A UN AÑO DEL LEADING CASE BUENO Y RODRIGUEZ C/ PEÑAROL DE

Dr. Alvaro Galeano Dr. Horacio González Mullin

1. PRESENTACIÓN.-

Muy buenos días a todos.- Queremos en primer lugar agradecerles a los señores Presidentes del Congreso, Dr. Norberto Outerelo y Ricardo Frega Navía, por habernos invitado a este Primer Congreso Internacional del Deporte, para exponer acerca de este asunto, lo que para nosotros es, sin duda, un honor.-

Nuestra exposición se centrará especialmente en analizar, desde el punto de vista estrictamente jurídico, los fundamentos de las resoluciones dictadas por la FIFA y posteriormente por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) en el diferendo que existió entre el Club Atlético Peñarol, y los jugadores Cristian Rodríguez y Carlos Buenos, y el Club Francés “Paris Saint Germain F.C.”.-

Como ustedes sabrán tales resoluciones establecieron que los jugadores Bueno y Rodríguez eran jugadores libres y se encontraban habilitados para contratar con el Paris Saint Germain F.C. sin derecho a indemnizar al Club Atlético Peñarol.-

Para ir ingresando en el tema, adelantamos desde ya que el principal fundamento de tales resoluciones, fue negar validez a las cláusulas de renovación o de prorrogas automáticas y unilaterales de los contratos celebrados entre Peñarol y los jugadores.-

Queremos recordarles que el Estatuto Uruguayo establecía que los contratos con los jugadores se prorrogaban por dos años en las mismas condiciones establecidas en el contrato originario, pero con un ajuste en los salarios de acuerdo a la variación del Indice de Precios al Consumo (IPC); ello, a menos que los clubes, y tan solo los clubes, resolvieran desistir de las prórroga automática, debiendo comunicar tal desistimiento a los jugadores, dentro de los primeros 15 días del mes de enero siguiente al de la fecha del vencimiento pactado en el contrato.-

Es decir que la regla es la prórroga automática de los contratos, y la excepción, el desistimiento de la misma por parte del Club mediante el uso de la opción.-

A los efectos que todos Ustedes puedan comprender de mejor manera nuestra posición jurídica al respecto, y también los errores que, a nuestro entender, contienen las resoluciones que se analizarán, nos parece necesario realizar una breve relación de cómo sucedieron los hechos.-

2. LOS HECHOS. a) Con fecha 5 y 9 de febrero de 2004, los jugadores Carlos Bueno y Cristian Rodríguez suscribieron con el Club Atlético Peñarol sus respectivos contratos con vigencia a partir del 1/1/04 hasta el 31/12/04.

1 b) En el mes de enero de 2005, y por imperio del Convenio Colectivo Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo, el plazo de los contratos se prorrogó automáticamente y por dos años más, hasta el 31/12/06, actualizándose los salarios por el Indice de Precios al Consumo (IPC). c) En febrero de 2005, ambos jugadores jugaron partidos oficiales por el Club Atlético Peñarol por la Fase Clasificatoria de la de América.- d) Ante el incumplimiento por parte de los jugadores a disposiciones del “Estatuto del Jugador del Fútbol Uruguayo”, el 8 de marzo de 2005 el Club Atlético Peñarol aplicó a los citados jugadores, en concordancia con lo dispuesto por el artículo 27 del citado Estatuto, la sanción disciplinaria denominada “Declaración en Rebeldía”.- Dicha sanción, que no puede imponerse a jugadores libres, no fue apelada por los jugadores Bueno y Rodríguez, recurso de apelación previsto en el Convenio Colectivo que rige las relaciones entre los Clubes y los jugadores de la Asociación Uruguaya de Fútbol. e) Con fecha 14 de marzo de 2005, los jugadores junto con una escribana, se constituyeron en la AUF, y levantaron un acta de constatación, de la cual resulta que no se le abonaron los haberes debidos. f) Luego de la sanción impuesta, los jugadores solicitaron a la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales que intercediera ante la AUF, alegando que la sanción no era para ellos reglamentaria, y solicitaban que se les dejara en libertad contractual, atento a un supuesto incumplimiento de contrato por parte de Peñarol. g) El señor Carlos Bueno realizó declaraciones a la prensa en cuanto a que su deseo era que el Club Atlético Peñarol lo transfiriera al exterior. h) En el mes de junio y julio de 2005, los jugadores reclamaron a través de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales, el sueldo correspondiente a 8 días del mes de marzo de 2005, actualizado por el Indice de Precios al Consumo (IPC). i) Desde el mes de febrero hasta el mes de julio de 2005, el señor Francisco Casal, representante de los jugadores y Agente FIFA, negoció con Peñarol la adquisición de los derechos federativos y económicos de los jugadores Bueno y Rodríguez.- j) Al no haber obtenido resultados favorables en las negociaciones, los jugadores viajaron a Francia, en el mes de julio de 2005, y firmaron sus contratos con el Paris Saint Germain F.C.-

Realizado este detalle, pasemos ahora a analizar y realizar la crítica a los fundamentos de la decisión de la Cámara de Resolución de Disputas, adelantando desde ya que la misma estableció que a la fecha en que los jugadores contrataron con el París Saint Germain F.C., ya no tenían contrato vigente con el Club Atlético Peñarol y en consecuencia se trataban de jugadores libres.-

2 3. LA RESOLUCION DE LA FIFA.

