bolivia.

Sin pretender detenerse en la totalidad de ellos, quisiera destacar algunos.

62 Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, 8 de agosto de 1997.

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En primer lugar, la contribución del Dr. Hernán Siles Suazo, quien no dudó en renunciar a un año de su mandato, en 1985, con el fin de asegurar la estabilidad política de su país.

También merece rescatarse la disposición del general Hugo Banzer Suárez, ex gobernador de facto entre 1971 y 1978 y candidato en todas las elecciones desde 1985 a la fecha, quien aceptó plenamente en los últimos doce años las reglas del juego democrático, estando dispuesto a no ser electo, incluso obteniendo primeras mayorías, y contribuyendo a que su partido, la Acción Democrática Nacionalista (ADN), eligiera a otros candidatos.

Por último, la Ley de Participación Popular, impulsada por el gobierno del licenciado Sánchez de Lozada, en la que a través de la reestructuración del país dividido en 300 municipios, tiende a impulsar un proceso de profundización democrática desde la base social.

Bolivia tendrá en el general Hugo Banzer un nuevo gobernante para el periodo 1997-2002. Esperamos que sea un gobierno del cual los bolivianos se sientan satisfechos.

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BOLIVIA: ENTRE LA ANGUSTIA Y LA ESPERANZA63.

Para quienes conocemos Bolivia y hemos aprendido de su historia, nos han dolido profundamente los últimos acontecimientos que han arrojado la cantidad de 80 muertos y numerosos heridos, como también los temores sufridos por la inmensa mayoría de las bolivianas y bolivianos durante las últimas 5 semanas, pero también hemos admirado una vez más la fuerza y el sacrificio popular para plantear sus demandas, como también la solución de la crisis, sin una ruptura de la institucionalidad.

La situación vivida por Bolivia desde mediados de septiembre no era nueva. No es posible olvidar la vivida en febrero de este año, oportunidad en la que una parte significativa de la población boliviana se manifestó en contra del anuncio de establecer un impuesto a los salarios. Dichas manifestaciones, hay que recordar, que se tradujeron en la negativa de la policía de salir a cumplir con sus obligaciones, y que por un ineficiente manejo de la situación por parte del gobierno, hubo que lamentar sobre 30 muertos, un sinnúmero de heridos, el ataque y destrucción de las sedes de los partidos políticos de gobierno, el ataque a algunos ministerios, la destrucción de la Alcaldía de la ciudad de El Alto, y el saqueo de la Aduana y de diversas empresas relacionadas con el comercio. En realidad, allí

63 Publicado en octubre de 2003, en http://www.portaldelpluralismo.cl y otros sitios electrónicos

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había una protesta que reflejaba profundas insatisfacciones de los sectores populares, y de entre ellos de los jóvenes. En definitiva se protestaba contra las políticas neo liberales. Los bolivianos y bolivianas han demostrado en múltiples ocasiones su espíritu de lucha, para revertir situaciones que les afectan. Basta recordar, en el año 2000, durante el último gobierno del general Hugo Banzer, la llamada "guerra del agua", que en Cochabamba, logró que se desprivatizara la empresa que tenía a cargo la explotación de dicho recurso.

Las actuales demandas, a veces no muy claramente expresadas a través de los medios de comunicación social, buscaban que el Estado boliviano recuperara un control efectivo sobre los hidrocarburos, y que el gas no fuera, fundamentalmente, un recurso que beneficiara a las empresas privadas, sino a Bolivia. Algunos ingredientes de la protesta aparecían vinculados a un antichilenismo, que no siempre ha sido suficientemente entendido. Se trataba, también, de que renunciara el Presidente, pues se le veía como el responsable de la situación de pobreza y miseria que afecta a amplios sectores del pueblo boliviano. Además, cabe mencionar, que el conflicto presentaba un trasfondo de carácter étnico y regional, lo cual constituye un adicional desafío para el nuevo gobierno, surgido a partir de la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Un poco de historia

En Bolivia hay una fuerte tradición nacionalista, que se fue forjando a partir de la guerra del Chaco, y que se manifestó en los gobiernos del llamado "socialismo militar", especialmente en los gobiernos de los coroneles

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y Germán Bush (1936-1939), y en el gobierno del mayor (1943-1946), en la formación de partidos y movimientos políticos como el Partido Obrero Revolucionario (POR), la Falange Socialista Boliviana (FSB), el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), y la Logia militar Razón de Patria (RADEPA), pero sobre todo a partir de la Revolución Nacional, que emergió el 9 de abril de 1952, y, por último, en el gobierno del general Alfredo Ovando (1969-1970). Un ingrediente importante de la tradición nacionalista boliviana tiene relación directa con la consigna de las "minas al Estado". En efecto, durante el gobierno del coronel Toro se nacionalizaron los intereses de la Standard Oil Company en Bolivia, y posteriormente se creó la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), para administrar por parte del Estado el petróleo. La Revolución dentro de sus medidas fundamentales procedió, en el mismo año de su inicio, a decretar la nacionalización de las minas de estaño, en manos del grupo Patiño, Hoschild y Aramayo, y luego conformó la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), para su administración. El gobierno del general Ovando, acompañado de Marcelo Quiroga Santa Cruz, su Ministro de Minas e Hidrocarburos, decretó la nacionalización de los intereses de la Gulf.

La tradición nacionalista se empezó a romper, de manera manifiesta, a partir del último gobierno de Víctor Paz Estenssoro (1985-1989), y sobre todo en el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997), oportunidad en la que a través de un especial proceso de privatización de las empresas estatales conocido como "capitalización", se procedió a cambiar el rol de YPFB, y a entregar, entre otros

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recursos naturales de Bolivia, la explotación de los hidrocarburos a manos privadas, sin mayores beneficios para su pueblo.

La relación con Chile

Para nadie es un misterio que las relaciones chileno bolivianas, en el plano oficial, no siempre han sido las mejores. Desde 1978, las relaciones diplomáticas se encuentran interrumpidas. Lo cual es ya algo inaceptable, pues en el mundo ha habido situaciones graves en el plano de las relaciones internacionales, como ha sido el de las relaciones entre la Unión Soviética y los Estados Unidos de América, en las que no obstante la lucha por el poder mundial, nunca se llegó a desestimar la necesidad de mantenerlas.

En Bolivia sobre todo en los Departamentos vecinos con Chile, como son La Paz, Oruro y Potosí, como también en Cochabamba, el principal afectado por la guerra del Pacífico, en materia económica, hay un profundo reclamo en torno al tema marítimo. La demanda marítima boliviana, ha contado incluso con la comprensión y buenas disposición de varios gobiernos chilenos, lo cual ha alentado las esperanzas bolivianas en diversos momentos de su historia. Ahora bien, si se considera que una buena relación con Bolivia es conveniente no sólo para Bolivia sino también para Chile, deben buscarse caminos de entendimiento, que impliquen restablecer relaciones en el plano diplomático, y abrir negociaciones para satisfacer la demanda marítima boliviana.

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El futuro de Bolivia

El nuevo gobierno boliviano encabezado por el periodista e historiador Carlos Mesa Gisbert, Vicepresidente durante la administración de Gonzalo Sánchez de Lozada, inicia su gestión nombrando como Ministros a personas desvinculadas de los partidos que gravitaron significativamente en la administración anterior como el MNR y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Confía en gente independiente, y en un pequeño conglomerado político caracterizado por gente sana y con un gran sentido de servicio público. Cabe destacar entre los nuevos ministros a la periodista e historiadora Lupe Cajías de la Vega, su cercana colaboradora en la lucha contra la corrupción, y al joven diplomático y escritor Juan Ignacio Siles del Valle, con importantes vinculaciones con Chile, en la Cartera de Relaciones Exteriores.

Cabe destacar, el propósito del nuevo gobierno de reivindicar la propiedad del Estado boliviano sobre los recursos naturales, la decisión de hacer un referéndum sobre el gas, y la declaración de que cualquier negociación que se pudiese establecer con Chile, no puede estar ajena a la aspiración de un puerto libre y soberano sobre el Pacífico. Además de lo anterior, cabe destacar el contacto que el nuevo Presidente ha tenido tanto en la ciudad de El Alto, como en La Paz, con los sectores populares, y su disposición a escuchar sus demandas. La oposición al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, encabezada por Evo Morales del Movimiento al Socialismo (MAS), , dirigente de los campesinos aymaras, y de Jaime Solares, Secretario Ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB),

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han manifestado su voluntad de conceder una tregua de tres meses al nuevo gobierno, en espera de sus acciones.

