25 Años Del Rojas
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Universidad de Buenos Aires Dr. Rubén Hallú Rector Lic. Oscar García Secretario de Extensión Universitaria Lic. Cecilia Constanza Vázquez Coordinadora General de Cultura Adjunta Diseño de portada e interior: Marcelo Anastasio © Centro Cultural Rector Ricardo Rojas © Los autores Las imágenes de la portada corresponden a: David Zambrano; MEAVAD, foto de Lorena Fariña; obra de Cristina Schiavi expuesta en Galería; Cubilete en brazo, foto de Alejandra Del Castello, dibujo de Pablo Bolaños, Permanece así, foto Alejandra Del Castello y obra de Martín Di Paola expuesta en Galería. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su al- macenamiento en sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, mecánico, fotocopia u otros medios sin permiso previo del editor. 25 años del Rojas. Recopilado por Natalia Calzon Flores. 1a ed. - Buenos Aires : Libros del Rojas, 2009. 320 p. ; 30 cm. x 23 cm. ISBN 978-987-1075-83-6 1. Centro Cultural Rojas. Historia. I. CDD 306.09 Fecha de catalogación: 12/08/2009 Democracia y cultura, un diálogo incesante a administración de bienes culturales es un programa abierto, múltiple, que se recrea y se reinventa en la ac- ción, sobre una plataforma llena de interrogantes y con escasas certezas. L El Rojas, como se lo denomina en el habla corriente al Centro Cultural Rector Ricardo Rojas de la Uni- versidad de Buenos Aires, no sólo no ha escapado a este principio activo en sus 25 años de gestión, sino que además lo ha promovido, constituyéndose en vanguardia de un debate abierto al que nunca pretendió sujetar a reglas o convenciones arbitrarias. Es que, entre las pocas certezas que se tienen al encarar la promoción cultural desde lo público, se incluye el hecho de que la cultura, como modo de existencia de un pueblo, tiene a todos sus miembros como agentes de producción cultural, y no como simples consumidores de objetos de arte o ilustración producidos por unos pocos. Las políticas culturales elitistas, enfocadas desde una perspectiva de reparto de bienes culturales entre quienes por una u otra causa estarían privados de su disfrute inmediato, tienden a consagrar esta visión de lo cultural sólo como un con- sumible. En democracia, en cambio, las políticas culturales son convocantes, una auscultación permanente de lo que acontece más allá de los museos, las bibliotecas y los grandes teatros. Y únicamente en democracia es posible lograr que muchos de los receptores puedan también erigirse como emisores originales de su propia cultura, actores conscientes y legitimados y no sólo espectadores. Esto es y ha sido el Rojas en este cuarto de siglo de construcción democrática. Un espacio abierto y multiplicador, escenario de nuevos creadores, auditorio de consagrados maestros, vínculo vivo entre ambos, encuentro de generaciones diversas, donde artistas y pensadores no solamente expusieron, sino que además se expusieron a las voces, las imágenes y las ideas de otros. Suele medirse la eficacia de un espacio cultural con cifras como el número de espectadores y concurrentes a cursos y conferencias, o la cantidad de muestras y espectáculos. En el caso del Rojas, estas cifras son categóricas y elocuentes, en tanto demuestran que el Centro Cultural de nuestra universidad es un espacio de referencia obligada. Como Rector de la UBA, sin embargo, prefiero en este mensaje honrar otras cifras menos visibles, como las que dan cuenta de las miles de horas de trabajo, esfuerzo, pragmatismo, coraje al servicio de desafíos nuevos, que los hombres y mujeres del Rojas han invertido a lo largo de 25 años, a veces con recursos escasos, para asegurar ese prestigio. Hacer, promover, estimular y difundir cultura en la democracia, y como actividad de extensión universitaria, es una aventura llena de incertidumbres, riesgos y contramarchas. En ello reside su mérito; los puntos de partida no son certi- dumbres, sino búsquedas. Un diálogo incesante, libre, controversial y creativo. Dr. Rubén Hallú Rector de la Universidad de Buenos Aires 5 Un vínculo entre la comunidad y la Universidad ólo reflexionamos sobre el significado de las palabras cuando debemos escribir al respecto. Es entonces que abordar el tema de la cultura nos obliga a realizar una aproximación sobre su definición, algo que transfiera S conocimiento derivado del “sentido común”. Sin embargo, intentar una definición estricta resultaría comple- jo y excedería el propósito del presente artículo. Definirla es algo complejo porque “la cultura” es un concepto que se ha ido transformado en el tiempo, y seguirá haciéndolo en forma permanente. Necesitamos de todos modos una definición que nos guíe. Cultura entonces, en un sentido amplio, como todo lo cultivado por el hombre, que comprende el total de las producciones humanas, tanto en el ámbito material como en el espiritual. Y en un sentido más restringido, como los diversos saberes, tanto de tipo especulativo como práctico, que la humanidad