Visión Del Arte Latinoamericano En La Década De 1980; 1994
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VISION DEL ARTE LATINOAMERICANO EN LA DECADA DE 1980 CENTRO WIFREDO LAM Vi AR 0 Diciembre de 1994 , Publicación del Proyecto Regional de Patrimonio Cultural, Urbano y Natural-Ambiental PNUD/UNESCO, Lima, Perú en colaboración con la División de Artes y la Vida Cultural de la UNESCO y el Centro Wifredo Lam. PRESENTACION Con la satisfacción que entraña ver una obra terminada, resultado de varios años de trabajo riguroso, me complace presentar al lector este libro que, gracias a la colaboración de UNESCO, tenemos la oportunidad de dar a a conocer. Desde su creación, a principios de los años ochenta, el Centro Wifredo Lam ha estado realizando numerosas investigaciones que hoy día van configurando su más valioso patrimonio. No sólo por los materiales obtenidos como resultado de ellas sino sobre todo, porque las mismas se han convertido en una de las principales vías de formación de sus especialistas. En la actualidad, el equipo de investigaciones de esta institución desarrolla sus estudios sobre el arte contemporáneo del Tercer Mundo en dos direcciones fundamentales una de ellas relacionada con la proyección de la Bienal de La Habana y la otra encaminada a mantenerse actualizados sobre las corrientes fundamentales del pensamiento en las regiones objeto de estudios. El material que en esta oportunidad ponemos a disposición de los interesados surgió entre otras razones, del interés de facilitar el acceso a textos que nos resultaron de extraordinaria utilidad, durante los años que recién finalizaron y que a nuestro juicio no debían quedar olvidados. En el curso de su realización sus objetivos fueron creciendo junto con la profundización cada vez mayor de la autora en el tema. La presente antología no es simplemente una recopilación de artículos de incuestionable interés para el conocimiento de la época. La misma se ha estructurado con gran flexibilidad de manera que permita una aproximación creativa al tema. El objeto de estudio lo constituye un período de gran importancia para el arte latinoamericano. El decenio de los ochenta fue, sin duda testigo de muchas transformaciones en los medios artísticos de la región. Por entonces se escuchaba con mucha frecuencia el criterio de que era imposible hablar de arte latinoamericano, por la diversidad de la producción artística de los países del continente. Sin embargo, en la práctica se ha venido aceptando cada vez más el punto de vista que defiende una visión integradora frente a aquellos que pretenden ver por encima de todo las diferencias. A lo largo de estos fructíferos años se pasó, de una ausencia casi total de refe- rencias acerca de las expresiones del arte latinoamericano que se estaban produciendo en el momento, a una presencia más activa de éstas en los principales circuitos internacionales. De otra parte, en pocos años, comenzaron a multiplicarse las voces de la crítica de arte y del sector investigativo de estos países en seminarios, conferencias y otras actividades académicas, no ocurriendo lo mismo en las publicaciones internacionales. Pero ese proceso no transitó por un terreno fácil. 8 Visión del Arte Latinoamericano en la década de 1980 Es cierto que en los últimos años ha crecido el interés sobre el arte latinoame- ricano. Sin embargo, para algunos expertos, las acciones encaminadas a la divulgación del mismo resultan aún insuficientes, a los efectos de lograr una más clara comprensión de sus características actuales. La década comenzó y continuó en la misma situación durante muchos años, con la organización de exposiciones sobre arte latinoamericano preparadas desde diversas instituciones europeas y norteamericanas, las que utilizan a sus propios curadores en lo que podría suponerse la aceptación de un juicio o prejuicio tácito de la inexistencia de expertos en nuestro continente. En el mejor de los casos esas instituciones buscaban la asesoría y colaboración de sus colegas latinoamericanos pero en muy contadas excepciones corrieron el riesgo de entregar un proyecto completo a un curador de la región. Dentro de ese mismo espíritu, las exposiciones de mayor alcance en su mayoría estuvieron encaminadas a ofrecer visiones panorámicas e históricas con énfasis en las primeras vanguardias -quizás en un intento por llenar el desconocimiento sobre el tema, mientras el arte más reciente quedaba reducido a pequeñas muestras como resultado, más de una curiosidad que de una real evaluación del fenómeno artístico que tenía lugar en Latinoamérica. Con excepciones muy notables, como se puede apreciar en este mismo libro. No sería difícil, por otra parte, el hecho de que durante ese período, la presencia del arte más actual de la región en los museos de reconocido prestigio internacional - creadores de estados de opinión