01 Portada El Carnero
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EL CARNERO Juan Rodríguez Freile Obra sumistrada por la Biblioteca Luis Angel Arango de Colombia ÍNDICE GENERAL Prólogo Y Dedicatoria al rey Felipe IV Al Lector CAPÍTULO I.—En que se cuenta de dónde salieron los primeros conquistadores de este Reino, y quién los envió a su conquista, y origen de los gobernadores de Santa Marta CAPÍTULO II .—En que se cuenta quién fue el cacique de Guatavita y quién fue el de Bogotá, y cuál de los dos tenía la monarquía de este Reino, y quién tenía la de Tunja y su partido. Cuéntase así mismo el orden y estímulo que tenían de nombrar caciques o reyes, y de dónde se originó este nombre engañoso del Dorado CAPÍTULO III.—Donde se cuenta la guerra entre Bogotá y Guatavita, hasta que entraron los españoles a la conquista CAPÍTULO IV.—En que se cuenta lo que Guatavita hizo en la tierra, digo en la retirada, y las gentes que juntó, y cómo pidió favor a Ramiriquí de Tunja; y se prosigue la guerra hasta que se acabó CAPÍTULO V.—Cuéntase costumbres, ritos y ceremonias de estos naturales, y qué cosa era correr la tierra, y qué cantidad de ella, los santuarios y casas de devoción que tenían, y cuéntase cómo un clérigo engañó al demonio o su mohán por él, y cómo se cogió un santuario, gran tesoro que tenían ofrecido en santuario CAPÍTULO VI.—En que se cuenta cómo los dos campos, el de los españoles y el de Bogotá, se vieron en los llanos de Nemocón, y lo que resultó de la vista. La muerte del cacique ide Bogotá, y de dónde se originó llamar a estos naturales moscas.La venida de Nicolás de Frederman y de don Sebastián de Benalcázar, con los nombres de los capitanes y soldados que hicieron esta conquista CAPÍTULO VII.—En que se trata cómo Guatavita escondió sus tesoros, y se prueba cómo él fue el mayor señor de estos naturales, y cómo el sucesor de Bogotá, ayudado de los españoles, cobró de los panches la gente que se habían llevado de la sabana durante la guerra dicha. Cuéntase cómo los tres generales se embarcaron para Castilla, y lo que les sucedió. La venida del licenciado Jerónimo Lebrón por gobernador de esteReino y ciudad de Santa Marta CAPÍTULO VIII.—En que se cuenta la venida de don Alonso Luis de Lugo por gobernador de este Reino. Lo sucedido en su tiempo: la venida del licenciado Miguel Diez de Armendáriz, primer visitador y juez de residencia; con todo lo sucedido hasta la fundación de esta Real Audiencia 1 CAPÍTULO IX.—En que se cuenta lo sucedido en la Real Audiencia; la venida del señor obispo don fray Juan de los Barrios, primer arzobispo de este Reino, con todo lo sucedido en su tiempo hasta su muerte; la venida del doctor Andrés Díaz Venero de Leiva, primer presidente de esta Real Audiencia CAPÍTULO X.—En que se cuenta lo sucedido durante el gobierno del doctor Venero de Leiva. Su vuelta a España. La venida de don fray Luis Zapata de Cárdenas, segundo arzobispo de este Nuevo Reino, con la venida del licenciado Francisco Briceño, segundo presidente de la Real Audiencia, y su muerte CAPÍTULO XI.—En que se cuenta la venida del doctor don Lope de Armendáriz, tercero presidente de este Reino. Lo sucedido en su tiempo. La venida del visitador Juan Bautista de Monzón. Cuéntase la muerte de Juan Rodríguez de los Puertos, y otros casos sucedidos durante el dicho gobierno CAPÍTULO XII.—En que se cuenta lo sucedido al doctor Andrés Cortés de Mesa, oidor que fue de la Real Audiencia de este Reino; su muerte, con lo demás sucedido durante la presidencia del doctor don Lope de Armendáriz. Su suspensión y muerte CAPÍTULO XIII.—En que se cuenta lo sucedido en la Real Audiencia: la suspensión del presidente don Lope de Armendáriz; su muerte, con otras cosas sucedidas en aquel tiempo CAPÍTULO XIV.—En que se prosigue lo sucedido con don Diego de Torres y a Juan Roldan. La prisión del visitador Juan Bautista de Monzón: la muerte de don Fernando de Monzón, su hijo, y el gran riesgo en que estuvo el visitador de perder la vida; con lo demás sucedido en aquellos tiempo CAPÍTULO XV.—En que se cuenta la venida del licenciado Alonso Pérez de Salazar, licenciado Gaspar de Peralta, doctor don Francisco Guillén Chaparro, el licenciado Juan Prieto de Orellana, segundo visitador, con lo sucedido en estos tiempos CAPÍTULO XVI.—En que se cuenta lo sucedido durante el gobierno del doctor Francisco Guillén Chaparro. Cómo un indio puso fuego a la caja real por roballa. Lo sucedido a Salazar y Peralta, y al visitador Orellana en Castilla. La venida del doctor Antonio González, del Consejo Real de las Indias, por presidente a este Reino, y la muerte del señor arzobispo don fray Luis Zapata de Cárdenas, y los que se proveyeron en su lugar, que no vinieron CAPÍTULO XVII.