Pdf Pensamientos, Sentimientos Y Añoranzas De Un Desterrado. Artículos Y Discursos 1931-1965 / Carlos Esplá
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CARLOS ESPLÁ RIZO PENSAMIENTOS, SENTIMIENTOS Y AÑORANZAS DE UN DESTERRADO ARTÍCULOS Y DISCURSOS 1931-1965 Recopilación, introducción, selección y notas: PEDRO L. ANGOSTO Y ENCARNA FERNÁNDEZ Obras de Carlos Esplá: - De la lucha. Alicante, 1916. - Unamuno, Blasco Ibáñez y Sánchez Guerra en París. Buenos Aires, 1940. - ¿Cuándo volvemos? México, 1942. - Azaña, una vida al servicio de España. México, 1942. - Azaña j> sw verdad. México, 1944. - Zarabanda franquista. México, 1952. - Amadeu Hurtado un liberal europeu. México, 1954. - Cómo se hace un periódico. Manuscrito inédito. Archivo Carlos Esplá. Salamanca. - Unamuno, Blasco Ibáñez y Sánchez Guerra en París. Crónicas de París y otros escritos periodísticos. Alicante. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 2002. Carlos Espía PENSAMIENTOS, SENTIMIENTOS Y AÑORANZAS DE UN DESTERRADO ARTÍCULOS Y DISCURSOS 1931-1965 Recopilación, introducción, selección y notas: Pedro Luis Angosto y Encarna Fernández 2 0 0 4 Ilustración de portada: Caricatura por Antonio Robles dirigida a Carlos Esplá (Méjico) Edita: Instituto Alicantino de Cultura “Juan Gil-Albert”, 2004 © Herederos de Carlos Esplá, 2004 I.S.B.N.: 84-7784-449-6 Depósito Legal: A-632-2004 Imprime: pft EspagTd/lC INDICE Página I- Introducción................................................................ 11 II- Crónicas de una ilusión, 1931-39.......................... 21 III- Crónicas del desasosiego y la derrota........... 125 IV- Discursos y conferencias.................................... 441 Carlos Espía en el homenaje a intelectuales antifascistas. Valencia, 1937. A Perico -padre, compañero y amigo del alma siempre presente en nuestros corazones, en el aire, en las estrellas, en las calles, en la eternidad- y a todas aquellas personas que creen en la libertad, la cultura y la justicia como único camino de perfección del hombre. A los que luchan y creen en el hombre como fruto del espíritu, a quienes aman a los árboles más que al dinero. A quienes lloran ante la desgracia ajena, a quienes la combaten, a todos aquellos que creen en la poesía que late en el alma virgen del hombre indefenso. A los pobres y marginados de cualquier clase, putas, presos, mendigos, parados, desplazados, habitantes de favelas y chabolas, buscadores de basuras, a las víctimas. A los que no pasan de nada y piensan que habrá un mañana mejor, más libre, más igualitario, más fraternal. PENSAMIENTOS, SENTIMIENTOS Y AÑORANZAS DE UN DESTERRADO ARTÍCULOS Y DISCURSOS 1931-1965 I- INTRODUCCIÓN Es este el segundo tomo, y último, de la selección perio dística de Carlos Esplá, hasta ahora oculta en las hemerotecas españolas, mexicanas y francesas. No viene a cuento trazar de nuevo en esta introducción los rasgos esenciales de la vida y la obra de Esplá, cuestión analizada en su biografía1 y esbozada en el primer tomo de sus artículos publicado gracias a la iniciativa de José Luis Ferris y el Instituto de Cultura Juan Gil Albert, poe ta alcoyano enorme, de quien ahora se cumple el centenario. No obstante, sí consideramos preciso comentar un poco lo que ocu rre a Carlos Esplá en el periodo comprendido entre los primeros días de 1931 y 1971, fecha de su muerte. Esplá regresa de París a principios de marzo de 1931 para participar en la campaña electoral que daría el triunfo a los repu blicanos y supondría la proclamación de la Segunda República. Vuelve después de un multitudinario homenaje que los exiliados españoles en París le rinden en el Café Napolitain, y en el que Indalecio Prieto y Marcelino Domingo harían de portavoces del sentido agradecimiento y reconocimiento de todos ellos, augurándole un futuro esencial en el nuevo régimen que ya presentían. Estaba Esplá en el cénit de su carrera periodística. Vicepre sidente de la Asociación Internacional de Periodistas, estimado como uno de los mayores expertos en política internacional europea, colaboraba en los principales periódicos españoles y 1. Véase: Angosto Vélez, Pedro L.: Sueño y pesadilla del republicanismo espa ñol. Carlos Esplá una biografia política. Madrid. Biblioteca Nueva, 2001. 12 I- INTRODUCCIÓN franceses, aunque había roto con El Sol debido a las maniobras desestabilizadoras que terminaron con la salida de Urgoiti del mismo y el intento de convertirlo en un periódico monárquico por parte de la Papelera Española, su principal accionista. Esplá, como otros muchos redactores, dimitió al saber lo que se urdía y tras conocer el cese de su director y amigo Félix Lorenzo. Cuan do decide regresar a España, no pertenece a ningún partido re publicano, era simplemente un republicano, educado en republi cano. Vuelve para participar en las elecciones por la República, pero una República determinada, una República que dejase atrás a la España caduca, a la vieja política de que hablaba Ortega, poniendo los ojos en el ejemplo francés de la Tercera República, en hombres como Clemenceau, Herriot, Briand, Combes o Fe rry, es decir, un régimen nuevo, surgido de la voluntad popular y encaminado a entroncar con la España vital, la empeñada en su modernización, en