Entre El Estado Conquistador Y El Estado Nación: Providencialismo, Pensamiento Político Y Estructuras De Poder En El Desarrollo Histórico De Nicaragua
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
Entre el Estado Conquistador y el Estado Nación: Providencialismo, pensamiento político y estructuras de poder en el desarrollo histórico de Nicaragua Andrés Pérez-Baltodano Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica Universidad Centroamericana IHNCA FN 972.85 Pérez-Baltodano, Andrés P438 Entre el Estado Conquistador y el Estado Nación : providencialismo, pensamiento político y estructuras de poder en el desarrollo histórico de Nicaragua / Andrés Pérez-Baltodano. — Managua : Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica - Universidad Centroamericana, 2003. Fundación Friedrich Ebert. 868 p. : fotos b y n. ISBN: 99924-834-5-8 1. TEORIA DEL ESTADO 2. HISTORIA DE NICARAGUA 3. HISTORIA POLITICA 4. HISTORIA SOCIAL 5. DESARROLLO DEL ESTADO 6. NACION 7. ELITES POLITICAS 8. CULTURA POLITICA 9. PENSAMIENTO POLITICO 10. DISCURSO POLITICO 11. PENSAMIENTO RELIGIOSO 12. DISCURSO RELIGIOSO 13. RELACIONES ESTADO-SOCIEDAD 14. RELACIONES IGLESIA-ESTADO 15. RELACIONES ESTADOS UNIDOS-NICARAGUA 16. GLOBALIZACION ISBN: 99924-834-5-8 Depósito Legal: 0100 © Andrés Pérez-Baltodano, 2003 © IHNCA/UCA Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica, Universidad Centroamericana, 2003 © Fundación Friedrich Ebert en Nicaragua, 2003 Edición al cuidado de Antonio Esgueva Gómez Fotografías de portada y contraportada: Eduardo Herrera Scott La República, escultura ubicada en la Loma de Tiscapa. Fotografías internas: Claudia Gordillo, de la colección Memoria oculta del mestizaje. Diseño y Diagramación: Eduardo Herrera Scott Indice Prefacio ○ ○ ○ ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ 13 Introducción ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ 21 Capítulo 1. Teoría y realidad social en América Latina. ○○○○ 39 Capítulo 2. El Estado Conquistador y el Estado Nacional: Una caracterización histórica y conceptual comparada. ○ ○ ○○○○ 49 Capítulo 3. El Estado Conquistador y el pensamiento político en la postrimería del período colonial. ○○○○○○○○○ 89 Capítulo 4. El pensamiento político nicaragüense y la for- mación del Estado después de la independencia: conside- ○○○○○○○○○○○○○○○○ raciones metodológicas. ○○○○○○ 111 Capítulo 5. Nicaragua y el imperialismo territorial estadounidense: 1821-1857. ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○121 Capítulo 6. La constitución del orden en Nicaragua y la institucionalización del poder internacional de los Estados Unidos: 1857-1979. ○ ○ ○ ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○243 Capítulo 7. El Estado nicaragüense frente a la globalización: 1979-2002. ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○577 Capítulo 8. Providencialismo, pensamiento político y el futuro del Estado Conquistador. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○○○○○○○○749 ○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○ Notas ○○○○○○○ 773 ○○○○○○○○○○○○○○○○○○ Bibliografía ○○○○○○○○○○○ 781 A mi compañera Cristina, quien me acompañó en cada una de las etapas de este libro. A la memoria del campesino Pablo Leal, asesinado el día 26 de mayo del 2000 frente a sus hijos, e ignorado por la justicia del Estado Conquistador. “La lógica de proclamar el respeto al Estado de Derecho no funciona cuando el derecho que se reivindica es de una persona o grupo social sin recursos económicos o influencias políticas que re- clama a los grupos de poder dominantes. En Nicaragua estas situa- ciones tienen nombres y apellidos. El caso emblemático es el asesina- to del campesino Pablo Leal Aguirre a manos de Alejandro Carrión, hermano del Jefe del Ejército de Nicaragua. Según testigos presen- ciales de los hechos, Alejandro Carrión mató a Pablo Leal de cuatro balazos con un fusil - AK, un arma de guerra, en su propia casa y en presencia de sus tres menores hijos, molesto porque no le llegaba agua del pozo que la suministra al sector y que Leal era el encargado de vigilar. El Juez Walter Solis dictó una sentencia a favor del proce- sado sin haber realizado ni una sola diligencia para probar los hechos, lo que constituyó la más clara expresión del sometimiento del sistema judicial a las influencias de sectores de poder económico” (Centro Nicaragüense de Derechos Humanos). Agradecimientos Las deudas intelectuales, que debo reconocer, son numero- sas. Mi inolvidable maestro, Alberto Guerreiro Ramos (q.e.p.d.), me introdujo a la idea de la historia como el producto de una permanente tensión entre la libertad humana y las limitaciones estructurales dentro de las que ocurre el desarrollo social. Casi todos los días de mi vida tengo presente este pensamiento. ¡Muito obrigado, maestro!. Mis alumnos en la universidad me han dado la oportunidad de explorar, en voz alta, muchas de las ideas aquí contenidas, antes de plasmarlas en algunos trabajos escritos y publicados a través de varios años de