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UNIVERSIDAD CENTRAL “MARTA ABREU” DE LAS VILLAS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA

Trabajo de Diploma

Título: El Patrimonio Intangible. La Significación cultural de La Parranda para los jóvenes de Zaza del Medio.

Autora: Lisandra Martínez- Moles Padrón.

Tutoras: Msc. Darmis Machado Machado Lic. Dayana Mesa Martínez Curso: 2011-2012

Pensamiento

“Hay que hacer un esfuerzo muy grande, todos mancomunados para que nuestras fiestas populares no desaparezcan, porque son la imagen más auténtica de nuestra cultura”.

Miguel Barnet.

“No descuidemos las tradiciones...expresión de respeto por nuestras raíces, nuestros ancestros y nuestra cultura”.

Programe de la TVC; Hurón Azul.

I

Dedicatoria

A mis padres por ser las personas que han estado a mi lado en los momentos buenos y malos, por hacer posible mi sueño de estudiar una carrera universitaria y por darme toda la confianza y el amor del mundo.

A mi abuelita, que a pesar de estar en cama permanentemente, siempre se preocupa por mi desempeño en el ámbito educativo.

II

Agradecimientos

A mis tutoras Darmis Machado y Dayana Mesa por la paciencia y el tiempo dedicado a la realización de este proyecto. A todos los profesores que de una forma u otra contribuyeron a mi formación profesional. A todos mis compañeros de estos cinco años por brindarme su amistad, en especial a mis amigas Yulia y Aylén.

A mi familia por estar cerca siempre que lo necesitara.

A mi novio por darme apoyo y mucho amor durante la realización de esta investigación.

A todos los que de una forma u otra contribuyeron en la realización de la investigación.

III

Resumen

El rescate de tradiciones, la conservación del patrimonio y el mantenimiento de la cultura local de los pueblos es una preocupación vigente en todo el mundo ya que constituyen las formas como los seres humanos desarrollan su vida, construyen su mundo y por tanto su identidad cultural. La conservación del patrimonio intangible, específicamente las fiestas populares tradicionales como La Parranda, es de suma importancia, pues constituye una gran fuente de riquezas y conservación de información sobre el pasado que permite comprender y explicar el presente en que viven las nuevas generaciones que a la vez son las encargadas de conservarlo en el futuro.

En la presente investigación a través del uso del enfoque materialista dialéctico, que permite la utilización de técnicas cualitativas y cuantitativas como la entrevista en profundidad, la observación, el análisis de documentos y la encuesta, se pretende analizar la significación cultural que tiene La Parranda como patrimonio intangible para los jóvenes del Consejo Popular Zaza del Medio y contribuir a su conservación, pues ha sido una tradición que se ha visto afectada en varias ocasiones por falta de recursos o presupuesto que debe suministrar las instituciones políticas y culturales que rigen en la localidad.

La investigación permite demostrar la importancia que tiene la tradición para la acción de los jóvenes, sus necesidades, intereses, relaciones sociales, universo simbólico, identidad cultural y sus prácticas culturales en general.

IV

Índice

Introducción ...... 1 Capítulo I: Fundamentos teóricos metodológicos referentes a cultura y patrimonio intangible...... 6 I.1: La cultura: un acercamiento desde la Sociología ...... 6 I.2: El patrimonio cultural. La importancia de su conservación...... 16 I.3: La cultura popular. Las fiestas populares como tradición ...... 22 I.3.2: Las Parrandas como fiestas populares tradicionales...... 30 Capítulo II: Fundamentos metodológicos conceptuales de la investigación ...... 34 II.1: Metodología y Técnicas: ...... 34 II.2: Diseño de Investigación: ...... 36 II.3: Selección de la Muestra: ...... 37 II.4: Conceptualización y operacionalización de las variables: ...... 38 II.5: Análisis de resultados ...... 42 5.1- El contexto histórico cultural del Consejo Popular Zaza del Medio:...... 42 5.1.1- De su población e historia: ...... 43 5.2- La Parranda como patrimonio intangible del Consejo Popular Zaza del Medio ...... 48 Conclusiones ...... 59 Recomendaciones ...... 60 Bibliografía ...... 61 Anexos ...... 69

V

Introducción

Existe en el mundo una preocupación creciente por el rescate de tradiciones, la conservación del patrimonio y el mantenimiento de la cultura local de los pueblos como forma de lucha contra la penetración imperialista, que no solo se reduce al marco económico, sino que ya está irrumpiendo hasta lo más hondo de los modos de vida de los países subdesarrollados.

La conservación de la cultura, que identifica a cada pueblo, debe ser preocupación fundamental de la sociedad, ya que la cultura es la forma como los seres humanos desarrollan su vida y construyen su mundo.

El hombre es el creador de su propia historia y siempre ha experimentado especial atención por todo lo que le provoca placer, entretenimiento y engrandece lo bello de ahí la importancia que tiene la conservación del patrimonio cultural de cada localidad. (Tangible e intangible)

El patrimonio local devela diferentes etapas de una cultura, que llega a la actualidad convertida en una auténtica tradición. Este constituye una gran fuente de riquezas y conservación de información sobre el pasado que permite comprender y explicar el presente en que viven las nuevas generaciones que a la vez son las encargadas de conservarlo en el futuro.

Las tradiciones culturales son de vital importancia, contienen elementos claves para el rescate de la diversidad de costumbres, hábitos y prácticas que caracterizan y definen al sujeto de una nación, permiten lograr una cultura general y no perder el legado histórico de actividades y anécdotas propias de los antepasados. (Reyes, 2010: 12)

Debido a la importancia de estas es preciso multiplicarlas y salvaguardarlas en toda su magnitud, teniendo presente las necesidades espirituales de la población, así como los gustos y preferencias específicos de cada región del país.

1 Es importante mencionar que las tradiciones culturales son imprescindibles para el ser humano y que facilitan la formación cultural de la generación joven además de socializarla, forman parte de la cultura popular de cada región y conforman la identidad cultural que identifica a cada pueblo ante el mundo.

Para la Sociología cubana el estudio de las tradiciones culturales permite comprender y explicar los comportamientos, representaciones y fenómenos de la sociedad en la actualidad y constituyen, en muchas ocasiones, un reflejo del pasado.

En Cuba existe una gran mezcla de culturas: española, africana, china, que conforman el ajiaco cubano, como diría Fernando Ortiz, y que se reflejan en la cultura popular cubana, estas se mantienen a través de diferentes tradiciones que caracterizan y están latentes en cada región del país.

Para conservar las tradiciones, que conforman la cultura nacional, existen diversas políticas culturales que a través de la producción, suministro y distribución de los recursos culturales crean unos servicios culturales de mayor acceso para la población. Las políticas promueven la búsqueda de un sujeto cultural participativo sobre la base de la diversidad cultural.

Las líneas generales de las políticas culturales son la defensa y desarrollo de la identidad nacional y la vocación universal y profundamente latinoamericana y caribeña de la cultura nacional; la conservación y difusión del patrimonio cultural; el reconocimiento a la diversidad cultural, la creación por diferentes vías y lenguajes, el fomento y estímulo a la creatividad artística y literaria; el respeto y apoyo al protagonismo de las comunidades en la conducción de sus procesos socioculturales.(Hart, 2001: 37)

Estas políticas culturales tienen como objetivo el desarrollo del factor humano y de su calidad de vida, en general tratan de favorecer el desarrollo humano más pleno sobre todo a nivel comunitario. (Hart, 2001: 37)

Dentro del programa de políticas culturales, en el país y en las regiones centrales, se encuentra la conservación de las fiestas populares, específicamente de las parrandas. Las parrandas son fiestas que se han convertido en una tradición que

2 el pueblo no debe perder, pues pone en función de los jóvenes y demás pobladores que participan de ella, normas, valores, creencias y tradiciones que son usadas para establecer modos de pensar, sentir y actuar, maneras de relacionarse y comportarse, que conforma la identidad cultural.

La Parranda fue introducida en Cuba en los albores del siglo XIX por los españoles. Como fiesta tradicional tiene su origen en la villa de San Juan de los Remedios. Cada año el pueblo espera por esta bella fiesta que sigue siendo, desde hace años, el alma que rige su cultura popular.

La Parranda es trasladada al territorio de la provincia de Sancti-Spíritus donde existen diversos pueblos que mantienen vigente esta tradición, son estos: Guayos, Yaguajay y Zaza del Medio. Fue introducida en la región central debido a las migraciones de los remedianos en busca de trabajo; al asentar sus vidas en estas localidades no quisieron dejar atrás sus raíces y trajeron consigo esta tradición popular. La fiesta adquirió en cada pueblo características autóctonas, pero en todas sus expresiones, manifiestan los mismos elementos.

En el Consejo Popular Zaza del Medio existe una preocupación por el mantenimiento de su patrimonio cultural, debido a su importancia en la formación de la identidad local y el papel que juega en la sociedad actual, donde la cultura es generadora de nuevos valores y normas que caracterizan a una sociedad.

La Parranda como patrimonio cultural de la localidad zaceña tiene un gran significado para el pueblo como articuladora de relaciones sociales diversas, como capital simbólico repleto de significados y valores socialmente compartidos por los individuos que en ella participan; valores que se expresan en sus mentalidades y prácticas sociales, en los modos en que piensan y se representan a sí mismos, a su contexto social y al mundo que los rodea. La Parranda es la máxima expresión cultural de Zaza del Medio y hace particular la cultura de este pueblo por las raíces socio-históricas que recrea y que identifican a sus pobladores.

A pesar de la importancia que tiene para su pueblo, la tradición parrandera ha sufrido transformaciones por causa de la difícil situación económica que tiene el

3 país y debido a la ausencia de recursos materiales necesarios para realizarla, se ha suspendido en años anteriores.

En la presente investigación, debido a la preocupación de los pobladores por mantener esta fiesta a pesar de las dificultades económicas y la importancia que representa para los mismos, se plantea como problema:

Planteamiento del problema: ¿Qué significación cultural tiene La Parranda, como patrimonio intangible para los jóvenes del Consejo Popular Zaza del Medio?

Objetivo General: Analizar la significación cultural que tiene La Parranda, como patrimonio intangible, para los jóvenes del Consejo Popular Zaza del Medio.

La investigación contribuye al desarrollo de las políticas culturales advirtiendo sus consecuencias no queridas, ajustándolas a las demandas de la población y propiciando el logro de sus objetivos. Demuestra la importancia que tiene esta tradición para la acción de los ciudadanos, sus necesidades, intereses, relaciones sociales, universo simbólico, identidad cultural y sus prácticas culturales, por lo que es necesaria su conservación.

La novedad investigativa radica en el estudio desde la perspectiva sociológica del significado que tiene La Parranda de Zaza del Medio para los jóvenes. El alcance social de sus resultados está en que permitirá la construcción de la memoria histórica cultural del poblado de Zaza del Medio con respecto a La Parranda.

En la localidad se han realizado estudios sobre La Parranda desde la perspectiva sociocultural con el propósito de identificar las transformaciones artísticas- culturales ocurridas en La Parranda de 1930 al 2007 y desde la perspectiva educativa que tenía como objetivo desarrollar el interés de los adolescentes por La Parranda. Estos estudios sirvieron de referentes teóricos, pero constituyen investigaciones que se olvidan de la arista sociológica, lo que evidencia un vacío en el conocimiento, pues no aborda la significación de La Parranda para sus pobladores y en especial para los jóvenes que son sus máximos conservadores en el futuro.

4 El actual estudio constituye un antecedente para futuras investigaciones, para perfeccionar esta tradición, hacerla más duradera y demostrar lo importante que es conservarla para el pueblo, ya que La Parranda se ha visto transformada y de alguna manera estas transformaciones han influido en el sentido de pertenencia de los pobladores, deteriorando así la herencia cultural que se ha transmitido de generación en generación.

En la investigación se utilizará el método dialéctico, haciendo converger técnicas cualitativas y cuantitativas, buscando resultados con mayor veracidad y confiabilidad. Dentro de las técnicas cualitativas se utilizará la observación participante, la entrevista en profundidad y el análisis de documentos, y como técnica cuantitativa se empleará la encuesta.

El presente estudio cuenta con un capítulo teórico que abordará los fundamentos teóricos correspondientes a las variables cultura, patrimonio intangible, cultura popular, cultura popular tradicional, fiestas populares y La Parranda como categoría central de la investigación. El siguiente es el capítulo metodológico que abordará el tema de la selección del método, metodología y técnicas de la investigación, así como de la muestra y las variables que guiarán el proceso de recolección de datos. Este capítulo incluirá también el análisis de los resultados de manera analítica y descriptiva, que permitirán la creación de conclusiones de nuestra investigación.

5 Capítulo I

Capítulo I: Fundamentos teóricos metodológicos referentes a cultura y patrimonio intangible.

I.1: La cultura: un acercamiento desde la Sociología

El término cultura ha sido tratado desde diferentes aristas de las ciencias sociales, debido a su complejidad no se ha logrado concretar una definición específica. A través de la historia diferentes autores han realizado importantes contribuciones a este polisémico concepto, los cuales han estado condicionados por la percepción que cada uno tiene de la sociedad y de la realidad histórica en la que han vivido.

La cultura es el resultado de un proceso histórico que transcurre junto al proceso de surgimiento y desarrollo del hombre como ser social. Sus orígenes son sumamente remotos, comenzando por la significación del trabajo en el desarrollo biológico y social del hombre. La cultura está presente en el interés de los hombres por transmitir y acumular, a largo plazo, sus experiencias.

Antropólogos y sociólogos han demostrado un interés por los estudios sobre la cultura y han tratado en muchas ocasiones de brindar una definición de este término.

La fuerza de la visión antropológica radica en su capacidad para captar el carácter constitutivo de la cultura y reconoce que es autónoma aunque interdependiente, que no consiste en un mero reflejo de las relaciones de producción y, por tanto, incita a estudiarla en y por sí misma. (Bassail, 1997: 23)

El antropólogo Edgar B. Tylor, unos de los principales exponentes de esta teoría, analiza el concepto, teniendo en cuenta todos los elementos que componen la cultura:

La cultura, en sentido etnográfico amplio, es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el

6 hombre en cuanto miembro de la sociedad. (Tylor, 1871; citado en Bohannan y Glazer et al., 2005: 284)

La vigencia de la definición está dada al incluir no solo los conocimientos y el arte, sino además las costumbres, la moral y los hábitos, elementos que integran la cultura de los hombres y que están presentes en toda sociedad.

Según Bronislaw Malinoswki:

La cultura incluye los artefactos, bienes, procedimientos técnicos, ideas, hábitos y valores heredados. La organización social no puede comprenderse verdaderamente excepto como una parte de la cultura. (Malinoswki, 1982: 82)

Se refiere a la manera en que la cultura es heredada en su totalidad, aspecto de significativo valor, pues se ha demostrado que la cultura se hereda. Sin embargo no se hace referencia que la cultura también es producida y que heredada puede ser transformada por los individuos que estén en relación directa con ella.

