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LA REPUBLICA DE PLATÓN, ó COLOQUIOS SOBRE LA JUSTICIA TRADUCIDOS EN CASTELLANO, É ILUSTRADOS CON VARIAS NOTAS POR

D. J. T. Y G.

TOMO SEGUNDO.

sapere est principium font, Scribendi recté , Rem tibí Socrática poterunt ostendere chartcs. Hor. Art. Poet,

MADRID: EN LA IMPRENTA DE DON JOSEF COLLADO. AÑO DE l805' que los músicos llaman el Lo en canto armoníat esto es en la ciudad la concordia saber , á , un estrechísimo é importantísimo vínculo para ¡a conservación de qualquier república que de , ningún modo puede haber sin la justicia. San Agust. lib, a. cap. 2.1. de la Ciudad de Dios. et 4** «« *'» «'•a '"' <•*% ^ <•£ <<» *<* *-9 V •(^*£^¿3 C¿9t£Sv^^S^Í Z¿3^¿3^3 *£3 e£^¿3 *¿3 ¿¿3 '¿^¿**¿3 &¿S? LA REPÚBLICA DE PLATÓN,

* O COLOQUIOS SOBRE LA JUSTICIA.

COLOQUIO QUINTO.

»3oc. Nombre de bien arreglado y perfecto doy pues al gobierno de quien acabo de hablar, en qualquier parte se encuentre que , ora sea en .un estado ora en un particular añado que , : y si esta forma de gobierno de las repúblicas , y educación de los particulares son buenas , todas las otras son malas y defectuosas • las quales pueden reducirse á quatro. Glauc. QuáJes son éstas? Soc. Iba yo á hacer la enumeración de es- tos gobiernos en el orden mismo que me pare- cían formarse unos de otros ; quaado Polemarco que estaba un distante poco de Adimanto , alar- el gando brazo , le tiró de la capa por junto á la espalda acercándole á sí doblándose , y , y acia él le al , dixo oido algunas palabras , de las quales oir : no pedimos otra cosa , sino le A 2 ( 4 ), que haremos i De elevaremos pasar adelante , o

replicó Adimanto , levantan- ninguna manera , es dixe yo entornes á do mas ¡a voz. Quién , , quien vosotros no queréis dexar pasar anclante? Adim. A vos. Soc. Por qué causa ? Adim. Porque nos queréis nos parece que decaéis de ánimo , y que no ocultar una parte de esta conversación , creído tai es la menos considerable. Vos habéis vez podérsenos escapar diciendo simpremeiitCj á los hijos era que en orden á las mugeres y , cosa evidente que todo esto debia ser común en- tre los amigos. Soc. No tuve yo razón de decir- Adimanto? Adim. No me separo lo , mi amado punto asi como los otros, de ello : pero este , necesita de explicación. Esta comunidad puede practicarse de varias maneras decidnos pues quál es aquella de la qual vos queréis hadar. con- Hace ya mucho tiempo que aguardamos , fiados siempre en que vos haríais mención de ae criar- la procreación de los hijos y del modo los en suma de todo lo que pertenece á la , y de los hijos de la comunidad de las mugeres y , qual no nos habéis dicho mas de una soia pala- bra como de paso. Nosotros estamos persuadidos tomará en que el partido bueno ó malo que se mas es de gran consecuencia , ó este asunto , pues que bien es el todo para la sociedad. Ahora de gobierno ántes de vos pasáis á otra forma , punto, habernos suficientemente declarado este habéis oido no dexaros se nos previno lo que , hayáis explicado pasar adelante á ménos que )

tan bien como lo babeis hecho en este artículo , allego al partido de los demás. Glauc. Yo me Foíemarco y de -A dimanto. con que esta es Trasim. Cuenta Sócrates , una resolución tomada por tocios los que aquí á estamos. Soc. Qué habéis hecho obligándome acerca volver pasos atrás? En qué averiguación ío ¿el gobierno me vais á empeñar de nuevo? de un mal me daba el parabién de haber salido teniéndome por dichoso de que qualquiera paso , entonces. se contentase con lo que habla dicho Quando vosotros me obligáis á emprender otra sabiendo qué enxambre ( vez este asunto , no i de nuevas disputas vais vosotros á dispertar. Pre- causarían veía yo los alborotos que ellas nos , y para evitarlos tomé el partido de no decir mas. Trasim. Creíais vos que nosotros eramos venidos aquí para buscar como alquimistas (2) la piedra sérios filosofal no para tratar de asuntos é , y pero siempre importantes ? Soc. Enhorabuena : Para ios se debe tomar con moderación. Glauc. Sócrates no es mucho hombres sábios , amado , tanta toda la vida para conversar de materias de importancia. Por tanto creedme : dexad á noso- incumbe pen-> tros el cuidado de lo que nos , y sad en declararnos vuestro pensamiento sobre el modo con que se hará esta comunidad de muge- nuestros guerreros cómo res y de hilos entre ; y al se criarán los hijos desde el punto que vienen que ellos sean capaces de una edu- mundo , hasta cación séria razonada cuyo cuidado le tengo y , a 3 por de los mas penosos. Explicadnos pues con- gosto cómo deberemos portarnos en este nego- cio. Soc. Esto es lo que no me es fácil de expli- car mi buen Glaucon lo que encontrará , , y aún menos creencia en los ánimos , que quanto ha precedido. No se creería jamás que la cosa fue- se posible aún quando se viese la execucion ; y no se podrían persuadir que esto fuese lo mejor. Por lo que temo decir libremente mi pen- samiento sea , no , mi amado amigo , que se tenga por un vano deseo. Glauc. No temáis

nada : vos habíais con gentes que ni son incon- sideradas ni , incrédulas , ni os tienen mala vo- luntad. Soc. A dicha varón ilustre habíais , , me de este modo ccn el designio de animarme? Glauc. Así es. Soc. Pues vuestras palabras pro- ducen en mí efecto un todo contrario : porque si estuviera yo bien persuadido de la verdad de

lo que - hablo , vuestra exórtacion seria muy

oportuna ; por quanto se puede hablar con se- guridad y confianza delante de amigos discretos, quando se sabe que se les dirá la verdad sobre asuntos importantísimos , en los quaies se toman ellos un grande interés. Pero quando se habla, como yo hago dudando como á tientas es , y , cosa muy peligrosa, y en que se debe temer, el no dar que reir ( porque este temor seria pue- ril si no el de apartarse de la verdad su- ) , y mergir consigo sus el á amigos en error , sobre cosas en que media el mayor interés en no en- gañarse. Por tanto pido encarecidamente á Acras- de Glaucon, que no se ofenda de tea (3), arrugo de- Jo que voy á dec-ir : porque tengo por menor lito matar á uno involuntariamente que engañarle lo lo justo acerca de lo hermoso , de bueno , de honesto aun exponerse á este riesgo y de lo , y entre enemigos que entre sus seria menos malo , propios amigos : por consiguiente valeos de otro medio para alentarme. Sócrates , replicó Glau- si vuestros discursos nos hacen con sonriendose , os caer en algún error , nosotros absolvemos involuntario os decla- como de un homicidio , y á nuestro ramos inocente , no mirándoos como sin engañador : explicaos pues confiadamente y declara ino- rezelo. Soc. Á buena cuenta , la ley absuelto en aquel caso cente al que ha sidG ; y hay apariencias de que si es inocente en aquello, lo será también en esto. Glauc. Esta es otra ra- zón demas para que habléis con toda seguridad. Soc. Voy pues á tomar de nuevo el hilo de una materia que hubiese hecho tai vez mejor de tratarla en seguida quando se presentó la oca- sión. Acaso no seria fuera de propósito sacar las de haber tenido mugeres á la escena , después que vos me pro- allí á ios hombres ; tanto mas vocáis á hacerlo. Para dar á hombres nacidos y regias se- .criados del modo que hemos dicho , guras tocante a la posesión y uso de las muge-

res los hijos no tenemos nosotros , en mi y de , sentir mejor que hacer que seguir , otra cosa , siempre la misma senda que hemos llevado hasta representado aquí : por quanto nosotros hemos A -J- .

( 8 ) a estos hombres como cabezas y guardas de un rebano; Glauc. Esto es verdad. Soc. Sigamos pues esta idea dando á sus hijos un nacimiento y una educación muy parecida , y veamos si esto nos saidra bien ó no. Glauc. , De qué modo lo ha- remos ? Soc. Vedlo aquí. Creemos nosotros , por suerte que las perras , deban velar como los per ros en la custodia de los rebaños , ir á caza con ellos y hacerlo todo en común : ó que ellas de- ban estarse siempre en casa , como si ocupadas en parir cachorros criarlos y , fuesen incanaces cosa > Y que entretanto todo el i trabajo y cuidado de los rebaños cargue sobre los per- ros, Glauc. Queremos que todo les sea común, con sola la diferencia de que en los servicios oue saquemos de ellos se , tenga consideración ala debilidad de las hembras , y á la robustez de los c.ms. S,oc _ ueden sacarse por ventura , , de un animal los servicios que se sacan de otro que ~ a íd Ci-iado ni : ;° , enseñado de la r - misma manera i Glauc. No es posible. Sor. Por consi- guiente^), si nosotros destinamos las mugeres a los mismos empleos que los hombres, debe- mos darles la misma educación. Glauc. No tiene °C 0 iiemos instruido f’ . á los hombres * mu3Ica en la gymnástica c Y ? Glauc. Sí. °r ' 6eva- ues necesario P aplicar también las mu- geres a. estudio de estas dos artes , instruirlas en la guerra servirse y de ellas para estos mis- mos objetos. Glauc. Esta es una conseqüencia de que 0 vos decis - 5°c. Si se llegase á la execu- ( 9 ) de las cosas de que ahora habla- clon , muchas ridiculas por ser con- mos parecerían tal vez , trarias al uso. Glauc. Y muy ridiculas. Soc. Que enconrrais vos en esto de mas ridículo ? Seria sin duda ver las mugeres desnudas luchar con los hombres en el gymnasio, no solo las jóvenes, sino

también las viejas : á la manera de aquellos vie- jos que se divierten aún en estos ejercicios, quan- do están ya llenos de arrugas y poco agradables en su persona ? Glauc. Par diez que es verdad, que á no consultar sino el estado presente de las ridículo. cosas , esto parecería muy Soc. Pero pues que nos hemos atrevido una vez á hablar, no debemos hacer caso de los donaires de ios bufones á quienes una innovación de esta natu- raleza pondrá sin duda de buen humor con- , y tra ella echarán mano de toda especie de burlas, quando vean á las mugeres aplicarse á la música á la gymnástica y , aprender á manejar las ar- mas y á montar á caballo. Glauc. Vos decís muy bien.

Soc. Mas puesto que hemos empezado siga- mos nuestro punto dirigiéndonos desde luego á lo mas fuerte esta de ley , suplicando á estos tru- hanes que deven por un momento su humor cho- carrero , y que examinen sériamente la cosa. Re- cordémosles que no lia mucho tiempo que los griegos creían aun . como lo creen hoy dia la ma- yor parte de las naciones bárbaras que 3a vista ce , un hombre desnudo era un espectáculo ver— guaroso ridículo que Y : y quando se abrieron (ío) por primera vez los gymnasios , antes en Creta después en Lacedemonia la gente , divertida de aquel tiempo tuvo algún derecho de hacer sá tiras contra estas novedades. No lo pensáis así"? Glauc. Así lo creo. Sor. Pero después que el usa na neciio ver que era mejor ejercitarse desnu- dos que ocultar (5) 5 ciertas partes del cuerpo- la razón, descubriendo con sus , discursos lo que era mas conveniente, disipó lo ridículo que los ojos encontraban en la desnudez , y mostró que solo un espíritu superficial puede tener por ri- dicula otra cosa que la que es mala en sí, y pro- ponerse hacer reir , tomando por objeto de sus chistes ©tro retrato que ei de lo desrazonable y vicioso que se , ó acalora seriamente en un ne- gocio , temendo por blanco quaíquier otra cosa que lo bueno. Glauc. 1 odo esto es muy cierto. Soc. Mas no debemos decidir primeramente entre nosotros si lo que nos proponemos es posible ó no ? conceder quien quiera y á que sea , ora lo haga con seriedad ora de bufonada , , la libertad de examinar sí las mugeres son capaces de los mismos exercicios que los hombres , ó si no son aptas para ninguno ; ó en fin si ellas son capaces de unos , é incapaces de otros ? T rás lo qual veremos nosotros en qué clase de éstas s» -deban colocar los exercicios de la guerra. Si así procedemos en este examen , no nos podre- mos lisongear que esta materia se haya escu- drinado como corresponde y con toda perfección? Glauc. Sí.. ( 11 ) Soc. Gustáis vos que nosotros nos encargue- mos de alegar las razones de nuestros contrarios,

á fin que su causa no quede indefensa ? Glav.c. No tengo inconveniente. Soc. Ved pues lo que eiios podrían oponernos : Sócrates Glaucon no tene- y , mos necesidad para impugnaros de otras armas, que de aquellas que vosotros mismos nos suminis- tráis. Porque desde el principio quando echasteis los fundamentos de vuestra república os habéis convenido en que cada uno debía limitarse al empleo mas acomodado á su naturaleza. Verdad es que convenimos en esto porque no tiene (6) : ningún inconveniente. Pero hay alguna parte en donde no ss encuentra una extrema diferencia entre la naturaleza del hombre y la de la muger ? Cómo podían dexar de ser ellas diferentes ? Luego será preciso aplicar al uno y al otro á empleos diferen- disputa. tes , según su naturaleza ? Sin Según esto, es un absurdo y una contradicción 'manifiesta de decir vuestra parte , el ahora que se deben aplicar indiferentemente á los mismos empleos los hom- bres las mugeres pesar de la distancia pro- y , á digiosa de su naturaleza. Mi amado Glaucon, te- néis vos algo que responder á esto? Glau. No es muy fácil responder de repente ; pero yo os su- plicaré y os suplico que me digáis lo que podría- mos alegar en defensa de nuestra causa. Sac. Es- ta dificultad y muchas otras semejantes hace mucho tiempo , mi amado 2migc, que yo las habla previsto, y ved por qué yo temía y me re- sistía llegar á la ley sobre las mugeres y sobre la (is) procreación y crianza de los hijos. Glauc. Per cierto vuestro temor era bien fundado que ; por- que esta objeción no me parece fácil de resolver.

Soc. Ciertamente que no ; pero nosotros nos ha- llamos en el mismo caso que un hombre que ha caido en el agua. Que sea en un pequeño

alta él estanque ó en mar , poco importa , pere- cerá allí si , no se salva á nado. Glauc. No hay duda. Soc. Hagamos pues como él. Procuremos salvarnos dificultad á nado de esta , confiados en que algún delfín vendrá á sacarnos del embarazo, 6 que recibiremos algún otro socorro imprevisto. Glauc. Bien podía suceder.

Soc. Veamos pues si encontramos alguna sa- lida. Nosotros hemos convenido en qué natura- lezas diferentes debian aplicarse á empleos dife- rentes. X)e otro lado reconocemos que el hombre la rnuger son de naturaleza diferente y muy , y con todo pretendemos destinar á entrambos á los mismos empleos. No es esto lo que se nos

objeta ? Glauc. Sí. Soc. En verdad , mi amado

Giaucon , es menester confesar que el arte de la -disputa tiene un maravilloso poder! Glauc. A qué

proposito decís esto ? Soc. Porque me parece que muchos caen en ella sin querer quando creían , y averiguar algún punto por modo de conversa- ción , no advierten que se alterca fuera de tiem-

po , ponderando una contradicción pretendida en una proposición tomada al pie de la letra, por no peder distinguir todos los diferentes sentidos, valiéndose mas de la porfía que del mutuo co- , (i3) en que suelen loqulo. Glauc. Este es un defecto compre- incurrir muchas gentes : mas acaso nos hende á nosotros en la qiiestioa presente? Soc. Si, medio nos vemos metidos en la de medio á ; y altercación contra nuestra voluntad. Glauc. Como es esto? Soc. Por un espíritu rígido y conten- cioso nos aferramos á la letra de esta proposi- según que los empleos deben ser diferentes , ción 5 ha- la diversidad de las naturalezas : quando no bernos examinado aún en qué consiste esta di- ni teníamos en vista quando versidad , lo que deben te- decidimos que las mismas naturalezas , empleos las naturalezas dife- ner los mismos , y rentes, empleos diferentes. Glauc. \ erdad es que aún no hemos examinado este punto. Soc. Aun pues estamos á tiempo de preguntarnos á noso-

st les calvos los cabelludos son tros mismos , y naturaleza opues- de una misma naturaleza , ó de ta después de haber respondido que de natu- ; y ios calvos hacen de zapateros, raleza opuesta , si recipor— si se lo prohibiremos á los cabelludos, y camente si estos lo exercitan, si se ío prohibire- mos á aquellos. Glauc. Ridicula seria por cierto esta prohibición. Soc. Seria cosa ridicula por otro motivo que porque en la asignación de diversos , empleos no tuvimos consideración á la total dife- et rencia 6 semejanza de naturalezas , sino baxo respecto que ellas tienen con estos empleos ? á la manera que diximos, que el médico y el que tienen nace con ingenio apto para la medicina , la misma naturaleza. No lo creeis vos así? ( J 4) Giauc. Ciertamente. Soc. Pero que el médico y el carpintero tienen una naturaleza diversa. Giauc. Del todo diferente. Soc. Si pues nosotros encontramos que la naturaleza del hombre di- fiere de aquella de la muger en orden a ciertas artes á ciertos empleos nosotros y , concluiremos que estos empleos no deben ser comunes á los

dos sexos si ' no entre ellos : pero hay otra di- ferencia, salvo que el macho engendra y la hem- bra pare, no tendremos por esto como cosa de- mostrada que la muger es diferente del hombre en el punto de se trata aquí ni que ; persistiremos ménos en creer, que no se debe pGner ningu- na distinción para los empleos entre nuestros guerreros y sus mugeres. Giauc. Y con mucha razón. Soc. En seguida , al que es de parecer contra- rio rogaremos que nos enseñe quál es , en la re- pública el arte ó empleo para el qual las mu- geres no hayan recibido de las naturaleza las mismas disposiciones que ios hombres. Giauc. Esta petición es muy justa. Soc. Tal vez nos respon- dería aquello que poco hace vos dixisteis , que no es fácil satisfacer de repente j pero que des- pués de algunos momentos de reflexión no es muy difícil. Giauc. Muy bien podría darnos esta respuesta. Soc. Queréis vos que le roguemos, ai q^e de este modo nos responde que nos escu- cne , miéníras procuramos demostrarle que no hu/ , en ia república ninguna ocupación propia de mugeres únicamente I Giauc. Convengo en ( i5) pues ello. Soc. Ea responded , le diremos noso- tros. La diferencia que hay entre aquel que tie- ne talento para una cosa , y aquel que no !e tiene no consiste según , , vos , en que el pri- aprende mero fácilmente , el segundo con mu- cho trabajo ; que el uno con un ligero estudio extiende sus descubrimientos mas allá de lo que se le ha enseñado ; mientras que el otro con mucha aplicación cuidado y , no puede siquiera retener lo que ha aprendido-: en fin , en que en el uno las disposiciones del cuerpo se acomodan á las operaciones del alma y y en el otro se re- sisten ? Distinguís vos por algún otro parage ei natural feliz para ciertas cosas de aquel que no lo es ? G/atíc. Todos os dirán que no. Soc. En- tre las diferentes artes á las quales los dos sexos se aplican en común , sabéis vos que haya una sola en que los hombres no tengan una superio- ridad conocida sobre las mugeres ? acaso será necesario que las recorramos todas que , y hable- mos del arte de texer , del modo de hacer tor-

Sas . aprestar guisados y , en las quales las muge- res Je aventajan ordinariamente sobre nosotros, de modo que seria una vergüenza para ellas que- dar vencidas en todos estos puntos ? Glauc. Vos teneis razón de decir que en general las muge- res nos son muy inferiores en todo. No es que no haya muchas mugeres que se aventajen á muchos hombres en muchísimas cosas ; pero por lo común es como vos decís. Soc. Según esto, mi amado amigo , no hay propiamente en ua estado profesión afecta al hombre por ser hom- la muger por ser muger sino que divi- bre , ó á , didos por igual los mismos talentos entre los dos los empleos por naturaleza tiene sexos , á todos el hombre de derecho la muger , á todos ; modo no obstante que para todo la muger sea mas débil que el hombre. Glauc. Esto es muy cierto. lo encargaremos Soc. Por ventura pues , no- sotros todo á los hombres y nada á las mugeres? Glauc. Qué razón habria para esto ? Soc. Por diremos que hay tanto mas bien creo que , mu- geres que tienen talento para la medicina y para la música otras que no le tienen. Glauc. No , y hay cosa que nos impida el decirlo. Soc. Y no se ven entre ellas unas que tienen disposición para

los exercicios gymnasticos y militares : otras que no gustan de la guerra, ni del gymnasio? Glauc. Así lo pienso. las hay en fin filosofas Soc. No , , y

otras que aborrecen la ciencia ; algunas esforza- das y otras pusilánimes? Glauc. Esto es verdad. Soc. Luego hay mugeres aptas para custodiar un estado otras que no lo son porque la filosofía y : el esfuerzo no son las dos qualidades que exi- y , giamos en nuestros guerreros ? Glauc. Es muy cierto. Soc. Luego la naturaleza de la muger es

tan propia para la custodia de un estado , como esto, la del hombre ; no hay mas diferencia en que la de ser mas débil ó mas fuerte. Glauc. Es evidente. Soc. Se deben pues escoger para compa- ñeras de nuestros guerreros mugeres que partan coa ellos el cuidado de velar sobre la república; O?) puesto que las hay entre ellas capaces de este exercicio que han , y recibido de la naturaleza las mismas disposiciones. Glauc. Sin disputa. Soc. por consiguiente Y , no se han de dar las mismas ocupaciones á los mismos talentos?

Glauc. Las mismas. Soc. Aunque con algún ro-= deo vednos vueltos al punto de donde salimos, y confesamos de nuevo que no es contra natura- leza aplicar las ruugeres de nuestros guerreros ¿ la música y á la gymnustica. Glauc. Enteramen- te es así. Soc. Luego la ley que nosotros estable-

cimos , siendo conforme á la naturaleza , ni es un imposible ni , un deseo vano : antes bien el uso opuesto que se sigue hoy dia , parece mas contrario á la naturaleza. Glauc. Así parece. Soc. No nos propusimos examinar si esta nueva instituciou era posible al , y mismo tiempo muy ventajosa? Glauc. Sí. Soc. Pues nosotros acabamos de ver que es posible. Glauc. Ciertamente. Soc. Fal- ta pues que nos convenzamos de que ella es muy ventajosa. Glauc. No tiene duda. Soc. No es verdad que la misma educación que ha servido para formar nuestros guerreros, servirá también para formar sus mugeres aptas para la custodia , recayendo como lo supongo, sobre el mismo fondo de naturaleza ? Glauc. Ver- dad es. Soc. Quál es vuestra opinión tocante á lo que voy á decir ? Glauc. De qué ? Soc. Creeis vos que entre los hombres unos sean meiores, otros peores , ó que no haya entre ellos diferen- cia ninguna sobre este punto? Glauc. Yo los creo TOMO II. B .

desiguales en mérito. Soc. En la república pues plan hemos trazado el guerrero cuyo , que ha- brá recibido la educación que dexamos dicha para guarda que el será mejor , zapatero criado de un modo correspondiente á su profesión? Ridicula pregunta por cierto. Glauc. , Soc. Ya 05 entiendo. Los guerreros no son la parte mas apreciable del estado? Glauc. Sin comparación. Soc. Y qué! sus mugeres no tendrán la misma superioridad de mérito- sobre las otras mugeres? Glauc. Sin duda. Soc. Pero hay cosa mas ven- tajosa á un estado que tener muchos excelentes ciudadanos, del uno y del otro, sexo? Glauc Na la hay. Soc. Mas no llegarán ellos á este grado de excelencia cultivando, la música y la gym- nástica del modo- que hemos dicha ? Glauc. Na puede ménos. Sor. Nuestra sistema pues no solo

es posible , sino ademas, muy ventajoso á la so- ciedad. Glauc. Así es. Soc. Por tanto las mugeres de nuestros guerreros no pongan dificultad en desnudarse , siempre que la virtud haga en ellas las veces de vestidura. Partan también con sus maridos los trabajos de la guerra, y las demas funciones afectas á su empleo de custodios de la

república : tengan únicamente consideración á la debilidad de su sexo , para imponer cargas mas ligeras á las mugeres los Mas , que á hombres. en quanto al que se burla á vista de una muger desnuda , que exercita su cuerpo por un fin bue- no , cogiendo el fruto imperfecto de su ridicula sabiduría no sabe se $ en mi sentir , ni lo que (I 9) . hace ni de qué se rie porque se ha tenido se , ; y tendrá siempre razón de decir que lo útil es ho- nesto que no hay nada torpe salvo , y , lo que es nocivo (7). Glcmc. Enteramente es así. Soc. Di- gamos pues que el reglamento que acabamos de hacer con motivo de las mugeres , puede com- pararse á una ola de la que nos escapamos fe-

lizmente ; de modo que sí hemos corrido gran riesgo de quedar sumergidos , estableciendo que rodos los empleos deben ser comunes á nuestros guerreros á nuestras y guerreras , no solo esta- libres del mos cuidado , sino que la razón mis- ma confiesa que este reglamento contiene cosas posibles y ventajosas. Glauc. Aseguro que os li- bertasteis de no pequeña ola. Soc. Pronto diréis que es nada en comparación de la que se acerca. Glauc. Hablad , para que vea lo xjue es. Soc. ley La que voy á proponer tiene , á lo que me parece , una conexión esencial con la precedente y con todas las demas. Glauc. Quál es esta ley ? Soc. Que las mugeres de nuestros guerrerros sean todas comunes á todos nin- , que guna de ellas habite en particular con ninguno de ellos que los hijos sean comunes que ni : , y los padres conozcan á sus hijos , ni los hijos á sus padres (8). Glauc. Mucho mas trabajo os costará en hacer pasar esta ley que la precedente , , y en manifestar que no prescribe cosa que no sea útil y posible. Soc. Yo no creo que se me disputan las ventajas y grandes bienes que sacaría la so- ciedad de la comunidad de las mugeres y de los ( 2 °) si la “JOS 5 execucion de este sistema fuese p0„ siole : mas yo pienso que se me disputará m a, Cuo ia posioiudad. Glciac. De lo uno y de Jg otro se podría dudar razonablemente. Soc. Esto es decir que hay aquí dos dificultades , que se reúnen centra mí. Yo esperaba libertarme de una de las dos , con que creyeseis que era . útil este sistema , y que no me restaría que averiguar, salvo si era posible o no. Glauc. ISo se nos oeu’- ta vuestro disimulo : por lo que responded , , si gustáis á estas , dos dificultades. Soc. Veo que es precisa pasar por ello : concededme solamen- te una gracia. Permitidme que yo imite á estos espíritus desocupados que se alimentan agradable- mente con sus desvarios quanda , quieren aliviar las molestias de sus paseas solitarias. Sabéis vos que esta especie de personas , ántes de examinar por qué medios podrán llevar á debido efecto eí proyecto que tienen en su cabeza , desando á ua lado el cuidado molesto de deliberar sobre si es posible ó imposible le ; suponen hecho á gusto de su palaaar sobre este , y fundamento levan- tan lo restante del edificio , regocijándose anti- cipadamente con las ventajas que les resultarían de la execucion , y aumentando por este medio la indolencia natural de su alma. Acobardado yo como ellos por las dificultades que se me oire- cen , deseo que vos me permitáis dilatar á otro tiempo el examen de si lo que yo propongo es posible suponiendo : y que lo es , pasare a exa- minar con vuestro , permiso , qué medios toma- (2l) ía execucion pro- r.5n nuestros magistrados para , curando haceros ver que no habría cosa mas útil Es- para la sociedad y para nuestros guerreros. tos puntos son los que intentaré examinar pri- para lo último la posibilidad, mero , dexando si es que vos ¡o lleváis á bien (9). Glauc. Haced os mi licencia. lo que os parezca ; yo doy Soc. Vos me concederéis desde luego sin trá- que nuestros magistrados lo mismo sus balo , y si dignos de estos nombres se auxiliares , son , hallarán en la disposición, estos de hacer lo que aquellos de no mandar cosa que se les mande , prescrita por las leyes de gobernarse no esté , y por su espíritu en los reglamentos que dexare- mos á su prudencia. Glauc. Esto debe ser así. calidad de legislador hecha Soc. Vos pues , en , hicisteis la de la elecion de las mugeres , como los asociareis en lo posible según los hombres , , , mas se asemejen en humores y caractéres. Poc nada tienen propio-, 3o que á ellos toca , como ellos casas sino que todo es común entre , y me-

estarán siempre juntos : andando pues así sas , mezclados en los gymnasios y en todo lo demas del trato civil, la inclinación natural del un sexo acia el otro, les moverá sin duda á formar en^ necesario que laces : no os parece que es como esto suceda? Glauc. Verdaderamente que sí: mas

no es ésta una necesidad geométrica , smo una razo- necesidad fundada sobre el amor , cuyas nes tienen mas fuerza para persuadir y atraec la mayor parte de los hombres que las demostra— B 3 ( 22 ) dones geométricas. Soc. Vos teneis razón. Pero Glaucon, de ante todo , mi amado ningún mo- do permitirán nuestros magistrados que reyne en estas uniones ei desorden, 6 qualquier otra inde- cencia; por no ser justo que se sufra esto en una

república cuyos ciudadanos deben ser todos feli- ces. Glauc. Por cierto no habría cosa mas contra- ria á la justicia. Soc. Esto supuesto, es cosa clara que nosotros haremos matrimonios los mas san- hacerse los tos que podrán ; porque mas santos serian los mas provechosos al estado. Glauc. Esto es evidente. Soc. Mas cómo serian ellos los mas ventajosos vos os , á toca, Glaucon, el decírme-

lo : porque veo que criáis en vuestra casa , perros cazadores y aves excelentes en gran número. Habéis fortuna vos , por , puesto cuidado en lo que se hace quando se les quiere emparejar, y tener crías de ellos ? Glauc. Que se hace? Soc. Entre estos animales, aunque todos de buena

raza , no hay siempre algunos que se aventa’an á los otros ? Glauc. Sin duda los hay. Soc. Os es indiferente tener crias de todos por igual; ó esti- máis mas tenerlas de los mas aventajados? Glauc. Yo prefiero tenerias de estos. Soc. De los mas jóvenes , de los viejos mas , ó de los que es- tán en la fuerza de su edad ? Glauc. De estos últimos. Soc. Sino se tomasen tGdas estas precau- ciones no , estáis persuadido que la casta de , vuestras aves y de vuestros perros degeneraría bien pronto ? Glauc. Sí. Sor. Creeis vos que no sea lo mismo en orden a los caballos y á los y

2 ( 3 ) seria el creer- otros animales ? Glaac. Un absurdo si respecto de la es- jo. Soc. Oh grandes dioses ! habi- pecie humana ( i o) sucede lo mismo, de que amadlo Glaucon de qué astucia no ten- lidad , mi , drán necesidad nuestros magistrados ? Glauc. Lo especie pero por mismo es respecto de nuestra : qué exigís tanta habilidad en nuestros magistra- de remedios dos ? Soc. Á causa del gran número médico que se verán precisados á aplicar. Un qualquiera basta para curar un cuerpo que no tie- ne necesidad sino de régimen para restablecerse; pero quando es menester llegar á los remedios, es bastante. el mas hábil médico Jamás lo propósito Glauc. Convengo en ello; mas á qué decís ahora esto? Sec. "V edlo aquí. Me presumo que nuestros magistrados se de recurrir verán á la continua en la necesidad por bien de los ciuda- á la mentira ’ al engaño que te men- danos. Dixiraos mas en otra parte, quando se servían de ella co- tira {i i) era útil , Si mo de un remedio. Glauc. Y con razón. Soc. mentira pueda hay pues alguna ocasión en que ía sobre todo en lo ser útil á la sociedad, lo será á la propagación que mira á los matrimonios y esto ? Soc. Con. le de la especie. Glauc. Cómo e» que los enlaces ne, según nuestros principios, uno otro sexo sean de los mejores sugetos de y los de los peores muy frequeates, y al contrario deben criarse los lujos muy raros, ademas que délos segundos (ti), si se de los primeros y no venga á ser de lo mas aven- quiere que el rebaño 2 ( 4 ) . . „ tajado. Pero entretanto de todo este manejo n a, die debe saber , sino ios magistrados solos ; de Jq contrario seria exponer el rebaño de los guardas á una sedición manifiesta. Glauc, Muy bien S°c. Será también del caso instituir fiestas, en las quaies congregaremos los futuros esposos con sus esposas. Estas fiestas irán acompañadas de sacrificios epitalamios y , adaptados por nues- tros poetas á las celebradas bodas. Desatemos á los magistrados el cuidado de arreglar el número de los matrimonios de. , suerte que el de los ciu- dadanos sea siempre el mismo con poca diferencia reemplazando los que con las guerras, con las en! lermedades otros y accidentes hubiesen fallecido a ím que nuestra república, en lo posible, ni resul- te demasiado grande, ni demasiado chica.Glauc.Te- neisrazon. Soc. Para sacar pues los esposos (i?), se Qispondrán ciertas suertes, manejadas con tai artitoo que los sugetos ruines y despreciables culpen a Ja fortuna y no á los magistrados del des- gi aciano enlace que íes cupiese. Glauc. Ya lo en-

en < lian!:o i • í á los jóvenes que se hu- iesen distinguido en Ja guerra ó en otra parte, S S Í° nemas recompensas „j , ) se les ccn- 3 6 , P'rrrds° de tratar con - Ds]„ mas freqüencia mugeres • á finque este sirva de pretexto íegí- para poblar por su medio el estado de rne- e í°-' GLrUC - Todo está Soc mQy bien pensado, S S ^° COlSO ^yan naciendo rán ent ios recibi- eü resus manos los hombres ó las muge- res ° * U“aS c:ros y encargados de criarlos: (* 5 ) por quahto este cuidado debe ser comun ai une y al otro sexo. Glauc. Así es. Soc. Mas los hijos de los aventajados serán llevados á la cuna co- mun se les , y confiará á nodrizas que habita- rán en quartél separado de lo restante de la ciudad pero los : hijos de los mas débiles y aún aquellos de los otros que naciesen con alguna deformidad , se les ocultará como conviene en algún parage secreto y desconocido. Glauc. Este es el medio seguro de conservar en toda su pu- reza la raza de nuestros guerreros. Soc. Estas mismas personas se encargarán de alimentar los ninos , conduciendo las madres quando Ies venga la leche á la cuna comun manejando esto , y de modo que ninguna de ellas pueda conocer su hijo. Y si las madres bastasen para esto no , dis- pondrán que las ayuden otras bien provistas de leche , á fin que los niños mamen un tiempo ra- zonable. En quanto á las vigilias y otros peque- ños cuidados inseparables de semejante empleo, los encargarán á. las didas y amas de gobierno. Glauc. Vos preparáis una condición bien suave á las mugeres de nuestros guerreros , á quienes no dexais otro trabajo que el de procrear los hi- jos. Soc. Yo tengo mis razones : mas prosigamos lo que habernos comenzado. Hemos dicha que el estado no reconocería por sus verdaderos súbditos , sino á los que sus padres hubiesen engendrado en la flor de la edad. Glauc. Verdad es. Soc. Pero no os parece que el tiempo del vigor empieza regularmente á los (2.6) las doncellas para los veinte anos para , y man- cebos á los treinta ? Glauc. Y qué término fijáis vos ? Soc. Las mugeres darán lujos al estado des- de los veinte años hasta los quarenta : y 1 03 después que haya pasado en hombres , elios el gran fuego de la juventud , desde los treinta has. ta los cinquenta y cinco. Glauc. Esta es la parte

de la vida de entrambos sexos , en que el cuer-

po y el espíritu están en su mayor vigor. Soc. Si

pues sucediese que alguno , ó mas viejo ó mas joven diese súbditos á la república , nosotros tra. taremos este yerro de acción injusta y sacrilega; porque el hijo que naciese de este comercio seria , obra de tinieblas de iibertinage á su naci- y , y miento no habrian precedido ni sacrificios ni , , oraciones que los sacerdotes sacerdotisas , y y toda la ciudad dirigirán á los dioses por la pros- peridad de ios matrimonios pidiéndoles que de , los ciudadanos virtuosos y útiles á la pátria. nazca una descendencia mas virtuosa aún, v mas útil. Glauc. 1 eneis mucha rasen. Soc. Esta ley compre-

henderá también á los que teniendo la edad legíti- ma se llegaren á una muger que también la tuvie- se sin , consentimiento del magistrado por tanto : el i tuto que nacerá este para de concubinato , la república será reputado inces- por bastardo , tuoso y profano. Glauc. Muy bien. Soc. Pero quando así las mugeres como los hombres ha- brán salido de la edad determinada por las le- jes para dar. hijos á la pátria á lo s , dexaremos hombres la libertad ce tratar coa las mugeres ( »50 fuera que bien Ies pareciese , de sus abuelas , sus madres, sus hijas v sus nietas. Las mugeres tendrán la misma libertad de elección respecto fuera sus abuelos de los hombres , de , sus pa-

dres sus hijos sus nietos : mas esto no se les , y permitirá sino después de haberles encargado ex- presamente que no den á luz ningún fruto con- cebido de semejante trato que le dexen ex- ; y si pesar de sus precauciones naciese pósito , á , la república se alguno , como que no encarga de alimentarle (14). Glauc. Todas estas disposi- ciones son muy prudentes. Pero cómo distingui- rán ellos sus padres á sus hijas á los otros á , , y acabais parientes , de quienes vos de hablar?

Soc. Ellos no los distinguirán : pero desde el

momento que alguno se habrá casado , contan- do desde este dia el séptimo y el décimo mes, mirará él á todos los que nazcan en uno u otro de estos términos , á los varones como hijos su- yos á las hembras como hijas estos hijos le , , y mirarán á él como padre. Del mismo modo los hijos de estos serán sus nietos sus nietas y , y ellos tratarán á los ascendientes como á sus abue- los y abuelas. Todos los que habrán nacido en el tiempo en que sus padres y madres daban hi- mirarán como hermanos jos al estado , se y hermanas podrán casarse recíprocamente si , y , lo indicare la suerte el oráculo de Apolo , y (1 5} lo confirmase : todos los demas grados según prohibidos. Glauc. Está hace poco diximos , son Glaucon la muy bien. Soc. Tal es , mi amado , .

( 3 °) de que volvamos Soc. Ya es tiempo á núes, veamos si lo que acabamos tra república , y que á ninguna decir le conviene mejor otra. ¿sn los otros Glauc. Veamoslo pues. Soc. estados el nuestro no hay magistrados así como en , y todos estos súbditos ? Glauc. Sí. Soc. Mas no se otros el dan reciprocamente unos á nombre de Pero ciudadanos? Glauc. Sin duda. Soc. sobre este qué título particular dá el pue- nombre común , blico ademas á los que le gobiernan? Glauc. Ea llámalos soberanos en las repúblicas, los mas , ; y qué nombre arcontes. Soc. Entre nosotros , aña-

dirá el pueblo á la qualidad ae ciudadanos que dá él á sus magistrados ? Glauc El de conserva- patria. Soc. Mas estos dores y defensores de la de su parte cómo mirarán al pueblo ? Glauc. Co- ellos sus rentas mo aquel de quien reciben y manutención. Soc. En otras partes los que man- dan cómo tratan á sus súbditos ? Glauc. Trataa-

los de esclavos. Soc. Y los que mandan entre si

cómo se tratan ? Glauc. De colegas en la auto-

ridad. Soc. Y los nuestros ? Glauc. De concusto- dios de un mismo rebaño. Soc. Podriaisme vos

decir si las otras repúblicas al- por ventura , en guno de los magistrados trata á sus compañeros, á unos otros extrangeros? como deudos , á como Glauc. No hay cosa mas común. Sóc. Así es que 1® ellos piensan y dicen, que los intereses de unos les son propios que los de los otros no , y les tocan nada. Glauc. Es cierto. Soc. Pero entre

' vuestros custodios hay siquiera uno solo que p-e da dec¡r pensar que ó alguno de los que velan como él por la seguridad de la pirria le es ex- trangero ? Glanc. De ninguna manera : porque cada uno de ellos pensará encontrar en los otros un hermano ó una hermana, un padre ó una ma- dre , un hijo o una hija ó algún pariente en el grado de ascendientes ó descendientes. Soc. Vos decís muy bien. Pero decidme aún mas : os con- tentareis con mandarles quese traten como parien- tes solamente de boca ? no exigiréis ademas que las acciones correspondan á las palabras, y que tengan ellos para con aquellos á quienes dan el nombre de padre, todo el respeto, todas las atenciones, toda la sumisión que la ley prescribe a ios hijos para con sns padres ? no les declara- reis que si faltan , ellos á estas obligaciones pe- can contra justicia contra y piedad, y que no tienen que esperar sino castigos de parte de los hombres de y los dioses ? Todos los ciudadanos haran por suerre resonaren los oídos de los niños otras máximas que éstas , tocante á la conducta que ellos deben guardar para con aquellos á quie- nes se les haga mirar como á sus padres (io) ó á sus parientes? Glanc. No sin duda: porque seria cosa ridicula que tuviesen sin cesar en la boca os nombres de parentesco y afinidad, sin cumplirr las obligaciones.

oc' Revnará - or consiguiente entre . ? P nuestros ciuoaaanos una unión desconocida á los de los otros estados como , y decíamos poco hace, quan- o suceda bien 6 mal á alguno de ellos , to~ ( 32 )

: aquel que es dos clamarán á una voz ? cosa otro que es cosa mia es desgracia-, mia es feliz : el verdad. Soc. No do. Glauc. Decís mucha hemos de esta persuasión añadido, que en conseqüencia y hablar habria entre ellos un co- de este modo de , mercio recíproco de placeres y de penas? Glauc. Y hemos tenido razón. Soc. Nuestros ciudadanos pues participarán todos en común de los inte- que mauiun ellos co- reses de cada particular , en virtud de esta unión mo los suyos propios ; y todos de unas se regocijarán y se afligirán mis- mas cosas. Glauc. Es muy cierto. Soc. A qué pue- efectos sino la den atribuirse tan admirables , á gooierno particular- constitución de nuestro , y mente á la comunidad de las mugeres y de los hijos entre nuestros guerreros ? Glauc. A ningu- na otra causa pueden atribuirse con mas motivo. Soc. Mas nosotros nos hemos convenido en que esta unión de intereses era el bien mas grande de la sociedad y hemos comparado en este punto cuyos una república bien gobernada al cuerpo , miembros todos se resienten en común del placer y del dolor de un solo miembro. Glauc. Y con mucha razón nos hemos convenido. Soc. Luego la comunidad de mugeres y de hijos entre nues- tros guerreros es causa del bien mas grande para nuestra república. Glauc. Es legítima la conclusión. Soc. Añadid que este punto concuerda bien con lo que habernos establecido mas arriba: porque hemos dicho que nuestros guerreros no debían tener cosa propia ni casas ni tierras ni , , , ( . 33 ) posesiones , sino recibir de los otros su alimento, como justa recompensa de sus servicios y hacer si vida común , querian llegar á ser verdaderos custodios. Glauc. Muy bien.

Soc. Mas por suerte , se puede dudar que lo que nosotros hemos ya dispuesto y lo que acabamos de disponer en órden á ellos , no sea muy á propósito para que con especialidad sal- gan unos verdaderos custodios que no , y hagan

por dividir la república , como sucedería si todos no dixesen de las mismas cosas que son suyas, sino que éste lo dixese cosa de una , aquel de otra (20): si el uno tirase para su casa todo lo que pudiese adquirir sin dar parte á nadie , ; si el otro hiciese lo mismo por su lado , de modo que cada uno de ellos tuviese aparte sus mugeres sus hijos que serian y , de consiguiente para ellos una fuente de gustos y de penas que nadie senti- ría con elíos ? En vez que teniendo todos por má- xima que el interés de otro no es distinto del su- se yo , dirigirán todos al mismo objeto con todo su poder, y experimentarán una alegría y un dolor comunes ? Glauc. Esto es muy regular. Soc. Qué entrada encontrarían ademas los pleitos y querellas reciprocas de unos contra otros en una sociedad, donde por decirlo así, nadie ten- dría nada suyo salvo su cuerpo , y donde todo lo demas seria común ? Ellos ignorarían pues has- ta el nombre de alborotos disensiones que y , por lo común nacen entre los hombres , con motivo de sus bienes sus , de parientes , ó de sus hijos. TOMO II. C ( 34 ) . , Ubres preciso que se Vieran 3e to. Glauc Es como Ni tampoco se conocerán alh do ¿os males. Soc. por danos o violencias: ^ acciones intentadas diremos que es justo y hones- porque nosotros les misma edad se defiendan to

modidades como debían procurar ellos ai resto de los ciudadanos. Hemos respondido , á lo que parece que nosotros me , exáminariamos la ver-

dad de esta reconvención en el instante que se nos proporcionase que nuestro objeto : por en- tonces era de formar verdaderos custodios , de hacer la república entera lo mas feliz que nos fuese posible, y no de trabajar únicamente, mi- rando por la felicidad de uno solo de los órdenes quela componen. Glauc. Bien me acuerdo. Soc. Y

os parece ahora quela condición del zapatero, de! labrador ó de qualquier otro artesano , pueda entrar en comparación con la de nuestros guer- reros , que acaba de manifestársenos mas honro- sa y mas feliz que la de ¡os atletas que consi- guieron el premio en los juegos olímpicos? Glauc. Muy distante estoy de pensarlo. Soc. Mas con todo , es del caso que yo repita aquí lo que entonces decia : que si el guerrero busca su fe- licidad , á costa de lo que exige su empleo de custodio si puras , descontento de las ventajas y ciertas que según estado diximos , su excelente le proporciona , se dexa seducir por ideas pueri- les chiméricas de felicidad se vale del po- y , y ( zr) áer con que nosotros le hemos armado para ha-

cerse dueño de todo en la república ; él conocerá dixo a con quanta razón y sabiduría, Hesiodo ( ): que la mitad era mas que el todo (22). Glauc. Si se atendría á su clase con- él quisiera creerme , y dición. Sec. Aprobáis pues vos que todo sea co- las mugeres del modo mún entre los hombres y , lo que luce á que acabo yo de explicarlo , por los hijos á la guarda de los la educación , á y suerte que ellas se quede 1 otros ciudadanos ; de que ellas vayan á la coa ellos en la ciudad , ellos que ellas partan como hacen guerra con , , sí los trabajos de la vela de los perros entre , y ellas vayan por la caza : en una palabra , que quanto sea posible en todo lo que mitad , en , hagan los guerreros? Convenís vos en que una al público tal institución es muy provechosa , y que no es contraria á la naturaleza del hombre la muger en lo que ellos tienen de común y de , entre sí ? Glauc. Convengo en ello. Soc. Luego no nos resta mas que examinar, los sino si es posible que se establezca entre hom- esta comunidad que la naturaleza ha esta- bres , blecido entre los otros animales, y por que medios se pueda conseguir. Glauc. Os habéis anticipado yo iba á preguntaros. Soc. Por lo á decir , lo que que mira á la guerra no hay necesidad que nos bastan- porque en mi sentir , se vé detengamos $ te claro de que modo la harán. Glauc. De qué

(a) Ope. er die. v, /ja C3 modo sino lo lleváis , á mal ? Soc. Es evidem que ellos militarán en común llevarán , y Cons¡! go aqueLoj de Jos hijos que serán bastante fue- tes para soportar las fatigas • á fin que estos ¡ exemp.o de los hijos de los artesanos, vean de des. luego lo que algún dia deberán ellos hacer y que ademas puedan ayudar á sus padres v¿ sus madres , hacerles en y todas las cosas per- tenecientes á la guerra los servicios que fuesen proporcionados á sus fuerzas. Habéis vos adver- tido lo que se practica en orden á los otros ofi- cios . cuanto tiempo por exemplo , , el hijo del alfarero ayuda á su padre le vé trabajar y , án- an° á la rueda? Glauc - Ya 10 be orneo. Soc. MasS por ventura nuestros guerreros POne menOS CUÍdado ®&os que aaueM. r J ¿po ^ Sert? SUS ^ eQ el arte aaUC ' TSena ’ Una extravagancia decir e rn s \ ° eS C* Srt ° raxnbien que todo coir’-aS’ animal 33 esíuerzo quando tiene á la vista" ^ ^ i™ > 1JUe ?0S ? Glauc- Es así pero es de re- mí n í° c : ’ °CrateS ’

s Bel «to ? ** ue < i uau u iera deba vivir siem- pre tan r • j l gun riesgo " nÍfl: ?Ghuc’ So^ ° r P cierta Soc * Mas sl alguna vez ^ «ente no es precisa- quando se° an¿ Tar^m^’o mucho saliendo Dieu; ( 39 ) que Soc. Pues pensáis vos , Glauc. Esto es claro. , ventaja que no merez- ésta sea uaa pequeña , y riesgo el que los hijos ca exponerse á ningún , las armas asistan o que algún dia deben llevar , de lo que allí no á una acción y sean testigos al contrario que ésta es pasa? Glauc. Pienso , , Lue- una ventaia de la mayor conseqiíencia. Soc. hijos sean espectadores go se dispondrá que los atendiendo al mismo tiempo a de los combates , convenientes todo su seguridad por medios , y por cierto. Soc. Des- irá bien, no es así ? Glauc. Sí siendo hábiles en^el arte de de luego sus padres , preveerán en quanto es aaao á nom- la guerra , peligrosas quáles qué ocasiones son las , y bres , verosímil. Soc. Ellos no lo son. Glauc. Es muy no les ex- conducirán sus hijos á las unas, y bien. Soc. Y les pondrán á las otras. Glauc. Muy no viles escla- darán por gefes y conductores , de una sino hombres .de edad madura y vos , debe ser. experiencia consumada. Glauc. Así que á muchos suceden Soc pero acaso se dirá , inesperados. Glauc. Y iodos los dias mil accidente; preservar pues, de gran consecuencia. Soc. Para los hijos de toda desgracia, mi amado amigo , á les pongan conviene que desde su tierna edad se escapen fin de que si fuese menester alas , á queréis .-decir volando del peligro. Glauc. Qué decir que desde sus pri- con esto? Soc. Quiero , á montar a ca- meros anos se les ha de enseñar presenciar la ac- tras esto conducirles, á ballo , y sobre caballos de ^tai.a y ción montados , no )

( 4° fogosos sino sobre caballos ligeros , y muy dó-

ciles á las riendas. Así verán mejor lo que ellos tengan ver si aprieta el riesgo que , y , se sal- huyendo en varán mas fácilmente , pos de sus ancianos; conductores. Glauc. Este arbitrio me parece muy bien pensado. Soc. Ahora qué diremos acerca de la guerra? qué disciplina estableceremos entre nuestros guer- reros se portarán ellos con sus , y cómo enemi- gos? Ved si yo pienso bien ó no sobre estos pun- tos. Glauc. Explicaos. Soc. Ai que por cobardía dexase las la formación , arrojase armas ó hiciese alguna otra acción indigna de un hombre de es-

fuerzo no es debido que se le degrade sea , , y desterrado á la clase de artesanos ó labradores? Glauc. Así conviene. Soc. Pero al que vivo cayese en manos del enemigo , aunque de gracia le qui- siese restituir , no se le abandonará para que ha- ga de él lo que quiera ? Glauc. Sin duda. Soc. Y en quanto al que se aventajase por su esfuerzo,

no juzgáis á propósito que desde luego sobre el , campo mismo de batalla los jóvenes guerreros

y muchachos le pongan cada uno de por sí tina corona en la cabeza ? Glauc. Sí por cierto. Soc. Pero, pienso yo , que no consentiréis en lo que Voy á decir. Glauc. Como qué cosa ? Soc. Que cada uno de ellos le bese y abrace (23), y sea correspondido por él. Glauc. Consiento en ello de todo mi corazón: y añado aún á este reglan)ea- ro que miéntras durase aquella campaña no sea peiaiindo á nadie resistirse fin á sus abrazos ¿ á (40 los que amen que esto sírva de estímulo a todos muger, para á alguno, ora sea hombre, ora sea animarles ¿conseguir el premio del valor.Soc.Muy bien. Esto concuerda con lo que hemos dicho en era menester facilitar mas á los otra parte , que el de- valerosos la elección de las mugeres , y recho de llegarse á ellas con mas freqüencia que para que su raza se hiciese mucho á ios otros , mas numerosa. Glauc. En efecto lo diximos. Soc. Homero quiere aún que se honre de otro por modo á los jóvenes guerreros que se distingan dice que después de un su esfuerzo. Este poeta , combate en que Ayax se habia distinguido (a), se le sirvió por honrarle un lomo de buey todo ser adequado este honor para entero (24) : por , valeroso guerrero por el qual junto un joven y , coa la distinción se le ofrecía un medio de acre- centar sus fuerzas. Glauc. Muy bien. Soc. Noso- tros pues seguiremos en este punto ia autoridad de Homero. En ios sacrificios y en las fiestas» quanto mas nos parezca que se aventajan los tanto les honraremos mas en buenos guerreros , cosas referidas como los cantares y en las demas , primeros en servirles en darles los asientos , y mas aoundancia que Jas viandas y el vino con que con estas distinciones se á los otros 5 á fin juntamente ios esfor- lisongeen y enrobustezcan hombres como mugeres. zados guerreros , así Glauc. Apruebo todos estos reglamentos. Soc. Ano»

{«) Ilia, 7, v. 331. ( 43 ) ra bien. En orden á aquellos que habrán muerta generosamente con las armas en la mano , no

diremos asimismo que ellos son de la raza q»

oro ? Glauc. Sin la menor duda. Soc. Y no daré- mos crédito á lo que asegura Hesiodo , que des-

pues de su muerte los de esta raza, vienen á con.

vertirse en génios puros, bienhechores, que ale- jan ios males de los mortales hombres , y velan por su conservación? Glauc . Sí por cierto. Soc. Con-

imitaremos pues al oráculo sobre el culto que se deba dar á estos hombres celestiales y divinos, y según lo que respondiese arreglaremos noso- tros las ceremonias. Glauc. No hay que hacer. Soc. Tras esto los honraremos perpetuamente como génios tutelares, y veneraremos sus sepul-

cros. Eos mismos honores se decretarán á los que habiendo muerto de vejez ó de enfermedad,

tuviesen el concepto de haber pasado su vida el en ¡ejercicio de la mas pura virtud (25). Glauc. Esto no tanto es una un honor , auanto justicia que les haremos.

Soc. Mas en orden á los enemigos cómo se

portarán nuestros guerreros ? Glauc. En que? Soc. Primeramente en lo que mira á la esclavi- tud, os parece justo que griegos reduzcan á ser- vidumbre ciudades griegas ? No deberían mas -bien libertarlas en lo posible si otro pue- , algún dío las amenazase perdo- , y hacerse una ley de •nuc á la nación griega, de suerte que no tuvis* que temer la esclavitud smo de parte de los bar- baros ? Glauc. Por todo les tendría mucha cuenta .

