Boletín Cultural Y Bibliográfico
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RE S E Ñ A S HISTORIA las emprendidas por la maestría en 15 .Los riohacheros dicen que se parece a 23. Véase pág. 265. historia de la U niversidad NacionaL Riohacha. 24. Véase pág. 252. en el programa de antropología de I 6. La gobernacíón del Atlántico recogió sus 25.Guiomar Dueñas. "El mestizaje en la trabajos la U niversidad de Jos Andes y en el en 1994 bajo el título Atlántico transición de la Colonia a República ... y Barranquilla en la época colonial. en ¿Mestizo yo? ... Centro de Investigaciones Económi 17. El término lo inventó Villalón para re cas del Caribe Colombiano del Ban ferirse a una investigación del historia co de la República y del Observato dor Mauricio Archila, de la Universi rio del Caribe de Cartagena. De ahí, dad Nacional. Al árbol le conviene que sea lamentable la calidad de la 18.Mario Bernardo Figueroa Muñoz, Pío Eduardo Sanmiguel A. (compiladores). una poda presente publicación. No q ueda sino ¿Mestizo yo? Diferencia, identidad e felicitar a los editores por la hermo inconsciente. Jornadas sobre mestizaje sa edició n que nos regalaron de un y cultura en Colombia. Bogotá, Univer Grandes insurrecciones. Colombia libro. q ue está por escribirse, de his sidad Nacional, Grupo de Psicoanálisis, r. a e d. , 2000. prehispánica, conquista y colonia toria de Barranq uilla. Rafael Mauricio Méndez Berna! \ Intermedio Editores. Bogotá. 2000, V LADIMIR D AZA VILLAR i 359 págs. I. Eric Hobsbawm. '·La historia. de nue vo, amenazada''. en El Viejo Topo, fe El breve escrito de Michel Foucault brero de 1994, pág. 77- "¿Es inútil sublevarse?'' apareció 2. lbíd., pág. 78- originalmente en Le Monde del 1 1 3· ¿Por qué "todo indica'' que la tropa de Heredia Llegó a "Barranquilla"? de mayo de 1979. Las sublevaciones \ 4· Puse en bastardillas aquellas frases que • pertenecen a la historia pero, en cier impresionaron al profesor. ) to modo, se le escapan, observa el S· Sobre los indios muzos: Luis Enrique autor. Mayo 68 es un buen ejemplo. Rodríguez, Encomienda y vida diaria como c hispas incendiando la prade entre los indios de Muzo, 1550-1620, ra, en París, en B erlín, en Chicago, Bogotá, Instituto de Cultura Hispáni ca, 1995. en California, en Praga y en México, 6. Carl Henrik Langebaek, "Algunos as la tarde y la otra Noche Triste de pectos de la economía tairona en el li , Tlatelolco; también la chispa prende toral adyacente a Ciénaga (Magdale en la plaza de Tiananmen, en China, na)", en Magua re, Bogotá, Departa veinte años después; e l fulgor del mento de Antropología, Universidad acontecimiento pareciera encandilar Nacional, vol. 5· núm. 5, 1987, pág. 65. 7· Leonor H errera, Marianne Cardale de los espíritus, aplazándoles una y otra Schrimpff (compiladoras), Caminos vez el acceso al ser del acontecimien precolombinos. Las vías, los ingenieros to. ¿Qué pasó? U n turbión, y pare y los viajeros, Bogotá, Icanh, 2000. Véa ciera q uerer anidar provisoriamente se artículo de Ana María Groot. - en otra parte que en la historia. como 8. El subrayado es mío. 9· Hermes Tovar Pinzón, La estación del 19. Véase por ejemplo. Germán Rodrigo por debajo de e lla, o atravesándola, miedo o la desolación dispersa. El Cari Mejía Pavony, Los años del cambio. ocurriendo en una ·'nube no-históri• be colombiano en el siglo XVI, Bogotá, Historia urbana de Bogotá, I820-1910. ca", como sugiere Nietzsche. He aquí Ariel Historia, 1997; del mismo autor, Bogotá, Universidad Javeriana, lcanh, como lo pone Juan Friede en el pró 3 Relaciones y visitas a los Andes. Siglo 2. ed., 2000. logo a la segunda edición de Los 20. César Augusto Ayala Diago, "Popayán: XVI. Región del Caribe, Bogotá, Insti químbayas (1977): "La lucha de los tuto de Cultura Hispánica, t. ll, s. f. dos décadas de historia política", en 10. David Watts, Las Indias Occidentales. Anuario. Historia regional y de las fron indios contra la invasión de sus tierras Modalidades de desarrollo, cultura y teras, Bucaramanga, Universidad Indus fue mucho más pertinaz y trascenden cambio medioambiental desde 1492, trial de Santander, 2000, págs. 13-48. tal d e la que nos presentan los cro Madrid, 1992. · 21. Andrew Hunter Whiteford. Popnyán y nistas, quienes se ocuparon preferen 11. El subrayado es mío. Queréwro. Comparación de sus clases temente con la historia 'blanca' de sociales. Bogotá, Universidad Nacional. 