El antropólogo Malvin Harris, plantea:

La cultura alude al cuerpo de tradiciones sociales adquiridas que aparecen de forma rudimentaria entre los mamíferos, especialmente entre los primates. Cuando los antropólogos hablan de una cultura humana normalmente se refieren al estilo de vida total, socialmente adquirido, de un grupo de personas, que incluye los modos pautados y recurrentes de pensar, sentir y actuar. (Harris, 1981; citado en Bohannan y Glazer et al., 2005: 91)

Este concepto tiene su fortaleza al incluir en su interior las formas de pensar, sentir y actuar, que es heredada y que va marcando pautas en la sociedad donde vive cada individuo, pero una ves más se olvida que la cultura es transformada por los actores sociales en correspondencia a sus necesidades, el tipo de relación que establezcan y del momento histórico en que viven.

La visión de los antropólogos sobre la cultura se caracterizó por una tendencia a la homogeneización de los grupos sociales y a concentrarse en una especie de

7 cultura común, se olvida de los fenómenos como el poder y la dominación y tienen una caída en el relativismo.

Desde la Sociología también se realizaron estudios sobre la definición de cultura donde cada idea tiene su correlato socio-histórico. Los sociólogos clásicos, estudiosos de la modernidad, vieron la cultura ligada a la religión, las artes, la familia, la vida intelectual, la subjetividad y la imaginación de los hombres; que se convirtió después en una categoría de carácter social, proceso de configuración de sociedades y estilos de vida específicos y distintos. Es importante aclarar que los sociólogos tradicionales no desarrollaron un concepto de cultura y no superaron el aislamiento entre la cultura y la vida social material e institucionalizaron a la sociología de la cultura como de la religión y de la educación.

Para Emile Durkheim el concepto de cultura estaba contenido en los hechos sociales, los cuales eran entendidos como las conductas institucionalizadas socialmente, las instituciones sociales, como la familia, sus relaciones, funciones y modos de interactuar. Para éste el hecho social era toda manera de hacer, que ejerce sobre el individuo una coacción, estos hechos debían ser tratados como cosa pues estaban fuera de la conciencia espiritual. (Durkheim, 1988: 63)

Por otra parte Max Weber identifica a la cultura con la acción social y nos explica que el hombre es un animal inserto en tramas de significación constituidas por símbolos. La realidad social es concebida, no como un hecho social dado, sino como una resultante de la construcción y creación cotidiana de actores que interactúan. (Weber, 1979: 41)

Para el autor la acción social estaba cargada de sentido, significación, interpretación y sus efectos anteceden, expresan o recrean las normas, creencias y actitudes aprehendidas. Además se interesó por estudiar las secuencias típico- ideales de imágenes del mundo.

Para el máximo representante del materialismo histórico, Carlos Marx, la cultura era producción en el proceso de vida real como proceso inminentemente cultural. Marx estudió el proceso de producción de la cultura y de la “historia material” a partir del énfasis en el hombre que se hace a sí mismo y la recuperación de la

8 totalidad de la historia hasta entonces concebida como historia de la civilización, las religiones y los estados. (Marx, 1973: 106)

Para la Sociología Clásica, los hechos, las acciones y la producción material estaban dimensionados culturalmente y eran constitutivos de situaciones culturales. Estos elementos eran los que debían ser estudiados por la sociología de la cultura, pero no llegaron a concretar una definición de cultura.

En la sociedad contemporánea se originaron tres movimientos intelectuales en el campo de la investigación de la cultura: la Escuela de Frankfurt, la Escuela de Estudios Culturales británicos y el Posmodernismo.

La Escuela de Frankfurt surgió en 1923, sus miembros fueron un grupo de intelectuales alemanes entre los que se destacaron: Max Horkheimer, Theodore W. Adorno, Herbert Marcuse, Walter Benjamin y Erich Fromm. Esta escuela realizó estudios sobre los efectos sociales e ideológicos de la cultura y de la comunicación de masas en el proceso de industrialización de la cultura. Sus representantes enfatizaron que las industrias culturales, tenían la función ideológica de asegurar la reproducción social de la sociedad capitalista, es decir, de legitimarla ideológicamente. (Bassail, 1997: 28)

Para Herbert Marcuse todos los individuos sin distinción de sexo y de nacimiento y sin que interese su posición en el proceso de producción tienen que someterse a los valores culturales. Para este pensador la cultura es el todo de la vida social del hombre en la medida en que tanto el ámbito de la reproducción ideal (cultura en sentido restringido, el mundo espiritual) como el de la reproducción material (la civilización) constituyen una unidad histórica, diferenciable y aprehensible. La cultura afirma y oculta las nuevas condiciones sociales de vida. (Marcuse, S/A: 3)

La idea de cultura de Marcuse está muy ligada a la idea de belleza, de libertad, la bondad, dirigida hacia el respeto de una historia que ha sido legada, no la relaciona con la producción material, sino con la satisfacción espiritual del hombre, la cual no está encaminada a destruir un orden establecido, sino a la creación de un mundo mejor que identifique a las sociedades y que a la vez las haga particulares.

9 La Escuela de Estudios Culturales británicos surgió en los años ‟60, sus máximos representantes fueron Richard Hoggart, Raymond Williams y Edward P. Tompson, estos situaron a la cultura dentro de una teoría de la producción y reproducción social y explicaron como las formas culturales servían a la dominación social, a la resistencia o luchas contra esa dominación. Sus principales estudios fueros sobre el lenguaje, la literatura y la etnografía de los movimientos sociales y propusieron una definición de cultura que incluyó a los significados y los valores que surgen entre grupos y clases sociales distintas, así como las tradiciones y prácticas a través de las cuales estos significados se expresan. (Bassail, 1997: 31)

Raymond William, dedicó sus esfuerzos a desarrollar una rama de la Sociología que se especializara en la cultura como proceso social abarcador que no solo se dedicara a estudiar por qué los individuos visitan o no los museos, sino que va a las raíces del fenómeno. Para este la cultura es un proceso social total en que los hombres definen y configuran sus vidas. (Williams, 1980: 84)

Raymond Williams asume la cultura: Como el sistema significante a través del cual necesariamente (aunque entre otros medios) un orden social se comunica, se reduce, se experimenta y se investiga. (Williams, 2003: 35)

El último de los movimientos, el posmodernismo, tomó auge como un discurso en los campos de la producción cultural. Se destacaron teóricos como J. Boudrillard, F. Lyotard, G. Vattimo y F. Jameson, estos se refirieron a la importancia que tiene la cultura en los procesos de estructuración de clase y como fuerza motriz de la acción humana. El concepto de cultura se adaptó a una realidad social más fluida y resbaladiza enfatizando el cambio, el conflicto y la inestabilidad frente a la integración, la coherencia y la especificidad. (Bassail, 1997: 33)

Estas tres escuelas de los estudios culturales superan la idea de cultura que tenían los sociólogos clásicos, ya que no solo la ven ligada a la religión, la educación y a la familia, sino como un elemento productor y reproductor de la sociedad, que está presente en toda la vida de los individuos y que además integra formas de sentir, de actuar y conforma un conjunto de tradiciones y costumbres que marcan el curso de la vida social. Además estos investigadores

10 se preocuparon por brindar una definición de cultura que propició la formación de un marco teóricos sobre este tema y le permitió formarse como una disciplina dentro de la sociología.

El discurso sociológico contemporáneo de la cultura se preocupa por explicar la relación entre la sociedad y la cultura que trata de ir más allá del mundo real, en el que insistían los clásicos, para adentrarse en los mundos imaginarios y simbólicos donde están lo virtual y lo posible. (Ibáñez, 1994: 27)

El sociólogo francés, de la contemporaneidad, Pierre Bourdieu define la cultura como un cuestionamiento de la naturaleza social de los conocimientos propuestos y sus implicaciones favorecedoras o no en el devenir social y en las acciones de los agentes sociales. La cultura, entendida como el reino de las formas simbólicas (ideales, materiales e institucionales), es concebida en el plano de la significación como: los capitales simbólicos, los significados y valores compartidos por diversos actores sociales en sus mentalidades, expresados a través de las tradiciones y prácticas sociales dadas en los modos en que piensan y se representan a sí mismos, a los hechos o productos culturales, a su contexto social y al mundo que los rodea (Bourdieu, 2004: 129).

La perspectiva de la investigación se corresponde con el autor al decir que la cultura integra conocimientos, símbolos, significados que se materializan en las tradiciones y prácticas de los individuos, que no son más que el reflejo de cómo piensan y viven en una sociedad determinada. Esta cultura se reproduce y se convierte en un hábito para cada individuo de la sociedad.

Para Bourdieu la cultura es un modo de reproducción, entendida como la tendencia de la sociedad en general y del sistema educativo en particular al reproducirse inculcando en la nueva generación los valores de la generación anterior. Las tradiciones no persisten automáticamente, por inercia, como a veces dicen los historiadores. Son el resultado de un gran esfuerzo por parte de padres, profesores, sacerdotes, patronos y otros agentes de la socialización. El concepto de reproducción cultural dirige la atención al esfuerzo requerido en el momento presente, para mantener una sociedad dada como es. (Bourdieu, 2004: 140)

11 A este concepto se le puede agregar la idea de habitus que también propone Bourdieu, definiéndolo como modelos que permiten a los agentes generar una infinidad de prácticas adaptadas a situaciones infinitamente variables. Es todo el proceso de adquirir y usar lo adquirido. La adquisición expresa las relaciones objetivas entre: las características sociales de aquel que adquiere y la cualidad social de lo adquirido. (Bourdieu, 2004: 140)

La importancia del habitus de Bourdieu está en que lo heredado es usado por las nuevas generaciones, pero que además está condicionado por las características propias de cada individuo y puede ser transformado sin deshacernos del contenido central de lo adquirido.

En una entrevista realizada a Martín Barbero, por Nora Velarde, valoró la dimensión de cultura en términos de cultura cotidiana, para este cultura es cultura popular, esa cultura que la mayoría vive en sus visiones del mundo, en sus valoraciones, en sus modos de sentir, de percibir, de amar, de cocinar, de caminar, tanto como las producciones de la cultura más erudita, más elaborada, más refinada. (Barbero, 1989: 4)

La cultura es la forma en que vive toda persona, que forma además, una identidad que no es estática, va cambiando a medida que los individuos producen y reproducen nuevas necesidades.

La cultura no es solo lo que produce un grupo, sino aquello de lo que se alimenta y lo convierte en él, o sea, no soy solo lo que produzco, sino lo que otros produjeron también, pero es necesario tener en cuenta que no hay posibilidad de ser fiel a una identidad sin transformarla. (Barbero, 1989: 5)

La concepción de cultura ha ido transformándose, en correspondencia con el contexto social en el que se desarrollan los autores e investigadores y en relación con los temas que investigan estos.

Debido a la globalización, los avances tecnológicos, el aumento de los mercados internacionales y el auge en los estudios de desarrollo, la definición de cultura es vista, ahora, no como un bien santuario, como una actividad de los viernes por la

12 noche, en la cual el gobierno tiene que gastar, sino como un recurso para atraer inversiones, generar crecimiento económico y empleos. (Canclini, 2005: 13)

Néstor García Canclini en la Conferencia para el Seminario sobre Cultura y Desarrollo en Washington celebrada en el 2005, expresó: la cultura es un proceso de ensamblado multinacional, una articulación sensible de partes, un montaje de rasgos que cualquier país, religión o ideología puede leer o usar. (Canclini, 2005)

Esta definición no es significante para la presente investigación, pues se caracteriza por una mercantilización de la cultura y está fuertemente ligada al desarrollo económico, aunque él elabora un concepto de cultura histórico- territorial, que sí se considera importante por todos los elementos que incluye, cultura histórico- territorial:

Conjunto de saberes, hábitos y experiencias, étnicas o regionales que siguen reproduciéndose con los perfiles establecidos a través de los siglos, donde los efectos de la globalización son menores. Este incluye el patrimonio histórico, la producción artística y folclórica donde la inercia simbólica es más prolongada. (Canclini, 1991: 54)

La Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO) definen la cultura como aquella concepción de la realidad y aquella sensibilidad hacia ella, adquirida socialmente o inducida, que orienta a los individuos en las diversas situaciones en que se encuentra en el transcurso de su existencia. (Restrepo, S/A: 7)

Aquí vemos cómo la cultura es la forma en que el hombre conoce la realidad y la transforma en correspondencia de sus necesidades y situaciones dadas teniendo en cuenta aquellas normas y valores que han sido heredados.

En el campo de la sociología contemporánea, el concepto de la cultura se construye a partir del patrimonio psíquico, constituido en la interacción social, así, la cultura se define por los proceso espirituales, mientras que la civilización estaría delimitada por los procesos materiales, tecnológicos, prácticos y organizacionales de la acción de una determinada sociedad. La cultura sería el sistema de los fines y la civilización el aparato de los medios. (Restrepo, S/A: 7)

13 Esta definición le brinda gran importancia a aquellos elementos intangibles que son heredados y que van a formar parte de la identidad de un pueblo, dejando a los procesos materiales y los que son construidos por la acción cotidiana del hombre, como formas propias del desarrollo humano, que también forman parte de la cultura de un pueblo, pues estos pautan normas de comportamiento que también son heredadas y transformadas por la nueva realidad.

Para aprender la cultura es necesaria la interacción con otras personas, donde la familia y la escuela juegan un papel importante como principales agentes socializadores.

La socialización es el proceso de aprendizaje por el cual se trasmite la tradición cultural, tanto tangible como intangible, de generación en generación. La transmisión del conocimiento es importante para que el hombre pueda sobrevivir en sociedad. Los grupos humanos y los individuos dentro de estos, tienen percepciones diferentes de la realidad que viven y por lo tanto formas particulares de asumir la realidad, lo cual va a conformar su identidad cultural; a esta se le puede sumar el intercambio entre los pueblos, pues se asumen aquellos logros que abren nuevos horizontes de posibilidad, sin importar mucho a quien pertenezcan.

El vínculo que se establece entre el individuo y la sociedad está dado por las dependencias recíprocas, presentes o precedentes, que modelan y estructuran su personalidad y que definen las formas de afectividad y racionalidad de cada individuo dentro de la sociedad. Esas relaciones sociales están mediadas y son productoras de la cultura. La cultura se constituye y tiene sus efectos en las relaciones sociales diversas. La cultura constituye los símbolos, los significados y los valores socialmente compartidos por actores sociales de diverso tipo, expresados en sus tradiciones, mentalidades, prácticas e instituciones sociales, en los modos en que piensan y se representan a sí mismos, a los hechos o productos culturales, su contexto social y al mundo que los rodea.(Bassail, 1997: 58)

Existen una infinidad de conceptos de cultura que en muchas ocasiones redundan en lo mismo. La perspectiva utilizada en la investigación asume un concepto que

14 recogerá diferentes elementos que se considera abarca la cultura y que se corresponden con la investigación, asumiendo que: la cultura es un conjunto de normas, valores y tradiciones heredados que van pautando el comportamiento de cada individuo en relación con otros individuos y la sociedad, que establece estilos de vida total, socialmente adquiridos de un grupo de personas, que incluye los modos de pensar, sentir y actuar, y que forman la identidad cultural, la cual no es estática, es transformada por el propio individuo en correspondencia con sus intereses.

