Compositio» En El Canto I Del «Poema
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La Compositio en el canto I del Poema Heroico de las necedades y locuras de Orlando el enamorado de Quevedo Marta González Miranda El estudio de la compositio ha sido un tanto descuidado en los análisis retóricos modernos; en efecto, el análisis del ornatus elocutivo se de- tiene sobre todo en los tropos y figuras, y olvida el encadenamiento de las palabras y grupos de palabras en el discurso. El ornatus atiende dos niveles básicos: por un lado la elección de palabras, y por otro su com- binación fonética y sintáctica. La elección de palabras está relacionada con los tropos y figuras, y de la combinación fonética y sintáctica de las palabras se ocupa la compositio, objeto de estudio de este trabajo. La compositio estudia, pues, la estructura sintáctica y fónica de los grupos de palabras, esto es, analiza sus constituyentes y sus distintas posibili- dades de distribución en el discurso. Se centra en las relaciones que man- tienen las cláusulas, bien entre ellas al conformar una unidad superior bien entre estas mismas cláusulas y la categoría superior que las englo- ba. Los tratados de retórica suelen distinguir entre dos tipos generales de compositio: el estilo suelto y el período1. Aristóteles habla de un estilo seguido y otro periódico. Afirma: «Digo estilo seguido el que no tiene fin por sí mismo, si no termina el asunto expuesto [...] el periódico es el distribuido en períodos; llamo período a un trozo que tiene principio y fin en sí y por sí mismo, y una extensión abarcable a la mirada [...] tie- ne número, lo cual es lo más fácilmente recordable de todo»2. Demetrio mantiene la división de Aristóteles3, y más tarde la recogerá también En el tratado de Aquila Romanus se propone la distinción etre oratio soluta, oratio perpetua y período (Aquilae Romani defiguris sententiarum et elocutionis, en Halm, Carolus, ed., Rhetores latini minores, Frankfurt, Teubner, 1963, p. 27). Esta división va a seguirla Lausberg, Heinrich, Manual de retórica literaria, Madrid, Gredos, 1991, pp. 302-309. Aristóteles, Retórica (III, 9), ed. Antonio Tovar, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1985, pp. 195-196. Demetrio distingue entre el estilo suelto y el período. El período se caracteriza por la estrecha trabazón de sus miembros, que se entrelazan sosteniéndose unos a otros «como las piedras que soportan techos abovedados y se mantienen unidas», por el AISO. Actas VI (2002). Marta GONZÁLEZ MIRANDA. La «Compositio» en el canto I del... 930 Marta González Miranda Quintiliano4. El criterio de su definición es lógico-semántico, pero am- bos tipos se corresponden con estructuras sintácticas dominantes. Así, Antonio Azaustre y Juan Casas consideran en su síntesis de la retórica que el contenido de un texto en estilo suelto «se corresponde con una sintaxis donde domina la coordinación y la yuxtaposición» y «la traba- zón conceptual del estilo periódico se corresponde con los distintos tipos de interordinación y subordinación»5. Lo que define el estilo suelto y el período es su forma de enlazar, disponer y ordenar las ideas, al margen de esquemas sintácticos prefijados, aunque ciertas estructuras sintácticas se muestren más idóneas para plasmar la unión de las ideas. La retórica establece una tipología dentro del período, y así distingue entre período de miembros o incisos y período circular. El período de miembros supone el desarrollo de una idea mediante su amplificación: enumeración de sus constituyentes, reiteración sinonímica, etc. Esto im- plica la mayor presencia de la coordinación (yuxtapuesta o no). Este es- quema sintáctico aproxima el período de miembros al estilo suelto, del que se diferencian por el enlace de ideas que impera en el período fren- te a la sucesión inconexa de las mismas que muestra el estilo suelto. El período circular posee una estructura cíclica que se sustenta en dos constituyentes fundamentales —prótasis y apódosis— que se cie- rran en un círculo al implicar el primero al segundo semántica y sin- tácticamente. Este encadenamiento de elementos adyacentes supone una mayor presencia de la subordinación y otras relaciones sintácticas (con- dicionales, comparativas, adversativas, etc.) diferentes de la coordina- ción copulativa y la yuxtaposición, que predominan en el período de miembros. En este trabajo trataré de aplicar esta delimitación de la compositio retórica al primer canto del Poema heroico de las necedades y locuras de Orlando el enamorado, de Quevedo6. El Poema heroico, obra que contrario, los miembros de un estilo suelto se amontonan sin conexión ni soporte, «se parecen a piedras que han sido puestas sin más, unas junto a otras, y que se en- cuentran desunidas». Demetrio, Sobre el estilo (I, 12-13), ed. José García López, Madrid, Gredos, 1979, pp. 32-33 Quintiliano diferencia entre un discurso suelto —oratio soluta— y otro «sujeto y entre- lazado» —oratio viñeta atque contexta— que se corresponde con el período. Según este autor, el estilo suelto tiene un ritmo mucho más relajado que el periódico; el estilo pe- riódico se caracteriza por la presencia del numerus, y, en el plano del contenido, encie- rra un pensamiento completo abarcable por la memoria. Quintiliano, Institutio oratoria (IX, 4, 19-21), ed. Jean Cousin, París, Les Belles Lettres, 1975-1980, pp. 236-237. Azaustre, Antonio y Casas, Juan, Manual de retórica literaria, Barcelona, Ariel, 1997, p.146. Quevedo, Francisco de, Obra poética III, ed. José Manuel Blecua, Madrid, Castalia, 1971, pp. 411- 452. AISO. Actas VI (2002). Marta GONZÁLEZ MIRANDA. La «Compositio» en el canto I del... La Compositio en el canto I del Orlando de Quevedo 931 parodia los poemas épicos caballerescos, en concreto el Orlando Innamorato de Boiardo7, es, sin duda, el poema estelar dentro del am- plio catálogo paródico de Quevedo8. El autor compuso dos cantos ente- ros y el comienzo del tercero del Poema heroico de las necedades y lo- curas de Orlando el Enamorado, un total de 214 octavas, es decir, uno de los mayores esfuerzos de toda su obra poética. En el conjunto de su obra en verso representa lo mismo que La hora de todos con respecto a su obra en prosa: la culminación de su poesía satírica burlesca y un compendio de los recursos de su vena festiva. El Poema heroico se in- cluye dentro de la musa novena, Urania, dedicada a la poesía religiosa, pero Aldrete —en sus anotaciones al Poema— afirma que «este poema no es de la musa Urania. Por haber llegado tarde a la imprenta, se puso en este lugar»9. El título Poema heroico de las necedades y locuras de Orlando el enamorado advierte a los lectores del carácter de la obra, pues la pala- bra heroico utilizada con frecuencia en la poesía épica contrasta inme- diatamente con los términos necedades y locuras que aparecen a conti- nuación, y el hecho de aunarlos en una misma frase informa de la intención paródica que caracteriza al Poema. Además, el título indica el asunto de la obra: Quevedo se propone cantar las necedades y locuras que el paladín Orlando comete arrebatado por su amor hacia la hermo- sa y seductora Angélica, pero el poema se interrumpe —recordemos que está incompleto— justo cuando Orlando se dispone a cometer su primera «locura» por amor, pues abandona clandestinamente París, la corte y al emperador, y se va en busca de su amada. Antes el poeta ha contado la fiesta que el emperador Carlomagno prepara en París por la Pascua; la llegada a la ciudad de Angélica y su hermano Argalía; el desafío que ésta propone al emperador y a sus paladines —los reta a batirse en due- lo con su hermano, de modo que el que logre vencerlo obtendrá como premio a Angélica, y el que sea vencido se convertirá en esclavo de Argalía—; el combate de Argalía con dos caballeros —Astolfo y Ferragut— y la fuga de Angélica y su hermano. Hay que hacer hinca- pié en los términos fiesta, llegada, desafío, combate y fuga, que aluden a acontecimientos característicos de todo poema épico y que Quevedo resalta en su obra para lograr el efecto paródico pretendido. El Orlando, como parodia del Orlando Innamorato y de la poesía épica, cuenta en su estructura con todas las partes que constituyen un 7 El asunto de este poema quevediano procede directamente del canto I y de 29 es- trofas del Canto II del Orlando Innamorato de Boiardo. 8 Conviene destacar sus parodias de la mitología, de la poesía lírica y del Romancero. 9 Cito por Blecua, op. cit. (nota 6) p. 452 AISO. Actas VI (2002). Marta GONZÁLEZ MIRANDA. La «Compositio» en el canto I del... 932 Marta González Miranda poema épico —proposición, invocación, dedicatoria y narración— aun- que el contenido de cada una de ellas está trastocado, pues el autor lo orienta siempre hacia una esfera burlesca y cómica. Los versos inicia- les de los poemas épicos contienen, generalmente, lo que suele llamar- se proposición, que «no es más que el lugar primero de la obra, a do propone el poeta lo que intenta tratar»10. En el Poema Que vedo «canta» los disparates, las locuras y los furores de Orlando, las «desventuradas aventuras de Ferragut y los embustes de Angélica». Es más, a Orlando se lo moteja de loco y Angélica es para Quevedo una «niña buscona y doncellita andante», con el consiguiente sabor prostibulario, quedando así lapidariamente invertido el carácter solemne y heroico del arqueti- po. Canto los disparates, las locuras, los furores de Orlando enamorado, cuando el seso y razón le dejó a escuras el dios enjerto en diablo y en pecado; y las desventuradas aventuras de Ferragut, guerrero endemoniado; los embustes de Angélica, y su amante, niña buscona y doncellita andante. Hembra por quien pasó tanta borrasca el rey Grandonio, de testuz arisco, a quien llamaba Angélica la Chasca, hablando a trochimochi y abarrisco.