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Creatividad Y Neurociencia Cognitiva

Creatividad Y Neurociencia Cognitiva

Creatividad y neurociencia cognitiva

Creativity and cognitive neuroscience

Centro UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos eatividad y neurociencia cognitiva Creativity and cognitive neuroscience cognitiva Creativity eatividad y neurociencia Cr

© Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara INSTITUTO TOMÁS PASCUAL SANZ Dirección postal y correspondencia: Paseo de la Castellana, 178, 3.º Derecha. Madrid 28046 Domicilio fiscal: c/ Orense, 70. Madrid 28020 Tel.: 91 703 04 97. Fax: 91 350 92 18 www.institutotomaspascual.es • [email protected]

Coordinación editorial:

Alberto Alcocer, 13, 1.º D. 28036 Madrid Tel.: 91 353 33 70. Fax: 91 353 33 73 www.imc-sa.es • [email protected] Ni el propietario del copyright, ni los patrocinadores, ni las entidades que avalan esta obra, pueden ser considerados legalmente responsables de la aparición de información inexacta, errónea o difamatoria, siendo los autores los responsables de la misma. Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reprodu- cida, transmitida en ninguna forma o medio alguno, electrónico o mecánico, incluyendo las fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de recuperación de almacenaje de in- formación, sin permiso escrito del titular del copyright. ISBN: 978-84-7867-078-9 Depósito Legal: M-10789-2012 Creatividad y neurociencia cognitiva Creativity and cognitive neuroscience

Coordinadores D. Alfonso Perote Alejandre Director de Proyectos del Instituto Tomás Pascual Sanz. Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara. Dr. Manuel Martín-Loeches Garrido Responsable del Área de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos.

Autores Dra. Anna Abraham Department of Clinical Psychology, Justus Liebig University Giessen, . American University of the Middle East, Kuwait. Dra. Ingegerd Carlsson Department of Psychology, Lund University, Sweden. Dr. Hipólito Collado Giraldo Sección de Arqueología. Consejería de Cultura. Junta de Extremadura. España. Dr. Roberto Colom Marañón Departamento de Psicología Biológica y de la Salud. Universidad Autónoma de Madrid. España. Dr. Andreas Fink Department of Biological Psychology, Karl-Franzens-Universität-Graz, Österreich. D. Albert Flexas Oliver Departamento de Psicología y Grupo de Investigación. Evolución y Cognición Humana (IFISC-CSIC). Universidad de las Islas Baleares, España. Dr. Ivar Hagendoorn www.ivarhagendoorn.com Dra. Marina Lozano Ruiz Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES). Área de Prehistoria, Universitat Rovira i Virgili. Tarragona, España.

Centro UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos Dr. Ignacio Martínez Mendizábal Profesor Titular, Departamento de Geología (Área de Paleontología). Universidad de Alcalá. Madrid, España. Dr. Luis Miguel Martínez Otero Laboratorio de Neurociencias Visuales. Instituto de Neurociencias de Alicante. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Universidad Miguel Hernández. San Juan de Alicante, España. Dr. Vicente Molina Rodríguez Departamento de Psiquiatría. Hospital Clínico de Valladolid. Universidad de Valladolid, España. Dra. Marina Mosquera Martínez Área de Prehistoria, Universitat Rovira i Virgili (URV). Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES). Tarragona, España. Dr. Marcos Nadal Roberts Departamento de Psicología y Grupo de Investigación, Evolución y Cognición Humana (IFISC-CSIC). Universidad de las Islas Baleares, España. Dr. Julio Romero Rodríguez Sección Departamental de Didáctica de la Expresión Plástica. Facultad de Educación. Universidad Complutense de Madrid, España. Dra. Manuela Romo Santos Departamento de Psicología Básica, Facultad de Psicología. Universidad Autónoma de Madrid, España.

Índice

9 Prólogo Ricardo Martí Fluxá

11 Presentación Dr. Manuel Martín-Loeches Garrido, Dra. Pilar Casado Martínez, D.ª Anabel Fernández Hernández, D.ª Sabela Fondevila Estévez, D. David Hernández Gutiérrez, Dra. Laura Jiménez Ortega y Dr. Francisco Muñoz Muñoz

15 The neuroscience of creativity: a promising or perilous enterprise? Dra. Anna Abraham

25 The creative personality in the light of neuropsychology Dra. Ingegerd Carlsson

37 Inteligencia y creatividad Dr. Roberto Colom Marañón

43 What we know about creativity from the neuroscience perspective Dr. Andreas Fink

59 The dual relation between art and the brain Dr. Ivar Hagendoorn

65 Las bases neurobiológicas de la percepción artística Dr. Luis Miguel Martínez Otero

83 Bases biológicas de la creatividad. El enfoque desde la neuroestética Dr. Marcos Nadal Roberts y D. Albert Flexas Oliver

103 Los límites de la cordura Dr. Vicente Molina Rodríguez

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111 Estudio y aplicaciones de la creatividad en educación. Arte y educación creadora Dr. Julio Romero Rodríguez

123 Creatividad: un desafío para la sociedad en el umbral del milenio Dra. Manuela Romo Santos

135 Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres Dr. Hipólito Collado Giraldo

171 Lateralidad manual de heidelbergensis: la Sima de los Huesos (Sierra de Atapuerca, Burgos) Dra. Marina Lozano Ruiz

185 Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana Dra. Marina Mosquera Martínez

207 Evolución y creatividad Dr. Ignacio Martínez Mendizábal Prólogo

Querido lector: El ser humano se distingue del resto de seres vivos por su capacidad para ra- zonar, resolver problemas, inventar o crear cosas y adaptarse a los cambios, pero sobre todo por su comportamiento creativo. El cerebro creativo del ser humano es capaz de alcanzar soluciones novedosas e innovadoras en la toma de decisiones, o percibir las características del entorno de manera particular. Esta capacidad ha revertido en favor de un desarrollo progresivo de sus capa- cidades cognitivas y conductuales, capaces incluso de expresar un pensamiento abstracto profundo y elaborado, como se manifiesta en la mitología, el arte, el pensamiento místico o la espiritualidad. El estudio de la actividad creativa del cerebro se convierte, por tanto, en una necesidad para la completa realización del ser humano. Comprender cómo el cerebro humano es capaz de generar ideas nuevas y relacionarlas con otras ya existentes beneficiará la expansión de la mente humana. Atraídos por tan fascinante campo de conocimiento, el Instituto Tomás Pascual Sanz organizó, junto con el Centro UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos, un seminario de 4 días de duración en el que se abordó la creatividad desde niveles fundamentales o conceptuales hasta el nivel social y cultural. Fueron 15 expertos nacionales e internacionales que expusieron brillantemente la situación y la perspectiva que sobre la creatividad existen hoy día. La neurociencia cognitiva se ocupa de estudiar los procesos biológicos que están detrás de la conducta creativa. Las cada vez más desarrolladas técnicas de neuroimagen han posibilitado importantes descubrimientos en la cogni- ción creativa. Evidencias de que la generación de ideas creativas produce va- riaciones en la actividad cerebral animan a los científicos a continuar en el fu- turo investigando en esta línea. La neurociencia se ha convertido, por tanto, en un área de interés para todo aquello relacionado con la conducta y la cog- nición, y se considera una base útil para comprender disciplinas tan diversas como la educación y la psicología, la economía, la antropología, la sociología, etc. Por eso, nuestro Instituto ha apostado fuertemente por este campo de co- nocimiento, clave para, entre otras cosas, poder predecir el comportamiento humano frente, por ejemplo, al consumo de productos alimentarios. Desde el Instituto Tomás Pascual Sanz queremos agradecer a la Sección de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Compor-

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tamiento Humanos la calidad científica y personal que han manifestado tanto en la organización de aquellas jornadas como en la elaboración de este libro. Es nuestro deseo que sirva de provecho y nos proporcione nuevos enfoques para el conocimiento del apasionante mundo de la conducta y cognición humanas.

Ricardo Martí Fluxá Presidente Instituto Tomás Pascual Sanz

Presentación

La Sección de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos tiene el gusto de presentar en este volumen las intervenciones magistrales de la primera Escuela de Verano, realizada en sep- tiembre de 2011. El convenio de colaboración establecido entre este Centro y el Instituto Tomás Pascual para la nutrición y la salud ha permitido que se lleve a cabo esta Escuela, que en esta primera edición lleva como título “Creatividad y neurociencia cognitiva”. Esta colaboración nace con el objetivo de divulgar el conocimiento que se genera desde la neurociencia cognitiva, haciendo hincapié en las investigaciones y aportaciones más recientes en temas de interés social.

En esta primera Escuela abordamos el tema del comportamiento creativo como característica genuinamente humana, que, a bien seguro, inspira nuevas formas de desarrollo en nuestra sociedad en contextos tan dispares como la educación, la organización empresarial, la expresión artística o la innovación científico-tecnológica.

El estudio de la actividad creativa puede concretarse desde diferentes niveles, desde el fundamental o conceptual hasta el social y cultural. Así, la neuro- ciencia cognitiva permite describir los procesos cognitivos que están detrás de la conducta creativa. Nos ayuda a responder cuestiones tales como ¿cómo el cerebro genera ideas novedosas y soluciones creativas?, ¿es posible mirar dentro del cerebro y estudiar cómo es el pensamiento creativo, al igual que se hace con la atención, la memoria o el lenguaje?, ¿o es un proceso tan distri- buido que su estudio puede llegar a ser esquivo?, ¿cómo afectan las emo- ciones al proceso creativo?, ¿es posible desarrollar/potenciar la creatividad?

Además, la importancia que tiene la creatividad en nuestras vidas como motor de evolución de nuestras sociedades nos invita a reflexionar sobre cómo nuestros antepasados homínidos tuvieron que hacer uso de la creati- vidad a la hora de lidiar con su adaptación al medio, cuando la tecnología estaba empezando a despertar. De hecho, la evolución desde estas formas “primitivas” de creatividad en nuestros antepasados marca una línea con- tinua que nos lleva a producciones humanas tan complejas como el arte, la religión o las formas de socialización actuales. No podemos olvidar que en el gran teatro de la evolución, donde este progreso ha tenido lugar, ha ha- bido un protagonista estelar: un cerebro en transformación permanente ante un entorno siempre cambiante.

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Para hablarnos de todo lo anterior con detalle hemos contado con profesio- nales que han vivido y estudiado de primera mano la creatividad y algunas de sus expresiones, a saber, la científica, la artística, la sociocultural y la evolutiva.

En el primer bloque de la Escuela, dedicado al “Cerebro creativo”, se exponen los fundamentos neurales, así como los últimos avances en metodología en el estudio de la creatividad. En esta línea, los Dres. Anna Abraham y Andreas Fink se basan en su amplia experiencia obtenida en numerosos experimentos con técnicas de neuroimagen (EEG e IRMf), para plantear la necesidad de utilizar paradigmas experimentales apropiados y rigurosos, sin olvidar los requisitos metodológicos y técnicos, en el estudio de este fenómeno tan complejo. La intervención del Dr. Roberto Colom incide en este aspecto, y nos habla de la importancia de utilizar técnicas de evaluación psicológica y criterios exhaus- tivos para “valorar” el proceso creativo, además de hacer una interesante re- flexión sobre la relación entre la creatividad y la inteligencia. La Dra. Ingegerd Carlsson nos brinda su vasta experiencia de años de dedicación a la neuro- psicología de la creatividad; en su ponencia nos explica que la necesidad de adaptación al medio es la que fundamenta y promueve la creatividad, con la invención de productos intelectuales y tecnológicos innovadores y útiles. De su lectura, nos sorprenderá descubrir que Pipi Calzaslargas, un mito infantil de los 80, constituye el paradigma de personalidad creativa.

El segundo de los bloques de contenidos, englobado bajo el título de “El cere- bro creador”, está dedicado a conocer la creatividad desde donde se gesta: el cerebro del artista, aquel cuyo pensamiento es en sí mismo creativo. En primer lugar, el artista, y a la vez estudioso de la neuroestética, el Dr. Ivar Hagendoorn, nos plantea la siguiente reflexión: ¿puede cualquier objeto ser considerado ar- tístico por lo que es, o es más bien por lo que suscita en nuestro cerebro al percibirlo? Esta línea de investigación es compartida por el Dr. Marcos Nadal, quien, al tratar la íntima relación existente entre la obra del artista y la expe- riencia originada en quien la contempla, introduce el concepto de artificación: “hacer de un objeto o un evento algo especial”, el cual suscita una experiencia estética y artística. Por otro lado, el Dr. Luis Miguel Martínez Otero nos explica que, aun siendo ciertos los supuestos anteriormente mencionados, existen ca- racterísticas propias del procesamiento llevado a cabo por el sistema visual del que se han aprovechado los artistas pictóricos a lo largo de los siglos.

Las ponencias incluidas en el bloque “Creatividad, sociedad y cultura” nos muestran cómo las personas que forman una sociedad son las que entran en contacto directo con los procesos creativos como la literatura, la música o la educación. El Dr. Vicente Molina rebate la idea romántica de que el pensa- miento creativo deba estar asociado a la enfermedad mental, haciendo hin- capié en la gravedad que, para nuestra sociedad, revisten tales trastornos. En el contexto de la educación y el aprendizaje, el Dr. Julio Romero pone énfasis Presentación 13 en la íntima relación que debe existir entre creatividad y proceso educativo, y describe la educación como un arte por su potencial para transformar y crear nuevos aprendizajes. La experiencia como experta en psicología de la creati- vidad de la Dra. Manuela Romo se plasma en su exposición de lo que ella opina que deberían ser “los 7 ingredientes de la creatividad” que forman parte del “cóctel de la creación humana”; el reto que se nos plantea es descubrir nuestra propia combinación de tales ingredientes. El último bloque temático es el dedicado a “Creatividad y evolución”, el cual se inicia con la intervención del Dr. Hipólito Collado, que nos acompaña en un vertiginoso viaje en el tiempo que supera los 200.000 años de antigüedad, para mostrarnos las primeras manifestaciones creativas en el arte rupestre, en lo que posiblemente es la manifestación más genuina del ser humano. Por su parte, las Dras. Marina Lozano y Marina Mosquera comparten con nosotros las evidencias científicas que apoyan que el pensamiento creativo es una cons- tante al estudiar la evolución de la cognición humana. Así, la Dra. Lozano nos habla de la posible relación entre la capacidad del lenguaje y la lateralización manual en la población de H. heidelbergensis, lo que habría supuesto el co- mienzo de una nueva forma de comunicación simbólica y socialización, así como de expresión emocional. Esta línea la amplía la Dra. Mosquera, al ha- blarnos sobre las claves de la evolución de la cognición humana, por ejemplo, la capacidad simbólica, la capacidad de metacognición o la capacidad de apren- dizaje. Concluimos este bloque con la intervención del Dr. Ignacio Martínez; toda una oda al potencial humano como especie que ha adquirido las más altas capacidades adaptativas: creatividad, autoconciencia, socialización compleja y capacidad para escribir su propia historia sobre la Tierra. Los organizadores queremos transmitir nuestra ilusión en la realización de este evento y la gratitud por la profesionalidad de todos los ponentes, cuyas inter- venciones llenan estas páginas.

Director: Dr. Manuel Martín-Loeches Garrido

Dra. Pilar Casado Martínez D.ª Anabel Fernández Hernández D.ª Sabela Fondevila Estévez D. David Hernández Gutiérrez Dra. Laura Jiménez Ortega Dr. Francisco Muñoz Muñoz Comité Organizador de la Escuela de Verano “Creatividad y neurociencia cognitiva”. Sección de Neurociencia Cognitiva. Centro UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos

The neuroscience of creativity: a promising or perilous enterprise? Dra. Anna Abraham

We live in a golden age of scientific op- Creativity and the limitations portunity with regard to the neuroscience of current neuroscientific of creativity. The field is very much in its methods nascent phase with an overabundance of questions waiting to be explored yet few It is easy to understand the allure of appl- research groups that focus on creative ying neuroimaging techniques such as neurocognition as a primary field of study. functional magnetic resonance imaging We are therefore in a unique position to (fMRI) and electrophysiological methods critically assess and unanimously deter- such as electroencephalography (EEG) to mine the direction and standards that understand the brain response when carr- should be applied to investigations of the ying out different behavioral tasks (Senior, neuroscience of creativity. Indeed the en- Russell, & Gazzaniga, 2006). Such techni- deavors that we pursue at this stage as ques allow us to relate behavioral perfor- neuroscientists and psychologists in order mance together with its corresponding to understand the nature and function of brain activity, and the outcomes can be creativity in relation to the brain interpreted to gain insights about the un- will form the very foundation of this in- derlying mental operations involved in credible store of knowledge. The onus is one task over the other. This contributes therefore on us to deal head on with the to the understanding of the mechanisms thorny issues at hand, and to both ope- underlying different psychological pro- rationalize and systematize the neuros- cesses and can even aid in formulation of cientific study of creativity. In the follo- theories concerning the same. Given the wing chapter, three key issues which great potential of these techniques in allo- stand to hinder real progress being made wing us to gain substantial scientific in the neuroscience of creativity will be knowledge, it is little wonder that almost discussed. every major topic in psychology has now been investigated using such means. a) Can creativity be optimally studied using current neuroscientific methods? In order to successfully realize the im- mense potential of such techniques, exis- b) Should creative cognition be approa- ting behavioral paradigms have to be sui- ched as a subject that is qualitatively dis- tably adapted for use in neuroscientific tinct from other aspects of cognition? settings. While such paradigm adaptation c) Do we stand to gain significantly by ex- is not very problematic for most fields of plicitly circumscribing what is meant by study, the same cannot be said for creati- creativity? vity. There are unique problems that sur- Creatividad y neurociencia cognitiva 16 face when seeking to adapt common cre- not optimal for either event-related or ativity tasks for implementation using cu- epoch-related analyses of the fMRI data. rrent neuroscientific methods (Abraham The alternate uses task has therefore com- & Windmann, 2007; Arden, Chavez, monly been adapted in fMRI setups with Grazioplene & Jung, 2010; Dietrich, trial lengths of 20-30 seconds. But such 2007b; Dietrich & Kanso, 2010). To illus- trials lengths are still extremely long when trate this point the example of adapting compared to typical trial lengths in para- the alternate uses task in an fMRI setting digms of normative cognition, such as at- will be described, but the same setbacks tention and memory. fMRI testing dura- would be applicable to almost all creati- tions are usually not more than 30-40 vity tasks and neuroscientific methods. minutes. So, depending on the number of The alternate uses task is perhaps the most conditions within a paradigm, a lengthy widely employed creativity task and, in line trial length is like to result in a low total with its original instructions (Wallach & number of trials (e.g., 8 trials in Fink, Kogan, 1965), participants are asked to Grabner et al., 2009). And, just as in the verbally generate as many novel uses as case of behavioral measures like RT, low they can imagine for five common house- trial numbers can compromise the stability hold objects (e.g., brick, shoe). The partici- of the average BOLD signal. pants’ responses are assessed in terms of In addition, the type of response, regard- the number of uses generated per object less of whether it is written or spoken, can (fluency) and the degree of unusualness as- lead to severe movement-related artefacts sociated with each generated use (origina- in the brain data. Most neuroimaging stu- lity). The latter is assessed either in terms dies on creativity have not openly dealt with of how often the same use is generated by this issue in the publications (e.g., Chrysikou anyone else in the sample under study & Thompson-Schill, 2011) and only a (e.g., Abraham, Windmann, McKenna & handful appear to have taken this factor Gunturkun, 2007), or by having the uni- into consideration when devising trial queness of the uses rated by judges (e.g., events (e.g., Fink, Grabner et al., 2009). An Fink, Grabner et al., 2009). A high degree alternative approach to get around this of originality is considered to be indicative issue would be to have participants gene- of greater creative ability. rate the uses in the MRI scanner silently and Directly adapting this task for an fMRI set- verbally report the uses after the experi- ting is challenging for several reasons. The ment in the feedback session (e.g., total number of trials (five) is very low and Abraham et al., in review; Howard-Jones, is likely to compromise the quality of the Blakemore, Samuel, Summers & Claxton, average BOLD response. While an increase 2005). However, this option also comes in the number of trials could potentially re- with its own set of problems. It is difficult solve this issue, how many trials can be to claim with any magnitude of certainty added is limited by the trial duration. In the that participants are consistently following original alternate uses task, the trial dura- task instructions in the scanner when they tion is usually open-ended or very long (2- do not have to make any behavioral res- 4 minutes). Such lengthy trial lengths are ponses in association with that task. It is

The neuroscience of creativity: a promising or perilous enterprise? 17 also not possible to rule out that the post- dissociated from one other, the results experiment report of the responses is unaf- from such analyses are necessarily con- fected by elaboration or forgetting. founded and not clearly informative. Another major shortcoming in neuroscien- Other factors such as the phenomenon of tific studies on creativity is that the control the “path-of-least-resistance” could also task used for comparison to the creative play a significant role in complicating ex- task is usually far less cognitively deman- pectations related to subjects’ behavior. ding and qualitatively very different from This well-documented phenomenon in cre- the creative task. For instance, a control task ativity research refers to the tendency to where one is to generate a story using se- approach a situation from the least cogni- mantically related words is considerably ea- tively demanding standpoint as possible sier than the creative task where a story is (Finke, Ward & Smith, 1992; Ward, 1994). to be generated using semantically unre- For example, studies have shown that lated words (Howard-Jones et al., 2005). A when instructed to make an object within means to get around this issue is to instruct a prescribed category (e.g., furniture) using subjects to be creative on some trials and 3 geometrical figures that were chosen uncreative on other trials (Chrysikou & from a collection of 15 figures (e.g., Thompson-Schill, 2011; Howard-Jones et sphere, cube, rectangular solid, tube), par- al., 2005). But this is a suboptimal solution ticipants generated more creative res- as it is difficult to account for how well par- ponses when the 3 figures were randomly ticipants can follow task instructions. It is assigned to them by the experimenter possible, for instance, that the participants compared to when they had the option of generate uncreative responses when trying selecting any 3 figures themselves (Finke, to be creative, and vice versa. 1990). When given the category of A related point is that block or epoch-re- “Transportation”, for instance, participants lated fMRI analyses of the brain activity re- who could select the figures were more li- lated to generating creative responses kely to pick figures with round edges (such usually involves contrasting creative trials as a sphere or wheels) that they could re- with control trials by comparing the ave- adily use as tires or wheels in the generated rage brain activity that takes place for each object. The participants who were assigned condition over a 20-30 second trial period. figures, however, had no choice but to The problem here is that when carrying out make do with the figures they had been such analyses, the resulting brain activity is provided with and were therefore compe- not only that which accompanies the ge- lled to think in more original ways when neration of a creative response, but also using their figures to construct an object. that which results when trying to generate The path-of-least-resistance phenomenon a creative response. The essential point to has a considerable impact on our propen- note is that trying to be creative is not the sity to generate creative responses in any same as actually being creative. So unless given situation. Evidence shows that we a means is found by which these factors cannot assume that instructing people to (trying to generate creative ideas versus ac- be creative will guarantee that they can in- tual generation of creative ideas) can be deed be creative. Tasks have to be cons-

Creatividad y neurociencia cognitiva 18 tructed such that participants are compe- rationalize creativity in terms of its compo- lled to think in creative ways. nent processes. Following this, it is impera- Perhaps the most critical problem though tive that we not only adapt established cre- in being able to assess what happens in ativity tasks to neuroscientific settings but the brain during creative thinking is that also devise entirely novel paradigms that unlike most aspects of cognition and be- either directly or indirectly target these pro- havior, creativity cannot be prompted cesses. upon cueing in a predictable or reliable Such directions have already been taken manner (Dietrich, 2007b). Participants in the study of the process of “insight” in may certainly be trying their best to think creative thinking which refers to the creatively while carrying out a creativity sudden dawning of a solution to the pro- task but these attempts at being creative blem that occurs as a result of a perspec- may not necessarily translate to actual tive or set shift (Bowden & Jung-Beeman, success in creative idea generation, espe- 2007; Bowden, Jung-Beeman, Fleck & cially in the time frame that is necessary Kounios, 2005; Jung-Beeman et al., for useful data to be derived for an fMRI 2004). To study the process of insight in analysis. Creativity cannot be prompted creative thinking, new paradigms have in a manner that is predictable, reliable or been devised and existing paradigms have valid with any degree of certainty. This is been systematically and effectively the reason why it has proved to be extre- adapted for use in neuroscientific settings. mely difficult to time-lock brain activity to This has led to the favorable situation the precise moment when the creative where most of the methodological and responses are generated. conceptual limitations that plague most All of the aforementioned issues are severe neuroscientific research on creativity have hindrances in our ability to investigate cre- been overcome. And this in turn has ren- ativity from a neuroscientific perspective. dered it possible for significant advances What is obvious from this admittedly dreary to be made in understanding the neur- picture is that if the neuroscience of creati- cognitive mechanisms underyling this se- vity is to progress beyond making merely lect aspect of creative thinking. general statements about the link between Similar efforts are currently underway in ex- creativity and different parts of the brain, it ploration of the operation of creative “con- is imperative that a fundamental shakeup ceptual expansion” (Ward, 1994) or our takes place in our minds about how we ability to broaden our conceptual struc- conceptualize creativity as well as how to tures in the generation of new ideas optimally employ neuroscientific methods (Abraham et al., in review; Kroger et al., to inform us about creativity. Such a call to 2012; Rutter et al., 2012). arms was made a few ago in a rou- sing editorial piece by Arne Dietrich where he stated that “It is high time that resear- The uniqueness of creative chers became more creative about creati- cognition vity” (Dietrich, 2007a). A necessary first step At the crux of our conceptualizations and in doing so would be to methodically ope- investigations of creativity is the assump- The neuroscience of creativity: a promising or perilous enterprise? 19 tion that the kind of mental operations place for creative cognition. The informa- that bring about creative thinking are so- tion processing toolboxes would be ex- mehow distinct from those that underlie pected to be one and the same for both normative cognition. It is no wonder that creative and normative cognition. The es- this supposition is customarily taken to be sential difference between creative and fact given that the end products of crea- normative cognition though lies in the kind tive thinking (e.g., creating a poem) are of the situations in which our information often unusual or extraordinary compared processing toolboxes need to be applied. to the end products of normative cogni- The situational factors during creative cog- tion (e.g., reciting a poem from memory). nition are open-ended or unclear whereas But are we correct in assuming that be- the situational factors during normative cause the end products are so dissimilar, cognition are concrete or predictable. A si- the cognitive processes involved in nor- tuation that is open-ended and involves mative versus creative cognition are not the generation of novel responses to reach comparable with one another? That a solution to the problem would give rise would mean taking on the assumption to creative cognition. Although the crea- that there is a separate toolbox in the tive cognition framework has received brain that specializes in creative cognition some attention in the domain of cognitive that is distinct from or only partially over- science, it has only been limitedly explored laps with the normative cognition to- from a neuroscientific point of view olbox. What are the mental operations (Abraham & Windmann, 2007; Abraham, that are unique to creativity? How do they Windmann, McKenna & Gunturkun, 2007; interact with those of normative cogni- Abraham, Windmann, Siefen, Daum & tion? Is such a modularity based premise Gunturkun, 2006; Kroger et al., 2012; of creative cognition viable from an evo- Rutter et al., 2012). lutionary perspective? (Cosmides & Tooby, In fact, most theoretical frameworks that 1994; Uttal, 2003). And what evidence have related the brain with mental ope- would be needed to empirically validate rations relevant to creativity have largely such ideas? adopted what can be referred to as an Such polemic questions have seldom been “individual differences approach” where posed in the literature and the issues they the aim has been to uncover the informa- expose are rarely, if ever, the subject of the tion processing or brain biases that diffe- focus in mainstream cognitive or neuros- rentiate highly creative individuals from cientific research on creativity. An excep- average or low creative individuals. Highly tion to this is “creative cognition ap- creative individuals have been primarily proach” where this issue has been characterized as having flat associative broached from an information processing hierarchies in the organization of se- perspective (Finke et al., 1992; Smith, mantic networks (Mednick, 1962), defo- Ward & Finke, 1995; Ward, Finke & Smith, cused or diffuse attentional processing 1995). According to this theoretical frame- (Mendelsohn, 1976), and cognitive disin- work, it is highly unlikely that there are hibition or the enhanced ability to over- mental operations that are exclusively in come contextual constraints or mental

Creatividad y neurociencia cognitiva 20 sets that hinder creative thinking pending on how this question is answered, (Martindale, 1999). More recent findings the choice of which control group (low have linked higher creativity with a host of performance group or average perfor- individual factors such as reduced white mance group) would be a better compa- matter integrity in inferior frontal brain re- rison group to the high creative perfor- gions (Jung, Grazioplene, Caprihan, mance group is a critical one that is likely Chavez & Haier, 2010), greater right he- to impact how one interprets the asso- misphere contributions (Kounios et al., ciated findings. 2008), increased frontal activity (Carlsson, Another approach to investigating high Wendt & Risberg, 2000; Chavez-Eakle, versus low creative groups is to contrast in- Graff-Guerrero, Garcia-Reyna, Vaugier & dividuals who are highly proficient in osten- Cruz-Fuentes, 2007), and stronger alpha sibly creative pursuits (e.g., art, music) synchronization (Fink, Grabner et al., 2009; versus those who are not. Notwithstanding Fink, Graif & Neubauer, 2009). the significant impediments faced when One of the more obvious issues that need ensuring homogeneity of the samples in to be addressed when adopting such an such studies, the assumption that insights individual differences based approach in concerning creative thinking can more re- creative neurocognition is to determine adily be gained by investigating people who how consistent the reported findings are pursue the fine arts compared to other pro- both across creativity domains and within fessions is highly debatable. Original thin- creativity domains. So, for instance, would king is both highly valued and associated the finding of a positive correlation bet- with greater success in several professions ween cortical connectivity and originality in the world including the domains of mar- on verbal creativity measure X also be ex- keting, law, engineering, advertising, re- pected when using another verbal creati- search, teaching and even accounting. It is vity measure Y? And how generalizable are also shortsighted to indiscriminately assume these effects expected to be across do- that anyone who pursues the fine arts is, mains (verbal versus non-verbal creativity)? per definition, highly creative. Such overge- Another issue of import is the choice of the neralizations not only significantly hamper control group to the highly creative group. our ability to uncover the neurocognitive In studies where high versus low creative mechanisms underlying creative thinking, groups are classified according to their per- but also contribute to a great deal of incon- formance on one or more creativity mea- sistency and confusion in our basic concep- sures, it is important to determine what tualizations of what creativity entails. “low performance” actually means in the context of the creativity tasks in question. Does low performance on the alternate Delimiting creativity uses task, for instance, indicate below ave- In much empirical work, creativity is cus- rage or average creative ability? This is a tomarily investigated at the product level. difficult question to answer as most crea- A response or product is judged to be cre- tivity tasks are not standardized and have ative to the extent that it is both original no associated norm data available. But de- (or unique or unusual or statistically rare)

The neuroscience of creativity: a promising or perilous enterprise? 21 and relevant (or fitting or appropriate or episodic memory (such as one’s memory of functional) to a particular end (Abraham graduation day). Such an undertaking & Windmann, 2007; Boden, 2004; would at best enable only a vague unders- Hennessey & Amabile, 2010; Runco, tanding of memory function alongside a 2004). This general definition of creativity complete inability to develop any know- is applicable in most situations that call ledge of the specific mechanisms underl- for some kind of creative problem solving. ying different types of memory. The field Ironically, the usefulness of this standard of memory research greatly profits from definition of creativity is most debatable having systematic and detailed theoretical in the context of the fine arts where is frameworks that guide interdisciplinary considerably more difficult to obtain a empirical investigations. The same is neces- consensus on both the presence and the sary for the domain of creativity research if degree of originality associated with a truly significant advances are to be made. work of art as well as to ascertain to what The first step in such an endeavor would extent the factor of relevance plays a role. be to delineate what creativity entails. The situation is further aggravated by the For instance, it may be necessary to disso- fact that it is unclear how creativity in one ciate the domain of creative thinking as it domain (e.g., mathematical creativity) re- applies to problem solving from the domain lates to creativity in other domains (e.g., of creative thinking as it applies to profi- artistic creativity). ciency or skill. In the case of the former, the Despite these glaring problems, we con- capacity for problem solving is assessed tinue to carry out neurocognitive investi- based on performance on one or more cre- gations on creativity across domains and ativity tasks (Grabner, Fink & Neubauer, make generalizations about how this is in- 2007; Jung, Segall et al., 2010) whereas in dicative of creative thinking in general. But the latter situation, the level of proficiency are we really justified in grouping the in- is determined either by the degree of exis- sights gained from assessing the brain res- ting skills (e.g., artistic) which are above ave- ponse of high versus low performers on rage (Fink, Graif et al.,2009; Gibson, Folley the alternate uses task with those of pro- & Park, 2009) or exceptional (Hou et al., ficient versus novice dancers when we still 2000; A. Snyder, 2009), or develop in a star- lack a common comprehensive framework tling and unanticipated manner (Miller & that brings all these different facets of cre- Hou, 2004; Miller, Ponton, Benson, ative thinking together? Imagine if the Cummings & Mena, 1996). Making disso- neurocognitive domain of memory rese- ciations between creative problem solving arch was in the same position as the field versus proficiency when understanding cre- of creativity is in today. This would trans- ativity would mean that insights obtained late to, for instance, lumping together all by, for instance, investigating the brain con- the findings associated with learning pro- nectivity in absolute pitch musicians (Loui, cedural skills (such as learning to ride a Li, Hohmann & Schlaug, 2011) or patients unicycle) with those associated with spa- with frontotemporal dementia who develop tial memory (such as the organization of astounding artistic skills post-stroke (Seeley the London Underground network) and et al., 2008), cannot be automatically ge- Creatividad y neurociencia cognitiva 22 neralized to, for instance, findings asso- ching objective of neuroscientific studies of ciated with studying brain activations that creativity is to glean the underlying neural result while performing the alternate uses and information processing mechanisms of task (Chrysikou & Thompson-Schill, 2011). this most extraordinary of human abilities. This is not to say that selective findings are to be ignored. In fact the opposite needs References to be the case. Any study that claims its in- Abraham A, Windmann S. Creative cognition: sights are relevant to the domain of crea- the diverse operations and the prospect of tivity needs to be assessed in terms of how applying a cognitive neuroscience perspective. it fits into the larger framework of creati- Methods 2007; 42(1):38-48. vity. Our problem is that such a framework Abraham A, Windmann S, McKenna P, is currently lacking, so it is the responsibi- Gunturkun O. Creative thinking in schizoph- renia: the role of executive dysfunction and lity of the researchers to carry out their in- symptom severity. Cogn Neuropsychiatry vestigations with these larger objectives in 2007; 12(3):235-58. mind. So, for instance, when drawing allu- Abraham A, Windmann S, Siefen R, Daum I, sions between the proficiency and problem Gunturkun O. Creative thinking in adoles- solving subdomains in creativity, it would cents with attention deficit hyperactivity di- be valuable to indicate how proficiency- sorder (ADHD). Child Neuropsychol 2006; based findings, such as purportedly en- 12(2):111-23. hanced proficiency in drawing skills follo- Arden R, Chavez RS, Grazioplene R, Jung RE. wing transcranial magnetic stimulation Neuroimaging creativity: a psychometric view. Behav Brain Res 2010; 214(2):143-56. (TMS) (A. W. Snyder et al., 2003), can be explicitly linked to problem-solving-based Boden MA. The creative mind: Myths and me- findings, such as enhanced originality and chanisms. London: Routledge, 2004. brain activity as a function of cognitive sti- Bowden EM, Jung-Beeman M. Methods for in- mulation (Fink et al., 2010). The link bet- vestigating the neural components of insight. Methods 2007; 42(1):87-99. ween the creative problem solving and proficiency subdomains needs to be tac- Bowden EM, Jung-Beeman M, Fleck J, Kounios J. New approaches to demystifying insight. kled and research efforts which bring both Trends Cogn Sci 2005; 9(7):322-8. these subdivisions together, such as eva- Carlsson I, Wendt PE, Risberg J. On the neu- luating the brain response during jazz im- robiology of creativity. Differences in frontal provisation in musicians (Limb & Braun, activity between high and low creative sub- 2008), will aid us in reaching this aim. jects. Neuropsychologia 2000; 38(6):873-85. Similar attempts at circumscribing creati- Chavez-Eakle RA, Graff-Guerrero A, García- vity would help us broach further impor- Reyna JC, Vaugier V, Cruz-Fuentes C. Cerebral blood flow associated with creative perfor- tant issues such as formalizing the diffe- mance: a comparative study. Neuroimage rences and similarities between different 2007; 38(3):519-28. types of creativity as well as operationali- Chrysikou EG, Thompson-Schill SL. Dissociable zing the different creativity tasks in terms brain states linked to common and creative ob- of what proportion of cognitive operations ject use. Hum Brain Mapp 2011; 32(4):665-75. are shared between them. All of these are Cosmides L, Tooby J. Origins of domain-speci- necessary initial steps to take if the overar- ficity: The evolution of functional organization. The neuroscience of creativity: a promising or perilous enterprise? 23

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My presentation is a personal selection making the earliest survival tools. We from a very large amount of research on have the mental ability to create complex the topic. We will start in the broader cre- abstract concepts, for example the demo- ativity concept, move to the neuropsycho- cratic system or grand theories about the logical research on creativity, and I will birth and end of the universe. I concur conclude with some recent neuropsycho- with Richards (2007) that human beings’ logical creativity models. everyday creativity is indeed necessary for Let me start the story with a picture from our survival. the wild, showing a chimpanzee using a stick, that it first has peeled from twigs, Creativity in that way making it suitable as a tool to What is creativity? It implies that somet- pull out insects from a narrow hole! Your hing new comes into existence, i.e.: a imagined picture illustrates the notion new way of doing things; that an old pro- that precursors to creativity exist also in blem is viewed in a new way; or that a our wild relatives: Even chimpanzees can make a very rudimentary tool. Actually new problem or opportunity is disco- creativity as a human faculty long ago vered. It is all about a new combination grew in the wild! And of course creativity that serves a purpose, as for instance even is very much about coming up with wild an ordinary rake can serve as a tool to put ideas. Indeed one can say that the neces- sausages on at the charcoal grill. Already sity to get our food is the mother of all in- a hundred years ago Poincaré wrote that ventions! the most fruitful new combinations are those that come from areas that lie far Our prehistoric ancestors the early huma- from each other. So especially important noids were neither able to flee away from is the ability to incorporate that which se- their predators, nor able to kill a threate- emingly does not belong together, or falls ning lion. Our ancestor had no outside the frame. strong legs, no wings, no protective armor, no big teeth, nor any strong claws Creative people prefer the seemingly in- or poison. The species could survive and coherent and complex, rather than that develop because he could invent more which is very harmonious, because it cha- and more useful artifacts – for example llenges your curiosity (Csikszentmihalyi, spears that can kill predatory cave lions 1996). Creative people are often extre- that wanted to eat them, or traps that mely curious people who are more inte- could snare small prey to get food to eat. rested in trying a new way, rather than Today we have come a long way from stay content with already given answers. Creatividad y neurociencia cognitiva 26

This can be termed that they have high like passion, playfulness and imagination internal motivation or, in other words an and the persistance and logic of the adult. interest in the chosen subject, rather than There is both high energy and sometimes getting external benefits such as course the opposite, introversion and extraver- credits or high status. sion, sometimes the person is assertive, The basis for creativity is an original, unu- sometimes humble; and shows both con- sual idea which eventually leads to a servative and risk taking traits. useful product, thus during the process Efficiency and productivity is seldom more leading from the problem to the product than moderate when you go on a very new ideas are formed. The new idea was creative journey, since it takes a lot of time described long ago by Vygotskij (1930) as to gather knowledge and lots of errors to an imaginative new combination of exis- elaborate an idea. Exceptions to this are ting memory building blocks. The point rare, since it takes a lot of good coinci- here is that even though the new idea dences for Big Creativity to come into feels like it has sprung from out of no- being. High talent is rare; fruitful circums- where, or as sent by the gods, it is the tances are rare; high intrinsic creative mo- non-conscious brain combination work tivation is rare – so it understandably is ex- that gets noticed by the conscious mind. tremely rare to find a combination of all of these in one person. One such gigantic When drawing the outlines of what cre- man, where many seldom occurring ativity is, I think it is useful to talk about things coincided, very high talent, very what creativity is not. It is not the same high passion and very fruitful circums- thing as intelligence, talents, efficiency, or tances, was Picasso. His now iconic paint- productivity… but knowledge and abili- ing Guernica was exhibited in the Spanish ties are of course necessary and indispen- Pavilion of the 1937 World's Fair in Paris. sable tools for the person who wants to Although Picasso was seldom outwardly be creative. So a fair share of IQ, up to a political this work expresses the suffering certain point, is of course obligatory to be under oppression and dictatorship. When able to learn the necessary knowledge. Picasso agreed to make a mural to the General intelligence is one of different ta- World Fair, he had not yet found a parti- lents, but the various talents are only the cular motive in his mind. But after a few raw material, the inborn gifts. These must months he saw the newspapers’ black be much practiced to be able to use them and white photos from the bombings in creatively. the small village of Guernica, he got ig- Complexity, as was said, is one of the key nited and could start making sketch after words regarding creative people. Research sketch in an outburst of the creativity pro- on the personality traits associated with cess. Sketches were transferred to the creativity shows that they are characte- canvas, which he also reworked several rized by high complexity. Mihalyi times. “A painting is not thought out and Csikszentmihalyi found when studying settled in advance”, said Picasso. “While highly successful creative (Big C) people, it is being done, it changes as one's that the creative individual has both child- thoughts change”. The creative personality in the light of neuropsychology 27

The creative process to the imaginative mind set and to the lo- gical objective mind. These are equally im- It is a huge jump from Guernica to the portant but occur in different phases of very “dry” figure 1, where I have illus- the process. trated the different thinking processes in creativity, and how they alternate during I also want to present another complex the process starting with the igniting personality, namely Pipi Calzaslargas (fi- spark, to the final exhibited work. gure 2). She is obviously a successful and very useful creative product. And her “gestalt” can be regarded as an ideal or

Cognition archetype of the creative person. Her

Convergent author Astrid Lindgren managed to inte- Logical analysis grate several opposites, i.e. Pipi lives just like an adult independently on her own in a big house. But at the same time she ob- Divergent viously has the physical body of a child; Flow of ideas she is both hugely rich but also enor- An open Collect A new idea Try the Improved Product mously generous with her treasure; she is problem knowledge preliminary ideas product Illumination Incubation Verification unconventional and travels to the South Seas, but when she comes home for Figure 1. The creative process. Xmas she bakes traditional Swedish Christmas cakes. But of course in her own personal way, because she uses the floor The product is the end point of the x- as a baking table! Pipi is also intuitive and in the figure. The start is an open-ended sensitive to small details that are overseen problem, i.e. you have a complex task or discarded by most people. Like in this which does not have one correct solution, picture where we see her in a relaxing en- but instead there are different more or vironment when she invents new uses for less creative ways to solve it. an empty cotton spool. (Now I pray that In the figure on the y-axis you see the Astrid Lindgren in her heaven forgives me well-known cognitive concepts of diver- for wanting to peep into Pipi’s brain and gent, imaginative, associative cognition, investigate how it works creatively!). and convergent, logical-rational, thought. These alternate during the creative pro- cess. Imaginative, metaphorical ideations in the phase when new ideas are formed are succeeded by verification and evalua- tion phases. The evaluation is made by the portion of the mind that is rational and reality oriented. Thus, the figure illustrates that to make a journey through a truly creative process, Figure 2. An integration of opposites. Pipi Calzaslargas the person must have good access both (Ill. Ingrid Vang-Nyman). Creatividad y neurociencia cognitiva 28

Early neuropsychological The alpha state has been found to be creativity research characterized by larger active networks in the brain and to come about by a lo- I want to make a long history very short, wered degree of inhibition in the cortex, and just mention very early theorists on or as Martindale put it; there is a “slight creativity in the neuropsychological pers- disinhibition” in creative people. Thus pective. It was discovered long ago that the alpha state enables unusual and far- the left and right hemispheres had so- fetched connections between thoughts mewhat different dominant functions. It and memories. Sometimes these new was found that verbal functions are much associations are not only unusual but lateralized and localized in the left he- also useful and creative (related in misphere. The researchers assumed that Martindale, 1999). an overly dominant left hemisphere might be a problem if it would thereby inhibit important functions for creativity presu- Lund studies medly more lateralized to the right he- During the 80es I was inspired by a course misphere (Bogen & Bogen, 1969). in neuropsychology where I learned that Studies were later made on so called it was possible to stimulate only one vi- split brain patients, where the large sual half field in the eyes, and by that way nerve tract called Corpus callosum and send visual information to the opposite connecting the hemispheres was cut off, brain hemisphere. Information from the in an effort to stop epileptic seizures to left visual fields in both eyes gets pro- spread to the other hemisphere. The jected to the right hemisphere and vice studies established that compared to versa. I got an idea and ventured on a normal persons, patients had a lack of project investigating how the brain he- symbolic dreams, had more concrete mispheres interact in more or less creative thinking, a lack of understanding the people, and if the cerebral hemispheres whole picture and of metaphors. The re- are lateralized on defense mechanisms searchers’ conclusion was that split (Carlsson, 1989, 1990). The participants brain patients lacked important abilities were university students (N = 169). The for creativity (Hoppe & Kyle, 1990). test was a visual semi-projective process test of defence mechanisms validated in many studies and much used in clinical The alpha state practice as a diagnostic tool. This test con- Beginning in the 70-ies, Martindale and sists of a pair of two visual stimuli shown coworkers in several studies investigated many times on a tv screen, during a test normal participants. They used EEG, and process which starts at a subliminal, un- compared more or less creative groups, conscious, time level and successively pro- and established that creative people’s longed. It is not possible to go into the original ideas often come in the day- details here and now, but the interested dream (alpha) state. A person in an reader may consult a new manual (Smith, Alpha state experiences free-floating, Johnson, Almgren, & Johanson, 2002) unfocused day-dreaming mentation. (figure 3). The creative personality in the light of neuropsychology 29

My second research question was if crea- tivity would interact with degree of late- ralization of the defense mechanisms. For reasons of time I will not go into how cre- ativity was measured, but instead go di- rectly to the results. I found for the highly creative group, that they had same de- Measures individual differences in defensive structure, fenses in both hemisphere groups, and during a step-by-step testing procedure. It starts at a subliminal, unconscious, level and ends at a conscious that medium creative groups showed a la- level. The subject tells what s(he) sees on the screen at teralization tendency. When it came to each successive step in between. the low creative left and right groups, Figure 3. A perceptual defence mechanism test. The they were very much lateralized on the stimulus pair in the defense mechanism test. test of defense mechanisms. Thus highly creative people were found The result showed significant differences to be able to flexibly shift between several between the left and the right groups and different defenses, and not rigidly using the control group. The left hemisphere one mode. That low creative people more group had significantly more defense con- often use only one defense has been taining symbolic transformation, or that shown in other studies of youngsters as keep things safely apart. Thus, before one well as adults. It was established in part (a threatening, angry face) of the larger another study that the prevalent defense picture was correctly perceived and des- mechanisms are different in male and fe- cribed, earlier during the test process it male youngsters, but that creative could be described as an innocuous object, youngsters make use of both. or as a white and covering area. In the right In a later project I wanted to get an even hemisphere group there were significantly closer look at the brain. We then investi- more occurrences of a regressive or imma- gated differences in the cortical blood ture defense, implying strong changes of flow in an apparatus using 254 detectors the larger picture, sometimes implying cha- (Carlsson, Wendt & Ris-berg, 2000). otic perception, where all structure was lost. Participants were male university students, When comparing with the control group, I 12 high and 12 low creative, selected on found that both hemisphere groups dif- beforehand from a larger group. Both fered significantly, but in different ways, groups had a mean age of 23, all right from the control group. This result points handed and healthy students from diffe- towards that good interaction between the rent university faculties. I met with each hemispheres is important for optimal hand- ling of complex information. Furthermore, participant on three different days a few males and females differed significantly in weeks apart. The first day was the selec- defensive style, something we have found tion on creativity. in other studies as well. Also, the females On the second day, the cortical blood flow tended to show stronger lateralization bet- measurements were done. Measurements ween the hemispheres. were made when the participant did three

Creatividad y neurociencia cognitiva 30 verbal tasks, in random order. These were in the Brick task was subtracted from the always preceded by a measurement du- blood flow in the Resting condition. The ring rest when the participant was ins- brain is seen from above, with the frontal tructed to just lay and rest with closed lobes upwards in the picture. The red eyes. areas indicate significantly more blood One simple verbal task was counting flow. As you can see by the distribution aloud (1, 2, 3, upwards). Another task of the red spots, the frontal areas in the was saying words starting on a certain creative group are activated bilaterally, letter, a new letter every minute (F, A, S…) compared to the resting measurement, The third task was a verbal creativity test; while in the low creative group, the left telling as many as possible different usual hemisphere is more activated than the and unusual uses of Bricks that one could right. think of. By using only verbal tasks it would be possible to see if there was dif- ferent brain activity when more and more Highly creative Low creative complex verbal functions were per- (n = 12) (n = 12) formed. On the last part of the second day, state and trait anxiety forms were fi- lled out. Turning to the results, we got an unex- pected finding already during the rest. Significance (t-test) Significance (t-test) Here the highly creative group had its hig- hest cortical activity compared to the other three conditions. In contrast, the low creative group showed the lowest ac- tivity when resting, compared to the other three conditions. This was at the time in- Figure 4. When the brain does a creative task. terpreted in accordance with findings by Difference from FAS to Brick. Martindale, who found that creative pe- ople had shown worse ability to relax in We also analyzed the difference between a feedback task where they were sup- the complex verbal task, i.e. the FAS test, posed to slow down their alpha activity. and the Brick. When looking specifically But it could also be the case that this di- at the frontal areas, significant differences fference was due to different “default” were shown in both the anterior pre- or habitual cortical modes when relaxing, frontal, the frontotemporal and superior- in high and low creative people. We ac- frontal areas between the high and low tually did not find a significant rela- creative groups. I show one of the illus- tionship between the anxiety measures trations here (figure 5). The pattern was and the hemispheric means during rest. a little different in the other areas, but it We go on with the results: figure 4 shows consistently involved a diminishing of the the mean difference in the high versus blood flow in the right hemisphere in the low creative group, when the blood flow low creative group. The creative personality in the light of neuropsychology 31

High Low creatives creatives 1.5

1.0

0.5

0.0

-0.5

-1.0 FCBF distribution; % of total mean; ISI

-1.5 p < .05 (ANOVA)

Left hem Right hem

Figure 5. The anterior prefrontal areas in high and low creative.