La selección de este concepto está dada puesto que en esta investigación se aborda el tema de la cultura popular específicamente de las fiestas populares (La Parranda) las cuales son una tradición que ha sido heredada y perpetuada y que conforma la identidad cultural de un pueblo, además establece modos de sentir y de pensar y pone en práctica la capacidad creadora de los individuos. Además, la cultura es un fenómeno que invade a todas las ciudades actuales y constituye una preocupación de toda la sociedad el mantenimiento de una cultura nacional en función del desarrollo social.

La separación de un individuo de su cultura trae consecuencias negativas, pues la falta de una referencia identificadora a un lugar va eliminando en la población la posibilidad de establecer lenguajes de referencia y de representación que activen el enriquecimiento y la recreación de elementos que determinan la elevación de las condiciones de existencia. (Rodríguez, S/A: 32)

La cultura, su identificación con la misma y además poder formar parte activa en ella, a través de proyectos y políticas culturales, eleva las condiciones de vida de todo ser social y le permite sentirse protagonista de su propia vida.

15 I.2: El patrimonio cultural. La importancia de su conservación.

No puede el hombre mirar al futuro si no conoce su pasado, y su pasado radica precisamente en el patrimonio como legado imperecedero de bienes creados o no por la humanidad, cuyo valor y significado van más allá de las fronteras de su tiempo. Por lo que la preservación y conservación del patrimonio constituye una gran preocupación para todo el mundo.

El patrimonio cultural está formado por los bienes culturales que la historia le ha legado a una nación, por los que en el presente se crean y a los que la sociedad les otorga una especial importancia histórica, científica, simbólica o estética. (UNESCO, 1982: 2).

Es la herencia recibida de los antepasados, que viene para ser el testimonio de su existencia, de su visión de mundo, de sus formas de vida y de su manera de ser; es también el legado que se deja a las generaciones futuras.

El patrimonio cultural comprende las edificaciones y los espacios públicos y culturales cuya forma es expresión de la memoria colectiva, arraigada y trasmitida, los que en forma individual o en conjunto, revelan características culturales, ambientales y sociales que expresan y fomentan la cultura y el arraigo social.

Cuando se refiere específicamente al patrimonio cultural, se expresan las manifestaciones de la cultura, de todos aquellos datos que dejan los seres humanos a lo largo de la vida, a través de los cuales se puede conocer su historia. Patrimonio es aquello que identifica a los grupos humanos y aquello por lo que se diferencia a los individuos pertenecientes a distintas etnias. Dichas manifestaciones deben ser reconocidas por los grupos como propias para que puedan considerarse como patrimonio cultural, deben ser aceptadas y asumidas por la colectividad y vistas como forma de vida del grupo. (Torres, 2006: 36)

Considerando que refuerzan la identidad de ciudades y barrios, su protección y recuperación constituyen un imperativo para el fortalecimiento de la identidad y del sentido de pertenencia e integración social de la comunidad con su barrio, ciudad y país. (Alfonso, 2011: 18)

16 El Patrimonio Cultural representa lo que se tiene derecho a heredar de nuestros predecesores y nuestra obligación de conservarlo a su vez para las generaciones futuras.

Dentro del patrimonio cultural se encuentra el patrimonio tangible mueble, que comprende los objetos arqueológicos, históricos, artísticos, etnográficos, tecnológicos, religiosos y aquellos de origen artesanal o folklórico que constituyen colecciones importantes para las ciencias, la historia del arte y la conservación de la diversidad cultural del país. Entre ellos cabe mencionar las obras de arte, libros manuscritos, documentos, artefactos históricos, grabaciones, fotografías, películas, documentos audiovisuales, artesanías y otros objetos de carácter arqueológico, histórico, científico y artístico. (Alfonso, 2011: 20)

El patrimonio tangible inmueble son aquellos lugares, sitios, edificaciones, obras de ingeniería, centros industriales, conjuntos arquitectónicos, zonas típicas y monumentos de interés o valor relevante desde el punto de vista arquitectónico, arqueológico, histórico, artístico o científico, reconocidos y registrados como tales. Estos bienes culturales inmuebles son obras o producciones humanas que no pueden ser trasladadas de un lugar a otro, ya sea porque son estructuras o porque están en inseparable relación con el terreno. (Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, 1999: 5)

El concepto de patrimonio cultural ha ido evolucionando progresivamente desde el Primer Congreso Internacional de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico y Edificación, realizado en Canarias en 1992, ya que ha superado la noción del patrimonio exclusivamente centrado en lo material o tangible para considerar y valorar la importancia del patrimonio inmaterial o intangible. (Donini, 2006: 3)

En el concepto de patrimonio cultural intangible se engloban los aspectos más importantes de la cultura viva y de la tradición. Sus manifestaciones son amplias y diversas ya se refieran a la lengua, las tradiciones orales, el saber tradicional, la creación de cultura material, los sistemas de valores o las artes interpretativas, que los grupos y los individuos que integran una sociedad, reconozcan como parte

17 integrante de su patrimonio cultural. El patrimonio intangible permite consolidar la creatividad, la diversidad y la identidad cultural de un pueblo. (Aikawa, S/A: 6)

Este constituye el patrimonio intelectual: es decir, las creaciones de la mente, así como los patrones de comportamiento y la cultura que se expresa en las técnicas, la historia oral, la música y la . Parte de este patrimonio puede ser conservado a través de fotografías, partituras musicales o bases de datos informáticas. Cabe destacar que los elementos que conforman el patrimonio histórico son testigos de la forma en que una sociedad se relaciona con su ambiente y es un factor identitario colectivo indispensable en tiempo de crisis de valores, que facilita y es necesario para explicar la realidad presente, y avizora un futuro posible y sostenible. (Alfonso, 2011: 21)

Es decir que el Patrimonio Cultural está constituido por todos los bienes y valores culturales que son expresión de la nacionalidad o identidad de un pueblo, tales como la tradición, las costumbres y los hábitos, así como el conjunto de bienes inmateriales y materiales, muebles e inmuebles, que poseen un especial interés histórico, artístico, estético, plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, ambiental, ecológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, científico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico, antropológico y las manifestaciones, los productos y las representaciones de la cultura popular. (UNESCO, 1982: 4).

El Patrimonio Histórico-Cultural de un país, región o ciudad está constituido por todos aquellos elementos y manifestaciones tangibles o intangibles producidas por las sociedades, resultado de un proceso histórico en donde la reproducción de las ideas y del material se constituyen en factores que identifican y diferencian a ese país o región. Es la síntesis de los valores identitario de una sociedad que los reconoce como propios, ello implica un proceso de reconocimiento intergeneracional de unos elementos como parte del bagaje cultural, y su vinculación a un sentimiento de grupo. En ese instante el bien concreto estará a salvo, aunque sea momentáneamente y si bien su conservación no estará garantizada, al menos la

18 sociedad sentirá como propia su destrucción y su pérdida, por lo que se sentirá más involucrada. (UNESCO, 1982: 5).

La UNESCO es la entidad responsable de la protección jurídica internacional del Patrimonio Cultural. Esto lo hace a través de la administración de diversas convenciones que protegen los bienes culturales en conflictos armados, impiden la importación y exportación ilícitas, y protegen el patrimonio subacuático. También realiza esta labor a través de diversas recomendaciones para la protección del Patrimonio Cultural (once en total) y de la administración del Comité Intergubernamental para fomentar el retorno de los bienes culturales a sus países de origen o su restitución en caso de apropiación. (UNESCO, 1972:12).

La “Convención para la protección del Patrimonio Cultural y Natural del Mundo” fue adoptada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO, el 16 de noviembre de 1972, cuyo objetivo es promover la identificación, protección y preservación del Patrimonio Cultural y Natural de todo el mundo, el cual es considerado especialmente valioso para la humanidad. Como complemento de ese tratado fue aprobada por la UNESCO el 17 de octubre de 2003, la “Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial”. (UNESCO, 1972:12).

Para rescatar el pasado son necesarias tanto las herramientas económicas como las legales. También es preciso contar con información y conciencia para evitar caer en la conservación de edificios o lugares despojados de su uso y significados originales.

El patrimonio intangible, es el que en realidad ocupa el centro de nuestra investigación y específicamente lo referente a la cultura popular como tradición encargada de perpetuar una identidad cultural.

Este patrimonio cultural intangible se transmite de generación en generación y es recreado y transformado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto

19 de la diversidad cultural y la creatividad humana. Además que constituye una riqueza común a toda la humanidad. (UNESCO, 2010: 6)

El patrimonio cultural intangible, se manifiesta en particular en los ámbitos siguientes (UNESCO, 2010: 6):

a) tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial

b) artes del espectáculo

c) usos sociales, rituales y actos festivos

d) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo

e) técnicas artesanales tradicionales

El individuo es el que construye y ordena el mundo que le rodea a partir de la experiencia que ha recibido y ha sido capaz de crear, y lo pueblan de tradiciones, o sea, los seres humanos van creando su propio mundo, a imagen y semejanzas de sus propios deseos, recuerdos y costumbres. De esta forma se produce el patrimonio cultural, principalmente el inmaterial.

Lo intangible está fuertemente ligado a lo monumental, pues está muy relacionado con la espacialidad, a las expresiones palpables de la realidad y al propio ambiente natural. Es importante mencionar que las estructuras físicas y expresiones materiales pierden su sentido de autenticidad si les vacían de contenido, si pierden su parte intangible, por lo que el patrimonio material e inmaterial conforman un binomio indisoluble que caracterizan los rasgos peculiares de la cultura.

Todo monumento tiene su historia, un significado, su parte inmaterial que lo completa y lo hace realmente sorprendente o mágico. El concepto de patrimonio cultural va más allá de los valores construidos. Hay una zona tangible que es la evidencia palpable de la identidad de cada pueblo, pero también se presenta ante nosotros ese otro espacio más sutil, el humano e intangible; conformado por las tradiciones, modos de hacer y actuar, por el ejercicio del pensamiento y la más diversas prácticas culturales (Leal, 2005: 2)

20 Se puede decir que el patrimonio inmaterial está presente en toda la vida del hombre, en objetos, monumentos, sitios y paisajes. El patrimonio intangible está en cada individuo, ya que cada uno es portador del patrimonio de su propia comunidad, como se ha dicho anteriormente. Para salvaguardar este patrimonio es de gran importancia el interés y la preocupación de cada individuo, ya que cada pueblo posee el derecho sobre su propia cultura y el deber de velar por su conservación y puesta en valor, pero también es necesario la labor de asociaciones, especialistas e instituciones las cuales deben conocer sus formas, sus usos, sus significados, sus elementos constitutivos y el significado que tiene para la comunidad que lo alberga.

El patrimonio es de gran importancia para el hombre, pues conforma su identidad, permite conocer la forma en que vivían y las prácticas culturales que tenían sus antepasados, además constituye una vía para el esparcimiento, la recreación y el disfrute, refleja las características de una sociedad y la acción creadora de los hombres. Por todas estas razones hoy en día existe una amplia preocupación por el patrimonio tangible e intangible, también por la sociedad que lo habita siendo esta la principal perturbadora o conservadora de estos espacios y valores. Su significación está dada puesto que se encarga del mantenimiento de la identidad de un pueblo, que además puede estar unida a una práctica cultural determinada, por ejemplo, las fiestas populares, que forman parte de la cultura popular. ¿Qué pasaría con esta identidad si esta tradición desaparece? Aunque la identidad no se conforma solo respecto a prácticas culturales, estas sí tienen un buen peso, ya que determinan en buena medida la forma de sentirse, de comportarse, de relacionarse, de crear de un pueblo, es lo que los identifica, lo que los define y dice cómo son en su totalidad.

21 I.3: La cultura popular. Las fiestas populares como tradición

La cultura popular y la cultura popular tradicional son términos que se encuentran ubicados dentro del amplio término de cultura. La cultura popular no necesariamente tiene que ser tradicional, para que una cultura sea tradicional debe ser transmitida de generación en generación, sobre todo mediante la oralidad.

La cultura popular surge como una forma para satisfacer las necesidades del pueblo, esta es sometida a cambios y transformaciones. Debe ser un proceso de creación colectiva. Además debe ser funcional, o sea, que satisfaga las necesidades a diferentes niveles. Debe ser utilitaria y tener vigencia social. Debe ser popular, en oposición a lo inédito y lo culto. También debe ser espontánea y legitimarse al margen de las estructuras sociales. La cultura popular no es un adorno exótico, sino una cultura viva, solidaria, compartida. (Pérez, 2011: 24)

Anteriormente algunas personas creían que cuando se habla de cultura popular se está haciendo una distinción entre lo culto característico de cierta élite refinada y lo popular, lo masivo, lo común y hasta ordinario, lo cual generalmente ocupa el lugar de lo excluido, lo marginal, lo inculto, lo de mal gusto. La cultura popular aparece como la descripción de aquellos sectores populares que son vistos como premoderno, atrasado, como enclaves del pasado. (Bassail, 1997: 165).

Esta categoría surge con la modernidad e inmediatamente absorbida por ella, en medio de las necesidades de los estados-nación de homogenizar a todos los miembros de sus sociedades y, al mismo tiempo, para remarcar las diferencias y desigualdades entre clases y grupos sociales no solo a partir de su capacidad económica sino también de su cultura. Así se opuso la “inferior” cultura de los obreros, los campesinos, los sirvientes, a la “superior” cultura aristocrática o de élite. Sin embargo algunos pensadores y escritores en general, conocidos como los románticos, se dieron cuenta que los criados, jornaleros y gentes de los barrios se sabían coplas, versos, romances, cantares, cuentos, adivinanzas, juegos, supersticiones, costumbres y que eran cultura. Estas costumbres tenían un importante valor local y emocional por lo que comenzaron a

22 recuperarlas; fueron absorbiendo y aprehendiendo esa cultura popular, las costumbres fueron pasando a compilaciones, colecciones y museos, es decir, a constituirse en un conocimiento patrimonial y transformándose en el capital cultural de una nación. (Bassail, 1997: 165).

