El Ejército De Los Somoza
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
1 El ejército de los Somoza Auge, caída y secuela de su extinción Justiniano Pérez 2 INTRODUCCION “Toda la historia mundial parece girar alrededor de propósitos, ideas o transformaciones del mundo que muy pronto resulta que no se pensaban tan en serio. Ayer se estaba lleno de nobles sentimientos, pero hoy se puede estar de otra manera, esto es lo más desolador. Nadie es culpable. Se dispara o incendia hasta dejar al mundo en ruinas y al mismo tiempo se es completamente inocente. Se es <exponente> o <factor> o alguna otra cosa ingeniosa, pero no un ser humano, moral, puesto bajo la ley de Dios, responsable ante él. No doy un penique por todo ello. Es mejor soportar injusticias que cometerlas. Es malo querer realizar los deseos por medios ilícitos. Para los generales esto son tonterías y los hombres de estado se ríen de ello; pero así y todo, son viejas y acreditadas verdades.” Hermann Hesse 3 PRÓLOGO No todo se ha escrito sobre la Guardia Nacional de Nicaragua (1927-1979) y en realidad muy poco ha salido a luz proveniente de sus antiguos miembros. Aparte de las críticas parcializadas y los comentarios adversos de sus detractores, las fuentes propias llenas de anécdotas y relatos inéditos, conservan todavía una vasta riqueza inexplorada, todo en poder de aquellos que han preferido guardarla para sí, por razones diversas. Es una triste realidad sin embargo, que parte de ese caudal se ha perdido, ha desaparecido lamentablemente con la inevitable partida de los que no pudieron sobrevivir por mucho tiempo a la debacle de la institución y sin dejar versiones documentadas de sus respectivas experiencias, se llevaron consigo, trozos de la historia militar contemporánea de Nicaragua. El período inicial y apolítico de la GN que se desarrolló entre 1927 y 1932 quedó bastante desprovisto de versiones propias y auténticas. Las primeras generaciones de guardias nacionales, transmitieron sus experiencias e inquietudes verbalmente y el tiempo ha borrado buena parte de ese legado oral. Hoy en día, los únicos anales ilustrativos de ese primer período formativo y operacional de la institución, se encuentran en los archivos de la Infantería de Marina de los Estados Unidos. Del segundo período (1933-1956) durante el cual el General Anastasio Somoza García fue el protagonista principal, hay muy pocos recuentos protagónicos. Probablemente el más representativo de todos, ha sido el del Coronel Francisco Boza con su libro: “Memorias de un Soldado,” edición publicada en 2002 Una de las versiones más ilustrativas del tercer período (1956-1974) bajo el control pleno del General Anastasio Somoza Debayle, se puede digerir en el libro del Coronel Guillermo Mendieta: “Militares Centroamericanos,” publicado en 1994. Y aunque hay abundancia de protagonistas con privilegiada memoria para hablar sobre ese período evolutivo de la GN, en su mayoría han preferido callar. 4 La denominación de “cuatro períodos” en el desarrollo de la Guardia Nacional de Nicaragua como institución armada, es propia y obedece primordialmente al control efectivo de los Anastasios, aplicado en las diferentes etapas de su existencia bajo sus respectivas influencias. En tal sentido, el cuarto y último período (1974-1979) aún bajo el mando de Anastasio Somoza Debayle, pero compartido con responsabilidad ejecutiva por el General José R. Somoza y el Mayor Anastasio Somoza Portocarrero, por ser el más reciente, debe ser el más abundante en material de referencia. Ese fue mi lapso protagónico y sin ánimo de antagonizar con otros exponentes, he intentado, adelantándome a los deterioros biológicos de la memoria, contribuir con estos relatos y opiniones, aunque sea en proporción mínima, al esclarecimiento del panorama de referencia que a veces luce nublado. El tema de la Guardia Nacional como ingrediente histórico-militar del acontecer contemporáneo de 52 años, permanece aún abierto y en cierta forma virgen en detalles de acción y reacción protagónica o participativa debido a ese silencio autoimpuesto de la mayoría de sus ex miembros. La publicación de estos seis libros que inicié a principios del 2005 y concluí a finales del 2008, es mi aporte personal para tal fin. La exclusividad de narración no debe ser dictada por el FSLN en el contexto válido de Historia. Como protagonista en esos años, mi humilde empeño es exponer la GN que eventualmente conocí, en blanco y negro; con sus vicios y virtudes por igual, para encontrar el balance y el implícito valor que de otra manera no tendría. Empeño frustrante a veces porque no recibe el beneplácito de todos aquellos que siempre rechazan conceptos que discrepen y no redunden en alabanzas propias para los ex miembros de la GN en general; y delicado al mismo tiempo porque despierta en la otra parte, un resquemor permanente por las exposiciones antagónicas y contradictorias a las suyas que siempre ha querido imponer como legítimas, auténticas y definitivas. Conservando el contenido y hechas las necesarias correcciones al texto original en cada libro según se publicaron oportunamente, sólo he optado por agregar un resumen o comentario