In the project we also wanted to get hold group. The high creative group was more of the cognitive profile, and our expecta- centered on the mean. And the same re- tion was that the low and the high crea- sult was found on the perceptual speed tive groups would be very similar, since task, which did not involve analytic thin- the group was so homogenous. On the king, but the ability to rapidly put the third day I tested each participant with a right number for the right symbol on a cognitive battery of time-limited tests. The sheet during 90 seconds. participant took three verbal and two spa- tial tests, and here we found no diffe- rences between high and low creative groups. However, a large difference was One of the found on a Matrices test of logical-induc- items in the tive ability. The groups differed very much logical-inductive test also on a test of perceptual speed. In figure 6 you can see one of the items in the matrices test of logical reasoning. Which group then did the best? It was actually the low creative group that performed best (p < .0001). They all had a result above the mean for the age Figure 6. An item in the matrices test. Creatividad y neurociencia cognitiva 32

We were surprised by these result and the personality trait psychoticism in his tri- wanted to understand them. One expla- partite model of the personality. Eysenck’s nation was given by the result on the tests personality theory consisted of the dimen- of anxiety. We first of all found that the sions psychoticism, neuroticism and extra- highly creative group scored higher on version. High psychoticism is signified by: tests of worry and anxiousness. We also a person being creative, unempathic, found a negative correlation (– .51) be- aggressive, cold, egocentric, impersonal tween anxiety and the (time limited) lo- and impulsive. This trait was found by gical test. We reasoned that the creative Eysenck to be more prevalent in highly group did worse partly because their creative persons. High psychoticism is cha- stress level might have got higher than racterized of over-inclusive thinking or, in optimal on this task; when you get too other words, a wide associative horizon, stressed, you perform worse. But the low which in turn is due to decreased cogni- creative persons may have a lower level tive inhibition. He regarded extreme psy- of basic default arousal, so their stress choticism as a trait involved in functional level, even though it possibly increased, psychoses like in mania or schizophrenia. did not get above an optimal level. New trait models containing five factors Some main conclusions made were that have nowadays mostly taken over the highly creative people have a higher inte- scene and Eysenck’s Psychoticism has in raction between the hemispheres and the five factor model been shown to be that they can balance and shift between divided up into Agreeableness and on the functions in both the cortical hemisp- Conscientiousness. Yet another of the five heres. But we also concluded that highly factors is Openness to experience, also re- creative people sometimes are at a disad- levant for creativity. vantage and that the creative “golden coin” has a dark reverse side. A lower de- gree of inhibition and control in the ner- A three-factor-neuro- vous system (disinhibition) results in a anatomical model of creativity higher degree of incoming information In later years research on creativity with a that is not filtered away. This can result in biological or neuropsychological perspec- overload and a breakthrough of negative tive has amplified, using new methodolo- emotional and impulsive behavior when gies. Different scientists have presented stressed. It is well established that highly models for functions of the creative brain. creative people are at greater risk for cer- One of these is a neuropsychological tain types of psychopathology, including model which draws from research on mood disorders, schizophrenia-spectrum brain imaging studies, from drug studies disorders and alcoholism. and also from brain lesion studies Eysenck’s (1995) creativity model is infor- (Flaherty, 2005). In this model the emp- mative here. In Eysenck’s model, degree hasis is not on interactions between the of inhibition in the brain is regulated by hemispheres but instead emphasis is on the transmittor substances dopamine and the interactions between the temporal serotonin, and these are also involved in lobes, the frontal lobes, and the limbic The creative personality in the light of neuropsychology 33 system. In this model, motivational drive and brain hyperconnectivity. We have al- is regarded more relevant, given an IQ of ready discussed disinhibition in connec- about 115 or above, than networks that tion with the alpha state. sub serve a person’s skill in the domain. In addition to the disinhibition tendency, The temporal lobes generate idea fluency creative people like to seek out complex (this is exhibited as a phenomenon called and novel stimuli. This may be internally hyper-grafia in lesion studies, when the rewarded by the dopamine system or, in temporal lobe has become disinhibited by other words, intrinsically motivated that the lesion). A rigid frontal lobe on the way. But high scores on novelty seeking other hand may cause too much inhibi- have been found in people with both ad- tion of the temporal lobe. It is important dictive disorders and with bipolar disease. with an appropriate balance between Thus novelty seeking may both constitute frontal and temporal activity, mediated by an incentive for creative work and, simul- mutually inhibitory cortico-cortical inte- taneously, constitute a risk factor for psy- raction circuits. chopathology. In the model, neocortical skills and know- ledge are not enough, but mesolimbic do- The third shared factor in Carson’s model pamine influences must generate the cre- is neural hyperconnectivity. This means ative motivational drive and novelty unusual linking between brain areas that seeking. Important, as Flaherty empha- are not normally linked. It is considered sizes, motivational drive has been found due to irregularities in synaptic pruning to correlate better than expertise, with during development. This has been creativity. Alice Flaherty finally points out shown in schizophrenics and in their first that her model is too simple, and that degree relatives. It has also been noted much needs to be clarified about the im- in people having synesthesia, which portance of other regions. means that the individual makes cross- modal associations. For example in sy- A model of shared nesthesia, when you think of a specific vulnerability person or a certain name of month there is always a specific color connected to The last model presented here was pu- this particular person or month. Synes- blished very recently. It treats the rela- thesia is much more prevalent in high tionship between creativity and pathology (Carson, 2011). In it Carson proposed dif- creative persons versus the general po- ferent shared vulnerability factors for cre- pulation. ativity and psychopathology, as well as Furthermore, as related by Carson, studies certain important factors that can act as have reported more alpha synchronization either protective or risk factors. both within and across the hemispheres Three shared functions for both creativity in highly creative compared to low crea- and psychopathology were discussed: tive during creativity tasks, suggesting These are disinhibition (here termed atte- unusual patterns of connectivity. Thus hy- nuated latent inhibition), novelty seeking, perconnectivity may be a neural wiring Creatividad y neurociencia cognitiva 34 basis for the ability to come up with new Memento 1: find your golden edge! To try associations between very remote stimuli. and find something positive however small Three factors were discussed by Carson even in a lousy situation, i.e. to balance up that could act as either protective when the negativity, will enhance your positive positive or be a risk when low: IQ, wor- emotions, and they in their turn will lower your cortical arousal and increase alpha ac- king memory, and flexibility. In a study of tivity, and therefore increase creativity in eminent creative achievers, the combina- order to solve the situation. tion of reduced inhibition and high IQ predicted 30 % of the variance in the cre- Memento 2: find your true environment! ative achievement score. The same as in memento 1 can be said about the importance of finding your own Working memory is also considered im- best environment, where you can feel as a portant in this model: “The ability to hold “fish in the water” (as we say in Sweden). and process a large number of constructs in mind simultaneously without becoming Memento 3: always stay a child at heart! confused or over-whelmed should predis- Most importantly, practice regularly to si- pose the individual to creative rather than lence your inner verbal critic, in order to disordered cognition” (p. 148). keep your curious childish mind, to live in the here and now, and to take in the life Cognitive flexibility, i. e. the ability to shift in its complexity. one’s attention, can allow one to move in and out of altered states of consciousness and allowing one to interpret anomalous References psychotic-like experiences in a benign Bogen JE, Bogen GM. The other side of the manner, may constitute a protective mind III: The corpus callosum and creativity. Bulletin of the Los Angeles Neurological factor, whereas the opposite, rigidity, is Societies 1969; 34:191-203. detrimental. Carlsson I. Lateralization of defence mecha- nisms in a defence mechanisms paradigm. Three mementos Scandinavian Journal of Psychology 1989; 30:296-303. Finally, returning to the paradoxical nature Carlsson I. Lateralization of defence mecha- of creativity, illustrated by the fact that on nisms related to creative functioning. the one hand creative people are often Scandinavian Journal of Psychology 1990; highly sensitive to information and get ea- 31:241-7. sily stressed. On the other hand, to get Carlsson I, Wendt PE, Risberg J. On the neu- new ideas they need plenty of access to robiology of creativity. Differences in frontal the day-dreaming low arousal mode in activity between high and low creative sub- jects. Neuropsychologia 2000; 38:873-85. the brain. Therefore it is important that Carson SH. Creativity and psychopathology: when we want to be creative, we really A shared vulnerability model. Canadian adapt to this complexity. And I will end Journal of Psychiatry 2011; 56(3):144-53. with three positive mementos in order for Csikszentmihalyi M. Creativity: flow and the the reader to make your future even more psychology of discovery and invention. New creative! York: Harper Perennials, 1996. The creative personality in the light of neuropsychology 35

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Inteligencia y creatividad Dr. Roberto Colom Marañón

Introducción Además, Murray señala que la mayor parte de las figuras eminentes se concentran en La creatividad es un concepto escurridizo. Europa, y, en concreto, en Alemania, En algunos casos, los científicos lo rela- Francia, Inglaterra e Italia. Cuando se pre- cionan con la capacidad intelectual. En gunta cuáles son los factores que parecen otros no. estimular la eminencia, concluye que ni las En 2003, el sociólogo Charles Murray pu- sociedades más tolerantes ni pacíficas son blicó Human accomplishment, obra en la promotoras. Lo que incentiva el logro es la que se revisan los logros humanos alcan- prosperidad económica y la presencia de zados entre el año 800 antes de Cristo y universidades de élite. Además, la libertad 1950. También se presta una especial de acción, la creencia en que la vida tiene atención a las figuras eminentes de la hu- un propósito, la autonomía, el individua- manidad. lismo y el cristianismo son, asimismo, fac- El grado de eminencia de esas figuras se tores destacados a la hora de promover la cuantificó siguiendo una serie de criterios excelencia. en una escala de 0 (mínimo nivel) a 100 Es interesante observar que cuando se (máximo nivel). La medición obtuvo una consideran los datos disponibles sobre las alta fiabilidad (0,93) y se observó que la estimaciones de capacidad intelectual de distribución de la eminencia, tanto en las estos gigantes de la humanidad, por lo ciencias como en las artes, se ajustaba a que a la excelencia se refiere, se puede una curva Lotka, es decir, la mayor parte calcular un CI promedio de 180 (la media de las figuras eminentes se agrupaban en de la población está en 100), oscilando las zonas bajas de la distribución, apre- entre los 200 de Aristóteles y los 165 de ciándose un número cada vez menor a Charles Darwin. Téngase en cuenta que medida que nos movemos hacia las por encima de 130 se sitúa el 2% de la zonas altas. Por tanto, alcanzar un cierto población. Este hecho parece concordar grado de eminencia es algo que logran con la perspectiva de que la creatividad muchos científicos y artistas, pero la ver- –las figuras eminentes lo son, sin duda– dadera excelencia es realmente escasa. requiere una altísima capacidad intelec- De hecho, mientras que en Occidente se tual, aunque cabe suponer que, además, identifican 2.911 figuras eminentes, úni- se necesitan otro tipo de factores camente 18 alcanzan una puntuación de (Eysenck, 1995). 100: Galileo, Kepler, Darwin, Aristóteles, Lavoisier, Lyell, Newton, Einstein, Euler, Pasteur, Hipócrates, Koch, Edison, Watt, Hechos sobre la inteligencia Beethoven, Mozart, Miguel Ángel y Cinco son los hechos que se pueden des- Shakespeare. tacar, entre otros, sobre la inteligencia hu-

Creatividad y neurociencia cognitiva 38 mana: 1) se puede definir, 2) se puede Además, la inteligencia es el factor psico- medir, 3) es estable, 4) predice un elevado lógico que presenta una mayor estabilidad número de conductas cotidianas, y 5) se durante el ciclo vital. Es decir, conociendo puede explorar su sustrato biológico. la inteligencia de un grupo de personas La inteligencia se define como “una ca- cuando tienen, por ejemplo, 11 años de pacidad mental muy general para ra- edad, se puede predecir cómo se orde- zonar, planificar, resolver problemas, narán según su inteligencia 60 años más pensar de modo abstracto, comprender tarde, en su vejez (Deary et al., 2000). ideas complejas, y aprender con rapidez” En contra de lo que a menudo se piensa (Gottfredson, 1997). y se dice, erróneamente, la inteligencia Basándose en definiciones similares a estas, valorada por los test estandarizados pre- la psicología ha desarrollado los instru- dice un elevado número de fenómenos mentos de medida conocidos como test de de interés social, como el rendimiento inteligencia. Según la Asociación Ame- académico y laboral, pasando por la salud ricana de Psicología, los test constituyen el –física y mental–, la conducta delictiva o modo de evaluación más preciso de la in- la resistencia a episodios traumáticos teligencia (Neisser et al., 1996). Además, (Lubinski, 2004). los distintos tipos de test de inteligencia Es realmente fácil comprender por qué (verbales, numéricos, viso-espaciales, etc.) los test de inteligencia predicen esa ele- valoran una misma inteligencia, es decir, vada serie de fenómenos sociales. Tanto esa capacidad mental general (g) que se in- los test de inteligencia como las situa- cluyen en la definición. ciones cotidianas que predicen, re- Cuando se mide la inteligencia con al- quieren el uso de una misma inteli- guna batería de evaluación, como el gencia, esa capacidad mental general (g) Wechsler, sobre una muestra que repre- contenida en la definición anterior. Esa senta a la población, se observa un hecho capacidad se exige en ambas clases de que sustancia empíricamente la definición situaciones. La inteligencia se puede va- de inteligencia: el rendimiento en los dis- lorar, igual que puede hacerse con la ca- tintos test de inteligencia se encuentra pacidad atlética, a través de una serie de fuertemente correlacionado, es decir, las pruebas formales. Si sometemos a una personas evaluadas se ordenan más o persona a una serie de pruebas depor- menos igual según su mayor o menor tivas, podremos predecir su estado de rendimiento en los diferentes test, a pesar forma en la vida cotidiana. Igual sucede de sus superficiales diferencias. Aunque con las pruebas contenidas en los test de puedan identificarse test verbales, percep- inteligencia (Colom, 2002, 2011). tivos, de memoria o de velocidad, los in- La inteligencia evaluada por los test de in- dividuos de mayor rendimiento en los ver- teligencia se encuentra influida por fac- bales propenden, generalmente, a tores genéticos y no genéticos. Sin em- presentar también un mayor rendimiento bargo, su contribución es dinámica, en los perceptivos, de memoria y de velo- cambiando con la edad. Al comienzo de cidad (Colom y Thompson, 2011). la vida ambos factores ejercen una in-

Inteligencia y creatividad 39 fluencia similar. Sin embargo, a medida rizados ha permitido demostrar que la que se va creciendo, los factores gené- evidencia disponible a nivel conductual ticos cobran un creciente protagonismo, (psicológico) posee un fuerte correlato reduciéndose, lógicamente, la influencia en el cerebro humano. Karama et al. de los no genéticos, especialmente el am- (2011) estudiaron las relaciones de las di- biente familiar. Por tanto, en la edad ferencias de inteligencia con el grosor adulta, son los factores genéticos los prin- cortical en una muestra representativa cipales –aunque no únicos– responsables de la población de niños y adolescentes. de las diferencias de inteligencia que se La inteligencia verbal y viso-espacial pre- pueden observar (Haworth et al., 2009). sentaron numerosos correlatos con el Las diferencias genéticas que nos separan grosor cortical. Sin embargo, cuando se a unos de otros son relevantes para com- eliminó el factor común a ambos tipos prender nuestras diferencias intelectuales, de inteligencia (g) las correlaciones con pero no constituyen toda la historia que el grosor cortical desaparecieron. La va- resulta de interés. Thompson et al. (2001) riabilidad en el rendimiento verbal y no compararon las diferencias de microes- verbal que no tiene que ver con la capa- tructura cerebral de personas con distinto cidad general (g) recogida en la defini- grado de parentesco, comprobando que ción de inteligencia, no se relaciona con se reducían a medida que aumentaba el las diferencias de grosor cortical. parentesco. No obstante, ni siquiera en gemelos idénticos se observó una iden- Las evidencias obtenidas con pacientes tidad en esa microestructura. Por tanto, son consistentes con la teoría de que la factores de corte no genético deben tam- inteligencia humana se encuentra espe- bién operar. cialmente asociada a las regiones fron- tales y parietales (Jung y Haier, 2007; De hecho, el cerebro cambia con la acti- Colom et al., 2009, 2010; Colom y vidad cognitiva, como han demostrado Thompson, 2011). Tanto Gläscher et al. recientemente, por ejemplo, Colom et al. (2010) como Barbey et al. (en prensa) (2011) en respuesta a un exigente video- han encontrado, estudiando a muestras juego. Estos autores observaron que tanto relativamente numerosas de pacientes, la materia gris como la materia blanca que los daños en determinadas regiones modifican su estructura después de frontoparietales, así como sus cone- cuatro intensas semanas de práctica con xiones, producen un efecto significativo un videojuego basado en la resolución de sobre el rendimiento intelectual. puzzles de naturaleza abstracta, verbal, numérica y viso-espacial. Concretamente, En suma, en efecto, la inteligencia se los cambios resultaron especialmente sig- puede definir, también puede medirse, nificativos en regiones de los lóbulos fron- es altamente estable durante el ciclo tales y parietales habitualmente vincu- vital, se encuentra influida por el geno- ladas a la inteligencia. tipo, especialmente en la edad adulta, y su exploración biológica subraya la rele- El análisis del sustrato biológico de la in- vancia de las regiones frontales y parie- teligencia valorada por los test estanda- tales del cerebro. Creatividad y neurociencia cognitiva 40

Inteligencia y creatividad beneficie más de ellas que la gente menos inteligente”. JP. Guilford (1967) es uno de los primeros científicos que estudió formalmente la Esta clase de problemas vinculados a la creatividad. Según su concepción teórica, medida de la creatividad aqueja también, la creatividad –a la que él denominó pro- como es natural, a la investigación de su ducción divergente– formaba parte de la base biológica. En una exhaustiva revisión estructura del intelecto humano, junto con de 45 estudios de neuroimagen, publi- la cognición, la memoria, la producción cada por Arden et al. (2010), se concluye convergente y la valoración. Basándose en que existe una extraordinaria inconsis- su modelo, Guilford desarrolló una serie de tencia en los resultados observados. pruebas estandarizadas para evaluar la pro- Según su valoración general, se requiere ducción divergente, pruebas que han ins- un mayor consenso sobre el mejor modo pirado a una gran parte de los intentos de medir la conducta creativa, una mejora posteriores de medir la creatividad. en las propiedades psicométricas de las medidas estandarizadas de creatividad. En 2005, Kim publicó un metaanálisis sobre las relaciones de la inteligencia con En concreto, Arden et al. (2010) sostienen la creatividad, encontrando una correla- que es necesario responder al menos a ción de 0,17, significativa estadística- siete preguntas: mente pero de tamaño reducido. Según 1. ¿Es general la creatividad? él, por tanto, la relación es demasiado 2. ¿Se puede medir con fiabilidad? débil como para considerarse relevante en la práctica. Sin embargo, el análisis de 3. ¿Se puede mejorar la validez discrimi- Kim (2005) no es particularmente sólido. nante de las medidas de creatividad? Como él mismo reconoce, sus evidencias 4. ¿Se puede mejorar la validez ecológica poseen una “escasa generalidad”. de las medidas criterio asociadas a la En 2011, Nusbaum y Silvia publicaron un creatividad? artículo en el que cuestionaron la conclu- 5. ¿Cuál es la etiología de la creatividad? sión de Kim (2005), demostrando que la relación de la inteligencia con la creati- 6. ¿Se puede aumentar el tamaño de las vidad es bastante mayor. Según estos au- muestras de participantes analizadas? tores, las evidencias previas adolecen de 7. ¿Puede mejorarse la comparación entre graves problemas a la hora de medir la los distintos estudios? creatividad. Cuando se corrigen estos pro- Estas preguntas hace tiempo que tienen blemas, la relación alcanza valores de co- respuesta en la investigación de la base rrelación superiores a 0,4. biológica de la inteligencia, pero no su- ¿Por qué debería relacionarse significati- cede lo mismo en el caso de la creati- vamente la inteligencia con la creatividad? vidad. En tanto no se hallen respuestas Según Nusbaum y Silvia (2011), “el ca- mínimamente satisfactorias, puede ca- rácter abstracto de las estrategias que recer de sentido seguir invirtiendo es- promueven la respuesta creativa hace más fuerzo en la neurociencia de la creati- probable que la gente más inteligente se vidad. Inteligencia y creatividad 41

En principio, la neuroimagen puede con- vidad, entendida de esta manera, pueda tribuir a responder preguntas como las si- valorarse con medidas estandarizadas simi- guientes: lares a las pruebas de inteligencia. Lo que • ¿Es la creatividad dominio del hemis- quizá pueda lograrse es valorar determi- ferio derecho? nados factores que pueden encontrarse asociadas a la creatividad –como la origi- • ¿Exige la creatividad una excelente co- nalidad o la fluidez–, pero de ahí al pro- nectividad entre distintas regiones cere- ducto socialmente valorado como creativo brales? media, quizá, un largo camino. • ¿Es la persona creativa más eficiente a Es en principio posible que con la creati- nivel cerebral? vidad suceda algo similar a lo comentado • ¿Requiere la creatividad situaciones de en la introducción con respecto a la verda- bajo arousal o escaso control frontal? dera eminencia, a la excelencia. Sobresalir en alguno de los factores asociados a las Pero, como se ha comentado, responder primeras fases de la creatividad puede no estas preguntas exige mejorar la calidad ser preludio, en absoluto, de una futura cre- psicométrica de las medidas de creati- atividad en el sentido robusto del término. vidad. El test desarrollado por el equipo del profesor Javier Corbalán, de la Sea como fuere, no tenemos reservas Universidad de Murcia, puede ser un sig- sobre el hecho de que más y mejor inves- nificativo avance en este sentido tigación logrará darnos, más tarde o más (Corbalán et al., 2003). temprano, valiosas respuestas sobre la creatividad, su base biológica y sus rela- ciones con la inteligencia. Conclusión Los científicos han discutido extensamente Bibliografía recomendada sobre las relaciones de la inteligencia con Arden R, Chávez RS, Grazioplene R, Jung RE. la creatividad. Aunque pioneros como Neuroimaging creativity: A psychometric view. Guilford han considerado que la creati- Behavioural Brain Research 2010; 214:143-56. vidad cae dentro del dominio de la inteli- Barbey AK, Colom R, Solomon J, Krueger F, gencia, no hay unanimidad (Kim, 2005). Forbes C, Grafman J (In Press). An integrative ar- chitecture for general intelligence and executive Los estudios formales sobre la creatividad function revealed by lesion mapping. Brain. adolecen de graves problemas metodoló- Colom R. En los límites de la inteligencia. ¿Es gicos, como han señalado, por ejemplo, el ingrediente del éxito en la vida? Madrid: Nusbaum y Silvia (2011) o Arden et al. Pirámide, 2002. (2010). Solucionar estos problemas es Colom R. Psicología de las diferencias indivi- fundamental para avanzar, no solamente duales. Teoría y práctica. Madrid: Pirámide, en la neurociencia de la creatividad. 2011. Nosotros pensamos que la inteligencia es Colom R, Haier RJ, Head K, Álvarez-Linera J, Quiroga M.ª A, Shih PC, Jung RE. Gray matter necesaria, pero no suficiente, para alcanzar correlates of fluid, crystallized, and spatial in- productos creativos socialmente valorados telligence: Testing the P-FIT model. Intelligence como tales. No está claro que la creati- 2009; 37:124-35.

Creatividad y neurociencia cognitiva 42

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What we know about creativity from the neuroscience perspective Dr. Andreas Fink

It is commonly believed that the ability to means of psychometric tests. According to think creatively is advantageous in a variety Guilford (1950), creative people might be of areas of our everyday life and many pe- characterized by ideational fluency (i.e., ople may thus agree with Simonton (2000) large quantity of ideas), novelty (or unique- that creativity is “… a good attribute for ness/originality) of ideas, or the ability to people to possess…” (p. 151). Creativity, think flexibly (i.e., the ability to produce dif- which is defined as the ability to produce ferent types of ideas). Stimulated by work that is novel (original, unique), useful Guilford’s work many creativity measures and generative (e.g., Sternberg & Lubart, have been developed and empirically 1996) appears to be crucial in culture, tested, among the most prominent being science and education as well as in the Mednick’s Remote Associates Test (RAT; economical or industrial domain. People at Mednick, 1962), the Torrance Tests of work are required to produce novel and in- Creative Thinking (TTCT; Torrance, 1966) novative ideas. Pedagogues and teachers or the divergent production test by instruct their students to produce creative Guilford (1967). The availability of creati- work or achievements. Similarly, in cons- vity measures has in turn stimulated scien- tructing buildings, furnishing work places tific research activities in several scientific or homes, or even in creating our outfit disciplines and, in the meanwhile, creati- (e.g., clothes or hairstyle) we rely on crea- vity has been addressed from a variety of tivity-related skills. However, even though perspectives: It has, for instance, been stu- the striking role of creativity in these areas died in the cognitive sciences (Ward, appears to be out of debate, its scientific 2007), in pedagogy or in the educational understanding lags behind. In fact, creati- domain (Sawyer, 2006) and most recently vity has (unlike intelligence) long been also in the field of neurosciences (e.g., viewed as an unsearchable trait and empi- Bowden & Jung-Beeman, 2007; Dietrich, rical studies on this topic were extremely 2004; Fink et al., 2007; Kounios et al., scarce. In 1950 Guilford’s seminal address 2006). In this talk it is attempted to show at the American Psychological Association how neuroscientific methods can improve (APA) has brought about a rebound in this our understanding of this extremely impor- research field. His most influential contri- tant research topic that has been neglected bution to this research field was presu- for a relatively long period of time. mably in a conceptual as well as in a psy- Together with cognitive sciences (e.g., chometrical sense, inasmuch as he Ward, 2007), psychometric approaches specified several characteristics of creative (e.g., Plucker & Renzulli, 1999) and rese- people that can also be measured by arch on insightful problem solving (Jung-

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Beeman et al., 2004), neuroscientific stu- being of particular relevance in highly cre- dies have –as is nicely illustrated in Bowden ative individuals. According to current et al., (2005)– contributed to demystify in- models in this field, creativity is known as sightful (i.e., the “AHA” experience; cf. being closely related to intrinsic motiva- Bowden et al., 2005; Jung-Beeman et al., tion (Collins & Amabile, 1999). Intrinsic 2004) or creative problem solving that has motivation is conceptualized as the moti- long been grounded solely on anecdotal vation of a person to engage in a certain reports. activity for its own sake, because he or she perceives the activity as interesting, Definitions and key satisfying or challenging (Collins & Amabile, 1999, p. 299). Creativity is also characteristics of creativity believed to be a function of relevant do- As briefly mentioned above, Guilford’s main-specific knowledge or the level of (1950) characterization of creative people expertise in a certain area (Simonton, in his presidential address at the American 2000; Ward, 2007). Relevant research Psychological Association has been very moreover suggests that creativity is asso- influential in this field and has stimulated ciated with intelligence and with certain various research activities in this nascent personality traits. Research on personality field. Guilford characterized creative pe- correlates of creativity has been carried ople amongst other things as exhibiting a out in many different domains. For ins- high sensitivity to problems. While some tance, in one of the first studies in this people see that problems exist or see that field, MacKinnon (1965) focused on per- a situation must be improved or made sonality characteristics in architects of var- more effective, others do not. Also, idea- ying levels of creativity. MacKinnon’s work tional fluency or the ability to produce a has stimulated much research in this area large number of ideas within a certain pe- and in the meanwhile relevant studies in riod of time could be considered as an im- this field have provided evidence of a re- portant characteristic of creative people. latively stable set of core dimensions as Creative people are also more likely to re- being characteristic for highly creative in- organize or to redefine an existing pro- dividuals. Among the most important blem. In addition, originality and the abi- ones are “high valuation of aesthetic qua- lity to produce a wide range of different lities in experience, broad interests, attrac- types of ideas (i.e., flexibility of thinking) tion to complexity, high energy, indepen- are important ingredients of creativity. dence of judgment, autonomy, intuition, Finally, Guilford also refers to processes self-confidence, ability to resolve antino- such as evaluation or the judgment of the mies or to accommodate apparently op- usefulness/appropriateness of the creative posite or conflicting traits in one’s self product/ creative idea as being essential concept, and finally, a firm sense of self components of creativity. as ‘creative’” (Barron & Harrington, 1981, Meanwhile, relevant empirical studies in p. 453). the field of creativity have reliably identi- Within the artistic creativity domain, fied a stable set of core characteristics as highly creative individuals such as artists

What we know about creativity from the neuroscience perspective 45 or dancers have been characterized of some features of schizophrenia (e.g. amongst others as being more creative, positive symptoms such as unusual per- introverted, comparatively high on emo- ceptual experiences or magical beliefs) are tionality or neuroticism, more open to ex- associated with higher levels of creativity periences and strongly achievement- or (e.g. Nelson & Rawlings, 2010; see also performance-oriented (e.g. Alter, 1984; Claridge & Blakey, 2009). Bakker, 1991; Haller, 2010; Marchant- In order to provide an explanation for the Haycox & Wilson, 1992; Rubinstein & presumed link between creativity and psy- Strul, 2006). Similarly, in Feist’s (1998) chopathology it has been assumed that comprehensive meta-analytic review of li- both variables share some common terature on personality in scientific and ar- mental processes such as reduced cogni- tistic creativity, creative people are “… re- tive inhibition, flat associative gradients or gardless of which measure or reduced latent inhibition, which refers to was used to assess personality and crea- the capacity of the brain to screen events tivity … more autonomous, introverted, that were previously experienced as irre- open to experiences, norm-doubting, self- levant from conscious awareness (see e.g. confident, self-accepting, driven, ambi- Carson et al., 2003; Eysenck, 1995; Keefe tious, dominant, hostile, and impulsive” & Magaro, 1980; Martindale, 1999; (p. 299). Nelson & Rawlings, 2010). Such mental In this context, it also appears worthy to processes or characteristics of thinking note that there are many illustrative may be prevalent in psychotic-prone indi- examples of eminent creative people who viduals as well. Eysenck (1995) for ins- suffer (ed) from serious mental disorders tance referred to concepts such as “ove- leading some authors to conclude that rinclusiveness” of thinking or “allusive” “… madness may be the price for posses- thinking as being characteristic for both sing one of the most sublime human psychotic-prone and creative people. Such gifts” (Barrantes-Vidal, 2004, p. 59). Such concepts originate in the idea of broader illustrative examples have experienced and more flexible associative networks in some support by scientific-empirical re- both psychotic (mainly schizophrenic) and ports. The current scientific understanding creative individuals. Accordingly, both psy- of the relationship between creativity and chotic-prone and creative individuals are “madness” converges in the view that supposed to include much more stimuli only mild forms of psychopathology (such or categories in their mental processes as soft manifestations of schizophrenia; than less creative people do which could cf. Barrantes-Vidal, 2004) are related to a be also seen as some kind of breakdown heightened level of creativity. Relevant of filter mechanisms (which are respon- studies in this field consistently reveal evi- sible for inhibiting irrelevant stimuli in dence that schizophrenics perform worse order to facilitate efficient information than healthy controls in a broad range of processing; cf. Eysenck, 1995). different creativity-related tasks (Abraham In a recent study of our laboratory we in- et al., 2007; Rubinstein, 2008; Weiss et al., vestigated the relationship between crea- 2004, 2006) but, however, the presence tivity, personality, latent inhibition (LI) and

Creatividad y neurociencia cognitiva 46 psychopathology (Fink et al., 2011b). For low number of studies which focused on this purpose, a creative sample of actors creativity, and in particular on neuronal (n = 17), two clinical samples of partici- correlates of creativity. This might be due pants (13 alcohol and 18 poly drug depen- to at least two important problems. dents), and a group of university students Perhaps the most important one could be (control group, n = 21) were compared presumed in the fact that creativity is not with respect to psychometrically deter- easy to measure (as compared with other mined creativity, personality and LI. The re- mental ability constructs such as intelli- sults suggest that the group of actors and gence). Also, participants need to be cre- the clinical sample of poly drug depen- ative in an EEG cabin or lying supine in dents can be characterized a) by high the noisy fMRI scanner. This is the reason scores in the personality dimension psycho- why studies in this field are needed to de- ticism, b) high originality during creative compose the complex construct of crea- idea generation (Alternative Uses task), and tivity into comparatively simple type of c) decreased latent inhibition as compared tasks or processes that resemble “real- with the other groups. On the basis of life” creative achievements to the best these findings, we may conclude that possible extent. some personality and cognitive traits may In our EEG studies on creativity we mea- be quite similar between creative people sure brain activity while participants work and people suffering from (mild forms of) on different, comparatively simple crea- mental disorders, among the most impor- tive idea generation tasks (for overview tant ones are the personality dimension see Fink et al., 2007). Specifically, partici- psychoticisim and the cognitive inhibitory pants are presented verbal problems such mechanism latent inhibition. Accordingly, as “A light in the darkness” and they are highly creative individuals and people suf- instructed to produce as many and as ori- fering from mental illness “appear to be ginal solutions to this situation as pos- characterized in part by the ability to per- sible. In the utopian situations task parti- ceive and describe what remains hidden cipants are instructed to put themselves from the view of others” (Carson et al., in a given situation such as “Imagine there 2003, p. 499). Though the reported fin- were a creeping plant rising up to the sky. dings certainly await replication in more What would await you at the end of the powerful samples of participants they may plant?” They are required to produce as nevertheless be helpful in stimulating the original ideas to this task as possible. And generation of new hypotheses in this field. in the classic Alternative Uses (AU) task, participants have to name original uses of conventional, everyday objects. In all of Potential brain mechanisms these tasks, participants are instructed to underlying creativity generate as creative and as original res- In evaluating scientific literature in the ponses as possible and task performance field of creativity, it is striking that com- is quantified by means of ideational pared with other scientific topics such as fluency, flexibility and originality. Fluency intelligence there is only a comparatively refers to the ability to produce a large What we know about creativity from the neuroscience perspective 47 number of ideas within a certain period pect to alpha activity were found (cf. Fink of time. Flexibility is the ability to produce et al., 2009a). a broad range of ideas or different types The findings reported so far may reveal of ideas. And originality refers to the de- some important insights into potential gree of novelty of ideas which we mea- brain correlates of creativity but one sure by means of external ratings. might also criticize that the observed fin- How is creative idea generation reflected dings are of limited relevance, especially at the level of EEG brain activity? Or in in view of the fact that we have analyzed other words, which EEG brain correlates brain states of creativity only during per- are associated with the generation of ori- formance of comparatively simple tasks; ginal ideas? Two findings appear to be es- in addition, in most studies university stu- pecially worthy to note in this context: dents were tested. In another study of our First, creative idea generation has been lab (Fink et al., 2009b) we investigated observed to be generally associated with brain activity in a more creativity-related a comparatively strong level of alpha ac- domain or during the performance of tivity in frontal regions of the brain (Fink more complex, creativity-related tasks. Specifically, we investigated EEG alpha ac- & Neubauer, 2006). And second, higher tivity in professional dancers who had a original (as opposed to less original) ideas high level of expertise in ballet or modern were associated with stronger alpha acti- dance. This group was compared with a vity in centroparietal and (to some minor group of beginners who had only basic extent also in anteriofrontal) regions of experience in dancing and completed no the brain (Fink & Neubauer, 2006). comprehensive training in this domain. The prominent role of posterior parietal The EEG was recorded during the perfor- brain regions in creative idea generation mance of two different dance imagina- becomes most apparent when people of tion tasks which considerably differed varying creativity level are compared with with respect to their creativity-related de- each other (see Fink et al., 2009a). Based mands. In the dance improvisation task, on the originality of ideas participants participants were instructed to imagine a gave during performance of the classic al- dance which should be as unique, original ternative uses test, which is known as a or creative as possible. Participants were fairly good measure of creativity, the total instructed to let their minds free wander sample of participants was divided into a and to think of possible dances no one lower originality and into a higher origi- else would think of. Unlike this, in the nality group. As can be seen in this Figure, task with lower creativity-related demands in those participants, who produced participants were asked to imagine dan- higher original ideas a comparatively cing the waltz, a common standard dance strong hemispheric asymmetry with more which involves a sequence of monoto- alpha activity in the right than in the left nous steps or movements. Participants hemisphere was observed, while in those were required to do only the basic steps participants who produced less original of the waltz, they were not allowed to ideas no hemispheric differences with res- perform any other variations. In addition,

Creatividad y neurociencia cognitiva 48 brain activity was also measured during prising in view of the fact that frontal performance of the classic Alternative brain regions are involved in a variety of Uses test. processes such as attention or working The Fink et al. (2009b) study revealed no memory that might also play an impor- significant group differences in brain ac- tant role in creative cognition (Arden et tivity during performance of the waltz al., 2010; Dietrich, 2004; Dietrich & task, but both groups showed signifi- Kanso, 2010). But the findings of the re- cantly different patterns of alpha activity viewed studies appear to be very difficult during performance of the dance impro- to interpret, because the studies used visation task. As shown in this Figure, the quite different experimental tasks which group of beginners can be characterized were associated with activations in quite by a comparatively weak and topograp- different regions of the prefrontal cortex. hically less clear pattern of alpha activity. In a recent fMRI study of our lab (Fink et The group of professional dancers, in con- al., 2010), we –as we did in our EEG stu- trast, exhibited a topographically much dies– employed the classic Alternative more distinct pattern of alpha activity Uses task in which participants were ins- with a comparatively strong level of alpha tructed to name original uses of conven- activity in parietal and occipital regions of tional everyday objects such as “tin”, the brain. In addition, we also observed “pen” or an “umbrella”. In another con- significant group differences in brain ac- dition they had to name typical attributes tivity during performance of the classic of conventional objects (such as “shoes” Alternative Uses task. Specifically, profes- or a “coat hook”). Perhaps the most im- sional dancers showed stronger alpha ac- portant finding of this study was that the tivity in posterior (i.e. centroparietal, pa- generation of alternative uses was asso- rietotemporal and parietooccipital) brain ciated with comparatively strong deacti- regions than the group of novices did. vations of right parietal brain regions, es- Professional dancers generally showed a pecially in the right angular gyrus (Fink et diffuse and topographically widespread al., 2010). pattern of alpha synchronization, while in Taken together, existing fMRI findings in the group of novices alpha synchroniza- this field indicate that creative cognition tion is considerably higher in frontal than is associated with activation in a wides- in posterior brain areas (Fink et al., pread neural network of frontal and pa- 2009b). rietal brain regions which are known as Now we are also interested to see how important components of processes such the observed EEG findings are related to as attention, working memory and se- creative brain states observed with func- mantic information processing (for review tional magnetic resonance imaging see Arden et al., 2010; Dietrich & Kanso, (fMRI). As shown in a recent review by 2010). Most of the studies in this field re- Arden and co-workers (2010), relevant port activation in prefrontal brain regions. studies in this field reveal evidence that As already mentioned, this finding does prefrontal regions seem to have a special not seem surprising in view of the fact role in creativity. This does not seem sur- that frontal brain regions are involved in

What we know about creativity from the neuroscience perspective 49 a variety of processes such as attention or cation, pedagogy, science, etc.), working memory that might also play an research in this field has also addressed the important role in creative cognition. Even question as to how creativity-related skills more interesting is the finding that crea- can be improved effectively. This has been tive cognition appears to be associated realized from different perspectives: with deactivations in (right) temporo-pa- Krampen (1997), for instance, reports evi- rietal brain regions. Such findings have dence that systematic relaxation exercises been observed during musical improvisa- were effective in enhancing creative cog- tion (Berkowitz & Ansari, 2010), during nition in children and in elderly people. creative idea generation (Fink et al., Similarly, So and Orme-Johnson (2001) ob- 2009a) and creative story generation served beneficial effects of transcendental (Howard-Jones et al., 2005), likewise du- meditation techniques on cognition (inclu- ring designing new pens (Kowatari et al., ding creativity) in adolescent school chil- 2009). Though the observed deactivations dren. From a more cognitive perspective, in right temporo-parietal brain regions re- there are also techniques which aim at im- main difficult to interpret, there may be proving creativity-related skills by providing at least three different possible explana- specific problem solving strategies or by ac- tions. First, deactivation of parietal brain tivating existing knowledge (see Hany, regions, especially deactivation of the an- 2001). In addition to this, neuroscientific gular gyrus –which has a specific role in studies in this research field also suggest arithmetic fact retrieval– could be indica- that positive affect or humor might be fa- tive of some kind of inhibition of retrieval vorable in the generation of novel, creative of prevalent, automatically activated ideas. Positive affect is usually induced by knowledge from memory in order to fa- giving small, unanticipated gifts to partici- cilitate the generation of novel, original pants or by requesting them to watch ideas. Second, regions of the parietal funny cartoons or films. Highly relevant li- cortex are associated with the allocation terature in this field of research (Ashby et of attentional resources to memory re- al., 1999) suggests that positive affect has trieval, which may be important in crea- a beneficial influence on cognition and cre- tive cognition (cf. Cabeza et al., 2008). ative problem solving (e.g., cognitive flexi- And third, suppressed activity in right bility, verbal fluency, flexibility in thinking, temporo-parietal brain regions might be breadth of attentional selection etc. cf. also indicative of a more focused state of Ashby et al., 1999; Rowe et al., 2007). This internal attention that is less likely dis- effect has been explained by referring to turbed by interfering, task-irrelevant sti- increased dopamine levels of the brain (i.e., muli (cf. Corbetta et al., 2008). stimulation of the reward centers of the brain). Recent neuroimaging studies sup- port this view. For instance, in using fMRI, Can creative thinking be Mobbs et al. (2003) recently report evi- trained effectively? dence that humor in response to funny Given the immanence of creativity in se- cartoons appears to modulate (along with veral areas of our everyday life (e.g., in edu- regions of the cerebral cortex) sub-cortical

Creatividad y neurociencia cognitiva 50 brain regions that are associated with the empirical evidence that when people are dopaminergic reward centers of the brain confronted with ideas of others, individual (such as the ventral tegmental area or the creative achievement increases. In this con- nucleus accumbens; cf. Mobbs et al., text, Dugosh and Paulus (2005; cf. also 2003). The effects of humor (typically in- Dugosh et al., 2000) report exciting empi- duced by funny movies, pictures or car- rical findings whereupon the number of toons) and the comprehension of puns or generated unique ideas may be enhanced jokes are also seen in close relation to brain through the exposure of ideas (provided activity in the right hemisphere (Coulson & that the individuals actively attend to the Williams, 2005) which likewise plays a cru- presented ideas; cf. also Paulus & Yang, cial role in creative thinking (Bowden et al., 2000). 2005; Jung-Beeman, 2005). In recent studies of our laboratory (Fink et The findings briefly reported so far provide al., 2010, 2011a) we addressed the rese- some evidence that creativity (or in a bro- arch question as to how creative idea ge- ader sense cognition, respectively) can be neration can be improved effectively by improved by positive affect or techniques means of short-term creativity interven- such as transcendental meditation or rela- tions and whether any training effects are xation exercises. However, the vast majo- also reflected at the level of the brain. rity of training procedures that are re- Participants were instructed to generate ported in relevant literature were designed creative ideas to given verbal problems to improve the ability to think divergently and they were cognitively stimulated via (i.e., the ability to produce a broad range the exposure to ideas produced by other of different ideas to a given stimulus). people. As it is the case in classic group- Scott et al. (2004a) recently report a meta- based brainstorming techniques (Osborn, analysis (including 70 studies) on the effi- 1957), each single idea or solution a cacy of such trainings and observed an person generates to a specific problem overall effect size of Cohen’s ∆ = 0.64 (cf. may stimulate new ideas or solutions in also Hany, 2001; Lipsey & Wilson, 1993; others. As mentioned above, relevant li- Rose & Lin, 1984). Additional analyses terature from the behavioral or cognitive (Scott et al., 2004b) revealed that more creativity research tradition suggests that cognitive oriented training procedures creative performance increases as a result proved to be particularly effective, whe- of such idea sharing or idea exchange reas other commonly applied techniques processes (Dugosh et al., 2000; Dugosh such as imagery training turned out to be & Paulus, 2005; Paulus & Brown, 2007; less effective. Relevant literature in this Paulus & Nijstad, 2003). The Fink et al. field of research also suggests that crea- (2011a) study was specifically designed to tive cognition might be improved by investigate the neurophysiological effects means of cognitive stimulation (e.g., of cognitive stimulation on creative idea Dugosh et al., 2000). This could be rea- generation by stimulating participants lized, for instance, by means of divergent with ideas of varying originality. thinking exercises (Coskun, 2005). In ad- Participants were requested to generate dition to this, there is also highly relevant alternative uses of conventional everyday

What we know about creativity from the neuroscience perspective 51 objects (AU task) subsequent to a short milar vein, Paulus and Brown (2007) refer cognitive stimulation intervention in to behavioral findings whereupon the ex- which they were confronted with ideas of posure to other people’s ideas may also other people, as they were obtained in a have distracting or inhibiting effects on pre-experimental pilot study. Similarly to the generation of ideas (cf. also Nijstad & Dugosh and Paulus (2005) we stimulated Stroebe, 2006). For instance, when a our participants by common or modera- person is exposed to an idea to which she tely creative (STIM common) and highly or he knows little about, or to an idea original ideas (STIM original). In a control that has no relation to the semantic net- condition meaningless pseudowords were work of this person (as it was possibly the shown. In each experimental condition, case in the STIM original condition), idea participants had to respond as creatively generation would be less effective. and as originally as possible to the pre- And more importantly, effects of cogni- sented stimulus words. On the basis of tive stimulation were also apparent at the existing behavioral research (e.g., Dugosh level of the brain. As the findings of the & Paulus, 2005) we expect better perfor- Fink et al. (2011a) study suggest, tem- mance when participants are cognitively poro-parietal brain regions (primarily stimulated via the exposure to other pe- right-hemispheric) appear to be particu- ople’s ideas (as opposed to the exposure larly sensitive to cognitive stimulation. to pseudowords). And more importantly, Specifically, when STIM Common and the these performance increases should be control condition are contrasted to each also reflected in changes of functional other, we observed activation in the left patterns of brain activity. Based on the fin- superior frontal gyrus and in the left dings reported in Fink et al. (2009a, middle temporal gyrus. The picture was 2010), we might assume temporo-pa- completely different in the right hemisp- rietal brain regions (primarily in the right here. Here the STIM common condition hemisphere) as being particularly sensitive was associated with less activation in su- to cognitive stimulation. perior parietal brain regions and in the in- The results of this study suggest that only ferior temporal lobe. The findings may in- cognitive stimulation via common or mo- dicate that cognitive stimulation via derately creative ideas (and not via highly relevant memory cues results in a state of original ideas) was effective in improving heightened focused attention to memory creativity. Dugosh and Paulus (2005) also that facilitates efficient retrieval and re- report evidence that shared or common combination of existing knowledge. information may have a greater associa- tive strength. According to the authors, common ideas are often accompanied by Concluding remarks positive affective reactions and are (as op- Neuroscientific studies on creative cogni- posed to unique information) more likely tion have revealed valuable insights into to be discussed and remembered, thereby potential brain mechanisms underlying dif- increasing their associative strength (cf. ferent facets of creative cognition. For ins- Dugosh & Paulus, 2005, p. 319). In a si- tance, research has shown that brain ac- Creatividad y neurociencia cognitiva 52 tivity in response to more divergent or cre- related demands in a series of studies. ativity-related tasks (such as responding Specifically, on the basis of existing evi- creatively to hypothetical or utopian situa- dence on the relationship between EEG tions) differ from brain activity patterns alpha activity and creative cognition it can during the performance of more conver- be concluded that EEG alpha activity va- gent or intelligence-related tasks (such as ries as a function of the creative demands completing given word ends or mental of a task (the more creative a task the

arithmetic; Fink et al., 2006, 2007; Goel & ^ ^ higher the level of alpha activity; Fink et Vartanian, 2005; Jausovec & Jausovec, al., 2007), as a function of originality 2000; Mölle et al., 1999; Razumnikova, (higher originality is accompanied by more 2000). Studies on creative cognition have alpha; Fink & Neubauer, 2006; Grabner et also yielded evidence that brain states ac- al., 2007) or subjective experience of in- companying highly original ideas differ sight (more alpha in insight vs. non-insight from those observed during the produc- solutions; Jung-Beeman et al., 2004) and tion of less original, conventional ideas (as as a function of an individuals’ creativity determined by external or subjective ra- level (more alpha in higher creative indivi- tings; Fink & Neubauer, 2006; Grabner et duals; Fink et al., 2009a; Jau`s´ovec, 2000; al., 2007; cf. also research on the subjec- Martindale & Hines, 1975). Alpha synch- tive experience of “AHA!”, Jung-Beeman ronization has traditionally been consi- et al., 2004). From an individual diffe- dered as a functional correlate of cortical rences perspective we could –in continua- idling, presumably reflecting a reduced tion to our work on neural efficiency state of active information processing in (Neubauer et al., 2002, 2005)– also de- the underlying neuronal networks monstrate that the production of original (Pfurtscheller et al., 1996). However, in the ideas seems to be moderated by partici- meanwhile more and more studies sug- pants’ sex and intelligence level (Fink & gest that synchronization of alpha activity Neubauer, 2006) and by individual diffe- does not merely reflect cortical deactiva- rences in the personality dimension extra- tion or cortical idling (a highly readable re- version-introversion (Fink & Neubauer, view on this topic is given in Klimesch et 2008). Finally, research in this field also al., 2007). In fact, alpha synchronization suggests that creative cognition can be im- appears to be especially relevant during in- proved effectively by means of compute- ternal processing demands, for instance rized divergent thinking exercises when participants are required to hold in- (Benedek et al., 2006) or via the exposure to other people’s ideas (Fink et al., 2010, formation temporarily in mind; see 2011a). Most interestingly, performance Sauseng et al., 2005). Along these lines, increases were also apparent at the level the diffuse and topographically less clear of the brain (Fink et al., 2006; 2010, pattern of alpha synchronization in poste- 2011a). rior parietal brain regions, which we have repeatedly observed in our studies on cre- It appears to be worthy to note that EEG ative cognition (e.g., Fink et al., 2007, activity in the alpha frequency band has 2009a,b), could reflect the absence of sti- proven to be fairly sensitive to creativity- mulus-driven, external bottom-up stimu-

What we know about creativity from the neuroscience perspective 53 lation and, thus, a form of top-down ac- pens, respectively (for a recent EEG study tivity (cf. von Stein & Sarnthein, 2000) or on dance improvisation see Fink et al., a state of heightened internal attention fa- 2009b). On the other hand, however, it cilitating the (re-)combination of semantic has also been argued that the employed information that is normally distantly re- tasks might be too complex, and thus do lated. not allow to link the evidence with single definable neurocognitive processes (e.g., Though the findings summarized in this Dietrich & Kanso, 2010). That is, the neu- chapter may uncover some brain correlates roscientific research on creativity might also underlying creative cognition, some impor- benefit from the employment of simpler tant issues are still unresolved. First and fo- tasks and paradigms, which can more ea- remost, the employed creativity tasks used sily be related to well-established concepts in neuroscientific studies on creative cog- of cognitive neuroscience such as atten- nition are essentially basic types of tasks, tion, memory, or cognitive control. This ap- which had to be modified in order to be proach would thus not make the attempt reasonably applicable in EEG or fMRI me- to study creativity as a unitary construct, asurements. In this particular context it can but to study relevant aspects of it, thereby be argued that the employed tasks are too trying to promote neurocognitive theories simple in order to be generalizable to “real- of creativity. life” creative achievements. The difficulty of operationalizing creativity in neuroscien- Perhaps the most important benefit of the tific studies of creative cognition is additio- summarized research on creative cogni- nally complicated by the fact that partici- tion is that it may also entail some rele- pants (unlike to their natural environment) vant practical implications. The work pre- are required to be creative while they are sented in this chapter does not only reveal mounted with an electrode cap sitting in a some valuable brain correlates underlying shielded EEG cabin or lying supine in the creative cognition, it moreover suggests fMRI scanner. Thus, future neuroscientific that at least some facets of creative cog- research on creativity may not only be cha- nition can be trained or stimulated effec- llenged by the investigation of brain acti- tively und that the effects of such inter- vity in tasks with valid psychometric pro- ventions are also observable at the level perties (Arden et al., 2010), but also in of the brain. This could be viewed as a more complex, ecologically valid “real-life” highly promising objective in the field of creativity tasks. Promising examples for this cognition inasmuch as relevant research exciting new research line are, just to illus- does not only focus on describing the trate the possible range of thinkable future status quo of an individual in a particular directions, the studies of Berkowitz and variable of interest (such as intelligence or Ansari (2010), Bhattacharya and Petsche creativity) but also adopts a dynamic view (2005) or Kowatari et al., (2009), who ex- of cognition that incorporates the crucial tended neuroscientific research to the do- importance of learning or training in the main of artistic creativity including the course of expertise acquisition in a parti- study of brain activity during musical im- cular cognitive domain. Meanwhile, neu- provisation, visual art or designing new roscientific studies have accumulated a Creatividad y neurociencia cognitiva 54 large body of empirical evidence substan- Ashby FG, Isen AM, Turken AU. A neuropsy- tiating this view. 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The dual relation between art and the brain Dr. Ivar Hagendoorn

Introduction tention grabbing events. Experimental psychologists have documented a stea- In their book Philosophical Foundations of Neuroscience, Bennett and Hacker (2003) dily growing list of cognitive biases, from remind us that it is the person and not the anchoring to loss aversion and from brain who thinks, feels, judges, interprets, hindsight bias to cognitive dissonance, analyses, decides and so on. Similarly, it is which affect how we perceive the world the person and not the brain who creates and act in the world. and appreciates art. One does not like These cognitive biases affect how we per- chocolate because of some neurons firing ceive, interpret and judge works of art. in the posterior ventral pallidum. One likes They may also find their way into works it because it has a particular balance of of art, either because, like most people, sweetness and bitterness. One does not artists are unaware of the implicit dispo- enjoy a comedy because of increased ac- sitions and preconceptions that bias their tivity in some part of the brain, but be- thinking, or because they deliberately ex- cause it is funny. Invoking one’s brain does ploit a particular cognitive bias or percep- not add any relevant information. tual tendency. This process, whereby sti- As Bennett and Hacker write, it is the muli are designed to achieve a specific task of neuroscience to establish matters effect, entails a feedback loop between of fact concerning the structure and art and the brain. operation of the nervous system. Knowledge of the neural basis of percep- Cognitive neuroscience seeks to explain tion, attention, cognition and emotion “the neural conditions that make [our] may therefore enhance our understan- perceptual, cognitive, cogitative, affec- tive and volitional functions possible” ding of art. It may enable artists to better (Bennett and Hacker, 2003: 1 and 114). achieve a desired effect and it may enable The same neural conditions that make audiences to see through and appreciate our perceptual, cognitive, cogitative and how they are manipulated. It may also affective capacities possible also cons- inspire a critical reading of the arts and of train and bias our capacities in syste- the relationship between art and cogni- matic ways. For instance, there is a limit tion. Conversely, a close examination of to the number of objects that one can si- works of art and of the multiple ways ar- multaneously attend to and when one’s tists manipulate their material and thereby attention is consumed by a demanding the audience may tell us more about the task one may fail to notice otherwise at- workings of the brain. Creatividad y neurociencia cognitiva 60

Implicit and explicit rules trees and poles sprouting from the sub- ject’s head and you should move in close In his Lectures on Aesthetics Wittgenstein and fill the frame with the subject, thus remarks that art and aesthetic judgement, eliminating any background distractions. like language, are governed by implicit The compositional guidelines that you can and explicit rules. He gives the example of find in photography manuals and that a tailor, who “learns how long a coat is you learn about in a photography course to be, how wide the sleeves must be, etc. are all explicit rules that you may choose He learns rules –he is drilled– as in music to apply when making a photo. you are drilled in harmony and counter- point” (Wittgenstein, 1966: 5)1. The cus- Some of these explicit rules aim to ove- tomer who judges the coat when it is fi- rride a natural tendency, that is, an implicit nished is also guided by rules in his or her rule, which people automatically adopt aesthetic judgement. When trying on a when taking a photo. Many people tend new coat he or she might comment that to place the subject in the middle of the the sleeves are of unequal length or that frame, which can make a picture static the buttons are positioned unevenly. and less interesting. Photography manuals therefore recommend the rule of thirds, a Wittgenstein’s example may seem a bit centuries old rule of thumb, which states stale, but if you were to browse your that you should imagine breaking up the photo album you might notice various picture area into three parts, both horizon- patterns in the photos you take. You tally and vertically, and position the main might notice that you always keep the subject along the lines or at the intersec- horizon straight or that, when taking a tions. Today, most digital cameras come portrait, you always make sure never to with a tic-tac-toe grid in the viewfinder or cut off part of the person’s head. And so, on the LCD display, making it even easier without knowing it, your photos are to compose pictures using the rule of guided by various implicit rules. Some of thirds, as long as you know what that grid these rules you may have learnt when you is for, of course. got your first camera and showed off your photos to your parents. They may have Contrary to Wittgenstein, who was ada- taught you to hold the camera straight mant that “aesthetic questions have not- and to keep it still while you take a photo hing to do with psychological experi- as they were once taught themselves. ments” (Wittgenstein, 1966: 17), I believe that some of the rules people use when In the early days of mass photography exercising aesthetic judgement, whether consumer cameras used to come with a consciously or unconsciously and whether manual explaining how to make a good photo. When making a portrait you in making or appreciating art, have their should check the surrounding area for roots in human psychology. There is a re- ason that a cluttered background tends to be distracting while a plain background 1 It is should be pointed out that these lectures come emphasizes the subject. There is a reason to us in the form of notes taken by some of the that balance and unity are pleasing to the students who attended the lectures at Cambridge University in the summer of 1938. eye and that natural lines can strengthen The dual relation between art and the brain 61 the composition. As a matter of fact, For a long time the thesis put forth by Lévi- Wittgenstein admits so much when he re- Strauss remained a theoretical possibility, marks that, “if you haven’t learnt but in recent years significant advances Harmony and haven’t a good ear, you have been made in our understanding of may nevertheless detect any disharmony human brain function and so we are now in a sequence of chords” (idem: 5). In his in a position to examine how properties of lectures he did not, however, expand the brain translate into the implicit rules upon this observation, which today is one that govern cultural production. of the principal research paradigms in the Accordingly, in principle all of cognitive cognitive neuroscience of music (e.g. neuroscience is relevant to aesthetics Koelsch and Siebel, 2005). (Hagendoorn, 2011, 2012). In fact, I The French anthropologist Claude Lévi- would go so far as to claim that neuroi- Strauss was one of the first to claim that maging studies that seek to establish the social institutions and cultural artefacts neural correlates of aesthetic judgement are a concrete manifestation of the in- are the least relevant, as they offer little, trinsic capacities of the human mind and if any, insight into the structure of art. their substrate in the brain. They make Neuroimaging studies won’t tell us anyt- that only some and not all possible struc- hing about the compositional principles tures emerge. Throughout his work one that define a fugue. To this end one can find assertions to this effect. As he would have to study the music, not the writes in Structural Anthropology: listener’s response to it. “Even if social phenomena must be An example of how one might relate a fun- provisionally isolated and treated as if damental aspect of the nervous system to they belonged to a specific level, we artistic creation is the aforementioned ten- know very well that –de facto and dency to centre a subject in one’s field of even de jure– the emergence of cul- view. The fovea is the part of the retina with ture remains a mystery to man. It will the highest acuity. When looking at an so remain as long as he does not suc- image the eyes will move across the image ceed in determining, on the biological to bring the fovea to bear on regions of in- level, the modifications in the struc- terest. Looking ahead is the most comfor- ture and functioning of the brain, of table position for the head to be in. It is also which culture was at once the natural the best starting position for shifting one’s result and the social mode of appre- gaze since the average distance to either hension. At the same time, culture side is the smallest. And so, when looking created the intersubjective milieu in- at something people tend to position them- dispensable for the occurrence of selves such that the object is in the middle transformations, both anatomical and of their field of view. In a museum people physiological, but which can be will stop in front of a painting, not two or neither defined nor studied with sole three and a half meters to the left or the reference to the individual” right and if it is crowded they will wait until (Lévi-Strauss, 1983: 14). they can shuffle right in front of the pain- Creatividad y neurociencia cognitiva 62 ting. In a theatre the seats in the middle background of a circular metal structure. tend to offer the best sight lines. The circular structure frames his head, Just as people will hold an object in front which is also almost in the middle of the of their eyes in order to examine it, they photo. Another photo by Anton Corbijn will frame the object so that it is in the shows the German singer/songwriter centre of the frame when taking a photo- Herbert Grönemeyer against the back- graph of it. When addressing an audience ground of a landscape, his head at the most speakers will implicitly assume the au- crossing of two roads. Of course, each of dience’s perspective and take centre stage these photos can also be read at a metap- (unless they are giving a PowerPoint pre- horical level. The composition of both sentation and don’t want to block the view photos is simple, but it works and it works of the screen, which is usually and not because it emphasizes a natural tendency coincidentally positioned on the middle of of the perceptual system. the wall). It is therefore no accident that in a theatre much of the action on stage Conclusion takes place around the centre. I don’t believe there is anything contro- Since people automatically move their versial about the claim that a work of art, eyes to a region of interest the present ac- or indeed any object or event, can pro- count also explains why placing the sub- duce a variety of effects. Music, when ject off-centre makes an image interes- played too loud, may cause hearing da- ting. It invites the viewer to scan the mage and as a form of physical exercise image for the main subject. A photo by dancing has various health benefits. The Dutch photographer Anton Corbijn enti- effects that I am interested in are related tled Nicolas Cage, Santa Monica (1990) to the object’s aesthetic properties and to shows the backs of two middle-aged the aesthetic experience that results from men, one of whom is squatting and the observing the object. If we were to put wooden columns of a pier. Somewhere to this into a diagram it would look like this: the right one can detect Nicolas Cage. His X à Y, with X the work of art and Y the figure only occupies about 5% of the effects it produces. Since we are inte- photo surface. The viewer who reads the rested in the effects that occur when X is title will scan the photo to look for Nicolas observed we need to add an intermediate Cage and thus spend much more time stage between X and Y to represent the with the photo than he would if it were fact that the transformation from cause just a portrait. to effect is mediated: X à ¢ àY. In this Many photography manuals will tell you diagram the black box stands for the that placing the subject in the middle of mind and brain. the frame will make the photo look ordi- There are now two arrows in our schema, nary. However, by emphasizing the centre two arrows that connect the artwork and it becomes a vortex that attracts the gaze the effects it produces. This raises an im- of the viewer. Another photo by Anton portant question. If we take Y as the effect, Corbijn shows Nicolas Cage against the within the language of cause and effect, The dual relation between art and the brain 63 are we to take X as the cause and the pro- creation of a work of art using the same cesses in the black box as the function that formula as before: Z à ¢ à X. transforms the causes into an effect or are If we combine the two diagrams the chain these processes the cause that the X pro- from raw material to aesthetic experience duces the effect it does? This question looks like this: Z à ¢ à X à ¢ àY. As goes to the heart of neuroaesthetics. you can see the mind/brain occurs twice in We commonly attribute the reason why this schema: as the mediation between the we like or dislike something to the ob- raw material and the work of art and as the ject and not to a brain process. We mediation between the work of art and the enjoy a piece of chocolate because of its aesthetic experience of the observer. flavour, not because of something hap- Artists are, of course, observers of their own pening in our brain. However, occasio- work. An artist will continue adjusting a nally you may not be in the mood for work until it has the properties he or she Tom Waits or György Ligeti and instead wants it to have and until it produces the prefer something undemanding and so- effects he or she wants it to produce. An othing. In fact, you may not be in the author will reread his novel and delete a mood for any music or indeed anything passage here and rewrite a passage there at all and just wish to go to bed early. until it says what he wants to say. A painter You may have a headache; you may be will step back from his painting and add a slightly irritable because of a cold or be- touch of yellow here and a swirl of black cause a project did not go as planned. there until it pleases him. A dancer and a You may also be tired after a long day violin player will continue rehearsing until at the office and fail to understand the they are confident that whatever they are complex visual metaphors in the theatre performing is right. This process of adjust- performance you attend at night. All of ment is set against the backdrop of the this can be traced back to the workings brain processes involved in perception, at- of the brain. So in this sense the black tention, emotion and cognition. What I am box that mediates X and Y does bias the therefore proposing is that there is an equi- outcome regardless of the input. valence relation, or rather a feedback pro- A work of art is itself a product of the raw cess, between the aesthetic properties an material that serves as input. An artist artist seeks to realize in his or her work and might build an installation out of drift- the resulting aesthetic experience. wood, scrap metal and rubber tyres. A In my research I try to explicate the pro- conceptual artist might denote an cesses in the black box and to explain everyday object a readymade. A com- how these processes feed back into the poser will choose whether to create a structure of a work of art (Hagendoorn, string quartet, a piano solo or a symp- 2011, 2012). This still leaves a lot to be hony and so on. If we were to represent explained. But perhaps what cannot be this in a diagram it would look something explained and what resists explanation is like this: Z à X. In fact, since art is a pro- what makes a work of art into a great duct of the mind, we could represent the work of art. Creatividad y neurociencia cognitiva 64

References Koelsch S, Siebel WA. Towards a neural basis of music perception. Trends in Cognitive Bennett MR, Hacker PMS. Philosophical Sciences 2005; 9(12):578-84. Foundations of Neuroscience. Oxford: Blackwell Publishing, 2003. Lévi-Strauss C. Structural Anthropology. Hagendoorn IG. Dance, choreography and Transl. M. Layton. Chicago: University of the brain. In D. Melcher and F. Bacci [Eds.], Chicago Press, 1983; vol. 2. Art and the Senses. Oxford: Oxford Wittgenstein L. Lectures and Conversations University Press, 2011; 499-514. on Aesthetics, Psychology, and Religious Hagendoorn IG. Dance, Aesthetics and the Belief. C. Barrett [Ed.]. Oxford: Basil Brain 2012 (forthcoming). Blackwell, 1966.