Se han iniciado días de esperanza para Bolivia, de que ellos no se frustren, le cabe una responsabilidad muy grande al nuevo gobierno, pero también al Congreso, a los Partidos Políticos, a las Organizaciones Sociales, y a la comunidad internacional, especialmente la del Cono Sur latinoamericano, cuya solidaridad es indispensable.

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¿RESURRECCIÓN DE “LAS FRONTERAS IDEOLÓGICAS”?64

En relación con ciertas expresiones críticas que se han emitido en nuestro país respecto de la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, y en relación con el gobierno del presidente Hugo Chávez, que apuntan a que ellas comprometen la integración latinoamericana, porque ellas cuestionan el modelo económico imperante en varios países de América Latina, me he recordado de la doctrina de “las fronteras ideológicas” postulada por el general Juan Carlos Onganía, gobernante de facto de Argentina.

Juan Carlos Onganía se hizo cargo del gobierno argentino después de que la Junta de Comandantes en jefe de las FF. AA depuso, el 28 de junio de 1966, al presidente constitucional Arturo Illia, y extendió la duración de su mandato hasta junio de 1970.

Su gobierno caracterizado, entre otras, por su anticomunismo al cual se dedicó a reprimir, “se extendió a todas aquellas expresiones de pensamiento crítico, de disidencia o hasta diferencia”.65

Dicha característica se proyectó hacia el plano de las relaciones internacionales, para lo cual se puso en práctica la

64 Santiago, 29 de Julio de 2006. Inédito.

65 Romero, Luis Alberto. “Breve historia contemporánea de la Argentina”. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica de Argentina, 1994, Pág. 233.

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doctrina de “las fronteras ideológicas”, mediante la cual se aisló de todos los países cuyos gobiernos no coincidieran con su visión de mundo. Un caso digno de mencionar fue el de las relaciones oficiales con Chile, donde dicho gobierno las enfrió notoriamente, pues veía en el gobierno de Eduardo Frei Montalva un peligro, por su línea progresista, que propiciaba cambios estructurales y que se abría para establecer relaciones diplomáticas con los países socialistas.

Hoy en día cabe plantearnos la pregunta de Alain Touraine ¿podremos vivir juntos?66, los que pensamos diferente, o estaremos condenados nuevamente a la exclusión, la marginación y la eliminación los que no estamos de acuerdo con el modelo imperante.

66 Touraine, Alain. “¿Podremos vivir juntos? La discusión pendiente: El destino del hombre en la aldea global”. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica de Argentina, 1997.

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ALGUNAS CONSIDERACIONES QUE HABRÍA QUE TENER EN CUENTA EN LAS RELACIONES DE CHILE CON BOLIVIA, Y ALGUNAS PROPUESTAS DERIVADAS DE ELLAS67.

En la relación bilateral entre Chile y Bolivia hay problemas, no obstante que se plantee por parte de algunas autoridades chilenas y de algunos medios de comunicación que no hay problemas pendientes, puesto que todo habría quedado solucionado con la aprobación y ratificación del Tratado de 1904. Sin embargo, en las relaciones internacionales, como en las interpersonales basta que una de las partes involucradas plantee que hay un problema, para que la otra no pueda ignorar que hay una situación que requiere la búsqueda de una solución. En el caso de Chile y Bolivia, el problema fundamental que existe es el derivado de la mediterraneidad de Bolivia.

Ahora bien, para tratar de buscar una solución a dicho problema, y construir una relación de cooperación y amistad entre Chile y Bolivia, es conveniente que los chilenos tengamos presente algunas consideraciones.

67 Ponencia presentada en el VI Encuentro Boliviano-Chileno de Cientistas Sociales, Historiadores e Intelectuales realizado en Iquique los días 17 y 18 de octubre del año 2006. Publicada el 2007, con las restantes ponencias presentadas, por la Editorial de la Universidad Bolivariana, con un resumen, a modo de preámbulo.

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Consideraciones.

Tres de las quince Regiones de Chile, es decir la Primera Arica, la Segunda Tarapacá y la Tercera Antofagasta, limitan con Bolivia, y tres de los nueve Departamentos de Bolivia limitan con Chile, como es el caso de La Paz, Oruro y Potosí. La línea de frontera que separa a Chile de Bolivia se extiende por más de 800 kilómetros.

Las relaciones de Chile con Bolivia se aprecian de diferente manera si estas se viven desde las Regiones y Departamentos limítrofes, que desde Regiones y Departamentos alejados, pues los habitantes de las áreas limítrofes y fronterizas son los que conocen en carne propia lo que significa una relación armoniosa, y los que ven directamente los beneficios que puede reportar el trabajo en conjunto.

Bolivia no sólo es el país del Altiplano, como vulgarmente se le conoce, sino un país con una gran variedad regional desde el punto de vista de la geografía física, humana y económica. El área altiplánica no supera el 30% de su territorio. Hay que considerar, además, los valles interandinos y las tierras bajas del Oriente.

Bolivia nació a la vida independiente con litoral marítimo, como heredera del territorio de la Audiencia de Charcas, de acuerdo con el Uti Possidetis, no obstante que no todos los historiadores chilenos coinciden en la afirmación expuesta, hay varios que si la reconocen, o hayan contribuido a hacer claridad que en el país no hay unanimidad al respecto, como es el caso del Premio Nacional de Historia Sergio Villalobos

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que en su Historia del Pueblo Chileno, tomo II68, avala la tesis de un Alto Perú y una Bolivia marítima, aunque posteriormente haya cambiado de opinión, y el caso del diplomático Santiago Benadava, en su Historia de las Fronteras de Chile69, que logra presentar las diferentes posiciones. A lo anterior cabe agregar que incluso los textos de estudio utilizados en los establecimientos educacionales de Chile, tanto en la Enseñanza Primaria como en la Secundaria durante el siglo XIX, reconocen que la Audiencia de Charcas y Bolivia tenían litoral.

Bolivia perdió su litoral como consecuencia de la guerra del Pacífico, y por decisión de un gobierno liberal, el del general Ismael Montes, a través del Tratado de 1904, el cual fue ratificado por el Congreso.

A partir del Tratado de 1904 han surgido en Bolivia dos posturas respecto de la superación de su mediterraneidad. La practicista sustentada por los liberales, y la reivindicacionista, sustentada por los republicanos. La primera de ellas ha postulado la solución por el territorio de Arica. La segunda, por la recuperación de los territorios perdidos, mediante la declaración de nulidad del Tratado de 1904, planteamiento hecho, en varias oportunidades a comienzos de la década de 1920, ante la Liga de las Naciones.

68 Obra publicada en 1983.

69 Obra publicada en 1993.

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Diversos gobiernos de Chile han estado de acuerdo en buscar la satisfacción de la demanda marítima de Bolivia, a través de la postura practicista. Cabe mencionar, al efecto, las acciones emprendidas por Arturo Alessandri, en su primera administración, Emiliano Figueroa Larraín, Gabriel González Videla y Augusto Pinochet.

Cabe recordar que desde 1879 hasta fines del siglo XIX, se sustentó por parte de varios gobiernos chilenos la llamada “política boliviana”, la cual propiciaba que Bolivia pudiera tener acceso al Pacífico, mediante la transferencia de los territorios de Tacna y Arica, siempre que Chile pudiera disponer de ellos. Así lo sustentaron los gobiernos de Aníbal Pinto Garmendia, Domingo Santa María González, Jorge Montt Álvarez y Federico Errázuriz Echaurren. Esto se pensaba que podía materializarse mediante una alianza entre Chile y Bolivia en contra del Perú, o a través del plebiscito que consagraba el Tratado de Ancón. Cabe recordar, como demostración al respecto, los Tratados de 1895 suscritos entre los gobiernos de Chile y Bolivia.

En las relaciones de Chile con Bolivia no solo ha estado presente el conflicto, sino también la cooperación y la amistad. Así, por ejemplo cabe destacar, la presencia de misiones de educadores chilenos en Bolivia en la década de 1920, la presencia de obreros y militares chilenos en Bolivia durante la contienda del Chaco, la presencia de estudiantes bolivianos en Chile, sobre todo a partir de la década de 1930, los acuerdos de integración económica y la construcción del oleoducto de Sicasica a Arica, durante el segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo.

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Cualquier acuerdo realista con Bolivia, en torno a la solución de su mediterraneidad, no implica modificar el Tratado de 1904, como permanentemente lo han sustentado y lo sustentan en Chile El Mercurio de Santiago y algunos personeros de partidos políticos de gobierno y oposición. Ello significa desconocer la historia de los ofrecimientos chilenos, y lo postulado por el jurista y diplomático boliviano Alberto Ostria Gutiérrez, a través de su trabajo “Una obra y un destino. La política internacional de Bolivia después de la Guerra del Chaco”, quien ha planteado la necesidad de que Bolivia haga pleno uso de lo establecido en su beneficio a través de dicho Tratado.