búsqueda de un “objeto” de estudio, que fuera algo más que una fría investigación académica. Entre ellos, por sus exce- lentes colaboraciones, destaco a Paul Baxter y a Leena Grove. Tres de mis colegas de la Universidad de Western Ontario contribuyeron a formar —quiéranlo o no—el esquema teórico organizativo de los argumentos y la información del presente libro. Mi reconocimiento a Salim Mansur, Verónica Schild y Richard Vernon, por las estimulantes discusiones sostenidas sobre muchos de los te- mas aquí abordados. Un punto crucial en mi recorrido intelectual durante los últi- mos diez años fue el encuentro con la obra de Alejandro Serrano Caldera, el más importante teórico político en la historia de Nicara- gua. Su pensamiento filosófico me ayudó a enraizar mis preocupacio- nes teóricas en la Nicaragua Profunda. Escribí un libro sobre su obra, que es el fantasma que ronda cada capítulo del presente trabajo. Las ideas aquí articuladas también se alimentaron de conver- saciones y encuentros con intelectuales nicaragüenses, entre ellos: Emilio Alvarez Montalván, Jorge Eduardo Arellano, Elvira Cuadra Lira, Antonio Esgueva Gómez, Hamlet García, Liliam Levy, Frances Kinloch, Sofía Montenegro, Ligia María Peña, Dora María Téllez, María Dolores G. Torres y Margarita Vannini. A todos y a todas, mi agradecimiento y mi admiración. Las obras de algunos autores me ayudaron a construir el mapa, que me permitió recorrer los quinientos años de historia aquí resumi- da. Destaco mi deuda a las obras de Jorge Eduardo Arellano, Anto- nio Esgueva Gómez, Jaime Incer Barquero y Oscar René Vargas. Muchas de las ideas, aquí expuestas, alimentaron los artícu- los que he publicado en el semanario Confidencial durante los últi- mos siete años. A su director, Carlos Fernando Chamorro, le agra- dezco sus serios y valiosos comentarios. El Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA- UCA), verdadero milagro institucional dentro del caos y la depresión social de mi país, me proporcionó información, apoyo logístico, estímulo intelectual y la oportunidad de publicar este libro bajo su prestigioso sello editorial. A Margarita Vannini, su directora, mi gratitud por su solidaridad y por su inspirador compromiso inte- lectual con la Nicaragua Posible. Claudia Gordillo enriqueció este libro con sus dramáticas y reveladoras fotografías. A Claudia, mi eterno agradecimiento. Gracias especiales a las encargadas del archivo del IHNCA- UCA: Marielos Chirino, Alejandra Alemán, Ruth Escobar Tenorio, Gisela Guevara y Eva Tatiana Torres, quienes, sin perder sus sonri- sas, me aplicaron, al pie de la letra, el reglamento de ese depósito invaluable de información. Agradezco también el apoyo de Aura María Olivares Rivas, Saulo León Quesada y Eduardo Herrera en la última fase de la preparación del libro. Su publicación fue facilitada por el apoyo y el financiamiento de la Fundación Friedrich Ebert. Su director, Kurt Peter Schütt, reci- bió mi propuesta inicial con entusiasmo y esperó pacientemente su elaboración. Kurt Peter, aunque se va de Nicaragua, será siempre bien recordado. En 1888, Lorenzo Montúfar escribió, en su libro Walker en Centroamérica, que “el autor de un libro no puede hacerlo todo. Necesita cooperadores y especialmente para la corrección de prue- bas . .”. No puedo quejarme. Mi amigo, el historiador Antonio Esgueva, del IHNCA-UCA, revisó este libro y compartió conmigo su profundo conocimiento de nuestra historia, así como su fino senti- do del humor en mis momentos de cansancio. En cada una de sus cuidadosas y acertadas correcciones y sugerencias, confirmó su amis- tad solidaria y su profesionalismo. Reconozco también la cooperación entusiasta de la historia- dora Ligia Peña, mi vecina de la Colonia Maestro Gabriel, quien me ayudó a identificar una buena parte de la información utilizada. Ligia, estudiosa del papel de la Iglesia Católica durante la Colonia, leyó hace unos años un artículo que escribí sobre el Estado en América Latina. Su crítica fue corta y punzante: “No decís nada sobre el papel de la Iglesia Católica”. No contesté. Disimulé mi vergüenza y empecé a escribir este libro. A mi esposa Cristina, a mi hija Patricia y a mis hijos Andrés y Carlos les agradezco todo el apoyo que me ofrecieron hasta comple- tar la obra. Llegaron a familiarizarse con el nombre del Estado Con- quistador y no permitieron que me convirtiera en una nueva encarna- ción de éste. Mi agradecimiento, también, a mi concuño José Miguel Paz, que me ha ayudado siempre a descifrar el sentido de nuestra compleja realidad nacional. Hay que registrarlo: ninguna de las personas o instituciones señaladas son responsables de los errores del libro. Todos son míos. Mis agradecimientos tampoco significan que las personas menciona- das compartan necesariamente mis argumentos. Detalle del mural “Construyendo Esperanzas”, Gabriela D`Aiuto, 2001. Prefacio Este libro parte de la premisa de que el pasado “no es sólo un producto; es también una manera de pensar ese producto” (Zemelman et