(43 ) consiguientev , . . portarse asi con. los griegos. ..oc. De griego acon- deberán no tener ningún esclavo , y esto sejar á todos los otros griegos que sigan en que su exemplo. Glauc. Seguramente : tanto mas destruirse mutuamen- por este medio , en vez de te, convertirán todas sus fuerzas contra los bár- despo- baros. Soc. Y qué ? teneis por bueno que muertos que quiten á los enemi- jen ellos á los , y gos vencidos otra cosa que las armas? No es este atacar los para los cobardes un pretexto de no á si ellos hiciesen su que se defienden aún , como obligación. quedándose inclinados sobre los ca- , dáveres? Fuera de que esta codicia por ios des- pojos, ha sido ya funesta á írmenos exercitos. Glauc. Esto es mucha verdad. Soc. No os pa- avari- rece que es una baxeza y una sórdida muerto una pequenez de cia despojar á un , y espíritu que apénas se le perdonarla á una , muger, tratar como enemigo el cadáver de su se volo ue- contrario, despu.es que el enemigo , xando únicamente el instrumento de que se va- no es lia para combatir ? Obrar de este modo , imitar á los perros qne muerden, la piedra que libre la mano que la arro- les ha herido , cLexando Soc. Absten- jó ? Glauc En nada se diferencian. ganse pues nuestrGs guerreros de despojar los no rehúsen al enemigo el cuerpos muertos , y permiso de ¡levárselos. Glauc. A fe, que me con- formo. Soc. Tampoco llevaremos á los templos especialmente las de las armas de los vencidos , los griegos, como para hacer á Dios una ofrenda. ( 44 ) , aigun tanto ue la bene, «i es que nos ocupamos : ántes bien voleada con los otros griegos te. templos adornándolos m criamos manchar los , nuestros próximos á con los despojos de , ménos dispusiese (2 lo contrario. que e! oráculo no 6) Glauc. Muy bien. vos cómo se portarán Soc. Y qué pensáis , nuestros guerreros con sus enemigos griegos, en incendiar sus casas? orden á talar sus campos , e Glaac. Yo tendría mucho gusto en oír sobre esto vuestro modo de pensar. Soc. Mi parecer es que otro sino no debe hacerse ni lo uno ni lo , con- tentarse con llevar los frutos del año. Y queréis que os dígala causa? Glauc. Mucho que lo deseo. Soc. Paréceme que como la guerra y la sedición dos tienen dos nombres diferentes , también son que tienen relación á dos dife- cosas diferentes , rentes objetos. El uno de estos objetos es lo que nos está unido con ios lazos de la sangre y de la amistad el otro lo que nos es ageno ex- ; y y traño. La enemistad entre los amigos y aliados nombra llámase sedición , entre los extraños se propiamente guerra. Glauc. No decís ningua despropósito. Soc. Ved si lo que ahora añado viene también al caso. Digo pues que los grie- gos son entre sí amigos aliados para con y , y los bárbaros agenos y extraños. Glauc. Decís muy bien. Soc. Así pues quando los griegos tienen , alguna diferencia con los los bárba- bárbaros , ó ros con ios griegos vienen á las dire- y armas , mos que son enemigos ( ue por naturaleza , y l ( 45 ) 3 una verdadera guerra , pe.a esta diferencia es cosa semejante ue quando sobreviniese alguna que por diremos nosotros , griegos á griegos , amigos que esto es una en- naturaleza son , y en esta parte fermedad que padece la Grecia , y daremos a una sublevación que la perturba, y sedición. Glauc. boa- esta enemistad el nombre de Pero si vengo en llamarlas de este modo. Sor. , levanta sedición en una rodas las veces que se los cam- los ciudadanos destruyesen república , los unos de los otros, pos é incendiasen las casas funestos efectos que os ruego que consideréis los quán poco sensible producirían las facciones , y ios intereses de la se mostrarla cada partido- á ellos como á su pátria. Porque si la mirasen no se atreverían á de- madre y sustentadora , vencedores creerían hacer vastarla : sino aue los llevarles las co- bastante daño á los vencidos con que no los habían, teniendo presente , sechas j quienes, siempre de tratar como á enemigos con con los que se haD±an de tuviesen, guerra , sino de obrar reconciliar algún día. Glauc. Este modo humanidad, que el es mucho mas conforme á la primero, , . república griega Soc. Pero qué? No es una Sin duda, la que vos queréis fundar 1 Glauc.. humanos vir- Soc. Luego los ciudadanos serás y Soc. No serán tam- tuosos ? Glauc. Por estrenan mirarán á bién ellos amigos de los griegos? no tendrán la Grecia como á su pátna común? no cierto- ellos la misma religión ? Glauc. Es muy (4¿) con los otros Soc. Luego sus diferencias griegos, las tratarán de como entre cosas propias , sed¡, odioso no les darán el nombre de uer. don , y g no. Soc. Y en ra. Glauc. Seguramente que caso con eLos como

dencia en sus querellas : mas contra los barbaros que usen del encono de que al presente están poseídos los griegos unos contra (27) otros. Soc. Prohibamos también á nuestros guerreros por una ley expresa la devastación de ios cam- pos é incendio de las casas. Glauc. Prohíba mo- scíq : yo la apruebo mucho esta ley y quaatas )

(4f parece Sócrates que si se preceden. Pero me , , jamás llegareis ai punto esen- os dexa proseguir , mas arri- cuya explicación habéis dilatado cial , con cuvo motivo acabais de decir tantas ba , y ver si esta forma cosas. Este punto consiste en de qué modo lo es: de gobierno es posible , y en que todos estos bienes porque yo convengo , encon- de que vos acabais de hacer mención se ella pudiese trarían en semejante república - sí que vos omitís» existir. Añado yo otras ventajas que estes guerreros serian inven- por exemplo , conociéndose to- cibles en el combate ; parque los nom- dos dándose mutuamente en la pelea , y é hijos de ningún bres de hermanos . padres , los otros. Yo modo se desampararían los unos á ge res les sé también que la presencia de sus mu peleasen ellas en haría aún mas invencibles , ora se las pusiese en la reta- la misma línea , ora en caso para amedrentar ai enemigo , y guardia , de necesidad para que sirviesen de auxiliares. Veo que ellos experimentarían durante la paz. mil otros bienes de que vos nada haoeis dicho. Y para que no os canséis en referir esto por me- ser superfiuo estoy de acuerdo con vos nor , por » en que disfrutarían todos estos bienes- y muchí-

si execucion- correspondiese al simos otros mas , la mostradnos que este pro- proyecto. Por tanto , yecto no es una coimera y el moao cómo pue- os absuelvo de lo ciernas. da executarse , y Sgc. Qué irrupción tan repentina habéis he- sin considerar que es- cho sobre mi discurso , ( 48 ) tov ocupado én preparativos de guerra ! tal vez

no sabéis que después de haberme escapado de exponéis vos á una dos olas furiosas , me tercera mucho mayor y mas terrible. Quando vos la ha, vais visto y oido el ruido, excusareis mi cobar, día temor todos los rodeos que he toma- y , y do por no entrar en un tan extraño discurso como el que ahora se trata. Glauc. Quantos mas pretex- tanto tos busquéis para no decir nada , mas os

instaremos de que nos expliquéis como pueda veri- ficarse vuestro sistema de política. Hablad pues, y no nos tengáis mas tiempo suspensos. Soc. Sea en buenhora. Mas desde luego es bueno recordaros, que lo que nos ha conducido aquí ,es la averigua- cion de la naturaleza de la justicia y de la injusti- cia. Glauc. Bueno es en efecto : pero á qué viene

esto para la qiiestion presente ? Soc. A nada : mas quando nosotros habremos descubierto la verda-

dera idéa de la justicia, exigiremos acaso del hombre justo que no se aparte siquiera un punto de esta idéa, y que tenga con ella una perfecta conformidad ? No nos contentaremos en que se acerque todo quarito le sea posible, y que tome de ella mas rasgos que el resto de los demás hombres ? Glauc. Esto nos bastará. Soc. No he- mos pues pretendido esen- otra cosa , buscando la cia de la justicia y qual seria el hombre justo, supuesto que existiese otro tanto digo de la , y injusticia del hombre injusto encontrar y 5 sino dos modelos completos de virtud de vicio para y , dirigir después nuestras miradas sobre el uno y ( 49 )

sobre e! otro , con eí fin de juzgar de la felicidad miseria de su condición obligarnos ó , y á confe- sar respecto de nosotros mismos , , que seremos

mas ó ménos felices , según que nos asemejemos

mas al uno que al otro : pero nuestro designio jamas ha sido probar que ni el uno ni el otro de estos modelos pudiese existir. Glauc. Esto es mucha verdad. Sor. Creeis vos que un pintor fue-

se menos hábil , si después de haber pintado el mas hermoso cuerpo humano que se pudiese ver, y- dado á cada rasgo su última perfección, no pu- diera probar que la naturaleza puede producir uno semejante ? Glauc. Por cierto que no. Soc. Pues nosotros que hemos hecho en esta conversación, sino diseñar el modelo de una república perfecta? Glauc. Ninguna otra cosa. Soc. Será pues por ven- tura ménos bien hablado lo que hemos dicho , por- que no estemos en estado de demostrar que pue- de formarse una sociedad sobre el modelo que se ha trazado ? Glauc. Nada de eso. Soc. Pues lo cierto es lo que acabo de decir : pero pues que queréis que os haga ver por dónde y hasta qué punto realizarse este pueda proyecto , consiento ello en por daros gusto , con tal que me con- cedáis de nuevo una cosa que debe servir para mi demostración. Glauc. Qué cosa es ésta? Soc. Es posible exeeutar siempre una cosa precisamente como se concibe? No hay al contrario en la na- turaleza cosas , cuya execucion se acerca ménos á lo verdadero la que idéa , aunque á ctros no les parezca lo mismo ? Pero qué es lo que vos TOMO IX. a ( So ) pensáis ? Glauc. Yo soy de vuestro parecer, pues de mí que realize coa Soc. No exijáis rigu. república rosa precisión el pian de que acabo de

: creed que si yo puedo diseñar , encontrar ei modo cómo pueda ser gobernada una sociedad á lo que llevo que mas se acerque dicho , habrá probado conforme í lo que me pedisteis , q Ue nuestra república no es una chímera. Mas por fortuna no quedareis vos contento logrando yo esto ? pues yo en verdad me daria por satisfecho.

Glauc . Y yo también.

Soc. Procuremos af presente descubrir por qué mal pecado no están hoy día las repúblicas bien gobernadas qué , y pequeña mudanza se de- bería hacer en ei gobierno para hacerle perfec-

to : no mudemos , si ser puede mas de un solo

punto , ó sino dos , ó á lo mas un muy pequeño número y de los menos considerables por sus efectos. Glauc. Me parece muy bien. Soc. Pues yo encuentro que mudando allí un solo punto, estoy en estado de demostrar que las repúblicas mudarían. enteramente de aspecto. Verdad es, que este punto , ni es de pequeña importancia, ni fácil de muaar : pero al cabo la mudanza es posible. Glauc. Quái es este punto? Soc. Vedme aquí que he llegado á lo que comparamos á la grande ola : pero aunque supiese quedar sumer- gido baxo la mas desmesurada burla é ignomi- nia que á , manera de onda me vá á cubrir yo , Voy a habiar : escuchadme. Glauc. Decid pues. Soc. A menos que los filósofos gobiernen los es- (50 que ios que se llaman hoy día reyes fados , ó y soberanos sean verdadera y seriamente filósofos, de suerte que la autoridad política y la filosofía se encuentren juntas en el mismo sugeto que , y se excluyan absolutamente del gobierno tantas personas que al presente aspiran al uno de es-

tos dos del : términos , con exclusión otro á mé- nos de esto , mi amado Glaucon , no hay reme- dio para los males que arruinan los estados , ni tampoco para los que afligen al género humano: ni jamás esta república perfecta , cuyo plan he- levantado sobre tier- mos , parecerá la haz de la ra , ni verá la luz del sol. Esto es lo que hace tiempo tal temía yo decir , previendo que un discurso revolverla la mayor parte de los hom- bres : porque eü efecto és difícil de concebir que la felicidad publica y particular esté afecta á esta

condición. Glauc. Vos debíais esperar , amigo

Sócrates , luego que profirieseis semejante dis- curso el ver muchas gentes , y no como quie- ra (28) despreciables, levantarse contra vos, arrojar las capas después dé haberse , y armado

de quanto les viniese á la mano , acometeros en buen orden en disposición de hacer maravi— • , y lias. A quienes si no les salís al encuentro y los

rechazáis con las armas de la razón , os llenarán de improperios pagareis con esto la pena de , y vuestra temeridad. Soc. Mas, por suerte, no sois vos la causa de esto ? Glauc . Y tan bien como lo hice pero os de no abandonaros ; yo prometo y de ayudaros con todo mi poder , reducido á es- to 2 ( 52 ) forzaros y á interesarme en vuestro buen éxito. Acaso también responderé yo á vuestras pregan, tas mas propósito que qualquier otro á : por intentad tanto con semejante ayuda combatir á contrarios incrédulos vuestros , y convencerles

que la razón está de vuestra parte. Soc. Yo lo intentaré gran confianza con , puesto que vos me ofrecéis un socorro sobre el qual cuento yo mu- cha. Si queremos libertarnos de las manos de los

que vos decís , paréceme necesario explicarles quáles son los filósofos á quienes nosotros osá- bamos decir que se les debe entregar el gobier- no de los estados. En desenvolviendo este punto podremos mas fácilmente hacerles frente , y ma- nifestarles que únicamente á los que tienen las qualidades que nosotros pedimos, Ies correspon - de ser filósofos magistrados y , y que todos los demas ni deben filosofar ni , mezclarse en el go- bierno de las repúblicas sino , obedecer á los que mandan. Glauc. Tiempo es ya que expliquéis vuestro pensamiento en este asunto. Soc. Esto es lo que voy a nacer : seguid mis pasos y ved si me explico lo suficiente para dirigiros bien. Glauc. Guiadme , que ya os sigo. boc. Habrá por ventura necesidad de traeros a id memoria ó á cucha , os recordasteis ya que quando se dice de alguno que ama si una cosa , habla con rigor , no se entiende por esto que el ama una parte no la otra y , sino que la ama toda entera ? Glauc. Haréis muy bien de acordár- melo : porque yo no comprehendo lo que vos Glaucon que á queíeis decir. Sor. En. verdad , , cualquier otro le perdonaría yo que hablase como vos habíais. Pero un hombre experto como lo debería saber que sois vos en materia de amor , , todos los que se hallan en la ñor de la edad, un corazón ena- estimulan, y hacen impresión en derretido que los tiene á todos por morado y , dignos de sus cuidados y de su ternura. No lo hacéis así vosotros en orden á los jóvenes her- decís que es gra- mosos ? Del uno que es romo , decís que cioso le alabais : del otro aguileno , , y

tiene nariz real : del que está en un medio , que es perfectamente bien proporcionado.; á los mo-

renos llamáis marciales : á los blancos hijos de dioses qué otro que un amante halagüeño los : y pudo inventar la expresión de melados (a o), disfrazáis la amarillez de los que baxo la qual , están en lo me]or de su juventud ? En una pa- labra no hay medios de que no os aprovechen, no hay dulzuras que vosotros no digáis á los que están en lo florido de la edad para ganar su be- nevolencia. Glauc. Si queréis tomarme á mi por los enamorados hacen en exemplo , de lo que materia yo os lo concedo par no cortar el esta , , hilo de esta conversación. Soc. No se vé que los también la mis- que son dados al vino , observan conducta que con qualqmer motivo, ha- ma , y cen ellos el elogio de toda especie de vinos Glauc. Esto es verdad. Soc. No habéis también no- quando no pueden con- tado que los ambiciosos , sirven en seguir el mando en gefe de un exército , ( 54 ) tenientes generales que no calidad de , y púdica, do ser honrados de los grandes y personas respe- contentan con los honores que les tables , se ofre- cen los pequeños y gente vil, como que son co- diciosos de distinciones sean quales fuesen?

Glauc. Convengo en ello. Soc , Ahora responded-

me sí ó no : quando decimos de alguno , que una cosa queremos decir que él ama , no la ama

sino en parte , ó que la ama teda entera? Glauc. Que la ama toda entera. Soc. Luego no diremos lo mismo del filósofo á saber , , que ama la sabiduría no en parte , sino toda entera? Glauc. Verdad es. Soc. Del que aborrece pues las ciencias , sobre todo si es joven que no , y está en estado de dar razón de lo que es útil ó

no , de ningún modo diremos que es filósofo ni , codicioso de conocimientos : como del hombre que come con repugnancia , no se dice que tiene hambre ni , que apetece los manjares que se le presentan sino , que está desganado. Glauc. Y coa justa razón. Soc. Pero el que con igual ar- oor se inclina a todas las ciencias , que querría abrazarlas todas , ansiando siempre por apren- der no merece , oe justicia el nombre de filósofo? Que decís vos , Ldaucon ? Glauc. Por vuestra cuenta se encontrarían filósofos á montones , y de un carácter bien extraño. Sería necesario com- prehender baxo este número , todos aquellos que son curiosos de ver y de saber alguna cosa de nuevo, y aun lo que tengo por mas ridículo comear entre los filósofos , ciertas gentes curio- oir que ciertamente no asistirían de bue- sas de , na gana á una conversación, tal como la nues- tra pero que parece tienen alquilados sus oidos para oir todos los coros que discurren por las qualquier parte que se cele- fiestas de Baco , en en la ciudad ora en el campo. bren , ora sea , Por ventura pueden llamarse filósofos estos ta- muestran deseo sino de les y aquellos que no , se aplican al aprender semejantes cosas , o que viles ^ Soc. De conocimiento de las artes mas ^ 3

ninguna manera : ellos no son mas que imitado- res de ios filósofos. Glauc. Pues, según vos, quiénes son los ver- daderos filósofos! Soc. Los que gustan de con- templar la verdad. Glauc. Vos tenéis razón sin duda: pero explicadme qué es lo que entendéis por esto. Soc. No seria fácil hablando con qual- concederéis quier otro : mas yo creo que vos me sin trabajo k> que Voy á decir. Glauc. Cómo qué contra- cosa ? Soc. Que por cuanto lo honesto es rio á lo deshonesto, estas son doscosas. Glauc. Na tiene duda. Soc. Y que por consiguiente son dis- tintas la una dé la otra. Glauc. También es cierto. lo jus- Soc. Y que lo mismo sucede respecto de lo malo lo injusto de lo bueno de , y to y de , y ideas pues que cada una ae de todas las otras : pero conside- ellas tomada en sí misma, es una ; nuestras radas con las relaciones que tienen con los cuerpos consigo mismas, acciones , con , y parece que se multiplican (31). Glauc. Vos decís yo muy bien. Soc. Ved pues por donde distingo (S6) estos genios que vos decíais codiciosos , de ver amantes de las artes limitados á la y práctica de* ios contempladores de la verdad , acerca de los quaíes era nuestra plática quienes , y á solos con, viene propiamente el nombre de filósofos Glauc. Cómo lo entendéis esto? Soc. Los pri- meros , cuya curiosidad está toda en los ojos y en los oidos, se deleitan en oir excelentes voces en ver hermosos colores y bellas figuras y todas las obras del arte ó de la naturaleza , donde entra algo de hermoso pero : su alma es incapaz de elevarse hasta la esencia de la misma hermosura, de conocería de llegarse y á ella. Glauc. La cosa es como vos decís. Soc. Mas los que pueden ele- varse hasta lo realmente hermoso , y contemplar, le en sí mismo no es , cierto que son pocos? Giauc. Muy raros. Soc. Pues qué es la vida de mi hombre que á la verdad conoce cosas hermosas, pero que no tiene ninguna idéa de la hermosura por esencia ni aún es , capáz de seguir á los que quisieren hacérsela conocer? Esto es un sueño, ó es una realidad ? consideradlo bien : qué cosa es so- nar ? no es por ventura, quando ora sea durmien- do, ora dispierto se , toma la semejanza de una tos,* por la cosa misma? Glauc. Sí, esto es lo que yo ñamaría sueno. Soc. Aquel por el contrario que tiene idea de la hermosura, que puede verla en m. misma en y todo lo que participa de su enC1 *j’ ’ !lüe ea naca confunde ‘T lo hermoso y las nemiosas ’ Y Tje jamas toma lo uno por - r,ao, vive en sueños ó dispierto ? Glauc. Muy ( 57 ) . . áispierto. Soc. Luego ios conocimientos de este que están fundados sobre una percepción ciara con razón que son una de ios objetos , diriamos ciencia los del otro que son incier- verdadera ; y tos, que no merecen sino el nombre de opinio- nes. Glauc. Cabalmente es así.

si este ultimo que según noso- Soc. Pero , , sobre todo mas no lo conoce se tros , opina , , indignase contra nosotros y sostuviese que no algo que decirle decimos la verdad ; tendríamos para suavizarle y persuadirle blandamente que se ocultándole con todo la enfermedad de engaña , su alma ? Glauc. Preciso seria aplacarle. Soc. No- nosotros le diríamos. Os parece tad pues , lo que que le dirigiésemos la palabra, asegurándole que

léxos de envidiarle sus conocimientos , si tiene al- seriamos gustosos de convencer- gunos , nosotros él sabe alguna cosa. Pero le preguntaría nos , que aquel que conoce conoce alguna yo , decidme ; , él. cosa, ó nada ? Gíaucon , respondedme vos por Glauc. Yo respondo que alguna cosa conoce. es Glauc. Qué es por Soc. Qué es , ó qué no ? : qué como puede conocerse lo que no es? Soc. Lue- adelante nuestras pesquizas, go , sin llevar mas

nosotros sabemos ciertamente , que lo que es en todos sentidos, puede ser conocido de todos modos, es de ningún y que lo que de ninguna manera , modo puede ser conocido. Glauc. Bastante cier-

tos estamos de esto. Soc. Ahora bien : si hubiese alguna cosa que particípase del ser y del no ser, no ocuparla ei lugar medio entre lo que es ente- ( 53 ) ramente ío que de ninguna , y manera es ? Glauc. Sí por cierto. Soc. Al modo pues que jj ciencia tiene por objeto eí ser la , y ignorancia de necesidad el no ser es , menester buscar oara lo que ocupa el medio entre ei ser y el no^ér nn modo de conocerlo que sea medio entre la ciencia la ignorancia y , caso que haya alguno Glauc. Ño hay duda. Soc. Por fortuna es alguna cosa ía opinión ? Glauc. Sí. Soc. Esta es una fa, cuitad distinta de la ciencia, ó la misma? Glauc. Es distinta. Soc. Según esto , la opinión tiene su ob- jeto aparte la ciencia también el , suyo , ora se las considere á una y otra por lo que ellas tie- nen de común, ora como dos facultades del todo diferentes. Glauc. Así es. Soc. La ciencia no tie- ne por objeto conocer lo que es , en quanto que es ? Pero intes de pasar adelante , tengo por ne- cesario explicar una cosa. Glauc. Qué? Soc. Digo o que las } facultades son una especie de seres, que nos hacen capaces a nosotros y á todos los otros agentes , de las operaciones que nos son propias. Por exemplo, llamo facultad, la poten- cia de ver , de oír : si es que comprehendeis aho- ra lo que quiero decir por este nombre genérico. yjíuiic. Ya lo comprehendo. Soc. Escuchad pues quál es mi pensamiento en este asunto. Yo no wO en cada facultad ni color , , ni figura ni nada , semejante á lo que se encuentra en otras mil. cosas sobre , que pueda echar la vista para distinguir las unas de las otras. Yo no considero en cada una de ellas sino su efec- , destino y sus .

por el quedas distingo, tos, y por este medio es facultades mismas aquellas que y llamo unas , efec- tienen el mismo objeto y obran los mismos facultades diferentes aquellas que tienen tos ; y , objetos y efectos diferentes. Pero vos cómo las distinguís ? Glauc. Del mismo modo. Soc. Volvamos pues ahora á tomar el hilo, la ciencia, mi buen amigo : colocáis vos acaso qué género en el número de las facultades , ó á

ia referís ? Glauc. Yo la miro como la mas po- derosa de todas las facultades. Soc. La opinión alguna otra especie es también una facultad , ó porque la de ser ? Glauc. De ninguna manera : Opinión no es otra cosa que la facultad de opi- nar que hay en nosotros. Soc. Pues vos confesas- teis un poco mas arriba que 2a ciencia se dife- Sin duda cómo renciaba de la opinión ? Glauc. ; y un hombre sensato podría confundir lo que es in- falible con lo que no lo es ? Soc. Muy bien. Y con que esto queda claro que nosotros coníesamos , ia ciencia y la opinión son dos facultades distin- tas. Glauc. Ciertamente. Soc. Luego cada una de ellas tiene por su naturaleza una virtud y un objeto diferentes? Glauc. Es preciso. Soc. La cien-

cia no tiene por objeto conocer lo que es , pre- cisamente tal come es? Glauc. Sí. Soc. Mas de la nosotros que no es otra cosa opinión , decimos , que ia facultad de opinar. Glauc También es cierto. Soc. Pero por ventura tiene el mismo ob- suerte que una misma jeto que ia ciencia , de cosa pueda pertenecer á un tiempo mismo al co- .

nod'miento opinión ó acaso es y á la ? esto íqj, posible ? Glauc. Por lo hemos que confesado, esto es imposible : porque si las facultades diferentes íienen por naturaleza objetos diferentes ; siendo corno disimas la ciencia la opinión , y dos facul- tades distintas se sigue que el , , objeto de ¡a ci encía no puede ser el mismo que el de la opi- nión. Soc. Si pues el sér es el objeto de la cien- cia el de la , opinión será otra cosa distinta del sér. Glauc No hay duda. Soc. Seria pGr ventura la nada ? ó aún es imposible que la nada esté su- jeta á la opinión ? Discurrid conmigo. Aquel qtre opina no dirige su opinión sobre alguna cGsa? ó es posible opinando, opinar sobre nada? Glauc. Esto es imposible. Soc. Según esto , el que opina, opina sobre algo. Glauc. Ciertamente. Soc. Fero la nada es alguna cosa? no es con mas propie- dad una negación de cosa ? Glauc. Es muy cier- to. Soc. Como por necesidad pues señalamos la nada por objeto de la ignorancia así como he- mos , destinado el sér para objeto de la ciencia. Glauc. Y con muchísima razón. Soc. Luego -I objeto de la opinión ni es el es la sér , ni íi*aa. Gime. En electo que no. Soc. Por consi- guiente la opinión se diferencia igualmente de la ciencia y.de la ignorancia. Glauc. Así me pa- rece. Soc. Mas acaso está ella mas allá de la una o de la otra de , modo que sea ó mas clara que a ciencia , ó mas obscura que la ignorancia? G!auc. m uno ni , otro. Soc. Luego lo contrario: es decir que , tendrá méaos claridad que la ( 6 x ) obscuridad que la ignorancia! ciencia y menos Soc. Según esto la opi- Glauc. És muy cierto. , dos ocupando un lugar nión estará entre las , medio entre la una y la otra? Glauc, Así es. Soc. No qus si encGiitnio_inios uncí, liemos dicho antes ? a. mismo tiempo? cosa, que fuese y no fuese un esta cosa ocuparía el lugar medio entre el puro

nada que no seria el objeto , ni sér y la mera ; y de algu- de la ciencia ni de ía ignorancia , sino na facultad que se descubriese media entre la es verdad. Soc. Mas una y la otra ? Glauc . Esto nosotros ya hemos descubierto que esta facultad media es lo que se llama opinión. Glauc. Sí por

cierto. Soc. Solo pues nos falta encontrar , á b quál es esta cosa que participa del sér que creo , de la nada que propiamente no es ni lo y , y que si descubriésemos que-., uno ni lo otro , para justicia señalemos en- esto es lo opinable , con tonces á cada una de estas tres facultades sus ob- extremos á las extremas e! objeto, jetos ; los , y medio á la facultad media : no es así? Glauc. No. tiene duda. Soc. Esto supuesto, respondedme, le diría, aquel entiendo que no cree yo , buen hombre , que haya ninguna cosa hermosa en sí, ni que la.

idéa de la hermosura sea inmutable ; este curioso de profesión que reconoce muchas hermosuras, y que no puede sufrir que se le hable de un her- completo así de. moso, de un justo absoluto y , y los demas: respondedme, le diría yo, hombre.- insigne, entre estas muchas cosas que vos tenéis. '

(62) por hermosas, hay por suerte alguna, que bax de otros respectos no os parezca también f ea ? y entre las justas, injusta ? Y entre las santas

Soc' Lue £° hemos descubierto, según parece- ( 63 ) que esta multitud de cosas que sirven al común de los hombres de regla para juzgar de la her- dan mosura y de otras qualidaáes semejantes, decirlo así, en este espacio que vueltas , por separa ai sér de la nada. Glauc. Lo hemos halla- do sin que podamos dudarlo, Soc. Pues nosotras hemos convertido ántes en que diríamos de esta que corresponden ellas á ía especie de cosas , á la ciencia que debía darse opinión y no , y por objeto á ía facultad media , lo que ocupa el lugar medio entre el ser y la nada, Glauc. Así esa Soc. Diremos pues con resolución * que los que ven muchas cosas hermosas , mas no vén lo her- por esencia que ai pueden seguir á ios moso , y que quieren ponerles en estada de verle: que vén muchas casas justas , mas no la justicia mis- así de lo demas que elfos no tienen de- ma y ; opiniones de ningún- iodo esto sino , y modo conocimientos ciertos. Gime. Es como preciso..

Soc. Que al contrario ,. los que contemplan la. esencia inmutable de las cosas , tienen conoci- mientos ciertos y no opiniones. Glauc. También esto es necesario. Soc. Los unos y los otros no aprecian aman estos las cosas que son el ob- y , , jeto de la ciencia; aquellos* las que son el objeto de la opinión ? No os acordáis que declamos de estos últimos que se deleitan en oír bellas, voces, en vér colores pero que no hermosos , pueden, sufrir que se les hable de lo absolutamente her- moso , como de una cosa que realmente exista?; Glauc, Muy bien me acuerdo. Sqc. No les haré- 6 ( 4 ) mos pues ninguna injusticia en llamarles aman, tes de la opinión mas bien que (33), amantes d¡ la sabiduría. Y creeis vos que se enfaden contra si nosotros , los tratamos de este modo ? Glauc . S¡ quieren creerme no harán ellos tal cosa , porq U£ jamás es permitido ofenderse de la verdad Soc. Por consiguiente solo aquellos se han de l]a! mar filósofos y no opinionistas que aprecian únicamente el sér simple, uno é inmutable, Glauc. Teneis mucha razón. COLOQUIO SEXTO.

fin después de mucho trabajo Óoc. En , y

de un harto dilatado discurso , hemos fizado no-= la diferencia sotros , amado Giaucon mío , de los verdaderos filósofos de aquellos que no lo son. Glauc. Acaso no era fácil conseguirlo con menos palabras. Soc, Yo creo que no. Pero me parece, que hubiésemos aclarado mas este punto no te- niendo otro que tratar si siendo nuestro ob- , y , jeto principal el manifestar en qué se diferencia la condición del hombre justo de la del malo, no nos hubiéramos visto precisados á pasar rá- pidamente por otras muchas qüestiones inciden- tes. Glauc, Pues trás esto qué nos falta que ha- cer ? Soc. Lo que se sigue inmediatamente. Pues- to que los verdaderos filósofos son aquellos cuyo espíritu puede llegar al conocimiento de lo que inmutable que los eziste siempre de un modo , y otros vagando sin principios trás de mil objetos que á la continua mudan de aspecto , todo son es menester que veamos ahora menos filósofos j quáles escogeríamos para gobernar nuestra re- pública. Glauc. Quál es el partido mas sábio que nosotros podríamos tomar ? Soc. El de establecer por magistrados ios que nos pareciesen mas ca- paces de conservar las leyes y costumbres de la república en su vigor. Glauc. Muy bien. Soc. Por TOMO H. 8 66 ( ) decidir si al que se le cierto no os difícil de , en» cosa deoe ser ciego pers- carga guardar una , ó no. Soc. Pues picaz. Giauc. Sin duda que qué di- los ciegos aquellos ferencia ponéis vos entre , y que privados del conocimiento de lo que existe uniforme no teniendo de un modo simple y , y idea clara distinta en su alma ninguna y , no pintores á imitación de los , dirigir sus pueden , miradas sobre el exempiar eterno de la verdad, contemplado con toda y después de haberle la trasladar a las cosas de acá atención posible , que allí han notado servirse quan- baxo , lo , y de una regia segura do convenga , como para es honesto justo bue- fíxar por leyes lo que , , y para conservar no en las acciones humanas , y estas leyes después de haberlas, establecido? Giauc. Par diez que no hay ninguna diferencia entre ellos y los ciegos. Soc. Escogeremos pues á estos por custodios, ó mas bien á. los que co- los nociendo ia esencia de cada cosa , no ceden á vir- otros en experiencia , ni les son inferiores en tud? Giauc. Locura seria escoger á otros que á

estos , no faltándoles por otra parte las demas los circunstancias ; puesto que tendrían sobre primeros la mas grande ventaja que se podía esperar. Soc. Ahora nos toca explicar á nosotros por qué medios podrán ellos juntar la experiencia á la especulación. Giauc. Es así. Soc. Es pues ne- cesario , como decíamos al principio de esta con- versación , empezar por conocer bien su carác- persuadido que si llegásemos á ter. Yo estoy , no dudaríamos un momen- comprehenderle bien , pueden reunir en sí estas to ‘en confesar que eíios preferidos á todos dos cosas, y que deben ser Glauc. Cómo lo para el gobierno de la república. desde luego en que haríamos ? Soc. Convengamos filosófico es amar la primer señal del espíritu pueden condu- con pasión todas las ciencias que esencia inmutable, cirle al conocimiento de esta ni por ni por la generación , que no se altera , por sentaao. Soc. Que la corrupcion.G/anc.DémOslo lo que de los amantes ambi- á él le sucede , y de su ciosos en orden al objeto de su ambición y él ama todo lo diximcs mas arriba ; que amor , esencia sin omitir^ volun- que pertenece á esta , grande ó pe- tariamente ninguna de sus partes , ó menos apreciable. Glauc. Teneis queña , mas razoü. mucha . 4 f si es aún nece- Soc. Exáminad en seguida , habernos di- sario que los que deben ser quales es? este otro carácter. Glauc. Qual cho , tengan aborrecer la mentira cóu Soc. El de abominar y cerrándole enteramente la en- toda su voluntad , un amor igual á la ver- trada en su alma , con Soc. No so- dad (i) Glauc. Es muy conforme. sino amado amigo , lamente es conforme , mi que el que naturalmen- absolutamente necesario , también todo aquello que te ama á alguno , ame alguna relación con le es allegado y que tiene Encontrareis pues éi. Glauc. Esto es evidente. Soc. conexión alguna cosa que tenga mas estrecha £ 2 (68) f .. con la sabiduría que ia verdad , ? Giaue. Ninsm na. Soc. Mas es posible que el mismo caráL! sea amante de la sabiduría y de la mentir^ G aUC De nin un -, g “«do. Sgc. Por consiguiente el espíritu verdaderamente deseoso de saber, debe desae la juventud amar y buscar toda verdad G aUC - V “ínos de acuerdo. Sor. Tero vos sabéis’ que quando los deseos se arrebatan con violen cía ! acia algún objeto tienen , ellos menos viva' icLd para todo lo demás ; semejantes á estos es nachueiOS ue 1 s e ban separado del ce dej un cau rio poderoso. Glauc. Nadie lo duda' Soc. Por tanto aquellos , cuyos deseos se vuelven departe de las ciencias cosas tales y , me uro que no encuentran gusto % , salvo en los puros que placeres son propios del alma. En órden á lo - ,,os ,os ****>. 4 - » «£ Z™L%r 1 apariencia y no en ia reali- “dad t” T ffl.iC - Ei mu necesario. > Soc. Un homb-e 1' " 'e !ad0 y “«rameóle «énto codrc ' °, de^cf'a : P° r 7lar ,, 1“ razones n oe Imie_ >en a otrosr a correr con tanto afán ti laTJ tKn “ «* 41 2T“’ **8“ poder. Gtor.S

r d Ce ^uÍ“; aat” ral fflÓS0f0 et to es coí,V'‘ cosa. GW. cons‘der" m Qué cósa*' sUTo*™‘ Ue si ^ no te se oculte encierra alsm rU -i* , 7 : SÍendo ñéz absoíutaíem * peque- £ “COIn ^ atlDÍe coa un alma que debe abrazar en f “isK 0 10 d¡ v¡no y tamrno^aSr'cojaj ** i, o iiay cosa mas < 6 9) f vos que una alma ele- cierta. Soc. Pero pensáis , sublime que extiende su pensamiento vada y , todos los séres, sobre tcdos los tiempos y sobre cosa grande? mire la vida del hombre como una Glauc. Esto es imposible. Soc. Semejante alma temerá la muerte. Glauc. Seguramente pues , no una alma baxa tími- que no. Soc. Por tanto , y jamás tendrá ningún comercio con la ver- da ? dadera filosofía. Glauc. Creo que no. Soc. Pero

moderado en sus deseos , exen- cué ! un hombre

baxeza de soberbia , de co- to de avaricia , de , podría ser acaso áspero en su trato ó bardía , Soc. Quan- injusto ? Glauc. De ninguna manera. do hagais pues el discernimiento del alma na- observareis si desde los cida para la filosofía , primeros años muestra ella equidad y dulzura, Mucho que sí. ó si es feroz é intratable- Glauc. pienso yo de poner Soc. Tampoco omitiréis , , atención en este otro punto. Glauc. Quál es? aprender. Soc. Si tiene facilidad ó dificultad en quiera que sea que Podéis vos esperar de quien , tome gusto por lo que hace con mucha repug- Glauc. Mal nancia y con poco adelantamiento? haría de esperarlo. .Soc. Pero si no retiene nada si se le olvida es po- de lo que aprende , todo , Glauc. sible que dexe de quedar vacío de ciencia? No puede ménos. Soc. Viendo pues que traDaja. sin. te parece, que al cabo se hallará en. la fruto , no genero precisión de aborrecerse á sí mismo y todo Soc. Luego <*1 de estudio ? Glauc. No tiene duda. la colocaremos en la clase alma olvidadiza , no É 3 ,(?°) , , cJe los naturales filósofos : nosotros la basca 1*» mos esté que dotada de una excelente memoria Glauc. Haremoslo así en un todo. Soc. Pero un carácter grosero que ni tiene gracias, ni cultura, no se inclina naturalmente al desorden ? Glauc. Precisamente. Soc. La ver- dad es amiga del orden del ó desorden ? Glauc. Del orden. Soc. Busquemos pues en el filósofo sobre1” las otras quafidades un espíritu lleno de gracias amigo del orden que su inclinación , y natural le Heve á la contemplación de la esencia de las co- sas. Glauc. Sí por cierto. Soc. Pues qué! no te pare- ce que todas las qualidades que acabamos de re- correr, son absolutamente necesarias, y como oue se dan la mano unas á otras en una alma que debe elevarse al mas perfecto conocimiento del s¿r? Glauc. Es así al pie de la letra, Soc. Puedese pues reprehender por alguna parte una profesión, de Ja qual nadie puede instruirse como es debido sino está dotado de memoria, de penetración, ce grandeza de alma, de afabilidad; si no es amigo por y decirlo así, aliado de la verdad, de la justicia, de la fortaleza y de la templanza? G.auc. Kr aún Momomismo (2) encontrarla nada que reprehender. Soc. A tales ingenios pues ner- íeccionados con la educación y con la experien- Citl 5 á otros confiareis vos el gobierno de nuestra república. Ad imanto, tomando aquí ía ^ palabra, me dixo: Sócrates, nadie os puede disputar la verdad de que acabais de decir. Pero ved io que sucede c?o coa vos conversan, iilios ordinario á los qne arte que por no estar versados en ei s; imaginan, responder en cada una de las de preguntar y , no preveen , se preguntas cuyas consecuencias poco de la razón; ma, hallan separados poco á extravíos, al cano de recopilados estos pequeños á caer en un error gravi Ja conversación vienen consigo mismos. Y a ¡a ,: mo v en contradicción saben jugar á las ta- manera oue los que no apurados encerrado, por ti se hallan tan y as (2), no tienen diestros que á la postre los jugadores mouo ellos creen del mismo Pieza que mudar ; en esta otra especie verse al fin concluidos habilidad en manejar no las tablas por vuestra , redu- que les engana y íes piezas sino el discurso , realidad- decirse: aunque en ce á no saber qué quemáis hacérsela creer, no sea como vos la cosa d. conseqikncia de lo que acabo yo hablo en que a la verdad os podría objetar oir - porque se cada «na de vuestra, pregun- es imposible eludir la cosa pero que si se pauuua tas erf particular ; ü.o,o- que se apucan a la á fiindo se vé que los juventud con ánimo de separar- f a no solo en la , hayan tomado una ligera se de ella luego que envejecen en este estu- sino aún los que tintura, rímenlo parte de un genio y dio, son la mayor , peor que lo, exTaño ñor no decir otra cosa , y quando menos a hacerse mas soportables, vienen por haber aorazado e.a inútiles á la sociedad, vos tainos ;eto^K. profesión á la qual prodigáis cree* vos, Adtmamo, Al oír esto repliqué yo: ®4 )

{ que los que así hablan, mienten? Adlm. Yo no» lo sé pero de buena gana oiria vuestro parecer, : Soc. Oiríais pues, que mi parecer es que ellos di- cen verdad. Adirn. Coa qué fundamento pues habéis po, dído decir que no se acabarian antes los males , que arruinan los estados, á ménos que fuesen ellos estos mismos filósofos que gobernados por , vos reconocéis ahora por gente inútil á la sociedad? Soc. Me hacéis vos una pregunta á la qual no se puede responder sino poruña alegoría. Adim. Pues creo que vos no acostumbráis usar de alegorías en vuestros discursos ? Soc. Sea en buenhora.

Acaso os burláis de mí , empeñándome en una qüestion tan embrollada? Escuchad pues la ale- goría valerme de que voy á , para que conozcáis mejor que nunca quán malísimo pintor soy. El trato que se dá á los sábios en las repúblicas donde ellos viven es tan extraño duro , y que nadie ex- perimentó jamás se le cosa que parezca ; de suerte que me veo precisado á formar de muchas pie- zas , que no tienen entre si ninguna conexión, el quadro que debe servir para justificarles , imi- tando á los pintores quando nos representan los tragelafos (4) ú otras mezclas monstruosas. Figu- raos pues al piloto ó comandante de una ó de muchas naves tal como voy , á pintároslo , mas grande y mas robusto que todos los demas de 3a tripulación, pero algo sordo corto vista y de , y poco versado en el arte de navegar. Alborotan- se los manneros disputándose unos á otros el gobierno contemplándose cada quaí derecho del , ningún conoci- digno de ser piloto, sin tener arte sin poder señalar bazo miento de este , y ni en qué tiempo le aprendió. de qué maestro , hasta decir que esta Se adelanta su extravagancia , aprenderse hallándose no es ciencia que pueda , qualquiera que se prontos á quitar la vida á Imagínaoslos en atreviese á sostener lo contrario. sitiándole supli- seguida al rededor del piloto , , cándole, apremiándole que les entregue el timón. que le persuaden, En cuyo caso si no son eíios los los excluidos en la elección matan ó sino otros , Trás arrojan al mar á los que fueron preferidos. timonero ó lo qual embriagando al generoso , entorpeciéndole con hacerle beoer la adormidera apoderan del navio se ó algún otro licor ¿ se , comen beben opí- echan sobre las provisiones , y ir la nave á merced de los paramente , dexando vientos, que es lo que esperarse puede de seme- jantes hombres. Por lo demas ellos miran como hábil marinero muy hombre entendido , como y qualquiera instruido en manejar el gobernalle , á que ó con la persuasión, ó con la fuerza pudo ooix** gar al piloto á descargarse sobre ellos del man- en do del navio, y al que no sabe lisongear esto sus deseos le desprecian como inútil. Pero ni les pasa siquiera por el pensamiento el saber lo que piloto que para serio es nece- es un verdadero , y sario tener un conocimiento perfecto de los tiem- del cielo de los astros* pos , de las estaciones , , de los vientos y de todo lo que pertenece á este 1¿2 ue set ^qdq*. *..i2v*gj srté si es que en rs2.lids.ii poco de que el de la nave/ Se ocupan bien na- tal piloto ora vio esté gobernado por un , l a

ora no - creen aún que es quieran algunos , y imposible juntar la práctica á la ciencia deí pi- cosas lotage. En las naves donde suceden seme- qué idéa queréis vos que se tenga del jantes , Verdadero piloto? Los marineros en la disposi- supongo no le trata- ción de ánimo en que los , de un vano dtscurridor a rán de hombre inútil , , le ha vuelto quien la observación de los astros la cabeza? Adim. Esto es mucha verdad. Soc. No creo que haya necesidad de explicaros que esta la nave es usa imá- pintura que os he hecho de , a ios verda- nen fiel del tratamiento que se dá deros filósofos en los estados. Vos comprehendds sin duda mi pensamiento. Adim. Y muy bien. declarad esta alegoría Sec. Amé todo pues , á los que se admiran de ver á los filósofos trata- dos en las repúblicas de un modo tan indecoro- so procuradles persuadir que aún seria mara- , y fuesen honrados. Adim. lo villa mayor , si ellos que ellos tienen se la declararé. Soc. Añadidles , razón en decir que la mas sana parte de los fi- lósofos no hacen servicio ninguno á la sociedad; pero que la causa de su inutilidad no debe atri- sino ios que no se dignan em- buirse á ellos , á ni que el pLoto plearles : porque no es natural , á su suplique á los marineros que se abandonen eu sábios vayan de puerta, gobierno , ni que los súpuca, puerta á hacer á los ricos semejante jactándose se atrevió a pro- pues el primero que es que una falsedad. Lo cierto , fer.r esto , dixo que el enfermo rico ó es conforme a naturaleza puer- pobre tenga por necesidad que acudir á las que el que necesita de las mees tas del médico ; vaya a llamar á las de otro para gobernarse , no que el go- dei que fuese capáz de mandar : y algún bernador que en realidad puede ser de les suplique que se valgan provecho á los otros , engañareis compa- de sus luces. Por tanto no os acabo de rando con los marineros de quienes día al frente hablar, los políticos que están hoy los que ellos llaman gentes de les negocios , y indagadores de cosas vanas, con inútiles y ociosos bien. los verdaderos pilotos. Adim . Está muy fácil que sea Soc. Síguese de aquí, que no es honrada una profesión tan excelente por aquellos opuesto. que siguen un camino absolutamente fuertes calumnias Pero las mas grandes y mas sufrir le vienen por que la filosofía tiene que , serlo. parte de los que se dicen fitósoios sin A filosofía, estos tienen en vista los enemigos de la que la mayor quando dicen lo que vos decíais , perversos parte de sus sectarios son hombres , y lo menos que los mejores de entre ellos son á enteramente inútiles. Y yo he convenido en que es esta acusación estaba muy bien fundada. No Según esto, así verdad ? Adim. Es eierto. Soc. tenemos descubierta ya la causa de la inutilidad, de los verdaderos filósofos? Adim. Sin duda. Soc. Queréis vos que declaremos ahora la ( 7 6 ) causa inevitable de la perversidad de ios fílóso- íos supuestos que nos esforzemos , y á demos- trar, si es posible que no debe echarse la , cu]pa

de esto á la filosoíia ? Adim. Convengo en ello. Sor. Empezemos por traer á la memoria lo que dió motivo á esta digresión á saber , , quáles son las calidades necesarias que ha de tener uno, para llegar á ser hombre honrado , y realmente bueno. La. primera calidad , si se os acuerda, era el amor á la verdad que debe buscar él en iodo y por todas partes : siendo el espíritu de ligereza absolutamente incompatible con la ver- dadera filosofía. Adim. Esto es lo que vos dijis- teis. Soc. Pues la mayor parte de los hombres están en este punto de un parecer del todo con- trarío al nuestro. Adim. Es muy seguro. Soc. Será acaso defender mal la filosofía el decir , , que el que tiene un deseo verdadero de aprender , no se pára en la variedad de las cosas de acá baso, de las quales no puede tener mas que conoci- mientos inciertos, sino que nacido para la verdad, se encamina ácia ella con un ardor y esfuerzos qae ninguna cosa los puede contener ni sobrepu- jar, hasta tanto que haya llegado á conocer lo que es se le , y que haya unido por la parte mas íntima de su alma que es la , mas conatural y propia; cuya unión , y mezcla divina haya hecho conce- oir en el la inteligencia la verdad que ad- y , v quiera del sér un conocimiento claro y distinto, y que viva y se sustente con vida verdadera y alimentos solidos momento , y que hasta este los dolores preciso no se verá libre su alma de defender me- del parro? Adim. No se la puede amará éste tal la mentira ó jor. Soc. Pues qué , , la aborrecerá infinitamente ? Adim. La aborrece- rá sin duda. Soc. Tampoco diremos que quando la verdad vá por delante pueda ir en su segui- miento el coro de los vicios. Adim. Ciertamente que no. Soc. Antes bien que se halla siempre con arregladas- que su com- costumbres sanas y , y pañera es la templanza. Adim. Teneis razón. Soc. Pero qué necesidad hay de hacer por segun- da vez la enumeración de todas las bellas qua— lidades del natural filósofo? Vos os acordareis, que quedamos convenidos Giaucon y yo , en grandeza de alma la agu- que la fortaleza , la , le eran muy deza de ingenio y la memoria , nos habéis interrum- conducentes : que entonces decir que á la verdad era imposible pido para , si desados los- negar nuestras razones ; pero que los ojos sobre la conducta discursos , volvíamos de aquellos de quienes hablábamos , encontraría- inútiles mos ser visible que los unos son , y que los otros en mucho mayor numero , son entera- puesto después á mente malos : que habiéndonos buscar la causa de esta acusación , hemos veni- qué la mayor parte de aque- do á examinar , por llos que se venden por filósofos , son malos. ¥ esto nos obligó á volver á- describir el carácter dar de los verdaderos filósofos , y á por necesi- dad una exacta dinnicion. Adim . Esto es cierto. Soc. Ahora es menester considerar como se 8 (? ) . se pervierte un tan bebo natural corrompe y , de sino pocos suerte que no se escapen muy de Ja aún estos son á los general corrupción ; y que no se les trata.de malos,.pero si del todo inútiles. En seguida consideraremos quái es et carácter de

estos faisos filósofos, que ingiriendose por sí mismos en esta profesión sublime e infinitamente mil superior á sus talentos , caen en descarries, del universal descrédito en que y son causa , vos decís que se halla lá filosofía. Adim. Quáles soa estas causas de corrupción ? Soc. Voy á manifes- soy capáz. Desde luego todo tároslas , si es que el mundo convendrá conmigo, que rara vez y muy pocos nacen entre los hombres dotados de este natural feliz reúne en sí todas las quaíida- , que des que nosotros pedimos en. un filósofo comple- to: qué pensáis vos? Adim. Yo creo que ellos soa pues quántas quán po- poquísimos. Soc. Ved , y derosas causas trabajen en la pérdida de este pe-

queño número. Adim. Quáles son éstas ? Soc. Lo

que os parecerá mas extraño al oirio , es que estas mismas quaiidades que hacen á estos natu- rales tan preciosos, corrompen algunas veces ei alma que las posee la arrancan de los brazos , y templanza, de la filosofía : la fortaleza digo , la y las otras virtudes de que acabo de hacer men- ción. Adim. En efecto que esto es muy extraño. Soc. se mira entre Ademas de esto , todo lo que los hombres las ri- como bienes , ía hermosura , quezas pode- , las fuerzas del cuerpo , los enlaces rosos en la sociedad todas las otras ventajas , y (T9 ) no contribuyen, menos per- de esta naturaleza , á vertir el alma y á fastidiarla del estudio de la sa- comprehendeis qué es lo que biduría. Vos ya , decir. Sí pero yo querría que yo quiero Ádim. : vos me explicaseis todo esto mas por extenso. Soc. Tomad bien este principio general, y léxos de pareceros extraño lo que acabo de decir, se os manifestará con la mayor evidencia. Adl- mant. Qué principio es éste ? Soc. Sabemos todos, planta todo animal que que toda semilla , toda , , nace baxo de un clima poco favorable, y que no tiene por otra parte ni el alimento, ni la otro tanto mas cultu- estación acomodada , exige ra y cuidados, quanto su naturaleza es mas fuer- te robusta porque el mal es mas contrario de y ; que de lo que no es ni malo, lo que es bueno , ni bueno. Adim. Esto es cierto. Soc. Es pues el físico que ua mal verdadero decir en orden , alimento es mas nocivo á lo que es excelente de. naturaleza que á lo que no es sino mediano. su , Adim. Así es. Soc. Igualmente podemos, asegurar, Adimanto que en el orden moral las. mi amado , almas dotadas de mejor ingenio llegan á ser peo- res por una mala educación. Creéis, por suerte que los grandes delitos y la malicia consumada, ordinaria ño¡ mas, bien de: nazcan de un alma , y un excelente natural corrompido con la educa- ción vulgares puede decirse ? Por las almas , que

jamás harán ni mucho bien , ni mucho mal. Adim. Convengo en lo que vos decís.. Soc. De con-

: sí natural filosófico es. siguiente , una de dos el (8o) cultivado con las ciencias que le son propias, es necesario que llegue de grado en grado hasta la si al contrario está sem- mas sublime virtud 5 , suelo extraño no hay vicio brado y crece en un , día á del qual no arroje bástagos algún , méaos que cuide especialmente de su conservación al- como la guno de los dioses. Pensáis vos , ma- que los que corrom- yor parte se lo imaginan , pen la juventud sean estas gentes despreciables á quienes se dá el nombre de sofistas ? El ma- yor mal no viene de ellos. Los que le arribu- ellos mismos sofistas mu- ven á los sofistas , son que con sus máximas sa- cho mas peligrosos , ben formar y volver á su antojo el espíritu de las mugeres de los jóvenes los hombres y de , y

de los viejos. Adim . Quándo hacen esto? Soc. En

las asambleas publicas, en los tribunales , en los los exércitos ó en qualquier otro lu- íeátros , en , la multitud quando vitu- gar donde se congrega , peran allí ó aplauden ciertas palabras ó ciertos hechos, tomando con extremo uno ú otro partido, con grande estrépito grandes gritos grandes , y resultas los ecos de ias bo- palmadas 5 de cuyas bedas del donde se hallan causan dobla- y lugar , do estruendo que los mismos declamadores. En es dicho co- medio de todo este tumulto , según se contenga el áni- mún , cómo queréis vos que la mo de un hombre joven ? Por buena que sea como educación que haya recibido en particular , He- podra resistirse sin hacer naufragio y dexarse v&z de la corriente de estas olas de alabanzas y , .

