The Pennsylvania State University the Graduate School College of the Liberal Arts
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The Pennsylvania State University The Graduate School College of the Liberal Arts KILLING THE FATHER, KILLING THE CHILDREN: DIALOGUES ON POLITICAL VIOLENCE BETWEEN MEXICAN HISTORY, NOVEL AND FILM (1959-2013) A Dissertation in Spanish by Tomás Hidalgo Nava © 2015 Tomás Hidalgo Nava Submitted in Partial Fulfillment of the Requirements for the Degree of Doctor of Philosophy August 2015 The Pennsylvania State University The Graduate School College of the Liberal Arts MATAR AL PADRE, MATAR AL HIJO: DIÁLOGOS SOBRE LA VIOLENCIA POLÍTICA ENTRE LA HISTORIA, LA NOVELA Y EL CINE MEXICANOS (1959-2013) A Dissertation in Spanish by Tomás Hidalgo Nava © 2015 Tomás Hidalgo Nava Submitted in Partial Fulfillment of the Requirements for the Degree of Doctor of Philosophy August 2015 ii The dissertation of Tomás Hidalgo Nava was reviewed and approved* by the following: Julia Cuervo-Hewitt Associate Professor of Spanish Dissertation Advisor Chair of Committee Mary E. Barnard Associate Professor of Spanish Thomas O. Beebee Edwin Erle Sparks Professor of Comparative Literature and German Judith Sierra-Rivera Assistant Professor of Spanish and Latina/o Studies Sarah J. Townsend Assistant Professor of Spanish Paola E. Dussias Professor of Spanish, Linguistics and Psychology Head of the Department of Spanish, Italian & Portuguese *Signatures are on file in the Graduate School. iii ABSTRACT Political violence has been present in pre- and post-revolutionary Mexico. Historians, novelists, and filmmakers have offered different, contrasting views on the ways this kind of violence has permeated the relations of power in that country. From an interdisciplinary perspective, this study explores the literary and cinematic representations of those cycles of violence where the powerful dictators, caudillos, and political candidates either are killed by their “political offspring” or become the killers of their possible heirs. Many of the works that I am analyzing question the ability of History to grasp truth and convey accurate accounts. One of the main objectives of this study is to analyze the role of both forms of art in providing a counterdiscourse with regard to the official and accepted versions about crucial historical events that had repercussions in contemporary Mexico, such as the Mexican Revolution of 1910 and the implementation of neoliberal reforms in the 1980s and 1990s. In addition, I am establishing links for the first time between recent novels and films—many of them created in the twenty-first century and scarcely studied—and other works whose virtues have not yet been fully recognized. Many of this works not only contradict the narratives of the established power, but they also subvert the conventions of subgenres such as the novel and film of the Revolution, the political thriller, and the detective novel. With my dissertation, I intend to open new avenues for the study of literary and audiovisual arts as vehicles of awareness and criticism with regard to the perverse functions of violence in Mexican and Latin American societies. iv TABLA DE CONTENIDO AGRADECIMIENTOS .................................................................................................................. v INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 1 CAPÍTULO I.- Antiheroísmo y fracaso en la novela Expediente del atentado, de Álvaro Uribe, y en la película El atentado, de Jorge Fons ..................................................................................... 40 CAPÍTULO II.- Traición y sacrificio en Madero, el otro, de Ignacio Solares; El rey viejo, de Fernando Benítez, y Cuartelazo, de Alberto Isaac ..................................................................... 108 CAPÍTULO III.- La revolución devora a sus hijos: El padre grotesco y el filicidio político en las novelas El gran solitario de palacio, de René Avilés Fabila, y Díaz Ordaz. Disparos en la oscuridad, de Fabrizio Mejía Madrid, y el filme Tlatelolco. Verano del 68, de Carlos Bolado 176 CAPÍTULO IV.- El hijo que no pudo ser padre: Una visión del atentado político en Un asesino solitario, de Élmer Mendoza, y Colosio. El asesinato, de Carlos Bolado .................................. 242 CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 299 OBRAS CITADAS ..................................................................................................................... 