EL PRIMER HUEVO La pata joven.—Pero, señor, si lo que yo comí el otro día fue jamón con tomate... MALAGUEÑAS, por I. MEDINA VERA CUENTO BATURRO Con un humor de mil diablos, w un cabo de Infantería enseñaba a los reclutas la instrucción todos los días. A los torpes les zurraba de tal modo las costillas, que los infelices quintos sudaban gotas de tinta. —¡Vamos a ver!—preguntóle a un aragonés de Riela que era más bruto que un cubo: —¿Cuántos pies hay en milicia? El baturro, de repente, sin saber lo que decía, respondió: —Tres—y quedóse aguardando una caricia. —¿Tres?—replicó, sorprendido, el instructor—. ¡A ver!, diga cuáles son esos tres pies; pero al momento, en seguida. —El pie de paz es el uno. •—Bueno, adelante, de prisa., —El pie de guerra es el otro... Y el otro...—Quedó el de Riela callado aquí, sin saber por qué registro saldría. —El otro..., el otro..., es el otro.... El cabo, al ver que vacila, con una vara de fresno en las espaldas le atiza una de palos horrible, gritándole: —¡El otro, diga! Rompe el baturro y exclama, llorando a lágrima viva: — ¡Rediós! ¿No lo está usted viendo? —"¡Ni el canario más sonoro!..." (Ti, piri pití; —'¡Ole, mi niño!. El otro... ¡el pie de paliza! ti, piri pitón...) Manuel LASSA y ÑUÑO

EN LA PORTERÍA LOS COQUETONES, por F. VERDUGO A mi querido amigo D. Manuel Orozco. —¿Usté ha visto qué mundo, seña Hilaria, tan lleno de infundiosas y gorrinas? Lo digo por la Irene, esa leprosa, que ha dos meses estaba sin camisa y hoy la tié usté que sale de paseo con más humo y más tul que una zarina. —Lo que yo he visto y veo, es que a la Irene sin miaja de razón la tiés envidia, porque si tú quisieras, más bien que ella y con mucho más lujo vivirías. ¡Tú eres hembra que vales por toos laos! ¡Lo que se pué decir canela fina! Y... vamos, te repito, st quisieras, el disloque con frac u de levita. —Lo que usté me aconseja, seña Hilaria, no lo hago yo. —¿Por qué? —Porque al C/iup¡ías no le ofendo en jamás de los jamases, aunque me muera de hambre en mi bohardilla. —Mujer, ¿te has ofendió? ¡No es pa tanto! ¡No me crei que fueses tan remística! , Además, que la Irene tié dinero por haberle tocao la lotería, y podemos decir que lo ha oztenido de una manera decorosa y dizna. —¿Decorosa, verdad? —Pues ya lo creo. ¿Qué tié nadie que ver con que la chica el maná lo reciba de San Pedro? —¡Será en sueños, quizá! .?."•.• —i'Quia, tonta, quita! Despierta y mu despierta. —No lo entiendo. —Ya está enfocada la máquina; —De perfil y sonriendo, De San Pedro... el lotero de la esquina. póngase usté como quieta. que es domo le gusto a "ella". Manuel PELAEZ (De Madrid Cómico, 1900.) MADRID, 14 DE ABRIL DE 1934. AÑO VIII. NUM. 350.

Redacción: Paseo de Sas Tícente, 20.—Teléfomo 1U580.—SiiBcriycióm : lía drld, 7,50 semestre; 14 año.—Provincias: 8 semestre; 1S aflo.—Extranje- Gutierre ro: 13,60 semestre; 24 año.—Días de pago: lunes de seis • orno.—Para la buena marcha de suestra contabilidad debes cobrarse los originales astea de pasados tres meses desde su publicados, pues trn»»curHdo ese tiempo se entenderá que renuncias al cobro sns autores.—Lo» «omeros atrasados de esta revista se vendes al precio corriente es el kiosco de la calle de Alcalá, (reste al teatro Alkaiar.—K-HJTO, Director.