(«O sus juicios con los de desprecios? Ño conformará en orden á ío que ella encontrase la multitud , se dedicará á las que es honesto ó torpe? No á sí mismo por mismas cosas ? No se estudiará Sócra- asemejarse á los otros? Adim . Mi amado es posible que haga otra cosa. tes , no hablado de la Soc. Con rod© aún no hemos virtud. mas violenta prueba á que se expone la so- Adim. Quál es? Soc. Quando los maestros y no podiendo adelantar fistas de quienes hablo , trato á las nada con sus discursos añaden el mal castigan palabras. Pues no sabéis vos que ellos del honor aún hasta con la pérdida de bienes , y los que rehúsan darse á sus de la vida misma , á razones? Adim. Muy bien lo se. Soc Que otro particular podría sofista pues, qué instrucción seducción? resistirse contra la fuerza de semejante Adim. Pienso que ninguna. Soc. Sin duda que no,

seria grande locura : por- y aún el intentarlo solo ni la hubo ni habrá jamás alma que ni la hay , , mientras que su edu- verdaderamente virtuosa , cación sea contrarestada por semejantes maes- hablando en tros. Esto debe entenderse amigo , aparte según el pro- lo humano (5) y dexando , protección inmediata de Dios. Pues verbio , toda por estas máxi- si en una república gobernada encuentra alguno que se escape del nau- mas , se puede asegurar sin temor de fragio común , se que el tal debe su salvación al auxi- engañarse , cosa. lio divino. Adim. Ni á mí me parece otra parecer Soc. Vos podréis ser también de mi TOMO XI. ® (82) Ad,m. De qué se en orden á lo que sigue. tía. doctores mercenarios ue ta 2 Soc. De que estos , q sofistas los reputa por ému- el ‘vulgo llama , y oficio no hacen en realidad los en el mismo , la juventud en sus es- otra cosa que repetir á el pueblo sigue en cuelas las máximas que á esto es lo que llaman ellos sus asambleas , y como si por exemplo al- enseñar la sabiduría , , guno después de haber estudiado las inclinacio- un animal grande robusto, nes y apetitos de y tocarle, en qué tiem- el modo de acercársele y y mas manso por qué po está mas irritado ó , y qué gritos acostumbra echar en tales y causas ; qué tono de voz le sua- tales circunstancias , y es digo yo como si viza ó le enfurece : esto , , después de haber aprendido todo esto con el tiem- experiencia formase un arte al qual ¡e po y la , ciencia se propusiese en- diese el nombre de , y sin tener por otra parte ninguna regla señarla , segura para discernir entre las inclinaciones de buenas, este animal aquellas que son honestas , é injus- justas de las que son torpes , malas , y , conformándose en sus juicios con el instin- tas , bueno todo io to de esta gran bestia: llamando , que que le lisongea y le dá gusto, y malo, todo lo le ofende justo honesto todo lo que se or- , y y , dena á contentar las necesidades de su naturale- otra razón porque ni sabe za , sin dar ninguna ; la diferencia esencial que hay entre lo que es bueno en si lo que es necesario por la natu- , y ni ia conocido ni esta raleza , ia qual jamás ha , ( 33 ) conocer á los demas. Por fen estado de hacerla os parecería maes- que un tal hombre , no Dios , razón. tro muy entraño? Adim, Teneis mucha de aque- Soc. Mas os parece que se diferenciaría que ir- llos que tienen por sabiduría conocer lo vária congrega- rita y dá gusto á la multitud en materia sea ea cosas de pintura , ora da , ora de música, ora en asuntos ae política? Porque nó es cviciwíitc (|uc si uno m*inLÍi£$t3. en cstüs otra cosa asambleas alguna obra de poesía , ú semejante, si propone algún reglamento concer- sujetándose al juicio del públi- niente al estado , verá en la triste é inevitable ne- co ; no se (6) cesidad de conformarse en todo con lo que aprue- be la multitud? Pues habéis vos nunca oido á probar de otro alguno de los que la componen , modo que con razones ridiculas y miserables, honesto sea ver- que lo que tiene por bueno y , daderamente así? Adim. Ni jamás he ó¡do á nin- ni pienso que le oiré. Soc. A todas estas guno , reflexiones juntad aún esta otra. Es posible que ver- la multitud entienda fácilmente y mire como que la idea de lo hermoso dadero este principio , una distinta de esta multitud de cosas her- es , y sentíaos que ias mosas que se presentan á los j y esencias de las cosas son simples e indivisibles? Adim. De ninguna manera. Soc. Luego no pue- de ser aue el pueblo sea filosofo. Adim. Esto es imposible. Soc. Y también es como necesario que él desprecie á lós que se dán á la filosofa. Adim. Sin disputa. Soc. Y que estos maestros í 2 (U) que se lian vendido al pueblo se particulares , y los desprecien á su ejem- dedican, á darle gusto , plo. Adim. Esto es claro. qué asilo descubrís, Soc. Todo esto supuesto , donde pueda retirarse el genio naturamente filo- fin de que perseverando en la profesión sófico , á de que ha abrazado, pueda llegar ai punto perfec- por lo que hemos di- ción á que aspira? Juzgad convenido cho mas arriba. Nosotros habernos en recibir de la na- que el verdadero filosofo debía

en herencia - agudeza , memo- turaleza , como fortaleza grandeza de alma. Adim. Ver- ria , y inmediatamente se dad es. Soc. Esto supuesto , distinguirá en todas las cosas entre todos sus especialmente si las perfecciones del iguales , cuerpo corresponden á las del alma. Adim. Exacta pues que en lle- habrá que lo estorbe. Soc. Creo , sus parientes con- gando á la edad madura , y ciudadanos desearán aprovecharse de sus talen- tos confiarle los intereses particulares y los , y del estado. Adim. Así se debe esperar. Soc. Ellos de honras sumisiones, le llenarán de respetos , y previendo de lésos el crédito que algún dia ten- su patria haciéndole ya la corte con drá en , y mucha anticipación. Adim. Esto sucede de ordi- nario. Soc. Qué queréis vos que él haga en medio si ha nacido en de tantos aduladores , sobre todo poderoso si es rico de ilustre na- un estado , y de aventajada cimiento , de rostro hermoso y estatura (7)? Por ventura no se llenará de las imaginarse que él mas locas esperanzas , hasta á los griegos á los tiene talento para gobernar y presuntuosas bárbaros? Desvanecido con estas orgullo arrogancia faus- ideas no se llenará de , y sin entendimien- to quedando vano de juicio y , mientras to? Adim. No tiene duda. Soc. Pero si acercándose al- que se halla en esta disposición , se atreviese á descubrirle la guno blandamente , de ra- decirle que estaba desprovisto verdad y , para go er— zon aunque la necesitaba mucho , adquie- narse que por otra parte la razón no se ; sus que no se sujete uno á seguir re , á ménos tantos majes, luces creeis vos que rodeado de ; dis- prestase voluntariamente oido á semejante» Y aun cursos? Adim. Éi se guardaría bien. Soc. hombre quando estas verdades tan naturales al de tuviesen cabida en el alma de alguno dotado dispertasen le ar- un espíritu bien puesto , le y la filosofía qué pen- rastrasen de por fuerza acia : persuadidos de sáis vos que hagan sus .amigos , su trato que esta mudanza vá á hacerles perder compañía todas las ventajas que ellos se y , y su poder, prometían? No le disuadirán con todo discursos accio- poniendo en obra palabras , y tiempo que no se dexe convencer , as. nes , para mismo que convertirán todos sus esfuerzos con- para perderle ya tra este importuno consejero , ya hacienaoie sea armándole lazos secretos , ó puede comparecer ante los jueces? Adim. No alguna menos de suceder así. Soc. Queda pues esperanza de que éste tal se dedique á la filoso- pues si vo fía? Adim. Casi ninguna. Soc. Veis { F 3 86 ( ) aún las buenas quabdades decía con razón, que pervertidas por una mala del carácter filosófico , en cierto modo a dis- educación, contribuyen la filosofía, otro tanto que traerle del estudio de los demas bienes llamados las riquezas v todos Conozco que vos teneis de fortuna? Adim. Sí. mucha razón. grande, mi ama,o amigo, Soc Tal es y tan corrompen pervierten estos el modo conque se y destinados á la mas excelente de bellos naturales , naturales por otra parte todas las profesiones; hemos dicíio. Estos nom- tan raros, como nosotros los que causan los mas bres así pervertidos, son particulares; grandes males á la sociedad y á los autores de los mayores bie- v al contrario les son buena parte. Ln nes, quando se indinan á la mudanza, e natural mediano no puede acarrear estados, mea consideración en la fortuna de los hay cosa mas la de los particulares. Aáim. No después de cierta. Soc. Estos mismos hombres , que eran haber abandonado la profesión para dexando desierta sin cultura la filo- nacidos , y nada ne- sofía, llevan una vida indecente, y que Mientras tanto desam- ne de-sóii&o y verdadero. vereis parada así la filosofía por sus propios hijos, la introducidos en su lugar hijos bastardos qc.. parte de deshonran é infaman, acarreándole de re- aquellos de quienes vos habíais estas odiosas saber que de todos los que la prehensiones ; á , nada unos no san buenos para , y cultivan , los supu-r la mayor parte son dignos de los mayores ( 87 ) son comunes estos dos. Adir». Es cierto, que muy fundamento. Por- dicterios. Sor. Y acaso no sin vacan- que observando hombres de nada la plaza distinguidos nombres te deslumbrados con los , y la decoran dexan con v títulos brillantes que , donde sus cortos gusto una profesión ooscura , algún talentos se habían tal vez manifestado con brazos de la esplendor, y se arrojan entre los semejantes- á los delinqüentes que esca- filosofía ; á los pados de la prisión, corren á refugiarse de templos. Pues la filosofía a pesar del estado conserva a.un so- abandono á que está reducida , superioridad magnifi- bre las otras artes , una y imper- cencia que se lleva tras si estos naturales los quales un estos viles artesanos , á fectos , trabajo servil les hizo el cuerpo corcobado y contrahecho al paso que les degradó y oprimió , modo? el alma. Acaso puede ser esto de otro Adim. Ciertamente que no. Soc. Al verles, no calde- diríais vos que se parecen a un esclavo de talle recien salino de rero calvo de pequeño , , y grillete que habiendo hecho la fragua y del , caudal despu.es de haberse lavaao en el algún , y ataviándose con un vestido nuevo vá á baño , quien la pobre- casarse con la hija de su amo , á se ve ta reducen á este za y el abandono en que , propia esta com- duro extremo ? Adim. Es muy semejante paración. Soc. Qué hijos nacerán de des- matrimonio 1 Sin duda hijos contrahecnos y mEnio preciables. Adim. Así debe ser. Soc. Del inde— qué producciones saldrán del trato modo , F 4 ,

88 ( ) _ coroso de estas almas baxas y sin. cultura con la debe ninguna filosofía ? Hablando como se , otra sofismas, pensamientos frívolos , opi- cosa , que de buen senti- niones destituidas de verdad , Es asi al pie de la letra. do y de solidez. Adim. amado Soc. Con todo queda aún , mi Adi- pequeño numero de verdaderos filo- manto , un elevados perfeccionados con la sofes , espíritus , alguna soledad educación que retirados en , de- , ben su perseverancia en el estudio de la sabiduría, al cuidado que se tomaron de apartarse de los nacidos en un pequeño estado depravadores : ó que con sentimientos nobles, se consagran á la filoso- razón los empleos públicos fía , despreciando con y los 'honores medianos que podrían resultarles del exercicio de alguna otra profesión. Otros en fin por el freno mismo que con- , son detenidos tiene á nuestro amigo Theages (8). Todo lo que es capáz de separar á alguno de la filosofía, pare- contra él pero las enfermeda- ce haberse reunido : des continuas que le impiden mezclarse en los filosofar por negocios políticos , le obligan á , pocas ganas que tenga. No es del caso decir aho- ra nada de mi génio familiar presago (9): porque apenas se encontrará en los siglos pasados un solo hombre que haya experimentado lo mismo los que yo. Mas entre este pequeño número , que gustan y han gustado la dulzura y felicidad que se encuentra en la posesión de la sabiduría, convencidos de la locura del resto de los hom- bres universal , y por decirlo de una vez del 89 ( ) . estaños por los que desorden introducido en los por otra parte, que no los gobiernan: viendo esfuerzos que hay nadie que les ayude en los justicia de modo hacen para sacar de opresión la , por sí mismos: que no tuviesen que temer nada una multitud de se miran como en medio de injusticias no quieren bestias feroces, en cuyas ni tampoco oponerse en vano á to- tomar parte , para sr dos sus furores; seguros de inutilizarse ántes de para los demas de perecer mismos y , y pátria v haber podido hacer algún servicio á la reflexiones se est^n á los amigos. Llenos de estas mismos. Y á quietos, ocupados únicamente de sí levanta un la manera que un viajero quando se borrasca se tiene por tiracán y una deshecha , abrigo pue- si encuentra una tapia á cuyo feliz , vientos del da libertarse de la lluvia y de los ; viendo ellos que la injusticia rey— mismo modo , na impunemente en todas partes, ponen el colmo poder conservar en el retiro su de su felicidad , en de maldades pa- corazón exento de injusticia y , inocencia salir de esta viaa sar sus dias en la , y con una conciencia tranquila y llenos de las mas eLlos bellas esperanzas. Adim. No es poco para habiendo vivido de este salir de este mundo ,

: ver- modo. Soc. Ni tampoco mucho bien es dad que no desempeñaron lo que tiene de im> no haberles cabido en grande su destino , por suerte una forma de gobierno adequada para ellos. En una sociedad gobernada por sus máximas, hubieran tenido mucho crédito, y se hubiera» ( 9 °) particulares. hecho útiles al público y á los Hemos á lo que me parece, demostrado suficientemente , calumnias que han le- la causa y la injusticia de las que no tengáis vantado contra la filosofía, á menos Adim. aún alguna dificultad que oponerme. Nada tengo que objetaros sobre este asunto. los estados que al Pero decidme : de todos presente existen, quál es el que mas se adapta- esto es de io ría al filósofo? Soc. Ninguno : y que no haya ahora una sola que yo me quexo , que convenga al carácter forma de gobierno , qual vemos que se altera se filosófico : por lo y que una semilla exóti- corrompe. Á la manera , degenera toma ca sembrada en tierra extraña , , y la qualidad del suelo adonde se ha transportado: natural filosófico no conservan- así también , el , se convierte en do la virtud que le es propia , Que se le trasplante á un go- otra naturaliza . bierno cuya perfección corresponda á la suya, entonces se verá claro que él encierra en sí algo ias de divino, y que todos los oíros caracteres y huma- otras profesiones no tienen cosa que no sea na. Vos me vais á preguntar sin duda, de qué for- Nada ma de gobierno quiero yo hablar ? Adim. es si la de eso. Porque lo que yo deseo saber , es la que república cuyo plan hemos trazado , acaso alguna otra. Soc. Ella vos tenelsen vista , ó solo punto que le misma , con que se añada un ya que falta. Nosotros en realidad hemos dicho , ca convendría encontrar ei medio de conservar que nos na ia nuestra ciudad el mismo espíritu , 1 ( 9 ) establecimiento de las üustraáo y dirigido en el dicho. Soc. Mas leyes. Adim. En efecto lo hemos punto, eo hemos aclarado bastantemente este la demostración por el temor que teníais de que difícil tanto mas^ que lo que fuese muy larga y ; expficar. nos falta por decir no es fácil de medidas que Adim. De qué se trata? Soc. De las deben tomarse para que no se pierda la filoso na empre- en nuestra república: porque las grandes como dice el adagio , hu sas son arriesgadas , y en realidad son dijiciles. cosas (i o) hermosas declaradnos este pun- Adim. No os acobardéis , to que falta dese por concluida la demostra- , y Soc. No será la ción y completo vuestro sistema. la de poder la -, e me falta de voluntad , smo , q lo impida. Yo os pongo por juez de mi empresa para que os satisfagáis. ó mas bien Notad ahora con qué esfuerzo , á decir que se debe to- con qué temeridad , voy mar para esto un método del todo contrario al que se sigue hoy día en el esfumo de ia filosofía. Adim. Cómo es eso? Soc. Por quanto al presente se dedican los jóvenes á esta ciencia de muy po- cos años todavía parten su tiempo entre este , y det comercio. De estudio y el de la economía y modo que aún ios que salieron mas hábiles , se estaban punto de entrar en separan , quando á difícil quiero decir en la lo que ella tiene mas , hacen, dialéctica (n). En lo sucesivo , ereen que mucho con solo asistir á estas conversaciones fi- losóficas llamados tomándolo án- , quando son ¿ .

92 ( ) . que por una ocupación, t£s por na pasatiempo , de algunos Llegada ía vejez á excepción pocos, , mucho su fervor en esta ciencia se apaga mas en términos que el sol de Heraclito (i z) > que ^ como no se vuelve á encender. Adim. debe contrario. j~.s menester hacerse ? Soc Todo lo apliquen al que los niños y los jovenes se estu- un modo proporcionado á dio y á la filosofía de esta sazón en que el cuerpo su edad : que en fortifica se tome un cuidano parti- crece y se ? fin que algún dia pueda ayudar mejor cular , á filosóficos. Con al espíritu en. sus trabajos el tiempo á medida que el espíritu se perfeccio- , y aumentarse el género de exercicios que na , debe fuerzas gastadas, le es propio. Pero quanao sus ni ocuparse en no les permitirán ir á ía guerra , entonces se les dexará los negocios del estado , horros para que se entreguen por entero á la fi- salvo ¿e ninguna otra cosa , losofía , sin hacer paso. Hablo de aquellos que han de llevar aquí feiíz conseguir después de su baso una vida , y muerte un hado que corresponda á la felicidad que disfrutaron sobre la tierra. Adim. En ver- Sócrates que no puede hablarse sobre el dad , , asunto con mas espíritu de lo que vos lo hacéis. obstante que muchos de los que os es- Creo no , os opon por Thrasimaco , se cuchan , empezando no se darán a vues drán aún con mas fuerza , y mal coa tras razones. Soc. No queráis ponerme amigoh Thrasimaco. Hace poco que nos hicimos e£0 sin .que árrtes hubiésemos sido enemigos. ( 93 ) alguna para entended, que no omitiré diligencia menos lo convencerle á él y á los otros. A lo , vida(i que yo diré les servirá para aquella otra 3), quando volviendo á empezar una nueva carrera, oigan discurrir sobre estas materias. Adim. Pues hablasteis para tiempo bien corto. Soc. Mas bien si se compara con la decid que esto no es nada , no es duración total de los siglos. Sobre todo , de maravillar que semejantes discursos no en- ánimos porque aún cuentren acogida en muchos : no se ha visto executar lo que nosotros deci- lo común no se oyen sobre esta mos ; antes por sino discursos estudiados en los materia , (14) , quales se atiende principalmente á que los miem- bros de cada frase se correspondan con j'usta pro- porción no discursos naturales sin arte, , y y quales son los nuestros. Pero lo que nunca se ha visto es que ni muchos ni un solo hombre tan , , exactamente formado sobre el modelo de la vir- quanto lo permite la flaqueza humana sea tud , , dueño absoluto de palabra y de hecho en un es- tado tan perfecto como es él. Qué pensáis vos? Adim. Yo creo que no. Soc. Ni tampoco presta- á conversaciones de ron oídos , amigo mió , hom- bres verdaderamente libres y virtuosos en don- de se busca la verdad con ardor por todas las solo el fin de conocerla ea vias posibles , con donde se echa léxos todo lo que sabe á vanos adornos y falsas sutilezas : en donde nunca se había por espíritu de disputa, ni por mostrar su eíoqüencia se usa en los tribunales, en , como y particulares. Adirrt. También las concurrencias esto es verdad. razones que tema pre. Sgc. Por todas estas detuve al pronto y temí explicarme sentes , me precisado de la verdad dixe, libremente : con todo sobre la tierra sociedad, qne no se debia esperar á menos ni aún hombre perfecto, que gobierno , de filósoros á quienes no á este pequeño número inútiles obligare pero sí de , se acusa de malos ,

quieran ó no quieran , á una feliz necesidad , estado adherir en encargarse del timón del , y de sus conciudadanos: este punto á los deseos amor sincero por la ó que Dios inspirase un gobiernan hoy ¿a verdadera filosofía á los que estados ó á sus hi- las monarquías y los otros , otra ó entrambas á los. Decir que una cosa ú , proposición es adelantar una dos son imposibles , lo contrario destituida de todo fundamento. De risa como que incoibi- seriamos muy dignos de , va- deradamente nos divertíamos aquí en formar Ciertamente. Soc. Si nos deseos. No es así ? Adim. de los si- pues aconteció en el espacio inmenso que un verdadero filósofo se haya glos pasados , mano el go visto en la necesidad de tener en su verifica esto ó si ai presente se bierno del estado , remota ^ en alguna región de bárbaros muy deba suceder en lo venidero, nuestro clima , ó que u estamos nosotros prontos á sostener como habrá una república tal que hay , ó que os£ quando esta misma (15) Musa P nuestra , -^ nada taca» allí la suprema autoridad. Porque y

( 95 ) chímérico nuestro proyecto aun- Imposible y , que somos los primeros á confesar que su exe- cucion es muy difícil. Adim. Soy de vuestro pa- recer.

Soc. Pero acaso me diréis , que el común de los hombres no piensa de este modo. Adim. Es

bastante probable. Soc. Mi amado Adimanto , no tengáis tan mal concepto de la multitud. Quaí- quiera que sea su modo de pensar, en. lugar de procurad reconciliarles con la disputar con ellos , destruyendo las malas impresiones que sabiduría , se les han dado. Mostradles los filósofos de quienes vos queréis hablar : definid , como aca- bamos de hacerlo, su carácter y et de. su pro- fesión, para que no presuman que vos les ha- bíais de unos filósofos quales elios se imagi- nan. Diréis acaso, que aún quando ios miren baxo su verdadero aspecto , que ellos se for- marán una idea muy distinta de la vuestra que responderán diferentemente de lo que vos deseáis ? Creeis por suerte que corazones exentos de hiel y de envidia, se irriten contra vos y os quieran mal , miéntras que vos os portáis con ellos con dulzura y con bondad £ Yo prevengo vuestra respuesta os declara que: un. carácter , y tan duro y tan cruel no es: propio de la multitud, sino de un pequeño número de personas. Adim. Yo pienso lo mismo. Soc. Estad igualmente, persua- dido, que lo que indispone tantas gentes contra la filosofía , son estos falsos sabios, desencadenados siempre contra el pueblo , á quien llenan de ia- ( 9 Ó) junas cuyos discursos son una sátira perpe- , y haciendo en esto tua dei género humano , un per. sonage del todo impropio de la filosofía. Adim. Esto es verdad. Soc. Porque, mi amado Adimanto, al que tiene puesta toda su atención y cuidado ea la contemplación de la verdad, no le queda tiem- po para baxar sus miradas sobre la conducta de fin de censurarlos llenarse los hombres , á , y contra ellos de envidia y malevolencia. Su espí- ritu está siempre fixo sobre objetos que guardan inmutable entre sí un orden constante é , los guales sin ofenderse jamás ios unos á los otros, conservan siempre entre sí la misma disposición respetos poniendo él toda su apli- y los mismos : cación en imitar y estampar en sí mismo este orden invariable. O pensáis acaso que es posible unión de un que admire y aprecie la hermosura y sin esforzarse á imitarle ? Adim. Esto no objeto , filósofo llega á puede ser. Soc. Por tanto , el un permite la flaqueza humana , ser , en quanto hombre divino y arreglado en todas sus acciones, por la correspondencia que tiene con objetos divi- entre los quales reyna un orden admirable. nos , no hay nada aea Puse dicha restricción , porque baxo en que no se encuentre algo que reprehen- Si der (i 6). Adim. Teneis razón en todo. Soc. pues algún motivo poderoso le obligase á no li- mitar sus cuidados á su propia perfección, sino á extenderlos en trasladar al gobierno y á las eos* semejantes el lumbres privadas y públicas de sus orden que admiró en la esencia de las cosas y (97) maestro en lo que creels vos que éste fuese mal á la justicia á las mira á la templanza , y cierto que no. otras virtudes civiles ? Adim. Por percibir una Soc. Mas si el puebLo pudiese decimos querría tan vez la verdad de lo que , filósofos rehusaría creernos quando mal á los , y que una república no puede ser fe- aseguramos , que sea trazado el plan por estos liz , á menos el modélo divino que excelentes pintores , sobre tienen continuamente á la vista? Adim. Dexaria luego que conociese la verdad» de quererles mal , Pero de qué modo lo harán estos pintores para delinear este pian? Soc. Miraran al principio el ciudadano como si fue- estado y el alma de cada se una tabla, que primero se debe purificar y io que no es del limpiar de qualquier mancha , todo fácil. Y así tendréis presente que hay esta notable diferencia entre los legisladores filósofos, querrán promulgar y los otros: que aquellos no llegar á las costumbres públicas ó par- leyes , ni haber- ticulares, ántes de recibirlas puras , ó de las purificado por sí mismos. Adim. Y muy bien que harán» Soc. Hecho esto no creeis que empeza- rán á describir la forma del gobierno ? Adim. No habrá cosa que se lo impida, Soc. Trabajarán echando á pues en seguida sobre esta tabla , pronto sobre la esencia menudo la vista , tan honestidad de la tem- de la justicia , de la , otras virtudes tan pronto soore planza y de las j la copia que ellos trazan en el corazón del hom- bre por combinación de las ohii- , y la mezcla y 20MO II, G .

( 98 ) gaclones y de las acciones humanas, formarán ellos á vista de aquel divino exempiar esta pin, que tura del hombre perfecto , Homero llama, una imagen (17), una expresión de la divinidad. Adim. Muy bien. Soc. Y pienso que tendrán que

borrar con freqaencia , después añadir nuevos tanto las costumbres del rasgos , hasta que hom- bre se acerquen lo mas que puedan á un estado las haga agradables á los de perfección , que ojos de Dios. Adim. Con un trabajo tan prolixo no puede menos de salir de sus manos una pintura hermosísima. Soc. Qué os parece ahora ? Hemos probado bien á los que poco há nos representabais pues- batalia tos en orden de para atacarnos , que el único que puede diseñar el pian de una repúbli- es filósofo de quien, les hicimos ca , aquel mismo entonces ios elogios y á cuya causa ellos se in- le confiábamos el dignaron , porque gobierno de los estados? Lo que acaban ellos de oir no con-

tribuirá mucho á amansarlos ? Adim Muchísimo, si es que son prudentes. Soc. Por qué parte la

tomarán ahora para impugnarnos ? Acaso nos objetarán que los filósofos no son amantes del sér y de la verdad ? Adim. Esto seria un absurdo. Soc. su tal la hemos O que naturaleza , como

descrito , no se acerca á lo mas excelente? esto. negarán Adim. Tampoco Soc. Pues qué , que semejante natural una buena , ayudado de otro al- educación , no está mas dispuesto que ó guno para adquirir la virtud y la sabiduría ? .

( 99 ) que nosotros por desgracia preferirán ellos á los hemos despreciado? Adim. De ninguna manera. embravecerán ellos aún quando nos ot- S0C . Se que no tienen remedio los males pú- „aa decir , particulares que el^ proyecto de una blicos y , y se qual nos la hemos imaginado * no república , que los filósofos sean due- realizará jamás , hasta Acaso sera ños absolutos de la sociedad? Adim. devemos ese poco poco. Sor. Queréis vos que , y que digamos que nosotros los hemos ablandado un todo no sea que ave.gon— Y persuadido en ? ¿ados confiesen otra cosa peor? Adim. Desde luego. pues pieriamente con- Soc . Supongámoslos presente (juicri pue-* vencidos de esta verdado Al ? de dudar que los hijos de los reyes y de los otros soberanos no pueden nacer con disposiciones na- turales para ser filósofos? Adim. Nadie. Soc. Tai vez añadiría alguno que aún quando naciesen es como de nece- con las mejores disposiciones j sidad inevitable el que ellos se perviertan. No- sotros confesamos que les es muy diñen salvarse pero que en el discur- de la corrupción general j ni siquie- so de los tiempos venga á suceder que es lo que nadie se atreve- ra uno se salve * esto Soc. Pues ría á decir. Adim. Y cómo es posible? que encuentre basta que se salve uno solo * y para executar súbditos dispuestos á obedecerle , todo lo que hoy ¿Ia pasa por increíble. Adim. Uno solo basta. Soc Supuesto pues que un príncipe que hemos establezca las leyes y reglamentos de G a .

{loo) es cosa imposible hablado antes , no que sus súb- ditos consientan en sujetarse á ellos. Adim. Sia duda que no. Soc. Pero es cosa extraña é impo- sible lo que ahora nos ocurre á nosotros, , que venga algún dia al pensamiento de otro? AdimdSo la tengo por tal. Soc. En lo que dexamos dicho,

hemos demostrado bastante bien , á lo que me parece que nuestro sistéma una vez supuesto , ventajoso. Adim. posible , era muy Es cierto. es regular Soc. Concluyamos pues , como , que si se executase nuestro plan de legislación , seria excelente que aunque la execucion sea difícil, ; y á lo ménos no es imposible. Adim Es legítima la conclusión. Soc. Supuesto ya que después de muchos es- fuerzos hemos en fin conseguido lo que preten-

díamos , veamos lo que á esto se sigue , es de- cir de qué manera con la ayuda de quáies , , y ciencias estudios formaremos hombres capa- y , ces de mantener en su integridad la constitución política en edad se les aplicar á , y qué deberá cada una de estas ciencias. Adim. Veámoslo, Soc. En vano quise usar de artificio para liber- tarme de hablar los la pro- de matrimonios , de creación de los hijos de la elección de los ma- , y

gistrados , sabiendo quán delicada es esta mate- ria quán difícil seria la si se rea- , y execucion , lizase la cosa en todas sus partes. Al presente me veo obligado á volver á lo mismo. Y pues que cumplimos ya por lo que hace á las muge- res á los hijos nuevo y , emprendamos como de ( IOI ) que mira al artículo de ios V tratemos á fondo lo si es que os acor- magistrados. Diximos nosotros, manifestar un gran zelo dais, que ellos deben acrisolados por medio de por el bien público , dolor, de suerte que m los tra- los placeres y del otra situación ni el temor ni ninguna bajos , , esta maxuna. les haga perder de vista peligrosa , estas pruebas era me- Que el que se rindiese á por magistrado al nester despreciarle, y escoger oro pasado que hubiese salido tan puro corno el colmarle de distinciones y hon- por el fuego , y de su muerte. íno rarle durante su vida y después Pian- diximos mas por entonces, disfrazando y restante por temor do en silencio todo lo , ahora nos ve meternos en los embarazos en que verdad yo me acuer- r-ios. Aáim. Decís mucha : entonces ami- do muy bien. Sor. Yo temía decir , resolución que al cabo he tomado la go mío , lo el paso atre- de declarar: ahora que está abierto , que los custodios mas ex- vámonos á asegurar , Adiru- Digámos- celentes deben ser los filósofos.

lo resueltamente. / os ruego quan pocos Soc. Que consideréis , , porque sucede rara vez que as serán los tales ; nosotros entrar qualidades, que deben, según , encuentren juntas en uno solo; en su carácter , se entre macaos.. por lo común andan esparcidas lio igno- Adim. Cómo entendéis vos estol Soc. en apren er ráis que los que tienen facilidad y ingenioso que son de un espíritu en retener , y sigue no demas que .a esto se , y agudo . con lo g 3 ,

( 102 ) tienen comunmente esta nobleza dé sentimientos, y esta grandeza de alma, que les obligue á vivir de un mono sábio pacífico sólido sino , y ; qu e dexandose llevar á donde quiera que les inclina

su vivacidad , no se encuentra en ellos nada es- table y seguro. Adim. Es mucha verdad. Sor. Que al contrario los hombres de un carácter sólido é

incapaz de mudanza , sobre cuya fé puede con- tarse que la desprecian los , y en guerra mas

grandes peligros , no tienen de ordinario mucha disposición para las ciencias : pues que tienen el espíritu pesado entorpecido encrasado , , , por decirlo de este modo bostezan se , y y duermen en el instante que quieren aplicarse á algún es- tudio serio. Adim. Esto es cierto. Soc. Con todo hemos dicho que nuestros magistrados deben te- ner de uno de otro esto es, el espíritu vivo y , y el carácter firme sin , y que esto no se debía to- mar tasto cuidado por darles una educación per- fecta ni elevarles , á los honores y á las primeras dignidades. Adim. Tuvimos razón para decirlo. Soc. Concebís al presente quán raros deben ser ios taies caractáres? Adim. No tiene duda. Soc. Digamos pues ahora lo que omitimos entonces que sobre la prueba de los trabajos, de ios peligros de los por la quaí y placeres , se les hara pasar , es menester exercftaries en un gran numero de ciencias descubrir ; á fin de si su espíritu es capáz de llevar '^los mas subli- mes conocimientos las , ó si , como sucede á almas cobardes en las empresas arduas, la difi- (ios) * de ánimo. Aáim. Conviene cuitad les hace caer pero quáles son estos, ponerles á esta prueba: vos habíais. conocimientos sublimes de que que después de ha- Soc. Sin duda os acordareis sir- en el alma , nos ber distinguido tres partes explicar la naturaleza vió esta distinción para de la fortaleza y de la justicia de la templanza, , se- Si no me acordase , de la prudencia. Adim. lo que os falta por decir, ria justo que no oyese lo que diximob antes Sqc. Os acordáis también de Que se poma tener de esto? Adim. De qué ? Soc. mas exacto de estas virtudes un conocimiento y o e.a mas completo pero que para conseguir ; que nosotros menester dar mucho mayor rodeo: que nos sepa- podíamos conocerlas por una vía ya empren- rase menos del camino que habíamos - contentaros : en cor dido, y vos manifestasteis materia á io seaüencia hemos tratado esta , exactitud de o me parece, con algo menos de decir, si quedas- que se pudiera; & vos os toca qué á rm hace yo teis satisfecho. Adim. Por lo parece que a ios lo estoy medianamente, y me Pero mi amaáo otros les sucede lo mismo. Soc. importancia toda en asuntos de esta , amigo , de la realidad, medida á la qual le falta algo imperfecto no es no es suficiente; porque lo con tono es bas- justa medida de ninguna cosa: creer que pue tante común en muchas personas que no den detenerse mas acá del término, y en sus pes hay necesidad de pasar mas adelante común á mu- quizas. Adim. Esto es un defecto c 4 ( ic>4 ) origen proviene de la pereza chas gentes , cuyo también es cierto, de su ánimo. Soc. Pero qUe guardarse de este si en alguna ocasión deben vi- es en especial quando se trata de proveer á cio , la conservación de la sociedad civil y de las leyes. Adim. No tiene duda. Soc. Es pues necesario, amigo mió, que haga este aquel á quien nosotros instruimos gran trata que se exercite en circuito de que se , y el espíritu por lo menos otro tanto que en el jamás llegará como pretende- cuerpo ; ó sino , mos, al mas alto grado de esta ciencia subli- me, en la qual á él mas que á otro le correspon- de esíár instruido. Adim. Pues que no es éste el hay algún otro conocimiento mas superior , ó sublime que el de la justicia, y de las otras vir- tudes de que hemos hablado? Soc. Sin duda ¡e hay yo añado que aún respecto de estas virtu- : y des si ligero bosqyejo que nosotros hemos traza- do no le basta que no debe descuidarse en , y formar el quadro mas acabado. No seria cosa ridicula poner todo cuidado para adquirir el mas puro y mas exacto conocimiento de mil otras cosas ele poca importancia, y no aplicar las mayores diligencias para conocer las mas impor-

tantes ? Adim. Esta reflexión es muy juiciosa. sin Pero creeis que se os dexará pasar adelante , preguntaros primero, quál es aquella ciencia su- perior á todas las otras quái es su objeto? , y Soc. Yo no lo creo: preguntádmelo pues. Aunque habéis oido hablar de ello muchísimas veces; ( i°5) que me parece mas pero ó no reflexionáis, ó lo como embrollarme verosímil, no buscáis sino emente me ha- con nuevas qiiestiones. Freqüent del bien era el béis oido hablar que la idea (18) conocimientos que objeto mas sublime de los , y virtudes tomaban de esta la iusticia y las otras Vos sabéis muy idéa su bondad y su utilidad. lo que yo voy bien que esto es poco mas ó menos , añado que nosotros no la decir sobre esto , á : y que si no a conocemos sino imperfectamente, v todo lo conocemos de nada nos servirá saber de qum- la manera que la posesión demas ; á inútil sin la posesión del quier otra cosa nos es , sea ventajoso po- bien. Creeis vos en efecto que sea si no es buena, seer quaiquier cosa que ésta , bue- ó conocerlo todo, salvo lo que es honesto y que no lo creo. no ? Adim. En verdad , que muchos Soc. Pero tampoco ignoráis deleyte piensan que el bien consiste en el , y que consiste en la cien- otros ménos groseros , Vos sabéis tam- cia. Adim, Muy bien lo sé, Soc. los que son de este últi- bién, amigo mió , que vén embarazados para explicar lo mo sentir , se ciencia que al fin se hallan precisa- que es esta , y bien.zldzm.Si; dos á decir que es el conocimiento del Soc. No tiene duda que y esto es muy gracioso. reprehen- es cosa muy graciosa de parte de ellos ha- der nuestra ignorancia en orden al bien, y Di- blarnos en seguida como si le conociésemos. oien, cen ellos que esto es el conocimiento del luego como si entendiésemos lo que elios dicen, { i©6) que hayan pronunciado la palabra bien. Adim. mucha verdad. Soc. Mas los que definen la idea

del bien por la del deleite , están acaso envuel- tos en menor error que los otros? no se ven obli-

gados á confesar que hay deleytes malos? Adim. Sí, muy malos. Soc. Y por consiguiente á confesar también que las mismas cosas son buenas y malas. No es así? Adim. Ciertamente. Soc. Luego es cosa clara que esta materia está envuelta en mu- chas y muy grandes dificultades. Adim. Conven- go en. ello. Soc. Es acaso menos evidente que lo honesto muchas respecto de lo justo y de , gentes se contentan con simples apariencias des- opiniones en sus tituidas de realidad , en sus , acciones sus posesiones pero que quando y en ; se traía del bien, las apariencias á nadie satis- algo de real sólido, facen , sino que se busca y y se desprecian en esto las opiniones y preocu- paciones de otro? Adim. Es muy cierto. Soc. Este el se toda el alma en bien pues , trás qual vá , y le sino cuya vista lo hace todo , que no conoce incierta é imposibilitada por conjeturas , siempre menos de definir con exáetitud lo que es , ó á lo de seguir en la práctica un juicio seguro é irre- cosas por fragable } como le sucede en las otras ; lo qual queda privada de las ventajas que podría gran- sacar de iodo lo demás : este bien , digo , tan de tan conviene ventura que la y precioso , por debía- mas sana parte del estado , aquella á quien confiarlo le mejor que el mos todo , no conozca .común de los hombres ? Adim. Nada ménos que (lOf) efecto que es poco para un eso St'c. Pienso en honesto de lo magistrado la posesión de lo y parte es bueno aun si ignora por qué ; justo , aquello sin sa- supuesto que se pueda conocer , porque me imagino que sin conocer berse esto : es imposible tener un primero lo que es bueno , cosa. conocimiento exacto de qualquier otra presunción. Adim. Es muy fundada vuestra bien goberna- Soc. Nuestra república pues estará junta el tiene por cabeza un hombre que da , si conocimiento del bien al de lo honesto y de lo justo. Adim. Asi debe ser. amado Sócrates en qué consti- Pero vos , , ciencia en el deleite ó en tuís el bien ? en la , , sois pia- alguna otra cosa? Soc. Por cierto que he descubierto que no que- doso : hace tiempo otros. Adim. í o réis contentaros con el parecer de razonable mi amado amigo, que no me parece , vos que ha meditado es que un hombre como , materia pueda decir toda su vida sobre esta , otros no pue- quál ha sido la opinión de los , y bien pero os parece da decir la suya. Soc. Está : que no sabe, justo que un hombre hable de lo pero puede muy como si lo supiese? Adim. No ; lo que le bien proponer como una conjetura pa- percibís lo ri- rece probable. Soc. Pues quéí no fun- dículo de todos estos sistemas que no están dados sobre principios ciertos? Los mejores no inventores que están llenos de obscuridad ? Sus , mas no pudieron acaso encontraron la verdad , parecen á los ciegos que sin dar razón , no se , (io8) el recto? Adim. saberlo , siguen camino En nada se diferencian. Soc. Queréis pues oir de mí un informe obscuro mal digerido sistema , y , mién- tras que otros os ofrecen sistemas ciaros y mag- replicó níficos i Por Dios , Sócrates , Glaucon, no os detengáis aquí como si hubieseis ya llega-

do al término : nosotros nos daremos por con-

si explicáis la naturaleza del bien, tentos , nos

como habéis explicado la de la justicia , de la templanza y de las otras virtudes. Soc. Yo tam- pero poco pediria mas , amigo mío ; temo ma- cho que esta empresa sea superior á mis fuer- zas que resolviéndome á satisfaceros lo des- , y , mal que os dé motivo para que os empeñe tan , riáis de mí. Mas sea lo que fuese , mis buenos ahora la averiguación del amigos , dexemos por sí alargaria bien qtial es en mismo , porque nos demasiado apenas podría yo explicaros su na- , y la ruta turaleza tai como la concibo , siguiendo que nosotros hemos tomado. Yo quiero hablaros, producción del si es que gustáis de ello , de una le es semejante sino lo bien que dei toda 5 y

dexaré, 1Glauc. : del hijo en otra No habladnos , y

ocasión nos contareis Ja historia dei padre : esta es ana deuda que nosotros reclamaremos á su tiempo. Soc. Quisiera yo podérosla satisfacer al- gún día que vosotros mismos os hallaseis en , y del simple fru- disposición de recibirla , en lugar al to (19) de la deuda tal como os lo ofrezco pro- presente. Recibid pues ahora este fruto . esta obstante no sea ducción del bien ; guardaos no ( 109 ) quererlo pagándoos en mo- que OS engane sin , del hijo. Glauc . Nos neda falsa con daros vana razón así explicaos guardaremos quanto podamos ; y con confianza. recordaros ha- Soc. No lo haré ántes de y dicno al prin- ceros convenir en lo que hemos muchas otras cipio de esta conversación, y en trata ? Soc. Que hay ocasiones. Glauc. De qué se

muchas cosas buenas , muchas cosas, hermosas , y lo asegu- que todos los dias lo decimos nosotros y Glauc. Esto ramos así de cada cosa en particular. hay una hermosura es cierto. Soc. Ademas , que ideal esto es que nosotros com— y una bondad , , prebendemos todas estas bellezas y bondades par- de her- ticulares baxo una idéa simple y única que de bueno así de lo demas , y moso y , y nosotros decimos de las cosas hermosas ó buenas,, aue están sujetas á los sentidos del cuerpo, y las ideas que no se vén con los ojos del alma : de contrario, que de lo hermoso y de lo bueno al los ellas son el objeto del entendimiento y no de sentidos. Glauc. Estamos de acuerdo. Soc. Por que sentido pues percibimos nosotros los objetos vi- los soni- sibles ? Glauc. Por la vista. Soc. Luego dos por el oido, y por los. otros sentidos todas, las otras cosas sensibles: no es así? Glauc. Sin mas gas- duda. Soc . Pero habéis advertido quanto to hizo el autor de nuestros sentidos para el ór- gano de la vista que para los de ios demás sen- , tidos? Glauc. No por cierto. Soc. Consideradlo pues. El oido y la voz necesitan de usa tercer .

(lio) la otra para ser oída da cosa el uno para oír , , falta el oido no oirá, suerte que si esta cosa , De ninguna. Sor. Yo la voz no será oida? Glauc. los otros sentidos, creo que la mayor parte de no tienen necesidad ninguna por no decir todos , vos nombrar uno de cosa semejante. Podríais que no. Soc. Mas en solo ? Glauc. Ciertamente concebís vos que ella no pue- orden á la vísta , sin el socorro de de percibir el objeto visible queréis decir con es- una tercer cosa? Glauc. Qué que aunque los ojos estén to ? Sqc. Quiero decir á su uso el dispuestos se les aplique , y bien , y ^ con todo si no interviene objeto está colorado ; destinada á producir este efec- una tercer causa , entended que los ojos no verán nada, y los to , Qué cosa es esta? colores serán invisibles. Glauc. Glauc. Teneis mucha Soc. Lo oue vos llamáis luz. de la vista tiene razón. Soc. Luego el sentido otros el lazo una grande ventaja sobre los > y es de mucha mas que le une á los objetos visibles con sus el que une á los otros estimación , que es una no ser que se diga que la luz objetos ; á léxos de seno. cosa despreciable. Glauc . Está muy en el cielo qual Soc. De todos los astros que hay , ojos para ver, es aquel cuya luz dispone mejor ios En mi sentir, los objetos para ser vistos? Glauc. y mundo, en el de todo el como en el vuestro , y pues si la re. claro está que éste es el sol. Soc Ved voy á aecm lacion de la vista á este astro, es como don- vista ni la parte Glauc. Cómo ? Soc. Ni la , no e que se llama el ojo » de ella -se forma , }

( III no. Soc. Pero de to- el sol. Glauc. En efecto que sentidos el ojo es, dos los órganos áe nuestros , el que mas se asemeja á este astro. creo yo , Glauc. Sin disputa. Soc . La facultad que tiene de es cierto que la recibe prestada del sol, ver , no así sobre él? como derramada , digámoslo , Glauc. No tiene duda. Soc. Del mismo modo el sol aunque él no sea la vista , siendo la cau-

es también el objeto l Glauc. Es sa de ella , no así. Soc. Sabed pues que quando yo hablaba de la producción del bien, tenia en vista al soL El hijo tiene una perfecta analogía con su padre. Porque io que es éste en el lugar ideal respecto á la inteligencia y á los séres inteligibles (20), es aquel en el lugar visible en orden á la vista y á los objetos que ella percibe. Glauc. Cómo es esto? yo os ruego que me expliquéis con mas extensión vuestro pensamiento. Soc. Sabéis vos , que quando. se vuelven los ojos acia objetos que na están ilu- minados por el sol, sino por los astros de la. mucho- el discernirlos, está noche ,. cuesta y uno casi ciego como que no tiene la vista despejada.

Glauc , Así sucede. Soc. Mas. quando se miran

objetos que el sol ilumina ? se los vé distinta- mente la vista parece que está en aquellos , y mismos ojos. Glauc. No hay duda. Soc. Entended pues que lo mismo sucede respecto del alma. Quando fixa. sus miradas sobre objetos en los quales resplandece la verdad el sér ella y , los vé claramente los conoce tiene ellos , , y de lo ( H2) Pero quando echa los que se llama inteligencia. de tinieblas, esto es, o¡os sobre objetos cubiertos perece su vista se embota sobre lo aue nace y , mas que dudas - obscurece ella no tiene y y s , cada momento ea opiniones que se mudan á , y parece que del todo está destituida una palabra , vos decís. Soc. Tened de iuicio. Glauc. Es como derrama sobre las co- pues por cierto que lo que lo luz de la verdad , que sas que conocemos la y conocer* es la idea dá al alma la facultad de , que ella es el principio de la ciencia del bien , y por la inteligencia. v de lo verdadero conocido la verdad, po- Por bellas que sean las ciencias y de engañaros que la déis asegurar sin temor , hermosura. Y como idea del bien las excede en que la luz la vista en lo visible puede decirse y semejanza con el sol, tienen ciertos rasgos de decir que ellas son el sol: cero que es falso , pueden mi- lo inteligible , del mismo modo , en verdad como imágenes del rarse la ciencia y la la una o la pero se haria mal de tomar bien ; es de cuya naturaleza , otra por el bien mismo , Glauc. bu. un valor infinitamente mas elevado. expresión,, hermosura debe ser superior á toda ciencia de la pues que siendo la fuente de la y ellas por con- mas hermosa que : verdad , es aun esto sea e siguiente no pensareis en decir que deleyte. Soc. No quiera Dios. ^ e es e Pero considerad aun mas su Imágen sin duda modo. Glauc. Cómo? Soc. Vos. pensareis hace visiwe* que el sol no solamente lo que yo , IT ( 3) , sino que las dá ademas las cosas de acá baso ,

el aumento la nutrición , sin ei nacimiento , y que sea él nada de todo esto. Glauc. Cómo po- dida serlo? Soc. Pensad pues también que los sé- res inteligibles no solo reciben del bien su inte-

sino aún su ser su esencia ; aun- ligibilidad , y que ei bien mismo no sea esencia (21)5 sino algo mucho mas allá de la esencia en dignidad Grande Apolo exclamó Giaucon y en poder. , qué exageración tan admirable. Vos riéndose , que me obligáis á teneis la culpa , repliqué yo , decir mi pensamiento sobre este asunto. Glauc. Y sino que acabéis la que no desistáis os ruego ; sí falta comparación del bien con el sol , es que alguna cosa. Soc. En verdad que faltan aún mu- chísimas» Glauc. Os ruego pues de nuevo , que no omitáis la mas mínima. Soc. Yo aplicaré to- con todo pien- dos mis esfuerzos para esto. Pero , so que se me escaparán muchos rasgos de la se- mejanza contra mi voluntad. Glauc. Yo no quie- ro mas. Soc. Imaginaos pues que estos son dos reyes, inteligible el otro el uno del mundo y reyno 5 decir del cíelo de del mundo visible , por no , miedo que creáis que con esta palabra quiero da- ros un equívoco (22). Teneis por consiguiente unos visibles, los otros dos especies de séres , ios invisibles. Glauc. Muy enhorabuena. Soc. Supo- niendo pues que yo os he dado una línea corta- mis- da en dos partes desiguales , cortad aún del XGMQ II» H .

