Problemas Fítosanitarios De La Especie Pinus Radiata D. Don En España, Con Especial Referencia Al País Vasco
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Bol. San. Veg. Plagas, 16: 37-53, 1990 Problemas fítosanitarios de la especie Pinus radiata D. Don en España, con especial referencia al País Vasco J. M. COBOS-SUAREZ y M. M. RUIZ-URRESTARAZU Los bosques de pino insigne o radiata en España, son ruasas de repoblación artifi- cial, que reúnen en su conjunto las características que favorecen el ataque de plagas y enfermedades, como son las de ser masas puras, coetáneas y de una especie exóti- ca. Por otro lado, las exigencias edafológicas y climáticas del pino insigne en su habitat natural de California provocan que, en nuestro país se le encuentre principalmente en una estrecha área geográfica del Norte de la Península Ibérica en altitudes inferio- res a los 800 metros. Sin embargo, la elevada rentabilidad económica de este pino, ha propiciado su plantación en estaciones que se alejan en mayor o menor medida de su óptimo, provocando con ello la debilidad fisiológica de la masa y favoreciendo el ataque de plagas y enfermedades, así como una mayor incidencia de agentes nocivos abióticos como las heladas. La plaga más importante, que padece este pino en el País Vasco, es la procesiona- ria del pino Thawnetopoea pityocampa Schiff. cuyas orugas causan intensas defolia- ciones, que provocan severas pérdidas de producción. Aunque las plagas que atacan al pino insigne lo pueden hacer en cualquier edad, sin embargo, cada etapa del desa- rrollo del mismo tiene sus plagas más características. Así, en las etapas de vivero y repoblación joven son frecuentes los daños causados por Hylobius abietis L. y Rhyacionia duplana Hbn., en repoblaciones más desarrolla- das Rhyacionia buoliana Schiff. y Pissodes notatus F., y en los últimos años de un bosque de pino insigne, cuando está próximo a su aprovechamiento maderero es la época en que es más susceptible de ser atacado por los escolítidos, que sienten verda- dera preferencia por los pies debilitados, destacando Tomicus piniperda L. e Ips sex- dentatus Boern. Excepcionalmente, se han detectado daños de Porthetria dispar L. en pinos insig- nes con sotobosque de Erica sp., Dioryctria splendidella H.S. y, por último, en las Islas Canarias, Dioryctria nivaliensis Rebel. Respecto a las enfermedades se pueden agrupar según el órgano sobre el que efec- túan el daño. Así, sobre semillas y plántulas, son frecuentes las marras de nascencia de origen fúngico, provocadas por Fusarium spp. Pythium spp. Botrytis spp. etc.; en las raíces Armillariella mellea (Vahl. ex Fr.) Karst; sobre los brotes es frecuente la infección de Sphaeropsis sapinea (Fr.) Dyko y Sutton; y entre los hongos defoliado- res destaca por su carácter primario Scirrhia pini Funk y Parker cuyo anamorfo es Dothistroma pini Hulbary; Lophodermium pinastri (Schrader) Chev., cuyo anamorfo es Leptostroma pinastri Desm., defoliador primaveral de acículas; y por último, Cy- claneusma minus Di Cosmo Pereda Minter, defoliador otoñal de acículas con un marcado carácter secundario. J. M. COBOSSUAREZ. Subdirección General Sanidad Vegetal, Ministerio de Agri- cultura, Pesca y Alimentación, d. Juan Bravo, 3-B. 28006 Madrid. M. M. RUIZ-URRESTARAZU. Servicio de Montes. Diputación Foral de Álava, el. Vicente Goicoechea, 6. 01008 Vitoria-Gasteiz. Palabras clave: Pinus radiata, pino de Monterrey, pino insigne, plagas, enfermeda- des. paralelos 42 y 44° "N (Comunidades Autó- nomas de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Navarra), apareciendo tam- bién en la provincia mediterránea de Ge- rona (Cataluña), de similar latitud y en las Islas Canarias (28-29° N). La superficie forestal que ocupan los bosques de Pinus radiata D. Don en Es- paña asciende a 152.*973 "Ha., distribuida por Comunidades Autónomas como se in- dica en el Cuadro 1. Cuadro 1.—Superficie forestal ocupada por los bosques de Pinus radiata D. Don en España (ICONA, 1979; CONSORCI FORESTAL, 1985; GO- BIERNO VASCO, 1988) Comunidad Autónoma Superficie (Has.) % País Vasco 163.246 65 Galicia 32.070 13 Asturias 26.027 10 Cantabria 14.962 6 Cataluña 5.800 2 Navarra 5.794 2 Castilla 2.650 1 Canarias 2.424 1 TOTAL 252.973 100 Fig. 1.—El pino insigne es un árbol de porte regular, Esta superficie de repoblación artificial piramidal en su juventud, que en España puede so- reúne en su conjunto las características brepasar los 30 metros de altura. que favorecen la aparición de plagas y en- fermedades. Así, todas ellas forman masas puras de INTRODUCCIÓN mayor o menor extensión, donde la abun- dancia de alimento y la facilidad de dis- La especie Pinus radiata D. Don, origi- persión o contagio, favorecen el creci- naria de California, fue introducida en miento poblacional de las especies noci- España durante la primera mitad del siglo vas; masas coetáneas, que favorecen la XIX, iniciándose su plantación en el País aparición de algunas plagas relacionadas Vasco. La primera introducción la realizó con una