Las bases neurobiológicas de la percepción artística Dr. Luis Miguel Martínez Otero

Resumen trabajo de un pintor no es muy diferente al de un neurocientífico. En muchos as- Hace poco más de 50 años, el 7 de mayo pectos es más lo que los une que lo que de 1959, el científico y novelista britá- los separa. Así, desde hace miles de nico Charles Percy Snow generó un aca- años, los pintores tratan de generar en lorado debate con su conferencia titu- un soporte bidimensional y estático, lada, Las dos culturas y la revolución como una pared de roca o un lienzo, científica, en la que se lamentaba del imágenes que se asemejen a su expe- creciente abismo que separa a los inte- riencia perceptiva, rica y compleja, del lectuales “humanistas” de los “cientí- mundo en el que viven. Para ello cons- ficos”. Lord Snow pensaba que la actual truyen un lenguaje personal, con su evolución divergente entre “ciencia” y propia gramática basada en una combi- “arte” ha terminado por romper todos nación más o menos complicada de pa- los puentes de comunicación entre estas trones y formas, de colores y luminancia. “dos culturas”, impidiendo “de facto” Los neurocientíficos, por su parte, toman la resolución de los problemas del el camino inverso e intentan averiguar mundo. La oposición a esta visión catas- cuáles son las reglas, la gramática in- trofista de la cultura ha llegado hasta terna, que permite al cerebro reconstruir nuestros días, a pesar de que sería in- “una realidad subjetiva” del mundo vi- genuo no reconocer que cada vez se sual que nos rodea. Para ello el cerebro, ajusta más a la realidad. La frase “lo como el pintor, se basa únicamente en siento, es que soy de letras”, que utilizan una sucesión de imágenes bidimensio- sin pudor muchos intelectuales “huma- nales que se proyectan de forma con- nistas” cuando se les confronta con tinua sobre nuestras retinas, como si cuestiones mínimamente cuantitativas, estas fuesen una especie de lienzo. es complemento perfecto para la cre- Pintor y neurocientífico, arte y ciencia, ciente despreocupación por las humani- parecen estar así mirándose a un espejo dades en los currículos formativos de la imaginario, complementándose al tratar mayoría de las carreras científicas. Y lo de comprender cómo vemos, mientras más doloroso de esta fractura es que, en exploran las reglas de la perspectiva, el muchos casos, lo que se está separando color, la forma, el movimiento, el con- son campos del saber tan íntimamente traste, etc. relacionados entre sí que comparten el objeto de su estudio, aunque, eso sí, se Hoy, una nueva generación de neuro- diferencien de manera notable en la me- científicos da los primeros pasos para re- todología que emplean. Por ejemplo, el construir los viejos puentes de comuni-

Creatividad y neurociencia cognitiva 66 cación entre ciencia y arte escudriñando a reconstruir la imagen de un puzzle or- las obras de pintores y artistas de todos denando de forma correcta sus compo- los tiempos en busca de claves sobre la nentes individuales. Y no lo es por varias percepción visual que, de otra forma, razones. Fundamentalmente, porque tardarían años, cuando no siglos, en ser una escena visual refleja en nuestras re- redescubiertas por la ciencia. En este ar- tinas una imagen bidimensional y su re- tículo he seleccionado algunas obras de construcción en tres dimensiones plantea arte y movimientos que nos han ayu- infinitas soluciones desde un punto de dado a descubrir y resolver cuestiones re- vista matemático, como sabe cualquier levantes sobre percepción y, de forma estudiante de diseño. Y, también, porque más general, sobre cómo funciona el ce- nuestro cerebro es un órgano bastante rebro. A fin de cuentas, y como decía lento en relación con el ritmo al que se Leonardo da Vinci, “el ojo recibe de la producen cambios en nuestro entorno y, belleza pintada el mismo placer que de para colmo, muy “caro” metabólica- la belleza real”. mente (aunque sólo representa el 2% de la masa corporal, consume el 20% de la Introducción energía necesaria para sustentar nuestro organismo). En consecuencia, la mayor Ver es extremadamente importante para parte de la información que llega a nues- nosotros los humanos. Somos animales tras retinas no puede ser procesada en fundamentalmente visuales y, por ello, tiempo real y ha de ser filtrada, porque no es extraño que dediquemos más del no tendríamos ni los recursos ni el 50% de los recursos de nuestra corteza tiempo necesario para analizarla toda. Lo cerebral a realizar una tarea extraordina- que realmente hacemos al explorar una riamente compleja: crear, en tiempo real, imagen es, primero, extraer sólo la infor- una representación interna del mundo mación más relevante para nuestro com- exterior que pueda ser utilizada por otras portamiento; y, segundo, realizar una es- partes del cerebro para guiar nuestro timación de lo que estamos viendo, comportamiento. La pregunta obvia es “rellenando” literalmente la información ¿cómo lo hacemos?, ¿cómo vemos? Esta que falta, en función de nuestra expe- cuestión ha intrigado a generaciones de riencia previa y nuestro conocimiento neurocientíficos y ha producido, además sobre las propiedades físicas de los ob- de ingentes cantidades de publicaciones jetos que nos rodean (figura 1). especializadas, seis premios Nobel. Sin embargo, es una pregunta para la que Ver es, por lo tanto, una tarea realmente seguimos sin encontrar una respuesta sa- complicada. “Extraer” la información rele- tisfactoria. La razón fundamental radica vante de una escena y “rellenar” o “re- en el hecho de que ver no consiste sim- crear” la no analizada son procesos que plemente en una transmisión pasiva de han de aprenderse a lo largo de los pri- imágenes. Ver se parece más a un pro- meros años de nuestra vida. Al igual que ceso de resolución de problemas. Y el aprendemos a hablar o a caminar. Para problema a resolver por el cerebro no es ello, nuestro cerebro ha desarrollado me- trivial, como lo sería si fuese equivalente canismos, reglas y estrategias que se han

Las bases neurobiológicas de la percepción artística 67

Ilusión de la Efecto neón Extensión todos los elementos necesarios para ex- acuarela del color plicar cómo el cerebro reconstruye una imagen interna del mundo que nos rodea, en definitiva, cómo ve.

Figura 1. Nuestro cerebro escoge siempre la explica- Las claves ción más probable, sencilla y económica para inter- pretar una imagen visual. En el caso de la ilusión de la No es mi intención realizar una descripción acuarela, el cerebro rellena el interior de la figura con exhaustiva del sistema visual de nuestro el mismo color, amarillo, que aparece tapizando la cara cerebro, ni tampoco de las claves sobre su interna del borde azul. En realidad el interior de la fi- gura es del mismo tono blanco que el resto del folio. funcionamiento, que hemos ido descu- El efecto neón consiste en que el color de las cruces, briendo a lo largo de décadas de trabajo rojo y azul, se extiende en el espacio dando la impre- sión de que son en realidad círculos transparentes con en el laboratorio y siglos de producción ar- tonalidad parecida a las luces de neón. El color azul tística. Hay al menos tres revisiones re- claro que parece rellenar de forma homogénea la es- cientes, de los doctores Margaret trella de la derecha en realidad tiene una forma mucho más irregular. Ilusiones visuales como estas demues- Livingstone y Patrick Cavanagh de la tran que el cerebro no analiza exhaustivamente las Universidad de Harvard, y Vilayanur imágenes visuales, sino que las interpreta a partir de unos pocos datos cuidadosamente seleccionados. Los Ramachandran de la Universidad de artistas en general, y los pintores en particular, han uti- California, que resumen de forma exce- lizado estrategias como las que se muestran en esta lente muchos de los puntos de vista que figura durante siglos, anticipándose mucho al redes- cubrimiento científico de estos fenómenos. Estas ilu- expongo en este trabajo. Pretendo, tan siones están basadas en el trabajo de los neurocientí- sólo, utilizar unos pocos ejemplos esco- ficos Baingio Pinna y Lothar Spillman. (Recreación de gidos que ilustran nuestra hipótesis de LMM a partir de http://www.scholarpedia.org/ar- ticle/Watercolor_illusion). partida sobre los paralelismos entre la pro- ducción artística y el sistema visual, sobre ido optimizando a lo largo de la evolución. todo en lo que se refiere a la percepción Muchos neurocientíficos creemos que los de la forma, el color, la perspectiva y la es- artistas, tras años de ensayo y error, han tructura global de la escena. Para terminar, descubierto de forma intuitiva esas reglas, me gustaría proponer una explicación fun- esa lógica interna del cerebro, y las utilizan cional para el significado biológico (que no para potenciar el impacto visual generado simbólico) del arte en general y su posible por su obra. Picasso decía que “el arte es evolución futura. la mentira que explica la verdad”, en rea- lidad, esta frase podría generalizarse al La forma decir que “la percepción visual es la men- El primer ejemplo es el más sencillo e tira que explica la verdad física de nuestro ilustra la que probablemente haya sido la entorno”. Lo atractivo de esta hipótesis es primera clave sobre el funcionamiento de que convertiría a los 40.000 años de his- la percepción visual que hemos descu- toria de la pintura en una suerte de piedra bierto, tanto los artistas en su obra como de Rosetta en la que podemos encontrar, los científicos en el laboratorio; aunque, en forma de complejas combinaciones de eso sí, los segundos hemos tardado patrones y formas, luminancia y color, 40.000 años más que los primeros. Los Creatividad y neurociencia cognitiva 68 primeros artistas, aquellos que pintaron es- nancia, la cantidad de luz que emiten los cenas de caza y cuerpos de animales en objetos, cambia localmente de forma sú- las paredes de cuevas como las de bita. Esto se produce fundamentalmente Altamira, ya se dieron cuenta de que basta en los contornos, o bordes, de los objetos. con dibujar los “bordes” de un objeto Así, en un primer paso, podemos decir para generar una percepción muy vívida que la retina transforma toda imagen en de él. Esto es posible porque la estructura un dibujo de líneas simples (figura 2). centro-periferia antagónica de los campos receptores de las células de la retina les A lo largo de los siglos, los artistas han des- permite detectar fundamentalmente las cubierto también que estos dibujos o bo- zonas de una imagen en las que la lumi- cetos básicos pueden ser, y de hecho suelen

Figura 2. Los campos receptores centro-periferia de la retina transforman toda imagen, como la de la izquierda, en un dibujo de contornos, como el de la derecha. (Foto original de LMM). ser, más poderosos perceptualmente que más redundantes y, por lo tanto, menos in- una reproducción fiel de la imagen original. formativas. Pero, ¿por qué?, ¿por qué una imagen que Nosotros hemos plan- proporciona menos información visual teado una explicación puede ser más sugerente que otra más rica alternativa, aunque no en detalle? Patrick Cavanagh, Vilayanur mutuamente exclu- Ramachandran y otros autores sugieren yente, por lo que que esto es así porque los recursos cere- ambas podrían fácil- brales son limitados y, por lo tanto, no po- mente coexistir. Como demos prestar atención a todos los detalles expuse más arriba, lo visuales disponibles en una imagen com- Figura 3. Dibujo del que hacemos habi- pleja. Un dibujo como el de la figura 3 hace contorno de una mujer. (LMM inspi- tualmente al ver, al ex- que toda la atención se dirija a las partes rado en el dibujo plorar una imagen, es más relevantes de la imagen sin tener que Femme de Pablo procesar sólo una Picasso. http://www. competir con el procesamiento de otras globalgallery.com/ fracción muy pequeña zonas menos sugerentes o, simplemente, enlarge/43265/). de toda la informa-

Las bases neurobiológicas de la percepción artística 69 ción disponible. A partir de esa información menos desorganizado de líneas negras limitada, realizamos una estimación de lo sobre un fondo blanco. Sin embargo, en que estamos viendo y “rellenamos” de algunas de las posibles configuraciones se forma activa el resto de la imagen en fun- generan asociaciones muy poderosas, ción de nuestra experiencia previa y nuestro como la que sugiere el perfil de una mujer conocimiento del mundo. Para ello necesi- desnuda (la número 5). Al dejar tanto tamos generar asociaciones entre lo que re- margen de maniobra a la imaginación del almente vemos, que proporciona muy poca espectador, que ha de reconstruir la información, y nuestra idealización del ob- imagen mentalmente, este tipo de dibujos jeto representado en esos dibujos, que pueden ser incluso más sugerentes que los hemos almacenado previamente en modelos reales que los inspiran. Además, nuestra memoria. En la figura 4 pongo un no todas las asociaciones tienen el mismo ejemplo de cómo funcionaría esta pro- valor; a pesar de ser igual de evidente, el puesta. La información visual, el estímulo cactus con el que comienza la serie no al- que llega a nuestras retinas, es igual en canza el poder evocativo, y emotivo, de la todos los paneles, un conjunto más o mujer.

1) 2) 3)

4) 5)

Figura 4. Dibujo de contornos, serie. (LMM, el número 5 está inspirado en el dibujo Femme de Pablo Picasso. http://www.globalgallery.com/enlarge/43265/).

El color y la luminancia les permiten utilizar la preferencia de Margaret Livingstone en su libro Vision and nuestro cerebro por las diferencias en con- Art: the biology of seeing (Visión y Arte: la traste local para generar la sensación de tres biología de ver), expone de forma muy clara dimensiones en sus cuadros. Leonardo da cómo, sobre todo a partir del Renacimiento, Vinci, por ejemplo, se dio cuenta de que al los pintores han desarrollado técnicas que colocar colores de alta luminancia, que re- Creatividad y neurociencia cognitiva 70 flejan una gran cantidad de fotones, como Impresión, amanecer, que daría nombre al el color amarillo, al lado de otros de baja lu- movimiento impresionista (figura 5). minancia, como el azul, se generan zonas En este cuadro, el sol es muy brillante y pa- de alto contraste que transmiten la sensa- rece centellear de una forma muy peculiar ción de que las zonas de baja luminancia se en el cielo del amanecer. En el mundo real, encuentran más lejos en la escena visual. En el sol es mucho más brillante que el cielo ese mismo libro, la doctora Livingstone nos explica cómo los artistas también han des- que lo rodea, es decir, tiene una luminancia cubierto que pueden tratar color y lumi- mucho mayor. En la obra de Monet, el sol, nancia de forma independiente en sus a pesar de ser de un color distinto al del lienzos. Es posible, por lo tanto, plasmar en cielo, desprende la misma cantidad de luz, un cuadro una escena en la que exista con- por lo tanto es equiluminante y no se ve si traste entre los distintos colores, pero no di- se transforma el cuadro en una escala de ferencias en luminancia. Eso es exacta- grises, como ha demostrado reciente- mente lo que hizo Monet en su cuadro mente la doctora Livingstone (figura 5).

Figura 5. Impresión, amanecer. Obra de Claude Monet. A la derecha aparece la versión del cuadro en escala de grises. (Modificado de Livingstone. Vision and Art: the biology of seeing. New York, New York: Harry N. Abrams, 2002).

Es precisamente esa falta de contraste local en luminancia la que le da al cuadro todo su atractivo, como explico más abajo. Picasso decía que “los colores son sólo símbolos, la verdad se encuentra en la lu- minancia”. Color y luminancia pueden se- pararse artificialmente en un lienzo porque se procesan de forma segregada en nuestro cerebro. El sistema visual se puede dividir en dos vías principales que Figura 6. Organización funcional del sistema visual. (Imagen tomada de Kandel ER, Schwartz JH, Jessell se diferencian no sólo en su localización TM. Principles of Neural Science, 4th ed. New York: sino también en su función (figura 6). McGraw-Hill, 2000). Las bases neurobiológicas de la percepción artística 71

La parte más moderna en términos evo- Por lo tanto, el procesamiento visual en las lutivos, que compartimos tan sólo con los dos vías es muy diferente. Y muchos ar- otros , tiene su origen en las neu- tistas, sobre todo a partir del siglo XIX, lo ronas ganglionares parvocelulares de la han explotado de forma muy espectacular retina y discurre a lo largo de la zona ven- en su obra. Los impresionistas, por tral del cerebro en los lóbulos occipital y ejemplo, se dieron cuenta de que no im- temporal. Se le ha denominado la vía porta qué color se use para plasmar la di- Qué, porque la actividad en esta zona es ferencia en luminancia que, como ya la responsable de nuestro reconoci- hemos mencionado, transmite la informa- miento consciente de los objetos que ción básica de una escena. Estos artistas componen una escena visual. utilizaban en sus cuadros colores y cambios La otra vía principal del sistema visual en luminancia completamente irreales para tiene su origen en las células ganglio- generar sensaciones ilusorias de brillo, pro- nares magnocelulares de la retina y con- fundidad, movimiento, etc. Volviendo al tinúa dorsalmente en la corteza cerebral ejemplo del cuadro Impresión, amanecer, a través de los lóbulos occipital y parietal. de Monet (figura 5), el sol es equilumi- La profundidad, tres dimensiones, el mo- nante con el fondo; es decir, sólo lo “ve” vimiento global y relativo de la escena y la vía ventral sensible al color. La vía dorsal, también su organización son analizados responsable de la percepción de la locali- en esta vía, denominada por muchos au- zación espacial de los objetos, no lo ve tores la vía Dónde. Esta parte de nuestro (parte derecha de la figura 5) y, por lo sistema visual es la más antigua, la com- tanto, nuestro sistema visual comete partimos con todos los mamíferos y sólo errores al intentar establecer de forma pre- es sensible a los cambios en luminancia; cisa su posición, y eso hace que parezca sus componentes celulares son “ciegos” centellear en el cielo. al color. La vía dorsal es, además, más rá- La doctora Margaret Livingstone pone en pida, pero tiene una resolución espacial su libro otro ejemplo sobre el dominio que más pobre; el detalle fino de una imagen alcanzaron los impresionistas del color y la se analiza fundamentalmente en la vía luminancia. En sus series de cuadros sobre ventral. La Grenouillere (figura 7), Monet y Renoir

Figura 7. La Grenouillere. Renoir, cuadro de la izquierda. Monet, cuadro de la derecha. (Imágenes tomadas de http://www.metmuseum.org/toah/works-of-art/29.100.112 y http://0.tqn.com/d/arthistory/1/0/k/_/186583_02.jpg). Creatividad y neurociencia cognitiva 72 pintan simultáneamente el ambiente que hecho así, no habrían conseguido un se vivía en esa zona de descanso a las ori- efecto tan cautivador, pues la información llas del Sena. de alta frecuencia que proporcionan los Monet consigue captar la esencia del agua bordes definidos activa de forma prepon- del río, su textura y movimiento, mucho derante la vía ventral y habría dominado mejor que Renoir. Monet utiliza una se- sobre la percepción elusiva generada en cuencia de colores muy característica: la vía dorsal. negro, amarillo, blanco y azul. El blanco y Los cuadros de los impresionistas son el negro tienen mayor contraste de lumi- también tremendamente emotivos. Y re- nancia que el amarillo y el azul. El cerebro sulta sorprendente comprobar en muchos procesa estas diferencias en contraste a dis- de sus retratos que no precisamos recibir tintas velocidades, a distintos tiempos por una información muy detallada sobre la lo tanto, y esto se traduce en una ilusión expresión facial de un individuo para re- de movimiento. El neurocientífico Akiyoshi conocer, para sentir, su estado de ánimo; Kitaoka, ¡150 años más tarde!, descubrió si está triste o alegre, sorprendido o fu- de forma independiente el mismo fenó- rioso. En la vida real, somos capaces de meno y fue capaz de generar imágenes es- reconocer el estado de ánimo de nuestros táticas que producen poderosas ilusiones semejantes gracias a que el sistema visual visuales de movimiento combinando esos envía una copia de la información que mismos cuatro colores (figura 8). viaja por la vía dorsal a un núcleo pro- fundo del cerebro que se llama la amíg- dala. Este núcleo participa en el procesa- miento de las emociones y recibe fundamentalmente información visual de baja resolución (como los trazos gruesos de los impresionistas). La amígdala pro- cesa esa información tan rápido que po- demos sentir de forma inconsciente el es- tado de ánimo de nuestro interlocutor mucho antes incluso de reconocerlo y, por lo tanto, mucho antes de que hayamos analizado toda la información visual que Figura 8. Culebras, de Akiyoshi Kitaoka. (http:// nos proporciona su rostro. www.ritsumei.ac.jp/~akitaoka/index-e.html).

La perspectiva La intención de los impresionistas era captar la esencia misma de la imagen y Tal vez la propiedad de una escena visual descubrieron, además, que para lograrlo más difícil de transmitir en un lienzo es la debían difuminar los bordes, las formas sensación de tres dimensiones. Cualquier de los objetos, utilizando sus gruesas pin- amante del arte habrá notado que antes celadas, para quedarse sólo con la infor- del Renacimiento (al menos en el arte oc- mación de más baja frecuencia espacial, cidental) todos los cuadros parecen de menor resolución. Si no lo hubieran planos, sin fondo. Esto es evidente en Las bases neurobiológicas de la percepción artística 73 obras como la tabla de Sandro Botticelli depende de la distancia y posición relativa que lleva por título La Virgen escribiendo entre los distintos objetos de la escena y el Magnificat (figura 9). En otras culturas, el punto de fijación. Esta diferencia en la como por ejemplo en el arte religioso or- proyección retiniana entre objetos que se todoxo, esta carencia de profundidad se encuentran cerca y lejos permite al cerebro mantiene hasta bien avanzado el siglo XIX. percibir muy claramente profundidad en una escena real. Sin embargo, esta estra- tegia no puede ser aplicada en un lienzo bidimensional. Los pintores se aprovechan de otro tipo de estrategias, que se llaman monocu- lares, que el cerebro utiliza y que no ne- cesitan de la disparidad retiniana entre las imágenes de los dos ojos. Las estrategias monoculares son tan importantes que si contradicen a la información binocular normalmente priman sobre ella. La más obvia de estas estrategias es la oclusión, es decir, que los objetos que están más cerca de nosotros tapan a los que están Figura 9. La Virgen escribiendo el Magnificat, de Sandro Botticelli. (http://museodelarte.blogspot. más lejos (figura 9). Otra es la altura rela- com/2011/04/la-virgen-escribiendo-el-magnificat.html). tiva en el cuadro, los objetos lejanos están normalmente más altos en el campo vi- El cerebro utiliza distintas estrategias para sual. El tamaño relativo también juega un percibir profundidad en una escena visual. papel importante; si dos objetos son La más importante depende de la ligera iguales y uno está más lejos que otro, pa- diferencia espacial entre las imágenes que recerá más pequeño. Y, sobre todo, la alcanzan los dos ojos. Esas imágenes están perspectiva lineal, que surge cuando en desplazadas lateralmente unos 4 centíme- una imagen las líneas paralelas tienden a tros una con respecto a otra, debido a la converger en la distancia en uno o más separación en el plano horizontal de los puntos que se denominan puntos de fuga ojos en la cara. En consecuencia, los ob- (figura 10). Si se pinta una avenida de una jetos que se encuentran en la escena más gran ciudad, por ejemplo, cuanto más cerca de nosotros que el punto de fijación agudo es el ángulo de las líneas conver- visual, el punto al que estamos mirando gentes de las calles, más efecto tridimen- en cada momento, proyectan sobre re- sional produce. giones laterales de cada retina, mientras A fines del siglo XV, Leonardo da Vinci in- que los objetos que se encuentran más troduce la perspectiva del color, que se lejos proyectan sobre regiones mediales basa en el hecho de que el polvo y la hu- (más cerca de la nariz). Además, lo hacen medad de la atmósfera dispersan de con una disparidad, o diferencia relativa forma diferente la luz de longitud de entre las proyecciones a los dos ojos, que onda corta, azul, que la de longitud de Creatividad y neurociencia cognitiva 74

onda larga, roja. De esta forma se crea un contraste de color en el cuadro que au- menta la sensación de tres dimensiones. En esta época surge también la perspec- tiva ilusoria, el trompe-l'oeil, que se basa en las reglas de la perspectiva lineal, pero utilizando múltiples puntos de fuga, al- gunos situados incluso fuera del cuadro (figura 11). Sin embargo, el mayor salto cualitativo, el más interesante desde el punto de vista de un neurocientífico, se produce a partir del siglo XIX, con la irrupción del impresio- nismo y su uso conceptual del color. Monet, en su serie de cuadros sobre la ca- tedral de Rouen en distintas condiciones de iluminación (figura 12), demuestra de nuevo, claramente, que color y lumi- nancia se tratan en el cerebro de forma independiente. Nos enseña que es sufi- Figura 10. Pintura del Flat Iron Building, en el cruce de ciente el contraste en luminancia, inde- las avenidas Broadway y 5.ª, Manhattan, Nueva York. pendientemente del color con que se (LMM postal antigua). pintan los objetos, para generar la sensa- ción de tres dimensiones. Como mencionábamos anteriormente, los científicos ahora sabemos que esto es así porque esta información se procesa en la vía dorsal del cerebro, que es, esencial- mente, ciega al color. Los impresionistas co- menzaron a investigar de esta forma la es- tructura de la imagen y abrieron el camino para la llegada de los cubistas a principios del siglo XX, que revolucionan drástica- mente la forma de representar los objetos en el cuadro, al utilizar diferentes puntos de vista de forma simultánea (figura 13). El cubismo nos enseña que la perspectiva es un atributo local en una escena y que Figura 11. Ejemplo de trompe-l'oeil. Pere Borrell del nunca se procesa en el cerebro de forma Caso, Escapando de la crítica, 1874, col. Banco de España. (http://en.wikipedia.org/wiki/File:Escaping_cri global. Tal vez porque hacerlo de otro ticism_by_Caso.jpg). modo sería contraproducente, ya que nor- Las bases neurobiológicas de la percepción artística 75

Figura 12. Ejemplos de la serie la catedral de Rouen pintados a distintas horas del día y en distintas condiciones de iluminación. Obra de Claude Monet. [http://en.wikipedia.org/wiki/Rouen_Cathedral_(Monet)]. malmente estamos en continuo movi- cargada de analizar la identidad de los ob- miento, moviendo también nuestros ojos, jetos en una escena, son insensibles a cam- y al hacerlo cambiamos la vista relativa que bios en el tamaño del objeto, su orienta- en cada momento tenemos de cada ob- ción o su posición relativa. El cubismo nos jeto. Recientemente, se ha descubierto que permite predecir que, muy probablemente, las células de la corteza inferotemporal, si- serán también insensibles a cambios en su tuada al final de la vía visual ventral y en- perspectiva. Si esto fuese así, estas células

Figura 13. Muchacha con mandolina. Obra de Pablo Figura 14. Silla jardín de Luxemburgo. Obra de Picasso. (http://www.moma.org/explore/collection/ Hockney. (http://art-documents.tumblr.com/post/ index). 259290655/david-hockney-chair). Creatividad y neurociencia cognitiva 76 deberían activarse de forma más poderosa ciones de iluminación. En una de sus se- ante la visión “picassiana” de una Mu- ries más famosas plasma los pajares que chacha con mandolina (figura 13); o la más había detrás de su casa. Como la luz del reciente, y más drástica, representación de día cambiaba más rápido de lo que él múltiples perspectivas de forma simultánea podía pintar, trabajaba simultáneamente en el collage La silla jardín de Luxemburgo, en varios lienzos hasta completar un total de Hockney (figura 14). De nuevo, los ar- de 25 (figura 15). Su obsesión era tal que tistas van décadas por delante de los cien- en una ocasión escribió: “Quiero lo inal- tíficos y esta y otras predicciones que po- canzable. Otros artistas pintan un demos extraer de sus obras están todavía puente, una casa, un barco, y eso es el sin evaluar en experimentos en laboratorio. fin. Están acabados. Yo quiero pintar el aire que rodea el puente, la casa, el La estructura de la escena barco, la belleza del aire en el que estos Velázquez era un maestro definiendo el objetos están inmersos, y eso es prácti- espacio de una escena visual en sus cua- camente imposible.” dros. Pocos como él han sabido utilizar Esta obsesión por capturar la estructura de de forma tan eficaz la perspectiva aérea, la escena por representar lo intangible, el que combina la perspectiva lineal con la aire, el espacio entre los objetos más que perspectiva de color y la difuminación de los objetos en sí, no es exclusivo de los bordes de los objetos con la distancia, Monet, ni de los impresionistas, ni siquiera o perspectiva menguante, introducidas del arte occidental. En japonés existe in- ambas por Da Vinci. Las Meninas es un cluso una palabra, kagay, para representar claro ejemplo de este tipo de perspectiva, ese espacio, ese ente etéreo que da con- que, sin embargo, no abandona los pos- sistencia a una escena visual. En el año tulados más ortodoxos de ordenación es- 2002, Gert Van Tonder y sus colegas de la pacial. La heterodoxia en la composición Universidad de Kyoto publicaron un artí- comienza, nuevamente, con los trabajos culo en el que describían la estructura vi- de los primeros impresionistas. Monet, sual de un jardín japonés que se encuentra por ejemplo, quería capturar la influencia en el templo Ryoanji en Kyoto, y que fue de la luz en nuestra percepción de una creado alrededor del siglo XV (figura 16). escena. Solía pintar sistemáticamente los Este jardín, como muchos otros similares, mismos objetos bajo diferentes condi- sorprende por su apariencia abstracta, y la

Figura 15. Ejemplos de pajares. Obra de Claude Monet. [http://en.wikipedia.org/wiki/Haystacks_(Monet)]. Las bases neurobiológicas de la percepción artística 77

estudios se han realizado utilizando caras como estímulo test. Por ejemplo, a la hora de elegir la cara más atractiva entre un grupo de fotos que se nos presentan se- cuencialmente, nos quedaremos, en la mayoría de los casos, con la que muestre mayor simetría bilateral. Los científicos so- lemos explicar este fenómeno diciendo que las personas con mayor simetría son también más saludables, por lo que tienen una ventaja evolutiva. En el caso del jardín japonés esta explicación no sirve. En rea- lidad, lo que este jardín nos enseña es que el cerebro procesa mejor los estímulos vi- suales simétricos que los asimétricos, tiene Figura 16. Jardín zen del templo Ryoanji en Kyoto, preferencia por ellos, tanto en la vía ven- Japón. La imagen inferior muestra el análisis de la tral, donde se procesan las caras, como en simetría de los espacios vacíos del jardín y su rela- ción con el templo, cuya estructura principal está la vía dorsal, donde se procesa la estruc- marcada en rojo. Adaptado de Van Tonder y cola- tura global de la escena. Lo sorprendente boradores, 2002. (Van Tonder GJ, Lyons MJ & Ejima es darse cuenta de que el autor del jardín, Y. Visual structure of a Japanese Zen garden. Nature 2002; 419:359-60). un individuo que vivió hace unos 500 años, ya lo sabía. Ya había aprendido in- disposición dispersa y casi aleatoria de tuitivamente a utilizar esta propiedad bá- rocas y musgo en un rectángulo relleno de sica del funcionamiento del cerebro para gravilla. Estos autores, aplicando un mo- dotar de mayor belleza subjetiva a sus delo básico de análisis inspirado en el fun- composiciones. Es también interesante cionamiento de las vías de procesamiento pensar lo cerca que Claude Monet se visual en el cerebro, encontraron que el quedó de descubrirlo él mismo. En los úl- “espacio” aparentemente vacío del jardín timos años de su vida, y ya aquejado de está en realidad estructurado de forma im- múltiples problemas físicos, se embarcó en plícita y presenta una simetría casi per- su último proyecto, la representación de fecta, que se alinea críticamente, al milí- un jardín con un estanque de nenúfares y metro, con la arquitectura básica del un puente japonés. Uno se pregunta qué templo que tiene al lado. Este diseño es habría pasado si hubiese conocido el jardín invisible de forma consciente para el es- del templo Ryoanji en Kyoto. Para mí, y de pectador, sin embargo, proporciona al nuevo hablo como neurocientífico, el mo- jardín un atractivo visual inexplicable pero vimiento más interesante de todos es la muy poderoso. abstracción. Nuestro profundo desconoci- Hoy sabemos que el cerebro prefiere estí- miento de la base biológica, del sustrato mulos simétricos a estímulos asimétricos; cerebral, que subyace a su producción y los primeros siempre nos parecen más be- disfrute supone un desafío de lo más llos, más atractivos. La mayor parte de los atractivo para cualquier investigador del Creatividad y neurociencia cognitiva 78 sistema visual del cerebro. Yo creo que la El mensaje de la obra de Pollock es que clave que explica por qué los cuadros de para representar de verdad una escena vi- Rothko, Pollock, Teixidor, y muchos otros, sual, su estructura, para cumplir por fin el resultan tan poderosos visualmente es la viejo anhelo de Monet, se debe renunciar misma que está presente en el jardín ja- a plasmar los objetos que se encuentran ponés. El ejemplo de la obra de Pollock es en ella, de forma análoga a como los im- muy ilustrativo. Muchos críticos consi- presionistas se deshicieron de los bordes deran sus composiciones como marañas de alta frecuencia y disociaron la in- de líneas entrelazadas, como una “mera fluencia del color y la luminancia. Pollock explosión desorganizada de energía alea- se aprovecha de su conocimiento, implí- toria” (figura 17). Sin embargo, nada más cito e intuitivo, de cómo el cerebro pro- lejos de la realidad. Los cuadros de Pollock cesa en vías separadas los objetos y la es- tienen una estructura fractal. Una estruc- tructura de la escena para capturar la tura que es simétrica a distintas escalas es- esencia misma de esta última, su simetría. paciales, como han mostrado reciente- mente Taylor y colaboradores. Entonces, ¿qué es arte? Comenzaba diciendo que ver no consiste simplemente en transmitir imágenes. Que ver se parece más a un proceso de resolu- ción de problemas; y que nuestro cerebro ha evolucionado para utilizar una serie de estrategias que le permiten entender la rea- lidad. Los artistas en general, y los pintores en particular, tras años de ensayo y error, han descubierto de forma intuitiva esas es- trategias, esa lógica interna del cerebro, y las utilizan para potenciar el impacto visual generado por su obra. Por ejemplo, como explica Ramachandran en su libro A brief tour of human consciousness, cuando un artista pinta el retrato de una persona trata de capturar lo que en su rostro es único y lo diferencia de otra gente; lo exagera en el cuadro y produce una imagen que puede llegar a transmitir la percepción de esa per- sona de forma mucho más poderosa que el propio original. Es el principio de la cari- catura (figura 18). Ramachandran llama a este fenómeno peak shift o efecto pico, y cree que es un

Figura 17. Número 5. Obra de Jackson Pollock. componente universal del arte, que está [http://en.wikipedia.org/wiki/Number_5_(painting)]. presente en todas las épocas y culturas. Las bases neurobiológicas de la percepción artística 79

Figura 18. Fotografía y caricatura del jugador de fútbol Ronaldinho. (http://thegraymatters.aprendera pensar.net/2009/06/04/el-arte-no-es-morirte-de-frio/).

Ramachandran pone como ejemplo el caso de las figuras de bronce de la época Chola en la . Estas figuras representan una mujer con pechos y caderas grandes y cin- tura pequeña, adoptando poses imposibles para un hombre (figura 19). Es como si los artistas tomaran el cuerpo promedio de un hombre, se lo restaran al cuerpo promedio de una mujer y el resultado lo plasmaran en esas figuras. Al verlas es posible percibir inmediatamente la esencia sensual de la feminidad. Figura 19. Figura de bronce de la dinastía Chola. India, siglo XI. (http://thegraymatters.aprendera- pensar.net/2009/06/04/el-arte-no-es-morirte-de- Hay muchas otras claves visuales que frio/). hemos ido descubriendo a lo largo de los años, algunas de ellas han sido mencio- sombreado, o la distribución coherente de nadas en este texto. De modo general, lo la luminancia y el color, son opcionales en interesante para un neurocientífico es que un cuadro, como nos enseñan el cubismo esas claves, esa lógica interna del cerebro, y el impresionismo, y su alteración no hace su “física alternativa” en palabras de que este pierda, normalmente al contrario, Patrick Cavanagh, que se utilizan para su capacidad evocadora. apreciar un cuadro, se emplean también para percibir, de forma rápida y eficaz, el Es mucho lo que la neurociencia debe ya mundo real. Esta idea se puede validar ex- al arte y es posible que el futuro nos de- perimentalmente. Y eso es importante, ya pare todavía muchas sorpresas, sobre que la “física alternativa” del cerebro no todo si tendemos los puentes adecuados es realista y sus reglas son, por lo tanto, entre artistas y científicos. A cambio, a impredecibles. Así, los dictados de la física través de los descubrimientos científicos que rigen en una escena real, como por podemos empezar a responder a algunas ejemplo la perspectiva, la iluminación y el preguntas sobre el arte que nos han fas- Creatividad y neurociencia cognitiva 80 cinado durante milenios. ¿Podemos en- Una forma de conseguirlo podría ser aso- contrar un significado biológico al arte, ciar al acto último de reconocimiento vi- más allá de sus implicaciones simbólicas? sual con una recompensa en forma de ¿Puede cualquier imagen llegar a consi- placer. En las últimas décadas hemos des- derarse arte? ¿Por qué el arte nos pro- cubierto que el cerebro está, de hecho, duce placer? ¿Sentimos realmente una perfectamente diseñado para ello. La sen- necesidad física de producir arte?, ¿de ver sación de placer depende de la actividad arte? ver es en el fondo una actividad in- de unos mensajeros químicos, unos neu- telectual compleja y, como tal, tiene un rotransmisores denominados genérica- fin. Ver, nuestra visión consciente de una mente endorfinas, que son análogos de escena, culmina cuando la información los derivados del opio, como la morfina, que extrae nuestro sistema visual llega a cuyo principio activo se extrae de las ama- las zonas de asociación de la corteza tem- polas. Si representamos en un esquema poral y genera vínculos íntimos y precisos del cerebro dónde se localiza un tipo muy con la información que está almacenada particular de receptores específicos para en nuestra memoria. Al depender nuestra estos neurotransmisores, los receptores comprensión visual del mundo de nuestra mu, veremos que se distribuyen en un capacidad de generar asociaciones, ver se gradiente que incrementa su densidad a convierte en un proceso altamente crea- lo largo de la vía visual ventral, que es la tivo, muy costoso, y que, por lo tanto, ha responsable del reconocimiento de un ob- de primar sobre otros procesos cerebrales. jeto o una escena (figura 20).

Figura 20. Representación de las distintas áreas de la vía visual ventral. Los puntos representan la densidad de receptores mu-opioides. Adaptado de Biederman y Vessel. (Biederman I & Vessel. Perceptual pleasure and the brain. American Scientist 2006; 94:248-55).

Las bases neurobiológicas de la percepción artística 81

Esta distribución es muy difusa en las tido del funcionamiento de nuestro sis- áreas visuales primarias, donde se rea- tema visual. Si los movimientos más re- liza un análisis primitivo y local de la es- levantes en la historia de la pintura, cena en función de la orientación, tex- como el impresionismo, el cubismo o la tura y color de los contornos de los abstracción, todos se basan en alguna objetos. Las áreas intermedias de la vía propiedad funcional de nuestro sistema que integran información local para re- visual, en alguna de las estrategias que construir objetos individuales tienen un este utiliza para comprender el mundo, mayor número de receptores. Pero sólo ¿sería entonces posible predecir la pró- se alcanza su pico máximo de densidad xima tendencia?, ¿estará esta tendencia al final de la vía, en las zonas asociativas basada en otra propiedad del sistema vi- de la corteza temporal, donde esta in- sual todavía por descubrir?, ¿estará ba- formación visual sobre los objetos pre- sada en una propiedad ya descubierta sentes en la escena se relaciona con por los científicos pero todavía no explo- nuestra memoria. El arte, al utilizar es- tada plenamente por los artistas? Es di- trategias como las mencionadas ante- fícil predecir lo que nos depara el futuro riormente, maximiza la eficacia del pro- en cuestión de tendencias artísticas. Yo, ceso de generación de asociaciones en por si acaso, seguiré su evolución con la la corteza temporal. Y lo hace porque máxima atención. presenta sólo la información relevante de una escena, desprendiéndose de la Bibliografía recomendada superflua. Por ello, si ver produce placer, ver arte maximiza ese placer. Stendhal Biederman I, Vessel. Perceptual pleasure and the brain. American Scientist 2006; 94:248-55. lo experimentó en primera persona. En su viaje a Florencia, y tras visitar la ga- Cavanagh P. The artist as neuroscientist. Nature 2005; 434:301-7. lería de los Uffizi, que alberga una de las más importantes colecciones de arte del Livingstone MS. Vision and Art: The Biology of Seeing. New York, New York: Harry N. mundo, sufrió una fuerte conmoción, Abrams, 2002. con incremento de la frecuencia car- Pinna B. The neon color spreading and the diaca, mareos y alucinaciones. Muchos watercolor illusion: phenomenal links and de estos síntomas son comunes a una neural mechanisms. In Minati G. and Pessa sobredosis de opiáceos. Son los sín- E. (Eds.), Variety of complex systems beha- tomas que sufren cientos de visitantes viors, Proceedings of the third national de los Uffizi. Es el síndrome de Stendhal, Conference on systems science. New York: Kluwer Academic/Plenum Publishers, 2005; descrito a finales del siglo pasado por la 235-54. psiquiatra florentina Graziella Magherini Ramachandran VS. A Brief Tour of Human y que afecta también a personas que Consciousness: From Impostor Poodles to observan paisajes naturales de una be- Purple Numbers. New York: Pi Press, 2004. lleza abrumadora. Taylor RP, Micolich AP, Jonas D. Fractal analysis of Pollock’s drip paintings. Nature 1999; Arte, arte visual al menos, es, desde un 399:422. Van Tonder GJ, Lyons MJ, Ejima Y. punto de vista puramente biológico, (2002) Visual structure of a Japanese Zen todo aquello que saque el máximo par- garden. Nature 2002; 419:359-60.

Bases biológicas de la creatividad. El enfoque desde la neuroestética Dr. Marcos Nadal Roberts y D. Albert Flexas Oliver

Relaciones entre neuroestética Un poquito de historia y creatividad En la Grecia clásica, de donde nos llega la Es posible que a nadie le extrañe, intui- palabra aesthetica, que significa “sen- tivamente, que unamos las nociones de sible”, precisamente no existía ninguna “creatividad” y de “estética” (deja- palabra que significara crear ni que desig- remos lo de “neuro” para más ade- nara al creador. Lo más parecido era la pa- labra que significaba fabricar, pero no se lante) pretendiendo buscar las bases consideraba que los pintores y escultores biológicas de la primera con pistas ha- fabricaran nada, más bien su trabajo con- lladas en la otra. Sin embargo, son pro- sistía en imitar. En aquel entonces se pen- cesos distintos que, en principio, no saba que el arte debía consistir en la pro- tendrían por qué compartir nada. No es ducción de objetos con arreglo a difícil imaginar casos de actividades determinadas reglas con el fin de imitar creativas que nada tienen que ver con ciertos aspectos de la realidad. Así, es fácil la estética, como la creatividad cientí- entender que había poco lugar para la fica, ni ejemplos de actividades estéticas creatividad: seguir normas y copiar mo- que nada tienen que ver con la creati- delos es casi lo contrario de ser creativo. vidad, como la falsificación de obras de De hecho, no sólo era imposible la crea- arte. Por otro lado, generalmente la cre- tividad, sino que era indeseable: al artista atividad se tiende a concebir como un se le admiraba por su habilidad para pro- proceso de producción (la persona ducir obras guiándose por su conoci- crea), mientras que en el caso de la es- miento de una serie de normas y por su tética se tiende a concebir como un capacidad para aplicarlas. Ni se esperaba proceso de recepción (la persona per- ni se deseaba que el trabajo del artista cibe). Ni tan sólo en el caso de la crea- fuera original (Albert y Runco, 1999). tividad artística, en el que el nexo es La poesía constituía la única excepción a aparentemente más claro, existe una re- esta concepción general del arte y su mi- lación sólida entre creatividad y estética. sión. Los poetas sí fabricaban, y la palabra De hecho, el trabajo de los historiadores que se usaba para designarlos efectiva- ha demostrado que el vínculo entre la mente derivaba de la palabra que se re- creatividad, tal y como la entendemos fería al acto de fabricar. En este sentido, cuando pensamos en los grandes ge- los poetas eran aquellos que fabricaban, nios creadores, y la estética, tan clásica- y mientras que se consideraba que los mente ligada al arte, apareció hace re- pintores y los escultores imitaban, se pen- lativamente poco (Tatarkiewicz, 1980). saba que los poetas daban existencia a

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nuevas cosas. Además, los poetas no se No fue hasta el Renacimiento, con las exi- veían sujetos al mismo tipo de normas es- gencias de algunos pintores y escultores trictas que restringían la actividad de los en favor de la independencia, la libertad pintores y de escultores. Sin embargo, a y la creatividad, que se inició una trans- diferencia de lo que se suele considerar formación de esta perspectiva, aunque en la actualidad, los griegos no concebían harto lenta. De sus escritos podemos ver la poesía como un arte1. lo mucho que les costó incluso encontrar un término adecuado para su nueva ac- En la Roma antigua se modificó este es- titud (Tatarkiewicz, 1971), pues algunos quema de la Grecia clásica en dos sen- hablaban de invención, otros de con- tidos importantes. En primer lugar, se formar la obra a las ideas de los artistas, otorgó a los pintores, además de a los po- de expresar su visión o de configurar un etas, el privilegio de libertad de elección, mundo nuevo. Ya en el siglo XVII, los pen- además de la inspiración y la imaginación. sadores se atreverían a volver a afirmar En segundo lugar, el latín introdujo un que la poesía, que no el resto de las artes, verbo para referirse a la acción de crea- implica la creación de algo nuevo, en el ción (creatio, del que deriva nuestra pa- mismo sentido en que Dios creó el uni- labra creatividad), al mismo tiempo que verso a partir de la nada, pero se trataba se mantenía la palabra para hacer o fa- de una opinión muy poco extendida y re- bricar (facere), aunque el significado de cibida con gran resistencia (Tatarkiewicz, 1980). En la época se creía que la mente ambas palabras era en gran medida equi- humana era inherentemente incapaz de valente. Sin embargo, en la transición del la creación verdadera, que estaba limitada Imperio Romano a la Alta Edad Media, la por sus propios mecanismos funcionales palabra creatio empezó a usarse exclusi- y que, como mucho, sólo podía combinar vamente para hacer referencia a la acción elementos tomados de la naturaleza. Es de Dios de crear de la nada, diferencián- más, los académicos franceses estaban to- dose fundamentalmente de facere, y de- davía sujetos a una estricta reglamenta- jándose de aplicar a las acciones hu- ción, lo que era incompatible con la no- manas. Esta distinción, basada en el ción de la falta de límites que parece pensamiento teológico, significó la per- intrínseca a nuestra noción de creatividad. petuación de la idea de que el arte no era De forma muy elocuente, Tatarkiewicz una actividad creativa. Incluso se llegó a (1980) escribió que durante el siglo XIX las considerar que la poesía también consistía artes se vengaron de la resistencia ofre- en hacer o producir artefactos que obe- cida por los pensadores durante los siglos decen a una serie de normas y reglas. anteriores. Por fin, la creatividad se asoció con las artes, y la influencia de los artistas estaba ahora ligada a su creatividad.

1 No fue hasta el siglo XVIII que los pensadores em- Creador se convirtió en sinónimo de pezaron a considerar que la poesía formaba, junto pintor, escultor, compositor, cineasta, co- con la escultura, la arquitectura, la danza y la pin- tura, parte del concepto de las artes que hemos he- reógrafo, poeta, etc., y lo ha sido desde redado hoy en día (Tatarkiewicz, 1963). entonces. El hecho de que a lo largo del Bases biológicas de la creatividad. El enfoque desde la neuroestética 85

siglo XX muchos autores sintieran que ha- Dissanayake (1988, 1992, 2000) argu- blar de creatividad en la naturaleza, la menta que lo que tienen en común estas ciencia y otras actividades humanas su- producciones es la intención de hacer de ponía aplicar un concepto inherente- un objeto o un evento algo especial, a mente artístico a otros dominios, de- través de un proceso que denomina “ar- muestra la fortaleza de la unión entre tificación”. Todos los seres humanos te- creatividad y arte que se fraguó. Sin em- nemos la capacidad para transformar ob- bargo, como hemos resumido en los pá- jetos o eventos cotidianos en algo rrafos anteriores, la relación entre el arte especial, como cuando nos arreglamos y la creatividad no es necesaria. Todo lo para acudir a una cita (haciendo que contrario, ha sido una relación tan difícil nuestra apariencia sea especial), como de forjar, como señala Tatarkiewicz cuando ponemos la mesa con la vajilla y (1980), que se han tardado siglos en con- cuberterías buenas (nos esforzamos por seguirlo. crear una situación especial), etc. Aceptar esta visión del arte, admitiendo Vinculando estética, arte y que está al alcance del más común de los creatividad, en sus sentidos mortales, supone romper con la visión más más amplios extendida en nuestra cultura. Nuestras Pero entonces, si la relación entre arte y concepciones occidentales de arte y esté- estética, por un lado, y creatividad, por tica son herederas de los escritos de los fi- otro, es tan frágil y reciente, ¿tiene sen- lósofos europeos del siglo XVIII. Fue en ese tido tratar de aproximarse a las bases bio- momento en el que la separación entre la lógicas de la creatividad desde el estudio artesanía y el arte, que había ido hacién- de la estética? Creemos que hay tres mo- dose cada vez más patente desde el tivos que efectivamente permiten esta- Renacimiento, terminó de forjarse por blecer una fértil relación entre la investi- completo. Se sentaron las bases de la idea, gación acerca de las bases biológicas de todavía hoy muy extendida, de que las la creatividad y la investigación acerca de obras de arte han constituido siempre ob- las bases biológicas del arte y la estética, jetos autónomos, libres de todo propósito disciplina que se ha convenido en llamar funcional y contexto, y que fueron conce- neuroestética (Zeki, 1999). bidas sólo para el deleite de quien los per- En primer lugar, en un sentido amplio, cibiera. Esta separación del arte de otras todos los seres humanos son artistas. El esferas de la experiencia humana es una estudio antropológico del arte en dis- concepción fundamentalmente occidental tintas sociedades del mundo revela que y poco frecuente en otras culturas del no hay grupo humano alguno que no mundo, y vino acompañada de la libera- produzca alguna forma de arte (Silver, ción por parte del ámbito estético de cual- 1979). Es más, a pesar de que esas ma- quier relación con utilidad o placer coti- nifestaciones puedan variar enorme- diano (Carroll, 2008). Mientras que el arte mente en cuanto a su apariencia, signi- tradicionalmente había despertado los in- ficado y su relación con otros aspectos tereses sociales, morales, religiosos o re- culturales (Anderson, 1989, 2004), Ellen creativos, a partir del siglo XVIII el mundo

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occidental considera que la respuesta ade- experiencia se observan en las culturas hu- cuada al arte es la contemplación desinte- manas. Sin embargo, para ser aplicable a resada: “el cambio del ‘gusto’ a la ‘esté- otras culturas, la noción de estética no tica’ se produjo en parte como resultado debe entenderse como el estudio de la per- de otorgar un carácter más intelectual a cepción de la belleza de un objeto mate- los placeres de los sentidos más ‘elevados’ rial (Van Damme, 1996). Debemos poder de la vista y el oído para distanciarlos más dar cuenta de experiencias visuales y audi- de los placeres sensuales ordinarios” tivas, así como de experiencias olfativas, (Shiner, 2001:141). gustativas, táctiles, cinestésicas, y múltiples La noción de una experiencia estética de- y dinámicas combinaciones de ellas. sinteresada se ideó para encajar con Debemos poder dar cuenta de experien- ciertos paradigmas sociales y filosóficos cias perceptivas que no están relacionadas que emergían en ese momento, no como con la belleza, como aquellas que emergen un medio para el estudio de cierto tipo de del encuentro de los seres humanos con lo experiencia que es inherente a la natura- feo, lo cómico, lo religioso, el simbolismo, leza humana. Sin embargo, especial- los signos de identidad, etc. (Van Damme, mente entre los académicos, se considera 1996). Y deberíamos poder dar cuenta de con frecuencia que la experiencia estética los concomitantes fisiológicos de experien- surge de la contemplación desinteresada cias en las que las personas muestran gran de un objeto en sí y para sí. Esta perspec- interés, como gustar o disgustar, querer y tiva sigue siendo influyente por el papel rechazar, así como las respuestas afectivas que juega en la comprensión y perpetua- y emocionales que las acompañan. ción de la concepción y clasificación mo- derna de las artes (Carroll, 2008). En este sentido más amplio, pues, todos somos artistas, porque todos pintamos, Sin embargo, a menudo, el arte no occi- escribimos, cantamos, nos ocupamos de dental se lleva a cabo y se disfruta como decorar nuestra casa u oficina, o como un constituyente intrínseco de rituales, ce- mínimo nos ocupamos de elegir una remonias, celebraciones y otros eventos, y imagen para nosotros mismos que co- las experiencias relacionadas cumplen va- munique a los demás nuestra identidad. rias funciones por las que la gente siente gran interés: económicas, sociales, políticas La actividad Artística, con A mayúscula, o simbólicas. De esta manera, en las cul- emergió en un determinado momento turas no occidentales, el arte y la estética histórico en una determinada cultura. Se permean un abanico más amplio de acti- trata de una variante cultural más, no de vidades y objetos que en nuestra propia la norma, aunque sea la que nos resulta cultura, y están relacionadas con la comu- más cercana a nosotros. Puede que no nicación de la identidad y de significados seamos Artistas con A mayúscula, pero espirituales, éticos y filosóficos (Anderson, somos artistas, con a minúscula. Y es 1989). Si aspiramos a comprender un tipo este tipo de actividad artística, con a mi- de experiencia que nos viene dada por núscula, la que forma parte de nuestra nuestra naturaleza humana, deberíamos constitución biológica. Y es este tipo de tratar de explicar las variedades que de tal arte el que está relacionado íntimamente

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con la creatividad, como trataremos de lizando alguna manifestación física de la exponer a continuación. creatividad humana. De hecho, el éxito de El segundo de los motivos por los que la cultura humana se basa fundamental- creemos que existe un nexo interesante mente en que es capaz de construir a partir entre creatividad y arte/estética desde el de innovaciones realizadas por genera- punto de vista biológico tiene que ver con ciones anteriores, creando objetos y sis- un cambio reciente en la forma de temas que son más eficientes, más pe- abordar el estudio de la creatividad. queños, más grandes, más rápidos, más Hennessey y Amabile (2010), Mayer ligeros, etc. (Tomasello, 1999). Sin creati- (1999) y Runco (2009) señalan que hay vidad nuestra especie nunca hubiera exis- actualmente un gran acuerdo en consi- tido de la manera en la que la conocemos. derar que la creatividad es “la habilidad Es por eso que la creatividad, en este sen- para producir obras que son novedosas tido, se considera un rasgo verdaderamente (es decir, originales, inesperadas), de alta humano (Ambrose, 2001; Mithen, 1998; calidad, y apropiadas (es decir, útiles, que Morriss-Kay, 2010; Richerson y Boyd, 2006; cumplen con los requisitos de la tarea)” Sweller y Brian, 2003). (Sternberg, Kaufman y Pretz, 2002: 1). La El tercer motivo que nos anima a pensar mayoría de los investigadores hoy acep- que hay un vínculo biológico entre la tarían que se pueden observar actos de creatividad y las manifestaciones artísticas indudable valor creativo en la pintura, la y estéticas se deriva de los dos anteriores. música, la escritura, la ciencia, la empresa, Si entendemos que existen actividades co- la cocina, la decoración, etc. Pero también tidianas y comunes a todos los seres hu- es cierto que, de acuerdo con la citada manos que podríamos calificar, en el sen- definición, las personas pueden hallar tido amplio mencionado arriba, como formas creativas al llevar a cabo incluso artísticas, y que existen actividades coti- las tareas más cotidianas, como organizar dianas y comunes a todos los seres hu- un archivo, o inventar juegos para entre- manos que podríamos calificar como tenerse un domingo lluvioso por la tarde. creativas, es posible que dichas capaci- En este sentido, la creatividad no sería pa- dades (artística y creativa) tengan un trimonio exclusivo de los genios. Kaufman origen común. Y a la vista del registro ar- y Beghetto (2009) distinguen la creati- queológico parece ser que así es. vidad eminente de la creatividad coti- Hay dos formas de entender las pistas que diana, aquella de la que hacemos gala el registro arqueológico nos ofrece res- todos los humanos. pecto a nuestra capacidad para crear y Y es en el sentido cotidiano de la creati- apreciar el arte. Por una parte contamos vidad donde encontramos la posibilidad de con la “hipótesis de la revolución” y por relacionar la creatividad y el arte. Si miramos otra con la “hipótesis gradualista”. La pri- a nuestro alrededor, y a menos que es- mera de ellas considera que el registro ar- temos leyendo esto en el campo, estamos queológico evidencia una rápida aparición rodeados de los productos de la creatividad del comportamiento humano moderno humana. Incluso si estamos en el campo, hace entre 50.000 y 40.000 años. Según es probable que hayamos llegado aquí uti- los proponentes de esta perspectiva, los ya- Creatividad y neurociencia cognitiva 88

cimientos del Paleolítico Superior europeo 300.000 años. Además, el hallazgo de las demuestran la existencia de un cambio piezas de ornamento personal procedentes sustancial en la cognición humana y sus de la cueva de Blombos (Sudáfrica), con sustratos neuronales (Klein, 1995; Mellars, 75.000 años, confirma la existencia de una 1991), pues conforman un registro arqueo- mente creativa, artística y, por supuesto, lógico extremadamente rico comparándolo simbólica, mucho antes de la ocupación con los pobres restos del Paleolítico Medio. del sur de Europa por parte de los seres hu- Parece que, a partir de una tecnología lí- manos de aspecto moderno. tica más simple y menos variada, una En todo caso, lo importante es que los menor eficacia en la explotación de re- proponentes de ambos modelos están cursos y una total ausencia de comporta- completamente de acuerdo en que el miento simbólico, de repente se da una ex- origen de los comportamientos que po- plosión de creatividad. dríamos llamar artísticos o estéticos no se La “hipótesis gradualista”, por el contrario, produjo de manera aislada o indepen- defiende la idea de que los comporta- diente. Las primeras manifestaciones ar- mientos que se suelen tomar como indica- tísticas, como el uso del ocre, la realiza- ción de cognición humana moderna apa- ción de grabados o la elaboración de recieron en distintos lugares y diferentes collares con conchas, fueron apareciendo momentos (Henshilwood y Marean, 2003; a la par que otros comportamientos que McBrearty y Brooks, 2000). Esta perspec- definen, de acuerdo con la inmensa ma- tiva se basa en evidencias que sugieren que yoría de los arqueólogos y paleoantropó- los ricos restos del Paleolítico Superior eu- logos, la modernidad cognitiva de nuestra ropeo son el resultado de una acumulación especie. Estos comportamientos incluyen, gradual y continua de comportamientos entre otros: i) enterramientos intencio- novedosos que se iba produciendo en nales, acompañados de ofrendas, útiles otros lugares y durante un largo periodo de piedra, asta y marfil, y de objetos de- de tiempo. A medida que progresa el tra- bajo en los yacimientos africanos se hace corativos, como flores y pigmentos; ii) el más claro que comportamientos creativos desarrollo de nuevas y más sofisticadas (como los grabados) y estéticos (como el técnicas líticas a las que, además, se uso del ocre) aparecieron mucho antes de añade la decoración de herramientas; iii) lo que postula la “hipótesis de la revolu- la elaboración de puntas de flecha y otros ción”. Por ejemplo, en algunos yacimientos instrumentos a partir de la talla del hueso africanos, cuya edad se ha estimado en o del marfil; iv) la aparición de nuevas 100.000 años, se han hallado conchas, formas de procurar alimentos, como la cáscaras de huevo y huesos perforados pesca; v) la aparición de complejas rela- cuya única función parece que fuera orna- ciones de intercambio a larga distancia mental. En yacimientos incluso más anti- entre grupos de humanos. Y si algo ca- guos, de unos 130.000 años, se han recu- racteriza a este conjunto de comporta- perado piedras decorativas, mientras que mientos es, sin duda, que se trata de ma- el uso del ocre se ha documentado en va- nifestaciones de esa creatividad cotidiana rios yacimientos que cubren los últimos de la que hablamos, que tiene que ver