(” 4 ) me modo en otras dos cada parte, esto es la es- visible la especie inteligible y tendréis pecie , y evidencia de la otra vos de la una parte la , y la obscuridad. Una de las secciones de la especie vi- Entiendo por sible os dará las imágenes. esto, las primeramente las sombras i en seguida upa- las aguas souie riencias representadas en , y la bruñidos tras- superficie de los cuerpos densos , y todo lo que a esto se parece. b*o se parentes , y pensamiento. Glauc. Sí 10 si comprehendeis mi comprehendo. Soc La otra sección os dará ios representan quiero objetos que estas imágenes ; los animales que viven entre nosotros, decir , obras de la naturaleza las plantas y todas las y . Seríais del arte. Glauc. Así lo concibo. Soc vos que considerando estas cosas de par- de parecer , se hiciese esta te de la verdad ó de la falsedad , ias cosas que ellas proporción : las imágenes son á representan, lo que los objetos que no se cono- son á aquellos de los cen sino por la opinión , quales puede tenerse una verdadera inteligencia. Glauc. Convengo en ello. dividiría Soc. Veamos ahora como se ha de especie inteligible. Glauc. De qué modo ? Soc. De suerte que una parte de esta división encierre intelectuales que obligan al alma las imágenes , pes- quando de ellas se sirve, á proceder en sus no para quizas partiendo de ciertas suposiciones , baxar á las conclu- subir ai principio , sino para ofrezca siones mas remotas que la otra nos : y por cuyo medio el alma , sin el las ideas puras , imágen partiendo de una socorro de ninguna , se remonte por el raciocinio hasta un suposición , suposición. principio independiente de toda queréis decir. Qlauc. No entiendo bien lo que vos esto se acla- Soc. Vos lo entendereis luego : todo vos, pienso rará por lo que sigue. No ignoráis aritméticos otros tales, que los geómetras , y yo , el uno par suponen dos especies de números , y tres especies el otro impar, diferentes figuras y así de lo demas conforme á su de ángulos , y que mirando después estas suposiciones método : evidentes como otros tantos principios ciertos y ni á sí de los quales no se dignan dar razón , á los otros parten ellos de estas hi- mismos , ni , des- por una serie no interrumpida , poteses , y hasta cienden de proposición en proposición , de que llegan á aquella que tenian designio demostrar. Glauc. Sé muy bien todo esto. se valen para Soc. Vos sabéis también que ellos que las aplican sus esto de figuras visibles , y es cierto que no piensan raciocinios , aunque sino en otras figuras representadas en ellas , es el quadrado ni su por éstas. Por exemplo , no , lo que euos diagonal como está sobre el papel , el quadrado qual es en sí tienen en vista ; sino mismo con su diagonal. Otro tanto digo de las sean planas ora sean de bul- otras figuras , ora , hacen sombra se pintan en las aguas. to , que , y Los geómetras se aprovechan de ellas coma H 2 íes sirven para cono, efe otras tantas imágenes que figuras que no podrían verse cer las verdaderas , de otro modo que con el pensamiento. Cíente. De-, cís «mucha verdad. Scc. Ved pues aquí la primera clase de es- pecies inteligibles. El alma para lograr conocer- suposiciones, las, se vé obligada á servirse de no para llegar á un primer principio, porque las suposicio- ella no puede subir mas allá de sino empleando las imáge- nes que ha hecho ; sensibles que eila no conoce nes terrestres y , suponiendo que ellas salvo por la opinión , y evidentes para ella se ayuda para son claras y , el conocimiento de las- verdaderas figuras. Glauc. Entiendo muy bien que el método ¿e que vos habíais es el de la geometría y de las otras ciencias de esta naturaleza. Soc. Concebid aho- ra lo que yo entiendo por la segunda clase de especies inteligibles. Estas son aquellas que el alma roca inmediatamente por medio del racio- haciendo algunas hipoteses que ella cinio , , simples su- mira no como principios , sino como posiciones que le sirven de gradas y apoyos para elevarse hasta el primer principio del uni- suposición. Conse- verso , independiente de toda este principio acercándose después a guido , y des- todas las conclusiones que de él dependen , valerse de ninguna ciende hasta la última , sin siempre sobre las cosa sensible , sino apoyándose quaies demostración eoi" idáus puras , por las su ( II?) pieza, continúa y se no tanto corno quisiera. Por- hendo algo ", pero una materia muy que me parece que habíais de sentir que vuestro abstracta. Coa todo soy de , que se ad- objeto es probar que el conocimiento inteligible quiere de! sér verdadero y puramente que el que se ad- por la dialéctica, es mas claro quales sirven quiere por medio de las artes, á las Ello es cierto de principios ciertas suposiciones. de estas artes, que los que siguen el método raciocinio, no cíe están obligados á servirse del y conocer lo que bus- ios sentidos para llegar á so- como sus raciocinios se fundan can ; pero no suben hasta el princi- bre suoosiciones , y inte- juzgáis que ellos no tienen esta pio , vos su estudio, la ligencia pura de ios objetos de estuviesen qual tendrían si sus demostraciones liamais a lo apoyadas sobre un principio. Vos , raciocinado (23), ei qUe entiendo, conocimiento geometría de que se adquiere por medio de la y semejantes le dais el lugar me- las otras artes , y pura inteligencia. dio entre la opinión y la bien mi pensamiento. Soc. Comprehendistels muy objetos Aplicad ahora á estas quatro clases de diferentes afecto» sensibles é inteligibles, quatro grado la pura del alma. Poned en el mas alto conocimiento ra- inteligencia, en el segundo el en el quar- ciocinado, en el tercero la fé (24) , cada uno de estos mo- to la conjetura, y dad á según dos de conocer mas ó menos evidencia , H 3 (íi8) que sus objetos participen mas ó menos de la entiendo me conformo verdad, Glauc. Lo , y con lo que vos decís, y coloco á cada uno según d orden señalado. (i?9)

COLOQUIO SÉPTIMO.

nues- Soc Representaos ahora eí estado de orden á la ciencia é ignoran- tra naturaleza , en alegórica que voy a hace- cia baxo la pintura , subterránea que ten- ros. Imaginaos una cueva , claraboya por ia ga en teda su longitud una , la luz en esta cual se introduzca libremente ; y imancia, hombres aprisionados desde su cueva , que les sujetan las de suerte que por las cadenas de sino, cuello ni puedan mudar piernas y el , otro lado sino uní ni volver la cabeza á uno y , tienen puestos camente ver los objetos que á cierta distancia y en frente. Detrás de ellos , ardiendo cuya luz cierta altura haya una tea , cau- entre esta tea y esto, ilumine la cueva , y lo largo de.e,.e tivos un camino escarpado. A tapia semejante camino figuraos una pequeña , en- que los titereros ev aman á estos garitones , con el fin de ocul- tre ellos sus espectadores , y de las ma- los resortes secretos tarles el luego , y Glauc. ia me imagm ravillas que les ensenan. ademas homures que todo esto. Soc. Figuraos tapia llevarlo mueble pasen á lo largo de esta , yae figuras varias de hombres de toda especie , de piedra, de modo animales fabricadas de lefio é cima de la pared- * que todo esto sobresalga por llevan lo entre los que los , como es regular , H 4 ( í 20 ) los otros vayan unos anclen hablando , y calla, Finíura por cierto singular dos. Glauc. , y pri, sioneros de especie muy extraña ! Soc. Ellos se nos parecen en un todo. Desde luego , creeis vos, que ellos verán otra cosa de sí mismos y de los tienen á su lado salvo las sombras que , , que por la disposición de la luz ván á pintarse fren, te por frente de ellos en la parte opuesta de la cueva ? Glauc. Qué podrían vér mas , si desde su nacimiento están precisados á Tener inmóvil la cabeza ? Soc. Vcrian tampoco otra cosa que las sombras de los objetos que pasan por detrás de ellos ? Glauc. Seguramente que no. Soc. Si se pu- diesen hablar unos á otros , no se convendrían mutuamente en dar á las sombras que ellos yetare los nombres de las cosas mismas ? Glauc. Sin dis- puta. Soc. Y si en el hondo de su prisión hubiese un eco que repitiese las palabras de los pasa- , pensarían ellos acaso estos sonidos geros , , que los articulaban otros que las sombras que pasa- ban por delante de sus ojos? Glauc.. En verdad que que no. Soc. De consiguiente , ellos creerían no habla otra cosa real verdadera que las y , sombras de teda esta especie de muebles. Glauc. Es como preciso. Soc. natural- Considerad ahora , lo que mente debía sucederles, quando quedasen libr.es de sus prisiones se les curare de su ignoran- , y cia. Desátese uno de estos cautivos, y obligúesele á levantarse repente la cabeza a de , á volver y caminar, y á mirar fijamente la luz de la hogue- ( I 2Í ) hacer todo esto sino con grandí- ra . no podría ofenderla la vista, el des- sona pena, la luz le y impediría lumbramiento que ella le causase le cuyas somoras veía antes. discernir los objetos , al que le dixese, Qué creeis vos que respondería sino -fantasmas; que hasta entonces no habla visto próximo tenien- que al presente estando mas , y reales mas verdade- do á la vista obietos mas y Y si mostrándole ros vería con mas perfección? medida que se en seguida con el dedo las cosas á á fuerza de preguntas le obliga- presentaban , y una no creeis que le se á decir lo que era cada ; persuadiría que pondría en gran confusión, y se verdadero, que lo que veia antes era mas real y Glauc. Es muy lo que entonces se le enseñaba? á mirar la ho- cierto. Soc. Pues si se le precisase no se sentiría de los guera de que yo he hablado , volviéndola acia estas som- ojos y huiría la vista, ti abajo las quales la fixaba sin , y bras , sobre claro dis- pensaría que tenían ellas algo mas de y quanto entonces se le presentaba. tinto , que sacase de aiU Glauc. Es así. Soc. Y si alguno le subida, con violencia por una áspera y penosa ni mirar nada hasta tamo sin. dexarle resollar , del sol que tormento que pudiese ver la luz ,

1 cómo se para él ser arrastrado de este modo de la enfurecerla! Y guando llegase ai tuerte resplan- claridad, deslumbrados sus ojos con el que eí dor, podría acaso ver cosa alguna de las reales* común de ios hombres tiene por séres duda Glauc. Aí pronto nada podría ver. Soc. Sin ( 122 ) que necesitaría tiempo para acostumbrarse á mi- rar las cosas de acá arriba. Lo que con mas fací- lidad discerniria serian en primer lugar las som- bras trás esto las imágenes de los hombres , y otros objetos pintadas en las aguas, de los , y por ultimo los objetos mismos. De allí, levan- taría sus miradas ácia el cielo, cuyo aspecto toleraría mas fácilmente de noche al resplandor de la luna y de las estrellas, que en lo fuerte del dia á la luz del sol. Glauc. No tiene la me- 3a postre creo que se hallará nor duda. Soc. Á , en estado no solamente de ver la imágen del sol, en otra parte fuera de su ya en las aguas , ya también de fizarse en él contem- asiento ; sino , y plarle quái es en sí mismo en su propio lugar. Glauc, Es indefectible. Soc. Reflexionando des- pués sobre la naturaleza de este astro , compre- henderia que él es el que dispone las estaciones gobierna" todo y el curso de los anos , el que lo en el mundo visible que es en cierto modo la , y causa de todo quanto vemos. Glauc. Es evidente que llegaría por aquellos grados á hacer estas pri- reflexiones. Soc * cardándose entonces de su allí se tiene de la mer morada , de la Idea que sabiduría de sus compañeros de esclavitud; , y su no eréis que se daría á sí mismo el parabién de infelicidad mudanza, y que se compadecería de la de los otros ? Glauc. Y con grandes encarecimien- apeteciere tos, Soc. Pensáis vos por ventura que si las los premios , aún las honras , alabanzas y prontitud algunos se daban allí al que con mas pasar, se acordaos con discernía las sombras al y delante, quáies mas puntualidad quáles iban juntamente, que de estas co- detrás y quáles y hábil en conjeturar lo sas queveia era el mas tuviese envidia de la condiciotx por venir ; ó que eran los mas de aquellos que en esta prisión ? No preferiría él poderosos y los mas honrados como Achí -es en Ho- aún apetecería mucho , y labrador pasar su vida sirviendo á otro mero , ántes que volver á sufrirlo todo , desterrado , y de pensar á vivir su primer modo obscuro , y que estu- en aquella miseria ? Glauc. No dudo antes que vivir viese dispuesto á sufrirlo todo, atención á de aquella manera. Soc. Poned aún prisión para ocu- esto. Si volviese de nuevo á su puesto en este ^repen- par otra vez su antiguo ; á la ooscuri— tino tránsito del sol de medio día vista en las dad no se encontraría sumergida la , Verdaderamente nías espesas tinieblas ? Glauc. él aún no distingue que sí. Soc. Y si, quando los ojos lo nada por no tener bien reparados , , tiem- que no podria verificarse sino pasado algún prisio- tuviese que disputar con los otros po , ; no neros sobre la naturaleza de estas sombras dixesen de él que les daría motivo de reir, y que perdido la pasando á la región superior había en enos vista; añadiendo que seria una locura que querer salir del lugar .en donde estaban, y querer- si á alguno le viniese al pensamiento de subirles arriba era menester pren— les desatar y , )

I 2 ( 4 Glciuc. ir'or derle v quitarle ía vida ? cierto no devanan de matarle. amado Glaucon Soc. Pues ahora , mi , apli- cad esta misma imagen toda entera á io que se dexó dicho antes. La cueva ó cárcel su.Dterraaea,

es este mundo visible : la hoguera que la alum- del sol: el tránsito á una región bra , es la luz superior y á la contemplación de los oojetos que 3a elevación del alma hasta el allí existen ; es espacio inteligible. Por lo ménos este es mi pen-

samiento, puesto que vos deseáis saberle, si-

guiendo el qual espero no os engañareis ; aunque Dios sabe si él es verdadero. Por lo que hace á la parece como voy á deciros. En mí , cosa me el lugar mas elevado del mundo intelectual, está la idea del bien que no se descubre sino esfuerzo pero que no puede con gran pena y ; conocerse, sin concluir que ella es ía causa pri- mera de todo lo que hay de bueno y hermoso ea la luz en este el universo , habiendo producido visible el astro que allí domina;)’ mundo , y en el mundo ideal, habiendo engendrado ella siendo como misma la. verdad y la inteligencia, la reyna y señora: y de consiguiente que es indis- pensable la conozca todo aquel que quiere con- ducirse con juicio en la administración de los negocios, así públicos como particulares. Glauc . Soy del mismo parecer en quanto puedo alcanzar también de vuestro pensamiento. Soc. Sedlo aun uí ea esto que no os debeis admirar que los q : , contemplación se desde- llegaron á esta sublime humanos, que ñen de entender ea negocios y cesar á fixar su morada en sus almas aspiren sin ser así, si corres- este lugar elevado. Ello debe poco antes he ponde á la pintura alegórica que Pues qué ? pen- trazado. Gtauc. No hay duda, Soc. pasando un hom- sáis aún que es de extrañar que de los mi- bre de esta contemplación divina á la se encuentre serables objetos que nos rodean , parezca muy digno embarazado para obrar , y mientras que subsiste como sumergido de risa , profunda que ántes que pueda en una noche , y rodean se familiarizarse con las tinieblas que le , tribunales ó en otra le obligue á disputar en los es- las sombras o las fantasmas d>, parte , sobre justicia á explicar el modo con tas sombras de , y que jamás han que las concibe ánte unas personas hallo en esto visto la justicia misma? Glauc. No sensato haría nada de*" extraño. Soc. Un hombre que la vista puede perturbarse de la reflexión , causas opuestas por pa- dos modos y por dos ; ó de la obscuridad sar de la luz á la obscuridad , la que la luz aplicando á los ojos del alma á , y quanda la viese turba- sucede á ios del cuerpo , da v embarazada para discernir ciertos objetos;, en lugar de reírse sin motivo de su perturbación,, ella examinaría si acaso le proviene de que pasa la de un estado mas luminoso á. las tinieblas de

si pasando de la ignorancia á una- ignorancia , ó se contundido por su excesivo, luz mas pura , ha la felicitaría resplandor. En este segundo caso , dichosa vida: en el prime- de su feííz mudanza y su suerte si quisiere ro se compadecería de , y sus Duna» serian ménos reirse á costa de aquelia , el alma que que si recayesen, sobre vie. ridiculas , donde habita la luz ver» ne del lugar sublime , cordura. dadera. Glauc. Habíais con mucha verdad, no debemos Soc. Mas si todo esto es se aprenda nosotros pensar que la ciencia del modo con que ciertas gentes prometen enseñarla. infundir en el alma Ellos se precian de poderla casi lo mismo que se comu- donde no existe , Glauc. hs cierto nicaría la vista á los ojos ciegos. discurso presente nos que lo dicen, Soc. Pero el que cada uno tiene en su alma la hace ver , destinado facultad de aprender con un órgano consiste en con- esto que todo el secreto para ; y entera de u vertir este órgano con toda el alma , ácia la contemplación vista de aquello que nace , mira- hasta tanto que pueda ñxar sus del ser , los seres es decir, das sobre el mas brillante de , ma- sobre el bien mismo : á la según nosotros , movimiento par- si el ojo no tuviese nera , que cuerpo se vo.- ticular, seria necesario que todo el teneoroso a viese con él en el tránsito del objeto Glauc. Ciertamente. resplandeciente : no es así ? obliga a Soc. En esta evolución pues que se le volver todo el arte consiste en cer al alma , para el a del modo mas expedito y mas útil -_ lañe : eha se trata de darle la facultad de ver dirigido, va: pero su órgano no está bien cor esto es lo que se debe mira adonde debiera ; (12 7 ) parece. Soc. En qúanto á regir. Glauc. Así me facultades del alma viene á las otras llamadas , las del cuerpo. Quan- ser casi lo mismo que de la naturaleza se ad- do no se han recibido de , : rn^s quieren con la educación y el exereicio pensar como es de en orden á la facultad os 3 una naturaleza mas excelente y en cierto modo

pierde ella su virtud ; sola- mas divina , jamás inútil provechosa o no- mente viene á ser útil ó , son los objetos ácla los quaíes se civa , según dónde llega dirige. No habéis advertido aún hasta quienes se dá el la sagacidad de estos hombres á nombre de hábiles picaros? Con qué penetración su despreciable alma discierne todo aquello que ni esta hace al objeto de sus cuídanos ? Su vista sino que la obligan á servir débil ni embotada 5 de instrumento de su mañcia, de suerte que edos ven con mas son tanto mas depravados - quanto observación es sutileza y perspicacia. Glauc . Esta muy justa. Soc. Si pues desde la infancia se hu- biesen cortado estas perversas inclinaciones con- que como otros tan- traídas en su generación , los tos pesos de plomo arrastran su alma tras groseros forzandoia a mi placeres sensuales y , después de haberia li- rar siempre á lo baxo j y hubiese convertía© su vis- bertado de este peso , reales ella ios ta acia objetos mas sólidos y mas , con la misma sutileza, habría, visto y penetrado que aquellos en quienes tiene ahora puesta toda su atención. Glauc. Es muy probable. Soc. Pero bien qué ? no es conseqüencxa verosímil , ó mas ( 128 ) necesaria de quanto habernos dicho que ios , que ni no recibieron ninguna educación , tienen co- ninguno de la verdad ni los nocimiento , que pasaron toda su vida en el estudio y la me-

J ditación ,- no son á propósito para gobernar los

estados? Los unos porque no tienen en toda su ai qual conducta ningún objeto fixo , dirijan todo hacen en calidad de personas públicas quanto , ó porque jamás consentirás privadas ; los otros ,

en recibir semejante carga , imaginándose estát transportados en vida á las islas de los (i) bien- aventurados. Glauc. Es mucha verdad.

nosotros pues que fundamos una re- Soc. A , toca obligar á los buenos ingenios pública , nos á dedicarse á la mas sublime de todas las cien- cias elevarse á la contemplación del bien en , y sí por esta cuesta escabrosa de mismo , subiendo

que habernos hablado ; pero después que sean allí llegados hayan contemplado por cierto , y tiempo guardémonos de permitirles lo que hoy , dia se les consiente. Glauc. Qué es? Soc. Fixar allí su mansión no querer basar de nueva , y ni parte en á estos desgraciados cautivos , tomar ora sean sus trabajos , ni aún en sus honores , Glauc. por que mas viles , ora mas preciosos. Y hacerles daño? por qué condenarles á una vida ellos disfrutar de una miserable , quando pueden Ol- condición mas feliz ? Soc. Otra vez se os ha el legislador no vidado , mi amado amigo , que un debe proponerse por objeto la felicidad de 3 cierto orden de ciudadanos con exclusión de 1° .

( 129 ) por todos medios la felici- otros sino procurar reuniendo con esta idéa los intere- dad pública 5 obligándoles con la persuasión y ses de todos , darse parte unos á otros de con la autoridad á con que estén en estado de ser- los provechos , porque civilizando semejantes vir al público -; pretende ¿exarles la libertad de hombres , no que les parezca, hacer de sus talentos el uso para asegurar el lazo sino que se sirvan de. ellos Verdad es que se de la sociedad. Glauc. > por último, me había olvidado. Soc Observad que no haremos magua mi amado Giaucon > hubiesen formado agravio á los filósofos que se sino que les alegaremos baxo nuestra dirección ; para obligarles á encargarse de buenas razones , de los otros. En qual- la custodia y conducta íes diremos los filósofos quier otra república , , la incomo- pueden sin injusticia substraerse de porque ellos no son deu- didad de los negocios ; mismos el go- dores de su saber salvo á sí , y educarles. Pues bierno en nada contribuye para debe sino á sí ello es justo que el que no aumentos no esté mismo su nacimiento y sus , para con per- atenido á ningún reconocimiento vosotros hace noso- sona alguna. Por lo que á , con esmeio tros os hemos formado y eríado y para que fueseis en nuestra cuidado particular , nuestras ca- república como en ia de las abejas , reyes dándoos con este desig- bezas y nuestros , que os haga nio una educación mas perfecta , mas capaces que á ningún otro de unir el estu- TQMO IX. 1 (i30) manejo de los negocio?. dio de la sabiduría al morada Baxad pues sucesivamente á la de vues, acostumbrad vuestros tros conciudadanos, y ojos reynan porque en fami- á las tinieblas que allí ; juzgareis mil veces me- liarizándoos con ellas , naturaleza de las jor que los otros de la cosas distinguiréis con mas conoci- que allí se vén , y hermoso, de lo miento las fantasmas de lo jus- en otra lo bueno por haber visto parte to y de , ellos. Y así para vues. la esencia de cada uno de tanto que para la del público, tra felicidad , otro realidad nuestro estado sera gobernado en y no lo son al presente gran parte en sueños , como por hombres que se matan de los otros estados , vanas se disputan con furor tras las sombras , y que miran ellos como un bien de la autoridad , es que en toda primer orden. Pero la verdad , mandar no sociedad en donde los que deben , elevación es descubren ninguna ansia por su , como preciso que ella esté bien gobernada y que la paz en lugar habite en ella la concordia y ; donde por la in- que en qualquiera otra parte , puede menos de triga se consigue el mando , no ra- suceder lo contrario. Glauc. Teneis mucha que nuestros zón en todo. Soc. Pensáis acaso , ra- alumnos se resistirán á la fuerza de nuestras peso zones rehusarán llevar sucesivamente el , y para pasar después juntos la ma- del gobierno , pura: yor parte de su vida en una región mas porque ellos Glauc. Imposible es que lo rehúsen ; también- son justos nuestras peticiones lo son , y (130 al contrarió uno de ellos , muy sino que cada en otras partes se encargará de lo que sucede , como de un yugo pesado é indis- del mando ,

pensable. , , , , amado amigo la naturaleza Soc. Tal es 5 mi , encontrar para los que de las cosas. Si podéis de vida que ellos deben mandar, una condición vos encontrareis también prefieran al mandó , gobernada porque eñ sola una república bien ; que son realmente ricos, no ella mandarán los en virtud únicas ri- en oro sino en sabiduría y , , pero en don- quezas de los verdaderamente felices; bienes pro- de hombres pobres, y que no tienen ser felices aspira- ni medio alguno para , pios , creyendo encontrar allí la dicha sen al mandó , la administración trás que van hambrientos , disputarán se ar- siempre será mala. Porque se y autoridad esta guer- rancarán de las manos la , y último acabará con ra doméstica é intestina por estado. Gláuc . No hay cosa ellos y con todo el por suerte otra condi- mas cierta. SoC. Conocéis dignidades ción que inspire desprecio á las y qué la del verdadero filosofo? empleos públicos , otra. Soc. Pues Glauc. Par diez que no conozco confiarse á los que no tienen la autoridad debe la rivali- ambición de poseerla; de lo contrario ellos. Glauc. No dad suscitará contiendas entre forzareis pues a acep- tiene duda. Soc. Á quienes sino á aquellos que tar el mando de la república, ciencia del go mejor instruidos que nadie en la honores machóme- tierno, tienen otra vida y otros (i3 2 ) jores que los que ía vida civil les ofrece? Glauc. Yo ao me dirigirla á otros. Soc. Queréis que examinemos añora de qué modo formaremos hombres de este carácter , y cómo les haremos pasar de las tinieblas á la iu^ se dice que algunos subieron según , de los m, fiemos á la morada de loa dioses ? Glauc. Quiéa Soc. según parece pregunta eso ? Aquí , , no se

trata del juego de niños , en que se arroja uaa tejuela (2) para saber de qué lado se volverá; sino de un movimiento por el qual el alma de-

xando este dia obscuro que la rodea , se eleve hasta el sér por el camino verdadero que con-

duce allá ; cuyo camino diremos nosotros que es la verdadera filosofía. Glauc. No tiene duda.

Soc. Por tanto conviene averiguar quáles son las ciencias propias para producir este efecto. Glauc. Es

cierto. Sor. Pues bien , mi amado Glaucon, quál seria la ciencia que eleva el alma de aquello que nace (3) á lo que en realidad siempre existe? Mas me ocurre ahora otra reñexíon. No diximos nosotros que era menester que nuestros filósofos

se exercitasen en la juventud en el arte de la guerra? Glauc. Es cierto que lo diximos. Soc. Lue- go es necesario que la ciencia que buscamos, sobre aquella primera principal ventaja ten- y , ga aun alguna otra. Glauc. Quál ? Soc. El que no sea inútil á los guerreros. Glauc. No hay duda, que es necesario Soc. Noso- , siendo esto posible. tros los educamos mas arriba en la música y en la gimnástica: no es así? Glauc. Así fué. Soc. Pero rene por objeto ío que está ex-

examinar 10 teto - Glaitc. Asi parece. Soc .Lu las fuerzas del cuerpo.

«tía correspondía si se os acuerda , Glauc. Pero , aunque en un genero opuesto; á la symnástica , —1 . - 1 A miPCtrAQnuestros guer-CfLL&IT proponiéndose dar costumbres á se- los conciertos de su alma , reros , arreglar sus movimientos con- gún' la armonía, moderar «o aumentar sus conoci- forme al número , y tu- ora verdaderos , ora mientos. Los discursos , yo no dirigían al mismo fin : mas bulosos , se ninguna de las cien- he visto que ella encerrase quiero decir de aquellas cias que vos buscáis , alma al conocí oue son propias para elevar el exactitud me miento del bien. Soc. Con mucha habíamos hablado. recordasteis lo que nosotros semejante cosa*, La música en efecto no contenía uai sena esta pero mi estimado Glaucoa , q mecánicas ciertamente ciencia? porque las artes baxas parecer me todas demasiado no lo son , por Sin disputa,. para esto. Gkntc. _ y viles ^ aparte la música, Mas entretanto dexadas , .qué otra ciencia pue- la gymnástica y las artes pues si no encontra- de quedar aún? Soc. Ea , tomemos a guna ti- mos ninguna fuera de éstas , Qual, por exem- las ciencias universales. Glauca tan común de la quaí pio. Soc. Aquella que es , (* 34 ) todas las artes y todas las otras ciencias hacen uso que se debe aprender de las , y primeras. Aquella liviana Glauc. Quál es ésta? Soc. y puS_ ril conocer lo que es , que enseña á uno , dos, tres que llamo yo en general ciencia , y de los números y del cálculo : no es verdad que nin-

gún arte , ninguna ciencia puede pasarse sin ella? Glauc. Convengo en ello. Soc. Ni el arte militar

por consiguiente ? Glauc. Le es absolutamente ne- cesaria. Soc. En verdad, Palamedes en las tragedias nos representa algunas veces á Agamemnón como

general ridículo. No habéis observado que se

gloría de haber inventado las números , de haber dado el plan de campaña delante de Troya, y de haber hecho la denumeracion de las naves y si de todo lo demas , como hubiese sido imposi- ble antes él contar todo esto que Aga- de , y memnón no supo siquiera quantos pies tenia,

porque al parecer no sabia contar ? qué idéa que- réis vos que se tenga de semejante general? Glauc. Una idéa muy baxa si tal cosa fuese ver- dad. Soc. Hay acaso, á vuestro parecer, una cien- cia mas necesaria al guerrero que la de los nú- meros y del cálculo? Glauc. Le es absolutamen- te indispensable en la , si quiere entender algo disposición decir si de un exército , ó por mejor , quiere ser hombre. Soc. Os ha ocurrido á vos el mismo pensamiento que á mí en orden á esta ciencia? Glauc. Qué pensamiento? Soc. Me pare- ce que ella tiene la ventaja que nosotros nos pro- inteli- ponemos , de elevar el alma á la simple .

(i35) f ación. de, tlo dirigirla á la contemp . c ; a de se , y como ’ servirse de ella auees pero que nadie sabe vos esto. Glauc. Cómo entendéis es debido. _ Exa- explicaros lo que yo P^nso. Soc. Procuraré que yo disango las minad conmigo el modo con elevar e me parecen propias para cosas que o que no lo son. Conceded alma , de aquellas para que por según mejor os pareciere i negad , 2 medio veamos ™<*™^***Z£Glauc Decid p como yo me la imagino. Soc. Ya lo hago. entre las cosas sen- Observad si es cierto que al enten- hay unas que en nada excitan sibles , ' ellas su atención , P dimiento á que ponga en competentes ; míen que ios sentidos son jueces a can- obligan á reflexionar , tras que las otras le los confuso que hacen de ellas sa dd juicio too habíais sin duda de los ob- sentidos. Glauc. Vos iéxos que no es.«n jetos que se descubren de , y penetrado Dien ¿no en bosquejo. Soc. No habéis de que que- loque yo quiero decir. Glauc. Pues objetos que no mueven réis hablar? Soc. Por los entiendo aquellos que no el alma á la reflexión , sensaciones contrarias, excitan á un tiempo dos que la incitan a reflexionar, v llamo objetos _ dos sensaciones opues- aquellos que hacen nacer de los sentidos ni mee tas quando la relación , cosa m determinadamente que sea esta tal , hiera el sentido de otra opuesta ora el objeto , entendáis me- léxos. Y para que cerca , ora de ved aquí estos tres que a jor mi pensamiento , I 4 (136) el pulgar el índice el mamos dedos, , y del me- dio. Glciuc. Muy bien. Soc. Concebid que yo los supongo mirados de cerca en orden , y á ellos haced conmigo esta observación. Glauc. Qué ob- servación? Soc. Cada uno de ellos nos parece igualmente dedo baxo de este respecto , y im- porta poco que se le vea en medio ó al extre-

mo blanco ó negro grueso ó delgado así , , , y de lo demas. En nada de todo esto se vé obliga- da el alma á preguntar al entendimiento lo que es dedo la vista : porque nunca atestiguó á un mismo tiempo que el dedo fuese otra cosa que dedo. Glauc. Ciertamente que no. Soc. Razón pues tuve yo de decir que en este caso no hay nada que excite y despierte al entendimiento.

Glauc. Sí por cierto. Soc. Pero qué ! la vista juz- ga como es debido de la magnitud ó de la pe-

queñéz de estos dedos? Es indiferente para ella, que el uno de ellos esté en medio ó á los extre- mos ? Otro tanto digo de la groseza y delgadez, de la blandura y de la dureza respecto al tacto: en general y , la relación de los sentidos sobre todos estos puntos es muy exacta? No es por

suerte esto lo que hace cada uno de ellos ? Por de contado lo , el sentido destinado á juzgar de es que duro , se vé precisado también á pronun- ciar sobre lo que es blando participa al alma , y que aquello mismo que le hiere como que lo siente duro y blando. Glauc. Esto es así. Soc. Pues no es como preciso en tales circunstancias que el alma esté perpiexa con motivo de esta relación (' 3 ?) . que la, misma cosa es del sentido, que le dice La sensación de la pesadez y de dura y blanda? también al alma á hacer la ligereza no obliga grave- averiguaciones sobre la naturaleza de la levedad quando los sentidos le par- dad y de la , es ligero el li- ticipan que el cuerpo pesado , y avisos deben pa- gero pesado ? Glauc. Semejantes ai alma piden un exa- recerle muy extraños , y pues sin motivo men serio de su parte. Soc. No llamando entonces en su ayuda al en- el alma , reflexión procura exáminar si tendimiento y , cosa cada uno de estos anuncios es sobre una sola Lue- ó sobre dos. Glauc. Sin duda que no. Soc. dos cosas cada quai de go si juzga ella que son , distinta de la otra. ellas le parecerá una y cada una de Glauc. Ciertamente. Soc. Si pues las la una la otra dos , ellas le parece una , y y porque si así concebirá ámbas á dos separadas ; no tendría el concepto de dos no las concibiese , bien. Soc. lie cosas, sino de una sola. Glauc. Muy que percibe la mag- la vista - decimos nosotros , pequenez no como dos cosas separarías., nitud y , : no es asi? sino como contundidas una con otra declaración de esta Glauc. Así es. Soc. Y para la entendimiento haciendo lo sensación confusa , el se vé obligado á consi- contrario que la vista , pequenez no ya con- derar la magnitud y la , separadas entre sí. Glauc. Esto fundidas , sino (4) inmedia- es verdad. Soc. Pues de aquí nos viene mente al pensamiento el preguntarnos a noso- cosa es la magnitud la pe— tros mismos j qué y < J 3 8 ) queñéz. Glatíc. Enteramente es así. Soc. Y esta es la razón porque en cada objeto sensible , , he- mos distinguido algo de visible y algo de inteü,

gible. Glauc. Y hemos hecho muy bien. Soc. Esto es lo que yo quería haceros entender quando decía entre objetos sensibles , que los los unos mueven el alma á la reflexión, los otros no ; de signando por aquellos los que producen á un tiempo dos sensaciones contrarias , y por estos los que no provocan al alma á reflexionar por. , que no causan mas de una sola sensación,

Glauc. Ahora lo entiendo pienso como vos. , y Soc. En quál pues de estas dos clases colo-

cáis al número y á ía unidad ? Glauc. Yo no lo sé. Soc. Discurridlo por lo que acabamos de decir.

Porque si nosotros percibimos suficientemente el

la vista número por sí mismo , ó 3a unidad por

á la ó por algún otro sentido , ella no nos lleva contemplación hace de la esencia , como poco decíamos del dedo. Pero si la vista nos presenta de siempre en la unidad alguna contradicción , suerte que no nos parezca mas una unidad qne un conjunto de unidades - entonces tiene ya ne- cesidad de un juez que decida dudosa el alma , y entendimiento, y perplexa , dispertando en sí al se vé obligada á inquirir y preguntarse á sí mis- ma qué cosa es la unidad. En este caso el cono- cimiento de la unidad es uno de aquellos que ele- con- van el alma y Ja convierten de parte de ia templación del ser. Glauc. Pues realmente In vis- ta de la unidad causa en nosotros el efecto úe ( r39 ) nosotros vemos a un tiempo cue habíais. Porque una, como infinita en nu- la misma cosa como y que sucede pues a la unidad, mero (<). Soc. Lo qualquier otro nu- no debe suceder también á Pues en mero que sea? Glano. Por qué no? Sor. ciencia del calculo verdad que la aritmética y la Glauc. Es muy se- tienen por objeto los números. la una la otra con- guro. Soc. De consiguiente y la verdad. Glauc. Pero ducen al conocimiento de Esta pues seria una de un modo admirable. Soc. buscamos. Por- de aquellas ciencias que nosotros guerrero para disponer que ella es necesaria al exis- al filósofo para salir de la bien un exército ; sin hasta su esencia , tencia de las cosas y pasar discurrir bien. Glauc. Es lo qual jamás llegará á quien nosotros contamos asi. Soc. Mas aquel á es á un tiempo la guarda de nuestra república , Sin duda. Soc. Con- guerrero y filósofo. Glauc. establecer amigo Glaucon , veniente pues serla , destinados persuadir que los que son por ley y , primeros empleos, entre nosotros para ocupar los cálculo que la es- se apliquen á la ciencia del , y sino hasta tanto que tudien no superficialmente , espíritu hayan llegado por la mas pura luz del propiedades de los á conocer la naturaleza y las les sirva como á los mei- números : no para que ventas compras; caderes y buhoneros en las y la guerra sino para aplicarla á los usos de , y de la genera- para facilitar al alma el tránsito Glauc. Decís ción á la verdad y á la esencia. muy bien. *

( 4°) Soc. No puedo menos de admirar quán her- ciencia del cálculo mosa es en sí la , y quán útil al designio que nos proponemos ; quando se es- conocerla no para tudia solo por , y degradarla aplicándola á la grangería. Glauc. Qué admiráis tanto en ella? Soc. La virtud que ella tiene de acabamos de decir obli- elevar el alma , según , gándola á raciocinar sobre los números tales como pudiendo sufrir que son en sí mismos , no en la disputa se le presenten por números verdade-

visibles palpables. Vos sabéis sin ros , cuerpos ó duda lo que hacen aquellos que están instruidos en esta ciencia. Si alguno intenta á presencia

pensamiento ellos suya dividir la unidad con el , le burlan no quieren oirle mas si por se , y ; la multiplican te- suerte vos la dividís , elío9 , miendo siempre que la unidad dexe desparecer es una, sino un conjun- lo que día es , esto , (ó) to de muchas partes. Glauc. Teneis mucha ra-

2 on. Soc- Y si se les preguntase : hombres raros, de qué números habíais vosotros? dónde están estas unidades tales como vosotros las suponéis, iguales entre sí que no haya tan perfectamente , la diferencia que no estén compuestas menor , y qué pen- de parte alguna ? Mi amafio Glaucon , sáis vos que ellos responderían? Glauc. Yo creo ellos hablan de aquellos que responderían , que números que no están sujetos á los sentidos , y que no pueden manejarse de otro modo que con mi ama- el pensamiento. Soc. Por tanto veis vos , nosotros no podemos absoluta- do amigo , que ( hO . ciencia pues que juzga- mente pasamos sin esta , alma á servirse del en- mos que ella obliga al verdad. Glauc. Es tendimiento para conocer la virtud para producir cierto que tiene admirable también observado que este efecto, Soc. Habéis espíritu calculador son muy los que tienen el cien- así para todas las disniertos por decirlo , , quando se aún los espíritus tardos , cias , y que cálculo sacan a o instruyen y exercitan en el , mas facilidad pe- ménos esta ventaja de adquirir y Glauc. Ello es asi netración para todo lo demas ? creo que con dificultad como decís. Soc. Y al cabo que cuesten mas encontrareis muchas ciencias , que ésta, Glauc. Cier- de aprender y de sondear estas razones no tamente que sí. Soc. Por todas sino que se han de dedi- debemos despreciarla , que nazcan con Due- car á ella desde luego los ños ingenios. Glauc. Convengo en ello. veamos si la Soc. Dexemosla pues aparte . y nos conviene ó no. ciencia que á ésta se sigue , la geome- Glauc. Qué ciencia? por fortuna seria Glauc. Es evidente que tría ? Soc. Elia misma, lo ménos en quanto tiene- ella nos conviene , á guerra. Por- relación con las operaciones de la un géometra se que en iguales circunstancias ,, sea. en sentar distinguirá mas que el que no lo , las pla- los terrenos , tomar los reales , ocupar exército reconcentrar ó extender un , y zas , en que se hacerle executar todas las evoluciones acostumbran en una acción ó en una marcha. para Soc. Hablándoos con verdad ne hay necesidad 2 ( \4 ). ni de esto de mucha geometría , mucho cálculo, ver es si la mayor Lo que nos importa , y mas profunda parte de esta ciencia se dirige á faciii, tar mas al espíritu la contemplación de la idéa decimos que es del bien. Y este efecto , , propio de las ciencias que obligan al alma á volverse ácia aquei lugar donde está el sér mas feliz de todos los seres, que el alma debe esforzarse á conocer de todos modos. GlauC. Teneis mucha razón. Soc. Luego si la geometría obliga al alma las cosas no á contemplar la esencia de , hay sí se detiene duda que nos conviene ; mas ea ya no nos conviene. Glauc. No su existencia , hay duda. Soc. Nadie pues que tenga la menor nos negará que el objeto tintura de geometría , de esta ciencia es directamente contrario á los discursos que de ella tienen los que la manejan. Glauc. Cómo es esto ? Soc. El lenguage de que se ellos no pueden valen es muy ridículo , aunque dexar de usarle. Ellos no hablan sino de quadrar, añadir así de lo demas, como si hi- prolongar , , y ciesen algo todas sus operaciones se dirigiesen , y así que en la realidad esta á la práctica , siendo ciencia se termina en la pura especulación (7)- aun Glauc. Teneis razón en todo. Soc. Os convenís ter- en otra cosa? Glauc. En qué? Soc. En que se siempre, mina en la especulación de lo que es con el tiem- y no en la de lo que nace y perece po. Glaúc. No tengo dificultad en concedería, conocí porque la geometría tiene por objeto el consigne miento de lo que siempre es. Soc. De .

( T 43 5 t buen amigo ella arrebatarla el alma ácia te , ó , formaría en ella el espíritu filosó- la verdad , y obligándola á dirigir á lo alto sus miradas, fico , que ahora fixa indebidamente en las cosas de acá baxo. Glcmc. No hay cosa mas cierta. Soc. Man- daremos pues expresamente á los ciudadanos de la mas hermosa república que hubo en el mun- do á no descuidarse en el estudio de la geome-

tría : otro tanto mas que sobre esta ventaja prin- , cipal tiene aún otras accesorias que no son de despreciar. Glauc. Quáíes son éstas ? Soc. Aquellas de que vos habéis hablado , que miran á la guer-

ra : sobre lo quaí , ella proporciona facilísima todas las entrada para ciencias ; pues vemos que

en orden á esto hay una total diferencia , entre el que está versado en la geometría aquel , y que

no lo está. Glauc En verdad , que la diferencia es muy grande. Soc. Haremos pues que nuestros jóvenes en segundo lugar se dediquen á esta cien- cia. Glauc. Me parece muy bien. Soc. Y pondremos por tercera la astronomía?'

qué os parece ? Glauc. Mucho que sí : tanto mas que no es necesaria al guerrero menos , que al labrador al piloto el tener conocimiento y , un exacto de las estaciones „ de los meses y de los años. Soc. Qué bueno que sois! me parece que vos temeis que el vulgo os eche en cafa que in- troducís ciencias Inútiles en vuestro pian de edu- cación. Mas á la verdad las ciencias de que no- sotros ventaja habíamos , tienen una considera- ble , pero de ia qual se convencerán pocas, gen- ;

reanimar el íes y es ía de purificar y órgano destruido ciego por las otras ocu. del alma , y no obstante paciones de la vida órgano , , cuya conservación nos interesa diez mil veces mas qus puesto que por solo él los ojos de la cara ; se percibe la verdad. Los que piensan como noso- aplaudirán vuestra elec- tros sobre este punto $ ción. Pero no espereis el voto oe aquellos queja- que no regis- más hicieron estas reflexiones , y utilidades tran en estas ciencias otras . que aque- lias que les hieren los sentidos, i ened cuenta pues ahora por quienes habíais. h>o es cierto que ni por los otros conversáis con- ni por los unos , no estéis eu sino por vos mismo ¿ aunque migo , disposición de envidiar á otros la utilidad que podrian sacar de esta conversación? Glauc. Ver- principalmente por mí mismo me dad es , que tomo este trabajo de preguntaros y responderos. volvamos pies atrás ^por- Soc. Si esto es así , que no hemos tomado la ciencia que inmediata- que he- mente sigue á la geometría. Glauc. Pues superficie, hemos mos hecho ? Soc. Después de la tomado el sólido movido circularmente (8)> exigía antes de tomarle en si mismo. El orden dimensio- que trás lo que está compuesto de dos 3 los sólidos que tienen tres , nes , tomásemos profun 1 los cubos todo lo que tiene saber , y Só- me parece , dad. Glauc. Esto es cierto : pero genero no se ha hecho en este crates , que aún proviene ® ningún descubrimiento (9). Soc. Esto ninguna rep3 dos causas, la primera es, que C T 4S) blica hace el aprecio que debiera de estos descu- quales siendo penosos de encon- brimientos , los segunda es que trar se buscan débilmente. La , un di- los que á esto se dedican , necesitarían de el qual sus averiguaciones serán in- rector , sin útiles. Pues por decontado, el encontrar uno bue- difícil aún quando se encontrase, no , es muy ; y los que se en el estado presente de las cosas , tienen demasiada ocupan de estas indagaciones , presunción para querer sujetarse á sus luces. Pero trabajos, si una república entera presidiese á sus ellos se pres- teniéndolos en alguna estimación , sus miras mediante esfuerzos repe- tarían á , y constantes no tardarían en descubrir la tidos y , hoy dia pesar del despre- verdad : pues que , á cio que se hace de esta ciencia y las quiebras que las gentes aunque el pe- sufre del común de , y queño número de los que trabajan por enrique- cerla ignoran de qué utilidad puedan ser sus la fuerza de sus en- descubrimientos ; con todo obstáculos de cada cantos triunfa de todos los , y no me admira dia hace ella nuevos progresos , y que tenga tanto poder sobre los ánimos. Glauc. Yo convengo en que no hay estudio de mas atrac- os ruego lo tivo que éste. Pero que me aclaréis , , que vos acabais de decir. Vos poníais desde lue- ciencia de las superficies, go la geometría , ó la Soc. Es muy cierto. Glauc. É inmediatamente astronomía en se- después habéis puesto la , y guida volvisteis pies atrás. Soc. Esto es que que- riendo apresurarme demasiado en decirlo todo?

TOMO II. K *

( 46 ) de adelantar. Yo me atraso más eri vez debía de la foi.ma._ion de irás la geometría haolar los que quanto se na descubier- sólidos : mas viendo es ridículo despreciable la to en esta materia y , pasar a la astronomía esto dexé á un lado por , movimiento. Giauc. los sólidos puestos en Lo es , á habéis dicho muy bien. astronomía en Soc. Pongamos pues la quarto mirando como descubierta la ciencia que lugar 5 si t-odo que lo sera infaliblemente , un omitimos , en ello.' Giauc. Es estado toma de su cuenta trabajar Sócrates . rne ha- muy regular. Pero como vos , pesadéz elogiaba béis reprehendido de que con alabarla de un modo con- la astronomía , voy á parece que forme á vuestras ideas. Porque , me que eda obliga al es notorio á todo el mundo , cosas de alma á mirar á lo alto y á pasar de las las del cielo. la tierra á la contemplación de todos ménos Soc. Acaso será esto evidente para , yo no pienso lo mismo. para mi : porque pienso Giauc. Pues como pensáis vos l Soc. Yo que se que del modo coa que la estudian los ácia baxo. aplican á la filosofía ella nace mirar , Me Giauc. Qué es lo que vos queréis decir! Soc. singular de lo parece que os formáis una idea , o que yo íiamo conocimiento de las cosas dw percibiese alto. Vos creeis sin duda, que si alguno p>n algún obieto observando ue abaxo arriba las los que él le verla con turas de un cíelo raso , Puede alma no con ios del cuerpo. ojos del , y razón que yo me eDSan>' ser que tengáis vos , y ( T 4?) . t groseramente. Pues por lo que á mi hace, yo no puedo reconocer otra ciencia que haga mirar al arriba que aquella que tiene por alma á lo de , es lo que no se vé. Y mientras objeto lo que , y que alguno se Ocupe de alguna cosa sensible, ora la boca abierta ora sea que mire ai cielo con , los labios yo nunca que mire ai suelo cerrados ¿ diré que aprende nada, porque ninguna cosa sensible es objeto de la ciencia : ni que su alma á lo baxó, por mas que es- mira á lo alto , sino tuviese echado boca arriba sobre la tierra u sobre reprehender- el mar. Glauc. Vos teneis razón de en esto lo que me merezco. me : yo encuentro Mas decidme lo qué reprehendéis en el modo con astronomía que mu- Que hoy día se estudia la , y danza deberla hacerse para hacerla útil á nues- tro designio. Soc. Vedla aquí. la Admírese enhorabuena la hermosura , va- astros con que está ador- riedad y el orden de los otras cosas pero nado el cielo, comparados con ; sensibles quiero como al cabo estos son objetos , los astros i o) que se les ponga muy inferiores a ( sí guar- verdaderos á las relaciones que entre , y real dando el mo- dan la velocidad y lentitud , ideal según vimiento á estos astros y al mundo , todas las verdaderas fi- el verdadero número , y guras. Pues todas estas cosas se escapan á la vis- razón ta no son asequibles salvo por la y , y así? Glauc. De la mis- pensamiento : creeislo vos espectáculo ma manera. Soc. Quiero pues que el físico no» sirva vário que nos ofrece el cielo ? K 2 (148) como de ejemplar para conocer mejor aquellas haciendo lo mismo que cosas inteligibles y haría las figuras un hábil géometra a vista de llanas ó Dedalo (ii) de relieve trabajadas por ó quab pintadas por mano de quier otro artífice , ó al- gún excelente pintor. Porque considerándolas no podría dexar de tenerlas como obras acabadas que creyese al mismo tiempo que del arte ; bien atención seria ridiculo estudiarlas con , con la esperanza de descubrir allí la verdad - tocante a duplicación ¡as relaciones de igualdad , de , ó de qualquier otra proporción que fuese. Glauc. Mas por suerte haría mal en tener esto por ridículo? Soc. Pues el verdadero astrónomo no tendrá el eche los ojos sobre mismo pensamiento , quando las revoluciones de los astros? Creerá sin duda quanto hay en que el artífice del cielo y de todo á su obra toda la hermosura de que él , ha dado estáis persuadido que ten- era capaz 5 pero no dría por una extravagancia imaginarse que las los dias a proporciones del dia á la noche , de las re- los meses á los años , de los meses , de voluciones de los astros comparadas entre si y las mismas que con la del sol , sean siempre , y materiales vi- no se muden eilos jamás , siendo y descu- sibles querer buscar por todos medios , y que brir la verdad en todo esto? Glauc. Ahora ioc.b'OS os entiendo, la cosa me parece lo mismo. de 1¿ serviremos pues de los astros en el estudia valen en la geometría a astronomía , como se detened" las figuras trazadas sobre ei papel , sin en el cielo si queremos lle- nos en lo que pasa ; astrónomos sacar alguna ctip á ser verdaderos , y de nuestra alma, utilidad de la parte intelectiva Glauc. Con esto que sin esto nos seria inútil. mas trabajo del cargáis al astrónomo de mucho que tiene hoy día. prescribir el mis- Soc. Yo pienso que debemos ciencias si es mo método en orden á las otras , que ha de sacarse algún provecho de nuestras á la memoria leyes. Mas podríais traerme ves aún alguna ciencia que conduzca á nuestro designio? Soc.Con Giauc. Al presente no me ocurre ninguna. parece, el movimiento solo á lo que me todo , , sino muchas espe- nos suministra no solo una , todas tal vez. cies. Un sábio podría numerarlas numeraremos Por lo que á nosotros hace , no mas aue las dos que nos son conocidas. Ghmc.Quá- es la pri- les son estas dos? Soc. La astronomía le es equivalente. mera : la otra -es aquella que Glauc. Quál es esta otra? Soc. Parece que el mo- como el vimiento armónico encanta los .oídos , movimiento de los astros embelesa la vista. Es- son la astronomía la música , tas dos ciencias , y yjaosotros dicen los Pytbagorices , hermanas , es así ? Glauc. Es cierto. con ellos. Glaucon , no profundizado en Soc. Por quanto ellos pues han aprovecharemos esta materia hasta le sumo , nos esto <.sí nosotros de lo que han dicho acerca de , en quai- como de los otros descubrimientos suyos todo quier género que sea observando soore , máxi— con cuidado nuestra máxima. Glauc. Que K 3 (i5°) no dea á nuestros ma? Soc. De cuidar que dis- imperfectas que no se dirijan cípulos lecciones , encaminarse al término á donde deben todos según peco ames decía- nuestros conocimientos 5 mos con motivo de la astronomía. Ignoráis por ventura que la música hoy dia no es mejor tra- esta ciencia tada que su hermana ? Dina itase á ia medida de los tonos y consonancias sensibles; trabajo tan inútil como el de los astrónomos de cierto que es cosa que yo he hablado. Glauc. Por , nuestros músicos hablan ridicula el ver , como cadencias acercan el oído como sin cesar de , y para sorprender los sonidos al paso : los unos dicen que oyen un sonido medio entre dos to- que este sonido es el mas pequeño que nos , y sostienen al contrario que los separa : los otros , semejantes; estos dos tonos son perfectamente anteponiendo unos y otros el juicio del eido al duda de del entendimiento. Soc. Y os hacíais sin ias estos famosos músicos que hacen padecer estirándolas cuerdas las ponen en tortura , , y po- con violencia por medio de las clavijas. Yo haciendo men- dría alargar mas esta alegoría , uan de Ps ción de les golpes de arco que les , obstina- acusaciones que les hacen sobre su á dár otros ción en resistirse á ciertos sones , ó declaro que no se les piden. Pero la dexo , y habiar, que no son estos de quienes yo quiero sino de aquellos de quienes hemos dicho que, a bia hacerse elección para enseñar la armonía

i‘ e nuestros discípulos. Porque hacen lo misino q (isO inquieren de qué números re- los astrónomos-: que hieren el oído; pero sultan las consonancias problemas para examinar ia'uás se metieron en , armónicos quales n® cuáles son los números , y ellos esta ni de dónde viene entre dife- lo son ; averiguación es verda- rencia. Glauc. Semejante muy conducente deramente sublime. Sor. Pero de lo hermoso y de o para el descubrimiento mouo ella si sé toma de otro , bueno : porque Glauc. Yo lo creo. de nada servirá. , efecto que si el método Soc. Yo pienso en estudio de las cien- que hemos prescrito para el la conexión rela- se extiende hasta hacer y cias , tienen entre si mismas ciones íntimas que ellas qual e» el se llega á descubrir si por el raciocinio lexos de este estudio entonces lazo que las une , socorro para e inútil será de gran ser ingrato é , proponemos : mas ae 10 con- fin que nosotros nos incomodidad supen.ua. trario nos tomaremos una Sócrates, parecer pero , Glauc. Soy de vuestro : muy penoso. Soc. Que este trabajes muy largo y aun sino el preám- queréis vos decir? esto no es esto solo sirve para bulo. No sabéis vos que todo inteligencia de ía ley, Preparar el espíritu á la vuestro parecer, que debe (ía) aprenderse? A versados en estas ciencias todos los que están En verdad que por suerte dialécticos? Ghuc. son con- encontrado sino algunos muy no : yo no he se está en estado de tados". Soc. Pero qué ? si no cada cosa creeis v dar á entender la razón de , bien lo q^- nosotr. que jamás se pueda conocer K 4 (152) saberse Glauc. hemos dicho qüe debía ? Yo no lo creo. Soc. Vednos pues llegados ya , mi amado

Glaucon, á la ley misma que comprehende el arte toda de la dialéctica : la qual , siendo espiritual, puede ser representada por el órgano de la vis- ta por este tránsito progresivo de , y (13) , que aspecto nosotros hablábamos , del de los anima- al los astros en fin á la contemplación les de , y del sol mismo. De este modo el que se aplica á prohibiéndose absolutamente el la dialéctica , uso eleva con la razón sol'a de los sentidos , se hasta las cosas si continúa sus inqui- la esencia de : y siciones hasta alcanzar con el pensamiento la llegado esencia del bien , entonces es ya al tér-

mino de los conocimientos intelectuales , como el que vé el sol llegó al término del conocimiento

de las cosas visibles. Glauc. Enteramente es así. Soc. No es esto lo que vos llamáis la marcha y el progreso de la dialéctica? Glauc. Sin duda. Soc. Allí pues se empieza por ser libertado sus cadenas dexadas después las sombras de , y se convierte acia estas figuras artificiales, y á este fuego que ilumina la cueva. En fin sale de este lugar subterráneo para elevarse á los luga- res alumbra el sol porque los ojos dé- que ; y biles y deslumbrados no pueden de pronto fi- las plan- jarse en los animales mismos , ni en sol sus imágenes pin- tías , ni en el , se recurre á tadas en las aguas. Aquí el alma tiene igualmen- recurso fantasmas fantasmas divinas, te á , pero de á sombras de seres verdaderos y no á sombras J ( 53) , . , , , ser a que la imagen del , ío que no tiene mas de la qual el sol sombras formadas por una luz representación El mismo no es sino una débil de que hemos ha- estudio de todas las ciencias electo eleva la blado produce este admirable , y contemplación parte mas noble del alma hasta la séres de la mis- del mas excelente de todos los ; parte otro caso el ojo , ma manera que en el , contempla el mas la mas brillante del cuerpo , en este mundo luminoso de los astros puestos Yo estoy de acuerdo material y visible. Glano. aunque en cierto modo, con lo que vos decís : comprehender pero la cosa me parece difícil de ; la tengo también por no baxo de otro respecto , no es ésta la úni- fácil de despreciar. Mas como asunto en lo ca vez que hablaremos de este , y veces supon- sucesivo volveremos á él muchas ; ha dicho ven- gamos que esto es así como se , y exphquemosla con el gamos á la ley misma y preámbulo. De- cuidado que hemos explicado el dialéctica en cidnos pues en qué consiste la , caminos s® quántas especies se divide y por qué apariencia que el consigue. Porque hay mucha caminos es el término adonde ván á parar estos Soc. Vos descanso del alma y el fin de su viage. allá mi amado Gj.au— Ho podréis seguirme hasta , mí hace la buena voluntad con : por lo que á seria sola la imagen del bien, no me faltaría , ni el bien mismo qual a ia que os haria ver , sino último que ^este sea el mí me parece. Mas por , salk po>- bien mismo ó no. yo no me atrevo a

res ~s .¡ de que nosotros hemo, ministerio de las artes hemos llamado muchas ve- hablado. Á éstas las ciencia por acomodarnos con el nombre de , ces nombre que debe dárseles otro r al uso ; pero de la opinión un medio entre la obscuridad ga nos va - ciencia : nosotros I la evidencia de la conocimiento razonauo. mos mas arriba del de cosas muy im- Mas tenemos, según me parece para detenernos en ana portantes que examinar , mucha razón. nombre. Glauc. Teneis disputa de como parecer que continuemos Sor Es pues mi , al primero mas peri- antes en llamar ciencia y conocimiento razonado al modo de conocer : to quarto, tercero conjetura al segundo: fé al , y oaxo el nom- comprehendiendo los dos últimos baxo el de los dos primeros bre de opinión , y sea ob- suerte que lo que nace inteligencia: : de de a lo que es sea objeto jeto de la opinión , y inteligencia sea « inteligencia, y que la el co o- ciencia a la fe , den á la opinión-, la conjetura io que cimiento razonado á la , generación (14). bese- esencia es respecto de la el exame amado Glaucon , mos por ahora 5 mi se funda esta anamgia, de las razones ea que dividir en o» e»ne como también el modo de que caen axo a _°P 1 cics el género de objetos que pertenecen a ía mte nion y el de aquellos (* 56 ) Agencia , por no meternos en discusiones ffia . largas que todas las de qué acabamos de salir' Glauc. Haced vos ío que gustéis , yo procuraré seguiros mientras pueda. Soc. No llamáis vos dialéctico ai que conoce la razón de la esencia de cada cosa ? Y del hom- bre que no ía conoce no decís , , que no tiene inteligencia de una cosa , en quanto no puede dar razón de ella ni á sí mismo , ni á los otros? Glauc. No puedo ménos de decirlo. Soc. Discur- ramos del mismo modo en orden al bien. De un hombre que no puede separar con el entendi- miento la idea del bien de todas las otras , ni dar una definición exacta , ni después de haber cor- rido de hilera en hilera las diferentes clases de ideas , como un exército dispuesto en orden de batalla , reconocerla entre todas las demas no , con una simple opinión , sino con ciencia cierta, y proceder en este examen con una razón segura

é incontrastable : no diríais vos de este tal que está en una disposición que ni conoce el bien por esencia , ni ningún otro bien que si por ; y fortuna adquiere alguna no fantasma del bien , la alcanza por la ciencia . sino por la opinión, y que su vida se pasa en un profundo sueno acompañado de desvarios, ¡de modo que antes de dispertar se encontrará .en ios profundos infier- nos para dormir alii eternamente? Glauc. Por Dios que , todo esto diría con gran seguridad. Soc. Pero si vos os hallaseis algún dia encargado en efecto de la educación de estos mismos dis- que formáis aquí por modo de conver- eípufos , pienso que no los pondríais ciertamen- sación , república con un pleno te ai frente de vuestra , poder de disponer de los mas grandes negocios; si fuesen de palo no podían dar si ellos , como » que no. Soc.Les razón de nada. Glauc . Seguramente propio prescribiríais pues un plan de educación para hacerles hábiles en la ciencia de preguntas Ayudado de vuestros conse- y responder. Glauc. esto juz- se lo prescribiría. Soc. Según , jos , yo decirlo así el gáis vos que la dialéctica es , por , otras ciencias que no colmo y la cima de las , y sobre ella en- hay ninguna que deba ponerse , contrando todas en ella su fin y su perfección? Réstaos por consi- Glauc . Así me parece. Soc. par- guiente el disponer á quiénes hemos de dar modo lo liaremos.. te de estas ciencias y y de qué Glauc. Esto es evidente. Soc. Os acordáis quáí era el carácter de aque- llos que escogimos para gobernar? Glauc. Muy bien que me acuerdo. Soc. Estad pues bien per- sobre todo hombres, de aquel tem — suadido , que por quanto se pie son los que debemos escoger : mas- deben preferir aquellos, que son mas firmes 7 agraciado^. valerosos si ser puede ,. los mas , y Mas no hasta que sean ilustres y severos de cos- necesario aún que tengan talentos, tumbres ; es acomodados á la educación que queremos darles.. mio Glauc. Qué talentos son estos ? Soc. Amigo } apren- disposición para las cieneias y facilidad en el se acobarda se disgusta der ; porque alma y G$z) . mas pronto del estudio de las ciencias abstractas,

exercicios del cuerpo á causa de qi¡ que de los , e

el trabajo le toca de mas cerca , siendo para ella sin el cuerpo se tome ninguna sola , que parte en él. Glauc. Esto es verdad. Soc. Es menester

ademas que ellos tengan memoria , que sean ro- bustos que amen el trabajo toda especie , y , y porque de otro de trabajo sin distinción : modo cómo creeis vos que consientan en soportar á un tantos exercicios del cuer- tiempo hasta el fin , reflexiones tantos cuidados del es- po , tantas y ello píritu? Glauc. Jamás consentirán en , á mé- nos que hayan nacido con un muy feliz natural.

dia el Soc. El defecto que se le atribuye hoy , y vienen, oprobio que resalta sobre la filosofía , que no se tie- como hemos dicho mas arriba , de ne bastante consideración á la dignidad de esta para espíritus ciencia : pues que ella no se hizo falsos bastardos sino para almas francas y , y nobles. Glauc. De qué modo entendéis esto? quieren aplicarse á Soc. Primeramente , los que libres sospecha no la filosofía , deben estár de y de claudicar en lo que mira al amor ai trabajo , en parte modo que no sean en parte laboriosos , un jo- indolentes : lo qual sucede siempre que por la ven lleno de ardor por la gymnástica , no los exercicios del cuerpo ; caza , por todos que tiene de otro lado ningún gusto para todo lo se inquisiciones conversaciones liama estudio , , se- el trabajo en sabias , ántes bien siempre teme que mejantes circunstancias otro tanto digo : y . .

