José María Eguren OBRA POÉTICA MOTIVOS BIBLIOTECA AYACUCHO Es Una De Las Experiencias Editoriales Más Importantes De La Cultura Latinoamericana Nacidas En El Siglo XX
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José María Eguren OBRA POÉTICA MOTIVOS BIBLIOTECA AYACUCHO es una de las experiencias editoriales más importantes de la cultura latinoamericana nacidas en el siglo XX. Creada en 1974, en el momento del auge de una literatura innovadora y exitosa, ha estado llamando constantemente la atención acerca de la necesidad de entablar un contacto dinámico entre lo contemporáneo y el pasado a fin de revalorarlo críticamente desde la perspectiva de nuestros días. El resultado ha sido una nueva forma de enciclopedia que hemos llamado Colección Clásica, la cual mantiene vivo el legado cultural de nuestro continente entendido como conjunto apto para la transformación social y cultural. Sus ediciones, algunas anotadas, con prólogos confiados a especialistas, y los apoyos de cronologías y bibliografías básicas sirven para que los autores clásicos, desde los tiempos precolombinos hasta el presente, estén de manera permanente al servicio de las nuevas generaciones de lectores y especialistas en las diversas temáticas latinoamericanas, a fin de proporcionar los fundamentos de nuestra integración cultural. OBRA POÉTICA. MOTIVOS MINISTERIO DE LA CULTURA Francisco Sesto Novás Ministro de la Cultura Iván Padilla Bravo Viceministro de Cultura para el Desarrollo Humano Rosángela Yajure Santeliz Viceministra de Identidad y Diversidad Cultural Emma Elinor Cesín Centeno Viceministra para el Fomento de la Economía Cultural FUNDACIÓN BIBLIOTECA AYACUCHO CONSEJO DIRECTIVO Humberto Mata Presidente (E) Luis Britto García Freddy Castillo Castellanos Luis Alberto Crespo Gustavo Pereira Manuel Quintana Castillo José María Eguren OBRA POÉTICA MOTIVOS 228 PRÓLOGO, CRONOLOGÍA Y BIBLIOGRAFÍA Ricardo Silva-Santisteban © Fundación Biblioteca Ayacucho, 2005 Colección Clásica, No 228 Hecho Depósito de Ley Depósito legal lf50120058004266 (rústica) Depósito legal lf50120058004265 (empastada) ISBN 980-276-405-1 (rústica) ISBN 980-276-406-X (empastada) Apartado Postal 14413 Caracas 1010 -Venezuela www.bibliotecaayacucho.com Dirección Editorial: Julio Bolívar Asistencia Dirección Editorial: Gladys García Riera Jefa Departamento Editorial: Clara Rey de Guido Editores: Edgar Páez y Shirley Fernández Jefa Departamento de Producción: Elizabeth Coronado Producción (E): Jesús David León Asistencia de Producción: Henry Arrayago Auxiliar de Producción: Nabaida Mata Corrección: Silvia Dioverti, María Amparo Pocoví y Analy Lorenzo Concepto gráfico de colección: Juan Fresán Actualización gráfica de colección: Pedro Mancilla Diagramación: IMPRIMATUR, Artes Gráficas Preprensa: Total Print Impreso en Venezuela / Printed in Venezuela OBRA POÉTICA. MOTIVOS VIII EL UNIVERSO POÉTICO DE JOSÉ MARÍA EGUREN PRELUDIO SI BIEN LA POESÍA de José María Eguren (1874-1942) puede subyugar- nos fácilmente por su música y su plasticidad, es también cierto que esta poesía “clara y sencilla”, principalmente por aquellos atributos, puede entrañar escollos difíciles de superar que están dados por la extrema suti- leza de su ejecución, por su trasfondo simbólico paralelo a su mera apa- riencia exterior, por su vocabulario riquísimo e insólito, por su apretada condensación semántica, por su sintaxis a menudo torturada. Eguren, como Góngora, Mallarmé o Vallejo, es poeta propicio al comentario y a la elucidación pues, a veces, sólo gracias a ellos es posible alcanzar a pene- trar el sentido a menudo latente en sus poemas. Dentro de un poema, la combinación de los escollos mencionados desconcierta con frecuencia, o también desalienta, a lectores poco persistentes que pueden degustar la poesía pero no estar preparados sino para la faz, aparentemente “clara y sencilla” en su exterior, pero rica en matices, rica en melodía, rica en sus trazos, rica en sentido que Eguren siempre sabe darnos sólo si podemos penetrar el poema y llegar a captarlo como una entidad destinada al gozo literario y dueño de una estética coherente y suficiente en sí misma. Las páginas que siguen pretenden aprehender esa entidad que constituye el mundo creado en los poemas de Eguren, así como mostrar, en la medida de lo posible, su inagotable significancia y cómo su escritura está realizada con un arte sorprendente. BIBLIOTECA AYACUCHO IX TRAYECTORIA VITAL José María Eguren nació en Lima el 7 de julio de 1874. Fue hijo de José María Eguren y Cáceda y de doña Eulalia Rodríguez Hercelles. El mismo día de su nacimiento fue bautizado en la parroquia de San Sebastián. Como consecuencia de la ocupación del ejército chileno en Lima, en 1880, fue llevado a vivir a la hacienda Chuquitanta donde su padre desem- peñaba el puesto de administrador. La permanencia en esta hacienda, y en la hacienda Pro, se prolongó para Eguren aun después de terminada la guerra con Chile porque, debido a su delicada salud, se le buscó en estos lugares un clima más propicio para vivir. Esto dio lugar a dos hechos: la separación de sus hermanos y la fuerte y