INMORTALIDAD, por ORBEGOZO

HE PARECE QUE UN POCO AL FIN DI CON LA EJERCICIO FORMULA PAPA POR LAS VIVIR ETERNA MAÑANAS MENTE

DUCHA FRUGALIDAD, SOBRIEDAD DE Y AGUAS AGUA FERRUGINO5OBICAR- FRÍA.. BONATADAS...^

i RECONTRA! '..UNIDO A ME HE DEBIDO UN PAR EQUIVOCAD EN DE LAo DOSIS.. PASEOS DIARIOS

x¿c ¡TODO POR LA REPÚBLICA! PARA CONMEMORAR LA FIESTA DEL 14 DE ABRIL

A euforia que proporciona la que la primera tarde, sacudiéndose ellos la po- pública del Congreso, que dicen que si no hay inminencia de una fiesta na- laina al día siguiente y haciendo extensivo el bronca en el hemiciclo, no se divierten. cional de esta categoría, como convite a otros elementos de la minoría socia- Que se vayan al cini, hombre. Que al Con- no podía por menos de ocu- lista. greso no se va a pasar el rato. rrir, ha cristalizado en un Sabemos que el encargado del buffet, por si Y si se va a pasar el rato—que los hay que acuerdo parlamentario de la las moscas, se ha apresurado a asegurar la va- van—, por lo menos no se debe decir tan claro. mayor importancia. jilla en "La Escurialense", importante socie- Disimula, chico. Conste antes de nada que no lo damos como dad de seguros contra el pedrisco. Y es que seguro; pero podemos afirmar que los rumores los hay escamones de por sí. circulados cerca de la noticia que vamos a Es probable que fuera de las minorías par- dar tienen muchos visos de ser verdad. lamentarias también se intente una aproxima- He aquí la noticia: Con motivo de celebrar- ción de partidos, y nos consta que hay una se- CARTAS se el III aniversario de la proclamación de la ñora, radical ella y con bigote, madre de una República, las distintas minorías parlamentarias señorita agraria, que ha dirigido un ultimátum se han reunido y acordado, cada una por su al socialista novio de la niña, diciéndole que, SOBRE LA cuenta, celebrar durante la próxima semana, o se casa en seguida, o le declara él lock-out por lo menos, dos sesiones de Cortes sin in- patronal y le suprime la merienda con que le 13 AMNISTÍA sultarse, ni pegarse, ni agredirse, ni quemar la viene obsequiando todas las tardes con aque- sangre al Sr. Alba. llo de que va a ser de la familia. No tendremos que decir el júbilo conque el El joven socialista ha contestado que lo con- país ha recibido la noticia. Por primera vez, sultará con Largo Caballero, a ver; pero se O hacen los periódicos serios desde hace muchísimos años, se dará el caso teme que tenga que claudicar o pagarse éi la ' más que publicar cartas de de que los ujieres de la Cámara no tengan que merienda en cualquier tupi de por ahí. Í unos y de otros que quieren taparse los oídos pudorosamente, ante las co- Nosotros, como verdaderos patriotas, nos que les alcance la amnistía. sazas que se les ocurren a algunos papases de congratulamos de esta paralización de las hos- Nosotros, que también somos tan series como la Patria en cuanto les llevan la contraria. tilidades y hacemos votos por que llegue a ser el primero, recibimos cartas igual que ellos y Y hasta cuando no se la llevan. perpetua como las cadenas. vamos a publicar algunas para que los Pode- Pero aun hay más. Los rumores afirman que Y sentiríamos mucho que algún sector de res públicos se fijen y acuerden ampliar la gra- el armisticio acordado será tan total y compe- opinión se mostrara disconforme con la tregua, cia de la amnistía para algunos desgraciados, netrado, que durante esos días de calma chi- asegurando que va en contra de sus intereses. que les sobra la razón. cha, D. Indalecio Prieto invitará a merendar Sector de opinión que, según nos manifiestan, Una carta: en el buffet a diversos diputados radicales, los ya está preparando su absurda protesta. Nos referimos a los asiduos clientes de la tribuna "Señor director de GUTIÉRREZ. cuales es de suponer no le permitan pagar más Muy señor mío: Desearé que al recibo de la presente se halle bien en compañía de su fami- lia. Yo bien, gracias. El motivo de la presente, después- de salu- •darle, no es otro que rogarle se sirva hacer pú- blico que algunos ciudadanos conscientes te- nemos el mismo derecho que otros a que nos alcance también la amnistía. Somos muchos, señor director, los que, a cau- sa de como está la vida, le debemos seis me- ses al casero, y el casero se está poniendo muy tonto y yo no sé en qué va a acabar esto. Y digo yo: ¿por qué no va a alcanzar la amnistía a los que le deben seis meses al ca- sero? ¿No van a amnistiar a los que se suble- varon el 10 de agosto? Pues a ver, ¿que delito es más grande? ¿Su- blevarse el 10 de agoste o deberle seis meses al casero el 9 de abril? Yo creo que no tiene punto de comparación, señor director. El Gobierno debe, sin perder tiempo, incluir éste delito en el proyecto de amnistía, orde- nando que se pase una esponja por esos seis recibos que tanto están fastidiando a muchos ciudadanos. Muchas gracias, señor director, y disponga como guste de su affmo. s. s. y admirador q. e. s. m., E. Vivales." Otra carta: "Muy señó diretor mío de GUTIERRE: Enterao por un peródico de esos de papel de que el señó Larraus va a dar una arnistía pa que los probes presos que están en chirona sargan a la caye como si na. le digo que yo le he perguntao al diretó del persidio que si lio también me podré dir, y me ha dicho, dice, que lo que yo digo, dice, no pue ser, pues la arnistía es na más que pa los delitos políticos. Por eso yo, un servidor, tengo peferto dere • cho a dirme a la caye, y le escirbo pa decirle que el diretor no me deja dirme manque mi delito es político, pues yo, un servidor, lo que hice fue que fui y le di un puñalón a mi suer- ga, y como aluego menterao que las suergas son madres políticas, pues yo voy y digo, di- ce, que si esto no es delito político, lo que pasa es que me se hace la ingusticia por no tener regomendación. Aber si usté se lo dice al señor Larraus ese, que cuando sarga ya le yevaré un puro SACRIFICIO, por ALFARAZ de sotirja y a usté otro. Su afetisimo- s. s. s. —O me deja usted tres duros o verá usted un suicidio. Q. L. B. S. S. P. P., y que lo es. Bárbaro del —Soy bastante sensible; pero, en fin, por una vez que vea un cadáver... Todo." 4 — GUTIÉRREZ — Qraciella [NíllilíNülüiilNIlllllül!!! EPIGRAMA REGLAS DE URBANIDAD COLMILLOS A Juan su mujer Inés, La urbanidad, Perico, es una co¡a ¿Cuál ;s el colmo de un agrario? que es hembra de las castizas, muy hermosa, Perico, muy hermosa. le daba enormes palizas Cultivar la Filosofía. a golpes y puntapiés. 1.—Donde no hay una buena urbani- Cayó enfermo Juan un año, ¿Y el colmo del Partido Republicano dad,—a gatas hay que andar por la de Izquierdas? y el doctor que le fue a ver ciudad. le prohibió, como un deber, —¡Ninguno, hombre, ninguno! ¡Ese 2.—Si quieres a esta ciencia darle partido nunca podrá llegar al colmo! lo que a Juan le hiciese daño. vuelos,—haz que esté, amigo mío, por Y éste exclamó: "Pues, ¡repaño! los suelos. ¡Suprimiré a mi mujer!" ¿Cuál es el colmo de un maestro na- 3.-—En ley de urbanidad serás muy cional? sano.—si te metes de prisa a guardia ¡Que no le salgan bien las cuentas! urbano. 4.—Hace la urbanidad pueblos feli- ¿Y el de un atracador? ¿Cuál es? ces,—porque protege a todos las na- rices. Atracarse comiendo. HISTORIA 5.—La sociedad sin ella cae de bru- ces,—porque do no hay urbanidad, no lllllllllllillllllllllllilIlllllllllílllllllillllllllllllllllilllllillllllílílllllllllM Hechos célebres. hay luces. La toma de la Bastilla Hecho que 6.—Una calle con zanjas, la verdad, Illll ocurrió en Francia en el año 145 antes —una falta, y grande, es de urbanidad. de Stavisky. Las turbas, enfurecidas y VERMÍCULOS cantando la Marsellesa, entraron en la cárcel de la Bastilla como unos vulga- Nocturno. res atracadores en una tienda de comes- tibles. De resultas de la Marsellesa Dan las doce... perecieron todos los carceleros, menos Hay un silencio imponente. uno que era sordo de nacimiento, gra- LOGOGRIFO Se conoce cias a Dios. que está durmiendo la gente. El paso del mar Rojo por los h :breos. Canta un grillo. Cosa que sucedió hace tantísimos años, Huele a tomillo, que los centenarios más centenarios de horriblemente. la localidad no recuerdan haber visto se- Es que ahora viene el aire de poniente. mejante cosa. No obstante, créese que Substituid las estrellitas de modo que ocurrió, porque si no el mundo no esta- En la laguna ría, como está, infectado de rojos. se vea de izquierda a derecha y empe- zando por arriba: 1.°, Celia Gámez; 2.", se retrata la luna. El sitio de Zamora.—Hecho sucedido Teniente; 3.°, Una compañía de revis- Da la una. allá por el siglo x. (¿Que no? ¡Pero, tas; 4.°, El firmamento con nubes, y 5.",, ¿Tan pronto? señor, si yo no he dicho que sucediera Un ladrillazo en un ojo. ¡Ese reloj que suena debe estar tonto! en el siglo diez} Es que como no sé oí qué siglo fue, pues pongo una equis... ¿No lo ven ustedes? ¡Pues es facilí- ¡De nada, de nada! ¡Pues no ¡altaba simo! Ha llovido... más!) Reinando doña Urraca en dicha Pasa un carro ciudad, vino su hermano don Sancho y SOLUCIÓN: 1.°, Una "estrella"; 2°, poniéndolo todo perdido le puso sitio a Zamora, porque era un Dos estrellas; 3.°, Tres "estrellas"; 4.°, de barro. hombre muy ordenado y no le gustaba Cuatro estrellas, y 5°, Cinco estrellas, Luego pasa un coche. ver las cosas por ahí rodando, que lue- que es lo menos que se ve en un caso ¡Qué ruido!... go se pierden. Desde entonces, y gra- como éste. Noche... cias a él, está Zamora entre León y Salamanca. El mero.—Este es otro hecho célebre. ¿No han oído ustedes heblar del mero hecho?

FÁBULAS DE LAFONTENE El mono corrido. Las aves y los peces vuelan de prisa y nadan hacia un pueblo en que Júpiter a general congreso a todos llama. Los vecinos del pueblo, de alegría y bonanza, están que no les llega la camiseta al alma. Por mar y por los aires llegan, al fui, y acampan; las aves aterrizan, y los peces amaran. Cuando ya reunidos se ven todos, el águila con voz potente dice: "¿Estáis todos? ¿Quién falta?" Y un mono se presenta, saliendo de una casa del pueblo, y dice a gritos: "¡Yo sólo aquí faltaba!"

Cuentan que la rechifla CONSULTA PUBLICA, galindada. por G ALINDO se oía hasta en Simancas. . —¿De manera que está usted de médico interino? *''UiIJIIEiIJtthIJIUJII]JIIIllJillMIIIHIlUllllUltril|[|[III3IUIUUlUlUHlUHlIl(!U!HI!fIiItJIflJifilIUUiIIIUIiiIiillllU]Ull —Sí, señor. Interinolaringóloflo. — GUTIÉRREZ- LA FIESTA NACIONAL SUSPENSIONES POR EL MAL TIEMPO, COMEN- TARIOS, RUMORES Y OTRAS ZARANDAJAS

¿HACIA UN RESURGIMIENTO DE LA FIESTA?

UVO que ser suspendida, a El Escorial, y en la que debían tomar parte Como todos sabemos, estos defensores del causa del mal estado del rue- los célebres forgados portugueses, con sus ce- izquierdismo venían desde hace tiempo criti- do, la corrida anunciada parí gadores de fama mundial. cando a los otros por tertulias y corrillos tau- el domingo último. Como ver- En El Escorial no llovía; pero el ministro rómacos. Aseguraban que el toreo radical es daderos aficionados lo sentimos de la Gobernación consultó con el Observato- ventajista, teatral e ineficaz. Afirmaban que de veras; pero como ciudada- rio oficial, de donde le dijeron que sobre la po- carece de arte, y que más que espectáculo de nos encontramos muy lógica la suspensión. blación citada se observaba un núcleo tormen- hombres arriesgados y de valor, es un engaña- Realmente entre la lluvia, y el frío, y unas toso de un cariz tan malísimo que bastaba bobos que acabará por hundir la fiesta en el cosas y otras, se está poniendo todo intransita- asomar las narices a la intemperie para darse descrédito y en la ruina. ble. Y cuando el barro le llega a uno a las ro- cuenta de que allí olía a bofetás con marca- Los toreadores radicales callaban, callaban... dillas, la verdad es que no tiene uno el ánimo dísima insistencia. y se hinchaban de torear, mientras sus detrac- para festejos. En vista de lo cual el indicado ministro tores apenas si lograban vestir el traje de lu- Esperamos que amaine el temporal, venga suspendió la corrida. ces en algunas plazas de tercera categoría. la calma—¡que buena falta nos hace!—y vol- Hizo bien, porque era una corridita como Hasta que tanto y tanto chillaron los iz- vamos a recrearnos con las faenas de lo» fenó- para llegar cansado. quierdistas, que los radicales opinaron que de- menos. Hoy por hoy no nos recreamos ni con bían tomar una determinación. Charlot, porque no nos llega la camisa al Y vamos con los comentarios y rumores, ¿Cuála? ¿Que cuála? Pues la siguiente: Re- cuerpo. que esta semana vienen interesantes. tar, citar y emplazar a los criticones a singu- El más sensacional es el del reto lanzado por lar combate taurino en las Arenas del Congre- También hubo de suspenderse por el mal los defensores del toreo radical a los del toreo so, la plaza grande, la que da y quita. En di- tiempo la corrida que estaba anunciada en izquierdista. cho combate alternarían los defensores de las dos escuelas en defensa de sus toreos respec- tivos. Y de esta forma, a plena luz y ante el público más inteligente del mundo, se vería quién tiene la razón y qué toreo es el más cons- ciente, el más sereno, el más atrevido y, en definitiva..., el más torero. Pero dicen los que lo dicen que los izquier- distas se han rajao y no aceptan el combate ni a la de tres. ¿Miedo? No lo creemos. Seguramente lo que ocurre es que por llevar, como decimos, una larga temporada toreando en plazas de poca importancia, se juzgan desentrenados para ve- nir a Madrid en una corrida de tanto compro- miso. Nosotros nos abstendremos de poner comen- tarios al asunto. ¡Allá cada cual!