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con la manera en la que abordamos nues- propuesta razonada acerca de los meca- tras actividades habituales. nismos neuronales que sustentan los fe- La capacidad para producir y apreciar el nómenos estéticos. arte, por tanto, forma parte de una colec- Orígenes filosóficos ción de comportamientos creativos que permitieron a nuestra especie superar sus Nos podemos remontar hasta el siglo XVIII problemas de supervivencia de forma no- para encontrar las primeras hipótesis vedosa y progresivamente cada vez más acerca de la fisiología de las experiencias eficaz. Por otra parte, esta capacidad ar- estéticas relacionadas con la belleza y lo tística, con a minúscula, se hace patente sublime. Burke (1757), por ejemplo, se en muchos de estos comportamientos, basó en la visión cartesiana del cuerpo hu- como cuando se decora un enterra- mano como una máquina que suponía miento, una herramienta o el propio que los espíritus animales actuaban a cuerpo. Creatividad y arte, en sentido co- través de los nervios para producir movi- tidiano, forman parte de nuestra biología, mientos y para conducir la información y sus orígenes filogenéticos parecen estar sensorial desde los receptores hasta el ce- estrechamente ligados. rebro. Burke (1757) propuso que el origen de las experiencias estéticas, como las re- lacionadas con lo bello o lo sublime, está La neuroestética en los mismos mecanismos físicos que Como ya hemos apuntado, el término dan lugar a las emociones no estéticas. “neuroestética” se usó por primera vez Así, pensaba que percibimos objetos, pai- en 1999 cuando Semir Zeki proponía la sajes y otras personas como bellas porque posibilidad de desarrollar un campo de debían producir la misma relajación en conocimiento referido a las bases bioló- nuestro sistema nervioso que las emo- gicas de la experiencia estética (Zeki, ciones de amor y ternura. Por otro lado, 1999). Se trata, pues, de una disciplina re- los estímulos y eventos que tienen los lativamente joven. La propuesta de Zeki efectos característicos del dolor, el miedo consistía en partir del conocimiento de la y el terror sobre el sistema nervioso se ex- estructura y funcionamiento del cerebro perimentarían como sublimes. y deducir cómo deben participar las di- Esta aproximación fisiológica a la expe- versas regiones del cerebro en diversas ta- riencia estética se continuó desarrollando reas relacionadas con la creación y la a lo largo del siglo XVIII. Webb (1769), por apreciación de objetos artísticos y esté- ejemplo, exploró los mecanismos neuro- ticos, como la pintura surrealista o el arte nales comunes a la música y las emo- cinético (Zeki, 2001, 2004; Zeki y Lamb, ciones. Argumentó que tanto la música 1994). Sin embargo, no precisó los mé- como las emociones excitan vibraciones todos, las cuestiones fundamentales ni el en los nervios y producen movimientos di- enfoque que debían caracterizar a este versos de los espíritus animales, desde la nuevo ámbito del conocimiento. Por otra agitación violenta característica de la ira parte, lo cierto es que Semir Zeki no fue o la indignación, a las suaves y calmadas ni de lejos el primer autor que hacía una vibraciones del amor y el bienestar. Price

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(1810) creía que había una relación íntima desperdicio en procesos que no están re- entre los sentimientos de curiosidad y las lacionados directamente con funciones vi- experiencias estéticas pintorescas, cuya tales. Lo estéticamente feo es aquello que función era retornar las fibras nerviosas a no consigue ese efecto, aquello que su tono normal. Cuando se combina la aporta una estimulación insuficiente o su- calidad de lo pintoresco con las experien- pone demandas excesivas o derrocha- cias estéticas exploradas por Burke se co- doras sobre los órganos. En ambos casos, rrige, decía Price (1810), la languidez de sin embargo, el componente emocional la belleza o la tensión de lo sublime. es débil, se percibe sólo como una discri- minación intelectual. Sin embargo, esta Relaciones entre experiencia estética, nueva aproximación fisiológica a la expe- el placer y el dolor riencia estética careció de una adecuada Esta primera aproximación fisiológica a las complementación psicológica en el marco experiencias estéticas se vio truncada por del conductismo norteamericano, predo- la extraordinaria influencia de la filosofía minante a principios del siglo XX. kantiana y su perspectiva trascendente Estudio del impacto de las lesiones acerca del ser humano. No fue hasta fi- cerebrales nales del siglo XIX que se recuperó, de la mano del emergente campo de la neuro- El avance del conocimiento de la estruc- ciencia, el interés por dar una explicación tura y función del cerebro posibilitó que biológica a la capacidad humana para ex- los neurólogos investigaran las rela- perimentar la belleza y la fealdad. Marshall ciones entre las lesiones cerebrales y las (1893, 1894) se acercó a la relación entre experiencias estéticas y artísticas. Un las experiencias estéticas y las experiencias tema que fue objeto de gran interés fue hedónicas desde una perspectiva psicoló- la relación entre afasia y las actividades gica. Decía que lo bello es aquello que pro- musicales y pictóricas. Uno de los pri- duce en nosotros efectos que son (en un meros trabajos que examinaron esta re- sentido relativo) permanentemente placen- lación fue el de Dupré y Nathan (1911), teros cuando se recuerdan. Lo feo, por el en el que examinaban el impacto que contrario, es aquello que produce efectos tenía la afasia y diversas formas de psi- que son permanentemente dolorosos copatología sobre la producción y apre- cuando se recuerdan. La importancia del ciación de la música. Dos décadas más placer y del dolor en su caracterización de tarde, Souques y Baruk (1930) descri- la experiencia estética era tal, que desde su bieron el caso de un profesor de piano punto de vista la estética debía conside- que sufría de un caso grave de afasia de rarse una rama del estudio del hedonismo. Wernicke. Su ejecución musical espon- Quien sí aventuró una explicación fisioló- tánea era correcta, aunque limitada a gica de la relación entre las experiencias unas cuantas melodías, y su ejecución de placer y dolor y las estéticas fue Allen de ejercicios musicales básicos que cons- (1877). Para él, lo estéticamente bello es tituyen la base del automatismo profe- aquello que aporta el máximo de estimu- sional parecía, por lo general, estar bien lación sensorial con el mínimo de fatiga o conservada. Su reconocimiento auditivo

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de melodías populares era, por el con- torno en el lenguaje. Los estudios de trario, muy limitada, y no podía repro- Gourevitch (1967) y Zaimov, Kitov y ducirlas después de oírlas, tocando una Kolev (1969) sugieren que lo mismo ca- canción diferente, aunque con un pa- bría decir de los casos en las que las ha- trón rítmico similar. Por lo general, la bilidades expresivas se dan a través de la percepción musical se hallaba en este modalidad visual. Gourevitch (1967) des- paciente severamente limitada. El pa- cribió el caso de un profesor de arte que ciente tampoco podía leer palabras, había sufrido un infarto en el hemisferio aunque sí conservaba la capacidad de izquierdo que le dejó afásico, pero que leer partituras musicales e interpretarlas continuaba comunicándose activamente de forma correcta. Souques y Baruk usando diseños y símbolos gráficos, lo (1930) creían que este caso, y otros si- que sugería que se podía continuar di- milares, permitían postular que el len- bujando, incluso a pesar de padecer un guaje y la música están relacionados con cuadro grave de afasia. Zaimov y sus co- sistemas cerebrales diferentes. legas (1969) describieron el caso del Al comparar la producción de un escritor, pintor búlgaro Zlatyo Boyadjiev, quien un músico y un pintor antes y después del también había sufrido un infarto en el inicio de sus respectivas afasias, Alajouanine hemisferio izquierdo, produciéndole una (1948) trató de determinar si este cuadro hemiplejia en el lado derecho del cuerpo neurológico tiene un impacto sobre el tra- y una afasia principalmente expresiva. bajo de grandes artistas en diferentes do- Para poder volver a su trabajo tuvo que minios. Su análisis reveló que el daño cere- aprender a pintar con su mano izquierda, bral había eliminado casi por completo las lo que causó una impresionante altera- capacidades creativas del escritor y del mú- ción en su estilo. Además de la simplifi- sico, pero no las del pintor. Esto parecía in- cación de las formas, atribuible a su dicar que la afasia es especialmente devas- cambio de mano de trabajo, empezó a tadora cuando los medios expresivos de los usar colores vivos y pasó de tratar temas artistas requieren del lenguaje o de un sis- naturales a trabajar temas irreales y a tema simbólico mediado por el lenguaje, usar imágenes extrañas, un nuevo estilo como la notación musical. Sin embargo, la valorado positivamente por los críticos. sensibilidad estética parecía intacta en los Incluso dos años tras el infarto, sin em- tres artistas, así como su capacidad para de- bargo, su vocabulario incluía menos de tectar los errores de composición en sus cien palabras. propios dominios. El inicio de la neuroestética actual Luria, Tsvetkova y Futer (1965) estu- diaron los efectos de una lesión vascular A pesar de su gran interés, estas “anéc- que afectaba a las regiones del habla del dotas informativas” (Chatterjee, 2011), hemisferio izquierdo que sufrió un gran junto con algunos informes sobre el im- compositor. Sus resultados sugieren que, pacto de diversas formas de demencia en algunos casos al menos, las capaci- sobre las actividades artísticas y estéticas, dades y la creatividad musicales pueden fueron en ocasiones descritas en tér- conservarse a pesar de un severo tras- minos ambiguos o imprecisos, y era di-

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fícil valorar sus implicaciones en ausencia robiológico y la historia evolutiva de los de un marco teórico adecuado. Sólo una procesos cognitivos y afectivos implicados vez que estos casos fueron reunidos y en las experiencias estéticas y artísticas y analizados de forma conjunta por Bäzner otras actividades creativas. y Hennerici (2006), Bogousslavsky (2005), Bogousslavsky y Boller (2005), ¿Qué nos ha enseñado la Bogousslavsky y Hennerici (2007), neuroestética? Chatterjee (2004, 2006), Miller y Hou (2004) y Zaidel (2005, 2010), se ha po- El estudio de lesiones cerebrales y dido llegar a conclusiones significativas enfermedades neurodegenerativas acerca del impacto de diferentes cuadros neurológicos sobre las actividades artís- Como hemos mencionado más arriba, los ticas y estéticas (Cela-Conde, Agnati, trabajos de Bäzner y Hennerici (2006), Huston, Mora y Nadal, 2011). Bogousslavsky (2005), Bogousslavsky y Boller (2005), Bogousslavsky y Hennerici Los avances producidos en las técnicas no (2007), Chatterjee (2004, 2006), Miller y invasivas de estudio de la actividad cere- Hou (2004) y Zaidel (2005, 2010) nos han bral, las técnicas de neuroimagen, du- permitido sacar algunas conclusiones ge- rante la segunda mitad del siglo XX y a lo nerales de los estudios de casos únicos de largo del XXI, han permitido a los investi- pacientes que padecían lesiones cerebrales gadores seguir edificando el conocimiento o enfermedades neurodegenerativas. de las bases neuronales de las experien- cias estéticas. Los estudios de personas Observaciones generales sanas en situaciones controladas nos per- A pesar de su gran competencia viso-mo- miten correlacionar la apreciación y dis- tora o musical, los artistas son vulnerables frute de la música, la pintura, la arquitec- a los mismos déficits neuropsicológicos de tura, la escultura y la danza con la tipo visual, motor, auditivo y cognitivo que actividad de varias regiones del cerebro. afectan a otras personas. La diferencia, en En los últimos años, el campo ha crecido palabras de Chatterje (2004), estriba en que y se ha diversificado de manera especta- los artistas manifiestan estos déficits de ma- cular (Chatterjee, 2011). Debido a su na- neras sorprendentemente elocuentes. turaleza inherentemente interdisciplinar, Muchos de los artistas que se han estu- la neuroestética ha emergido del trabajo diado continuaron sintiéndose motivados de investigadores que tienen trayectorias, artísticamente, siguieron siendo productivos intereses y prioridades muy diferentes. y expresivos tras el inicio de la sintomato- Como resultado, la neuroestética es hoy logía neuropsicológica. Se suele preservar, un campo vivo en el que se investigan en cierto grado, el estilo personal, proba- cuestiones muy diversas, se usan dife- blemente debido a los años que han pa- rentes métodos, se tienen opiniones dis- sado practicando sus habilidades (Zaidel, pares acerca de su identidad e incluso su 2005). No existe relación directa entre el pa- valor (Nadal y Pearce, 2011). Podríamos decimiento de ciertos cuadros neuropsico- definir la neuroestética, en su sentido más lógicos y el empobrecimiento de la calidad amplio, como el estudio del sustrato neu- de la producción artística. Chatterje (2004, Bases biológicas de la creatividad. El enfoque desde la neuroestética 93

2006) incluso hace referencia a algunos El impacto de la afasia casos en los que los críticos valoraron posi- Bäzner y Hennerici (2006) afirman que hay tivamente los resultados estéticos del poca evidencia que indique un impacto cambio a raíz de la lesión o enfermedad. significativo de la afasia sobre la creación El efecto de los infartos sobre la del arte visual, lo que sugiere que la pro- ducción verbal y visual podrían estar rela- producción artística cionadas con diferentes canales de expre- Es habitual que se aprecie un cambio evi- sión. Sin embargo, las revisiones de dente en el trabajo de los artistas que han Bogousslavsky (2005) y Chatterjee (2004a) sufrido un infarto. Muchos de ellos vuelven indicaron que mientras que la producción a trabajar en su dominio creativo, pero sólo de algunos artistas afásicos parece no tras superar diversos tipos de discapacidad. verse afectada, otros artistas devienen más Algunos de estos artistas tuvieron que expresivos, mientras que otros empiezan cambiar de trabajar con su mano domi- a producir trabajos con contenidos nante a trabajar con la no dominante nuevos. Estas contradicciones parecen, (Bäzner y Hennerici, 2006). Aunque se pues, indicar que la afasia constituye un pueden constatar alteraciones en la pro- síndrome demasiado amplio como para ducción de los artistas tras lesiones en cual- entender las bases de la creación artística quiera de los dos hemisferios (Zaidel, y estética. 2005), es más frecuente observar negli- gencia y distorsión en la representación de El impacto de las enfermedades las caras en las obras de artistas que han neurodegenerativas sufrido un infarto en el hemisferio derecho Los artistas que padecen de la enfermedad (Bäzner y Hennerici, 2006). de Alzheimer tienden a perder de forma gradual la habilidad para representar el El impacto de la agnosia visual mundo con precisión, pero suelen con- El efecto específico de la agnosia visual servar la capacidad para hacer uso del color sobre la creación de los artistas depende y la forma de maneras estéticamente agra- en gran medida de si los problemas de re- dables (Miller y Hou, 2004). Chatterjee conocimiento de los objetos están relacio- (2004a) observó que la producción de estos nados con sus rasgos perceptivos o con- artistas continúa sólo como parte de las ru- ceptuales (Chatterjee, 2004a). En el tinas generales que los artistas han reali- primer caso, los artistas tienden a no com- zado a lo largo de sus vidas, y sólo si otras pletar la forma global y composición de personas de su entorno aportan los medios los objetos pintados, pero quizás incluyan necesarios para hacerlos. Algunos pacientes algunos de sus rasgos más notorios. En el con una forma específica de demencia segundo caso, los artistas retienen la ca- frontotemporal, conocida como demencia pacidad de dibujar si pueden copiar de un semántica, relacionada con una degenera- modelo, pero parecen ser absolutamente ción neuronal en el lóbulo temporal ante- incapaces cuando se les pide que dibujen rior izquierdo, muestran un nuevo interés de memoria y tienen que valerse de su co- en la creación artística. Estos pacientes, la nocimiento del mundo. mayoría de los cuales jamás pintó antes de

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la enfermedad, se implican en su actividad izquierdo y la amígdala del mismo hemis- pictórica de manera compulsiva, en brotes ferio. El paciente recuperó el habla, ini- espontáneos de producción creativa, a me- cialmente afectada, tras 12 meses. Sin nudo pintando motivos repetitivos, lo que embargo, aunque conservaba su capa- lleva a mejoras progresivas en su produc- cidad para percibir los diversos compo- ción. Sus cuadros son a menudo realistas y nentes de la música, como el tono o el carentes de simbolismo o elementos abs- ritmo, un año y medio tras el infarto el pa- tractos (Miller y Hou, 2004). ciente todavía carecía de reacciones emo- cionales frente a la música, a pesar de que Otros cuadros neurológicos durante ese tiempo pudo disfrutar de Chatterjee (2004a) presentó evidencia otras actividades. Estas observaciones lle- que muestra que en algunos artistas la varon a los autores a plantear que los epilepsia o la migraña han incrementado componentes perceptivos y emocionales la variedad de elementos visuales de los del procesamiento musical dependen fun- que hacen uso, y que esos elementos cional o anatómicamente de redes neu- también les han servido de inspiración ronales diferentes, y que el córtex insular para su trabajo creativo. es una pieza crucial de los mecanismos Estas observaciones revelan que los di- neurobiológicos que subyacen a la res- versos síndromes neurológicos pueden puesta emocional a la música. tener distintos –e incluso distintivos– El impacto de enfermedades efectos sobre la creación artística. Pero, neurodegenerativas sobre la ¿qué hay del otro lado de la moneda, la apreciación del arte apreciación de la obra? ¿Pueden casos parecidos informarnos acerca de las bases Halpern, Ly, Elkin-Frankston y O’Connor biológicas de la apreciación estética? (2008) hallaron que la preferencia de pa- Dado que se han llevado a cabo muy cientes de Alzheimer sin educación artís- pocos estudios sobre esta cuestión, y que tica específica por obras de arte visual era los resultados tienen un carácter eminen- altamente consistente en presentaciones temente anecdótico, no podemos, en repetidas, a pesar de que estos pacientes estos momentos, dar una respuesta deta- no eran capaces de recordar que habían llada a estas preguntas. Sólo podemos visto los cuadros en ocasiones anteriores. aportar una visión tentativa y provisional. Parece, por tanto, que la degeneración neuronal que causa el Alzheimer no im- El efecto de infartos sobre la pide que estos pacientes expresen su pre- apreciación del arte ferencia estética, y que sus preferencias Griffiths, Warren, Dean y Howard (2004) son tan estables en el tiempo como las de describieron a un paciente que sufrió un personas sanas de su misma edad. Por infarto que le dejó incapaz de sentir emo- otro lado, hay dos estudios que describen ciones cuando escuchaba música. La le- cambios importantes en las preferencias sión afectó principalmente al córtex in- musicales en pacientes con demencia sular del hemisferio izquierdo, pero se frontotemporal (Boeve y Geda, 2001; extendía también hacia el córtex frontal Geroldi et al., 2000). Estos pacientes em-

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pezaron a escuchar un tipo de música de con daño bilateral en la amígdala y un la que anteriormente no habían disfru- grupo de participantes sanos. Los dos pa- tado, y lo hacían ahora de manera com- cientes expresaron una mayor preferencia pulsiva durante muchas horas seguidas. por formas geométricas, paisajes y com- posiciones de colores que los participantes El impacto de otros cuadros control. Sin embargo, esta diferencia era neurológicos sobre la apreciación mucho mayor en el caso de los estímulos del arte peor valorados por los participantes Sellal et al. (2003) presentaron un caso de sanos, lo que sugiere que el papel de la un paciente con epilepsia al que se le re- amígdala puede ser especialmente rele- secó el lóbulo temporal, dejando intacto vante en el reconocimiento de objetos sólo el hipocampo, el giro parahipocampal que nos disgustan. El estudio de las pre- y la amígdala. Este caso es interesante ferencias musicales de una paciente con porque la región eliminada por los neuro- una lesión bilateral casi exclusivamente en cirujanos corresponde aproximadamente a la amígdala produjo resultados muy simi- la que se degenera en la forma de de- lares (Gosselin et al., 2006). En este caso, mencia frontotemporal mencionada más aunque la paciente podía procesar correc- arriba. Durante el primer año tras la inter- tamente los elementos musicales, incluso vención, el paciente se percató de que ya el tiempo y el modo, mostraba una inca- no disfrutaba de escuchar música rock, y pacidad selectiva a la hora de reconocer que ahora prefería el canto polifónico celta música triste y de miedo, pero no a la o corso. Sus gustos literarios también cam- hora de reconocer música alegre. Por biaron, en este caso de ciencia ficción a no- tanto, parece que la amígdala interviene velas de carácter kafkiano. Los autores des- en los procesos afectivos que subyacen a criben cómo el paciente también empezó la preferencia estética, especialmente a expresar una mayor preferencia por la cuando no nos gusta algo y en relación a pintura realista, disfrutando de los pe- estímulos de valencia emocional negativa. queños detalles que antes le pasaban desapercibidos. Estos cambios en su prefe- El uso de técnicas de neuroimagen rencia por los estilos artísticos contrastan Con los avances en la metodología y la con su preferencia por la comida, la moda precisión de las técnicas de neuroimagen o los rostros, que no se vio alterada. se ha abierto un nuevo frente para la des- cripción de los mecanismos neuronales El impacto de lesiones en la amígdala implicados en la apreciación estética. sobre la apreciación del arte Cuatro estudios de neuroimagen sentaron Dos estudios dejaron patente el papel cru- las bases de nuestro conocimiento sobre cial que juegan en la apreciación estética los fundamentos neuronales de la apre- las estructuras subcorticales relacionadas ciación estética. Kawabata y Zeki (2004) con el procesamiento emocional. El es- usaron la técnica de resonancia magné- tudio de Adolphs y Tranel (1999) reveló tica funcional (fMRI, según sus siglas en diferencias significativas en la preferencia inglés) para registrar la actividad cerebral por estímulos visuales entre dos pacientes de participantes a los que pedían que va- Creatividad y neurociencia cognitiva 96

lorasen la belleza de un conjunto de estí- Ciertos aspectos de los diseños experi- mulos visuales. Sus resultados mostraron mentales y los procedimientos de cada que se daba una actividad diferencial en uno de los cuatro estudios pueden ha- el córtex orbitofrontal cuando los estí- berles llevado a captar sólo una imagen mulos eran clasificados como bellos, parcial de las complejas bases neuronales mientras que cuando los estímulos eran de la apreciación estética, tal como han valorados como feos, la actividad en el apuntado Nadal, Munar, Capó, Rosselló y córtex motor era mayor. También me- Cela-Conde (2008). diante fMRI, Vartanian y Goel (2004) ha- No obstante, si lo que queremos es com- llaron actividad diferencial en el núcleo prender las bases neuronales de la apre- caudado, el giro cingulado anterior y los ciación estética, y poder ir más allá de la giros occipitales con la preferencia de los mera relación de regiones cerebrales im- participantes por los estímulos presen- plicadas, necesitamos poder dar sentido tados. El mismo año, Cela-Conde et al. a la actividad cerebral, relacionándola con (2004), en este caso mediante magneto- los procesos cognitivos que constituyen la encefalografía (MEG), encontraron que, experiencia estética. El modelo elaborado entre los 400 y 1.000 milisegundos tras la por Chatterjee (2004b) especifica cuáles presentación de estímulos valorados son estos procesos y cómo se relacionan como bellos, la actividad en el córtex pre- entre sí. Dicho modelo explica la aprecia- frontal dorsolateral se incrementaba. Por ción de la belleza visual como resultado su parte, Jacobsen, Schubotz, Höfel y Von de la interacción de un conjunto de pro- Cramon (2006) identificaron con fMRI cesos cognitivos y afectivos. En primer una relación entre valoración de la belleza lugar se producen los procesos visuales y actividad neuronal en el polo frontal, el tempranos en los que el cerebro divide el giro frontal inferior y el polo temporal. estímulo en sus componentes más sim- Así pues, cuatro estudios diseñados con ples (el color, las líneas, los ángulos, las el objetivo de identificar los correlatos formas...), y se analizan en regiones cere- neuronales de la apreciación estética ha- brales específicas. Una segunda etapa llaron cuatro patrones de resultados radi- consiste en procesos visuales intermedios calmente diferentes. Ninguna de las áreas que agrupan ciertos elementos y se- mencionadas por un estudio es mencio- gregan otros con el objetivo de formar re- nada en ningún otro. Sin embargo, las re- presentaciones coherentes. Con posterio- giones cerebrales identificadas por cada ridad, se seleccionan algunas partes del investigación no tienen por qué actuar de estímulo y se procesan con mayor detalle. forma aislada. De hecho ninguno de los En ese momento se activa la información autores afirmó tal cosa. Es más, con gran almacenada en la memoria, de forma que probabilidad la diversidad de resultados un sistema representacional nos permite indica la complejidad de los procesos sub- reconocer objetos y asociarlos con signi- yacentes a la apreciación de la belleza. ficados. Este análisis visual, a su vez, pro- Múltiples sistemas cognitivos y afectivos duce emociones asociadas con la expe- podrían estar actuando de forma coordi- riencia estética y aporta los cimientos para nada en la capacidad de juicio estético. formular un juicio estético. Además, este Bases biológicas de la creatividad. El enfoque desde la neuroestética 97

modelo también incluye una retroalimen- probablemente debido a los factores aten- tación de información, pues a través de cionales propuestos por el modelo teórico. procesos relacionados con la atención, el Así, la conclusión que cabe extraer del sistema no es unidireccional, sino que la conjunto de estos primeros estudios es información también viaja desde niveles que solamente integrando los resultados de procesamiento visual tardíos y desde de los diversos estudios podemos vislum- los sistemas afectivos hacia etapas de pro- brar la imagen global de los mecanismos cesamiento más tempranas. neuronales que subyacen a la apreciación De esta forma, a partir del conocimiento estética. Dichos estudios, junto con los actual sobre los correlatos neurales de pro- modelos psicológicos basados en un am- cesos cognitivos y afectivos, podemos usar plio abanico de hallazgos experimentales, el modelo elaborado por Chatterjee apuntan a la idea de que la apreciación es- tética no es un único proceso cognitivo ni (2004b) para ofrecer una interpretación descansa sobre un mecanismo neuronal funcional global de los resultados de los único e indivisible. Más bien indican que cuatro estudios comentados arriba e in- se trata del resultado de varios procesos tentar dilucidar el sustrato neuronal de la cognitivos y afectivos relacionados con di- apreciación estética. Así pues, parece que versos aspectos de la imagen. Más to- los procesos afectivos implicados en la davía, ni los experimentos psicológicos ni apreciación estética están mediados por los estudios de neuroimagen han hallado ciertas regiones del córtex orbitofrontal, evidencia de mecanismos cognitivos o como sugieren los resultados de Kawabata neuronales que se dediquen especial o ex- y Zeki (2004), y el núcleo caudado y el clusivamente a la apreciación de la belleza. córtex cingulado anterior, como apunta el Desde el año 2006 se han publicado nu- estudio de Vartanian y Goel (2004). Por merosos estudios de neuroimagen que otra parte, de acuerdo con el trabajo de tratan de esclarecer los mecanismos neu- Jacobsen et al. (2006), el reconocimiento robiológicos implicados en la apreciación del estímulo visual y la atribución de un sig- del arte y de las experiencias estéticas. Tal nificado durante el proceso de apreciación y como habían anticipado Burke (1757), estética se relacionan con actividad en el Marshall (1893) y Allen (1877), estos re- giro frontal inferior y el polo temporal. En cientes estudios de neuroimagen revelan cuanto al proceso de toma de decisión que la valoración estética descansa en acerca de la belleza, podríamos apuntar parte en redes neuronales que consti- que está relacionado con actividad en el tuyen el circuito de refuerzo, implicado en córtex prefrontal dorsolateral y frontome- muchos otros placeres. Sin embargo, más dial, a juzgar por los estudios de los grupos que con un mecanismo hedónico simple, de Cela-Conde et al. (2004) y Jacobsen et las experiencias estéticas positivas parecen al. (2006). Finalmente, hay evidencia de estar relacionadas con regiones corticales que el procesamiento visual temprano se (cingulado anterior, orbitofrontal y ven- incrementa con la decisión, como de- tromedial) y subcorticales (núcleo cau- muestra la activación del córtex occipital dado, substantia nigra y núcleo accum- en el estudio de Vartanian y Goel (2004), bens) que participan en diversos aspectos Creatividad y neurociencia cognitiva 98 del refuerzo, así como algunos de los ele- Vislumbrando las bases mentos reguladores de este circuito biológicas de la creatividad (amígdala, tálamo e hipocampo) (Blood y Todos los organismos vivos son creativos, Zatorre, 2001; Blood, Zatorre, Bermúdez y Evans, 1999), (Cupchik, Vartanian, desde las cianobacterias, que contribu- Crawley y Mikulis, 2009; Kawabata y yeron a crear una atmósfera compuesta en Zeki, 2004; Kirk, Harvey y Montague, su quinta parte por O2, hasta los castores, 2011; Kirk, Skov, Christensen y Nygaard, que crean presas con el fin de protegerse 2009; Kirk, Skov, Hulme, Christensen y de sus depredadores y para facilitarse la Zeki, 2009; Kranz y Ishai, 2006; Vartanian obtención de alimento. Los organismos no y Goel, 2004). Estos estudios han demos- se encuentran pasivamente a merced de trado que en la apreciación del arte y en su entorno, más bien son activos creadores las experiencias estéticas entra en juego de su nicho ecológico, y pueden llegar a una compleja interacción de procesos tener un profundo efecto sobre su entorno neuronales relacionados con la represen- y el de otros organismos (Odling-Smee, tación del valor reforzador, la predicción Laland y Feldman, 2003). La creatividad de y anticipación del refuerzo, la monitoriza- la mayoría de plantas y animales deriva, sin ción del propio estado afectivo, las emo- embargo, de su actividad fisiológica y bio- ciones y la generación de sensaciones pla- química o de comportamientos estereoti- centeras. Sabemos, además, que el placer pados rígidamente elicitados por estímulos no es el fin de la historia. La apreciación desencadenantes, y suele manifestarse en estética implica también otros dos tipos un dominio muy específico. La comunica- de actividad cerebral (Nadal y Pearce, ción de las abejas es sin duda creativa, en 2011): i) un incremento de la actividad el sentido que pueden crear nuevos men- cortical relacionada con el procesamiento sajes, pero estos se limitan exclusivamente sensorial de medio y alto nivel en las mo- a ubicar fuentes de néctar y polen. Lo que dalidades visuales, auditivas y somatosen- caracteriza a la creatividad humana es la soriales frente a obras de pintura, de mú- extraordinaria flexibilidad con la que se ma- sica y de danza, respectivamente nifiesta, la potencial infinidad de dominios (Calvo-Merino, Ehrenberg, Leung y en la que se puede expresar y la intencio- Haggard, 2010; Calvo-Merino, Jola, nalidad de la actividad creadora. Uno de Glaser y Haggard, 2008; Cela-Conde et al., 2009; Cupchik et al., 2009; Vartanian los dominios en los que se hace más pa- y Goel, 2004); ii) un incremento de la ac- tente este tipo de creatividad es el lenguaje tividad cortical de alto nivel relacionada humano, cuyo “aspecto creativo” viene con el procesamiento descendente y el definido, como enfatizó Noam Chomsky juicio evaluativo, incluyendo el córtex pre- (1966), precisamente por su alcance inde- frontal medial anterior, así como los as- finido y su libertad frente a la influencia de pectos ventrales y dorsales del córtex pre- los estímulos. Esta clase de creatividad –fle- frontal lateral (Cela-Conde et al., 2004; xible, intencional y no sujeta al entorno in- Cupchik et al., 2009; Jacobsen et al., mediato– es, pues, inherente a la constitu- 2006). ción biológica del ser humano.

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El registro arqueológico sugiere que nuestra estos estudios parecen apuntar que la especie fue creativa desde sus inicios: creó creatividad es un ingrediente tan esencial nuevos sistemas de intercambio econó- del ser humano que puede seguir mani- mico, de fabricar herramientas, de cazar, de festándose a pesar de graves lesiones o pescar, y creó todo un universo de símbolos una considerable degeneración. que llevó a nuestros antepasados a decorar Los recientes trabajos con técnicas de neu- sus cuerpos con pigmentos y ornamentos, roimagen no sólo han confirmado la impli- a decorar sus instrumentos con grabados, cación de regiones distribuidas del cerebro y a decorar las tumbas de sus muertos. Uno en tareas artísticas y creativas, sino que han de los episodios más fascinantes de la his- permitido afinar más en la caracterización toria de nuestro linaje fue el que dio lugar estructural y funcional de estas regiones. a la posibilidad de transformar meros ob- Como hemos mencionado más arriba, las jetos, hallados o creados, en símbolos car- actividades artísticas y creativas implican re- gados de significado. Sin embargo, lo que giones del cerebro relacionadas con la hoy llamaríamos creatividad artística toma de decisiones, la percepción, la me- emergió como uno más entre otros mu- moria, la atención, las emociones, etc. chos dominios a través de los cuales nues- Curiosamente, ninguna de estas regiones tros primeros antepasados humanos expre- participa de manera exclusiva en este tipo saron, de manera flexible e intencional, su de tareas, y ninguna de estas regiones apa- creatividad. rece de manera exclusiva en el ser hu- ¿Qué aspectos de nuestra neurobiología mano. La creatividad en el arte y en otros dan lugar a esta flexible, ubicua e inten- dominios de expresión humana es el resul- cional creatividad de la que es capaz el ser tado de la acción integrada de procesos humano? En este capítulo hemos tratado cognitivos y afectivos que participan en nu- de mostrar cómo se ha construido el co- merosas actividades no creativas, y que nocimiento actual sobre las bases neuro- nuestra especie ha heredado de sus ante- biológicas de las actividades artísticas y es- pasados primates. téticas, y aportar una visión actualizada Habiendo constatado cuáles son las sobre las mismas. Si algo merece subra- piezas básicas del rompecabezas, y ha- yarse es que la creatividad artística, y pre- biendo comprendido sus funciones bá- sumiblemente la creatividad en cualquier sicas, la incógnita de la creatividad hu- otro dominio, no está relacionada estric- mana que queda todavía por disipar, tamente con ninguna región concreta del pues, se refiere a la manera en la que se cerebro. No conocemos ninguna evidencia produce su interacción. Resolver ese mis- que sugiera la existencia de un centro ce- terio pasa por seguir estudiando la ma- rebral del arte, de la estética o de la crea- nera en la que los cambios en la conecti- tividad. Más bien, el estudio de los efectos vidad neuronal, especialmente en las de diversos tipos de lesiones cerebrales y áreas de asociación y entre estas y otras enfermedades neurodegenerativas sugiere regiones del cerebro, ocurridos a lo largo que la creatividad emerge a raíz de la in- de la evolución de nuestro linaje, están re- teracción de sistemas neuronales amplia- lacionados con nuestras capacidades para mente distribuidos en el cerebro. Es más, integrar, recombinar, transformar y abs-

Creatividad y neurociencia cognitiva 100

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El tema de esta ponencia es el de la natu- nuevos y generalmente útiles. Esto puede raleza de la enfermedad mental grave, la darse en el campo artístico, como la nueva que solemos denominar psicosis y que se y radical manera con que Picasso veía a las define por la pérdida de contacto de los señoritas de Avignon o en el científico, per- productos del sujeto mentales y la rea- mitiendo “ver” supercuerdas en el Universo lidad objetiva a que deberían corres- o encontrar vínculos evolutivos entre seres ponder. Mi idea central es que para en- vivos actuales o pasados. Miguel Ángel tender mejor las psicosis hemos de Buonarotti lo describía muy bien al afirmar abandonar la noción categórica que las que para esculpir sus esculturas sólo qui- separa netamente de la salud mental. taba lo que sobraba en el bloque de piedra: Con esto no quiero decir que aquellas no en otras palabras, había creado lo que no existan o que sean meramente intercam- era visible en su mente antes de comenzar biables con la normalidad, ni que no pre- a esculpir. Esta facultad de “construir lo que cisen tratamiento. Más bien quiero decir no está ahí” que subyace a la creatividad que si tras siglos de investigación no es la base de la intuición general de que la hemos sido capaces de encontrar su sus- “locura debe tener relación con el genio”. trato biológico es que posiblemente es- La enfermedad mental grave también hace, temos buscando de modo conceptual- a quien la padece, ver el mundo de modos mente erróneo. En otras palabras, mi nuevos. argumento es que las categorías con que Sin embargo, la cualidad de esos modos definimos las psicosis de acuerdo a las ac- nuevos suele ser muy distinta de la crea- tuales clasificaciones internacionales de tividad como la describía antes. Se suele enfermedades (esquizofrenia, trastorno dar por hecho que en el proceso creativo bipolar…) no existen como tales en la na- la simbolización de lo que sucede está re- turaleza. Aunque sobre ello hay un lacionada con la realidad que se comparte acuerdo creciente, paradójicamente se- en un grado razonable, mientras que la guimos asumiendo que mediante nuestra enfermedad en cambio está caracterizada investigación encontraremos los sustratos por una pérdida de contacto entre los de tales categorías, lo que es probable- productos mentales y la realidad que mente imposible. tratan de simbolizar. Estos productos mentales de algún modo se independizan Creatividad frente a locura o se hacen impermeables a esa realidad. La creatividad puede considerarse como Además, los modos nuevos de percibir o una de las capacidades humanas que nos interpretar el entorno que aparecen en la permite concebir realidades diferentes, o enfermedad psicótica suelen ser amena- conceptuar la realidad “objetiva” de modos zantes. Creatividad y neurociencia cognitiva 104

Diagnósticos categóricos o una mayor cantidad de factores de riesgo dimensionales en general puedan contribuir a generar el problema sanitario, mientras que otros no En este contexto, es oportuno considerar lo hagan o produzcan estados interme- los distintos modos de acercarnos a un dios, de tal manera que esa multiplicidad diagnóstico. Un determinado problema de factores pueda contribuir a la conti- puede diferenciarse netamente de la nuidad fenomenológica entre salud y en- salud en su expresión o causas. Es la vi- fermedad. sión categórica de un problema sanitario, que en caso de la patología cerebral En este sentido, conviene considerar los puede aplicarse sin duda a situaciones requisitos que se suelen aceptar para va- como padecer un tumor o una enfer- lorar si un diagnóstico realmente refleja medad de Parkinson. Los pacientes que una alteración existente. Primero, ese padecen estos problemas tienen mucho diagnóstico debe aludir a un fenotipo que en común entre sí, en términos de sín- exista como tal en la naturaleza y pueda tomas, pronóstico, implicaciones terapéu- ser medido. Debe además tener validez, ticas…, y todo ello les distingue neta- reflejada en que tenga una causa identi- mente de los sujetos sanos. En lo relativo ficable, síntomas característicos, pueda fa- a su enfermedad es más lo que les une cilitar el pronóstico de los sujetos y pre- que lo que les separa, lo que permite de- decir la respuesta a ciertas medidas limitar los estados patológicos de los de terapéuticas. Por tanto, ha de poseer un salud. grado aceptable (no absoluto, pero sí su- ficiente) de especificidad diagnóstica, pro- Esta visión es implícitamente asumida en nóstica, terapéutica y, a ser posible, bio- nuestras categorías actuales de diagnós- lógica/causal. tico para la enfermedad mental. Obviamente, además debe ser útil en la La visión alternativa de la dicotomía salud- clínica y aceptable por los sujetos que lo enfermedad es la dimensional. En este mo- reciben; cuanto más específicos son los delo no trazamos una línea de separación requisitos primero y segundo de los antes neta entre ambos estados, sino una tran- enumerados, más categórico resulta ser sición gradual entre ellos, de modo que el diagnóstico. Si en cambio son poco es- hay una amplia superposición entre salud y enfermedad, así como entre distintas ca- pecíficos, su capacidad clasificatoria es tegorías de esta. Esta situación está ejem- baja, hasta el punto de que debamos en plificada por la hipertensión arterial o los los casos extremos pensar en abandonar niveles de colesterol, donde no hay más las clasificaciones en que puedan basarse. que por consenso límites netos entre lo Vamos a considerar a continuación hasta que es o no perjudicial para el sujeto. qué punto los diagnósticos actuales de Además, esta visión dimensional puede psicosis se ajustan a estos criterios, ilus- aplicarse a los factores de riesgo. Si estos trándolo con lo que sucede con el diag- factores son múltiples y de distinto peso, nóstico de esquizofrenia. es muy probable que la presencia de un Empecemos por la visión fenomenológica. conjunto de factores de mayor peso o Nuestros criterios actuales se basan en un Los límites de la cordura 105 conjunto de síntomas, de los que para re- Otro aspecto muy importante de la con- cibir el diagnóstico de esquizofrenia se han tinuidad de los síndromes psicóticos (SP) de reunir un cierto número durante al es que de modo atenuado aparecen en menos un tiempo. Sin embargo, un pa- una proporción importante de la pobla- ciente en función de tales síntomas puede ción general. Estos síntomas, sin consti- ser radicalmente distinto a otros, sem- tuir un diagnóstico en sí mismos ni justi- brando dudas sobre el primer criterio de ficarlo, tienen validez en función de los diagnósticos (el que reflejen un feno- criterios externos, como la predicción del tipo realmente existente y mensurable). ajuste en quienes lo padecen o el com- Pero además, en la esquizofrenia aparecen partir similares factores de riesgo con las muchos síntomas característicos de otros psicosis clínicas (Van Os et al., 2001; procesos, indicando que la especificidad fe- Spauwen et al., 2006; Domínguez et al., nomenológica no es alta entre las catego- 2009). Esto ha sido profusamente inves- rías en que hoy clasificamos la enfermedad tigado por el grupo de Jim Van Os en la mental grave. Otros diagnósticos dentro de Universidad de Maastrich, mediante ins- este tipo de enfermedad comparten sín- trumentos psicométricos en la población tomas característicos de la esquizofrenia general. La validez de tales encuestas se (delirios, alucinaciones, síntomas negativos, ha comprobado mediante el estudio de deterioro cognitivo...), apuntando todo ello los correlatos de tales síntomas, que se ha a la continuidad fenomenológica entre los visto que además se corresponden bien pacientes mentales. con exploraciones realizadas por especia- En cuanto a la validez para el pronóstico listas. Tener más síntomas psicóticos de y la respuesta al tratamiento, la adecua- este tipo predice un peor ajuste global del ción de la visión categórica también es sujeto, y además estos síntomas tienen cuestionable. Se suele asumir que la es- factores contribuyentes similares a los de quizofrenia es un problema con mal pro- la psicosis clínica. nóstico en general, pero los datos de los Por ejemplo, en un trabajo sobre la re- estudios de seguimiento a escala mundial percusión de estos síntomas, se halló y a largo plazo realizados por la OMS que las personas de la población general (Harrison et al., 2001) revelan que una que presentaban síntomas de psicosis te- apreciable proporción de sujetos mues- nían 4 veces más probabilidades de ser tran una remisión sintomática mantenida despedidas de sus trabajos, 15,2 veces y un ajuste sociolaboral aceptable. Hay más de ir a la cárcel en algún momento, que mencionar igualmente que no pocos 3,2 veces más de estar desempleados, pacientes con trastorno bipolar o depre- 3,6 veces más de tener problemas serios sión, entre otros, muestran peor ajuste y con la policía, y más del doble de tener síntomas más sostenidos de lo que suele problemas serios de pareja, de separarse asumirse en esos diagnósticos. o ser abandonadas, de conflictos en el En el otro extremo, una apreciable can- trabajo o de problemas legales (Spauwen tidad de pacientes con esquizofrenia (y et al., 2006). Los sujetos con psicosis clí- también dentro de otras categorías) pre- nicas tienen dificultades similares, pero sentan síntomas resistentes y persistentes. más intensas. Creatividad y neurociencia cognitiva 106

Hay otros argumentos para relacionar sarse que tales creencias cualifican para tales SP con la psicosis clínica de modo di- un diagnóstico de psicosis completo en mensional. Entre ellos, que las personas quienes sostienen con tal convicción tales que los muestran tienen más posibilidades creencias (incluyendo a los seguidores de de transitar posteriormente a esa psicosis esos líderes). Esto ha sido defendido con (hasta un 8% en 2 años, sobre todo en frecuencia, pero la falta de un examen de jóvenes). Partiendo de 845 adolescentes los sujetos en cuestión hace peligroso de 14 a 17 años en Munich, Domínguez sacar conclusiones de este tipo, por lo que et al., (2009) fueron utilizando baterías prefiero dejarlos en “síntomas” más que autoadministradas a lo largo de 8 años en “trastornos”. En todo caso, estos para identificar a los que tenían tales sín- ejemplos ilustran bien la gran variedad tomas en cada momento (aproximada- posible entre los pacientes psicóticos. Y mente al inicio, 18 meses, 40 meses y 8 desde luego, la vulnerabilidad de sus se- años). La persistencia en tres mediciones guidores a asumir ideas muy similares a de esos síntomas multiplicaba por 9,9 el las psicóticas. riesgo de desarrollar una psicosis a lo largo del seguimiento. Entre los que pre- Normalidad de los factores de sentaron tal psicosis en el momento final, riesgo biológicos 38,3% la tuvieron precedida de experien- cias psicóticas subclínicas en al menos una La continuidad entre salud y enfermedad evaluación. Este conjunto de hallazgos mental no sólo se manifiesta en el plano siembra más dudas sobre la posibilidad de fenomenológico. Los factores de riesgo hacer separaciones categóricas entre los que elevan la posibilidad de padecer una sujetos con y sin un diagnóstico de psi- esquizofrenia están presentes en la pobla- cosis, sin que esto, sin embargo, suponga ción normal. El mayor riesgo para ese pro- una negación de la existencia del pro- blema cuantitativamente hablando lo blema que padecen estas personas. aporta la variación genética del sujeto. A otro nivel, pero en la misma dirección, En un reciente número de la prestigiosa re- pueden considerarse las extrañas e imper- vista The Lancet, se mostró el resultado de meables ideas que con frecuencia consti- valorar el riesgo genético para la esquizo- tuyen el núcleo de las creencias sectarias. frenia y para el trastorno bipolar en En el caso de la secta del Templo su líder, 9.009.042 individuos suecos procedentes el reverendo Jones, estaba convencido de de más de dos millones de núcleos fami- ser reencarnación de varios profetas y fa- liares (Lichstenstein et al., 2009). Como en raones, en la de los Davidianos (Branch trabajos previos, los resultados de este Davidians), David Koresh creía ser la reen- mostraban que la genética de cada sujeto, carnación de Jesucristo y de Ciro de lo que se hereda a través del genoma (un Persia, y en el de la secta de la Puerta 64% de aportación causal), tenía un mayor Celestial, Marshall Applewhite, lo estaba peso relativo para explicar la ocurrencia de de ser un extraterrestre. Todas esas sectas estas enfermedades que lo sucedido en el acabaron con el suicidio o la muerte de entorno del mismo sujeto (bien fuera el sus seguidores. Ciertamente puede pen- compartido, un 4,6%, bien el no compar- Los límites de la cordura 107 tido con otros familiares, con un 31,4% de parte de la población tendrá una variable aportación causal). cantidad de alelos de riesgo, que sólo em- Muchas variaciones genéticas se han aso- piezan a elevar la tasa de incidencia a ciado a un riesgo significativo de esquizo- partir de cierta cantidad (un nivel que sólo frenia o trastorno bipolar, generalmente está presente en una minoría de sujetos). bajo la forma de polimorfismos genéticos. A la importancia de la herencia poligénica, De las descritas, la amplia mayoría están hay que sumar las ideas sobre la relevancia presentes igualmente en una cantidad del contexto genético en la herencia de la apreciable de la población general. No hay esquizofrenia. Un conjunto de investiga- perspectivas de encontrar cambios gené- dores (Straub et al., 2007) del grupo del ticos que expliquen la patología mental NIMH que hace unos 10 años reportó la grave en base a uno o pocos genes alte- relación entre el alelo Val del gen de la rados (como sucede, por ejemplo, en la en- COMT y la ineficiencia de la función pre- fermedad de Huntington). frontal en esquizofrenia, estudiaron tres muestras familiares, incluyendo en cada En función de ello, en la actualidad se ad- una datos de al menos un hijo afecto y los mite un modelo poligénico de herencia dos padres. En el trabajo de que estamos del riesgo para la psicosis. Parece claro hablando reportan los resultados obte- que no hay uno ni pocos factores gené- nidos de dos de esas muestras, y en otra ticos que aumenten el riesgo para la es- publicación los resultados de la tercera quizofrenia u otras psicosis, sino más bien (una muestra infantil). Partiendo de su muchos de ellos, todos o su mayor parte plausibilidad biológica, estudiaron la aso- variaciones presentes en la población ciación con la esquizofrenia de 19 va- normal y no patológicos por sí mismos. riantes para el gen GAD1, que codifica la Esta multiplicidad de factores de riesgo es isoforma GAD67, de gran importancia compatible con la distribución continua según los datos post mórtem en esquizo- de rasgos como los síntomas de psicosis. frenia. Además, obtuvieron una amplia Así, si un rasgo está codificado por un batería de datos neuropsicológicos. Por úl- gen, habrá una clara categorización de los timo, valoraron la influencia de la variación fenotipos, pero esta categorización se irá genética en el GAD1 sobre la función ce- haciendo dimensional (habrá más estados rebral en una muestra de sujetos sanos no intermedios y menos separación entre incluida en las anteriores, midiendo con ellos) a medida que aumenten los genes resonancia magnética funcional (RMf) la que codifican el rasgo. Y como parece activación durante un test N-back (de me- obvio que los productos mentales tendrán moria de trabajo), dependiendo del geno- muchos condicionantes genéticos (por no tipo que se poseyera. Los resultados son hablar de los no genéticos), la realidad del complicados, pero de gran interés. riesgo en la psicosis se adapta mejor a un En primer lugar, no apareció una asocia- modelo dimensional. ción global entre la variación en los poli- La asociación de riesgo poligénico y pato- morfismos del GAD1 y el estar afecto de logía emergente puede ilustrarse con este esquizofrenia. Sin embargo, en las dos modelo, en que vemos cómo la mayor muestras, algunos polimorfismos de ese Creatividad y neurociencia cognitiva 108 gen sí estaban representados en exceso Una similar continuidad puede encon- en las mujeres afectas, aunque no coinci- trarse en los factores ambientales causales dían entre las dos muestras. En la se- o de riesgo para la psicosis. Para la esqui- gunda muestra, además había distintos zofrenia, por ejemplo, se admite que son polimorfismos asociados al riesgo para es- factores de este tipo la emigración, la vida quizofrenia en hombres y mujeres (uno en ciudades de un gran número de habi- estaba asociado al riesgo en conjunto), sin tantes, la infección por el virus de la gripe que en la primera hubiera ninguno aso- durante la gestación o el consumo de ciado al riesgo en varones. cannabis. Todos ellos son factores pre- Los autores consideraron además la aso- sentes en la población general y no pató- ciación esquizofrenia/variación en GAD en genos en la mayoría de los casos. las familias según el genotipo para la Considerando todo lo dicho hasta ahora COMT que tuvieran (Val/Val, Val/Met o podríamos postular la existencia de ciertos Met/Met), encontrando que las familias factores cerebrales cuya mayor o menor in- de la primera muestra con Val/Val (que es, tensidad explicara una parte de la procli- según los datos de este grupo, el geno- vidad a padecer la psicosis de un modo di- tipo más asociado a esquizofrenia), en mensional, es decir, sin que haya un lugar de mostrar tres variantes de GAD1 umbral claro de disparo de este síndrome asociadas al riesgo, mostraban ocho. Los al modo “todo/nada”, sino más bien una autores reportaron también una influencia gradación del riesgo aportado y una rela- del genotipo para GAD1 en el rendi- ción cuantitativa entre tales factores y su miento neuropsicológico muy compleja, tipo de expresión sintomática. Idealmente, de modo que casi todas las 19 variantes además, deben ser factores biológicos a los para GAD1 influían en algún parámetro que se pueda llegar por varias vías posibles. cognitivo (excepto, curiosamente, la única Uno de estos factores puede tener es- que se asociaba, en la segunda muestra, trecha relación con la transmisión inhibi- al riesgo conjunto para esquizofrenia). toria, cuya alteración está documentada Finalmente, un polimorfismo con in- en estudios post mórtem en esquizofrenia. fluencia cognitiva pero no con el riesgo de esquizofrenia influía significativamente Esta alteración no implica en ninguno de en una menor eficiencia del proceso cor- tales estudios una desaparición o un tical medida con RMf en los sujetos sanos. grave déficit de la misma, que más bien suele dar lugar a problemas como la epi- Estos factores genéticos repercuten pro- lepsia o ser incompatible con la vida. bablemente en la estructura y función ce- rebrales, modulando el riesgo para la psi- La transmisión inhibitoria es especialmente cosis. En este contexto, no hay un solo interesante en este respecto porque mí- hallazgo cerebral replicado en todos los nimas variaciones espaciales o temporales estudios, apuntando a la variabilidad del de la misma, que además está regulada sustrato cerebral entre pacientes. Esto no por otros sistemas de transmisión y es sen- es óbice para que no existan vías co- sible al medio por mecanismos de poda si- munes a la psicosis a las que se pueda náptica, dan lugar a propiedades no li- llegar por distintas alteraciones. neales de respuesta del sistema nervioso. Los límites de la cordura 109

En conjunto, parece lógico pensar que mí- Psychotic Experiences: An 8- Cohort nimas diferencias a este nivel, depen- Study. Schizophr Bull 2009. dientes o no primariamente del sistema Harrison et al. Recovery from psychotic ill- GABA puedan dar lugar a respuestas poco ness: a 15- and 25-year international follow- predecibles en el conjunto del organismo. up study. Br J Psychiatry 2001; 178:506-17. A esta alteración se puede llegar vía múl- Lichtenstein et al. Common genetic determi- tiples sistemas (dopaminérgico, NMDA, ga- nants of schizophrenia and bipolar disorder in Swedish families: a population based baérgico primario…), lo que resulta com- study. Lancet 2009; 373:234-9. patible con la visión multifactorial del Spauwen et al. Impact of psychological origen de las psicosis. Además, es muy co- trauma on the development of psychotic herente con una visión dimensional en fun- symptoms: relationship with psychosis pro- ción de una variable intensidad o localiza- neness. Br J Psychiatry 2006; 188:527-33. ción de la disfunción, da un amplio margen Straub RE, Lipska BK, Egan MF, Goldberg TE, a la interacción con el entorno y puede re- Callicott JH, Mayhew MB, Vakkalanka RK, percutir ampliamente en muchos sistemas Kolachana BS, Kleinman JE, Weinberger DR. cerebrales de gran relevancia con la vida Allelic variation in GAD1 (GAD67) is asso- mental. ciated with schizophrenia and influences cor- tical function and gene expression. Mol Psychiatry 2007; 12(9):854-69. Bibliografía recomendada Van Os et al. Self-reported psychosis-like Domínguez MD et al. Evidence That Onset symptoms and the continuum of psychosis. of Clinical Psychosis Is an Outcome of Soc Psychiatry Psychiatr Epidemiol 1999; Progressively More Persistent Subclinical 34(9):459-63.

Estudio y aplicaciones de la creatividad en educación. Arte y educación creadora Dr. Julio Romero Rodríguez

Resumen sión del mundo y de nosotros mismos desde diversas perspectivas, con la cons- Se revisan aquí algunas posibles relaciones trucción provisional de mundos posibles… entre creatividad y educación y se mues- tran algunas claves para visualizar una Parece evidente que todas estas cuali- educación creadora en la que el arte sea dades del arte y las que hemos apuntado el componente central. sobre la creatividad y la educación, junto con muchas otras, pueden ser compar- tidas en buena medida y de manera muy Creatividad, arte y educación relevante por los tres ámbitos.

