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Plano geométrico de la Vega de Málaga, c. 1826. Cartoteca Histórica del Servicio Geográfi co del Ejército. Mapa del Patrimonio Hidrologico del Río Guadalhorce. Archivo GDR Guadalhorce. primer y el tercer municipios a su derecha y el El Rio Guadalhorce segundo a su izquierda. El Río Guadalhorce constituye el eje de una El Río Guadalhorce es el de mayor longitud compleja cuenca hidrográfi c a de estructura ar- de la provincia de Málaga. Nace en el Puerto bórea o dendrítica y articula el territorio secu- de los Alazores de la Sierra de San Jorge, en el larmente denominado Hoya de Málaga. límite entre los términos municipales de Archi- dona (Málaga) y Loja (Granada) y fl uye hasta En su trayecto lo acrecen numerosos afl uen- su estuario en el Mar de Alborán. Corre desde tes: por la margen derecha, los arroyos de los su nacimiento hacia y, Granados, Colmenar, Cañamero, Dehesilla, cerca de , pasa cerca de la Peña de Canitas, Paredones, Sabinal, y Hondo al pie los Enamorados y atraviesa la Vega de Ante- de Álora, y después los de Catalina Díaz (hoy quera, recibiendo después las aguas de sus Baece), Acuña, de los Pilones, de las Cañas y ríos tributarios Guadalteba y Turón. Entra al de , y fi nalmente los ríos Grande norte de la Hoya de Málaga franqueando por y Fahala; por la izquierda, el de las Piedras o una estrecha garganta, denominada El Chorro, del Valle, el nombrado de Jévar que nace en la sierra del Valle de Abdalajís. Cruza los térmi- las estribaciones de la Sierra del Torcal de An- nos de Álora, y Cártama, quedando el tequera y con sus afl uentes de la Herradura,

4 Los pueblos nacidos del agua Juntilla de Río Grande con Río Guadalhorce. Foto: Elena Loriguillo Valsequillo y Espinazo del Perro, que le entran nicipio de Cártama. En cuanto al origen de su por la derecha, y los del Ancón, Pedro la To- denominación, el geógrafo Claudio Ptolomeo rre y Morales, por la izquierda, forman un solo lo tituló Saduka. Algo alejado de su desembo- torrente; los de Bujía de los Pilones, Corrales, cadura se construyó la citada ciudad fenicia de Ahumada (antaño de los Almeces), Mijarra, enorme esplendor, el yacimiento conocido hoy Búho, Comendador, Saucedilla y otros de me- día como Cerro del Villar, centro económico y nor importancia. Penetra al fi n en la jurisdicción social que promovió contactos con pueblos del de Málaga, donde recibe el aporte del río Cam- interior. Los romanos trazaron dos vías junto a panillas, y después de 116 kilómetros de curso, sus márgenes y en ellas erigieron municipios, desemboca en el Mar Mediterráneo. mansiones y villas. Parece ser que los árabes mudaron su nombre por el de Guadalquivir de El Río Guadalhorce fue bien conocido por to- Málaga (Wadi l-Kabir bi-Malaka o Río Grande dos los navegantes de la más remota antigüe- de Málaga) para así distinguirlo de su homó- dad ya que los fenicios edifi c aron una relevante nimo bético. Por esta razón, los repobladores ciudad comercial sobre la isla que existió en cristianos del siglo XVI al llamarlo Guadalqui- su ancho y profundo estuario. Sus aguas eran virejo no hacían sino rememorar su primigenia navegables hasta el interior del territorio, ha- denominación arábiga. biéndose constatado materialmente incluso la existencia de un puerto fl uvial en el actual mu-

Los pueblos nacidos del agua 5 Vado del Parador. Río Guadalhorce. Pizarra. La etimología del hidrónimo Guadalhorce es joz e incluso Badajoz, y alternado con el de río muy controvertida. Pascual Madoz, en su Dic- de Málaga. cionario Geográfi c o - Histórico - Estadístico señalaba la signifi cación de “río de trigo”. El En el siglo XIX se fortalece el interés de los poeta malagueño Juan de Ovando Santarén ingenieros, naturalistas e intelectuales por proponía la de “río de vueltas”(en alusión a sus nuestro río, como atestiguan los numerosos notables meandros, como el que puede admi- proyectos de obras hidráulicas entonces ela- rarse en la Vega de las Zahúrdas, término de borados y la edición de una memorable publi- Pizarra). Sebastián de Covarrubias, por último, cación periódica de su mismo título, la revista lo interpretaba como “río de la guardia”. En re- Guadalhorce. En el siglo XX es necesario refl e- cientes escritos, Martínez Enamorado y Calero jar las importantísimas obras dirigidas por el In- Secall insinúan un hidrónimo proveniente de geniero Rafael Benjumea Burín para acometer una crónica árabe (Wadi Qursa) como raíz eti- la obra del Embalse del Conde del Guadalhor- mológica del moderno Guadalhorce. Durante ce, inaugurado ofi cialmente el 21 de mayo de el siglo XVIII fue olvidado el nombre de Gua- 1921 y el posterior y no menos relevante Plan dalquivirejo en benefi cio del de Guadalhorce, Guadalhorce de regadíos. aunque frecuentemente corrompido en Guada-

6 Los pueblos nacidos del agua Detalle del Caño Visigótico de Cártama. Archivo Temboury. agua. Ésta era germen de vida y los cerros y El rio como foco de montes cercanos a ella fueron el lugar escogi- do por nuestros ancestros para establecer de atraccion manera más o menos fi ja su hábitat. Los ejem- plos que pueden compartir este esquema son Los primeros pobladores conocidos: el Cerro de Ardite (Paleolítico hasta Edad del Bronce), el Cerro del Aljibe, el Llano Hacemos un esfuerzo de síntesis para na- de la Virgen (Neolítico fi n al-Edades del Cobre rrar resumidamente, en primer lugar, el decur- y Bronce) y Cerro de Carranque en Coín; las so de los tiempos prehistóricos e históricos en Terrazas de Canca (Paleolítico Medio) y la un espacio tan amplio como nuestra comarca. Cueva de los Infantes en Álora; el Castillejo Desde las épocas más remotas el agua ha sido de Luna de la Sierra de Gibralmora en Piza- foco de atracción de los pueblos prehistóricos. rra (Cobre fi n al- Bronce inicial); los numerosos Las aguas de los distintos ríos y arroyos aco- abrigos (Cerro de los Trébedes, Chirino, Abrigo gieron en sus cercanías a comunidades que del Arroyo de Cupiana y Venta del Fraile) si- dejaron su rastro material. En todas las po- tuados en Almogía y el Abrigo del Cerro de las blaciones que se integran en esta exposición Viejas en Cártama. La asociación entre homo existen yacimientos arqueológicos próximos al sapiens y agua vendrá a fraguarse en torno a

