Revista INVI ISSN: 0718-1299 [email protected] Universidad de Chile Chile

Ochsenius, Felipe; Carman, María; Lekerman, Vanina; Wertheimer, Marina Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de : tensiones entre la inclusión y la exclusión Revista INVI, vol. 31, núm. 88, noviembre, 2016, pp. 193-215 Universidad de Chile Santiago, Chile

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Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto Políticas hacia villas Policies Focused on y casas tomadas de la Illegally Occupied ciudad de Buenos Aires: Villages and Dwellings in tensiones entre la Buenos Aires: Inclusion- inclusión y la exclusión Exclusion Tension

Felipe Ochsenius*, María Carman**, Vanina Felipe Ochsenius*, María Carman**, Vanina Lekerman***, Marina Wertheimer**** Lekerman***, Marina Wertheimer****

Resumen Abstract

En este trabajo abordamos las características dis- This paper addresses the distinctive characteristics tintivas de las políticas hacia villas y, posterior- of policies focused on illegally occupied villages mente, hacia casas ocupadas de la Ciudad Autó- and dwellings in the Autonomous City of noma de Buenos Aires, , entre los años Buenos Aires, Argentina, over the 1950-2002 1950 y 2002. Analizamos el modo en que fueron period. It also analyzes the implementation of desplegadas un cierto conjunto de políticas habi- a certain set of housing initiatives in successive tacionales en sucesivas etapas autoritarias y demo- authoritarian and democratic eras, which ranged cráticas, las cuales oscilaron entre la radicación/ from establishment/eradication and inclusion/ erradicación e inclusión/exclusión. Nuestro objeti- exclusion. The objective of this research is to vo es profundizar en la trayectoria de casi un siglo provide further insights into the 100-year-old de políticas hacia los sectores populares que ha- bitan en villas y/o casas tomadas de la Ciudad de history of policies oriented towards popular Buenos Aires, cuyos signos prevalecientes han sido sectors who live in illegally occupied villages and la errancia, la parcialidad y la violencia. A lo largo dwellings in Buenos Aires and whose prevalent de nuestra exposición sostenemos que los despla- hallmarks are vagrancy, partiality and violence. zamientos de los sectores sociales más vulnerables This study argues that housing policies are

31(88): 193-215, noviembre de 2016 193 parecen haberse constituido como una constante constantly displacing vulnerable social groups de este conjunto de políticas habitacionales, basa- according to the premise that the “natural” place dos en la concepción, más o menos tácita, de que of residence of these groups can be found outside el lugar “natural” de residencia de los sectores po- the capital city. pulares es fuera de la ciudad capital.

PALABRAS CLAVE: CIUDAD DE BUENOS AIRES; KEYWORDS: CITY OF BUENOS AIRES; DISPLACEMENT; DESPLAZAMIENTOS; ERRADICACIÓN; RADICACIÓN; ERADICATION; RADICATION; SOCIAL HOUSING VIVIENDA SOCIAL

Recibido: 09-03-2016 Received: 09-03-2016 Aceptado: 30-09-2016 Accepted: 30-09-2016 * Argentina. Geógrafo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, * Argentina. Geographer, Pontifical Catholic University of Chi- 2005. Posgrado en Desarrollo Local y Economía Local, FLACSO le, 2005. Postgraduate degree in Local Development and Local Argentina, 2007. Maestría en Antropología Social y Política, 2012 Economy, FLACSO Argentina, 2007. MSc in Social and Political – 2015. Geógrafo del Área de Análisis Espacial, Dirección Gene- Anthropology, 2012-2015. Geographer, Spatial Analysis Area, Di- ral de Salud Ambiental, Autoridad de la Cuenca Matanza Ria- rectorate-General for Environmental Health, Local Authority for chuelo. Forma parte del equipo «Antropología, Ciudad y Natu- Cuenca Matanza Riachuelo. Member of the “Anthropology, City raleza», Área de Estudios Urbanos, Instituto de Investigaciones and Nature” group. Urban Studies Area, Gino Germani Research Gino Germani, Universidad de Buenos Aires. Correo electrónico: Institute, University of Buenos Aires. Email: [email protected] [email protected]. ** Argentina. PhD in Anthropology, Faculty of Philosophy and ** Argentina. Doctora en Antropología, Facultad de Filosofía y Letras, Literature, University of Buenos Aires. Director, “Anthropology, Universidad de Buenos Aires. Directora Equipo «Antropología, City and Nature” group, Urban Studies Area, Gino Germani Ciudad y Naturaleza», Área de Estudios Urbanos, Instituto de Research Institute, University of Buenos Aires. Email: Investigaciones Gino Germani, Universidad de Buenos Aires. [email protected] Correo electrónico: [email protected]. *** Argentina. PhD in Anthropology, Faculty of Philosophy and *** Argentina. Doctora en Antropología, Facultad de Filosofía y Le- Literature, University of Buenos Aires. Professor, UBA 21 tras, Universidad de Buenos Aires. Docente Programa UBA 21. Program. Email: [email protected] Correo electrónico: [email protected]. **** Argentina. BA in Political Science, UBA. MSc in Journalism, **** Argentina. Licenciada en Ciencia Política, UBA. Magister en Pe- University of San Andrés. PhD student in Social Science, riodismo, Universidad de San Andrés. Doctoranda en Ciencias Universidad Nacional de General Sarmiento – Institute for Sociales, Universidad Nacional de General Sarmiento - Institu- Economic Development. Email: [email protected]. to de Desarrollo Económico. Correo electrónico: lasmarunas@ gmail.com.

194 31(88): 193-215, noviembre de 2016 ARTÍCULO: Policies Focused on Illegally Occupied Villages and Dwellings in Buenos Aires: Inclusion-Exclusion Tension/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer Introducción naron la escena6. En forma simultánea, surgieron asentamientos o nuevas villas, a cuyos habitantes Los programas de erradicación de villas de emer- les fueron ofrecidos magros subsidios monetarios gencia en Argentina –con mayor o menor énfasis a cambio de su desplazamiento. En el marco de y violencia–, fueron llevados a cabo por distintos procesos de valorización del suelo y especulación gobiernos entre 1955 y 19834. A partir del retorno inmobiliaria, la gestión del gobierno de la Ciudad a la democracia, en 1983, la política habitacional de Buenos Aires fue legitimando estas acciones de de los sectores populares dio un giro hacia políti- desalojo bajo la premisa de la recuperación del es- cas de radicación e integración de las villas, lo cual pacio público. no significó, empero, el fin de los desplazamientos Nuestro propósito es analizar las diferentes formas generados por estas. de desalojos implementados desde la segunda mi- Durante la década de 1990, se registró un auge tad del siglo pasado hasta comienzos del presente de desalojos ya no de villas –que, tanto a nivel lo- siglo, centrándonos en los siguientes aspectos: cal como en la región latinoamericana, en general • La lógica de desalojos acelerados y de una in- fueron adquiriendo cierta legitimidad a la hora de tensa violencia en sus procedimientos. erigirse como interlocutores válidos ante el Esta- do– sino enfocados en aquellas ocupaciones ato- • Las políticas de omisión y tolerancia hacia las mizadas o individuales, públicamente conocidas ocupaciones de los sectores populares. como ocupaciones ilegales. Estas se basaron en la • La implementación de ciertas políticas habita- toma de inmuebles ociosos (casas, departamen- cionales de corte asistencialista. tos, o bien propiedades no aptas para la vivienda como galpones o fábricas), ubicados mayormente • Los desalojos “negociados” y aquellos restringi- en la zona sur de la ciudad capital5. A partir de dos a un costado disciplinar. la creciente valorización inmobiliaria posterior a la superación de la crisis que atravesó el país en Tal como veremos en las siguientes secciones, las in- 2001, los ocupantes fueron progresivamente ob- tervenciones en cuestión habilitaron ciertas prácticas jeto de una nueva ola de intolerancia por parte y procedimientos tendientes a la segregación de los del poder estatal y los desalojos pedagógicos domi- sectores populares que habitan en esta ciudad capital.