Los comienzos en todas las profesiones son duros, como los panecillos de tres días; pero en el toreo son de tan exagerada dureza,, que a su lado un bloque de cemento es un fian. Decimos esto en vista de lo ocurrido la otra tarde en Madrid, y que no podemos por me- nos de calificar de cruel. Terminada la corrida, y cuando el presiden- te ya se había tocado con el castizo ancho, un muchachito modesto y al que hasta ahora no ha favorecido la suerte en sus intervencio- nes, Bolívar, alias El Niño del Soviet, intentó dar unos lances para llamar la atención de la Empresa y ver si le ponían en la siguiente co- rrida. No empezó mal el muchacho, si bien, quizá por la precipitación, parecía ignorar el terreno que pisaba. El público debió aguardarse un ratito a ver en qué quedaba aquello. Pero no se aguardó. Y el modesto lidiador, al dar la quinta veró- nica, miró a los tendidos, vio que le habían dejado más sólo que la una, y un poco aver- gonzado arrojó el capote, dirigiéndose presu- roso a la puerta, ante el temor de que ya le hubieran cerrado, dejándole a él en la plaza hasta el día siguiente. Afortunadamente, aun estaba entornada, porque el ordenanza se estaba cambiando las botas. ¡Buen susto se llevó él Niño!

¿Cuándo organiza la Empresa una corrida patriótica de esas tan bonitas con abrazos, so- llozos, vivas y demás adornos? Es un espectáculo que siempre gusta al pú- DIAGNOSTICO, por ORBEGOZO blico sencillo y de buen corazón. —Pues verá usted... Que empecé a leer con interés todas las complicaciones del "af- En estas fiestas hubiera sido un número de íaire" Stavisky... fuerza. j —;No diga más! Ya sé su enfermedad. Delirios de grandeza con locura aguda y pro ANGELITO gresiva. , — GUTIÉRREZ — CARTAS DE MUJERES, por Dalmáu

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— GUTIÉRREZ- ...entre dos platos, por Karikato VWWWWIñrtlWWWVWWWWWWWWrVWWW

EL SOSTEN DE MARIANA LA CONFERENCIA DEL DESARME MONSIEUR DOUMERGE.—Hay que comprimirse. Mariana. —Místcr Henderson, para la conferencia de hoy, ¿qué pistola le Tenemos que llegar a la nivelación del presupuesto... pongo? —Ponme la ametralladora, por si acaso.

LA PLAZA DE VERDUGO LA PESADILLA DE UN CIUDADANO —Dígame sus méritos para aspirar a la plaza. El hombre tímido que sueña lo han elegido ciudadano de honor 1934- —¡Señor!... ¡Llevo ejerciendo la medicina treinta y cuatro años!.

EL TEATRO COMPRIMIDO EN PLENAS FIESTAS —Eso del monodrama es una compañía de teatro sin compañía y "Queridísima mujercita: Aquí me tienes, en Madrid, encantado en que sólo habla el apuntador... con estas "fiestas" republicanas; lo único que siento es que no estés —¡Chico, qué idea!... ¿Vamos a explotarlo en Ifni?.., a mj lado..." — GUTIÉRREZ — PENSAMIENTOS PROFUNDOS De comer, lo que se dice de co- mer, me gusta todo menos algu- nas cosas de esas que casi nunca se comen, como la madera de los lápices y las muñecas de cartón. ¿Ha visto usted qué cosa, Sin- íorosa? • ¡Hay que ver qué bonito debs ser Portugal! Oporto, Lisboa, Coimbra, Espinho, Figueira da Foz y otras playas de una vez, ¡ALIRON..: ALIRON..: EL PARTIDO FUE UN TOSTÓN! donde se pesca el buen pez para ayuda de un arroz. LGUNOS dirán luego que por LAS SEÑORITAS RAQUETISTAS • qué les tengo tanta rabia al Los duelos con pan son menos. La otra noche, sin que pudiéramos evitarlo, Y cuando el pan es tan caro, Athlétic y al Madrid. A ver si no hay motivo. El Madrid! y el nos llevaran unos amigos a un lindo frontón tan malo y tan falto de peso co madrileño donde unas señoritas muy monas mo el que se vende ahora en to- Athlétic de son dos —algunas, pero muy monas—le daban a una das partes, los duelos apenas si grandullones que presumen con los chaveas, y pelota unos raquetazos tremendos y luego se son duelos, ni merecen la pena de gracias. caían al suelo ellas, atizándose cada batacazo que los parientes del fiambre se Si es verdad que juegan tan bien, y que slon estilo picador de toros que pa qué. pongan una gasita negra en la tan valientes, y que son los mejores, ¿por qué El espectáculo es poco divertido en general, manga de la americana gris de ir porque no siempre se caen las señoritas, y a a la oficina. cuando juegan los dos nos aburrimos? El par- tido del domingo fue un tostón de los gordos. veces se están la mar de rato pegándole a la • pelota como unas tontas. Desde que los hombres se in- En toda la tarde apenas si vimos un par de cosas que tíos recordaran la pureza del deporte, Entre el público y las señoritas, de espaldas ventaron la oficina, la vida es un a éstas y de cara a aquél, había una fila de asquito. y las mencionaremos para que no digan que señores gesticulantes y chillones que los debían recargamos las censuras y escatimamos los quitar de allí por más de una razón. ¡Cuánto mejor es ver a la Ta- elogios. La primera porque no dejan ver bien las caí' berner! ¿Ustedes la han viste? Los detalles que nos recordaron la pureza das de las señoritas, y la segunda porque... ¿Sí? Pues, entonces, ni una pala- del deporte fueron las diez pesetas que nos La segunda pbrque el que estaba frente por bra más. costó la entrada y la pata que le largó Oliva' frente a mi butaca no hacía más que mirarme • furibundo y gritarme como si se metiera con Cuando decimos de una mujer res en plena cara a Cilaurren. Quitando estos mi familia: "¡Dielz a ocho!" "¡Veinte a doce!" muy sosa que es una pava, come- dos interesantes momentos, lo demás fue gris Estuve por contestarle que "¡Veinte en bas- temos una injusticia con las pa- y anodino. tos!"; pefo por si conceptuaba la broma de mal vas. La pava es un animal muy gusto y se enfadaba más aún, decidí sonreírle inteligente que hasta sabe poner bondadosamente para ver de desarmarle de su huevos de pava y todo. Tampoco injusta cólera. están mal las gallinas, y ponen Mañana, como es nuestro deber, estaremos ¡Nunca lo hubiera hecho! Apenas me vio huevos; pero los huevos que po- sonreír me dijo "¡Va!", y me lanzó una pelo- nen las gallinas casi nunca son de en Bilbao para ver y criticar la repetición del partido Madrid-Athlétic. El director del perió- ta hueca y con un papelito dentro. Siguiendo pava. los consejos de los que me rodeaban, me guar- Bien mirado, las vaquitas tam- dico lo ordena así, y un subordinado como yo, dé el papelito y devolví la pelota. Honorable bién son bastante inteligentes. Po- pues se chincha y se va a Bilbao, dejándose acción que obligó al caballero del mal genio a nen leche, y de la leche se hace aquí a la novia. exigirme doce duros apenas las señoritas de- la manteca por unos hombres muy ¿Ganará el Madrid? ¿Ganará el Athlétic? jaron de darle a la pelota. La culpa la tengo listos que hay. Pero tas vacas de- ¿Empatarán otra vez y tendremos que ir a ver- yo por sonreírle a nadie, y menos a un tío bían aprender a poner la mante- los a otra provincia? La duda nos conturba. como aquél. ca, ya hecha, primer paso parn Menos mal que tenemos la secreta esperanza Después de aquello me dijeron que jugara a las quinielas. Jugué a las quinielas. llegar a poner medias tostadas y de que en el nuevo partido Cilaurren le sacuda paouetitos de azúcar. Sigo sin saber lo que slon quinielas; pero me En cambio, el perro no es lo a Olivares. costó tres duros más. que dicen; porque si el perro fue- El deporte sin estas inyecciones de arte es- Prefiero el fútbol. se de verdad el mejor amigo del taría muerto. PENALTY hombre, pondría escopetas de ca- za que matasen solas a los lindos cone'ñtos, y los lindos conejitos pondrían preciosos abrigos para señora, de esos de piel de conejo. más, sino que empiezan a rega- • larle a uno almanaques de pared, y es un conflicto. Porque no sabe ¿Han visto ustedes algo de un uno qué hacer con los cromos vie- cursi tan subido como la barba de jos, y tirarlos da mucha pena. Santiago Alba? • • Aquel pobre hombre era tan Una boda es una cosa muy ale- bondadoso, que no le hacían caso gre. Pero es la suya una alegría en ninguna parte y se gastaba to- por el estilo de la de las corridas dos sus ahorros en remitir fondos de toros, dicho sea sin ánimo de por Giro postal para darse el gus- agraviar a nadie. Una alegría lle- tazo de que alguna vez de cuan- vada por turno, según los lances do en cuando le llamasen El Im- de la lidia, en donde nadie echa ponente. un capotazo, o lo que es lo mis- • mo: en donde nadie hace palmas, ni canta Marina, ni dice una pro- Cuando tocan a morirse, no hay cacidad a la novia, ni pellizca a más remedio que obedecer y en- la madrina, ni vomita el vino, co- friarse sin que los. médicos sirvan mo no sea a su tiempo. para nada. Pero, de todas maneras, debe Y hay hasta quienes tienen su dar gusto ser médico, por el papel suerte favorita. Asi, mientras unos secante tan bonito que regatan los al pollo en pepitoria U torean de propagandistas de específiem. frente por detrás, otros obtienen un verdadero éxito personal can- tando el coro de los repatriados Seguramente que en Portugal de Gigantes y cabezudos. Y hap no habrá nadie que lleve una bar- quienes vomitan en surtidor por bita tan cursi como la de D. San- encima de la cómoda de manera tiago Alba ni para cantar el fexlo. tan elegante, que parece que es' • tan haciendo la fuente luminosa. Consérvense los billetes a peti- • ción de cualquier empleado de la EL HERMANO SIAMÉS.—¡Atiza, pues si me veo yo solo ea el Lo malo de que se acaben los empresa. espejo! años no es que tenga uno un año G. TELL (De Rk et Rae, París.) — GUTIÉRREZ — 9 cente Simón—José María—. Aquélla, maestra de ocio, en las horas de vigilia, pensaré en José del taller de planchado, viene dando lecciones María." Todo menos quedarse soltera. En aque- a la oficiala mayor sobre cómo se debe de to- lla época aun las planchadoras lo considera- Qntíévrez mar un "Simón" "pa" "toa" la vida y "por ban una "plancha". Pues ¡y el futuro marido carreras". Lo encontramos justiñcadisimo en buenazo, después de saberse preterido en el una "Manuela". Rosario, en cambio, más la- corazón de ella, a las primeras de cambio, tira dina, prefiere tomarlos "por horas". Y asi lo "pa" casa, Colasa, o Manuela! ¡Lástima que hace, quitándoselo en sus mismas narices o hayamos ido perdiendo tan generosos senti- mientos! Aunque a nosotros, tanto como ios (dramas, comedias, saínetes y otros excesos) "narpias", que a castizos no nos gana nadie. ¡Fíense "ustés" de las amigas, lectoras! Rosa- sentimientos nos conmueven los hongos cafe- rio, que "paecía" fría, es... "to" lo contrario. teros y las americanas que se usaban en aque- "La chulapona". ¡Ole, gracia, salero, sandun- Y Manuela, que hubiéramos "jurao" que era llos días, estrechas y ceñidas sobre el pantalón, ga, chipén! "to lo contrario", acaba por resultarnos, si no que daba gusto verles el flamenquismo. No es la primera vez que en presencia de fría, "templada' con voluntad de acero. Por- Y ahora, un poco más castizamente, y para unas estampas escénicas evocadoras del Ma- que la fría, o "fresca", es la que concluye lle- nosotros casticismo y seriedad son palabras si- drid castizo del siglo pasado nos hemos lim- vándose el gato—léase madrileño—al agua. El nónimas, señalemos que el libro es limpio y piado disimuladamente un chaparrón de lá- gato y el gatito o gatita futuro, contando, cla- aseado y que Moreno Torroba ha escrito una grimas tan saladas como nuestra tierra. ¡Aquel ro es, con el gran corazón de "La chulapona", graciosa e inspirada partitura, acorde con el garbo y aquellos coches de punto!, ¿do se que aunque se muera por el ladronazo y sin- espíritu popular de la obra. No hay que darle fueron? "La chulapona", comedia lírica de los vergonzón de José María se casará con otro vueltas, salvo en el "chotis", en Madrid hasta señores Romero y Fernández Shaw y el aca- buen señor, si no tan joven y tan guapo como •os músicos académicos son castizos. ¡Viva démico Moreno Torroba, ha hecho el milagro aquél, bastante más castizo, que es lo más in- Mdrid, que es nuestro pueblo, aunque haya- de retrotraernos o "retrollevarnos" a la san- teresante desde el punto de vista de la raigam- mos nacido en Palafrugell! dunguera época en que no había señoritas del bre sainetesca. ¡Ole! Y al final nos emociona conjunto, porque imperaban en la mujer la una vez más la abnegación de Manuela, cuan- "El pecado nuevo", en el Benaventc. "cortedad" y la falda larga. do, ya muy cerca de la una y media de la Selica Pérez Carpió—Manuela—y Felisa He- madrugada, nos dice en verso, poco más o me- ¿Qué le parece a usted, maestro? Que no rrero—Rosario—'(huelgan los adjetivos, pero no nos: "...espumaré el puchero, correré al en- hay nada nuevo, ¿verdad? Por lo menos así con brazos caídos, sino en jarras) se disputan, cuentro de él (del castizo marido, no del pu- nos lo ha parecido a nosotros. Hagamos una unas veces1 cantando y otras hablando, a Vi- chero), seré una buena esposa y, en los ratos excepción con la finísima y coquetona ropa PARECE QUE FUE AYER

