Del Uso Indígena Al Comercio Mundial Ciencia , Poder Y Explotación En La Mercantilización De La Ka’A He’E (S Tevia )
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Escuela Nacional Universidad Federal Florestan Fernandes de Juiz de Fora Especialización en Estudios Latinoamericanos IV Turma Soledad Barret (2013-2015) Trabajo de Conclusión del Curso (TCC) DEL USO INDÍGENA AL COMERCIO MUNDIAL CIENCIA , PODER Y EXPLOTACIÓN EN LA MERCANTILIZACIÓN DE LA KA’A HE’E (S TEVIA ) Alumno: Santiago Liaudat Landívar Orientador: Mariano Zukerfeld 1 2 KA’A HE’E - HIERBA DULCE (STEVIA REBAUDIANA BERTONI) 3 ÍNDICE 0. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………………….p. 8 AGRADECIMIENTOS……………………………………………………………………………………..p. 13 1. USO INDÍGENA. Lugar de origen de la planta, pobladores originarios y conocimientos tradicionales…………………………………………………………………………p. 17 a. Lugar de origen y rareza de la especie vegetal. b. La Conquista y después. c. ¿Qué tan antiguo es el uso de la planta entre los guaraníes? d. Conocimientos tradicionales y biodiversidad. e. ¿Hubo conocimientos indígenas en el caso de la Stevia? 2. DE LO LOCAL A LO “UNIVERSAL”. Traducciones de conocimiento, ciencia periférica y colonialidad lingüística……………………………………………………..……….p. 33 a. Avatares detrás del primer registro científico de la Ka’a He’e. b. El nacimiento de la botánica de la Ka’a He’e. c. El nacimiento de la química de la Stevia. d. El nacimiento de la economía de la planta. e. Todos los caminos conducen a Roma. f. El poder de dar nombre y la colonialidad lingüística. 3. DE LA PERIFERIA AL CENTRO. Mediadores locales, instituciones imperiales y redes científicas ……………………………………………………………………..……….……………p.56 a. El Imperio Británico y los Reales Jardines Botánicos de Kew. b. Una rápida difusión de la noticia. c. Los laboratorios del Imperio Alemán. d. La estabilización como objeto científico de la química y la botánica. e. De la química de la Tercera República a la botánica de Harvard. f. Preeminencia norteamericana en la posguerra. g. Última expedición botánica a Paraguay. h. Peligro de extinción de la Ka’a He’e silvestre. 4 4. DEL LABORATORIO AL MERCADO. Explotación agrícola, desarrollo tecnológico y propiedad intelectual……………………………………………………………………………………p. 84 a. Primeras tentativas de producción de la Ka’a He’e. b. Primera explotación agrícola exitosa e inicio de la domesticación. c. Desarrollo tecnológico local. d. Una inesperada irrupción desplaza a Paraguay. e. Investigación y desarrollo en Japón. f. Biopiratería a la zaga de la primera patente. g. Excursus. Por los caminos de Dios. h. Mercantilización material y propertización intelectual. 5. DE LO PROHIBIDO A LO CODICIADO. Regulaciones de sanidad, empresas transnacionales y mercado global……………………………………………………..……….p. 113 a. Recapitulación. b. Corea del Sur y Brasil. c. Primera (y frustrada) comercialización en los Estados Unidos. d. Ciencia, intereses encontrados y el papel de los organismos de sanidad. e. Siglo XXI y un rápido cambio de posición frente a la Ka’a He’e. f. Nuevas regulaciones y apertura del mercado mundial. g. ¿Una oportunidad para el Paraguay? h. Al fin… el comercio mundial de la Ka’a He’e. 6. EPÍLOGO………………………….…………………………………………………………………………p. 149 7. ANEXOS…..…………………………………………………………………………………………………p. 152 a. Cronología de la mercantilización de la Ka’a He’e. b. Siglas y acrónimos. 8. BIBLIOGRAFÍA….…………………………………………………………………………………………p. 160 a. Publicaciones académicas y técnicas b. Documentos de entidades gubernamentales y organismos internacionales c. Artículos periodísticos y revistas de divulgación 5 ÍNDICE DE IMÁGENES Capítulo I 1. Lugar de origen de la planta………………………………………………………………………….……………….p.18 2. Distribución de los Pa'i Tavy Terã………………………………………………………………………….………p.21 3. Fotografías de los Pa'i Tavy Terã……………………………………………………………………………………p.30 Capítulo II 4. Moisés Bertoni y sus anotaciones………………………………………………………………………………….p.36 5. Ovidio Rebaudi……………………………..……………………………………………………………………………….p.43 6. Emilio Hassler……………………….……………………………………………………………………………………….p.48 7. Tapa de Plantae Hassleraianae………………………………………………………………………………………p.50 8. Portada de artículo de Bertoni de 1905…………………………………………………………………………p.54 Capítulo III 9. Tapa del Kew Bulletin de 1901………………………………………………………………………………………p. 57 10. Dibujos de M. Smith………………………………………………………………………………………………..…….p.61 11. Marc Bridel…………………………..……………………………………………………………………………………….p.72 12. Benjamin Lincoln Robinson………………………..………………………………………………………………….p.74 13. Hewitt Grenville Fletcher Jr……………………………………………………………………………………………p.76 14. Douglas Kinghorn y Djaja Soejarto……………………………………………………………………………..….p.79 15. Ka’a He’e silvestre…………………………………………………………………………………………………………p. 89 Capítulo IV 16. Primera plantación comercial de Ka’a He’e……………………………………………………………….