Creatividad y educación Intentando revisar y problematizar a un creatividad tiempo las relaciones entre creatividad y educación, destaco que la articulación entre ambas ha venido tomando la forma arte educaci ón de una educación sobre la creatividad, una educación para los creativos, una educación para la creatividad, una educa- ción en la creatividad o con la creati- vidad…, pero no tanto una educación Creatividad y educación son conceptos creadora, educar creando. muy próximos, los dos tienen relación di- recta con la novedad valiosa, con la me- En torno a la mitad del siglo pasado, una jora, el avance, el descubrimiento, la cons- vez concretado y asentado el estudio cien- trucción de significados, la diversidad, las tífico de la creatividad, el ámbito de la posibilidades, el cambio, la transforma- educación se convierte inmediatamente ción. En cuanto al arte, trabaja con as- en un campo de interés fundamental para pectos frecuentemente olvidados en la esa parcela científica. Las primeras aplica- educación, y que tienen que ver con el ciones a partir de la investigación sobre la mundo sensible, con lo no racional, con creatividad están dirigidas al campo edu- la multiplicidad, con despertar otras mi- cativo, intentando detectar aquellos indi- radas sobre las cosas y otros modos de viduos con mayor potencialidad creativa. pensar y hacer, con la emoción y la ima- En ese marco, se entiende la creatividad ginación, con la reflexión crítica, con la como una cualidad personal, distribuida evocación de sentidos, con la compren- irregularmente en la población, entre- Creatividad y neurociencia cognitiva 112 nable, si esa capacidad individual es iden- creatividad, intentando primero identificar tificada, y valiosa desde el punto de vista a los más dotados y desarrollar su poten- económico, social y político. Los es- cial creativo, y extendiéndose más tarde a fuerzos, en consecuencia, van orientados todas las personas, consideradas ya como a encontrar esas personas más dotadas individuos creativos siempre en algún creativamente, con mayor potencialidad, grado, para hacer uso de sus capacidades y a fomentar en lo posible esa capacidad, creativas e incluso potenciarlas, para en- a desarrollarla, a ampliarla, a entrenarla. señar estrategias creativas, solución de problemas, etc. Por lo tanto, la identificación de las per- sonas especialmente creativas va unida a Los docentes fueron vistos rápidamente la educación en dos aspectos principales: como piezas clave para desarrollar una identificación entre los escolares de aque- educación que prestara más atención a la llos más dotados, y diseño y aplicación de creatividad o a aspectos relacionados con programas de estimulación y desarrollo de ella. Ha venido siendo cada vez más im- esas capacidades. Ambas tareas tienen portante, en la aplicación de la creatividad que ver, directamente, con otro de los a la educación, suministrar a los docentes campos principales de estudio e investi- herramientas, recursos, estrategias, para gación en la creatividad: la construcción ese desarrollo de la creatividad de las per- de procedimientos, estrategias y pruebas sonas, y posibilitar entrenamiento en la estandarizadas para evaluar la potencia- aplicación de tales medios, que al mismo lidad creativa de las personas y la efecti- tiempo se han ido constituyendo como vidad de los programas de desarrollo de elementos de vocación renovadora y ac- la creatividad aplicados. tualizadora de las metodologías didác- ticas. El profesorado hace tiempo que no Paulatinamente, las ideas democratiza- sólo debe dominar su área o áreas de co- doras llegan también al campo de estudio nocimiento, sino también unas metodo- y aplicación de la creatividad, extendién- logías didácticas, y dentro de ellas, nume- dose una concepción más horizontal: no rosas estrategias, recursos o técnicas para sólo interesa detectar y potenciar a las el desarrollo del pensamiento divergente, personas más creativas, sino que se em- para la detección y solución de pro- pieza a pensar que todos los individuos blemas, para fomentar la aparición de son o pueden ser creativos en algún ideas novedosas… Podríamos denominar grado, y por tanto hay que evaluar su po- a este tipo de formación que se requiere tencialidad igualmente, hay que diseñar y a los profesores y profesoras, y que se aplicar estrategias y programas de desa- vierte en las metodologías didácticas, rrollo y aprendizaje, y hay que evaluar su como educación sobre la creatividad, es- efectividad. tudiando, aprendiendo, enseñando aque- Desde mi punto de vista, estas primeras llas herramientas que constituyen el saber aplicaciones de la creatividad en educa- más característico en el ámbito de la apli- ción, centradas en identificar, evaluar y cación de la creatividad en la enseñanza. formar, toman la forma de educación Podríamos quizás hablar también de una para los creativos, y educación para la educación en la creatividad o una educa- Estudio y aplicaciones de la creatividad en educación. Arte y educación creadora 113 ción con la creatividad, y referirnos con cadores o no, el tema son las clases ello a aquellas parcelas del espacio edu- de arte que tuvieron en la infancia; las cativo que la costumbre general, las cre- decoraciones de fiestas especiales y encias más extendidas y naturalizadas, en- los collages de algodón son algunos tienden que son territorios creativos en sí de los pocos recuerdos comunes, que mismos. Esto viene ocurriendo, y aún de resisten fuertemente, a las diferentes manera bastante incuestionada o norma- reformas curriculares a lo largo de los lizada en la práctica, con las áreas artís- años. […] expresan la levedad, la au- ticas y con las actividades relacionadas sencia de peso, una metáfora casi con esas áreas que tienen lugar en el es- perfecta de la presencia del arte en el pacio educativo. Se tiende a pensar que currículum.” en el tiempo y en el espacio educativo (A. Albano, 2010: 9). que consideramos artístico o cercano al arte se está poniendo en práctica la crea- Es frecuente que lo que se denomina arte tividad y se la está desarrollando como en el espacio educativo acabe siendo un cualidad personal. De hecho, quizás sea arte escolarizado: un entrenamiento en esa la cualidad más reconocida al ámbito actividades manuales, un aprendizaje de del arte en educación. los elementos básicos de un lenguaje vi- sual prefijado y descontextualizado, una producción de objetos más o menos de- Arte y creatividad corativos, un área casi olvidada o no va- escolarizados lorizada excepto para embellecer los es- Todos estos modos de articular educación pacios en fechas conmemorativas, un y creatividad, o incluso educación, creati- tiempo para el ocio consentido, con poca vidad y arte, desde mi punto de vista o ninguna relación con el arte y con la constituyen movimientos alrededor de la creatividad. La escolarización frecuente- creatividad y de la educación, pero no mente transforma al arte al traducirlo al consiguen interpenetrarse mutuamente, contexto educativo, alejándolo de su na- no generan cambios de calado. Pienso turaleza poética, constructora de sen- que son movimientos periféricos que bor- tidos, creadora y transformadora, y dismi- dean lo fundamental sin alterarlo. nuyendo su vitalidad. Y es habitual y Si observamos con un mínimo deteni- fácilmente observable que, además, dis- miento, resulta llamativo y aparentemente minuya progresivamente su presencia en contradictorio cómo en muchas ocasiones la educación según se asciende en el re- la creatividad no está presente en el pe- corrido por las etapas educativas, hasta queño tiempo y espacio reservados para desaparecer prácticamente en los esca- el arte. Como advierte A. Albano: lones más altos. “La presencia del área de arte en mu- Es posible que algo parecido ocurra con la chas escuelas es asociada, frecuente- presencia de la creatividad en la educación, mente, a la guinda que adorna el y que podamos hablar también de una pastel: atrayente pero fácilmente des- creatividad escolarizada. Ese término po- cartada. Cuando entre adultos, edu- dría utilizarse quizás para denominar gran Creatividad y neurociencia cognitiva 114 parte de la presencia de la creatividad en en todos sus aspectos por la creatividad y el espacio educativo: ejercicios, actividades, porque está centrada en crear, descubrir, estrategias de pensamiento, de trabajo en inventar, transformar, y no en asimilar, re- equipo, de generación de ideas, de solu- petir, reproducir, transmitir sin alterar. ción de problemas…, que posiblemente Una educación creadora entiende el pro- pongan en funcionamiento algunas diná- ceso de enseñanza-aprendizaje como un micas relacionadas con la creatividad, pero proceso de creación, marcado por la dife- que difícilmente pueden convertirse en ge- rencia y la multiplicidad, no por la repeti- neradores de una educación creadora. ción o la uniformidad, y marcado igual- Pero, en realidad, no es sólo el arte o la mente por la vitalización de lo educativo. creatividad, sino también la propia edu- En síntesis, la educación creadora no es un cación la que de esta manera queda des- tipo especializado de educación para ta- vitalizada, alejándose de todo lo que el reas o personas creativas, ni una aplicación arte y la creatividad implican. Abandonar de técnicas, métodos o recursos vinculados esas adaptaciones escolares de un arte a la creatividad, sino un modo de entender desvirtuado o desvitalizado y de una cre- y llevar a cabo el proceso de enseñanza- atividad de escasa relevancia, y dar pre- aprendizaje donde la diferencia en lugar de sencia y sentido a la creación artística y la repetición, la novedad en lugar de lo ya sus prácticas, especialmente el arte con- conocido, la búsqueda en vez de la acu- temporáneo, en el contexto educativo, mulación, la acción, la participación, la co- con un sentido integrado y valorizado, laboración entre los aprendices y educa- puede ayudar a transformar la educación dores –todos ellos creadores al fin y al y a generar una educación creadora. cabo– son las señas de identidad.

Educación creadora Educación creadora y arte En ese sentido, por fin, podemos hablar contemporáneo de una educación creadora, como aquella que en su planteamiento, metodología, Lo que podemos denominar como educa- actividades, contenidos, enfoque de los ción creadora parece un concepto más procesos de enseñanza-aprendizaje, cul- complejo que esa educación para, sobre, tura escolar, relación con el entorno…, in- en, con la creatividad, y su relación con el tenta renovar, cuestionar lo establecido o arte permite otro enfoque mucho más en- lo habitual, explorar posibilidades, desau- riquecedor. El arte, especialmente el arte tomatizar, descubrir, transformar, generar contemporáneo, con sus características de procesos creativos, construir sentidos, multiplicidad, experimentación, búsqueda, despertar la creatividad de las personas, observación, comunicación, experiencia es- construir contextos potencialmente crea- tética, construcción de sentido, creación tivos y favorecer otros muchos aspectos poética…, tiene muchos puntos de cone- que tienen que ver directamente con la xión con lo educativo y, como aquí pen- creatividad y con la educación. Una edu- samos, puede tejer un papel fundamental cación creadora porque está atravesada y especial en una educación creadora, que Estudio y aplicaciones de la creatividad en educación. Arte y educación creadora 115 estaría atravesada en todos sus aspectos territorio creativo marcado, sobre todo, por por lo artístico. la complejidad y la horizontalidad. Por El arte reciente proporciona facilidades y todas esas razones se considera aquí que claves para ello. Trabaja con la multipli- el arte contemporáneo, que además es cidad y la diferencia, frente a los modelos producto de nuestro tiempo histórico y de de perfección establecidos por un arte co- nuestras referencias socioculturales, tiene rrespondiente a épocas ya pasadas; frente gran sintonía con una educación creadora a la figura del genio excepcional y super- y con un concepto de creatividad reno- capacitado de un arte tradicional, el arte vado, no centrado ya en la capacidad na- reciente se vuelve democrático y se ex- tural, especial y distinta de unos pocos o tiende; en lugar del carácter especial, en procesos enigmáticos y especiales. noble, exclusivo de los materiales que uti- liza ese arte tradicional, ahora cualquier Educación creadora a través tipo de elemento próximo y cotidiano es del arte potencialmente útil; lejos de ser sólo un Es el momento de señalar brevemente al- arte encerrado en los museos u otros lu- gunas de las claves que caracterizan, y gares elitistas y distantes, ahora el arte pueden ayudar a visualizar, una educación tiende también a infiltrarse por todos los creadora en el sentido aquí expuesto; se espacios; ahora es importante el proceso, proponen varias: acción, participación, vi- a veces ese es precisamente el contenido sibilidad, integración, diversidad, sentido, de un trabajo artístico; el ideal de belleza en una educación creadora atravesada por única ha sido sustituido por la multipli- el arte. El resultado generará una especie cidad de versiones posibles y provisionales de mapa, una red de líneas a recorrer y co- con capacidad comunicativa o de creación de sentido… Interacción, pluralidad, inter- nocer que, consideradas en conjunto y con subjetividad, relativismo, multidimensio- el arte como clave fundamental y central, nalidad, transdisciplinariedad, relectura, dibujarían la complejidad y riqueza del es- provisionalidad, emergen como cualidades pacio ocupado por esa educación creadora de lo que hoy día define a buena parte de focalizada en el arte. las prácticas artísticas, poniendo en cues- Una educación creadora ha de contem- tión los anteriores modelos basados en el plar, como componente fundamental de poder creador del genio y en la grandeza, su modo de hacer, de sus objetivos, de unicidad, permanencia y especialidad de la los contenidos que trabaja, de sus pro- obra, para iniciar la andadura por un nuevo tagonistas, de las capacidades que fo-

Diversidad

Abertura Multiplicidad Vida-Escuela

Modos de Diferencia ver-pensar-sentir-actuar Complejidad Flexibilidad Creatividad y neurociencia cognitiva 116 menta o pone en juego, la diversidad, la telectual, pero también lo afectivo, lo multiplicidad, en suma, la diferencia. emocional o lo corporal, tantas veces re- Ello se concreta en la búsqueda y cons- legado en el sistema educativo. trucción constante de un espacio y una Integración que empieza por el propio do- oportunidad para lo múltiple y diverso cente: en los modos de ver, de pensar, de ac- “El profesor, como el artista, o como tuar, de valorar, de relacionarse… En de- artista-profesor, es un mostrador de finitiva, la diversidad de la vida introdu- afectos. El afecto es la primera señal cida en la escuela, como dos ámbitos de que al profesor se le está dando permeables (entendiendo escuela como bien o mal lo que hace o lo que se término general para referirnos al es- propone hacer, porque es un mapa pacio educativo en cualquiera de sus sensible de lo que sucede en el aula, etapas). Y ello supone, al mismo tiempo, con el que llega y sale de ella, trans- una mayor complejidad de la educación, mutado en valor para la vida personal que exigirá del docente actitudes de y social.” abertura a lo diferente, a lo no cono- (M. Meira y S. Pillotto, 2010: 11). cido, flexibilidad para tratar con esa di- versidad. Se trata también de atender a lo lejano, pero también al entorno próximo; de es- En la misma dirección, tenemos que ha- tablecer conexiones y puentes transdis- blar de integración como otra de las ciplinares entre áreas que tendemos a claves. Así, se trata de integrar elementos considerar como áreas separadas, pero que suelen estar separados o atendidos que no tienen por qué estarlo; de consi- de manera muy distinta y poco equili- derar la globalidad de nuestro modo de brada. Se trata de tomar en cuenta lo in- conocer, experimentar, sentir, actuar; de rescatar, escuchar y utilizar los “cien len- guajes” de expresión y comunicación Integraci ón que tiene la infancia (L. Malaguzzi, 2001), haciendo de nuevo que escuela y vida sean ámbitos continuos, integrados, Lenguajes no separados.

Mente-Cuerpo Otra línea que hay que recorrer es la ge- Ideas-Afectos neración de sentido. Una educación crea- dora no puede mantener situaciones en Vida-Escuela las que lo que se hace, lo que se enseña, lo que se pretende que sea aprendido y Proximidad las estrategias para conseguirlo carecen de sentido para el aprendiz, como ocurre Experiencia frecuentemente en el ámbito educativo. Si se quiere que el aprendizaje sea algo a Transdisciplinariedad construir por el aprendiz a partir de su compleja experiencia, que los educadores Estudio y aplicaciones de la creatividad en educación. Arte y educación creadora 117

Sentido

Mente-Cuerpo Ideas-Afectos Centro en el aprendiz Acontecimiento

Vida-Escuela Motivaci ón

intentan enriquecer y mediar, entonces el imprescindible para el buen alumno. aprendiz ha de poder entender el pro- Aquel que se equivoca es visto como ceso, otorgarle un sentido y darle un valor incompetente e incapaz. No se per- para que todo eso sea posible. El arte en cibe el error como un acto creativo, la escuela no escapa tampoco a esa ne- como una oportunidad para la explo- cesidad: o tiene sentido para el que ración y el descubrimiento.” aprende, desde su mundo, o no es asimi- (D. Fleith, 2007: 149). lado más que como algo superficial, ca- Y ello se refiere, como todo lo anterior, rente de valor y, por supuesto, sin capa- tanto a los alumnos y alumnas como a los cidad para suscitar ningún tipo de profesores, al fin y al cabo todos apren- experiencia personal significativa. dices permanentes de una u otra forma. Debemos considerar también la acción La acción, en el caso del arte, tiene como otro componente fundamental. Ello además un sentido de transformación, de significa capacidad para actuar, realiza- acción transformadora sobre la propia re- ción de proyectos, abandono de los pa- alidad. Como señalan Efland, Freedman y peles caracterizados por la pasividad, Stuhr: aprender del propio recorrido a través del “La función del arte a lo largo de la juego, la experimentación, libertad para historia cultural de la humanidad ha equivocarse, para aprender de los aciertos sido y continúa siendo la construcción y de los errores. Como señala D. Fleith: de la realidad. [...] Los artistas cons- “La escuela, especialmente, enfatiza truyen representaciones del mundo la exactitud de respuestas, condición real o bien de mundos imaginarios

Acci ón

Transformaci ón Vida-Escuela Juego Experimentaci ón

Libertad Errores Procesos Riesgo Creatividad y neurociencia cognitiva 118

que incitan a los seres humanos a educativamente importante facilitar la crear una realidad distinta para sí construcción de contextos, situaciones, mismos.” procesos potencialmente creativos y la (A. E. Efland, K. Freedman y participación en ellos, independiente- P. Stuhr, 2003: 124). mente de las posibilidades creativas per- sonales (J. Romero, 2009 y 2010). La línea denominada participación alude a la negociación de contenidos, obje- La visibilidad se configura como otro de tivos, metodologías en lugar de su impo- los ejes de la educación creadora. Es im- sición más o menos disimulada o natu- portante hacer visible todo aquello que ralizada; a la crítica y a la implicación de acontece en el centro educativo; visibi- todos los protagonistas en el proceso de lidad de los procesos y de los resultados; enseñanza-aprendizaje: aprendices, edu- visibilidad de ideas y conceptos, pero tam- cadores, centro educativo, comunidad bién de todo lo que tiene relación con las que lo constituye o el entorno próximo. emociones, los afectos; visibilidad de la Pero además, en este contexto, la idea lengua escrita, pero también de los otros de participación remite a una revisión ne- lenguajes y la riqueza del mundo visual, cesaria de aquellas concepciones sobre sonoro, corporal; muestras de procesos y la creatividad que la caracterizan como resultados generan visibilidad y propor- capacidad o actitud personal. Es nece- cionan espacios y tiempos para el reen- sario ampliar el concepto de creatividad cuentro con lo experimentado y apren- para considerar las posibilidades crea- dido, para la comprensión de lo conocido tivas de grupos, colectivos, redes, para desde otros puntos de vista, desde dife- dar importancia a la participación en rentes miradas, para la memoria de lo vi- contextos y procesos potencialmente creativos. Desde ese punto de vista, será Visibilidad

Participaci ón Exposici ón

Mente-Cuerpo Actitud cr ítica Ideas-Afectos

Confianza Memoria

Vida-Escuela Vida-Escuela

Cooperaci ón Valorizaci ón

Implicaci ón Comprensi ón

Escucha-Voz Reencuentro Estudio y aplicaciones de la creatividad en educación. Arte y educación creadora 119 vido. Lo que se muestra dignificado, cidad de crear y recrear constantemente el además, queda valorizado, adquiere un sentido, y de generar acontecimientos es- valor añadido, ya sean personas, resul- téticos, su capacidad de transformar, su ca- tados, procesos. Por el contrario, lo que rácter abierto…, es la vía circular que per- no se hace visible pasa desapercibido, mite transitar todas las líneas de este mapa pierde relevancia, no adquiere valor. y conectar cada una de las claves señaladas Todos estos componentes de una educa- para una educación verdaderamente cre- ción creadora nos llevan a una última clave adora. En este mapa inventado y provi- fundamental: el arte. Porque dadas las ca- sional, el arte no es una línea más, es la racterísticas aquí consideradas en relación línea que interrelaciona todas las ante- al arte –especialmente si se trata de arte riores. reciente–, en ese ámbito se encuentra el Eso siempre que se piense, claro está, en catalizador, el medio y el vehículo perfecto un arte que no abandone su potencia para generar y facilitar esa visibilidad, di- poética, creadora, transformadora y su versidad, integración, acción, participación anclaje en la experiencia estética y en la y construcción de sentido. El arte, especial- realidad vivida, y que traducido a la edu- mente el arte contemporáneo, por su mul- cación no se limite a abordar los conte- tiplicidad, su integración de lenguajes, su nidos considerados propios de un área carácter de experimentación e incluso específica, a realizar unas actividades juego, su referencia al mundo actual, a la manuales más o menos ajustadas a un experiencia personal, su relación con todas cierto gusto establecido, a acumular con- las áreas educativas, su búsqueda de la no- ceptos, técnicas y saberes descontextua- vedad y la sorpresa, su capacidad comuni- lizados y desvinculados del aprendiz, y cativa y expresiva, su presencia en muchos sin implicación con el centro educativo, ámbitos de la vida cotidiana, su uso de ma- el entorno próximo y la vida. Y siempre teriales cotidianos o próximos, su capa- que se considere una educación trans-

Arte

Mente-Cuerpo Ideas-Afectos

Multiplicidad Transformaci ón

Juego

Comprensi ón Acontecimiento Experiencia Creatividad y neurociencia cognitiva 120 formadora, y no una mera reproducción Y mientras tanto serán necesarios sucesivos de contenidos distanciada de la realidad aprendizajes y desaprendizajes, revisiones, en que se inserta y del propio alumno, y errores y aciertos. Se trata de un mapa que, en la que el arte sea valorizado como aunque parece definido, pretende ser elemento fundamental. abierto y provisional, y no intenta explicar El arte contemporáneo, llevado a la es- recetas, modelos o pasos a seguir, sino pro- cuela dentro de una educación creadora, porcionar una visión de conjunto para implica salir de los estrechos límites de la comprender la naturaleza de una educa- hoja en blanco, de la producción de pe- ción creadora centrada en el arte. queños objetos artísticos más o menos re- Esta educación creadora a través del arte petidos, de la cartulina decorada con imá- no se refiere sólo a los alumnos y genes y dibujos, y ampliar el campo alumnas, no sólo a las metodologías di- artístico y estético escolar a los procesos, dácticas, a las concepciones educativas o las performances, la instalación, la crea- al currículum, sino que implica una trans- ción de imágenes, la transformación de formación también del profesorado y ex- espacios, el arte participativo, las expe- pertos. Como docentes, necesitamos a riencias sensoriales, la hibridación de téc- partir de ahí reconocer, redescubrir y ac- nicas y materiales, el arte corporal, el arte tualizar nuestra propia capacidad y actitud sonoro, la poesía visual…, todo ello desa- creadora y artística, necesitamos también rrollado en proyectos creativos por observar y conocer lo que el arte está pro- alumnos y profesores, en una escuela poniendo y haciendo actualmente, am- donde el arte esté presente en todos sus pliando así nuestro campo de referencias espacios, tiempos y actividades. y, por tanto, de recursos, y necesitamos Llevar el arte, y especialmente el arte con- observar, igualmente, los juegos, pro- temporáneo, a la educación supone una puestas y soluciones creativas de los posibilidad, una oportunidad y un desafío alumnos en su acción cotidiana, pues en de transformación creativa de esa misma todo ello encontraremos estrategias, re- educación en la que se integra. El mapa de ferencias, recursos, orientación, energía conceptos implicados en esa educación para construir esa educación creadora creadora es complejo, no parece que in- centrada en el arte. Trayendo aquí unas dique una tarea fácil, pero no es necesario palabras de M. López Fernández-Cao, hay hacerlo realidad de manera total y simul- una tarea siempre por desarrollar y revisar tánea. Pensemos en él como una refe- de manera permanente: rencia provisional y una ayuda; como cual- “Pensar la creación en términos inter- quier otro mapa, este intenta proporcionar subjetivos, como modo de articular un una visión del territorio y de los caminos espacio de encuentro con uno/a posibles o importantes, ponerles nombre y mismo/a, con el mundo y con el otro, facilitar el recorrido, pero ese recorrido habitar la creación como un lugar de puede ser muy diverso, puede comenzar y posibilidad y libertad, de diálogo cons- acabar en cualquiera de esos puntos, tante con el mundo, significa por tanto puede recorrer el mapa parcialmente, reflexionar sobre la idea de conoci- puede ir realizando caminadas sucesivas. miento que hemos recibido, la idea de Estudio y aplicaciones de la creatividad en educación. Arte y educación creadora 121

creación, de creador, de mundo y de criativo. Expressão em múltiplos contextos. educación. E implica tratar de construir Brasilia: Universidade de Brasilia, 2007; 43- 158. entre todos un espacio coral de inclu- sión donde la creación se instale, como López Fernández-Cao M. Educación, creación e igualdad. Madrid: Eneida, 2009. espacio de respiración vital.” Malaguzzi L. La educación infantil en Regio (M. López Fernández-Cao, 2009: 6). Emilia. Barcelona: Octaedro-Rosa Sensat, 2001. Bibliografía recomendada Meira M, Pillotto S. Arte, afeto e educação. A sensibilidade na ação pedagógica. Porto Albano A. A cereja eu enfeita o bolo ou o fer- Alegre: Mediação, 2010. mento que o faz crescer? Em Gonçalves, T. y Dias. A. (orgs), Entre linhas formas e cores. Arte Romero J. Creatividad en el arte: descentra- mientos, ampliaciones, conexiones, comple- na escola. Campinas SP: Papirus, 2010; 9-11. jidad. Encuentros Multidisciplinares 2008; Efland EA, Freedman K, Stuhr P. La educación 10(28):55-62. en el arte posmoderno. Barcelona: Paidós, 2003. Romero J. Creatividad distribuida y otros Fleith D. A promoção da criatividade no con- apoyos para la educación creadora. Pulso: re- texto escolar. Em A. Virgolim (org.), Talento vista de educación 2010; 33:87-107.

Creatividad: un desafío para la sociedad en el umbral del milenio Dra. Manuela Romo Santos

Introducción • Educación en valores, interdisciplina- riedad y desarrollo de competencias cre- Aunque pueda resultar un tópico, es de ativas en la educación son aspectos ne- gran importancia reconocer que la so- cesarios para enfrentarse con éxito a ciedad de las últimas décadas del siglo XX estas tendencias transformadoras de las y la del siglo XXI se está transformando a que habla la Unesco. un ritmo vertiginoso como nunca había sucedido antes en la historia de la huma- nidad. Esta situación determina la gran El desafío de la creatividad en trascendencia que tiene el desarrollo de la sociedad actual la creatividad y la innovación en la so- Considero que los siguientes atributos son ciedad que nos ha tocado vivir, de trán- esenciales para definir la sociedad que nos sito al tercer milenio. En este contexto, la ha tocado vivir en este ciclo histórico, y Unesco en 2002 describe una serie de suponen un reto para la creatividad en tendencias que van a transformar tanto orden a responder de manera pertinente la sociedad como los espacios educativos a los problemas que plantean tales atri- (Futuros posibles. Diez tendencias para el butos (Romo, 2008a). siglo XXI). De entre ellas selecciono las que En primer lugar, vivimos en una so- demandan mayor grado de creatividad en ciedad compleja y global. Una sociedad la conducta social: donde se producen cambios vertiginosos • La llegada de la tercera revolución in- que inmediatamente se globalizan. La dustrial, con el auge de la informática y complejidad e incertidumbre que caracte- las ciencias y tecnologías de la informa- riza a nuestro mundo demanda un nuevo ción y la comunicación, crea nuevas tipo de ciudadanos. Ciudadanos que ne- áreas profesionales, lo que reclama, a cesitan adaptarse a tales cambios por el su vez, nuevas formas de adquirir y pro- bienestar personal y social. Personas con cesar los conocimientos. apertura mental, flexibilidad de pensa- • Otras tendencias son los peligros medio- miento, tolerancia a la incertidumbre, ca- ambientales o las amenazas a la paz, pacidad de aceptar la novedad, pero a la que requieren también crear nuevos vez contribuir a la novedad y al cambio. campos de conocimiento. También Todas ellas son características del pensa- exigen una mayor vinculación entre miento creativo. ciencia y tecnología creando puentes en Por otra parte, vivimos en la sociedad el conocimiento y aproximaciones mul- del conocimiento. Lo que se ha llamado tidisciplinares e innovadoras. la economía sin peso. La mayor parte de Creatividad y neurociencia cognitiva 124 la riqueza en la productividad económica cipal. Así sucede con el Doctorado interu- está basada en recursos intangibles: infor- niversitario en Creatividad Aplicada que mación, capital humano, investigación y desde 2000 desarrollamos entre las uni- desarrollo, servicios. Especialmente en los versidades Complutense y Autónoma de países más desarrollados se ha producido Madrid. una acelerada transición de una economía Los poderes públicos están reconociendo de carácter industrial a otra basada en el progresivamente la necesidad de crear conocimiento. Los problemas emergentes redes y núcleos de formación en innova- que este cambio suscita requieren de nuevo ción ligados a centros universitarios así la creatividad. La gestión del conocimiento como iniciativas de carácter más general demanda no tanto la reproducción como como estrategia en el desarrollo de los la generación de nuevo conocimiento, lo países. Con esta filosofía, la Comisión cual es atributo del pensamiento creador Europea declaró el 2009 como el Año de (Romo, 2008a). la Creatividad y la Innovación.

Aceptar el desafío Creatividad histórica y Nunca como hoy en el escenario mundial creatividad personal se había reconocido la trascendencia e im- Pero, cuando hablamos de creatividad, pacto que tienen los nuevos conoci- parece que sufrimos una cierta esquizo- mientos en la configuración de las condi- frenia, porque siempre nos vienen a la ciones para el futuro de la sociedad. La mente ejemplos como estos: la 5.ª sin- innovación tiene cada vez un peso mayor fonía de Beethoven, Don Quijote de La en el trabajo de los departamentos de in- Mancha, la Gioconda, el Moisés de vestigación y desarrollo de empresas e ins- Miguel Ángel, el Taj Mahal o un transbor- tituciones. dador espacial. Ejemplos de memes, ítems Durante mucho tiempo ha habido en la de información cultural, artística o cientí- enseñanza, especialmente en la ense- fica que han pasado a la historia. Seis ñanza superior, un desprecio sistemático ejemplos, entre muchos otros posibles, a la innovación y la creatividad. Se ha fo- que han hecho avanzar a nuestra especie, mentado un aprendizaje memorístico, ba- que nos han llevado desde las cavernas sado en la autoridad, sin una visión crí- hasta Saturno, porque es la creatividad la tica, penalizando la independencia y la responsable de todo el avance de la civi- autonomía, etc. Afortunadamente, las lización humana. Pero hemos de pregun- cosas están cambiando y se están produ- tarnos si las mentes de los genios que ciendo una serie de cambios fundamen- produjeron tales obras funcionan con pro- tales en la educación superior. Qué mejor cesos mentales diferentes, exclusivos, y ejemplo que la presencia de un foro como nuestra respuesta es que ¡no hay nada es- este, donde debatimos sobre neurociencia pecial! y creatividad, o la presencia de titula- Lo que hay de especial en las grandes ciones que incluyen la creatividad en el obras de la creatividad humana son los re- currículum o la tienen como objetivo prin- sultados, no los procesos. Se trata de pro- Creatividad: un desafío para la sociedad en el umbral del milenio 125 cesos mentales ordinarios con resultados pensar es lo que hizo Einstein para llegar extraordinarios. Y, a partir de ahora, voy a su teoría de la relatividad, o lo que hizo a mostrar lo que Beethoven, Cervantes, Beethoven al componer la 5.ª sinfonía, Miguel Ángel, Leonardo, Einstein y todos pero también lo que hace un creativo pu- nosotros tenemos en común. No significa blicitario al crear un eslogan o lo que hace esto que debamos trivializar el trabajo de una joven para hacer caer rendido a sus estas mentes: desmitificar el genio no sig- pies al chico de sus sueños. nifica quitarle grandeza. Sencillamente, lo que se plantea es que entre la H-creati- Pero veamos cómo es esa forma de vidad y la P-creatividad no existen diferen- pensar y también la forma de ser asociada cias cuantitativas, según los conceptos re- a esos procesos cognitivos, porque no conocidos por diversos autores (Boden, basta con tener 15 minutos de brillantez 1994; Kaufman, 2009), entre la creati- y crear algo especial, sino que la gente vidad de genios como los mencionados, creativa se comporta así de forma estable, que han pasado a la historia, y la creati- es creativa, sencillamente, y eso requiere vidad personal de la vida diaria, esto es, otra serie de rasgos que no son de natu- la que ponemos en juego al improvisar en raleza cognitiva. la cocina combinando de forma novedosa los ingredientes, o en las relaciones hu- El pensamiento creador manas para animar una reunión con su- gerentes ocurrencias humorísticas, o en el Esa forma de pensar no es sino un pro- aula para organizar actividades innova- ceso de solución de problemas. Pero una doras que puedan hacer accesible para clase especial de problemas, una forma nuestros alumnos un tema complejo. especial de tratar con ellos y, por último, Las consecuencias que este enfoque tiene unas soluciones muy especiales para los para el estudio científico de la creatividad mismos. El mismo Einstein supo vislum- son de gran trascendencia porque im- brar la naturaleza de este proceso psico- plican la posibilidad de un análisis siste- lógico en la física: mático. En otras palabras, suponen la po- “Galileo formuló el problema de la sibilidad de un estudio científico. Si medición de la velocidad de la luz, desmitificamos el genio y hablamos de pero no lo resolvió. La formulación de procesos mentales ordinarios en lugar de un problema es frecuentemente más considerar la visión inspiracionista de la esencial que su solución, que puede musa o de una inteligencia sobrenatural o de oscuros procesos inconscientes, en- ser tan sólo un asunto de destreza ma- tonces entender la creatividad de la gente temática o experimental. Plantearse corriente nos ayudará a entender la crea- nuevas cuestiones, nuevas posibili- tividad de Einstein. dades, mirar viejos problemas desde un nuevo ángulo, requiere una imagi- Como defino en mi libro Psicología de la nación creadora y marca un avance Creatividad: creatividad es una forma de real en la ciencia.” pensar cuyo resultado son cosas que tienen a la vez novedad y valor. Porque (Einstein e Infeld, 1938: 92). Creatividad y neurociencia cognitiva 126

Lo propio de la solución creativa de pro- “con las antenas puestas”, receptivo para blemas es saber encontrarlos, definirlos encontrar algo indefinido pero valioso para –es decir, formularlos de manera que su trabajo. A veces, es el azar lo que desen- tengan sentido y sean resolubles– y plan- cadena el afortunado descubrimiento. Es tear una estrategia para su resolución. el fenómeno bautizado en inglés con el En la creación artística hablamos de pro- nombre de serendipity, donde la historia de blemas que son de naturaleza estética y la ciencia nos muestra innumerables ejem- personal. Dice Gombrich (1961) que en el plos; el libro de Roberts, Serendipia, recoge arte es un problema objetivo el deseo decenas de ellos (Roberts, 1992): Fleming subjetivo de expresar alguna idea, emo- y la penicilina, Pavlov y el reflejo condicio- ción o experiencia. Durante el proceso, el nado, Beckerel y la radiactividad natural... artista va definiendo el problema y solu- Pero, ¡la suerte es para el que la busca! “En cionándolo con los medios a su alcance el terreno de la invención, la suerte favo- mediante nuevas formas de expresión. rece a la mente preparada”, dijo Pasteur. Ya desde Guilford –el gran impulsor de los Fleming podía haber tirado aquel cultivo estudios sobre creatividad en EE.UU.– se enmohecido de estafilococos, pero no lo habla de sensibilidad a los problemas: hizo porque estaba preparado para inter- saber encontrar dificultades, limitaciones, pretar aquel fenómeno que se presentó inconsistencias, de la necesidad de ante sus ojos: cómo las bacterias habían cambio (Guilford, 1959). Es ese “divino sido atacadas en la zona afectada por el descontento” del creador. Una disposición hongo penicilium. Supo adivinar la tras- abierta y receptiva al entorno, pero crítica cendencia de aquel descubrimiento casual a la vez. Actitud crítica también con su y trabajo duro, a posteriori, en la investi- trabajo, que dura hasta el final del pro- gación de aquel fenómeno que provo- ceso, hasta que se completa la obra. caba la destrucción de las colonias de bac- terias atacadas por aquel extraño moho. Esta sensibilidad planteará obviamente al Toda su investigación previa con sustan- creador muchos problemas para resolver. cias antimicrobianas le había preparado el Problemas que deberán ser formulados, camino para llegar a la penicilina. El “problemas mal definidos”. Cuanto más mismo Fleming lo expresaba así: se demore el proceso de formulación, de definición de su estructura definitiva, más “Si no fuera por la experiencia anterior, creativa será la solución. Porque ello im- yo habría tirado la placa, como muchos plica el esfuerzo de mantener tolerancia a bacteriólogos debieron haberlo hecho la ambigüedad, resistencia al cierre; así se antes... También es probable que mu- favorecen nuevos enfoques, nuevas apro- chos bacteriólogos hayan apreciado ximaciones, la posibilidad de utilizar infor- cambios similares a los detectados por mación adicional que sirva para nuevas y mí, pero en ausencia de algún interés originales soluciones (Romo, 2008b). por la aparición natural de unas sustan- La información añadida que facilita las so- cias antibacterianas, los cultivos simple- luciones originales puede venir de dentro mente se descartaron.” o de fuera del sujeto. El creador va siempre (Fleming, en Roberts, 1989: 252). Creatividad: un desafío para la sociedad en el umbral del milenio 127

Una vez formulados, el científico atacará y, a la vez, el fundamento mismo del pen- los problemas con una actitud de flexibi- samiento humano (Romo, 2003). lidad mental; esto significa despreciar la Buenos ejemplos de analogías afortu- inercia, romper con el set, romper con la nadas y famosas son: el modelo del tendencia a utilizar procedimientos estan- átomo de Bohr como un sistema solar, la darizados en la solución de problemas, conciencia como la corriente de un río de significa también buscar dimensiones William James, el anillo del benceno y la ocultas en el problema, convertir lo ex- serpiente que se muerde la cola, la ana- traño en familiar y lo familiar en extraño logía de Hartley comparando el corazón –como en la técnica “synectica” de con una máquina o la de Franklin compa- Gordon para la solución creativa de pro- rando la electricidad con el relámpago. blemas en grupo–. Según parece, Einstein En la ciencia se presentan muchas veces dijo: “Todo el que aspire a ser un autén- como formas compuestas, resultantes de tico científico debe dedicar al menos procesos de integración y transformación media hora al día a pensar al contrario que organizan la experiencia cognitiva que los colegas” (en Di Troccio, 1997: 9). como instrumentos a través de los cuales Sólo un pensamiento flexible puede al- observar la realidad (Preta, 1992). Gruber, canzar esas reestructuraciones repentinas, en su libro programático Darwin sobre el esa reorganización de los elementos en hombre, habla de una clase de analogías una nueva gestalt que son los procesos de especialmente productivas que denomina: insight. Tal sucede en muchos de los casos imágenes de amplio alcance, capaces de ya mencionados de descubrimientos re- integrar otras distintas y, por tanto, de pentinos. gran valor heurístico en la explicación Pero la estrategia más genuina del pensa- científica. miento creador es la analogía, mediante Al respecto, resulta muy interesante el tra- ella se conectan realidades muy distintas bajo de Osowski, un discípulo de Gruber, en formas originales y valiosas. A este sobre las metáforas de Willian James: la proceso se han referido los autores de “corriente”, el “pastor”, el “sendero” muy diversa forma: Koestler en su obra para la conciencia, el “posarse y volar clásica The act of creation lo llamó “biso- como un pájaro” de la imaginación…, y ciación” y consideraba que el verdadero otras que le sirvieron como una herra- logro en muchos descubrimientos cientí- mienta representacional para organizar el ficos es ver una analogía donde nadie la conocimiento, relacionar la información había visto antes; Mednick definió la cre- con nuevos conceptos y expandir el al- atividad en términos de asociaciones re- cance de su teoría (Osowski, 1992). motas (Mednick, 1962). Es muy intere- Pero, si en la ciencia es importante la ana- sante desde la psicología cognitiva, a este logía, en las artes es su propia esencia: ex- respecto, la obra de Holyoak y Thagard presión del problema mediante símbolos. (1995), Mental leaps: analogy in creative La poesía es metáfora. La literatura y thought, quienes consideran la analogía hasta el periodismo hacen constante re- como la esencia del pensamiento creador curso de ella. En el lenguaje coloquial de Creatividad y neurociencia cognitiva 128 la vida cotidiana, en el humor –un arte, mayor cantidad de tiempo y energía en para muchos– hacemos constante uso de su trabajo (Romo, 1997: 153). la metáfora. He aquí de nuevo el argu- El “amor al arte” es, en términos colo- mento de los procesos mentales ordina- quiales, lo que aquí estamos tratando. En rios en la creatividad. En el chiste afortu- efecto, sólo con un inconmensurable nado, lo que hay, muchas veces, es una amor al trabajo, presente siempre en los analogía inusual que sorprende. grandes creadores, se explica ese fuerte Sin embargo, su definición como proceso entusiasmo y resistencia al abandono psicológico es complicada y aún miste- hasta en las épocas más duras: sin recom- riosa. No es cosa de cortar y pegar. Los pensas, sin reconocimiento..., hasta sin conceptos no están pegados sino fun- inspiración –los períodos de “sequía” de didos, configurando una nueva realidad. los que tantos artistas hablan. De ahí las grandes limitaciones de los pro- Es la motivación para mantener el es- gramas literarios de inteligencia artificial. fuerzo día tras día con jornadas extenua- Por eso, ni siquiera los nuevos modelos doras de trabajo: diez, doce o más horas conexionistas de inteligencia artificial que diarias. Van Gogh, paradigma de motiva- conforman un reflejo más fiel del funcio- ción intrínseca, escribía a su hermano namiento de la mente humana podrán Theo desde Arlés en estos términos un nunca replicar la creatividad extrema que año antes de su muerte y ya plenamente implica ruptura de paradigmas y creación afectado por su dolencia psicopatológica: de nuevos espacios conceptuales (Romo, 1997). “Si estoy solo, nada puedo hacer al respecto, pero te digo con honestidad Hace más de 2.000 años, un gran psicó- que tengo menos necesidad de com- logo llamado Aristóteles supo vislumbrar pañía que del trabajo duro y desen- la importancia de este proceso para la cre- frenado y es por eso que me atrevo a ación. A él se le atribuyen estas palabras: encargar telas y pinturas. El único mo- “la metáfora, la percepción de la similitud mento en que me siento vivo es aquel en lo que es disimilar es el signo del en que me sumerjo en mi trabajo.” genio”. (Van Gogh, 1888). La motivación intrínseca Estamos hablando, obviamente, de moti- vación intrínseca. Todos los ingredientes Los individuos creativos desean ser crea- intelectuales mencionados son estériles si tivos y organizan sus vidas para magni- falta el propósito. Significa interés por la ficar las probabilidades de alcanzar ese propia tarea más que en la competencia, objetivo. Es por eso que constatamos la los premios, el dinero o el reconocimiento creatividad con una presencia regular y es- table; la obra única se da en casos muy social. aislados y, a la vista de la enorme produc- En los trabajos de Amabile (Amabile, tividad de la mayoría de los genios, la 1983, 1989, 1996) hay una gran evi- conclusión es obvia y necesaria: esta dencia experimental acerca de cómo gente ha gastado durante su vida la puede reducirse el grado de creatividad Creatividad: un desafío para la sociedad en el umbral del milenio 129 de un producto afectando negativamente cojo y sintetizo aquí las ideas principales la motivación intrínseca al introducir res- respecto a motivación y personalidad cre- tricciones externas como la vigilancia, la ativas aportadas en otras publicaciones: imposibilidad de elección respecto a los Romo, 1997, 2003, 2008b, 2008c). medios para realizar una tarea, la evalua- ción o, sencillamente, asociando una re- Perseverancia ante los obstáculos compensa externa a algo que hasta en- Decía Dostoievsky que el genio es la pa- tonces se hacía por puro placer. Cuando ciencia mantenida. la recompensa adquiere un valor extremo El misterio de la creatividad es algo tan para el sujeto o la presión de los condicio- prosaico como el esfuerzo prolongado nantes externos es muy fuerte, la aten- durante muchos años. Desde que Hayes ción se divide entre la propia tarea y los (1981) enunciara la regla de los 10 años motivos externos, lo que determina un –hace ahora 20– en su estudio con mú- decremento de los recursos del pensa- sicos, este principio se ha venido cum- miento para el trabajo creativo. pliendo de forma general en los estudios No queremos decir con todo lo expuesto sobre grandes creadores. Es la perseve- que la gente no agradezca el pago de su rancia la que da cuenta de este hecho, obra, que aquellos ya consagrados des- que no posibilita aportar una obra ma- precien los reconocimientos o les pro- estra en el dominio que sea antes de 10 duzcan bostezos los homenajes. Todo ello años de inmersión profunda y trabajo sos- atenta contra la evidencia, y también tenido. Para romper las reglas hay que do- contra la naturaleza humana. Estas cosas minarlas. Diez años es el tiempo mínimo repercuten beneficiosamente en el trabajo para conocer a fondo una disciplina y creador, pero sólo cuando hay una fuerte ejercitar, de forma exitosa, las habilidades motivación intrínseca previa. La motiva- propias del pensamiento creador en los ción extrínseca sólo será beneficiosa para problemas de la misma. la creatividad cuando se añada a la otra. Este rasgo supone invertir una gran can- Lo que se plantea es que la recompensa tidad de energía en el trabajo para re- puede tener un efecto añadido; puede fa- mover los obstáculos tanto externos vorecer el esfuerzo creador cuando la como propios que impiden la realización gente ya está motivada intrínsecamente. creativa. Ejemplo notorio del segundo caso es el del físico inglés Stephen La personalidad creativa Hawking. Las características de personalidad que describo a continuación constituyen los Capacidad de asumir riesgos rasgos cuya presencia ha sido constatada La personalidad creativa acepta los retos; sistemáticamente en las diversas formas en su campo de trabajo se embarca en de expresión creativa a través de estudios aventuras de riesgo, normalmente un de casos o trabajos empíricos psicomé- riesgo calculado y, aunque el fracaso tricos mediante la aplicación de inventa- puede llegar, sin embargo, el temor al rios o cuestionarios de personalidad (re- mismo no va a paralizar ni a bloquear los Creatividad y neurociencia cognitiva 130 proyectos. Sternberg propone una “teoría Tolerancia a la ambigüedad de la inversión”; como un inversor en la En lo cognitivo significa una actitud de re- bolsa, el creador invierte en el reino de las sistencia a la inercia de formular y resolver ideas comprando a la baja ideas donde de inmediato los problemas o de dominar los demás no consideran que merece la la incertidumbre. Este rasgo tiene un sig- pena invertir y vendiéndolas al alza, nificado muy amplio en la personalidad cuando las han desarrollado y convertido creativa. en ideas valoradas de forma general (Sternberg y Lubart, 1997). Csikszentmihalyi (1998) habla de la per- sonalidad paradójica, donde pares de Todos los grandes creadores que han roto rasgos supuestamente opuestos se pre- esquemas previos y fundado nuevos pa- sentan dialécticamente integrados en la radigmas han asumido importantes persona creadora. Así habla de introver- riesgos como sufrir el rechazo, escarnio, sión y extraversión, carácter lúdico y dis- aislamiento, destierro y hasta la cárcel –re- ciplina, tradición y rebeldía, masculinidad cordemos a Darwin o Galileo–, pero su y feminidad, sufrimiento y placer, fantasía obra ha sido finalmente reconocida, y realismo, soberbia y humildad... aunque, desgraciadamente para algunos, después de morir. Los creadores se exponen a gran cantidad de esfuerzo y sufrimiento, pero también Charles Robert Darwin tuvo que afrontar innumerables desafíos antes y después de experimentan un intenso placer en la rea- publicar su teoría sobre la evolución. Su lización de su trabajo, si no, obviamente, obra El origen de las especies (1859) le su- lo abandonarían. Como consecuencia puso 20 años de preparación. Mientras se tienden a ser emocionalmente inestables, ganaba el reconocimiento por la comu- aunque mantienen su tensión bajo control nidad científica con trabajos normativos, consciente. Los estudios psicométricos con- se dedicó a preparar su defensa ante las firman que en las personas creativas se da, previsibles críticas. Para evitar herir sus- a la vez, una mayor inestabilidad emo- ceptibilidades, reservó su explicación cional unida a una gran fuerza del yo. sobre el Homo sapiens para la obra El Serían individuos con alto neuroticismo, origen del hombre, que retrasaría aún 12 rasgo que predispone a la patología, pero años más. Sin embargo, ninguna de sus mantendrían sus tensiones bajo control vo- precauciones le salvó finalmente del re- luntario y canalizarían esa energía hacia su chazo y el desprestigio personal (Gruber, labor creadora. En ocasiones, la experiencia 1974). Acaso fue premonitoria, al res- placentera cristaliza en momentos cumbre, pecto, aquella entrada en su cuaderno de como lo que Csikszentmihalyi denomina notas (cuaderno Ciencia; abril 1938), “experiencia de flujo”, en que la persona donde decía “mencionar la persecución experimenta un estado extremado de in- de los primeros astrónomos”, en alusión mersión en la tarea, donde la autocon- a la persecución que Bruno o Galileo su- ciencia se pierde. El flujo se asocia siempre frieron por parte de la Iglesia por man- a actividades autotélicas, es decir, moti- tener la visión heliocéntrica (Romo, vadas intrínsecamente (Csikszentmihalyi, 2008b). 1998). Creatividad: un desafío para la sociedad en el umbral del milenio 131

Apertura a la experiencia pensamiento (Romo, 1986), que a nivel En el científico es la sensibilidad a lo cognitivo es la independencia para buscar nuevo, a lo discordante con los esquemas nuevos enfoques, abandonar sets men- establecidos. Conocer, probar, buscar, ir tales y alejarse de los caminos convencio- con las “antenas puestas” como men- nales al tratar con los problemas. cioné antes. Recordemos aquella frase de Pero también es independencia en la con- Einstein: “yo no tengo dotes especiales, ducta social, la cual condiciona un com- sólo soy apasionadamente curioso”. portamiento autónomo, rebelde, a veces, Carl Rogers es el autor que más ha enfa- marginal. Es la marginalidad que postula Gardner (1995) como un principio de tizado este rasgo personal de la creati- conducta en sus siete grandes creadores vidad. La disposición a estar abiertos a la de la era moderna: Freud, Einstein, experiencia tanto externa como de dentro Picasso, Gandhi, Grahan, Eliot, Stravinsky. del propio sujeto. En el más reciente mo- delo “big five” de personalidad (Digman, La independencia se vincula con la auto- 1990), el rasgo de apertura mental, apa- confianza. Ciertamente, hay interdepen- rece sistemáticamente destacado en dencia entre todos los rasgos mencio- todos los estudios con personas creativas. nados, así como entre estos, la motivación y el pensamiento, para generar –de ma- Autoconfianza nera integrada– el fenómeno más com- pleto y fascinante de la naturaleza hu- La presencia de los rasgos anteriores es in- mana: la creatividad. Así, al menos, lo terdependiente con unas buenas dosis de concebimos algunos. confianza en sí mismo, confianza para afrontar lo inesperado, la incertidumbre, los obstáculos, el fracaso o para aceptar Los 7 ingredientes de la los conflictos internos. creatividad Sin un buen autoconcepto, especialmente Como síntesis, presento una visión com- en todo lo que rodea la actividad creadora prensiva y multifacética de la creatividad, del individuo, la creatividad no es posible. que he llamado “los 7 ingredientes de la En términos psicodinámicos se habla de creatividad”, que nos permiten acer- una gran fuerza del yo que genera la carnos a la comprensión de la H-creati- energía necesaria para mantenerse en un vidad a partir de un conjunto de ingre- proyecto vital de trabajo por encima de dientes que forman este “explosivo” todo. cóctel de la creación humana, pero cuya combinación exacta todavía descono- Independencia cemos (Romo, 1997). Estos son: Este rasgo tiene varias facetas. En primer 1. Habilidades de infraestructura. Hablamos lugar, hablamos del estilo cognitivo indepen- aquí de las inteligencias de dominio, sin dencia de campo, que significa capacidad entrar aquí en polémica acerca de la na- para no dejarse condicionar por estructuras turaleza innata o adquirida de esas ca- perceptivas dadas. Tal independencia corre- pacidades. Efectivamente, las habilidades laciona altamente con la flexibilidad de propias del pensamiento creador interac- Creatividad y neurociencia cognitiva 132

túan con las habilidades pertinentes para ción. Un periodo mínimo de 10 años es el área de dedicación del creador, y sin necesario para consolidar los tres ele- un óptimo nivel de desarrollo de estas no mentos psicológicos previos. La regla de se alcanzará una obra maestra. Efecti- los 10 años, definida originalmente por vamente, sin una gran inteligencia mu- Hayes en su estudio con músicos (Hayes, sical no hay Mozart, sin una gran inteli- 1981) y ratificada por Gardner en su tra- gencia matemática no hay Einstein, ni bajo con los siete grandes creadores de Ghandi sin una gran inteligencia inter- la era moderna (Gardner, 1995), postula personal. En su libro Mentes Creativas, que para hacer una obra maestra es ne- Gardner considera siete grandes áreas de cesario este periodo previo de inmersión la creatividad, diversificadas de acuerdo profunda en una disciplina. Yo lo he de- a su modelo de las inteligencias múltiples finido como “20.000 horas de trabajo (Gardner, 1995). Pero, también es cierto mantenido”. Es el tiempo aproximado que no es suficiente con poseer una des- de trabajo en un área para estar en con- comunal inteligencia de dominio para diciones de hacer un avance radical. crear. La presencia añadida de las des- 5. Características personales de perseve- trezas propias de la creatividad marca la rancia, capacidad de asumir riesgos, diferencia entre el creador y el repro- apertura, tolerancia a la ambigüedad, ductor. Por eso he llamado a este ingre- autoconfianza e independencia. La cre- diente: habilidades de infraestructura. atividad comporta una forma de 2. Conocimiento. Dominio de toda la infor- pensar, pero también una forma de ser, mación relevante del ámbito mediante el la presencia de una serie de rasgos de conocimiento personal y el acceso por personalidad favorables para soportar memorias externas. Para hacer un el trabajo creador durante una vida de- avance en una disciplina hay que domi- dicada a una disciplina y que he pre- narla; crear un nuevo paradigma re- sentado previamente. Los seis mencio- quiere romper con el anterior, cono- nados son los que concitan más ciendo todos sus entresijos y limitaciones. acuerdo entre los investigadores de la 3. Destrezas. Es el dominio de los heurís- personalidad creativa. ticos propios del pensamiento creador, 6. Motivación intrínseca. Interés intrínseco para tratar con la información en en un campo determinado, amor al formas divergentes permitiendo la de- trabajo estable y mantenido a lo largo finición de nuevos problemas y favore- de muchos años que justifica todo lo ciendo el hallazgo de soluciones origi- anterior, tiñendo de un afecto positivo nales para los ya planteados mediante el esfuerzo, materializado en mo- nuevos enfoques o aproximaciones a mentos de experiencias cumbre, que los problemas y las estrategias del pen- Csikszentmihalyi ha definido muy bien samiento analógico. con su concepto de “fluir”. 4. Diez años o más de intensivo trabajo ini- 7. Y, finalmente..., un poco de suerte. ¿Por cial. El tiempo es elemento básico para qué no? En la versión romántica sería la llegar a las más altas cotas de la crea- visita de la musa. No desdeñamos el Creatividad: un desafío para la sociedad en el umbral del milenio 133

papel que el azar juega aquí..., y en casi Gombrich. Art and illusion. Princenton. New todo en la vida, por cierto. La suerte de Yok: Princenton University Press, 1961. encontrarse con un fenómeno que es Gruber HE. Darwin sobre el hombre. Un es- clave para un gran descubrimiento por tudio psicológico de la creatividad científica. serendipia, el azar de estar en un lugar y Madrid: Alianza, 1974. en una época determinada donde hay Guilford JP. Three faces of intellect. American un buen caldo de cultivo para la innova- Psychologist 1959; 14:469-79. ción, como en la Florencia del Rena- Hayes JR. The complete problem solver. Philadelphia: Franklin Institute Press, 1981. cimiento o el París de comienzos del siglo XX, y hasta el azar de haber nacido en el Holyoak K, Thagard P. Mental leaps: analogy in creative thought. Cambridge: The MIT Press, seno de una familia librepensadora que 1995. estimule el interés en una disciplina, la Kaufman J. Creativity 101. Nueva York: independencia de juicio y un ambiente Springer Publishing Company, 2009. favorecedor para desarrollar desde la in- Mednick SA. The associative basis of the cre- fancia el placer intrínseco de una acti- ative process. En Rothemberg y Hausman, The vidad intelectual. Claro, que la suerte Creativity Question, 1962. tendrá un papel sólo si existen los seis in- Preta L. Imágenes y metáforas en la ciencia. gredientes previos. Madrid: Alianza, 1992. Quizás algún día, algún matemático de la Roberts RM. Serendipity. Nueva York: Wiley teoría del caos nos ayude a ponderar la and Sons, 1989. contribución de estos ingredientes para Romo M. Independencia de campo y pensa- explicar cómo se hizo el Guernica (Romo, miento divergente. Revista de Psicología 1997: 232). Por ahora, lo que sí sabemos General y Aplicada 1986; (41):921-32. de estos siete ingredientes es que son Romo M. Psicología de la Creatividad. todos los que están. Barcelona: Paidós, 1997. Romo M. Bases psicológicas de la creatividad. En Gervilla, A. Creatividad Aplicada. Madrid: Bibliografía recomendada Ed. Dikinson, 2003. Amabile TM. The social psychology of creati- Romo M. La creatividad como propuesta vity. New York: Springer-Verlag, 1983. para la calidad en la educación superior. En Amabile TM. Growing up creative. Buffalo. M. Valadez Huizar y S. Ayala Rubio (Eds.). La Nueva York: The Creative Education Foundation, calidad de la educación superior y la investi- 1989. gación científica. Guadalajara, México: Amabile T. Creativity in context. Colorado: Editorial Cucsh-Universidad de Guadalajara, Westview Press, 1996. 2008a. Boden M. La mente creativa. Mitos y meca- Romo M. Epistemología y Psicología. Madrid: nismos. Barcelona: Gedisa, 1994. Ed. Pirámide, 2008b. Einstein A, Infeld L. The evolution of physics. Romo M. Los fundamentos psicológicos de la Nueva York: Simon y Schuster, 1938. creatividad. En Ferreiro R, Mitjans A, Montesino Csikszentmihalyi M. Creatividad. El fluir y la l, Rodríguez A, Romo M y Waisburd G. La psicología del descubrimiento y la invención. Creatividad: un bien cultural de la humanidad. Barcelona: Paidós, 1998. México: Ed. Trillas, 2008c. Gardner H. La nueva ciencia de la mente. Sternberg RJ, Lubart T. La creatividad en una Barcelona: Paidós, 1995. cultura conformista. Barcelona: Paidós, 1997.

Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres Dr. Hipólito Collado Giraldo

Introducción ción gráfica, ya sea pintada o grabada, tiene un carácter activo que trasluce la ca- En este artículo se realiza un repaso sobre pacidad intelectual del ser humano para las manifestaciones de arte rupestre cuyo expresarse a través de símbolos, abstra- contexto cronológico supera la fecha de yendo su propia realidad. 30.000 años BP, en un recorrido que co- mienza con los que hasta la fecha son Cuándo comienza este arte es una cues- considerados los grabados más antiguos tión que ha generado intensos debates del mundo, documentados en el conti- (Bednarik, 2003), máxime a partir del de- nente indio, que superan los 200.000 sarrollo y las mejoras en las metodologías años de antigüedad, y continúa con di- de datación aplicadas al arte rupestre versos ejemplos recogidos en África, (Lorblanchet y Bahn, 1993), y obviamente y Sudamérica. El último apar- con la intensificación de los trabajos de tado se centra en el continente europeo investigación que han puesto a disposi- (Francia, Italia y España), haciendo refe- ción de la comunidad científica una serie rencia a varios conjuntos gráficos contex- de datos, en algunos casos no exentos de tualizados entre los momentos finales del polémica, que, no obstante, vamos a ir Paleolítico Medio y los comienzos del desgranando en los siguientes apartados, Paleolítico Superior. estructurándolos en tres grandes bloques Palabras clave: Arte rupestre, antiguo, cronológicos: Paleolítico Medio, Paleolítico Superior. 1. Arte rupestre con más de 100.000 El arte rupestre es posiblemente la ma- años. nifestación más genuina del ser humano. 2. Arte rupestre entre 100.000 y 40.000 Una acción intencionada que utiliza años. como vehículo para expresar ideas, cre- 3. Arte rupestre entre 40.000 y 30.000 encias, sentimientos o acontecimientos años. de su vida y quehacer cotidiano. Se trata, por tanto, de una manifestación uni- versal que aparece en mayor o menor 1. Más de 100.000 años medida a lo largo y ancho de toda la ge- ografía mundial en aquellos espacios que Auditorium Cave (Bhimbetka, en algún momento fueron ocupados por Madhya Pradesh, India) nuestra especie. Localizada en la zona central de la India, la Como tal, el arte rupestre nace con una región de Bhimbetka es conocida por sus intención, pues, en esencia, la manifesta- impresionantes formaciones cuarcíticas, Creatividad y neurociencia cognitiva 136 que dan cabida a una de las mayores con- En esta cavidad, el arqueólogo V.S. centraciones de arte rupestre prehistórico Wakankar (1983) localizó una roca con dos de este continente, conociéndose actual- figuras grabadas, una cazoleta y a su de- mente más de medio millar de estaciones recha una línea ondulada (figura 2), depo- pintadas o grabadas. Entre ellas se en- sitadas en un nivel cubierto por una sólida cuentra la denominada Auditorium Cave, capa calcítica que garantizaba su inaltera- una gran formación rocosa atravesada por bilidad (figura 3), con presencia de instru- dos galerías que conforman un recorrido mentos líticos que contextualizaban los gra- en cruz (figuras 1a y 1b), donde fueron lo- bados en el periodo Achelense, con una calizadas las que hoy por hoy son conside- antigüedad en torno a los 290.000 años. radas las manifestaciones de arte rupestre más antiguas del mundo (Bednarik, Kumar y Watchman, 2005).