4 Vitale, 2009; Blaustein, 2001. 6 Ibídem, 2007, p. 5. 5 Carman, 2007.

ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones 31(88): 193-215, noviembre de 2016 195 entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer permanencia del habitar informal, a través de la provi- Metodología sión de los mecanismos legales para volver efectiva la radicación. La segunda, en cambio, conlleva la condena En este artículo se exponen resultados a los que he- y la represión a sus habitantes. A lo largo de la historia mos llegado a través de una combinación de métodos. de las políticas hacia villas y asentamientos en la ciu- En primer lugar, hacemos una revisión bibliográfica de dad de Buenos Aires puede identificarse, sin embargo, investigaciones antropológicas y sociológicas centradas un carácter predominantemente excluyente en las po- en las políticas de intervención en villas y, posterior- líticas urbanas, que se corresponde con un imaginario mente, en casas ocupadas en la ciudad de Buenos Aires generalizado que reivindica que “hay que merecer” la en el período comprendido entre 1955 y 1990. ciudad8. La frase, acuñada por Oszlak, reconocido cien- Para analizar las características que éstas asumieron tista social argentino, refleja la necesidad de las elites en el período de 1990 hasta el 2002, nos focalizamos de establecer un “orden urbano” para la metrópolis de en investigaciones propias conducidas por los autores Buenos Aires, según el cual la ciudad capital debe ser del artículo, refrendadas con datos censales del Insti- “la vidriera del país”, habitada por clases medias y al- tuto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) de la tas, confinando a los pobres a la periferia9. Bajo este Argentina. principio, numerosas han sido las iniciativas estatales destinadas a “limpiar” la ciudad de sus habitantes inde- seados, junto a sus formas de habitar, desplazándolos Desalojos de urgencia del centro de la ciudad a partir de diversos tipos de y máxima violencia: los intervención: erradicación de villas miseria; desalojo de casas tomadas; relocalizaciones y políticas de radi- programas de erradicación cación con una completa formulación normativa, pero con alcances limitados en lo que refiere a su ejecución. En consonancia con las tendencias a nivel regional pre- valecientes en la segunda mitad del siglo XX, las actitu- Las villas miseria, también conocidas como villas des de los poderes públicos para con el sector informal de emergencia o simplemente villas, remontan sus del suelo urbano han oscilado entre la permisividad y la orígenes a la década de 1930, su presencia cobró intolerancia7. La primera implica una aceptación de la mayor envergadura a partir de los años cuarenta,

7 Caravaca Barroso y Villalón, 1992-1993. 8 Oszlak, 1991. 9 Oszlak emplea este concepto para referirse a la política urbana durante la última dictadura militar. Creemos que el merecer la ciudad refleja también el imaginario dominante de contar con una “ciudad blanca” rodeada de un anillo de pobladores de sec- tores populares.

196 31(88): 193-215, noviembre de 2016 ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer en simultáneo al proceso argentino de industriali- villas de emergencia llevados a cabo por distintos zación sustitutiva de importaciones. La migración gobiernos argentinos entre 1955 y 198312. Espe- hacia las grandes urbes, producto de la descompo- cialmente el período 1976-1983 –coincidente con sición de las economías rurales, fue generando una la última dictadura militar– se caracterizó por una tasa de crecimiento de la población urbana mayor lógica de desalojos acelerados de sectores popula- a la del crecimiento industrial, lo que provocó una res y procedimientos de una violencia inédita13, masa de marginados del proceso productivo10. cuestión que fue replicada en otros países de la re- Con una inserción económica inestable, los nuevos gión bajo regímenes de facto con represión de las residentes quedaron también relegados del acceso distintas formas de asentamientos espontáneos, a una propiedad formal, asentándose en viviendas produciendo otras modalidades de habitar como el precarias con tramas urbanas irregulares; vale de- “allegamiento”14 y aumentando considerablemente cir, sin plano ni construcción en forma de grilla o el déficit habitacional existente15. damero. Los primeros planes de erradicación fueron imple- Dada su centralidad y alta visibilidad, las villas mentados bajo el gobierno de facto autoproclama- fueron, desde temprano, objeto de una política do “Revolución Libertadora” (1955-1958). En 1956, pública de sesgo expulsivo: en lugar de provisión bajo el gobierno del general Pedro Aramburu, la de vivienda alternativa, los programas de política entonces Comisión Nacional de la Vivienda (CNV) urbana buscaron desplazar a los habitantes pobres estableció, por primera vez, una política destinada a la periferia urbana. En los códigos y planificacio- a las villas de emergencia16. nes urbanas de distintas ciudades latinoamericanas, El pensamiento dominante durante este período se suele definir a las villas (o a su denominación suponía que estas modalidades habitacionales eran local) como aberraciones que no pueden aparecer espacios caóticos donde reinaba la anomia y eran en el mapa oficial de las ciudades y que deben ser focos de peligrosidad y hasta de contaminación erradicadas, así como prohibida su construcción11. ambiental17. De modo que las villas eran vistas no Tal fue el caso de los programas de erradicación de

10 Clichevsky, 2000. 12 Vitale, 2009; Blaustein, 2001 11 Jaramillo, 1993. 13 Hermitte y Boivin, 1985. 14 Hidalgo, 2007. 15 Mac Donald, 1994, Ducci, 1997. 16 Mediante la CNV se puso en marcha una “Plan de Acción Inme- diata”, el cual fue el primer plan de erradicación de las villas. 17 Hajek, 1995.

ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones 31(88): 193-215, noviembre de 2016 197 entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer solamente como un problema de déficit habitacio- y ampliación del déficit habitacional que se busca nal, sino también como una patología social gene- combatir. Esta trayectoria fue seguida por un pe- radora de otros problemas de orden moral, social ríodo en el que las reivindicaciones de la población y urbano18. Ello legitimó que se implementara la villera organizada –como la Federación de Villas erradicación forzosa, pero paralelamente se intentó de Emergencia– tuvieron cierta recepción en la es- dar algún tipo de respuesta a los erradicados a tra- fera institucional, en donde primó una actitud de vés de la construcción de conjuntos habitacionales tolerancia y diálogo con los sectores populares. Se ubicados en zonas periféricas, concebidos como trató del período de gobiernos pseudoconstitucio- unidades vecinales con centros comunales19. No nales, con el peronismo proscripto y la democracia obstante, las soluciones habitacionales implemen- controlada (1958-1966), bajo los cuales la entonces tadas en dicho período resultaron deficitarias tan- Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires imple- to cuantitativa como cualitativamente. Numerosos mentó varios planes de vivienda, en conjunto con son los estudios que demuestran el fracaso de este organismos financieros internacionales como el tipo de políticas de erradicación implementadas en Fondo Monetario Internacional (FMI). la región, tanto por la insuficiencia del número de Las erráticas políticas habitacionales que se forja- viviendas ofrecidas, como por la constante afluen- ron entre 1955 y 1966 se explicitaron en prácticas cia de inmigrantes que se reproduce año a año en concretas de control y medidas higiénicas hacia las los países de la región20. En Buenos Aires, se os- villas22. Asimismo, se diseñaron políticas que sen- ciló entre políticas asistencialistas y de tolerancia taron las bases para la posterior implementación de hacia los sectores populares y aquellas políticas ciertas prácticas expulsivas. Al mismo tiempo en que implementaban dispositivos institucionales que se adoptó una actitud de tolerancia con los sec- de control y requisa de dicha población. Algunos tores populares, se establecieron medidas pedagógi- autores subrayan una trayectoria común entre la cas de “adaptación” a la “vida civilizada” y mecanis- política de vivienda y la reproducción del proble- mos tendientes a la estigmatización de la población ma habitacional21: desalojos, solución inadecuada

18 Cuenya, 1997. 22 A principios del siglo XX, los problemas urbanos fueron foco 19 Blaustein, 2001. de atención para higienistas y funcionarios gubernamentales, 20 Geisse, 1982; Hardoy y Satterhwaite, 1987; Figueroa Salas, 1989. quienes emplearon discursos vinculados a la moral y al orden 21 Yujnovsky 1984, Vitale, 2009. social. Durante el gobierno peronista (1945-1955) se rompió con este discurso asociado al positivismo higienista, pero posterior- mente se volvió sobre las políticas que reivindicaban el control urbano y las medidas higiénicas.

198 31(88): 193-215, noviembre de 2016 ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer alojada en las villas, brindando los lineamientos sectores populares que habitaban la ciudad. Bajo ideológicos y políticos para la posterior consolida- el mandato de Onganía, se implementó el Plan de ción de instituciones que habrían de llevar adelante Erradicación de Villas de Emergencia (PEVE), cuya políticas habitacionales más agresivas23. materialización se llevó a cabo a través del Minis- terio de Bienestar Social para todo el territorio na- Durante la presidencia de Arturo Illia (1963-1966), cional. Las áreas de ejecución fueron las Secreta- la política habitacional viró hacia acciones tendien- rías de Asistencia y Promoción de la Comunidad y tes a “educar” y relocalizar a los sectores popula- la Secretaría de Vivienda, contemplando tres ins- res. Por un lado, aquellas personas que se alojaban tancias: la erradicación; el alojamiento provisorio, en las villas debían atravesar por un “proceso de y la solución habitacional definitiva24. adaptación” mediante el pasaje por un alojamiento de viviendas a corto plazo, seguido por el traslado El plan de erradicación de villas contempló la a viviendas definitivas, con el objeto de “traspasar erradicación y el posterior alojamiento “transito- la barrera” de volver a alojarse en las villas. Por rio” de 70.000 villeros de ciudad de Buenos Aires otro lado, comienza a estigmatizarse a sus habitan- y de otros 210.000 del Gran Buenos Aires, con- tes –dentro de la legislación existente– bajo la ca- tabilizando un total de 280.000 erradicaciones y tegoría jurídica de intrusos, utilizada hacia aquellos realojamientos en el Área Metropolitana de Buenos que se opusieran a la erradicación. Aires. Los realojamientos se llevaron a cabo en un nuevo y experimental tipo de vivienda: los Nú- La posibilidad de las poblaciones villeras de hacer cleos Habitacionales Transitorios (NHT), destina- escuchar sus reclamos fue breve. Bajo la dictadura dos a ser un paso obligado para las familias previo del general Juan Carlos Onganía (1966-1970), la al acceso a su vivienda definitiva. La finalidad que violencia cobró intensidad, con un mayor desarro- tendría esta modalidad habitacional era “educar”, llo de una planificación expulsiva. En otras pala- “civilizar” y “generar conductas adaptativas” hacia bras, la política habitacional fue delineada en base la nueva vivienda25. a la legalización de prácticas expulsivas hacia los

23 Lekerman, 2014. 24 Vitale, 2009. 25 La característica de los NHT fue su “transitoriedad”. El Estado prohibió expresamente a las familias relocalizadas realizar cual- quier tipo de mejora en las unidades, con la concepción de que las condiciones deficitarias de habitabilidad contribuirían a ge- nerar en los individuos el deseo de esforzarse para obtener una vivienda digna. Para mayor información, véase Blaustein, 2001.

ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones 31(88): 193-215, noviembre de 2016 199 entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer El plan se cumplió sólo parcialmente. Miles de estadios evolutivos hasta alcanzar una forma de vida personas fueron reubicadas a partir de 1969 en los “civilizada”. Núcleos Habitacionales Transitorios. Sin embargo, El autoritarismo constituyó, así, la norma en los su carácter transitorio no habría de ser tal: el tras- procedimientos de la política urbana durante la lado hacia complejos habitacionales nunca ocu- dictadura del general Onganía. rrió, y estos Núcleos devinieron en formas preca- rias de hábitat permanente, mientras la población Tras siete años de gobierno militar, bajo el último en las villas de la ciudad de Buenos Aires seguía gobierno de Juan Domingo Perón (1973-1976) las creciendo. reivindicaciones villeras pudieron hacerse escu- char. Las organizaciones proponían la suspensión La política del Plan de Erradicación de Villas de de los desalojos; la radicación y mejoras en los ba- Emergencia osciló entre la promoción social, el asis- rrios existentes27; así como un acercamiento entre tencialismo y la utilización de métodos compulsi- organizaciones villeras, sindicales (como la Con- vos y violentos, dando lugar a las primeras prácti- federación General del Trabajo de los Argentinos cas expulsivas sistemáticas hacia los sectores po- –central obrera opuesta a pactar con la dictadura pulares. Los procedimientos utilizados se basaron de Onganía– y movimientos como los Sacerdotes en el control de las familias que habitaban estos para el Tercer Mundo con los cuadros técnicos de barrios y en la requisa de sus viviendas, reeditando la Comisión Municipal de la Vivienda, de orienta- las medidas higiénicas hacia los pobres y sus for- ción predominantemente peronista. mas de residencia en períodos anteriores. Se pro- ponía la construcción de grandes conjuntos urba- Luego de ese breve período peronista, la violencia nos con el objeto de moralizar las pautas de vida de en las políticas destinadas al hábitat de los secto- los villeros, y que ello posibilitara modificaciones en res populares recobró su virulencia a partir de la la vida de los grupos beneficiarios con “poca adap- instalación de la dictadura militar más larga que tación a la vida urbana”26. De modo que esta época conociera la historia argentina. En efecto, el nue- estuvo signada por ideas de progreso en que los vo período correspondiente a la última dictadura sectores populares debían pasar por determinados militar (1976-1983) fue paradigmático en cuanto al carácter acelerado, compulsivo y violento de las

26 Clichevsky y Abba, 1980, p. 41. 27 Un ejemplo de esta experiencia fue la implementación del “Plan Piloto Villa 7” (Barrio Mataderos) que ante la fuerte participa- ción de la población villera se propuso la radicación de este barrio.

