Razas Autóctonas Españolas
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GUÍA de CAMPO de las RAZAS AUTÓCTONAS ESPAÑOLAS D. FERNANDO OROZCO PIÑÁN In memoriam GUÍA de CAMPO de las RAZAS AUTÓCTONAS ESPAÑOLAS D. FERNANDO OROZCO PIÑÁN In memoriam COORDINADORES: Miguel Fernández Rodríguez, Mariano Gómez Fernández, Juan Vicente Delgado Bermejo, Silvia Adán Belmonte y Miguel Jiménez Cabras MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y MEDIO RURAL Y MARINO Secretaria General Técnica: Alicia Camacho García. Subdirector General de Información al ciudadano, Documentación y Publicaciones: José Abellán Gómez. Director del Centro de Publicaciones: Juan Carlos Palacios López. Jefa del Servicio de Producción y Edición: Mª Dolores López Hernández. Coordinadores: Miguel Fernández Rodríguez, Mariano Gómez Fernández, Juan Delgado Bermejo, Silvia Adán Belmonte y Miguel Jiménez Cabras Diseño y Maquetación: Luis F. Barona Hernández Impresión y Encuadernación: Composiciones RALI, S.A. Edita: Distribución y venta © Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino Paseo de la Infanta Isabel, 1 Secretaría General Técnica Teléfono: 91 347 5541 Centro de Publicaciones Fax: 91 347 57 22 Plaza San Juan de la Cruz, s/n Teléfono: 91 597 61 87 Fax: 91 597 61 86 Tienda virtual: www.marm.es e-mail: [email protected] NIPO: 770-09-147-0 ISBN: 978- 84-491-0946-1 Depósito Legal: BI-2664-09 &DWiORJR*HQHUDOGHSXEOLFDFLRQHVR¿FLDOHV KWWSZZZHV VHUYLFLRVHQOtQHDR¿FLQDYLUWXDO3XEOLFDFLRQHV (OFRQWHQLGRGHODSUHVHQWHSXEOLFDFLyQUHÀHMDtQWHJUDPHQWHHOWUDEDMRGHORVDXWRUHV\QRWLHQHSRUTXpFRUUHVSRQGHUVHHQVX SOHQLWXGFRQORDSUREDGRSDUDR¿FLDOPHQWHSDUDORVUHFXUVRVJHQpWLFRVDQLPDOHVSRUORTXHHO0LQLVWHULRGH0HGLR$PELHQWH y Medio Rural y Marino no se responsabiliza ni avala necesariamente su contenido al tener un objetivo divulgativo. 4XHGDSURKLELGDVDOYRH[FHSFLyQSUHYLVWDHQODOH\ODUHSURGXFFLyQ HOHFWUyQLFDTXtPLFDPHFiQLFDySWLFDGHJUDEDFLyQR GHIRWRFRSLD GLVWULEXFLyQFRPXQLFDFLyQS~EOLFD\WUDQVIRUPDFLyQGHFXDOTXLHUSDUWHGHHVWDSXEOLFDFLyQLQFOXLGRHOGLVHxR de la cubierta-sin la previa autorización escrita de los titulares de la propiedad intelectual y de la Editorial. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y siguientes del Código 3HQDO (O&HQWUR(VSDxROGH'HUHFKRV5HSURJUi¿FRV &('52 YHODSRUHOUHVSHWRGHORVFLWDGRVGHUHFKRV ,PSUHVRHQSDSHOUHFLFODGR )6& DOWRWDOPHQWHOLEUHGHFORUR &HUWL¿FDGR1~PHUR77&2& Datos técnicos: Formato: 17 x 24 cm. Caja de texto: 14 x 21 cm. Composición: dos columnas. Tipografía: Helvetica Neue LT Std a cuerpos 8, 10 y 24 . Encuadernación: Rustica. Papel: Interior HQHVWXFDGREULOORJ&XELHUWDHQFDUWXOLQDJUi¿FDGHJ7LQWDVPiVSODVWL¿FDGRPDWH PRESENTACIÓN Desde que en el año 1992 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro), consagrara el derecho de los pueblos a la conservación, utilización y justo reparto de los beneficios de los recursos genéticos, las naciones comenzaron a legislar y regular la gestión de su patri- monio genético natural y doméstico. La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) puso en marcha en los 90 un programa específico para la conservación de los recursos genéticos animales, pero encontraron que la mayoría de los países carecían de recursos humanos y materiales para desarrollar una conservación eficaz. Muchos desconocían su patrimonio, no contaban con datos, con informes, ni material alguno que informara de la situación de los recursos genéticos nacionales. Tras décadas de intensificación de las producciones, de selección de un puñado de grupos genéticos (razas, líneas, estirpes, etc.), era difícil encontrar técnicos capaces de desarrollar un buen trabajo para mantener la diversidad genética animal y vegetal. La FAO desarrolló una excelente labor de formación, de transferencia y de creación de infraestructuras como publicaciones técnicas coyunturales y periódicas como la revista AGRI (Animal Genetic Resources Information), recursos informáticos interactivos como el DAD-IS (Domestic Animal Diversity-Information System), cursos, seminarios, simposios. Pronto, los técnicos de la FAO recomendaron abordar frontalmente la necesidad de profundizar no sólo en el conocimiento de los recursos genéticos animales, sino de todo su contexto social, ecológico, transnacional, etc., como base para el desarrollo de acciones globales eficaces para la conservación de los recursos zoogenéticos. Con el nuevo milenio se abordó una extensión del programa de FAO, esta vez propo- niéndose como objetivo el desarrollo de un Informe Global sobre la Situación de los Recursos Genéticos Animales. Esta iniciativa encontró un gran eco y complicidad de los países que se involucraron en la recogida de información muy completa, que fijó el estado del arte a nivel mundial sobre los animales domésticos y todo lo que les rodeaba. Este