La Cámara de Resolución de Disputas basó su fallo principalmente en los siguientes fundamentos:

a) Inaplicabilidad del Convenio Colectivo denominado “Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo;

b) La aplicación subsidiaria por la Cámara del artículo 41 del Estatuto Uruguayo;

c) En lo dispuesto por el artículo 2 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia del Jugador, de la FIFA.-

Analicemos cada uno de ellos, y luego nos detendremos un instante en aquellos hechos relevante que la Cámara de Resolución de Disputas no tuvo en cuenta.-

A) Inaplicabilidad del Convenio Colectivo denominado “Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo” en cuanto a prórrogas automáticas.-

El principal fundamento utilizado por la Cámara de Resolución de Disputas en sus decisiones, fue la inaplicabilidad de los artículos del Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo relativo a las prórrogas automáticas y unilaterales de los contratos.-

La Cámara entendió que el Estatuto Uruguayo no era aplicable, por las siguientes razones.

I) Por ser abusivas y contrarias a principios de libertad contractual y de trabajo

Según la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA, las prorrogas automáticas y unilaterales establecidas en el Estatuto Uruguayo a favor de los Clubes, serían cláusulas abusivas y contrarias a los principios de la libertad contractual y de la libertad de trabajo, principios jurídicos reconocidos por el Derecho Internacional Público, y por lo tanto carecerían de validez.-

A nuestro entender, ello no es correcto.- Más allá de lo que resulta de la Pericia efectuada por el Profesor Portman a pedido de la FIFA, y a la cual haremos referencia más adelante, las renovaciones automáticas de los contratos celebrados por los jugadores Bueno y Rodríguez con el Club Atlético Peñarol, no pueden ni deben considerarse abusivas pues son el fruto de un Convenio Colectivo, a través de un acuerdo mutuo, previo y consensuado entre el sindicato de jugadores (Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales) en representación de todos los jugadores de fútbol uruguayo, y la AUF.-

Es decir que, si bien los clubes tienen la facultad unilateral de prescindir de las prórrogas automáticas, dicha potestad unilateral no fue impuesta por una ley ni en un contrato individual, en el cual puede sospecharse de que el Club (supuesta parte fuerte de la relación contractual) ejerció presión frente al jugador (supuesta parte débil de la relación contractual) para imponer un cláusula en su propio beneficio.-

3 Por el contrario, las cláusulas de desistimiento unilateral de las prórrogas de contrato, les fue conferida a los clubes, por el propio sindicato uruguayo, en representación de todos los futbolistas, en el Convenio Colectivo “Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo”.-

Por tal razón entendemos que este fundamento dado por la Cámara de Resolución de Disputas, carece de sustento jurídico.- Mal puede hablarse de cláusulas abusivas y contrarias a los principios de la libertad contractual y de trabajo, cuando justamente ellas resultan del ejercicio de la libertad y de la defensa de los derechos laborales por parte del sindicato de jugadores, que se materializan en las firmas de los Convenios Colectivos.

Es necesario también decir que las cláusulas de referencia no fueron objeto de reivindicaciones por parte de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales.- Incluso, en el año 2004, la citada Mutual resolvió una huelga de futbolistas que paralizó el fútbol uruguayo durante prácticamente dos meses, pero sin embargo, las cláusulas de renovación automática no se encontraban dentro de las reivindicaciones de dicha huelga.-

II) Contrarias al artículo 13 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA.

La Cámara de Resolución de Disputas estableció también, que no puede considerar las renovaciones automáticas de los contratos como válidas por ser contrarias, según ella, a lo establecido en el artículo 13 del Reglamento de la FIFA sobre el Estatuto y la Transferencia de los Jugadores (Edición 2005), que dispondría que, al vencimiento contractual previsto de común acuerdo, se considera que el contrato no tiene más efecto y el jugador se considera libre de cualquier compromiso.-

Varios son los errores que a nuestro entender cometió la Cámara en esta consideración.-

El primer error que comete, es la interpretación que se realiza del mismo.- Para comprobarlo, basta transcribir el citado artículo 13:

“Un contrato entre un jugador profesional y un club podrá rescindirse sólo al vencimiento del contrato o de común acuerdo.”

Si analizamos el contenido del mismo podremos comprobar que no existe en dicho artículo una prohibición ni contradicción a las renovaciones automáticas de los contratos.- Pretender darle ese sentido a la norma sería por parte del decisor, abusar de su facultad de interpretar una norma, al darle un sentido totalmente distinto al que claramente tiene.-

Cuál es el sentido de dicho artículo? Si ingresamos en la página Web Oficial de la FIFA. (www..com) y accedemos al “Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores Comentado”, encontraremos el sentido que la misma le da al artículo 13:

“El reglamento quiere asegurar que, en caso de que un club y un jugador establezcan una relación contractual, dicho contrato será respetado por ambas partes. Por tanto, un contrato entre un jugador y un club sólo puede rescindirse al vencimiento del contrato o

4 de común acuerdo. Se ha de intentar evitar con toda la fuerza posible la rescisión unilateral del contrato sin causa justificada en especial durante el denominado período protegido.”

El sentido del artículo es claro; mediante el mismo se busca evitar la rescisión unilateral de los contratos durante el plazo de su vigencia.- En segundo lugar, y aún cuando se le diera al artículo 13 la interpretación que le diera la Cámara de Resolución de Disputas, dicho artículo no puede aplicarse con efecto retroactivo a contratos que ya produjeron sus efectos jurídicos.- Efectivamente; el citado artículo 13 entró en vigencia el día 1 de julio de 2005, mientras que los contratos celebrados con los jugadores son del año 2004 y las prórrogas automáticas se produjeron el 1 de enero de 2005, es decir seis meses antes que entrara en vigencia dicho articulo.-

No es posible aplicar un norma con efectos retroactivos, modificando así situaciones jurídicas que ya produjeron sus efectos; de lo contrario estaríamos ingresando en una peligrosísima inseguridad contractual en las relaciones comerciales entre los hombres.-

En definitiva, la Cámara de Resolución de Disputas comete un error sustancial al pretender quitar validez a las cláusulas de renovación automática, fundada en el artículo 13 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA.-

III) El Estatuto Uruguayo no tendría alcance Internacional.