11 de abril de 1772. El poeta Quintana, que nació en Madrid a Nace Quintana. 11 de abril de 1772 y murió en Madrid a 11 ESDE luego que hoy no es on- de marzo de 1857, tuvo una vida dinámica y ce; hoy es día catorce; pero fructífera comió político y parlamentario, escri- me pongo a pensar en el día tor cm prosa y verso, preceptor de la reina catorce y no recuerdo nada Castiza y funcionario público, que verdade- que haya pasado en catoroe ramente asombra cómo le quedó tiempo para de abrá. ¿Y en trece? ¡No, cump'ir los ochenta y cinco años menos un hombre, no. ¿Trece y viernes? ¡Lagarto, la- mes justo que tenía cuando se murió, en un garto! El doce me parece una cursilería; no momento, sin duda, en que la parca le pilló lo puedo remediar, pero esa exactitud de que desocupado. No he hecho yo la mitad de las el doce tenga que ser forzosamente una doce- cosas que él hizo, ni aún la mitad de la mitad, liita justa, ni más ni menos de la docenita, me lo cual quiere decir que me ha sobrado mucho resulta un amaneramiento. En cambio, el once tiempo para todo; para jugar al dominó, para está bien, ¿verdad? Bueno, pues anda, Geno- aprender a tocar la guitarra por cifra, para em- veva, llégate en un momento a casa de ese me- briagarme y luego pelearme con mi mujer; para morialista que tú conoces y que dices qué sabe todo, vamos, menos para cumplir ochenta y cin- tanto y pregúntale si recuerda algún chisme co años. del once de abril. Pero entre todas sus múltiples actividades, fue en la poesía donde más descolló; hasta nos- Hay que esperar que pase un momento y otros han llegado sus obras poéticas comple- vuelva Genoveva. Ya ha pasado. tas, y cómo serán ellas que aun no han desme- —Señorito, dice que en un once de abril na- recido ni un ápice a pesar del tiempo transcu- ció Quintana. rrido y de ir dedicadas a un su amigo que 11c —¿Quién? ¿Aquel de "El Tambor de Grana- vaba un nombre tan antipático como Toribio: deros"? "¡Mi querido coronel! —Pero, papá, ¡si Toribio Núñez. Y es que el genio es "asina" y es Quintana!" goza de esos privilegios; un sastre, por muy emi- —No, sdñorito; uno que dice que nació poeta nente que sea, le hace a usted un traje y por y que fue "istitutriz" o "precetor", o algo así, menos de nada se le quedan a usted cortas las no sé si me ha dicho de la seña Isabel o de la mangas de la americana; pero un poeta como seña Segunda, y que era un señor muy bueno. Quintana escribe una seguidilla y pase el tiem- •—¡Ah, sí! El poeta Quintana, el gran poeta po que pase no pierde un verso, ni una sílaba, Quintana, espejo de políticos liberales, trata- ni le sale lustre, ni rodilleras, ni na, ni na, ni na. dista, prosista, autor dramático, poeta corona- Y que hay que ver los forros que ponía don do, estudiante de Filosofía en Córdoba, de Re- Manuel; digo, los temas a los que cantaba; no tórica y Derecho en el Seminario de Salaman' se crean ustedes que él se andaba en frivolida- ca, y hombre bueno, verdaderamente bueno; des de esas de: tanto, que le llamaban don Manuel Josef Quin- tana y nunca le mandó a nadie los padrinos ¡Ay, chíviri, chiviri, chíviri!; por esa efe de añadido en su castizo Pepe y ¡ay, chíviri, chíviri, pon! que a la legua huele a pitorreo. Su tertulia li- teraria fue célebre en su época, y a ella acu- No; sus odas iban dirigidas "al mar"; "a la dieron hombres de tanto prestigio como don invención de la imprenta"; "a la propaganda Juan Nicasio Gallego, don Pedro Juan Francis- de la vacuna en América". Seguramente que de co, etcétera; los abades Alea y Marchena, y vivir en nuestros días le hubiese escrito una Pérez y Rodríguez y Martínez (Abades); Ar- oda a la Reforma Agraria, ¡que eso sí que es jona, Blanco, Somoza, Arriaga, Capmany, Ta- una oda! pia (don Luis) y otros que no recordamos. Tan dilatada existencia tuvo su consagración en una solemne fiesta, patética y académica, en Además, a nú, personalmente, me inspira que el poeta Quintana recibió sobre sus -sienes una gran simpatía esta figura gloriosa nacio- la corona que manos reíales le colocaran. Tam- nal, porque yo, modestamente, también me 'la- bién el maestro don Ramón de Campoamor fue ma Quintana por parte de mi abue'ita, la po- coronado. Estos dos son los únicos poetas que bre. Pero él era más Quintana que yo, por- han sido coronados. Porque aunque de la mujer que él lo fue por parte de padre, que es como de Menéndez se haya dicho que si era o no era quien dice directamente de la ternera. En cam- un poco gallinácea, no se le ha podido probar bio, como autor dramático soy más Quintana nada. Como tampoco se ha podido probar si que él, porque él escribió en 1801 un drama Menéndez era poeta o jugador de chito. que se llamaba "El duque de Viseo", que en la noche de su estreno se convirtió en "El du- Y, francamente, eso de jugar al chito no es que del Siseo", y que se hizo una sola vez. motivo bastante por sí solo para conseguir la Fíjense ustedes; desde entonces a la fecha, en inmortalidad. más de siglo y cuarto, se ha representado una Porque yo creo que todos habremos jugado sola vez; y yo estrené un drama en 1923, an- alguna vez al chito. teayer como quien dice, ¡y ya se ha hecho ¡Hasta Gil Robles! cinco veces! Que ya está bien. Rafael GONZÁLEZ EL BOXEADOR TIMORA1 10 — GUTIÉRREZ — interior de Perllta Gíreco, para que nadie pue- da suponer que desdeñamos las sedas y cres- pones más o menos "marroquines". Desde chi- quirritines hasta la fecha hemos encontrado más poesía en una "combinación" ds mujer que en toda la obra de Bécquer y Rubén. Preferi- mos una buena prenda a diario a Darío. Y us- tedes perdonen el trabalenguas. "El pecado nuevo" gustó calurosamente. Hu- bo escenas que, a ser posible, se hubieran re- petido La combinación rosa pálido de Perlita y la obra de Silva Aramburu alcanzaron un gran éxito. ¡Arriba, compañeros!