…..p.88 17. Entrevista de 1976 a Luis Enrique De Gásperi………………………………………………………………..p.91 18. Osamu Tanaka……………………………………………………………………………………………………………….p.97 19. Carátula de la primera patente…………………………………………………………………………………….p.101 20. Informe del Comité Church………………………………………………………………………………………….p.105 Capítulo V 21. Matrimonio Chen y producto de Sunrider en base a Stevia………………………………………….p.120 22. Carta de Sunrider a la FDA……………………………………………………………………………………………p.125 23. Carátula de informe del Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios………………………………………………………………………………………………………………..p.134 24. Pepsi True y Coca-Cola Life…………………………………………………………………………….……………p.141 25. PureVia y Truvia……………………………………………………………………………………………………….….p.143 26. Logos institucionales de la WSO y el ISC………………………………………………………………….…..p.145 6 7 INTRODUCCIÓN “Conocer […] no es una mera composición de conceptos: es un acto vital, un desgaste y, en consecuencia, un asunto peligroso, un acto organizativo.” René Zavaleta Mercado. “No existe casi ningún objeto percibido por los sentidos cuya reflexión no forme una ciencia.” Jean Le Rond D´Alembert. Nuestro sentido del gusto percibe cuatro sabores básicos. Y así como los colores primarios forman la paleta de tonalidades que componen nuestra imagen del mundo. Del mismo modo, todo lo que se disuelve en la boca presenta los caracteres de lo amargo, lo ácido, lo salado o lo dulce. De estos rasgos elementales, ninguno nos produce tanto placer como la dulzura. De hecho, acaso universalmente, solemos asociar este sabor a las personas que nos despiertan simpatía o ternura. Inclusive no hay mejor epíteto en varios idiomas indoeuropeos que lo dulce para definir a la relación amorosa o al ser amado. Al igual que las restantes necesidades o deseos humanos, el anhelo de lo dulce es transmutado por la alquimia capitalista en demanda en el mercado. Satisfacer a la masa de consumidores con poder de compra es en cualquier caso un buen negocio. Y sobre tan profunda predilección se montaron en la era moderna verdaderos imperios comerciales. Recordemos que una parte importante de la brutal empresa colonial se sustentó en la explotación azucarera. Por la cual, durante siglos, unos tuvieron sus comidas y bebidas edulcoradas al precio de amargas condiciones de vida para otros. En menoscabo de la trama de esclavitud y violencia detrás del oro blanco, el azúcar se volvió sinónimo de dulzura para buena parte del mundo. Millones de toneladas de este producto fueron transportadas desde el trópico hacia las grandes ciudades en todos los continentes. En parte por el éxito de la operación, en parte por novedosas circunstancias históricas, con el paso del tiempo este fenomenal agente edulcorante se volvió también sinónimo de obesidad y problemas de salud. Ya entrado el siglo veinte, y sobre todo desde la segunda posguerra, la media del nivel de consumo se elevó en poblaciones que además tenían un menor gasto de energía física. La creciente ingesta de alimentos y bebidas con alto contenido de azucares comenzó a generar problemas de salud desconocidos hasta entonces. La epidemiología debió incorporar nuevas concepciones. Por primera vez en la historia, enfermedades no contagiosas -como la diabetes- se propagaban como una peste. En ese 8 contexto y dado que la procura de lo dulce se mantiene, tanto instituciones de salud como empresas del sector de los alimentos y bebidas, comenzaron a desarrollar endulzantes con bajas calorías que pudiesen sustituir al azúcar. La investigación que presentaremos a continuación es acerca de uno de esos productos sustitutivos de la sacarosa. Nos referimos a la planta conocida como “Stevia” que se ha difundido ampliamente en los últimos años como un edulcorante sano y natural. Esta hierba era hasta hace muy poco una mercancía marginal en el mundo, comerciada en unos pocos países y conocida fuera de esas regiones solo por especialistas y naturistas. Desde el 2008, sin embargo, ha sido cada vez más habitual encontrar artículos en las góndolas de los supermercados con etiquetas que señalan la inclusión de compuestos de esta hierba. Todas las primeras marcas en comidas y bebidas procesadas, sin excepción, la incorporaron en algunas de sus presentaciones. Además, las grandes firmas de los sectores químico, agrícola y farmacéutico, están destinando importantes recursos para el desarrollo de innovadores productos con la hierba dulce. Recientemente, la compañía emblema del capitalismo globalizado, The Coca-Cola Company , lanzó en varios países del mundo, incluidos los Estados Unidos, una versión de su popular bebida endulzada con Stevia. 1 En un primer momento, la emergencia contemporánea de este producto estrella de origen vegetal se nos presentó como una oportunidad in vivo para analizar ciertos dispositivos socio-cognitivos (en especial, los derechos de propiedad intelectual) mediante los cuales grandes empresas usufructuaban conocimientos generados por actores más débiles. Cuando nos enteramos que en 2007 dos