( l $9) encontrados los deseos, claudica aquel que tiene del alma des- recreándose en estos exerciclos , Glauc. No hay- preciados todos los del cuerpo. pondremos también en cosa mas cierta, Soc No imperfectos respecto al es- la clase de naturales las almas de aquellos que tadio de la verdad 5 no pudién- detestando la mentira voluntaria , y mismos sin dola sufrir sin repugnancia en sí y tienen el mismo indignación en los otros , no ni se dis- horror á la mentira involuntaria v cuando- son conven- gustan á sus propios ojos ,, que se revuelcan en cidos de ignorancia , sino que un cerdo en ella con la misma complacencia es muy cíertm Soc . No el cenagal ? Glauc . Todo en discernir ios na- se debe poner menos cuidado espurios res- turales generosos de los naturales , la. de la fortaleza , de pecto de la templanza , Por grandeza del alma y de las otras virtudes. esto así los particula- no saber distinguir todo , sus intereses sin. res como los estados confian , á estos á magistrados , aquellos ami- discreción , Glauc. No es sino- gos defectuosos y bastardos. muy común. ' _ medidas Soc Tomemos pues las mas justas dedi- para hacer buena elección; porque si solo importan- camos á estudios y exercicios de tanta falte ni de- sugetos quienes nada , cia , aquellos á ni parte del alma , la jus- parte del cuerpo , de ninguna que ticia misma no tendrá reprehensión nuestra república nuestras leyes hacernos , y y si nosotros les presentamos se conservarán ; pero (lóo) sugetos indignos sucederá lo contrario , , y cc

Glauc. Cosa muy vergonzosa seria ésta para no- sotros. Soc. Sin duda pero no reparaba en ; qus yo mismo doy ocasión ahora á que se rian á mi

costa. Glauc. En qué ? Soc. Que se me habia ol- que todo esto no es sino un proyecto, vidado , tanto calor como si la y hablaba con cosa se executase á nuestra vista. Lo que me enardeció la conversación volví los tanto fué , que en ojos la filosofía viéndola tratada con el ma- sobre , y contenerme sin yor vilipendio , no pude mani- festar mi enfado é indignación contra los que la

ultrajaban. Glauc. Pues en verdad , que yo que soy uno de vuestros oyentes no encuentro que hayais dicho cosa demasiado fuerte. Soc. Pues yo que soy el orador no pienso lo mismo. Mas sea que nuestra po- lo que fuese , no nos olvidemos aquí niera elección recaía sobre ancianos ; mas creer á no seria del caso : porque no debemos dice que un viejo puede aprender Solón quando , aún menos en muchas cosas ; siendo así que está puesto que estado de aprender que de correr , los muchos y grandes trabajos son solo para la juventud. Glauc. Esto es cierto. Soc. Propondremosles pues desde la edad mas la geome- tierna el estudio de la aritmética , de prepa- tría y de las otras ciencias que sirven de dialéctica en su enseñanza se ración á la ; pero ha de desterrar todo aquello que suene á opie- Por- ¿ion y violencia. Glauc. Por qué razón ? Soc. ( i6i ) que el hombre libre nada debe aprender con es- clavitud. Que los ejercicios de! cuerpo sean for- cuerpo no se le sigue zados ó voluntarios , al las lecciones por esto ningún detrimento ; pero que por fuerza se meten en el alma , no perma- necen allí mucho. Glauc. Es verdad. Soc. No el ánimo de los jó- oprimáis pues , amigo mió , venes en las lecciones que les diereis ; ántes bien hacedlo de modo que se instruyan como por juego, para que podáis mejor conocer los talentos de cada uno. Glauc. Esto que vos decís me parece muy juicioso. Soc. Pero por ventura os acordáis tam- bién de lo que diximos mas arriba , que era me- nester llevar los jóvenes á la guerra montados espectadores del comba- sobre caballos , hacerles acercarles aún á la pelea quando se pudie- te , , se sin riesgo hacerles probar la sangre como , y se acostumbra con los cachorros de presa? Glauc. Muy bien que me acuerdo. Soc. Separa- reis pues por mas selectos los que habrán mos-

trado mas sufrimiento en los trabajos , mas es- fuerzo los peligros mas fervor para las en , y ciencias. Glauc. Á qué edad ? Soc. Quando hayan concluido su curso de exercicios gymnásticosj será porque durante todo este tiempo , que de Ies imposible hacer otra cosa, dos ó tres anos , es no habiendo ninguna mas enemiga de las cien- por otra cias que el cansancio y el sueno : y parte los trabajos corporales son una prueba á la qual es importantísimo el ponerlos. Glauc. Yo

así lo pienso. Soc . Pasado este tiempo , quando

TOMO II. í (162) ellos habrán llegado á la edad de veinte anos, concederéis á los escogidos mayores honras q>ja les propondréis en compendio á los otros , y ] as ciencias que habrán estudiado mas por menor ea á fin que se acostumbren á ver de un la niñez , las golpe de vista las conexiones que ciencias tie- otras á conocer la naturaleza nen unas con , y Este de lo que verdaderamente es. Glattc. método de aprender es el único que puede asegurar ea ellos los conocimientos que habrán adquirido. Soc. Este también es el medio mas seguro de dis- tinguir el espíritu dialéctico del que no lo es; porque el que puede reunir en un solo punto de nacido es para vista los objetos mas distantes , los otros no son nada propios. la dialéctica ; Glauc. Del mismo parecer soy yo. Soc. Después de haber notado con cuidado haréis una segunda elec- los meiores espíritus , hasta la edad de los treinta anos, ción de los que , habrán mostrado mas constancia y firmeza, tan- en los to en el estudio de las ciencias , como en las otras prue- trabajos de la guerra , como á ho- bas prescritas por las leyes : les elevareis grandes observareis aplicándoles nores mas , y , los que sin ayudarse de su vis- á la dialéctica , las los otros sentidos podrán sobre ta , ni de , conoci- huellas de la verdad levantarse hasta el sér aquí es mi amado Giaucon, miento del ; y , precau- donde se necesitan tomar las mayores habéis advertí o ciones . Glauc. Por qué ? Soc. No en 3 el mal grande que en nuestros días reyna ( i 6 3 ) dialéctica? Glauc. Qué mal? Soc. Que está llena de desorden y de iniquidad. Glauc. Es muy cier- to. Soc. Creeis vos que en esto haya algo que no escusareis á los que se dexan lle- extrañar , y var de este desorden? Glauc. Por dónde son ellos escusables? Soc. Á ellos íes sucede lo que á un supuesto que criado en el seno de una fami- hijo , lia opulenta rodeado de fasto de adu- noble y , y siendo ya crecido advirtiese que los ladores , en que se dicen sus padres , no lo son , sin poder des- cubrir quiénes sean los verdaderos. Me podríais acaso adivinar quáles fuesen sus sentimientos en orden á los lisongeros aquellos y á los pretendi- él tuviese conocimiento dos padres , ántes que la suposición después que estuviese ins- de , y truido ? Ó queréis por fortuna saber sobre esto mi presentimiento? Glauc. Mucho que lo quiero. él tendría mas respeto Soc. Yo me imagino , que su madre á los otros que mira- á su padre , á y parientes que á los aduladores que ba como , , y se esforzaría mas á socorrerles si los viese en ne- hallaría ménos dispuesto á mal- cesidad : que se

: suma que tratarles de palabra , ni de obra en , en las cosas de entidad les obedecería mas bien todo el tiempo que que á los aduladores , por ignorase su verdadero estado. Glauc. Es muy ve- rosímil. Soc. Pero apenas hubiese él descubierto la al instante se disminuirían el verdad , creo que acia sus padres se au- respeto y atenciones , y se abandonaría mentarían á los aduladores ; que siguiendo s estos con ménos reserva que ántes ¡ L 2 viviendo publicamente en todo sus consejos , y

mas estrecha familiaridad ¡>1 con ellos con la 5 paso que en nada se ocuparía de aquel padre y' supuestos á menos de aquellos parientes , que moderado. fuese de su natural dulce y Gfouc.Eiio vos decís mas no dexaria de suceder como 5 como aplicaremos esta pintura al desorden de que vos Desde niños os quexais? Soc. De este modo. nos criamos con unos principios de honestidad y jus- quienes ose- que respetamos nosotros ¡ y á ticia j decemos como á nuestros padres. GIp-uc. Es cier- otras máximas to. Soc. También se nos ofrecen no se dirigen sino al pla- opuestas á éstas , que cer rodean nuestra alma como otros tantos , y mas que nos solicitan vivamente ; aduladores , lo ménos á los que en- no nos persuaden 5 por conservan tre nosotros son mas moderados ? y siempre para con aquellos principios en los qua- la misma su- les se criaron el mismo respeto y misión. Glauc. También es verdad. á alguno Soc. Ahora si se ilega á preguntar dispuesto que cos- que se halla eon el ánimo asi , después que ha respondido co..» es lo honesto , y legislado.} forme á lo que aprendió de boca del á fuerza de repeti- se le refuta su respuesta , y confunde re das y multiplicadas réplicas se le , que en si alguna cosa duciendoie á dudar , hay que deshonesta ; y sí sea mas bien honesta , otrs> lo bueno de las respecto de lo justo y de , y hace lo nli cosas que tiene en mas estima se j £w creéis vos que él tome , mo : qué partido (* 6 s) sumisión que dese- orden al respeto y «to , en Es como preciso que los honre ca darles? Glauc. mucho menos que antes. Soc. TS v los respete no tener a Q quando llegue á términos de Y ^Pf no reconocer como al prin- á estas máximas , y que tienen con el y las relaciones íntimas cipio a parte imposible descubrir que le sea por otra podrá acaso suceder que v“rdad por sí mismo : la que otras máximas que s abrace él otra vida ni posible. Soc Luego lisonjean? Glauc. No es le en re- ántes era se convertirá de obediente que , tiene u contra las leyes. Glauc. No belde apocan ya veis que los que se Soc. Según esto , que acaoo de referu, á la dialéctica del modo delecto que con to o, deben incurrir en este , y indulgencia. decía son dignos de como poco há , - Soc. Para no exp Glauc. Y aún de compasión. á la misma des- ner pues á nuestros discípulos llegado a la edad gracia cuidarás quando hayan , Ariamente a esta de treinta años de aplicarles precauciones necesarias ciencia con todas las Desde luego no e Glauc. Está muy bien. fe. « • ~ nrk ¿carsela prooac

mientras son jovciic». — - las pri- mozos luego que han tomado que

6 { ?) , de nuevo a aquena eue» a, qaal Ies haréis basar empleos militares, obligándoles á pasar por los propias de su edad a v por las otras funciones , experiencia. £n que no cedan ellos á nadie en circunstancias observareis si En todas estas , por mas que sean tira- permanecen constantes , _ todas partes ó si se de- dos y solicitados de , Glauc. Quárito jan bambolear por poco que sea. Quince anos. tiempo prescribís para esto ? Sac. término á Entonces será tiempo de conducir al anos habrán salido los que cumplidos cincuenra se habrán distinguiuo puros de estas pruebas , y obli- su conducta ; en las ciencias y en toda y áeia el ser que garles á dirigir los ojos del alma del á contemplar la esencia todo lo ilumina , y de un modc.o bien, sirviéndose después como sus costum- para arreglar con singular esmero cada uno de ios las del estado las de bres , y ocupándose casi siempre en el es- ciudadanos , pero quando les llegase la tudio de la filosofía ; autoridad de encargándose del peso de la y vez , negocios en vista solo la administración de los de que es público coa i persuasión del bien , y a que una o^iig^Cion. ménos un oficio de honor 5 este ino ,o es onerosa é indispensable. í de dexado suceso- pues de haber instruido á otros y que defiendan la repú- res dignos de reemplazarles islas de lo» ellos de esta vida á las blica , pasarán erigirá a >- bienaventurados (16). El estado les si lo aprue a e mas magníficos sepulcros , y como a oráculo de Apolo se les harán sacri.fn.ios )

( ió8 dioses tutelares lo los , 6 á menos como á bien- aventurados divinos. Glauc. Sócrates y , acabais darnos de como hábil escultor el modelo de u n completo. magistrado Soc. Aplicad también esto á las mugeres mi , amado Glaucon , no creáis que haya yo hablado mas por los hombres qu , e por aquellas mugeres que nazcan con un natu- ral capaz de tan excelente educación. Glauc. Aú debe ser , pues que en nuestro sistema es nece- sario que todo sea común á los dos sexos. Soc. Ahora bien: me concederéis al presenta que todo quanto se ha dicho de nuestra repú- blica de su y gobierno no es un puro deseo ? La execucion es difícil sin duda , pero ella es posi- ble no otra , y de manera que de la que se ha

explicado : es decir , quando se verá al frente de los estados uno , ó muchos en realidad filó- sofos , que mirando con desprecio los honores que hoy dia se aprecian tanto , persuadidos que son viles de ningún valor no y , y teniendo en mucho sino la rectitud y las honras que son su recompensa , poniendo sobre todo la justicia por

lo mas importante necesario - y , sujetándose en toramente á sus leyes , y aplicándose á hacerla florecer , tomarán exactas medidas para refor- mar el gobierno de la república. Glauc. Qué me- cidas son éstas I Soc. Ellos desterrarán al campo todos los habitantes de su ciudad que serán ma- yores de diez años encargándose la {17) , y de educación de sus hijos , los criarán conforme á sus costumbres á sus y principios , los mismos i 6 ( 9 ) preservan- aquí arriba ; hornos manifestado flue que toman al pre- de los malos hábitos lies así fámi- criados en el seno de su los que son te en su mudad por este medio establecerán í y forma de go- tiempo sin trabajo la en" poco y hablado haciéndola feliz a de que hemos , bierno habitantes. dando gran consuelo a sus ella Yy Sócrates que duda: yo creo , , Glauc No tiene y modo de encentarse habéis encontrado el ™ algún día caso que se eaecute nuestro proyecto , discurso acerca de Demos'pues fin á nuestro a ella poi- del hombre parecido : está república y principios está claro de Óue según nitros , efecto está él. Gimic- En ¡uzgailuál debe ser de sentir, como TOS decís soy también dio , y esta materia» que se agotó enteramente » - - .

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COLOQUIO OCTAVO.

Convenido quedó entre iSoc. Ahora bien. que en una repú- nosotros, mí amado Gíaucon, las todo debe ser común , blica bien gobernada de la mis- los hijos la educación , y mu seres , , exercieios pro- ma manera comunes también los es necesa- guerra : que pios de la paz y de la y reyes sean hombres consu- rio ademas que sus ciencia militar. mados en la filosofía y en la acordamos Soc. x\os Glauc. En efecto que así lo en que los gefes condu- convenimos también , ta- se alojarían en casas ciendo á sus soldados , a comunes a todos , les quales habernos dicho , ninguna propia. í donde ninguno tuviese cosa acordareis ta. vez ademas del alojamiento, vos os tocante á sus de lo que hemos dispuesto Pa- acuerdo que entes siones. Glauc. Muy bien me , que ninguno ae ei os tu juzgado ser del caso , cosa qu- ueser viese la propiedad de qualquier sino que miran como los guerreros de hoy día j destinados á com- dose como otros tantos atletas público debían ellos, batir y velar por el bien , sus concia a cuidar de su seguridad y la de de sus ser- nos recibir de los otros en paga , y para sus a i vicios lo que necesitasen cada ano Pero pues que memos. Soc. Vos decís muy bien. acordémonos hemos dado fin á este articulo , { donde estábamos, quando entramos en esta lar- digresión para que de nuevo tomemos la ga , se- guida de nuestra plática. Glauc. No es difícil, porque vos teníais entonces sobre la república, casi los mismos discursos que hace poco. Deciais vos que una república para ser perfecta debía asemejarse á aquella que vos habíais trazado , y que el hombre de bien era aquel que se conducía por ios mismos principios : aunque os era posi- ble dar del la otra una pintura toda- uno y de , añadíais si vía mas acabada. Pero , vos , esta las forma de gobierno es buena , todas demas son defectuosas. Y si mal no me acuerdo , contabais quatro especies de las que convendría hacer mención examinar los defectos de ellas com- , y , parándolos con los de los particulares , cuyo ca- rácter (i) correspondía á cada una de estas es- pecies ; á fin que después de haberlos reconocido coa cuidado habernos asegurado del carácter , y •del hombre de bien del malo estuviésemos en y , estado de juzgar si el primero es el mas feliz, y el segundo el mas desgraciado de los hombres, ó si al contrario. Y en el momento en que yo os preguntaba por estas quatro maneras de gobier- nos la Polemar- , tomaron palabra Adimanto y os ha con- co , y os metieron en la digresión que ducido hasta aquí. Soc, Teneis una memoria muy pre- feliz. Glauc. .Haced pues como los atletas : sentadme otra lance responded yez el mismo , y á la misma vos pensabais res-, pregunta , lo que ponder entonces. Soc. Si es que puedo. l ( 72>) deseo saber quales son CSavc Desde luego ren- especies de gobiernos. Soc. No estas quatro satisfaceros por quan- *L Jucha dificultad en , todas quatro. La primera soa muy comunes celebrada es la de gobierno y la mas , esoecie que Lacedemonia. La segunda , de Creta y de segundo lugar es la oligar- también se pone en , expuesto á un gran numero de quía gobierno diferente de la segunda y me- males. La tercera , ilustre tira- es la democracia. La nos estimada , de los que no se parece á ninguno nía en fin , es la quarta la ultima en- otros tres gobiernos , y Podríais por suerte nom- fermedad de un estado. tenga otra forma pro- brarme un gobierno que los éstas porque las dinastías , nia y distinta de ? otros tales gobiernos en- principados venales y los de yo he nombrado ; tran entre aquellos que y no menos entre los esta esoecie se encuentran Glauc. En verdad bárbaros que entre los griegos. extraños, uoc. ^a- que se encuentran muchos y necesidad hay otros bed pues ahora, que de como especies de tantos caractéres de hombres las sociedades se ior gobiernos. Creeis vos que peñascos no de las cos- man de encinas ó de , y componen las tumbres de los miembros que las , como torrente se Le- quales quando se aúnan , Glauc . No pueden van tras sí todo lo demas? pues que son formarse de otra cosa. Soc. Luego cinco e era- cinco las especies de gobiernos , particulares e a ser también ios caractéres duda. Soc. que les corresponden. Glauc. No hay ) .

l T4 mos tratado ya del carácter que corresponde á la aristocracia que nosotros , y decimos con razón que es bueno justo. Glauc. En efecto y que 1 0 hemos tratado. Soc. Trás esto pues nos es preciso recorrer los caractéres viciosos es decir , , el in„ trigante ambicioso y , formado sobre el modelo del gobierno de Lacedemonia en , y seguida e!.

oligárquico , el democrático el tiránico. , y Quan- do hayamos reconocido quál de estos caracteres es el mas malo le , nosotros opondremos aí mas justo para que ; comparando la justicia pura con la injusticia también sin mezcla , acabemos por fin de descubrir hasta qué punto , la una y la otra nos hacen felices ó desgraciados si , y debe- mos ponernos de parte de la injusticia según el consejo de Thrasimaco , ó darnos á la fuerza de las razones que al presente nos persuaden abra- zar el partido de la justicia. Glauc. Hacerse há en un todo como vos decís. Soc Como hemos empezado pues por examinar las costumbres del estado, ántes que pasar á las de los particulares, porque hemos creído que éste seria el método mas claro ; no sería á propósito que continuáse- mos en seguirle que , y después de considerar primero el gobierno ambicioso (porque yo no sé que otro nombre darle , á no ser el de timocrá- cia ó de timárquia , pasemos en seguida á la consideración del hombre que se le asemeja? Y lo mismo haremos respecto de la oügárquia y del hombre oligárquico. allí Desde , después de ha- ber echado los ojos sobre la dirigí- democracia , .

miradas sobre el hombre demo— s ruestras r£ tiráni- - último viniendo al gobierno c0 Por , constitución cotejándola co examinaremos su , y C pronun- carácter tiránico, procuraremos 0n el conocimiento de causa sobre la qiies- ciar con hemos propuesto resolver. Glauc. No tion que nos con mas orden en este examen puede procederse

probemos desde luego á ex- Ea pues , se baria el tránsito de la plicar de qué modo es cierto ha- artstocrácia á la timocrácia. No , que las mudanzas que suce- blando en general , político tienen su origen, den en todo gobierno , gobierna quando se levanta en en la parte que , que por muy pequeña ella alguna sedición ; y parte miéntras ande acor- que se suponga esta , imposible que en el estado de consigo misma es ? Glauc Es muy cierto. se haga ningún trastorno mi amado Glauco» , mu- Soc. Mas de qué modo , república i por dónde dará de aspecto nuestra ó guerreros introduciéndose la discordia entre y armará cada uno de estos cuer- magistrados , se mismo ? Queréis pos contra el otro y contra sí supliquemos á as vos que á imitación de Homero la sedi- musas que nos expliquen el origen de burlan s_ ción que suponiendo que ellas se y , y ñiños les haga- divierten con nosotros como con , sublime como si mos hablar en tono trágico y , qué mo &; lo hiciesen sériamente? Glauc. De "Difícil es Soc. poco mas ó ménos. De éste , al tai como «que la constitución de una república - «la vuestra se altere pero , ; como todo lo nacido ssestá sujeto á corrupción , este sistéma de g0_ 3>bierno por excelente que sea no durará , , para «siempre sino que se desvanecerá , , y ved aquí j) el modo. No solo respecto de las plantas qU8 «nacen en el seno de la tierra , pero aún respec- to de los animales que viven sobre la superfi. j) cié hay tiempo de fertilidad tiempo , y de este- sirilidad tanto , para las almas como para los

«cuerpos , cuyo tiempo es indicado por las inter- jecciones de las órbitas de diferentes círculos: 33 unas que se encierran en mas breve espacio,

s para los animales : que son de mas corta vida; as otras que se acaban pasado largo tiempo , para ssaquellos que tienen vida mas larga. Por hábiles

35 que sean vuestros magistrados no podrán al- sscanzar el raciocinio con , ni aún ayudado de >3 los sentidos , el instante favorable ó contrario, 33 á la propagación de vuestra especie. Este mo- 33 mentó se les ocultará y llegará dia en que en- 33 gendrarán ellos darán hijos quan- , y al estado, 33uo no debieran. En orden á las generaciones ssdivinas , está comprehendida su revolución en 33 un número perfecto. Mas respecto de las huma-

«nas , en las que principalmeute hay incremen- 33 tos, se notan tres distancias superantes y supera- 33 das que , recibiendo quatro términos de lo que 33 se asemeja desemeja de lo que crece se y , y y 33 disminuye , vienen á formar todas las cosas «proporcionadas y comparables entre sí. Cuya íjsesquitercia raiz ofrece junta al número cinco , ( *??) tres armonías multiplicada por , ía una veces ciento la otra ^igualmente igual , cien ; igual longitud pero que cor- „ea realidad de , larga á saber de cien nú- responde á una mas , sacados de los diámetros proporcioná- «meros , quinario ios quales necesitan de is dos de cada , de los que no guardan proporción, que «uno , y ía de cien cubos de tres, «necesitan de dos ; pero 2 geométrico asi estable - «Todo este número ( ) «cido influye con cierta prepotencia en las ge- felices desgraciadas ; lo que igno- s; aeraciones y ajustatan iuera de «rando vuestros magistrados , súbditos los «tiempo matrimonios entre sus , de «quales nacerán, baxo de funestos auspicios, «hijos de malos ingenios. Sus padres es cierto «que escogerán los mejores de entre ellos para serán indignos de «reemplazarles , pero como

«sucederles en los primeros empleos , apenas se- quando empezarán a despre- «rán allí elevados , ndamos haciendo de la música menos caso deí «que conviene. Igualmente despreciaran la gym* vendrá á suceder que. la edu- «aástica , de donde « cae ion de vuestros jóvenes será mucho ménos los que serán «perfecta y concertada. Por tanto no pon- «escogidos entre estos para magistrados , 3idrán bastante cuidado en discernir las razas de

3¡oro bronce de hierro , ae que , de plata , de , y «habla Hesiodo que se hallan entre nosotros. , y con la pia- 3! Viniendo pues á mezclarse ei hierro el oro resultará ae esta pía , y el bronce con ,

i; de regularidad mezcla , falta de conformidad , TOMO a. M que en »y de armonía ; defecto qualquier parte 33 que se encuentra produce siempre la guerra , y jsla enemistad.” De semejante casta de hombres como por necesidad toma origen la sedición en todas partes donde se levanta. Glauc. Y nosotros que las no se sin duda diremos , musas engañan.

Soc. Cómo las musas habían de engañarse , sien-

do musas 1 Glauc. Ahora bien , que dicen ellas tras esto? Soc. "Que levantada una vez la sedi- las razas de hierro de bronce incitarán «cion , y

sjá los unos á enriquecerse , á poseer tierras, ca- 3?sas oro plata mientras que de otro lado las , y ; jj razas de oro de plata ricas de su naturaleza, y , 33 que nada carecen incitarán á los otros á y de , 33 la virtud y á la conservación de la constitución 33 primera. Después de muchos esfuerzos y com- ssbates recíprocos, las gentes de guerra y los 33 magistrados se convendrán en repartirse entre

33 sub- ellos las tierras y casas : tratando como á 33 ditos esclavos á los otros ciudadanos quie- y , á ssnes miraban ántes como á hombres libres, como

33 á sus amigos mantenedores en vez de ser y ; y 33 sus la guerra, custodios , les obligarán á hacer 3 sy cuidar de la seguridad común.” Glauc. Paré- cerne que esta revolución no tendrá otra causa. Soc. De consiguiente este gobierno ocupará el medio entre la aristocrácia y la oligarquía. Glauc. No hay duda. Soc. La mudanza en efecto se hará del modo que ne explicado será la forma de este ; pero quál nuevo gooierno ? No es evidente que conservara (*?9 ) antiguo que tomará también alguna a ¡„o del j oligarquía como que participa del cosa de la , otro en fin que tendrá algo de pro- uno Y del , y Glauc. Así es. Soc. Conservará pio y distintivo ? respeto á los magistral pues de la aristocrácia el guerra á la agri- la aversión de ia gente de dos , á las otras pro- las artes mecánicas , cultura , á y la costumbre de comer en fesiones lucrativas , ejercicios el cuidado de cultivar los común , y Ciertamente. gvmnásticos y militares. Glauc. propio será el temor de Soc Lo que tendrá de primeras dignidades, elevar á los sábios á las hombres como que no se formarán en su seno pura sino mezclada de de una virtud simple y , preferencia para el vicios el escoger con ; y un valor poco espíritus bulliciosos , de mando , mas inclinados á la guerra que a la ilustrado , mucho aprecio de las estratagemas y paz; y hacer teniendo siempre las armas astucias de guerra , seguro. Soc. Los ha- en la mano. Glauc. Es muy riquezas como en bitantes serán codiciosos de , adoradores groseros los estados oligárquicos , y en las ti- la plata los sepultarán del oro y de , en tesore- teniéndoles encerrados como nieblas , cofres encas- rías en sus dispensas y en sus ; y casas como en otros tillados en el recinto de sus , con ras tantos nidos gastarán allí pródigamente , admitirán a mugeres con todos aquellos que , y mucha ver sus placeres secretos. Glauc. Esta es avaros de sus dad. Soc. Según esto serán ellos “ riquezas las aa bienes estiman ias , y , porque M a (i8o) al quieren cíe contrabando ; pero mismo tiempo bienes otro por el prodigarán ios de , deseo que tienen de satisfacer sus pasiones. Entregados en se secreto á todos los placeres , ocultarán de la los jóvenes disolutos se ocultan ley , como de su la persuasión padre ; el temor mas que Ies con-

tendrá en sus deberes , porque despreciaron la

verdadera musa , aquella que preside á la dia- léctica á la filosofía prefirieron con y , y mucho la gymnástica á la música (3). Glauc. El retrato que acabais de hacer es el de un gobierno mez- clado de bien y de mal. Soc. En efecto es así. Pues como allí se antepone la osadía á todo lo él demas , hay en un vicio dominante que sobre- sale á á saber la ambición las intrigas. todo , , y Glauc. Es muy cierto. Soc. Tal es el origen , y tales las costumbres de este gobierno , del quaí

no hice una pintura exacta , sí solo un ligero

bosquejo , por bastar esto á nuestro designio, que es de conocer al hombre justo y al malvado; y porque ademas nos meteríamos en una em- presa interminable si sin , 'quisiésemos describir omitir nada cada uno de ios gobiernos los , y caracteres de todos. Glauc. Teneis mucha razón. Soc. Quái pues es el hombre que correspon- de á este gobierno? Cómo se forma quál es , y su carácter ? Me imagino , replicó Adimanto. que debe ser por muy parecido á éste Gíaucon , lo que hace ai amor á la disputa. Esto podrá ser le dixe diferencia , yo ; pero me parece se en muchas otras cosas. Adim. Quáíes son éstas! ,

‘W (i8i> , aquel debe de ser mas contumaz y e , En que que gustará tal vez de las ¿¿os civilizado : conversaciones sabias pero no ¡otras V de las ; talento para la eloqüencia. Duro tendrá ningún esclavos sin llegar a des- v brutal para con sus , los que recibieron una preciarlos como hacen , iguales, será dulce con sus mediana educación ; obediente abatido en ex- con los que mandan y dignidades, Ambicioso de las honras y t-emo. na no por la eloqüencia , querrá conseguirlas , sino talentos del espíritu ; por ninguno de los siendo muy militares políticas , por las virtudes y exercicios del gym- apasionado á la caza y á los cos- aquí muy al natural las nasio. Adim. Ved esteestaao. boc. na. tumbres de ios ciudadanos de mirará con desprecio las ri- rante su juventud crecerá su amor para quezas pero con la edad , *a porque su carácter es inclinado con ellas ; destituida de fiel custodio, avaricia su virtud , y Adir». Quai e, e te pura ni desinteresada. ni es , - -atemperan» con lam custodio I Soc. La razón conservar de por V1^ sica : ella sola puede posee. Adtm. Decís virtud en un corazón que la cierto el joven ambi- muy bien. Soc. Tal es por gobierno tímocraú-o. cioso, imágendel - de

( 183 ) despreciados tratados de majade- P-vz. que son y que no se ocupan de otra aquellos ciudadanos ros mientras que lo que les incumbe, cosa que de gentes de minga honradas y celebradas las “

muy regular. Soc. Para sostener estos gastos se entregan con mas desenfreno á la pasión de ate- sorar , y quanto mas el crédito de las riquezas se aumenta ' , tanto mas el de la virtud se dismi- Huye. El oro y la virtud no son en efecto como dos pesos puestos en quales una balanza , de los no puede subir el uno sin que baxe el otro? Adim. Es muy cierto. Soc. Por consiguiente la virtua y ios hombres de bien son menos estima- dos en un estado , á proporción que se aprecian (iSs) ricos. Adim. Es evi- mas las riquezas y los llí busca con lo que se estima , se dente. Soc. Pues aquello que se desprecia. ja se descuida ans ' y Por tanto en la timárquia, /ítlim Así es. Soc. , de ambiciosos é intrigantes que los ciudadanos vienen á parar en avaros é interesa- antes eran , elogios toda su admiración es dos. Todos sus , los empleos solo son para ellos: para los ricos 5 para ser allí despreciado. basta el ser pobre duda. Soc. Entonces Adim. No tiene la menor límites deí fixan por medio de leyes los pues se . estos límites son la can- gobierno oligárquico , y ó menos de personas tidad de las rentas. El mas ó me- acomodadas determina el número mayor porque está prohibido, que nor de magistrados ; aquellos cuyos bienes aspiren á la magistratura por la ley. no ascienden al tanto determinado estos reglamentos» Los ricos mismos hacen pasar minas o á poca por medio de la fuerza y de las , pueolo se an- violencia que haya de su parte el cierto que las cesas ticipa por el temor. No es suceden de este modo? Adim. Cierto es. menos cómo se Soc. Yed pues poco mas ó Sí; pero establece esta forma de gobierno. Adim. quáles los defectos quáles son sus costumbres y pt uñe- que deciamos nosotros que tenia? Soc. El constitución misma de ro y mas substancial es la atentamente . A este estado. Porque considerad tuviese Oi.ro en la elección de los pilotos no se se excluyese de» go- respeto que á la renta , y experiea- bernalle al pobre á pesar de su mucha )

( 1 86 cía, qué sucedería? Adim. Que las naves serian muy mal gobernadas. Sor. No sucedería lo mis- mo respecto de qualquier otro gobierno oue fue- se ? Adim. Así lo pienso. Soc. Se ha de exceptuar el de una república, ó debe eomprehenderse tam- bién ? Adim. Sin duda : otro tanto mas que de todos los gobiernos éste es el mas difícil y el mas importante. Soc. La oligarquía pues está sujeta á este defecto capital. Adim. Así me lo parece. Soc. Pero qué ? este s otro defecto es de menos consideración ? Adim. Qué defecto ? Soc. Que este estado por su naturaleza no es uno , sino que en- cierra necesariamente dos estados , el uno de ri- cos él otro , de pobres , que habitan en la mis- ma ciudad trabajan la , y á continua por des- trunse unos a otros. Adim. Vive Líos que no , es este menos considerable que el primero. Soc. Tampoco es una ventaja para este gobierno, hallarse imposibilitado de hacer la guerra ; por- que se ve obligado , ó bien de armar la muiti- tud , y tener por consiguiente mas que temer de ella que del enemigo ;óáno valerse de ella y haber de presentarse ai combate con un exército verdaderamente oligárquico (5) : fuera de que los ricos rehúsan por su avaricia contribuir á los gastos cíe la guerra. Adim. Muy léxos está de ser esto una ventaja. Soc. Mas por fortuna es de vuestra aprobación lo que tanto hemos repre- hendido arriba que es la oli- , y tan común en garquía , donde tantos ciudadanos son á un tiem- po ladradores, guerreros, comerciantes? Adim. De (i*7) lo apruebo. Sor. Ved si el mas nJns uti modo esta constitución es este que voy grande vicio de Adim. Qué vicio? Soc. La liberad que § r*ferir qualquiera de enagenar toaos sus allí se dexa á otro; permitir al ó de adquirir los de y bienes , que permanezca en el estaao sin que los eaagenó ocupación no siendo ni comer- tener ninguna , ni soldado de a pie , ni de ni artesano , ciante , título que el de ni tener en fin otro á caballo , mendigo. Adim, En efecto que es el ma- pobre y piensa en impedir este desorden vor Soc. No se oligárquicos porque si se cor- en los gobiernos ; riquezas inmensas, no poseerian los unos tase , reducidos á la últi- mientras que los otros están mucha razón. Sor. Po- ma miseria. Adim. Teneis voy á decir. Quando ned cuidado aún en lo que rico se arruinó por este hombre en otro tiempo qué ventaja para lo que sus desatinados gastos , público? Pasaba por ahora deciamos le resultó al pero en la realidad ni una cabeza del estado , otio empico ni súbdito ni tenia allí era gefe , , hacienda. Adim. Así que el de disipador de su cosa que un que éste no era otra me parece , vos que diga- pródigo nada mas. Soc. Queréis y que que es en el estaao , lo mos de este hombre , esto es^, un mal el zangaño en una colmena, Adim. Mucno que que le consume y aniquila? esta diferen- lo Soc . Pero hay quiero , Sócrates. crió sin cia que Dios , mi amado Adimanto , en vez que- aguijón á todos los zangaños alados ; alguno.-» «ntre estos zangaños de dos pies - si hay (i88) que no tienen aguijones otros , en recompensa íos tienen bien aguzados. Aquellos que no los tienen á la vejez , viven y mueren en la indi- gencia. : dei número de los que tienen aguijón son todos aquellos que se llaman malhechores. Adim. Es muy cierto. Soc. Es pues evidente que en toda sociedad donde viereis mendigos , hay en ella ladrones rateros , cortabolsas , sacrilegos y picaros de toda especie. Adim. No se puede dudar. Soc. Pero en los gobiernos oligárquicos,

no veis que hay muchos pobres ? Adim. Casi to- dos ios ciudadanos lo son , salvo las cabezas. Soc. No estamos por consiguiente autorizados para creer que se encuentran allí muchos mal- hechores armados de aguijones , á quienes los magistrados contienen en su deber , con la vigi- lancia y -con la fuerza ? Adim. Si lo estamos. Soc. Mas sí se nos pregunta quién los fomentó ailí , no diremos que la ignorancia, la mala edu- cación, y el vicio interior del gobierno? Adim. Sin duda. Soc. Tal es pues la constitución de este estado tales son sus defectos acaso puede , y , y ser que tenga aun muchos mas. Adim. Muy bien puede ser. Soc. Por tanto tenemos concluida la pintura de este gobierno que se nombra oligár- quico dance las rentas elevan á ios diferentes grados de la magistratura. Pasemos ahora al hombre oligárquico , y veamos cómo se forma, y quál .es su carácter. Adim. Convengo en ello. Soc. La mudanza del ambicioso en aquel ds quien nosotros ahora hablamos no se hace de esta i 8 ( 9) Soc. El ambicioso ne- ¿era? Adtm. De quál? que quiere desde luego imitar á su ne un hijo después vien- seguir sus huellas ; pero , padre , y padre se estrelló contra el estado* do que su un escollo que des- como un navio contra , y su persona ora siendo ge- truidos sus bienes y , exércitos ora sirviendo algún otro neral de los , á la postre es llevado ante los empleo grande ,

calumniado por delatores , conde- iueces * y á destierro ó á la pérdida de nado á muerte , , toda su hacienda. Adlm. Esto es su honra y de Viendo digo yo amigo mic, muy común. Soc. , , tantas desgracias en las que caer sobre su padre , parte, perdido su patrimonio, le cupo también su precipita esta por su propia vida ; y temiendo arrogantes del tro- ambición y estos sentimientos hu- no que les habia levantado en su alma , y millado por la indigencia en que se encuentra, por me- no piensa mas que en allegar bienes , y mezquino-, dio de un trabajo de remo y un trato esto, consigue el fin de enriquecerse. Después de del no ereeis vos que sobre este mismo trono , qual habia arrojado la ambición, colocará el es- avaricia le establecerá píritu de codicia y de , y poniéndole la diadema por su gran rey (6) , y el collar emendóle la cimitarra ? Adim. Así lo , y pienso. Soc. Acomodando en seguida al pie del otro el esfuerzo, trono de un lado la razón , de obliga á la una aherrojados como viles esclavos , á no pensar en Qtra cosa que en reflexionar , ni acumular fuerza al otro á na nuevos tesoros. , y (IQO) celebrar ni honrar que las riquezas , mas y á los ricos á colocar toda su gloria en la , y posesión de ios bienes de fortuna en la habilidad , y de acrecentarlos. Adtim. No hay tránsito mas rápido mas violento éste la y que , de ambición á la avaricia en un joven. Soc. No es éste por ventu-

ra el carácter oligárquico ? Adim. A lo menos la mudanza de hombre á hombre es la misma que la de gobierno á gobierno. Soc. Veamos aún si las costumbres se asemejan de una parte y otra. Adim. Me parece muy bien. Soc. Desde luego no tiene con la oligárquia este primer rasgo de semejanza , de anteponer las riquezas á todo lo demas i Adim. No tiene duda. Soc. También se le parece en ser mezqui- no afanador concediendo únicamente á la y , na-

turaleza el satisfacer los deseos necesarios , cor- tando todo otro gasto refrenando todos ios , y otros apetitos como superñuos y vanos. Adim. Esto es mucha verdad. Soc. Como pues sea un hom- bre sórdido haga dinero de todo no piensa y , nías en es del nú- que atesorar ; en una palabra , mero de aquellos de quienes el vulgo admira su industria. No es éste por desgracia el retrato fiel del carácter análogo ai gobierno oligárquico? Adim. Sí de una parte otra no se vé cosa ; y de mas estimada que las riquezas. Soc. Sin duda, que este hombre no cultivó su ánimo y su espí- ritu con una buena educación. Adim. Creo que no dexaria con- : porque de otro modo , no se ducir en todos sus pasos por un conductor tan (I 9 l) Soc. Está bien. Pero con- ciego como Plato (7). ahora añado. No diremos que siderad aún lo que hizo nacer en él deseos que son la ignorancia , Se los zangaños los unos siem- de la naturaleza , los otros siempre prontos á hacer bre mendigos , mucho trabajo refrena en ^ial á Quienes son Adim. Puntualmente es así. sus justos* límites ? qué ocasiones la injusticia de Soc. Sabéis vos en al descubiertotAáim. En ¡stos deseos se mostrará esté encargado de qué ocasiones? Soc. Quando ó de alguna otra comi- la tutela de huérfanos , la quaí tenga ancha licencia de hacer sión , en es también cier- mal. Adim. Es verdad. Soc. No la vida, que si en las otras circunstancias de to , de probidad s i pasa por hombre de honor y , contiene sus malos deseos y los oculta baso e! ia equidad no es ni velo de la moderación y de , ni por razón que se hace dueño , sin o por virtud , por el miedo de perder sus por necesidad , y Queriéndose apoderar de los. de oiro^ bienes , Adim. Es muy cierto. Soc. Pero á fé que quan— do se trate de gastar de la hacienda de otros, amado amigo en los entonces descubriréis , mi , apetitos, cantor— hombres de este carácter , muy mes al natural de los zangaños. Adim . Estoy persuadido. Soc. Luego por necesidad experimen- tan sediciones en io interior de sí mismos, y en dos hombres cuyos deseos cada uno de ellos , hay

se por lo común , los buenos combaten ; aunque deseos llevan la superioridad sobre los malos. Adim. Esto es cierto. Soc. Por esta razón en. lo C i9 3 ) exterior parecen mas moderados , y mas dueños

de sí mismos que otros muchos : pero la verda- dera virtud que produce en el alma la concordia la armonía está muy levos de su corazón. y , Adim. Así io pienso. Soc. Quando se trata de dis- putar alguna victoria ó algún otro premio de

honor en los juegos públicos , el hombre mez- quino se porta con muy poco ánimo. No quiere

gastar el dinero por la gloria . ni por esta espe-

dispertar en sí cie de combates ; temiendo de- llamarles para seos demasiado pródigos , y que le socorran en las contiendas y disputas. Com- bate pues de un modo oligárquico, con una muy

pequeña parte de sus fuerzas : es verdad que casi

él siempre queda vencido ; mas qué importa , se

enriquece. Adim. Es muy seguro. Soc . Dudare- mos pues aún de la perfecta semejanza que se encuentra entre el hombre avaro y mezquino, y el gobierno oligárquico? Adim. De ninguna manera. Soc. Trátase ahora de examinar el origen y co- costumbres de la democrácia , á fin de que

nocido el carácter del hombre democrático , po- compararles entre sí hacer juicio de damos , y entrambos. Adim. En esto no haremos mas que seguir nuestro método ordinario. Soc. Pásase de la oligárquia a la democrácia por la codicia in- riquezas que se mi- saciable de adquirir nuevas , ran como la mayor ventaja en el gobierno oli- gárquico. Adim. Cómo es esto? Soc. Los magis- trados que deben á sus muchos bienes los em- (* 93 ) ocupan no se cuidan de etifre- cíeos que ellos , las leyes el libertinage üar con el rigor de de los ni impedirles que se arruinen jóvenes disolutos , excesivos gastos siendo su con desperdiciados y ; la hacienda prestarles designio comprarles , á ganancias aumentar por estos medios gruesas , y reputación. Adim. tiene sus riquezas y su No la menor duda, Soc. Es evidente por otra parte, gobierno sea es que en qualqnier que , imposible las riquezas que se encuentre que se honren , y la al mismo tiempo en los ciudadanos virtud de porque es como necesario que sa- la templanza ; crifiquen ellos una de estas dos cosas á la otra. tanto Adim. Es muy cierto. Soc. Por , en las oiigárquias los magistrados por su descuido y la

licencia que conceden ai libertinage , han redu- cido á mendiguéz hombres tal vez nacidos coa sentimientos nobles y elevados. Adim. No hay- duda. Soc. Esto forma en el estado un cuerpo de fuertes aguijones, de gente ociosa , armada otros los unos oprimidos de deudas , los notados arruinados á un tiempo en de infamia , estotros bienes en honra aborreciendo de muerte á los y , que se enriquecieron con los despojos de su for- tuna armándoles asechanzas tanto á ellos , y deseosos como al resto de los ciudadanos , siem- pre de novedades. Adim. Es así á la letra. Soc. Entretanto estos usureros codiciosos, encorvados así sobre su presa no , por decirlo , ,

pensando ser descubiertos de los otros , conti- núan sordamente en suministrar dinero á los que

TOMO II, N * ( 94 ) en hacerles brechas consi- se valen de ellos , y derables en sus patrimonios , exigiéndoles á tí- tulo de interés sumas mucho mayores que las por cuyo medio fomentan que les han prestado , en el estado un enxambre numeroso de zánganos puede ménos de llegar y de pobres. Adim. No á ser muy numeroso este enxambre. Soc. Sin em- bargo no quieren apagar este incendio que todo lo consume, impidiendo que los particulares dis- ni pongan á su fantasía de sus bienes , emplean- do algún otro medio igualmente propio para contener el progreso del mal. Adim. Quál es este otro medio? Soc. Del que es natural valerse en primero que consiste en obligar defecto del , y á los ciudadanos á ser virtuosos por amor á sus si en los contratos li- propios intereses ; porque se bres cada uno arriesgase de lo suyo , quando contratase contra la ley, la usura se exercería con sociedad civil se venan ménos descaro en la , y en ella ménos males de los que se han dicho. Adim. Convengo en ello. Soc. Al presente la ma- yor parte de los ciudadanos se véa reducidos á este triste estado por culpa de los magistrados, abun- miéntras que estos y ios suyos viven en la dancia sus hijos llevan una vida voluptuosa, , y ni sin cuidar de exercitarles ni en sus cuerpos , en sus ánimos con ninguno de los trabajos pro- pios de su edad por tanto se crian aíemina- , y dos y desidiosos para resistir á los halagos del placer á las impresiones del dolor. Adim. Es , y mucha verdad. Soc. Y ellos mismos ocupados ( J 95) descuidan todo laicamente en enriquecerse , íó no se toman mas trabajo por ad- demás , y que aquellos que reáuxeron á quirir la virtud , mendigos. Ádim. No hay duda. la clase de Soc. Dispuestos pues los ánimos dé este modo» quando los magistrados y los súbditos se en- ó en cuentran unos con otros eri los viagés , qua- ó eri ios lesquiera otras concurrencias comunes , los exércitos ora asociados espectáculos , 6 en , ora sobre la tierra quando meti- en la mar , , ó ocasiones peligrosas se ob- dos en algunas otras , servan mutuamente unos á otros : los ricos no tie- nen entonces motivo ninguno de despreciar á los ántes al contrario quando un pobre fla- pobres ; , tostado del sol se vé en lá peléa junto á un co y , sombra carga- rico criado con delicadeza á la , y

qué le vé casi sin resuello , em- do de gordura , y creeis vos barazado de su misma persona , no qué en este momento le venga al pensamiento decir estos hombres despreciables se hacer* , qué qúe encon- ticos por cobardía de los pobres , y digan recíproca- trándose á solas cotí otro , se que nuestros ricos no sori mente : en verdad , buenos para nada? Ádim. Persuadido estoy ^que modo. Soc. Á lá ellos hablen y piensen de este manera pues que uri cuerpo mal dispuesto y achacoso necesita para eriferrriar sino el mas , no ligero accidente que aún á veces se indispone, , y exterior: sin que ie sobrevenga ninguna cáüsa del mismo modo uri estado en la situación ed tarda á set él que acabo de representarle , no ( J96 ) guerras intestinas blanco de las sediciones y , lúe- pretexto los ríeos go que con el menor , y l os fortincar su partido lla- pobres buscan como , estos á los habitantes de mando en su socorro , aquellos á las cabezas de una república vecina ? no pOi_as veces las algún estado oligárquico , y dos facciones se despedazan con sus propias ma- parte sin que los extrangeros tomen en su nos , esto es así. Soc. querella. Adim. En verdad que El popular quando los gobierno pues viene a ser , los ricos ma- conseguida victoria sobre , pobres , arrojan a otros se parten por tan á unos , , y los empleos la ad- igual con los que quedan , y ministración de las negocios de la república : di- executa comun- visión que en este gobierno se mente por medio de la suene. Adim. Este es el modo con que en efecto se establece la demo- ahora sea sea por via de las armas , crácia , ahora temor tomen el partido de que los ricos , por , retirarse sin estrépito. de los Soc. Quáles serán pues las costumbres ciudadanos quál la constitución de este nue- , y claro que el homore vo gobierno ? porque está cierto modo que se le asemeja debe parecemos en lue- democrático. Adim. Es evidente. Soc. Desde no el mundo es libre en este estado , y go , todo indepen- se respira allí otra cosa que libertad é dueño cada uno de hacer lo qn* dencia , siendo en to- le parece. Adim. Así lo dicen. Soc. Mas licencia es eviden- das partes donde reyna esta , mismo te que cada ciudadano dispone de sí , y (' 9 ?) .. género de vida que mas ie á su placer el duda. Soc. Por consiguien- ¡irada. Adim. No hay con singularidad en semejante go- te debe haber toda especie de conducta. bierno hombres de Mm No puede menos. Soc. Parece pues que gobierno debe pasar por la mas es^a forma de que esta prodigiosa varie- hermosa de todas , y otro tanto la hermosu- dad de caracteres realza matizes de diferentes colores real- ra como ios Adim. Por qué no? Soc. A lo saii la de una tela. hacen las mugeres méaos los que juzgan como vestidos quiero decir por la v los niños con ios , preferirla a to- bordadora, no podrán dexar de tengo dificultad en das las demas. Adim. No república es, mi amado creerlo. Soc. En esta ir á buscar el ge- amigo donde cada uno puede , acomode. Adim. Por nero de gobierno que le cada encierra todos , qué esto? Soc. Porque los y vivir á su modo. Me cual tiene allí la libertad de quisiera formar el pmn de parece que si alguno no ahora nosotros , ua estado como hacemos , cmdaa donde go- tenía mas que llegarse á una una feria donde bierna el pueblo que es como , e e toaa especie , se encuentran gobiernos de } executando des- gir aquel que mas le agrade , que hubiese es- pués su designio sobre el modéio no tendría esca- cogido. Adim. Seguramente que juzgando de ia cosa.a sos' los modélos. Soc. Mas vida no es condición de primer golpe de vista , cómoda el n0 poder se*, or bien dulce y bien , público por mu zado á aceptar ningún empleo , N Z (i 9 8) crio mérito que uno tenga para desempeñarle- el no estár sujeto á ninguna autoridad , si uno no quiere el no hacer la guerra ; , quando la ha- cen otros ni estár en si ; paz , no es de vuestro

gusto , mientras que otros viven en ella ; y por último si , aunque la ley os prohíba toda fun- ción en el foro ó en la magistratura , , el ser á despecho de la ley juez ó magistrado , si os pa- sase por la fantasía ? Adim. A primera vista, esta vida debe parecer deliciosa. Soc. No es también cosa admirable la dulzura con que allí se trata

á los reos ? No habéis visto en una ciudad libre hombres condenados á muerte ó á destierro , per- manecer impunemente en la ciudad , presentarse en público pasearse , y con un ayre y continen- te de héroe como si , nadie le viese , ni debiese ocuparse de él ? Adim. En verdad que he visto muchos. Soc. Ademas , no es efecto de una con- descendencia verdaderamente generosa y de un modo de pensar exento de baxeza , el desprecio que allí se aparenta de las máximas que hace poco producíamos con tanta el énfasis , trazando plan de nuestra república • quando asegurába- mos que á menos de estár dotado de un exce- lente natural de haberse decirlo , divertido , por así , desde su niñéz en ha- juegos honestos , y de ber hecho de todas las tales cosas un estudio se- rio ei resto de su vida , jamás llegaría á ser hom- bre bueno y cabal ? Con qué grandeza de alma se desprecian allí estas ocuparse máximas , sin examinar el carácter y conducta de los que * ( 99 ) manejo de los negocios públi- „ insieren en el contrario se aparenta por hoa- ,,'nué ardor al llenos de solo que digan que están íaríes, con pueblo 1 Aáim. Esto los intereses del t 0 por sentimientos muy generosos. suncas en efecto ménos las ventajas de Tales son poco mas ó Sor go- como vos veis , un democracia. Este es , la cuya donde nadie es superior , bierno muy dulce , en donde reyna k igual- variedad arrebata , y mas desiguales. Adim&o entre las condiciones dad el sea bien notoria a todo decís cosa que no

^ ahora el carácter del hom- Soc, Considerad e ó mas bien por guaraar bre democrático ; gobierno no averigua- mismo orden que en el , formo? Ad,m. S. ¿otes de qué modo se remos este es por ventura de por cierto. Soc. Pues no oligárquico tiene u. modo? El hombre avaro y sus su modo de joensar y hijo á quien cria con bien. Soc. Este hijo do- costumbres. Adir». May

dei padre , P cautiva á exemplo mina y , placer que ins P ll *n que le inclinan al , sienes ganan son enemigas de la , luvo el gasto , y y deseos que se esta multitud de en uní paLra , evidente. Soc. Q llaman superñuos. Adim. Es con mas clarada reís vos para que caminemos , que empezemo p en nuestra conversación , distinción entre los establecer la -lo superfinos? AAun. Mucho rios y los deseos acaso para am deseo. Soc. No hay razón que el cortarlos y «eos necesarios aquellos , :n 4 ( 200 ) prlmirlos no está en nuestro poder , y quántos de otro lado nos es útil contentarlos"? porque está claro que unos otros son necesidades y de la naturaleza: no es así? Adim. Es muy cierto Soc. Luego con justa razón llamaremos necesa- rios á estos deseos. Adim. No hay duda. Soc. Mas en orden á aquellos de los quaíes nos es fácil desprendernos si nos , aplicamos desde niños, cuya presencia sobre no producir en nosotros ningún bien nos , causa muchas veces grandes males qué otro ; nombre les conviene mejor que el de deseos superfluos ? Adim. Ningún otro. Soc. Propongamos un exemplo de los unos y de los otros á fin , de formarnos una idea mas jus- ta. Adim. Será muy conveniente. Soc. El deseo de comer con alguna sazón , quanto sea necesa- rio para conservar la salud las fuerzas y , no es necesario? Adim. Yo así lo pienso. Soc. El de la simple comida es necesario por dos razones, la una. porque es útil comer, la otra porque es im- posible vivir de otro modo. Adim. Es así. Soc. Pero ei del condimento no es necesario , sino en quan- to contribuye para la salud. Adim. Esto es muy Cierto. Soc. Pero el deseo de toda especie de manjares y guisados, deseo que puede reprimir- se y aún cortarse enteramente por una buena educación deseo , nocivo al cuerpo y al alma, cuya razón embrutece y despierta las pasiones, 110 contarse entre los deseos superfinos? Adim. Con muchísimo motivo, Soc. Diremos pues nosotros que estos deseos son dispendiosos y ¿¡ró- (2 Oí) lucrosos por ser aquellos ahorrativos y , a;

cia , de ocupaciones loables , y de juicios verda- deros que son fiel , la guarda mas segura y mas cíe la razón de los mortales amados de Dios. Adim. Enteramente es así. Soc, Luego al punto los juicios falsos presuntuosos las opiniones y , atrevidas acuden á montones el mis- , y ocupan mo lugar que habiati de ocupar aquellos. Adim.Es (sos) no es enton- Soc. Mas por desgracia _ c í erto. de estos volup- Cuando vuelve á la compañía sin avergonzarse de su trato f' os iotoptiagos (8), de sus amigos Limo con ellos? Y si de parte y algún socorro á la facción con- ¡tientes le viene los juicios es la sobria de su alma , traria que prontamente las puertas del cas- falsos cerrando que se rehúsan la entrada al socorro tillo real escuchan siquiera los discursos que le envía ni de seso de experiencia hombres ancianos llenos y en embaxada. Ayudados de una les dirigen como perniciosos ellos combaten, multitud de deseos , victoria tratando de imbe- tdose con la , y le echan afuera ignominiosa- cilidad al nudor , templanza después de mente. Ellos destierran la desfigurado con el nombre haberla ultrajado y exterminan la moderación y de cobardía : ellos quienes dan el nombre de rustici- frugalidad , á Verdaderamente que si. dad v de baxeza. Adir*, purgada el alma de este mi- Sor. Vaciada pues y v le inician quien cercan ellos , serable joven , á misterios introducen en con gran pompa en sus , ricamente adorna- seguida con numerosa corte , la insolen- das con coronas sobre la cabeza , , y ¡a independencia, la prodigalidad , y cia , la las que hacen- mil elogios v, desvergüenza , de su fealdad^ con nombres aplausos , disfrazando civilidad la insolencia* muy hermosos : con el ae con el de la independencia con el de libertad , la desvergüen- magnificencia la prodigalidad , y un jó— za con el de fortaleza. No es cierto que ( 204 ) vea acostumbrado desde la infancia i no satisfi cer otros deseos que los necesarios , pasa de este modo al estado de libertad ó de disolución en el qual se abandona á una multitud de deseos v de placeres superfluos y despreciables? Adim. No puede explicarse esta mudanza de un modo mas enérgico. Soc. Pero cómo vive en lo sucesivo ? Sin dis- tinguir los deleytes superfluos de los necesarios se entrega promiscuamente á los unos y á los otros no , perdonando para satisfacerlos ni bie- nes ni cuidados ni , , industria. Mas si tiene la fortuna de no llevar al extremo sus desórdenes, si la edad y , habiendo apaciguado un poco el tumulto de las pasiones le , obliga á llamar del destierro algunas de las virtudes que él habia echado á no , y abandonarse á discreción á los vicios que ocuparon su lugar ; establece enton- ces entre los placeres una especie de igualdad, haciéndoles por decirlo suertes, y , así , echar dexa que sea dominada su alma por el primero a quien es favorable el acaso. Satisfecho este de- seo , pasa baso el imperio de un otro así de , y todos los demas sin despreciar con- , ninguno , y tentándolos á todos por igual. Adim. Esto es mucha verdad. Soc. Y si alguno liega á decirle, que hay placeres de dos especies : los unos que .•son fruto de deseos los inocentes y legítimos , oíros eonseqüencia de deseos criminales y pro- hibidos que él los ; y debe solicitar y apreciar primeros cier- ^reprimir y domar los segundos : ( 205 ) del alcazar á estas sabias toáas ías entradas ^ no responde sino con ademanes de 'simas , y sosteniendo que todos los placeres son desprecio , naturaleza merecen solicitar- de una misma , y Adirn. Tal es en efecto su dispo- se igualmente. á la qual corresponde su con- sición de espíritu, pues por decirlo así á jorna- ducta. Soc. Vive , , deseo primero que se le presenta, da por día. El el primero. Hoy día pone sus deli- es satisfecho en las canciones bachi- cias en la embriaguez y él ayunará no beberá mas que cas : mañana , y exercita en el gymnasio, agua. Tan pronto se de nada. A ve- como está ocioso y no se cuida pero lo mas común es ces se mete á filósofo ; sube a la tribuna habla ser hombre de estado , , lo que^ se saber io que se dice , ni y obra sin ojos trás la condición hace. se le ván los vedle aquí hecho un de las gentes de guerra , y trás la de los comerciantes, militar : otro dia , mercader. En una palabra , en y vedle hecho un arreglada; su modo de vivir no hay cosa fixa ni llama la vina que en nada quiere violentarse , y bienaven- lleva vida libre agradable, vida , y y natura! turada. Adim. Nos habéis pintado al m de la vida de un hombre independiente y zeloso carácter que igualdad. Soc. Creo pues que su , de ca— reúne en sí toda especie de costumbres y ractéres el agrado toda la varie- , tiene todo y no es de admirar, dad del estado popular : y ape- que muchas personas de uno y otro sexo tezcan que encierra en sí ¿o.- un género de vida , ( 206) das las especies de gobiernos y de caracteres Adim. En verdad que es así. Soc. Coloquemos pues junto á la democrácia este hombre que coij mucha razón se puede llarríar democrático Adim. Pongámosle enhorabuena.