Figura 1A. Auditorium Cave (Bhimbetka, India). Tomado de Raveesh Vyas, Flickr/CC BY-SA 2.0. Figura 2. Petroglifos de Auditorium Cave. Tomada de http://www.visual-arts-cork.com/prehistoric/bhim- betka-petroglyphs.htm.

Figura 3. Perfil estratigráfico con indicación de los niveles achelenses donde fueron localizados los pe- Figura 1B. Planta de Auditorium Cave. Tomado de troglifos. Tomado de Bednarik, Kumar y Watchman, Bednarik, Kumar y Watchman, 2005: 155, fig. 8. 2005: 154, fig. 7. Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 137

Daraki-Chattan (Rewa Chambal valley, Madhya Pradesh, India) Este enclave es una pequeña, estrecha y profunda cavidad de cuarcita que estaba siendo estudiada desde 1995 (Kumar, 1996). En el yacimiento se constató desde sus niveles superficiales industria lítica achelense, circunstancia a la que se unía además la existencia sobre sus paredes de más de 500 cazoletas grabadas (figura 4). Tal circunstancia llevó a su excavador a con- Figura 5. Corte estratigráfico de Daraki Chattan. siderar la posibilidad de una cronología an- Tomado de Bednarik, Kumar y Watchman, 2005; tigua para estos petroglifos. De este modo 172, fig. 26. y a partir del año 2001 el yacimiento quedó incluido en el marco del proyecto EIP (Early Indian Petroglyph)1 , siendo so- 2. Entre 100.000 y 40.000 años metido a una detallada intervención arque- (Southern Cape, ológica que permitió documentar algunos fragmentos de roca desprendidos de la Sudáfrica) pared que presentaban cazoletas, similares Blombos Cave se localiza en la costa su- a las que se observaban sobre las paredes dafricana, entre las poblaciones de de la cueva y que cayeron en contextos ar- Ciudad del Cabo y Port Elizabeth. Situada queológicos correspondientes al periodo sobre un acantilado a unos 35 metros Achelense (figura 5) (Bednarik, Kumar y sobre el nivel del mar, del que se separa Watchman, 2005; 159-180), lo que, al unos 100 metros, el yacimiento viene igual que en Auditorium Cave, suponía re- siendo excavado desde el año 1991 por conocer la cronología antigua para estas Christopher Henshilwood y Cedric representaciones. Poggenpoel (Grine, Henshilwood y Sealy, 2000: 755-65), habiendo identificado tres momentos de ocupación, datados crono- lógicamente mediante luminiscencia esti- mulada óptimamente (OSL) y termolumi- niscencia (TL): • M1: 71.000 BP. • M2: 78.000 BP. • M3: 100.000-140.000 BP. Figura 4. Cazoletas de Daraki Chattan. Tomado de http://tierradeamacos.blogspot.com/2011/05/homo- En todos ellos, desde los niveles más an- erectus-hizo-cazoletas.html. tiguos del Paleolítico Medio, y este hecho es lo que singulariza a la cueva de Blombos, se han detectado comporta- 1 http://mc2.vicnet.net.au/home/eip1/web/index.html. mientos simbólicos muy avanzados, como Creatividad y neurociencia cognitiva 138 el uso de sofisticados sistemas de talla por organizados, desarrollando composi- presión, una sistemática selección de ma- ciones geométricas complejas, como la teriales tanto en piedra como en hueso que aparece en el pequeño bloque para- para la fabricación de herramientas, con- lelepípedo del nivel M1, que presenta fección de adornos a base de conchas sobre una de sus caras una serie de perforadas y teñidas de rojo, además del rombos verticales, compartimentados por abundante empleo y elaboración de pig- tres líneas horizontales paralelas y que en mentos a base de ocre, que era mezclado su conjunto representan las, hasta la en el interior de conchas marinas usadas fecha, manifestaciones más antiguas de como recipiente. arte rupestre en el continente africano. A todo ello hay que unir una serie de (Western fragmentos de piedras de ocre, locali- zadas indistintamente en todos los niveles Cape, Sudáfrica) (figura 6) (Henshilwood, D’Errico y Watts, Sin abandonar Sudáfrica, nos trasladamos 2009: 27-47), sobre los que fueron gra- a unos 150 km al norte de Ciudad del bados series de trazos lineales, en algunos Cabo, donde se localiza este abrigo de casos conformando haces de líneas sin unos 25 metros de anchura por 15 de orden aparente, pero en otros claramente profundidad situado en lo alto de una pe-

Figura 6. Fotos y calcos de las piezas M3-10, M2-1 y M1-6 de la Cueva de Blombos. Tomado de Henshilwood et al., 2009. Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 139 queña colina sobre un sustrato geológico de areniscas y cuarcitas a 17 km de la costa atlántica. Este enclave excavado desde 1973 por John Parkington y Cedric Poggenpoel (Parkington y Poggenpoel, 1987: 269-93), a los que se unieron desde 1999 miem- bros del Instituto de Prehistoria y Geología Cuaternaria de la Universidad de Burdeos, contiene una de las secuencias arqueoló- gicas más completas del Paleolítico Medio del África meridional, contextualizada cro- nológicamente entre 130.000 y 45.000 BP, y, al igual que sucedía en Blombos Cave, con indicios muy tempranos de comportamientos simbólicos avanzados. En esta línea, queremos destacar la pre- sencia de fragmentos correspondientes a cáscaras de huevo de avestruz que en torno al 65.000 BP comenzaron a ser de- Figura 7. Fragmentos decorados de cáscara de coradas con grabados lineales incisos a huevo localizados en el nivel Howiesons del Abrigo base de patrones geométricos reiterativos Diepkloof. Tomado de Texier y otros, 2010. (trazos paralelos compartimentados, esca- leriformes, haces de líneas, etc.) (figura 7), que posiblemente contornearan toda la Niwarla Gabarnmung Shelter superficie del huevo, y que sería utilizado (Arnhem Land, Australia) como medio de transporte o almacena- Se trata de un gran abrigo localizado en miento de líquidos. Un sistema decora- el corazón del territorio de los Jawoyn, al tivo-simbólico que refleja una tradición este del Parque Nacional de Kakadu, gráfica desarrollada fundamentalmente donde han sido localizados desde hace al- en el período Howiesons Poort, y que en- gunos años más de 3.000 lugares con marca un proceso de interacción social arte rupestre. propio de grupos humanos más avan- El abrigo de Gabarnmung fue descu- zados en el que los grabados podrían in- bierto en el año 2006 y ha sido exca- terpretarse en un doble sentido: aso- vado y documentado bajo la codirección ciados a un proceso de reivindicación de Bruno David y Jean Michael Geneste. individual dentro del colectivo social en el Estas excavaciones han permitido recu- que se agrupa, o bien como un elemento perar, además de restos de fauna, ins- de cohesión social e identificador grupal trumental lítico y fragmentos de pared en un ámbito territorial más amplio (Texier con restos de pigmento que han sido fe- y otros, 2010). chados en torno a los 35.000 años de Creatividad y neurociencia cognitiva 140

antigüedad, lo que sitúa la ocupación humana de este abrigo entre las más tempranas del continente australiano. Su espectacular arte rupestre polícromo (Gunn, Ogleby, Lee y Whear, 2010: 131-6), repartido en este y otros abrigos, por techo, paredes y una suerte de co- lumnas que sostienen las grandes losas rocosas que configuran las cubiertas, reúne representaciones de fauna, como Figura 8b. Recreación de un Genyornis. Tomado de canguros, cocodrilos, peces; antropo- http://newsjunkiepost.com/2010/06/10/40000-year- old-rock-art-site-depicts-extinct-bird/. morfos y representaciones espirituales de morfología geométrica. De entre todas destacaremos en este apartado una singular representación: una gran Toca do Bastiana (Parque Nacional figura de un ave que ha sido identifi- Sierra de Capivara, Piauí, Brasil) cada como un Genyornis (figuras 8a y El Parque Nacional Sierra de Capivara es 8b), animal prehistórico extinguido hace un fabuloso enclave con más de 130.000 más de 40.000 años, lo que, unido a los hectáreas de superficie en el que la con- contextos arqueológicos que se están lo- junción de valores antropológicos, arque- calizando en los abrigos decorados del ológicos y naturales le hicieron merecedor territorio Jawoyn, situaría a estas repre- de ser declarado por la UNESCO desde sentaciones entre las manifestaciones 1991 Patrimonio de la Humanidad. El gráficas más antiguas de Australia. parque se localiza en la zona meridional del estado de Piauí, una región situada al noreste de Brasil en la que se alterna un paisaje de sierras y zonas llanas sometidas a un clima semiárido, con una estación húmeda y una seca que provocan una transformación radical en el paisaje: del verde denso del bosque húmedo a los co- lores castaños y apagados de la vegeta- ción carente de agua durante la estación seca. En el ámbito arqueológico, la Sierra de Capivara es famosa por albergar los indi- cios más antiguos de la ocupación hu- mana del continente americano, con da- taciones entre 60.000 y 100.000 años BP Figura 8a. Representación de un posible Genyronis (Fumdham, 2007: 8), lo que supone un pintado en el Abrigo Garbarmung. Tomado de http://newsjunkiepost.com/2010/06/10/40000-year- abordaje completamente novedoso en lo old-rock-art-site-depicts-extinct-bird/. referido a la antigüedad y características Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 141

del poblamiento del continente ameri- cano (Nash, 2010: 46). En esta misma línea, algunas de sus manifestaciones ru- pestres2 pasan por ser de las más antiguas muestras de arte rupestre del cono sur, habiéndose localizado fragmentos de so- porte rocoso con restos de figuras pin- tadas que se habían desprendido de la pared del abrigo y caído sobre suelos de ocupación prehistórica con más de Figura 9. Representaciones de arte rupestre pintado 20.000 años de antigüedad (Pessis y en el Parque Nacional de la Serra de Capivara. Foto: Guidón, 2009: 49). Hipólito Collado.

2 El Parque Nacional Serra da Capivara cuenta con más No obstante, aun siendo ya muy antiguas de 1.000 abrigos con arte rupestre, en su mayor parte estas dataciones, destacan por su especial pintado, aunque no faltan las representaciones gra- relevancia los datos provenientes del abrigo badas. Pertenecen fundamentalmente a las dos tradi- ciones pictóricas mayoritarias en Brasil: la tradición de Toca do Bastiana. Este yacimiento, uno Nordeste y la tradición Agreste (figura 9). de los múltiples encla ves del parque en el La primera y más antigua de estas tradiciones pictó- que han sido documentadas manifesta- ricas engloba una serie de estilos (Serra Capivara, Serra Talhada, Serra Branca, Seridó, etc.) subsidiarios del ciones pintadas y grabadas, se caracterizó tronco original (la tradición Nordeste), que se caracte- inicialmente porque una buena parte de rizan de modo general por la presencia sistemática de sus representaciones pintadas estaban cu- figuras antropomorfas de pequeño tamaño, muy di- námicas, con gran riqueza de detalles (adornos, indi- biertas por una delgada capa de costra cal- cación de género, instrumentos, etc.) en escenas de cítica que se había depositado sobre las temática lúdica (danzas), cazadora, guerrera o sexual. Junto a los antropomorfos aparecen un gran número mismas y que fue sucesivamente datada de figuras de animales (ciervos, capivaras, felinos, aves) por diversas metodologías (figura 10a). La representadas igualmente en pleno movimiento. Todo primera datación fue obtenida por el ello pintado preferentemente con pigmentos de color rojo, seguido del amarillo y, en menor medida, el equipo de Oswaldo Baffa, del Instituto de blanco, el gris y el negro, además de la constatación Física de la Universidad de Sao Paulo muy esporádica de verdes y azules (Azevedo y otros, (Guidon y Arnaud, 1991), a partir de una 2010: 47). La tradición Agreste es posterior cronológicamente a costra que cubría dos figuras antropo- la Nordeste, apareciendo sus motivos como auténticas morfas (figura 10b) y que se fecharon por intrusiones en los abrigos ya ocupados por las grafías EPR en 17.000 años BP. Posteriormente, en precedentes de la tradición Nordeste. Técnica y estilís- ticamente más descuidadas, en la tradición Agreste 2001, un nuevo equipo de la Universidad predominan figuras antropomorfas aisladas de ta- de Sao Paulo, dirigido por el profesor maño notablemente mayor y son muy escasas las re- Watanabe, obtuvo nuevas dataciones de presentaciones de animales. A diferencia de la tradi- ción anterior, no se trata de un arte narrativo, sino de estas mismas costras utilizando TL y nue- un arte estático, yuxtapuesto y carente de sentido es- vamente EPR. En ambos casos las fechas cénico, en el que el pigmento, predominantemente rojo, aparece sistemáticamente como relleno plano de obtenidas fueron notablemente enveje- estos grandes motivos (Pessis, 2003: 86). cidas, abarcando un rango cronológico Creatividad y neurociencia cognitiva 142 entre los 33.000 y los 35.900 años BP. Un Evidentemente estas fechas han generado año después, en 2002, una nueva figura un amplio debate científico, cuyo más di- fue descubierta bajo la costra calcítica en recto detractor ha sido M. Rowe, que ob- otra zona del abrigo. Tan sólo fue limpiada tuvo una datación directa por radiocarbono su mitad izquierda, dejando la derecha cu- sobre los componentes orgánicos (carbón) bierta por la costra, que fue sometida nue- del pigmento de una de las figuras tapadas vamente a un proceso de análisis para ob- por la costra de calcita. La muestra dio tener su cronología, utilizando, como se como resultado la fecha de 2.490 +/– 30 hizo en el 2001, las técnicas de la TL y de BP (M. Rowe y otros, 2002: 22-33), aunque la resonancia paramagnética electrónica sus conclusiones han sido recientemente re- (EPR). En este caso se obtuvieron fechas batidas por F. Bousta y S. Touron, al consi- aún más antiguas, que oscilaron entre derar las más que posibles contaminaciones 39.442 y 48.286 años BP (Watanabe y microbiológicas en las muestras analizadas otros, 2003: 351-4). (Pessis y Guidon, 2009: 55).

Figuras 10a y 10b. Figuras datadas en Toca do Bastiana. P.N. Serra de Capivara. Fotos: Hipólito Collado.

3. Entre 40.000 y 30.000 años por A. Broglio y M. Cremaschi y actual- mente constituye uno de los enclaves fun- Gruta Fumane (Fumane, Verona, damentales en Europa para conocer la transición entre los neandertales y los hu- Italia) manos modernos a través de la amplia se- La Gruta Fumane se localiza en la loca- cuencia de ocupaciones documentada, lidad del mismo nombre, en el corazón que abarca desde 100.000 hasta 30.000 del Parque Natural Regional del Monte años BP, destacando sus niveles auriña- Lessinia. Este yacimiento, descubierto en cienses y protoauriñacienses que se super- la década de los 60 del siglo pasado, ponen a una rica secuencia de niveles viene siendo estudiado sistemáticamente musterienses (Bartolomei y otros, 1992). Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 143

Relativo al tema sobre el que centramos que todas estas piezas son fragmentos de nuestra exposición, señalar que en este ya- la pared de la cueva que se desprendieron cimiento fueron localizados cinco frag- de manera natural y cayeron a lo largo de mentos decorados con motivos diversos un amplio periodo de tiempo (sobre los ni- (humanos, animales e indeterminados), veles de ocupación auriñaciense y grave- todos ellos pintados en rojo (figura 11). tiense), hemos de considerar que su reali- Aunque alguno de ellos fue localizado des- zación sería siempre ante quem al contexto contextualizado en la terrera (fragmento II, cronocultural que marca el fragmento I, que ha sido denominado “El Chamán”) y que de todos ellos es el que se localizó de- otros en niveles más avanzados del positado sobre el estrato más antiguo Auriñaciense y el Gravetiense, es necesario (base del nivel A2 inicio de la ocupación destacar que el fragmento I, que tiene re- auriñaciense de Fumane), dando pie a nu- presentado una suerte de zoomorfo muy merosos debates sobre la atribución de la esquemático, se encontró depositado autoría de estas representaciones de arte sobre la base del depósito auriñaciense, en rupestre a neandertales o a humanos ana- el nivel A2 (Broglio y Dalmieri, 2005). Dado tómicamente modernos (HAM).

Figura 11. Fragmentos de pared con representaciones pintadas en rojo localizados sobre los niveles arqueo- lógicos de la Gruta Fumane. Tomado de Broglio et al., 2009: 756, lámina 2. Creatividad y neurociencia cognitiva 144

En un reciente estudio (Broglio y otros, tomadas en 1968 por H. Delporte con el 2009), los investigadores han obtenido fin de clarificar la secuencia estratigrá- nuevas dataciones para el nivel A2 entre fica del yacimiento a partir de los datos 35.640 +/– 220 y 35.180 +/– 220 BP iniciales de Peyrony y Capitan (Delporte, (41.000 BP cal GISP2) y han determi- 1969: 15-28). nado la existencia en este nivel de frag- Desde el punto de vista simbólico, La mentos de ocre rojo cuya composición Ferrassie aporta una de las colecciones coincide con el del pigmento utilizado más importantes de arte rupestre más en la elaboración de las figuras pintadas antiguas del Paleolítico Superior eu- sobre los fragmentos desprendidos de la ropeo. pared. La serie la inaugura un gran bloque de caliza que se utilizó para tapar un ente- Yacimientos del Valle de Vezère rramiento neandertal infantil (enterra- (Dorgoña, Francia) miento n.º 6 de cronología indetermi- Gran Abrigo de La Ferrasie nada entre 40.000 y 70.000 años) de un (Savignac-de-Miremont, Dordoña, niño de unos 3 años que fue depositado Francia) Este enclave es uno de los principales re- ferentes para el conocimiento del trán- sito entre los neandertales y los HAM en el continente europeo. Se trata de un conjunto de yacimientos situado en la base de un gran farallón rocoso en la orilla izquierda de un pequeño afluente del Vezère, en el que se localizan un abrigo con ocupaciones musterienses y Figura 12a. Calco de la cara inferior con las cazo- una cueva con restos auriñacienses y letas grabadas en el bloque de caliza que tapaba la gravetienses. La cueva era conocida tra- tumba neandertal infantil n.º 6 de . Tomada de Bednarik, 2003: fig. 23. dicionalmente por los lugareños, sin em- bargo, el abrigo no se descubrió hasta fi- nales del siglo XIX con ocasión de la apertura de la carretera comarcal D-32 que afectó a su estratigrafía. A finales del siglo XIX (1896), D. Peyrony visita el yacimiento por primera vez constatando la importancia de los restos y comen- zando una excavación que se prolon- garía por más de 30 años junto con su compañero y amigo L. Capitan (Capitan Figura 12b. Imagen del bloque de la tumba n.º 6 de La Ferrassie expuesto en el Musée National de y Peyrony, 1921; Peyrony, 1934; Delluc y Prehistoire de Les Eizyes. Tomado de http://www.dons- Delluc, 1978: 279), y posteriormente re- maps.com/ferrassie.html. Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 145 en una fosa trapezoidal con las piernas 1978: 281-325). Técnicamente, respecto flexionadas y la cabeza separada. Sobre a la pintura, se trata de pigmentos ro- la superficie que estaba en contacto con jizos y negros con trazos de perfiles el cadáver había 18 cazoletas grabadas poco definidos o extendido a modo de (Peyrony, 1934: 34), la mayor parte –16– manchas irregulares en tinta plana, asociadas de manera pareada (figuras mientras que para el grabado nos en- 12a y 12b), lo que sugiere que el autor frentamos en todos los casos con mo- de la misma tenía desarrollada una evi- tivos ejecutados a base de trazos dente capacidad simbólica. gruesos y profundos. En cualquier caso, la dificultad estriba en definir si los blo- El resto de las representaciones de arte ques con estos grafemas se habían des- rupestre se encuentran realizadas sobre prendido de la pared y caído sobre los bloques calizos, 29 de ellos localizados niveles auriñacienses, lo que nos indi- en las capas auriñacienses y otros dos caría, por tanto, una fecha ante quem más en la gravetiense. Se trata de mo- en su momento de ejecución al estadio tivos pintados o grabados, de trazos auriñaciense, o si los motivos pintados y fragmentarios irregulares, trazos lineales grabados se realizaron con posterioridad en vertical u horizontal, cazoletas, vulvas en estos bloques una vez caídos sobre (la mayor parte de tendencia triangular) los niveles arqueológicos y, por tanto, (figura 13) y representaciones fragmen- claramente asociados a la cronología es- tarias de animales (Delluc y Delluc, tablecida para los mismos.

Figura 13. Vulvas grabadas sobre un bloque calizo del nivel auriñaciense de La Ferrassie. Tomada de Lorblanchet, 1999: 226. Creatividad y neurociencia cognitiva 146

Abrigo Cellier (Tursac, Dordoña, riñaciense más antiguo (esta cueva no Francia) tiene constatada ocupaciones previas chatelperronienses o musterienses, Abrigo rocoso sobre la orilla derecha del aunque sí están presentes en abrigos valle del Vezère, a unos 10 km al oeste muy próximos), de cinco bloques con re- del abrigo de La Ferrassie. Aunque fue presentaciones, que aparecen colocados sondeado inicialmente por D. Peyrony con la cara grabada apoyada sobre el en 1909 (Peyrony, 1946), la mayor parte nivel arqueológico, y otros dos grandes de la excavación corrió a cargo de G.L. cantos, cuya parte inferior aparece de- Collie, comisionado por el Logan positada en este mismo nivel, pero la su- Museum de Beloit (Wisconsin), a partir perior, decorada, ya se situaba dentro de de 1927 (Collie, 1928). Ambos excava- un nivel arqueológicamente estéril dores indican la existencia en el nivel au- (Peyrony, 1946: 297). Nuevamente nos encontramos con motivos grabados en trazo profundo con presencia de vulvas (bloque 6), trazos indeterminados y una posible cabeza de caballo (bloque 2) (Delluc y Delluc, 1978: 337-59) (figuras 14a y 14b).

Abrigo Blanchard (Sergeac, Dordoña, Francia) Localizado en la orilla derecha del Vallon des Roches, afluente del Vezère y muy pró- ximo al abrigo Castanet, con el que posi- blemente formaría un mismo conjunto ocupacional y no muy lejano de los otros Figura 14a. Bloque 6 de la colección de rocas deco- radas del Abrigo Cellier. Tomado de http://www.dons- dos abrigos anteriores (Cellier a 5 km y La maps. com/sousruth.html. Ferrassie a 15 km).

Figura 14b. Foto y calco del bloque 2 del Abrigo Cellier. Tomado de www.claytoneshleman.com/matrix.pdf. Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 147

La excavación se realizó entre 1910 y 1911 bajo la dirección de M. Castanet y L. Didon tras retirar el colapso de la visera del abrigo que selló los niveles auriñacienses (Auriñaciense I y Auriñaciense II) documen- tados en esta estación (Didon, 1911; Delluc y Delluc, 1978; 223), y en ella fueron loca- lizados una veintena de bloques decorados (Delluc y Delluc, 1978: 225-61) sin que su procedencia fuera determinada con exac- titud por el excavador, que únicamente Figura 16. Bloques con decoración zoomorfa pin- tada procedentes del Abrigo Blanchard. Tomada de dice al respecto que “… furent trouvés G. Delluc en http://www.europreart.net/preart.htm. dans les niveaux C et E du profil, immediat- ment au-dessus des foyers” (Didon, 1911; zona, además de trazos irregulares, cazo- 341). Se trata en su mayor parte de figuras letas (aisladas o en composición compleja), grabadas en incisión profunda o pique- posibles representaciones de huellas de teado entre las que podemos reconocer animales (bloque 17) (figura 15) y algunas vulvas muy esquematizadas, similares a las representaciones parciales de animales, de documentadas en los otros abrigos de la ejecución muy esquemática (bloque 1). Además de estas representaciones gra- badas, el Abrigo Blanchard se particulariza por contar con un par de fragmentos, en este caso claramente parietales (bloques 11 y 12), caídos sobre el nivel auriñaciense y que muestran la parte inferior de un animal pintado en bicromía (figura 16). Una línea de color negro delimita las di- ferentes partes anatómicas de la figura (extremidades delanteras y traseras y curva ventral de un posible caballo o un bóvido), cuyo interior se rellena en tinta plana de color rojo (Delluc y Delluc, 1978; 248). Se trataría de una de las más anti- guas representaciones de arte paleolítico pintadas al aire libre en un contexto exte- rior no cavernario.

Abrigo Castanet (Sergeac, Dordoña, Francia) Localizado inmediatamente al sur del Figura 15. Foto y calco del bloque 17 del Abrigo Blanchard. Tomada de Delluc y Delluc, 1978: 257, abrigo anterior, pudiendo incluso consi- fig. 25. derarse que ambos abrigos forman una Creatividad y neurociencia cognitiva 148

única unidad de ocupación de época Las recientes excavaciones realizadas en Auriñaciense. De hecho Didon y este abrigo por el equipo de White Castanet planean excavarlos de forma Randal han conseguido un conjunto de conjunta, desistiendo finalmente de ello. dataciones para el nivel Auriñaciense No obstante, tras conseguir la disponi- Antiguo de este abrigo en torno a los bilidad del yacimiento, Peyrony pasa a 32.400 BP. dirigir la excavación, que ejecuta direc- tamente Castanet entre 1911 y 1913, siendo publicados los resultados por el primero de ellos en 1935 (Peyrony, 1935). La estación presenta una estratigrafía si- milar, con dos estratos auriñacienses (Inicial y Medio) separados por niveles es- tériles, y todo ello sellado por un gran de- rrumbe de bloques procedentes del co- lapsamiento del techo del abrigo (Delluc y Delluc, 1978: 262-3). De los ocho blo- ques decorados, algunos de ellos posible- mente fragmentos parietales, que fueron localizados en la excavación, Peyrony in- dica que tan sólo uno (el bloque 1) fue lo- calizado en el nivel más antiguo, mientras que los bloques 2 y 6 aparecieron en el nivel auriñaciense más reciente. Al resto (bloques 3, 4, 5, 7 y 8) no les da una atri- bución estratigráfica precisa (Delluc y Delluc, 1978: 263-77). Técnicamente, sin que exista diferencia- ción entre los dos niveles auriñacienses, se mantienen los procesos de ejecución ya conocidos, con grabados a base de trazos profundos, incisos o piqueteados, que definen líneas irregulares, vulvas (fi- gura 17), series de cazoletas, que en algún caso, como el del bloque 1, llegan incluso a perforar la superficie, generando un agujero, y en otras se conectan por ca- nales de sección en U (bloque 3), a lo que se unen elementos simbólicos (trazos ver- ticales, en V y en X) pintados en rojo o Figura 17. Foto y calco del bloque 5 del Abrigo Castanet. Tomada de Delluc y Delluc, 1978: 272, negro (bloque 6). fig. 34. Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 149

Abrigo Belcayre (Thonac, Dordoña, Francia) El último de los abrigos de este valle en el que fue localizado un nuevo bloque decorado es el abrigo de Belcayre, tam- bién denominado del “Renne”. Está si- tuado en la orilla derecha del Vezère y separado aproximadamente 1 kilómetro de los abrigos Blanchard y Castanet, que se sitúan aguas abajo. Su excava- ción fue realizada por F. Delage en co- laboración con M. Castanet entre 1923 y 1924 (Delage, 1935), y, siguiendo la tónica general comentada en otros abrigos, este también presenta dos Figura 18. Foto y calco del único bloque localizado únicas ocupaciones auriñacienses sepa- en el Abrigo de Belcayre. Tomada de Delluc y Delluc, 1978: 330, fig. 67. radas por un nivel de bloques estéril, que es donde aparece el único bloque grabado documentado en este abrigo, Cueva de Pair-non-Pair (Prignac et posiblemente proveniente de un des- Marcamps, Gironde, Francia) prendimiento parietal y que cronológi- La cueva se encuentra en la orilla iz- camente debió realizarse, por tanto, en quierda del río Morón, afluente del los niveles más antiguos de la ocupación Dordoña, fue descubierta de manera ca- auriñaciense. sual en 1881 y excavada en los años si- Se trata de un bloque de tendencia pa- guientes por F. Daleau hasta 1913. Sus ralelepípeda sobre el que se grabó, con grabados no fueron descubiertos hasta el característico trazo grueso y pro- 1896 (Roussot, 1972-73) y estudiados fundo, la figura de un animal completo posteriormente por Breuil (Breuil, 1952) y en perfil absoluto, ligeramente oblicuo, los Delluc (Delluc y Delluc, 1991). En ella mirando hacia la derecha, con las extre- se constatan cuatro estadios ocupacio- midades resueltas mediante trazos con- nales: musteriense, chatelperroniense, au- vergentes, indicación sutil de la cola y riñaciense y gravetiense (Delluc y Delluc, una cabeza bastante desproporcionada, 1997: 42). Su entrada original se colapsó de estructura triangular, con indicación en el Chatelperroniense. de las orejas resueltas mediante dos pe- En esta cueva, a pesar de los trata- queños trazos verticales. Posiblemente mientos poco afortunados que ha sufrido la superficie de este bloque fue some- a lo largo de la historia, se conservan tida a una cierta preparación, regulari- siete paneles decorados en la zona pro- zando su superficie, antes de proceder funda de la cavidad, aunque en su día un a grabar la figura del animal (figura 18) pequeño óculo situado en la bóveda per- (Delluc y Delluc, 1978: 327-32). mitiría contar con una fuente de luz que Creatividad y neurociencia cognitiva 150 facilitaría al mismo tiempo la ejecución y parietal, con líneas cérvico-dorsales muy la contemplación de las figuras. Estas acentuadas, cabezas alargadas y mayori- fueron grabadas con trazo profundo y tariamente estáticos, salvo algunos in- posiblemente repintadas con pigmento tentos (muy particulares en esta cueva) rojo, que se conserva muy parcialmente de dotar de movimiento a las figuras me- en algunos paneles (Delluc y Delluc, diante el recurso de representarlas gi- 1997: 45). Se contabilizan 36 animales rando la cabeza sobre su lomo (figura completos o parciales, entre los cuales es 19), de tamaño muy variado, en algunos posible reconocer caballos, ciervos, me- casos excepcionalmente grandes como gáceros, mamuts, felinos, bóvidos y ca- una posible representación de caballo de bras montesas; además de algunos es- 2,50 metros de longitud por 1,90 metros casos signos geométricos. Se trata de de alto, y representadas en perfil abso- animales muy simples en su concepción, luto salvo las cornamentas, que se mues- en la que prácticamente no aparecen de- tran en perspectiva torcida. talles anatómicos destacados, salvo las Breuil detalla que los grabados estaban ta- crineras de los caballos, las cornamentas pados por los niveles gravetienses y no así de bóvidos y cápridos o la giba del me- por los auriñacienses, periodo al cual atri- gáceros, en un estilo homogéneo muy buye inicialmente estas representaciones, característico de los comienzos del arte aunque posteriormente se contradice y considera que podrían ser también grave- tienses (Breuil, 1952: 319). Posteriormente, los Delluc tampoco se inclinan por ninguna de estas opciones, dejando abiertas las dos posibles atribuciones (“… attribue aux Gravettiens, mais une origine aurigna- cienne pourrait tout aussi bien etre avancee”) (Delluc y Delluc, 2003: 32). En ningún caso consideran una posible fac- tura anterior, a pesar de que las principales ocupaciones de la cavidad son muste- rienses y chatelperronienses, momento en el cual quedó sellado el acceso original por el derrumbe parcial de la bóveda de en- trada.

Gruta de Bernous (Bourdeilles, Dordoña, Francia) Esta pequeña cueva de unos 20 metros de longitud, con su entrada orientada al su- Figura 19. Caballo con la cabeza girada hacia atrás de- reste, se abre a los pies de un acantilado nominado “Agnus Dei” en la Cueva de Pair-non-Pair. Tomado de http://www.jacquesvlemaire.be/blog/vi- en la orilla derecha del río Dronne. Oculta sites/l-agnus-dei-de-pair-non-pair. por derrumbes de ladera, la cueva fue des- Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 151 cubierta para la ciencia por D. Peyrony en una más antigua musteriense y otra auri- 1927 y 2 años después excava en la zona ñaciense (Peyrony, 1929). Los grabados de entrada un pequeño nivel de arcilla so- fueron dados a conocer por este mismo terrado por un espeso nivel de clastos que investigador en una breve nota en 1932 y el mismo define como “d’une pauvreté posteriormente estudiados por Breuil desesperante”, en el que localiza un pe- (H. Breuil, 1952: 315), que identifica las fi- queño hogar y algunos útiles líticos que guras de un oso, un mamut y un rinoce- atribuye a dos etapas culturales diferentes, ronte (figura 20).

Figura 20. Calco del mamut y del rinoceronte de la Cueva de Bernous. Tomado de Delluc y Delluc, 179: 41-2.

Las figuras aparecen todas sobre la pared la cueva de la Croze a Gontran (en este izquierda y próximas a la entrada de la mismo artículo), o en los restos pintados cueva, recibiendo, por tanto, la luz natural del abrigo Blanchard, y sin embargo, en- del día, que ayuda a su identificación, cuentran mejor acomodo con los docu- aunque el panel está muy afectado por la mentados en la cueva de La Cavaille, en gelifracción. Todas ellas están realizadas donde únicamente hay constancia de un con un trazo muy profundo, bien mar- nivel chatelperroniense y otro magdale- cado, de sección en U, en un estilo que a niense. De hecho, algunos autores poste- grandes rasgos repite las características riores, como Laming Emperaire (1962: que hemos venido observando hasta el 193), Leroi Gourham (1976: 743) o los momento en yacimientos anteriormente propios Delluc (1979: 44), muestran al- citados y que el propio Peyrony paraleliza gunas reservas sobre la atribución auriña- con los grabados arcaicos de La Ferrasie ciense de estos grabados. (Peyrony, 1932: 9). No obstante, el tipo de trazo, más vigoroso y ancho, y el aspecto Nos enfrentamos en Bernous con un arte y estilo de los grabados zoomorfos de esta de incierta atribución cultural, asociado a cueva son bastante más “rudimentarios” contextos materiales muy pobres defi- que los observados, por ejemplo, en los nidos como musterienses y auriñacienses, animales auriñacienses de Pair-non-Pair, de parco en detalles, con figuras de tamaño Creatividad y neurociencia cognitiva 152 notable en perfil absoluto, con diferentes mamut, rinoceronte, ciervo, bóvidos y orientaciones (todas están situadas a una reno), y utillaje, que es atribuido a la fase misma altura, aunque el mamut mirando más antigua del Auriñaciense (Capitan, hacia la entrada de la cueva y el oso y el Breuil y Peyrony, 1914: 277), único con- rinoceronte hacia el interior), completa- texto arqueológico confirmado en la mente hieráticas y aspecto escasamente cueva. naturalista, con pocos detalles anatómicos Sus grabados se descubrieron en 1908 por (cuerno del rinoceronte), aunque aprove- unos amigos del abate Vidal y confirmados chando en algunos casos relieves de la por Breuil, que los documenta en el verano roca para resaltar algunas zonas de la re- de 1913 (Capitan, Breul y Peyrony, 1914: presentación (dorso del mamut, línea ven- 277), quien considera que los grabados tral del rinoceronte y del oso). son “certainement aurignaciennes” (Breuil, 1952: 306). Posteriormente, Leroi-Gourham Cueva de la Croze a Gontran (Eyzies- los encuadra en su estilo II, contextuali- de-Tayac, Dordoña, Francia) zados en un santuario corredor clásico Localizada en un gran afloramiento ro- donde signos, bóvidos y caballos (tema coso que domina sobre la localidad de central) aparecen flanqueados por ani- Tayac en la orilla izquierda del Vezère, con males complementarios (mamut) y nuevos la entrada orientada hacia el oeste, a unos signos (Leroi, 1965: 80-7). Finalmente, los 30 metros de altura sobre el lecho del río. Delluc, que realizan un nuevo estudio de las representaciones de la cavidad entre Se trata de una pequeña cavidad de unos 1977 y 1978, publicado algunos años más 50 metros de longitud, abierta en la pared tarde (Delluc y Delluc, 1983), no precisan del fondo de un gran abrigo de donde la atribución cronológica de estos gra- arranca un estrecho corredor de 1,5 me- bados, pues, aunque reconocen conven- tros de anchura y altura media, lineal en cionalismos muy antiguos que no dudan su desarrollo inicial y sinuoso en la zona en señalar como auriñacienses, llegan a es- del fondo, con dos pequeñas galería late- tablecer paralelos con un caballo grave- rales acabadas en fondo de saco. tiense del abrigo Labattut (ibídem: 46). E. Rivière realizó algunos pequeños son- La cueva presenta siete paneles de gra- deos en la zona de entrada entre 1892 y bados no figurativos, situados al co- 1894 con la intención de ampliar la exca- mienzo y al final del área decorada (Delluc vación posteriormente, una vez obtenido y Delluc, 1983: 14-5) a base de conjuntos el permiso del propietario de la cueva, por de trazos lineales, curvados o sinuosos, entonces el cura de Tayac (Rivière, 1894: que se disponen en unos casos en series 718), pero tras descubrir la gruta de La paralelas y en otros en tramas que se en- Mouthe ese mismo año, abandonó el trecruzan, formando una suerte de haces proyecto de excavación en Gontran. En o retículas irregulares, con buenos para- 1907, el abate Vidal, por entonces sacer- lelos en Gargas, Hornos de la Peña, El dote en Tayac, vacía parcialmente el sedi- Conde o el Abrigo de La Viña. La técnica mento del corredor recuperando algunas empleada en su ejecución es variada, piezas líticas y restos de fauna (hiena, desde trazos profundos de sección en V Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 153 o U realizados con el dedo o con ayuda males de incierta identificación (Delluc y de algún instrumento apuntado, hasta Delluc, 1983: 34-41). El último panel, si- trazos muy finos, visibles con dificultad. tuado más al fondo que los anteriores, Estos grabados simbólicos enmarcan tres sólo contiene una única figura, una cabra paneles con representaciones de fauna. de cabeza triangular, con los cuernos su- En el primero de ellos (panel 6) situado a perpuestos y las extremidades incom- la derecha del corredor, se han identifi- pletas (Delluc y Delluc, 1983: 41-2). cado un mamut, un posible bisonte y la parte delantera de un dudoso caballo que Técnicamente estos grabados más figu- aprovecha parcialmente un relieve na- rativos se diferencian de los lineales fun- tural, todos ellos resueltos de manera muy damentalmente por su grosor pues han sintética (Delluc y Delluc, 1983: 27, figura sido ejecutados en trazo muy fino difícil- 10). Más hacia el fondo se localiza el mente perceptible sin un buen apoyo de panel 8 (figura 21), situado sobre dos pa- luz artificial, muy diferente al tipo de gra- redes en ángulo y la bóveda de un pe- bado que analizábamos anteriormente queño divertículo de la cueva, en donde en Bernous y sin duda más próximos a fueron grabados un gran caballo com- los utilizados en los caballos de Pair-non- pleto, que presenta la crinera en escalón, Pair, con los que comparten igualmente vientre prominente, ángulo inguinal muy otros convencionalismos, como la forma acusado y el hocico diferenciado e incli- de las crineras o el acentuado abulta- nado hacia abajo, junto a otros dos ani- miento del vientre.

Figura 21. Calco del panel 8 de Croze a Gontran. Tomado de Delluc y Delluc, 1983: 34, fig. 16. Creatividad y neurociencia cognitiva 154

Estilísticamente continúan las siluetas en zona inicial estaban muy alterados por perfil absoluto, estáticas y con pocas con- ocupaciones troglodíticas medievales cesiones a los detalles anatómicos (espe- (Delluc y Delluc, 1988). Los objetos pro- cialmente acusado en las extremidades), porcionados por la excavación pusieron siendo igualmente extrañas en esta cueva de manifiesto dos momentos de ocupa- las utilizaciones del soporte para comple- ción. Uno inicial, más antiguo, chatelpe- mentar las representaciones grabadas. rroniense, y otro posterior, magdale- Convenciones que también se reconocen niense, al que se atribuye, además de la en la ya citada cueva de Pair-non-Pair. industria lítica característica, un frag- mento de hueso decorado con la figura No obstante, la complejidad compositiva de un reno. entre figuras simbólicas y naturalistas in- dica posiblemente un momento algo más Los grabados aparecen en la zona inicial avanzado en el Auriñaciense. De hecho, de la cueva y de hecho reciben la luz ex- las series de trazos paralelos son recono- terior. Esta situación y la degradación del cibles en un bloque de La Ferrassie atri- propio soporte rocoso, además de la cu- buido al Auriñaciense III (Delluc y Delluc, brición por musgos y líquenes, dificulta en 1978: 300-1), al igual que algunos as- gran medida su observación. Se trata en pectos estilísticos del caballo del panel 8, todos los casos de motivos grabados con que, como apuntábamos con anterio- un trazo ancho y vigoroso de sección en ridad, los Delluc llegan a paralelizar con U, en donde aparecen tanto motivos fi- otros de cronología gravetiense. gurados como simbólicos. Entre los pri- meros se han identificado seis mamuts, Cueva de La Cavaille (Couze-Saint- un caballo, un auroch y un herbívoro acé- falo indeterminado, mientras que entre Front, Dordoña, Francia) los segundos se han documentado signos Nos encontramos nuevamente con una vulvares, grupos de trazos en paralelo y pequeña cueva, con un desarrollo aproxi- un gran signo circular sobre la bóveda. mado de 21 metros, conformada por un Estilísticamente, los animales se presentan primer corredor lineal de unos 2,5 a 3 me- resueltos de manera muy sumaria, en tros de ancho por 2 metros de alto, perfil absoluto, sin perspectiva ni anima- abierto hacia el suroeste, dominando una ción, con tan sólo una pata por par, sin plataforma sobre el pequeño arroyo de La detalles anatómicos destacados y con un Cavaille, próxima a su confluencia con el acusado arco para definir la línea ventral río Couze. Esta galería inicial de una quin- (figuras 22a y 22b). Convencionalismos cena de metros, cuya primera mitad llega identificados en las cuevas ya citadas con a recibir la luz natural, se inflexiona final- anterioridad aunque con especial vincu- mente hacia el este, terminando en una lación respecto a los identificados en la pequeña sala en fondo de saco. Gruta Bernous, que, como ya hemos se- La cueva fue descubierta en 1934 por ñalado, difieren en cierta medida por el Fernand Lacorre que fue también el que tipo de técnica de ejecución y su estilo llevó a cabo las excavaciones en su zona más tosco y descuidado en relación con más profunda, ya que el vestíbulo y la los posiblemente más avanzados de Pair- Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 155 non-Pair o Croze a Gontran. En este sen- Gruta Chauvet (Vallon-Pont-d’Arc, tido es importante señalar “… que los do- Ardèche, Francia) cumentos conservados no indican vestigio La Cueva Chauvet fue descubierta en di- alguno gravetiense ni auriñaciense, sino ciembre de 1994 por un equipo de espe- únicamente chatelperroniense infrapuesto leólogos que desobturaron una pequeña a otro magdaleniense. El estilo de los ani- galería que desembocó en la gran cavidad males no recuerda en absoluto al magda- que hoy día conocemos. Se sitúa en el leniense. Si se confirma la cronología cha- cañón del río Ardèche, muy próxima a la telperroniense para esta decoración, la conocida formación natural Pont d’Arc. cueva de la Cavaille adquiriría una impor- Con un desarrollo superior a los 500 me- tancia considerable, porque constituiría la tros, la cueva se estructura con forma de cueva decorada más antigua que se co- Y, repartiéndose las pinturas y grabados noce” (Delluc y Delluc, 1999: 158). por prácticamente todos los sectores de la cavidad. De igual modo, diseminado por su superficie se conserva un amplio conjunto de restos arqueológicos pro- ducto de la frecuentación de la cueva por grupos humanos a lo largo de miles de años, y junto a ellos una amplia serie de restos paleontológicos con un gran nú- mero de restos de osos de las cavernas, que utilizaron la cueva como zona de hi- bernación, además de cabras montesas y lobos. El análisis de los restos encontrados en el interior, fundamentalmente restos de hogueras, han permitido determinar tres grandes periodos de actividad: el pri- Figura 22a. Imagen del mamut n.º 4 del panel gra- bado sobre la pared izquierda de la Cueva de la mero en torno a los 32.000-30.000 BP Cavaille. Tomado de http://lithos-perigord.org/spip. (auriñaciense) y otros dos gravetienses, php?article580. uno más antiguo en torno a los 28.000- 25.000 BP y un tercero más reciente, al- rededor del 23.000 BP. Su arte rupestre, aún en fase de estudio, muestra, además de los grabados, dos grandes series de figuras y signos pin- tados. La serie roja parece ser la expresión artística más antigua de la cavidad. Ocupa principalmente la zona más próxima a la entrada de la gruta hasta la parte inter- media de la misma (Sala Hillarie) y su Figura 22b. Calco del panel grabado sobre la pared iz- quierda de la Cueva de la Cavaille. Tomado de Delluc corpus figurativo incluye signos a base de y Delluc, 1991: 113. puntos, improntas de manos (negativas y Creatividad y neurociencia cognitiva 156 positivas), signos cruciformes, trazos, fi- roja, pleno de movimiento y perspectiva, guras de tendencia oval, zigzag, haces en donde los detalles anatómicos hacen (Ferruglio y Baffier, 2007: 388) y siluetas que, por ejemplo, cada uno de los rostros de animales mayoritariamente estáticos, de los animales representados tenga su con una única pata por par y con detalles anatómicos que se centran en su pelaje y en la zona de la cabeza (orejas, hocicos, defensas, etc.). El bestiario abarca prefe- rentemente felinos, rinocerontes y osos, a los que se unen puntualmente cabras, caballos, mamuts y ciervos (Ferruglio y Baffier, 2007: 387) (figura 23).

Figura 24. Panel de los leones. Serie negra. Cueva Chauvet. Tomado de Chauvet, Brunel y Hillarie, 1995: 101, fig. 82.

Figura 23. Vestíbulo de los Osos. Serie roja. Cueva Chauvet. Tomado de Chauvet, Brunel y Hillarie, 1995: 23, fig. 21.

La serie negra comprende dos fases conti- nuadas, la más antigua en torno a 32.000 Figura 25. Panel de los caballos. Serie negra. Cueva 3 Chauvet. Tomado de Chauvet, Brunel y Hillarie, BP y la más reciente alrededor de los 1995: 56, fig. 49. 30.000 BP, que suelen estar infrapuestas a signos y animales ejecutados con trazos di- propia personalidad. Las especies se diver- gitales. Ocupa preferentemente la parte sifican notablemente, añadiendo, a los ya más profunda de la cueva, apareciendo sobre grandes paneles en los que se acu- citados de la serie roja, bisontes, megá- mulan espectaculares conjuntos figurativos ceros, renos, bóvidos e interesantísimas re- (figura 24). Estilísticamente es un arte presentaciones híbridas. mucho más detallista y cuidado que la serie Las dataciones del arte rupestre de la Cueva Chauvet han roto todos los para- 3 La maravillosa escena, única en el arte paleolítico, de digmas establecidos, generando no dos rinocerontes negros afrontados en actitud de pocas polémicas sobre la viabilidad de lucha está datada en 32.410 +/– 720 BP (Fritz y Tosello, 2007: 399) (figura 25). estas fechas en relación con el estilo y las Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 157 características técnicas de las representa- vado por un equipo de la Universidad de ciones, que se adelantan más de 15.000 Oviedo, que dirigió J. Fortea hasta su fa- años a las cronologías tradicionalmente llecimiento, y su amplia secuencia ocupa- aceptadas (Züchner, 1999: 169; 2007: cional le sitúan como uno de los enclaves 409-20). De hecho, la fase antigua de la de referencia para el conocimiento del figuras negras está fechada en torno a Paleolítico Superior de la cornisa cantá- los 32.000 BP y la serie roja es aún más brica, con ocupaciones comprendidas antigua que la negra, asumiendo, por desde el 47.700 +/– 750 BP hasta el tanto, que tendríamos precedentes a un 13.300 +/– 150 BP (Fortea, 1990, 1992 y arte auriñaciense que a la vista de lo des- 1995). cubierto en Chauvet adquiere una di- Además de la excepcionalidad y amplitud mensión monumental y una complejidad de la ocupación arqueológica de este en- formal y técnica que evidentemente debe clave, hay que destacar su notable sustentarse en un desarrollo simbólico y muestra de arte grabado parietal, que se conceptual muy asentado. El registro ar- extiende por la práctica totalidad de la queológico y paleobiológico de Chauvet pared del abrigo y que en algunos casos no hace sino afirmar la realidad de un estaba cubierto parcialmente por los de- arte auriñaciense (Clottes y Geneste, 2007) no apreciado en su justa medida, pósitos arqueológicos, lo que ha permi- y necesariamente nos obliga a reexa- tido conjeturar ampliamente sobre su po- minar de manera crítica y sin complejos sible adscripción cronocultural. los grandes conjuntos de arte rupestre, En La Viña se distinguen dos horizontes empezando por aquellos atribuidos a las gráficos. El más antiguo, compuesto por primeras fases del Paleolítico Superior, series de líneas verticales y paralelas a muchos de ellos analizados en los apar- base de trazos muy gruesos (hasta 4 cm) tados anteriores, asumiendo que, al y profundos (hasta 3 cm) (figura 26). Este menos en Europa, el arte de los primeros primer horizonte prefigurativo apareció humanos anatómicamente modernos cubierto por los niveles IV (Magdaleniense está dotado de plena madurez técnica, Medio) a VI (Gravetiense), y en relación formal y simbólica, que evidentemente con ellos el equipo excavador plantea que deberá ser la consecuencia de un proceso pudieron haber sido realizados por una evolutivo que hasta la fecha no hemos persona que estuviera situada sobre el podido o no hemos querido ver. suelo auriñaciense antiguo del nivel XIII (36.500 BP) (Fortea, 1995: 31), sin plan- Abrigo de La Viña (Manzaneda, tear siquiera la posibilidad de una factible Asturias, España) autoría de artistas apoyados en los niveles Descubierto en 1978, este gran abrigo de inmediatamente subyacentes a escasos unos 30 metros de longitud y entre 7 y 12 centímetros (XIII basal y XIV), tecnológica- metros de profundidad se abre sobre la mente atribuidos al Musteriense con pre- margen derecha del río Nalón a unos 100 sencia de puntas Chatelperrón y datados metros por encima de su cauce. Desde en torno a los 47.000 BP (Fortea, 1999: comienzos de los 80 viene siendo exca- 34-40). Creatividad y neurociencia cognitiva 158

Figura 26. Grabados lineales profundos del primer horizonte gráfico de La Viña. Tomado de Juan Luis Méndez en http://www.asturnatura.com/turismo/abrigo-de-la-vina/1513.html.

El segundo horizonte gráfico se ejecuta algunos fragmentos de crioclastos con también con grabado inciso profundo, restos de grabados aparecieron en los es- aunque sin llegar al grado exhibido en al- tratos del Solutrense Antiguo y del gunos trazos del horizonte inicial. En esta Magdaleniense IV. Al igual que hizo con nueva etapa gráfica, situada a una cota los grabados del primer horizonte, Fortea superior que los grabados de la fase an- aborda la propuesta del suelo de apoyo terior siguen subsistiendo los conjuntos para la realización de estos grabados, en de trazos lineales en vertical, además de función del óptimo posicional campo ma- trazos sueltos y algunos signos angulares, nual, en los horizontes Gravetiense Final a los que se suman representaciones par- y Solutrense Inicial, cronología en la que ciales o totales de caballos, ciervas y sitúa de manera genérica este segundo bóvidos fuertemente normativizadas y horizonte gráfico del Nalón (Fortea, 1994: alejadas del modelo viviente. Figuras es- táticas, reducidas a la silueta expresada 210), y de la que discrepan algunos otros únicamente por las líneas del contorno, investigadores, que proponen un enveje- en perfil absoluto y fuertemente despro- cimiento de la misma con inicio en el porcionadas, con troncos masivos y extre- Auriñaciense, seguido de un máximo de- midades atrofiadas. Este segundo hori- sarrollo a lo largo del Gravetiense y posi- zonte apareció cubierto en La Viña por blemente perdurando hasta el Solutrense depósitos del Magdaleniense IV y además Antiguo (González y San Miguel, 2001). Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 159

Cueva del Conde (Tuñón, Asturias, (Sectores I, II y III) conjuntos de grabados España) lineales profundos, estructurados en se- ries más o menos paralelas y dispuestos Se trata de un gran abrigo de unos 300 m2, indistintamente en posición vertical, ho- abierto hacia el noroeste, sobre una plata- rizontal o inclinada, que han sido clasifi- forma a unos 40 metros de altura sobre la cados también en el primer horizonte cuenca del río Trubia, afluente del Nalón. gráfico del Nalón (figura 27). El último Su primer excavador fue el Conde de la trabajo realizado sobre ellos determina Vega del Sella, que ya identifica sus mani- la existencia de cinco “conjuntos grá- festaciones de arte rupestre en 1915 ficos” (Fernández y otros, 2005: 75) y, al (Márquez, 1977: 434-5), aunque poco sa- igual que en el caso anterior, se les ha bemos de los materiales que extrajo del ya- asignado un origen auriñaciense (Jordá, cimiento, referenciados unos años más 1969: 306) que es discutido por Fortea tarde por Obermaier en la primera edición en una revisión posterior (Fortea, 2000- del El hombre fósil (1925). El propio exca- 2001: 183) en la que propone que los vador se contradice varias veces en la iden- grabados de los conjuntos A y B estu- tificación de la secuencia ocupacional, para vieron tapados por un nivel arqueológico finalmente determinar tres niveles: uno cuyos relictos aparecen fosilizados en la Musteriense Antiguo, otro Musteriense pared y de los cuales obtuvo dos mues- Superior y otro Auriñaciense Medio. tras (CON 1 y CON 2) datadas, respecti- Posteriormente, las excavaciones de Jordá vamente, en 23.930 +/– 180 BP y en los años 50 y mediados de los 60, y las 21.920 +/– 150 BP. Estas fechas su- de Freeman en 1962 reconocen ocupa- gieren, demuestran según Fortea, que ciones continuadas desde el Musteriense los grabados del conjunto B estaban cu- (típico y de denticulados) al Auriñaciense biertos en el Gravetiense Pleno y que en Arcaico (Freeman, 1977: 474-9; Jordá, cualquier caso debieron realizarse antes 1955, 1969). A comienzos del nuevo mi- de la fecha aportada por CON 1, sin que lenio, Fortea recoge muestras de la pared ello suponga, según este investigador, meridional de la conocida como Galería entrar en conflicto con los plantea- A, donde se localizan algunos grabados mientos cronológicos de Jordá y los de- (Fortea, 2000-2001). Actualmente la rivados del estudio de este tipo de gra- cueva es objeto de un nuevo proyecto de bados realizado en el cercano abrigo de investigación bajo la codirección de La Viña. En resumen, que la hipótesis au- Miguel Arbizu, Gema E. Adán y Juan Luis riñaciense seguiría siendo válida. Arsuaga (Arbizu, Arsuaga y Adán, 2005: Más recientemente, el equipo codirigido 425-41), que ha determinado tres tramos por Arbizu, Adán y Arsuaga, como ya in- de ocupación en la cueva con fechas para dicábamos anteriormente, han obtenido el segundo de ellos de 31.540 +/– 400 BP nuevas dataciones para sus niveles 2a y 29.850 +/– 320 BP (Fernández y otros, (31.540 +/– 400 BP) y 2b (29.850 +/– 320 2005: 85). BP), proponiendo, a partir de los datos de Al igual que en La Viña, la Cueva del la secuencia sedimentaria (Arsuaga y Conde tiene repartido por sus paredes otros, 2004) y sobre todo teniendo en

Creatividad y neurociencia cognitiva 160 cuenta los paralelos de este tipo de gra- razonablemente4 ese horizonte se re- bados en otros yacimientos, que las repre- monta a los tiempos auriñacienses” sentaciones gráficas de la Cueva del (Fortea, 2000-2001: 187). Todo ello Conde se realizarían en un momento post siendo consciente este mismo investi- quem de 29.000 BP (Fernández y otros, gador de la más que prolija colección de 2005: 85). objetos mobiliares auriñacienses y preau- riñacienses con series y haces de líneas grabadas factibles de paralelizar con este horizonte parietal (Marshack, 1976; Cremades y otros, 1995).