200 31(88): 193-215, noviembre de 2016 ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer erradicaciones de viviendas populares. En gran sino agravar la exclusión y segregación de los sec- medida, estas respondieron a intereses sobre un tores populares que habitaban en la Ciudad de espacio urbano crecientemente valorizado, y a una Buenos Aires. En efecto, aun cuando las políticas política estatal que consideraba las villas y asenta- de erradicación incluyeran la promoción oficial de mientos como sitios insalubres, o espacios genera- viviendas, estas se desplegaron en áreas periféricas dores de situaciones moralmente anómalas28. para aprovechar los costos relativos menores del La violenta erradicación de las villas durante este suelo urbano30. Frente a leyes más duras –que res- período formó parte de una política más amplia pondían a la lógica del mercado y a la implemen- del gobierno militar (autodenominado “Proceso de tación de grandes proyectos urbanos– la población Organización Nacional”), tendiente a la “elitiza- que se alojaba en conventillos, hoteles e inquili- ción” de la Ciudad de Buenos Aires29. Este proceso natos sufrió serios riesgos de desalojo. Si bien no consistió en recuperar la Capital para los sectores hubo una política planificada de desalojo de estos dominantes: la elite tradicional. Así, las caracterís- habitantes –como en el caso de las erradicaciones ticas de la trama urbana en las villas –irregularidad de las villas implementadas por el municipio– se constructiva, falta de servicios e infraestructura, crearon serias restricciones en el acceso a la vivien- hacinamiento– fueron consideradas incompatibles da urbana para buena parte de la población de ba- con el ideal de vida urbana: aquellos focos de con- jos ingresos económicos. La aplicación de normas, taminación e infección debían ser, pues, extirpados. como la modificación del Código de Planeamiento Urbano31; la Ley de Alquileres32 del año 1977; la Las políticas habitacionales y urbanas implemen- ley de ordenamiento territorial33 y el programa de tadas durante este gobierno de facto no hicieron construcción de autopistas –que favoreció la apro-

28 Hermitte y Boivin, 1985; Blaustein, 2001. 30 Caravaca Barroso y Villalón, 1992-1993. 29 Oszlak, 1991; Clichevsky, 2003. 31 La modificación del Código de Planeamiento Urbano exacerbó la estratificación social de la ciudad, restringiéndose las opciones de los sectores populares, al elevarse los precios de las vivien- das y orientarse la construcción a los sectores de altos ingresos. 32 La ley de alquileres perjudicó a los sectores populares en los in- quilinatos de la ciudad. Cerca de medio millón de inquilinos per- día la protección del Estado, debiendo apelar a soluciones más precarias que empeoraron sus condiciones habitacionales. Ver: Oszlak, 1991. 33 Esta ley prohibió nuevos loteos destinados a la población de ba- jos ingresos.

ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones 31(88): 193-215, noviembre de 2016 201 entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer piación de renta en los terrenos céntricos– aumen- ante nuevos rumores que aparecen a lo largo de tó ostensiblemente las desigualdades y jerarquías la historia ante presuntos desalojos de los sectores en la urbe metropolitana. populares. El plan de erradicación de villas, en particular, Bajo la gestión del brigadier Osvaldo Cacciatore de trasladó compulsivamente a esta población hacia la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos el conurbano bonaerense y, en menor medida, ha- Aires (1976-1982), la Comisión Municipal de la Vi- cia el interior del país. Estos programas de erra- vienda actuó en tres etapas sucesivas. En primer dicación masiva desatendieron la situación de vi- lugar, la etapa de congelamiento impedía el creci- vienda de los damnificados tras su expulsión de miento de los asentamientos y villas de emergencia la ciudad: una vez confinados a los límites exter- en el ámbito de la ciudad capital. En segundo lu- nos de la ciudad “blanca y ordenada”, los villeros gar, la etapa de desaliento persuadía a la población sabrían donde asentarse; o, en su defecto, no era de abandonar los espacios que habían ocupado. incumbencia de la autoridad de vivienda proveer Las medidas implementadas para efectivizar las una solución alternativa. expulsiones operaban –y operan aún hoy– a partir de actos intimidatorios: cortes de energía eléctrica, En contraste con los planes de erradicación aplica- falta de recolección de residuos, rotura de caños, dos por otros gobiernos, se impulsó la expulsión acumulación de escombros, retiro de paradas de sin brindar alojamiento alternativo a la población colectivos y amenazas verbales. El desalojo indi- afectada. Se concentraron en ese entonces todas las recto34 involucrado en ese set de medidas amena- facultades en la Comisión Municipal de la Vivien- zantes provocaba la creciente desafiliación de esos da, la cual montó un operativo cuasi policial para sectores, hasta alcanzar su corolario en la práctica desalojar compulsivamente a los moradores de las de erradicación propiamente dicha. villas, derribando las casillas de los habitantes con topadoras. Estas últimas fueron el símbolo vivo que La erradicación de villas y demás medidas de re- marcó la historia de estos barrios, inscrito en el gulación del espacio urbano mencionadas –tales cuerpo de las personas, convirtiéndose en un ins- como la liberalización del mercado de alquileres y trumento de amenaza por parte de la acción esta- la reforma del código de edificación– dejaron como tal. Las imágenes, recuerdos e historias contadas saldo la expulsión de un significativo número de por quienes vivieron la topadora, se reactualizan habitantes de la ciudad. La Comisión Municipal de

34 Bartolomé, 1985.

202 31(88): 193-215, noviembre de 2016 ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer la Vivienda registraba para 1976 –primer año del sobre terrenos del Ferrocarril Mitre, ambas en la gobierno dictatorial– 225 mil villeros35. En un año zona norte de la ciudad. Mientras tanto, comenzó esta población se redujo a 146 mil; y para 1978, a la erradicación de la Villa 31 de Retiro, ubicada en 115 mil. Esta cifra se redujo a menos de la mitad el centro, la cual fue casi totalmente eliminada. Y, para el año siguiente: 51.845 habitantes en 1979, para 1979, comenzó la erradicación de la Villa del para llegar en 1980 a tan solo 40.553 habitantes. Bajo Flores (1-11-14), el asentamiento más grande de la ciudad37. La lógica que subyacía al diseño y ejecución de esta política de erradicación fue la misma que una De este modo, las políticas urbanas implementa- década antes había impulsado la construcción de das durante el período dictatorial inauguraron un los Núcleos Habitacionales Transitorios, y quedó proceso de restructuración excluyente del espacio ur- cabalmente expresada por el entonces titular de la bano que –tal como veremos en los apartados que Comisión Municipal de la Vivienda, quien sostuvo siguen–hoy en día sigue condicionando las prácti- que “vivir en Buenos Aires no es para cualquiera cas de acceso a la ciudad de los sectores populares. sino para el que lo merezca, para el que acepte las No obstante las políticas de expulsión violenta de pautas de una vida comunitaria agradable y efi- los sectores populares, muchos de sus vecinos se ciente. Debemos tener una ciudad mejor para la organizaron mediante la creación de cooperativas mejor gente”36. de vivienda con proyectos de autoconstrucción en La intensificación de las erradicaciones hacia -fi la periferia, en algunos casos con apoyo de la igle- nes de la década de 1970 se relacionó con la in- sia para interceder ante el autoritarismo estatal. minencia del Mundial de Fútbol de 1978. Por este En este sentido, la población desplazada apeló a motivo, la gran limpieza se concentró en las villas vínculos de reciprocidad y desplegó sus recursos de la zona norte, especialmente en las cercanías al sociales no sólo como mecanismo de superviven- estadio River Plate. La primera gran experiencia cia, sino también con fines de producción, lo que de erradicación con la dictadura se produjo entre se tradujo en el trabajo de dichas cooperativas a lo fines de 1977 y comienzos de 1978 en la Villa del largo de ese período. Bajo Belgrano, que ocupaba unas once manzanas Como respuesta al plan de erradicación de villas, próximas al gran estadio mundialista. A la Villa del las familias afectadas interpusieron recursos de Bajo Belgrano le siguió la de Colegiales, ubicada