La Cámara de Resolución de Disputas concluyó también, que el Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo solo tiene alcance nacional y que no puede tener efectos en una situación que implica elementos extranjeros.-

Para realizar dicha afirmación, se funda en jurisprudencia del Tribunal Arbitral del Deporte (decisión del 27 de agostos de 2004 – Auxerre c/ Valencia C.F. y Mohamed Lamine Sissoko), de la cual se desprendería que el Tribunal rechazó la aplicación de un Estatuto de Fútbol Profesional en vigor en Francia, por considerar que esos estatutos tienen un alcance nacional y no pueden tener efecto en otro estado.-

Consideró, entonces, la Cámara que no necesariamente debe tenerse en cuenta los convenios, normas y/o acuerdos, convenios colectivos pertinentes existentes a nivel nacional, de conformidad con el artículo 25 inciso 6 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia del Jugador (Edición 2005).-

Varios son también, a nuestro entender, los errores cometidos por la Cámara de Resolución de Disputas en esta oportunidad.- a) En primer lugar, la sentencia del Tribunal Arbitral a que hace referencia la Cámara, estableció que las reglas de la norma francesa son de alcance nacional pues así lo establece expresamente la carta francesa.- Ello no sucede con el Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo, el cual, en varias de sus normas, hace referencia a situaciones internacionales.- A solo vía de ejemplo, el artículo 18 del Estatuto Uruguayo establece expresamente que en caso de darse las circunstancias allí previstas, el jugador quedará libre para enrolarse en

5 cualquier institución uruguaya o extranjera; a “contrario sensu”, en caso de no darse las circunstancias allí establecidas, el jugador no quedará libre de enrolarse en ninguna institución uruguaya o extranjera.- b) En segundo término, el Tribunal Arbitral del Deporte lejos estuvo de considerar que los estatutos nacionales no son de aplicación fuera de las fronteras del país, como parece afirmarlo la Cámara de Resolución de Disputas.- En efecto; en la sentencia de referencia (Auxerre c/ Valencia C.F. y Mohamed Lamine Sissoko), el Tribunal estableció en su numeral 46 que pertenecía a la Cámara de Resolución de Disputas tener en cuenta la norma francesa, según lo ordenaba en ese entonces el artículo 43 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA (hoy artículo 25 del Reglamento Edición 2005).- Afirmó también, que tal disposición no autorizaba a la Cámara a ignorar los acuerdos u otras disposiciones de orden nacional, con el solo motivo que se encuentran en presencia de una transferencia Internacional.-

Es claro que para el Tribunal Arbitral del Deporte, el artículo 25 del Reglamento de FIFA no autoriza a la Cámara de Resolución de Disputas a ignorar las normas nacionales.- c) Finalmente, y en concordancia con lo expuesto por el Tribunal Arbitral del Deporte, entendemos que el artículo 25 inciso 6 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia del Jugador (Edición 2005), no le confiere a la Cámara de Resolución de Disputas la potestad de tener o no en cuenta los convenios, normas y/o acuerdos y los convenios colectivos pertinentes existentes a nivel nacional.- La norma es clarísima; establece para la Cámara la obligación de tener en cuenta (“tendrá en cuenta”) las normas nacionales.-

Ello, además, es acorde con la obligación impuesta por la propia FIFA a las asociaciones de incluir en sus reglamentos los medios apropiados para proteger la estabilidad contractual, con el debido respeto a la legislación nacional obligatoria y a los convenios colectivos (artículo 1, numeral 3 literal b del Reglamento Sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores).- Ningún sentido tendría que la FIFA obligara a las Asociaciones a respetar las normas nacionales en sus Reglamentos, si luego, la propia FIFA, no las respeta.-

B) La aplicación subsidiaria del artículo 41 del Estatuto Uruguayo.-

El artículo 41 del Estatuto establece que en caso de falta de pago de sueldos, los jugadores podrán presentarse ante la AUF a reclamar sus haberes debidos; y en caso que el Club no los abonara en el plazo de 90 días, el jugador podrá optar por quedar libre.- Por supuesto que se trata de un procedimiento ante los Tribunales Arbitrales de la AUF, en el cual, entre otras cosas, se le da vista a los clubes para tener el derecho de defensa, y finaliza con una resolución de la AUF, a menos que el club reclamado se allane a la reclamación.-

Recordemos también, conforme lo dijéramos en el capítulo de Hechos, que con fecha 14 de marzo de 2005, los jugadores se presentaron ante la AUF, junto con una Escribana, y levantaron un acta de constatación, de la cual surge que la AUF no realizó el pago de los haberes debidos.-

6 Por tal razón, la Cámara estableció en forma subsidiaria que, aún en el caso de que existiera una hipotética relación contractual luego del 31 de enero de 2005, la misma habría finalizado igualmente con anterioridad a la firma de los contratos con el París Saint Germain F.C., en virtud de lo dispuesto por el citado artículo 41 del Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo, ya que los jugadores se habrían presentado a reclamar sus haberes en la AUF el 14 de marzo de 2005, a través de un acta notarial de constatación, mientras que tales haberes se habrían depositado con posterioridad a los 90 días de dicha acta.

