PATEANDO PIEDRAS" Y LA PRODUCCIÓN CULTURAL DE FINALES DE LA DICTADURA EN CHILE Alejandro Fielbaum S.1 Y Luis Thielemann H.2
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
RAZÓN Y PALABRA Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en Comunicación www.razonypalabra.org.mx POBREZA DE LA EXPERIENCIA DE LA POBREZA: REFLEXIONES HISTÓRICAS EN TORNO A "PATEANDO PIEDRAS" Y LA PRODUCCIÓN CULTURAL DE FINALES DE LA DICTADURA EN CHILE Alejandro Fielbaum S.1 y Luis Thielemann H.2 Resumen Este artículo pretende revisar los contextos políticos, sociales y de producción cultural en que el disco Pateando Piedras, de la banda de rock chilena Los Prisioneros, aparece en 1986. El texto se centra en las expresiones políticas de masas y sus contradicciones, y su aparición en las letras del trío. El disco se separa de la marginalidad y cripticismo del arte crítico al Capitalismo y la Dictadura, pero sin claudicar ante la represión explícita o implícita que afectaba a tales expresiones, consiguiendo un rock radical pero con vocación de masas. Aquello permite hallar su clave lectiva desde cierta pobreza de la experiencia –de la pobreza-, como simultánea denuncia de la precarización de la vida y de un campo artístico incapaz de representar la marginalidad que les resulta, política y estéticamente, lejana. Palabras Clave Música, dictadura, Los Prisioneros, experiencia Abstract The article describes the political, social and cultural context where appears, in 1986, the disc Pateando Piedras, from the Chilean band Los Prisioneros. The text centers in the political expression of the masses and its contradictions, and its presence in the lyrics of the band. The disc separates itself from the marginality and cripticism of the art critical of capitalism and the dictatorship, but maintains the critic towards its implicit and explicit repressions, developing a rock simultaneously radical and massive. That allows us to read from the poverty of the experience –of poverty, as simultaneous denunciation of the precarization of life and of an artistic camp that cannot represent the marginality which is situated, politically and aesthetically, far from it. Keywords Music, dictatorship, Los Prisioneros, experience Eurorrexión Galicia-Norte de Portugal NÚMERO 74 NOVIEMBRE 2010 - ENERO 2011 RAZÓN Y PALABRA Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en Comunicación www.razonypalabra.org.mx “¿Barbarie? Así es de hecho. Lo decimos para introducir un concepto nuevo, positivo de barbarie. ¿A dónde le lleva al bárbaro la pobreza de experiencia? Le lleva a comenzar desde el principio; a empezar de nuevo; a pasárselas con poco; a construir desde poquísimo y sin mirar ni a diestra ni a siniestra” Walter Benjamin La atención a la música no sólo posee relevancia histórica en lo referente a las reconfiguraciones de sus prácticas estéticas y discursivas en relación en el contexto social en que surge, o mediante otras formas de realizar historia de la música –por ejemplo, la de sus apropiaciones. Pues lo allí producido puede, también, ser analizado desde el movimiento inverso. Esto es, leer las transformaciones históricas desde la música de tal época. Es claro que, para ello, es necesario suspender cualquier imagen de la música como mero “reflejo” que “acompañaría” tal proceso. Tal presuposición de mecánica pasividad sólo puede confirmar los resultados que se han decidido antes de su concreto análisis. Al contrario, impera una lectura detallista de la singularidad de lo producido para poder ponderarlo con justicia. Es claro que lo mismo debe decirse sobre la atención al proceso histórico allí incrustado, cuyo análisis poco avanza si se limita a ser la introducción a un estudio del que rápidamente se omitirá. Pues la comprensión de tal arte queda trunca al desconsiderar el proceso en el que surge. Así, requiere para ser analizado acabadamente de la comprensión en el contexto que permite comprender desde lo expresado. Aquello resulta particularmente productivo en casos en que la música ha resultado lúcida respecto a su presente –realidad que, en Chile, puede considerarse vigente en torno al hip-hop de Subverso o Salvaje Decibel, quienes apelan a un imaginario poblacional, el punk más violento y desafiante de Fiskales ad-hok, o las cotidianidades de las letras de Sinergia. En tal sentido, nos interesa realizar una lectura simultánea de ambos procesos, en torno al disco Pateando Piedras del grupo chileno Los Prisioneros, mediante el análisis de sus letras en relación al contexto social y político que antes se describirá. Tal producto, claro está, no es un mero “ejemplo” de lo antes descrito. Al contrario, nos parece uno de los discursos más lúcidos y vigentes producidos durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. No obstante, su obra no ha sido estudiada más allá de lo biográfico y lo anecdótico, siendo generalmente considerada como música de oposición a la dictadura cuya época habría Eurorrexión Galicia-Norte de Portugal NÚMERO 74 NOVIEMBRE 2010 - ENERO 2011 RAZÓN Y PALABRA Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en Comunicación www.razonypalabra.org.mx concluido con la