Los pueblos nacidos del agua 7 Restos de la fortaleza de Fahala. Alhaurín el Grande. las principales redes fl uviales de la zona: los Su situación geográfi ca, sujeta a constantes ríos Grande, Pereila, Fahala, y cómo no, el Río inundaciones tanto marítimas como fl uviales, Guadalhorce. parece evidenciar el abandono del lugar por sus habitantes para trasladarse posteriormen- Desde comienzos del siglo VIII a.C. hasta te a Malaka. Sin embargo, y a pesar de ello, mediados del VI a.C., llegaron progresivamente las últimas investigaciones arqueológicas con- a las costas del litoral mediterráneo pobladores sideran que la elección del emplazamiento se procedentes de Oriente Próximo. Los fenicios, debió principalmente a una intensa actividad originarios de Tiro, ocuparon el territorio en la agraria en la zona, basada en grandes explo- costa malagueña creando importantes asen- taciones de agricultura intensiva y en la prácti- tamientos como el Cerro del Villar ubicado en ca del pastoreo de óvidos y ganado mayor. La una barrera fl uvial en el estuario del Guadal- ciudad fenicia estaba conectada con el Valle horce. Este conjunto, declarado Bien de Interés del Guadalhorce por la vía de comunicación Cultural mediante Decreto de la Junta de An- que constituía el río -navegable según algunos dalucía en 1998, fue descubierto en 1965 por hasta la localidad de Cártama y según otros el arqueólogo malagueño Juan Manuel Muñoz hasta El Chorro- e incluso con comunidades Gambero, constituyendo uno de los yacimien- de territorios más distantes, como el Valle del tos más destacados de la cuenca mediterrá- Guadalquivir. nea.

8 Los pueblos nacidos del agua Mina de las Termas de Canca. Álora. Recreación de las Termas de Canca. Álora. La comarca del Valle del Guadalhorce brin- A mediados del siglo VII a.C. se produjo una daba unas condiciones óptimas para la agricul- segunda oleada de población proveniente de tura de regadío por la abundancia de agua y Fenicia, debido a factores ecológicos, demo- por los limos acumulados, siendo los principa- gráfi c os, económicos y políticos llevando a les productos cultivados el trigo, la vid y el oli- estos nuevos pobladores a afi ncarse en luga- vo (trilogía mediterránea). Además de esto las res próximos al originario núcleo principal del arcillas terciarias de esta área favorecieron el Cerro del Villar, concretamente en su cinturón desarrollo de una importante producción cerá- agrícola compuesto por áreas del interior ap- mica, centrada en ánforas y pithois de factura tas para la agricultura de exportación. peninsular pero de tipología fenicia que garanti- zaba el almacenamiento del excedente agríco- Tanto para griegos -cuya presencia está do- la y su comercialización marítima. La preocu- cumentada por la aparición en el mismo entor- pación de Hiram I, rey de Tiro, por asegurarse no de cerámicas griegas y etruscas fechadas el abastecimiento de cereales y aceite de los entre los años 600-570 a.C.- como para feni- que su reino era defi citario hizo que el interés cios, era de vital importancia la población indí- por la explotación agraria moviese a los tirios gena que se asentaba en el interior y constituía a estructurar sus asentamientos en función de la principal mano de obra de las explotaciones esta actividad. agrícolas. El curso medio-inferior del valle era un territorio que procuraba los recursos nece-

Los pueblos nacidos del agua 9 Bañadero de la Reina. Pizarra. sarios: tierra para cultivar, madera para la cons- La llegada romana trucción naval, piedra para la edifi cación, y mi- nerales, como la plata y el cobre, para acuñar La irrupción de los romanos en la Península monedas, además de la posibilidad de entablar Ibérica trajo consigo una nueva organización tráfi c o comercial con los pobladores nativos. del espacio y especialmente la implantación de nuevas formas de infraestructura hidráulica de Fenicios, griegos y cartagineses fueron cons- factura genuinamente romana. La importancia cientes de la riqueza del Valle del Guadalhor- del agua en la cultura romana devenía de la ce, lo que originó un rico intercambio de cono- propia fundación de Roma. Las condiciones cimientos y la integración de distintas técnicas ambientales de esta ciudad requirieron la in- de distribución del agua que incidieron en un vención de acueductos que abasteciesen las mayor grado de aprovechamiento de los recur- fuentes y las termas. Regularon el suministro sos. En defi nitiva, comenzaron a producirse de agua mediante la creación de un organismo contactos comerciales y culturales entre am- que resolvía las cuestiones suscitadas al res- bos extremos del Mediterráneo, empleándose pecto, e idearon un procedimiento de drenaje el agua del mar como vía de comunicación y de zonas pantanosas merced a la construcción las redes fl uviales para penetrar desde las cos- de cloacas que aplicaron, por ejemplo, para la tas hacia el interior. desecación del foro romano.

10 Los pueblos nacidos del agua Necrópolis medieval del Cerro de las Calaveras. Coín. Detalle del mosaico de Venus hallado en Cártama. El territorio del Valle del Guadalhorce quedó de Tozaires (Valle de Abdalajís) donde parece incluido dentro del Conventus Iuridicus Gadi- confi r marse el hallazgo de un santuario acor- tanus, iniciándose la romanización del territorio de a la tradición difundida por los fenicios de y variándose la ubicación de algunas pobla- consagrar montes a alguna deidad femenina y dos indígenas que tradicionalmente se habían dedicarles templos cerca de corrientes y ma- asentado en lugares altiplanos, desde donde nantiales de agua. Continuando por esta vía, se dominaban los accesos. De esta manera permanecen los vestigios de un puente, un al- fl o recieron núcleos como Nescania (Valle de far y un muro situado en la parte inferior del Abdalajís), situado en la vía desde Malaka ha- camino que demarcaría la primitiva orilla del cia Antikaria. De las vías romanas que enlaza- Arroyo de las Piedras, probablemente como ban la franja litoral de Málaga y la Depresión protección contra las riadas. De igual modo, Bética, una atravesaba el actual término de Al- experimentaron un impulso ciudades como Ilu- mogía y otra discurría junto al Río Guadalhorce ro o Cartima, esta última emplazada cerca del comunicando Malaka y Corduba, jalonada por curso navegable del río, debido al auge agrí- los municipios de Cartima, Iluro, Nescania y cola y comercial del ager cartimitamus, idóneo Antikaria. para la plantación de árboles frutales, olivos y vides, quedando patente la existencia de vi- Junto a esta vía se constata la existencia de llas dedicadas a la producción de aceite entre asentamientos prerromanos, como el del Cerro

Los pueblos nacidos del agua 11 Naranjo en una huerta de cítricos. Foto: Francisco Agüera Arrabalí las que destaca la de Manguarra-San José en En Cártama, Iunia Rustica, sacerdotisa per- Cártama. petua y primera de su municipio, celebró me- diante un banquete la restauración a sus ex- Asimismo los romanos concibieron espacios pensas de un pórtico público y la cesión de un cuyo elemento protagonista era el agua tales solar para la edifi cación de una casa de baños. como acueductos, aljibes y termas, éstas au- Elevó una estatua de Marte en el foro y agre- ténticos centros de ocio y negocio. Los acue- gó un pórtico a las termas, dotándolas de un ductos de Alhaurín el Grande y Cártama, el pilón y una estatua de Cupido. Será durante la aljibe del Bañadero de la Reina (Pizarra) y las época Flavia cuando estos municipios conoz- termas de Canca (Álora), fechadas entre los can un incremento del comercio manifestado siglos I y II d.C., son los mayores exponentes en el aumento de la producción de ánforas y de estos fi g uras arquitectónicas. De las termas de la exportación de mármoles de Coín y Mi- reseñadas se conservan los muros de la mi- jas convirtiendo al puerto malacitano en statio tad occidental donde se aprecian dos huecos a marmorum o punto central de distribución de modo de hornacinas y el arranque de un tercer dicho material. muro. El agua se transportaba desde una mina situada a poca distancia, excavada en la roca y compuesta por una galería central y dos la- terales.