Veamos qué dice el acta notarial para determinar si la misma consistió en la reclamación prevista por el artículo 41:

“ACTA DE SOLICITUD:...... SEGUNDO: En consecuencia solicitamos a la suscrita Escribana: a) que se constituya en el día de hoy conjuntamente con nosotros en la Asociación Uruguaya de Fútbol sita en la calle Guayabo 1531 de esta ciudad, y constate si se hace efectivo el pago de los haberes y demás adeudos que el Club Atlético Peñarol mantiene con nosotros...... ”

“ACTA DE CONSTATACION:...... Fuimos atendidos por dos personas quienes dijeron ser el Contador Ricardo Rodríguez y el Doctor Olmos, a quienes me presenté manifestando mi nombre y el cometido de la presente acta, comprobando que no se procedió a pago de clase alguna. Para constancia suscribo de conformidad.” (Los subrayados son nuestros.-)

Es claro que dicha acta no implica reclamación de tipo alguna.- En Uruguay, al igual que en prácticamente todos los países del mundo, una reclamación de deuda se efectúa a través de una intimación precisa, al mismo deudor, de los conceptos y montos que se reclaman.-

Asimilar dicha acta a una reclamación o intimación es a nuestro entender una verdadera “atrocidad jurídica”.-

La reclamación de los jugadores se realizó, conforme lo dicho también en el capítulo de Hechos, en los meses de junio y julio de 2005; y en virtud de tales reclamaciones, Peñarol depositó las sumas reclamadas en el mes de agosto de 2005, dentro del plazo de 90 días.-

Por otra parte, es importante recalcar que Peñarol siempre informó que los haberes estaban a disposición de los jugadores en la Sede del Club, lugar donde habitualmente cobran todos los jugadores de fútbol uruguayo.-

C) Contrarias al Artículo 2 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA.

Finalmente, la Cámara de Resolución de Disputas consideró necesario recordar que, de conformidad al artículo 2, inciso 2 del citado Reglamento, una relación contractual entre un jugador y un club debe basarse siempre en un contrato escrito.-

Es claro que en el caso que nos ocupa, los jugadores Bueno y Rodríguez tenían contrato escrito con el Club Atlético Peñarol y registrado ante la AUF, y que como consecuencia de

7 las renovaciones automáticas se extendió su plazo, y tan solo su plazo, hasta el 31 de diciembre de 2006.-

Las normas uruguayas no violan el citado artículo 2 del Reglamento de la FIFA, en tanto las renovaciones automáticas establecidas en la ley, lo único que hacen es prorrogar el plazo del contrato ya celebrado por escrito y registrado ante la AUF; pero el contrato sigue siendo el mismo contrato escrito y registrado, con las mismas obligaciones estipuladas entre las partes.-

D) No tuvo en cuenta hechos relevantes ocurridos con posterioridad a las renovaciones automáticas.

Además de los dicho precedentemente, debemos agregar que la Cámara de Resolución de Disputas no tuvo en cuenta –ni se refirió a ellos- varios hechos que prueban que los jugadores Carlos Bueno y Cristian Rodríguez, y su propio representante, aceptaron, sin ninguna oposición, a la renovación automática de sus contratos.-

Ellos fueron, en forma sintética: a) Los jugadores recién impugnaron y se opusieron a las prórrogas automáticas en el mes de octubre de 2005, 10 meses después de haberse producido, cuando no se le confirió la inscripción provisoria en el PSG. b) Los jugadores jugaron partidos oficiales en el mes de febrero de 2005 por el Club Atlético Peñarol por la Copa Toyota Libertadores de América.- Recordemos que para poder jugar tales partidos oficiales, es necesario que los jugadores tuvieran contrato vigente.- c) Los jugadores reclamaron en el mes de junio y julio de 2005 haberes correspondientes a marzo de 2005 actualizados por el IPC, actualización que solo se lleva a cabo si se produce la prórroga automática de los contratos.- d) Los jugadores solicitaron a la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales, ante la declaración en rebeldía impuesta por el Club, que intercediera para obtener la libertad contractual de ellos como consecuencia de un supuesto incumplimiento contractual de Peñarol. - Si lo que requirieron era obtener la libertad contractual por un supuesto incumplimiento de Peñarol, entonces se desprende claramente que para los jugadores, en ese momento, existía un contrato vigente con el Club Atlético Peñarol.- e) El jugador Carlos Bueno realizó declaraciones ante la prensa manifestando que su deseo era que el Club Atlético Peñarol lo vendiera.- f) El representante de los jugadores, Francisco “Paco” Casal intentó hasta el mes de julio de 2005 adquirir del Club Atlético Peñarol, los derechos federativos de los jugadores Bueno y Rodríguez, habiendo ofrecido hasta la suma aproximada de U$S4.000.000 por los mismos.- Si los jugadores eran libres a partir del 31 de diciembre de 2004, por qué razón el agente de los mismos, ofrecía con posterioridad a Peñarol una suma de tal importancia?

