Portada Historia De Colombia
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
HISTORIA DE COLOMBIA EL ESTABLECIMIENTO DE LA DOMINACION ESPAÑOLA Jorge Orlando Melo Obra suministrada por la Biblioteca Luis Angel Arango Indice Prólogo por Carl Henrik Langebaek Rueda Primera Parte Españoles e Indios Capítulo 1 Europa y España en el Momento de la Conquista de América Capítulo 2 I. El Descubrimiento de América y la Organización de la Conquista Capítulo 3 Los Pueblos Indígenas del Territorio Colombiano Segunda Parte Los Hechos de la Conquista Capítulo 4 El Descubrimiento de la Costa y las Primeras Gobernaciones Capítulo 5 La Conquista de Santa Marta Capítulo 6 Cartagena Capítulo 7 La Conquista de Popayán Capítulo 8 La Sujeción de los Chibchas 1 Tercera Parte La Sociedad de la Conquista Capítulo 9 La Explotación de los Indios Capítulo 10 Mestizaje y Segregación Capítulo 11 El Mundo Español: Economía y Sociedad Apéndice Bibliografía Indice Onomástico 2 PRÓLOGO « Historia de Colombia. El Establecimiento de la Dominación Española» apareció en 1977 y fue enormemente popular entre historiadores y antropólogos. Pero cualquier lector que se deje llevar por el título quizás no encuentre lo que espera. No se trata, como el título podría insinuar, de un recuento más de las gestas de los conquistadores, ni de un sumario de las estrategias de la élite ibérica para afianzar su poder en el territorio que hoy llamamos Colombia. Es todo esto, sin duda, pero mucho más también. Se trata de una visión fresca, especialmente dirigida a estudiantes, del encuentro entre los conquistadores españoles y la población indígena, así como de las condiciones previas, a lado y lado del Atlántico, de tal encuentro. Toma como punto de partida lo español y lo prehispánico, haciendo un recuento —y una interpretación— del contexto tanto indígena como europeo que da inicio a la formación de nuestra nación. No se trata, por lo tanto, de una visión indigenista del proceso. pero tampoco de una visión españolizante. Es, en síntesis, una visión integral del proceso histórico que, desde la ocupación indígena hasta la consolidación de la dominación española, constituye un continuo si no étnico, por lo menos histórico. El trabajo de melo constituye, por la razón anotada anteriormente, un puente entre los historiadores y los antropólogos. los primeros, tan frecuentemente empeñados en el estudio de los procesos posteriores a la invasión española. Los segundos, usualmente empeñados en el estudio de los indígenas del pasado o del presente o, en fin, de todo lo visto como minoritario o marginal. Ambos, por lo tanto, incapaces de ofrecer una visión integral de lo que es verdaderamente la historia de este país, es decir un proceso un el cual ambos elementos cobran su importancia en conjunto, en relación el uno con el otro, integrados en una aproximación que ya no es ni exclusivamente indígena ni europea. En este sentido la obra de melo constituye un valioso aporte a la historiografía del país. Y en este sentido, es consecuencia de un movimiento que si bien resulta característico de una nueva generación de historiadores que en la década de los setenta empezó a romper el molde de historias blanca o indígena, no produjo un trabajo de síntesis. Colmenares, desde el lado de la historia, había incursionado en el estudio de las sociedades indígenas; Friede desde el de la antropología había también investigado en campos que abarcaban desde las sociedades indígenas hasta la colonización alemana de la sierra nevada de santa marta y el período de la independencia. Pero estas «historias» no se articulaban de una forma que aspirara a la reconstrucción de una 1 historia verdaderamente nacional, excepto en algunos pocos casos, como por ejemplo la obra de Friede «los chibchas bajo la dominación española» publicada en 1974. Sin embargo el texto no es sólo útil por su visión global de las primeras épocas de la historia de Colombia. Dar una panorámica integradora no es suficiente e incluso para algunos resulta innecesario. Mal que bien, los esfuerzos por llegar a una historia integral se pueden encontrar desde Henao y Arrubla. «El establecimiento de la dominación española» es útil no sólo por su visión integradora. A esta cualidad se le suman dos más: Primero que es una visión crítica y sustentada —no un simple recuento— el cual dio paso, tanto en la obra de melo como en la de otros investigadores, a novedosos trabajos de carácter histórico y antropológico. Segundo, que sirve de punto de referencia para evaluar el trabajo posterior del investigador, así como los desarrollos de la antropología y la historia, desde el punto de vista de sus planteamientos. En esta reseña introductoria quiero referirme a esos dos aspectos. Desde mi propia óptica de arqueólogo, enfatizando el rol que la arqueología y la etnohistoria han jugado para melo y los retos abiertos a la arqueología y etnohistoria desde entonces. Y también, desde otra perspectiva, desde el propio trabajo de melo durante años más recientes. En 1977, melo subrayaba el limitado papel que la arqueología había tenido en la reconstrucción de la historia precolombina. empezaba