Misión Histórica En La Argelia Y Túnez
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MISIÓN HISTÓRICA EN LA ARGELIA Y TÜNEZ TRABAJOS LEÍDOS ANTE LA REAL ACADEMIA RE LA HISTORIA EN VIRTUD DE UNÍ MISIÓN H1STÓB1G1 EN U ARGELIA Y TÚNEZ POR DON FRANCISCO CODERA Y ZAIDÍN individuo de número de ¿àicha Corporación *ÍX*T' ---^— MADRID ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DE FORTANET IMPRESOR DE LA HEAL ACÀ23EMIA DE LA HISTORIA Calle de la Libertad, núm. 20; -1 8 9;2 ADDENDA ET CORRIGENDA <» PÁGINA LÍNEA. LÉASE. ^^ 24 20 ¿JLCJJ 32 5 elnúm. 11 43 23 de Mohammad Alawar 60 22 (3) Este autor es el conocido generalmente por Almakkarí. G2 8 Un ejemplar de esta obra ha sido adquirido por la Academia. 130 16 el mayor de sus capitanes y ejecutor de la justicia (verdugo) 131 22 Xohaid, nombrado tesorero de las muchas riquezas 131 36 U fcsr\;Uws j que debe leerse UjssrC*«^ 132 6 Abu Alalrcvas había sido destituido (ó quizá había abandonado su puesto). 132 30 cuyo sentido parece ser éste: véase Dozy, en la palabra <w¿vo 133 "7 é intimándoles que se separasen 134 2 prisión del subterráneo 134 10 Abdelaziz ben 135 ' 3 sitiado 135 5 encontrólo (el río) 135 10 se abstuvo por fuerza 135 14 (fol. 120 r.) 135 23 7 de ramadhan , encuentro que desde el día anterior habían iniciado los dos grupos de guardadores de los vados, ata cándose unos á otros. 135 31 de M. Dozy, será . q jUJ¡ ? se animaron. 135 86 Siigu e w= sa-jLirV-lJ ..v.Jil.Ä-Ä.) LÍLJ |_9 ÏULJI JZZJ ^J\ ^«J ^yLis ¡jSÚ] 137 1 acechando para hacerles daño ! 137 28 quizá Í^^SJ A-J para infortunio de ellos. 162 12 se conocen dos ejemplares 184 16 Biblioteca de Argel), (1) La mayor parte de las correcciones del texto árabe nos han sido indicadas por un amigo, que nos prohibió dar su nombre si hacíamos uso de ellas, AL LECTOR. Cuando en 1888 decidí hacer tirada aparte de los tra bajos leídos ante la Real Academia de ía Historia, como consecuencia de mi viaje á la Argelia y Túnez,.trabajos que habían de irse publicando en el Boletín de la misma corporación, estaba muy lejos de pensar que Ja tarea había de resultar interminable. Me proponía dar cuenta de los trabajos hechos, pero no podía contar con la ad quisición de manuscritos en número considerable que como consecuencia de dicho viaje se han adquirido y se adquieren para la biblioteca de la-Academia. He dado cuenta de.los manuscritos adquiridos, apro vechando algunos de los datos nuevos que proporcionan; pero falta mucho que hacer, y se esperan nuevos libros que habrán de producir nuevas comunicaciones á la Real Academia de la Historia, y por tanto, como la colección resultaría quizá interminable, es preciso darla por ter minada, advirtiendo al lector á quien puedan interesar, que en el Boletín de la Academia se dará cuenta de las nuevas adquisiciones y de los trabajos á que puedan dar lugar las noticias de mayor interés que en dichos libros se encuentren. vni Han dejado de incluirse en esta colección algunos tra bajos leídos ante la Beal Academia de la Historia, y pu blicados en su Boletín, porque solo de un modo indi recto eran consecuencia de mis viajes, aunque tienen el mismo objeto de ilustrar nuestra historia árabe con las noticias adquiridas en libros procedentes del mundo musulmán. Madrid 9 de Octubre de 1891. FRANCISCO CODERA. COMISIÓN HISTÓRICA EN. TÚNEZ. En sesión de 13 de Junio de 1884> leí á esta Real Academia un corto informe, dando cuenta de la existencia en Túnez de ma nuscritos árabes que debían ser interesantes á nuestra historia, dado lo que se sabía de los autores; pues los tales manuscritos no habían sido examinados por los que de ellos dieron noticia, ni por entonces era fácil hacerlo, dada la excitación que en aquel país existía contra los europeos, y la circunstancia de que los manuscritos pertenecían á la biblioteca de la mezquita Azzei- tunah; de modo que por entonces parecía inútil el pretender lle gar adonde nadie había llegado, por más que á nadie interesa como á los españoles examinar aquellos libros: á unes de 1886, adquiridas por mí nuevas noticias, en virtud de las cuales pare cía que calmada algún tanto la excitación anti-europea, quizá fuera posible examinar dichos libros, y habida noticia, aunque mal dada ó mal entendida, de la existencia de otros libros no me: nos interesantes, nuestro celoso Director, de acuerdo con los se ñores académicos D, Eduardo de Saavedra y D. Juan Facundo de Riaño, creyó sería conveniente el que uno de los que nos de dicamos á los estudios árabes pasase á la costa N. de Africa, con objeto de visitar las ciudades de Argel y Túnez y las demás que 2 creyese oportuno, para estudiar durante algún tiempo los ma nuscritos; árabes que pudiera proporcionarse: dadas las ocupacio nes que ¡pesan sobre los señores académicos dedicados á las letras arábigas., y las circunstancias personales que los rodean, no era fácil que ninguno pudiera ausentarse de su familia por mucho