Colegio Pehuén Historia Y Geografía Crisis Económica De 1929 En Chile
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Colegio Pehuén Historia y Geografía Crisis económica de 1929 en Chile y período de anarquía Hola mis niños, espero que estén todos bien junto a sus familias. La guía anterior fue dedicada al gobierno de Ibáñez, que finaliza como consecuencia de la gran crisis económica que enfrentó nuestro país en la década de 1930. Ahora nos toca recordar (lo vimos en 1° medio) pero enfocándonos en Chile. Además, finalizaremos con el período de anarquía política que ocurrió después de la renuncia del General Ibáñez. La caída del presidente Ibáñez Si repasas la guía anterior, recordarás que el pdte Ibáñez tuvo como objetivo ordenar al país en la parte económica, evitar las malas prácticas como la evasión de impuestos y aprovechar los ingresos recibidos por la venta del salitre. La sensación de prosperidad que se experimentó durante los primeros años de la dictadura de Ibáñez llegó a su fin con la crisis económica internacional, que se inició en octubre de 1929, tras el derrumbe de la Bolsa de Valores de Nueva York. En Chile, sus efectos se manifestaron a partir de 1930 y, con mayor profundidad, en 1931 y 1932. La consecuencia social de mayor relevancia fue el aumento del desempleo, sobre todo en la minería del salitre. Así, de los 91 000 obreros que trabajaban en las salitreras en 1929, solo quedaban 31 000 a fines de 1931. Estos trabajadores y sus familias se trasladaron a las ciudades, lo que hizo más visibles otros problemas derivados de la crisis, como la falta de alimentos y la imposibilidad de pagar las habitaciones en que se vivía. Observa la siguiente tabla que corresponde a los indicadores económicos entre 1928 y 1932, fijándote especialmente en el PIB y en el salario real: De estos datos, destacaremos dos: el PIB y el salario real. El PIB indica todo lo que se produce en Chile, ya sea por empresarios chilenos o extranjeros, y se calcula en moneda nacional. Entre 1929 y 1932 la cifra que indicaba todo lo que se producía en Chile descendió, aproximadamente, un 40% lo que en economía constituye un descenso extremo en un lapso tan pequeño. El salario real, indica lo que gana la gente en promedio, y su poder adquisitivo. Entre 1928 y 1932, el salario real descendió casi un 50%, y eso, considerando únicamente a los que estaban trabajando, ya que la cesantía se empinaba fácilmente sobre el 20% de la fuerza de trabajo. Las dificultades económicas no eran sólo para los cesantes del salitre, el resto de la población trabajadora, que vivía ya en las ciudades, tenía sus propios problemas, también provocados por la crisis. En muchos casos, los que habían sobrevivido a la cesantía habían visto reducidos sus salarios reales, por el encarecimiento de los alimentos, cada vez más escasos, y, sobre todo, debido a la desvalorización de la moneda. Como muchas familias trabajadoras, vivían arrendando piezas y habitaciones, cuyo precio había aumentado con el correr de los años, se organizaron ligas de arrendatarios que comenzaron a presionar al gobierno para que se dictara una ley que los eximiera, primeramente del pago de sus deudas, y del pago de los cánones de arriendo (en el caso de las propiedades rurales y suburbanas), después. Con el tiempo la población comenzó a ver superada su capacidad de resistencia, y empezaron a surgir, tímidamente primero, pero luego con mayor fuerza, movimientos de protesta social, principalmente en contra del gobierno al que la población veía como el principal responsable de la perpetuación de la crisis. Desde mediados de 1930 comenzaron a producirse olas de protestas en las principales ciudades de Chile, desde Antofagasta a Concepción, lideradas por los estudiantes universitarios y los obreros, los últimos agrupados en la Unión General de Obreros y Empleados de Chile. El gobierno de Ibáñez, NO se encontraba en una buena situación económica para enfrentar esta grave crisis por los siguientes motivos: a) Porque durante los años de bonanza económica (1927- 1929), se invirtieron todos los recursos fiscales en las obras de mejoramiento urbano. b) Además, el Estado poco pudo hacer frente a la crisis de 1929, debido, en gran medida, a que su gran iniciativa para paliar sus efectos fue la compra de oficinas y el control de las deudas de los industriales salitreros por parte de la recientemente creada Compañía de Salitres de Chile (COSACH) a condición de que los dueños de las salitreras pagaran las deudas con las utilidades de la venta internacional del salitre. Pero, como la crisis se ahondó, las oficinas quebraron y el Estado no pudo recuperar sus recursos financieros. En otras palabras, no había dinero para financiar ninguna política que permitiera mejorar las condiciones de vida de la población. A esto se le debe sumar, el descontento por años de limitaciones de las libertades políticas (recuerden que su gobierno fue dictatorial). En 1931 la situación económica empeoró. Ibáñez, en un intento por controlarla, conformó un “gabinete de salvación nacional”. El 9 de julio asumió como