La solución para las aspiraciones bolivianas no se puede resolver bilateralmente, sino trilateralmente, es decir considerando que la única solución posible tiene que tomar en cuenta al Perú, de acuerdo con el Protocolo Complementario del Tratado de Lima, de 1929.

Los chilenos deberíamos estar conscientes que la mediterraneidad provoca diversos problemas a Bolivia, aunque no es la causa fundamental de su subdesarrollo, y que su solución traería como principal beneficio para Chile la amistad de Bolivia.

La relación de Chile con Bolivia debe superar el desprecio y evitar el paternalismo. Ella debe basarse en la reciprocidad, en virtud de la cual se parte de la consideración de que ambos pueblos nos beneficiamos, porque ambos nos necesitamos.

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En Chile se tiene, por parte de la gran mayoría de los habitantes del país, un profundo desconocimiento de Bolivia, y de las sensibilidades de su población. Una muestra de ello, han sido una serie de medidas que se han emprendido, por autoridades de nuestro país y que les afectan, como haberse establecido como día de Antofagasta el 14 de febrero, y como día de Calama el 23 de marzo, fechas que no corresponden al día de fundación de dichas ciudades, sino al día al desembarco de las tropas chilenas en el puerto de Antofagasta, y a la batalla de Topater, en Calama, en la cual murió el principal héroe boliviano de la guerra del Pacífico Eduardo Abaroa.

Sugerencias

Estimular los viajes de pastores de Iglesias, periodistas y profesores, y de personas que se preparan para ejercer esos oficios. Ello permitirá la superación de mitos y prejuicios. Una muestra de ello lo constituye, entre otros, los viajes organizados por profesores del Instituto Profesional de Estudios Superiores “Blas Cañas” de Santiago en 1988, y los organizados por el Centro de Amistad Chileno- Boliviano en 1990, y el Instituto Chileno-Boliviano de Cultura en 1992 y 1995.

Estimular que los diplomáticos, en sus vacaciones, conozcan, junto con su familia, el país en el que están destinados, y que compartan con los ciudadanos de dicho país, y no solo con sus propios compatriotas.

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Procurar que las empresas de capitales chilenos en Bolivia, consideren en los cargos superiores e intermedios una significativa presencia de ciudadanos bolivianos.

Apoyar la continuación de iniciativas universitarias de Seminarios, Jornadas y Cursos sobre Bolivia, como las llevadas a cabo en Chile, por las Universidades de Chile, Santiago de Chile, Valparaíso y Arturo Prat, y promover similares actividades sobre Chile en Bolivia.

Favorecer los intercambios de profesores y estudiantes, a través de estadías de investigación, docencia, pasantías, etc, en ambos países.

Continuar la realización de los Encuentros de Historiadores, Intelectuales y Cientistas Sociales de ambos países, iniciados en La Paz en1999, y que ha continuado con los de Iquique en el 2000, La Paz en el 2002, Santiago en el 2004, y Santa Cruz de la Sierra en el 2005.

Generar la creación de una Cátedra Universitaria que favorezca la cooperación, integración y amistad entre los dos países. En Chile se podría denominar Jaime de Zudáñez, y en Bolivia, podría recibir el nombre de Ramón Sotomayor Valdés.

Impulsar la reactivación del Instituto Chileno-Boliviano de Cultura, fundado en Santiago hacia fines de la década de 1930, y del Instituto Boliviano-Chileno de Cultura, fundado en La Paz a comienzos de la década de 1940.

Realizar Seminarios de Profesores de Enseñanza Básica y Media de las diferentes regiones de cada país, en base a

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textos fundamentales de la ensayística del otro país, o del propio.

En Chile, por ejemplo, se podría trabajar Bolivia, Chile y Perú: hacia un futuro compartido de Antonio Araníbar Quiroga, Los mitos profundos de Bolivia de Guillermo Francovich, Oportunidades Perdidas. Bolivia y el Mar de Walter Montenegro, Una obra y un destino. La política internacional de Bolivia después de la Guerra del Chaco de Alberto Ostria Gutiérrez, Guano, Salitre, Sangre de Roberto Querejazu Calvo, Creación de la Pedagogía Nacional de Franz Tamayo, como también obras de autores chilenos, no suficientemente conocidas en nuestro medio como Viaje por la Geografía de Bolivia, de Ramón Huidobro Domínguez, Chile y Bolivia: ¡Hasta cuándo! de Oscar Pinochet de la Barra, La Legación de Chile en Bolivia de Ramón Sotomayor Valdés, La libertad de opinar... de Carlos Vicuña Fuentes, Bolivia y Chile. Lecciones del pasado. Advertencias para el porvenir de Aquiles Vergara Vicuña,

En Bolivia, por ejemplo, se podría trabajar con Homo Chilensis de Joaquín Edwards Bello, Fisonomía Histórica de Chile de Jaime Eyzaguirre, Estructura Social de Chile de Hernán Godoy Urzua, Pequeño mapa audible de Chile de Gabriela Mistral, Chile y Bolivia: ¡Hasta cuándo! de Oscar Pinochet de la Barra, como también la obras mencionadas de los bolivianos Antonio Araníbar, Walter Montenegro y Roberto Querejazu Calvo.

Apoyar el trabajo que se está llevando a cabo por historiadores de ambos países, para editar un libro

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coordinado por Eduardo Devés Valdés, Roxana Forteza, y el suscrito, destinado a destacar la presencia de bolivianos en Chile y de chilenos en Bolivia.

Estimular que historiadores de ambos países puedan escribir obras en las cuales se resalte los que nos ha unido, más que los que nos ha separado. Un buen ejemplo podría ser el texto Una nueva mirada a la historia, escrito por historiadores de Argentina y Chile, impulsado por el Embajador Eduardo Rodríguez Guarachi, cuando se desempeñaba como representante de Chile en Buenos Aires.

Celebrar los días de Antofagasta70 y de Calama71 en otras fechas que no hieran el sentimiento boliviano, como la de la fundación y/ o la creación del Municipio.

70 Antofagasta fue fundada oficialmente el 22 de octubre de 1868, por las autoridades bolivianas en el período gubernamental del general el , según lo afirma Oscar Bermúdez Miral en “Orígenes Históricos de Antofagasta”, Antofagasta, Ilustre Municipalidad de Antofagasta, 1966, página 63.

71 Sobre Calama no se ha encontrado la fecha de fundación. Si bien hay constancia de su existencia en el período colonial, solo se empieza a destacar en el siglo XIX. En efecto, en 1840 se traslada el Subprefecto desde Chui-Chui a Calama, convirtiéndose desde entonces en centro administrativo del interior del Departamento boliviano del Litoral. La Municipalidad fue creada 13 de octubre de 1888, por el gobierno del presidente José Manuel Balmaceda, mientras el Departamento del Litoral de Bolivia estaba bajo la administración chilena, en virtud del Tratado de Tregua de 1884.

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LAS PARADOJAS DE LA HISTORIA: LAS RELACIONES DE CHILE CON BOLIVIA Y PARAGUAY DURANTE LA GUERRA DEL CHACO72.

Desde la firma del Tratado de 1904 que selló la paz entre Chile y Bolivia, después de la guerra del Pacífico, las relaciones oficiales entre ambos países se vieron afectadas por el tema de la mediterraneidad, y la conflictiva disputa entre Bolivia y Paraguay por el Chaco Boreal.

No obstante la disposición gubernamental chilena para acceder a conversar en torno a una solución de la demanda marítima boliviana, que no implicase una modificación del Tratado de 1904, las relaciones entre los gobiernos de Chile y Bolivia se deterioraron, significativamente, a partir del incidente del Fortín Vanguardia que el 5 de diciembre de 1928 se generó entre tropas bolivianas y paraguayas en el Chaco Boreal. A partir de una consulta hecha por la Cancillería boliviana sobre los pasos a seguir, después de haber tomado represalias, la Cancillería chilena criticó al gobierno boliviano por las acciones que había emprendido y le manifestó que con sus actuaciones había comprometido la paz, lo cual fue interpretado por la Cancillería de Bolivia como una posición favorable a Paraguay

72 Resumen de ponencia presentada en el VII Encuentro Boliviano- Chileno de Historiadores e Intelectuales realizado en Santa Cruz de la Sierra en octubre del año 2007, organizado por la Universidad de Aquino Bolivia (UDABOL).

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A lo anterior, cabe agregar el impedimento que el gobierno chileno hizo para el libre tránsito de armas hacia Bolivia, antes de la guerra.