35 Blaustein, 2001. 37 Blaustein, 2001. 36 Revista Competencia, 1980, citado en Oszlak, 1991, p. 78.

ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones 31(88): 193-215, noviembre de 2016 203 entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer amparo para detener los desalojos. La problemáti- urbanos informales. Los programas de radicación ca se viabilizó mediante la judicialización a través constituyeron un nuevo giro generalizado propug- de declaratorias de no innovar, de manera de im- nado por organismos internacionales, tales como pedir la demolición de viviendas. el Banco Mundial39. Paulatinamente, en los paí- ses de la región se procura lograr la inserción de En este sentido, se sostiene que las políticas ha- sus habitantes en la ciudad, a través de iniciativas bitacionales implementadas durante la dictadura puntuales de urbanización de áreas informales con no lograron desterrar las cotidianas impugnacio- provisión de infraestructura y servicios básicos. En nes de los afectados al pretendido orden urbano Argentina, no será hasta después del período dic- excluyente38. En los años que siguen, los reclamos tatorial que vendrá un cambio de paradigma: la de los villeros cobrarán cierta legitimidad ante el radicación e integración de la población villera, a accionar estatal, y las ocupaciones de inmuebles partir de la década de 1980. El fracaso en el inten- abandonados y terrenos baldíos se constituirán en to de erradicar supuso, entonces, la aparición de un nuevo tipo de respuesta masiva frente a la co- nuevos desafíos para la gestión urbana, ligados a yuntura de expulsión de sectores populares de la la articulación entre las instituciones y los actores ciudad capital. sociales villeros. Tras el fin de la dictadura, las po- líticas de erradicación, desalojos y relocalizaciones fueron cediendo lugar a tendencias de mayor tole- rancia hacia las villas de emergencia, aunque no Las políticas de omisión y así respecto a los asentamientos, que son objeto de tolerancia políticas de omisión o expulsión.

Hasta aquí nos hemos enfocado en caracterizar la Con el retorno a la democracia en 1984 comenzó el lógica de los desalojos compulsivos, desplegada “operativo retorno”: las familias expulsadas duran- básicamente por parte de los regímenes dictatoria- te la dictadura fueron volviendo a la ciudad. Tras les en Argentina durante el último medio siglo. la drástica reducción poblacional que sufrieron las villas porteñas durante la dictadura, la población A partir de la década del 70 comienza a vislumbrar- en villas de emergencia creció un 400% durante el se un nuevo paradigma a nivel regional en materia período 1983-1991. Entre 1991 y 2001, se duplicó de políticas habitacionales hacia los asentamientos la cantidad de hogares registrados en villas: pasó

38 Verón, 2003. 39 Valladares, 1981.

204 31(88): 193-215, noviembre de 2016 ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer de representar 12.150 hogares en 1991 a 28.125 en la prioridad de la problemática habitacional en las el censo 200140. villas; el Programa de Radicación, Integración y Transformación de Villas y NHT de 2001, donde se El regreso a la ciudad de los sectores populares siguió ratificando la legalidad y legitimidad de los que habían sido expulsados estuvo facilitado por reclamos históricos de hábitat digno, entre otras cierto ablandamiento de las políticas habitaciona- iniciativas42. les. En efecto, bajo la presidencia de Raúl Alfonsín (1983-1989) se sostuvo y fortaleció el principio de Las medidas enumeradas –que forman parte de radicar definitivamente las villas de emergencia de lo que denominamos políticas de tolerancia– pue- la ciudad, buscando garantizar la permanencia de den ser consideradas como portadoras de un prin- la población en los terrenos ocupados41. Durante cipio democratizador de las relaciones sociales y los primeros años del gobierno alfonsinista pre- del planeamiento urbano, ya que reconocieron las valeció un discurso que buscaba distanciarse de demandas y reivindicaciones de los movimientos las políticas urbanas de la dictadura. Asimismo, villeros, por tantos años aplazadas. Sin embargo, se diseñaron una serie de políticas tendientes a estas se conjugaron con su contraparte, las políti- reconocer la producción del hábitat preexistente, cas de omisión, a través de las cuales los sectores que tendría una línea de continuidad durante la populares quedaron, en la práctica, relegados de década siguiente. Algunas de estas políticas fue- transformaciones significativas, dados los alcan- ron el Programa de Radicación y Solución Inte- ces muy exiguos de las políticas de radicación. En gral de Villas y NHT; el Decreto 1001 de 1990 de efecto, más allá de los postulados formales, pocas transferencia de tierras e inmuebles; la Ordenanza transformaciones efectivas ocurrieron. 44.873 –que incorporó a las villas como distritos Las políticas de radicación estuvieron asociadas de zonificación en el Código de Planeamiento Ur- a dos objetivos43: consolidar la urbanización del bano–; el reconocimiento del principio de radicar hábitat, regulando el proceso de urbanización; y las villas en la sanción de la Constitución de la asegurar la regularización del dominio, garanti- Ciudad de Buenos Aires, en 1995, junto al reco- zando el acceso a la propiedad de la tierra. Así, las nocimiento del derecho a una vivienda digna y a intervenciones realizadas en este período partían un hábitat adecuado; la Ley 148/98 que estableció

40 Censos de Población y Vivienda, 1991 y 2001. 42 Para una explicación más detallada sobre las políticas de radica- 41 Martínez, 2003. ción durante la década 1980-1990, véase Martínez, 2003 y Vitale, 2009. 43 Clichevsky, 1997.

ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones 31(88): 193-215, noviembre de 2016 205 entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer del supuesto de que la integración física traería la transformación en mercancía”45. El reconocimien- integración social. La pavimentación y apertura to legal del derecho a la vivienda que tuvo lugar en de calles fueron entonces la modalidad privile- esta década supuso, como contracara, el desman- giada –si bien limitada– de incorporar las villas telamiento de los mecanismos que podrían haber- al “resto de la ciudad”. La regulación de la tenen- lo hecho efectivo46. cia de tierra, en cambio, fue más conflictiva, como Las políticas de omisión también se hicieron ma- quedó en evidencia tras el fracaso del intento de nifiestas en la incapacidad estatal de resolver la traspasar la propiedad de los terrenos de la Villa problemática habitacional. Si bien se incorporó a 31 de Retiro a sus ocupantes, por tratarse de tierras las organizaciones villeras al proceso de toma de de alta valoración económica, o –tal como sucedió decisiones –otorgando cierta legitimidad a sus en otros casos– por tratarse de terrenos privados reclamos históricos– durante la década del 90 se con propietarios renuentes a efectivizar el traspa- siguieron llevando a cabo prácticas intimidatorias so. Así, la debilidad de las políticas de radicación y desalojos. Estas políticas expulsivas ya no estu- de villas lo fue tanto en términos presupuestarios vieron enfocadas primordialmente en las poblacio- como en la falta de disponibilidad de tierras para nes de villas sino en asentamientos informales no reconocer la legitimidad del reclamo de los villeros reconocidos por el poder local y en ocupaciones de de permanecer en las zonas ocupadas. La transfe- inmuebles en áreas céntricas o controvertidas de la rencia del dominio de las tierras y la regulación del ciudad, tal como veremos en el próximo apartado. proceso de urbanización en las villas de la ciudad se vieron, en fin, severamente limitadas44. El saldo de estas dos décadas de erráticas políti- cas habitacionales se expresó en un aumento sig- Por otra parte, las restricciones de las políticas de nificativo del déficit habitacional y la emergencia radicación pueden comprenderse en el marco de de nuevas formas precarias del habitar, que son los cambios profundos que produjo la neoliberali- percibidas además como atrevidas o directamen- zación en las políticas habitacionales, durante los te inadmisibles para ciertos sectores de las clases años ’90, que implicaron “un deslizamiento de la medias. condición de vivienda como política social a su

44 Además, la dificultad de recuperar las viviendas precarias y ga- 45 Cravino, 2000, p. 25-26. rantizar una regularización dominial se vio profundizada por el 46 Vitale, 2009. crecimiento de la población de las villas, añadiendo una mayor complejidad a su ya compleja implementación.

206 31(88): 193-215, noviembre de 2016 ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer La iluminación funcional y Paralelamente, las políticas de viviendas sociales implementadas por diferentes organismos del Es- el desalojo ejemplar de las tado fueron reconfiguradas como políticas urbanas casas tomadas vinculadas a la acción del mercado y a la actua- ción de diferentes grupos sociales implicados en Como señalamos sucintamente en la introduc- los procesos de renovación urbana. Respecto a esto ción, la toma de baldíos e inmuebles en la ciudad último, se fueron tomando medidas que impacta- de Buenos Aires alude a individuos o familias de ron negativamente sobre los sectores populares sectores populares que “rompen candado” y orga- en la ciudad. Por ejemplo, en la zona sur –de ma- nizan su vida cotidiana en viviendas públicas o yor concentración de estos sectores– se modificó privadas abandonadas; piezas de inquilinatos que la normativa del área histórica de la ciudad, con devienen “intrusadas” por el cese de pago; depósi- un criterio de flexibilización de inversiones, en la tos o fábricas cerradas u otros lugares ociosos de recuperación de y Retiro, y en la la ciudad, sin mediar vínculo legal con sus pro- concreción de obras viales (autopistas). La recupe- pietarios. Su origen se vinculó, en primera instan- ración de estas zonas48 llevó a la profundización de cia, a manifestaciones espontáneas y en pequeña efectos expulsivos hacia sectores de bajos recursos escala, protagonizadas por inquilinos desalojados económicos49. de inquilinatos y hoteles, sumado a la existencia Algunos autores señalan que el fenómeno de las de un parque físico desocupado de alrededor del ocupaciones dejó de ser invisible a partir de la 15% del total. En este sentido, apareció con “voz tendencia a la expulsión, por parte del Estado, propia” en los medios periodísticos hacia finales de los sectores populares del espacio urbano, en de 1982 y comienzos de 1983, incluyendo su co- respuesta a la demanda de los sectores concentra- rrelato: los desalojos, señalándose algunos casos dores de poder económico que requerían espacios identificables como una orden franciscana en el de localización central y fácil acceso50. Si bien este barrio de San Telmo, viviendas en Palermo y una proceso efectivamente ocurre desde la década del vivienda ocupada en la calle Mario Bravo de este noventa, dicha expulsión no trajo aparejada más mismo barrio47. que una visibilización temporaria, justificada por

47 Cuenya 1988. 48 Mignaqui, 1995; Coraggio, 1997; Ciccolella, 1999; Cuenya, 2000; Prevot Schapira, 2000. 49 Herzer, 2008; Mutuberria Lazarini y Rodríguez, 2005. 50 Jeifetz et al., 1994 citado en Procupez, 1995.

ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones 31(88): 193-215, noviembre de 2016 207 entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer la expulsión misma, que denominamos iluminación tomando cartas en el asunto: por un lado, dispuso funcional. El “desborde” de las casas tomadas se vi- endurecer las leyes migratorias y por otro, se su- sibilizaba para la condena social y como preludio cedieron una serie de allanamientos y operativos de un desalojo pedagógico. Una vez que se lograba el policiales que tuvieron como blanco a inmigrantes objetivo de la expulsión, luego de algún momento bolivianos y peruanos. El proyecto de ley dispo- de auge de la problemática, esta volvía a sumirse nía mayores facilidades en la expulsión de los mi- en la más profunda oscuridad de la trama urbana. grantes en relación a delitos leves −como podría ser la usurpación− y multas a quienes les dieran Tal fue el caso, por ejemplo, de los desalojos ze pro- alojamiento51. dujo otro momento de iluminación funcional de las casas tomadas por parte del Estado y los medios de Como señala Grassi, “si [en el Estado Neoliberal] comunicación, que luego hubo de derivar –como la vivienda, la educación, el trabajo, el salario, etc., ya había sucedido cinco años atrás− en un recru- pierden su condición de derechos (constitutivos de decimiento de la política oficial hacia aquel grupo sujetos colectivos) para ser recursos cuyo acceso de los sectores populares. Los medios de comu- regula únicamente el mercado, el no acceso deja nicación dedicaron una enorme cobertura a tratar de constituir un problema del Estado, para devenir otra vez, en forma conjunta, algunas usurpaciones un problema de particulares”52. En efecto, diver- resonantes de la ciudad de Buenos Aires y la pro- sos autores coinciden en señalar que la vivienda es blemática de inmigrantes de países vecinos como crecientemente definida y aceptada como un bien y Perú; casi como si se estuviera aludiendo privado que debe adquirirse en el mercado a partir a la causa y efecto de un mismo fenómeno. de capacidades individuales53. Ejemplo de ello es cómo a partir de la década del ‘90, y en el marco Igual que en la época de las bodegas Giol o el solar de una profunda reestructuración del Estado como histórico de Flores, aquí las ocupaciones cobraron producto de los imperativos del sistema financie- una máxima visibilidad en un mínimo de tiem- ro global, se agravó el proceso de deconstrucción po: todos los casos comentados fueron tratados de la vivienda social. En el ámbito específico de la por los medios de comunicación, prácticamente, ciudad de Buenos Aires, no resulta excesivo afir- en el transcurso de la misma semana. El Gobierno mar que las políticas habitacionales oscilan entre también iluminó funcionalmente la problemática