"Venus en seda", o "Whiskey and soda". Pues, señor, se ha metido el tiempo en agua. Acabamos de terminar "El pecado nuevo" y acto seguido—hasta tres—se nos presenta "Ve- nus en seda" para que hablemos algo de ella. ¿Qué hemos de decir, tratándose de una Ve- nues que llega a nosotros "en seda", con mú- sica "sedeña" de Stolz, y cantada por Pepe Roméu, el buen cantante de la voz de "seda"? ¡Ah, sí! Diremos que todo fue como una "se- da". Y que Charito Leonís "se da" un aire a una novia que tuvimos en Sada (Coruña). No siempre había de ser "seda", ¡oh, Venus!... P. T.

EN LA EDAD PÉTREA —Y con las cartas que no pueden entregar a ios destinatarios, ¿qué hacen ustedes? —De momento, un chalet. Luego, ya veremos.

INFORMACIÓN DE BOLSA LA SESIÓN DEL OTRO DÍA

Puede calificarse de excelente la impresión del ambigú, despachada en grandes propor- que nos píodujo la sesión de bolsa del otro ciones. día. Después del cierre aun se vendieron algunas Las cuestiones políticas y sociales, que tan- cosas, entre las que recordamos una estilográ- ta importancia tienen de ordinario en las cues- fica comprada por un señor a un gitano. Este tiones económicas, puede decirse que de momen- pedía catorce pesetas y al fin dejó la pluma en to no afectan para nada al mercado de valores. tres reales y un vaso de tinto. Asimismo otro Apenas penetramjos en el salón se nos acercó caballero tuvo que vender la americana para un caballero a decirnos en secreto que tenía tener para un taxi, porque en el salón le ha- unos Petrolillos muy frescos y muy baratos. bían dejado hasta sin aliento. Subió al taxi, or- A seis reales docena. denando al chófer que le condujera a un sitio Los Alberches también estaban en condicio- a propósito para suicidarse con tranquilidad. nes, aunque los pasados temporales han estro- Se comentó muchlo que el presunto suicida peado gran parte de la cosecha, sobre todo en hiciera todas sus operaciones a "fin próximo". Castilla. ¡Y tan próximo como tenía el fin! De Explosivos había tal cantidad y a unos CAMBIOS DE MONEDA EXTRANJERA precios tan irrisorios, que no se podía dar un paso sin tropezar con una bomba. La natural Libras: La mar de pesetas cada una. Yo no competencia entre los vendedores llegó al ex- se qué les pasa a las pesetas; pero el caso es tremo de ofrecer cien bombas por una peseta, que entran muchas en libra. Se conoce que es- regalando al comprador un par de petardos tán faltas de peso. para sus niños. Para dar al lector una idea de Dólares: También están la mar de caros. la abundancia de explosivos bastará decir que Trae más cuenta comprar langostinos, que! estaba terminantemente prohibido fumar en la además son más ricos. sala. Francos: No nos atrevemos a hablar de ellos Sin embargo, las obligaciones ferroviarias no después del jaleo que armaron el otro día con alcanzaban el favor del público. La verdad es este motivo los académicos de la Lengua. De- que la gente se sonríe de dichas obligaciones jemos los francos. Con franqueza. porque sabe que no se cumplen; sobre todo Liras: No aconsejamos que se acapare esta ese de que los trenes lleguen a su hora, que es ciase de moneda. Es enfermiza. Te haces mi- una obligación, pero que parece un chascan- llonario, "de liras" y, claro, te tienes que acos- lio para pasar el rato. tar en seguida. En algunos corrillos oímos vocear papel del Marcos: (¡Lagarto, lagarto!) (Todavía me Estado sin grandes prisas en los compradores. acuerdo de los once mil millones que me ven- Un señor con hongo adquirió papel delante de dieron por setenta céntimos y que luego no me varios testigos. Pero no papel del Estadio: pa- los quiso pagar Alemania. iCon el negocio taa pel de fumar. Luego nos dio un pitillo. estupendo que hubiera yo hecho si me los lle- En resumen podemos afirmar que lo que me- gan a pagar a dos pesetas cada uno!...) BOXEA CON SU SOMBRA jor se vendió durante la sesión fue la cerveza UN FINANCIERO PARAO ^QUTIERREZ 11 UNA r L0 UE "ENCUESTA" iiií¡4 rr

¿MI IDEAL FEMENINO? 2QUE COMO V6O Q LO MOMfl D£ Hl I DIAL P£MEN¿NO?