nuevo ministro del Interior Juan Esteban Montero, quien restableció las libertades públicas y eliminó las restricciones a la prensa. En el Ministerio de Hacienda asumió Pedro Blanquier, quien transparentó el desastroso déficit presupuestario. En medio de toda esta agitación, el 26 de julio de 1931 el Presidente renunció a su cargo, dejando el poder en manos del Presidente de la Corte Suprema, quien rápidamente convocó a elecciones. Se presentaron dos candidatos: Juan Esteban Montero y Arturo Alessandri. Las elecciones las ganó Montero asumiendo la presidencia con una pesada carga de tareas a cuestas. La crisis no hacía más que profundizarse y los movimientos sociales no daban respiro al Gobierno. El Gobierno fue ineficaz para resolver la crisis, la que se fue desbordando hasta tocar fondo a mediados de 1932, cuando las protestas sociales, la creciente presencia de los militares en la política y conspiraciones de partidarios de Carlos Ibáñez y Arturo Alessandri provocaron su caída el 4 de junio de 1932. Período de anarquía política El 4 de junio de 1932 se produjo un golpe de Estado dirigido por el coronel de aviación Marmaduke Grove, comenzando así un breve período de anarquía política, en el que se sucedieron cuatro gobiernos en cuatro meses. El primero de estos fue el de la República socialista (4 al16 de junio, sólo 12 días), dirigida por una Junta Revolucionaria integrada por Arturo Puga, Eugenio Matte y Carlos Dávila. Esta Junta apenas pudo llevar a cabo algunas medidas de emergencia para resolver la aguda crisis económica y mejorar las condiciones de los sectores populares. Entre sus medidas estuvieron las de ordenar la devolución de las herramientas y enseres que se encontraban retenidas en prenda (en garantía de pago) en las casas de préstamos, y evitar el desalojo de los arrendatarios morosos tanto de conventillos y casas, como de propiedades rurales. Estas medidas, sin embargo, provocaron polémica, porque los propietarios creían que detrás de ellas se perseguía la abolición de la propiedad privada, y si bien el Gobierno desmintió esa pretensión, planteaba una limitación al derecho de propiedad, atendiendo a lo que denominaba “necesidades de la vida social”. Segundo: En junio, el miembro de la Junta, Carlos Dávila, realizó un autogolpe apoyado por las fuerzas militares, destinado a eliminar a sus aliados, quienes partieron al exilio. Su gran obra fue el Comisariato General de Subsistencias y Precios, que otorgó amplias facultades al Ejecutivo para asegurar a los habitantes del país un mejor acceso al consumo de bienes y servicios. Impuso muchas más restricciones que sus antecesores: declaró el Estado de sitio con toque de queda y ley marcial en todo el territorio; prohibió las reuniones de más de tres personas en la calle; censuró las publicaciones y la prensa escrita, y estableció que las radios solo podían transmitir noticias oficiales. Tercero: A comienzos de agosto, otra facción del Ejército obligó a Carlos Dávila a renunciar, estableciéndose una nueva Junta dirigida por Bartolomé Blanche. Una parte importante de la sociedad, que anteriormente había felicitado las intervenciones militares, estaba cansada de su ininterrumpida deliberación. A esto se sumaba el rumor de que Blanche entregaría el poder a Ibáñez. El presidente, en tal contexto, convocó a elecciones legislativas y presidenciales. A pesar de este compromiso, un destacamento antofagastino se levantó con el objetivo de asegurar un pronto regreso a un régimen civil. El movimiento se extendió a Tarapacá, Atacama, Coquimbo y Concepción. Cuarto: El 2 de octubre, Blanche delegó el mando en el presidente de la Corte Suprema, Abraham Oyanedel, quien se encargó de implementar las elecciones ya comprometidas y donde será elegido democráticamente don Arturo Alessandri Palma. AHORA, TRABAJAS TÚ El edificio es La Moneda. Los bultos dicen, de arriba abajo: Congreso Nacional, COSACH, Casa del Pueblo, La Nación, Crac (crisis económica), y Departamento de Turismo. Diálogo: Uno: ¿Qué te parece Ñato esta media liquidación? Otro: Bah, para cosas botadas, no hay cómo. «Almacenes de liquidaciones» Estado 135 San Diego 1175 Delicias 3035. Niños: esta es una caricatura política de la Revista Topaze del año 1931. Caricatura política: es un dibujo realizado con el fin de transmitir una opinión sobre la política, sus protagonistas y los hechos de actualidad. I.- La crisis política vista desde la perspectiva de los caricaturistas. En relación con la anterior caricatura, y considerando su leyenda, realiza las siguientes tareas: 1. Responde: ¿qué quiere decir su autor respecto a lo que estaba ocurriendo en la política de ese momento? 2. Establece una hipótesis en relación a los factores que intervenían en la crisis política, considerando los bultos que se lanzan desde el balcón presidencial. 3. ¿De qué manera interactúan fenómenos económicos y políticos en la profundización de la crisis de 1931- 1932? En otras palabras, ¿es la crisis económica la causa de la crisis política, o es la crisis política la causa de la crisis económica? Justifica tu respuesta.