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UvA-DARE (Digital Academic Repository) Esoterismo y modernismo: Ruben Dario y Antonio Machado van den Broek Chávez, A.R. Publication date 2001 Link to publication Citation for published version (APA): van den Broek Chávez, A. R. (2001). Esoterismo y modernismo: Ruben Dario y Antonio Machado. in eigen beheer. General rights It is not permitted to download or to forward/distribute the text or part of it without the consent of the author(s) and/or copyright holder(s), other than for strictly personal, individual use, unless the work is under an open content license (like Creative Commons). Disclaimer/Complaints regulations If you believe that digital publication of certain material infringes any of your rights or (privacy) interests, please let the Library know, stating your reasons. In case of a legitimate complaint, the Library will make the material inaccessible and/or remove it from the website. 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Enn dicho poema et hombre es considerado "favorito del numen" y asignado una condición metafisica primordial: laa Naturaleza, el cosmos, estan sujetos a una teleologia cuyo fin ultimo es el ser humano. "Naturaleza sabia, formas diversass juntas,/ y cuando tiende al hombre la gran Naturaleza,/ el monstruo, siendo el simbolo, se viste de belleza". El monstruo,, en este contexto, es un elemento simbólico que Ie sirve a Dario para expresar una caracteristica de la esencia dee la realidad, la de ser lugar de unión de contrarios, donde toda division y dicotomia se desvanecen en la Unidad fundacionall y fundamental. En el plano de la manifestación esta tendencia unificadora resutta en la unión infinita de elementoss aparentemente dispares, que en un sentido interno son complementarios. Como comentamos en la sección anterior,, desde un plano interpretative) subordinado, algunas de estas manrfestaciones tienen que aparecer necesariamentee como monstruos, como conformaciones que violentan o fuerzan la realidad, lo que expresa el correlativo forzamientoo de nuestros patrones interpretativos. Noo debe de haber sido ajeno a la utilización de este simbolo algunas de sus otras significaciones simbólicas, comoo el monstruo en tanto custodia de un tesoro oculto y muy valioso, al que se debe vencer o subyugar para tener accesoo a él. En esta guisa, el monstruo adquiere connotaciones que también se aplican a otro plano de realidad, por ejemplo,, el inconsciente, cuyo contenido lo constituyen més bien elementos vegetativos, animales o psicolégicos, més cercanoss al orden de lo material. La unification de estos elementos en un todo coherente y controlado por las partes superioress del hombre, su razón, y sus capacidades espirituales, convertiria asi en belleza lo que antes era amenaza y tendenciaa al caos y la dispersion, o simptemente permanencia en el circulo de la materiaNdad. Como fuera, la Naturaleza, entendidaa psicológica, cósmica o metafisicamente, se orienta ulteriormente hacia el hombre, y tiene a este como su fin. Unn poco mas adelante en el poema afirma también Quirón, el centauro-maestro, que el hombre es incluso superiorr a los dioses, por cuanto Ie ha sido concedida la Muerte. Esto hace del hombre una especte de axis mundi, de centroo esencial o ref lejo de la esencia de la Realidad, condición que no tienen otros seres. Dario expresa aqui una noción quee ha sido considerada por el esoterismo como misterio principal. Enn este terreno, como en otros, la posición de Dario no se formula por medio de una sistematización argumental, nii siquiera a través de enunciados doctrinarios univocos. En verdad, lo més cercano a sentencias doctrinarias lo observamoss en versos o pasajes como el mencionado, donde las afirmaciones se enmarcan como parte de un diélogo, o comoo pertenecientes a otros (pensamos en el caso de Los Rans), y provistas de una cualidad poética msoslayable: la alusiónn simbólica, antes que la afirmación apodictica. Es posible, sin embargo, deducir en su obra los lineamientos, més o menoss controversiales, de una postura concerniente al ser humano y a su potential simbólico. Esta se expresa en sus poemass sobre todo, y recurre a diversas estructuras expresh/as y simbólicas. Darioo tiene sin duda en mente la conocida doctrina del hombre como Microcosmos, como reflejo del Macrocosmos.. Asi enunciada, esta doctrina no nos explica todavia porqué la Naturaleza toda, el cosmos mismo, tiene comoo fin el hombre. Cualquier ser del cosmos puede ser reflejo del Macrocosmos, sin por eRo ser su finalidad. Un reflejo noo es un fin, después de