decisiva influencia de la naturale- za en esos años formativos en que la mente retiene todo con mayor intensi- dad y que se vio acrecentada, con seguridad, por la cuota de soledad que se le añadía. Eguren escribió en una página acerca de su vida: “Hizo priva- damente sus estudios estéticos y literarios desde muy temprana edad”1. Sus estudios regulares comenzaron con retraso en 1884, cuando cursó la primera instrucción en el Colegio de la Inmaculada de los padres jesuitas, para pasar luego a estudiar la secundaria en el Instituto Científico dirigido por el doctor José Granda. Finalmente, abandonó sus estudios regulares. Pero los que confesó haber realizado “privadamente”, fueron, con toda seguridad, mejor aprovechados, más intensos y más beneficiosos que los del colegio. Su hermano Jorge indujo y dirigió los estudios literarios ini- ciales de José María, además de haberlo iniciado en el gusto de la lectura que compartía al irle traduciendo al paso las obras de los idiomas que conocía, especialmente del francés y del italiano. Creo que nunca se ponderará con largueza la importancia que estos años formativos tuvieron para el poeta rodeados de un paisaje, a los ojos de un niño imaginativo y sensible, maravilloso. Los Motivos que escribió a 1. José María Eguren, Obras completas, edición, prólogo, notas, bibliografía y dirección de la edición de Ricardo Silva-Santisteban. Estudio y catálogo de la obra plástica de Luis Eduardo Wuffarden. Fotografías de Daniel Giannoni. Lima, Banco de Crédito del Perú, Biblioteca Clásicos del Perú, 1997, p. 364. Citaremos esta edición de aquí en adelante como O.C., seguida del número de página. OBRA POÉTICA. MOTIVOS X comienzos de 1930, y por un transcurso de dos años, son muchas veces un recuerdo encantado de esos años de niñez. Citemos algunos fragmentos de una notable riqueza impresionista que nos permitirán entrar en la vasta biografía juvenil e interior del poeta, en contraste con su biografía exte- rior tan carente de grandes eventos: Soñemos una noche en el país de la maravilla, en la región de las quimeras, en el campo bruno, azul de la naturaleza silvosa. La quinta de una hacienda perdida en el silencio infinito; una luz de parafina, un tapete verde sobre la mesa de rocambor. Una mariposa tardía del crepúsculo se ha quedado dor- mida. Es de oro puro, con las alas plegadas semeja una cruz de malta. Es fina y bella esta figulina de la penumbra dorada, esta condecoración imperial de los bosques. Es un primor inanimado; seguramente no piensa; porque es una joya. No de igual toque dos mariposas nocturnas grises, de felpa mate, que semejan enmascaradas. Estas marquesas antiguas de carnaval vienen quizá del árbol seco y venenoso. Un coleóptero verde se enciende como una lámpara; una cicindela bulle y se duerme. La guirnalda de alas azules chis- pea en su epifanía. Todos parecen dirigirse a la luz del rey insecto, ovoide y zarpón, enteramente grotesco. Sobre una pieza de dominó está la diosa del lago verde, azulina; la diosa palustre de dormidas antenas. (“Tropical”) Recuerdo que en mi infancia, cuando la tarde no me permitía correr por la alameda encendida, jugaba en una baranda con mis carritos de hojalata pintados de rojo, amarillo y azul, llenos de paseantes de madera. La vía tenía un palmo de anchura y varias curvas. Yo rodaba mis juguetes con la ilusión de que la baranda larga y clara iba a la ciudad distante donde jugaban niñas y niños, y olvidaba mi paseo real, pues mi camino me parecía encantado. También recuerdo la mañana de la hacienda. El estanque cubierto de madreselva y jazmines donde flotaban mis canoas minúsculas de hojas secas. Se deslizaban por la acequia entre pequeños golfos de limpia arena. El viaje era largo, llegaba a las heredades vecinas en travesía bella entre las maravillas de los musgos y de las ovas verdes. De convertirme por arte mágico en un Colón atómico, hubiera descubierto Américas de fantasmagoría. Yo seguía con la imaginación este velero luciente que llevaba correspondencia secreta a las beldades infantiles y luminosas de las haciendas ensoñadas. (“Paisaje mínimo”) BIBLIOTECA AYACUCHO XI César Francisco Macera ha narrado un emocionante episodio de la niñez de Eguren en una entrevista con el poeta: Largas temporadas pasó en las haciendas de Pro y Chuquitanta, y cuando era adolescente, salía de caza con una magnífica escopeta, a grandes zanca- das por los caminos llenos de flores silvestres, de acequias e inacabables pircas. Pero un día disparó sobre un cuervo, y como no lo hiriera disparó otra vez. Cayó herido el animal y al acercarse a verlo descubrió maravillado que era un palomo grande, con un pecho metálico y en las alas negras tenía unas líneas blancas, limpísimas. ¡Qué espanto le produjo el haber dado con esta ave extraordinaria que nunca fue vista por aquellos parajes y que a los burdos hombres de la hacienda se le antojó un ave de la Patagonia! Desde luego que, como no la había matado, se dedicó a cuidarla y la salvó, aunque encerrada en la jaula la enorme paloma se asfixiaba. Desde entonces Eguren dejó de cazar y cuando fue con otros, su escopeta no hizo fuego.