—En que se cuenta el gobierno del doctor Antonio González: lo sucedido en su tienpo; la venida del arzobispo don Bartolomé Lobo Guerrero, con lo sucedido en su tiempo hasta su promoción al Pirá. CAPÍTULO XVIII.—En que se cuenta el gobierno del presidente don Francisco de Sandi: lo sucedido en su tiempo; la venida del licenciado Salierna de Mariaca; su muerte, con la del dicho presidente 2 CAPÍTULO XIX.—En que se cuenta la venida del presidente don Juan de Borja, del hábito de Santiago; la venida del arzobispo don Pedro Ordoñez y Flórez; su muerte, con algunos casos sucedidos durante el dicho gobierno. La venida del arzobispo don Fernando Arias de Ugarte CAPÍTULO XX.—En que se prosigue el gobierno del presidente don Juan de Borja; dicese su muerte y los oidores que concurrieron en la Real Audiencia durante el dicho gobierno, con la venida del arzobispo don Fernando Arias de Ugarte y su promoción a las Charcas. La venida del marqués de Sofraga a este gobierno, y la del arzobispo don Julián de Cortázar a este arzobispado; su muerte, y la venida del señor arzobispo don Bernardino de Almansa Y Catálogo de las ciudades, villas y lugares sujetos a esta santa iglesia metropolitana, y capitanes que las poblaron CAPITULO XXI.— En que se cuenta la venida del arzobispo don fray Cristóbal de Torres, del orden de Santo Domingo, predicador de sus magestades reales. La venida del presidente don Martin de Saavedra y Guzmán, con lo demás sucedido en este año de 1638 Y Catálogo de los gobernadores, presidentes, oidores y visitadores que han sido de este Nuevo Reino de Granada, desde el año de 1538 de su conquista, hasta este presente de 1638 en que se cumplen los cien años que hace se ganó y conquistó este Reino 3 AL REY DON FELIPE IV, NUESTRO SENOR S.S.R.M. Estilo es, señor de los escritores dirigir sus escritos a las personas de su devoción: unos por el conocimiento que de ellas tienen, otros por los beneficios recibidos; y si esto es así, quién mas merecedor que V. M, de quien tánto recibimos, manteniéndonos en paz y justicia, y a quien del cielo abajo se le debe todo? Dirijo esta obra a V. M. por dos cosas: la una, por darle noticia de este su Reino nuevo de Granada, porque nadie lo ha hecho; la otra, por librarla de algún áspid venenoso, que no la muerda viendo a quién va dirigida, cuya real persona N. S. guarde con aumento de mayores Reinos y estados, para bien de la cristiandad. 4 FELIPE IV, (1621-1665) REY DE DESPEROCUPADO GOBIERNO, AMIGO DEL TEATRO, DE LAS MUJERES HERMOSAS Y DE LOS PINTONES; EXCELENTE JINETE Y TIRADOR, SOBRESALIENTE EN LA DANZA Y EN LA CAZA 5 AL LECTOR Todas las criaturas del mundo están obligadas a dar infinitas gracias a Dios N. S., que con infinita misericordia las sustenta con su providencia divina sin merecerlo, lo cual hace Dios por su sola bondad, y con ella proveyó a la naturaleza humana remedio para conservar la memoria de los beneficios recibidos de su mano; y que juntamente con esto tuviésemos noticias de las cosas pasadas, porque Cristo N. S. puso los ojos ab-eterno en su esposa la Iglesia, desde luego le puso escritores y cronistas, y los hombres aprovechándose de esta doctrina fueron siempre dando al mundo noticia de lo acontecido en sus tiempos, con lo cual los presentes tenemos noticia de lo pasado. He querido hacer este breve discurso por no ser desagradecido a mi patria, y dar noticia de este Nuevo Reino de Granada, de donde soy natural, que ya que lo que en él ha acontecido no sean las conquistas del magno Alejandro, ni los hechos de Hércules el hispano, ni tampoco valerosas hazañas de Julio César y Pompeyo, ni de otros capitanes que celebra la fama; por lo menos no quede sepultado en las tinieblas del olvido lo que en este Nuevo Reino aconteció, así en su conquista como antes de ella; que aunque para ella no fueron menester muchas armas ni fuerzas, es mucha la que él tiene en sus venas y ricos minerales, que de ellos se han llevado y llevan a nuestra España grandes tesoros, y se llevarán muchos más y mayores si fuera ayudada como convenía, y más el día de hoy, por haberle faltado los más de sus naturales. Y aunque es verdad que los capitanes que conquistaron el Piró y las gobernaciones de Popayán y Venezuela y este Nuevo Reino, siempre aspiraron a la conquista del Dorado, que solo su nombre levantó los ánimos para su conquista a los españoles, nunca le han podido hallar, aunque les ha costado muchas vidas y grandes costos, ni han hallado punto fijo en que lo haya, con haber corrido llanos, navegando el Orinoco, el Darien, el río de Orellana o Marañón, y otros caudalosos ríos, que aunque en sus márgenes se han hallado grandes poblaciones, no se han hallado las riquezas que hay en este Nuevo Reino en sus ricos veneros.