sobre lo relevante en el arte contemporáneo-, fue rela- tivamente modesta. Lo mismo ocurrió con los eventos internacionales de mayor relieve, en los que continuaron estando significativamente ausente, muchos de los artistas que configuraban el ambiente artístico del área. Y en ese mismo sentido, se podría agregar que incluso aquellos que lograron acceder a estos medios, eran repetidos en las diferentes exposiciones, lo que reducía considerablemente la imagen del panorama artístico actual latinoamericano. Contrastando de cierta manera con esta situación, el mundo del comercio del arte se comportó con mayor agresividad. En ese sentido hay que recordar que durante dicho decenio, las galerías obtuvieron un protagonismo indiscutible, frente al retraimiento de las instituciones públicas y al calor de auge del mercado. El arte movió mucho dinero por entonces y los galeristas de luz larga tuvieron a bien buscar nuevos productos que ofrecer a un mercado floresciente. De manera que junto a los «clásicos» del arte contemporáneo latinoamericano, asimilados por el <cestablishment» comenzaron a aparecer artistas de las nuevas generaciones en las nóminas de galeristas de larga ejecutoria, al tiempo que surgían otras instituciones comerciales interesadas en concentrarse exclusivamente en el arte de la región. En estrecha relación con el mercado, el sector del coleccionismo -muy influyente dentro del mundo del arte- empezó, muy lamentablemente a interesarse por los artistas latinoamericanos más jóvenes, cuya presencia se fue también multiplicando en los stands de las ferias y en algunas acciones de las Casas de Subasta, mientras que las páginas de promoción de algunas revistas de notable circulación internacional se fueron llenando con los anuncios que sobre estos artistas pagaban sus galeristas. En consecuencia, se produjo un crecimiento de la información visual sobre los artistas de la región en muchas revistas a partir de una selección determinada por el ojo del galerista. Con todo y sus limitaciones, lo cierto es que mientras la información visual sobre las obras en venta y por ende sobre los artistas creció no se produjo un aumento proporcional en lo que se refiere a la publicación de textos elaborados por crfticos latinoamericanos, en esas mismas revistas, las que prefirieron mantenerse más cautelosas a la hora de divulgar el pensamiento crítico latinoamericano. La rnayorfa de los textos aparecidos por entonces, por añadidura escasos, provenían de colegas fundamentalmente europeos o norteamericanos que comenzaban a interesarse por el famoso boom del arte latinoamericano. Si bien es cierto que algunos críticos de nuestros pafses han logrado abrirse un espacio dentro de algunas publicaciones de gran circulación lo cierto es que como resultado del interés surgido por este tema durante el decenio se han multiplicado los estudiosos sobre el arte latinoamericano actual procedentes de otras regiones a quienes se abren más fácilmente las páginas de las revistas. Sin duda hay que celebrar este hecho, que ha contribuido de manera notable a la difusión de muchos de los artistas más jóvenes; pero no debiera ser obstáculo a la difusión de los puntos de vista de la crítica de la región que podría contribuir a enriquecer el panorama analítico. Presentación 9 Al publicar esta analogía, nos anima la esperanza de que se continúen divulgando textos sobre los temas más actuales del arte latinoamericano que permitan conocer de una parte la producción artística y de otra las ideas que se debaten en tomo a ella con la rapidez que requieren estos tiempos. Si bien el perfodo que se trabajó -10s años ochenta- comenzó con el extendido y justo reclamo de una mayor atención sobre la realidad artística latinoamericana, no cabe duda que terminó con una situación muy diferente, ilustrada por los acontecimientos que hasta ahora sorprende a todos. La supervivencia y cada vez más sostenida existencia de la Revista Arte en Colombia y la celebración de las sucesivas ediciones de la Bienal de La Habana, en medio de un mundo en que las circunstancias económicas hacen difíciles la sistematicidad de cualquier actividad. Ellas han demostrado ue si bien resulta necesario luchar por una mayor participación del arte latinoamericano en 4 os circuitos internacionales, resulta más eficiente crear mecanismos propios de divulgación de nuestras realidades que favorezcan su comprensión. La autora de esta Antología, la Licenciada Margarita Sánchez, investigadora del Centro Wifredo Lam, recibió el encargo de esta institución de estudiar el período y contribuir a ofrecer una imagen amplia de lo que en esos años ocurrió. Minuciosa, seria y con un extenso conocimiento sobre el tema, pone a disposición del lector diversos materiales aparecidos en diferentes medios en lo que constituye una contribución al conocimiento de los aspectos