todo. Lo que Dario afirma, sin embargo, es precisamente esto: que el cosmos tiene su cubninaciónn en el ser humano. Esto exige examinar la naturaleza misma del ser humano como tal y en relación al cosmos mismo.. Si recordamos nuestra imagen del circulo metaf ïsico, en él el centro representaba la esencia ultima y primera, y la circunff erencia el plano exterior de la manifestación. De igual manera, el microcosmos tiene un centro, que corresponde al espiritu,, que esté conectado intimamente con lo Absoluto -que propiamente es lo Absoluto- y una circunf erencia, que es ell orden de lo material, o aquello que reconocemos en el hombre como corporal. La estrucuturación del microcosmos es tambiénn jerérquica, en sus varios planos, y se orienta desde al plano material exterior, hasta el centro espiritual. Esto puedee llamarse el equivalente del esquema arquitectonico del cosmos discutido anteriormente. Comoo es natural, las diferentes tradiciones ofrecen sus peculiares divisiones microcósmicas, y sus propias correspondencias,, pero esto no necesita detenemos, puesto que Dario no presta demasiada atención a estas divisiones 131 1 tampoco.. Le interesa mas ei esquema general, que los detalies, aunque no deja de mencionar planos intermedios en la realidad,, como cuando habla de duendes, o fantasmas, o de cuerpos astrales en partes diversas. Creemos que para nuestross propositus, que es confrontar su obra con el esoterismo, interesan los órdenes generales ya mencionados: el de laa materia y sus aspectos relacionados, como son la sensualidad, el erotismo, el sexo, el placer, las tentaciones de ia came,, etc., el orden del alma, donde tiene lugar el drama moral, y sede de la racionalidad, el mundo intermediario o mundo imaginal,, sede de los simbolos y la hermenéutica interior, y el orden del espiritu, o Intelecto, en conexión directa con lo Absoluto. Peroo asl como en el cosmos reconocimos dos aspectos descriptivos posibles, el arquitectónico y el dinamico, asi enn el microcosmos es posible reconocer este aspecto dinamico: el fin del hombre es dirigirse hacia el centra espiritual, lo quee supone la superación, o subyugación, del ambrto material y psicológico, y del plano puramente racional, para poder tenerr acceso libre a los mundos simbólicos e inturtivos y urteriormente a la unidad espiritual, o union con lo Absoluto. El microcosmoss ref leja, pues, la organización polar del cosmos, asi como su aspecto procesual y epistrof al, pues el hombre ess un ser caido, o atrapado en la materialidad, que debe retornar a su origen divino. En algunas versiones de esoterismo se hacee incluso dependiente del destino humano el destino del cosmos entero, pues con su retorno al paraïso se verrfica asimismoo la reintegración en la Unidad divina de los demas seres. Su estructura jerarquica microcósmica no esta dada de unaa vez para siempre, sino que debe recuperar la Unidad interna perdida en su drama como ser humano. En esto coinciden todoss los esoterismos, tanto cultural como esencial, si bien es cierto que el método que recomiendan para llegar a este destinoo drfiere considerablemente1. De otro lado, el drama det ser humano se deja describir en concomitancia con el drama cósmico:: este tiende no solo hacia la Unidad original, sino hacia el hombre, por cuanto este es el mas perf ecto reflejo de la esenciaa del universo, y el ünico ser que puede actualizar todas las cualidades divinas. No es dificïl suponer que esta teoria noo se refiere a este o aquel hombre, sino a un arquetipo, reflejo del cual es el macro- y el microcosmos. Para entender mejorr esto vamos a examinar brevemente la doctrina del Hombre Universal del esoterismo. 3.1.11 El Hombre Universal Enn una perspectiva traditional, el hombre une cielo y tierra. El pensador esotérico Louis Claude de Saint-Martin dicee al respecto: "Man has been placed in the midst of the darkness of Creation only to demonstrate by his native light thee existence of a Supreme Agent', y también, "Man possesses innumerable vestiges of the faculties resident in that Agentt which produced him; he is the sign of visible expression of the Divinity"2. El hombre es hecho, por tanto, centro y principioo de unidad, pilar cósmico que apuntala el cielo y la tierra. En las palabras de Saint-Martin hallamos dos notas que ess menester recalcar: la razón de ser del hombre es demostrar la existencia de lo Absoluto, y es skjno de manifestation de laa Divinidad. Unaa de las fuentes principales de esta doctrina para autores como Darto es, por supuesto, la Biblia, en la que se leee que el hombre f ue hecho a imagen y semejanza de Dios.