8 Si analizamos tales hechos en forma global y en su conjunto, debemos concluir necesariamente que, de acuerdo a las reglas de la equidad, razonabilidad y de la sana crítica, los jugadores aceptaron, sin oposición, las prorrogas automáticas de sus contratos.-

Lamentablemente, la Cámara de Resolución de Disputas omitió detenerse en tales hechos.- Se refirió tan solo a la participación de los jugadores en los partidos oficiales de febrero de 2005, tomándolos como un hecho aislado, y estableciendo que los jugadores habrían jugado tales partidos, por encontrarse en la etapa de tratativas.-

En este sentido, la Cámara de Resolución de Disputas omitió aplicar principios generales y fundamentales de Derecho como el “Principio de los Actos Propios”, el “Principio de la Ejecución de Buena Fe en los Contratos”, y el principio que establece que los actos posteriores de los otorgantes de un contrato sirven para explicar la intención de las partes al momento de celebrar el mismo. -

4. EL INFORME LEGAL O PERICIA DE PROFESOR PORTMAN.

4.1. Antecedentes.

Las decisiones de la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA, dictadas el día 24 de octubre de 2005, generaron gran preocupación en todas las Asociaciones o Federaciones de Fútbol de Sudamérica.- Tales resoluciones ponían en jaque a casi todo el sistema del fútbol profesional sudamericano, un fútbol de escasos recursos económicos, que se abastece casi exclusivamente de las transferencia internacionales, y que en la gran mayoría de los países, el instituto de la prórroga automática a favor de los clubes es el eje de la contratación.

Por tal motivo a fines del mes de noviembre de 2005, se llevó acabo en la Confederación Sudamericana de Fútbol una reunión de todas las asociaciones miembros junto con el departamento legal de la FIFA, para buscar una solución a este tan importante tema.- De dicha reunión, y de otra mantenida en la propia FIFA el mes de diciembre de ese mismo año, surgió la creación de una comisión integrada por miembros del departamento legal de la FIFA, representantes de la Confederación Sudamericana de Fútbol y representantes de todos los jugadores profesionales (FIFPRO), que sesionó en el mes de enero de 2006, y que resolvió realizar una consulta específica al Profesor Dr. Portman, abogado especialista en derecho laboral y civil Suizo.-

4.2.- El objeto de la consulta.-

Dicha consulta, que se llevó a cabo a pedido expreso del Abogado Heinz Tännler, Director de los Servicios Legales de la FIFA, solicitó expresamente al Perito que se expidiera respecto a si era válida o no la cláusula de la prorroga automática de los contratos otorgada tan solo a favor de los clubes, si la misma era estructurada de la siguiente forma: a) Con una prórroga limitada a un máximo de dos años;

9 b) el ejercicio de la primera opción a realizar un mes antes de finalizado el plazo original, y en caso de segunda opción, dos meses antes de finalizado el plazo; c) establecer las condiciones en el propio contrato, y en caso de prorroga las condiciones no podrían ser peores que las condiciones originales, y el salario debe aumentar en forma adecuada; d) la opción debe ser compensada con un porcentaje adecuado del salario real, y debe ser pagada al firmar el contrato original. e) la cláusula de opción a favor del empleador debe aparecer en el contrato como último numeral y en negrita antecediendo a la firma del jugador. Deberá constar además que el jugador ha entendido la cláusula de opción unilateral y que es conciente de las consecuencias que entraña en todo sentido. f) en el contrato laboral, con impresión en letra negrita al final del contrato deberá constar expresamente que se aplicará a la relación contractual las normas que rigen en cada asociación nacional y/o orden jurídico de cada estado incluyendo los convenios colectivos validos y acuerdos individuales.

4.3. El Resultado de la Pericia.-

El resultado de la Pericia o Informe Legal, fechado en el mes de febrero de 2006, fue recién conocido por la Confederación Sudamericana de Fútbol en el mes de abril de ese mismo año.-

La pericia consta de dos partes claramente diferenciables:

a) una primera parte general (Capítulo IV: “Dictamen sobre el Principio de la Cláusula de la Opción Unilateral” de página 5 a página 16); y

b) una parte específica relativa a la estructuración de la cláusula de opción unilateral, cuyo dictamen fuera solicitada especialmente por la FIFA (Capítulo V).-

Ahora bien; nos detendremos a analizar la primera parte de la Pericia, ya que ella es la que importa para el caso de Bueno y Rodríguez; la segunda parte de la pericia que refiere específicamente a la estructuración de la cláusula propuesta por la FIFA no es de relevancia para este caso.-

Podemos adelantar que, si analizamos correctamente la primera parte de la Pericia podremos concluir que, de acuerdo al Profesor Dr.Portman, el derecho que debió aplicar la FIFA en el caso Bueno y Rodríguez, debió ser el Derecho Uruguayo.-

Establece el Perito en la página 7 de su Pericia:

10 “El Derecho – FIFA no contiene ninguna norma, la cual regule la admisibilidad de una cláusula de opción unilateral.”

Esta primera conclusión del Profesor Dr.Portman, es de suma importancia; no existe norma alguna en el Reglamento Sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de la FIFA que prohíba la renovación automática y unilateral de los contratos.- Ello, echa por tierra muchos de los fundamentos en que la Cámara de Resolución de Disputas se basó para dictar sus decisiones.-

Continuando con el Peritaje, y una vez que se concluye que no existe norma FIFA que regule las renovaciones automáticas, el Profesor Dr.Portman, remitiéndose a lo establecido por el artículo 187 par.1 IPRG (La ley Federal Suiza del 18 de diciembre de 1987 sobre el Derecho Privado Internacional), afirma que (Página 7):

“Por lo tanto, se deben invocar el derecho material estatal elegido por las partes contratantes así como los convenios colectivos y acuerdos entre las partes (convenios laborales). En el presente contexto, se asume que las partes (el club y el jugador) eligen el derecho de un país sudamericano en cuanto al fondo. También se aplicaría este derecho, en la ausencia de un convenio sobre el derecho aplicable a razón de la fuerte relación entre las circunstancias y antecedentes del caso y un país sudamericano.- (Los subrayados nos pertenecen).-

Es decir que el Dr.Portman, basado en el artículo 187 par.1 IPRG (La ley Federal Suiza del 18 de diciembre de 1987 sobre el Derecho Privado Internacional), concluye que en caso que no hubiera un convenio entre las partes sobre el derecho a aplicar, se debe aplicar el derecho del país con el cual los antecedentes y circunstancias del caso tengan la más fuerte relación.-