306 v AGRADECIMIENTOS El presente estudio no podría haberse concretado sin el apoyo de varias personas e instancias. En primer lugar, deseo expresar mi gratitud a Gina, mi esposa, así como a mis hijos, por su paciencia y sacrificio a lo largo de estos cuatro años, durante los cuales me dieron su aliento y confianza. También agradezco a mis padres, quienes desde la distancia me brindaron su consejo y en todo momento me motivaron a culminar este proyecto. De igual manera, estoy en deuda con la Profesora Julia Cuervo-Hewitt, quien jamás escatimó su tiempo y siempre estuvo dispuesta a proporcionarme sus valiosos comentarios y asesoría. Cada reunión con ella me enriqueció tanto en lo académico como en lo personal. Además, he sido afortunado al contar con el respaldo de los demás miembros del comité, los Profesores Mary E. Barnard, Thomas O. Beebee, Judith Sierra-Rivera y Sarah J. Townsend, siempre interesados en ayudarme a reflexionar críticamente en cuanto a las diferentes perspectivas y teorías desde las cuales podía abordar el tema elegido. Doy infinitas gracias también a los demás profesores y profesoras del Departamento de Español, Italiano y Portugués y a mis compañeros de la Spanish, Italian, and Portuguese Graduate Student Organization por su interés en mi progreso académico y profesional. Quiero destacar el apoyo de los profesores Robert Blue, Giuli Dussias, Nicolás L. Fernández-Medina, Matthew J. Marr, John A. Ochoa, Rena Torres-Cacoullos y Maria R. Truglio. Asimismo, deseo externar mi agradecimiento a George B. Handley y Douglas J. Weatherford, de la Brigham Young University, por su consejo. Finalmente, me interesa subrayar la ayuda proporcionada por el Institute for the Arts and Humanities de The Pennsylvania State University y el College of the Liberal Arts de esta misma institución, los cuales proporcionaron fondos para la realización de este estudio. 1 INTRODUCCIÓN Aunque la Historia busca ser un reflejo de los hechos ocurridos en la realidad a lo largo de los siglos, en muchos sentidos es pariente de la ficción. Al ser una reconstrucción narrativa de tales hechos, en ella convergen elementos como el punto de vista del historiador, la ideología, la formación y el estilo de éste, así como un proceso de edición y enmarcado en el que, consciente o inconscientemente, se dejan fuera elementos, personajes, razones y circunstancias que podrían brindar una perspectiva por completo distinta a la que se ha registrado. Ya Hayden White, en su conocido ensayo “The Discourse of History”, había advertido la problemática implícita en las narraciones creadas por los historiadores, las cuales carecen de esa objetividad a la que aspira el discurso histórico, ya que en él inciden aspectos como quién narra, con qué autoridad, con qué fin o propósito y a través de qué medios (191). Asimismo, White subraya la imposibilidad del discurso histórico de representar su referente —esto es, los hechos del pasado— sin mediaciones (198) y de establecer una total autonomía en relación con el discurso literario, pues al igual que este último, aquél es “a consciously fashioned verbal performance” (200). En el caso de la Historia de México, ésta ha ofrecido una visión de un conjunto de ciclos traumáticos y violentos que se han mantenido desde los inicios de la lucha de independencia comenzada en 1810, los cuales han representado los dolores de parto de un país cuyo proyecto —¿o debería decir proyectos?— de nación ha variado a lo largo de doscientos años y no se ha consolidado por completo. El siglo XIX mexicano se caracterizó por el choque de dos visiones: la de los liberales que aspiraban a crear un república de tipo federal, muy similar a la estadounidense, y la de los conservadores que querían una república centralista o incluso una monarquía al estilo europeo. El enfrentamiento de ambos modelos trajo consigo inestabilidad, 2 cientos de miles de muertes, invasiones y pérdida de territorio. El triunfo de las fuerzas liberales del presidente Benito Juárez en 1867 sobre la aventura conservadora que representó el imperio de Maximiliano de Habsburgo —impuesto por Napoleón III— trajo consigo el fortalecimiento del modelo republicano federal y del sistema presidencialista. Junto a Miguel Hidalgo y Costilla, a quien se le considera padre de la patria por haber dado inicio a la lucha de independencia, Juárez se convirtió —en el imaginario mexicano— en el segundo padre. Pero el mito juarista habría de ser desafiado y después aprovechado por uno de sus hijos políticos, Porfirio Díaz, quien se rebeló contra Juárez y, tras la muerte de este último, derrocó al presidente Sebastián Lerdo de Tejada en 1876 para ocupar el poder como nuevo patriarca por más de treinta años. La revolución maderista de 1910 significó un nuevo desafío para el gran padre al buscar derribar la dictadura de Díaz. Poco después de alcanzar este objetivo, el caudillo revolucionario Francisco I. Madero asumió la presidencia. Sin embargo, al no haber desmantelado éste las estructuras económicas y de poder que habían sostenido