DE S6 RETUER- CEN CONO un

12 — GUTIÉRREZ — CELERINA.—Yo le llamaba chiquitín mío. cielo, corazón y toas esas cosas que dicen las EL CAMPEÓN madres. Pero éste, con lo serio que es, lo más que le ha llamao en to este tiempo ha sido "camarada". LAURENTINO. — Nombre fraterno e icono- DE MARTILLO clasta, i #! %! CELERINA.—Como ustés quieran. Pero yo prefiero que se llame Simplicio, como mi padre. POR NEGRA LAURENTINO.—¿Y cuándo es, por fin, el bau- tizo? CELERINA.—Verá usté: éste y yo quisiéra- mos que fuese el domingo. Por unas y otras cosas han pasáo otros dos meses, y ya va siendo demasiao... La primera vez, por las elecciones: ya sabe usté que se anunciaron CUADRO PRIMERO disgustos y luego no pasó naa. Una habitación modesta. LAURENTINO.—¿Le paeció a usté poco? CELERINA, LUPICINO y ILAURENTINO. CELERINA.—Na de carreras. Pero entre ha- LAURENTINO Sí que están malas las cosas. cer provisiones, coger agua pa la tinaja y Anoche iba yo pensando si me compraría o no comprar velas, se nos fueron otros quince días. un sombrero, cuando de pronto oí una grite- A continuación vino la segunda vuelta, siem- ría y, sin saber cómo ni por dónde, me arrea- pre esperando los acontecimienos. Y cuando ron un palo en la cabeza que no lo he vuelto a paeció calmarse algo la situación... pensar. LUPICINO.—Caí yo con la gripe. LUPICINO ¿De efectos de la conmoción? CELERINA.—¡Otros quince días! LAURENTINO.—Defectos del sombrero, que LAURENTINO.—¡Caramba! ¡A ver si, al fin, el quedó inútil total. Por eso no lo he vuelto a domingo dais la fija! pensar, porque a la fuerza me tengo que com- LUPICINO.-—Estamos deseándolo. No hrirá prar otro. falta decirte que estás invitao, y toa tu familia. CELERINA. — Si fuera usté sinsombrerista, LAURENTINO..—Gracias. ¿Le vais a poner como mi Lupicino... Simplicio? LAURENTINO.—Es que si hubiera sido sin- LUPICINO.—Ya no. Le pondremos Desiderio, sombrerista, pué que a estas horas fuese 'sm- por lo que se ha hecho desear... cabecista". CUADRO SEGUNDO CELERINA.—¡Qué horror!... LUPICINO.—No me choca. El domingo pasao La misma decoración. iba yo leyendo Estampa en el tranvía, y, la Los mismos. verdá, como soy pacífico, que tú me distin- gues desde los comienzos de mi biberón, pues LAURENTINO.—Pero ¿tampoco mañana? que se armó un zipizape en la plataforma CELERINA Tampoco. y me pilló distraído. Como tú sabes lo que vie- LUPICINO.—Ahora es mi mujer la que tie ne pasando en esta época, que no se puen leer miedo. los periódicos a gusto de tos, pues me alarmé CELERINA.—Por unos días más... Quien h% un tanto, porque a mis espaldas oí un "¡mal- esperao tantos... A ver si pasan las amenazas dita sea su estampa!", y creí que se metían de huelgas generales con la mía en tantas páginas. LAURENTINO.—Entonces no le bautizaréis tan pronto. CELERINA.—Ahí tie usté la razón de no ha- ber bautizao al chico, que el angelito es tal- CELERINA No tanto, hombre. Algún día se mente un ternero de gordo y blanco que es, pacificarán los espíritus... ¡hijo de mi alma! LAURENTINO.—Por mí, como si no le queréis LUPICINO.—Y de la mía, aunque yo no creo bautizar. en el espíritu. Primeramente fue ésta la que CELERINA.—¡Eso no, hijo de mi alma! LUPICINO.—Yo, por las vecinas, que ya la cayó en la cama con cuarenta. han tomao con la criatura... CELERINA.—Grados. Frío que cogí y preci- CELERINA.—Como hemos venido retrasán- pita que es una pa toas las cosas. Me quise dolo y diciéndoles, cuando nos preguntaban la levantar antes de tiempo, y me costó estar en fecha del bautizo, allá veremos, pues ^ahora cama más de tres meses. Celerina me llaman. le llaman al pobrecito mío "Alá Veremos", por LAURENTINO.—No conviene correr dentro de aquello de la demora. la casa. En las calles ya es otra cosa... LUPICINO.—Hazte cargo. No era cosa de LAURENTINO.—¿Demora o de moro? bautizar al infante con lo malita que estaba CELERINA.—Mala sombra de la gente. ésta, que ni siquiera le conocía. Una tarde se LUPICINO.—Y ganas de tomar chocolate con lo acerqué a la cabecera pa que lo diera un picatostes. beso; lo miró, hizo una .mueca mu rara y LAURENTINO.—En fin, ya me avisaréis la de- dijo en voz baja: "¡Cómo se paece a Largo finitiva. Caballero!" ¡Figúrate! Yo simpatizo con el so- LUPICINO.—-A ver en qué queda to esto. cialismo y sus dirigentes, pero... ¡no tanto!... LAURENTINO.—En que el chico crece. CELERINA.—Después me tiré otro mes de CUADRO TERCERO convaleciente. LUPICINO.—Y a los cuatro meses decidimos La misma decoración. acelerar el bautizo de la criatura, que ya era Los mismos. hora. LUPICINO.—To llega y el bautizo no iba a CELERINA.—Hora y media. Además de un ser una excepción. deber de cristianos. LAURENTINO ¿A qué café vamos? LUPICINO.—Y luego lo molesto que resulta- CELERINA.—Primero, a la iglesia. ba no poder llamarle por su nombre, porque LUPICINO.—Ya paece que sube tu familia. no tenía ninguno. LAURENTINO. — ¿Habéis invitao a mucha gente? LUPICINO.—A más de treinta. ¿Estás pre- para? CELERINA.—Sí. LUPICINO.—Dile al chico si quié ir andan- do o en brazos. CELERINA Está con la bicicleta. LUPICINO Quítasela y vamonos, que es tarde y nos estarán esperando. CELERINA.—Voy. LUPICINO.—Está muy crecido. Y to lo ha- bla, y lee los discursos políticos de corrido. ¡Es una alhaja!... CELERINA.—Dice que no quie ir a la iglesia, que al café sí; pero que na más. LUPICINO.—¿Por qué? CELERINA.—Porque dice que es laico. TELÓN EL DIBUJANTE.—¡Oh, su silueta seré muy fácil! Pablo TORREMOCHA (De Lile, Nueva York.) (Dibujo de Alfaraz.) — GUTIÉRREZ — 13 FOMENTANDO EL TURISMO Con objeto de que nuestros lectores puedan formarse una idea de lo que es aquello, nos- otros, que, como todos saben, somos unos ¡A VERANEAR A IFNI! grandes africanistas (no nos perdemos una pe- lícula de fieras), vamos a describir tan intere- sante región, que seguramente será uno a» los A estamos los españoles de :—Veo unas rocas a la derecha y a la iz- puntos de veraneo preferidos por la buena so • enhorabuena. D e sde hace quierda una ensenada. ciedád. unos días contamos con un —Pues coja una lancha y desembarque en Ifni es una faja de terreno de bastantes ki- nuevo territorio que añadir la ensenada, porque en las rocas se puede us- lómetros de largo aproximadamente y de me- a nuestro imperio colonial. ted romper la crisma. nos de ancho. Lo más curioso del caso e¿ que Y lo tenemos no gracias, como se dice, al co- todos los kilómetros que tiene Ifni son cuadra- ronel Capaz, sino al propio don Ale, que le dos, coincidencia que se da pocas veces en fue dando instrucciones por radio, según ha di- —¿Radio don Ale? Aqui soy Capaz. África. Ahora, si los españoles hacemos allí al- cho un ministro. —¿De qué? guna plaza de toros habrá algún kilómetro re- Por lo visto la ocupación de Ifni se hizo de —Digo que soy el coronel Capaz. dondo. la siguiente manera: —¡Ah! Los límites de Ifni son una rayita negra que El coronel Capaz se fue en un barquito de —Se acercan ocho indígenas; tres con bar- se puede ver en los mapas. Esto por arriba, esos con chimenea y cañones frente a las cos- ba, uno cojo y cuatro bizcos. por abajo y por la derecha. Por la izquierda tas de Ifni con un teléfono de radio en el bol- —Diríjase al cojo: me inspira más confianza. limita con el mar y los peces. sillo y comenzó la conversación: Y así hasta que ocupamos Ifni, que en ho- Ifni está habitado por unos tíos con barba —Aquí Radio Ifni. no# de su ocupador debiera llamarse Alejan- y tapabocas. Lo de la barba me !o supongo —Aquí Radio don Ale. drania, o Lerrouxania. porque el tapabocas no la deja ver. Es muy —Veo, veo. Sea como sea, el caso es que ya teñamos verosímil que esta extraña costumbre se deba —¿Qué ve usted? Ifni para nuestro recreo y utilidad. a la abundancia de moscas por aquello de "en boca cerrada...", etc. Estos habitantes son de carácter pacífico y simpaticón, y sus costumbres son completa- mente bucólicas y arcádicas, ya que hasta aho- ra se venían dedicando al inocente deporte de desvalijar caravanas y secuestrar aviadores. Pero bueno, en Chicago, con ser Chicago, ha- cen cosas peores. Ahora parece que se han corregido de éstas costumbres, debido a que los franceses los han dado para el pelo y a que se han enterado de que vamos a mandar allí unas ametralladoras bastante bonitas. En Ifni existen incalculables riquezas. Toda la costa está llena de percebes de esos gordos, y también se ven muchas gambas y cento- llos. En las playas hay muchas chinitas y pre- ciosas Conchitas de colores, con las que se pue- den hacer lindas cajitas con un letrerito que diga: "Recuerdo de Ifni". En el interior abunda el higo chumbo y la hierba, y se dice que hay minas de potasa y de plata. De ser esto verdad se van a poner los duros baratísimos, y por un billete de vein- ticinco pesetas le darán a uno diez o doce mo- nedas de duro. También he oído decir que a lo mejor hay petróleo, pero esto no tiene importancia nin- guna, porque como ya no se usan los quin- qués no sé qué utilidad puede tener el petróleo. La fauna en Ifni es variada y abundante. Moscas y mosquitos hay todos los que se quie- ran, y también abundan el ciempiés, el esca- rabajo y el alacrán. Entre la arena se encuen- tran en abundancia las simpáticas pulgas, que allí son el doble de gordas que las de San Sebastián. Los cazadores que quieran divertirse una temporada pueden dedicarse allí a la caza del camello con rifle; pero hay que tener cuidado y no equivocarse, porque a lo mejor se tira a un camello que lleva encima a uno de esos mo- ros del tapabocas. En Ifni se da el caso curioso de que los hombres van tapados y envueltos en largas tú- nicas, y, sin embargo, las mujeres lucen sus formas con la misma desfachatez que si estu- vieran civilizadas. Haciéndose a la idea de que uno es moro, las encuentra bastante monas. Se dice que este año ya se ha pensado elegir a "Miss Ifni 1934". ¡Españoles, a veranear en Ifni! —¡Cuánto me gustaría tener un hermanito tan rubio como el tuyo! —¡Te lo cambio!1 MENDA. 14 — GUTIÉRREZ — LA POLÍTICA Y EL JABÓN LA PRIMAVERA 'L discurso pronunciado en Ma- drid por D. Manuel Azaña sobre asepsia y antisepsia, y No hay cosa que más me reviente que el no menos discurso muy bien la Primavera. declamado en Sevilla por el Sr. Martínez Ba- Además de la Primavera, me revien- rrio, van a traer cola. tan también los autores de cuentos para Una cola de la que nosotros vamos a ser niños y los poetas, que se les ha meti- modesta vértebra. Porque no estamos dispues- do en la cabezota que en este tiempo tos a consentir que ese anteproyecto de acu- vuelan las mariposas y cantan los pa- sación lanzado por nuestro dilecto amigo don jarillos y demás idioteces por el estilo. Manuel quede flotando en la atmósfera como Mentira, estafa todo esto. En la Pri - si fuera uno de aquellos globitos que regalaba "Madrid-París" antes de que la inundación de —No quiero ni pensar que este chucho lle- mavera, cuando no llueve, nieva, y cuan- gue a ser padre. do no, hace un frío que depila. conquistas sociales lo cerrasen a piedra y lodo; Los poetas lo saben igual que usted esto es: sin subir, sin caer, pero molestando a (De New Yorker.) y yo, pero como son unos cursis, y ade- todos los viajeros de la plataforma. más, a pesar de que viven de la ilusión ¿Es cierta, como ha señalado el ex sublídcr y del romanticismo, comen cocido como del partido radical, la existencia de ciudada- cada cual, y claro, se ven obligados a nos que guafdan entre los pliegues de sus de- contar mentiras, largándonos el consabi- dos un luto añejo y riguroso? do versito como éste: ¿Existen, como ha afirmado D. Manuel, grupos actuantes en los que la roña se trans- ¡Primavera, mite de padres a hijos por disposición testa- tibia y perfumada! mentaria? Los pajaritos cantan ¿Hay agrupaciones políticas que se obstinan en la enramada. en seguir ignorando la invención del baño y ¡Ay que sí, ay que sí! el bidet? Pío, pío, pío, pi. Bien; pues si es así, vengan nombres, domi- Exhalan mil perfumes cilios y números de teléfono. las lindas flores, Lo que no se puede hacer, ni aun siendo fa- bricante de jabón, es afirmar que aquí no se vuelan las mariposas lava nadie, para después, cuando por el Labo- de mil colores. ratorio Municipal se exigen precisiones sobre Las hay blancas, y negras, el tema, encomendar a un amigo la sonriente y violetas, tarea de lanzar en torno a la hipótesis densas hay otras con rayitas, columnas de humo, estratégicas vaguedades y y otras con vetas. artísticas difuminaciones. Y vuelan, vuelan, vuelan ¡Ah, esto no! Don Manuel nos perdonará alegremente, que se lo digamos, aprovechando que ya no unas veces de espaldas dispone de la ley de Defensa y nuestras pose- y otras de frente. siones de África. El poeta te canta, Una puerta, o está abierta o cerrada. O en- ¡oh, Primavera! treabierta. Claro. Lo ha dicho Hornero. ¡Ay quien contigo siempre Y un socio—añadimos nosotros—, o es un estar pudiera!, guarro primera medalla, o no lo es. porque de la alegría Si lo primero, dígase su nombre y señas —Date prisa, que está aquí el profesor de llego al pináculo personales, y lléveselo inmediatamente al baño música. cada vez que contemplo de perros; si lo segundo, dígase también, (De New Yorker.) este espectáculo. acompañando reseña de la cédula, como exige Cantan los pequeñuelos la ley del Timbre. Lo que no puede hacer nadie es lo que hizo lindas canciones, en otras ocasiones el admirado D. Manuel: y se oyen los gorjeos lanzar sobre todo un censo la obscura imputa- de los gorriones. ción de su divorcio con el agua, sin pararse a Ante ti, Primavera, precisar siquiera de qué uso del agua estába- su frente agacha mos hablando, porque a nosotros, por ejemplo, este humilde poeta, el uso interno nos está prohibido por prescrip- ¡eres un hacha! ción facultativa, sin que por esto nos creamos de peor condición que los irrigadores y menos ¿Y qué raro es el poeta que no ha entusiastas de las ideas modernas. escrito un verso parecido a éste, todo La afirmación de D. Manuel Azaña puede lleno de mentiras y de cursilerías? ser admitida; pero adaptada a los gustos del Más le valiera ajustarse a la realidad público y bien interpretada. y escribir: ¿España ha tenido políticos marranos? He aquí una linda pregunta que pudiera ser- vir de arranque a una encuesta periodística A la Primavera. por la que quizá llegáramos a la solución del problema enunciado por D. Manuel. Sufro temperaturas Bastaría con referir esta pregunta a un ciclo de las más bajas, determinado de la historia de España, para que miro el cielo nublado, los solucionistas nos dieran un índice preciso, llueve a tinajas. exacto, de los buscados marranos. Una mariposuela El Sr. Azaña—esta es su culpa—ha pecado sale a la esquina de vaguedad. Al hablar de suciedades politi- —Dime, Levy, ¿qué es una pantomima? y le pide a su abuela cas no se ha tomado el trabajo de decir: "pues la gabardina. —Una pantomima, amigo Schwob, es hablar me refiero a estos tres años o a aquellos cinco como nosotros hablamos, pero sin abrir la boca. La Primavera llega, siglos". Porque no es lo mismo buscar marra- ¡voto a Cibeles! nos entre la dinastía merovingia, que a partir (De Cyrulik Warszawski, Varsovia.) Ya os podéis ir poniendo de la guerra de treinta y tantos años, o de la el gabán de pieles. invención de la palangana. La gente por la calle Consultaremos con la Administración de va tiritando GUTIÉRREZ. Y si el cajero no se opone, en y en el rico brasero nuestro número próximo abriremos un concur- Miles de coleccionistas serios todos los está pensando. so para que nuestros lectores nos digan cuá- países desean cambiar con usted sellos, les son los políticos más marranos que Espa- ¡Ay, Baldomera, ña ha tenido desde la rendición de Granada. tarjetas, etc. Folleto gratis. Echangistes. vaya un tiempo que hace Puede que esto simplifique considerablemen- 51, Passage du Bureau Villa B. A. París en la Primavera! te el asunto. (Francia). Irreprochable PÉREZ — GUTIÉRREZ — 15 " V. <