Según Virtudes Feliu la cultura popular tradicional conforma el conjunto de manifestaciones culturales, tanto materiales como inmateriales y tiene su expresión en manifestaciones como la música y los instrumentos, los bailes, las costumbres, la indumentaria, la fiesta, la gastronomía, los juegos, las creaciones literarias, las danzas rituales o religiosas, los oficios artesanales, las técnicas de trabajo, así como todas aquellas actividades que tienen carácter tradicional y que han sido o son populares. (Feliu, 1999: 41)

La cultura popular tradicional es cultura porque constituye el compendio de expresiones que se transmiten de generación en generación, con el desarrollo de nuevas tradiciones. Es tradicional porque esta es una ley que define y determina la perdurabilidad de las manifestaciones culturales, así como su índice de desarrollo, a partir de un continuo proceso de asimilación, negación, renovación y cambio progresivo hacia nuevas tradiciones, las cuales transcienden, por lo general, a diversas formas económicas-sociales. (Feliu, 2003: 39)

La cultura popular tradicional, a través de sus múltiples expresiones y muy diversas manifestaciones, es considerada por todo el mundo como uno de los elementos que configura y define la personalidad colectiva de los pueblos. Una de sus características es que puede ser transformada y adecuada a los intereses y necesidades de los grupos sociales que la practican, o sea, las situaciones sociales que le dieron origen pueden ser diferentes a las que ahora las mantiene en vigencia.

La asociación entre los valores, las creencias, las aspiraciones y las necesidades de expresión y de comunicación de las personas han posibilitado que la cultura popular tradicional haya tenido continuidad a lo largo de períodos históricos muy distintos y con cambios de toda clase.

23 La cultura popular tradicional es expresada por un grupo de individuos que reconocidamente responden a las expectativas de la comunidad en cuanto a expresión de su identidad cultural y social. En ella las normas y los valores se transmiten por vía oral, por imitación o de otras maneras. (Ramos, 2008: 15)

Otro autor, estudioso de la cultura popular, es Jesús Guanche el cual considera que la cultura popular tradicional es un sustantivo clave de la propia condición humana con las cualidades de lo popular en lo creativo y lo tradicional en lo perdurable, aunque no limitado a lo estrictamente artístico, sino que lo envuelve, adscripto a la concepción antropológica de la cultura en su dimensión holística.

Este define la cultura popular como:

El conjunto de valores creados, a lo que se llama cultura en tanto refleja su modo de vida de manera integral y abarca la totalidad de sus manifestaciones, es decir, las diversas formas de sus relaciones sociales; es popular pues el pueblo es portador y creador de sus valores que transmite de una generación a otra, y de los cuales participa, consume y disfruta; y es tradicional pues porque la tradición es una regularidad que caracteriza la perdurabilidad en el tiempo de las manifestaciones culturales. (Guanche, 2008: 44)

Una de las primeras modulaciones con las que se aprehende lo popular son los términos raíces y tradiciones. Normalmente ciertos significados y prácticas son seleccionados y acentuados y otros significados y prácticas son rechazados o excluidos. Siempre nuestra memoria selecciona unas cosas que se tienen presentes y se desechan otras que se olvidan. Esa selección es presentada y habitualmente admitida con éxito como la tradición o el pasado significativo.

En la trasmisión de las tradiciones, la comunicación juega un papel significativo, se trasmiten los valores y prácticas culturales de generación en generación, donde la escuela asume un papel activo, a través de prácticas comunicativas institucionalizadas.

Alain Bassail en su libro „‟Sociología de la Cultura. Lecciones y Lecturas‟‟, expresa que la tradición es una fuerza activa configurada o heredada, es una visión

24 intencionalmente selectiva de un pasado configurado y de un presente preconfigurado, que resulta entonces poderosamente operativo dentro del proceso de definición e identificación cultural y social. Un proceso deliberadamente selectivo y conectivo que ofrece una ratificación cultural e histórica de un orden contemporáneo. La tradición ofrece en la práctica un sentido de predispuesta continuidad. Es un proceso muy poderoso, ya que se halla ligado a una serie de conexiones o continuidades prácticas como la familia, los lugares, instituciones, un idioma, un barrio, una localidad, una comunidad, que son directamente experimentadas vividas, sentidas consciente o inconscientemente. La tradición es vulnerable porque se pueden recuperar, revitalizar o aprovechar tradiciones olvidadas. (Bassail, 1997: 166).

La tradición no es solamente la acumulación de sucesos relacionados con los objetivos de expresión artística en que culmina el hecho folklórico, sino además la suma de interpretaciones que ella genera conjuntamente con la sedimentación de un placer íntimo de aquellos que se integran a sus ceremonias, ya sea como entes activos, ya sea como espectadores más menos pasivos. (Hernández, 2000: 27)

Es muy importante mencionar que el pueblo tiene la capacidad de generar, desde sus condiciones de vida, formas específicas de representación, reproducción y reelaboración simbólica de sus relaciones sociales. Todo grupo social tiende a organizar sus experiencias en un universo coherente dotado de sentido: posee gestos e ilusiones que lo autodefinen. Ello asegura la producción de un conocimiento, una sabiduría y un imaginario. (Bassail, 1997: 169)

Un ejemplo de tradición son las fiestas populares como los carnavales, las charangas y las parrandas organizadas a través de la iniciativa popular. Debido a la voluntad y el esfuerzo de investigadores, organizaciones y líderes comunitarios el número de festejos tradicionales devueltos a la práctica social, se han incrementado. En ellos se puede respetar la raíz tradicional de sus elementos principales, sin desconocer usos y costumbres. Un espacio que atenta contra las fiestas es la comercialización ya que desvirtúa consecuentemente los elementos tradicionales de muchas de ellas.

25 Las fiestas son una de las tradiciones donde queda expresada la creación del hombre, y materializada una de sus necesidades psicológicas: la diversión. Esta contiene en sí las distintas tradiciones, creencias y ritos religiosos, la danza, la música, comidas y bebidas, los juegos o competencias relacionadas con otros aspectos de la cultura espiritual y material del pueblo. Es una manifestación de cultura tradicional, que resulta básica a la hora de realizar un estudio integral de una determinada sociedad, ya que esta refleja hábitos costumbres modos de ser y pensar así como el comportamiento de dicha comunidad.(Ramos, 2008: 17)

En la historia se observan disímiles culturas que se han constituido en diversas comunidades humanas, étnicas y locales y llevan la impronta de la historia de un pueblo, de su vida en un determinado ambiente social. Con frecuencia estas culturas se sincretizan realizando una mezcla de elementos de ambas, en este proceso se toman algunos elementos culturales haciéndolos propios de un pueblo y adecuándolo a sus necesidades y desechando otros para así crear una nueva cultura que los define y representa.

Las fiestas son parte importante de esta mezcla ya que no representan una celebración convencional de hechos repetitivos. Se trata del encuentro y síntesis de cada una de las culturas que conforman una nación. La particularidad local, al ritualizarse, eleva el sentido de conciencia colectiva, por lo que se convierte en actos de autoafirmación que mantienen la solidaridad y la unidad de un grupo o pueblo. (Feliu, 2000: 26)

Otro de los autores que han conceptualizado el término y contribuido con sus aportes al estudio del tema, es decir, lo que simbolizan las fiestas y su trascendencia, es Juan Eduardo Bernal Echemendía. Para este autor la fiesta resulta ser el espacio paratópico y utópico de la representación universal y sus componentes de pertenencia, a un mundo de antecedentes míticos y mitológicos que reúne en lenta gradación los notables efluvios de determinada cultura, porque la recuperación, no puede ser fragmentaria; es decir, luego de las atomizaciones, de los elementos integradores no resulta coherente la incorporación apriorística y

26 desvinculada del orden y la lógica en que se mueven las aportaciones simbólicas del tiempo y del espacio. (Bernal, 2001: 64)

La fiesta alivia el estrés de la vida cotidiana y crea un ritmo de repetición en cuanto parte de esta tiene significado ritual. La gente celebra en las fiestas que la vida tiene sentido, reuniéndose en torno a una causa común que tiene significado y es relevante para la comunidad. Con ellas está relacionada la ornamentación espacial y humana, sus ciclos de vida, medios de transporte, iluminación, pirotecnia, escenarios, luces, creencias, hábitos y costumbres. La participación de los actores sociales en estas fiestas está dada por motivaciones variadas que conllevan a lo que casi siempre pudiera considerarse como una necesidad de expresión y recreación de forma más o menos libre, en que no están presentes una serie de controles sociales vigentes en el resto del año. Además se convierte en un espacio de integración donde se reúnen amigos y familiares ya casi olvidados y en un centro de transmisión de conocimientos y reflexiones. (Ramos, 2008: 19)

La fiesta popular tradicional implica la transmisión de valores heredados de generación en generación, por lo que representa una acción de alto contenido ideológico. Es la síntesis del proceso de transculturación, reflejo del quehacer comunitario, desde el punto de vista sentimental, intelectual, artístico, religioso y social. (Feliu, 2000: 29)

La fiesta popular tradicional es parte de la memoria histórica de una comunidad, constituye un símbolo de su identidad. Transmite formas de organización, estructuras sociales y comunitarias. Ejerce, además, una función cohesionadora, al viabilizar iniciativas colectivas. También estimula la creación y activa la participación de los jóvenes, su apropiación de símbolos y valores aceptados por la comunidad. (Feliu, 2003: 41)

La fiesta popular tradicional es una festividad donde se reúne la mayoría del pueblo, se convierte en una tradición que tiene alto sentido identitario, ya que el núcleo de estas fiestas es el mismo pueblo, donde éste tiene la posibilidad de ser el productor y reproductor de su propia cultura y adecuarla a sus intereses. Esta

27 incluye todo los elementos o manifestaciones de la cultura popular tradicional, como la música, la danza, la artesanía, los géneros de la literatura oral y teatralizaciones, las comidas y las bebidas, los juegos, las creencias religiosas, los ritos entre otros.

Existen diferentes tipos de fiestas, según la autora Virtudes Feliu se encuentran las de carácter religioso, las cuales son de origen católico y subsariano (patronales y solemnidades de precepto). También están representadas las manifestaciones religiosas de origen haitiano (el Bande-Rará y las fiestas a los loás). Entre las de carácter laico se encuentran las campesinas con subgrupos y las destinadas a los carnavales, parrandas y charangas, con subgrupos. Las fiestas laborales se agrupan en las de cultivos, así como las de los diferentes gremios y oficios, con un total de veintidós subgrupos. Las fiestas de inmigrantes se corresponden con las étnicas representadas en Cuba. Este bloque laico termina con las fiestas de ciudadanos ausentes y las verbenas, como muestra de actividades organizadas por cabildos y comités preparatorios. (Feliu, 2003: 54)

En Cuba las fiestas de carácter religioso de origen hispano son las que más se practican, dentro de estas se encuentran las fiestas patronales, en especial las dedicadas a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre; a San Juan, a Nuestra Señora de la Candelaria y a San José. En las relativas a las solemnidades de precepto, existen cuarenta y cinco manifestaciones muy difundidas, entre las que se destacan: Nochebuena, Navidad, Año Nuevo, Día de Reyes y también Altares de Cruz y de Promesas, las festividades de San Juan y las de inmigrantes canarios y jamaicanos. Hay mayor concentración de estas fiestas en las provincias de La Habana, Matanzas, Villa Clara, Sancti Spíritus y Camagüey. (Feliu, 2003)

Las fiestas religiosas, de origen subsahariano, se concentran en nueve subgrupos, casi todos vigentes nacionalmente. Las fiestas vinculadas a las prácticas tradicionales de la santería se conservan vivas en la mayor parte del país, excepto en los territorios de Sancti Spíritus y Camagüey. Le siguen, por su importancia y difusión las manifestaciones de palo monte, arará y la santería cruzada con palo monte y la cruzada con espiritismo. En las fiestas religiosas de origen haitiano hay

28 señalados dos subgrupos, los cuales se localizan en Camagüey y territorios de la antigua provincia de Oriente, son ellos el Bande-Rará y las fiestas a los loás. (Feliu, 2003: 41) Las fiestas campesinas de carácter laico abarcan todo el país. En ese grupo se distingue el guateque, como modalidad más difundida, especialmente en la parte oriental (Las Tunas, Granma, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo). En occidente, sobre todo, en las provincias de Pinar del Río y La Habana, sobresale la fiesta del tambor yuka, cuyas reminiscencias se observan en Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey. (Feliu, 2003)

Los carnavales son las fiestas que alcanzan mayor popularidad y se celebran en todas las provincias de nuestro país. Las parrandas son propias de Villa Clara, pero producto a las migraciones se han establecido en Sancti Spíritus y Ciego de Ávila. Las charangas existen en Bejucal (provincia de La Habana), en Santiago de las Vegas (Ciudad de La Habana) y en el Rincón (municipio Boyeros de Ciudad de La Habana). (Feliu, 2003: 59)

Las fiestas de los inmigrantes canarios se concentran, fundamentalmente, en la región central, mientras que las de los jamaicanos se extienden desde Camagüey hasta la zona oriental. En las festividades de haitianos, su representación mayor está en Santiago de Cuba y Guantánamo, aunque hay huellas de su otra existencia en Ciudad de La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus y Granma. (Feliu, 2003: 60)

Históricamente, las verbenas han sido manifestaciones características de todo el país. Muchas dejaron de celebrarse en las últimas décadas, aunque un grupo considerable de ellas ha sido reanimado al calor del proceso de revitalización. Las fiestas de los ciudadanos ausentes se concentran, sobre todo, en las provincias centrales del país como en Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus. Cuando estas fiestas llegan a un pueblo, y son asimiladas de forma positiva por los pobladores, las mismas comienzan a formar parte de la memoria histórica de

29 dicho territorio, y es de esta manera que llegan a convertirse en un símbolo de su identidad cultural.

La identidad cultural se conforma por un conjunto diverso de rasgos, entre ellos está la religión. Asociado a la identidad se sitúa el problema de las raíces culturales. Con frecuencia se reconoce como raíces de la cultura de un pueblo los aportes más antiguos y sólo los más influyentes. Sin embargo, si se acepta la imagen, las raíces serían lo que la soporta y alimenta, unas que surgen primero y otras que surgen después, unas más sólidas que otras, pero todas influyen en su formación.

I.3.2: Las Parrandas como fiestas populares tradicionales.