ha alcanzado y recopilado, en forma más o menos sistemática, a lo largo de la Historia. Trabajar en cultura, en este sentido amplio significa crear y producir, pero también recopilar y transmitir. La Uni- versidad de Buenos Aires cumple este rol por definición. Su labor no termina ni podría terminar en la simple repro- ducción de saberes. Tal enfoque sería un desperdicio de las capacidades y aptitudes de todos los actores que la confor- man. La creación y transferencia de los mismos es en definitiva lo que caracteriza al ser universitario. El primer referente en cuanto a cultura de la UBA es sin duda el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas, que con sus 25 años de trayectoria, ha logrado un lugar destacado en la producción cultural. Nacido casi junto a la democracia, el Rojas también ha ido mutando y creciendo en el tiempo. Nació en un aula y una oficina, pero no tardó en expandirse. A fines de los años ochenta, se configura como uno de los lugares de mayor actividad de la contracultura artística de Buenos Aires. Sus exposiciones, talleres, debates y publicaciones marcaron la escena underground local. A principio de los noventa se transforma en un espacio consagrado y de referencia para el campo oficial de la crítica, el mercado, las galerías, las instituciones, los premios y el coleccionismo. Sede también de festivales y muestras. Parte imprescindible de la escena cultural de la ciudad. Sin perjuicio del desarrollo de las artes, se incorporó la educación no formal, con los programas de Capacitación para el Trabajo y Adultos Mayores de 50 años, que junto con las actividades artísticas, completan una oferta que realmente acercan la experiencia cultural al común de las personas. El crecimiento de esta propuesta, fue acompañada del crecimiento de las instalaciones y lugares donde se realizan las actividades, de la cantidad de personas que trabajan en él, y especialmente de los alumnos que se inscriben año a año en los diferentes cursos o como espectadores de obras musicales, teatrales, de danzas y de los ciclos de exposiciones. Un capítulo aparte merece el Coro y Orquesta de la UBA, que recorre nuestro país llevando el más variado reperto- rio de las más delicadas obras musicales. El Rojas es un vínculo estrecho entre la comunidad y la Universidad. Especialmente con ese sector de la comunidad para quién, de otro modo la Universidad de Buenos Aires aparece como un lugar inaccesible. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas es el centro cultural más importante de la Ciudad de Buenos Aires, por la oferta de cursos, talleres, espectáculos, exposiciones, conferencias, muestras, festivales, concurrentes, espectadores, alumnos, artistas. Esto requiere para poder funcionar de un gran plantel de trabajadores. No es difícil imaginar que un espacio de estas características sea a veces un área con problemas, sobre todo en un contexto de difícil situación presupuestaria. Pero es importante destacar, que más allá de las dificultades que puedan atravesarse, la Universidad seguirá prio- rizando como lo viene haciendo el trabajo en esta área del conocimiento, producto del esfuerzo de muchas personas comprometidas con el quehacer cultural. Lic. Oscar Gabriel García Secretario de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil 7 Referente para la innovación sina, semillero, laboratorio de las diferencias, misterio multicolor, válvula de escape… diferentes maneras de U nombrar al Rojas. En septiembre de 1984, con la vuelta de la democracia, en medio de la primavera cultural y social, la Universidad de Buenos Aires funda —con el objetivo de ofrecer a la sociedad un espacio de creación, pensamiento, difusión de nues- tra cultura—, el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas. Este año, nuestro centro cultural cumple 25 años: 25 años de libertad, de pensamiento, de expresión, de creación. 25 años de vida cultural. Su historia es atractiva, interesante y caótica. El Rojas ha sido en estos años un espacio de idealización, de estudio, de misterio. Ha ganado, con el correr del tiempo, un merecido reconocimiento en la vida cultural no sólo de nuestra ciudad sino también de nuestro país. Ha sido el inicio de exitosos ciclos, proyectos, grupos, de artistas, ha sido el puntapié inicial de muchas de las ofertas que luego se verían, se ven, por los diferentes espacios culturales de la ciudad, de nuestro país y muchas veces, del mundo. Nos llena de orgullo pues que esto suceda, es el reflejo de que se ha cumplido y se conti- núa cumpliendo con los objetivos de innovar, producir, generar cultura, arte, públicos, por medio del pensamiento, la experimentación, la reflexión, la insolencia, la inclusión. Cabe destacar que nada de esto podría haber sucedido si no fuese por cada una de las personas que pasaron por aquí, artistas, funcionarios, empleados, docentes, estudiantes, público. Cada uno desde su lugar ha contribuido al desarrollo y crecimiento del centro cultural, cada uno ha dejado su impronta..