MENOS MAL -Afortunadamente me he metido ea un departamento de "no fumadores".

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AGENCIAS más, saca el niño de un tiesto, de darse cuenta, un 6rozo de la se- para la cría. De las canarias sólo debajo del armario de luna, de un sión del Ayuntamiento o la cari- • podemos hacer elogios y decir NECESITO 500 pesetas. Buen sombrero de copa, de la oreja del catura diaria» que son algo calurosas; periqui- Interés. El mío por tenerlas. padrino; en fin, de donde quie- ¡Ojo! Pedid rollos "Lijjosso". tos de varias clases, tan precio- ¿Quién me las puede agenciar? ran. Clínica Meló. También se En todas las papelerías y tiendas sos, que dan ganas de anteponer- Aquel que me las agencie, vaya sirve a domicilio. de óptica. les el don; monos monísimos con agente que será. Sin informes. más de mil "monerías" embote- Huelgan los informes. Serían los ENSEÑANZAS lladas. A nadie puede extrañajr únicos: que no holgasen. Señor VENTAS esto último, tratándose del "mo- Frescacho. Corredor. Calle del ROLLOS de esos que hacen no"; lulús para regalarlos a Fi- Rata 1.°, 2, 3.° diariamente un buen papel en VENDO un carro de mano por fís, Pocholas y Lulús y demás nuestra cochina existencia, y que escasez de trabajo; es decir: por vicetiples; loros cuidadosamente corregidos que dicen "¡lorito cu- BOLSILLO DEL TRABAJO con ellos vamos tirando. Use ro- encontrarme mano sobre mano. llos "Lijjosso". Son los más finos. Se reciben avisos transportes. Dí- proniquell" para evitar disgus- Contienen chistes, charadas, chas- game dónde hay que echar una tos. Calle de las Canarias, 22, Ofertas. carrillos, anécdotas y epigramas mano. Nadie me ganará por la pajarería. El dueño de este anti- AMERICANA millonaria y ca- para entretenerse en los descan- mano ni por el carro. "El Mano- guo y acreditado establecimien- prichosa—se comprende—, recién sos. No emplee papeles de perió- pla". De dos a cuatro. Calle del to recomienda a las señoras y se- llegada de Corrientes—¡ at- dico. Es, además de una descon- Almirez, 1. ñoritas demasiado bellas que ha- chiss!—, necesita sendos botones sideración para las empresas, an- gan sus encargos por teléfono, altos, fornidos, jóvenes, guapos y tihigiénico y del peor gusto. Es- CANARIOS flautas; cantan porque si se presentan ante él, en distinguidos; uno, moreno, y si es tá usted expuesto a marcarse, sin como Fleta y Lázaro. Hembras la tienda, pueden alegrársele las posible, con un lunar en un hom- pajaritas. bro, y otro—otro botones, no otro lunar—rubio, con ojos verdes. VARIOS Pura Delectación. Películas. Ca- lle Mediodía del Arrabal, 2. NO dé usted vueltas a su ca- beza. Si quiere que su gabán pa- rezca nuevo, entregúenoslo y le CORRESPONDENCIA daremos la vuelta. Ahora bien: no piense usted que vamos a haceu PURA Delectación: ¿Me quie- lo mismo con el billete pequeño re usted explicar, señora, para que habrá de sacudirse. Esto na qué necesita los botones una ame- tiene vuelta de hoja. Calle del ricana como usted? Un padre de Mareo, a la vuelta de la esquina. dos hijos, uno mojreno y otro ru- bio, etc. Calle de la Paloma, 2. MONÍSIMA manicura desea relacionarse con caballero distin- guido que la ofrezca su mano. CONSULTAS Caso de ofrecerla las dos se pon- EXIGID LOS CAFES DEL BRASIL dría de uñas y le diría que se DOCTOR especialista en par- SON LOS MAS FINOS Y AROMÁTICOS las hiciese su abuela. Señorita tos; fue prestidigitador en sus Poli Soir. Pensión "Uña y Car- años mozos y tiene unas manos CASAS BRASIL ne Poca". Calle Manon, 10. admirables. Asistencia por 350 pesetas, aunque sea en calderilla. BRACAFÉ AGENTE anunciador: Héctor Y si le dan ustedes dos duritos Amor. 16 — GUTIÉRREZ — CIENCIA OTRO CONGRESO INTER- NACIONAL DE QUÍMICA Las cosas claras: antes de la ocupación de Uni sólo había en España dos personas que conocieran la existencia de ese territorio. Para no ser menos que los sabios congresistas que han visi- Lerroux y el coronel Capaz. tado Madrid para hablar de la Química Pura y Aplicada, se El resto de los españoles oíamos hablar de Ifni, y nos creíamos ha reunido anteayer el Primer Congreso Internacional de se- que era donde estuvo preso el conde de Montecristo: ñores que no entienden ni papa de Química. El castillo de Ifni. Estuvo aquello muy animado, y nos reímos la mar durante un buen rato. Primero se levantó a hablar un señor alemán, haciéndolo en su idioma. Como el orador se daba cuenta de que no le en- tendíamos ni palabra, acudió a la mímica, y por fin nos ente- ramos de que se levantaba para protestar de que en su asiento se salía un muelle y se le clavaba en... en cuanto se sentaba encima. Se acordó avisar al carpintero para mañana y, mien- tras tanto, que el alemán se coloque bajo la mesa presidencial. El señor Trijueque, de Galapagar, se levantó para decir que él no puede creerse eso de que el agua tiene oxígeno e hidró- A propósito del coronel Capaz. Sabemos de un ciudadano que a geno, a no ser el agua sucia, que puede tener todo eso y barro estas horas todavía no ha dicho el chiste ese de que es un hombre y hasta gusarapos. Pero lo que es el agua limpia y clara, a él muy capaz. que no le vengan con cuentos. Muestra para probarlo el vaso Se trata de un sordomudo que además no sabe leer. de Lozoya que tiene delante, y afirma que dará dos duros, dos, al que le encuentre el más pequeño pedazo de hidrógeno. Efecti- Y, claro, asi es incapaz. vamente, por más que miramos el vaso al trasluz, no consegui- mos ver más que el agua. Algunos congresistas, no muy convencidos, meten el dedo en el vaso, y al cabo de varias pruebas de esta clase, el agua adquiere un tono negruzco que nos hace sospechar sea producido por el oxígeno. Otro de los congresistas pregunta si hay algún medio quími- co de arreglar unas medias suelas, porque va pisando con el hueco del pie y no tiene para el zapatero. El Congreso se reúne en sesión secreta para tratar de este Frente a Barcelona se ha hundido un barco cargado de tabaco de asunto. contrabando. . . ; ¡Atiza! Entonces, ¿qué van a fumar los directores de la Tabacalera? Porque no les creemos tan suicidas que fumen del suyo.

