La Laguna, Ciudad De Contrastes
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
Ciudades patrimonio de la humanidad La Laguna, ciudad de contrastes 232 MAXILLARIS, diciembre 2009 La bella y discreta ciudad de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) es lugar de numerosos contrastes donde se mezclan historia y leyenda, espiritualidad y superstición, intensa vida interior y a la vez un carácter abierto de su cultura y sus gentes. a Laguna es una de las más discretas ciudades españo- las que figuran en la lista de patrimonio mundial de la LUnesco. Nacida a la sombra de los últimos años del siglo XV, no tiene grandes monumentos arquitectónicos que reflejen grandeza, ni sus casas la pureza estética de las distintas corrientes artísticas de cada momento histórico. Sin embargo, esta pequeña urbe fraguada tras la última vic- toria de las tropas castellanas sobre la población abori- gen que habitaba la isla de Tenerife, testimonia una belle- za singular, cargada de contrastes y oculta a veces tras una sutil discreción. La Laguna es una ciudad de ordenada apariencia, calles rectilíneas y armónicas y un casco histórico apenas roto por algunas estridentes alturas de nuevas edificaciones. En su génesis están mercaderes y pequeños nobles venidos a menos procedentes de tierras andaluzas, extre- meñas o castellanas que conquistaron Tenerife tras muchos años de lucha con los guanches, antiguos mora- dores de la isla. Tras la victoria sobre los aborígenes en 1496, los caste- llanos comenzaron a repartirse las tierras. El conquista- dor Alonso Fernández de Lugo cambió las ropas de gue- rra por las de gobernador y Adelantado y decidió fijar su residencia en el valle de Aguere, cerca de una laguna rodeada de tierras fértiles, a seiscientos metros de alti- tud, lugar de tránsito para quienes se trasladaban de un lado a otro de la isla. A esta primera población le puso el nombre cristiano de San Cristóbal con el que bautizaron al mencey abori- gen Bencomo de Taoro, que murió en la llamada batalla de La Laguna, el 25 de julio de 1495, en el enfrentamien- to decisivo y uno de los más sangrientos que se produje- ron en los tres años que duró la conquista de Tenerife. Concluida la conquista y puesto en marcha el primer asen- tamiento poblacional de la isla, el Adelantado viajó a la Corte para presentar a los Reyes Católicos todos sus logros. Cuan- do en 1500 regresó a La Laguna trasladó su residencia a la zona que recibió el nombre de Villa de Abajo, que pronto entró en rivalidad con la Villa de Arriba, núcleo creado en tor- no a la iglesia matriz de La Concepción. MAXILLARIS, diciembre 2009 233 Ciudades patrimonio de la humanidad Este cambio de residencia provocó también que el centro de la incipiente urbe se trasladara a la actual pla- za del Adelantado, al otro extremo de la calle de La Carrera, y alrededor de esta plaza se ordenó la vida reli- giosa, política y cultural de La Laguna. Este traslado de residencia del Adelantado brindó la oportunidad de crear una ciudad que, en lugar de cre- cer de forma improvisada, fue primero pensada, planifi- cada y ordenada sobre los planos. La ciudad fue diseñada con instrumentos de navega- ción marítima y a cordel. Esta es una de las característi- cas que diferencian la que fuera capital de Tenerife. Este modelo de trabajo fue repetido, posteriormente, en tie- rras americanas. Un simple paseo por la vieja ciudad hace evidente la disposición geométrica de sus calles; vías habitadas por viejas casonas y palacetes con fachadas de colores inten- sos o pórticos de piedra. La arquitectura civil y religiosa también fue ordenada en la gestación de la ciudad y todo aquel entramado urbanístico inicial ha permanecido intacto desde finales del siglo XV. Colonial, culta y amable Real Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna. Como sede de los poderes económico, militar y religio- so durante muchos años, esta urbe, rodeada de fértiles tierras, valles y una pequeña cordillera, también destacó por ser la punta de lanza cultural de Canarias; no en vano en estas calles se fundó la primera Universidad del Archi- piélago y se desarrollaron las tertulias ilustradas, dando paso a la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Esta ciudad de paz, pues fue concebida sin murallas defensivas, guarda sus secretos tras muros de piedra y adobe. Como urbe abierta y cerrada, en La Laguna com- parten espacio una Universidad en la que se han forma- do miles de canarios y dos conventos de clausura. Ade- más, siguen celebrándose fiestas y tradiciones que ali- mentan la vieja idea de pueblo grande y acogedor con la que fue creada. En relación a la arquitectura religiosa, destaca la igle- sia de La Concepción, fundada en 1496 por el primer Adelantado de la isla, Fernández de Lugo, un poco más arriba de su actual ubicación. A su