La Parranda como fiesta popular tradicional tiene su origen en la Villa de San Juan de los Remedios en el siglo XlX, el 24 de diciembre con motivo de la celebración de las navidades, se realizaba en la madrugada del 25, la llamada “Misa del Gallo”; el pueblo de Remedios estaba vinculado fuertemente con la religión católica introducida en Cuba por los españoles practicantes arraigados de esta religión. Pero por motivos de las condiciones que existían en este día de finales de diciembre, (los fríos inviernos y los festejos de Noche Buena), la población remediana no era muy partidaria de participar en esta misa, solo los católicos afanados asistían. (González, 2008: 20)

Debido a esto el párroco Vigil Quiñones tuvo la idea de contratar los servicios de una “orquesta infernal” y salir por los distintos barrios del pueblo haciendo bulla con el fin de atraer a los morosos a la misa del aguinaldo. La idea fue tomando aceptación y auge dentro de los distintos barrios del poblado y pronto comenzaron a salir cada uno de los barrios a ver quien hacia más bulla y alboroto, de esta manera comienza el origen de una tradición popular. Pronto el pueblo quedó dividido en dos barrios, San Salvador y el Carmen, con el paso del tiempo la fiesta se fue enriqueciendo con otros elementos: así aparecieron los faroles, las banderas, estandartes, carrozas, trabajos de plazas y se introdujo la pirotécnica. (González, 2008: 20)

30 También comenzó a realizarse el Changüí, forma concentrada y menos cuantiosa de lo que representa La Parranda. Los changüíes no son más que las salidas de un barrio en una noche determinada con el fin de ridiculizar al barrio contrario y desafiarlo a que lo supere, los integrantes de los barrios salen a la calle con congas, faroles, estandartes, se lanzan fuegos artificiales y se pasean carrozas pequeñas. Los mismos tienen una importancia cuantiosa dentro del pueblo, ya que despiertan embullo por La Parranda. (González, 2008: 20)

El asentamiento de La Parranda no constituye una traslación mecánica, sino una asimilación, por parte de la sociedad, de un reordenamiento del sistema de símbolos, en una constante labor de producción de signos. Estas fiestas no solo tomaron arraigo dentro de la villa remediana sino que fue llevada hacia otras localidades del centro del país como: Camajuaní, Zulueta, Caibarién, Vueltas, Chamba, Punta Alegre, Guayos, Yaguajay y Zaza del Medio.

Dentro del actual territorio de la provincia de Sancti-Spíritus existen diversos pueblos que mantienen vigente la tradición de La Parranda, son estos pueblos Guayos Yaguajay y Zaza del Medio. En los mismos fue introducida La Parranda por motivos afines, dentro de los que tienen lugar dos aspectos muy fuertes: la estructura económica y la emigración de la población.

El territorio espirituano, es una región rica en el cultivo del tabaco, a principios del pasado siglo este cultivo comenzó a tomar un auge cuantioso dentro del territorio, consecuentemente se necesitaba de mano de obra que trabajara tanto en el campo como en las escogidas y fábricas de tabaco, paralelo a esto ocurrió también la construcción en la zona de la línea del ferrocarril central que pasaba por los poblados de Guayos y Zaza del Medio.

Trabajadores de diferentes regiones vecinas comenzaron a migrar en busca de trabajo a estas localidades movidas por el auge que presentaba el tabaco y la construcción del ferrocarril, muchos provenían de pueblos parranderos como Camajuaní y Remedios y al asentar su vida en estas localidades no quisieron dejar atrás su amor hacia La Parranda y trajeron consigo esta tradición popular para las localidades antes mencionadas, en cada pueblo la tradición adquirió

31 características autóctonas pero en todas su expresión manifiesta los mismos elementos como los faroles, las banderas, estandartes, carrozas, trabajos de plazas y la pirotécnica, las congas y las comparsas. (González, 2008: 22)

Según Jorge Hernández La Parranda no es una fiesta de supervivencias, sino de apariciones. No se trata de una relación intertextual, en la que el texto de la fiesta debe ser leído en su relación con otros textos, sino de una infratextualidad, en la que los textos precedentes constituyen más una memoria que un texto. Lo semejante aparece como una composición de la memoria colectiva en acción, del acervo de los organizadores y conformadores de la fiesta en su virtud competitiva y, sobre todo, en su espontaneidad participativa. (Hernández, 2000)

La Parranda es la manifestación artística donde los individuos juegan un papel muy importante en su realización. Es una tradición cultural transmitida de una generación a otra, donde el pueblo se divide en dos barrios, que se enfrentan y compiten en diferentes manifestaciones como son carrozas artísticas, los trabajos de plazas, la pirotecnia, la leyenda, las congas y las comparsas. En esta fiesta el pueblo es el principal protagonista y el encargado, junto con las instituciones culturales, de su éxito.

La palabra parranda se remite a bulla, jolgorio, laterío, música, desfile. Dentro de esta se encuentran un conjunto de signos selectivos que incrementan el conocimiento de los pobladores y es una tradición que refleja la forma en que vive un pueblo, sus hábitos y costumbres.

Jorge A. Hernández Pérez en su libro “La Parranda” presenta una tipologización de las fiestas, para poder confeccionar el concepto según él, de Parranda cubana, atendiendo a su clasificación:

La Parranda cubana es, entonces, una fiesta ritual conceptual abierta, en la que los ritos producidos, en función de una dimensión dramática, estética y social competitiva, establecen relaciones de semejanza tanto con la vida social nacional como con la memoria cultural (chino/afro/e hispano) cubana en virtud de un equilibrio entre producción y consumo del espectáculo y para una jerarquización de su valor de uso. Su morfología,

32 por demás, no está compuesta por el desplazamiento inmediato de sus rituales, sino además por el concurso de su preparación en el tiempo, por el dinamismo interno de una víspera secreta cuyo suspenso parece obedecer al sistema de Hitchcock: sobrecarga de información en la expectativa de un resultado «imprevisto». (Hernández, 2000: 27)

La Parranda es la fiesta que se ha ido integrando de forma progresiva a nuestras raíces, para formar parte de la tradición y la herencia histórica de nuestro país, además para convertirse en el espejo de los pueblos que la practican. Esta fiesta popular tradicional encierra diversas manifestaciones del arte, que en ella adquieren un carácter masivo y creador. Es un privilegio para los pueblos que la cultivan ser los artífices de esta tradición.

33 Capítulo 2

Capítulo II: Fundamentos metodológicos conceptuales de la investigación

II.1: Metodología y Técnicas:

Los métodos y técnicas de investigación son herramientas fundamentales para la realización de una investigación desde la formulación del problema hasta el análisis de los resultados. Para cada investigación es necesario asumir un paradigma que guíe el proceso investigativo. La selección de la metodología a emplear en cada investigación tiene que corresponderse con su objeto de estudio y con las particularidades que la caracteriza, lo que permite abordar con mayor facilidad este objeto.

En la presente investigación se utilizó el paradigma materialista dialéctico que permite realizar un análisis multilateral e histórico cultural, donde lo empírico y lo teórico, lo objetivo y lo subjetivo y lo cuantitativo y lo cualitativo se funden en una verdadera unidad dialéctica. (González & Gallardo, 2007: 14)

La importancia del paradigma materialista dialéctico para la actual investigación radica en que posibilita apreciar el objeto de investigación en el proceso de su surgimiento, de su desarrollo, en su organización y en sus correspondientes interrelaciones. La aplicación de este método se adecua a las particularidades de la realidad estudiada, estableciendo la interrelación de lo cuantitativo y lo cualitativo. La búsqueda metodológica se fundamenta en la integración de técnicas y métodos que hacen converger ambas metodologías de forma dialéctica que se adaptan al objeto de estudio, con el fin de desarrollar satisfactoriamente la investigación.

La perspectiva cualitativa es de suma importancia para la investigación ya que de una forma flexible sirve para describir las cualidades del fenómeno y comprender los puntos de vistas y la subjetividad del sujeto estudiado.

34 Las técnicas cuantitativas facilitan conocer la opinión de un gran grupo de personas sobre la significación de La Parranda y obtener información concreta y cuantificable, además de contrastar la información obtenida de otras técnicas.

Dentro de las técnicas cualitativas se utiliza la observación participante. Esta técnica posibilita la interacción con el objeto de investigación, la recogida de información sistemática sobre el contexto donde se realiza La Parranda, se observan los elementos que la identifican, relaciones sociales que se pueden establecer durante ésta, los valores estéticos que presenta, cómo se manifiesta la participación de los jóvenes, la creatividad y los símbolos que transmite, ya que son aspectos que contribuyeron a identificar la importancia y el significado que tiene la tradición para la población joven de la localidad.

La entrevista en profundidad permite comprender el significado de La Parranda para la localidad, su valor histórico, identificar los conocimientos y saberes que transmite, cuales son sus objetivos, el modo de divulgación y las acciones que realizan las diferentes instituciones de la localidad para su realización. El entrevistado pudo expresarse libremente sobre las características que tiene La Parranda como patrimonio cultural, cómo surgió, cómo se ha desarrollado y cómo se conserva esta tradición.

El análisis de documentos incluye registros, actas de evaluación, de reuniones, fotografías, videos y entrevistas, que posibilitan conocer el contexto histórico cultural donde surge y se desarrolla La Parranda. Además se conoció cómo es la programación, la estructura y la memoria histórica de las mismas.

La encuesta deja constatar puntos de vistas de un buen número de personas y acercar los resultados obtenidos de unos pocos a un punto de referencia más amplio. La encuesta a los jóvenes permite explorar las ideas y percepción de éstos sobre la tradición. Esta técnica se realizó sobre la base de un formulario previamente preparado.

35 II.2: Diseño de Investigación:

Problema de investigación: ¿Qué significación cultural tiene La Parranda, como patrimonio intangible para los jóvenes de la localidad de Zaza del Medio?

Objetivo General: Analizar la significación cultural que tiene La Parranda, como patrimonio intangible, para los jóvenes de la localidad de Zaza del Medio.

Objetivos Específicos:

1- Explorar los fundamentos teóricos metodológicos referentes a cultura y patrimonio intangible.

2- Caracterizar La Parranda de la localidad Zaza del Medio como patrimonio intangible.

3- Describir el contexto histórico cultural donde se desarrolla La Parranda de la localidad de Zaza del Medio.

4- Analizar la contribución de La Parranda, como patrimonio intangible, a la formación de la identidad cultural de los jóvenes de la localidad de Zaza del Medio.

Preguntas científicas:

1- ¿Qué fundamentos teóricos metodológicos median la relación entre cultura y patrimonio intangible?

2- ¿Qué características tiene La Parranda de la localidad de Zaza del Medio como patrimonio intangible?

3- ¿Qué características tiene el contexto histórico cultural donde se desarrolla La Parranda de la localidad de Zaza del Medio?

4- ¿Qué significación tiene La Parranda para los jóvenes de Zaza del Medio?

5- ¿Cómo contribuye La Parranda a la formación de la identidad cultural de los jóvenes de la localidad de Zaza del Medio?

36 II.3: Selección de la Muestra:

La selección de la muestra se realizó de manera intencional, las personas fueron seleccionadas de acuerdo a los criterios y características de nuestra investigación.

El universo o población de la investigación fue conformado por 1952 jóvenes de la localidad de Zaza del Medio, pues es la generación joven la encargada de garantizar el futuro de cada sociedad y es dentro de este grupo etario donde se localizan las mayores potencialidades para su desarrollo. Además son los encargados de conservar la tradición en el futuro, transmitirla a sus descendientes y son los máximos beneficiarios y protagonistas de esta fiesta popular. Los jóvenes son partícipes de experimentos, probar ideas nuevas por sí mismos, viven una etapa donde adquieren habilidades, capacidades de innovación y está presente la creatividad, el afán de valer, la voluntad de formarse y perfeccionarse, todo lo necesario para hacer de La Parranda una festividad con mejor calidad y éxito.

La juventud es un segmento dinámico y móvil donde las actividades que realizan condicionan el conjunto de relaciones sociales que dan lugar a la formación de su identidad que reclama intereses comunes, donde se comparte una historia y existe un consenso cultural que contribuye a la formación de un sentido de pertenencia; sentido de pertenencia que se fortalece con el grado de participación, vinculación e identificación de los jóvenes con la sociedad, con las instituciones y grupos a los que pertenecen. (Domínguez, 2003: 46)

Estudios realizados por María Isabel Domínguez sobre juventud han demostrado que los jóvenes son un grupo que en ocasiones sufre de falta de incorporación en las acciones de transformación y participación de la comunidad, por lo que se convierten en demandantes de espacios participativos y de acceso al aprendizaje, por lo cual forman parte de la población de la actual investigación, pues la tradición parrandera brinda a los jóvenes esta oportunidad participativa. (Domínguez, S/A: 69)

37 La etapa de juventud en Cuba es comprendida entre los 14-30 años de edad, la juventud temprana es considerada de 14-17 años, la juventud mediana de 18- 24 años y la juventud madura de 25-30 años de edad. (Cristóbal, 2000: 31)

La muestra quedó conformada por 50 jóvenes que se encuentran en la edad de 18 a 30 años, o sea, los que están en la etapa media y madura de la juventud. Los seleccionados son los jóvenes que más han tenido la oportunidad de evidenciar la tradición por lo que contienen un conjunto de información significativa y acumulada acerca de la misma. Además tienen que haber participado en La Parranda el año pasado (2011).

También se entrevistó a un grupo de actores implicados en La Parranda como al Director y la Bibliotecaria de la Casa de Cultura de Zaza del Medio, el Delegado a la Asamblea del Consejo Popular, así como un jefe y un proyectista por cada barrio, estos aportaron elementos importantes a la investigación sobre la realización de La Parranda. Fueron seleccionados 6 informantes claves de los cuales se encontraban 3 descendientes de familias fundadoras de la localidad y participantes de la historia de La Parranda, así como 3 especialistas e investigadores del patrimonio cultural.

II.4: Conceptualización y operacionalización de las variables:

Significación cultural: proceso ideológico basado en mitos, creencias, valores, imaginarios, representaciones, constituyente de la realidad, preinterpretado y constituido simbólicamente por los hombres, que desempeñan una determinada función de identidad que pautan el comportamiento de cada individuo con otros individuos y con la sociedad.

Identidad cultural: actitud de pertenencia de un individuo o grupo de individuos, a diferentes expresiones creadas en un contexto y cuya diversidad y dinámica de transformaciones, se define en la sujeción a las esencias fundacionales de ese espacio. Asociado a la identidad se sitúa el problema de las raíces culturales. (Bernal, 2001: 64)

Participación social: no debe entenderse como asistencia o presencia física, aborda una diversidad de momentos y espacios comunicativos y evita las

38 concepciones de recepción como un hecho pasivo. Es un ámbito de la producción social existente más allá de las decisiones institucionales y sus diversos ejecutores. (Matos, 2008: 32)

Valor histórico: valor testimonial e informativo, es la memoria de la historia y la cultura del pasado, que orienta a los individuos en el espacio y el tiempo, además permite reconocer lugares e integrarlos en imágenes mentales para ligar sentimientos y significados a las relaciones entre actividades, funciones y vivencias. (Báez, 2000: 4)

Símbolos: representaciones que evocan ideas y que provocan ciertas reacciones en los sujetos; es la forma en que se percibe, se siente y se vive, como también la manera en que las cosas se expresan y establecen relaciones profundas con las personas que se apropian y controlan un espacio con la presencia de estos, tienen siempre consecuencias sensibles.

Valor estético: son los valores que se asocian con formas distintas de identidad se construyen con imaginación donde se cruzan y se relacionan los distintos imaginarios entre sí. Es una negociación continua entre los valores de la tradición, la estructura del canon heredado, las fuerzas de innovación y el cambio. Es la puesta en práctica de la creatividad, conservando valores históricos, artísticos, valoraciones subjetivas, simbólicas y emocionales.