finalización de tal orden. Así, su nombre ha adoptado cierto aire kitsch, en tanto mercancía de una época ante la cual la esteticista nostalgia ha aumentado en Chile, progresivamente, durante los últimos años. Por el contrario, nos interesa leer tal álbum también a contrapelo del presente, en tanto discurso sobre aquello que perdurará de la dictadura –lo cual, claro está, deberá ser forzosamente ignorado por parte de quienes comandan tal consideración del grupo sanmiguelino como el de una época ya superada. El disco en que centramos este texto es el segundo de la banda musical, llamado "Pateando Piedras", editado el 15 de septiembre de 1986, apenas 9 días después del fallido atentado a Pinochet y en medio de la violenta represión que se desató tras ello3. El disco vendería 5 mil copias por anticipado y llegaría a 10 mil en poco tiempo, todo un récord tratándose del pequeño mercado musical chileno del periodo. El nombre es gracias a la letra de una de las canciones más emblemática de la historia de la banda, "El baile de los que sobran"4 y el contraste es evidente, como veremos más adelante, entre la visión optimista del primer LP de1984, reivindicando la voz de una década para su generación -"La voz de los 80"- y el pesimismo de verse abandonado a patear piedras, cesantes y solos, luego de los "doce juegos". Pateando Piedras, así por lo menos puede plantearse, aparece como "banda sonora" del rápido proceso político social que hay entre el mencionado atentado de 1986 y el plebiscito de 1988, en el cual la mayoría de Chile participaría en el plebiscito de 1988, en una especie de liturgia cívica, del itinerario de Pinochet para votar en contra de la extensión de su mandato y por elecciones democráticas, aceptando con ello todo lo que antes de 1986 aparecía como programa mínimo de la oposición: nueva constitución política y renuncia de Pinochet, sin contar las profundas críticas al modelo económico neoliberal recién implantado. Es un año en que las producciones culturales miraron de lejos, no entendieron - y aún parecen no hacerlo- las densas transformaciones que había sufrido el país, así como el sentido histórico de la nueva hegemonía que se desplegó en este periodo. Los Prisioneros supieron musicalizar las demandas populares históricas y cotidianas, masivas e individuales, de un bienio complejo y coyuntural. Al llegar hacia fines de 1986, cuando Los Prisioneros editan el disco “Pateando Piedras”, el escenario político ha variado a lo largo de la década. Podemos identificar dos etapas Eurorrexión Galicia-Norte de Portugal NÚMERO 74 NOVIEMBRE 2010 - ENERO 2011 RAZÓN Y PALABRA Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en Comunicación www.razonypalabra.org.mx previas, también durante los ochenta, a aquellos años. La primera, marcada por el auge de la iniciativa dictatorial; la segunda, por la reacción popular a tal inicativa. El bienio 86-87 forja la derrota de ambas: De la Dictadura como modelo de gobierno autoritario y militar, y la de una salida popular, democrática y antineoliberal a ésta. La primera etapa se caracteriza por la redacción e instauración de la nueva Constitución política del país. Marcada por un sesgo autoritario y a la defensa de la propiedad privada y el modelo neoliberal, la Constitución y su establecimiento de la democracia protegida y libertad comercial fue el alcance mayor de la iniciativa dictatorial. Al punto que el sector más moderado de la oposición, a través del demócrata cristiano Patricio Aylwin, señala en 1984 -en un seminario del Instituto Chileno de Estudios Humanistas- que la constitución de 1980 debe ser aceptada como una realidad normativa de facto y como el término del periodo dictatorial puro, en el cual comienza un proceso de ajuste hacia formas democratizantes. Tal evento es considerado por variados historiadores como el comienzo de la Transición democrática (Correa et. al., 2001). Es también el periodo en que desaparece la principal figura de oposición, el ex-presidente Frei Montalva. Y también el de la reconversión final del patrón productivo del país, el cual se centra en el sector terciario y la exportación de materias primas. La respuesta a tal período será gatillada por la crisis económica de 1982, lo que generará 3 años de enfrentamiento político y social. Bastante radical en sus formas, su contenido será un campo en disputa entre la izquierda y la oposición democrática. Pues resultaba distinta la opción de la salida “hacia la Izquierda” en pos de las formas de Estado previas a 1973 a la salida en concubinato con el modelo económico y social dictatorial articulado desde formas democráticas y civiles de gobierno. Las “Protestas Nacionales” -jornadas de protesta, disturbio, huelga y enfrentamientos callejeros, pacíficos y violentos por igual, convocados desde sindicatos y organizaciones sociales- serían la tónica a un gobierno de facto que no sabía sino responder con la violencia que lo caracterizaba, mas sin la asepsia de la década anterior. Ya no se trataba de desaparecer o ejecutar enemigos y disidentes políticos, sino de la violencia callejera ejercida por militares armados y disparando a cara pintada.