su europeización. España, mediante la Repú blica, debía poner fin a las rémoras de los tiempos antiguos, re nacer y hacer valer su potencialidad, arrancando de su tierra a las clases ociosas, a las oligarquías, haciendo del trabajo, la libertad, la educación y la justicia social los instrumentos necesarios para esa enorme empresa transformadora. Se entrega, principalmente en su provincia, a la campaña electoral. Participa en mítines en todas las ciudades, organiza manifestaciones de apoyo y escribe. Escribe para el combate que se aproxima, escribe para contribuir a derrocar al régimen monárquico, régimen que se había traicionado a si mismo el 13 de septiembre de 1923, permitiendo la instauración de la dictadura de Primo de Rivera y la disolución del falso régimen de libertades imperante. Esplá, en 1929, había dirigido junto a Sánchez Guerra en el movimiento revolucionario que pretendía derrocar al dictador. El movimiento fracasó, Sánchez Guerra fue encarcelado y Carlos Esplá logró huir a París empleando mil peripecias, sin embargo, sería, junto a las huelgas universitarias, I-INTRODUCCIÓN 13 el punto de partida del camino que llevaría a la proclamación de la República. A principios de 1931, Esplá goza de un prestigio impar entre los opositores a la monarquía, y en él se apoya para participar en la campaña electoral. Con la llegada del nuevo régimen Carlos Esplá fue nombra do, por aclamación popular luego confirmada por el ministro de la Gobernación Miguel Maura, Gobernador Civil de Alicante, pero con la condición de estar el tiempo imprescindible hasta que designasen a la persona adecuada para sustituirle. A finales de abril, Esplá quiere volver a París, a defender la República con la pluma, que era su otra vocación y lo que mejor sabía hacer. La insistencia de Marcelino Domingo, Indalecio Prieto y otros ministros del Gobierno Provisional, le harán desistir apelando a su ética republicana. Se niega rotundamente a aceptar cargos de relieve, pero acepta, finalmente, ser Jefe de la Oficina de Prensa del ministro de Estado, Alejandro Lerroux, en quien ninguno de los otros ministros tenían la menor confianza. Carlos Esplá sería el encargado de controlar y enderezar los entuertos muy proba bles que provocaría Lerroux en esa cartera, también de mantener informado a quien ya consideraba el hombre de la Segunda Re pública: Manuel Azaña. Después vendría el Gobierno Civil de Barcelona, en plena crisis obrera y autonómica, las Cortes Constituyentes, la Subse cretaría del ministerio de Gobernación, el Ministerio de Propa ganda y Cultura, en el segundo gabinete de Largo Caballero, en plena guerra, la Subsecretaría de Estado y la Vicepresidencia de Izquierda Republicana, siempre al lado de Azaña, de quien no se despega más que lo justo para cumplir con las funciones de sus cargos. La labor periodística de Esplá durante este periodo -1931- 39- está marcada por la lucha política. Esplá se emplea a fondo contra la monarquía, contra sus políticos más representativos, contra la dictadura, contra el caciquismo -verdadero cáncer 14 I-INTRODUCCIÓN del país-, en contra, en fin, de todo aquello que había hecho del régimen de la Restauración algo intrínsecamente podrido. Escribe con furia, con nervio, con fuerza; quiere espolear al pueblo, explicarle que ha llegado la hora de que tomo las riendas de su propio destino, de su libertad. Del análisis riguroso de la situación política europea y española que le había llevado a ser considerado como uno de los mejores periodistas de Europa, Es plá baja a la arena y se bate cara a cara, sin miedo, con valor de principiante, por el cambio de régimen. Sus palabras, sus mensa jes, son sencillos. No hay retruécanos ni metáforas ni perífrasis, sino frases clara y directas, al alcance de todos. Después, cuando la República es una realidad y Esplá se ve empujado, por su éti ca, por su compromiso, a ocupar cargos políticos, abandona el periodismo, deja de hacer lo que más le satisface para dedicarse en cuerpo y alma a las tareas que le ha encomendado el pueblo. Trabaja y trabaja. Casi siempre en las entretelas, en las bam balinas. No le gusta estar en primera línea, acudir a banquetes, homenajes, reuniones de cumplido, sólo trabajar. Durante el primer bienio republicano, al lado de Azaña, apenas escribe. No tiene tiempo, tampoco quiere estar en misa y repicando. Vuelve al periodismo cuando cae Azaña y llega Lerroux empujado por la CEDA y la indecisión de Alcalá Zamora, el Presidente de la República. Escribe para periódicos catalanes, Mirador, La Ram bla, La Publicitat, también para El Luchador de Alicante. El Sol -dirigido ya por Manuel Aznar Zubigaray-, El Liberal y La Voz, sus antiguos periódicos, andan a la deriva, la República no tiene quien le escriba. Junto a Martín Luis Guzmán, Luis Bello y el empresario catalán Lluís Miquel, dueño de Ahora, intenta fundar un gran grupo periodístico republicano que integrase a esos, otrora, grandes diarios. La operación falla al final por el retraimiento del empresario catalán, quien cuando todo estaba ajustado, se niega a financiar la operación al oponerse sus inter- I-INTRODUCCIÓN 15 locutores a complacerle en los privilegios que demandaba, en un futuro, de parte del Gobierno.