La Parranda: fiesta ritual conceptual abierta, en la que los ritos producidos, en función de una dimensión dramática, estética y social competitiva, establecen relaciones de semejanza tanto con la vida social nacional como con la memoria cultural (chino/afro/e hispano) cubana en virtud de un equilibrio entre producción y consumo del espectáculo y para una jerarquización de su valor de uso. Su morfología, por demás, no está compuesta por el desplazamiento inmediato de sus rituales, sino además por el concurso de su preparación en el tiempo, por el dinamismo interno de una víspera secreta cuyo suspense parece obedecer al sistema de Hitchcock: sobrecarga de información en la expectativa de un resultado «imprevisto». (Hernández, 2000: 27)

39 -Significación cultural

 Identidad cultural

Valor histórico

Frecuencia en que se realiza

Existencia de regulaciones patrimoniales

Existencia de bibliografías y documentos

Existencia de fotografías y grabaciones

Conocimientos del pasado que transmite

Principales costumbres que transmite

Tipos de creencias religiosas que se manifiestan

Valor estético que refleja

Mensajes que transmite

Símbolos que transmite

Relaciones sociales que se establecen

 Formas de participación social

Informativa

Consultiva

Cooperativa

Asistencia

Acciones colectivas

Como espacio de recreación

 Formas de participación institucional

Informativa

Consultiva

40 Asistencia

Acciones del gobierno

Acciones de las instituciones culturales

Acciones de instituciones educativas

Acciones de medios de comunicación

-La Parranda

 Organización

Origen de las fiestas

Objetivo

Elementos identitarios de la fiesta

Formas de divulgación

Principales actividades

41 II.5: Análisis de resultados

5.1- El contexto histórico cultural del Consejo Popular Zaza del Medio:

A través del análisis de documentos se pudo obtener como resultado que el Consejo Popular Zaza del Medio pertenece al municipio de Taguasco que tiene una extensión de 486.5 Km2 con una población de 36.420 habitantes, de los cuales 17620 son mujeres y 18800 son hombres, los jóvenes entre 15 y 30 años suman 7126, los adultos mayores de 65 años alcanzan los 5269 y los niños de 0 a 4 años son 1947. El municipio cuenta con 8 consejos populares, siendo Taguasco y Zaza del Medio los de mayor población y donde se concentran las principales actividades económicas, sociales y culturales del municipio.

El poblado de Zaza del Medio se encuentra situado al centro y oeste de la provincia de Sancti Spíritus junto a las márgenes del río Zaza. Su población actual alcanza los 8700 habitantes de los cuales 3420 son mujeres, 4350 son hombres y los jóvenes alcanzan la cifra de 1952. En el año 1902, debido a la construcción del ferrocarril central, se levanta un puente sobre el río Zaza, algunos trabajadores ferroviarios de las regiones cercanas como Remedio, Camajuani y Zulueta, observando las condiciones económicas favorables que poseía el lugar inmigraron y decidieron asentarse para fundar el poblado. Su economía estuvo dada fundamentalmente en los renglones de la caña, la ganadería y tabaco, estos propiciaron el desarrollo del ferrocarril, empresa que hoy cuenta con un taller vanguardia nacional donde se atienden los coches y locomotoras de la división de la región central. La comunidad cuenta con una industria tabacalera que radica en las Fábrica de tabaco torcido José A. García Borroto y dos centros procesadores de tabaco en rama. También existe un centro de recreación donde La Casa de la Cultura del Consejo Popular realiza diferentes actividades nocturnas como modo de emplear el tiempo libre y propiciar disfrute a sus habitantes. Los símbolos locales de la comunidad son el río Zaza, la loma “Alonso Sánchez”, el club “El Pollito” y la estación de ferrocarril. La localidad cuenta con un círculo infantil inaugurado en 1964, una escuela primaria “Tercer Congreso del Partido”, una secundaria básica “José Antonio Echeverría” inaugurada para el curso 1977-1978,

42 una escuela de economía inaugurada en el año 2000 y un consejo universitario inaugurado en octubre del año 2002 que cuenta con cuatro sedes universitarias: la sede cultura física, la sede de salud, la sede pedagógica y la sede universitaria municipal donde se estudian carreras de humanidades y económicas. En el sector de salud existe un policlínico docente de urgencias nombrado “Faustino Pérez” que presta servicios de planificación familiar, cirugía menor, rayos X, ultrasonido, laboratorio clínico, electrocardiograma, consulta de genética y endoscopía. Con una clínica dental y una sala de rehabilitación. Además se crearon 13 consultorios médicos de la familia, un hogar materno donde se le brinda atención a las embarazadas con riesgo y un hogar de ancianos. En cuanto a las instituciones religiosas el pueblo cuenta con una iglesia católica y una iglesia protestante denominada “Los Pinos Nuevos”.1

5.1.1- De su población e historia:

A través del análisis de documentos y las entrevistas realizadas a los informantes claves se pudo conocer que antes de fundarse el poblado existía en el lugar algunas casas, la primera fue la de Don Pedro Cabello que prestaba servicios gastronómicos a los constructores del puente y el ferrocarril. Alrededor de este establecimiento pronto surgieron otras viviendas, las cuales tenían como objetivo, atender las necesidades básicas de estos constructores.

Uno de sus primeros habitantes, Don Tomás Álvarez Cicilia, fue el principal precursor del comercio en Zaza del Medio. Don Tomás arrendó tierras a propietarios de Sancti- Spíritus, de Remedios, Camajuaní y Vueltas, para cultivar tabaco en los alrededores y desarrollar este renglón que gozaba de gran importancia en la economía cubana, así se fomentó la inmigración de personas de estas regiones, estos trasladaron hacia Zaza del Medio la tradición parrandera, que se convirtió luego en patrimonio cultural de la localidad.2

1 La información sobre el origen y la fundación de Zaza del Medio fue obtenida en el Registro de propiedad de Sancti Spíritus: Tomo 55, Folio 146,147, 148, 149. 2 Información obtenida en la entrevista realizada a Yulia Ramos, investigadora de la tradición parrandera en Zaza del Medio.

43 Este núcleo inicial puede ser considerado el primer asentamiento de pobladores, pero fue el 28 de enero de 1909 que se fundó el poblado al comenzar la urbanización dentro de lo que sería el perímetro urbano, es decir, al norte de la vía ferroviaria. La existencia de gran cantidad de tierras fértiles para el cultivo del tabaco y de la caña de azúcar, junto a la construcción del ferrocarril que comunicaba al territorio con el resto del país, produjeron un incremento de la inmigración de canarios y sus descendientes, así como personas de zonas cercanas como Remedios, Camajuaní y Vueltas.

El surgimiento, evolución y las transformaciones que ha sufrido La Parranda están unidos al contexto histórico, socioeconómico, político y cultural de la localidad zaceña. Los inmigrantes crearon un espacio de socialización para satisfacer sus necesidades espirituales y comenzaron a reproducir, a partir de su establecimiento en el territorio, sus tradiciones, portadoras de vivencias y costumbres, que adquieren nuevas características debido al nuevo contexto donde se van a desarrollar, pero su esencia seguía siendo la misma.

Los canarios trajeron consigo sus raíces culturales que se mezclaron con las originarias de la localidad y propiciaron el desarrollo de nuevas tradiciones que gozaron de gran popularidad. Debido al aporte de los inmigrantes canarios se crearon numerosos establecimientos de negocios como son, fondas, cafés, un hotel, la notaría, puestos médicos, alumbrado eléctrico, la sociedad de recreo “Unión Club” y la Delegación Canaria con más de 2000 asociados. En el 1920 Zaza del Medio gozaba de gran desarrollo comercial tanto tabacalero como cañero, junto a ello se crea la sociedad de instrucción y recreo denominada el “Liceo Canario”. 3

En la localidad de Zaza del Medio, desde su surgimiento, estuvo presente la preocupación de mantener informados a sus pobladores a través de la prensa plana, de resaltar como vivían, de brindarles la posibilidad de aumentar su nivel

3 Información encontrada en el Archivo provincial de Historia Sancti Spíritus, en el Periódico “El Comercio” en Hemeroteca, del 20 de enero de1916.Legajo 6, pág.3, columna 3.

44 cultural y el conocimiento de la cultura nacional, lo que posibilitó la existía de un interés por la cultura en la cotidianeidad de sus habitantes.

El periodismo fue desarrollado en este pueblo con el objetivo de ilustrar la situación canaria en la región y en Cuba. En 1922 se publicó una revista quincenal titulada “Cuba y Canarias”. En esta publicación se reflejaba la situación de los inmigrantes canarios. En enero de 1929 se fundó el periódico “La Antorcha” que defendía los intereses de los comerciantes locales. (Ramos, 2008: 43)

En el año 1944 fue establecida en el poblado “Imprenta Iris”. Esta imprenta fue reconocida como una de las más prestigiosas del país por la seriedad con la que trabajaban sus obreros y la calidad de sus trabajos. Se encargó de la elaboración de libros, folletos, propagandas para las elecciones, del semanario de Cine con la edición de las películas que se exhibían durante la semana y su propaganda en carteles. Se elaboraba aquí la revista de Sancti Spíritus que en aquel entonces circulaba bajo el título: Personalidad y Cultura Mental. En 1952 se publica un tabloide que abordaba temas literarios, sociales y humorísticos bajo el título “El Heraldo Zaceño”. En este se publicaban artículos contrarios a los intereses de la dictadura por lo que en el año 1956 fue clausurado. (Ramos, 2008: 44)

A partir del análisis de documentos se evidencia que la vida cultural de Zaza del Medio, desde sus inicios, se caracterizó por una gran cantidad de elementos autóctonos y otros asimilados de la inmigración canaria. En sus elementos autóctonos se encuentran las fiestas cubanas, que comprendían los torneos de equitación y las lidias de gallos, mientras una de las fiestas de origen canario fue la lucha isleña; con el decursar del tiempo llegaron a alcanzar tanta popularidad que existían deportistas especialmente preparados para esta competición. (González, 1987: 25)

Se realizaban otras fiestas con carácter religioso como la procesión de la Virgen de la Caridad del Cobre, acompañada de una gran fiesta popular iniciada después que la virgen estuviera en brazos de los vecinos que la protegían. La procesión de Santa Mauricio era promovida por los inmigrantes canarios, asentados en esta zona; de esta forma la cultura canaria fue ocupando una posición significativa

45 dentro de la cultura religiosa de la localidad hasta que logró mezclarse y conformar el ajiaco que caracteriza la cultura zaceña.

A través de las entrevistas realizadas a los informantes claves, descendientes de familias fundadoras de la localidad, participantes de la historia de La Parranda, se pudo conocer que el origen de la tradición se encuentra en la fiesta religiosa con influencia canaria, que se celebraba el 7 de marzo, dedicada a su Santo Patrón Tomás de Aquino. Por otra parte y desvinculada de las fiestas religiosas se efectuaba el changüí,4 heredado de los inmigrantes de regiones cercanas (Remedios, Camajuaní y Zulueta), que comenzaban a principios de diciembre y culminaba el 31 de este propio mes con una gran parranda popular.

En 1930 estas celebraciones tradicionales se funden en una sola y comienzan a llamarse “Fiestas de Barrios”. Para estas fiestas el pueblo fue dividido en dos zonas surgiendo el Barrio Oriente o “El Chivo” en la parte alta del poblado, cerca de la loma que está situada donde concluye la urbanización, y Occidente o “El Perro” en la parte baja del mismo cerca del rio, lugar donde se crearon las primeras viviendas del poblado y comenzó la urbanización. Esta división no propiciaba conflictos entre los rivales de los diferentes barrios, sino constituyó una forma de mantener la fraternidad, la solidaridad, la cooperación y la organización social, pues ambos barrios compartían los recursos tanto materiales como humanos, dígase los artistas plásticos que decoraban y diseñaban los escenarios, además, se ayudaban en la construcción de los fuegos artificiales, pero cada barrio le imprimía su iniciativas propias que hacía de la fiesta un espacio social y competitivo.

Las “Fiestas de Barrio” surgen por el interés que tenían los comerciantes de atraer multitud y aumentar las ganancias en los días festivos, los cuales decidieron apoyar con presupuestos y recursos su realización; entonces La Parranda

4 Se denomina changui a la forma concentrada y menos cuantiosa de lo que representa La Parranda. El changüí no son más que las salidas de un barrio en una noche determinada con el fin de ridiculizar al barrio contrario y desafiarlo a que lo supere, los integrantes de los barrios salen a la calle con congas, faroles, estandartes, se lanzan fuegos artificiales y se pasean carrozas pequeñas. Los mismos tienen una importancia cuantiosa dentro del pueblo, ya que despiertan embullo por La Parranda.

46 comenzó a cobrar esplendor. De tal modo la tradición integra intereses económicos y culturales.

Estos festejos entre los años veinte y cuarenta eran conocidos como changüi, pero en los años cuarenta fueron fusionados con los carnavales que comenzaban el 24 de febrero y concluían el 7 de marzo. El carnaval se convirtió en una fiesta popular donde todo el pueblo participaba en su creación, organización y celebración. La fiesta contenía las tradiciones, creencia, ritos religiosos, comidas, bebidas y danzas que caracterizaban la cultura espiritual y material del pueblo, materializadas en la exacerbación de la figura del Santo Patrón. Se realizaban comparsas y congas como bailes tradicionales, se comercializaba comida criolla tradicional (arroz moro, carne de cerdo y yuca). Con la celebración de las comparsas y las congas se permitió el encuentro y la síntesis de las culturas cubana y canaria. Los ritos religiosos se materializaban con la celebración de bautizos. Un momento especial dentro de la celebración es la salida de la banda de música a las 5 pm que acompañaba a la procesión del Santo Patrón Tomás de Aquino.

Otras celebraciones tradicionales fueron los torneos de equitación donde los protagonistas eran generalmente los hombres y juegos como el palo encebado, donde los jóvenes mostraban sus capacidades físicas. Las mujeres se dedicaban a la confección de trajes coloridos, predominando los colores rojos y azul, que proporcionaban una imagen que identificaba a los barrios.

Los carnavales se mantuvieron en la fecha tradicional, pero con el triunfo revolucionario desaparece la procesión y se cambia su fecha para los meses de verano, pues fue un momento que marcó la ruptura en las doctrinas religiosas en Cuba. La ausencia de presupuesto hizo que cada año los carnavales se realizaran con menos calidad, hasta convertirse en objeto de crítica de los habitantes del pueblo. En la década de los 80 hubo una reanimación sociocultural de La Parranda, marcado por un contexto económico de recuperación. Para esa década se retomaron las fiestas populares y especialmente La Parranda en la nueva agenda de la cultura atendiendo así a la tradición de la nación.

47 Durante el análisis de documentos y las entrevistas a los especialistas se pudo constatar que Cuba como país miembro del Convenio Andrés Bello: “Somos Patrimonio”, que tiene como objetivo la protección y conservación del Patrimonio cultural en América Latina, proclamó en el año 1983, el Decreto 118 que reconoce el valor patrimonial de las tradiciones, las expresiones orales, las artes del espectáculo, de los rituales y los actos festivos. Además, la UNESCO en la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, realizada en el 2003, propone la protección de las manifestaciones folclóricas, el arte popular y las tradiciones festivas como parte del patrimonio cultural de las naciones.