Cueva de la Peña (San Román de Candamo, Asturias, España) La Cueva de la Peña era conocida por los paisanos de la comarca desde finales del siglo XIX, pero el descubrimiento de sus restos arqueológicos no se produjo hasta 1914 (Hernández Pacheco, 1919). Se loca- liza en el cerro del mismo nombre, a 170 metros sobre la cuenca del río Nalón. Se desarrolla a lo largo de 260 metros, con una orientación general NW-SE, con dos niveles de galerías comunicados entre sí. La cueva ha sido objeto de numerosas modificaciones para adaptar su interior a la visita turística, lo que ha afectado no- tablemente a sus representaciones artís- ticas, dañadas de antemano por actua- Figura 27. Grabados de la Galería C de la Cueva del 5 Conde. Primer horizonte gráfico del Nalón. Tomado ciones no muy acertadas y sobre todo de http://caminrealdelamesa.es/patrimonio/es/6/. por el hecho de que la cueva fue utilizada como puesto de mando durante la Al igual que en La Viña, ninguno de los equipos de investigación que han traba- jado sobre los grabados del Conde conje- 4 Entendemos que este “razonablemente” hace refe- tura con la posibilidad de que estos mo- rencia a los campos manuales de acción desde los tivos pudieran ser preauriñacienses. De cuales propone que se realizaron los grabados, aunque llegado este punto es necesario advertir también que hecho, esta postura, según Fortea, no son escasos los centímetros que separan en ambos ya- pasa de ser un mero ejercicio de intuición, cimientos estos niveles auriñacienses de los prece- pues los datos “objetivables” hasta ahora dentes musterienses o de transición. encontrados únicamente prueban “que 5 El propio Conde de la Vega del Sella frotó vigorosa- mente con un balde de agua y una esponja la costra el primer horizonte gráfico del Nalón es estalagmítica que recubría algunas representaciones anterior al Gravetiense Avanzado y que del Muro de los Grabados. Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 161

Guerra Civil, lo que conllevó una ingente (figura 28). Esta fecha suponía que al- cantidad de grafitis y destrozos, que afec- gunas de las representaciones de taron fundamentalmente al “Muro de los Candamo se articulaban como de las Grabados”, y las posteriores actuaciones más antiguas del occidente europeo. Por de limpieza y restauración (Menéndez ello se realizaron nuevas comproba- Pidal, 1954), que llegaron a provocar la ciones tomando nuevas muestras, que desaparición de algunas figuras en el fueron enviadas a otro laboratorio que “Camarín” (un contorno acéfalo de bi- proporcionó fechas muy diferentes: sonte y la cabeza de un caballo pintada 15.160 +/– 90 BP (CAN 3) y 15.870 +/– en negro). 90 BP (CAN 4). La polémica estaba ser- Su arte rupestre, tras el monográfico de vida, tanto más por cuanto que los aná- Hernández Pacheco, ha sido escasa- lisis por microscopía electrónica de ba- mente estudiado hasta que a partir de rrido efectuados por M. Hoyos con 2006 se ha procedido a la realización de muestras tomadas de los mismos puntos un proyecto integral de prospección y determinaron una diferente composición documentación de la cavidad con aplica- del carbón (vegetal y hueso) en los ción de novedosos sistemas de registro puntos y contaminación bacteriana 3D, coordinado por Soledad Corchón, (Fortea, 2000-2001: 191-6). El propio con importantes resultados que amplían Fortea en este mismo trabajo ofrece la serie figurativa ya conocida (Corchón tres posibles hipótesis para interpretar y Gárate, 2010). Con anterioridad, salvo tan fuertes discrepancias, sin llegar a estudios específicos que han tratado de descartar la viabilidad arqueológica de establecer la secuencia evolutiva de las ninguna de ellas (Fortea 2000-2001: representaciones acumuladas en el 197-201). Sin embargo, debemos pun- “Muro de los Grabados” (Jordá, 1976; tualizar que los nuevos datos obtenidos Moure, 1981), nuevos estudios compa- por los trabajos de Soledad Corchón han rativos (López Mora, 1988) o nuevos proporcionado una amplia serie de mo- calcos de los conjuntos conocidos tivos simbólicos (manchas, trazos pare- (Berenguer, 1994), la Cueva de la Peña ados, discos rojos) con una distribución nunca había sido objeto de estudios mo- topográfica organizada que encajan cla- nográficos. ramente con las manifestaciones gráficas A comienzos de este siglo, Fortea ob- más antiguas del arte rupestre paleolí- tiene algunas dataciones directas de sus tico, proponiendo a partir de estas evi- pinturas (Fortea, 2007). En concreto se dencias una apropiación gráfica de toda muestrearon unas series de puntos ne- la cavidad desde tiempos antiguos, con gros que se superponían a los toros 15 y una continuidad posterior constreñida 16 del “Muro de los Grabados” y que tan sólo a algunos sectores determi- proporcionaron en primera instancia una nados (Corchón y Garate, 2010: 99), lo datación de 32310 +/– 690 BP y poste- que de algún modo vendría a avalar la riormente otra de 33.910 +/– 840 BP validez de las dataciones antiguas obte- sobre los restos de la muestra inicial nidas por Fortea en el “Muro de los (CAN 12) (Fortea, 2000-2001: 191-6) Grabados”. Creatividad y neurociencia cognitiva 162

Figura 28. Indicación de las muestras datadas en el Muro de los Grabados de la Cueva de la Peña. Tomado de Fortea, 2000-2001: 189, fig. 5.

Cueva de Pondra (Ramales, Cantabria, rresponder a una indeterminada ocupa- España) ción holocénica de la cavidad entre el Neolítico y la Edad del Hierro (González Su conjunto de arte rupestre fue descu- y San Miguel, 2001: 114). bierto en 1983 por el grupo CAEAP (Muñoz y otros, 1991: 127 y ss.) y su do- Su arte, mal conservado en su mayor cumentación se desarrolló entre 1993 y parte debido al uso ganadero de este en- 1996. Cuenta con dos bocas orientadas clave y a su explotación como cantera, se al oeste y al sur que convergen en un reparte a lo largo de toda la cavidad amplio vestíbulo a partir del cual la cueva desde las zonas iluminadas de su inicio a se desarrolla de forma lineal hacia el las completamente oscuras de la zona del fondo a lo largo de aproximadamente fondo. Por regla general, las representa- 130 metros de longitud, con un ligero ciones se disponen en paneles recónditos buzamiento hacia el interior y una no- y recogidos donde a veces es incluso di- table presencia de espeleotemas. No se fícil adoptar la postura de realización de han hecho excavaciones detalladas en la los motivos representados. El bestiario misma y la presencia humana se reduce reúne caballos, ciervos y animales incom- únicamente a fragmentos de cerámica y pletos a los que se suman un amplio re- un pequeño lote de material lítico reco- pertorio de manchas y restos de pintura gido en superficie por su descubridor en roja, trazos lineales y curvilíneos no figu- la zona del vestíbulo y el primer tramo rativos distribuidos por los tres sectores de la galería principal, que podrían co- que, de entrada a fondo, se han determi- Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 163 nado en la cavidad. Técnicamente es ne- donde una red de concreciones estalag- cesario destacar una notable diversidad míticas que ha sido datada en 35.740 +/– de procedimientos, con presencia de pin- 4.730 BP cubre a un trazo lineal pintado tura lineal y en tinta plana, además de en rojo (figura 8 del conjunto). A su vez, trazos tamponados y grabados de ejecu- estas concreciones fueron cortadas varias ción simple y sin rectificaciones (González veces al ejecutar los trazos de un caballo y San Miguel, 2001: 124). grabado (figura 9 del conjunto) cuyo ho- Parte de este conjunto figurativo ha po- cico aparentemente queda infrapuesto a dido ser fechado por termoluminiscencia, una nueva acumulación estalagmítica da- centrándonos en este caso en el denomi- tada en 22.595 +/– 2.338 BP (González y nado “Friso de los Caballos” (figura 29), San Miguel, 2001: 116-8).

Figura 29. Calco del “Friso de los Caballos” de la Cueva de Pondra. Tomado de González y San Miguel, 2001: 117, fig. 34.

La secuencia gráfica indica que el trazo nifestaciones rupestres de las etapas de rojo y posiblemente parte del conjunto tránsito o los momentos iniciales del simbólico pintado en este mismo color Paleolítico Superior, que encontrarían su presente en la cavidad debieron ser eje- refrendo en las industrias musterienses cutados en momentos muy antiguos, por encima de los 35.000 años. Un arte localizadas en yacimientos inmediatos arcaico que en nada distorsiona con las (Venta la Perra, El Polvorín y Arco B) características ya apuntadas para las ma- (González y San Miguel, 2001: 71). Creatividad y neurociencia cognitiva 164

Cueva de El Sidrón (Borines, Piloña, brican (Pinto, 1975). Sin descartar que Asturias, España) parte del conjunto grabado pueda de- berse a la acción de zarpazos de osos, en Este yacimiento, conocido fundamental- la Galería de las Pinturas nos encontramos mente por su magnífica colección de con haces y trazos lineales de 2 a 4 mm restos óseos de neandertales (Rasilla, de grosor y sección en U que en la mayor Rosas, Cañaveras y Lalueza, 2010), se en- parte de los casos describen vagas com- cuentra en un complejo kárstico de no- posiciones reticulares que se infraponen table desarrollo (próximo al kilómetro de y superponen indistintamente a una serie longitud), con tres niveles y al menos 13 de motivos simbólicos indeterminados, entradas conocidas. pintados en rojo, con formas ovaladas y Hasta el momento, los datos proporcio- laciformes, que en algunos casos contor- nados por la excavaciones arqueológicas nean resaltes y oquedades rocosas de la solo señalan una clara presencia neandertal galería (figura 30). Las condiciones an- en la cueva, con dataciones que se distri- gostas de esta galería han permitido la buyen entre 38.000 y 50.000 BP, atribu- subsistencia de estos restos gráficos que yendo con seguridad los restos arqueoló- hipotéticamente también podrían haber gicos documentados en la Galería del estado presentes en otras zonas, pero Osario (restos fósiles y humanos e indus- que, dadas las características poco favo- tria lítica) al estadio isotópico 3, en la úl- rables de la roca soporte, además de la tima fase del Paleolítico Medio, con refe- circulación de agua y las corrientes de rentes en yacimientos como La Viña, aire, han hecho imposible su conservación Mirón, El Castillo, Arrillor, o Kurtzia (Rasilla, Rosas, Cañaveras y Lalueza, 2010: (Torres y otros, 2010: 163-4), y restos muy 189-91). poco significativos de ocupaciones en mo- mentos finales del Magdaleniense o del Epipaleolítico en la “Galería de los Huesos”, que se reiteran al exterior en el abrigo de la Cabañina, donde además se documentan materiales holocénicos (Calcolítico a Edad del Hierro) (Rasilla y otros, 2010: 167-81). En este marco contextual es preciso se- ñalar la existencia en el interior de la ca- vidad de manifestaciones rupestres tanto pintadas como grabadas en la denomi- nada “Galería de las Pinturas”. Se trata de un estrecho corredor ramificado de la galería principal en el que en 1975 fue descubierto un exiguo pero interesante Figura 30. Imágenes de las representaciones de la repertorio de arte rupestre a tenor del Galería de las Pinturas. Tomado de Rasilla, Rosas, contexto arqueológico en el que se im- Cañaveras y Lalueza, 2010: 190, fig. 104. Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 165

Los signos de El Sidrón, a falta de un es- tercer apartado se dedican exclusiva- tudio más detallado, tienen difícil corre- mente a manifestaciones de arte rupestre lato con otros signos parietales, aunque de la Europa Occidental centradas en un Fortea, el investigador que hasta su momento trascendental para este ámbito muerte había iniciado los trabajos de ca- territorial, donde a partir del 35.000 y racterización de este conjunto rupestre, hasta el 32.000 (con algunas perdura- marca algunas relaciones con signos vul- ciones aún mayores para los últimos vares y ovales de Tito Bustillo y con las neandertales más meridionales) se está vulvas auriñacienses ya citadas en este produciendo la mudanza (cuando no mismo trabajo de las estaciones del valle convivencia) entre las culturas transicio- del Vezère, aun sin considerar que el nales y el Auriñaciense Arcaico. Un fenó- único contexto claramente constatado en meno que tiene aparejado, como hemos la cueva es el musteriense. podido comprobar, un panorama artístico muy contrastado entre las magníficas re- presentaciones de la Cueva Chauvet a las El final de las certidumbres sencillas y esquemáticas evidencias grá- A lo largo de los apartados anteriores ficas de La Viña, la Cueva del Conde o hemos dado una amplia muestra de mani- Fumane. festaciones de arte rupestre, fundamental- En cualquier caso se trata de manifesta- mente parietal, que bien por contexto o ciones rupestres que sistemáticamente y en bien por datación, aun asumiendo las limi- la mayor parte de las ocasiones, han sido taciones de los diferentes métodos em- atribuidas a humanos anatómicamente pleados (Ochoa, 2011: 133-5), superan, en modernos responsables de la introducción ocasiones por muchos miles de años, la ba- del tecnocomplejo auriñaciense, negando rrera de los 30.000 años de antigüedad. una posible autoría neandertal de las Los ejemplos hindúes de Auditorium Cave mismas. o Daraki Chattan son pruebas muy sólidas Evidentemente no pretendo con este tra- del desarrollo de capacidades simbólicas en bajo fluctuar al otro extremo de la consi- homínidos anteriores a los humanos ana- deración anterior y demostrar que estas tómicamente modernos. Del mismo modo, obras son producto de las capacidades sim- las dataciones y contextos expuestos para bólicas de los neandertales, sino tan sólo manifestaciones de arte rupestre austra- dejar una puerta abierta para que en lo su- liano, sudamericano y africano, aun siendo cesivo se aborde de forma más vehemente muy discutidas y planteando problemas in- esta posibilidad. De hecho, todos los ejem- terpretativos muy singulares, evidencian la plos presentados relativos a la zona eu- consolidación a escala global de plantea- ropea están asociados contextualmente a mientos estéticos evolucionados en las co- etapas arcaicas del Auriñaciense, pero tam- munidades humanas desde etapas muy bién en una buena parte de los casos no tempranas. faltan en estos mismos abrigos y cuevas El límite que hemos planteado en 30.000 ocupaciones musterienses o chatelperro- años no es baladí, teniendo en cuenta nienses de origen neandertal. Todo ello que los ejemplos seleccionados en el además sin tener en cuenta algunos plan-

Creatividad y neurociencia cognitiva 166 teamientos que consideran imposible, con Bibliografía recomendada las evidencias disponibles hasta la fecha, Arbizu M, Arsuaga JL, Adán GE. La cueva del asegurar que el tecnocomplejo auriña- Forno/Conde (Tuñón, Asturias): un yacimiento ciense sea la industria de los primeros del tránsito del Paleolítico Medio y Superior en Sapiens. De hecho, en yacimientos como la Cornisa Cantábrica. Neandertales Cantá- bricos: Estado de la cuestión. Monografías del Trou Magrite, Keilberg-Kirche o El Castillo, Museo Nacional y Centro de Investigación de el Auriñaciense muestra vínculos filogené- Altamira 2005; 20:10-38. ticos con el Musteriense subyacente apo- Arsuaga JL y otros. Nuevas observaciones yando la idea de que en algunas regiones sobre la estratigrafía de la Cueva del Conde ciertos tipos de industrias auriñacienses (Santo Adriano, Tuñón, Asturias). Actas de la evolucionaron desde el Paleolítico Medio XI Reunión Nacional del Cuaternario, Oviedo en relación con los neandertales autóc- 2-4 julio de 2003. 2004; 267-74. tonos (Vega Toscano, 2005: 549). Azevedo CX y otros. A presença da tradiçao Nordeste na regiao do Cariri occidental: ques- También resulta ciertamente peculiar, como toes calssificatórias. Fumdhamentos IX, Actas hemos visto anteriormente en La Viña o El del Congreso IFRAO 2010 “Global Rock Art”, Conde, que algunas manifestaciones grá- 2004; 2:43-65. ficas se asocien a contextos auriñacienses Bartolomei G, Broglio A, Cassoli P, Castelletti con el argumento de una mayor facilidad L, Cremaschi M, Giacobini G, Malerba G, en el trazado de los grabados desde los Maspero A, Peresani M, Sartorelli A, Tagliacozzo A. La Grotte-Abri de Fumane.Un suelos asociados a este tecnocomplejo, site aurignacien au sud des Alpes. Preistoria cuando tan sólo unos centímetros por de- Alpina 1992; 28:131-79. bajo aparecen suelos vinculados a con- Bednarick RG. The earliest evidence of palae- textos musterienses o de transición. oart. Rock Art Research 2003; 20(2):89-135. En cualquier caso se trata de un debate Bednarik RG, Kumar G, Watchman A. abierto que ha generado una amplia bi- Preliminary results of the EIP Project. Rock Art Research 2005; 22(2):147-97. bliografía en ambos sentidos (Rivera, 2008, 2009; Cabrera y otros, 2005; Zilhao, 2008; Berenguer M. Prehistoric cave art in northern (Asturias). México. Frente de Afirmación Carón y otros, 2011; D’Errico y otros, Hispanista 1994. 1998) y cuyo resultado final tan sólo será posible con el avance de la investigación6 y la mejora de las técnicas de datación7. 7 En el pasado Coloquio Internacional “El Gravetiense cantábrico, estado de la cuestión”, que tuvo lugar en el Museo de Altamira entre los días 20 a 22 de oc- 6 Posiblemente serán muy significativos los resultados tubre, el equipo de Alistair Pike de la Universidad de que puedan derivarse de enclaves más meridionales Bristol presentó un conjunto de nuevas dataciones por con arte rupestre atribuido a las etapas iniciales del series de uranio en diversas cavidades del norte de la Paleolítico Superior, como la Cueva de Maltravieso en Península Ibérica con resultados tan sugerentes como Cáceres, donde han sido documentados unos gra- más de 40.000 años para algunos paneles con manos bados (cabeza de cabra y dos triángulos) bajo un velo y puntos rojos de la Cueva del Castillo, fechas de más calcítico sobre el que con posterioridad se pintó un de 35.000 años para las etapas iniciales del gran techo conjunto de manos en negativo y unas series de de Altamira, la serie de puntos rojos de la Cueva del puntos en color negro (Collado, 2011), o la Cueva de Castillo fechado en un intervalo comprendido entre Nerja (Málaga), con dataciones por encima de 35.000 36.000 y 34.000 años para la línea de una costra con años vinculadas a paneles con representaciones parie- más de 37.000 años que se superpone a una mano tales (comunicación personal de José Luis Sanchidrián). impresa en la Cueva del Castillo. Primeras manifestaciones de arte rupestre paleolítico: el final de las certidumbres 167

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Abstract Introducción La lateralidad manual está muy bien esta- La lateralidad manual es consecuencia de blecida en nuestra especie. Sin embargo, la lateralidad cerebral. El cerebro está di- todavía no se ha podido determinar qué vidido en dos partes o hemisferios, de- especie fue la primera en presentar late- recho e izquierdo, cada uno de ellos con ralidad manual, a pesar de que se ha lle- funciones específicas. El hemisferio iz- vado a cabo una gran diversidad de estu- quierdo rige la parte derecha del cuerpo dios desde enfoques muy distintos y viceversa, con lo cual también existe una (paleoneurología, talla de herramientas lí- lateralidad corporal que se manifiesta en ticas, zooarqueología…). el uso preferente y con mayor eficacia de Una de las mejores maneras para deter- una mitad del cuerpo frente a la otra. Los minar la lateralidad manual es observar a humanos actuales poseemos el nivel más los individuos manipulando objetos de ma- elevado de lateralidad manual, alcan- nera espontánea. Obviamente este método zando el 90% de la población (McGrew no puede emplearse en el caso de homí- y Marchant, 1997). El porcentaje de dies- nidos fósiles. No obstante, cierto tipo de tros siempre es mucho más elevado que desgaste dental puede ofrecernos una evi- el de zurdos, aproximadamente de nueve dencia directa de qué mano fue empleada diestros por cada zurdo. No obstante, esta de manera preferente por los homínidos. proporción varía en función de la pobla- Concretamente, estamos refiriéndonos a ción estudiada. En general, las sociedades las estrías culturales que aparecen en la su- occidentales tienen una gran mayoría de perficie labial de la dentición anterior de in- diestros y un pequeño porcentaje de dividuos pertenecientes a diversas especies zurdos. En cambio, en las sociedades (Homo heidelbergensis, neandertales, preindustriales el número de zurdos au- Homo sapiens…). Estas estrías son resul- menta (Faurie et al., 2005). Esto puede ser tado del uso de la dentición como tercera consecuencia de presiones de tipo cultural mano para procesar y manipular una gran en las sociedades occidentalizadas, en las diversidad de materiales. La población de que se forzaba el uso de la mano derecha Homo heidelbergensis de la Sima de los frente a la izquierda, por ejemplo al es- Huesos (Sierra de Atapuerca, Burgos) pre- cribir, por considerarlo más adecuado. senta este tipo de rasgo de desgaste, a El uso preferente de la mano derecha es partir del cual hemos podido inferir un uso un rasgo típicamente humano que con- preferente de la mano derecha, hace ya lleva importantes implicaciones sobre la- 500.000 años. teralidad corporal y cerebral. Por este mo- Creatividad y neurociencia cognitiva 172 tivo se han realizado multitud de estudios canus) de 3 millones de años (Holloway, con la intención de establecer cuándo y 1983; Holloway y Lacoste-Lareymonde, cómo aparece esta característica entre 1982). Estos análisis tienen el gran incon- nuestros antepasados. veniente de contar con una muestra fósil muy reducida que sólo permite establecer Inferencias sobre lateralidad la lateralidad para individuos concretos y no para el conjunto de una población. manual Además, no se puede establecer con cer- La mejor manera para determinar la latera- teza qué implicaciones prácticas conlle- lidad manual de un individuo es observarlo vaba para homínidos de esta antigüedad mientras realiza alguna tarea de manera es- poseer una organización cerebral con este pontánea o sujeta una herramienta (Faurie tipo de rasgos modernos. et al., 2005). Obviamente, este método de La reconstrucción de la secuencia de pro- observación directa del individuo no puede ducción de las herramientas líticas tam- ser aplicado en el estudio de poblaciones bién ha proporcionado información sobre fósiles. Sin embargo, desde la paleobiología la mano utilizada en su fabricación. Toth y la arqueología se ha conseguido obtener (1985) llegó a la conclusión de que tanto información relevante sobre este tema. como ya El endocráneo de diversas especies de ho- eran diestros o al menos utilizaban la mínidos fósiles se ha estudiado para de- mano derecha para fabricar herramientas. terminar las asimetrías anatómicas del ce- Los análisis del desgaste y uso de las he- rebro. En poblaciones vivas, las asimetrías rramientas líticas del yacimiento de entre el occipital izquierdo y el frontal de- Galería (Sierra de Atapuerca, Burgos) han recho están relacionadas con especializa- permitido identificar una mayoría de dies- ciones funcionales, como lateralidad ma- tros entre hace 400.000 y 200.000 años nual o lenguaje. De particular relevancia (Ollé, 2003). A la misma conclusión se es la posición de la tercera circunvolución llegó al estudiar el patrón de extracción inferior frontal relacionada precisamente de lascas del yacimiento musteriense de con el lenguaje, el uso de herramientas y La Cotte de San Brelade, en Jersey (Reino la lateralidad manual. Igualmente intere- Unido) (Cornford, 1986). No obstante, sante es la torsión hemisférica que, en con este método no se puede establecer nuestra especie, está vinculada a la late- con seguridad cuántos miembros del ralidad manual. El endocráneo del fósil grupo han tallado esas herramientas di- KNM-ER 1470 perteneciente a la especie rectamente y, por tanto, los datos obte- Homo rudolfensis, con una antigüedad de nidos tienen un sesgo importante a nivel 1,9 millones de años, muestra una posi- de población. ción moderna de la tercera circunvolución Otros investigadores han determinado la inferior frontal y torsión hemisférica lateralidad manual a través del estudio de (Holloway, 1996; Tobias, 1987). Este úl- las marcas que las herramientas líticas timo rasgo también se ha identificado en dejan en la superficie de los huesos una de 1,8 millones de años y vez que los homínidos han descuartizado en el niño de Taung ( afri- y procesado sus presas (Bromage y Boyde, Lateralidad manual de Homo heidelbergensis: la Sima de los Huesos… 173

1984; Bromage et al., 1991; Shipman y mente dicha. La fase preparatoria del ali- Rose, 1983). No obstante, recientemente mento se caracteriza por la interacción algunos estudios han cuestionado la va- entre manos y dientes de manera simul- lidez de este método, ya que hay ciertas tánea. A lo largo de nuestra evolución, el variables que no pueden ser controladas uso de esta técnica se generalizó, am- con seguridad, como la posición concreta pliándose la gama de materiales manipu- de la mano con respecto al hueso lados con manos y dientes que ya no es- (Pickering y Hensley-Marschand, 2008). taban exclusivamente destinados a la Finalmente, el estarcido de manos de las alimentación. Los dientes se convirtieron pinturas rupestres también ha proporcio- en una auténtica herramienta, siendo uti- lizados como una “tercera mano”. Es en nado información acerca de la lateralidad este contexto donde se lleva a cabo una manual. Groënon (1988) analizó los estar- técnica conocida como “poner y cortar”, cidos de cuevas francesas del Paleolítico que consiste en sujetar un material entre Superior llegando a la conclusión de que los dientes anteriores y una de las manos. el 77% de los mismos representaban la La mano libre corta este material con mano izquierda. La mano derecha había ayuda de una herramienta lítica (Brace, sido utilizada para sujetar el tubo con el 1967; Brace et al., 1987). En este proceso pigmento y la mano apoyada, cuyo nega- de corte, la herramienta puede golpear tivo quedaba en la pared, era la izquierda. accidentalmente el esmalte de incisivos y Años más tarde, Faurie y Raymond (2004) caninos ocasionando cortes o estrías con realizaron un experimento en el que pi- unas características y dimensiones bien dieron a estudiantes universitarios que re- determinadas. alizaran la técnica del estarcido sobre una hoja de papel obteniendo la misma pro- La primera investigadora en identificar este porción entre zurdos y diestros que tipo de estrías y plantear una hipótesis Groënon, con lo cual ratificaron sus con- sobre su origen fue Marie-Antoinette de clusiones. Lumley, que, en 1973, identificó unas marcas en la superficie labial de los dientes anteriores de los individuos del yacimiento Microdesgaste dental: estrías de Hortus (Francia) (De Lumley, 1973). en la dentición anterior Estrías similares han sido halladas en homí- El microdesgaste dental se ha erigido nidos fósiles de diferentes yacimientos del como otra disciplina capaz de aportar in- Pleistoceno Medio y Tardío, como Shanidar formación sobre lateralidad manual. Tanto (Irak) (Trinkaus, 1983), (Croacia) humanos como primates utilizamos nues- (Lalueza Fox y Frayer, 1997), Sima de los tros dientes para procesar los alimentos Huesos y Cova Negra (España), V que vamos a ingerir. Los dientes anteriores (Francia) (Bermúdez de Castro et al., 1988), (incisivos y caninos) sirven para pelar Saint Bras, Angles-sur-L’Anglin (Francia), frutos o para obtener pequeñas porciones Kabwe (), Mauer (Alemania) de alimentos, mientras que los dientes (Lalueza Fox y Pérez-Pérez, 1994; Puech, posteriores (premolares y molares) son los 1979, 1982), Tabun I () (Lalueza Fox, encargados de la masticación propia- 1992) y Vindija (Croacia) (Frayer et al., Creatividad y neurociencia cognitiva 174

2011). También se han documentado en humanos anatómicamente modernos del yacimiento calcolítico de Mehgarh (Lukacs y Pastor, 1988) y en dientes de esquimales, aleutianos, fueguinos, aborígenes austra- lianos, indios Arikara e indios Puye, entre otros (Bax y Ungar, 1999; Lalueza Fox, 1992; Merbs, 1968).

La muestra de la Sima de los Huesos La muestra de homínidos del yacimiento de la Sima de los Huesos (SH) es el con- junto más numeroso de fósiles en los que se ha documentado este tipo de estrías de origen cultural, permitiendo obtener conclusiones a nivel de población y no de individuos aislados. Figura 1. Mapa de localización del yacimiento de la Sima de los Huesos (Sierra de Atapuerca, Burgos). El yacimiento de SH es una pequeña ca- Fuente: Marina Lozano Ruiz. vidad que se encuentra en el interior del sistema cárstico de Cueva Mayor-Cueva del Silo en la Sierra de Atapuerca (Burgos) Los primeros estudios radiométricos y pa- (figura 1). Los primeros restos humanos se leomagnéticos otorgaron una antigüedad hallaron en 1976 (Aguirre et al., 1976), or- al yacimiento de 350.000 años (Bischoff ganizándose excavaciones sistemáticas et al., 1997, 2003; Cuenca-Bescos et al., que se iniciaron en 1984 y continúan en 1997; Parés et al., 2000). No obstante, la actualidad. posteriormente se utilizó un nuevo mé- Los fósiles humanos provienen de la todo de datación más preciso y la anti- misma unidad geológica, depositándose güedad del yacimiento se estimó en durante un único episodio de sedimenta- 530.000 años (Bischoff et al., 2007). ción (Bischoff et al., 1997). Las caracterís- En la actualidad, la muestra de homínidos ticas anatómicas y morfológicas de los fó- de SH asciende a más de 6.500 restos, es- siles indican que pertenecen a la especie tando representadas todas las partes es- Homo heidelbergensis. Los restos hu- queléticas, incluyendo huesos tan delicados manos aparecen mezclados únicamente como los del oído medio (Martínez et al., con fósiles de carnívoros, especialmente 2008). El estudio de todos los fragmentos de osos de la especie óseos y dientes recuperados ha permitido (García et al., 1997; Torres, 1978). El establecer la presencia de, como mínimo, único resto de cultura material que se ha 28 individuos de ambos sexos y diferentes recuperado junto a los fósiles ha sido un edades, desde los 4 años estimados para bifaz de cuarcita (Carbonell et al., 2003). el individuo más joven hasta los más de 35

Lateralidad manual de Homo heidelbergensis: la Sima de los Huesos… 175 de los individuos más ancianos (Bermúdez Mediante estudios paleodemográficos de Castro et al., 2004). hemos podido estimar que ocho de los Con el objetivo de determinar la presencia 20 individuos seleccionados serían segu- de estrías de origen cultural en los dientes ramente mujeres, mientras que siete se- anteriores que podrían evidenciar la prác- rían de sexo masculino. No ha sido po- tica de la técnica de “poner y cortar”, se sible estimar el sexo de los cinco ha llevado a cabo el estudio de la muestra individuos restantes. En cuanto a las dental de SH, que asciende a más de 500 edades de muerte, se ha establecido un efectivos, de los cuales se seleccionaron intervalo que va de los 4 años estimados 163 dientes anteriores (110 incisivos y 53 para el individuo IX a los más de 35 de caninos) para su análisis (Lozano, 2005). La los individuos V y XXI (Bermúdez de gran mayoría de incisivos y caninos selec- Castro et al., 2004; Rosas, 1997; Rosas cionados pertenecen a 20 de los 28 indivi- et al., 2002) (tabla 1). No obstante, la duos presentes en SH. Los ocho individuos mayor parte de los individuos estudiados excluidos del estudio no tienen dentición (n = 13) son adolescentes y adultos jó- anterior asociada y, por tanto, no pueden venes con edades comprendidas entre aportar información a este trabajo. los 9 y los 19 años.

Tabla 1. Individuos estudiados del yacimiento de la Sima de los Huesos (Sierra de Atapuerca, Burgos).

Individuo Sexo Edad Orientación predominante I Femenino 16-17 OD II – 12,5-14,5 OD III Femenino 15-17 OD V – +35 OD VII Masculino 24-30 OD IX – 3-4 OD X Femenino 15-17 No se puede determinar XI Femenino 13-15 OD XII Masculino 17-19 V XV Femenino 17-18 V XVI – 12,5-14,5 OD XVIII Masculino 9,5-11,5 OD XX Masculino 12,5-14,5 OD XXI Masculino +35 V XXII Masculino 20-26 OD XXIII Femenino 14-16 V XXIV – 12,5-14,5 OD XXV Femenino 11-13 OD XXVII Masculino 20-26 OD XXXI Femenino 24-30 OD

OD = orientación hacia la derecha; V = orientación vertical. Creatividad y neurociencia cognitiva 176

Microdesgaste dental en mite obtener imágenes de gran resolución la dentición anterior de de materiales tanto orgánicos como inor- los homínidos de la Sima gánicos. El principal requisito es que el ma- terial a observar debe ser conductor eléc- de los Huesos trico. Las muestras que no lo son se Basta una simple inspección ocular para metalizan, recubriéndolas con una fina identificar unas marcas o estrías más o capa de metal (principalmente oro) o menos oblicuas en la superficie labial de los carbón. En el caso de muestras arqueo-pa- incisivos y caninos estudiados (figura 2). leontológicas este requisito puede suponer un problema, dado que la metalización de una muestra orgánica es un proceso irre- versible. La solución estriba en realizar ré- plicas de alta resolución de los originales. Estas réplicas se realizan mediante un pro- ceso que consta de dos fases. En la primera fase se realiza un negativo o molde del ori- ginal utilizando siliconas de impresión dental. La segunda fase consiste en obtener el positivo del molde o réplica propiamente dicha introduciendo en el molde resina de poliuretano que replica con una exactitud de micrómetros todos los rasgos del nega- tivo. Una vez fraguada la resina, obtenemos un duplicado exactamente igual que el ori- ginal y que puede ser metalizado y anali- zado mediante microscopía electrónica sin que sufra ningún tipo de distorsión (Lozano, 2002). En los últimos años, los avances de la tecnología y la proliferación de los microscopios electrónicos de barrido de cámara ambiental han eliminado la ne- Figura 2. Superior: esquema con las orientaciones cesidad de que las muestras sean conduc- de las estrías realizadas por un zurdo (A) y por un toras, con lo cual se pueden observar direc- diestro (B). Inferior: estrías labiales en la superficie vestibular de un incisivo central superior derecho tamente materiales delicados sin necesidad (AT-42) perteneciente al individuo II de SH. Imagen de metalizarlos y sin ser dañados. No obs- de MEB (x30). Fuente: Marina Lozano Ruiz. tante, no siempre es posible trasladar los materiales fósiles al lugar donde se en- Para obtener una descripción detallada de cuentra el microscopio de cámara am- la morfología de las estrías, los dientes han biental, con lo cual la realización de réplicas sido analizados utilizando un microscopio sigue siendo una opción válida. electrónico de barrido (Lozano et al., 2004, Una vez analizadas las estrías de los indi- 2008, 2009). Este tipo de microscopios per- viduos de SH con el microscopio electró-

Lateralidad manual de Homo heidelbergensis: la Sima de los Huesos… 177 nico, se ha realizado una descripción de- anchura, longitud y orientación. Las di- tallada de las mismas. Las estrías tienen mensiones de estas estrías son uno de los unos bordes lineales, bien definidos y pa- rasgos más importantes para establecer ralelos a lo largo de toda su longitud. El la etiología de las mismas y diferenciarlas fondo de las estrías suele tener una sec- de otros desgastes causados durante la ción transversal en forma de “V”. En el masticación de alimentos (Lozano et al., interior del surco discurren estrías mucho 2008) (tabla 2). La orientación también es más finas en sentido longitudinal. En los muy importante, ya que es el rasgo que bordes exteriores de las estrías pueden nos permite inferir la mano con la que se observarse pequeños levantamientos de sujetaba la herramienta lítica causante de esmalte de forma triangular denominados las marcas o estrías. Esta variable se ha to- “conos hertzianos”. Estos conos son re- mado teniendo en cuenta el ángulo de sultado de la interacción entre la presión cada estría con respecto al plano oclusal ejercida por la acción del corte y la resis- del diente, que representa la línea 0º-180º tencia ofrecida por la superficie cortada (figura 2). Se han considerado cuatro ca- (Bromage y Boyde, 1984). La morfología tegorías de orientación: oblicuo derecho, de las estrías coincide totalmente con las vertical, horizontal y oblicuo izquierdo marcas de corte documentadas sobre los (Lozano et al., 2004, 2008). huesos de animales que han sido proce- Los 20 individuos analizados en este tra- sados por los homínidos (Lozano et al., bajo presentan estas estrías en todos o en 2004; Shipman y Rose, 1984) (figura 2). la mayor parte de sus dientes anteriores, La única diferencia claramente discernible no habiendo ninguna diferencia en cuanto es el aspecto desgastado y pulido de los a sexo o edad. El porcentaje de dientes con bordes de las estrías halladas en los estrías asciende al 94,5% del total (Lozano dientes. Esto es debido a que las marcas et al., 2008). La orientación predominante se produjeron en vida de los individuos; el de las estrías en 15 de los 20 individuos es uso habitual de la dentición, la acción de en oblicuo derecho. Otros cuatro indivi- la saliva y la lengua han propiciado el as- duos tienen una mayoría de estrías en ver- pecto desgastado de las estrías. tical, mientras que el individuo X es el Además de la morfología de estas marcas, único que no tiene orientación preferente, se han obtenido valores referentes a su ya que está representado por un único

Tabla 2. Dimensiones de las estrías labiales de la muestra de Sima de los Huesos, las producidas experimentalmente y las ocasionadas por la dieta. Todas las medidas están en micrómetros. Las cifras entre paréntesis representan la desviación.

Muestra Longitud Anchura Orientación Sima de los Huesos 1.507,3 (597,5) 43,2 (17,8) OD Marcas experimentales diestro – 39,7 (15,8) OD Marcas experimentales zurdo – 41,1 (20,9) OI Estrías de dieta 50-200 1-5 Variable OD = orientación hacia la derecha; OI = orientación hacia la izquierda. Creatividad y neurociencia cognitiva 178 diente con sólo tres estrías de diferentes resultados de este estudio experimental orientaciones (tabla 1). permiten inferir que los 15 individuos de En diversos trabajos experimentales se ha la población de Sima de los Huesos con podido constatar que la orientación de las una orientación preferente en oblicuo de- estrías está directamente relacionada con recho habrían utilizado la mano derecha la mano que sujeta la herramienta para sujetar la herramienta lítica y, por (Bermúdez de Castro et al., 1988; Lozano tanto, serían diestros. et al., 2004, 2008). La intención de los tra- Lamentablemente estos experimentos no bajos experimentales fue generar marcas permiten inferir la lateralidad de los cuatro o estrías en las superficies labiales de individuos de SH con orientación predo- dientes actuales y compararlas con las de minante en vertical, ya que tanto el indi- la muestra fósil. Las marcas se hicieron con viduo diestro como el zurdo produjeron herramientas líticas fabricadas con las ma- un pequeño porcentaje de estrías con terias primas utilizadas por los homínidos esta orientación. que poblaron la Sierra de Atapuerca: sílex, arenisca, cuarcita y cuarzo. Se utilizaron Implicaciones de la existencia dientes procedentes de extracciones clí- de lateralidad manual hace nicas que se dividieron en cuatro grupos en relación a las materias primas emple- 500.000 años adas. Cada grupo de dientes se pegó a un Las estrías que hemos estudiado son con- protector bucal (como el que utilizan los secuencia del uso de una herramienta por deportistas) en el lugar que anatómica- parte de los homínidos de SH. Dado que, mente les correspondería en una arcada según Faurie y colaboradores (2005), ob- dental. Para realizar el experimento con- servar a una persona realizando alguna tamos con la ayuda de dos personas, una tarea o manipulando herramientas es la diestra y una zurda. Cada uno de ellos se mejor manera para establecer la presencia puso un protector bucal y, simulando que de lateralidad manual, estas estrías nos cortaban un material, marcaron la super- aportan la evidencia más directa del uso ficie labial de los dientes con las herra- de herramientas por parte de homínidos mientas líticas. El procedimiento se repitió fósiles. Además, el hecho de que 19 de varias veces con grupos distintos de los 20 individuos analizados tengan una dientes y con lascas de diferentes mate- orientación preferente de las estrías indica riales. Los resultados indican que las homogeneidad en la manera de sujetar y marcas experimentales tienen la misma utilizar la herramienta lítica. Es decir, el morfología y dimensiones que las docu- modo en que utilizaban las herramientas mentadas en las superficies labiales de los líticas no era fruto del azar, si no que es- dientes fósiles. Además, el 89,1% de las taba establecido por un uso frecuente y estrías realizadas por la persona diestra habitual que queda reflejado en la exis- tienen una orientación en oblicuo de- tencia de un patrón concreto de orienta- recho, mientras que el 78,4% de las rea- ción de las estrías. Las estrías se super- lizadas por la persona zurda están orien- ponen en un mismo diente, lo que indica tadas en oblicuo izquierdo (figura 2). Los diferentes momentos de formación. El Lateralidad manual de Homo heidelbergensis: la Sima de los Huesos… 179 hecho de que individuos de diferentes o izquierda. En el caso de Homo sapiens, edades, incluidos los más jóvenes, tengan esta lateralización se da hacia la derecha. estas estrías implica que esta técnica era La población de la Sima de los Huesos en- utilizada de manera habitual y recurrente cajaría en el nivel 4 de esta escala, ya que durante toda la vida del individuo. Por presenta algunos individuos sin prefe- tanto, estamos ante un hábito que nos in- rencia manual claramente establecida dica que 15 de esos 20 individuos emple- para sujetar herramientas líticas. aban la mano derecha para sujetar y ma- La especie Homo heidelbergensis contaría nipular herramientas. En este punto con un elevado grado de lateralidad ma- podemos inferir que hace 500.000 años nual a nivel de población, rasgo que se la población de Homo heidelbergensis del mantendría en sus descendientes, los yacimiento de la Sima de los Huesos es- neandertales. La presencia de estrías cul- taba lateralizada manualmente, con una turales en la dentición de numerosas po- gran tendencia hacia el uso de la mano blaciones neandertales, como Krapina y derecha para tareas manipulativas. Vindija, indica que esta especie estaría La presencia de cinco individuos del grupo igualmente lateralizada (Frayer et al., con orientaciones preferentes de las es- 2010, 2012; Lalueza Fox y Frayer, 1997). trías que no permiten establecer su late- La lateralidad manual y el lenguaje han ralidad manual nos sugiere plantear que evolucionado de manera paralela. La la- la población de SH tendría algunos indi- teralidad manual está asociada con la es- viduos no lateralizados por completo. pecialización hemisférica del lenguaje McGrew y Marchant (1997) propusieron (Corballis, 2003; Frost, 1980; McManus, una escala de cinco niveles para definir el 2004). El 96% de los diestros tiene el do- grado de lateralidad manual de una po- minio del lenguaje en el hemisferio iz- blación. En el nivel 1 los individuos son quierdo, mientras que sólo el 70% de los ambidiestros, sin mostrar preferencia por individuos zurdos lo tiene en el izquierdo una mano al realizar tareas. En el nivel 2, (Rasmussen y Milner, 1977; Knecht et al., la mayor parte de los componentes de la 2000). Por tanto, la mayor parte de neu- población mostrarían algún tipo de late- rólogos y paleoneurólogos acepta la rela- ralidad al realizar una tarea, pero no de ción entre lenguaje, lateralización cerebral manera constante. En el siguiente nivel, y lateralidad manual. Esta relación es muy la mayoría de sujetos usarían una mano intensa en Homo sapiens. La cuestión de modo preferente para una tarea con- principal que está aún sin resolver radica creta, pero no habría una distribución clara a nivel de población hacia derecha en establecer si esta relación sólo aparece o izquierda. En el nivel 4 ya existiría un en nuestra especie o ya la encontramos grado de lateralización hacia derecha o iz- en especies pretéritas. quierda a nivel de población, aunque al- El descubrimiento de la secuencia del gen gunos individuos podrían carecer de ella. FOXP2 en dos neandertales de sexo mas- Finalmente, en el nivel 5 la mayoría de in- culino del yacimiento asturiano de El dividuos estarían claramente lateralizados Sidrón, datados en unos 50.000 años con una distribución específica a derecha antes del presente, corrobora las eviden- Creatividad y neurociencia cognitiva 180 cias dentales acerca de la lateralidad lidad manual en especies como Australo- (Krause et al., 2007). Este gen está estre- pithecus afarensis, con 3 millones de años chamente relacionado con el habla y el de- de antigüedad (Holloway, 1983; Holloway sarrollo del lenguaje. Su secuencia no di- y de la Coste-Lareymondie, 1982). Estudios fiere entre humanos modernos y con chimpancés salvajes (Pan troglodytes) neandertales. La secuencia neandertal se han demostrado que cuentan con cierto diferencia de la de los chimpancés en los grado de lateralidad manual en el uso de dos puntos que también lo hace la se- herramientas a nivel de población (Hopkins cuencia de nuestra especie. Por tanto, los et al., 2011). Estas evidencias nos llevan a neandertales contaban con la capacidad plantear la posibilidad de que los antece- genética para desarrollar un lenguaje con dentes de la lateralización manual asociada habilidades léxicas y sintácticas como no- a la manipulación de herramientas se ha- sotros. La existencia del gen FOXP2 en brían iniciado hace unos 5 millones de neandertales implica que el antecesor años, momento en que los linajes evolu- común de neandertales y humanos tam- tivos de Pan y Homo se separaron (Lonsdorf bién lo tendría o lo habría empezado a de- y Hopkins, 2005). A partir de este mo- sarrollar. Los descubridores del gen pos- mento se produjo una evolución hacia un tulan que su aparición podría datarse en mayor grado de lateralidad corporal, ma- hace unos 300.000 o 400.000 años nual y, en definitiva, cerebral. (Krause et al., 2007). Las evidencias encon- La población de Homo heidelbergensis de tradas en la población de la Sima de los la Sima de los Huesos utilizaba de manera Huesos permiten establecer la capacidad preferente su mano derecha para mani- para generar lenguaje y habla hace ya pular herramientas. La existencia de late- 500.000 años. Además, contamos con evi- ralidad manual con preferencia en la dencias anatómicas que corroboran esta mano derecha es un rasgo típicamente afirmación. El hioides encontrado en el ya- humano que implica lateralidad corporal cimiento de la Sima de los Huesos tiene y, a su vez, cerebral. Hace 500.000 años una morfología moderna, igual que el del el cerebro presentaba asimetrías similares neandertal de Kebara, lo que sugiere que a la de nuestra especie que conllevaban la base del tracto vocal de la laringe era si- capacidades similares a las nuestras para milar al nuestro y ambas especies tenían la manipular herramientas. También ten- capacidad física para el habla (Frayer y drían la capacidad para organizar el Nicolay, 2000; Martínez et al., 2008). La población de la Sima de los Huesos cuenta propio cuerpo en el espacio y con res- con capacidades auditivas similares a las pecto a los objetos de la misma manera nuestras, con lo cual también tendría la ca- que lo hace nuestra especie. La posibi- pacidad de oír y entender el lenguaje ha- lidad de tener un lenguaje articulado abre blado (Martínez et al., 2004). un amplio abanico de posibilidades cog- nitivas para la especie Homo heidelber- gensis y para las siguientes. El lenguaje Conclusiones permite una mayor y más intensa comu- El estudio de diferentes evidencias ha lle- nicación con los otros miembros del vado a establecer la posibilidad de latera- grupo, hace posible la transmisión del Lateralidad manual de Homo heidelbergensis: la Sima de los Huesos… 181 pensamiento simbólico y, en definitiva, la Bischoff JL, Fitzpatrick JA, León L, Arsuaga JL, aparición de expresiones tan complejas Falgueres C, Bahain JJ, Bullen T. Geology and como el arte. preliminary dating of the hominid-bearing se- dimentary fill of the Sima de los Huesos Chamber, Cueva Mayor of the Sierra de Agradecimientos Atapuerca, Burgos, Spain. Journal of Human Evolution 1997; 33:129-54. Los trabajos realizados en la Sierra de Bischoff JL, Shamp DD, Aramburu A, Arsuaga Atapuerca cuentan con la financiación del JL, Carbonell E, Bermúdez de Castro JM. 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Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana Dra. Marina Mosquera Martínez

Introducción de herramientas), conciencia (identidad individual, grupal, rituales mortuorios) y La palabra “cognición” significa conoci- socialización de conocimientos (aprendi- miento y, a la vez, el proceso por el cual se adquiere este conocimiento. El estudio zaje, difusión). Es la combinación de estos de la complejidad cognitiva del ser hu- cuatro potenciales lo que da al ser hu- mano ha resultado ser un tema recu- mano su carácter único en la forma y rrente en el interés social, enfocándose grado de su complejidad cognitiva. desde todo tipo de disciplinas. Pero ¿cómo y cuándo surge esta capacidad Lenguaje y comunicación durante la evolución humana?, ¿la com- Una de las características principales de la partían ya otros homínidos fósiles? Al in- cognición humana es el uso del lenguaje, tentar responder a estas cuestiones nos que resulta ser la capacidad simbólica por vemos necesariamente abocados a pre- excelencia. A menudo solemos utilizar los guntarnos cómo concretamos ese tér- términos “lenguaje” y “comunicación” mino de “cognición” o capacidad y pro- indistintamente. No obstante, lenguaje es ceso de conocer. el “conjunto de sonidos articulados con La dificultad estriba en que la cognición que el hombre manifiesta lo que piensa o incluye todo lo que no es automático ni siente”, mientras que la comunicación instintivo. No obstante, resulta relativa- sería la “acción y efecto de comunicar o mente fácil reconocer los comporta- comunicarse”, “Transmisión de señales mientos y las actividades que incluimos en mediante un código común al emisor y al nuestra complejidad cognitiva: raciona- receptor” (RAE, 2010). Por tanto, el len- lidad, lenguaje, música, filosofía, tecno- guaje es parte de la comunicación. logía, matemática, solidaridad, empatía… Todo ello es cognición compleja, y, de Lenguaje-comunicación en animales hecho, nuestra vida está literalmente en- vuelta en ella. Sin embargo, si miramos Obviamente, los animales se comunican, detenidamente esta lista y hacemos un pero no a través de un lenguaje propia- esfuerzo de abstracción –que natural- mente dicho, sino a través de una serie mente resulta ser una capacidad cognitiva pequeña de señales, a veces vocaliza- compleja– somos capaces de reducir este ciones, restringidas a unos contextos muy alud de actividades y comportamientos a limitados. Por el contrario, una de las pro- unas pocas unidades que subyacen a piedades que distingue al lenguaje de todo ello: capacidad simbólica (lenguaje, cualquier otra forma de comunicación es arte), capacidad tecnológica (fabricación que es generativo. Es decir, no contiene Creatividad y neurociencia cognitiva 186 un límite ni en el número de ideas o pro- Esta limitación se debe, al menos en posiciones a expresar, ni en la creación de parte, a la morfología del aparato fonador nuevas combinaciones o palabras. Preci- –como trataremos más adelante–, por la samente por tal potencial, ha sido nece- cual encuentran especial dificultad en la saria la gramática, para conjugar las dife- pronunciación de las consonantes. rentes articulaciones vocálicas de acuerdo En lo referente a la segunda, la comuni- a un conjunto de reglas que nos permitan cación gestual, los trabajos realizados por estructurar el discurso y, por supuesto, en- Joseph Call y Michael Tomasello (Call y tenderlo. Es muy posible que esta gramá- Tomasello, 1998; Tomasello y Call, 1997; tica básica no esté totalmente sujeta al Tomasello, 1999; Tomasello et al., 1999), aprendizaje, sino que esté preprogra- entre otros, nos demuestran que estos mada, que sea innata al individuo, como grandes primates son capaces de orga- ha sido ampliamente defendido por nizar un discurso gestual complejo, aun Noham Chomsky y Steven Pinker. cuando en general se trate siempre de un El estudio sobre la comunicación en ani- tipo de comunicación imperativa, del tipo males ha sido desarrollado por los investi- “quiero una banana”, “ven aquí”, etc. En gadores durante varias décadas. En nuestro general, parece que la comunicación caso tan sólo nos centraremos en unos vocal se utiliza mayoritariamente como pocos aspectos cuya investigación ha ofre- aviso o como medio para mostrar el es- cido interesantes resultados. Por ejemplo, tado anímico, mientras que la gestual se en 1980, Seyfarth y colaboradores publi- utiliza para pedir cosas concretas, lo cual caron un interesantísimo estudio en el que no impide que ambas puedan darse si- se estudiaban los gritos de alarma que emi- multáneamente como apoyo conjunto. tían un grupo de monos pertenecientes a la especie Cercopithecus aethiops. Lo inte- Sin duda, una de las grandes investiga- resante del estudio era que, al parecer, doras sobre este tema es Sue Savage- estos monos emitían un grito diferente, Rumbaugh, quien ha invertido numerosos emitidos a diferentes frecuencias, depen- años en estudiar el potencial comunica- diendo del peligro que se avecinara tivo de las dos especies de chimpancés vi- (Seyfarth et al., 1980). vientes: el chimpancé común (Pan tro- glodytes) y el bonobo (Pan paniscus), Tomemos también el caso, mucho más llegando a resultados sorprendentes con complejo y cercano, de la comunicación algunos ejemplares eminentes de esta úl- en chimpancés, con quienes compartimos tima especie. el 98% del código genético. En realidad, estos grandes primates se comunican El caso más llamativo es el de Kanzi, un bo- entre ellos a través de dos vías, como en nobo de 31 años criado por los cuidadores el caso de los humanos: la de las vocali- del centro Yerkes de la State zaciones y la de los gestos. En cuanto al University. Los bonobos son una especie repertorio de la primera –la vocal–, no particularmente inteligente, y con unas ca- cabe duda de que es relativamente limi- racterísticas etológicas sorprendentemente tado, aun cuando el chimpancé es capaz cercanas a nuestro comportamiento (De de emitir 15 vocalizaciones diferentes. Waal y Lasting, 1997; De Waal, 2005a, Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana 187

2005b). Kanzi adquirió un amplio vocabu- Una de ellas es el tracto vocal, encargado lario: aprendió a relacionar la palabra in- de la articulación de los sonidos. Las otras glesa con su referente en el mundo real y son estructuras del cerebro, particular- después aprendió a relacionar la palabra mente del entorno frontal y temporal del con un símbolo geométrico. hemisferio izquierdo: el área de Broca y el Ello indujo a Savage-Rumbaugh a for- área de Wernicke (figura 1). mular la hipótesis de que la presencia del El tracto vocal está formado por las cavi- lenguaje en los humanos no puede ser dades oral y nasal, la laringe, la faringe, atribuida a ningún circuito neurológico in- el hioides y la tráquea, entre otros ele- nato y especializado, sino a un fenómeno mentos anatómicos. La emisión de so- social, producto del aprendizaje y del am- nidos –en cuanto a variedad, cantidad y biente social del que está rodeado un in- posibilidades de articulación– viene deter- dividuo (Savage-Rumbaugh y Rumbaugh, minada por la morfología y posición rela- 1983; Savage-Rumbaugh et al., 1998). tivas de estos elementos. Aun cuando el chimpancé es capaz de Aparato fonador y áreas cerebrales emitir alrededor de 15 vocalizaciones di- del lenguaje ferentes, no cabe duda de que el ser hu- El lenguaje y la comunicación vocal de- mano le aventaja con alrededor de 40 vo- penden de varias estructuras anatómicas. calizaciones. Ello se debe a una serie de

Figura 1. Áreas de Broca y Wernicke y aparato fonador (Carbonell, coord., 2005). Creatividad y neurociencia cognitiva 188 cambios evolutivos en el tracto vocal, que diferente. Así, el hemisferio izquierdo es conllevaron el acortamiento de la cavidad secuencial, analítico, verbal e interpreta- oral y el descenso de la laringe, lo que po- tivo, y controla además la percepción y sibilitó que la faringe se estirara y se crea- motricidad de la mitad derecha del ran cavidades resonantes en diferentes lu- cuerpo, mientras que el hemisferio de- gares, favoreciendo la movilidad de la recho controla la mitad izquierda del lengua por toda la cavidad oral. Todo ello cuerpo y trabaja integrando información revierte en una mayor riqueza en la emi- de muy variados ámbitos, sin análisis, ho- sión de sonidos, en su combinación y en lísticamente. su control. La asimetría funcional cerebral no es ex- Aparte del tracto vocal, los otros compo- clusiva del ser humano. De hecho, mu- nentes anatómicos implicados en el len- chos vertebrados presentan lateralización guaje son las áreas cerebrales de Broca y hemisférica, como ciertas especies de Wernicke. La primera está relacionada, cuervos (Izawa et al., 2005), elefantes entre otras cosas, con la producción del (Martin y Niemitz, 2003), ratas (Tang y habla y se encuentra en la zona inferior del Verstynen, 2002) y ballenas (Clapham et lóbulo frontal izquierdo. La segunda se re- al., 1995). Por tanto, cierta lateralización laciona con la comprensión del lenguaje y hemisférica es al menos tan antigua como está localizada en el lóbulo temporal iz- la aparición de estos vertebrados en la fi- quierdo, en contacto con el parietal. La im- logenia evolutiva. portancia de ambas áreas es tan capital En los primates, la asimetría funcional he- que una afección severa en cualquiera de misférica es muy notable. El caso humano las dos dificulta o incapacita al paciente, es el extremo, ya que la asimetría fun- bien para emitir sonidos articulados, bien cional es tan marcada que ha llegado a para comprender los mismos. configurar una asimetría anatómica cere- bral, de manera que el hemisferio domi- Lateralización cerebral, lenguaje, nante –usualmente el izquierdo– es algo comunicación y lateralidad manual mayor que el no dominante, general- mente el derecho. Y aún más, una latera- Las áreas cerebrales de Wernicke y Broca lidad funcional cerebral tan notable en el están localizadas en el hemisferio iz- ser humano es lo que ha conducido a su quierdo del cerebro en la mayor parte de lateralidad manual, es decir, al uso casi ex- los humanos, sean diestros o zurdos. Sus clusivo de una única mano para las tareas homólogas en el hemisferio derecho pa- de precisión. Esta dominancia manual se recen relacionarse con funciones de mo- observa en más del 95% de la población vimientos delicados de la mano, procesa- mundial, de la cual alrededor de un 85% miento de ruidos del entorno y destreza es diestra y el 15% restante, zurda. Hoy rítmica y melódica. por hoy, no se saben las causas de esta Ello ocurre porque el cerebro humano proporción, adjudicándole algunos inves- está lateralizado, es decir, presenta una tigadores un origen medioambiental asimetría funcional hemisférica: cada he- (Provins, 1997) y otros, un origen gené- misferio procesa la información de forma tico (McManus, 1999). Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana 189