12 Los pueblos nacidos del agua Fuente en calle Hortezuela. Almogía. El período andalusí de elementos nació del interés secular de los pueblos del desierto en las artes tendentes a la A mediados del siglo VIII, la llegada del Islam captación, conducción y uso óptimo de los re- a las orillas del Guadalhorce trajo consigo una cursos hídricos, tan escasos en sus lugares de cultura con un interés especial hacia el agua. procedencia. El agricultor andalusí supo culti- Los efectos de la “revolución verde” entraña- var no sólo en llanuras, sino también en lade- ron la expansión este-oeste de nuevas espe- ras mediante bancales y técnicas sumamente cies arbóreas, herbáceas y animales así como efi cientes basadas en el principio de la ener- la implantación de nuevas infraestructuras hi- gía gravitatoria. Además, el agua adquirió una dráulicas en tierras ajenas a un ordenamiento función estética y simbólica entre estos pue- previo, lo que originó en algunos casos la fun- blos, al representar un paraíso terrenal para el dación de nuevos asentamientos urbanos. Este Islam, y pasó a formar parte esencial de los hecho queda refl ejado en la impronta lingüísti- jardines donde brotaban fuentes y fl uían ace- ca de la lengua castellana visible en una infi n i- quias creando ambientes donde vista y oído se ta lista de términos generales relativos al uso refugiaban en suaves armonías. del agua: algubb (aljibe), battan (batán), alkúba (alcubilla), attasyi (atarjea) o asaqiya (acequia), En relación con la agricultura, se pusieron por poner algunos ejemplos. Esta constelación en vigor nuevos medios de extracción (no- rias), depósito (aljibes), canalización (atarjeas,

Los pueblos nacidos del agua 13 Molino del Bachiller. Álora acequias) del agua corriente que estimularon ñas e higueras, éstas últimas introducidas por una intensa actividad agrícola y permitieron la los árabes junto a granados, morales y zarzas irrigación de tierras en otro tiempo destinadas entre otras y que permanecen hasta nuestros a cultivos de secano, así como de aprovecha- días. miento de su fuerza motriz para impulsar los primeros artefactos industriales (aceñas, ba- Las técnicas árabes de regadío prevalecie- tanes). El Molino de los Corchos (Alhaurín el ron en el Valle del Guadalhorce a pesar de los Grande), el despoblado de Pereila (Coín), el numerosos cambios sufridos en lo sucesivo. Sabinal (Álora), el Cortijo de Cartamón (Cár- Los Repartimientos mantuvieron la extensión tama) son algunas de las muestras en esta de las propiedades en la mayoría de los ca- zona, caracterizada por la parcelación de la sos. Generalmente, cada explotación agrícola tierra en pequeñas huertas que con la llega- se dividía en varias parcelas dedicadas a dis- da de los cristianos apenas varió. A partir del tintos cultivos, respondiendo a las necesidades año 1410, la toma de llevada a cabo de autoconsumo y constituyendo el origen de por los cristianos repercute en el abastecimien- las huertas actuales. Cereales, leguminosas, to y cultivo del trigo, limitando su consumo al olivos, almendros y viñas eran las especies procedente de y de la Hoya de Málaga, predominantemente cultivadas. cuya producción agrícola se basaba en las vi-

14 Los pueblos nacidos del agua La Alcubilla. Cártama. Abrevadero, lavadero y fuente, al fondo, de La Zarza. Valle de Abdalajís. Foto: Fernando Bravo. La Edad Moderna y Contemporánea almendra, hortalizas y leguminosas) continua- rá siendo la base económica y alimenticia de La Edad Moderna y la desmembración del la población de nuestra comarca. Por ello, la mundo musulmán supusieron la alteración introducción de nuevas especies será escasa de algunos aspectos. A través del mar, Cris- o prácticamente nula. Los frutos provenientes tóbal Colón alcanza las costas del continente de las tierras de secano serán complementa- americano, circunstancia que redundará en la dos por los procedentes de las de regadío que llegada de nuevos cultivos como la patata, el adquirirán progresiva importancia. Entre estos maíz o el tomate. Se reactivará el comercio a últimos podemos citar el maíz (utilizado para través del puerto de la capital malagueña. En la cocción de pan) o el cáñamo (usado espe- cuanto al agua en el Valle del Guadalhorce no cialmente para la vestimenta). Por lo demás, la habrá cambios importantes sino los referentes pesca fl u vial fue practicada para la provisión a la propiedad de la tierra y al aumento de la de un recurso adicional de la dieta. superfi cie cultivada que se acrecentará de ma- nera notable, al igual que en todo el obispado La disposición urbanística de las poblacio- malacitano con respecto a la anterior época. nes, la aplicación técnica de la fuerza motriz La conocida como tríada mediterránea, es del agua en los molinos y la red preexistente decir, el trigo, el olivo, y la vid (además de la de acequias no fueron substancialmente alte- radas. Sí fue promulgada una serie de dispo-

Los pueblos nacidos del agua 15 Pozo del Suizo. Álora. siciones legales de gran repercusión, como la el agua un exclusivo útil monetario cesando la que instituyó la comunidad de pastos en todo creación de espacios públicos como las anti- el Reino de Granada, posteriormente abolida, guas termas o baños, sustituidos por lavaderos y la que concedió a la villa de Coín la liber- o pilones. Por tanto, parece ser que se invertirá tad para construir molinos y batanes aprove- en la rentabilidad económica del agua, mayor chando las aguas del río del Nacimiento. Para que en fases precedentes, aunque se cegará cuando los pobladores mudéjares de la tierras su proyección social y cultural. La proliferación del Guadalhorce hayan sido expulsados en de fanegas cultivadas, molinos, batanes y tene- 1570, el trasvase a los nuevos habitantes de rías o curtidurías guardan una relación directa sus conocimientos hidráulicos, desarrollados con el crecimiento demográfi co de la población en estas tierras a través de los siglos, ya habrá que, a pesar de ésto, seguirá temiendo a las fraguado y, aparentemente, no se producirán fuerzas de la naturaleza. cambios radicales. Sí surgirá, por el contrario, una nueva mentalidad acerca de la relación con El fi n al de la Edad Moderna en nuestra co- el agua que no se recuperará hasta pasados marca se verá infl uido por el espíritu ilustrado los siglos: se resiente la contemplación de este del Siglo de las Luces. Aquel lema de ¡agua va! elemento como esencial en el desarrollo espiri- que resumía la inveterada costumbre de arrojar tual e higiénico del ser humano para buscar en aguas negras a la vía pública a través de las ventanas de las viviendas tocaba a su fi n. Al-