Por otra parte, la no aceptación del gobierno de Chile de que el de Bolivia interviniese en las conversaciones con Perú respecto de la solución de la “Cuestión” de Tacna y Arica, y la posterior suscripción del Tratado de Lima, en 1929, que estableció la devolución de Tacna al Perú, y la incorporación de Arica a Chile, con un Protocolo Complementario que dispuso que ninguno de los dos países podría ceder a un tercero cualquiera de los territorios disputados, sin el visto bueno del otro, lo que implicaba que las aspiraciones bolivianas de retornar al Pacífico se verían seriamente afectadas, deterioró aún más las relaciones a nivel oficial.

En cuanto a las relaciones entre Chile y Paraguay, hay que tener presente que siempre habían estado marcadas por la cooperación y la amistad, y no sólo durante el primer gobierno del Presidente Carlos Ibáñez del Campo (1927- 1931). Una muestra de ello, fue el significativo número de cadetes paraguayos que se formaron en la Escuela Militar y de Oficiales que se especializaron en diversos Regimientos de Chile.

Sin embargo, la guerra del Chaco contribuyó a generar un cambio significativo en las relaciones entre Chile y los beligerantes. En efecto, la contratación de sobre un centenar de militares chilenos, en situación de retiro, por el Ejército de Bolivia, la contratación, también, de obreros chilenos para laborar en las faenas mineras, para reemplazar a los trabajadores bolivianos movilizados y, el no impedimento al

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tránsito de armas para Bolivia por territorio chileno, posibilitó un efectivo acercamiento entre Chile y Bolivia, y un deterioro de las relaciones entre Chile y Paraguay, que se tradujo en ataques muy críticos de su conducta, a través de diversos medios de comunicación paraguayos, y del detrimento en las relaciones diplomáticas, en 1934, llegando estas a un nivel próximo a la ruptura.

La ponencia pretende aproximarse, además, a los factores que contribuyeron a dichos acercamientos y distanciamientos.

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UNASUR Y LA CRISIS BOLIVIANA73

Entre los organismos que han constituido los gobiernos de los Estados de América del Sur para trabajar en conjunto llama la atención UNASUR, la Unión de Naciones Sudamericanas.

Constituida en mayo este año por Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, bajo la presidencia temporal de Michelle Bachelet, se ha mostrado como un medio eficaz para debatir la crisis que está viviendo Bolivia, y proponer mecanismos para su resolución.

Hay que felicitar al Presidente de Bolivia Evo Morales por buscar en la Región apoyo y consejo para resolver los graves conflictos por los que atraviesa nuestro vecino, y a la Presidenta Bachelet por responder rápidamente a ese requerimiento, como también a nueve de los Presidentes de América del Sur y a los representantes de los mandatarios de Guyana, Perú y Surinam por concurrir a Santiago de Chile para dialogar al respecto.

UNASUR es una excelente herramienta para acercar a nuestros gobiernos y para favorecer la colaboración entre ellos en circunstancias que nuestras endebles democracias se ven afectadas en su estabilidad.

73 Viña del Mar, 18 de septiembre de 2008. Publicado en periódicos electrónicos de La Paz y Santiago.

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La reunión de Santiago de Chile a través de una Declaración ha apoyado al gobierno constitucional de Evo Morales, condenando todo intento de ruptura del orden democrático, ha facilitado el acercamiento entre el gobierno y los Prefectos de los Departamentos, ha impulsado la investigación de la masacre de campesinos en el Departamento de Pando, en la cual aparece como principal responsable el Prefecto.

Pienso que si esta instancia hubiera existido en los años de la Unidad Popular, tal vez se habrían abierto caminos de entendimiento para superar nuestras diferencias y se habría evitado el golpe de Estado.

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CHILE Y LA DEMANDA MARÍTIMA DE BOLIVIA74

Las relaciones entre Chile y Bolivia en los diversos planos en los que ellas se han dado y se dan, tanto en el nivel oficial, como en las organizaciones sociales y de las personas, han pasado por períodos de tensión y conflicto, pero, también, por períodos de cooperación y amistad, como suele suceder entre pueblos y estados vecinos.

Las relaciones diplomáticas suspendidas hace ya 32 años son una muestra lamentable de una situación conflictiva, que tiene que ver con la pérdida de Bolivia de su cualidad marítima.

En esta presentación veremos las dos caras de la relación entre Chile y Bolivia, en algunas de sus diversas dimensiones, y, en especial, en lo relativo a la demanda marítima.

Aproximación histórica

Chile y Bolivia países vecinos desde su fundación como Estados e incluso desde los tiempos de su dependencia de la Corona española, han sido limítrofes, alcanzando, en la actualidad una frontera común que supera los 800 kilómetros. Tres de las 15 regiones de Chile limitan con

74 Presentación escrita preparada para Exposición en Foro Internacional “Bolivia y su salida al mar”. Organizado por el Comité panameño Mar para Bolivia. Ciudad de Panamá 31 de agosto de 2010. Publicado en Revista Patria Grande, Año 3, número 27, junio 2010 www.patriagrande.org.bo

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Bolivia: la Región de Arica-Parinacota y las regiones de Tarapacá y Antofagasta y tres de los 9 Departamentos de Bolivia limitan con Chile: los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí.

El comercio de ampos países se incrementa día a día. En efecto las importaciones chilenas desde Bolivia y las exportaciones chilenas hacia el vecino país han crecido en términos considerables en los últimos años, aunque en honor a la verdad la Balanza Comercial ha sido y es desfavorable respecto de Bolivia.

Ahora bien, si consideramos las inversiones chilenas en Bolivia han crecido significativamente en los últimos años.

Respecto del tránsito de personas, podemos decir que es cada vez mayor el número de chilenas y chilenos, sobre todo estudiantes, que se siente atraído por visitar Bolivia.

En el caso de los residentes, las bolivianas y bolivianos constituyen el segundo grupo de importancia numérica, después de los argentinos. Son numerosos los estudiantes procedentes de Bolivia que estudian en Universidades chilenas, como también el creciente número de estudiantes chilenos, de las regiones del Norte Grande, que estudian en Bolivia.

Si se revisa la historia de las relaciones encontramos que desde el período prehispánico hubo contactos. En efecto se tiene conocimiento de la presencia de mitimaes provenientes del área altiplánica de la actual Bolivia en los sectores aledaños al valle del Mapocho, durante el Tawantinsuyo.

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En los tiempos coloniales la riqueza de Potosí permitió el envío desde la sede del Virreinato del Perú del Real Situado, que financió los gastos del Ejército hispánico en la frontera de Arauco y, además, constituyó la Villa Imperial un centro consumidor de mulares, charqui, grasa y artículos de cuero provenientes, entre otros, de Chile para el funcionamiento de las faenas mineras.

Es significativo, también, que el primer monasterio de las Carmelitas Descalzas fundado en Santiago de Chile haya sido efectuado por religiosas provenientes de la ciudad de Chuquisaca, la actual Sucre.

La llegada del proceso de emancipación favoreció la cooperación entre altoperuanos y chilenos. El caso más relevante fue el de Jaime de Zudáñez, un destacado doctor en Derecho, nacido en Chuquisaca, que tendría una activa participación en la llamada Patria Vieja chilena. El habría sido, según el historiador chileno Ricardo Donoso, el autor del Catecismo Político Cristiano y habría participado en la redacción del Reglamento Constitucional de 1812, que condicionaba el reconocimiento a Fernando VII a la aceptación de la autonomía chilena.

Años más tarde, la Confederación Perú-Boliviana, creada por el estadista boliviano Andrés de Santa Cruz contó con la participación de chilenos en cargos de máxima responsabilidad y, durante la guerra, propiciada por el ministro Diego Portales, el ex Director Supremo de Chile Bernardo O`Higgins fue un tenaz opositor al conflicto armado.

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El asesinato de Diego Portales, llevado a cabo por militares chilenos contrarios a la guerra, tuvo efectos diametralmente opuestos a los esperados y una contienda impopular el gobierno logró transformarla, consiguiendo llevar a cabo la Expedición Restauradora de la Libertad del Perú, la que al triunfar sobre las fuerzas de la Confederación, contribuyó a crear en Chile un sentimiento nacionalista, rayano en el chauvinismo y a una creciente descalificación del Mariscal Andrés de Santa Cruz, la que se ha proyectado en varios de los textos de estudio de Ciencias Sociales utilizados en Chile.