alrededor, se constru- yó el primer asentamiento de la ciudad, con casas de adobe y piedra, con techos pajizos. Esta iglesia fue decla- rada Monumento Histórico Nacional en 1948 y su torre, de planta cuadrada y construida en cantería, se divisa al final de la calle Obispo Rey Redondo o de La Carrera. No obstante, tanto el templo como su campanario han sufri- do muchas modificaciones, por lo que poco o nada tie- nen que ver con la primitiva parroquia. En su interior hay un rico patrimonio histórico-religioso, entre el que desta- can su púlpito, realizado en la primera mitad del siglo Convento de Santa Catalina de Siena y Palacio de Nava. XVIII, que es una de las obras talladas en madera más importantes del archipiélago. 234 MAXILLARIS, diciembre 2009 En la Villa de Abajo se construyó una nueva parroquia, la de los Remedios, cuyos trabajos comenzaron en 1515. En el siglo XIX, por Real Orden de Fernando VII y tras sucesivas ampliaciones, fue nombrada Catedral del nuevo Obispado Nivariense. Los planos de la última reedificación, neoclásica, de este templo, en el siglo XIX, tomaron como modelo el diseño de la catedral de Pamplona. En su interior se encuentra la capilla de Nuestra Señora de los Remedios, cuyo retablo se considera una de las mejores piezas del arte barroco de Canarias y en el que se conservan unas tablas de origen flamenco de principios del siglo XVII. Asímismo, entre su patrimonio artístico destacan el púl- pito de mármol del siglo XVIII y el lienzo de Las Ánimas, obra de Cristóbal Hernández de Quintana. Las construcciones religiosas han sobrevivido al paso de los años, a incendios, fallos en su edificación o las des- amortizaciones. Siguen conservando importantes traba- jos artísticos, principalmente sobre madera, y que se perciben en la calidad de artesonados, ajimeces y balco- nes. Los dos conventos de clausura que todavía funcio- nan en La Laguna son excelentes ejemplos de la riqueza interior de la ciudad. El monasterio de San Juan Bautista, que comenzó a edificarse en 1575, contrasta la sobriedad exterior de sus muros con la belleza de sus patios y galerías, además del bello artesonado mudéjar de su iglesia. Otros secretos guarda el convento dominico de Santa Catalina de Sie- na. Este recinto oculta tras sus muros viejos retablos, pero es mucho más conocido por albergar el cuerpo aún incorrupto de una religiosa, Sor María de Jesús de León Delgado, La Sierva de Dios, fallecida el 15 de febrero de 1731 y cuyo cadáver se expone cada año en el aniversa- rio de su muerte, momento en el que es visitado por miles de personas. Vista de la Torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción Iglesia Catedral desde la calle de La Carrera. Nuestra Sra. de los Remedios. Entre los elementos más sugerentes y singulares «de la belleza de La Laguna se encuentran los patios» de las casas señoriales MAXILLARIS, diciembre 2009 235 CiudadesCiudades patrimoniopatrimonio dede lala humanidadhumanidad También a su alrededor están el mercado, que bien Esplendor arquitectónico merece una visita, los juzgados, el Convento de Santa Catalina de Siena, el Palacio de Nava y la casa Anchieta, Fue en el siglo XVIII cuando la ciudad alcanzó su máximo donde nació el apóstol de Brasil, el misionero jesuita José esplendor, pues se convirtió en la puerta de entrada a la de Anchieta, uno de los fundadores de São Paulo. En una isla de las nuevas tendencias culturales y políticas que palabra, la Plaza del Adelantado, verdadera puerta de la nacieron con la Ilustración y que llegaban de Europa. ciudad, y sus alrededores constituyen el centro de poder En tiempos de Carlos III, cuando Campomanes deci- civil, económico y militar. En este recinto se celebraban dió impulsar la creación de las Reales Sociedades Eco- las proclamaciones y coronaciones reales. nómicas de Amigos del País para modernizar la vida cul- La fachada del Ayuntamiento que da a la calle de la tural española, fue en La Laguna donde se constituyó la Carrera destaca por su portada de cantería roja y es uno correspondiente a Tenerife, el 15 de febrero de 1777. de los mejores ejemplos de arquitectura plateresca de Con su creación se pretendió fomentar las ciencias y la Canarias. Se terminó de construir en 1545 y es lo único economía insulares. Hoy es la sociedad cultural más anti- que se conserva del edificio primitivo, pues sufrió dos gua de las islas. incendios en 1524 y 1538 y diversas reformas interiores. La Plaza del Adelantado, presidida por una fuente de En el número 28 de la calle de Salazar se encuentra un mármol de Carrara de 1870, está rodeada por los edifi- edificio, hoy sede del Obispado de Tenerife, construido cios más emblemáticos de la ciudad: el Ayuntamiento, entre 1664 y 1682 por el conde del Valle de Salazar, Cris- que en la actualidad ocupa la antigua Casa Cabildo, la tóbal Salazar de Frías.