El Catecismo Medieval Dearnaldo De Barbazán, Obispo De La
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El catecismomedieval deArnaldo de Barbazán, obispo de la Diócesis de Pamplona <1318-1355) ERNESTO GARCÍA FERNÁNDEZ 25 INTRODUCCION La Biblioteca de laCatedral de Pamplona conserva, entre otras joyas literarias, un manuscritodel siglo XIV de gran importancia socio-religiosa: un catecismo. El obispo de Pamplona, Arnaldo de Barbazán, convocado y reunido el Sínodo, había ordenada sintetizarlas principales valores de la doctrina cristianaen un escrita para que fueran conocidos par todos las clérigos de su diócesis. El objetivo de esta obra era contribuir a un mayor-conocimiento de la doctrinacristianaporparte de los cléri- gos, a un perfeccionamiento de su formación, a una más correcta aplicación de los sistemasformalesde ritualidady a unamejorade susrelaciones con susparroquianas. La redacción de este catecismo se encargó a eclesiásticos especialistas en el estudio de las «escrituras» y buenas conocedores de la doctrina cristiana en sus aspectos estrictamente dogmáticas, religiosos a ético-sociales.. El resultado dc su labor es un texto breve donde minuciosamente se da un recorrida alas problemas fundamentales que presumiblemente habríande preocupar a un cura del siglo XIV. El estudio dc este tipo de textos es interesante para completar las visiones que sobrela sociedad y en concreto sobrelareligiosidad medieval se obtienen desdeotros documentos con un mayor carácter económica político e incluso social. Los * tiniversidad del País Vasco. Biblioteca Caledral de Pamplona. Ms.?. En este articulase tí-ascribirá exclusivamente el texto romanceado, si bien los óltimas cuatí-o folios escritos en latín también pretenden aleccionar a los clérigos fundamentalmente en sus relaciones con el episcopado. 0 15.321—352 — Editorial Complutense. Madrid. 1992 [fo Li fÁy*íñr, Medieval, u. 322 Er,íesto García Fernández. numerosos conflictos de los diversos sectores eclesiásticos con laicos o entre ellos mismas por la percepción de los diezmos, la explotación de las tierras, el aprove- chamiento de los bosques y prados o la ampliación de sus beneficios cabra canestas obras un sentida más integrador2. Sin duda alguna en ellos se recoge de una manera pormenorizada y sencilla la funcionalidad espiritual y religiosa de las eclesiásticas, con frecuencia ausente de muchas de las fuentes documentales conservadas. En esta ocasiónse desarrollaráeste trabajo de investigación históricaa través de varios capítulos:un primer capítula que permita encuadrar en su contexto histórica, es decir, en el espacio y en el tiempo. ¡a época de su redacción. Para ello nos detendremos de una manera particular en el papel protagonizada por el obispo de Pamplona, Arnaldo de Bar-bazán y en los Sínodos celebrados bajo su dirección eclesiástica y espiritual; en segundo lugar se tratará de valorar la rclevancia de este tipa dc manuscritos desde una perspectiva no sólo religiosa y eclesiástica —dogma, ritos y creencias, costumbres, etc.—, sino también social; y en tercer lugar se diseccianará, coma si de una operación quirúrgica se tratara. el cuerpo del texto en diferentes unidades temáticas, cuya análisis se integi-ará globalmente con el fin de obtener unos resultados lo ínás satisfactorios posibles. 1. EL OBISPO PEDRO DE BARBAZAN Y EL SÍNODO DE PAMPLONA Navarra durante la primera mitad del siglo XIV atraviesa una serie de dificul- tades bien recogidas en la documentación del Archivo General de Navarra. Las carestías sonperiódicas en el territorio, las mortandades hacen acto de presencia, las malas cosechas de bastantes localidadescampesinas deterioran su nivel de vida. El bandolerismo es un recurso utilizado por no pocas de sus habitantes, especialmente de aquéllas residentes en las fronteras can la Carona de Castilla por la zona naraccidental, es decir,porGuipúzcoay Alava. La«Peste Negra» (1348-49)agrava todavía más estas circunstancias a las que tenían que enfrentarse las poblaciones y el conjunto del reina3. - Véase sobie dichos aspectos GARCíA FERNáNDEZ, E.: Santa María de hache. Fvpansi6~í vcrtvisde un señorío mo’ icístico navarr-, en/a EdadMedia (958-1537) Bilbao. 1989; COLOMBAS, O. M.: Monasterio de Tulebras, Pamplona, 1987; GOÑI GAZTAMBIDE. J.: Historia de los obispos de Paníplona vals. 1 y II, Pamplona, 1979; ROMERO: ~<Estmciurade la propiedad feudal de la tierra en & Reino de Navarra (1247-1312). El ejemplo del monasterio de San Pedro de Rivas» Primer Congreso General de 1-Jisioria de Navarra, Pamplona, 988 Pp. 609-614, y MUNITA LOINAZ, J. A.: ~ct.,asreducciones pecheras en et dominio monástico de La Oliva durante la crisis bajo medieval en Navarra (s. XIV y XV)», Segundo Congreso General de Historia de Navarra (en prensa). > BERTHE. H.: Fa,nines et epk/emies da,,.s- le campagnes navarra,se,s ñ la fin da moven úge París 1984.2 vals. y CARRASCO PEREZ J.: 1<;población de Navarra en elsiglo XIV. Pamplona, ‘973. El catecismo medieval de Arnaldo de Barbazán... 