Soc. Réstanos ahora considerar la mas her- mosa forma de gobierno el carácter , y de hom- bre mas completo es decir la tiranía , , y el ti- rano. Adim. Es consiguiente. Soc. Ea pues , mi amado Adimanto , respondedme : quáles son las

costumbres del gobierno tiránico? porque en or- den al con se modo que forma , es evidente que

debe su origen á la democrácia. Adim. Esto es cierto. Soc. Mas por ventura , el tránsito del es- tado popular á la tiranía , no es casi el mismo que el de la oligárquia á la democrácia? Adim.Cómo es esto? Soc. Lo que se mira en la oligárquia como el mayor bien aún lo que dió princi- , y pio á esta especie de gobierno , son las riquezas excesivas: no es así? Adim. Ciertameute. Soc. Pero lo que causa su ruina * no es el deseó insaciable de enriquecerse la indiferencia que este úni- , y , co objeto que se lo proponen , inspira para todo demas? Adim. También esto es verdad., Soc. Por la misma razón á , el estado popular encuentra mas de esto la causa de su perdición en aquello mismo que mira su bien quan- como verdadero , do su di- deseo es insaciable. Adim .- Pero no me rás quáí es este bien? Soc. La libertad.- Entrad en una ciudad libre oiréis decir por todas , y partes que no hay otro bieii preferible á éste , y ( 20?) disfrutarle es consiguiente que todo cae para , fíxe mas bien allí su hambre de carácter libre que en otro lugar. Adim. Mucho se vo- jnorada , gobierno la voz de libertad. S&c Pero, cifera en este poco hace este amor excesivo de como yo decía , acompañado de una indiferencia ex- la libertad , demas no es al cabo lo tremada para todo lo , este gobierno le dispone á que que destruye , y necesaria la tiranía ? Adim. De qué se le haga ciudad democrática se- modo? Soc. Quando una está gobernada por malos dienta de libertad , se la que se la presentan pura , escanciadores , y entonces sí ios hacen beber hasta embriagarla ; , magistrados no son condescendientes con ella, quiera ella los hasta dexarle hacer todo quanto , malvados maltrata con el pretexto que sou unos etecto así que aspiran á la oligárquia. Adim . En respeto su- lo hace. Soc. Y á los que les tienen y desprecio repre- misión los trata con el mayor , volunta- hendiéndoles como gente vil y esclavos particular ala- rios. Mas así en público como en , igualdad que pone a ba y celebra esta preciosa , ciudadanos. un nivel á los magistrados y á los Podrá acaso verificarse que en semejante ciudad no sea llevada la libertad hasta lo sumo? Adim . No penetre mi ama- puede dexar de ser. Sor. Ni que , v que do amigo, en lo interior de las familias , de á la postre el espíritu de independencia y bestias? anarquía no se comunique hasta las Adim. Qué entendéis vos por esto ? Soc. Quiero decir se acostumbran, a tratar , que los padres ,

( 208 ) iguales á sus hijos aún á temerles como y ; yes,, sus padres tos á igualarse con , y á no tener ni aquellos de quienes respeto , temor á recibie, otro modo lo padecería roa el ser , porque de su libertad que ios ciudadanos viejos los : y avecin- aún los extrangeros pretenden dados , y gozar allí de los mismos derechos. Adim. Puntualmen- te así sucede. Soc. Y descendiendo á cosas me- la misma razón nores , los maestros por temen adulan sus discípulos los discípulos allí y á ; y se burlan de sus maestros y de sus pedagogos. jóvenes quieren ir á la En una palabra , los paí los viejos balancear su autoridad ya con 5 y , en las acciones. sea en los discursos , ya sea Los viejos de su parte por una complacencia y una sientan entre los civilidad mal entendida , se jó- venes se dedican á copiar sus donayres mo- , y y gentes de un dales , con el temor de pasar por carácter duro y despótico. Adim. Es así al pie mas in- de la letra. Soc. Pero amigo , el abuso tolerable que la libertad introduce en este go- entrambos sexos bierno , es que los esclavos de son tan libres como aquellos que los compraron. las muge- Y por poco se me olvidó decir , que res tienen allí tanto poder y son tan independien- tes como los hombres. Adim. No nos dexemos nada según la expresión de Eschylo ) , y (9 gamos quanto nos venga á la boca. Soc. Está muy a bien yo así lo hago. Apenas podía creerse : y quanto los ani- no haberlo experimentado uno , son mas males de quienes se sirven los hombres ¡ ( 209 ) quaíquier otra parte. Nosotros libres allí que en perritas (io) según el adagio, vemos que las , mismo pie que sus amas que los están sobre el ; acostumbrados á caminar caballos y jumentos libres espetados atropellan con el ¿el todo y , delante si no les hace lu- que encuentran por , plena gar. En fin todo disfruta allí de una y en- cierto contais mi tera libertad. Adirru Por me no voy casi nunca al propio sueno : porque yo campo que no me suceda esto. Soc. Mas por ven- tura comprehendeis vos el mal general que de todo esto resulta ? Conocéis quán delicados y cos- quillosos de genio se vuelven los ciudadanos, en términos de revolverse y sublevarse á la me- nor apariencia que vean de servidumbre ? AI cabo vienen á parar, como vos muy bien sabéis, en no no escri- hacer ningún caso de las leyes escritas , ó tas, para que jamás se verifique que tienen sobre bien lo se. sí ningún déspota. Adán. Sí , muy amigo mió aquella for- Soc. Esta es pues , , arrogante de la ma de gobierno tan hermosa y , lo menos según yo pien- qual nace la tiranía , á pero conti- so. Adim. Arrogante es en efecto , nuad en explicarme las conseqiiencias. Soc. La misma enfermedad que destruyó la oligárquia, tomando nuevas fuerzas y mayores aumentos por vie- la demasiada licencia en el estado popular , esclavitud su li- ne á destruirle y á convertir en decir que no bertad. Y en general es verdadero , sin exponerse á se puede dar en un extremo , lo qual se advier* caer en el extremo contrario ;

tomo 11 , © 0 .

( 2 1 ) te en las estaciones en las plantas , , en los cuer- pos sobre todo en los estados. Adim , y Esto es

muy regular. Soc. Por tanto , la excesiva liber- tad pronto ó tarde degenera en extremada es- asi respecto una clavitud , de sociedad entera como de un simple particular. Adim. También ésto es consiguiente. Soc. Luego es natural oue la tiranía no tome origen de otro gobierno que

del gobierno popular ; es decir , creo yo que , á ía libertad mas entera y mas completa debe su- ceder la esclavitud mas dura é insoportable.

Adim. Este es el orden común de las cosas, Soc. Pero pienso que no es esto lo que vos me

preguntabais : sino que queríais saber quál es aquella enfermedad que formada en la oligar-

quía aumentada después en la democrácia la y , conduce por fin á la tiranía. Adim. Teneis ra- zón. Soc. Por esta enfermedad, entiendo yo aque- lla multitud de gente ociosa y pródiga, déla qual los unos mas atrevidos y esforzados se po- nen al frente los otros mas en , y cobardes van los su seguida ; de quaies comparamos los pri- meros á los zangaños armados de aguijones , y los segundos á los zangaños sin aguijón. Adim.Ten- go esta comparación por muy propia. Soc. Estas dos especies de hombres hacen en todo cuerpo político los mismos estragos el huma- , que en no hacen la fiema y la bilis. Un sabio legislador, en calidad de médico del respec- estado , tomara to de ellos las precauciones mismas que un dies- , tro colmenero toma respecto de los zangaños. Su .

( 211 ) cuidado será impedir que no se introduz- — r!mer colmena si á pesar de su vi- can ellos en la , y allí metido los cortara gilancia se hubiesen , con la parte del panal don- cuanto ántes pueda retirado. Adim. En verdad, no hay ¿e se han tomar. otro partido que comprehender aun mejor lo que Soc. Para hagamos una cosa. Adim. Qué? caeremos decir , con el pensamiento el estado po- Soc. Separemos cuerpos de los quales realmente pular en tres , el primero se comprehenden fe compone. En quiero hablar porque la aquellos de quienes yo ; allí en no menor número licencia les hace nacer Así es. Soc. Hay no que en la oligarquía. Adim. que son mucho mas re- obstante esta diferencia, republicano que en el oli- voltosos en el estado , razón? Soc. Porque en gárquico. Adim. Por qué se ellos ningún crédito , éste como no tienen y los empleos, no pue- cuida de excluirles de todos en la ni fortificarse ; pero den ellos ni obrar , numero to- fuera de un pequeño , democracia , frente de los negocios. dos los demas están al hablan eje- Los mas intrigantes de entre ellos y bordeando al rededor de a cutan : los otros qualquiera susurran cierran la boca á tribuna , y contrario e un parecer ; que quisiese proferir . todos los negocios suerte que en este gobierno á excep-ion e a guno» pasan por sus manos , Soc. El segundo pocos. Adim. Es muy cierto. n0 n-^g url cuerpo hace bando á parte , y Quál es? oc. orno trato con la multitud. Adim. O 2 (ai2) en este estado todo el mundo trabaja por en- el tráfico los riquecerse con , que son mas sa- bios mas moderados en su conducta y , son tam- bién por lo común los mas ricos. Adim. Es muy regular. Soc. De estas gentes pues sin duda sacan los zangaños mas miel y con mas facilidad. Adim. Cómo la habían de chupar de los que tie-

nen poco ó nada? Soc. Por eso á estos ricos se les dá el nombre de yerba (n) de zánganos.

Adim. Y con razón. Soc. El tercer cuerpo es el pueblo baxo compuesto de artesanos , y gente sin ocupación que apénas tiene de que comer ; cuyo cuerpo en la democracia es el mas numeroso y el mas poderoso , quando está congregado.

Adim. Es cierto : pero no se congrega con fre-

qüencia , á menos que no se le distribuya algo de miel. Soc. Por lo mismo los que presiden es-

tas asambleas , hacen quanto pueden por sumi- nistrársela. Con esta mira , se apoderan de los bienes de los ricos el , que parten ellos con pue-

blo , reservándose siempre para sí la mejor par- te. Adim. Este es en efecto el fondo de las dis- tribuciones pecuniarias que se le dán. Soc. Entre- tanto los ricos viéndose despojados de sus bie-

nes , se resisten con todas sus fuerzas á estos arrebatadores llevando sus pueblo , quexas al , y poniéndose en la obligación de defenderse. que se otros Adim. No , estarán quietos? Soc. Los que por su parte , les acusan por muy inocentes roa- estén , de que quieren alborotar el estado , quinar contra la libertad del pueblo ser olí- , y ( 2I 3) dexar de hacerlo. «•árameos. Adim. Ni pueden al cabo quanáo los acusados descubren Soc. Mas , no tanto por mala voluntad quan- que el pueblo , ignorancia seducido por los artificios to por , y calumniadores forma designios malos con- de sus , entonces sea ya que ellos quieran ó no tra ellos ; , se hacen efectivamente oligárquicos. Y quieran , ellos este mal sino á los zán- no debe atribuirse á , en este apu- ganos que los aguijonean y los ponen duda. Soc. Tris esto vienen las ro. Adim. No hay las sen- las acusaciones recíprocas , denuncias , y los ricos. Adim. Esto tencias dadas en pro ó contra lances acostumbra siem- es verdad. Soc. Para estos quien confiar con pre el pueblo tener alguno á al qual procura en- preferencia sus intereses , Adim. Es muy cier- grandecer y hacer poderoso. que de la raíz de los to. Soc. Es pues evidente , el tirano no de protectores del pueblo brota , y otra parte. Adim. Claro esta. del pueblo Soc. Pero por dónde el protector es cierto, empieza á convertirse en tirano? no parecido á o 4jue Guando empieza á hacer algo Arcadia en que cuenta la fábula que sucede en Que es lo el templo de Júpiter Liceo ? Adim. ei que una vez que allí pasa? Soc. Dícese que mezcladas con las probaba las entrañas humanas se convertía en de otras víctimas, por necesidad Adim. bi. lobo. Nunca lo habéis oido decir ? el protector Soc. Del mismo modo pues quando sumiso del pueblo encontrándole perfectamente sus manos con la san á su voluntad , empaña o 3 ( 214 ) por gre de sus ciudadanos ; quando acusaciones son sino muy calumniosas que no comunes , ios arrastra ante los tribunales y les hace espirar en quitándoles cruelmente la los suplicios , vida; quando él mismo abrevando su lengua y su boca impura con la sangre de sus próximos y de sus ciudad de homicidios de car- amigos , llena la y desterrando á unos matando á otros, nicería , , y proponiendo en seguida la abolición de deu- repartimiento de tierras no es das y un nuevo ; esto para él una fatal necesidad de perecer á hacerse tirano del manos de sus enemigos , ó de estado de hombre convertirse en lobo? Adir». No , y hay medio. Soc. De consiguiente declara guerra opulentos si abierta contra los hacendados y : y

después de haberle arrojado de la ciudad , vuel- ve á entrar en ella á pesar de sus enemigos, no es cierto que vuelve con todo el aparato de un tirano? Adim. Es evidente. Soc. Pero si los ricos ni hacerle conde- no pueden conseguir echarle , enton- nar á muerte acusándole ante el pueblo , ces le arman asechanzas para matarle de oculto con muerte violenta. Adim. Nunca dexa de su- ceder esto. Soc. De aquí la tan decantada petición y notoriamente tiránica que hacen al pueblo los pedirle que se vén reducidos á este extremo , de la persona escolta , á fin de poner á cubierto del protector del estado. Adim. Verdaderamente es así. rezelandose Soc. El pueblo se la concede , de su vida confiados de sí misinos. , y muy lie— Adim . Es certísimo. Soc. Quando las cosas ( 215 ) punto lo advierte el hombre acau- aQ ¿ €,te , y que por sus riquezas es tenido por dalado , y gobierno entonces amigo mió, enemigo 'del , , se dado á Creso (12) , toma para sí el oráculo rio no huye acia el pedregoso Hermo , y retira , avergüenza de que le tengan por cobarde. S e bien porque no quedaría en Adim. Hace muy ; segunda vez. Soc. Pero disposición de avergonzarse vida. en la fuga creo que le cueste la ¿ le pillan , suerte que esperar. ¿Jim. No le queda otra protector del estado , que se Ssc. En quanto al no creáis que goza en mag- ha declarado tirano , sino de su dignidad ; nífico reposo las ventajas su tribunal der- siempre inquieto y de pie sobre , á todos aquellos de riba á derecha y siniestra no lo hace no quienes desconfía. Ádim. Si así , seguridad. respondo de su , quál es la felicidad Soc. Veamos pues ahora seme- de la sociedad que crió de este hombre , y lo deseo. Soc. Des- iaate monstruo. Ádim. Mucho de su dominación, de luego en los dias primeros quaatos encuen- no halaga con sonrisa á todos deciries que en tra, y aún llega á abrazarlos y haciéndoles ménos en ser tirano , todo 'piensa , particular a so - mil ofertas en público y en , partiendo las tier- viendo de todas las deudas , y favoritos t.a.t~n o a ras entre el pueblo y sus , una ternura tedo el mundo con una dulzura y que empiece e de padre? Adim. Es como preciso asegurado los este modo. Soc. Mas quanáo está parte por tratados >- e~ enemigos de afuera , en O 4 I ( 2 6 ) parte por sus victorias se , y halla por este lado en paz sosiego siempre tiene y , cuidado de man. tener algunas semillas de guerra á fin ; que e¡ pueblo sienta la necesidad que tiene de una ca- beza. Adim, Esto es muy regular. Soc. Y sobre todo á fin , de empobrecerle con ios impuestos que le carga para , que ocupado en acudir á su miseria diaria , no medite asechanzas contra su persona. Adim. Es evidente. Soc. Creo también que esto lo hace fin , á de tener á mano un me- dio no sospechoso de deshacerse de aquellos que concibe pueden hacerle alguna oposición , y que sabe tienen el corazón demasiado libre para do- blarse á su voluntad , exponiéndoles á los gol- pes del enemigo en un dia de combate. Por to- dos estos motivos es necesario que un tirano ten- ga siempre entre manos alguna guerra. Adim. Con- vengo en ello. Soc. Pero semejante conducta no es preciso que le haga odioso á sus súbditos? Adim. hvo puede menos. Soc. Y aún algunos de los que contribuyeron á su elevación logran , y para con él mucho valimiento , no es verosímil que hablen entre si con toda libertad sobre lo que pasa, que los y mas atrevidos lleguen á que- xarse á él mismo y á reprehenderle ? Adim. Es muy regular. Soc. Luego es preciso que el tira- no los quite ae enmedio si , quiere reynar en paz 5 y que sin distinción de amigo ni enemigo , des- íiuj,a á todos aquellos cuyo mérito le hace al- guna sombra. Adim. Es cosa clara. Soc. Debe paca tener «na vista muy perspicaz- para discer- (2T?)

esforzados magnánimos , pru- • tos que son , se vé es tal su felicidad , que dentes v ricos ; y ó no quiera á declararse por reducido quiera , ellos armarles lazos á la conti- enemigo de , y tanto que haya purgado el estado. nua hasta Hace lo con- Mm. Bella purga por cierto! Soc. médicos los quales purgan los trario que los , lo malo dexando lo bueno. cuerpos quitando y entretanto debe hacerlo así, ó re- Adim. Mas Luego se vé apremiado nunciar la tiranía. Soc. necesidad que le presenta la elec- por la feliz , ó tener que vivir con gentes sra ción de perecer , virtud de quienes aún no puede mérito y sin , Adim. En verdad que evitar el ser aborrecido. Soc. Pero no. es cierto que es tai su situación. sus ciudadanos por cuanto mas odioso se haga á tanto tendrá mayor necesidad sus crueldades , numeroso mas ce un cuerpo de guardia mas y Soc. Mas dónde en- fiel? Adim. No puede menos. les hara venir? contrará él gente fiel ? ó de dónde ellos vendrán vo- Adim. Como les pague bien , Soc. Por el Can lando á montones de todas partes. decir que que os entiendo. Queréis de Egypto , de todos los le vendrán enjambres de zangaños comprehendisteis mi paises. Adim. Muy bien confiaría su pensamiento. Soc. Pero por qué no Soc. Com- persona á sus súbditos ? Adim, Como ? quienes diese poniendo su guardia de esclavos á vida á sus libertad de haber quitado la , después otro tanto mas que amos. Adim. Muy bien , y adictos. estas eselavos- le serán enteramente (218) Soc. Quán digna de envidiarse es ía condición d* hb tirano si le obliga á destruir , los-mejores ciu dadanos hacerse de sus esclavos , y , sus amigo? confidentes. Adim. Pues no es y posible tener otros. Soc. Estos nuevos ciudadanos se llenan de admiración para con su persona los , quales son admitidos á su mas íntima familiaridad , mien- tras que los hombres de bien le aborrecen y Je huyen. Adim. No puede ser otra cosa.

Soc. No en vano pues se celebra la tragedia como escuela de sabiduría á , y Eurípides que fue en ella aventajado. Adim. Por qué causa? Soc. Porque Eurípides (13) pronunció en cierta parte esta sentencia llena de un sentido profun-

do : Los tiranos son sabios por el trato que tienen

con los sabios. Y sin duda quiso decir los , que que componen su corte son otros tantos sábios. Adim. Es cierto que Eurípides y los otros poe- tas levantan la tiranía hasta los cielos en mil pa- rages de sus obras. Soc. Por tanto estos poetas trágicos tienen el entendimiento muy bien puesto para llevar á mal que en nuestra república , y en todos los estados gobernados por nuestras máximas se les rehúse de 5 la entrada , á causa los elogios desmedidos que hacen de la tiranía. Adim. En quanto que yo puedo presumir , creo los mas racionales de se ofen- entre ellos , no derían de esta resistencia. Soc. Vayan ellos pues, -d les parece á otros el , estados , congregando pueblo á oir sus piezas las roas be- , alquilando llas las mas fuertes las persuasivas vo- , , y mas ,

( 219 ) multitud el gusto de la para inspirar á la ces , democracia. Adim. Vayan, enhora- • ,nia v de la que les resultará de sus wna. Soc. Es cierto pnmera- dinero mucha gloria ; atánes mucho y los tiranos como debe presu- mente de parte de , segundo lugar de parte de las demo- mirse y en ¿"medida que querrán tomar su vue- cracias. Pero fama ira siem- mas perfectos , su lo ácia gobiernos aliento no po- perderá el , y bre en disminución, hasta allá. Adim. Teneis razón. drá acompañarles esta digresión^ que nos Soc. Mas dexemos Volvamos al tirano, y dilatarla demasiado. provisiones para mante- veamos de donde sacará numerosa , vana , y ner esta guardia hermosa , Adim. Es evidente renovada á cada momento. despojar los templos, y mien- Que empezará por cosas sagradas le pro- tras que la venta de las cargará al pueb.o los duzca fondos suficientes, Muy bien : pero ménos tributos que pueda. Soc. qué bara? Adim. En- en agotándose este fondo sus su padre el , tonces vivirá de los bienes de , amigas. Soc. i a sus amigos sus paniaguados , y ue ° < u’" queréis decir, que ei P i os entiendo : * su vo- le mantendrá á e y dió vida al tirano , Soc. ero que mitiva. Aáim. Le será preciso. } indignase contra e y me decís? si el pueblo se un hijo ya creci- le dixese que no es justo que , padre sino al con- do y fuerte sea de carga á su ; por su hijo : ni trario que el padre sea mantenido para luego en crearan que le formó y le elevó , de esclavo a do tomarle por su amo, y servir ( 220 ) ras esclavos , mantenerles á él , y á ellos esta multitud de extranjeros que le rodean* J ¡ continua sino que únicamente ; quiso liberta^ por su medio del yugo de los ricos y de aquello! que en la ciudad son tenidos por gente honrada y bien : y así que le manda entonces que se retire con sus amigos dexe , y el estado , con la misma autoridad que un padre despide de su casa al hijo con los compañeros del desorden? Adim.Vm: diez que entonces verá qué monstruo ha engen- drado criado , y abrigado en su seno ae , y q en vano se esfuerza á expeler á uno , que es mas fuerte que lo es él. Soc. Qué es lo que decís? Qué i el tirano se atrevería hacer violencia á su padre aún á maltratarle y , sino se daba á sus razones ? Adim. Quién duda que llegue á este extremo después , de haberle desarmado. Soc. Se- gún esto el , tirano es un hijo desnaturalizado, es un parricida. Y esto es lo que yo llamo una tiranía abierta declarada y , en la qual el pue- blo, según aquel dicho (14.) , por evitar el humo de una vana esclavitud de hombres libres , cae en el fuego oel mas cruel despotismo vé su- , y ceder la esclavitud mas dura mas amarga á y , una libertad excesiva y mal entendida. Adim. Este es un castigo debido á su locura que nunca dexa ce , experimentar. Soc. Podemos lisongearnos que hemos explicado de un modo que satisfaga el tránsito de la democrácia á la tiranía y las cos- tumbres , de este gobierno? Adim. Sí /podemos lisongearnos son razón. ( 221 )

COLOQUIO NONO.

Ooc. Restaños ahora ver como el hombre ti- democrático quáles son sus ránico se forma del , de vivir si su suerte es costumbres y modo , y Esta es la única cosa feliz ó desgraciada. Adim. Sabéis vos lo que que nos falta considerar. Soc. mi enten- yo quisiera aún ? Adim. Qué ? Soc. A no hemos explicado con bastante claridad der , qualidades de las pasiones. Y la naturaleza y el descubri- miéntras falte algo de este punto , miento de lo que buscamos irá siempre mezcla- es- do con alguna obscuridad. Adim. Pues aun ved sobre todo, tamos á tiempo. Soc. Sin duda. Y , mas cla- lo que desearía yo conocer de un modo aeseos ro, reducido á esto. Entre los placeres y cumi— superfluos encuentro yo algunos que son el alma nales é ilegítimos. Los quales nacen en pero algunos los enare- de todos los hombres ; deseos mas arre- nan con las leyes y con otros razón de suerte que ó glados y ayudados de la ; quedan muy débiles y se extinguen del todo , ó estos pocos en número. En otros al contrario , tiempo deseos son en mayor número y al mismo habíais vos? mas fuertes. Adim. De qué deseos mién- Soc. Hablo de aquellos que se levantan es tras la parte del alma que dormimos , quando trntable^ la silla que es dulce , y de la razón , y está como dormida; manda á todo el hombre , ( 222 )

ía otra parte animal feroz , incitada y y con l 0s vapores la comida del vino de y , se revela , y sacudiendo el sueno que quisiera aturdiría , bas- satisfacer ca como escaparse y sus apetitos bru- tales. Bien sabéis que esta parte del , alma se atreve estos á todo en momentos , como si estu- viese libre y exenta de las leyes de la sabiduría del pudor de suerte que se imagina y , entonces tener un comercio ilegítimo con su madre, y no se avergüenza distingue , que nada , ni Dios, ni hombre ni bestia que ningún homicidio , ; , nin-

gún alimento (i) le horroriza : en una palabra, que no hay acción por extravagante é impúdica que sea tras la qual no se vaya. Adim. Decis

mucha verdad. Soc. Pero quando alguno lleva una vida sobria arreglada para entregarse y , y al sueño atiza la antorcha de su razón , , y dán- dole pábulo de reflexiones saludables , medita consigo mismo ; quando sin saciar la parte ani- mal le concede lo fin que no puede rehusarle , á que viniendo á soporarse no perturbe ni coa su alegria , ni con su tristeza la parte intelec- tual del alma sino que la dexe sola desasida ; , y de ios sentidos dirigir sus sus deseos , miradas y sobre ío que ignora, lo pre- de lo pasado , de sente de lo por venir apaciguada , y ; quando también la parte acuesta donde reside la ira , se sin tener el rencor corazón lleno de odio , ni

contra nadie : en fin quando todo duerme en él, salvo su razón entonces el que está dispierta , espíritu ve de mas cerca la se estre- verdad , y ( 223 )

ella cíe un modo mas íntimo , sin que se cha con impuras ni sueños albo- atraviesen fantasmas , Soc. Acaso rotados. Adim. Estoy persuadido. me en referir esto. Lo que importa dilaté demasiado solamente saber , es que hay en cada uno de no- aun en los que parecen mas dueños de sotros , una especie de deseos crueles bru- sus pasiones , , sin freno sin ley que se dan á cono- tales , y , y pues si lo que cer mientras dormimos. Examinad verdad si os conformáis en ello. yo digo es , y Adim. Me conformo. Soc. Traed ahora á la memoria el retrato que hemos hecho del hombre democrático. De- ciamos nosotros que en su juventud se había cria- do baxo de un padre serio y moderado, que no te- nia en aprecio sino los deseos útiles y lucrativos, los deseos super- y se ocupaba poco de satisfacer fiuos que no tienen otro objeto que el luxo , y Ciertamente. ios placeres : no es así ? Ádim. Soc. Que acompañándose después con gentes me- frívolos nos austéras y entregadas á estos deseos bien pronto de los quales acabo de hablar , tomó padre aversión á las lecciones juiciosas de su , y se había abandonado á la disolución y al líber— mejor na- tinage : mas con todo como lograba viéndose tirado de tural que sus corrompedores , dos lados tomado un medio en- opuestos , había tre su padre proponién- conducta y la de su , lle- dose disfrutar los placeres con moderación y var según él una vida igualmente distante ,

pensaba il del desorden. , de la violencia serv , y ( 224 ) cuyo que no conoce ley ; por medio, de oligár- quico que antes era se había convertido , en de- mocrático. Adim. Esto es verdad tai , y es J 3 Idea que comunmente se forma de un hombre de este carácter. Sor. Dad á este hombre ahora llegado ya á viejo un hijo criado en las mismas máximas. Adim. Muy bien. Soc. Imaginaos ea seguida que le sucede á él lo mismo que sucedió su quiero decir que se halle á padre ; , metido en

una vida licenciosa , llamada libre por los que le seducen que por una parte su padre , y y sus

parientes , fomenten poderosamente la facción los deseos de moderados , mientras que de la otra estos encantadores hábiles que poseen el se- tiranos creto de hacer , ayudan con todo su po- la der facción contraria 5 hasta que en fin recur- ren al único medio que Ies queda para detener

á este : joven en su partido es decir , de infun- dirle en su corazón un amor violento , director de ociosos pródigos apetitos que no es otra y , y cosa en mi sentir grande , que un zangaño y con alas. Creeis vos en efecto que el amor de estas personas sea otra cosa que un zangaño? Adim. Yo no creo que sea otra mas que esto. Soc. Pero quando las otras pasiones susurrando al rededor de este de flores, zangaño , coronadas repletas á la continua de vinos y de perfumes, y entregándose en estas asambleas de disolución han á los placeres mas libres y mas excesivos, le criado nutrido le han armado con el agui- y , y jón del del ai- deseo ¿ desde entonces este tirano ( 225 ) por la locura el furor no guarda a escalfado y sino que extermina arroja le- va moderación , y :' presencia quantos sentimientos hones- 03 ¿e su J dentro deseos virtuosos pudiesen quedar de t0s y que borrados enteramente los vestigios sí hasta 1 la templanza se haya llenado del pudor y de , ántes no conocía. ¿ una locura nueva que Adm. No puede hacerse mas viva pintura del modo con que se fbnna'el hombre tiránico.Soc.No esta razón que hace ya mucno es acaso por , que se le dió al amor el nombre de ti- tiempo , verosímil. Soc. Pues ami- rano ? Adim. Es muy , todo hombre embriagado no tiene tam- go mío , tiránicos ? Adim. Sí bién ideas y pensamientos modo un ír^netico, por cierto. Soc. Del mismo , se imagina que puede mandar no un furioso , no sino también á los dioses, solo á los hombres , con -mu- v aun espera el conseguirlo? Adim. Y mi amado amigo, cha vehemencia. Soc. Luego , su carácter está plenamente el hombre tiránico y educación, quando la naturaleza ó la formado , juntamente llenaron su alma de ó una y otra amor de furor. Adim. Esto es embriaguez , de y verdad. se forma este Soc. Vos acabais de ver cóma vive? hombre. Mas pregunto ahora de que modo ñiños Adim. Yo os responderé como nacen los sereis quien me io diga. quando juegan (2) : vos en adelante Soc. Enhorabuena. Creo sin duda que siempre metidos ^en él y sus compañeros estarán los pía- fiestas juegos, festines ramerías, y en , , XQMO II. £ ( 22Ó ) ceres especie que les de toda sugerirá eí amor tirano se aloja dentro , que en su corazón , y que gobierna con imperio todas las potencias Esto es deí alma. Adim. como preciso. Soc. Pero dia y noche no brotarán en su interior una mal. titud deseos indómitos de é insaciables? Adim. Sin duda muchos. Soc. Luego sus rentas , si las tie- ne pronto se agotarán en satisfacerlos. , Adim. No puede dexar de ser. Soc. Tras esto vendrán los empréstitos y la disipación de todo su patrimo- nio. Adim. Es muy cierto. Soc. Y quando ya le nada quede , no se verá importunado por la multitud fogosa de pasiones recien anidadas en su ánimo acosado de sus aguijones , y , parti- cularmente de aquel del amor , á quien como á su general las otras pasiones sirven , por decirlo asi de guardia de escolta , y , no correrá él aquí allá como un y energúmeno , buscando de todos lados donde hacer alguna presa , sorprendiéndo- la artificio con , ó arrebatándola por fuerza? Adim. Seguramente que sí. Soc. Por tanto se verá precisado á robar quanto le venga á mano, o ser á despedazado de los tuertes aguijonazos y crueles dolores. Adim. No hay medio. Soc. Á la manera pues que las nuevas pasiones recien na- cidas en su corazón sobrepujaron las antiguas, y se enriquecieron con sus asimismo, despojos ; aunque mas joven , no querrá él tener mas bie- nes que su padre su madre ampararle del y , y patrimonio que les queda después de haber disi- pado su parte. Adim. Pues por qué no? Soc. Y ( 22 ?) intentaría se lo consintiesen , no • sUS padres no robarles engañarles ? Adim. Sin desde luego y medio no le saliese bien, no disputa. Sor. Si este á la rapiña á la recurriría inmediatamente y Asi lo pienso. Soc. Y si fuerza abierta ? Adim. se oponen á padres ó amado mío , sus ancianos , res- se resisten por fortuna los su violencia , y , ellos alguna se contendrá de hacer con petará , y temo por los ¿ion tiránica? Adim. Mucho me por Dios que me padres de este joven. Soc. Pero por una nueva mi amado Adimanto , digáis , capricho sin ra- concubina á quien ama por y cuya belleza le un mancebo esclavo , zón : por quienes habrá metido en la habrá seducido , y á hasta creeis vos que se propase casa paterna ; , padre la ma- poner su atrevida mano sobre el y edad m abanzada , sin ningún respeto á su dre , naturales que tienen á los derechos antiguos y hasta quererles obu- ellos sobre su corazón , y objeto de sus amores . ear á que sirvan al menor duda. Adim. Par diez que no tengo la para unos padres haber Soc. Dicha pues grande carácter uránico. dado á luz un hijo de este Pero que. Adim. No creo que sea mucha. Soc. e su cuando haya consumido todos los bienes envambre de pasiones padre y de su madre, y el fortificado en su corazón, se haya multiplicado y las paredes as no se verá reducido á romper ú -spq,ar capas en alta noche, y casas , á robar ' osa este tropA e v ’ los templos ? Y entre todo provi a que s los sentimientos de honor y de P a ( 228 ) le habían inspirado en su niñez , desaparecerán V las pasiones recien libertadas del yugo , sir- viendo de escolta al amor se , harán señoras de su corazón : estas mismas pasiones , que quaado estaba sujeto á ¡a autoridad de las leyes y á ia voluntad de su padre no , osaban desatarse sino durante el sueño , quando el amor se haya he- cho dueño tirano suyo le y , provocarán cien ve- ces al dia á cometer las mismas acciones , á las quales rara vez le incitaban ántes durante la noche. Ningún homicidio por cruel que sea, nin- guna especie de disolución , ningún crimen le contendrá : el amor tiránico reynará solo en su corazón introduciendo en él , la anarquía y el desprecio de las leyes mirando ; y á esta alma como un estado del quai se apoderó , la obligará á cometerlo todo atreverse á y todo , para en- contrar con que mantenerle á él y á esta tumul- tuosa multitud de pasiones que lleva siempre consigo , unas venidas de afuera por las malas

compañías ; otras nacidas en su seno , á las qua- les soito las riendas por sus desórdenes y por ia licencia que les concedió. No es esta por su des- gracia la vida que lleva ? Adim. La misma. á>oc. Y si en un estado se encuentran pocos ciu- dadanos de este carácter los sabios , y otros son y arreglados en sus costumbres,saliéndose de allí, se pondrán al servicio de algún tirano, ó si hu- biese guerra en alguna parte venderán sus so- corros á precio de plata ellos ; pero si viviesen en el estado en medio de ia tranquilidad y de C 22 9 5 cometerán allí una multitud de pequeños l, Viz, males habíais ? Svc. Por males.’ Adim. De qué cortarán robarán romperán paredes , ejemplo , , sacrilegos, despojarán pasageros , serán bolsas , eioqüencia serán „ raptores. Si tienen alguna , ven- atestiguarán en falso , calumniadores , y ofrezca. Adim. Esto derán su voto al que mas lo que llamáis pequeños males , es lo que vos y pocos en número ? Soc. Sí; las ellos harán si son son tales como vos sabéis , no cosas pequeñas , realidad grandes : en sino comparadas con ias y los que sufre un todos estos males cotejados con de un tirano, estado oprimido por la malicia no les llegan con mu- según lo del proverbio , en les considere en sí mismos, ora cho (g), orase quando una ciudad sus funestos efectos. Porque ciudadanos de este tiene en su recinto muchos engrosar ca- carácter su partido viniéndose á , y juman sien- da dia por los muchos que se les , fuerzas ayudados ten ellos su número y sus ; insensato son elms entonces por un populacho , tirano aquel de mismos los que dan al estado por corazón está tiranizado por .as entre ellos , cuyo imperiosas. Adim. La pasiones mas fuertes y mas porque sttne elección está muy bien hecna ; perfectamente en e jante sugeto debe manejarse particio qu„ e oficio de tirano. Sec. Él mejor es recibirle sin estado puede tomar entonces , que na resistencia sino al menor movimiento ; mis- contra su patria con las ga , se levantará padre su ma mas violencias que usó contra su y p 3 ( 23°) dre la maltratará en lo posible ; y , entregándo- la en poder dé los jóvenes disolutos que le si- guen reduciendo en un todo , y por este medio á la mas dura esclavitud á esta patria, que, por valerme de la expresión de los cretenses , es pa- ra el otro padre otra madre y ; y vendría á ser tal el paradero y el fin de los deseos de este hombre. Aáim. Teneis mucha razón. Soc. Pero acaso es necesario siempre que semejantes morís, truos se hallen al frente de un estado para darse

á conocer ? no se muestran freqüentemente tales quales son en una condición privada ? primera- mente , ó andan rodeados casi siempre de una multitud de aduladores , prontos á obedecerles en todo , ó sometiéndose ellos mismos á los otros mientras que los necesitan , no hay cosa que no hagan para persuadirles su entero rendimiento, como si fuesen cosas propias ; pero apenas han logrado lo que desean , quando su amistad para con ellos se convierte en indiferencia y extraña- miento. Adim. No hay cosa mas común. Soc. Asi pasan toda su vida sin ser amigos de nadie, dueños ó esclavos de la voluntad otro ved de ; y aquí el distintivo del carácter co- tiránico , no nocer ni la verdadera libertad verdadera , ni la amistad. Adim. Esto es cierto. Soc. Por ventara no diriamos con razón de esta especie de gen- tes , que son hombres sin fé? Adim. Por qué no? Soc. Como también injustos hasta lo sumo, si lo que hemos dicho mas arriba acerca de la justicia es verdadero. Adim. No puede dudarse que io los diferentes ras- r Recapitulemos' pues malvado completo Si constituyen un °S dispierto qual noso g debe ser tal , \ existe , CSq hace estando dormido. ,! n atamos poco éste debe ser No hay duda. Sor. Por tanto Sn extremadamente tira, Z'auz con el natural de la auton- apegase además á revestirse en el exer- quanto mas viviese tPaTo ; y ¿ á ser mas ma- drania tanto vendría . t k , replico conseqüencia necesaria , ií Est¡ es una Gla hombres, mas malo de los tTpero si es el mas no también el mas quanto tanto , mas despótico? tiempo £ ^ per mas ¡ Q seeun las ll y g £»> es que PT i» G¿. p”ecL X ho.n- codician pues « s~a asi. ou- La rtaT'TsÍla cosa . i, misma que pas.onea, e. 1. S tiranizado por w bre tirano^ oprta,do por un TP^ la de un estado la misma ra““ > a ettado republicano, “irjottas. Gtatc. Sin **%j*-¿£ respecto ’ que un estado es un0 ,s, escos “^^«dosohe^o^den á ia virtud y S. hay duda. “°‘ respecto a. estado tirano ¿riba? Glaac. Hay representa M nos le hemos - oposición; un infera estos dos gobiernos entre Soc . Ko ei ° L1 í_ el uno es muv bueno ¡ 3* 4 2 ( 3 2 ) me detendré en preguntaros quál de los dos es el bueno porque esto es ; evidente. Pero sí qu i , ro que e me digáis, si creeis que el muy bueno es también muy feliz el malísimo , y muy desgra-" ciado. Y no nos dexemos deslumbrar por la fe liciáad aparente del tirano, echando únicamente los ojos sobre su persona sobre , y los pocos faI Toritos que le rodean : entremonos como es de- bido por el estado , registrémosle todo entero penetremos por todas partes, y descubramos lue- go nuestra opinión por lo que habremos visto. Kjlauc. No pedís sino una cosa muy justa. Y es notorio á todo el mundo que , no hay ciudad mas miserable que la que obedece á un tirano, m tampoco mas feliz que la gobernada por un Rey. Soc. Y haría yo mal en exigir que se tomen las mismas precauciones , quando se trate de ha- cer juicio sobre la felicidad de los particulares, J pretender que no se dé crédito , sino á la deci- sión de aquel que es capaz de penetrar hasta en lo interior del hombre , y no dexarse engañar como un niño de apariencias v exterioridades pomposas tiránicas y , de las q¿ales se revisten para imponer á la multitud sino , que se pese y se examine todo ? Si pues pretendiese yo que no- son os no debemos escuchar en la qiíestion pre- sente otro juez que aquel que á las luces del es- píritu junta^ las de Ja experiencia vivi- , que ha do con los tiranos , ha presenciado las interiori- tiaaes de sus casas familias les visto des- y , y ha pojauOs ce los atavíos y pompa d-e teatro que ( 3 33 ) público que sabe que impresión llevan en , y vista de los riesgos a los quaies we en ellos la digo está expuesto á la continua : si, e ¡ Astado en no permitir que diese otro que VO baria bien sobre la felicidad ó la miseria de este el parecer del tirano comparada con la de Ja condición , Glauc. No podríais escoger otro juez los demás? pues que supongamos por mejor. Soc. Queréis estamos en disposición ua instante que nosotros que hemos vivido harto (4) tiempo de juzgar , y fondo á fin que ten- coa ellos para conocerles á ; á nuestras gamos alguno que pueda responder lo deseo. Soc. Seguid- preguntas ? Glauc. Mucho acordándoos de los ras- me pues con cuidado ; y encuentran entre el es- gos de semejanza que se consideradles uno tras otro, tado y el particular, debe ser la situación de cada y decidme qual Sor. Empezando uno. Glauc. Respecto á qué? sujeta a diréis vos de una ciudad por el estado , Glauc. 1 o digo un tirano que es libre ó esclava? que puede serlo. que ella es esclava lo mas ciudad^ gentes libres Soc. Coa todo veis en esta y Sí las veo pero dueñas de sus acciones. Glauc. , decir \Slu3.- ¿a en muv pequeño número ;y á parte de los ciudadanos mayor y mas honrada vergonzosa esclavi- está reducida á una dura y particular coiie pa- tud. Soc. Sí pues el hombre es preciso que pasen por rejas con el estado , no su alma en una él las mismas cosas, y que gima sometiéndose la esclavitud baxa y vergonzosa , caprichos de mas noble parte de esta alma á los ( 234 )

la parte mas despreciable , mas perversa y uja furiosa? Glaac. No puede menos. Soc. ' Mas qu diréis vos de una alma en este estado ? Es ella libre ó esclava ? Glauc. Yo digo que esclava Sc-c. Pues una ciudad esclava y dominada de un tirano, no hace en nada lo que quiere. Glauc. Cier- tamente que no. Soc. Del mismo modo , hablan, do en general una , alma tiranizada tampoco ha, ce lo que quiere ; sino que arrastrada á la con- tinua por la violencia de süs pasiones , estará siempre llena de turbación y arrepentimiento. Glauc. No tiene duda. Soc. Pero la ciudad donde reyna un tirano , es necesario que sea rica , ó pobre? Glauc. Pobre. Soc. Luego una alma tira- nizada es preciso que también sea pobre é insa- ciable. Glauc. Asi es. Soc. Y no es aun necesario que este estado y este particular se vean llenos de un miedo y pavor continuo? Glauc. Segura- mente. Soc. Creeis vos que puedan encontrarse en otra ciudad mas lamentos , mas suspiros, mas gemidos y dolores mas amargos ? Glauc. Creo que no. Soc. O en algún otro hombre,quien quie- ra que sea mas á 5 que en este hombre tiránico , quien el amor y las otras pasiones hicieron tu- noso ? Glauc. De ningún modo puede ser. Soc. Pienso pues en , que poniendo vos los ojos estos males y en otros muchos mas, habéis juz- gado ya que esta ciudad era la mas infeliz de •rodas las ciudades. Glauc. No he tenido razón? Soc. Y mucha. Pero echando la vista sobre estos ®i¿smos males que experimenta el hombre tiráni* .