el capítulo sobre los pueblos indígenas del territorio colombiano con esta nota pesimista: «Los estudios sobre los primeros grupos humanos en Colombia y su desarrollo hasta la época del descubrimiento europeo son aún escasos y pobres. Apenas se han realizado excavaciones arqueológicas en una mínima parte del territorio donde podrían encontrarse restos de culturas prehistóricas; los hallazgos de herramientas o cerámicas han sido analizados en forma no muy sistemática y estudios que podrían llevar a conclusiones más o menos firmes sobre poblaciones muy alejadas en el tiempo, como los basados en la medición de la magnitud de los residuos orgánicos, están por fuera de las posibilidades de los arqueólogos colombianos. » Para cuando el texto fue publicado, el trabajo de los pioneros colombianos, como Carlos Angulo, Julio Cesar Cubillos, Luis Duque Gómez y sobre todo Gerardo Reichel- Dolmatoff, empezaba apenas a arrojar los primeros resultados de investigaciones arqueológicas en el país. Una pionera síntesis científica de la arqueología colombiana — el famoso texto «Colombia» de Reichel-Dolmatoff— había sido publicada recientemente; pero aún casi todo lo que se sabía de los pueblos indígenas anteriores a la conquista se basaba en lo que los propios españoles escribieron. Más aún, los resultados obtenidos por la antropología no se habían integrado aún a ese proceso general de interpretación histórica. Ante ese conocimiento tan escaso, resulta sorprendente la minuciosidad y el detalle de la investigación de melo. En gran medida, su recapitulación de la historia prehispánica ofrecida por melo se basa en las reconstrucciones de Reichel-Dolmatoff. El autor se remonta a las evidencias de las primeras ocupaciones humanas, destacando las excavaciones realizadas en la sabana de Bogotá así como la posibilidad de sitios de hace más de 22.000 años en el perú. Luego, melo enfatiza el proceso de inicio de la agricultura en la costa caribe y la introducción del cultivo del maíz hacia el 200 a. C. este proceso es interpretado siguiendo líneas propuestas en «Colombia»: básicamente se trataría de influencias mesoamericanas que habrían permitido la acumulación de excedentes, la formación de 2 sociedades complejas, y la colonización de los valles interandinos y las cordilleras. Sin embargo, en la interpretación de melo se conjugan también algunos de los elementos que más que de Reichel son de Rivet; en particular su énfasis en las migraciones caribe a partir del año 1000 d. c, las cuales habrían afectado a gran parte del país. Estos procesos migratorios y de introducción del maíz habrían producido como resultado la gran variedad de sociedades descritas por los españoles. AL CONSIDERAR EL NIVEL DE DESARROLLO DE LAS POBLACIONES PREHISPÁNICAS, MELO ACOGE, AÑOS ANTES DE QUE ESTAS CATEGORÍAS FUESEN POPULARES ENTRE LOS ARQUEÓLOGOS Y ETNOHISTORIADORES, LA TERMINOLOGÍA DE ELMAN SERVICE. SEGÚN LOS CRONISTAS LOS MUISCAS HABRÍAN PRESENTADO EL MÁS ALTO NIVEL DE COMPLEJIDAD SOCIAL, DE TAL MODO QUE SE ENCONTRARÍAN EN UNA ETAPA ENTRE «SEÑORÍOS» Y ESTADOS PRIMITIVOS. PERO LA MAYOR PARTE DE LAS SOCIEDADES SE PODRÍAN CLASIFICAR COMO «TRIBUS» O LLANAMENTE «SEÑORÍOS» CARACTERIZADOS POR JEFATURAS HEREDITARIAS Y UN MARCADO NIVEL DE ESPECIALIZACIÓN. CON ESTO, MELO HACE UNA DESCRIPCIÓN DE LAS SOCIEDADES QUE ENCONTRARON LOS ESPAÑOLES, ADENTRÁNDOSE EN EL CAMPO DE LA ETNOHISTORIA PROPIAMENTE DICHO. PRECISAMENTE SOBRE ÉSTAS, MELO HACE DETALLADAS DESCRIPCIONES ETNOHISTÓRICAS BASADAS EN FUENTES PRIMARIAS Y AUTORES SECUNDARIOS. La utilización de las interpretaciones de Rivet y de Reichel-Dolmatoff y sus contemporáneos, así como el uso que se le da a la terminología de Service, llevan a melo a proponer interpretaciones que la arqueología ha desmentido. Por un lado, como es apenas natural las investigaciones más modernas han cambiado en mucho el marco cronológico que melo tenía a su disposición. Hoy es claro que la ocupación humana en Colombia se remonta a hace unos 13000-14000 años. si bien existen evidencias de sitios más tempranos en otros sitios de suramérica, se trata de sitios en los cuales los resultados no han sido del todo claros. Por otra parte, las investigaciones han confirmado un temprano énfasis en la vida sedentaria y la producción de cerámica en la costa caribe colombiana, pero no es un hecho comprobado que se tratara de sociedades que practicaran agricultura intensiva. La asociación entre uso de la cerámica y un mayor énfasis en el sedentarismo parece clara, pero no así con la agricultura. Por otra parte, las investigaciones de Gonzalo Correal en la sabana de Bogotá indican que el comienzo de la dependencia de cultígenos pudo ser también bastante temprana en el centro del país, aunque sin la utilización de cerámica. Igual sucede con la desmedida importancia asignada a la introducción del maíz en el desarrollo de las sociedades complejas. Los datos más recientes indican que el maíz se introdujo a Colombia, probablemente ya domesticado, incluso en un período mucho antes del planteado por Reichel-Dolmatoff, por parte de sociedades aún predominantemente cazadoras-recolectoras.