51 Diario Clarín, 1 febrero 1999. 52 Grassi, Hintze y Neufeld, 1994, p. 22. 53 Cfr. Puertas, 1999.

208 31(88): 193-215, noviembre de 2016 ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer el exceso de restricciones, el clientelismo político, la violencia explícita− se corporiza en los casos en la escasez y el absurdo que, a diferencia del modus que se vuelve imprescindible –desde cierta lógica operandi que primó durante la dictadura, en la dé- dominante− disciplinar el exceso de ocupaciones cada de los ’90 es expulsado de ella en forma sutil sobre la ciudad, ya sea por su presencia en barrios y casi inadvertida. Sin embargo, la expulsión con- demasiado prestigiosos (como las bodegas Giol en figura solo una de las facetas de este Estado que se Palermo), o por invadir parte del patrimonio pú- presenta como un Estado “bifronte, como un Jano blico, como el caso del solar histórico del barrio que castiga y a la vez trata de reparar en parte sus de Flores (1993) o el edificio del ex Patronato de la excesos”54. Infancia en San Telmo (2003). El violento desalo- jo de los ocupantes del ex PADELAI en febrero de Como lo demostraron una serie de episodios em- 2003 reedita lo que denominamos la iluminación blemáticos de los años 90 y comienzos del 2000 a funcional en servicio de un desalojo ejemplar. En escala nacional (el estado de sitio o la represión a este caso, la medida aleccionadora iba dirigida ha- propósito de cacerolazos, piquetes urbanos y cor- cia los espacios “recuperados” por asambleístas a lo tes de ruta), la violencia estatal se mantuvo “a la largo de 2002, que fueron progresivamente “des- orden del día”. Si la política de legitimación del Es- mantelados”, en su vasta mayoría, en 200356. tado Neoliberal oscila “entre el asistencialismo y la represión”55, tal contrapunto se expresa, en las Lo interesante de los casos reseñados es que la vio- políticas habitacionales, en la simultánea existen- lencia se ejercita, no azarosamente, contra un gru- cia de subsidios habitacionales que no solucionan po preciso de habitantes precarios de la ciudad: los el problema de la vivienda (el asistencialismo) y los ocupantes de inmuebles. desalojos ejemplares (la represión). En rigor, dichos subsidios conforman un encubri- miento de la violencia de cualquier expulsión. La contracara de la violencia inadvertida –vale decir,

54 Oszlak, 1991, p. 31-32. 56 El 20 de diciembre de 2001, miles de personas salieron a la calle 55 Ibídem, 1994, p. 22. en repudio a las medidas políticas y económicas que llevaron al estado de crisis, y aglutinaron diversos sectores que comen- zaban a ocupar las calles. Aquí nacen las asambleas barriales, las cuales recuperaron espacios públicos o privados abando- nados –reemplazando el concepto de “ocupación” por el de “recuperación”.

ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones 31(88): 193-215, noviembre de 2016 209 entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer Conclusiones moral o conductual de la población villera, que en- contró fundamento en la Teoría de la Marginali- A lo largo de este trabajo hemos analizado el ca- dad, según la cual existían en las ciudades de Amé- rácter pendular de las políticas habitacionales, en rica Latina barreras culturales concentradas en las cuanto a las tendencias para con los habitantes de poblaciones marginales, que impedían el progreso 57 villas, asentamientos y casas tomadas en la Ciudad de sus habitantes de lo tradicional a lo moderno . de Buenos Aires. A las políticas de erradicación ba- A nivel local, el paradigma de la erradicación en- sadas en la violencia explícita durante los períodos cuentra su máxima expresión durante la última dictatoriales le sucedieron abordajes tendientes a dictadura, que plantea la incompatibilidad entre la tolerancia con la radicación de la población vi- las formas de vida en villas y asentamientos con llera, fundamentalmente a partir del retorno a la el modo urbano propuesto de una ciudad solo institucionalidad democrática en Argentina. para aquellos que la merecen. Vale decir, una con- Asimismo, los desalojos compulsivos y posterio- vivencia contradictoria entre los lugares donde en res traslados a Núcleos Habitacionales Transito- apariencia se desarrollan la delincuencia, la mar- rios durante la década del 70 también dan cuenta, ginalidad y el deterioro, y una ciudad donde reside en forma emblemática, del carácter fallido de las la gente decente y donde se afirman los valores de políticas habitacionales de la ciudad de Buenos orden, equidad, bienestar y pulcritud propios de Aires. Las prácticas consuetudinarias de erradi- la sociedad burguesa, poniendo de manifiesto una cación constituyen así a la transitoriedad como un nueva concepción sobre la jerarquía del espacio mecanismo político de solución habitacional “de- urbano. finitiva” posible. La contradicción respecto a la na- A partir del regreso de la democracia (1983) se turaleza transitoria en su concepción y el carácter produce una ruptura con las políticas erradicado- permanente en el desarrollo histórico de este tipo ras y se procura integrar social y urbanísticamente de solución habitacional habla por sí misma. En a la población villera, aunque ya con una diferen- este temprano paradigma de la erradicación –que no ciación espacial sobre los terrenos que pueden vol- hará sino reforzarse en etapas posteriores– ya com- ver a ser habitados. parece una preocupación oficial por lareadaptación

57 La solución política ante este problema era la eliminación física de estos espacios urbanos informales.

210 31(88): 193-215, noviembre de 2016 ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer En lo que concierne a los períodos caracteriza- que elude los mecanismos explícitos de violencia dos por políticas de radicación, se han mostrado desarrollados en períodos anteriores. ciertos rasgos de tolerancia que se manifiestan en Como hemos visto, las políticas de vivienda popu- el espíritu de las normativas sancionadas, si bien lar no hicieron sino reproducir el problema habita- muchas de ellas han tenido una débil implemen- cional; la compleja trama de desalojos y soluciones tación. Pese a que este paradigma de la radicación inadecuadas agrava una y otra vez el déficit habita- ha implicado una mayor participación y respeto cional que se dice combatir. La violencia del apara- por las organizaciones villeras, no ha existido un to estatal que produce expulsión y desplazamiento correlato en la materialización de las propuestas. se traslada a nuevos actores ahora estigmatizados, En efecto, los avances han sido poco significativos sin dejar de existir en ninguno de los períodos que en cuanto a regularización dominial y articulación hemos analizado. territorial. La caracterización histórica de los desalojos de Ahora bien, ¿por qué las políticas de radicación no sectores populares nos permitió, además, recons- significaron el fin de los desalojos, o siquiera un truir las lógicas políticas que les confirieron sen- avance concreto hacia la solución del problema ha- tido, comparando continuidades y rupturas de los bitacional? ¿Acaso hay una aceptación más o me- procedimientos institucionales en diferentes con- nos tácita de que los pobres deben ser desplazados textos políticos. Asimismo, se indagó sobre la con- de la ciudad? tradicción entre los procesos de inclusión de las Si bien hemos consignado políticas de radicación políticas de radicación, y los simultáneos procesos e integración de villas, lo cierto es que el hábitat de segregación y exclusión de los sectores popu- de los sectores populares no ha sido por lo gene- lares que habitan en distintas zonas de la ciudad. ral legitimado como un problema social relevante Hemos analizado hasta aquí las contradicciones a ser incluido en la agenda pública. Las políticas entre la integración y la exclusión en las políticas estatales adoptaron mecanismos que tendieron a habitacionales de la Ciudad de Buenos Aires entre desplazar a los sectores populares ubicados en zo- 1950 y 2002. Un objeto de análisis pendiente es nas controvertidas de la ciudad, naturalizando que profundizar la comprensión de las modalidades de los pobres urbanos no pueden habitar en ellas. En intervención predominantes en materia de hábitat efecto, una política de deconstrucción de la vivienda popular en la actualidad. ¿Qué continuidades y social opera a partir de una violencia eufemizada

ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones 31(88): 193-215, noviembre de 2016 211 entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer rupturas encontramos con respecto a etapas prece- de Geógrafos Españoles. (15-16): 133-157, 1992- dentes? ¿Cuáles son los condicionantes del agrava- 1993. ISSN 0212-9426. miento sistemático del déficit habitacional durante CARMAN, María. El principio de “máxima intrusión la última década, coincidente con el período de socialmente aceptable”, o los diversos grados de mayor crecimiento económico de la historia argen- legitimidad de las ocupaciones urbanas. Boletín de tina? ¿Cómo se aborda la emergencia habitacional? Antropología Universidad de Antioquia. 21(38): 130- ¿Qué forma adquiere la tensión constante, identi- 146, 2007. ISSN 2390-027X. ficada en este trabajo, entre la inclusión y la impo- CICOLELLA, Pablo. Globalización y dualización en la sición de un orden que justifica desalojos y expul- Región Metropolitana de Buenos Aires. Grandes siones? Estas son algunas de las interrogantes que inversiones y reestructuración territorial en los nos proponemos abordar en un trabajo futuro, a años 90. EURE. 25(76): 5-27, 1999. DOI 10.4067/ fin de delinear la trayectoria de casi un siglo de po- S0250-71611999007600001. líticas habitacionales hacia los sectores populares CLICHEVSKY, Nora. Territorios en pugna: las villas de porteños, cuyos signos prevalecientes son la erran- Buenos Aires. Ciudad y territorio. Estudios territo- cia, la parcialidad y la violencia. riales. (136-137): 347-374, 2003. ISSN 1133-4762. --- Informalidad y segregación urbana en América Lati- na. Una aproximación. Santiago de Chile, CEPAL. Bibliografía 2000. BARTOLOMÉ, Leopoldo José y RIBEIRO, Gustavo Lins. --- Regularización dominial: ¿solución para el hábitat Relocalizados: antropología social de las pobla- popular en un contexto de desarrollo sustentable? ciones desplazadas. Buenos Aires, Instituto de En: CUENYA, Beatriz; FALU, Ana. Reestructura- Desarrollo Económico y Social. 1985. ción del Estado y política de vivienda en Argenti- na. Buenos Aires, Centro de Estudios Avanzados, BLAUSTEIN, Eduardo. Prohibido vivir aquí. Una his- Oficina de Publicationes del CBC, Universidad de toria de los planes de erradicación de villas de la Buenos Aires. 1997. última dictadura, Buenos Aires, Comisión Muni- cipal de la Vivienda, Gobierno de la Ciudad Autó- CLICHEVSKY, Nora y ABBA, Artemio. Diseño y modo noma de Buenos Aires. 2001. de uso de los conjuntos habitacionales. Revista Ambiente. (22):35-51, 1980. CARAVACA BARROSO, Inmaculada y VILLALÓN, Jo- sefina Cruz.Crecimiento urbano y marginación CORAGGIO, José Luis. Descentralización el día des- social en Latinoamérica: actuaciones espontáneas pués... Buenos Aires, Universidad de Buenos y políticas de intervención. Boletín de la Asociación

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ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones 31(88): 193-215, noviembre de 2016 213 entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer Urbanización latinoamericana: nuevas perspecti- PREVOT SCHAPIRA, Marie France. Segregación, frag- vas. Bogotá, Escala. 1993. mentación, secesión. Hacia una nueva geografía social en la aglomeración de Buenos Aires. Eco- LEKERMAN, Vanina. Prácticas y costumbres de los gru- nomía, sociedad y territorio. 2(7): 405-431, 2000. pos de poder encargados de implementar políti- ISSN 1405-8421. cas habitacionales en la ciudad de Buenos Aires. Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, 2014. PROCUPEZ, Valeria. Ladrillo por ladrillo: construcción Tesis de doctorado. de identidad social en el marco de una cooperati- va de vivienda. Buenos Aires Universidad de Bue- MAC DONALD, Joan. ¿Cuántas casas faltan? El déficit a nos Aires, Facultad de Filosofía y Letras. 1995. nivel nacional y regional. Santiago de Chile, Cor- Tesis de licenciatura. poración de Promoción Universitaria. 1994. Do- cumento de Trabajo 16. PUERTAS, Andrés. Prácticas organizativas y percep- ciones de familias ocupantes sobre su situación MARTÍNEZ, Clarisa. Juegos de reconocimiento del de- habitacional. Una reconstrucción de la historia y recho al espacio urbano en la ciudad de Buenos los emprendimientos organizativos. El caso de la Aires. El caso de la política de radicación de vi- fábrica tomada “Súchar”. 1999. Inédito. llas. Revista Lavboratorio. 6(16), 2003. RODRIGUEZ, Mara Carla. Vinculación entre organiza- MIGNAQUI, Iliana. Reestructuración global y reterrito- ciones de sectores populares y el gobierno mu- rialización de la región metropolitana de Buenos nicipal. El caso de la Ex-AU3. Segundo Informe Aires. Reforma del Estado, políticas públicas di- de Avance. Beca de iniciación UBACyT. 1994. vergentes y diferenciación socio-territorial. San- Inédito. tiago de Chile, Seminario Internacional sobre Im- pactos Territoriales de los Procesos de Reestruc- VALLADARES, Licia do Prado. A Propósito da Urbani- turación. 1995. zação de Favelas. Espaço y Debate. Revista de estu- dos regionais e urbanos. 1(2): 5-18, 1981. MUTUBERRIA LAZARINI, Valeria y RODRÍGUEZ, María Florencia. Análisis de los desalojos en la ciudad VERON, Natalia. Desalojos en la ciudad de Buenos Ai- de Buenos Aires. Resistencias y reivindicaciones. res: La producción de las categorías y los espacios Buenos Aires, Instituto de Investigaciones Gino de la asistencia habitacional. Quid 16: Revista del Germani. 2005. Área de Estudios Urbanos. (3): 181-205, 2003. ISSN 2250-4060. OSZLAK, Oscar. Merecer la ciudad. Los pobres y el de- recho al espacio urbano. Buenos Aires, CEDES, VITALE, Pablo. La ley y la trama: villas y política pú- Humanitas.1991. blica en la ciudad. Apuntes sobre la trayecto- ria del Programa de Radicación, Integración y

214 31(88): 193-215, noviembre de 2016 ARTÍCULO: Políticas hacia villas y casas tomadas de la ciudad de Buenos Aires: tensiones entre la inclusión y la exclusión/Felipe Ochsenius, María Carman, Vanina Lekerman, Marina Wertheimer Transformación de Villas y Núcleos habitaciona- les Transitorios. En Jornadas de Jóvenes Investiga- dores, Área de Estudios Urbanos IIGG (5°, 2009, Buenos Aires). Universidad de Buenos Aires. YUJNOVSKY, Oscar. Claves políticas del problema ha- bitacional argentino. Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano. 1984.

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