( 235 ) _ Gtaac \ o oigo que es decís vos de él ? „ qué Soc. Os ’ todos los hombres. ? - miserable de ”r et. roe qué I Sor Porque puede serlo. aun tan miserable como no es aquei que quién lo será? Soc. Acaso Gífluc Pues parecerá mas infeliz que este. voy á decir os os que estan- Este es aquel , Glanc Quién es? Soc. pasiones no vive en ya tiranizado por sus do .e sino que su mala mituna condición privada , favorable de llegar a ser ti- presenta la ocasión que dexamos dicho mas arri- rano. Glano. Por lo teneis razón. - oc Esio ba conieturo que vos materia de tanta impor- puede ser mas en una ; menos^^e de quando se trata nada tancia , la felicidad miseria examinar en qué consiste y en conjetu- no debemos detenernos de la vida , la cosa a un en- si ser puede , sino llevar , ras , Glauc Decís muy^b.en tero* convencimiento. discurro con «actitud Soc. Notad pues si • tira.no ms . i j i,, del bien de la conmupnrulLcion Para iu2gar r , considerar estas cosas. Glano parece que se deben mismo a propor- Á él le sucede lo Qué cois? Soc. mucno particulares que tienen ción que áios ricos tieoen de cou.ua cou to esclavos porque ellos ; muchos a ¿ifemn. tiranos que mandan á ; , e está en el número , solamente ^ aquellos. G auc. s s mayor que no el de . estos pamculare: dad. Soc. Vos sabéis que sus escla- nada temen de parte de tranquilos , y «nJrian ellos que temer? ( 2 S 6 ) íls porque todo el estado vela por la seguridad de cada ciudadano. Soc. Muy bien. Pero si a i etm dios transportase de enmedio de la ciudad á uno de estos hombres que tienen en su servicio cin- cuenta ó mas esclavos con su , muger y sus hi- jos le , estableciese con sus bienes y y toda su casa en una vasta soledad, donde nadie pudiese esperar socorro de ningún hombre libre : con quánto temor creeis que estaría , siempre de pe- recer á manos de sus esclavos el su , , muger y sus hijos ? Glauc. Creo que con el mayor del mundo. Soc. Luego se vería reducido á halagar con baxeza á algunos de entre ellos , á ganarles la voluntad á fuerza de promesas , á libertarles sm que lo hubiesen merecido ; en una palabra á convertirse en adulador de sus esclavos. Glauc. Ea gran necesidad se vería de pasar por esto , ó con- sentir en perecer. Sgc. Qué sería pues , si este mismo dios pusiese al rededor de su estableci- miento otras muchas gentes , determinadas á no suiiir que un hombre ejerciese ningún imperio soore sus semejantes , y dispuestas á castigar coa ias penas mas rigurosas aí que formase semejante empresa, si le habían á las manos? Glauc. Rodea- no por tocas partes de tantos enemigos, creo que aun estaría en mucho mas riesgo de perder la í-Ida. Soc. Por desgracia pues no está encadenado £1 tirano en semejante prisión ? Cuyo carácter -siendo cual le hemos vivir pintado , no debe agitado á la continua lleno deseos , de temores y ¿e toda especie ? Pero por ansiosa que sea su ( 23 ?) puede ausentarse de la ciudad na curiosidad , no otros ciudadanos ni asistir á solo día como los , que llamen su atención. Encer- los espectáculos rado en el recinto de su palacio como una mu- la suerte de sus súbditos e r envidia , quando g ; sabe que saliendo fuera han visto cosas dignas de aprecio. Glauc. Todo esto es verdad. Soc. Mas sobre estos males comunes á todos los tiranos, el hombre dominado de sus pasiones á quien ha- béis juzgado por el mas miserable de los hom- experimenta otros que le son propios, bres , quando la suerte le obliga á dexar la vida pri- vada le eleva á la condición de tirano , y , y

siendo incapáz de gobernarse á sí mismo , in- tenta mandar á los demas. Su condición se pa- juntando á una rece á la de un médico , que complexión delicada la incapacidad de gober- en lugar de no ocuparse de narse á sí mismo , viese obligado á otra cosa que de su salud , se luchar toda su vida contra las enfermedades de los otros cuerpos trabajar en su curación. , y Sócrates es Glauc. Esta comparación , , muy exácta y muy cierta. Soc. Semejante situación, es la mas triste que mi amado Giaucon , no puede imaginarse la condición de tirano no , y añade nuevos grados de miseria á los males de aquel que vos teníais ya por muy infeliz? Glauc. Convengo en ello. Soc. Luego no consul- tando quaiquiera que ser sino con la verdad , pueda sobre este punto la opinión de ios hoíii— kres eseia- , el verdadero tirano es- un verdadero (238) vo un esclavo sujeto á la mayor baxeza , y y un vil mas dura servidumbre , y adulador de los hombres mas malos. El qual jamás puede satisfacer lo que le sus pasiones , siempre falta le importa que lo que posee quien mucho mas , y supiese entera registrar su alma toda , encontraría que

es verdaderamente pobre , á la continua penetra- perpetuamente atormentado do de temor , y de dolores angustias. Tal es su situación si es y , verdad que se asemeja á la del estado que go- lo cierto es que se le parece. bierna ; pues , Qué decís vos? Glauc. Y mucho. Soc. Añadamos á tantas miserias lo que habernos ya dicho que ,

de día en dia se hace necesariamente , por razón envidioso pérfido mas de su mando , mas , mas , injusto mas sin amigos en cuyo , mas impío , , y corazón se alojan y fomentan todos los vicios: por todo lo qual se sigue que es el mas infeliz los hombres que comunica por grados su de , y desdicha á los que mas se le acercan. Glauc. Nin- gún hombre de juicio os contradecirá en este punto. Soc. Ahora pues considerándolo bien todo, ha- ced el oficio de juez, y pronunciad sentencia sobre ia felicidad de estas cinco especies de caracteres, real el oligárquico, el demo- el , timocrático , el crático el tiránico señalando á cada uno de , y , que ellos el grado de felicidad que creeis vos 3 merece. Glauc. El juicio es fácil de hacer. Doy ménos fe- cada uno mas ó ménos virtud , mas ó uS licidad orden en como á los coros , según el q ( 239 ) han presentado. Soc. Queréis vos que al- s2 nos pregonero que yo mismo publi- quilemos un , ó voz que el hijo de Aristón ha de- que en alta , que el mas feliz de los hombres es aquel clarado , mas virtuoso es decir aquel que es mas justo y , , dueño de sí mismo que es verdaderamente , y principios del estado que se gobierna por los que el mas desgraciado es el otro monárquico ; y mas perverso es decir, que es mas injusto y , tiránico, aquel que siendo de un carácter muy el estado la mas exerce sobre sí mismo y sobre publicar- cruel tiranía. Glauc. Yo os prometo el suerte añadiré yo, aún quan- lo. Soc. Mas por , tuviesen ningún do los hombres y los dioses no del primero de la conocimiento de la justicia , y injusticia del segundo? Glauc. Añadidlo. Soc. Enhorabuena. Vednos pues que hemos llegado al descubrimiento de aquello que buscá- gustáis voy á daros una se- bamos. Ahora , si , gunda demostración de la verdad misma. Glauc. Decidla. Soc. Supuesto que como el esta- el alma de do está dividido en tres cuerpos , así cada uno de nosotros está también diviaida en

tres vamos según me parece, partes , nosotros , á sacar de aquí una nueva prueba. Glauc. Quál escuchadme. Sien- es ? Soc. La que voy á decir , do tres las partes del alma, corresponde que sean tres cada uno propio de ¡a también los placeres , su gobierno suya lo mismo sus deseos , ; y y aparte. Glauc. Explicaos. Soc. Una de estas par- tes es la razón instrumento de los conocimien— , ( 240)

: es tos deí hombre la segunda el apetito irasci- ble : la tercera tiene demasiadas formas diferen, tes poderla comprehender baxo para de un solo se la nombre particular ; pero señala comun- mente por lo que contiene mas notable y pre- valece mas en ella. Apetito concupiscible la he- á causa de la violencia mos llamado , de los de- seos que nos arrastran trás la comida y la be- bida trás los deleytes sensuales los , y otros pla- ceres de los sentidos también la , y nombramos el el avarienta , por ser dinero medio mas eficáz para satisfacer estas especies de deseos. Glauc. He- mos tenido razón. Soc. Luego si dixesemos que es un amor , un deseo inmoderado de la ganan-

cia , este punto capital no nos serviría acaso para fixar la nocion darnos una idea clara de esta , y parte del alma quando tuviésemos hablar , que de ella ? Qué otro nombre en efecto le conviene mejor que el de espíritu avariento y usurero? Glauc. Yo no encuentro otro. Soc. Pero qué? deí apetito irascible no diriamos bien que nos incita á dominar vencer superiores sobre , y quedar todos á distinguirnos gloriosas? , y con acciones Glauc. Y con gran fuerza. Soc. Con justo título podemos pues llamarle espíritu intrigante y am- bicioso. Glauc. Este nombre le conviene perfec- mente. Soc. Por io que hace al órgano de nues- tros conocimientos que está , es notorio á todos , destinado por entero á conocer la verdad quál ella es que se las rique- , y ocupa muy poco de zas y de ios honores. Glauc. Esto es cierto. Soc. Con ( 240 propiedad pues le llamaríamos espíritu filosófico de saber. Glauc. No tiene duda. Soc. Lue- y amigo go según la diferencia del carácter que le cupo unas se á cada alma , dexan dominar por este otras por uno los Glauc. espíritu , de otros. Es así. Soc. Por esto decimos nosotros que son tres los principales caracteres de los hombres , el fi- el ambicioso el avaro. Glauc. Muy lósofo , , y

bien. Soc. Y tres especies de placeres , análogas á cada uno de estos caracteres. Glauc. No hay duda. Soc. Si preguntáis á cada uno de estos éstas es la hombres en particular , quál de vida ignoráis ellos os mas feliz , no que cada uno de diría que ésta es la suya porque el avaro co- , : locaría el placer de la ganancia sobre todos los placeres despreciaría la ciencia los honores, , y y á menos que esto no le sirviese de medio para allegar riquezas. Glauc. Esto es verdad. Soc. Qué

diría el ambicioso por su parte ? No trataría de baxeza el placer que se halla en acumular teso- ros de humo vanidad el que resulta del , y y excepción de aquellas estudio de las ciencias , á que pueden convertirse en honor y en gloria suya? Glauc. Así sucede. Sqc. En quanto al filósofo, que no hace nin- decimos con toda seguridad , comparación del gún caso de todo lo demas , en placer que le resulta del conocimiento de la verdad pura que con su aplicación continua ; y al estudio disfrutar mas mas el gozo , procura y de este placer los demas deleytes como ; mirando otras tantas necesidades á las quales no debe TOMO II. Q ( * 4 * ) en quanto lo exigen prestarse uno , sino las ur» gencias de la naturaleza. Glauc. Estoy muy per» suadido. que se trata de Soc. Ahora , pues decidir tres especies de placeres quál de estas , y de coa. no digo la mas honesta ó mas tor- diciones es , la mejor ó la peor en sí , sino mas agra- pe , la

: en estos tres respectos dable y mas dulce cómo podremos saber de qué parte se en- opuestos , cuentra la verdad? Glauc. Yo no sé como va- lerme. Soc. Probemos pues de este modo. Quáles son los medios que se requieren para juzgar bien? experiencia la prudencia No es por suerte la , y el raciocinio ? ó á dicha podrían seguirse mejo- guias quando se trata de hacer un juicio? res , Glauc. No por cierto. Soc. Atended pues. Quién de estos tres hombres tiene mas experiencia de las tres especies de placeres de que acabamos de hablar? Creeis vos que el avaro si se aplicase por un momento al conocimiento de la verdad, fuese mas experto para juzgar de la naturaleza lo es del placer que acompaña á la ciencia , que el filósofo para juzgar de aquel que causa la ga- filóso- nancia ? Glauc. Ni con mucho. Porque el fo desde niño se vió mas de una vez en ocasión éste ja- de probar el placer del interesado ; pero quan más se halla en la feliz necesidad de gustar ¿as dulce es el placer de conocer ia naturaleza de o adquirir la experiencia siena cosas , ni de , y haria vanos este placer superior á sus alcances , esfuerzos por conseguirle. Soc. De consiguiente ( 243 ) experimentado en entrambos el filósofo es mas que el avaro. Glauc. No hay compara- placeres , ción de uno á otro. Soc. No conoce también por

experiencia el placer afecto á los honores , me* jor que el ambicioso conoce el placer que acom- Sin pues que paña á la sabiduría? Glauc. duda , ser si cada uno de ellos está seguro de honrado , consigue aquello que se propone. Porque las ri- el esfuer- quezas tienen sus admiradores , como

: de modo que respecto del zo y la sabiduría tres tie- placer que hay en ser honrado , todos nen igual experiencia. Pero es imposible que otro alguno que el filósofo perciba el placer que en las sí encierra la contemplación de la esencia de cosas. Soc. Luego por lo que hace á la expe- el filósofo está en estado de juzgar me- riencia , jor que los otros dos. Glauc. Sin disputa. Soc. Y las luces de la expe- es también solo , el que á riencia junta las de la ciencia. Glauc. Quién duda. debe Soc. En quanto al órgano pues con que se ni del ambi- juzgar no es propio ni del avaro , solo el filósofo. Glauc. Quál es cioso , sino de así que hemos dicho este órgano? Soc. No es , que éste era el raciocinio? Glauc. Es cierto. propiamente ha- Soc. Luego las razones son , blando del filósofo. Glauc. Es evi- , las armas ganancia dente. Soc. Si las riquezas pues y la las fuesen la mas justa regla para juzgar bien de se- cosas despreciare el avaro , , lo que alabáre ó ó de ria en efecto mas digno de estimación , si desprecio. Glauc. Es como preciso. Soc. Pero « 2 ( 244 ) el esfuerzo las lo fuesen los honores , y victo» deberíamos atenernos á la decisión del rías , no hombre intrigante y ambicioso? Glauc. Claro la experiencia á la está. Mas supuesto que á , pru- corresponde pronunciar, dencia y á la razón les no podemos dexar de reconocer que lo que se del lleva la atención del filósofo y amigo de la es verdaderamente apreciable. Soc. Lue- razón , go de las tres especies de placeres de que se tra- es el experi- mas dulce agradable , que ta , el y menta la parte del alma instrumento de nuestros el hombre que le dá á esta conocimientos j y si mismo es el que parte todo el imperio sobre , pasa la vida mas deliciosa. Glauc. No puede tri- nos. Pues que si el sábio celebra la felicidad de porque él solo tiene derecho de su estado , es pondrá hacerlo. Soc. Qué vida y qué placeres que este árbitro en segunda clase? Evidente es ambicioso que se acer- los del guerrero y del , que ios del avaro , á can mucho mas al suyo , parece les dará el última los quales , según , lugar. Glauc. No tiene duda. Tenemos ya pues dos victorias consecu- Soc. A tivas en las quales el justo venció al injusto. a conseguir váuna tercera por laqual dará gracias Olimpio como se practica Júpiter conservador y , ue en los juegos olímpicos. Advertid en electo q no es un qualquier otro placer que el del sábio , puro sino al contra- placer real , ni un placer ; según fantasma de placer , río una sombra , una me acuerdo de haberío oido de uno de los sabios- , ,

( 243 ) entera la derrota del injusto es siendo esto así , pero que pen- completa. Glauc. Seguramente v v examinando Acaso lo encontraré , sáis vos ? Soc. pensar : responded- dos juntos lo que se debe los que Soc. No hemos dicno me. Glauc. Preguntad. r o contrario al placer ? Glauc. Sí. Soc. el doler es alma en que no ex- hav también un estado del , ni dolor? Glauc. Cierta- perimenta ni placer , que ocupa el me- le hay. Soc. Este estado mente no sentimientos opuestos , dio entre estos dos que se siente el alma consiste en cierta calma en es este vuestro pen- respecto de entrambos? No Soc. Teneis presente samiento ? Glauc. El mismo. ordinario tienen los eníer los discursos que de mai. Glauc. Que mos quando padecen algún no hay mas dulce discursos son estos? Soc. Que quan pero que no conocían bien que la salud ; enfennos.Gkuc.Muy apreciable fuese antes de estár vos decir también bien me acuerdo Soc. No ois tormento, que n0 Y á los que padecen algún _ padecerle? Gmuc.Esto cosa mas dulce que dexar de vereis que en todos os es verdad. Soc Y vos i a tienen os acontecimientos molestos oe la % s Están e os tristes, hombres el mismo lenguage. ellos el bien mas verse libres de tristeza es para que curan enton apetecible. No es la alegría la sino esta quietud del ces como lo mas delicioso , alegría ni pes*r. alma en que no siente ella m , sena du ce y Glauc. Es porque esta situación comparación de aquella en amable para ellos , en razón contraria que se hallan. Soc. Por la Q 3 (246) cesación del placer seria una pena para aquel que vivía ántes en la alegría. Glauc. Así debe ser* Soc. Por tanto esta calma del alma, que p0Co ántes decíamos que ocupaba el , medio entre el placer el dolor , nos parece ahora lo uno y y ] 0 otro. Glauc. Asi es. Soc. Pero por ventura es po- sible que lo que ni es uno ni es , otro , sea algu- vez lo na uno y lo otro ? Glauc. Pienso que no. Soc. El placer y el dolor son entrambos á dos un movimiento del alma, ó no? Glauc. En efec- to lo son. Soc. Pero no acabamos de decir que , este estado en que no se siente ni placer , ni do- lor es un reposo del alma no sé , , y que medio entre estos dos sentimientos ? Glauc. Es evidente. Soc. Cómo pues se puede creer razonablemente

que la negación del dolor sea un placer la , y negación del placer , un dolor ? Glauc. De nin- guna manera. Soc. Por consiguiente , este estado de reposo en sí mismo ni es agradable , ni mo- lesto ; sino que parece agradable comparado con el dolor , y molesto comparado con el placer. Y en todas estas fantasmas nada hay que represen- te el placer real ; pues todo no es otra cosa que un prestigio. Glauc. A lo menos la razón nos in- cita á creerlo.

Soc. A fin pues que en la presente disputa no os quede motivo ninguno pensar que el de , placer no es otra cosa que una cesación de pena, la pena una cesación de considerad uno y placer ; de estos placeres que no vienen á continuación de algún dolor. Glauc. Dónde están y quál es ss .

( 34? ) hay de muchas vanas naturaleza ? Soc. Los y os ruego que conside- pero si gustáis , especies ; los dei olfato. La sensación réis particularmente es pre- en el alma , no deliciosa que ellos excitan cesar dolor quando llega a cedida de ningún ; y dolor ninguno. GLauc. üs no dexa trás sí tampoco dexemos pues per- sucha verdad. Soc. No nos puro consiste en estar exen- suadir que el placer exento de pla- ni el dolor en estár to de dolor , la ma- cierto que no. Soc. Pues cer Glauc. Por aún de las mas vivas, yor parte de sensaciones , medio de los sen- Le entran hasta el alma por son de esta natura- se llaman placeres , tidos , y cesaciones de dolor. á saber, verdaderas leza ; mis- Soc. Y no sucede lo Glauc. En efecto lo son. e «* egr.a y respecto de los presentimientos mo alguna la esperanza de de dolor causados por Glauc sensación agradable 6 enojosa? pensarse de esms P-^res, beis vos lo que debe comparar? Glauc. A que. y á cué se pueden en este universo una Soc. sabéis, que hay No Si otra media ? Glauc región alta una baxa , y , pasa- pues que si alguno por cierto. Soc. Pensáis media no im“§ se de la región baxa á la , quando hubiese Pe- naria subir á la alta? Y si los ojos a punm gado al medio volviese pensamiento odna “ ’ de salió qué otro P , su no habiendo jamas sino que está en lo alto , región a ta biáo ni visto la verdadera , no podría un g fé mia que el tal hombre , a caer de allí a otra cosa! Soc. Mas si volviese $4 (248) región baxa , creerla baxar en , y verdad que Bo se engañaría ? Glauc. Ciertamente que no. Soc. 4 qué puede atribuirse su error sino , á la igno, rancia en que está de la región verdaderamente

alta , de la media de la baxa , y ? Glauc. Es muy cierto que su error no , proviene de otra cosa! Soc. Os admiraríais pues que hombres que no conocen la verdad se , formen ideas poco exáctas de mil cosas en particular y del placer y del do- lor de lo , y que ocupa el medio entre estos ; de suerte que quando pasan al dolor , crean ellos padecer en realidad padezcan , y ; pero quando del dolor pasan al estado medio , se persuadan ellos que llegaron ai completo goce del placer? Es de admirar que gentes que nunca experimen- taron el verdadero placer , y que no consideran el doiOr sino por la oposición con la cesación del dolor , se engañen en sus juicios , casi lo mismo que aquel que viendo lo prieto á par de Jo negro, lo tomase por blanco , de que no tiene iaea ninguna ? Glauc. Par diez que no hay en esto • nada que admirar antes bien me sorpre- lienderia que sucediese de otro modo. Soc. Haced ahora reflexión sobre lo que voy deciios. El hambre la sed las otras nece- , , y sidades naturales , no son cierta especie de va- cíos en el cuerpo ? Glauc. No hay duda. Sor. Igual- mente la ignorancia y la imprudencia no son un cierto^vacio en el alma? Glauc . Mucho que sí. ¿°l. No se llenan los primeros vacíos tomando alimentos el . y segundo adquiriendo entendí- duda. Soc. Quál es e! hen- «mentó? Glauc. Sin real el que se hace de cosas que chimiento mas , ó aquel que se hace de las ñ»nen mas realidad , ménos? Glauc. Claro está que es el aÜe tienen los el pan la bebida , man- primero. Soc. Pues , general todo lo que es de alimento iates en , y participa tiene acaso mas realidad , al" cuerpo , esencia que las opiniones mas de la verdadera , la inteligencia, en una verdaderas la ciencia , y , donde que todas las virtudes? Ved por palabra , que participa del sér verda- se debe juzgar. Lo lo que es al mismo inmortal inmutable ; dero , , substancia de la mis- tiempo modificación de una que no tiene mas realidad , ma naturaleza , naturaleza sujeta a aquello que participa de una mudanza aíecta a una suos- corrupción y á , y Glauc. Lo que tiene tancia mudable y mortal? es infinitamente mas parte con el sér inmutable esencial al sér in- real. Soc. La ciencia es mas que su propia esencia ? Glauc No. mutable , Tampoco, doc. Pero st Soc. Y la- verdad? Glauc. no pierde también este sér pierde de la verdad , preciso. Soc. Lue- de su esencia? Glauc. Es como lo que ssrv e para la ma- go en general , todo , de verdad nutención del cuerpo participa ménos manuten- de esencia que lo que sirve para la y , acuerdo. Ve. Eí ción del alma. Glauc. Estamos de realidad cuerpo mismo no tiene mucha ménos cierto. Soc. Luego e que el alma ? Glauc. Es que el del henchimiento del alma es mas real tiene cuerpo proporción que el alma misma , á (250) mas realidad que eí cuerpo lo que , y sirve para llenarla tiene también un sér mas real. Glauc. S¡ disputa. Soc. Por consiguiente si el , placer ¿on! siste en llenarse de cosas conformes á su natura' loza , lo que realmente se llena de cosas que tie- nen mas realidad debe percibir , un placer mas real mas sólido lo y ; y que participa de cosas menos reales debe llenarse , de un modo menos verdadero menos sólido no y , y experimentar sino un deleyte mas engañoso y ménos verda- dero. Glauc. Es como conseqüencia necesaria. Soc. Por tanto los que no conocen la sabiduría, ni ' a vi r£tid , entregados siempre á los banque- tes y demas placeres sensuales , pasan sin cesar ás la región baxa á la media de la , y media á la baxa andan , y toda la vida errantes entre es- tos dos términos , sin poder jamás vencer sus lí- mites. Nunca fueron elevados á la verdadera región alta ni , aún siquiera extendieron sus mi- ladas hasta allá, ni se llenaron realmente con la posesión de lo que verdaderamente es ni pro- baron , jamas una alegría pura sólida antes y ; Oten encorvados acia la tierra vi- , como bestias les , teniendo siempre fixa la vista sobre sus pas- tos se entregan , brutalmente á la glotonería y á torpeza , y disputándose el logro de estos placeres , convierten sus armas unos contra otros, se acocean y acornean con uñas y astas de hier- ro se , y matan sin poder nunca llegar á saciar- se • plenamente porque no piensan en llenar de ¡objetos reales esta parte de sí mismos que par- ,

(*sO ... sólido es capaz de una % eraa- í'icipa del ser , y si fueseis un Glauc. Sócrates , como d»ra hartura. pintar muy al natural la oráculo acabais de parte de los hombres. Soc. Lue- vida de la mayor preciso que se vayan tras los place- go es como pla- con el dolor fantasmas del res acibarados , vanas sombras que no tienen cer verdadero , y sino quando se las compara color ni brillo , vista excita en el corazonada una á otra ; cuya amor tan rabioso conmocio- los insensatos un y que se despedazan por poseer- nes tan violentas , según destruyeron los troyanos , las como se una vana imágen de dice Estesichoro (5) F«r habían visto. Glauc. Impo- Elena á quien jamás de otro modo. Soc. hero sible es que esto suceda respecto de esta parte qué! no sucede lo mismo ira quando la ambi- del alma donde reside la ; la intriga de la ción ayudada de la envidia , hacen col el enojo de la venganza * violencia , ni discernimiento rer al hombre sin reflexión, honor de victoria , trás una falsa hartura de , y resentimiento? Glauc. Ne- trás la satisfacción de su .-oc. hegun cesariamente debe suceder lo mismo, que o esto podemos decir con seguridad , estas dos partes del los deseos que pertenecen á se la interesada la ambiciosa ? alma , y razón baso de sus bernar por la ciencia y la , y gustos que aque os auspicios no buscan otros entonces n que les prescribe la sabiduría ; mas con or ellos los placeres mas verdaderos y posible probar; mes á su naturaleza que les es ( 252 ) porque de un lado , la verdad dirige sus so!ic‘ tudes de otro , y , aquello que es mas provecho"' so á cada cosa , es también lo mas acomodado * su naturaleza. Glauc. No hay cosa mas cierta. eoc. Quando pues toda el alma camina en seguimiento de la razón no se y levanta en ella sedición ninguna acontece , entonces á cada una de sus partes que sobre contenerse en los límites de su obligación de la justicia y , logra ademas los placeres que le son propios placeres , los mas puros los mas verdaderos y que ella puede dis- írutar. Glauc. Es muy conforme. Soc. Pero si en lugar de esto una , de las otras partes toma la autoridad , de aquí proviene que ella no puede procurarse los placeres que ¡e convienen, y obli- ga á las otras partes á que se vayan tras los pla- ceres falsos le que son extraños. Glauc. Es así. Soc. Pues lo que mas se aparta de la filosofía y de la razón es , también mas capáz de producir estos funestos electos ? Glauc. Sin duda. Soc. Pero lo que se aparta mas del orden de la ley no y , se aparta de la razón en la proporción misma? Glauc. Es evidente. Soc. Pues no hemos visto, que no hay cosa que mas se aparte que los de- seos tiránicos fomentados por el amor ? Glauc. Sí. Soc. Y que ninguna se aparta menos que los de- seos. monárquicos y moderados ? Glauc. También fe cierto. Soc. Creo pues que el tirano estará mas distante de: placer verdadero y propio del hom- bre en ; lugar que eí rey se acercará lo mas que posible. Glauc. No tiene duda. Soc. Luego la ( 253 ) será la mas amarga , y u rondicion ¿el tirano que puede imaginarse, “frev la mas dulce necesario. Soc. Sabéis vos quanto Clauc. Es muy del tirano que la del res . infeliz es la vida mas sean si lo dixeseis. Soc. Como Giauc. Sabrialo una de verdaderos, de placeres , tres las especies el tirano huyendo como otras dos de falsos , las roaeado siem- de la ley de la razón , enemigo , y que componen su deseos viles y esclavos bre de° ex- escolta lleva hasta el ultimo comitiva su , y sien- placeres bastardos , no el logro de los ceso otro determinar quánto es inferior al do fácil de modo, no ser acaso de este en felicidad, á El tirano es el tercero con- Glauc. Cómo? Soc. porque el democrá - tando desde el oligárquico , cterto- los dos.Glauc Es está entremedias de tico dicho mas si lo que hemos Soc. For consiguiente, placer que dis- verdad la sombra del arriba es , de h tres veces mas d^te fruta el tirano está placer del ohg la fantasma ael verdad , que Si contamos pues por cuíco. Glauc. Así es. Soc. aristocrático el oligár- uno solo el real y el , , del ieal. el tercero después quico es también _ Luego el tirano esta Glauc. Es en efecto. Soc. placer el triplo del tri- separado del verdadero parece. Soc. Por consi- plo. Glauc. Así me lo placer del tirano conside- guiente la sombra del puede explicarse por ua rada según su longitud , bien. Soc. Multi- numero plano. Glauc. Y muy por si misma y e plicando pues esta longitud es fácil de ve vandola á la tercer potencia, quanto la dicha del tirano está distante de I verdad. Glauc. No hay cosa 3 mas fácil par, calculador. Soc. Ahora si se vuelve al revés es? progresión se , y busca quanto el placer del re ! es mas verdadero que el del tirano , se enconl trará hecho el cálculo que el , rey es setecientas veinte nueve veces mas feliz y (6) que el tirano que éste es mas desdichado y con la misma* proporción. Glauc. Acabáis de encontrar por un cálculo que sorprende el intervalo que separa al justo del injusto en orden al placer v al do- lor. Sor. Este número expresa exáctamente la diferencia de su condición ; si es que conviene iodo de una parte otra los dias y , , las noches, los meses los 9 y anos. Glauc. Todo se corres- ponde de una otra y parte. Soc. Pues si la con- dición del hombre justo y virtuoso es en tanto grado mas gustosa que la del malo y del injus- to quanto , mas le excederá en decencia en hermosura , , y en virtud ? Glauc. Á fé mia que excederá , á la otra infinitamente. Soc. Sea enho- rabuena.

Mas pues que hemos llegado aquí , tome- ntos de nuevo lo que dexamos dicho mas arri- ba , dió motivo á este y coloquio. Deciamos (7), á -10 ménos me lo parece , que la injusticia era provechosa al enteramente tal que malvado , con pasase por hombre justo. No es cierto que nos explicamos de este modo? Gluuc. Verdad es. Soc. Examinemos pues si es así ahora que nos hemos , convenido de los efectos que producen en ,

( 255 ) injustas. Glauc. Como las acciones justas é 1 alma al que se Soc. Para demostrar , lo haremos? se proferir semejante proposición , que atrevió á formemos con el pensamiento una ha engañado , Qué imagen? Soc. ^Una imagen del alma. Glauc. de aquella de la Chíme- imagen por el término de otros la Escyla del Cerbero , y ra (8) de , nos representa com- monstruos que la fábula muchas naturalezas di- puestos del conjunto de bien. Soc. Representaos ferentes. Glauc. Muy de muchas varias desde luego un monstruo y las las unas de animales domésticos , cabezas , feroces que pueda también otras de bestias , y mudarlas á su ar- producir todas estas cabezas y esta naturaleza pide un bitrio. Glauc. Obra de es mas fácil trabajar hábil artista. Pero como con que con la cera , o con la imaginación , le figuro tal cualquier otro material , yo me , Añadid en seguida la cual vos le describís. Soc. cada la de un hombre , imágen de un león , y desproporción aparte poned grandísima qual , y entre el monstruo el león, en la corpulencia , y hombre. Glauc. Esto es mas entre el león y el hecha. Soc. Juntad en fácil la cosa está ya , y de suerte que e to as una estas tres imágenes , Glau *a as no resulte mas de un compuesto. este compuesto he juntado. Soc. En fin envolved de mane, a que con exterior de un hombre , el ^mo lo interior , el que no pueda penetrar en

le eub.e , le juzgar por el envoltorio que envuelto, boc. Vi- por un hombre. Glauc. Ya está ( 255 ) gamos ahora al que sostiene que la práctica ds ia injusticia es provechosa al hombre , y qUe nada le sirve el ser justo que esto es , como si dixese que le es provechoso alimentar , con cui- dado este monstruo enorme este león y , hacer- les mas fuertes poderosos debilitar y , y al hom- bre dexandole de hambre morir ; de suerte que quede á de los otros dos merced , que le arras- trarán por fuerza donde quiera que se les anto- je no hacer nada por acostumbrarles : y á vivir juntos en una perfecta armonía ; sino al contra- rio dexar que se destruyan mordiéndose y de- vorándose unos á otros. Glauc. El que celebra la injusticia en realidad no dice otra cosa. Soc. Pero, por otra parte decir que es útil el ser justo , , es io mismo que decir , que el hombre debe con sus discursos sus acciones trabajar y , por dar sobre sí mismo la mayor autoridad á este hom- bre interior , de modo que cultive este mons- truo de muchas cabezas como si fuese un labra- dor con ; cuyo designio , valiéndose de la fuerza del león , impida que crezcan las cabezas de los animales feroces nutriendo amansando mas , y y mas las de los animales domésticos extienda , y sus cuidados á todas entre ellas , manteniendo y él una perfecta inteligencia. Glauc. Esto es pre- cisamente lo que dice el partidario de la justi- cia. Soc. Según esto encuentra en , la 'verdad se las alabanzas que dá éste justicia la men- á la , y tira en las que el otro dá á la injusticia. Porque ora se mire al la gloria placer , ora se considere {*$?) utilidad la verdad está toda entera por el y ía , el discurso del partidario de la justicia ; mas en

. ni de sólido ni aún que la desprecia hay nada , siquiera sabe lo que vitupera; Glauc. Me parece que no tiene ninguna idea. Soc. Como pues su error no es voluntarlo* procuremos desengañarle blandamente; Mi amado le preguntaremos sobre qué fundamen- amigo , , dis- to los hombres se han convenido en poner tinción entre las acciones honestas y las acciones la parte torpes ? No es porque las unas sujetan diré animal del hombre a la racional * o mejor las otras sujetan á la parte brutal divina ; y y aquella que es dulce mansa? Conven- feroz , y Glauc. Si me creyese á dría él en esto , ó no? convendría. Soc. Esto supuesto puede ser mí i injustamente no útil á alguno tomar el oro , pu- diéndole tomar sin sujetar al mismo tiempo la mas excelente parte de sí mismo á la mas des- le fuese preciable? Qué! si por recibir este oro , preciso sacrificar la libertad de su hijo ó de su hija esto entregándolos en poder de unos , y feroces acaso no creería él per- amos crueles y , der este trato rehusaría á este precio las en , y mas grüesas sumas de dinero? Pues quando lo que hay eñ él mas alvino » se hace esclavo de io de los dieses no le mas perverso y enemigo , y es para él esto io sumo mueve á compasión ; no de la miseria el oro que recibe por este fu- , y que costó á nesto precio no le cuesta mas caro , Eriphyla collar por el quaí sacrificó (9) el fatal TOJO n. B (258) la vida de su esposo ? Glauc. Yo respondo por él que no tiene comparación. Soc. Mas por qué ra^ zon os ruego que me digáis se , , ha condenado en todos tiempos una vida licenciosa, sino es porque el libertinage suelta las riendas á este monstruo enorme cruel , y de muchas cabezas? Glauc. Claro está , que no es por otra razón Soc. Y por qué se vitupera la insolencia y l a fi e_ reza sino la cólera , porque que tiene naturaleza león de serpiente de y , toma de allí muy gran- des fuerzas, y se engrandece con exceso? Glauc. No tiene duda. Soc. Si se condena la vida mole y voluptuosa no es porque enerva , y relaxa el es- fuerzo vuelve á este león , y cobarde y temero- Sí. so? Glauc. Soc. Por qué aún se reprehende la lisonja la baxeza sino y , porque sujeta el valor á este monstruo turbulento por ; y hartarle de riquezas de que es insaciable , acostumbra al león desde su juventud á sufrir toda especie de afren- tas y á dexar su nobleza y su fiereza por tomar el vil carácter de mono ? Glauc. Es mucha ver- dad. Soc. De donde viene en fin la especie de ignominia afecta á las artes mecánicas y profe- siones serviles ? sino de que estas profesiones su- ponen en los que las exercen , una debilidad tan grande de razón , que no pudienao tomar nin- gún imperio sobre las pasiones , se vé precisada á contemplarlas a poner , y toda su industria en inventar nuevos medios de iisongearias? Glauc. Así parece. Soc. Luego quando para dar ai nombre justo un señor tan excelente y tan virtuoso como 2 ( 59 ) queremos que obedezca á lo mejor ¿l , que en él esta se encuentra , á razón gobernada inmedia-

tamente por la divinidad ; no pretendemos no- sotros que esta obediencia se convierta en per- como lo pretendía juicio suyo , Thrasimaco , res- pecto de la obediencia que los súbditos prestan á

su soberano , creemos al contrario que no hay cosa mas ventajosa á todo hombre que dexarse por este conductor sábio divino gobernar y , ora interior le tenga en lo de sí mismo , disponien- sus bienes seria lo mejor ora do como de , que ,

se sujete en su defecto á un extraño : porque nuestro designio es establecer entre los hombres aquella conformidad de costumbres que es la todos un mis- fuente de la amistad , dándoles á mo señor que los gobierne. Glauc. No puede mé— nos de aprobarse semejante designio, bor. No es dénos evidente que la ley se propone el mismo quando presta por igual sus auxilios á objeto , civil. de- todos los miembros de la sociedad La pendencia en que viven los hijos está también no su- fundada en el mismo principio. Nosotros hasta que frimos que dispongan de sí mismos un es- hayamos establecido en su alma como en que su forma segura de gobierno , y tado , una pueda velar so- razón cultivada por la nuestra , conducta como lo hace bre ellos y arreglar su , madura enton- en las personas de una edad ; y abandonándolo» á sus ces los dexamos libres , la le> e »ta propias luces. Glauc. El designio de manifiesto en este punto. ( 2ÓO ) qué pues por qué razón Soc. En , y , rtxj nosotros amado Giaucon , diremos que sea ven- acción injusta tajoso cometer alguna , contraria las buenas costumbres á la honestidad á y , pues- to que llegando á ser mas rico y mas poderoso, vendrá también á ser mas malo? Glauc. Esto no puede ser ventajoso de ningún modo. Soc. Mas la injusticia quedase de qué serviria que ocuita y sin castigo ? Por desgracia la impunidad no hace al malo todavía peor? En vez que el crimen lle- descubierto castigado la gando á ser y , parte feroz se aplaca domestica la razón animal y y , sus derechos el alma entera recobra todos , y

restituida á su excelente natural , se encuentra en mejor disposición con el logro de la templan- za de la justicia de la prudencia virtudes , , y ,

tanto mas superiores á la fuerza corporal , á la hermosura á la salud quanto el alma es su- y , perior al cuerpo. Glauc. No tiene la menor duda. Soc. Por consiguiente el hombre sensato dirigirá todas sus acciones y plan de vida á este fin, apreciando sobre todo y cultivando las ciencias propias para perfeccionar su alma , desprecian- do todas las otras que no produzcan este efecto^ Glauc. Es evidente. Soc. En seguida tomará un el de- cuidado moderado de su cuerpo , no con signio de procurarle el logro de los placeres bru- pasar su vida en la tales é irracionales , ni de intemperancia. Ni tampoco buscará la salud del mucho de la cuerpo por sí misma , ni se cuidará fuerza la salud hermosura si todas , de y de la , ^

(261) , acompañadas de la tem- úntalas no van aS el la C palabra no Conservara - "ene una , planeaf a . su cuerpo, | las partes de penecta arm la _ virle para mantener quan ser sino en i P^ Glauc. Se- f ea su ai ma . i eonsonan q si qme- ¿rá otro objeto , no músico (10). Soc. Pero verdaaeiau.rdaderamente ^Tvere ser convenio de la admitirá esta ^acumular tesoros vana multitud deslumbrar por la n dexará tesoros , sobre . aumentara que te a ubuye ni idea de felicidad ^ sus in ^ Zas hasta e P. Sus rique o^ pienso ^ cesar los ojos ' bien echando sin Sor.W AmesAntes m que no. atent0 á impedir sobre el ni la indigencia de un iado , Ue ni ia le ^ q °P“ ‘ resortes procurara dv-sconcier los , de otro ^ en Us adquisi- conservar le sea posible, en los gast ,^ H clones y sigtliendo siem- muy regular. Soc Glatic. Es ^ ^ principio pre los mismos ust0 aquellos aun probara con res apetecerá y g , ^ tecer^ J - que creyese pueden ¿an alterar privadamem blica y G/flUC. Pues si que reyna en el orden 1 eea los ne- querrá mesarse esto es así, nunca ^ godos F*“^°¿,otatará»mK M

do votantarumeat. dd largue «» gra allí una el cielo no procura K 3 ( $62 ) Glauc. Ya os entiendo. Vos habíais de esta repú. blica , cuyo plan hemos trazado y que no exis- te salvo en nuestra idéa porque , no creo qu« haya una igual sobre la tierra. ~Soc. Pero acaso en el cielo hay un modéJo para qualquiera q ue guste consultarle arreglar , y sobre él la conduc- ta de su alma. Por lo demas poco , importa cus esta república exista ó deba existir algún d^'a. Lo cierto es que el sabio no consentirá , jamás ea gobernar otra que á ésta. Glauc. Y con razón. ( 263)

COLOQUIO DECIMO.

que me de- Soc. Entre muchas razones de nuestra repú- terminan á creer que el plan que la mayor, perfección blica está trazado con hace sobre la que mas impresión ser puede , de lo que nem mi ánimo es la que resulta poesía. Glauc. Que dispuesto tocante á la admitir dispuesto ? ¿be. De no lo que demos poesía que es pura- toda aquella parte de la , presente que mente imitativa. Porque al de cada con separación la naturaleza ^ explicado me parece con mas las partes del alma , una de «co que no se le debe dar evidencia que nunca , entendéis vos Glauc.. Como eida entre nosotros. decíroslo, en confianza , P esto ? Soc. Quiero vayais a dejarme a que no me recelo que ni á los otros poetas poetas trágicos , que¡ -es Ninguna cosa hay mas capaz g ánimo de ios que le de poesía de corromper el , con el quando no están prevenidos escuchan , en saber spreci antídoto que consiste _ , e V cosas. Glauc. A don P~ íusto todas estas auuque Preciso es decirlo : rae todo esto ? ¿be. lengua cierta ternu siento que me enfrena la orne • que desde niño proceso a y respeto poetas estos bellos que me parece que de todos ít 4 (264) trágicos, Hofnero es el maestro y cabeza d oos e tn ; pero como los respetos ue q debo i hombre son menores que los que s0n debidos^ la verdad es , necesario que yo explique mi Der samtento. Glauc. Muy bien. ¿be. Escuchad®! paes o mas bien , respondedme. = Glauc ' P r ~ gnntad. e

S°c. Podriaisme vos explicar en general aat cosa es la imitación ? Pues por 1 0 que á iní hace os confieso que apenas puedo comprehen- der bien quál es su naturaleza. Glauc. Y creeis que pueda^ yo comprehenderla mejor ? ¿be. No seria extraño. Pues que á veces los que tienen la vista débil perciben antes los objetos , que aquellos que tienen los ojos mas perspicaces. folauc. Esto puede ser : pero estando vos pre- sente no me atreveré jamás á decir mi parecer sobre ningún asunto. Por tanto , os ruego que lo veáis vos.^ ¿be. Queréis que procedamos en este descubrimiento según nuestro método or- dinario ? Este consiste , como vos sabéis en a razar baxo , una idea general esta multitud de se.es existentes cada uno de por sí , á quienes damos el mismo nombre. No lo entendéis? Giauc. Si lo entiendo, ¿oc. Tomemos ahora si gustáis , , una de estas muchas especies de seres. Por exemplo , hay muchas camas , y muchas mesas. Glauc. Sin duda. Soc. Pero estas dos ss~ pvC.^s ae muebles están la comprehendidas , «na baxo la idea de una cama . la otra baxo la idea de una mesa. Glauc. Ciertamente. Soc. Tam- (265) decir que el artífice bien tenemos costumbre de , muebles tra- que hace el uno ó el otro de estos , idea que tiene en su cabeza quan- baja sobre la , estas ora estas mesas que do hace ora camas , sirven para nuestro uso. Y lo mismo de los otros muebles. Porque no es la idea misma de quaíquier mueble la que fabrica el artífice. Es- to no puede ser. Glauc. Seguramente que no. £oc. Ved ahora qué nombre conviene darle ai artífice que voy á decir. Glauc. A quién % Soc. Al aquello que los otros que hace solo todo , artífices hacen cada uno separadamente. Glauc. Habíais de un hombre bien extraordi- Pues aún nario y digno de admiración, ¿be. no lo he dicho todo. Esperad un poco y aún os admirareis mucho mas. Este mismo artífice no tiene solo el talento de hacer todas las hace ademas tocias obras del arte j sino que plantas - los las obras de la naturaleza , las todas las otras cosas en fin se animales , , y hace la hace á sí mismo. Y sobre todo esto ,

tierra el cielo los astros , quanto hay , y , y y en el cíelo y baxo la tierra en los infiernos. Glauc. Ved aquí un sofista (1) del todo admi- rable. Sor. Me parece que dudáis de lo que Creeís vos que no ha- digo : pues respondedme. ya absolutamente ningún artífice de esta natu- raleza se puede nacer todo , ó solamente que esto que en otro no se en un cierta sentido , y seríais puede hacer ? No veis que vos mismo capáz en cierto modo de hacer todo estol z

( 66 ) Glauc. De qué manera si es que gustáis? , Soc. La cosa no es difíciL Se executa con r’reaiiencia y en muy poco tiempo. Queréis hacer la prueba en tm instante? Tomad un espejo iievadie , y por

todas partes : en menos de nada haréis el sol y los astros del cielo la tierra todos , y á vos mis, trio plantas , los otros animales , las , las obras del arte, y todo lo que habernos dicho. Glauc. Ver- dad es yo haré todo esto en apariencia , ; pero no habrá ninguna cosa real y verdadera. Soc. Muy bien. Entráis perfectamente en mi modo de pen-

sar. El pintor es una de estas especies de artífices: no es así ? Glauc. Sin duda. Soc. Vos me diréis tal vez que no hay nada de real en todo quanto baee. Aunque el pintor en cierto modo hace tam- bién aparente. una cama. Glauc. Sí , una cama Soc. Y el carpintero qué hace ? no acabais vos de decir que no hace la idea misma que noso- tros sino cier- llamamos la esencia de la cama , ta cama en particular ? Glauc. Yo lo he dicho, eso es verdad. Soc. Si pues no hace la esencia misma de la él nada de real, cama , no hace sino solamente una cosa que representa lo que

Verdaderamente es si alguno sostuviese que ; y la obra del carpintero ó de qualquter otro artí- fice que sea, tiene una existencia real y perfecta, se arriesgaría mucho á no decir verdad. Glauc. A ver- lo menos éste es -el parecer de ios que están sados en estas materias. Soc. For tanto no nos luces admiremos , si no se sacan de estas obras grandes para el conocimiento de la verdad. .

(26?) admirarnos. Qlauc. En verdad que no debemos de Soc. Queréis que sobre lo que acabamos examinemos qué idea deba formarse del decir , imitador de esta especie de obras? Cj lauc. Con- si vos lo lleváis á bien. Soc. Hay vengo en ello , está en pues tres especies de camas : la una que que podemos decir según la naturaleza y de la otro en pienso que Dios es eí autor. A qué^ , ningún efecto se le podria atribuir? ( ¡ hiuc A es la que hace el otro. Soc. La segunda especie carpintero. Glauc. Es cierto. .Soc. Si ia tercera

: no es aquella que es de la inspección del pintor Soc. Luego el pintón, asi ? Glauc. Enhorabuena. Dios son los tres artífices que el carpintero , y de es- tienen el primer lugar en ía composición hay duda. tas tres especies de camas. Glauc. No sea que lo haya así Soc. Mas respecto de Dios , sea que tuviese alguna necesidad ae querido , no hacer mas de una especie de cama en la na- cierto es que no ha hecho sino una turaleza ; lo propiamente cama: sola esencia (2) de lo que es muchas, nunca las produxo Dios, pero ni dos , ni qué razón? ni las producirá jamás. Glauc. Por dos necesa- Soc. Es porque si hiciese solamente , cuya esencia riamente resultarla una tercera , de otras dos ella seria la ver- participarían (3) las ; y Mu-y dadera cama, mas 110 estas otras dos. Glauc. Dios es- bien. Soc. Creo pues que como supiese to quisiese ser verdaderamente autor no de , y tal lo que le habría confun- cama en particular , de la cama verda- dido con el carpintero , sino ( 268 ) produxo la cama ¿leramente existente , que es Ello debió nna de su naturaleza. Glauc ser así. Soc. Gustáis pues que demos á Dios el título de algún otro hacedor de la cama , ó semejante? qué pensáis vos ? Glauc. Este título le corres- tanto mas que él ha hecho por natura- ponde , de la cama la de todas las leza (4) la esencia y ©tras cosas. Soc. Y al carpintero cómo le lla- la sin maremos ? el artífice de cama , duda? Glauc. Ciertamente. Soc. Y en orden al pin- artífice el hacedor? tor diremos que es el , ó Glauc. Ni uno, ni otro. Soc. Pues qué es él res- pecto de la cama? Glauc. El solo nombre que es el de imita- razonablemente se le puede dar , la qual aquellos son autores. dor de la cosa , de que Soc. Muy bien. Luego llamáis imitador al dá á luz una producción separada tres grados de la naturaleza. Glauc. Justamente. Soc. Por tanto calidad de imita- el compositor de tragedias , en de la dor está distante tres grados del rey (5), y demas verdad. Y lo mismo sucede á todos los Supues- imitadore-s. Glauc. Es muy regular. Soc. for- to pues que hemos fixaao la idea que debe a os ruego me respondáis marse del imitador , , por la pregunta siguiente. El pintor se propone es objeto de su imitación lo que en la naturaleza bien trabaja so re uno en cada especie , ó mas sobre as las obras del arte? Glauc. Él trabaja sl son en ? obras del arte. 5bc. Tales como ellas aún este ó tales quales aparecen? Explicadme panto .Glauc.Qué queréis decir con esto? Soc. (269) cama no es siempre k misma ca- io aquí, üua , directamente ora de sosía- ma" ora se la mire , qualquier otro modo? pero aunque sea 0 de otro en sí no parece diferente ? Y la misma , demas cosas. Glauc. La tanto digo de todas las aunque la cama sea la apariencia es diferente , en lo que os voy misma. Soc. Reflexionad ahora es el objeto de la pintura ? Es por á decir. Quál es tal como es en sí> suerte representar lo que , presenta? Es nni- 41o que aparece tal como se realidad? mitacion de la apariencia ó de la Luego el arte de Glauc. De la apariencia. Soc. verdadero la imitar está muy distante de lo ; y es que no toma razón porque hace tantas cosas , de cada una aun sino la mas pequeña parte , y El pintor por esto no es sino un simulacro. , zapatero un car- nos representará un , exemplo , artesano sin teñe» co- pintero ó qualquier otro , , Apesar de nocimiento de ninguna de estas artes. pintor engañaria á los ni- esto, si fuese buen , ignorante enseñándoles de léxos ños y al vulgo , de modo un carpintero que hubiese pintado , por la realidad» que ellos tomasen la imitación mi Glauc. Seguramente. Soc. Pues lo mismo , las de- amado amigo, se debe pensar en todas «'enga á de- más cosas. Siempre que alguno nos que sabe to- cir encontró con un hombre , que solo en gr*— dos los oficios que reúne en sí , y están do eminente todos los conocimientos que ved á lo repartidos entre los otros hombres ; , tiene. que lo que se debe pensar del que yo creo , ( 2fO )

semejantes discursos : es menester mirarle co ibo un fatuo que se dexó engañar , por un em-

baucador por un mimo , á quien tuvo y poc todo un sabio á causa de no poder , discernir la verdadera ciencia de la ignorancia la , y imita- cion de la realidad. Glauc. Esto es muy cierto. Soc. Réstanos ahora considerar la tragedia y á Homero que es el padre de ella. Como oí- mos decir todos los dias á ciertas gentes que , los poetas trágicos están muy versados en todas las artes en todas las ciencias humanas que y , tienen por objeto el vicio la virtud y , y aún en todo lo mira á las que divinas ; por quanto es necesario á un buen poeta estár perfectamente instruido los de asuntos que trata , si quiera desempeñarlos bien , siéndole de otro modo im-

posible : á nosotros nos si corresponde ver , los que hablan de este modo se dexaron engañar

por esta especie de imitadores si su error pro- , y viene de que viendo sus obras , no registran que ellas distan tres grados de la realidad que sin , y conocer la verdad, es fácil componerlas; no sien- do en limpio otra cosa, que unas fantasmas des- tituidas de todo ser real se contiene ; ó si acasG sigo de sólido en lo eilos si en que dicen , y efecto los buenos poetas están bien instruidos en las materias de , sobre las quales el común los hombres piensa que ellos han escrito bien. Glauc. Esto por cierto es lo que debemos exa- minar. Soc. Creeis vos que si alguno fuese ca- pia de hacer uno otro representación de y , la (2?I )

la cosa misma representada , esco- una cosa , ó no hacer gería consagrar sus talentos para mas vanas querría acreditarse por que imágenes , y como si no pudiese emplear toda este término , Glauc. no lo creo. su vida en otra cosa mejor ? Yo versado en el conocimiento Soc. Pero si estuviese pienso que se aplicaría mas ¿e lo que imita , yo obras que no á imitar las de otro a hacer , ; y después de sus procuraría señalarse , desando monumentos dias gran número de hermosos , y se afanaría por merecer los elo- en una palabra , vez de limitarse á solo gios de los otros , en porque dárselos. Glauc. Yo también lo pienso , gloria de to- le resultarían mas ventajas y mas mar este partido. Soc. No exijamos pues de Ho- mero, ni de otros poetas, que nos den cuenta de mil cosas que han hablado. No les preguntemos si sabían solo contrahacer el si eran médicos , ó lenguage de los médicos. Porque de que poeta antiguo ó moderno se ha contado que hubiese,, vuelto la salud á los entermos, como Esculapio , V desase en pos de sí discípulos sabios en la me- dicina los dexó Esculapio en la peí so— , como na de sus descendientes ? Hagámosles la mis- artes no les ma gracia respecto de las otras , y digamos nada. Pero pues que Homero se empeñó en hablar sobre materias de mucha importancia la di- las tales como la guerra , y mas bellas , administración de estados, rección de txércitos , es justo que le pregun- y educación del hombre , Homero si. no temos y le digamos : mi amado , 2 ( 2T ) es cierto que vos sois un artífice distante tres gra. dos de la verdad incapaz de hacer , otra cosa que fantasmas de virtud ( porque tal es la defi- nición que hemos dado del imitador • sino ) qUe sois artífice de segundo orden , capáz de conocer lo que puede hacer mejores ó peores los estados

los particulares : decidnos qué ciudad y , os debe

la reforma de su gobierno , como Lacedemonia la debió á Licurgo muchos estados (ó) 5 y gran- des y pequeños á otros muchos ? Qué país os celebra por sábio legislador se gloría , y de ha-* ber sacado provecho de vuestras leyes ? La Ita- lia la Sicilia nosotros y un Charondas (7) ; los atenienses pero á vos tuvimos á Solón : quál es el pueblo que os reconoce por su legislador? Glauc. Yo no creo que tenga uno solo, A lo me- nos los partidarios de Homero nada nos dicen* Soc. Y se hace mención de alguna guerra feliz- mente dirigida por el mismo Homero en perso- ninguna* na , ó por sus consejos ? Glauc. De Soc. Pero se ha distinguido por alguno de estos

descubrimientos que caracterizan el génio , por invenciones útiles á la perfección de las artes y las se refiere de á necesidades de la vida , como Thales 8 Milesio del scyta Anacharsis {9)? ( ) , y Glauc. No se cuenta de él cosa semejante. Soc. Pues si Homero no hizo servicio ninguno á la socie- particulares? Se dad , le ha hecho siquiera á los dice que en su vida haya sido director de la edu- cación de algunos se le apasiona- jóvenes , que sen por la dulzura hubiesen tras- de su trato , y ( 273 ) mifido á la posteridad un plan de vida trazado se cuenta de Pítágoras (io) por Hornero ; como que se adquirió grandísima reputación por este que tiene aun sectarios que llevan su término , y que guardan el género de vida de que nombre , el modelo que se distinguen entre les dexó , y Sócrates, todos los demas filósofos? Glauc. No , nada de esto se dice de Homero. Porque Creo-

1 que acaso fué su amigo debió de ser pililo ( 1 ) , costumbres que lo era aún mas ridículo en sus , si que se refiere de el nombre que llevaba 5 lo que miéntras vivió no se Homero es verdad , tomó ningún cuidado de la educación de aquel su amigo. Soc. En efecto así se cuenta. Pero que si Homero en reali- pensáis vos , Glaucon , dad hubiese sido capáz de instruir á los hombres hacerles mejores como que tuviese un per- y de , tan bien fecto conocimiento de las cosas que sabia pensáis vos digo yo-, que no se hubiese imitar ; , que le habrian honrado hecho muchos amigos , Pues que! r'itago- con su afecto y confianza? Prodico de Chio , ras (12) de Abdera , (13) y soore tantos otros tuvieron bastante ascendiente las conversa- sus discípulos para persuadirles en ellos que ja- ciones familiares que pasaron con , ni su patria, más serian capaces de gobernar bien dirección sino aprendían baxo su ni su familia , cuyo saber fueron tan el arte de bien vivir ; por que de sus sequaces , amados y reverenciados asi en por decirlo , faltó poco para llevarles , floade triunfo sobre sus cabezas por todas partes

TOMO II. s ( 2^4 ) vivian en iban : los que tiempo de Homero y y les hubiesen dexado ir de Hesiodo , solos recil ciudad en ciudad tando versos de , si pudieran ellos dar á los hombres lecciones saludables de virtud ? No se hubiesen aferrado mas á ellos qUe al oro precisándoles á vivir en su , compañía . ó conseguir en caso de no poderlo , no los hubie- ran seguido por todas partes hasta tanto que su educación hubiese estado completa? Glauc. Todo Sócrates lo que vos decís , , me parece que es verdad. Soc. Digamos pues de todos los poetas s

empezando por Homero , que ora traten en sus

versos de la virtud , ó de qualquier otra mate- otra cosa ria , no son ellos sino imitadores de fantasmas que jamás llegan á la , realidad ; del mismo modo que poco ántes deciamos del pin- tor retrato del , que hará un zapatero tan pare- cido que le tengan por verdadero él , , aunque no sepa nada de este oficio , y dispondrá los colo- res actitudes tal y con arte , que los queden engañados con la apariencia. Glauc. En- teramente es así. Soc. De la misma manera el poeta sin talentos mas que el de imitar , me- diante cierta colocación de palabras y expresio- nes figuradas , saoe dar tan bien a cada arte los colores que le son propios ha- , que ora sea que ble de zapatería ora trate de , Ue la guerra , o qualquier otro asunto , su discurso sostenido de la medida del numero de la per- , y armonía , suade á ios que le oyen no juzgan sino por , y los versos , que él está perfectamente instruido ( 275 ) Tan grande en las cosas de que habla. y pode- encanto la roso es de su naturaleza el de poe-

porque yo pienso que sabéis vos , lo que son sía ! del colorido los versos de los poetas, desnudos que música lo habréis sin duda toman ellos de la , y considerado. Glauc. Sí. Soc. Acaso no se parecen tienen otra hermosura que á los rostros que no , los quales vienen á ser cierta ñor de la juventud , desagradables luego que esta flor se marchita? Glauc. Es muy propia la comparación. notad esto. El ha- Soc. Adelantemos mas , y es decir el imitador no cedor de fantasmas , , de los objetos conoce mas de la apariencia , y nada de lo que ellos tienen de real * no es ver- dad? Glauc. Ciertamente. Soc. No nos dexemos sino examinémoslo a fondo. esto á medio decir , proseguid. Soc. El pintor, Glauc. Me conformo : pintará uníis riendas un freno? pregunto yo , y guarni- Glauc. Sí por cierto. Soc. Y los hará el Sin duda. Soc. Pero cionero y cerragero ? Glauc. entiende el pintor la forma que por ventura , freno ni aun el debe darse á las riendas y al , cerragero sea ya mismo que las hace, ya sea el , fuera de aquA ni ningún otro , el guarnicionero , es decir, solo el gi- que sabe hacer uso de ellas , diremos nete? Glauc. Esto es verdad. Soc - Y no otras cosas» lo mismo respecto de todas las que hay tres Glauc. Cómo ? Soc. Quiero decir, el que se artes que corresponden á cada cosa , el que la imita. sirve de ella el que la hace , y , ingés Glauc. Ciertamente. Soc. Pues á qné se S a ( 2?6 ) la hermosura la las propiedades , , y aptitud: de de un animal de una un mueble , , y acción al uso para el qual qualquiera ; sino cada cosa es destinada por su naturaleza , ó por la inten- ción de los hombres? Glauc. Es así. Soc. Luego es muy necesario que el que se sirve de una cosa, conozca las propiedades mejor que ningún otro, que dirija al artífice en su trabajo enseñán- y , dole lo que su obra tiene de bueno ó de malo en él hace. El flautista orden al uso que , por ejem- al flautero que flautas plo , enseñará , son las sirven le prescribirá el que mejor le , y modo como las debe hacer, y éste le obedecerúcGlauc, No el hay duda. Soc. Según esto , primero habla co- mo hombre instruido de lo que hace á una flau- ta buena ó mala el segundo trabaja sobre la , y fé del primero. Glauc. Es cierto. Soc. El cono- cimiento pues que tiene todo artífice de la bon- defectos de su obra propiamente hablan- dad y , segura bebida do , no es mas que una creencia , en las conversaciones que tuvo con el que lo entiende por cuyas luces se vé obligado á , y ella usa, gobernarse ; en lugar que el que de tiene un conocimiento fundado sobre ciencia cier- ta. Glauc. Enteramente es así. Soc. Mas en or- den al imitador ventura adquiere con el , por uso una ciencia cierta de las cosas que imita, que le ponga en estado de juzgar si son hermo- sas bien hechas ó no ? ó á lo ménos adquiere y , una opinión justa en que se , por la necesidad halla de tratar con aquel que sabe de ello , y “

debe imitar ? Glauc. Nt . u «rescribe cómo lo 'nT^ro. &e. Luego el imitador ni tiene S justa tocante a seguros ni opimon , tifiad píos , bien ó mal en aqueho que f que ha hecho , asi, Parece que no. Soc. Siendo esto l'nita. Glauc. en el co- estaría bellamente versado el imitador se propone imitar. nocimiento de las cosas que que no sena mucho. Soc. tnm Clauc. Claro está , sin saoer o ni mas ni ménos , tocio él imitará se en cada cosa ; y hay de bueno y de malo cue que pa- por objeto de su imitación io propondrá Pues multitud ignorante. Glauc. rece hermoso á la proponerse? Soc. Según qué otro objeto podria suficientemente demostra- creo que hemos esto , no primera que todo imitador do dos cosas : la , conocimiento muy superfic a nene mas que un nada tiene_ imita que su arte d» lo que , y diversión de mnos sino que es una mera serio , que se aplican segunda que todos los ía . en vetaos sea que compongan poeía dramática , berotcos so lambo, 6 en ver», , \ Soc- Pero po no mas. Glauc. Es evidente. hasta dts. semejante »'«“ no Dios que me digáis , verdad . o qu P ta tres grados de la

cierto. , Glauc. Es , soo fa«uí->~ Pregunto pues ahora , q Soc. jue^iene. ella el poder c del hombre exerce íad - vos hablar . S . Glauc. De qué queréis es verdad, cosa parecida á ésta. No ^ o de lexos, misma magnitud mirada de cerca cierto que no. Me. parece igual? Glauc.. Pop s 3 (*?%) que lo que se vé derecho ó encorvado fuera

otro , que son ellos ó iguales , se forman en no- sotros dos juicios opuestos sobre estas mismas cosas? Glauc. Es cierto. Soc. Mas no hemos di- cho que era imposible que la misma facultad del alma hiciese á un tiempo mismo sobre una mis- ma cosa dos juicios contrarios? Glauc. Sí di- , y x irnos muy bien. Soc. Por consiguiente , lo que juzga en nosotros contra lo que resulta de la medida , es diferente de aquello que juzga con— A

( ®79) Glauc. No hay duda. Sor Pues forme á la medida. a cal- se atiene á la medida y la facultad que mas excelente en el alma. culo es lo que hay , Otra tacuhad Sin disputa. Soc. Luego la Glauc. lavó- opone es una de las cosas mas oue se le , que nosotros. Glauc. Preciso es las que hay en confesión quería yo sacaros así sea. Soc. Esta en general toda quando decía que la pintura y , por un lado o consiste en la imitación , Lt que que abraza de la verdad en todo lo dista mucho - otro esta parte de n objeto suyo por , como á ; - trabaja, de quienes am sotros por cuyo medio “ «tí unida dista ella misma y i ia qual , sentida mucho del buen , y verdadera'“““f ni solida. n-opone cosa ninguna sea pue Estamos de acuerdo. Soc. Como &L. apuntarse sx venga frívola de , y la imitación ju.de en nosotros no con lo que hay frívolo frivolo,. Ghuic. sí menos de producir .efectos muy -to_res- suerte solo es d=«o “sT*. P» . - que corresponde a l de :1a imitación pecto aqueda^ qie otro tanto de v no se ou-de decir oído que hace para el , y l que debe de me parece , poesía i Glauc. Á mí je nos detengamos en cirse lo mismo. Sor. No >a roshnUitudes fundadas sobre la poest halla entre la pintura y _ con la qual £ aquella parte del alma M basta s,a nene una correspondencia Glauc. Asi -«e si es frívola ó sena. s 4 ( 28o ) Soc. Propongamos pues la cosa de este modo La poesía imitativa representa , decíamos noso- tros á los hombres en acciones , forzadas ó vo- luntarias por cuya ejecución se , creen felices ó desgraciados se abandonan á , y la alegría ó á la tristeza hay por ventura ; en lo que ella hace otra cosa fuera de esto? Glauc. Nada. Soc. Pero por fortuna en todos estas situaciones el hombre está de acuerdo consigo mismo ? AI contrario no experimenta también en lo que mira á su con- ducta , las mismas sediciones y los mismos com- bates que sufre , según convenimos poco ántes, con motivo de la vista , quando forma á un mis- mo tiempo sobre el mismo objeto dos juicios opuestos ? Mas me acuerdo que es inútil dispu- tar sobre este punto , porque en ios coloquios anteriores quedamos convenidos en que nuestra alma estaba llena de una infinidad de contradic- ciones semejantes. Glauc. Tuvimos razón. Soc. Sin duda. Pero tengo por necesario que examinemos al presente loque omitimos por entónces.G/aac.De qué se trata? Soc, De un hombre de un carácter moderado á quien sucediese alguna desgracia, como la pérdida de un hijo , ó de otra cosa que estimase en mucho diximos entonces su- , , que frirla esta pérdida con mayor resignación que la llevarían otros. Glauc. Seguramente. Soc. Vea- mos ahora , si será del todo insensible á esta pér- dida , ó si siendo una pura chímera semejante insensibilidad , pondrá solamente límites á su do- lor. Glauc. Esto á la verdad es lo mas cierto. )

s8i ( en qué tiempo se hará mas Soc. Decidme aún , doior quando esté á violencia para contener su , quando se halle á so- vista de sus semejantes , ó Se contendrá mucho jas consigo mismo? Glauc. el mundo. mas quando esté á presencia de todo sin testigos presumo que se Soc. Pero viéndose , tales que se avergon- le escaparán muchas quejas , hará aaemas muchas zaría que alguno las oyese : y soi prendido. cosas en las cjuales no querría ser que Glauc. Es al pie de la letra. Soc. Luego lo es la razón la le manda oponerse al dolor , y lo que le inclina á aoando— ley : al contrario , la pasión. Glauc. Esto es verdad. narse , es expefimema de este Scc. Pues quando el hombre mis- modo dos movimientos contrarios acerca dei que hay en él prueba decíamos , mo objeto , es , Soc. La dos partes opuestas. Glauc. No hay duda. a la ley una que está siempre pronta á ooedecer esio? en todo quanto prescribe. Glauc. Cómo es la ley dice que es lo mejor Soc. Por exemolo , , quanto permanecer tranquilo en las adversidades

: danuO por ra- se pueda no apesadumbrarse , y son se ignora si estos accidentes zones , de que que para en adelante nada so buenos ó malos , y merecen los aconte- gana con afligirse , ni que en ellos cimientos de la vida que nos tomemos sobre todo siendo la aflicción un tanto interés ; servir- obstáculo á lo que en estos lances puede nos de mas pronto socorro. Glauc. Pues que de- consejo ue beríamos hacer entonces ? Soc. 1 omar eor- la razón sobre lo que acaba de suceder , y .

