EN EL MUNDO VERDADERO Obra Poética
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Eduardo D’Anna EN EL MUNDO VERDADERO Obra poética 1 2 EDUARDO D’ANNA EN EL MUNDO VERDADERO Obra poética 3 4 MUY MUY QUE DIGAMOS (1967) a Ricardo Gustavo Edgardo 5 6 MUY MUY QUE DIGAMOS Una vez le leí un poema a alguien. Uno de esos poemas primerizos nuestros que parecen tangos, o esos otros tan melancólicamente otoñales que yo utilizo para combatir el insomnio. Carraspeó. Dobló parsimoniosamente la hoja en dos y me contestó: “Sí, pero no es muy...muy...que digamos, eh?” Te darás cuenta la razón que tenía. Por eso como tenía razón por eso dejé pasar el tiempo junté fuerza me conseguí una máquina de escribir y ahora te muestro estos versos que -a mi parecer- son bastante muy muy que digamos. LA NUEVA GENERACIÓN Tienen entre 20 y 30 años algunos menos. Y ya hablan de dejar el trabajo a los que tienen que venir. 7 YO Yo, señor, escribo. Vivo a la vuelta de usted, de usted que vive en la calle Paraguay. Pero usted no me conoce y la culpa es mía por no ir a golpear a su casa por no poner el pie en la puerta y antes que usted me hable de que está tan cara la vida, leerle de golpe el poema que acabo de escribir. Sí yo tengo la culpa. Si los del Ejército de Salvación lo hacen, yo que soy menos ridículo yo que lo quiero DE VERAS yo que quisiera ver el amanecer en La Florida todos los días, yo que quiero ser poeta, yo: no voy a su casa ni canto en su vereda ni enamoro a su hija y para colmo usted no me sabrá decir por qué ni yo tampoco. AMOR MÍO Y yo te perdí, amor mío, por no haberme acostado con vos 8 ni siquiera a destiempo por ser un honorable adolescente masturbante y por no mandarme a mudar con vos a Yucatán. Y yo te perdí, amor mío, porque un aborto sale caro y vos no te supiste jugar a tu ternura. Y nos perdimos por todas esas cosas por tener las manos demasiado limpias y porque el París costaba 400 pesos más de lo que yo tenía en el bolsillo. Pero ahora que tengo el miedo recobrado si te volviera a ver a encontrar te juro que te montaría en la mismísima Corrientes y Córdoba y el cana detendría los autos se desmoronaría la Bolsa de Comercio los tarados de Augustus tendrían por fin algo de qué hablar y nosotros nos querríamos que es -al fin y al cabo- lo más importante. MI AMIGO a K. Tengo un amigo: toca la guitarra y está loco por el folklore se emborracha esta bastante pobre y le presta a todo el mundo la plata que no tiene. Si estuviera en mis manos 9 destruir a Rosario y sus habitantes él sería uno de los pocos que salvaría. Pero inútil. Querría quedarse para morir con todos. HISTORIA El hombre que pasó la noche en los brazos de una mujer y que fue abandonado al alba, cuando volvía solitario a su casa, pensaba cuántos tuvieron derecho a una noche como la suya y cuántos no la habían tenido. Y también cuántos no habían merecido tanta soledad y cuántos -como él- la estaban mereciendo. ESTA CIUDAD Esta ciudad tan provinciana y ridícula ha conseguido sin embargo retenerme. Será porque albergo la esperanza de que dado que nos conocemos todos -(y no lo niegue)- algún día nos sonreiremos por la calle y nos saludaremos y nos besaremos 10 y armaremos una guitarreada en cada esquina y el vigilante cantará un chamamé, por supuesto. ARS LITERARIA Abelardo Castillo es bueno pero no es todo. Y usted, Julio, desde allá, desde París, claro, escribir es fácil. Pero yo no quiero moverme de aquí. Que me digan que Rosario es una mierda y yo les contestaré que es un pañuelo que llueve música sobre los árboles y que mi vecino y la piba que vive en la otra cuadra tienen que conocerme que saber de mí antes que el señor Jorge Alvarez. DILEMA Mis amigos no saben un pito de literatura -y además suelen llevársela monótonamente a Diciembre muchos- pero si les gusta un verso mío les gusta y se acabó y me dicen “Es bueno”. La macana es cuando uno quiere ganar la inmortalidad. 