LA REDIMIDA Ha
IOS JOSÉ DEL RIO ARRIBAS LA REDIMIDA Ha -1926 CO IMP. MARCELINO MIGUEL.. BUR80S o> CO LO u. I A • a ^eflimifla dovela Se ]%SÉ ®%h jU<!> j5jyU£j8,$ 1926 mr. HARSIUNO «I8USL.-BURÜ8S ^.€623^ Al limo. 5r. D. Antonio fWeda y Bouso. En prueba de un afecto sincero j con honda gratitud, le dedica este recuerdo su agradecido José del %ío Jimbas. PROLOGO Prólogo a manera de historia En un oculto rincón de cierto café húrgales, que suele ser muy concurri• do, se reúnen casi todas tas noches tres muchachos; son muy amigos. A los tres y por igual, el manantial in• agotable de las ilusiones, llena hasta los bordes, los cálices de sus respecti• vas almas. Ansian ser algo, y para ello trabajan; y trabajan con tesón. No voy a deciros sus nombres, ¿para qué?, esto tal vez ahora no llegue a interesaros; quién sabe si algún día, uno de estos nombres, hoy obscuros y desconocidos, se vea rodeado del an• siado y brillante nimbo de la Gloria; entonces, quizá, lleguéis a conocerle y admirarle, Pero dejemos el porvenir oculto y pasemos al presente. Como os decía anteriormente, los tres se reúnen en un acogedor rincón del café; en dicho rincón, forman su pe• na; constituyen su tertulia; allí cam• bian sus impresiones, se dan ánimos para seguir trabajando, y allí, claro es, saborean el correspondiente café, ya que en el caso opuesto pudiera califi• cárseles de «.cenizos». Su vida amisteril es muy corta, se conocieron hace poco tiempo, pero no obstante, a pesar de ser breve la exis• tencia de su amistad, han llegado a entenderse, a compenetrarse, a ser amigos, en una palabra.
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