Las exploraciones chilenas en el Despoblado de Atacama llevaron a la explotación de guano en Mejillones, la que dio origen a reclamaciones bolivianas que sostenían que la presencia chilena en el área constituía un atentado a su soberanía. Sin embargo, el gobierno chileno estableció por una Ley de la República en 1842, que el límite norte de Chile comenzaba a la altura de los 23º de latitud sur, que si bien reconocía que Bolivia tenía litoral marítimo no representaba los planteamientos que postulaba que el límite entre los dos países estaba en el paralelo correspondiente a los 25º de latitud sur. Los reclamos bolivianos al no ser satisfechos por las autoridades chilenas provocaron que la Asamblea Nacional autorizara al gobierno de Bolivia para declarar la guerra a Chile.

La invasión de las islas Chincha del Perú por parte de la Armada española en 1865, favoreció la solidaridad entre los pueblos y gobiernos del Pacífico Suramericano con el país agredido. Dicha circunstancia contribuyó para alejar el flagelo de la guerra y, además, para la elaboración del

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primer tratado de límites entre Bolivia y Chile el año 1866. Dicho Tratado estableció como límite el paralelo 24 y la aplicación de medidas respecto al cobro de derechos de exportación de minerales entre los paralelos 23 y 25, los que se repartirían por partes iguales entre ambos Estados. Dicha medida, conocida como la de “medianería”, generó tal cúmulo de problemas, que terminó haciendo efímera la vigencia del acuerdo.

A esta altura la presencia de trabajadores, capitalistas y empresarios chilenos en el Departamento del Litoral de Bolivia era significativa. Chilenos conformaban la mayor parte de la recién creada ciudad de Antofagasta, que habían contribuido a fundar; así como la mayor parte de los trabajadores en el mineral de plata de Caracoles; empresas chilenas se hacían presente en el área. Una de ellas la del Ferrocarril y Salitres de Antofagasta, aunque conformada también con aportes británicos, pronto jugaría un rol significativo en la génesis del conflicto de 1879.

En 1874 se elaboró un nuevo tratado entre Bolivia y Chile el cual mantuvo el mismo límite, suprimiendo la medianería respecto al cobro de derechos de exportación, pero disponiendo que durante 25 años no se subirían los impuestos a las empresas chilenas que actuaban en el área. Precisamente un alza de impuestos acordada por las autoridades bolivianas va a ser resistida por los ejecutivos de la empresa más arriba mencionada, cuyos bienes fueron embargados y van a movilizar tropas chilenas hacia la zona, desembarcando el 14 de febrero de 1879 en Antofagasta, el día en el que se iba a proceder al remate de los bienes de la Compañía. Así se daba comienzo a la guerra, conocida como

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la guerra del Pacífico y, también, como la guerra del Guano y del Salitre.

Desde el año del inicio de la guerra, el territorio boliviano fue ocupado por las tropas chilenas. Entre tanto el gobierno chileno del presidente Aníbal Pinto con su Ministro de Relaciones Exteriores Domingo Santa María, quien le sucedió en la primera magistratura de la Nación, desarrolló la llamada “política boliviana” que consistía en lograr que Bolivia rompiera su alianza con Perú, y que junto con Chile enfrentara a su antiguo aliado, con la promesa, en el caso de triunfar, de entregarle los territorios peruanos de Tacna y Arica.

Los propósitos gubernativos de Chile no lograron convencer al Presidente boliviano Hilarión Daza.

El término de la guerra en 1883 favoreció la pronta suscripción del Tratado de Paz y Amistad con Perú, conocido como el Tratado de Ancón, el que además de disponer la cesión a perpetuidad de la región salitrera de Tarapacá a Chile dejaba en su poder por 10 años los territorios de Tacna y Arica, al cabo de las cuales un plebiscito decidiría el futuro de ellos, ya sea volviendo a la soberanía del Perú o quedando bajo la de Chile. Así Bolivia quedaba en un espacio que el gobierno chileno aspiró a ocupar para tener continuidad territorial con Tarapacá.

La paz con Bolivia no se pudo definir inmediatamente. Un tratado de Tregua suscrito en 1884 restituyó implícitamente a Chile el territorio situado ente los paralelos 23° y 24° y

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dejó bajo administración chilena el resto del Departamento Litoral de Bolivia.

La guerra fuera de las consecuencias territoriales, dejó una secuela de muerte y heridos, como también un clima de odiosidad, desvalorización y revanchismo que desde allí ha ensombrecido la relación entre nuestros pueblos. No está demás recordar las llamadas campañas de chilenización, que debió sufrir la población peruana de Tarapacá y Tacna.

No obstante que en 1895 se acordaron diversos tratados y protocolos que acercaron a Chile y Bolivia en términos tales que Chile a cambio de obtener el territorio del Departamento del Litoral se comprometía a entregar a Bolivia los territorios de Tacna y Arica si los ganaba en el plebiscito o en su defecto entregarle una caleta que permitiera que allí Bolivia pudiera construir un puerto suficiente para sus necesidades. Sin embargo, el exceso de desconfianza del gobierno del país vecino hacia Chile dificultó la concreción de estos acuerdos.

Sin embargo, en el año 1900, ya resuelta un período de conflictivas relaciones con Argentina, el gobierno chileno envió a La Paz como su representante a Abraham König quien con un tono abiertamente prepotente planteó a las autoridades bolivianas que debían perder las esperanzas de que Chile cedería litoral y destacó que la victoria deba derechos a Chile, sobre un territorio considerado valioso. Con esos planteamientos se ponía fin a la “política boliviana” impulsada por Domingo Santa María.

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Posteriormente se negociará el Tratado de Paz, suscrito en 1904. El estipulará, entre sus disposiciones más importantes, la cesión por parte de Bolivia de su litoral a Chile, a cambio de libre tránsito por puertos chilenos y la construcción de un ferrocarril desde Arica a la ciudad de La Paz.

Si bien es cierto que el tratado suscrito se elaboró estando los territorios bolivianos del litoral administrados por Chile, no es menos cierto que el gobierno boliviano libremente decidió sobre el tema, de acuerdo con las concepciones liberales que lo animaba. Para ello contó con mayoría en el Poder Legislativo de Bolivia.

Sin embargo, cabe destacar los planteamientos, que dos connotados chilenos, entre otros, formularon después de la ratificación del Tratado de 1904. Se trata de Luis Barros Borgoño el ex Canciller de los Tratados de 1895 y de Agustín Ross Edwards quienes postularon que Bolivia no debía perder su condición de país marítimo.

Desde la ratificación del Tratado de 1904 se consagra la mediterraneidad de Bolivia y desde allí arranca una visión bastante popularizada en el vecino país que el tratado de 1904 fue impuesto a Bolivia por la fuerza.

En 1908 después de una larguísima permanencia en Chile muere en Valparaíso, el ilustre bibliógrafo e historiador boliviano Gabriel René Moreno, quien fuera Profesor y Director de la Biblioteca del Instituto Nacional en Santiago. El constituyó un “puente” entre Bolivia y Chile, al decir del historiador boliviano Juan Siles Guevara.

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A comienzos del siglo es posible encontrar un sinnúmero de trabajadores bolivianas en las faenas salitreras.

Durante los gobiernos liberales del siglo XX fueron contratados profesores chilenos para trabajar en diversos establecimientos educacionales de Bolivia.

Al poco tiempo, de la firma del Tratado de 1904, diversos gobiernos liberales de Bolivia hicieron gestiones tendientes a modificar la situación mediterránea con la incorporación de Tacna y Arica, en poder transitoriamente de Chile, pero no lo lograron.

Posteriormente el republicano Bautista Saavedra, quien había asumido la dirección de los destinos de Bolivia en 1920, planteó lograr la invalidación del Tratado de 1904 ante la Liga de las Naciones, pero dichos planteamientos no fueron acogidos por el organismo internacional.

En el año 1921 el profesor chileno Carlos Vicuña Fuentes a través de su obra “La libertad de opinar, La cuestión de Tacna y Arica”, postuló que dichos territorios debían devolverse al Perú y que Chile debía entregar un corredor a Bolivia. Dichos planteamientos le provocaron su exoneración de la Administración Pública.

Conviene recordar que ante las tratativas para realizar el plebiscito para definir el futuro de los territorios de Tacna y Arica, el gobierno de los Estados Unidos de América que actuaba como árbitro, vio que éste era impracticable y propuso en 1926, a través del Secretario de Estado Frank B. Kellogg, la idea de entregar dichos territorios a Bolivia.

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El gobierno de Chile presidido por Emiliano Figueroa Larraín estuvo de acuerdo, no así el gobierno peruano encabezado por Augusto B. Leguía, quien planteó la idea de ceder un corredor a Bolivia.

En vista de que no se aceptó a plenitud la propuesta norteamericana, se procedió a las negociaciones directas entre los gobiernos de Chile y Perú, no obstante la aspiración del gobierno boliviano de de intervenir en ellas.