En es caso Bueno y Rodríguez, el Derecho Uruguayo era el derecho con el cual los antecedentes y circunstancias tenían más fuerte relación, pues se estaba discutiendo la vigencia o no de contratos celebrados en , Uruguay, entre jugadores uruguayos y un club uruguayo, a ejecutarse en Uruguay.-

El perito continúa afirmando en su Dictamen:

“Una opción unilateral podría ser considerada admisible si no contraviene el derecho laboral del país sudamericano en cuestión, los convenios colectivos aplicables en acuerdo al derecho del país y acuerdos entre las partes, así como las normativas de la relevante asociación nacional.-”

De más está decir que las prórrogas automáticas establecidas en el Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo, no contravienen normas uruguayas, dado que dicho estatuto es un Convenio Colectivo Uruguayo, con fuerza de ley de orden público.-

Finalmente, el Dr.Portman afirma (Página 7):

11 “Si los requisitos antes mencionados están dados, se debe examinar si el resultado no viola el Orden Público (Ordre Public) y si una norma coercitiva del Derecho Suizo no impide la aplicación del Derecho Sudamericano.”

Es decir que, como lo establece el Dr.Portman, las normas uruguayas de opciones unilaterales eran válidas y de aplicación, siempre que no violaran el orden público, o siempre que una norma coercitiva del derecho suizo no impidiera su aplicación.-

Y a este respecto, el perito, profesor Dr.Portman, fue contundente en su conclusión.-

Afirmó en su pericia que las cláusulas de opción unilateral no pueden interpretarse como violación del Orden Público Internacional como tampoco como infracción del Orden Público Suizo (Página 14, letra d) Resultado).-

Y, en la página 16 (d) Resultado) estableció que el principio de la paridad de rescisión contenida en el artículo 335ª OR no es considerada una norma internacional obligatoria.-

En cuanto a la segunda parte de la pericia, es decir aquélla que trata sobre la consulta específica efectuada por la FIFA respecto a la estructuración de la cláusula de renovación automática, el Profesor Portman establece que las cláusulas de renovación automática establecidas a favor de los clubes, no deben ser excesivas; y que la estructuración propuesta por la FIFA, evita que las mismas sean consideradas excesivas.-

Sin embargo, la estructuración propuesta por la FIFA no es preceptiva, en el sentido de que si la misma se realizara en forma distinta a la propuesta, necesariamente debería considerarse no válida.- Por el contrario, se deberá analizar en cada caso concreto si los términos de la cláusula de renovación automática son excesivamente perjudiciales para el jugador.

4.4. Conclusiones acerca de la Pericia.

En definitiva, la Pericia concluye que:

a ) Al no existir norma FIFA que regule las renovaciones automáticas ni convenio entre las partes en cuanto al derecho a aplicar, debe aplicarse el derecho del país sudamericano, por ser éste con quien los antecedentes y circunstancias del caso tienen más fuerte relación.-

b ) El derecho del país sudamericano se aplica tan solo en caso que sus disposiciones no violen el orden público internacional ni el orden público suizo, y que tampoco existan normas coercitivas suizas contrarias a tales disposiciones.-

c ) Las cláusulas de renovación automática unilaterales a favor de los clubes, en tanto no sean excesivas, no violan el orden público internacional ni el orden público suizo, y tampoco existen normas coercitivas suizas contrarias a las mismas.-

12 Si aplicamos las conclusiones de la Pericia del Profesor Portman, pedida expresamente por la FIFA, el derecho a aplicar en el caso de Bueno y Rodríguez debió ser el Derecho Uruguayo, y en consecuencia se debió tener como válidas las prorrogas automáticas establecidas en el mismo, dado que ellas no son excesivas (plazo de prórroga dos años, aumento de salario por el IPC, etc.).-

5. LA RESOLUCION DEL TRIBUNAL ARBITRAL DEL DEPORTE (TAS)

La resolución del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) que confirma las decisiones de la FIFA, reitera los argumentos de la Cámara de Resolución de Disputas, aunque con algunos nuevos fundamentos.-

Sus tres principales argumentos son:

A) La inaplicabilidad de las cláusulas de renovación automática de los contratos establecidos en el Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo, por no aplicarse al caso en cuestión las normas uruguayas.-

B) Aun en caso que se aplicaran tales cláusulas, los contratos con los jugadores se habrían terminado con la Declaración en Rebeldía de los mismos, ocurrida con anterioridad a la firma de los contratos con el Paris Saint Germain F.C.

C) Aún en caso que se aplicaran tales cláusulas y que los contratos no se hubieran terminado con la declaración en rebeldía, se aplicaría igualmente el artículo 41 del Estatuto del Jugador, por lo que los jugadores habrían quedado libres, con anterioridad a la suscripción de los contratos con el Paris Saint Germain F.C.

Analicemos, seguidamente, cada uno de tales fundamentos.

I) La inaplicabilidad de las normas uruguayas.