tiempo; y como el que suscribe no podía alegar más ocupaciones que las ordinarias de la enseñanza y de trabajar en los estudios histórico-arábigos, no obligaciones de familia, que no tiene, pre sentada Y no admitida la única excusa ó inhibición que podía alegar, Im de su nulidad para estas gestiones, hubo de prestar su asentimícBnto á que se gestionase por nuestro digno Director á ün de que el. Excmo. Sr. Ministro de Fomento confiase al que sus cribe la comisión para pasar á la Argelia y Túnez, y copiar ó estudiar .los manuscritos que pudiera procurarse, tanto de las bibliotecas públicas como de las particulares. Dada $or el Excmo. Sr. Ministro de Fomento la correspon diente ocOTiisión , y concedida después licencia para acompañar me al aspirante del Cuerpo de Archivos, Bibliotecas y Museos, D. Francisco Pons, emprendí el viaje, visitando primero la ciu dad de (brán, para desde allí pasar á la capital de la Argelia, don de sabía que existían manuscritos, cuyo examen pudiera intere sar á nuestra historia. No halbiendo en Oran biblioteca pública, y no dando los Guias del viajero noticias de bibliotecas particulares cuyo acceso pu diera, intentarse, me detuve, solamente cuatro días, estudiando el Men organizado Museo de Antigüedades , donde si se conservan muchos jmonumentos antiguos dignos de. estudio, tanto de las épocas primitivas'como de la romana, son pocos ios de carác ter árabe y por lo que pude comprender, ninguno hay de ver dadero mterés para España: no sucede lo mismo respecto á la época moderna, de lá cual hay varios monumentos que recuer dan nuesitro dominio en aquella ciudad, que hoy resulta más po blada por españoles que.por franceses. Trasladado á Argel, mi primer cuidado, después de visitar á nuestro» digno Cónsul general, señor Marqués de González, fué dirigirme á la Biblioteca pública, á la que me acompañó el señor D. Joaqcrín González, agregado diplomático del consulado, jo- 3 ven dedicado á estos estudios, de los cuales ha dado huena mues tra en su trabajo Essai chronologique sur les Musulmans célèbres de la ville d'Alger (texte árabe française), Alger 1887, de quien habré de hacer mención muy pronto. La Biblioteca departamental de Argel, en la parte árabe, consta de los manuscritos que se pudieron salvar á raíz de la conquista, y de los impresos que de un modo ó de otro se han adquirido de Europa, ó de los muy notables bajo el punto de vista didáctico que se han impreso en las tres capitales de los tres departamen tos ó provincias, Oran, Argel y Gonstantina. El número de manuscritos árabes catalogados en el Inven-- taire sommaire des manuscrits des bibliothèques de France par M. Ulysse Robert, asciende á 1.446, resultando que se acerca mu cho al número de manuscritos que posee la Biblioteca del Esco rial: dado el númerp considerable de manuscritos, no podía pretender examinarlos todos, sino que debía limitarme al exa men de los que creyese más importantes por lo que se lee en. el catálogo, bastante imperfecto por cierto, de cuya circunstancia había sido informado por nuestros ilustrados correspondientes MM. Hartwig Derenbourg y E. Fagnan. • Muchos fueron los libros que examiné, útiles y hasta de ver dadero interés algunos, inútiles para mi objeto los más; pues aun siendo de autores españoles, los que tratan de asuntos reli giosos, gramaticales, de derecho ó de ciencias naturales, es decir, los no históricos ó geográficos, hoy por hoy tienen, ó mejor di cho, les concedemos poca importancia, por tenerla indudable mente mayor los puramente históricos ó geográficos, por ser estos los estudios de -nuestro instituto, y á los cuales hubiera debido dedicar mi preferencia, aunque mis aficiones hubieran sido otras; pero conste que no solo no los desprecio, sino que por el contrario, creo que no podremos decir que sabemos nues tra historia árabe, mientras no se hayan estudiado y puesto al alcance de los no arabistas las ideas culminantes contenidas en los centenares de volúmenes de autores árabes españoles, que se guardan en las bibliotecas. He de hacer constar, que quizá me haya dejado sin examinar libros muy importantes: varios ó casi todos los manuscritos que 4 tratan de la historia moderna de l'a costa de África, y que. por tanto, se rozan más ó menos con nuestra historia desde los Re yes Católicos, no pudieron facilitádseme, por haber sido presta dos fuera de la biblioteca: de algunos es muy posible que no haya sospechado su importancia,.por ser muy vagas ó erróneas las indicaciones del catálogo provisional: algunos, por no estar en su sitio correspondiente, no pudieron ser habidos, lo que no es de extrañar, aunque sí de lamentar, dadas las condiciones de la biblioteca, instalada en una hermosa casa árabe, muy á pro pósito para pasar la vida en la contemplación ó en la indolencia, á que tanto se prestan habitaciones pequeñas y laberínticas, que nunca baña el sol, y de malísimas condiciones para bibliotecas y museos.