La solución al problema de Tacna y Arica, mediante el Tratado de Lima, suscrito por representantes de los gobiernos de Chile y Perú en 1929, con el apoyo del gobierno norteamericano, vio alejarse las posibilidades de satisfacción de las aspiraciones bolivianas de retornar al Pacífico. Tacna se devolvió a Perú y Arica se quedó en poder de Chile.

Hay que tener presente que un Protocolo Complementario de dicho Tratado, que en medio de las negociaciones se negó su existencia, estableció que Chile no podría ceder una parte o la totalidad de Arica a un tercer país sin el visto bueno del Perú y que el Perú no podría hacer cesión de Tacna a un tercero sin el visto bueno de Chile.

La Gran Depresión de 1929 no demoró en manifestarse en la economía de los países latinoamericanos. En Chile provocó una nueva crisis en la industria salitrera, la que trajo cesantía entre los trabajadores de la pampa, algunos de los cuales retornaron a Bolivia y otros emigraron hacia dicho país,

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donde contribuyeron a la formación del movimiento obrero boliviano.

La guerra del Chaco atrajo a 105 chilenos que se desempeñaron como oficiales en el Ejército de Bolivia y un número indeterminado de combatientes que se enrolaron como parte de la sub-oficialidad y la tropa. Dicha presencia dramatizada con la muerte de 3 oficiales durante la contienda provocó un cambio significativo en la percepción boliviana del chileno. La presencia de algunos de los ex combatientes chilenos en Bolivia, después de terminada la guerra, favoreció los lazos de amistad entre ambos pueblos, las que se profundizaron en la formación diversas familias chileno-bolivianas.

En plena guerra del Chaco y en los años inmediatamente posteriores varios ciudadanos chilenos se manifestaron a favor de mar para Bolivia. Entre ellos cabe destacar al militar, escritor, ex parlamentario y ex ministro Aquiles Vergara Vicuña, el poeta Vicente Huidobro y el militante del Partido Latinoamericano Ismael Valdés Alfonso.

La post guerra favoreció también la colaboración militar y eclesiástica. Jóvenes cadetes bolivianos se graduaron en la Escuela Militar de Chile y seminaristas de Bolivia estudiaron en el Seminario Pontificio de Santiago. Sacerdotes chilenos visitaron y/o vivieron algún tiempo en Bolivia. Entre ellos cabe mencionar al jesuita Alberto Hurtado Cruchaga.

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Durante varios años no se tocó oficialmente el tema marítimo hasta el gobierno del general Enrique Peñaranda (1940-1943).

En 1950 durante los gobiernos de Mamerto Urriolagoitía de Bolivia y Gabriel González Videla de Chile, se materializaron negociaciones en torno a la llamada tesis del “corredor”, en las cuales se presentaron proposiciones concretas que habrían permitido a Bolivia el retorno al Pacífico, a través de un corredor soberano, unido con el territorio de Bolivia al norte de Arica, fronterizo con el Perú. y proyectos de regadío e hidroeléctricos de beneficio para la extremo Norte de Chile.

Dichas negociaciones fracasaron debido a la oposición de sectores de la ciudadanía de Arica y La Paz, ante la cual Chile aparecía en una actitud abusiva respecto de Bolivia según expresiones del escritor boliviano Franz Tamayo.

La Revolución Boliviana iniciada en 1952 generó una corriente de exiliados hacia Chile y por otra parte va a concitar la simpatía de algunos sectores políticos y laborales chilenos.

En enero de 1955 presidente Víctor Paz Estenssoro visitó Arica y junto al presidente Carlos Ibáñez del Campo suscribieron un Tratado de Complementación Económica de mutuo beneficio. Luego el presidente Ibáñez, en agosto de ese año, visitó La Paz, siendo el primer Jefe de Estado de Chile en viajar a Bolivia. Su presencia fue una oportunidad de mostrar el agradecimiento de Bolivia al gobierno y a los trabajadores portuarios de Chile por no haber favorecido el

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bloqueo, que habían logrado imponer los expropiados “barones del estaño” después de la nacionalización. Así el gobierno de Chile y los trabajadores portuarios chilenos favorecieron la importación de equipos e insumos para dicha actividad minera, como la exportación del mineral por puertos chilenos.

Sin embargo este clima de cooperación en medio del cual los bolivianos residentes en Chile pudieron desarrollarse sin dificultades significativas, se vio abruptamente interrumpido por la ruptura de relaciones diplomáticas acordadas por el gobierno de Bolivia en 1962 por la decisión chilena de seguir adelante con el proyecto de la utilización de las aguas del río Lauca, caudal de carácter binacional.

No obstante los intentos de acercamiento de los gobiernos de los presidentes Frei Montalva y Allende enmarcados dentro de una política latinoamericanista, la máxima relación se dio en la participación conjunta de Chile y Bolivia en el Pacto Andino.

Durante los años del gobierno militar se llevaron a cabo los dos últimos acercamientos relacionados con el tema de la mediterraneidad boliviana.

En efecto, se trata de las negociaciones de 1975 terminadas en el más estruendoso fracaso en 1978 con la ruptura de relaciones diplomáticas con Chile y las conversaciones de 1986 que no prosperaron, no obstante la buena disposición inicial mostrada por el gobierno chileno. El término de dichas conversaciones en 1987 antes de que propiamente se

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discutiera la propuesta boliviana, creó un clima de desconfianza en Bolivia hacia Chile.

Durante el gobierno militar, más concretamente después de la ruptura de relaciones, se empezaron a manifestar opiniones favorables a la salida al mar para Bolivia. Entre ellas cabe destacar las formuladas por el Profesor Pedro Godoy Perrin y algunos ciudadanos chilenos que integrarían el Centro de Estudios Chilenos (CEDECH), organización partidaria de mar para Bolivia.

A partir de 1988, a raíz de un viaje a Bolivia de profesores y estudiantes del Instituto Profesional de Estudios Superiores “Blas Cañas” de la ciudad de Santiago, se constituyó el Centro de Amistad Chileno-Boliviano, que a comienzos de 1990 reactivó el Instituto Chileno-Boliviano de Cultura. Dicho favoreció otros viajes a Bolivia y desarrolló diversas actividades de extensión y comunicación cultural, que ayudaron al mutuo conocimiento.

El inicio del proceso de redemocratización en Chile, a partir de 1990, con el gobierno de patricio Aylwin Azócar, abrió expectativas en Bolivia sobre el tema, pero no se avanzó nada en torno al tema marítimo, no obstante haber mejorado sustancialmente las relaciones a nivel económico y haberse suscrito un Acuerdo de Complementación Económica.

Los gobiernos de la Concertación de Paridos por la Democracia desde 1990 hasta el 2000 han insistido que el tema es bilateral, por lo tanto se han opuesto a incorporar al Perú en cualquier conversación y en los comienzo de una

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negociación, como también que el tema pueda ser tratado en organismos internacionales.

Si bien durante el gobierno de Ricardo Lagos éste ofreció la posibilidad de un puerto a Bolivia a modo de concesión ello no prosperó.

A partir de 1999 el Cónsul General de Bolivia en Chile Mariano Baptista Gumucio apoyó, junto con Instituto Internacional de Integración del Convenio Andrés Bello, una iniciativa del Profesor Fernando Cajías de la Vega, Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y del Profesor Eduardo Devés Valdés de la Universidad de Santiago de Chile (USACH). Esta iniciativa se tradujo en la realización del Primer Encuentro Boliviano-Chileno de Cientistas Sociales, historiadores e intelectuales en la ciudad de La Paz. Desde allí se han llevado a cabo ocho Encuentros siendo sus anfitriones, la UMSA, la Universidad “Arturo Prat” de Iquique, la USACH, la Universidad de Aquino Bolivia, Sede de Santa Cruz de la Sierra (UDABOL), la Universidad de Valparaíso y la Fundación “Huáscar Cajías” de La Paz. Dichos encuentros han posibilitado el mutuo conocimiento y la producción de algunos libros.

Durante el gobierno de Michelle Bachelet se elaboró una agenda de 13 puntos, uno de los cuales se refiere al tema marítimo, no se ha logrado avanzar en términos que impliquen la entrega de un puerto con soberanía.

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En el actual gobierno de Chile el Presidente Sebastián Piñera ha sido enfático que no es partidario de una cesión de territorio con soberanía a Bolivia. Sin embargo, en estas últimas semanas se han expresado públicamente a favor de solucionar el tema que nos separa, Juan Emilio Cheyre, ex Comandante en Jefe del Ejército, tomando como referente los acuerdos derivados del abrazo de Charaña. Luego el actual Ministro de Defensa Jaime Ravinet de la Fuente ha considerado que este es un buen momento para resolver el tema marítimo con Bolivia, debido a la estabilidad del gobierno de Evo Morales, aseveración en la que ha coincidido Juan Gabriel Valdés ex Ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno de Eduardo Frei Ruíz-Tagle.