determinada edad del árbol; ma- D. Carlos Adán de Yarza en su parque sas de una especie exótica, que al estar botánico de Zubieta (Lekeitio, Vizcaya), fuera de su área natural de distribución habiendo plantado el primer bosque de son objeto del ataque de nuevas plagas o esta especie en 1840 (Amoroto, Vizcaya). pueden introducir con ellas plagas exóti- Al ser más frecuente entonces la sinoni- cas, de mayor virulencia potencial al care- mia Pinus insignis DougL, con el nombre cer de enemigos naturales o estar bajo de pino "insignis" se popularizó dicha es- otras condiciones ambientales; y por últi- pecie en el País Vasco, tanto en lengua mo, la disminución de la fauna útil, como española o castellana como vasca, pasan- consecuencia de la eliminación selvícola do de ahí al resto de España. de la vegetación natural para evitar la Desde el siglo pasado hasta hoy el pino competencia por la luz y la utilización de insigne o radiata se ha plantado en Espa- insecticidas poco selectivos en los trata- ña en la orla atlántica del Norte, entre los mientos de control contra plagas. Por otro lado, las exigencias edafológi- que se alejan en mayor o menor medida cas y climáticas del pino radiata en su ha- del óptimo, provocando con ello la debili- bitat natural provocan que, normalmente, dad fisiológica de la masa forestal y favo- se introduzca con éxito en estaciones de reciendo el ataque de plagas y enfermeda- suelos que van desde silíceos sueltos a ca- des, así como una mayor incidencia de los lizos de compacidad media, esto es, terre- agentes nocivos abióticos como las hela- nos frescos, poco compactos; estaciones das. de temperaturas medias superiores a Las situaciones de fríos continentales 10° C y con precipitación anual mayor de europeos, con vientos 'helados del Nor- 800 mm., con humedad ambiental, sequía deste, que se repiten periódicamente, con estival poco pronunciada y sin fuertes he- períodos de recurrencia relativamente lar- ladas persistentes o extemporáneas. Ello gos, pero no tanto como para lograr el hace que en España se encuentre en una asentamiento permanente de una especie estrecha área geográfica del Norte de la en un territorio, hacen que el pino insigne Península Ibérica en altitudes inferiores a o radiata no se haya establecido de mane- •800 m. y en las Islas Canarias en los pisos ra importante en otros países europeos botánicos del fayal-brezal (Myrica-Ericd) como Francia. En 1956 y casi durante y la laurisilva canaria. Sin embargo, la todo el mes de febrero, la temperatura no rentabilidad económica del pino insigne, subió de 0o C en la provincia de Guipúz- primero como productor de pasta celuló- coa, helándose los bosques de pino radia- sica y hoy también de madera de sierra ta, que tuvieron que derribarse a matarra- (50% a ambos destinos en la actualidad), sa, reforestándose posteriormente con la ha propiciado su plantación en estaciones misma especie. En 1985, en el mes de Fig. 2.—Las repoblaciones de pino radiata constituyen uno de los elementos característicos del paisaje actual del País Vasco. Fig. 3.—tsta fotografía, obtenida el 13 de julio de 1989, nos muestra el aspecto de una repoblación de Pinus radíala D. Don en las márgenes del río Altube (Álava), a 350 metros de altitud. Se aprecian los daños producidos por las heladas tempranas, que tuvieron lugar durante los primeros días de noviembre de 1988. Se puede observar que los pinos más afectados fueron, en general, los que tenían menos protección vegetal a su alrededor y se encontraban más expuestos a los efectos del enfriamiento. Fig. 4.—Follaje clorótico debido a deficiencias edáfi- cas. Al fondo, se aprecia la coloración normal de los pinos que crecen en suelos adecuados. enero, durante una semana, volvió a re- petirse el fenómeno, con temperaturas mínimas de -10° C en la costa franco-es- pañola (en el interior de Las Landas fran- cesas se alcanzaron temperaturas inferio- res a -20° C), helándose plantas de pino insigne en los viveros y en repoblaciones del último año. En noviembre de 1988 y cuando todavía las plantas se encontraban en actividad vegetativa, unas heladas tem- pranas, con temperaturas que oscilaron entre -5 y -8o C de mínima, durante 4-5 días seguidos, produjeron la helada gene- ral de los pinos insignes de los viveros del País Vasco, afectando a algunas planta- ciones de menos de 5 años de edad. Por otro lado, los ataques bióticos pro- ducen consecuencias variables según el agente nocivo de que se trate: así los in- sectos perforadores provocan en muchos casos la muerte de los pies afectados mientras que otros, como los defoliadores y perforadores de guías terminales, cau- san disminuciones del crecimiento y de- formaciones en el porte de los pies con las consiguientes pérdidas de valor comercial. En una especie de crecimiento rápido como es el pino insigne los daños provo- cados por las plagas y enfermedades tie- nen una importancia económica indiscuti- ble, por lo que deben ser tenidos en cuen- ta en el momento de planificar las repo- blaciones.