al final de cada volumen a manera de recuento y énfasis de los conceptos claves para ayudar al lector a despejar las dudas en cuanto a la verdadera intención de este esfuerzo y también como medio para resaltar los puntos medulares de cada libro. De hecho, el empeño verdadero ha sido interpretar el auge, la decadencia y caída, además de la secuela aplicada a la extinción de la Guardia Nacional como institución militar y del 5 orden según fue concebida y manejada por los políticos de su época; en el análisis último: Despejar ¿cómo? ¿cuándo? y ¿por qué? la institución llegó a convertirse finalmente en “El Ejército de los Somoza.” La secuela de su extinción se expone específicamente en el segundo volumen: Los Albores de la Resistencia Nicaragüense, mediante un relato de los orígenes de la Contra que se dieron como acción inmediata a los desmanes descontrolados del sandinismo en el poder, hasta forzar una nueva apertura democrática. Después de un merecido respiro democrático y una esperanzadora realidad institucional para el nuevo Ejército de Nicaragua, el volumen concluyente en esta serie: La Tradición de las Bayonetas, persigue únicamente abrir las ventanas del pasado como referencia y advertencia para luego activar la visión y analizar los beneficios de la institucionalidad militar desligada de los intereses políticos, personales y apegada a los intereses nacionales de defensa territorial y desarrollo comunal tan frecuentemente ignorados por todos los extintos ejércitos. El lector notará un relato repetido de las acciones militares más importantes de la GN y ello obedece a que fueron analizadas en tres libros diferentes: en “Semper Fidelis,” como información general; en “EEBI,” como empeños específicos de la Escuela durante los dos últimos años de lucha; en “GN versus FSLN,” como factor comparativo de tácticas y técnicas militares entre los oponentes durante el período final de la GN que fue protagonizado con abundante participación de los grupos de combate de la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería. 6 íNDICE 1 SEMPER FIDELIS 2 LOS ALBORES DE LA RESISTENCIA NICARAGüENSE 3 LOS MITOS DE LA GUARDIA NACIONAL DE NICARAGUA 4 EEBI 5 GN VERSUS FSLN 6 LA TRADICIóN DE LAS BAYONETAS 7 8 Semper fidelis El Secuestro de la Guardia Nacional de Nicaragua “La suposición básica en nuestro trabajo es prepararnos para el combate en la mejor forma, de tal manera que podamos esperar tranquilamente el día del juicio con la certeza plena de haber hecho todo lo que podíamos en el tiempo en que debíamos.” Jonathan Netaniahu 9 CONTENIDO 1 Introducción 2 El padre… siempre fieles 3 El hijo… el ejército de papel 4 El tío… la casa de Marisol 5 El sobrino… 300 córdobas de prebenda 6 Los Gansos en el ojo de la tormenta 7 La Móvil al rescate 8 La Institución que no pudo ser 9 El ocaso al amanecer 10 Comentario 1 10 INTRODUCCIÓN “Jamás somos completamente contemporáneos de nuestro presente. La historia avanza enmascarada” Regis Debray En 188 años de vida independiente, hemos tenido en Nicaragua 118 gobiernos diferentes. Los historiadores nos hablan de directores supremos, jefes de estado, juntas provisionales, juntas de gobierno y presidentes. Al mismo tiempo nos ilustran sobre la promulgación de 17 constituciones y constituyentes políticas, al amparo de las cuales, esos gobiernos funcionaron. Unos, tan pasajeros como el de Leonardo Argüello de sólo 26 días y otros, tan prolongados como los de José Santos Zelaya y Anastasio Somoza García, de 16 años cada uno. Todo ese proceso originó decenas de ejércitos temporales y politizados con el definido propósito de entronizar, destituir, o en el mejor de los casos, propiciar un ambiente de gobernabilidad al caudillo de turno. En perfecto lenguaje nicaragüense: “No había gobierno sin cañas huecas.” Esa fuerza militar partidista que a lo largo de nuestra historia se ha convertido en instrumento de poder real, también se ha caracterizado por su modo temporal y pasajero. La falta de institucionalidad militar ha sido una ceguera política conveniente para nuestros líderes, en detrimento del bienestar común. La profesión militar, factor de estabilidad en la evolución social, requiere de control y dirección institucionalizados para que la sociedad reciba los beneficios del cambio y progreso inherentes en todo estado de derecho. En 11 Nicaragua, el primer intento de consideración para institucionalizar la fuerza armada, llegó con José Santos Zelaya al final del siglo XIX. Decidido a transformar al Ejército Liberal que lo había llevado al poder en 1893, empleó a instructores alemanes para tal fin y fundó la primera escuela militar moderna en la historia de Nicaragua. Un vigoroso profesionalismo emergió de la nueva Escuela Militar y el estilo prusiano se hizo evidente en la disciplina, la vestimenta y el entrenamiento. La eficacia de sus graduados se manifestó contundentemente en la famosa batalla de Namasigüe en 1907, cuando fuerzas combinadas de Honduras, El Salvador y Guatemala fueron desastrosamente derrotadas por el Ejército de Nicaragua; por primera vez se habían usado ametralladoras emplazadas en vehículos junto a otras innovaciones técnicas y tácticas.