16 Los pueblos nacidos del agua Fuente del Pilar Alto. Cártama. gunos ilustrados como el ingeniero militar Fran- régimen señorial de la producción agraria que cisco de Ulloa y más tarde Jovellanos dejaron caracterizaba el país en aquellas fechas. escritos sobre la importancia de la expansión del regadío en España que en algunos casos Muy importante va a ser también un ban- motivaron reticencias hacia los nuevos proyec- do dictado en 1784 y titulado Bando de Buen tos hidráulicos. Refl ejos de esta mudanza se Gobierno que se debe observar en las Cuatro aprecian en una progresiva conciencia insti- Villas de la Hoya de Málaga fi rmado por su tucional de la necesidad de instalar surtidores Corregidor D. Antonio de Anguiozar y Velasco públicos de agua para el común de los vecinos y que afectaba a las cuatro villas del corregi- y de regular el curso de las aguas y el repar- miento: Alhaurín el Grande, Álora, Cártama y to de los turnos entre los gremios de hortela- Coín, insertas en una misma demarcación ad- nos y molineros (como se hizo, por ejemplo, ministrativa, judicial y militar. En este texto se en la Villa de Coín por el Corregidor D. Rafael postulan principios básicos para el conjunto de Echeverri en 1793), dado que la mayoría de los los habitantes de estos pueblos, conteniendo propietarios de molinos se adscribía a los esta- prescripciones relativas a la limpieza de las ca- mentos nobiliario y eclesiástico y la mejora de lles en tiempo de lluvias y a la obligación de los los rendimientos económicos menoscababa el vecinos de acudir a sofocar los incendios “con cántaros e instrumentos para conducir el agua y auxiliar la reparación del fuego”. En esta cen-

Los pueblos nacidos del agua 17 Embalse y presa de Casasola. Almogía.

Conducción del Cortijo de Almotaje. Cártama. Foto: Fernando Bravo. turia se emprenderán asimismo los primeros su máxima expresión en la Fábricas de Luz del trabajos tendentes a la canalización del cau- Embalse del Chorro o en otras más modestas dal del río principal, el Guadalhorce, así como en cuanto a su volumen energético como la de estudios y pruebas para asegurar la provisión Coín. En el siglo XIX volverá a recuperarse el de agua de la Ciudad de Málaga mediante las uso ocioso y saludable del agua con iniciativas obras de la Fuente y el Puente del Rey. como la emprendida en Alhaurín el Grande por Vicente Ors y Francisco Marzo, quienes esta- Durante la Edad Contemporánea se suce- blecieron en esta población el primer Centro den multitud de hechos que continúan una lí- Hidropático (terapia que buscaba la curación nea marcada por las demandas sociales, tales de enfermedades por medio del agua) de Es- como la invención de la energía eléctrica, la paña. También en Almogía, dice Madoz, hubo delineación de redes de alcantarillado público y unas aguas minerales hediondas de propieda- la consolidación de las comunidades de regan- des medicinales, denominadas los Baños del tes (Ordenanzas de Coín, Alhaurín el Grande y Sultán. Pizarra). La llegada de la electricidad alcanza

18 Los pueblos nacidos del agua Antigua fábrica eléctrica de Coín. Foto: Miguel Salgado, 1913 especialmente en la preservación de los sistemas El agua como elemento de riego empleados y en la ampliación equitativa de las redes de distribución del agua. Este uso trans- transformador de la materia formador de la materia caracterizó actividades propiciatorias de la extensión de la agricultura de La existencia del hombre viene determinada por regadío frutal y de la reorganización de las tradicio- su relación con el agua. La ubicación de los prime- nales comunidades de regantes en todo al Valle del ros asentamientos cerca de los cauces de los ríos, Guadalhorce. Igualmente dio lugar al nacimiento con el objeto de que el abastecimiento humano, de industrias artesanales accionadas por la fuerza animal y agrícola quedase garantizado, alimentó dinámica del agua, como molinos de aceite (alma- el interés por la conducción y distribución de ésta, zaras) y harina (aceñas), batanes y tenerías. Ya con el fi n de que su uso favoreciera la generación adentrado el siglo XX, las aguas de nuestra cuenca de riqueza personal y territorial. Sin embargo, las hidrográfi ca serán embalsadas en grandes masas, frecuentes crecidas y las consecuentes inundacio- asegurando el abastecimiento de dilatados canales nes que provocaba el caudal del Guadalhorce en de riego y la generación de energía hidroeléctrica. ciertas estaciones del año provocó la toma de deci- siones que solventasen los desperfectos causados en las plantaciones y sembrados y que incidieron

Los pueblos nacidos del agua 19 Atarjea de la Huerta del Obispo. Llanos del Naci- miento de Coín.

La tierra mercio que era a la sazón la ciudad portuaria de Málaga. Así hasta el año 1878 cuando la fi loxera La agricultura ha constituido el fundamento del arrasó la provincia dañando severamente la eco- sistema económico del Valle del Guadalhorce has- nomía de los municipios rurales secularmente con- ta tiempos recientes. Los avances técnicos de los sagrados a la viticultura. Una vez perecieron los regadíos y la aclimatación de ciertas especies fo- viñedos, su superfi cie fue destinada a otras varie- ráneas originaron un modo de producción que se dades de cultivo. En el municipio de Pizarra, en el ha mantenido a lo largo de los siglos. Estas tierras, partido aún conocido como Los Lagares, la alterna- predominantemente de secano, comenzaron a ex- tiva elegida fue el almendral. perimentar la irrigación con ánimo de destinarlas a la arboricultura frutal y a la horticultura de hortalizas, Sin embargo, la producción de secano no ha cu- legumbres y maíz. El secano estaba representado bierto las necesidades de alimento de estas pobla- por el cereal (trigo y cebada), la olivicultura y la vi- ciones por varias causas, especialmente climatoló- ticultura. El viñedo gozó de considerable peso en gicas, incidentes en la adecuada maduración de la comarca donde numerosas fanegas eran dedi- los frutos. Las sequías, generalmente propias de los cadas en el siglo XVIII al cultivo de la uva de Loja, meses de abril y mayo, repercuten en un descenso proporcionando vino y pasas de sol y lejía que se de la recolección de grano, básica en la alimenta- exportaban a través de la fl o reciente plaza de co- ción, con efectos considerables. Por ello, y gracias a la abundancia de agua en áreas determinadas,