En la década de los „90, con el advenimiento del período especial, se produjo una crisis económica en el país, que afectó directamente el desarrollo de La Parranda en los periodos 1993-1995 y 1998-2003.

5.2- La Parranda como patrimonio intangible del Consejo Popular Zaza del Medio

A partir de las entrevistas a especialistas de Patrimonio se ratifica que La Parranda de Zaza del Medio, como patrimonio cultural, constituye un legado histórico que se ha transmitido de generación en generación, es una herencia cultural que ha sufrido transformaciones, pero como parte de la cultura viva aún se conserva, es una de las más antiguas y prestigiosa expresión cultural del poblado de Zaza del Medio.

Para el 2011-2012, período en que se enmarca la investigación, se corroboró a través de los instrumentos aplicados a los jóvenes que en la actualidad esta fiesta ritual abierta, es una tradición que combina la dimensión dramática con la estética y la social competitiva donde se establecen semejanzas con la vida de los individuos de la localidad y con la memoria cultural arraigada en la identidad del pueblo. A diferencia de La Parranda tradicional, el motivo de su celebración no es religioso pues no se venera al Santo Patrón, se ha convertido en una fiesta popular. A partir de las encuestas aplicadas a los jóvenes el 88% considera que La Parranda no transmite creencias religiosas y solo el 12% refleja que están

48 representadas en las leyendas que recrean las carrozas y en la interpretación individual que tienen las personas.

Su valor histórico radica en que La Parranda es la fiesta popular más antigua de Zaza del Medio y que se ha mantenido a lo largo de su desarrollo. Es una herencia histórica que constituye el espejo de los pobladores que la han practicado y de los que la conservan, refleja cómo vivían, cuáles eran sus costumbres, cómo se divertían, que música escuchaban y que danzas bailaban, a través de ella los jóvenes se acercan a las tradiciones que identifican la cultura de sus antepasados.

Los especialistas refieren que La Parranda, como manifestación cultural tradicional ha experimentado un proceso de perfeccionamiento en correspondencia con los cambios ocurridos en el contexto histórico, económico y social de la localidad, no obstante su crítica principal radica en la pérdida de elementos tradicionales como el Trabajo de Plaza, que consistía en la representación de un tema específico dentro de las artes y cada barrio competía en una exposición simbólica por los pobladores. (Ver anexo: 16)

La festividad se realiza todos los años, aunque la fecha de su celebración ha sufrido cambios debido a la carencia de recursos necesarios para su ejecución. Para los especialistas, la tradición parrandera ha resistido momentos de negación, renovación y cambio, pero aún se conserva pues está fuertemente ligada a las relaciones de la familia, representa la identidad de cada barrio y de la localidad en general.

Los especialistas entrevistados mostraron fotografías, grabaciones y documentos que existen en la Casa de la Cultura de la localidad, que representan la memoria histórica de La Parranda. Sus elementos identitarios han ido perfeccionándose, se han priorizado las carrozas, que pasaron de ser pequeñas a convertirse en majestuosas obras de arte como símbolos de la significación cultural de la celebración. Los jóvenes conservan fotografías y videos que demuestran su sentido de pertenencia con el festejo, que conforma y fortalece la identidad con respecto a la tradición. (Ver anexo: 7, 8, 9, 10 y 11)

49 En las encuestas aplicadas el 100% de los jóvenes reconoce La Parranda como patrimonio cultural de su localidad, el 78% de los encuestados consideran que la festividad es una tradición que prefiere y es aceptada por todo el pueblo, el 62% que es un bien cultural legado por los antepasados, 52% estima que constituye una manifestación de la cultura y el 42% le confieren importancia histórica, estética y simbólica. (Ver anexo: 4)

A partir de los resultados, se corrobora que La Parranda es un bien cultural creado por el pueblo que reúne un conjunto de valores que son reconocidos como propios, de los cuales los jóvenes participan, consumen y disfrutan, incluye elementos que son parte del bagaje cultural de la localidad. La integración de las personas, especialmente de los jóvenes durante su realización, permite establecer un sentimiento de grupo que consolida la creatividad, la diversidad y la identidad cultural del pueblo.

Los especialistas e informantes claves entrevistados identifican a los jóvenes como protagonistas del proceso, tanto en la fase preparatoria de La Parranda como en su ejecución. Investigaciones anteriores demostraron que el objetivo fundamental de la tradición es satisfacer plenamente la necesidad espiritual del pueblo de crear y a la vez de disfrutar, así como de conservar y dar a conocer las raíces culturales y la memoria colectiva de los antepasados a las nuevas generaciones encargadas de conservarla en el futuro.

En la realización de La Parranda se desarrolla un conjunto de actividades que son costumbre para el pueblo y constituyen los elementos que la identifican. Los jóvenes comienzan La Parranda con el saludo de cada barrio, que consiste en la exhibición de una variada función pirotécnica que se inicia a las 6:00 pm donde un barrio tira todo el fuego que posee para la ocasión y al concluir, de forma inmediata, comienza el barrio contrario. Durante esta actividad todo el pueblo, entre ellos los jóvenes, se reúne y se sitúan a disfrutar el espectáculo del lado de cada barrio al que pertenecen y con el que se sienten identificados.

Mediante las entrevistas y las encuestas realizadas se pudo obtener como resultado que el saludo constituye para los jóvenes un símbolo de iniciación

50 porque marca el comienzo de la festividad, de competencia, ya que desde este momento comienza la rivalidad entre los barrios y de unidad porque se reúnen todos los integrantes de cada barrio por un interés colectivo, donde la cooperación y la solidaridad siempre están presentes. Estos símbolos se manifiestan a lo largo de la realización de La Parranda. Además se pudo conocer que de los jóvenes encuestados el 72% considera que La Parranda transmite símbolos de alegría, el 52% de belleza lo que le atribuye un significativo valor estético, y el 58% cree que es un símbolo de identidad de cada barrio.

Otro símbolo que se refleja en la tradición es la frontera imaginaria, que divide al pueblo en dos barrios, Oriente, conocido también como el barrio de la Loma y que tiene como símbolo representativo un Chivo y Occidente, conocido como el barrio del Río, que tiene como símbolo un Perro. Los jóvenes y las personas en general tienen banderas, mascotas, disfraces y trajes que los definen como integrantes de cada barrio.

Después de terminada esta función se realiza el recorrido de cada barrio, el Chivo y el Perro, por todo el pueblo con carrozas bailables y sus respectivas comparsas y congas, donde se presentan los bailes afrocubanos que evidencian que en La Parranda convergen y se mezclan elementos de la cultura canaria y la afrocubana, que se ajustaron a las necesidades e intereses del pueblo zaceño. (Ver anexo: 15)

Estas comparsas, que llevan al frente el abanderado del barrio que representan, se han caracterizado a través de los años, por la belleza, el colorido de sus trajes y por la armonía de estos con las farolas, que constituyen un símbolo de alegría y festividad.

Otro elemento identitario, al que los encuestados otorgan una especial importancia estética y simbólica, es la presentación de la gran carroza estática por cada barrio que debe comenzar alrededor de las 10:00 pm, saliendo un barrio primero y después el otro.

La carroza constituye un elemento de gran significación estética pues es considerada por los jóvenes una obra de arte por su belleza total, en ella se corresponden la escenografía y la musicalización con la leyenda que recrea.

51 Combina una gran gama de colores, juegos de luces, vestuarios, se crean figuras representativas con fines decorativos, se recrean pinturas universales y estatuas clásicas desde las diferentes dimensiones, que demuestran la creatividad e imaginación de sus realizadores.

En la entrevista a los especialistas y proyectistas de los barrios se obtuvo que La Parranda es portadora de una leyenda mitológica o histórica que representa obras universales, donde existe una conexión con la realidad, que ofrece conocimientos sobre el pasado y que además, transmite símbolos y mensajes positivos para el perfeccionamiento de la vida y del nivel cultural de los jóvenes de la localidad. De los jóvenes encuestados el 86% manifiesta que La Parranda transmite muchos conocimientos sobre el pasado y solo el14% piensa que los conocimientos son pocos.

Entre las carrozas que se han representado están: la carroza de 1936 que representó “Las 21 Naciones” donde se manifestaron los trajes típicos de las naciones Americanas, en 1941 Oriente lució una carroza que imitaba a un “Patio Colonial”. En 1979 se presentó una carroza con el nombre de “Cleopatra”, en 1984 “El Coloso de Rodas” que es una de las Siete Maravillas del mundo antiguo, en 1985 “El Juicio de las Aceitunas, en 1986 se llamó “Hércules” héroe que representa la mitología griega, en el ‟89 se representó el imperio francés, en 1991”La Bella y la Bestia”, en el 2003 trató sobre “Brasil” y en el 2007 Tutankamón, el niño rey. También recrean representaciones actuales cargadas de símbolos y significados que causan en los jóvenes y en el pueblo en general satisfacción individual, disfrute y emociones. (Ver anexo: 7- 14)

Las carrozas incorporan en su presentación elementos históricos, artísticos, estéticos, plásticos, arquitectónicos, lingüísticos, sonoros, musicales, fílmicos, literarios, antropológicos y tecnológicos que hacen a La Parranda patrimonio cultural de Zaza del Medio.

El 58% de los encuestados se identifica con el momento final de la narración de las leyendas, considerándolo un elemento primordial en la exposición del resultado del trabajo de ambos barrios. El primer barrio comienza el fuego que hace

52 estremecer a todos por el ruido violento de los explosivos y el colorido que estos desprenden. Concluyendo un barrio, comienza el otro con ese mismo estilo donde su actuación se prolonga hasta el amanecer. (Ver anexo: 17)

El enfrentamiento entre los dos barrios genera una competencia que posibilita el perfeccionamiento de La Parranda para el año venidero. Al concluir los festejos de un año se comienzan los preparativos para el próximo con el objetivo de hacer cada fiesta mejor que la anterior, lo que requiere un mayor esfuerzo que permite perfeccionar la creatividad de las personas, especialmente de los jóvenes, los cuales se ven obligados estudiar e investigar los diferentes temas que se representarán en las carrozas de la próxima Parranda.

El 64% de los jóvenes alude que no se sienten totalmente motivados con El Rincón Campesino, donde se hace homenaje a las décimas y a la música tradicional campesina. Otras actividades que se realizan son las galas culturales de apertura y clausura de la celebración y el carnaval infantil donde los niños disfrutan de juegos, payasos, adivinanzas, cuentos e información vinculada con la tradición. Estas actividades no son elementos identitarios de La Parranda, pero se han incorporado como elementos culturales de los que el pueblo disfruta; aunque el 42% se plantea como protagonista pues se identifican con esta tradición y el empeño de que perdure como un espacio de satisfacción para el resto de la población.

Para la realización de La Parranda no solo se cuenta con la colaboración de todo el pueblo y en particular de los jóvenes, sino también de un conjunto de instituciones culturales, educativas y comunicativas, así como la participación del gobierno que es el máximo órgano representativo. La Parranda se privilegia con la colaboración y apoyo de las instituciones, ya que propician la intersectorialidad que requiere la festividad para lograr sus objetivos y el éxito esperado.

El papel de las instituciones en La Parranda merece un análisis, pues forma parte de las políticas culturales de la nación el mantenimiento de las tradiciones de los pueblos. El 63% de los encuestados conocen sobre la etapa de preparación de La

53 Parranda, donde se reúne una comisión de trabajo de cada barrio, que son los que participan de forma activa en la realización de la fiesta.

Especialistas refieren que existe una estructura institucional constituida por un presidente de barrio, un vicepresidente, un jefe económico y financiero, un militante de la Unión de Jóvenes Comunistas y otro del Partido Comunista de Cuba. La comisión se complementa con pobladores, en su mayoría jóvenes, que atienden diversos frentes como son el taller de costura, la pirotecnia, congas, comparsa, el proyectista de la carroza, la carpintería y el alumbrado.

El gobierno municipal se involucra en la realización de La Parranda como un órgano regulador, sus acciones se reducen a aprobar la realización de la festividad y destinar el presupuesto necesario para su ejecución. Además, es el encargado de movilizar a un grupo de instituciones que unidas posibilitan el éxito de La Parranda, ejemplo: Comercio y Gastronomía encargada de la distribución de comestibles y bebidas, la Empresa de Transporte con la traslación de personas y materiales necesarios para la creación de las carrozas, además de los equipos de audio, alimentos y bebidas. La Empresa Eléctrica responsable del alumbrado y distribución de la energía, la Policía Nacional Revolucionaria encargada de velar por el orden público y la organización que requiere la fiesta. También participan las Tropas Especiales y la Unión de Bomberos por si ocurre algún accidente durante el lanzamiento de los fuegos artificiales.

Las instituciones culturales mantienen una participación activa y cooperativa, también contribuyen con presupuesto para la preparación y ejecución de La Parranda, realizan la contratación de personal como carpinteros, atresistas, agrupaciones musicales y pirotécnicos. Son los encargados de preparar las diferentes actividades culturales que acompañan La Parranda y movilizar a los artistas aficionados protagonistas de las mismas.

Los medios de comunicación participan de forma informativa, son los encargados de la divulgación de la festividad parrandera, existe un sitio que lleva el nombre de [email protected] donde se publican trabajos, investigaciones y los últimos acontecimientos sobre La Parranda. Se emiten boletines por radio y se informa por

54 Taguavisión los días de la ejecución de la celebración y los temas que van a tratar los barrios en sus carrozas, también se imprimen folletos, carteles, se realizan avisos por correo y teléfono.

Las instituciones educativas participan de manera informativa creando espacios de debates y charlas a los estudiantes sobre el origen y evolución de La Parranda como tradición y patrimonio cultural, los instructores de arte ubicados en las escuelas son los responsables de llevar a cabo estas actividades. Existe un proyecto llamado “Por los senderos de nuestra historia” que tiene como objetivo educar a las nuevas generaciones en los temas de las tradiciones zaceñas, donde La Parranda constituye el eje central.

Para realizar una Parranda con sus verdaderos valores y que mantenga su esencia, es fundamental que perdure la integración de todos los factores humanos que en ella se vinculan directamente, siendo ésta la única forma de que el pueblo alcance el verdadero disfrute de las tradicionales fiestas.

Con las entrevistas realizadas a los informantes vinculados a la realización de la festividad y las encuestas a los jóvenes se pudo conocer que La Parranda tiene una gran significación pues es la máxima expresión cultural de la localidad, su importancia radica en que su realización no excluye a ninguno de sus pobladores, o sea, es un espacio de integración sin exclusión de color de la piel, género, generación, etnia o ubicación territorial; el pueblo zaceño se involucra en La Parranda de forma cooperativa y participativa en la construcción de los trajes, de las carrozas, de las pinturas para la decoración, en la búsqueda de recursos materiales necesarios para su desarrollo.