Por su parte, aunque hay chimpancés más El hioides es un hueso situado en la la- diestros que zurdos y viceversa, suelen ser ringe, cuya morfología y posición nos in- ambidextros a nivel poblacional (Fletcher y forma sobre la posibilidad y variedad en Weghorst, 2005; Marchant y McGrew, la vocalización. Por tanto, el estudio de 1996; McGrew y Marchant, 2001; los hioides de especies fósiles puede ayu- McGrew et al., 2003; Mosquera et al., darnos a desentrañar si pertenecían a in- 2007). No obstante, nuestros últimos tra- dividuos con capacidad de vocalizar a bajos señalan que lo determinante es el nuestro modo. Desgraciadamente, se tipo de acción sobre la que se observa la trata de un hueso muy frágil, por lo que lateralidad manual. Según nuestros resul- existen muy pocos hioides en el registro tados, los chimpancés se lateralizan cuanto paleoantropológico mundial. De ellos, el más compleja es la tarea a realizar (Llorente más antiguo corresponde a una niña et al., 2009, 2010). Australopithecus afarensis de unos 3 años de edad y 3,3 millones de años de anti- En resumen, vemos que un aparato fo- güedad, procedente del yacimiento de nador atípico, así como unas áreas cere- Dikika, en Etiopía (Alemseged et al., brales especializadas en el habla y en la 2006). Los investigadores concluyen que comprensión del lenguaje, son los ele- este hioides presenta una morfología tí- mentos anatómicos que nos han permi- pica de los grandes antropomorfos afri- tido físicamente a los humanos desarro- canos, alejándose del tipo humano. En llar una herramienta de representación y este sentido, podemos descartar que la de comunicación tan potente como es el especie de Australopithecus afarensis pu- lenguaje. Pero, ¿desde cuándo los homí- diera articular sonidos en la forma que nidos cuentan con estas ventajas vocales aun un lenguaje básico lo requiere. y cerebrales? Los siguientes hioides en antigüedad per- tenecieron a dos individuos de Homo hei- Evidencias anatómicas indirectas delbergensis de la Sima de los Huesos del uso del lenguaje en la evolución (Atapuerca, Burgos). Según los investiga- humana dores, ambos fósiles presentan una mor- De entrada, es necesario tener presente fología moderna, lo que nos indica una ca- que ni el tracto vocal ni el cerebro fosi- pacidad lingüística totalmente desarrollada lizan. Por tanto, los investigadores se en estos homínidos europeos de hace al- han visto obligados a rastrear evidencias rededor de 500.000 años (Martínez et al., anatómicas indirectas que pudieran 2008). Estos trabajos han venido a combi- arrojar algo de luz sobre el tema. Si bien narse con otra línea de investigación es cierto que ningún órgano blando fo- abierta por los investigadores de este yaci- siliza, sí lo hacen los huesos cercanos o miento, basada en el análisis de las capa- en contacto con ellos. En concreto nos cidades auditivas de esta especie (Martínez referimos al hueso hioides y a los crá- et al., 2004). neos de homínidos fósiles que alguna Desde luego, si esto es así para esta es- vez contuvieron los cerebros hoy no pecie, más aún para sus descendientes, conservados. los neandertales europeos, como lo de- Creatividad y neurociencia cognitiva 190 muestran los hioides de Kebara (Israel) (fi- muy fragmentario, pero hay una serie de gura 2) (Arensburg et al., 1989) y de la caracteres que pueden analizarse. El más Cueva de El Sidrón, en Asturias común de ellos es el volumen encefálico y (Rodríguez et al., 2002). el cociente de encefalización que se deriva de él (Falk, 1975, 1985; Falk y Kasinga, 1983; Falk et al., 2000; Holloway, 1970, 1980, 1983, 1996; Holloway et al., 2001; Savage-Rumbaugh y Rumbaugh, 1983; Savage-Rumbaugh et al., 1998; Tobias 1963, 1972, 1974, 1987, 1991, 2004). Es interesante destacar el notable incre- mento del volumen encefálico de los pri- meros Homo, el Homo rudolfensis más antiguo (KNM-ER 1470, 752 cm3), res- pecto a los australopitecinos más antiguos Figura 2. Hueso hioides de neandertal de la cueva (Australopithecus afarensis) (de 343 a 485 de Kebara (Israel) (Carbonell, coord., 2005). cm3), los más modernos ( boisei, de 500 a 522 cm3) y respecto a los chimpancés actuales (Pan paniscus-Pan En los últimos años, una emergente dis- troglodytes, 366 cm3 de media) (Holloway, ciplina ha venido a revolucionar aún más 1996). Obviamente, este incremento lleva el panorama de las capacidades del nean- consigo el incremento en el número de dertal: la genética. Según un estudio re- circunvoluciones cerebrales, el aumento cientemente publicado, el gen FOXP2, di- del tamaño de los lóbulos cerebrales y la rectamente implicado en la capacidad remodelación de la posición de los lingüística, ha sido descubierto en restos mismos (Falk, 1985). En este proceso, la de diferentes neandertales europeos lateralización cerebral se acentuó y las (Krause et al., 2007). áreas de Broca y Wernicke se desarro- Contamos también con las evidencias re- llaron, como parece demostrarlo el fósil lativas a las áreas cerebrales implicadas en de Homo rudolfensis KNM-ER 1470. el lenguaje, las cuales se derivan del es- No obstante, la interpretación a escala con- tudio de los endocráneos fósiles. Estos ductual o cognitiva de este fenómeno es suelen mostrar, aunque normalmente de compleja. Por una parte, podría ser reflejo forma muy débil debido a la envoltura de exclusivamente de una recién adquirida la- las meninges, las improntas de vasos san- teralización manual, necesaria para el sur- guíneos y el desarrollo de las áreas más ex- gimiento de la habilidad tecnológica hace ternas del córtex cerebral, incluyendo las alrededor de 2,5 millones de años (Fox, de comprensión del lenguaje (Wernicke) y 1995). Por otra, podría estar relacionado de emisión de sonidos (Broca). con un incipiente uso del lenguaje. Ello es- Desde hace décadas, los paleontólogos taría favorecido por la ampliación del córtex han desarrollado estudios neurocientíficos cerebral y del lóbulo frontal del cerebro, los sobre los endocráneos fósiles. El registro es cuales están también directamente impli- Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana 191 cados en el comportamiento social y emo- Todo ello permite que la cultura sea acu- cional del individuo (Aiello y Dunbar, 1993; mulativa, interesantísimo y muy enrique- Deacon, 1995; Tobias, 1987). cedor rasgo que no posee ni siquiera la Aparte de KNM-ER 1470, los fósiles KNM- evolución biológica. Los rasgos hiperadap- ER 3733 y KNM-ER 3883 (ambos Homo er- tativos de la cultura son, pues, la ilimitada gaster) y SK 1585 () acumulación de información que soporta, parecen presentar igualmente cierta asime- la socialización que favorece y el que haya tría cerebral que ha de ser interpretada, permitido matizar e incluso cambiar el bien en función de la manipulación de ob- rumbo de la selección natural. jetos, bien en la de la comunicación lingüís- El aprendizaje implica la existencia de tres tica, o bien en la combinación de ambas elementos: un maestro o demostrador, un (Falk et al., 2000; Holloway, 1996), lo cual aprendiz y una información para trans- puede ser aceptado para el caso de los mitir. Esta transmisión puede llevarse a Homo ergaster de alrededor de 1,5 mi- cabo bajo diferentes fórmulas, de las que llones de años. Para el otro caso, el del la exposición, la estimulación, la mímica, Paranthropus robustus, es más dudoso, ya la instrucción y la colaboración son unas que el reciente descubrimiento del hioides cuantas. Casi todos los tipos de aprendi- de Dikika –con unas características morfo- zaje presentan un rasgo en común muy lógicas muy cercanas a las del chimpancé– importante: su imbricación en un entorno confirma la imposibilidad de un lenguaje social, porque en todos los casos el de- articulado por parte del Australopithecus mostrador o maestro es pieza clave en el afarensis al que perteneció, lo cual, a su aprendizaje, y en cualquier entorno social, vez, puede cuestionar seriamente la posi- maestros o demostradores pueden serlo bilidad de que cualquier especie de todos los individuos de la comunidad. Australopithecus, e incluso Paranthropus, hubiera desarrollado un lenguaje. El aprendizaje en otros primates no humanos El aprendizaje Muchos investigadores han trabajado ex- La importancia del aprendizaje en el ser tensivamente sobre el tema del aprendi- humano es incontestable. En realidad, es zaje y la transmisión cultural en primates importante para cualquier ser vivo, ya que no humanos (Boesch y Tomasello, 1998, el aprendizaje es el que nos permite mo- 1999; Byrne, 2000; Call y Tomasello, dificar hábitos o impulsos de acuerdo a 1998; McGrew et al., 2003; Savage- las circunstancias cambiantes. Y la cultura Rumbaugh et al., 1998). humana descansa fundamentalmente en Para Tomasello, tres son los tipos básicos esto, al tratarse de un cuerpo de conoci- de aprendizaje social humano: el imita- mientos que se transmiten de individuo a tivo, el instructivo y el colaborador. Todos individuo dentro de la comunidad, evi- ellos requieren de un factor común: la in- tando que cada uno de ellos tenga que tencionalidad, según la cual el individuo averiguar paso a paso lo que muchos puede entender las intenciones del otro, otros ya aprendieron. y comprender hacia qué fin se dirigen, Creatividad y neurociencia cognitiva 192 todo lo cual para muchos investigadores perimentador. Por el contrario, los niños reside igualmente en la acción de las cé- solían tener mayor porcentaje de éxito lulas espejo (Gallese et al., 1996). que los chimpancés cuando el experimen- Para comprobar qué diferenciaba el tador ejercía correctamente los movi- aprendizaje humano del de otros pri- mientos, ya que así soslayaban los errores mates, Tomasello y colaboradores llevaron que pudieran darse por un uso acciden- a cabo un experimento muy notable talmente incorrecto de la herramienta. (Nagell et al., 1993; Tomasello et al., Los autores concluían que la emulación es 1987). Consistió en poner a prueba la ca- la base del aprendizaje en otros primates pacidad de imitación de varios chim- y reivindican la importancia de la imitación pancés en cautividad y de niños, cuando en el aprendizaje humano, dado su alto un experimentador manejaba una especie potencial para la transmisión cultural de de rastrillo con el fin de alcanzar un ju- información válida que la comunidad ya guete (para niños) o una fruta (para chim- sabe y pretende que el aprendiz adquiera pancés), a cierta distancia de los sujetos. sin necesidad de que pruebe una y otra El experimentador realizaba adrede una vez, hasta alcanzar los mismos resultados serie de pruebas manejando el rastrillo que sus predecesores. Así, podríamos decir con las púas hacia arriba y hacia abajo, de que hay cierta dosis de creatividad que va manera que a veces el objeto escapaba en detrimento del aprendizaje, y cierta entre las púas del rastrillo, mientras que dosis de imitación en el aprendizaje que otras el premio era arrastrado por estas. va en detrimento de la creatividad. Durante la experimentación, se observó que los niños sólo imitaban los gestos del En entornos naturales han sido identifi- experimentador, tuvieran o no éxito en los cados muy pocos casos de aprendizaje ins- mismos, dado que este podía fallar tructivo por parte de chimpancés en li- adrede dependiendo del uso que daba al bertad: en uno de ellos, la madre ralentizó rastrillo. Por el contrario, los chimpancés y modificó ligeramente los movimientos no imitaban propiamente dicho al expe- que hacía para partir nueces delante de su rimentador, sino que lo emulaban, de ma- cría; en el otro, la madre recolocaba la nera que, una vez visto el uso que este le nuez que la cría intentaba partir sobre un daba al rastrillo, probaban cada uno de yunque (Boesch y Tomasello, 1998). ellos varias formas de uso, con objeto de Finalmente, tenemos el aprendizaje cola- alcanzar la fruta deseada. borador, tradicionalmente negado en Los resultados de tales experimentos otras especies que no fueran la humana. apuntaban en dos direcciones fundamen- No obstante, Alicia Melis y colaboradores tales: en primer lugar, que los chimpancés (Melis et al., 2006) ofrecen el ejemplo de tenían mayor porcentaje de éxito que los los chimpancés de la Isla de Ngamba, en niños cuando el experimentador erraba , quienes se ayudaban mutua- adrede. Eran mucho más creativos que los mente para alcanzar el premio. De modo niños, ya que al emular, pero no imitar, interesante, los resultados del experi- soslayaban a menudo las acciones erró- mento mostraron que ciertos chimpancés neas ejercidas intencionalmente por el ex- estaban más dispuestos a ayudar a los Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana 193 otros, y que estos individuos eran solici- mana o no humana, a aceptar cambios tados con más frecuencia para labores de en su vida. Es importante recalcar que la ayuda. Este comportamiento cooperativo velocidad de adquisición del nuevo com- ya ha sido visto en chimpancés en li- portamiento no se aceleró con el incre- bertad, frecuentemente entre madres y mento de individuos que lo realizaban. crías y también entre machos adultos, Ello tendría un significado fundamental: sean cuales sean sus relaciones consan- si el mecanismo de aprendizaje fuera la guíneas (De Waal, 2005a). imitación, conforme un mayor número de Que la transmisión cultural existe entre individuos lo realizara, mayores oportuni- grandes antropomorfos y otros primates dades habría para los nóveles de observar es una realidad; lo que está en debate es el evento, y, por tanto, más rápidamente cómo se da, con qué intensidad y con qué se hubiera extendido la adquisición de tal frecuencia. Veamos algunos ejemplos. comportamiento. Tomemos el caso de Imo, una macaco ja- No obstante, hemos de recalcar otros re- ponesa que se hizo famosa por su inteli- sultados: cuando se registró el primer la- gencia y astucia. Cuando los investiga- vado de grano fue en 1953; en 1962 la dores dejaron en la playa unas patatas, población de macacos ya mostró tres ma- Imo destacó desde el principio, porque neras diferentes de realizar esta opera- tras coger una y ver que estaba llena de ción. En 1972 había seis tipos de lavado arena, se fue hacia el agua y la lavó. Imo y en 1983 se registraron ocho. Esto im- superó todas las expectativas cuando los plica que, al margen de la lentitud en la investigadores vieron que si le dejaban difusión social de las ventajas culturales granos de cereal mezclados con la arena, entre estas poblaciones, se demuestra un la macaco cogía un puñado y lo llevaba claro fenómeno de acumulación informa- igualmente al agua, donde la arena se tiva y diversificación de opciones a través hundía y el grano flotaba, de manera que de los años. ya sólo tenía que recogerlos limpiamente Otro ejemplo de difusión cultural en pri- con la mano para llevárselos directamente mates no humanos lo encontramos entre a la boca. Indudablemente, la inteligencia ciertos orangutanes que viven en una re- de Imo es sorprendente. gión pantanosa de Kluet, en Sumatra. Aunque este comportamiento no era ex- Normalmente, los orangutanes son soli- clusivo de Imo, sería de esperar que una tarios, pero los que viven en la región de conducta tan sabia se extendiera rápida- los pantanos no solamente son sociables, mente por toda la comunidad. De hecho, sino que además son los únicos de este tras 2 años de ejecutar esas acciones, los género que parecen transmitir ciertas in- macacos más allegados a Imo comen- formaciones relativas al acceso a la miel, zaron a realizarlas, tardándose 3 años en la selección de las mejores ramitas para total para que tan sólo un 40% del grupo hurgar en hormigueros hasta de emitir un lo hiciera. En el 60% restante hay que in- ruido que, al parecer, sólo producen in- cluir a la totalidad de los individuos más mediatamente antes de irse a dormir, algo viejos de la comunidad, los más reti- así como un “buenas noches” (Van centes, como en cualquier sociedad hu- Schaik, 2006). Según los investigadores, Creatividad y neurociencia cognitiva 194 este comportamiento está extendido requiere de un constante cuidado y ali- entre toda la población, variando de co- mentación, pero la ventaja está en que munidad en comunidad, como cualquier permite al organismo en desarrollo la in- tradición humana lo hace. corporación de una gran cantidad de co- Como estos, también tenemos las múlti- nocimientos, el desarrollo de su cogni- ples observaciones de uso de tradiciones ción, sintonizada con el medioambiente para partir nueces, hurgar en termiteros, social y natural circundante. Esta ventaja es especialmente adaptativa para los hu- pescar hormigas y recoger miel, entre manos, género notablemente flexible a otras, por parte de determinados indivi- escala ecológica, ya que somos capaces duos o grupos poblacionales de chim- de adaptarnos a hábitats muy diferentes pancés (todo ello puede consultarse en o que varían con cierta rapidez. (Boesch y Tomasello, 1998). En nuestra opinión, la clave de la flexibi- Entorno social, flexibilidad lidad etológica del ser humano parece ra- conductual y plasticidad cerebral dicar ya desde las primeras fases de la evolución humana en la flexibilidad con- Lo que todos los investigadores parecen ductual de los homínidos relativa a la apoyar es que prácticamente no hay dieta y a la adaptación tecnológica aprendizaje si no hay entorno social, y (Carbonell, coord., 2005; Carbonell et al., que el incremento de aquel está en fun- 2008). Cuando el clima comienza a cam- ción directa del incremento de este. La ex- biar en la Tierra hace más de 3 millones plicación podría estar en cierta particula- de años, las enormes selvas tropicales afri- ridad que presentan todos los mamíferos, canas dejaron paso gradualmente a las especialmente intensificada en el caso de grandes sabanas, características por ser los primates y, excepcionalmente, en el espacios donde los recursos se dan dis- humano: que gran parte de su desarrollo persos y de modo irregular, tanto en el ontogenético (es decir, su desarrollo tiempo (estaciones), como en el espacio propio hasta la fase adulta) se lleva a cabo (recursos diferentes en lugares diversos) mientras el individuo ya está interac- (Finlayson, 2004). Los homínidos tuvieron tuando con el entorno, ya que existe un que adaptarse a tal heterogeneidad, y largo periodo de desarrollo extrauterino sólo pudieron hacerlo a través de dos vías: entre su nacimiento y su total desarrollo una dieta generalista, no especializada, o madurez: la niñez. Todos los demás gé- capaz de recuperar energía de casi todo neros y especies parecen pasar de la in- tipo de recursos vegetales y animales, y fancia a la madurez, a través tan sólo de una cultura más compleja, enfocada entre la pubertad. otras cosas a la plasticidad conductual y Como este periodo es extraordinaria- al surgimiento y perfeccionamiento tec- mente rico en estímulos, cuanto más nológicos que facilitaran el manteni- largo sea en un ámbito social, más se in- miento de la dieta generalista, todo ello crementará el potencial del aprendizaje causa y consecuencia de una incipiente del individuo. La desventaja adaptativa de expansión cerebral que, en general, irá en este largo periodo de inmadurez es que aumento a lo largo de todo el árbol filo- Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana 195 genético humano (Carbonell, coord., con cuáles se cuenta; que seleccione los 2005; Carbonell et al., 2008). cantos o bloques apropiados, y por úl- timo, que visualice la secuencia gestual La tecnología necesaria para modificar tales soportes, reduciendo su masa y volumen, hasta la La evidencia arqueológica más perenne obtención de la pieza con la morfología y que existe es la industria lítica: los restos simetría deseadas. de la fabricación de los instrumentos de piedra que utilizaron los homínidos prehistóricos. Estas evidencias incluyen los restos y los instrumentos, así como los procesos de obtención y gestión de las materias primas, de producción instru- mental, de economía gestual, de trans- porte de útiles entre ocupaciones, etc. Todo ello se estudia a través de la investi- gación tecnológica. Son muchos los trabajos en los que puede consultarse cómo son y evolucionaron las Figura 3. Bifaz de la Sima de los Huesos de Atapuerca (Carbonell, coord., 2005). industrias líticas de cada periodo del Pleistoceno (para una síntesis, consultar Carbonell, coord., 2005). Por tanto, aquí Desde este punto de vista, el cerebro del nos centraremos en todos aquellos as- tallador debe de estar continuamente ac- pectos tecnológicos que posean unas im- tivo en las vías neurales y áreas corticales plicaciones cognitivas. implicadas en la secuenciación y en la eva- luación y toma de decisiones. Como ya Fabricar instrumentos vimos en su momento, la capacidad de Fabricar instrumentos supone una capa- secuenciación en series largas es una de cidad de planificación y de organización las características asociadas al área de contingente o secuencial de acciones, en- Broca, situada en el lóbulo frontal iz- cadenadas de tal manera que finalmente quierdo del cerebro. Por su parte, la eva- se obtenga el útil deseado. Sin embargo, luación, valoración y toma de decisiones esta cadena puede ser de muy variada en- son aspectos esenciales de la cognición tidad. No es lo mismo elaborar un bifaz compleja humana, cuyo fundamento ana- como el hallado en la Sima de los Huesos tómico cerebral se localiza en el área pre- de Atapuerca (figura 3), que fabricar una frontal del lóbulo frontal del cerebro, in- única lasca con filos cortantes. La elabo- mediatamente detrás de nuestra frente. ración de los instrumentos más complejos Según muchos autores, esta zona es la requiere de un esquema mental que in- que ha sufrido un mayor desarrollo du- cluya la representación, la abstracción, del rante la evolución humana, muy por en- objeto final a obtener; que sopese qué cima de lo que cabría esperar para un cre- materiales son aptos para tal objetivo y cimiento cerebral homogéneo. Creatividad y neurociencia cognitiva 196

Al contrario que los instrumentos muy cerebro de un experimentado tallador de configurados, la elaboración de útiles sim- instrumentos típicos del Olduvaiense, tanto ples, como son las lascas con filos cor- cuando imaginaba cómo tallar los útiles, tantes, no tienen ni mucho menos tal como cuando los tallaba de hecho (Stout complejidad. En realidad, cualquier per- et al., 2000). Los resultados del estudio re- cusión sobre una materia rocosa puede marcaban el alto grado de activación de dar lugar a que el fragmento que salte áreas conocidas por su implicación en la contenga filos agudos que puedan servir cognición espacial compleja, la cual re- para cortar. quiere de la integración de diversos aportes sensoriales (visión, tacto y sentido de la po- La tecnología más antigua, llamada sición y movimiento corporal). Es decir, del Olduvaiense, con 2,5 millones de años de cerebelo y de las áreas motoras y somato- antigüedad, se caracteriza a grandes sensoriales del córtex cerebral, situadas en rasgos por la producción de útiles de este la conjunción entre los lóbulos frontal y pa- último tipo, muy básico, mientras que la rietal. Los investigadores concluyen que la del Achelense, con 1,6 millones de años expansión de estas áreas de asociación de de antigüedad, contiene numerosos ele- primer orden fue particularmente impor- mentos que la hacen mucho más com- tante en la evolución humana. pleja, del tipo explicado al principio. La primera fue elaborada por el Homo ha- Recientemente se está desarrollando una bilis/rudolfensis, mientras que la siguiente, nueva línea de investigación sobre la lla- por el Homo ergaster. mada “memoria operativa”, directamente relacionada con la capacidad tecnológica, No obstante su mayor simplicidad, la tec- planificadora, decisoria e, incluso, simbó- nología Olduvaiense aplica métodos de lica y lingüística del individuo, pero parte talla muy organizados, estandarizados y integrante de lo que se denomina fun- recurrentes, como es el método centrí- ción ejecutiva de la cognición. La “me- peto. Por tanto, una vez que estas indus- moria operativa” reside en la capacidad trias se generalizan entre las diferentes de representación, de “mantener en poblaciones hace unos 2,5 millones de mente” un referente sin que se le esté ob- años, ya están estandarizadas. Y la orga- servando en el momento, habilidad ya im- nización y estandarización son paráme- prescindible para la producción tecnoló- tros cognitivos que implican la memoriza- gica prehistórica (Coolidge y Wynn, 2001, ción de una secuencia de actos y de una 2005; Martín-Loeches, 2006; Wynn y recurrencia en los mismos, así como su Coolidge, 2004, 2006). formulación, a través de la abstracción, en protocolos de actuación duradera Los instrumentos (Delagnes y Roche, 2005). Si los procesos de fabricación de útiles En un experimento de notable originalidad, pueden mostrar una evolución, también los investigadores Dietrich Stout, Nicholas lo hacen, de hecho, los propios instru- Toth y Kathy Schick estudiaron con tomo- mentos. No obstante, pese a que esta evo- grafías de emisión de positrones (PET) las lución ni es lineal, ni afecta a todos y cada activaciones neurales que se daban en el uno de los útiles producidos, sí es verdad Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana 197 que, en general, durante el desarrollo del tales van adquiriendo mayor diversidad en Pleistoceno Inferior (1.800.000-c. 800.000 tipos y mayor inversión de trabajo en la años) y Pleistoceno Medio (c. 800.000- configuración de sus morfologías y poten- 120.000 años), los conjuntos instrumen- ciales (figura 4).

Figura 4. Industria lítica del: a) Modo 1 u Olduvaiense; b) Modo 2 o Achelense; c) Modo 3 o Musteriense (Carbonell, coord., 2005).

Sobre este panorama general, algunos (desde 500.000 años, aproximadamente), autores han intentado bucear en el es- quienes contarían con una capacidad de tudio técnico de los instrumentos en previsión de tipo moderno que les llevaba busca de posibles implicaciones cognitivas a fabricar instrumentos antes de necesi- reflejadas en su factura. Thomas Wynn y tarlos, y así evitar imponderables respecto John Gowlett fueron los precursores en al acceso a materias primas y oportunidad formular y defender que existió un gran de talla (Kuhn, 1995). salto cognitivo entre Homo habilis/rudol- Finalmente, para muchos investigadores fensis y Homo ergaster, pues la gran dife- toda la complejidad contenida en estos rencia entre las industrias del Olduvaiense procesos técnicos, secuencias gestuales, y las del Achelense es la adquisición del control de territorios, mapas mentales, concepto de simetría (Gowlett, 1986; previsión y organización, y, además, su ex- Wynn, 1981) y la concepción volumétrica pansión geográfica por varios conti- (Wynn, 2002), por parte de las segundas. nentes, todo ello no puede darse sin la Otros autores han insistido en la comple- ayuda de un lenguaje notablemente com- jidad inherente a la actuación de los ho- plejo (Belfer-Cohen y Goren-Inbar, 1994; mínidos del Pleistoceno Medio avanzado Isaac, 1976). Creatividad y neurociencia cognitiva 198

Comportamiento tecnológico y otras de las más claras formas de simbolismo especies tecnólogas que existen. Pero, aparte del lenguaje, existen otros sistemas simbólicos, todos Un instrumento es “aquello que sirve de los cuales implican una enorme comple- medio para hacer algo o conseguir un fin”. jidad cognitiva. Así, el arte, los ritos y cre- Por tanto, fabricar o elaborar un instru- encias, la ornamentación, la música, el mento sería transformar algo para que juego, la magia, etc. Sin embargo, en el sirva de medio de cara a conseguir algún estudio de la evolución humana sólo nos fin. Indudablemente, nuestros parientes es posible rastrear algunas de las expre- más cercanos, los chimpancés, son tam- siones de estos sistemas, como son las pri- bién tecnólogos. Desde los casos en los meras representaciones artísticas, las más que rompen varas a las que quitan las pe- antiguas evidencias de ornamentación y queñas ramitas de sus superficies, para las muestras más tempranas de trata- luego introducirlas en los termiteros, sa- miento funerario. Este epígrafe está dedi- carlas llenas de termitas y llevárselas a la cado a estas evidencias y a la reflexión boca, pasando por los que rompen nueces, sobre las implicaciones sociales, culturales colocándolas encima de un yunque y per- y cognitivas que se desprenden de ellas. cutiendo sobre ellas con otra piedra. Todo ello es comportamiento tecnológico. Arte, decoración y ornamentos Se atribuye también un comportamiento En este apartado trataremos las eviden- tecnológico a otras especies, como los cias artísticas más antiguas o aquellas co- cuervos (Corvus moneduloides) de Nueva rrespondientes a especies fósiles, las que Caledonia. Al parecer, determinados se sitúan en el Pleistoceno Medio ejemplares de estas aves son capaces de (780.000-120.000 años). elegir alambres, curvarlos cada vez más, En 1981 se descubría en el yacimiento is- ensayando en cada momento su aptitud, raelí de Berekhat Ram una figurita de 3,5 hasta que finalmente consiguen darles un centímetros de longitud en roca volcánica ángulo apropiado para utilizarlos como que representaba a grandes rasgos a una ganchos. Con ellos, sacan de una caja un mujer (Goren-Inbar, 1986, 1995). Al recipiente con alimentos, sólo accesible hecho de que el material era tosco y ru- mediante este método (Kenward et al., goso, se unía que la modificación de la 2005; Weir et al., 2002). Este comporta- roca era muy somera: se había realizado miento, en verdad, es claramente tecno- a través de escasos trazos, incisiones y lógico, puesto que incluye un compo- abrasiones, los cuales no parecían marcar nente fundamental del proceso: el más que ciertos relieves del cuello, hom- ensayo-error. bros, brazos y “peana”, aprovechando los relieves naturales de la roca (D'Errico y Simbolismo prehistórico Nowell, 2000; Marshack, 1997). Tras va- El simbolismo es una representación de rios años de intenso debate y análisis de algo realizada mediante un código acep- las superficies modificadas, se confirma tado por la comunidad. Por tanto, el len- que se trata, en efecto, de una figura de guaje, ya tratado anteriormente, es una factura humana. La ya denominada Venus Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana 199 de Berekhat Ram reposaba en un estrato 30.000 años. Pero sí se acumulan cada vez cuya antigüedad está entre 230.000 y más evidencias de expresiones no figura- 470.000 años (Feraud et al., 1983), sin tivas, como líneas incisas en huesos, marfil que por ahora pueda afinarse más en su y piedra, de yacimientos como Terra cronología, en asociación con un con- Amata (Francia) y Bilzingsleben (Alemania) junto de industria lítica de bifaces, hen- (figura 5), ambas con 400.000 y 350.000 dedores y otros instrumentos achelenses años, respectivamente; Oldisleben (Ale- (Goren-Inbar, 1985). mania) y Prolom 2 (Crimea, Ucrania), entre En 1999, el arqueólogo alemán Lutz 100.000 y 70.000 años, o los musterienses Fiedler descubrió otra figura de unos 6 cm de La Quina, Abri Suard y La Ferrassie de longitud en los depósitos de terrazas (Francia), Cueva Morín y Lezetxiki (España), de un río marroquí cercano a la población Bacho Kiro () y Tagliente (Italia). de Tan Tan. Estos depósitos tienen una También en los yacimientos africanos de antigüedad de entre 300.000 y 500.000 Klasies River Mouth y años, sin que, como en el caso de (Sudáfrica) y en (), Berekhat Ram, pueda afinarse más en su todos ellos con cronologías correspon- cronología. Como aquella, la Venus de dientes a la llamada Middle Stone Age afri- Tan Tan representa igualmente a una cana, grosso modo entre 150.000 y 40.000 mujer, aunque en este caso la factura hu- años. mana es más evidente, dada la profun- Naturalmente, es imposible descifrar si didad y longitud de los trazos e incisiones, estas líneas grabadas sobre huesos y pie- los cuales fueron realizados para resaltar dras tuvieron un significado simbólico o las líneas internas de brazos, piernas, ab- fueron reflejo de las primeras inquietudes domen y cuello (Bednarik, 2003). decorativas de la mente de unos homí- El descubrimiento de ambas figuras, y es- nidos que, de cualquier forma y en ambos pecialmente los análisis que permitieron casos, poseían una complejidad cognitiva confirmar su factura humana, supusieron notable. algo así como una “revolución” en el ám- Un interés por la decoración es total- bito arqueológico, y el consecuente de- mente patente en unos pocos casos de rribo del antiguo paradigma según el cual instrumentos líticos con ciertas peculiari- no existió en especies humanas anteriores dades estéticas, más allá de la maestría en a la nuestra la capacidad cognitiva com- la regularidad, simetría y forma de al- pleja necesaria para la manifestación ar- gunas herramientas. Los casos más anti- tística, lo cual, por otra parte, no sería ne- guos son los de dos bifaces de los yaci- cesariamente cierto, dado que la ausencia mientos ingleses de Swanscombe de expresión artística puede ser fruto de (c. 350.000 años) y West Tofts (c. 100.000 condicionantes sociales, culturales e his- años) y el francés de Cys-le-Commune tóricos, no cognitivos. (c.120.000 años). No volvemos a encontrar más muestras Las evidencias arqueológicas incluyen, claras de representaciones figurativas en además, fragmentos de pigmentos natu- ningún continente hasta hace menos de rales que, una vez demostrada su presencia Creatividad y neurociencia cognitiva 200

Figura 5. Hueso de herbívoro con incisiones de Bilzingsleben, Alemania (foto M. Mosquera).

intencional en los yacimientos, pudieron Contamos, además, con los casos de varios servir para decorar cueros y pieles, incluida posibles colgantes, piezas con perfora- la humana. Son los casos de los frag- ciones intencionales. Se trata de un diente mentos de ocre de la cueva de de lobo y un fragmento de hueso en el ya- Wonderwork (Sudáfrica) (entre 420.000 y cimiento austriaco de Repolusthöhle 260.000 años de antigüedad), las 70 (c. 300.000 años de edad) y los tres frag- piezas de ocre del yacimiento GnJh-15 de mentos de huevos de avestruz perforados la Formación Kapthurin (Kenia), con del yacimiento libio de Wadi el Adjal 285.000 años de antigüedad (McBrearty, (200.000 años) y Apollo 11 (Namibia) 2001), los más de 300 fragmentos de pig- (80.000 años). Pero indudablemente, el ya- mentos variados de Twin Rivers (Zambia), cimiento que más objetos decorativos y ar- con una edad entre 270.000 y 170.000 tísticos ha ofrecido es la cueva de Blombos años (Barham, 2002) y los dos fragmentos (Sudáfrica) (Henshilwood et al., 2004), con de ocre con grabados geométricos proce- más de 70.000 años, donde recientemente dentes de la cueva de Blombos (Sudáfrica), se hallaron 41 conchas de caracol perfo- de más de 70.000 años de antigüedad radas de indudable factura humana. (D'Errico et al., 2001). En Eurasia, la pre- sencia de pigmentos es mucho más tardía, Por último, queremos remarcar la existencia correspondiendo a algunos ejemplares ha- de un elemento decorativo muy interesante llados en los enterramientos neandertales procedente del yacimiento húngaro de de La Chapelle-aux-Saints (c. 50.000 años) Tata. Se trata de un fósil de numulites con y La Ferrassie (entre 70.000 y 40.000 años) una incisión natural, al que un neandertal (Francia), y a los enterramientos de hu- le practicó otra incisión, formando con ello manos anatómicamente modernos de un aspa, hace aproximadamente 100.000 Qafzeh (c.100.000 años) (Israel). años (Schwarcz y Skoflek, 1982). El objeto, Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana 201 pese a sus pequeñas dimensiones, ha sido quema en piras funerarias, o se lo envía considerado el primer amuleto sensu stricto río abajo en balsas especiales. Con el paso de la Prehistoria. del tiempo pocas huellas quedarán de la mayor parte de estos rituales llevados a Enterramientos: el simbolismo por cabo al aire libre. De hecho, en términos excelencia arqueológicos, no hay forma de reco- Sin lugar a dudas, el enterramiento es una nocer este tipo de rituales en periodos tan antiguos como el Pleistoceno, ni siquiera de esas prácticas con una mayor carga so- su propia existencia, porque no se han cial y simbólica. Enterrar a los muertos es preservado las evidencias. Sólo podrán algo familiar, porque reconocemos y com- conservarse trazas de aquellos casos en prendemos que está implicado el mismo los que el ritual incluyera el enterramiento entorno afectivo, sea quien sea el que lo de los cuerpos o de los huesos. Por tanto, realice. Es una práctica que sugiere com- es muy probable que estemos perdiendo plejidades comprensibles sin que medie la la mayor parte de las trazas simbólicas fu- razón, y por eso, quizá, nos resulta tan nerarias de la Prehistoria. emotivo el hecho de reconocerla en un pasado remoto. Hoy por hoy, la muestra más antigua de simbolismo mortuorio podríamos tenerla Pero, ¿por qué enterramos a los muertos? en la Sima de los Huesos de Cueva Mayor, El enterramiento es el intento de preser- en la Sierra de Atapuerca (Burgos). Este ya- vación de los cadáveres, asegurando la cimiento constituye la colección más com- profilaxis y evitando la destrucción. Es pleta que existe de fósiles de Homo heidel- decir, por una parte, aísla a la comunidad bergensis europeo del Pleistoceno Medio, viva del foco de infección que suponen datados en unos 500.000 años de anti- los cadáveres en descomposición, y en se- güedad (Arsuaga et al., 1997). El registro gundo lugar, evita que estos sean consu- humano está compuesto por los fósiles de midos por los carroñeros o destruidos por un número mínimo de 28 individuos, hom- los agentes naturales, logrando su preser- bres y mujeres, así como por un magnífico vación el mayor tiempo posible. bifaz de cuarcita, único ejemplar de indus- No todos los ritos funerarios tienen un tria lítica del yacimiento (ver figura 3). El sentido religioso. En muchos casos, se análisis pormenorizado del conjunto ha lle- trata de ideas cosmogónicas y en otros, vado a algunos investigadores, entre los simplemente, del respeto a los muertos, que me encuentro, a sugerir que se trata y del deseo de mantener cerca a los indi- de la deposición intencional a lo largo del viduos que apreciamos cuando estaban tiempo de los cadáveres de casi una trein- vivos. Existen múltiples formas de respeto, tena de individuos, lanzados a la Sima homenaje y preservación del valor de los según morían, acumulación a la que se su- muertos, como el canibalismo ritual –que maría la igualmente intencional deposición no es otra cosa que la transmisión por de un magnífico bifaz elaborado cuidado- consumo de los valores o poderes de otra samente, quizá como seña de identidad, persona–, o rituales en los que se sus- quizá como señal de respeto (Carbonell et pende el cadáver de los árboles, se lo al., 2003). Creatividad y neurociencia cognitiva 202

Sin embargo, el de la Sima de los Huesos Shanidar (Irak), entre los que se cuentan no es un caso de enterramiento propia- siete adultos, un niño y un bebé. mente dicho. El primer enterramiento del En Europa, los enterramientos más antiguos que se tiene constancia parece corres- corresponden a los ocho neandertales de ponder a una mujer neandertal de unos 30 años de edad, depositada probable- la cueva de La Ferrassie (c. 70.000 años). En mente en una fosa a la entrada de la la franja entre 60.000 y 40.000 años pa- cueva de Tabún, en Israel. Aunque no hay recen situarse todos los demás casos, todos unanimidad, la mayor parte de las data- ellos neandertales, que incluyen los dos in- ciones arrojan una edad cercana a los dividuos de , el de La Quina, La 100.000 años de antigüedad. El cadáver Chapelle-aux-Saints, Le Régourdou, Le Roc- fue depositado boca arriba, con la cabeza de-Marsal y Le Roche-à-Pierrot, todos en hacia el este y los pies hacia el oeste, y Francia, así como los dos belgas de Spy. con cierta flexión del brazo izquierdo y de Finalmente, el llamado grupo del este eu- las rodillas, posición y flexiones que se re- ropeo, formado por los dos enterramientos piten en los enterramientos más tardíos y neandertales de Kiik-Koba y Staroselje que nos indican la existencia de unas cre- (Crimea) y el de Techik Tach (Uzbekistán). encias y rituales de los que desconocemos Todos ellos son niños, a excepción de un el significado. adulto en Kiik-Koba. Los siguientes enterramientos en el tiempo Como hemos visto, los ejemplos más anti- datan de una antigüedad indefinida entre guos comienzan a darse hace alrededor de 80.000 y 120.000 años. Corresponden a 100.000 años. Muchos de ellos corres- 10 humanos modernos de la cueva de ponden a neandertales y otros a los pri- Skhul y a 13 de la cueva de Qafzeh, ambas meros humanos anatómicamente mo- también en Israel. El conjunto de Skhul lo dernos, pero lo que hoy por hoy parece forman tres niños y siete adultos de ambos sexos, mientras que en el de Qafzeh sólo claro es que se trata de una práctica que fue posible determinar la presencia de parece tener su origen en la zona del cinco niños, un adolescente y cinco Próximo Oriente. No obstante, por ahora adultos. Todos ellos fueron depositados en no tenemos suficientes datos para decidir fosas y muchos de ellos en posiciones más cuál de las dos poblaciones fue artífice de o menos flexionadas. su “invención”. Todos estos enterramientos ofrecen una información de un valor incal- Más tardíos que estos son los enterra- mientos neandertales de Dederiyeh (Siria), culable, quizá porque para un humano, sea Amud y Kebara (Israel), con edades pos- cual sea su especie, no existe nada más in- teriores a 75.000 años. En el caso de tenso en el plano emocional que la muerte. Dederiyeh se trata de dos niños menores En todos ellos están representados los de 6 años. En Amud hay enterrados cinco adultos, pero especialmente lo están los neandertales, tres adultos y dos niños, y niños entre los neandertales, lo que parece en Kebara, otros dos: un adulto y un indicar que este segmento de la población bebé. También posteriores a 50.000 años era especialmente apreciado por estas co- son los nueve neandertales enterrados en munidades. Del cerebro a los primeros enterramientos: la evolución de la cognición humana 203

Son muchas las evidencias que apuntan a Bednarik RG. A Figurine form the African ritos, rituales o creencias asociadas a estos Acheulian. Current Anthroplogy 2003; enterramientos, como las posibles ofrendas 44(3):405-38. o las propias posiciones y flexiones de los Belfer-Cohen A, Goren-Inbar N. Cognition and communication in Levantine Lower Palaeolithic. cuerpos. De ello, podremos tener una World Archaeology 1994; 26(2):144-57. cierta certeza, pero jamás alcanzaremos a conocer el significado. En palabras de Boesch C, Tomasello M. Chimpanzee and Human Cultures. Current Anthropology 1998; Reichel-Dolmanoff al describir el entierro 39:591-614. de una joven india Kogi de Sierra Nevada: “Los ritos y, sobre todo, la ideología reli- Byrne RW. Evolution of Cognition. Cognitive Science 2000; 24(3):543-70. giosa no serán recuperables cuando única- mente queden los restos” (Reichel- Call J, Tomasello M. Distinguishing intentional from accidental actions in orangutans (Pongo Dolmanoff, 1966). pygmaeus), chimpanzees (Pan troglodytes), and human children (Homo sapiens). Journal Agradecimientos of Comparative Psychology 1998; 112(2): 192-206. La autora agradece a A. Marshack y A. Ollé la cortesía por el permiso de uso de Carbonell E, Mosquera M, Ollé A, Rodríguez XP, Sala R, Vergès JM, Arsuaga JL, Bermúdez sus fotografías y a D. Mania por el per- de Castro JM. Les premieres practiques funé- miso para fotografiar el hueso con inci- raires auraient-ils pris place à Atapuerca, il y a siones de Bilzingsleben. Este trabajo ha 350.000 ans? L'Anthropologie 2003; sido posible gracias a los proyectos del 107(1):1-14. MICINN HAR2009-07223/HIST) y de la Carbonell E, Rodríguez XP, Sala R, Van der Universitat Rovira i Virgili (2009AIRE-05). Made J, Lorenzo C, Mosquera M, Vaquero M, Rosell J, Vallverdú J, Burjachs F, Hortolà P. Homínidos: Las primeras ocupaciones de los Bibliografía recomendada continentes. E. Carbonell, Coord. Barcelona: Aiello L, Dunbar RIM. Neocortex size, group Ariel Ed, 2005; 780 pp. size and the evolution of Language. Current Anthropology 1993; 34(2):184-93. Carbonell E, Mosquera M, Rodríguez XP, Bermúdez de Castro JM, Burjachs F, Rosell J, Alemseged Z, Spoor F, Kimbel WH, Bobe R, Sala R, Vallverdú J. Eurasian Gates: The Earliest Geraads D, Reed D, Wynn JG. A juvenile early Human Dispersals. Journal of Anthropological hominin skeleton from Dikika, Ethiopia. Nature Research 2008; 64(1):195-228. 2006; 443:296-301. Clapham PJ, Leimkuhler E, Gray BK, Mattila Arensburg B. Tillier AM, Vandermeersch B, DK. Do humpback whales exhibit lateralized Duday H, Schopartz H, Rak Y. A middle pale- behaviour? Animal Behaviour 1995; 50:73-82. olithic human . Nature 1989; 338:758-60. Coolidge FL, Wynn T. Executive functions of Arsuaga JL, Bermúdez de Castro JM, Carbonell the frontal lobes and the evolutionary ascen- E (Eds.). The Sima de los Huesos Hominid Site. dancy of Homo sapiens. Cambridge Journal of Human Evolution 1997; 33(2/3 Archaeological Journal 2001; 11(2):255-60. Special Issue):105-421. Coolidge FL, Wynn T. Working Memory, its Barham L. Systematic Pigment Use in the Executive Functions, and the Emergence of Middle Pleistocene of South-Central Africa. Modern Thinking. Cambridge Archaeological Current Anthroplogy 2002; 43(1):181-90. Journal 2005; 15(1):5-26. Creatividad y neurociencia cognitiva 204

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Si existiese (tal vez exista) una civilización de la historia de la vida, registrando cui- extraterrestre interesada en el conoci- dadosamente todo tipo de datos rele- miento de los planetas con vida, es po- vantes y aprendiendo sobre el proceso sible que hubiera decidido dedicar algún evolutivo que se viene desarrollando en tiempo y recursos al estudio de nuestro nuestro mundo desde que la vida se ori- mundo. Seguramente, dada la naturaleza ginó en la Tierra. Vinieron por última vez histórica del fenómeno de la vida, los hace 5 millones de años exactamente y científicos alienígenas habrían diseñado y ahora han vuelto de nuevo… para llevarse establecido un plan de estudio basado en una sorpresa mayúscula. El planeta está visitas periódicas a la Tierra. densamente poblado por una extraña criatura capaz de iluminar la noche. La frecuencia de dichas inspecciones es una decisión de la mayor importancia, La extraña criatura somos nosotros, las per- pues si las visitas se espaciasen mucho po- sonas. Nada hay en nuestra anatomía que dría perderse información capital sobre los justifique ese título. Aunque bípedos, de sucesos ocurridos en los intervalos sin ob- cuerpo lampiño, enorme cabeza y hocico servación, mientras que si los viajes de es- muy reducido, los humanos somos clara- tudio se realizaran demasiado a menudo, mente uno más entre el resto de los pri- podría ocurrir que la mayoría de las veces mates. No, lo que nos hace únicos en un se encontrasen con que no había pasado mundo repleto de criaturas fascinantes es nada trascendente. Podemos imaginar nuestro comportamiento. Especialmente, que nuestros hipotéticos extraterrestres aquella parte de nuestro comportamiento son tan rigurosos en su trabajo, a la vez que nos ha permitido ser la única especie que cuentan con los suficientes medios, del planeta capaz de volar, vivir tanto en la como para repetir sus viajes de estudio superficie terrestre como bajo el agua y ha- con una gran frecuencia. Digamos, cada bitar en todas las latitudes y medios. 5 millones de años. Aunque desde la Además, somos los únicos animales que perspectiva temporal humana 5 millones formamos grupos integrados por miles de de años es muchísimo tiempo, desde el individuos, dotados cada uno de ellos de punto de vista de la historia de la vida 5 una elevada creatividad, de autocon- millones de años son un pestañeo. ciencia y que, aunque no sean consanguí- Habrían empezado a venir hace unos neos, cooperan intensamente entre sí 3.600 millones de años, cuando compro- hasta el punto de sacrificarse en aras del bien colectivo. baron que la vida ya había aparecido en el planeta. En sus 720 visitas a la Tierra, Frenéticamente, nuestros hipotéticos ex- nuestros curiosos y tenaces visitantes asis- traterrestres realizan numerosas observa- tieron a los principales acontecimientos ciones sobre el insólito animal y las co- Creatividad y neurociencia cognitiva 208 tejan con sus bases de datos. Y aunque anamensis (de hace entre 4,2 y 3,9 mi- los resultados de los estudios de ana- llones de años). tomía, fisiología y genética comparadas El hallazgo, en el centro del continente afri- no dejan lugar a dudas de que se trata de cano (en la República del Chad), de los un primate, pariente muy cercano de restos fósiles más antiguos atribuidos a un otros que todavía viven en los bosques del homínido ( tchadensis) ha continente africano, es muy difícil ima- puesto en duda el origen esteafricano de ginar cómo ha podido originarse en tan los homínidos, algo que parecía claro hasta poco tiempo, apenas 5 millones de años, ese momento. Entre otros rasgos, los au- una especie tan distinta de las demás que tores del hallazgo afirman que el foramen habitan el planeta. mágnum (el orificio por el que la médula Terriblemente defraudados por no haber espinal entra en el cráneo) del único cráneo asistido al origen de una criatura tan in- conocido de esta especie ya muestra el sólita, y con la amarga sensación de ha- adelantamiento, relacionado con la loco- berse perdido el episodio más interesante moción bípeda, que es característico de los de la historia de la vida en el planeta, los homínidos. Sin embargo, otros especia- extraterrestres de nuestro relato deciden listas no están de acuerdo con esta afirma- abandonar para siempre nuestro mundo. ción y opinan que la morfología de la base A diferencia de los entristecidos extrate- del cráneo de Sahelanthropus es más pa- rrestres de nuestro cuento, las personas sí recida a la de los gorilas. sabemos rastrear las huellas de la historia Otros fósiles asimismo problemáticos son de nuestro mundo y de sus criaturas. los ardipitecos (A. kadabba y A. ramidus). Sabemos que nuestro mundo atesora sus En este caso, la disputa se centra, funda- recuerdos y conocemos dónde buscarlos. mentalmente, en su tipo de locomoción. Los llamamos fósiles. Los científicos que los estudian han de- Esta es la historia que nos cuenta la me- fendido que eran bípedos, a partir de la moria del planeta sobre una criatura real- morfología de uno de los huesos de un mente extraordinaria. Nuestra propia his- dedo del pie en A. kadabba. El estudio de toria. un esqueleto parcial de A. ramidus, fami- liarmente conocido como “Ardi”, ha En la actualidad, disponemos de un con- puesto de manifiesto la existencia de un junto de fósiles de homínidos que llegan patrón evolutivo intermedio entre un pri- hasta los 7 millones de años. Estos nuevos mate trepador y otro plenamente bípedo. fósiles han sido atribuidos a cinco espe- Parece bien establecido que los ardipi- cies distintas, correspondientes a cuatro tecos serían habitantes de los bosques llu- géneros: Sahelanthropus tchadensis (de viosos, donde llevarían una vida similar a entre hace 6 y 7 millones de años), la de los actuales chimpancés, aunque se tugenensis (de hace entre 6,2 y desplazarían por el suelo mediante un 5,6 millones de años), ka- tipo primitivo de locomoción bípeda. dabba (de hace entre 5,2 y 5,8 millones de años), Ardipithecus ramidus (de hace Es muy interesante destacar que en los ar- 4,4 millones de años) y Australopithecus dipitecos ya había comenzado el proceso Evolución y creatividad 209 de reducción en el tamaño de los caninos, Por un lado, el género Paranthropus (en especialmente los de los machos, que ca- adelante, parántropos) que cuenta con racteriza a los homínidos. Puesto que el ta- tres especies, Paranthropus aethiopicus, maño de los caninos está fuertemente co- Paranthropus robustus y Paranthropus rrelacionado con el grado de conflictividad boisei. Los parántropos se caracterizan entre los machos, su reducción en nuestro por el desarrollo del aparato masticador, linaje indica una marcada disminución en que se adapta al procesado de alimentos la competencia entre los machos y un no- vegetales coriáceos, cada vez más domi- table aumento en su cooperatividad. nantes en ambientes progresivamente más secos. A partir de los 4 millones de años, el re- gistro fósil de los homínidos es mucho más La otra estirpe es la nuestra, los hu- rico y las especies representadas en él son manos, englobados en el género Homo. mucho mejor conocidas (aunque de al- Aunque la taxonomía de nuestro género gunas, como Australopithecus barhelga- es objeto de debate en la actualidad, la zhali y platyops, aún se co- mayor parte de los autores reconoce, al nocen demasiados pocos fósiles como para menos, nueve especies en su seno: Homo situarlas razonablemente en el árbol de la habilis, Homo rudolfensis, Homo er- evolución humana). Todas ellas fueron bí- gaster, Homo erectus, , pedas, con cerebros y cuerpos de un ta- Homo heidelbergensis, Homo neander- maño similar al de los actuales chimpancés. thalensis, Homo sapiens y, la última en También eran parecidos a los chimpancés ser descubierta, . en otros muchos aspectos, tales como las De todas ellas, H. habilis parece ser la pri- proporciones entre los miembros, la dura- migenia y la única exclusivamente afri- ción del desarrollo y, muy especialmente, cana. Su cerebro era significativamente las capacidades cognitivas: no parece que mayor que el de sus antepasados no hu- fueran capaces de hablar, ni de elaborar manos, aunque el tamaño y proporciones herramientas de piedra (aunque los restos corporales seguían siendo muy similares conocidos de apa- a los de australopitecos y parántropos. recieron asociados a huesos de animales Fue esta especie la inventora de la talla de con marcas de descarnamiento, lo que ha la piedra y está asociada a un modo tec- llevado a algunos autores a proponer que nológico muy sencillo denominado esta especie sería la pionera en la talla de Olduvayense, o Modo 1. La aparición del la piedra). Modo 1 supone el origen de un novedoso Para la mayoría de autores, la especie modelo de evolución, inédito en la his- Australopithecus afarensis, cuyos fósiles toria de la vida hasta ese momento. Se se han encontrado en yacimientos etío- trata de la evolución cultural, basada, en pes y tanzanos de una antigüedad de primer lugar, en la capacidad de los indi- entre hace alrededor de 3,8 y 3 millones viduos de idear soluciones ante los dife- de años, marca el comienzo de la diver- rentes problemas que afectan a su super- sificación de los homínidos en dos vivencia. La talla de la piedra marca la grandes linajes. aparición de una de las más notables ca- Creatividad y neurociencia cognitiva 210 racterísticas de nuestro linaje: la creati- Modo 2, sino que sus herramientas de vidad. piedra fueron elaboradas con una técnica del tipo del Modo 1. A partir de H. habilis se originó la especie H. ergaster, cuyo cerebro había sufrido Muy probablemente, la especie humana una nueva expansión. Junto a ello, H. er- representada en Dmanisi dio lugar a la es- gaster presenta un tamaño y propor- pecie H. erectus, que llegó hasta el confín ciones corporales plenamente humanas. suroriental de Asia, donde evolucionó lo- Aunque esta especie fabricaba, al co- calmente, desarrollando un cerebro cada mienzo de su andadura evolutiva, herra- vez mayor y exagerando la robustez del mientas de tipo olduvayense, pronto in- cráneo. ventó una nueva manera, más elaborada También es posible que la población hu- y eficaz, de tallar la piedra: el Achelense mana representada por los fósiles de o Modo 2. Esta nueva forma de tallar la Dmanisi diera lugar a la especie H. ante- piedra se diferencia de la anterior, el cessor, cuyos fósiles, recuperados en el ya- Modo 1, por la presencia de cadenas ope- cimiento de Gran Dolina, de la Sierra de rativas mucho más largas que dan lugar Atapuerca, tienen una antigüedad de alre- a utensilios más complejos que ya estaban dedor de 800.000 años (y eran los más an- preconfigurados en la mente de sus artí- tiguos conocidos del continente europeo fices antes de comenzar su elaboración. hasta el hallazgo, en el verano de 2007, de A esta capacidad de imaginar objetos aún fósiles humanos de una antigüedad de no existentes, en el Modo 2 se le añade algo más de 1,2 millones de años en el ya- la facultad de idear la secuencia de ac- cimiento de la Sima del Elefante, también ciones necesaria para elaborar dichos ob- en Atapuerca). De esta especie apenas se jetos. Así, a la capacidad creativa que im- conocen fósiles fuera de Atapuerca, pero plica el Modo 1, el Modo 2 añade otra parece razonable suponer que también característica específicamente humana: la vivió en África. Con los datos disponibles, planificación. la hipótesis más sencilla que se puede con- Los primeros humanos que rebasaron los templar es la de que la población europea límites de nuestro continente natal y co- de H. antecessor originó un linaje local menzaron el poblamiento de los otros dos que, a través de la especie H. heidelber- continentes del Viejo Mundo, correspon- gensis, acabó dando lugar a los populares dían a una forma primitiva de H. ergaster neandertales (H. neanderthalensis). Mere- (o quizá un tipo evolucionado de H. ha- ce la pena subrayar que, hoy día, H. hei- bilis), tal como atestiguan los fósiles recu- delbergensis es la especie humana fósil perados en el yacimiento georgiano de mejor conocida gracias a los extraordina- Dmanisi, datado en cerca de 1,8 millones rios hallazgos realizados desde 1976 en la de años, para los que los autores del des- Sima de los Huesos, también en la Sierra cubrimiento han creado la especie H. geor- de Atapuerca. Este yacimiento, de una an- gicus (aunque más bien parece una va- tigüedad algo superior al medio millón de riante de H. ergaster). Interesantemente, años, es el más rico en fósiles humanos del los humanos de Dmanisi no empleaban el planeta. Evolución y creatividad 211

Gracias a los descubrimientos e investiga- inventaron una nueva forma, más com- ciones realizadas en la Sima de los Huesos pleja y eficaz, de tallar la piedra: el sabemos, entre otras cosas, que H. hei- Musteriense (una variante del denomi- delbergensis era preferentemente diestro, nado Modo 3). Con todo ello, fueron ca- que su desarrollo era algo más rápido que paces de expandirse hasta las tierras de el nuestro, que eran capaces de oír, y se- Oriente Próximo y del Asia Central. guramente hablar, como nosotros, que su Mientras, en África, las poblaciones de cerebro era notablemente mayor que el H. antecessor también habían evolucio- de las especies anteriores, que sus nado para dar lugar a otra especie hu- cuerpos eran mucho más anchos que los mana nueva, la nuestra: H. sapiens. Su ce- nuestros, para una estatura similar y que rebro era notablemente mayor que el de el parto era más sencillo. También hay só- sus antepasados (pero, algo menor que el lidas evidencias de que aquellos humanos de los neandertales) y, sobre todo, presen- cuidaban de sus ancianos y enfermos, y taba otra arquitectura del cráneo (una también de que fueron los primeros en re- forma más esférica) y sus cuerpos se ha- servar un tratamiento especial a los bían hecho más estrechos y gráciles. muertos. Nuestra especie salió de África al menos Por otra parte, aunque su cerebro era no- en dos ocasiones. La primera, hace unos tablemente mayor que el de H. ergaster, 100.000 años, fue fugaz y no llegó más H. heidelbergensis aún empleaba la misma allá de las tierras de Oriente Próximo, se- tecnología de la talla de la piedra: el Modo guramente no fueron capaces de com- 2. Es muy probable que el notable incre- petir con la otra especie humana que se mento del volumen cerebral de H. heidel- encontraron allí: los neandertales. Pero bergensis no se correspondiera con una 40.000 años después, H. sapiens volvió a mejora de sus capacidades tecnológicas salir de África y esta vez la historia fue di- sino que respondiera a la necesidad de pro- ferente: se expandió por Europa y Asia, cesar unas relaciones sociales cada vez más sustituyendo a las humanidades autóc- complejas, tal como demuestran las evi- tonas (neandertales y H. erectus). Cuál o dencias de acentuación en las relaciones cuáles fueron las ventajas que presentaba personales, cuidado de enfermos y an- H. sapiens y que le permitieron prevalecer cianos y cultura de la muerte encontradas frente a las otras humanidades contem- en la Sima de los Huesos. poráneas es objeto de intenso debate. Como ya ha quedado dicho, los neander- En ese sentido, es interesante destacar tales se originaron a partir de H. heidel- que nuestra especie es la única que ha bergensis. La diferencia más notable con mostrado la capacidad de plasmar su sus antepasados consiste en un cerebro mundo mental en soportes físicos, algo a aún mayor, incluso más grande, en pro- lo que llamamos arte, sea parietal o medio, que el de nuestra propia especie. mueble. Seguramente esa facultad per- Los neandertales también cuidaban a sus mitió el desarrollo de una nueva tecno- enfermos y mayores, y enterraban a sus logía social consistente en el uso de sím- muertos. Además, dominaban el fuego e bolos e imágenes para representar valores Creatividad y neurociencia cognitiva 212 e ideales que permitieron construir grupos Sima de los Huesos Middle Pleistocene site in mucho más numerosos y cohesionados. Sierra de Atapuerca, Spain. Nature 1993; 362:534-6. En cualquier caso, H. sapiens también de- Arsuaga JL, Villaverde V, Quam R, Martínez I, sarrolló una nueva manera de tallar la Carretero JM, Lorenzo C, Gracia A. New piedra, denominada Modo 4 (que incluye Neandertal remains from Cova Negra las tradiciones culturales tradicionalmente (Valencia, Spain). Journal of Human Evolution englobadas bajo el término de Paleolítico 2007; 52:31-58. Superior). Además, nuestra especie fue la Asfaw B, White T, Lovejoy O, Latimer BM, inventora de las primeras máquinas que Simpson S, Suwa G. Australopithecus garhi: A New Species of Early Hominid from Ethiopia. permitían arrojar proyectiles a gran dis- Science 1999; 629-35. tancia (propulsor y arco) y de la navega- Bermúdez de Castro JM, Arsuaga JL, Carbonell ción. Fue nuestra especie la que completó E, Rosas A, Martínez I, Mosquera M. A ho- el poblamiento del planeta, llegando hasta minid from the lower Pleistocene of Australia, América y el Ártico. Finalmente, Atapuerca, Spain: Possible Ancestor to hace unos 10.000 años, H. sapiens in- Neandertals and Modern Humans. 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Creatividad y neurociencia cognitiva

Creativity and cognitive neuroscience

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