20 Los pueblos nacidos del agua Restos del cauz del Molino de Valle de Abdalajís. Foto: Fernando Bravo. la agricultura de regadío fue punto de mira de los mediante escritura pública notarial regulan entre sí productores. El control del agua de riego se regía la conducción del agua proveniente de un manan- por prácticas romanas perfeccionadas por los mu- tial o curso fl uvial hasta sus huertas. Por medio de sulmanes y se hallaba encomendado a ciertas ins- normas estatutarias se defi nen las obligaciones de tituciones administrativas y sociales. Esta tradición observar turnos cíclicos de riego, de sufragar lim- está documentada en el siglo XVIII mediante la fi - pias de las acequias y de no construir lavaderos, gura de los Alcaldes de Aguas, muy representativa abrevaderos ni nuevas tomas en su recorrido, entre aún hoy de los municipios de Alhaurín el Grande y otras. De 1784 datan las Ordenanzas Municipales Coín. La relevancia de esta clase de agricultura se de la Dehesa Baja de la villa de Alhaurín el Grande evidencia durante estos años en los cambios reca- y en el año 1962 fueron aprobados los Reglamen- yentes sobre determinadas prácticas de riego el año tos de las comunidades de regantes de San Antón 1793 cuando el corregidor Echeverri dispuso la mo- y del Nacimiento en los municipios de Alhaurín el difi cación de los turnos vigentes entre hortelanos y Grande y Coín respectivamente. En Pizarra, se re- molineros en el uso del agua, otorgando prioridad a organizaron las comunidades del Cauce de la Mo- los primeros. Todos estos factores confl uyeron en lina en 1895 y del Cauce de la Rivera de Zorrilla en la constitución de nuevas comunidades de regantes 1914, ambas radicantes en el partido rural del arro- o en la reestructuración de las ya existentes. Estas yo de Casarabonela y dotadas de sendas presas y corporaciones se componen de agricultores que acequias en sus márgenes.

Los pueblos nacidos del agua 21 Molino del Bermejal. Valle de Abdalajís. La Molinería así como un molino hidráulico de aceite y un tejar en las inmediaciones del mismo río. A mediados del siglo XVIII tuvo auge una im- portante industria artesanal: los molinos. Éstos se En tierras de Cártama parece que fueron más nu- situaban junto a las corrientes de agua del río Gua- merosos los molinos aceiteros de tracción animal, dalhorce o de algunos de sus afl uentes. llamados molinos de sangre. No obstante deben consignarse al menos dos molinos de harina em- La documentación generada entre los años 1751 plazados a orillas del río en el Barranco del Fraile y y 1753, para la elaboración del Catastro del Mar- el Esparragal de la Dehesa. qués de la Ensenada, la consigna de la siguiente forma: la villa de Alhaurín el Grande contaba con Coín, sede del Corregimiento de las Cuatro Villas seis molinos harineros en la ribera del nacimiento de la Hoya de Málaga, poseía quince molinos hari- de San Antón y otros seis en el arroyo de Fahala, neros movidos por las aguas del río del Nacimiento tres de harina y tres de aceite, todos de tracción y cinco por las del río Pereila. De las quince alma- hidráulica. zaras que estaban activas, cinco eran propulsadas por la fuerza motriz del caudal de tales ríos. Se re- Respecto a Álora son reseñados en estas fechas gistra además la existencia de cuatro tejares. tres molinos harineros impulsados por las corrien- tes del Guadalhorce en las faldas de la población,

22 Los pueblos nacidos del agua Plano de La Pizarra en el Catastro de la Ensenada (1751). Paradas del Molino de la Tahona. Alhaurín el Grande. Por su parte, el término jurisdiccional de la anti- de hectáreas plantadas de arboleda frutal y la opor- gua villa señorial de Casapalma comprendía tres tunidad de generar electricidad merced a la poten- molinos de pan moler: el de Rodrigo Álvarez, junto cia energética del agua animaron la concepción y al Guadalhorce; el de la Molina, en el arroyo de Ca- ejecución del proyecto más relevante y emblemá- sarabonela, ambos pertenecientes hoy al municipio tico de la Historia de la Ingeniería Hidráulica de la de Pizarra; y el de Terrona, en el río Fahala, actual- provincia de Málaga: el Embalse del Conde del mente término de Cártama. Guadalhorce, concluido en 1921. La profusión de estos artefactos, especialmente El uso de la irrigación intensifi có el cultivo de cí- en Alhaurín, Álora y Coín, pone de manifi esto un tricos y hortalizas. Sin embargo no dio cobertura elevado aprovechamiento industrial de las aguas a la totalidad de la superfi cie regable, por lo que que bordean las poblaciones, complementario con medio siglo más tarde se construyeron otros dos el agrícola. embalses: el del Guadalteba y el del Guadalhorce, inaugurados en 1973. Entre los años 1961-1972 se Los grandes proyectos aprobaron diversos planes que intentaban ampliar la capacidad de riego, si bien no llegaron a cumplir La necesidad de refrenar las tumultuosas riadas las expectativas depositadas en ellos que siempre del Guadalhorce, la utilidad de asegurarse la regu- han ido unidas al abastecimiento de la ciudad de laridad del caudal idóneo para el riego de millares Málaga y a la producción de energía eléctrica.

Los pueblos nacidos del agua 23 Piedra del Molino de Villalón. Pizarra. Alcubilla del Lagar de Bernabé. Almogía.

La zona regable del Guadalhorce integra tanto vez a la ciudad de Málaga, a las fábricas de Larios las áreas más próximas a su curso como las lomas y a las compañías concesionarias del ferrocarril de que lo circundan, dividiéndose en siete sectores hi- Málaga a Torre del Mar y de los tranvías de la ca- dráulicos. Los cítricos y otros frutales predominan pital. Hasta ese instante, habían existido pequeñas en la línea adyacente al río, donde surgieron los “fábricas de luz” en los núcleos rurales, resultado riegos tradicionales mediante acequias de tierra de la reconversión de antiguos molinos harineros reemplazadas luego en muchos casos por canale- próximos a un cauce de agua capaz de proporcio- tas, en tanto que el cereal y el olivar prevalecen en nar la sufi c iente fuerza mecánica. El funcionamien- las áreas más elevadas. El suministro es realizado to de estas centrales se extendió hasta la segunda mediante los embalses del Guadalteba, del Gua- década del siglo XX. dalhorce y del Conde del Guadalhorce que integran un único conjunto dada su interconexión. En el año 1902, Jorge Loring Heredia obtuvo la concesión del aprovechamiento hidráulico del río En 1903 nació la Sociedad Hidroeléctrica del Cho- Guadalhorce, fundando una sociedad junto a su rro, destinada a la producción de electricidad. Ésta hermana Isabel, su cuñado el ingeniero Rafael no era directamente distribuida entre particulares, Benjumea y Francisco Silvela. Sin embargo, el sino entre empresas, principalmente una compañía principal problema con el que se enfrentaban era alemana y otra británica, que la suministraban a su el estiaje del Guadalhorce, hasta la ejecución del

24 Los pueblos nacidos del agua Embalse y Central Hidroeléctrica de El Chorro. Álora. proyecto del embalse dirigido por Benjumea, ga- administró energía hidroeléctrica a la fábrica ingle- rantizando la producción de electricidad. En 1920, sa de la Malagueta que fi nalmente absorbió junto tras la crisis desencadenada por la Primera Guerra con la otra empresa distribuidora de la capital, la Mundial, la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro ad- Compañía Eléctrica Malagueña. La Sociedad Hi- quirió la empresa en un principio perteneciente a droeléctrica del Chorro quedó como dueña absolu- Siemens y más tarde a Fiat-Lux, ambas alemanas. ta del sector en la ciudad de Málaga. Por último, en La demanda de electricidad se encontraba en una el año 1967 la Hidroeléctrica del Chorro se integró fase de expansión, que no era posible compensar en la Compañía Sevillana de Electricidad. con las máquinas a vapor, por lo que la sociedad

Los pueblos nacidos del agua 25 Recorte de Diario Sur refi riéndose a las inunda- ciones de septiembre de 1945 en Álora.