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Se ven menos mendigos en Madrid. Es que ha dicho el gobernador que ha empezado la veda.

Ha entrado en la Academia Española de la Lengua el doctor Mar anón. • I i • • • ' ' i ••'¡J.J No hizo mes que entrar y dijo: —¡A ver! Saquen la lengua. Resultó que por algunos lados esté bastante sucia. ¿Nos purgamos, doctor?

AVENTURAS DE ADAMSON (De Soendagsnisse-Strix, Copenhague.)

Al gobernador de Segovia le dieron el otro día un banquete. A la hora de los brindis dijo un orador: "Todas las clases socia- les, señor gobernador, le felicitan a usted por nuestro conducto." Y le interrumpió un pollo: —/Por nuestro acueducto, por nuestro acueducto! ¡Que estamos en Segovia!

—Dime, amado mío, Unos presos declararon la huelga del hambre para protestar de la ¿por qué tía me dijiste Amnistía. antes de casarnos que Pero ¿tan bien se está en la cércet? tenías la dentadura de Pues como se corran las voces, van a tener que organizar opo- oro? siciones del Estado. —Para que no te ca- Cuerpo de Presos auxiliares con tres mil pesetas de sueldo. saras pot d interés. — GUTIÉRREZ — 17 Señores: Para conmemorar el es un perfecto zoquete. día de hoy (14 de abril), nuestra ¡Un tío que escribe siega escultural artista la Bella Choco- con equis y con y griega. late va a recrearnos con lo me- Pérez Ortega. Salamanca. — jor de su basto y vasto reperto- Dibuja usted bien, pero no tiene rio. Se prohibe la entrada a gracia. personas que padezcan del co- razón. Artemisa. Madrid.— Este que firma Artemisa—no nos ha cau- La maja chispera. sado risa,—pues nos manda un exabrupto—que es sólo propio Nací en los tiempos de Goya Soy la maja de lindos labios rojos. de un bruptb. en jSan Sadurni de Noya. de navaja Haz que muera Cirilo Orgaz. Madrid—No nos Vine al Canal de Lozoya que vive en la Cava Baja. mi alma prisionera choca que estés sin trabajo. Des- sin postines ni bambolla. Y no logro entrar en caja del mirar de tus ojos. de que hay tanto camión, las mu- Me gustaba la cebolla si mi novio se me raja (¡Ahí va qué cúrsile!) las como tú están en decadencia. y guisaba cada olla y se naja con papas y alguna molla Fin de Raza. Teruel.—Hágalo llevándoseme una alhaja Atención: Después de todas es- más corto y veremos. que pa qué. que le envidiaría un Raja tas idioteces que acaban ustedes de esos de ropa tan maja de leer, no nos queda más reme- Robespierre. — ¡¡¡Que no!]! que tiran cuando se aja dio que dar unas pocas contesta- ¡ ¡ ¡Que eres una bestia y no pue- Con una falda como si fuera una paja. ciones a los espontáneos. des colaborar aquiü! Y van lo de percal plancha menos diez veces que te lo deci- y unos zapatos negros Chispera. Churriburri. Albacete. mos. de charol, Bonita y postinera, Este pollo de Albacete Jorgito. Madrid.—Su "Canción en el tranvía de muías de la estepa" es una de las idio- monta, teces más definitivas que hemos me paseaba del Retiro leído en nuestra ya larga exis- a Sol. tencia. Es usted un verdadero Todos los hombres iban melón. tras de mí, Advertimos a nuestros colaboradores espontáneos y para ello había que no se devuelven los originales, ni se sostiene Robespierre. Málaga.—¡Que te una razón: otra correspondecia sobre ellos que la del altavoz. vayas al cuerno! y era que yo me colocaba Cuando vean publicado algún trabajo pueden ha- Cierre de la estación: así, al lado mismo cerlo efectivo los lunes, de seis a ocho, en esta Re- Tachín, tachín, tatachinda; del conductor. daoclón. tachín, tachín, tatachinda. ESPECTACULAZOS Y ESPECTACULITOS

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CINE CINE PADILLA CINE C INE PRO- CINE IDEAL CINE AVENIDA DEL CALLAO YtC CIONES DE LA PRENSA Forasteros Rosa de El barrio en Holliwood El diluvio Anuncios El novio media noche chino de mamá por palabras (Estos, amiga Rebe- (¿Rosa de noche? (Esto debe ser un (¿Qué cómo es? ¡Ya (¡Pues no es cosa ca,—son todos esos lo adivinas! — Pues ¡Repriego!—¡A ver "film " documental (¡No digas eso, bien que hoy día — van una calles muy ma- tan inmensa — veír sobre la primavera mío!—¡Ese señor se- de la Ceca a 'la si salle un "don- las — y coii monto- un "anuncio" en la rá un "tío"!) Meca".) diego"!...) en Madrid.) nes de "chinas"!) Prensa!)

UiilllillUllUUIIUulUlllllilllUlilllillllllllMiillllll ••lililí •IIUUIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIW llUHillilllklillUitUII ttlHJMHJWllüJU IIHÜIIIIIIIÍIIHIIIMIIIIIIIIIIIIII

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Angelina Las chicas El misterio Justa Su última María o el honor de de los sexos retribución pelea del Valle un brigadier del ring (¡Vaya; hoy vienen (¡Qué título más (¿Ha visto usted) (Sí, sí; ya nos en- (¡Qué educados! mejor dadas!—Esto teatral!—¡Y quedan ¡Hay que ver!—- (¡Cómo varían de doña Pura?—...) será que la Empre- teramos.— ¡Que está tres mil como éste— ¡Cómo te hacen "el (Tachado por la en "las últimas", va- honor"'-"-los de la asunto!—¡Le llaman sa— va, ¡al fin!, a "toavía" en el San- "casa** de Isbert!) "ring" al conjunto!) censura.) mandarme entradas.) mos!) toral!...)

HllllllIHIIIIIIIIIIIIIWIIIIIIIIIIUIIIII JllUIÜIlllllllllllillilWllllllllllllII llWllllllllllllllllllillllllillilililillllllilll __ WlMlHWIlllUllllldHHliHIlIHIIIIIÍIIlilíU w — GUTIÉRREZ — fe, \

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t> o ••'••" mu \ d [o o iÜ 0 0- 1 ¡BUENA PRIMAVERA! • El árbol de la República empieza a retoñar hojas "nuevas". (De "Blufí", en "La Libertad'.) CON MATERIALES DE DERRIBO S£ CELEBRA LA FAMOSA. ASAMBLEA DEL GRAN PARTIDO IZQUIERDA —Parecen edificios nuevos, pero son casas REPUBLICANA viejas. •—Como el célebre de marras, en un coche... (De "K-Hito", en "ABC".) '• —¡En berjina! (De "Sileno", en "A B C".)

PRACTICAS NECESARIAS PRUDENCIA —¿Es Paulino con vistas a algún campeo- —Señora, está usted confundida; esta es la nato? LA MINORÍA RADICAL. — tPeor es me- plaza de las Cortes. La plaza de la Cebada —No; es un diputado con vistas al Congreso. neallo! está por aquel otro lado. (De "Bluíí", en "La Libertad".) (De "Menda", en "El Liberal'.) ,(De Tovar, en "¿a Voz".)

DOMINGO DE RESURRECCIÓN )EN SEVILLA (LA REAPARIClON»'l>EL FENÓMENO); LERROUX.—Estos son los iongos EN EL. ALCOHOL DE LA POLÍTICA sos. Tenga precaución —Na, que la£ parmas se las ha Uevao Sala- ••'V: LA SOLITARIA ¿ JUAN ESPAÑOL^-No tenga cuidado. No zar Alonso. \- los elegiré nunca. < •yg-Hito", en "El Debate".) ; (De "K-Hito", en "El'DeBate".) (De "La Nación".)

8DCESOEE8 DI KIVASSHCTBi 8. A, ¿GRACIA/!

ELOGIOS FÚNEBRES