Capítulo 23 (Austria)
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“H.L. WIECHERS: UNA VIDA Y UNA FAMILIA EN DOS CONTINENTES” - CAPITULO XXIII © Juan Alberto Díaz Wiechers, 2016 – www.wiecherspedia.com CAPITULO XXIII H.L. WIECHERS Y LA REPATRIACION A VIENA DEL CUERPO DEL EMPERADOR MAXIMILIANO JUNTO CON EL REEMBARQUE DE LOS SOLDADOS AUSTRIACOS 23.1 ¿Cónsul de Austria? Dentro de los antecedentes que por tradiciones orales tenemos es que H.L. Wiechers habría sido Cónsul de Austria en Veracruz. Pero esto no es efectivo. Sabemos que no lo era al momento de la muerte de Maximiliano, puesto que las actas austriacas de 1868 relacionadas con la Orden de la Corona de Hierro de Tercera Clase lo identifican más bien como “Representante de la Casa Watermeyer y Cía. en Veracruz”; de haber sido cónsul en tal momento se hubiera mencionado en la información correspondiente austriaca. El Almanaque Imperial para el Año de 1866 , de México, editado por la Imprenta de J.M. Lara, en 1866, en la Ciudad de México, nos da los siguientes datos de la Legación Diplomática Austriaca ante la corte del Segundo Imperio: Cuerpo Diplomático Extranjero en México Legación de Austria Exmo. Sr. Conde de Thun y Hohenstein, Chambelán actual de S.M.I. y R.A. [Nota: Su Majestad Imperial y Real Apostólica], y Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario, calle de la Palma núm. 9. Consejero de la Legación el Barón Eduardo de Lago, Chambelán de S.M.I. y R.A., calle de la Palma núm. 9. El Caballero Ernesto Schmid de Tavera, Agregado. Por su parte, el Almanaque de Gotha de 1867, oficialmente Almanach de Gotha, Annuaire Diplomatique et Statistique pour l’Aneée 1867 , 24ª Edición, publicado en Gotha, Alemania, por Justhus Perhes, consigna: Autriche-: le comte Guido Thun-Hohenstein, E.e. et M.P. (accr. 24 déc. 1864); le baron Ed. de Lago, cons. de lég.; Schmidt, chev. de Tavera, attaché. Ahora bien, los mismos almanaques antes citados, que consignan claramente todos los consulados extranjeros en México, entre ellos los dos en que tenía ingerencia la Casa Watermeyer a través de G.L. Schmidt (Bélgica y Dinamarca), indican que fuera de la legación diplomática austriaca en la Ciudad de México, no existía ningún consulado de Austria ni en Veracruz ni en ninguna otra población de México. Los almanaques austriacos de 1866 y 1867, que nos hubieran podido dar algún dato adicional sobre la legación austriaca, sus miembros o algún eventual consulado, no están –desgraciadamente- disponibles en línea. Pero entendemos que no nos proporcionarían nada distinto a lo antes señalado. Además, sabemos que, tras el fusilamiento de Maximiliano, las relaciones diplomáticas entre Austria y México quedaron interrumpidas por décadas, hasta el año 1901. El Almanaque Imperial austriaco de 1868, que tanta información nos ha dado para este libro, no menciona ya ninguna legación ni ningún consulado austriacos ante la reconstituida República Mexicana. Y así seguirá por décadas. De hecho, los mismos libros, almanaques y directorios que nos confirman plenamente la calidad de H.L. Wiechers como Cónsul de Dinamarca en México, son también esclarecedores, pero en un sentido inverso, respecto a Austria. 1 “H.L. WIECHERS: UNA VIDA Y UNA FAMILIA EN DOS CONTINENTES” - CAPITULO XXIII © Juan Alberto Díaz Wiechers, 2016 – www.wiecherspedia.com Después de 1901 se indica la existencia tan sólo de una legación diplomática austriaca en la Ciudad de México, pero no consulados (al menos durante los primeros años del reestablecimiento de relaciones), y en ningún lugar aparece H.L. Wiechers como Cónsul de Austria. Como se ve, entonces, no hay rastro de esta supuesta gestión consular de H.L. Wiechers para el Imperio Austriaco, no obstante que sí la hay de la mucho más importante condecoración otorgada por el Emperador Francisco José. 1 De cualquier forma, hayan sido oficiales o no, es un hecho que en el año 1867 desempeñó H.L. Wiechers funciones, seguramente de carácter cuasi-consular, que fueron altamente agradecidas por el gobierno austriaco. En otras palabras, con o sin status de cónsul, prestó servicios de primer nivel a la Casa de Austria en el puerto de Veracruz, por lo menos similares a las prestadas a Bélgica en el tema de la repatriación de sus soldados abandonados en México. Veamos a continuación. 