La Alameda de Coín nevada en 1954. Foto: López Duerto. desconocida a la que nuestros antepasados El agua y sus rindieron culto en tanto en cuanto establecía unas normas arbitrarias, caprichosas, difíciles adversidades de conocer. Fruto de la experiencia y de la observación Durante siglos la sociedad ha sorteado los van aportándose prácticas que redundarán obstáculos del medio natural en la medida de en el desarrollo de las comunidades. A pesar sus posibilidades técnicas según sus intereses. de esta mínima previsión, las condiciones am- Los hombres prehistóricos elegían sus asen- bientales de nuestra comarca confi eren a la tamientos en función de las características de naturaleza una gran importancia ya que hasta un espacio concreto: evitaban ser invadidos hace escasas décadas un año de lluvias o de o atacados por otros pueblos. A medida que sequía determinaba la calidad y esperanza de transcurren los tiempos, la especie humana vida de sus habitantes. Tanto la carestía como ha ido moldeando su entorno hasta pagar hoy el exceso de caudal en los ríos o las nevadas día, en algunos casos, el precio de su coloni- provocaban cuantiosos daños que han queda- zación. Conforme se descubren los secretos do refl ejados a través de documentación ofi c ial de la meteorología, pueden idearse soluciones y la tradición oral. De entre todas destacan la a las adversidades de la naturaleza, esa gran gran avenida sufrida por la villa de Álora en

26 Los pueblos nacidos del agua Barca vadeando en Río Guadalhorce en Álora. Foto: J. Morales y J.L. Pérez. 1680, la cual destruyó sus tres molinos, y las constancia de algunas nevadas caídas en Álo- tormentas de septiembre de 1906 que deta- ra en 1860 y 1885, y en toda la extensión de la llan los apuntes históricos de uno de los au- comarca los años 1945 y 1954. tores más signifi c ativos de la historiografía del Guadalhorce, D. Antonio Bootello Morales. En Sabido es que los ríos Guadalhorce, Grande, sus manuscritos inéditos cuenta que las aguas Campanillas e incluso Fahala no han sido fáci- atravesaron la Hacienda de Dueñas, la Casa les de vadear, ya por las características propias del Boticario, Venta de Tendilla y numerosas del clima mediterráneo, ya de la misma orogra- huertas, inutilizaron el ferrocarril, arrasaron los fía. Se tiene conocimiento de que algunos de puentes de Cártama y Campanillas además de nuestros pueblos quedaban incomunicados llevarse la vida de varias personas, incluidos debido a las fuertes crecidas que registraba el niños, en los municipios de Álora, Cártama y principal río de la provincia. En cuanto a éste, el Casarabonela. Guadalhorce, se conoce el uso todavía durante los siglos XIX y XX de pasos de un lado a otro Otras riadas acaecidas el 28 de septiembre del río por medio de barcas que transportaban 1803 y el 29 de marzo de 1855 en Alhaurín tanto personas como mercancías. Existían al el Grande son narradas por Ildefonso Marzo menos tres pasos con sus correspondientes y Sánchez en el célebre romance El Santísi- barcas y barqueros, ofi cio éste muy importan- mo Cristo de las Agonías. Asimismo tenemos te: uno junto a la Barranca de la Barca, en Álo-

Los pueblos nacidos del agua 27 Almogía nevada en el invierno 2005-2006. Foto: Francisco Torreblanca Leiva. Inundaciones de 1989 en el Camino de la Estación. Pizarra. Colección Radio Pizarra.

ra; otro por el Vado del Parador, en Pizarra; y el que no existía puente para pasar de esta villa a tercero frente al Cortijo de Torres, en Cártama. las de , Álora y Casarabonela por cuya Estos pasos aseguraban en alguna manera razón se buscaban los vados, pero a costa de la llegada de alimentos a la ciudad de Málaga muchísimas desgracias según narran las cróni- que dependía en gran medida de las huertas y cas de la época. Ya en el siglo XX la naturaleza campos del Guadalhorce y que cuando se ce- ha sido contemplada con algo menos de temor rraba la comunicación se debía hacer llegar el y, gracias a la evolución de la técnica y la cons- trigo desde a través del mar. trucción de ferrocarriles, carreteras y puentes, en la actualidad no hay posibilidad de que una En Coín, por ejemplo, se sabe que a fi nales población quede incomunicada sine die hasta del siglo XVIII río Grande era percibido como que las lluvias, nevadas o tormentas cesen. peligrosísimo en tiempos de muchas aguas y

28 Los pueblos nacidos del agua Ermita de la Virgen de la Fuensanta de Coín. fuentes o arroyos. Probablemente tengan re- Aguas contadas lación con algún tipo de herencia ancestral, pues numerosas culturas atribuían al agua un En una sociedad como la del Valle del Guadal- carácter divino, al igual que a la totalidad de horce para la que el agua ha sido un elemento las fuerzas de la naturaleza, construyendo sus tan familiar y cercano es notoria su infl uencia, santuarios en lugares donde había una fuente que ha dejado huella en muchas de nuestras o manantial de agua. tradiciones y costumbres. Igualmente, la suce- En ocasiones, el miedo y la preocupación del sión de algunos acontecimientos que marcaron hombre ante las inclemencias del tiempo han la memoria de sucesivas generaciones crea- propiciado leyendas en torno a algún suceso ron una serie de narraciones y leyendas que, provocado por el agua cuyas consecuencias generalmente basadas en hechos reales o pro- fueron amenazadoras para la población. En cedentes de la tradición oral, constituyen una relación con estos hechos nacieron algunas parte muy importante de la cultura popular. fábulas en los distintos municipios que ilustran Los protagonistas y los hechos suelen estar numerosos relatos populares. Tal es el caso de relacionados con ciertas costumbres o aconte- la historia de Alonso Valor que en el año 1890, cimientos que suceden en lugares tales como tras una noche de lluvia torrencial, permaneció dos días atado a un árbol sobre el río cerca de

Los pueblos nacidos del agua 29 Vista del Arroyo de los Ladrones. Pizarra.