Los jóvenes son los máximos protagonistas de esta celebración, éstos participan de forma directa en la concreción de La Parranda, son los que bailan en las carrozas y comparsas, construyen los fuegos artificiales, preparan las galas culturales, juegan un papel importante en la ejecución del saludo y en la noche de salida de las carrozas. El 60% de los encuestados reconoce que los jóvenes mantienen una participación activa en su realización, el 30% piensa que es cooperativa y sólo el 6% que es de asistencia.

55 La preparación de la festividad parrandera permite la vinculación entre las diferentes generaciones; integra a personas experimentadas con jóvenes con nuevas ideas, habilidades, capacidades de innovación, además de ser creativos, de tener el afán de valer, la voluntad de formarse y perfeccionarse en la realización de la festividad.

La Parranda permite aliviar el estrés de la vida cotidiana, provoca alegrías, satisfacción, enriquecimiento espiritual, es una vía para el esparcimiento, la recreación, el disfrute y constituye una forma de mejorar el bienestar social de los individuos de la localidad. De los encuestados el 70% le otorga importancia a La Parranda porque contiene un valor artístico, el 72% considera que su significación radica en que es una tradición histórica que se ha preservado a pesar del paso del tiempo y el 92% piensa que se debe conservar pues constituye un símbolo de identidad de la localidad. (Ver anexo. 6)

El 100% de los jóvenes encuestados refieren que participan de la festividad pues se sienten identificados con ella y se denominan sus seguidores, además constituye uno de los pocos espacios recreativos que tienen, es una forma de consumo cultural y de empleo del tiempo libre que tiene una significación diferente a las formas más comunes como la televisión, la lectura y los juegos pues en ella se reúnen diferentes manifestaciones como la danza, la música, la literatura, el arte del espectáculo, las técnicas artesanales tradicionales y los juegos, además, de transmitir conocimientos universales y relacionados con la naturaleza.(Ver anexo.5)

En entrevistas a especialistas, encuestas a los jóvenes y la observación se coincide que La Parranda es un espacio de socialización donde se reúnen amigos y familiares, se transmiten a través de la oralidad mensajes de paz, armonía, amor y solidaridad; en ella se expresa la acción creadora de los jóvenes y el sentir del pueblo en general. Durante su realización se produce un reencuentro con familiares y amigos que en la actualidad no viven en la localidad. Para aquellas personas que emigraron, La Parranda es un buen motivo para regresar, lo que demuestra que la tradición ha fortalecido el sentido de pertenencia de sus

56 pobladores, los cuales se sienten identificados con este evento que es una costumbre que los une en una cultura común. Estas personas que se encuentran en el exterior cooperan en su realización, ya que aportan elementos decorativos y representativos para el barrio con el que se identifican. Constituye un espacio para el reencuentro denominado el zaceño ausente.

La Parranda es un espacio público donde se produce un conjunto de relaciones e identificaciones, posibilita el contacto entre la gente y la expresión comunitaria, tiene la capacidad de acoger y mezclar distintos grupos y comportamientos y estimular la identificación simbólica, la expresión y la integración cultural. Supone, pues, dominio público, uso social colectivo y diversidad.

La celebración de La Parranda permite el desarrollo económico de Zaza del Medio a través de la comercialización de diferentes artículos traídos de otras regiones y otros producidos en la localidad, además constituye una fuente empleadora que brinda trabajos a aquellos jóvenes que están desvinculados, permite crear un fondo que se utiliza en la construcción de obras públicas o como presupuesto para la ejecución de otras festividades culturales del municipio en general.

Mediante la observación, en contraste con resultados de las encuestas, durante la celebración de la fiesta se observan efectos negativos que atentan contra su prestigio y resultados esperados; la venta en grandes cantidades de bebidas alcohólicas propicia el desarrollo de indisciplinas sociales y de la violencia que provocan alteraciones del orden público, además en ella convergen numerosas personas de diferentes lugares que en muchas ocasiones se aprovechan de la festividad para cometer actos delictivos y de corrupción. La comercialización de bisutería, de piezas de vestir, ferretería responde al carácter comercial tradicional de La Parranda, pero incorpora indisciplinas tales como precios excesivos de productos que se comercializan en la red de divisas, de algún modo aplasta la comercialización de artesanía creadas por artistas locales.

57 Mediante La Parranda los participantes asumen y transmiten códigos comunicativos y formas de conductas que conforman su identidad cultural. Crea espacios que posibilitan la participación activa de los jóvenes y permite crear un sentimiento de identificación común entre los mismos.

La preparación de la fiesta que en ocasiones comienza cuando ésta termina y se desarrolla hasta que comienza de nuevo, llega a ser una forma de vida permanente para algunos integrantes de la localidad.

La Parranda conforma la identidad cultural de los zaceños porque se convierte en el patrimonio más querido del pueblo, se identifica con la vida material, social y espiritual de los individuos y se manifiesta con todo su vigor y fuerza en la localidad donde es fruto de la herencia del pasado. La tradición parrandera conforma una identidad común para todos los pobladores de Zaza del Medio y que a la vez los diferencia de las distintas regiones del país.

58 Conclusiones

A través de la investigación realizada sobre la significación cultural que tiene La Parranda para los jóvenes del Consejo Popular de Zaza del Medio se puede concluir que:

 El patrimonio intangible es constitutivo y constituyente de la cultura, contiene un conjunto de normas, valores y tradiciones que son heredados de los antepasados y transmitidos de generación en generación. Establece formas de comportamiento y estilos de vida socialmente adquiridos que forman la identidad cultural.

 La vida cultural de Zaza del Medio se caracteriza por la mezcla de elementos autóctonos y otros asimilados de la inmigración canaria y de Remdedios, Zuluetas y Camajuaní que posibilitaron la aparición de La Parranda como fiesta popular tradicional del Consejo Popular de Zaza del Medio.

 La Parranda contribuye a la formación de la identidad cultural de los jóvenes, constituye un espacio de integración social donde se producen un conjunto de relaciones e identificaciones, donde estos asumen y transmiten códigos, significaciones e imaginarios que los integra como grupo social.

 La participación de los jóvenes zaceños en La Parranda demuestra la significación que tiene en la conformación de su identidad cultural. Se convierten en sujetos de su propia transformación a partir de procesos de integración y aprehensión del conocimiento que transmite la cultura heredada.

 La Parranda como patrimonio intangible tiene significación cultural pues transmite, creencias, valores, costumbres y tradiciones heredadas que conforman pautas de comportamiento, estilos de vida identitarios y son reconocidas por los jóvenes de Zaza del Medio.

59 Recomendaciones

Después de realizada la investigación y el análisis de los resultados se recomienda:

 Desarrollar otras investigaciones, donde se integren diferentes disciplinas científicas, sobre la importancia de la conservación de La Parranda como patrimonio intangible del Consejo Popular Zaza del Medio.

 Insertar los resultados de la investigación en las diferentes instituciones encargadas de potenciar el desarrollo de las políticas culturales en función de la preservación de la identidad cultural de Zaza del Medio.

 Incentivar la participación de los jóvenes en La Parranda mediante proyectos comunitarios coordinados desde la Dirección Municipal de Cultura y Patrimonio, donde se promuevan la creatividad, la autogestión de recursos y la innovación social.

 Fortalecer en instituciones educacionales el estudio de La Parranda como patrimonio intangible para potenciar la reproducción de la identidad y el sentido de pertenencia con las raíces culturales de Zaza del Medio.

 Realizar una exposición en la Casa de Cultura de Zaza del Medio, con grabaciones, videos, fotos, trajes, diferentes tipos de fuegos artificiales y otros elementos que caractericen a La Parranda, para motivar a los pobladores, mantener un espíritu parrandero durante todo el año y preservar los recuerdos de la fiesta como patrimonio de la localidad.

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Anexos

Anexo: 1

Guía de entrevista aplicada a especialistas y personas con experiencia en el desarrollo de La Parranda:

1- ¿Qué importancia o significación cultural tiene la conservación de La Parranda para la localidad de Zaza del Medio?

2- Considera que La Parranda constituye una herencia cultural. ¿Por qué? 3- ¿Qué valor histórico tiene esta tradición para la localidad de Zaza del Medio? 4- ¿Cómo se refleja el valor estético durante su realización? 5- ¿Qué símbolos refleja? 6- ¿Qué conocimientos sobre el pasado y mensajes transmite? 7- Considera que La Parranda conforma la identidad cultural de los pobladores de Zaza del Medio. ¿Por qué? 8- ¿Qué relaciones sociales permite establecer? 9- Considera que estimula la creatividad de los que participan en la realización de la misma. ¿Por qué? 10- ¿Qué manifestaciones del arte se ven reflejadas? 11- ¿Qué costumbres se manifiestan a lo largo de su desarrollo? 12- ¿Cómo es la participación de los jóvenes en su realización? 13- ¿Qué acciones realiza el gobierno para que se realice La Parranda? 14- ¿Qué acciones realizan las instituciones educativas para la conservación de esta tradición? 15- ¿Qué papel juegan los medios de comunicación en la realización de La Parranda?

Anexo: 2

Encuesta aplicada a los jóvenes, con el objetivo de conocer la significación cultural que tiene La Parranda para éstos.

Encuesta:

Con la siguiente encuesta pretendemos conocer la significación cultural que tiene La Parranda de Zaza del Medio para sus pobladores y contribuir así a la conservación de la misma. Esta será anónima, así que esperamos su sinceridad y cooperación. Muchas Gracias.

Marque con una (x) las respuestas que considere más correctas: 1- Edad: ______2- Sexo: ______3- Nivel de escolaridad: ______4- Ocupación: ______5- ¿Ha participado en La Parranda de Zaza del Medio? ___ Siempre ___ a veces ___ casi siempre ___ nunca 6- Cuando participas de La Parranda lo haces porque: ___ es una forma de emplear tu tiempo libre ___ eres su seguidor al paso del tiempo ___ te brinda satisfacción espiritual ___ es uno de los pocos espacios recreativos que tienes ___ te proporciona disfrute al bailar y al ingerir bebidas alcohólicas ___ compartes con tus amigos y familiares ___ es un espacio que posibilita tu participación en la comunidad ___ Otros. ¿Cuáles? 7- ¿Considera que La Parranda es parte del patrimonio cultural de la localidad? Si ___ No ___ 8- Si la respuesta anterior es positiva, considera usted que La Parranda es parte del patrimonio cultural porque: (como máximo seleccionar 3) ___ es un bien cultural legado por tus antepasados ___ es una manifestación de la cultura

___ es la tradición que prefiere y es aceptada por el pueblo ___ La sociedad le confiere importancia histórica, simbólica y estética ___ en ella se expresa la forma de vida y de ser de los individuos ___ el Estado declara un presupuesto para su desarrollo ___ es una tradición que transmitida a las generaciones futuras 9- ¿Considera que La Parranda es un evento que transmite mensajes y conocimientos sobre el pasado?: Muchos___ pocos___ ninguno___ 10- La Parranda es una fiesta que se ha mantenido con el decursar del tiempo porque: ___ El Estado lo permite ___ es una tradición que el pueblo no deja morir ___ satisface las necesidades e intereses del pueblo ___ existen los recursos necesarios para su realización ___ existe un sentimiento de identidad entre los pobladores ___ Otros. ¿Cuáles? 11- ¿Considera que La Parranda es un evento significativo para su localidad? Si ___ No ___ 12- De ser positiva su respuesta, considera usted que es un evento significativo porque: (como máximo seleccionar 4) ___ contiene un valor artístico ___ es un símbolo de la identidad cultural de tu localidad ___ es la máxima expresión de la cultura de tu localidad ___ es una tradición histórica ___ es una forma de aliviar las tenciones de la vida cotidiana ___ posibilita el desarrollo económico de la localidad ___permite reencuentro con tus amigos y familiares ausentes ___ involucra a todo el pueblo de forma cooperativa y participativa en su realización ___ refleja patrones de belleza que le confiere valor estético ___ Otros. ¿Cuáles? 13- Considera que la participación de los jóvenes en La Parranda es:

___ de asistencia ___ cooperativa ___ activa ___ consultiva 14- Estima usted que La Parranda transmite símbolos de: ___ Alegría ___ belleza ___ cooperación ___ solidaridad ___ Competencia ___ identidad de cada barrio ___ no transmite símbolos 15- Cree usted que los máximos protagonistas de La Parranda son: ___ Las mujeres ____ los hombres ____ el Estado ___ El pueblo ____ los trabajadores de cultura ___ los instructores de arte ____ Otros. ¿Cuáles? 16- ¿Considera usted que La Parranda como fiesta tradicional transmite creencias religiosas? Si___ No___ ¿Cuáles?______17- ¿Considera que La Parranda conforma una identidad cultural común para todos los pobladores de Zaza del Medio y que a la vez los diferencia de otras localidades? Si ___ No ___ 18- ¿Considera que La Parranda es una tradición que debemos conservar? Si ___ No ___ ¿Por qué?

Anexo: 3

Guía de Observación

-Objetivo: Determinar los elementos significativos que se manifiestan en la realización de La Parranda de la localidad de Zaza del Medio.

-Unidad de Análisis: La Parranda

-Campo de estudio: La localidad de Zaza del Medio

-Sistema de categorías:

 Conocimientos y mensajes que transmite

 Principales costumbres

 Valor estético

 Símbolos que transmite

 Relaciones sociales que permite establecer

 Elementos identitarios que recrea

 La participación de los jóvenes en su realización.

-Frecuencia de observación: Los tres días que se celebra La Parranda.

Anexo: 4 Características del patrimonio cultual que se seleccionaron.

Se considera patrimonio cultural porque: Seleccionadas %

1- es un bien cultural 31 62

2- es una manifestación de la cultura 26 52

3- es una tradición que es aceptada por el pueblo 39 78

4- tiene importancia histórica, simbólica y estética 21 42

5- expresa forma de vida 4 8

6- el Estado declara un presupuesto 7 14

7- es una tradición trasmitida por generaciones 20 40

Anexo: 5 Motivo por el cual los jóvenes participan en La Parranda.

Anexo: 6 Significación cultural que tiene La Parranda para los jóvenes.

Anexo: 7

Patio Colonial (1939)

Anexo: 8

La Venus de Lira. (1937)

Anexo: 9

El Juicio de las Aceitunas. (1985)

Anexo: 10

El Coloso de Rodas. (1984)

Anexo: 11

Los Jardines Colgantes de Babilonia. (1985)

Anexo: 12

Hércules (1986)

Anexo: 13

Brasil (2005)

Anexo: 14

Tutankamón: El Niño Rey. (2007)

Anexo: 15

Comparsas y congas. (1985)

Anexo: 16 Trabajo de Plaza (1985)

Anexo: 17

Trabajo de Plaza. (1988)

Anexo: 17. Fuegos Artificiales