informe se presentó en la Conferencia Técnica Internacional sobre los Recursos Zoogenéticos, celebrada en Interlaken (Suiza), del 3 al 7 de septiembre de 2007, con más grandilocuencia que eficacia. Dos años después, la Declaración de Interlaken sobre los Recursos Zoogenéticos, resultante del consenso alcanzado en la cumbre, aún no ha repercutido en la mayoría de los países en una legislación conservacionista agresiva. Por el contrario, observamos como en el momento que vivimos los apoyos a la conservación disminuyen, la repercusión en los medios de comunicación baja, dándonos la sensación a las organizaciones que hemos trabajado en esto de una manera vocacional y no oportu- nista, que la conservación pasa de moda. La única explicación radica en la contraposición filosófica de la conservación y la globa- lización. Proteger lo local supondría una oposición a la globalización de los mercados y hoy prima el impulso del mercado global frente a la protección de los mercados locales. El esfuerzo desarrollado por las naciones para el desarrollo de sus respectivos informes nacionales, nos colocó a los conservacionistas en una situación muy deseada, por fin conocíamos con mucha precisión el estado de los recursos zoogenéticos y su contexto en cada país, y con ello podíamos hacer diagnósticos muy exactos de situaciones concretas, podíamos identificar necesidades, posibilidades de cooperación internacional, y lo que es más importante, podíamos desarrollar planes de acción a corto, medio y largo plazo. Realmente, la mayor parte de los países salieron de Interlaken con una pregunta en mente ¿y ahora que tenemos que hacer? Y debido a la coyuntura internacional, pocos han encontrado respuesta. Afortunadamente, España es un país líder y modélico en el tratamiento de sus recursos zoogenéticos. Nuestro país contaba con un sensibilización general en favor de sus razas locales que nos permitía disponer de una excelente información y de infraestructuras como los CENSYRAS (Centros Nacionales de Selección y Reproducción Animal), ya desde los años sesenta del pasado siglo. En los años 70 las razas autóctonas contaron con un gran apoyo institucional para favorecer el asociacionismo y el desarrollo de estructuras como los libros genealógicos, núcleos de control, etc. En los años 80 el movimiento conservacionista español se articula en torno a la fundación de la Sociedad Española para los Recursos Genéticos Animales (SERGA), liderada por D. Fernando Orozco Piñán, q.e.p.d. (al que dedicamos este trabajo), D. Isidro Sierra Alfranca y D. Antonio Rodero Franganillo, y con ella se generan un sinfín de conocimientos que se recogen en publicaciones e informes institucionales. Administrativamente, debemos destacar la creación en los años 90 del Comité de Razas de Ganado de España, institución consultiva original y pionera a nivel interna- cional, que fijaba el proceso técnico para el reconocimiento de razas y de su situación. El Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España se nutría así de unas decisiones meditadas, objetivas y muy bien soportadas técnicamente. El desarrollo y lo intensamente arraigado de la conservación de los recursos genéticos animales nos ha permitido tener convocatorias específicas de programas de investigación, por parte del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), algo poco común a nivel internacional, incluso en nuestro contexto europeo. Todos estos avances incluso se han concretado en una legislación muy favorable para el patrimonio genético nacional, especialmente en lo publicado en el Real Decreto 2129/2008, de 26 de diciembre, por el que se establece el Programa nacional de conser- vación, mejora y fomento de las razas ganaderas. Por todo lo expuesto, la coyuntura actual en nuestro país no es tan desfavorable como la de otros países en términos de conservación. La coordinación y perfecto entendimiento entre todas las instituciones gubernamentales y no gubernamentales, nos permite en España abordar objetivos valientes, consensuados y que suben desde el sector hasta la administración, de una manera altamente participativa y eficaz. La Guía de campo que aquí se presenta es un buen ejemplo de lo dicho. En ella se ha utilizado todo el esfuerzo desarrollado en la elaboración del informe nacional, para contar con todas las contribuciones de los técnicos, que desde toda España, aportaron sus conocimientos para contribuir a la elaboración del informe, y construir una base de conocimiento que supone un punto de partida, una referencia, a la cual acudir perma- nentemente para comprobar la evolución de nuestro patrimonio zoogenético. Especial mención merece el trabajo de Jaime Falconer que desinteresadamente comenzó el diseño editorial de esta obra. Esta base junto con el desarrollo