323 En este ambiente surgirán tensiones sociales agudas como son los casos de la revueita de Lanz de mediadas del XIV, el levantamiento de los vecinos de Falces contra el Infante Luis —hermano del Rey de Navarra— y las protestas de los labradorescontra la administración real por estas mismas fechas.Algunos sectores nobiliarios —las Rada y los Medrano— también tuvieron dificultades ante las nuevos tiempos endeudándose con frecuencia estas familias y viendo cómo su prestigio político —los Medrano habían alcanzado a fines del XIII lacategoría de ricoshombres— caía en beneficio de otros personajes nobiliarios4. Pero también instituciones monásticas coma la comunidad benedictina de Santa Maríade Irache, los monasterios cistercienses de Leire, La Oliva y Tulebras, así coma lacolegiata de Santa Maria de Roncesvalles notaran en sus arcas una disminución general de la producción y de sus rentas5. Guipúzcoa no queda al margen de esta problemática, si bien las informaciones sobre suterritorio sonmucho menos explícitas. Los linajes de oñacinos y gamboinos se disputan su influenciaen esta zona, luchan entre ellos y contra algunas villas por mantenersus rentas, protegen en sus solares y fortalezasalas malhechores que llevan a cabosus fechorías —robos de ganado- en Navarra a se alían temporalmente can los navan-os acambiode substanciosas cantidades económicas ode su entradaensus compañías militares como mercenarios6. Es éstaunaépocade convulsiones sociales y políticas, que exigea las autoridades respectivas (laicas y eclesiásticas) el intenta dc «recomponer» nuevamente la sociedad en favor de unas estructuras sociales y políticas más equilibradas y estables. Precisamente en esta época será obispode Pamplona Arnaldode Barbazán, nada menas que durantetreintay ocho añas, período relativamente dilatada en el que tiene tiemposuficiente paraaprender y comprender lacomplejidad de los tiempos que le ha tocada vivir. La crisis económica y social se acompaña también de una cnsis ideológica y de valores7. Es principalmente esta última la que va a preocupar alas jerarquías diocesanaspamplonesas y paracuyacorreeciónpandrán todoslosmedios disponibles a su alcance. La convocatoria y celebración de un Sínodo en 1354 y la elaboración de un catecismo son cuestiones que deben ser entendidas en este ambiente de reforma socia-religiosa al que nos referiremos en elepígrafe siguiente8. FERNANDEZ DE LARREA, i. A.: Guerra vsociedaden elReinodeNavar,-a durante la baja Edad Media Bilbao. 1992. (jARCIA FERNANDEZ, E.: Santa María de ¡rache.., op. eit. ‘AROCENA 1.: Oñacinc.r y Ga,nhníncjx Introducción al estudio de la guerra de bandos Pamplona, 1959, y OTAZU, A.: El «iguali¡aris;no» rasco: Mita y realidad San Sebastián, [973. - CHAIJNU, E.: Le,s temps de.s reformes. La crise de la Chrerienté 1250-1550 París, 1984. 8 Especialmente sobre la Carona de Castilla se han realizado estudios sobre catecismos medievales. Véase al respecto MARTIN, i. L., y LINAGE CONDE, A.: Religión y sociedad me- dicval. El Catecismo de Pedro de Cuéllar (1325) Valladolid. t987. 324 Ernesto Ga,cía Fernández Arnaldo de Barbazán, originario de la Bigor-ra francesa, había ocupado una canongía en Pamiers, gracias a la intercesión ante Cleínente V de Gastón de Faix, en ¡305 y en 13 1 8 era elevado al frente de la dirección de la diócesis de Pamplona par el Papa Juan XXII. Pronto comenzada a desempeñar importantes encargas políticas en Navarra, pues el 30 de septiembre de 1319 tamabajuramento en Francia, juntamente can Andreu Ruiz de Medrano, prior de Roncesvalles y Guillén de Mantpesat, abadde Leire, al reyFelipe de Navarra, coma representante de las Cortes del Reino. Una de sus primeras preocupaciones fue ¡a de saldar las diferencias del obispada con la monarquía y solicitar de ésta su caínprornisa en la reconstrucción de la Navarreria. Bajo suepiscopado se produjeran las persecuciones y matanzasjudías navarras en PuentelaReina Andosilla. Punes, San Adrián, Viana, Estella,etc., duranteel año ¡328, llegando a encarcelar al franciscano Fray Pedro de Ollogayen. Pero condenó al judío Milón de Bragerae por hereje. En lada caso, el obispo de Pamplona estuvo plenamentecamprometido con¡a situaciónpolítica del Reinade Navarra no sólacan aspectos concretos de la política interior —control del volumen de emisión de moneda, toma de medidas contra la carestía de 1333, etc.— sino también con la política exterior —defensa de las fronteras noroccidentales frente a las banderizas guipuzcoanos (Lazcano), relaciones deiplamáticas con Aragón, etc.—. Pera no siempre las relaciones entre cl obispo y la administración fueron amigables, en particular-en tiempos de Felipe lIl~. Arnaldode Bar-bazán se rodeó de consejeros