la estación de Cártama para no perecer en la manantial. La Ermita de Pizarra se eleva junto corriente o la leyenda titulada El Lobo y la Ove- a un nacimiento cuyas aguas pasan bajo la edi- ja, recogida por el antiguo alcalde de Coín Bar- fi c ación cobijadas por una arcada que lo sujeta tolomé Abelenda quien narró la tormenta que y lo salva del desnivel. Igualmente, la fuente de sobrevino el 10 de noviembre del año 1831, la Ermita de Coín, situada a los pies del edifi - desde las 9 de la noche hasta las 7 de la ma- cio, es símbolo de algunas creencias que acon- ñana, así como la catástrofe que supuso para sejan beber sus aguas a todo el que la visita esta población a causa del desbordamiento del como remedio curativo de algunas enfermeda- Nacimiento que inundó toda la zona. Asimis- des y preventivo de la soltería femenina. Algu- mo, en el año 1906, por efecto de las lluvias nas leyendas se inspiran en acontecimientos torrenciales que cayeron sobre Pizarra, surgió cuyos personajes son protagonistas de hechos la copla de la ahogada que recordaba a una de que tuvieron lugar alrededor del agua, como el las víctimas que, procedente del Burgo, había ejemplo de la leyenda del Arroyo de los Ladro- llegado hasta la Vega del Marqués arrastrada nes, en Pizarra, vinculada a una antigua ban- por las aguas. da de forajidos que robaba el ganado en siglos pasados y allí se escondía y fue capturada o la También existen narraciones que de manera leyenda del Molino de los Corchos, en Alhaurín indirecta vinculan los cultos locales con lugares el Grande, que tiene su origen en la expulsión donde el agua tiene un especial protagonismo. de los musulmanes el año 1485 cuando su Los casos de Pizarra y Coín, cuya patrona es dueño fue desposeído del mismo y obligado a la Virgen de la Fuensanta, enlazan estas dos abandonar la población augurando que el mo- acepciones dado que en ambos lugares se si- lino nunca dejaría de moler, cosa que hasta la túan las ermitas en parajes donde se brota un actualidad así ha sido.

30 Los pueblos nacidos del agua Lavanderas en el Río Bajo de Coín. Foto: Miguel Salgado. 1913.

de su realización como una prolongación de la En torno al agua propia vivienda. A él se acudía para el abaste- cimiento del agua de uso doméstico y, a la vez, Los espacios que se encuentran en las inme- como un punto de encuentro y reunión con las diaciones del agua formando parte del paisaje vecinas. La limpieza de la ropa era efectuada a natural y urbano tradicionalmente se han re- orillas de los ríos o arroyos más cercanos a las vestido de un carácter social de esparcimiento casas ya que la mayoría de las poblaciones no o encuentro. Numerosas fuentes salpican las contaban con lavaderos públicos donde hacer- calles y plazas de los municipios del Guadal- lo y hasta mediados del siglo XX no se acome- horce y toda una serie de actividades, fi e stas tió el suministro de agua corriente a la mayoría y celebraciones han tenido y tienen lugar en de las viviendas. No obstante, en algunos mu- torno al agua. nicipios la existencia de pozos y manantiales repartidos por sus calles permitía abastecer a Estos espacios de sociabilidad han sido es- los vecinos que vivían en sus proximidades. pecialmente signifi cativos para la mujer, al ser la recogida del agua una tarea femenina desde El escritor Juan Valera plasmó esta tradicio- el comienzo de la vida urbana, labor que te- nal relación de la mujer con el agua en su obra nía un carácter colectivo conformando el lugar Juanita la Larga donde se relatan los encuen- tros y desencuentros que tenían lugar alrededor

Los pueblos nacidos del agua 31 El aguador en la Plaza de Pizarra. Archivo Temboury. de una fuente a la que las jóvenes acudían con Haya, fue creada la Alianza de Género y Agua, los cántaros y que las risas y las tertulias de en la que participaron quinientas asociaciones las muchachas dotaban de un aspecto singu- de distintos países y que trabajan por la mejo- lar. Pero ello, en algunos casos, podía provocar ra de los accesos al agua, cuya repercusión algún problema de seguridad. En el año 1793 social benefi ciará especialmente a mujeres y se procedió en Coín a la construcción de una niños. fuente en la calle Jacinto Méndez para evitar el trasiego de las mozas a parajes más lejanos En general, los lugares por los que fl u ía el del núcleo urbano, donde se exponían a ciertos agua han sido utilizados para la parada o el peligros. La ubicación de las fuentes en plazas, descanso y los abrevaderos donde los anima- sitios abiertos que desde la antigüedad fueron les bebían se hallaban en muchas ocasiones ideados para la expresión de la colectividad, anexos a fuentes o ríos, convirtiéndose de este actuó como auténtico nexo de unión entre la modo en lugares de encuentro. El canónigo mujer y el espacio público a través del trabajo. coineño Antonio Agustín Jiménez de Guzmán describía en 1796 las tertulias celebradas en En la actualidad, la recolección de agua con- torno a una cruz de mármol situada en la plaza tinúa siendo una responsabilidad femenina en Alta a orillas del río de la Villa, que en aquellas países donde el abastecimiento doméstico aún fechas atravesaba la población. Fuera del nú- está por llegar. Es por ello que en el año 2000 cleo urbano, los ríos han sido escenarios de en el II Foro Mundial del Agua, celebrado en La fi e stas locales, como en el día de San José

32 Los pueblos nacidos del agua Un grupo de mujeres recoge agua en la Fuente Arriba. Álora. Foto: Ayuntamiento de Álora. Obrero, festejado tradicionalmente en la ribera Campanillas en paralelo a una vía romana que de río Grande o en la Romería de Coín por el atravesaba el término de Almogía, unía Mála- camino antiguo, cruzando el río Pereila, donde ga con Antequera. Las reformas efectuadas en bueyes y caballos paraban a beber, o incluso el año 1786 consistieron principalmente en la las antiguas y primigenias ferias de ganado que construcción de alcantarillas y puentes, origi- se celebraban en partes cercanas a los ríos. nando además diversas ventas que bordeaban el camino y donde reposaban los viajeros. Esta función social del agua tiene otra apli- cación que infl uye en nuestra forma de vida La conducción del agua hacia las viviendas y, a niveles más técnicos, en el saneamiento se inició con la instalación de fuentes en luga- e higiene de nuestros municipios. Desde fi na- res claves dentro de los cascos urbanos con el les del siglo XVIII en el Valle del Guadalhorce fi n de facilitar el abastecimiento. Sin embargo, comenzó a plantearse la distribución urbana no será sino desde los años cuarenta del siglo que afectó a un sector muy reducido de la po- XX cuando esta distribución sea efectiva y total blación. Son singulares las obras de sanea- en los núcleos, posibilitando su uso doméstico miento llevadas a cabo en el camino real que, directo. delineado en la hondonada del cauce del río

Los pueblos nacidos del agua 33 Pareja de aves acuáticas en Río Grande. Foto: Teo Todorov. arbóreas introducidas de un tiempo acá, como Flora y Fauna el eucalipto o los pinos de repoblación, han de valorarse positivamente tanto sotos de tarajes En el territorio del Valle del Guadalhorce y adelfas como álamos, juncos, zarzamoras existen parajes naturales espectaculares que o cañaverales, que aparecen palmariamente tienen en el agua su eje central. Gracias a la vinculados al agua y con un gran valor medio- acción de ésta gozamos de rincones tan es- ambiental aunque hemos de añadir que gran peciales como el Desfi ladero de los Gaitanes parte de las riberas han sido ocupadas por los en Álora y Valle de Abdalajís, Tajo Rayo en Al- cultivos. También la gama animal posee un haurín el Grande, la Alameda de Río Grande y muestrario importante en cuanto a los habitan- las cascadas de Río Seco en Coín, por poner tes dentro y alrededor. Destacan peces como algunos ejemplos. En estos lugares el agua ha el barbo gitano (barbus sclateri) y la boga de modelado espacios de hermosura incompara- río y anfi bios como sapos y ranas y de la clase ble donde fl uye creando vida a su alrededor. reptil, culebras, lagartijas y el galápago leproso. El catálogo de aves y mamíferos es abundante. En nuestros ríos y sus márgenes se desa- Entre las primeras señalamos por su belleza y rrolla una innumerable cantidad de especies protección las garzas reales, cigüeñas negras, vegetales y animales de diversa signifi c ación fl a mencos, ánades, halcones y buitres y, entre aunque, en ciertas ocasiones y lugares, muy los segundos, las nutrias como residentes y los condicionadas por el manejo humano del terri- topos, erizos, liebres y conejos como benefi - torio en cuestión. Amén de algunas especies ciarios directos.