23.2 La Muerte del Emperador Maximiliano. El Almanaque Imperial para el Año de 1866 , de México, editado por la Imprenta de J.M. Lara, en 1866, en la Ciudad de México, nos da una semblanza oficial del Emperador Maximiliano y de la Emperatriz Carlota, que creemos conveniente reproducir en estas líneas: Sección II Imperio Mexicano Sus Majestades Imperiales EMPERADOR Fernando Maximiliano José, Archiduque y Príncipe Imperial de Austria, Príncipe Real de Hungría y Bohemia, Conde de Habsburgo, Príncipe de Lorena, nació el 6 de julio de 1832. Acepta el 10 de abril de 1864 la corona que le ofrece la mayoría de la nación, y el 12 de junio del mismo año hace su entrada a la Capital del Imperio: casado en Bruselas el 27 de 1857 con: LA EMPERATRIZ María Carlota, Amalia, Augusta, Victoria, Clementina, Leopoldina, nació el 7 de junio de 1840, hija de Leopoldo I, Rey de los Belgas. Por su parte, el Almanaque de Gotha de 1867, oficialmente Almanach de Gotha, Annuaire Diplomatique et Statistique pour l’Aneée 1867 , 24ª Edición, publicado en Gotha, Alemania, por Justhus Perhes, el “ Who is Who ” de la realeza y nobleza europeas, consigna, sobre esto mismo, lo siguiente: MEXIQUE Ferdinand-Maximilien-Joseph, empereur de Mexique, archiduc et prince impérial d’Autriche, prince royal de Hongrie, comte de Habsbourg, prince de Lorraine, né 6 juill. 1832, accepte le 10 avril 1864 la couronne impériale du Mexique qui lui offerte par suite d’une décision de l’assemblée de notables de Mexico datée du 10 juillet 1863 et par la majorité du peuple mexicain, débarque le 29 mai à Vera-Cruz et faite son entrée dan la capitale du Mexique le 12 juin 1864 ; marié 27 juillet 1857 a l’Impératrice Marie- Charlotte-Amélie-Auguste-Victoria-Clémentine-Léopoldine, née 7 juin 1840, fille de feu Léopold Ier, roi des Belges. 1 Nota: La Guía Massey-Gilbert de 1903 consigna en inglés la siguiente legación diplomática austro-húngara en México: “ Austro-Hungary.- Count Hohenwart de Gerlachstein; secretary Count Antonine Stadnicki; attaché, Count Kielmansegg. Legation, Bucareli 1808; reception hours, 11 a.m. to 1 p.m. ” 2 “H.L. WIECHERS: UNA VIDA Y UNA FAMILIA EN DOS CONTINENTES” - CAPITULO XXIII © Juan Alberto Díaz Wiechers, 2016 – www.wiecherspedia.com Como bien sabemos, el Emperador Maximiliano de Habsburgo fue ejecutado por órdenes de Benito Juárez, junto a sus leales Miramón y Mejía, en el Cerro de las Campanas de Querétaro, el 19 de junio de 1867. El Emperador murió como un valiente: en sus últimos momentos cedió el lugar de honor del fusilamiento, el central, al bravo y leal general Miramón; y sus últimas palabras fueran “Viva México”. Tras esto, el pelotón de fusilamiento disparó casi a quemarropa. Es muy posible que Maximiliano no haya tenido los dotes para ser un gran gobernante, pero de una cosa no cabe duda, y es que supo morir como todo un hombre. Tras esto, el cuerpo de Maximiliano fue ferozmente maltratado por los juaristas, inclusive sujeto a una autopsia y a un embalsamamiento infames. Gracias a la gentileza del Archiduque Carlos Felipe de Austria es que hemos tenido acceso a la hermosa carta final del derrotado Emperador a su vencedor, el presidente liberal Benito Juárez. Copia escaneada del original se adjunta en un anexo al final de esta obra, pero ahora acompañamos una transcripción de la misma: Señor Don Benito Juárez. Querétaro, Junio 19, 1867. Próximo a recibir la muerte a consecuencia de haber querido hacer la prueba de si nuevas instituciones políticas lograban poner término a la sangrienta guerra civil que ha destrozado desde hace años este desgraciado país, perderé con gusto mi vida, si su sacrificio puede contribuir a la paz y prosperidad de mi nueva patria. Íntimamente persuadido de que nada sólido puede fundarse sobre un terreno empapado en sangre y agitado por violentas conmociones, yo conjuro a Usted de la manera más solemne y con la sinceridad propia de los momentos en que me hallo, para que mi sangre sea la última que se derrame y para que la misma perseverancia, que me complacía en reconocer y estimar en medio de la prosperidad, con que ha defendido Usted la causa que acaba de triunfar, lo consagre a la más noble tarea de reconciliar los ánimos y fundar de una manera estable y duradera la paz y tranquilidad de este país infortunado. Maximiliano. Por su parte, el periódico El Monitor Republicano nos proporciona en su edición del 15 de octubre de 1867, una versión castellana de la carta del Emperador Maximiliano al Barón von Lago, en esos momentos encargado de negocios austriaco ante su corte imperial, que, entre otras cosas, incluía unas disposiciones funerarias que a la larga nunca se cumplirían: Querido Barón Lago, Ministro de Austria en México [Nota: En realidad era sólo Encargado de Negocios].- No tengo ya que ver en el mundo, y mis últimos deseos se limitan a mis restos mortales, que pronto quedarán libres de padecimientos, y a favor de los que me sobrevivan. Mi médico, el Dr. Basch, hará transportar mi cuerpo a Veracruz. Dos sirvientes, Gull y Tudos, serán los únicos que lo acompañarán. He dado orden de que se conduzca mi cuerpo a Veracruz sin ninguna pompa, y que a bordo no se haga ninguna ceremonia extraordinaria. He esperado la muerte con calma, y quiero igualmente gozar de calma en el féretro. Procurad, querido Barón, que en uno de los dos buques de guerra, el Dr.