11 DISCUSIÓN a G.D. Y discutíamos, y él decía: “Entonces, vos preferís que la masa entre en el Louvre a sangre y fuego y destruya todo, sólo porque hay nece- sidad de cosas nuevas? ¡Estás loco!” Tenía razón, y yo también, por supuesto. LOS INTELECTUALES Todos quieren guita, pero no se los puede culpar: el mundo es así publicar cuesta el trabajo enajena y morirse de hambre por escribir requiere vocación de santo. ¿Qué otra cosa pueden hacer? ¡Justicia! LAUTRÉAMONT ‘La poesía debe ser hecha por todos’ Si esa chica -plantada por su novio en esa tarde- en vez de escribir un verso cursi y lleno de lugares comunes, se le hubiera ocurrido mirar la flor en el vaso sobre la cómoda o las formas de las nubes o las palabras que él decía cuando estaba triste, dicho verso no hubiera existido 12 pero Lautréamont hubiera tenido razón. HERMANO Hermano hoy es la primera vez que digo hermano en mi vida y me siento crecido fuerte. Hermano, compañero, vos y yo parsimoniosamente sentados fumamos y esperamos el momento. CLAVE Escribí tu nombre con el jeroglífico más extraño que se me haya ocurrido. Entonces ese jeroglífico será jeroglífico toda la vida hasta que algún arqueólogo misterioso y mágico munido de la clave del amor -que los hombres han perdido- lo desentrañe y lo lea. Resucitarán entonces las calles las casas 13 los hombres yo y vos. Vos sobre todo. 14 15 TRANSICIONES (1969-1973) 16 17 TRADUCCIÓN Yo camino por la calle. Hace poco llovió. Los árboles han mojado sus ramas, y en la esquina la lámpara de mercurio alumbra. No me paro al mirar el último árbol de la cuadra, el de la esquina, pero es como si me parara, le estoy hablando: “árbol, te miro”. Contesta el árbol como sabe. Sus células se ordenan una a una, con la forma de árbol, se prenden a lo dado: la lluvia. Y la luz de la lámpara no es sino otra tierna circunstancia. Yo me alejaba (nunca me detuve, sabemos) sonreía pensaba “la telaraña”, traducía. 18 RELACIONES Si para el hombre la luna es la luna la luna para el viento es una pelota. Si hubiera dos lunas en vez de una el viento sería su esclavo. PUERTO PIRÁMIDES Todo es tan raro como la nieve que su paisaje está esperando pero no llega. Y el mar. Mirándolo se sabe que es un mar junto a un desierto que ese desierto va a mirar al mar. Pero estamos nosotros. Veinte casas, el turismo y las cosas no importantes, y el hilo de la luz. Cosa increíble. Y cosas increíbles que nos cuentan. Y las que imaginamos. Es la luna. Es un país que no entró en el billiken. Es como un campo lleno de colinas, muertas y vivas, y llenas de misterios. Misterios que no hablan. Aunque la arena cuente a todos la historia de esta tierra. VÁMONOS Vámonos de viaje. Aquí la vida es linda pero no duele aquí te quiero pero no me doy cuenta aquí no tengo amigos ni sopla el viento desde ninguna parte. 19 Así que vamos, no me hables más. Aquí no te conocí, ni vos me conociste, ni ruge el mar y el sol me hace doler no es con mirarte que soy feliz, aquí el tiempo se olvida de nosotros, vámonos de viaje. Vámonos que aquí no hay nadie, ni siquiera nosotros dos, vámonos de viaje. HAY VECES QUE UN BARCO El barco zarpó al mar. El mar lo recibió con los brazos abiertos diciéndole: mi barco mi barco mi barco saltarín, hoy estaba queriendo un barco un barco nada más. Hay veces que un barco basta. 20 21 LA POESÍA NO ES UNA ISLA (1972-1973) 22 23 24 SANTIAGO DE CHILE Cuando llegué a los mercados de Santiago, caminaba con una bolsa al hombro. Y no era tan visiblemente un extranjero, pues al ensayar explicarme acertaba casi todas las palabras. Y sin embargo, había algunas palabras... Desde lo alto de Santa Lucía ella me preguntaba “¿qué cosa es el peronismo?” y el ómnibus corría por la Gran Avenida y yo decía, le decía el Viejo nunca, siempre, todo eso. Y en un día de domingo, nos juntábamos para ir a los trabajos voluntarios. ¿Cuántos cabros chicos tiene señora? Tengo dos usted es estudiante sí, pero estudio en la Argentina Ah le hallaba sí, allá, señora mis compañeros van a poblaciones como aquí pero además esta la cana Los gorilas los gorilas argentinos no joven? Sí señora. Y a los trabajos voluntarios se iba si uno se acostaba temprano, y si no, no se iba: yo también hablé más de lo que escuchaba yo también hablé antes de que empezaran a hablar ellos, “pero así se aprende”. Las familias 25 decentes empezaban a dividirse por los trabajos voluntarios sus hijitos empezaban a despertar. Y qué es ser peronista, preguntaba ella, y Santiago era la ciudad de los poetas en medio de su smog y de sus brasileños exilados. El ómnibus corría por una ciudad entrañable y sin duda corre todavía como lo hace en mi corazón mientras recuerdo un álamo bajo el viento, en Cisterna. DESCRIPCIÓN DE LA COMPAÑERA I La compañera duerme al lado mío.