La sentencia del TAS, luego de realizar un pormenorizado estudio del derecho aplicable al caso, concluye que las normas uruguayas no son de aplicación.-

Para el Tribunal, de acuerdo al artículo 187 de la Ley Federal sobre el Derecho Internacional Privado (LDIP), artículo R58 del Reglamento del TAS, las normas a aplicar serían las siguientes: a) A título principal, el Reglamento de la FIFA en tanto no violenten el orden público internacional; b) A título complementario la Ley Suiza y; c) Luego, también a título complementario, se podrán tener en cuenta las normas uruguayas en tanto no violen las normas de la FIFA, ni el orden público internacional.-

13 De esta forma establece que, si se aplicara el Reglamento de la FIFA, no podría aplicarse las normas sobre renovaciones automáticas y unilaterales de los contratos, pues las mismas, si bien no están prohibidas por dicho reglamento, violarían o estarían en contravención con el “Espíritu del Reglamento de la FIFA”.-

Si a título complementario se aplicaran las normas Suizas, tampoco serían de aplicación las normas sobre prórrogas automáticas uruguayas, pues violarían el principio de paridad de los plazos de rescisión previsto por el artículo 335ª. Inciso 1 del Código de Obligaciones.

Finalmente, las normas uruguayas no serían de aplicación por violar además normas de orden público internacional.-

Nosotros, sinceramente, creemos que existe un error de apreciación en la normativa a aplicar, pues entendemos que todas las disposiciones llevan justamente a la aplicación de las normas uruguayas.-

En primer lugar, si estuviéramos a las normas de la FIFA, al no existir norma que regule o prohíba las renovaciones automáticas, deberíamos acudir a las normas nacionales, normas a las cuales los reglamentos de la FIFA, se remiten constantemente.- Por otra parte, entendemos que no corresponde acudir al “Espíritu de las normas FIFA” como lo hace el TAS, pues ello no lo autoriza el artículo 187 de la Ley Federal sobre el Derecho Internacional Privado (LDIP), ni el artículo R58 del Reglamento del TAS.

Si estuviéramos a lo dispuesto por la LDIP, su artículo 187 establece que debe aplicarse el derecho de elección de las partes, y de lo contrario, las normas de derecho con las cuales la causa presenta los vínculos más estrechos; no existiendo norma prohibitiva alguna en los Reglamentos de la FIFA, el derecho con el cual la causa presenta los vínculos más estrecho es sin duda el Derecho Uruguayo.

Por su parte, si aplicáramos la Ley Suiza, la LDIP ordena en su artículo 121 que los contratos de trabajo están regidos por el derecho del Estado en el cual el trabajador desarrolla habitualmente su trabajo, sin duda la Ley Uruguaya ya que estábamos ante un contrato de trabajo, celebrado en Uruguay, entre uruguayos y a ejecutarse en Uruguay.

En cuanto a la Ley Suiza de fondo, ésta no prohíbe las prórrogas automáticas; la sentencia del TAS hace referencia al artículo 335ª. Del C.O, pero dicha norma establece justamente lo contrario.-

Dice así:

“Los plazos de licencia deben ser idénticos para las dos partes; si un acuerdo prevé plazos diferentes, el plazo más prolongado será el aplicable a ambas partes”.

Recordemos que el Estatuto Uruguayo establece como regla la prórroga automática de los contratos, pero le confiere tan solo al club, la opción de desistir de esa prórroga automática.- Si de paridad hablamos, entonces, debe otorgarse al jugador la posibilidad de desistir de dicha prórroga al igual que el club, o en todo caso, no otorgar a ninguna de las

14 partes la posibilidad de desistimiento; en estos casos las partes estarían en igualdad de condiciones.- Pero la solución nunca sería quitar validez a la prórroga automática en sí.

En todo caso, el plazo más prolongado del contrato, que es el protegido por la norma suiza, es el plazo contractual más los dos años de prórroga establecidos por el Estatuto Uruguayo.

Finalmente, de acuerdo al informe legal o pericial del Dr.Portman en su primera parte (parte general) la ley aplicable a este caso debió ser la ley uruguaya, pues las normas sobre renovación automática y unilateral de contratos, las cuales no son excesivas, no violan el orden público internacional ni el orden público suizo, y tampoco existen normas coercitivas suizas contrarias a las renovaciones automáticas.-

En consecuencia, de haberse aplicado la Ley Uruguaya, como correspondía, debió establecerse que a la fecha de los contratos con el PSG, los jugadores aún mantenían una relación contractual con el Club Atlético Peñarol.-

Lamentablemente, el TAS no tuvo en cuenta dicha pericia, la cual fue realizada a expreso pedido de la FIFA, por lo que ésta debió asumirla como vinculante.

II) La Declaración en Rebeldía.

La sentencia del TAS establece también que, aún cuando fuera de aplicación la ley uruguaya, los contratos con los jugadores Bueno y Rodríguez se habrían terminado con la Declaración en Rebeldía de los mismos, ocurrida el 8 de marzo de 2005, cuatro meses antes de que firmaran los nuevos contratos con el París Saint Germain F.C..-

Para que ustedes puedan entender este argumento, debemos informarles que la Declaración en Rebeldía es una sanción disciplinaria establecida en el Convenio Colectivo Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo, que se aplica en el caso de incumplimientos graves, y que implica las suspensión de las obligaciones de cada una de las partes; por un lado la no prestación de los servicios por parte del jugador y por el otro lado, el no pago de salarios por parte del club; todo ello, por un tiempo prolongado.-

Nos guste o no dicha sanción, lo que no puede hacer el TAS, a nuestro entender, es interpretar la declaración en rebeldía como el fin de la relación contractual; pretender darle ese sentido sería por parte del decisor, abusar de su facultad de interpretar. La declaración en rebeldía no solo no termina el contrato, sino que justamente lo mantiene vigente durante su duración.-

Menos aún puede sancionarse al Club con dicha interpretación, cuando la aplicación de la sanción por parte del Club se realizó en cumplimiento de lo dispuesto por las normas vigentes uruguayas, es decir por el Convenio Colectivo acordado con la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales.-