34 Los pueblos nacidos del agua Lavadero de la Fuente de la Rei- Puentes de hierro de Cártama Estación. Foto: Ayto. Cártama na. Valle de Abdalajís. de nuestros pueblos –circunstancia que ya era Las artes del agua importante en tiempos prehistóricos- podemos contemplar hoy como necesaria una mirada El agua y la orografía han sido elementos hacia atrás para poder preguntarnos acerca de decisivos en la elección de la situación de los nuestras raíces más profundas y concluir que pueblos de nuestra comarca. La totalidad de estos pueblos fueron nacidos del y por el agua. nuestros municipios están donde están hoy Hemos relatado anteriormente cómo nuestros día por mor de la cercanía al agua e incluso ancestros escogían sus asentamientos en fun- algunos de ellos fueron trasladados desde una ción de la altitud y de la proximidad de los ríos ubicación primigenia hacia otra debido a un o arroyos y cómo estas condiciones no cam- mayor aprovechamiento de esta fuerza de la biaron especialmente conforme pasaron los naturaleza en el nuevo lugar. Por tanto, el agua siglos sino que más bien se perfeccionaron a se asoma como componente elemental en la la vez que los humanos fueron modifi cando su concepción de la ciudad entendida como asen- relación con el entorno, haciéndose éste algo tamiento urbanístico ajeno al azar, fruto de una más moldeable y a medida. observación y experiencia acumuladas durante Esta apreciación a posteriori a cuentas de la siglos. Partiendo de esta premisa, es decir, que planimetría y el urbanismo actual tiene una vin- el agua justifi ca los emplazamientos defi n itivos culación con lo material-tangible y, por supues-

Los pueblos nacidos del agua 35 Fuente Lucena o de los Doce Caños. Alhaurín el Grande. Lavadero de la Fuente la Higuera. Álora. Archivo Temboury.

to, con lo artístico y arquitectónico. En primer pio y original, según sucede en Pizarra. A ca- lugar, el agua de nuestros cursos fl uviales faci- ballo entre lo ornamental y lo funcional tienen litó al hombre una serie de materiales básicos cabida las numerosas fuentes públicas (como y muy económicos para edifi car: piedras de las que en Coín denominan cirilas) y privadas río o cantos rodados sirvieron de basamento que existen en la comarca, piezas realizadas y piso para casas, vías o puentes y la arena en su mayoría en mármol de diversos colores de ribera fue usada, sumada al agua y a la cal, y que integran un amplio surtido de formas y como parte de la argamasa que aglutinaba y estilos artísticos. Incluidos en esta parca cla- revestía las viviendas. Es también la causa sifi cación podríamos englobar el gran número del tradicional diseño del tejado “a dos aguas,” de puentes que, sucesivamente construidos compuesto por un complejo montaje de cañizo y reconstruidos, cruzan o salvan con adorno y tejas creadas en los alfares, donde el agua ríos de mayor o menor caudal. En segundo es asimismo fundamental. Como medios de lugar, en un campo quizás algo más tendente recogida se conforman elementos funcionales a lo estrictamente funcional (y rozando domi- y decorativos como los canalones, bajantes y nios antropológicos-etnográfi c os) cabrían, por gárgolas, detalles donde germina un arte pro- ejemplo, los lavaderos, las redes de acequias

36 Los pueblos nacidos del agua Fuente en Plaza Puente Larga sobre el Río Campanillas. Escamilla. Coín. Puentes sobre el Río Guadalhorce. Pizarra. Almogía. locales, los espacios de ordenamiento y alma- para confi gurar infraestructuras y espacios cenaje de aguas o la profusión de industrias de donde el agua ha sido agente principal. De ahí todo tipo favorecidas por el elevado número de el amplio catálogo de piezas, edifi c aciones y cursos fl uviales existentes en el Valle del Gua- artefactos que han sido modelados conforme la dalhorce. técnica y el conocimiento avanzaban, también, en torno a este elemento. Hitos arquitectónicos El espíritu de lo inabarcable inunda cualquier de la comarca del Guadalhorce con respecto intento de compendiar en un único estudio la al agua pudieran ser los puentes de Pizarra o trascendencia o vinculación que el agua pueda Almogía, las fuentes de Coín o del Valle de Ab- tener con la materialidad construida. Sin em- dalajís, las termas de Canca en Álora, las alcu- bargo, ésta ha dejado innumerables señas, hoy billas y los aljibes de Cártama o las acequias día todavía vivas, de un rico patrimonio mueble de Alhaurín el Grande, construcciones todas e inmueble que se percibe como sustancial en dignas, según hemos evaluado, de un estudio la herencia cultural contemporánea. Amén de más detallado, técnico y pormenorizado. la propia naturaleza, rica y en constante evo- lución, la sociedad ha desarrollado su ingenio

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40 Los pueblos nacidos del agua Edita Red de Desarrollo y Asesoramiento del Guadalhorce, S.L. C/ Dehesa, 80 – 29560 Pizarra (Málaga). Coordinación Grupo de Desarrollo Rural Valle del Guadalhorce y Sociedad Cultural Guadalhórcete. Autores Manuel Bermúdez Méndez y Pilar Martín Chicano. Revisión de textos Manuel Bermúdez Méndez, Mª del Carmen Morillo del Castillo y Alejandro Rosas Fernández. Edición y maquetación Antonia J. Gallego Gallego. Colaboradores Fernando Bravo Conejo, Lidia Cabello Ligero, Mª Elena Loriguillo Millán, Mª del Carmen Morillo del Castillo, Salvador D. Pérez González, Alejandro Rosas Fernández y Mª José Sánchez Rodríguez. Agradecimientos Francisco Agüera Arrabalí, Sofía Chicano Balles- teros, Francisco Enríquez Llagas, Herederos de Antonio Galiano Galiano, José María Morillo Fillol, Francisco Pacheco Pacheco (Radio Pizarra), Flores Sánchez Rodríguez, Colección Fotográfi ca Romero y Tinoco, Teo Todorov, Francisco Torreblanca Leiva. Entidades colaboradoras Archivo Fotográfi co Temboury, Archivo Fotográfi co Juan López Duerto, Ayuntamientos de Alhaurín el Grande, Almogía, Álora, Cártama, Coín, Pizarra y Valle de Abdalajís, Delegación Provincial de Málaga de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Diputación Provincial de Málaga, Ministerio de Cultura y Educación, Revista de Obras Públicas (Jesús Benito Torres), Servicio Geográfi co del Ejército.

Depósito Legal: MA-65-2007 ISBN: En tramitación