Pero lamentablemente, el Canciller Alfredo Moreno, en entrevista con CNN, ha reiterado la posición planteada por el Presidente Piñera. Dicho planteamiento ha aparecido en el día de hoy en El Mercurio de Santiago.

Los desafíos

Las relaciones entre los pueblos están llamadas, desde una perspectiva ética, a la cooperación y a la amistad. El respeto, la verdad y la justicia, deberían ser sus bases.

Considero que si hay algo que entorpece nuestra relación, además del tema marítimo, son los prejuicios que tenemos unos respecto de los otros. De allí que la superación de los prejuicios constituye una tarea concreta a realizar en torno a cualquier proceso de integración.

Pienso que un medio apropiado para superar los prejuicios que hay entre nosotros es el conocimiento mutuo y que la

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mejor manera de hacerlo es a través de viajes que nos permitirían conocernos en el ambiente en el cual vivimos.

Conclusiones

La posición oficial de Chile respecto de la demanda marítima boliviana no ha sido la misma a través del tiempo, no obstante que algunos ciudadanos han creído y creen lo contrario.

Las propuestas chilenas sobre el tema marítimo no suponen modificar el Tratado de 1904, sino la suscripción de otro que complemente el anterior. Sin embargo El Mercurio de Santiago, el periódico más importante del país, ha sido persistente en que cualquiera negociación de Chile con Bolivia supone modificar el Tratado mencionado, lo que implica ignorancia o mala fe.

Los planteamientos de los diferentes gobiernos chilenos partidarios de solucionar el diferendo marítimo, han implicado promesas y generado expectativas que algún día hay que cumplir, para lograr entre Chile y Bolivia una amistad y cooperación sin sombras.

Además de la posición oficial, hay destacar que ha habido ciudadanos chilenos y organizaciones de la sociedad civil que han tomado una postura decidida para que, a través de negociaciones diplomáticas, Bolivia recupere su cualidad marítima.

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Los responsables de solucionar el diferendo no son exclusivamente los gobiernos de Chile y Bolivia, sino también el gobierno del Perú. Corresponde pasar, decididamente, de un enfoque bilateral a uno trilateral.

También cabe un rol a las personas y a la sociedad civil. De una manera especial a las Universidades, las Iglesias, las organizaciones de los trabajadores, empresarios y estudiantes.

Hay que conocer la historia de las relaciones, con sus luces y sombras, tal como lo han hecho los diplomáticos y escritores Walter Montenegro de Bolivia y el chileno Oscar Pinochet de la Barra, y, luego divulgarla.

Por último tenemos la obligación de conocernos, porque así superaremos los prejuicios que existen entre nosotros, que no ayudan en nada a la solución del diferendo marítimo.

Fuentes

Araníbar Quiroga, Antonio “Bolivia, Chile y Perú: Hacia un futuro compartido”, La Paz, Plural editores, 1999.

Baptista Gumucio, Mariano “Chile-Bolivia. La Agenda Inconclusa”, Santiago de Chile, edición del autor, 1999.

Carrasco Delgado, Sergio “Historia de las Relaciones Chileno-Bolivianas”, Santiago de Chile, Editorial Universitaria y Universidad de Concepción, 1991.

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Cavieres Figueroa, Eduardo y Cajías de la Vega, Fernando (Coord..) “Chile-Bolivia, Bolivia-Chile 1820-1930. Desarrollos Políticos, Económicos y Culturales”, Valparaíso, Ediciones Universitarias de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, 2008.

Devés Valdés, Eduardo, Forteza Chávez, Roxana y Jeffs Castro, Leonardo (Coordinadores) “Bolivia-Chile: Figuras Intelectuales Compartidas”, Santa Cruz de la Sierra, Universidad de Aquino-Bolivia y Universidad de Valparaíso, 2008.

El Mercurio, Santiago de Chile, 14 de agosto de 2010.

Godoy Perrin, Pedro "Chile versus Bolivia: otra mirada", Santiago de Chile, Ediciones Nuestra América, 2004.

González Miranda, Sergio “Arica y la Triple Frontera. Integración y Conflicto entre Bolivia, Perú y Chile”, Iquique, edición del autor, 2006.

Jeffs Castro, Leonardo “Encuentros y desencuentros: Chile y Bolivia y 1928-1935”, Santiago de Chile, Ediciones Pampa Desnuda, 2005.

La Tercera, “Reportajes” y “Opinión”, Santiago de Chile, 1º , 8 y 11 de agosto de 2010.

Montenegro, Walter “Oportunidades perdidas. Bolivia y el mar”, La Paz-Cochabamba, Editorial “Los Amigos del Libro”, 1987.

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Ostria Gutiérrez, Alberto “Una obra y un destino. La política internacional de Bolivia después de la guerra del Chaco”, Buenos Aires, Editorial Ayacucho, s.f.

Pinochet de la Barra, Oscar “Chile y Bolivia:¡ Hasta cuándo!”, Santiago de Chile, LOM Ediciones, 2004.

Rodríguez Elizondo, José Las crisis vecinales del gobierno de Lagos”, Buenos Aires, La Tercera y Ramdom House Mondadori, 2006.

Vergara Vicuña, Aquiles “Bolivia y Chile. Lecciones del pasado. Advertencias para el Porvenir”, La Paz, Imprenta Intendencia General del Ejército, 1936.

Vicuña Fuentes, Carlos “La libertad de opinar y el problema de Tacna y Arica”, Santiago de Chile, Imprenta, litografía y encuadernación Selecta, 1921.

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PALABRAS DE AGRADECIMIENTO A NOMBRE DE LA DELEGACION CHILENA EN ACTO DE INAUGURACION DEL XI ENCUENTRO BOLIVIA- CHILE DE CIENTISTAS SOCIALES, HISTORIADORES E INTELECTUALES75

En mi calidad de Presidente de la Asociación Chilena de Historia de las Relaciones Internacionales y como participante de todos los Encuentros Boliviano-Chilenos que se han llevado a cabo desde 1999 a la fecha quiero rendir, en primer lugar, un homenaje a la memoria de don Joaquín Aguirre Lavayén, partícipe en varios de nuestros Encuentros y ejemplo de empresario e integracionista latinoamericanista.

Deseo expresar nuestros agradecimientos a:

 a la Universidad de Aquino Bolivia, que por tercera vez organiza este Encuentro (2005-2007-2011) y, en especial, a Roxana Forteza por hacerlo posible una vez más.

 al Instituto de Relaciones Internacionales de Santa Cruz, al Comité Cívico Femenino, al Comité Pro Santa Cruz, al Gobierno Departamental Autónomo de Santa Cruz, al Colegio de Profesionales de Relaciones Internacionales, a la Fundación Nueva Democracia, a la Asociación Boliviana de Economía Política de la Globalización y al Museo de Historia y

75 Santa Cruz de la Sierra, 13 de octubre de 2011

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Archivo Regional Santa Cruz de la Sierra de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, por su apoyo a este Encuentro.

 Nuestra delegación comprende de norte a sur a académicos y estudiantes de la Universidades Arturo Prat (Iquique), Católica del Norte (Antofagasta), Valparaíso, Técnica Federico Santa María (Valparaíso), Nacional Andrés Bello, de Chile, de Santiago de Chile, Bernardo O’Higgins (Santiago) y Concepción, con diferentes opciones políticas, ideológicas y de fe que nos hemos unido con el propósito de buscar el entendimiento y la cooperación entre nuestros pueblos.

 Además la integran representantes del Museo Regional de Iquique, del Comité de Reencuentro Chileno-Boliviano de Santiago de Chile y del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.

 A través de los Encuentros hemos estado compartiendo ciudadanas y ciudadanos de Bolivia y Chile desde 1999 y hemos estado en La Paz, en Iquique, en Viña del Mar, en Santiago de Chile y esta acogedora ciudad.

 Estos Encuentros nos han permitido intercambiar experiencias y puntos de vista sobre nuestra historia pasada y del tiempo presente y los desafíos que nos señala nuestra realidad.

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 A partir de estos Encuentros han surgido libros como Chile- Bolivia, Bolivia-Chile 1820-1930…. coordinado por Eduardo Cavieres Figueroa de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y Fernando Cajías de la Vega de la Universidad Mayor de San Andrés y el 2008 Bolivia-Chile: Figuras intelectuales compartidas, coordinado por Eduardo Devés Valdés, Roxana Forteza Chávez y el suscrito, como también nos han ayudado para desarrollar y mejorar nuestras propias investigaciones.