12. Carlos Sempat Assadouriam, El siste América. La tenaz defensa de que hi ma de la economía colonial. El merca 1963; Fernando Uricochea, "Resabios do interior. Regiones y espacio econó• tribales y cosmopolitismo periférico: cieron gala los quin1bayas ante la ocu mico, México, Editorial Nueva Imagen, Bogotá y Cartagena en 1900'', en Re pación d e sus tierras. constatada 1983. vista Colombiana de SoclOlogia. Bogo documentalmente. no encontró prác 13.En 1988 Germán Colmenares le hizo tá , Universidad Nacional. vol. 1. núm. ticamente resonancia en las crónicas esa misma crítica al historiador francés 1, enero-junio, 1990. págs. 89-100. coloniales". 22. Carlos Ernesto Noguera. "La higiene Thomas Gómez, al referirse a la Nueva Por su parte. en el prólogo al li Granada. como política··. en Anuario Colombia r 4· ¡¡Con mayúsculas!! Se refiere a ''Barran no de Historia Social y de la Cultura. bro, Méndez Bernal a nota: " L a quilla". Bogotá. núm . 25. 1998. págs. 18H-2 15. búsqueda de una nacionalidad. el II OLE tfl'i C"ULlV KAI Y bi8LIOGKÁt'ICO, VOL. • .¡J . t.JÚM ('tS, ~0 0-1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 111 \ 1 U IU . l R ESEÑ A S n~ it...:rado recurso del Estado que de los Estados U nidos hasta la tulo del libro ohjeto de esta reseña: prete nde - toda \'Ía en nues tros Patagoni a. traicionada. igual que la ·· Aunque la documentación a nues días- forzar modelos de unificación Revolución Francesa y la Revolu tro alcance es inexacta. vaga e im a partir de una racionalidad abstrac ción Rusa]. No se hace ley para precisa. nos es posible considerar la ta. ajena. cuando no opuesta. al di quie n arriesga la vida ante un poder. realidad de la insurrección como una namismo de las sociedades y ios in ¿Se tiene o no razón para sublevar constante histórica desde nuestro di vid u os concretos. ha Ita n una se? Dejemos la cuestión abie rta. pasado más remoto". ¿No sería me expresión cahal en las incontables in Hay sublevación, es un hecho; y me jor decir "como una variable histó• surrecciones que hemos padecido. diante e ll a es como la s ubjetividad rica''?. pues la constante pareciera Ellas nos representan. nos constitu (no la de los grandes hombres s ino no ser la sublevación, aun si ella ha ye n y nos pe rmiten percibimos en la de cualquiera) se introduce en la sido inmanente a nuestra historia, nuestra complejidad" (pág. 10). Bo histo ria y le da su soplo", incluso si sino la tiranía. En los dos primeros lívar. perspicaz. justo luego de la ba "el hombre que se alza carece fin al capítulos. el autor vuelve sobre los talla de Boyacá. en 1819. ante e l mente de explicación: hace falta un pasos de la historia "blanca''. al decir Congreso de Angostura. señala: desgarramiento que interrumpa e l de Friede. '·en procura de un centro hilo de la historia. y sus largas cade respecto al cual sentirse genuinamen Séame permirido llamar la aren nas de razones, para que un hom te equilibrada [nuestra comunidad ción sobre una m ateria que pue bre pueda 'realmente' preferir e l titubeante]", según escribe Méndez de ser de una importancia viral. riesgo de la muerte a la certeza de en el prólogo. El cacique g uerrero Tengamos presente que nuestro tener que obedecer.( .. ]S i las socie Bacatá lidera una sublevación contra pueblo no es el europeo, ni el dades se mantiene n y viven, es de el "hijo de dios" Guatavita. "Conver americano del norte, que más bien cir, si los poderes no son en ellas 'ab tido para e nto nces en un anciano es un compuesto de Africa y de solutamente absolutos', es porque, sensualista e indolente (... ] entrega América que una emanación de tras todas las aceptaciones y las do a la molicie y a la codicia, terminó Europa, pues que hasta la Espa coerciones, más a llá de las amena por delegar los asuntos estatales en ña misma deja de ser europea por zas, de las violencias y de las per sus subordinados, guardando para sí su sangre africana [los moros, suasiones, cabe la posibilidad de ese únicamente el usufructo de las con aun los gitanos}, por sus institu movimie nto e n el que la v ida ya no tribuciones" crecientes. Echamos de ciones y por su carácter. Es im se canjea, en el que los poderes no menos los archivos de Sevilla, en este posible asignar con propiedad a pueden ya nada y en el que, ante las relato, los innumerables folios des qué familia humana pertenece horcas y las ametralladoras, los truidos en 1949 en Cartago, cuando mos. L a mayor parte del indíge• hombres se sublevan.(... ] Nadie está "un alto e mpleado ordenó el desalo na se ha aniquilado y el europeo obligado a encontrar que esas vo jo de un cuarto repleto de viejos pa se ha mezclado con el indio y con ces confusas cantan mejor que las peles que declaró sin valor ", nos el africano. Nacidos todos del otras y dicen · el fondo último ·de lo cuenta Friede, porque "no se podían seno de una misma madre, nues verdadero.