Debemos recordar además, que la Declaración en Rebeldía resulta de un convenio colectivo logrado por la Mutual y que la modificación de la misma no se encontró jamás entre las reivindicaciones de dicho sindicato; incluso en el año 2004, existió una huelga de aproximadamente dos meses que paró el fútbol uruguayo, pero dentro de las

15 reivindicaciones del sindicato, reiteramos, no se encontraba la eliminación ni modificación de la sanción denominada “Declaración en Rebeldía”.-

Por otra parte, la Declaración en Rebeldía es apelable ante los Tribunales de la Asociación Uruguaya de Fútbol, lo que le permite a los jugadores ejercer el derecho de defensa; en el caso concreto, los jugadores no interpusieron el respectivo recurso de apelación.- Pero además, y en todo caso, los jugadores pudieron haberse presentado ante la Justicia Ordinaria de Uruguay e incluso ante la FIFA, requiriendo la nulidad de la declaración en rebeldía, lo que tampoco hicieron.-

Finalmente, y aún en el caso que la declaración en rebeldía no fuera válida por cualquier razón, (lo cual debería declararse por los órganos jurisdiccionales correspondientes), el efecto de la declaración de nulidad sería volver al estado anterior a la misma, es decir, que los jugadores volvieran a prestar los servicios y que el club les abonara los salarios; pero en ningún caso el efecto de dicha declaración sería dar por terminado un contrato.-

III) Aplicación Subsidiaria del artículo 41 del Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo.

A este respecto nos remitimos a lo expuesto en el literal B, del capítulo 3. relativo a la Resolución de la FIFA.

Sin embargo, debemos agregar también que en la Audiencia celebrada ante el TAS, prestó declaración el Dr.Olmos, quien fuera asesor letrado de la AUF y de la Confederación Sudamericana de Fútbol, y quien recibiera en la AUF a la escribana contratada por los jugadores el día 14 de marzo de 2005.-

El Dr.Olmos en oportunidad de la audiencia celebrada ante el TAS, declaró que el Acta Notarial levantada por los jugadores en esa fecha, en ningún caso se trató de la reclamación prevista por el artículo 41 del Estatuto Uruguayo.-

Ello fue desoído por el Tribunal Arbitral del Deporte.

IV) Hechos que no tuvo en cuenta el TAS.

A este respecto, también nos remitimos a lo expuesto en el literal D) del capítulo 3 relativo a la Resolución de la FIFA.-

Sin embargo, debemos agregar además que, en oportunidad de la audiencia celebrada ante el TAS, los jugadores Bueno y Rodríguez declararon que, antes de firmar los contratos con el Club Atlético Peñarol, fueron debidamente asesorados por sus representantes y que no firmaban ningún contrato sin el debido asesoramiento.

Es decir que antes de firmar los contratos, los jugadores recibieron el correspondiente asesoramiento, y firmaron los mismos teniendo pleno conocimiento de sus consecuencias.-

16 No es posible entonces afirmar que existió un abuso o imposición del Club frente a los jugadores.-

Esta declaración de los jugadores, tampoco fue tenida en cuenta por el Tribunal Arbitral del Deporte.-

6. NUESTRAS CONCLUSIONES FINALES.

Como conclusiones finales, podemos decir que:

 Las resoluciones en cuestión no aplicaron las normas nacionales uruguayas.

 Se condenan las cláusulas de renovación automática unilateral.

 No se tuvo en cuenta el informe Dr. Portman, solicitado por la FIFA.

 No se tuvieron en cuenta principios fundamentales del derecho, como ser el de la buena fe en la ejecución de los contratos y la teoría de los actos propios.

 Tanto la FIFA como el TAS interpretaron hechos y actos jurídicos ocurridos en Uruguay, en forma errónea y confiriéndoles un valor muy distinto al que se les confiere en nuestro país y en Sudamérica.

7. SUGERENCIAS .

Finalmente, creemos de importancia realizar algunas sugerencias para el futuro.-

En primer lugar, sugerimos recibir o dar un asesoramiento integral en los contratos entre los clubes y el jugador; antes de la firma, en la firma y luego de la firma del mismo.-

Antes de la firma, dejando bien en claro las condiciones del mismo, y sus consecuencias. Debe actuarse de buena fe, sin ocultar a la otra parte información.-

En la firma, incluyendo cláusulas claras que establezcan la forma en que se regulará el contrato.- A nuestro entender, son cláusulas fundamentales, aquéllas que establezcan: a) el derecho a aplicar en caso de interpretación o controversia; b) el conocimiento por parte del jugador de las consecuencias de la firma del contrato; c) la comparecencia y firma del asesor letrado de cada parte, (en el caso del jugador también puede ser de su agente), y la declaración de éstos de que asesoraron debidamente a sus clientes; etc.

Luego de la firma, y una vez que haya surgido la controversia o discusión en cuanto a la interpretación del mismo, el asesoramiento es imprescindible, dado que todos los actos o hechos que se realicen, serán luego analizados e interpretados a su manera por los órganos jurisdiccionales de la FIFA y por el TAS.-

17 Finalmente, y para los abogados que entiendan en el futuro en este tipo de controversia, sugerimos que conozcan el Derecho Suizo. Más allá de lo que técnica y jurídicamente corresponda (aplicar o no el Derecho Suizo a contratos celebrados entre sudamericanos en Sudamérica, a ejecutarse en Sudamérica), la realidad nos mostró que tanto la FIFA como el TAS aplicaron en el caso Rodríguez – Bueno contra Peñarol, el Derecho Suizo.-

Nos guste o no, esa es la realidad actual, más allá de lo que podamos hacer todos juntos para cambiarla.-

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