 Estos Encuentros han permito iniciar amistades entre nosotros no sólo entre bolivianas y bolivianos con nosotros, sino también entre chilenas y chilenos, algunas de las cuales se han manifestado muy profundas.

 Estos Encuentros nos han permitido darnos cuenta de la diversidad boliviana, no sólo en el ámbito geográfico físico, sino en el étnico, lingüístico y cultural y de lo muchos aspectos que nos unen, que son más que los que nos separan.

 Estos Encuentros nos han permitido comprender que tenemos que desempeñar un rol en las relaciones entre Bolivia y Chile. Queremos hacer oír nuestra voz. Tenemos la ventaja de ser universitarios, es decir personas que tienen como vocación el servicio al país, con independencia y espíritu crítico. Constituimos parte de los actores no estatales de las relaciones internacionales; estamos muy conscientes

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y orgullosos de ello y dispuestos a seguir desempeñando ese rol.

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EVO MORALES AYMA EN LA PRESIDENCIA DE BOLIVIA.76

La llegada de Evo Morales Ayma a la Presidencia de Bolivia respondió a los profundos anhelos de cambios en gran parte de la población del país vecino.

Se trataba de un rechazo a las políticas neoliberales y a la búsqueda de una sociedad que favoreciera los intereses de los sectores más pobres.

En la elección que lo llevó a la presidencia obtuvo un 53,73 de los votos, constituyéndose en el primer presidente, desde el inicio del proceso de redemocratización en 1982, que ha ganado una elección presidencial por mayoría absoluta.

En el transcurrir de su primer gobierno (2006), fue ganando una mayor cuota de apoyo, de tal manera que en la última elección (para el período 2010-2015) logró un 64% de los sufragios.

Entre sus realizaciones cabe mencionar la reivindicación de los indígenas, la nacionalización de los hidrocarburos el 1° de mayo del 2006, la campaña de alfabetización, la entrega de bonos a los sectores populares y la promulgación de una nueva Constitución Política.

76 Viña del Mar 22 de febrero de 2012. Inédito.

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Sin embargo, no es posible ignorar que el gobierno ha cometido graves errores como ser haber desconocido la existencia del mestizaje en la población acentuando el carácter indígena, sobrevalorar a los aymaras, en detrimento de los otros sectores indígenas, no haber implementado debidamente la nacionalización de los hidrocarburos, quedando a merced de los intereses de las trasnacionales, el haberse enfrentado con la Jerarquía de la Iglesia Católica, que se había caracterizado, en los últimos años en la lucha por los Derechos Humanos y la Democracia, el demostrar una abierta discriminación en contra de las Universidades estatales, favoreciendo a las privadas, el haber tratado de traidores a los que desde la izquierda han criticado algunas acciones del gobierno.

No obstante lo dicho el gobierno constitucional seguía contando con un gran apoyo en las encuestas hasta el 2010.

Ahora bien, dicho apoyo bajó, en términos significativos el año recién pasado, en parte por el llamado “gasolinazo”, que pretendió aumentar considerablemente los precios de los combustibles, y al deseo gubernamental de trazar una carretera que atraviese el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Securé (TIPNIS), ubicado en el Oriente boliviano, contrariando a la población indígena del área.

No es nuestro propósito que Bolivia vuelva atrás en la historia y que se retorne a las políticas neoliberales y que los sectores populares se vean sujetos a la explotación y la

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marginación, pero sería bueno recordar que varios gobiernos latinoamericanos con clara vocación nacional y popular han caído, entre otros factores por el autoritarismo, el sectarismo y la ineficiencia.

Las amenazas para el gobierno de Evo Morales no vienen sólo de las trasnacionales, del gobierno norteamericano y de los sectores oligárquicos sino también de su propio actuar y de el de sus partidarios.

Nunca es tarde para rectificar.

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ANEXO FOTOGRÁFICO

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ÍNDICE

A MODO DE PRESENTACIÓN 3 PERÍODO 1971-1973 21 RECUERDOS 22 Recordando a Néstor Paz Zamora en el primer 22 aniversario de su muerte INSTITUTO CHILENO-BOLIVIANO DE 26 CULTURA DE ANTOFAGASTA Primera memoria anual 26 Saludo 31

ENTREVISTA 34 Capo de izquierda cristiana: creo que hay que 34 darle un puerto a Bolivia al norte de Arica ARTÍCULOS Y NOTAS DE OPINIÓN 38

Iglesia Joven repudia al actual gobierno de 38 Bolivia La dramática lucha de Bolivia 40

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PERÍODO 1984-1990 45 CARTAS A DIRECTOR Y OTRAS 46 Señor Director diario El Mercurio de Santiago 46 de Chile. Carta a Mariano Baptista Gumucio 48 Carta a Andrés Soliz Rada 49 ENTREVISTAS 51 Profesor Jeffs: “Nunca propuse entregar Arica 51 a los bolivianos” Entrevista en Radio Cristal de La Paz, Bolivia 53 Entrevista en la Radio Nueva América en La 59 Paz, Bolivia ARTÍCULOS Y NOTAS DE OPINIÓN 64 Las conversaciones chileno-boliviana 64 El alejamiento del Cónsul General de Bolivia 66 Jorge Siles Salinas Una experiencia inolvidable 69 50 años de paz en El Chaco 72

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PERÍODO 1990-2012 75

PRÓLOGOS 76

Prólogo al libro “Arica y la triple frontera. 76 Integración y conflicto entre Bolivia, Perú y Chile” de Sergio González Miranda

Aproximaciones a un balance de la historia de 80 las relaciones chileno-bolivianas a modo de estudio preliminar sobre “Chile y Bolivia: limitaciones y obstáculos que inciden en la relación bilateral. 1975-1990” de Víctor Rojas

RECUERDOS Y HOMENAJES 90 Recordando a Mario Campuzano Guerra 90

Recordando a don Fidel Araneda Bravo 92

María Eugenia del Valle de Siles 93

Don Aquiles Vergara Vicuña 94

Don Hernán Siles Suazo 97

Alejandro Hales, embajador de Chile en 100 Bolivia

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Recuerdos sobre el historiador boliviano José 102 Luis Roca y su relación con Chile

Don Joaquín Aguirre Lavayén 106

INSTITUTO CHILENO BOLIVIANO DE 108 CULTURA

Memoria de un año de trabajo 108

Homenaje al CLXVIII aniversario de la 111 fundación de Bolivia

Saludo a Bolivia en el 169° aniversario de su 113 fundación

CARTAS AL DIRECTOR Y OTRAS 115

Las Relaciones chilenas-bolivianas 115

Diplomático boliviano 118

Carta al director de “Las Ultimas Noticias” de 120 Santiago de Chile

Carta a don Alberto Crespo Rodas 122

Carta a Andrés Solíz Rada 124

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Carta a Jorge Siles Salinas 125

Relaciones chileno–bolivianas 127 ENTREVISTAS 128

Según estimaciones: “buen momento” para 128 reanudar lazos con Bolivia

Si o no a una salida al mar para Bolivia 130

Escritor chileno, pro-boliviano habla sobre 134 tema marítimo

La relación Bolivia-Chile, una constante pelea 140 de “pololos”

Leonardo Jeffs coincide con críticas de 147 presidente Mesa a Ricardo Lagos. Experto abre polémica: “Chile debería darle una salida a Bolivia”

Historiador opinó que lo más apropiado para 150 Bolivia es ser un estado federal

ARTÍCULOS, NOTAS DE OPINIÓN Y 153 PONENCIAS Una síntesis americana 153

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De las falsas percepciones a la superación de 155 los prejuicios: una propuesta para mejorar las relaciones chileno-bolivianas Reflexiones 170

La visita del presidente Sánchez de Lozada a 172 Chile La democracia boliviana 174 Bolivia entre la angustia y la esperanza 176

¿Resurrección de “las fronteras ideológicas”? 182 Algunas consideraciones que habría que tener 184 en cuenta en las relaciones de Chile con Bolivia, y algunas propuestas derivadas de ellas Las paradojas de la historia: las relaciones de 193 Chile con Bolivia y Paraguay durante la Guerra del Chaco UNASUR y la crisis boliviana 196 Chile y la demanda marítima boliviana 198 Palabras de agradecimiento a nombre de la 218 delegación chilena en acto de inauguración del XI Encuentro de Historiadores, Intelectuales y

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Cientistas Sociales Bolivia – Chile Evo Morales Ayma en la presidencia de 222 Bolivia ANEXO FOTOGRÁFICO 225

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