(282) regir con nuestra buena conducta la injusticia de la suerte á la manera que el , jugador repara con su habilidad el golpe del dado ; y no hacer como ios niños que quando han caído , , llevan- do su mano á la parte herida , pierden el tiem- po en gritar sino ; ántes bien acostumbrar nues- tra alma á que aplique prontamente el remedio á la herida levante lo caído , y , sin detenerse llantos en inútiles. Glauc. Sin duda que éste es el mejor remedio contra los golpes de la fortu- na. Soc. Y también diximos que la parte mas sana de nosotros obedece voluntariamente á es- tos excelentes consejos. Glauc Esto es claro. Soc. Pero acerca de ía otra , que nos reproduce sin cesar la memoria de nuestras desgracias , y nos provoca á los llantos lamentos sin y , saciar- se de ellos jamás ; temeremos decir que es una cosa irracional , cobarde y tímida ? Glauc. Lo diremos sin titubear. Soc. Pues no hay cosa que mas campo dé á una imitación siempre Variada, que el dolor el y sentimiento ; en lugar que un carácter sabio tranquilo semejante á y , siempre sí mismo ,es muy díñcií de imitar la pintura , y que se sacase , no seria muy propia para llamar la atención de esta multitud confusa que se con- grega de ordinario en los teátros : porque seria esto ofrecerles un quadro de costumbres del todo diferentes y extrañas. Glauc. Enteramente es así. Soc. Es evidente por otro el genio del lado , que poeta imitador de ningún modo le incita á re- presentar esta situación del que su arte. alma ; y .

(a«3\ , su saber á fin de hacerle b¡en quisto á y , ía mul- titud no se ocupan sino en complacerla , ; por lo qual se aplicará con preferencia á expresar caractéres apasionados los , que por su variedad son mas fáciles de imitar. Giauc. No hay duda. Soc. Luego razón hemos tenido de condenarle ponerle en la misma clase que al y pintor ; con quien tiene de común el no componer sino obras que se encuentran frívolas vanas y , comparadas con la verdad se le ; y parece también en que trabaja con la mira de agradar á la parte frívola sin del alma , hacer caso de lo que en ella hay de mejor. Por tanto con justicia le hemos re- husado la entrada en una ciudad que dehe go- bernarse por leyes sábias porque dispierta , y sustenta esta parte del alma fortificándola , y destruye el imperio de la razón. Y lo que suce- dería en un estado , en el qual los peores se hiciesen los mas fuertes , entregándoles toda la autoridad acabando con los buenos , y ciudada- nos ; podemos asegurar que es una viva imagen del desorden que el poeta imitador introduce en el gobierno interior de cada hombre, por la com- placencia excesiva que tiene con esta parte in- sensata del alma sabe distinguir , que no lo que es mas grande lo que es mas chico y , que se íorma del tan pronto mismo objeto grandes , tan pronto pequeñas fantasmas que está , y siempre á o na distancia infinita de la verdad. Giauc Esto es cierto. Soc. Pues aun no hemos dicho nada del ma« C 2B4) yor mal que causa la poesía. Por qué en efecto es cosa ía terrible el ver no mas , que fuera de número es eapáz ella de un corto , corromper el

ánimo de los mas sábios ? Glauc. Sin duda io si semejante efecto. seria , produjese Soc. Escu- chad y lo vereis. Bien sabéis que quantos aquí los racionales estamos , entiendo aún mas quan-, , do oímos recitar los pasages de Homero ó de

de algún otro poeta trágico , donde se repre-

senta un héroe en aflicción , lamentándose de su suerte con largos discursos dando gritos , , é

hiriéndose á puñadas en los pechos ; bien sabéis, digo que experimentamos entonces un yo , pla- cer secreto del qual nos dexamos llevar insensi- blemente á la compasión del héroe que , y que

eos interesa , se junta la admiración del talento del poeta que supo tan bien enternecernos. Glauc. Lo sé muy bien cómo podría ignorar- , y lo ? notar que en Soc, Con todo habéis podido , las desgracias que nos suceden á nosotros mis- nuestro mos , creemos nosotros que es honor decir de tomar el partido contrario ; quiero permanecer firmes tranquilos persuadidos que y ,

esto corresponde á un hombre de esfuerzo , y que deben dexarse para las mugeres estos mis- mos llantos que acabamos de aprobar en un héroe. Glauc. Ya lo he advertido. Soc. Pero á dónde está el digo de ver sin buen sentido , no indignación conmocio- , §ino aún de aprobar con en aies de alegría en otro hombre una situación , la qae la qual nos avergonzaríamos hallarnos , y ( 2g 5) Condenaríamos en nosotros como una debm— que no tiene esto nada dad ? Glauc. Por Dios Sin duda que no sobre todo de racional. Soc. , la cosa como se debe mirar. Glauc . Dé si miramos esta parte qué modo? Soc. Si consideramos que qual nos oponemos en de nuestra alma contra la que está hambrien- nuestras propias desgracias , lamentos de que querría sa- ta de lágrimas y , siendo de su naturaleza inclinada á bus- ciarse , los poetas es la misma que lisongean , y carlos , satisfacer que en estas ocasiones se afanan por ; mismos que es la mas la otra parte de nosotros estando aun bastante fortificada excelente , no se descui- ni con la costumore , con la razón , lamentadora ex- da en tener á raya la parte , especta- cusándose con que ella no es mas que de otro que no le es dora de las miserias , y lás- vergonzoso dar señales de aprobación y de es tenida por las lágrimas que otro que tima , derrama desmesurada- por hombre de bien 5 que cuenta ella por una. ga- mente : de suerte entonces nancia el placer que experimenta , y de él condenando abso- no consentiría privarse , proviene* lutamente esta especie de poemas. Esto, de que pocas gentes hacen fle- según pienso , ser infa- los alectos de otro vienen á xión , que que después de haber liblemente los nuestros , y compasión con la mantenido y fortificado su es difícil mode- vista de los males agenos , muy Es mucha rarse en los suyos propios. Glauc. verdad. (286)

Soc. Y no diremos io mismo de lo ridículo? por aversión mucha que tengáis al oficio de tru- han si os complacéis , excesivamente con las bu-, fonadas ya sea en el teatro ya sea , en las con- versaciones os sucederá lo , mismo cue en las representaciones trágicas esto es , , de hacer lo que aprobáis en los demas. Porque entonces da- réis curso libre al deseo de hacer reir , que la razón refrenaba ántes en vos mismo , con el te- mor de incurrir en la neta de bufón ; y después de haber fomentado este deseo presenciando la comedia , no tardareis en ir soltando en vuestro trato aún sin pensar , en ello , rasgos que no pueden convenir sino á un farsante. Glauc. Te- neis mucha razón. Soc. La poesía imitativa pro- duce también en nosotros el amor la ira to- , , y das las pasiones del alma que tienen por objeto el placer y el dolor, é influyen en todas nuestras acciones porque en lugar de desecarlas poco i poco las nutre , y las riega. Nos hace mas vicio- sos y mas infelices por el imperio que dá á estas pasiones en nuestro corazón , en lugar de tener- las en una entera dependencia aseguraría , que nuestra hombría de bien y nuestra bienaventu- ranza. Glauc. Yo no puedo menos de decir lo mismo. Soc. Por tanto , mi amado Glaucon, quando os enconareis con los admiradores de Homero ^ y les oigáis decir que este poeta ins- truyó á la Grecia que aprende uno , y leyéndole á gobernarse y conducirse bien en los varios encuentros de la vida que no se puede hacer , y .

( aojo á sus preceptos sera cosa mejor que arreglarse ; preciso usar de toda especie de atención y com- este cre- placencia con los que tienen Ienguage , yendo que trabajan en quanto es de su parte* bien concederles que Ho- por ser hombres de * y poetas el primero mero es el mayor de los * y pero al mismo tiempo de los poetas trágicos : que en nuestra república debeis tener presente , obras de poesía que no se han de admitir otras , dioses, los elogios los hymnos en honor de los y que en el momento que de hombres ilustres ; y voluptuosas sean épi- recibáis en ella las musas , sean lyricas el placer el dolor reynarárx cas , , y en vez de la ley de la ra- en vuestro estado , y excelencia reconocieron siempre los zón , cuya hombres en todos tiempos. Glauc ISo hay cosa mas cierta. ocasión segunda Soc. Y pues que se presentó oísteis lo que se vez de hablar de la poesía , ya para manifestar me ofrecía decir en el asunto , tuvimos razón de des- que siendo lo que ella es , república porque terrarla entonces de nuestra ; motivos no pudimos resistir á la fuerza de los pam ne que nos obligaron á ello. Por último , 4 rusticidad, la poesía no nos acuse de dureza y no es de ahora sino muy es bueno decirle , que Testigos esias antigua su oposición á la filosofía. regañona que ladra expresiones : aquella perra gentes que lo lucen en con- contra su ama. . . Estas tropa de currencias de hombres insensatos. . La todo, . , Estos falsos sabios que quieren dominarlo ($ 88 ) contemplativos sutiles á quienes la pobreza aguza el entendimiento otras mil (14) , y que son prue- bas de su antigua enemistad. Á pesar de esto, si la protestamos ingenuamente , que poesía imi- tativa que tiene por objeto el placer y , puede probarnos con buenas razones que , no se la excluir de un estado bien civilizado debe , no- sotros la recibiremos con los brazos abiertos, como que no podemos disimularnos á nosotros mismos la fuerza y dulzura de sus encantos; pero nunca es permitido hacer traición á la ver- dad donde quiera que se cree encontrarla. Vos

mismo , amigo mió , no sois de aquellos á quie-

nes encanta la poesía , sobre todo quando se os presenta en Homero? Glauc. Seguramente que sí. Soc. Luego es acreedora á que se le permita bien venir á defender su causa ante nosotros , sea qualquier otra especie de en una oda , ó en poema que le pareciese escoger. Glauc. Sin duda.- Soc. protectores sin hacer En quanto á sus , que la nosotros ellos versos , son amantes de poesía , les prosa permitiremos abogar por ella en , y que nos muestren que ella no solo es agradable, sino también provechosa á las repúblicas y i los. no- particulares para el gobierno de la vida ; y sotros los oiremos con gusto: porque ganaremos ella lo útil en ello , si se nos hace ver que junta, á lo agradable. Glauc. Y cómo podíamos dexar de ganar en esto ? Soc. Pero si no pueden conse- guir el nosotros, probárnoslo , no imitaremos la los amantes. mi amado amigo , conducta de 2 e ( 9 ) que se hacen violencia por separarse del objeto luego después que han recono- de sus pasiones , cido la inutilidad y el peligro ? Del mismo mo- conservaremos siempre cierta benevolencia á do , el amor que hemos concebido la poesía , por ella se nos ha inspirado en estas para con , y habernos sido criados; bellas repúblicas , donde desearemos que pueda parecemos muy buena y verdadera pero mientras que no tenga v muy : cosa de provecho que alegarnos en su defensa, previniéndonos la escucharemos con precaución , contra sus encantos por las razones que acabo de nos guardaremos bien de reincidir exooner ; y la juventud en* la pasión que la tuvimos en , y de la qual el común de los hombres no se ha li- bertado. Reconozcamos pues que esta especie de que poesía es indigna de nuestros cuidados , y seria ni allega- no se la debe mirar como cosa , bien todo hombre que da á la verdad ; ántes deoe teme por el gobierno interior de su alma , oírla sino con estár ojo alerta contra ella , no creer que quanto de ella hemos desconfianza , y dicho es cierto, Glaiic. Consiento de todo tni co- razón. mi, Soc. Grande por cierto es el combate , mas grande de lo que se amado Glaucon , y en el qual se nos propone , piensa , aquel que y que se trata de ser virtuoso ó malo. De manera

por las riquezas , ni por ni por los honores , ni la las ni aún ménos por amor de dignidades , que nos descuidemos eo poesía , es cosa digna TOMO II. I' ( 29 °) virtudes. adquirir ía justicia y ias oir<*s Glauc. Yo supuesto io que hemos no puedo separarme , di- creo que nadie pueda pensar de otro cho , y modo. Soc. Con todo no hemos hablado aún de reservadas á ia Jas mayores recompensas virtud, decirio así están premios que por , vin- y de los , culados en ella. Glauc. Preciso es que sean de si exceden á los que acabamos inmenso valor , de exponer. Soc. Puede por suerte llamarse gran- espacio de lo que se pasa en un pequeño de el intervalo que se- tiempo ? Pues en realidad , la vejez es bien poco para nuestra infancia de , comparado con la eternidad, ¡jlauc. Ni aun si- Pues qué pensáis que una quiera es nada. Soc. ! substancia inmortal deba limitar sus cuidados y tan. corto no mas bien sus miras á un tiempo 3 y atender á la eternidad, entera? Glauc. i o asi lo pienso. Pero por qué decís esto ? Soc. Ignoráis inmortal que ja- acaso que nuestra alma es , y

. estas palabras mirándo- más se destruye ? . . A me Gíaucon con ayre de sorpresa, á fe mi., que dixo vos podriaismeío pro- no sé nada , me : y repliqué yo á no ser que yo me enga- bar? Sí , , ñe creo aún mas, que podríais vos hacer otro : y ara la cosa no es difícil. Glauc. P tanto , porque es dariais mucho gusto en demos- mí lo ; y me fácil. trarme este punto que teneis vos por tan Soc. Escuchad pues. Glauc. Decid. ^ mal (i ved ¡ <> que es nester’r? • ! me- losofia ^ ^ ^ , f'reflexionar áa ue comnzñíL 9 c<>sas se inclina, qué Y apetece ’ C0Í1 uaa estrecha corresnour1 fi denC,a 6Sta CQn todo ] o que es divino, inn2i 7 J eterno qué x , y es lo que viene Qua n á.ser, eaüd0Se P°r entero á ^ sublime con^lT n Se S ’ eleva por ^ noble esfuerzo ' ODdo T S ds est£ ie P %o donde está sumergida. (297) sacude las arenas conchas pues como y se y ; por necesidad es comensal de la tierra , se le pe- cosas terrenas pedregosas sal- garon muchas , y aquellos alimentos que celebran tan- vages , por es tas gentes como regalados. Entonces , quando vereis claramente qual es su verdadera natura-

si simple ó compuesta en una pala- leza , es , ; quál es su esencia su manera de ser. Por bra , y lo que hace á su situación presente en esta vida* entiendo que hemos explicado bastante bien las pasiones y ios afectos á los quales está sujeta-. Glauc. Enteramente es así. Soc. Pero en esta averiguación no hemos despojado á la justicia de todo lo que es acceso- rio no hemos dexado aparte los honores V las , y recompensas que vosotros le atribuisteis sobre la palabra de Homero y de Hesiodo? No hemos demostrado que la justicia es por sí misma el que se bien mas excelente del alma , y debe ora se tenga ó no el anilla obrar justamente , de Giges si se quiere aun sobre este anillo, , y la celada de Plutóa (18)? Glauc. Es mucha ver- dad. Soc. Luego no se puede ahora llevar á mal, restituyamos á la jus- mi amado Giaucon , que ticia y á las otras virtudes, las recompensas que los hombres y los dioses han destinado al alma, y que recibe el hombre justo miéntras vive y después de la muerte. Glauc. Nada podría en- contrarse que oponer. Soc. Me restituiréis pues ahora lo que os he prestado al principio de esta conversación? Glauc. Qué cosa es? Soc. Tuve á ,

( 29 8 ) bies concederos que el virtuoso pasase por malo el malo por virtuoso porque y ; vos creisteis aunque fuese imposible que engañar en esto á ios hombres á los dioses con y , todo debía su- ponerse para continuar el discurso , á fin que hi- ciésemos nuestro juicio de la justicia é injusticia, comparadas una con otra como son en sí mis- mas: no os acordáis de esto ? Glauc. Sería un de- lito el no acordarme. Soc. Supuesto pues que es- tá ya pronunciada la sentencia , os intimo en nombre de la justicia que le restituyáis los ho- nores que ella recibe de los hombres y de los dioses ayudéis á restablecerla sus , y en derechos, para que en la opinión pública consiga la pal-

ma , con que adorna ella á los que la poseen; después que hayais convenido en los provechos que resultan de ser justo en que la justicia , y no dexa vanas las esperanzas de los que real- mente la practican , sobrepujando con mucho á la injusticia en los bienes que la reputación del

hombre virtuoso se lleva trás sí. Glauc. Esta es una petición muy justa. Soc. Me concederéis pues en primer lugar, que el virtuoso y el malo son conocidos de los dioses por lo que en sí son. Glauc. Os lo con- cedo. Soc. Y si la cosa es así el uso es amado, eí otro aborrecido io con- de los dioses , según fesamos desde eí principio. Glauc. Esto es ver- dad. que Soc. Mas no me concederéis también , ios que son amados de los dioses no tienen que esperar sino bienes de su parte que si alguna , y (299) vez reciben males son conseqüéncias necesarias’ del anterior pecado ? Glauc. Sin disputa. 5bc. Es necesario pues reconocer acerca del hombre jus- que ahora se vea reducido pobreza ó su- to , á , jeto á una enfermedad , ó constituido en qual- quier otra situación de las que el común de los infelices estos preten- hombres mira como , que didos males se convertirán en su provecho , ó durante su vida ó después de su muerte : por quanto la providencia de los dioses está siempre atenta á los intereses dei que trabaja por ser justo por llegar con la práctica de la virtud , y á la mas perfecta semejanza que el hombre pue- es regular que de tener con Dios. Glauc. No , un hombre de este carácter sea despreciado de aquel á quien se esfuerza asemejarse. Soc. Pero por ventura no se debe pensar todo lo contrario del malo? Glauc. Sin duda. Soc. Luego para con los dioses la victoria queda toda entera por el jus- to. Glauc. Á lo menos ésta es mi opinión. Soc. Y si debemos decir la respecto de los hombres , verdad se verifica otro tanto ? No sucede á , no los malvados y á los injustos lo mismo que á los atletas corren bien quando par- , que muy ya io mismo ten de la rava , pero que no corren quando van de vuelta ? Salen, con rapidez al principio, mas al fin de la carrera se hacen díg- aos las orejas caídas de mofa , volviéndose con los buenos cor- y sin ser coronados : en vez que redores consiguen e! premio, llegan ai término , y reciben la corona. Y los justos no tienen por ( 3^0 ) lo ía suerte común misma , quiero decir , que al fin de cada empresa de su conducta , v de su vida ios hombres dan á su , virtud ia gloria v las recompensas que le son debidas ? Giauc. Es muy cierto. Soc. Vos me permitiréis pues que aplique ios yo á justos lo que mas arriba decíais de lo ; malos. Yo pretendo que los justos, quan- do llegaron ya á la edad madura , consiguen en la república donde viven todas las dignidades que quieren contraen , á su elección alianzas pa- ra ellos y para sus hijos : en una palabra todo lo que vos habéis dicho de aquellos , digo yo de estos. En quanto los á malos , sostengo que, aun- que muchos de ellos consigan de jóvenes enga- itar ai mundo , descubiertos al fin de la carrera, llegados y á viejos se hacen dignos de risa y se les cubre de oprobios , reducidos á ser el jugue- te de los extrangeros de sus conciudadanos y ; y valiéndome de expresiones que vos teneis por demasiado fuertes respecto dei iusto , pero que se verifican en el malo , digo que serán atormén- tanos quemados y ; en suma , imaginaos oir de tni boca que ellos sufrirán todos los géneros de suplicios de que vos hicisteis mención entonces. Pero á '•vos os toca que ver , si llevareis á bien yo lo diga. G/nuc. Sí ; tanto mas que no decís cosa que no -sea muy arreglada. Soc. Tales pues esti- son los galardones , los pendios las recibe , y recompensas que el justo ij! i entras vive de parte de los hombres y de los dieses , fuera de aquellos bienes que encuentra , t

®n la práctica misma de la virtud, Glauc. Pues estas ventajas son muy gloriosas y sólidas, ni en - Soc. Pero no son nada ni en número , mag comparadas con los bienes con los ma- nitud , y les reservados en la otra vida á la virtud y al vicio. Escuchad la relación de ellos que no debo omitir, á fin de restituir al justo y al malo lo que tienen derecho de esperar de nosotros en esta conversación. Glauc. Referidlos enhorabuena*

sin ocuparos de que sea larga su relación , smo de que la oiremos coa gusto. Soc. No voy á con- taros el apologo de Alcinoo (19)5 sino el de un hombre esforzado, de Her el Armenio (20) ori- ginario de Pamphiíia. Después que hubo sido pasados diez dias muerto en una batalla , como

fuesen á recoger ios cadáveres ya podridos , fue mas llevado encontrado ei suyo sano y entero ;

á su casa para hacerle los funerales , estando ya los sobre la pyra pronto á ser quemado , á doce dias de su muerte resucitó, y contó á ios asis- tentes lo que habla visto en el otro mundo cr él que mi alma se se— Luego ai punto , diso , partí en compañía de j) paró de mi cuerpo , me lugar verdaderamente «otros muchos , ácia un vimos en ia tierra dos. aber- «espantoso , donde en el cielo otras «turas vecinas una de otra , y «dos que correspondían a aquellas. Ciertos jue— los «ces estaban sentados- entre estas aberturas ; «quales luego que hablan pronunciado su sen— «tencia á los justos emprender su , mandaban «enarena á la derecha por una de las aberturas. ( 3 02 ) «del cielo después de haberles fixado , por de- sdante un cartel que contenia la sentencia dada 35 á su favor á los malos les ; y mandaban tomar 35 á la izquierda su camino por una de ias aber- ssturas de la tierra llevando , también á la es-

5 cartel semejante ? palda otro , donde se expresa- sus acciones. ban todas Presentado yo á los jue- dixeron que era J5ces , me , menester que llevase «yo á los hombres la nueva de lo que pasa en ssla otra vida me mandaron que , y oyese y ob- 35 servase con cuidado en este lugar todo aquello «de que iba á ser testigo. Vi pues ai momento «las almas de los que habían sido juzgados, unas

35 subir ai cielo , otras descender baxo de tierra, 35por las dos aberturas que se correspondían;

ssmiéatras que por la otra abertura de la tierra, 35 vi salir almas cubiertas de inmundicia y de

?5 polvo , al tiempo mismo que por la otra del 35 cielo baxaban otras almas puras y sin mancha. 35 Todas parecía que venían de un largo viage, 33 y que se sentaban con gusto en la pradería, cpmo 35en un lugar de asamblea. Las que de ellas se co- 35 nocían, abrazándose unas á otras, se pedían nue- 35 vas de lo que pasaba ya en eí cielo baxo , ya ssla tierra. Unas contaban sus aventuras con ge- émidos. llantos des la memoria y , que arrancaba ssde los males que visto pa- habían sufrido , ó ssdecer á otras durante el tiempo de su viags 35 baxo la tierra años. , cuya duración era de mil 35 Otras que venían del la relación cielo , hacían sjde los placeres deliciosos que habían gustado} )

( 3°S de las cosas maravillosas que allí había a 5; y »visto.”

Mucho tiempo era menester , mí amado referiros por extenso el discurso Gíaucon , para de Her con este motivo. Pero se reducía á de- las almas eran castigadas diez veces cir r que por cada injusticia que habían cometido en su pero que la duración de cada castigo era vida ; años que son poco mas ó ménos los tér- de cien , minos de la vida humana : para que la pena fue- se siempre decupla por cada crimen. Y de este modo los que habían hecho muchos homicidios, ó habían entregado por traición ciudades y ejér- reducido su patria á esclavitud ó se citos , ó , hubiesen hecho culpables de algún otro delito atormentados al decu- de esta naturaleza , eran plo por cada una de estas maldades. Al contra- rio aquellos que habían hecho á los hombres be- señalados habían sido justos santos, neficios , y y recibían con la misma proporción la recompen- sa de sus acciones buenas. En orden á los niños nacido lo que morian poco después de haber ,

que contaba de su estado en el otro mundo , no merece que se repita. Pero referia que estaban destinadas aún recompensas mucho mayores á los que habían honrado con mas especialidad á

los dioses respetado á sus padres ; prepara- , y y los dos tormentos extraordinarios á los impíos , á parricidas á los suicidas. , y cr él quanuo un Estaba yo presente , decía , grande 55 alma preguntó á otra dónde estaba el (3o4)

«Arícieo : esté Arideo había sido tirano de us a sjeiudad de Pamphilia mil años ántes , ; había 3> muerto á su padre de edad ya abalizada , y á 33 su hermano mayor cometido , y , según decía 3> otros muchos delitos enormes. Ni -viene , res- sspondió el alma ni vendrá jamás aquí , : porque ssá propósito de éste fuimos todos testigos del 53 espectáculo mas horrendo. Pues quando estaba- is mos para salir de este abismo subterráneo, des- 3spues de haber cumplido nuestras penas , de re- sspente nos vimos á Arideo y con él otros mu-

sschos , los mas de los quales eran también tira- 33nos ; pero iban en su compañía algunos partí- sscuíares que en condición privada , Jsu , habian 33 sido grandísimos malvados. En el momento que 33 esperaban ellos salir , la abertura les rehusó el

35 paso arrojando un espantoso lo , bramido ; que 33 hace quantas veces alguno de aquellos , cuyas ssculpas son irremisibles , ó no fueron expiadas 33 suficientemente , se presenta para salir. Luego 33 al punto ciertos hombres crueles que pare- , y 33 cian todos de fuego , en oyendo el estruendo, 33 se arrojaron sobre ellos é hicieron presa de 33 Arideo de los otros les los pies ma- y , ataron , 33 nos cuello después haberles echado en y , y de 33 tierra despellejado en carne y , los arrastraban 33viva sobre a abrojos junto al camino , dando 33 todos los pasageros razón por qué los tra- sstaban de aquel modo diciendo que los iban , y 33 á precipitar en el Tártaro. Esta alma anadia, que 33 que entre los muchos y varios temores con )

( 3°5 el «habían sido agitadas en camino , ninguno s) igualaba al espanto que les causó este -horrible «bramido que para ellas fue de un placer in- , y

explicable el salir , luego que hubo cesado. Ved puntualmente lo que pasa en orden al juicio i: y suplicios de ios malos la liberalidad idos : y con

«que son recompensados los buenos , es igual al ssrigor que tienen coa aquellos. » Mas después que las almas hubieron pasa-

ndo siete dias en este prado , debían partirse de «allí el día octavo en quatro dias de marcha , y

ss llegar á cierto lugar señalado , de donde se veía 53 una luz extendida sobre todo el cielo y sobre

«toda la tierra , derecha como una columna,

;? bastante semejante al arco iris, aunque mas «brillante y mas pura. Llegaron ellas á esta luz ssen otra jornada de un dia ácia el medio de , y 53Ía luz divisaron colgados del cielo los extremos

;3 de sus faxas. Esta faxa del cielo no es otra cosa,

5>que la luz de que yo he hablado , que abraza

33 por el término de aque- toda su circunferencia ,

5) líos maderos de cuenta que ciñen el cuerpo de

53 las galeras sostienen su armazón. De las ex- , y 53tremidades de las faxas está pendiente el huso jsde la Necesidad, que dá movimiento á todas 3?las revoluciones celestiales. La caña del huso y el tortero en 33ei garapatillo son de diamante , y ssparte en parte de otras p¡e- es de diamante , 33 d ras preciosas. Este tortero se parece en la íi— 3)gura á las rodajas de los husos de acá oaxo. es menester «Pero para tener una justa idea , tomo II. V (3oó)

3j representarse una rodaja grande , agujereada con entalle por todas partes «en medio , y , en otra mas pequeña 5,1a qual se encavase , tan siajustada como los vasos que se meten unos en

3; otros del mismo modo en ía segunda se en- ; y en ésta una quarta así jjcaxase una tercera , , y «en seguida otras quatro hasta el número de dispuestas entre sí como círculos con- jjocho , réenmeos. Se veía el borde superior de cada

35 todas juntas no presentaban al exterior una , y 33 sino la superficie continua de una sola ro-áaja pasaba por el „a! rededor del huso , cuya caña

33 centro de la octava. Los bordes circulares de la «rodaja primera y exterior eran los mas anchos; «trás estos ios de la sexta después los de la la quarta en seguida los de la octava , de 53 , y quinta de la tercera de la 33 séptima , de la , y este 33 segunda iban disminuyendo de anchura por 33mismo orden. El círculo formado por el canto «de la rodaja mayor era de diferentes colores. brillante el de la oe- «El de la séptima muy ; y sstava tomaba del séptimo su color con el rever- s3bero. El color de los círculos de la segunda y el tiraba mas «de la quinta era casi mismo , y sssobre amarillo. El tercero era de un color muy En 33 blanco el del quarto era un poco roxo. ; y ai del >3 del segundo excedía en blancura fin , el preciso que todo sssexto. Revuelto el huso , es «entero haga su revolución con un movimiento las sie- 33imiforme pero miéntras que la hace , : con 33 te rodajas interiores se mueven lentamente (3°^) «una dirección contraria. Ei movimiento de la la 33 octava es el mas rápido ; Los de séptima , de de la quinta son menores casi 3 ? ia sexta y , y tercera 33 iguales entre sí en velocidad. La parece «que hace su revolución al rededor de la quar- la velocidad de la tercera es menor 33 ta ; pero las precedentes la segunda se 3, que la de ; y «mueve con mas lentitud que todas. El huso rodillas la ,3 mismo dá vueltas sobre las de Nece- «sidad. Mas sobre cada uno de estos círculos anda

33 montada una sirena que dá vueltas con él, por un tono 33 cantando con toda su fuerza ; de 33suerte que de los ocho tonos diferentes resulta rededor del huso j; una armonía perfecta (ai)- Al 'están sentadas sobre ssy á distancias iguales , hijas de la Necesidad, «tronos las tres Parcas , Clotho Atropos, vestidas de blan- 3! Lacliesis , , y llevando en la cabeza una corona. Acoro— «co 5 y las sirenas i Lachesis can— 33 pañan en su canto a lo Clotho lo presente , Atropos 33ta lo pasado , «de por venir. Clotho de tiempo en tiempo Jle-r ciar su mano derecha , hacía 33 gando al huso con exterior. Atropos con la 33 la vuelta á la rodaja 33mano izquierda, dá movimiento á las rodajas tan interiores Lachesis con una otra mano 33 , y y tan pronto las otras. 33 pronto toca la una , allí llegadas de— 33Luego que las almas son ,

: inme- 33ben presentarse ante Lachesis donde en ór— 53diatamente un adivino las pone á todas de sjden tomando en seguida de las rodillas , y varias de las suertes condiciones 3?Lachesis , y V a -¡

( 308 ) „la vida asciende sobre una tribuna elevada , , y jsdice en alta voz : Esto dice la virgen Lache

jjsís hija de la Necesidad : Almas efímeras, , m vosotras vais á empezar una nueva carrera , y na entrar en un cuerpo mortal. El genio no os es-

n cogerá á vosotras ; sino cada una de vosotras n escogerá el suyo. La primera á quien caiga la primero la condición de vida nsuerte , escogerá irrevocable. La virtud no 55y su elección será tie~ dueño ella se acerca al que la honra, v>ne , y si erráis la nhuye del que la desprecia ; elección , la

55 culpa será vuestra : Dios está inocente. Ea di- el adivino las suertes sobre 55CÍendo esto , arrojó

;) todas cada alma recogía la que cayó junto , y si la mia quien no se le permi- á ella , excepto á sstió. Abierto el billete conoció cada una por e! ssórden que debía entrar á escoger. En seguida sjse pusieron en el suelo delante de ellas mues- era 35 tras de vidas de toda especie , cuyo número ssmucho mayor que el de las almas que hablan allí juntas ssde elegir ; á causa de encontrarse '55 de todas las condiciones , así de hómbres como las ssanimales. Porque había allí tiranías , de j^quales unas debían durar hasta la muerte : otras «debían interrumpirse, y terminar en pobreza, ssen destierro en mendicidad. Veíanse tam- , y ssbien allí condiciones de hombres célebres , ios 55 unos por su presencia y hermosura, por su iuer- 55 za por su fama en los combates los otros por y ; sus 53 su nobleza y por las virtudes grandes de 33 ellos. antepagad os , cuya gloria resaltaba sobre ^

( 309 ) í no «Lo mismo era en orden á las mugeres, ero por- tocante á las almas , 55 había nada ordenado mudasen ellas de naturales as que era preciso que condición. Por lo demas, las , }Z3j mudando de la pobreza la salud las eníerme- 35 riquezas , , y las condiciones; se encontraban en todas ssdades , allá en jan justo tem- «5 acá sin ninguna mezcla , males. 5 -ssneramento de bienes y de donae en mi amado Glaucon , Aquí es , mi por esta el hombre lo arriesga todo; y sentir , cada qual de nosotros descuidan- -misma razón , debe ocuparse de adquirir do las otras ciencias , e ponga en la ciencia que en qmúito pueda , feuces aes- estado de discernir las condiciones y * de escoger siempre U -graciadas , y a su eíe.c.cm. aquellas que hubiesen quedado quanto hemos du.no recapacitando .en su ánimo contribuir juzgando de lo que puede arriba . y por el examen^ mas á la "felicidad de la vida , comiuerando- condiciones , hará de las diferentes debe saoer tana- ks ya juntas, ya separadas. Y he™OS r SJ.UA * pobreza % porción de riquezas o a. cierta g al i gjde^ una determinada disposición

o_ virtuoso , ^ malo .hombre > d nacimIeato nacimiento Uu, producir el ^ fuer¿a obscuro la vida privada , y or ó menor la debilidad ^ del cuerpo y , ' las una palabra , para ias ciencias ingenio , ¿ adauindas, diferentes quaudades riatur V 3 ( 3 *?) mezcladas, las unas con las otras : de suerte que después de haber convinado entre sí estos varios objetos puesto los ojos sobre la , y naturaleza distinguir la del alma , pueda condición venta-

le seria : josa , de la que funesta llamando con- dición funesta , aquella que vendría á parar en hacer al injusta condición alma mas ; y venta- josa la que hiciese al alma virtuosa , mas , sin respeto ninguno á todo lo demas. Porque vimos que este es el mejor partido que puede tomarse, ya sea para esta vida ya sea la otra. , para Es necesario pues conservar hasta la muerte su al- firme é incontrastable ma en esta opinión ; á fin que no se dexe atolondrar allá baxo , ni por las

riquezas , ni por los otros males de esta espe-

cie ; ni se exponga, arrojándose con ansia sobre la condición de tirano ó sobre otra qualquiera

semejante , á cometer un gran número de males sin remedio, y á sufrirlos aún mucho mayores; antes, bien , en quanto esté de su parte sepa fi- jarse para siempre en un estado mediano y evi- tar con cuidado en la los dos extremos , ora sea presente vida, ora en todas las otras por donde ella pasará : porque de aquí es de donde pen- de la felicidad mayor del hombre- Por tanto se- gún la relación del los in- Armenio , vuelto de

fiernos , habsa añadido el adivino : Aquel que llegará el pruden- último , con tal que escoja con cia sea sabio constante conducta fas- , y y en su , de prometerse una vida feliz y exenta de males* 1

1 ( 3 ) primero se descuide ni el que debe elegir T asi , ni el postrero se acobarde. en la elección , hablado de "Después que el adivino hubo quien había aquel decía él , á 3 , de este modo ; , tomo suerte se adelantó , 3, tocado la primer y la mayor tiranía que en- j) sin ningún examen desmesu- llevado de su imprudencia y 3? centró , pero quando lo hubo considera- „ rada codicia ; de comer- ndo todo visto que su destino era , y muchos hijos cometer otros 35 se á sus propios , y contra os sa- se lamentó , 55 males enormes , y adivino maldixo la elección s ,bios avisos del , hacer acusando de su imortu- 3, que acababa de , a to^o el los demomos , 3,nio á la suerte , á alma era del ménosá sí mismo. Esta ,, mundo , o . aquellas que venían del c.e .,3 número de en un estado bie «había vivido anteriormente su vn- había sido deudora de 3, gobernado , y tuerza de su buen natural y a ,a „ .33 tud á * .bien que á la fi osoua. 33 lumbre mas , almas venidas del que hablando en general, las a en- expuestas como las otras cielo estaban tan cierta ' elección por no tener gañarse en su , _ la -vma. Que perieneia de los males oe e5pado de las que habían trario la mayor parte de sus pro que á la experiencia en la tierra , y de ios m juntaban el conocimiento píos males , con tanta ligej^a- Q- fes de otro no elegían , ademas por la om esta precipitación y por eleceion, del tumo en la de ía suerte que decidid v 4 * ( 3 2 ) acontecía á muchas de las almas encontrarse tan pronto bien tan pronto mal , halladas. Por tan- to si alguno siempre , que viniese á esta presenl te vida se aplicase , constantemente á la sana'fi- losofia , en muriendo no le cupiese y la vez ele elegir tras todos los demas ; hay grande apa- riencia por lo que se nos , cuenta del otro muni- do , no solo será que feliz sobre la tierra sino también , que en su viage de aquí allá , y en su vuelta , andará por el camino suave y celestial no por la y senda subterránea y escabrosa. Decía aún que era , espectáculo digno de verse el , modo como cada alma hacia su elec- ción. Porque en realidad, era cosa muy ex- traña , digna á un tiempo de compasión y de nsa ver que , la mayor parte se gobernaban en esta acción por los hábitos que les quedá- oan oe la vida pasada. Pues que hahia visto ei alma que en otro tiempo había sido de Or- 'o 22 ’ ( ) escoger la condición de cisne , en ódi'o ce las m-ugeres ; no queriendo nacer de ninguna ce asuenas que le habían quitado ántes la vida. Jqaoia visto el alma de Tamiro (23) escoger la condición de ruiseñor , y observado que algunos cisnes pasaban á la especie humana que co- , y mo es legular , hacían lo mismo otrás aves da- ñas igualmente á la música. No faltó alma que legándole su vez eligió animar ei cuerpo de un león : era ésta la deAyhx (24) hijo de Tela- my“ 112 5 ‘i acordándose de ía afrenta recibida ea (3i3) el juicio dado sobre las armas de Achiles, rehusó volver á tomar un cuerpo humano. Trás esta vino el alma de Agamemnón (2 5) enemiga tam- bién del género humano , á causa de sus pade- cidas desgracias se apropió á sí la , y condición dé águila. Pero Atalanta '26) á quien cupo la suerte acia eí medio , reflexionando en los hono- que se res grandes hacen á los atletas , no pu- do resolverse á pasar por cima este género de abrazarle. vida , sin En seguida víó el alma de hijo fixarse la Epeo (27) de Panope , en condi- ción de una muger hábil en obras de manos. Muy á los últimos se presentó el bufón Thér- sites revistiéndose el , (28) cuerpo de una mona. El alma de Ulises (29) á quien había tocado la vino escoger. postrera suerte , también á Mas de los trabajos pasados es- con ia memoria , y tando exenta de ambición, anduvo buscando mu- condición su gusto qua! era cho tiempo una de , la de un particular libre de cuidados é inquie- tudes con dificultad pudo encontrarla meti- , y todas las otras la da allá en un rincón , donde habían dixo en viéndola que aún dexado ; y quando hubiese sido la primera en escoger, des- de fixado en ésta de con- luego se hubiera ; y siguiente que estaba muy contenía de su elec- ción, Del mismo modo pasaban las almas indi- ferentemente de los cuerpos de animales á los de hombres de estos á aquellos las de los , y j malos á los cuerpos de animales feroces y y las (3i4) áe los buenos á los de animales mansos y case- daba ocasión á toda especie ros , lo que de mezclas. Luego que las almas todas hubieron escogi- vida por el orden que les do su género de , se- por su turno ñaló la suerte , se acercaron á La- dió á cada una el genio que ella chesis , quien

Labia escogido ; á fin que le sirviera de custodio le miéntras durase su vida mortal , y ayudase á cumplir su destino. Este genio la conducía pri- confirmar la ventu- meramente á Clótho , para la ra que le había cabido en suerte , baxo mano de esta Parca y por medio de una revolución después de tocado éste la lle- dei huso ; pero , para ha- vaba de allí áeia la hilaza de Atropos , cer irrevocable lo que estaba ya hilado de esta fuese posible vida nueva. En seguida , sin que el trono de la volver atrás , se adelantaba acia el qual el alma su genio pa- ^Necesidad ; por y saban juntos. Inmediatamente que pasaron to- del olvido donde das , se partieron á la llanura , experimentaron un calor y sofocación insopor- ni ár- tables por no haber en todo este campo , plantas que produce boles 3 ni ninguna de las pasaron junto al Ja tierra. Venida la noche , la tienen la propiedad, ae rio Ameles , cuyas aguas que ningún vaso las puede contener. Pero es como de necesidad indispensable que todas las almas hayan de beber cierta cantidad de esta .agua las que no se conducen con prudencia ; y (3*5) prescrita beben mucho mas de la medida , de donde resulta el perder ellas la memoria de todas las cosas. Después que se hubieron acostado, acia la media noche resonó un espantoso trueno, tierra disper- acompañado de un temblor de , y las tándose con sobresalto , se dispersaron al- acá allá se fueron con rapidez de es- mas y , y trellas tras los cuerpos que ellas debían animar. él le había impedido be- Por lo que hace á , se sabia por dónde ni ber del agua del rio , y ño , cómo su alma se había vuelto á juntar con su que abiertos los ojos por la ma- cuerpo ; sino advirtió que estaba tendido sobre la pyra. ñana , Glaucon se ha con- Esta historia , mi amado ,

nosotros si le damos fe , es servado hasta , y muy propia para conservarnos también á noso- pasaremos felizmente el rio del tros mismos ; olvido preservaremos nuestra alma de toda , y mancha. Por tanto si nos atenemos á lo que ne- creyendo que nuestra alma es in- vo dicho , mortal capaz por su naturaleza de una di- , y de una total infelicidad - andare- cha grande , ó guia al cielo mos siempre por el camino que , y nos dedicaremos por entero á la práctica de la. ~ fin que tengamos justicia y de la sabiduría y á paz y amistad con nosotros mismos y con los esta dioses después de haber conseguido en : y semejan- vida el premio destinado á la virtud , llevados tes á los atletas victoriosos que son en aún eo- triunfo por todas las ciudades , seremos l6 ( 3 ) probaremos una roñados en ía tierra , y alegría deliciosa en este viage de mil años del qual he* saos hablado. r í 3 ?) NOTAS i LA REPÚBLICA DE PLATÓN,

COLOQUIO QUINTO.

O’ Vw 1 los atenienses teniendo noticia que en el defendidos por crue- se hallaba multitud de granos de oro salieron armados á esta expedición. La les hormigas , volviéndose con las ma- qual habiéndoseles irustrado , y motejados burlados por los que les nos vacías , fueron y decirles qué pensasteis que h»— salían al encuentro , con : pensabais encent, ar t-a iiats de extraer ore ? Esto es , gran porción de granos de oro que volvieseis ricos ? En como comunmente se usa : que nuestra lengua diríamos , una mtna de pensabais encontré la piedra filosofal , ó vanos proyec- oro? para ridiculizar y hacer baria de los tos de alguno. _ .... de la Necesidad., (3/ Adrastea. Hija de Júpiter y llamada también Nemesis. Era una divinidad encargada creo de vengar los crímenes involuntarios, y su nombre cuyas aventuras que le vino del desgraciado Adrastes , se hallan referidas en ei primer .i oro de Heredóte. Só- tenia gran motivo ce invo- crates según vamos a ver , carla de aplacar- su indignación. , y Absurda consequencia que so.o (4) Por consiguiente. , adoptadle la extrava.— -tendría aigua vaior q o ando fuese .

* 8 ( 3 ) comunes gante suposición de hacer todos los oficios á hombres mugeres : lo que es repugnante j* !a y razón y buen juicio. Causa gran lástima el ver que Platón que , en todo lo demas es admirable se haya atrevido á poner aquí en boca de Sócrates tamañas extravagancias. Quat- sea descubrirá quiera por poco instruido que , facilmente dice Platón que quanto aquí y mas abaxo , tocante á la de las mugeres lo bebió educación y comunidad , en ias verse en leyes de Licurgo , como puede Plutarco quando trata de este legislador. Groa. (g) Desnudar. Este pasage prueba que la época de la entera desnudez de los atletas es anterior de pocos años á la guerra del Peloponeso que empezó en la G¡ , yru- Jesu-Christo. jiada 87 , 431 años antes de Tucidides es- critor de esta guerra dice también , que la costumbre de servirse de cinturones en los juegos Olympicos , habia cesado desde pocos años. De consiguiente hicieron mal Dionisio Halicarnaseo y Dion en colocar esta época en tiempos mas remotos. Grcu. (6) Convenimos Sócrates en este lugar hace una es- pecie de monologo , preguntándose á sí mismo en nom- bre de sus contrarios respondienacse en nombre suyo , y y de Glaucon. (7) Lo que es nocivo. Nadie ha hecho jamás una tan falsa y tan impertinente aplicación de estas dos máxi- mas. Seguramente creo que el sabio Platón deliraba quando escribía esto : debía volver al reves la proposi- ción decir : lo nunca podrá ser ni her- , y que es torpe , la moso , ni útil. Pues no hay cosa mas contraria á ho- nestidad ai pudor la disposición en que se per- y , que mite aquí á las mugeres que se presenten en. el gymna- sio. El mas débil resplandor de razón natural basta p2ra verlo con claridad. Gr¡>u. (8) ¿1 sus padres. La relación sola de este sistema, causa horror Permítaseme , y lleva consigo su refutación. hacer aquí una reflexión que me parece muy oportuna. Si Platón el mas sublime y mas juicioso de los filóso- fos de la Grecia sábía que fué tenido por divino áe , y tan enor- los mas acreditados del docto Lacio , cayó en T ( 3 9 ) , qué caudal podemos hacer de nuestra tnes descarríos , miserable razón natural entregada á sí misma:, y ce la revelación que elevando quanto no somos deudores á , conocimientos sobrenaturales, el humano entendimiento á perfeccionó los que él tenia de solas sus luces? Grou _

bien . En este lugar sin duda se fundó Pedro (p) A decir en sus Comentarios á los capí- Simón Abril , para república de Aristóteles, tulos i y 3 del lia. a. de la castellano que nunca Sócrates por que traduxo en , ó meior decir Platón escribió lo de la comunidad de mu- hijos haciendas pretendiendo que jamás hu- gares , y , biese de haber república de tal manera gobernada j- sino que fue un modo hiperbólico de encarecer el amor y que han de tener entre sí los ciudad-anos, conformidad , ser saiva una manera de hipó- si la república ha de , y consideración de hombres sa- tesis divertida y curiosa estaban en buena conversación. Se le repre- bios , que sentarían vivamente á Platón los daños é inconvenien- el desordenado tes que resultaban á las repúblicas por cosas propias amor de los que las gobernaban á sus , y pensamiento de querer de aquí el extraordinario y vano lo mió lo tuyo de un modo exterminar en todo , , y , no digo de un sídío filQsoro sino aún tan poco digno , s del racional mas idiota. Platón se (io! Humano. Es mucho de admirar que los hombres á havá atrevido á comparar en este punto r.o mas los derechos los' animales. Es envilecer hasta hacer que dependa únicamente de la de la humanidad , una acción en la quai nues- - voluntad de los magistrados , constituir- tra voluntad debe tener la mayor parte, y que recibe su validéz^ del. les árbitros de un contrato , consentimiento libre de los contrayentes : no conside- físico cuya ac- rando al hombre sino como un agente , alvedrio de ellos- ción se aplique y determine por el Platón no ha- Muy bien sé que según esta opinión de , hombres que le hay entre bría mas contrato entre ios , animales.; pero, por lo mismo su sistema es mas repugnan- porgue un¿ te absurdo digno de todo desprecio : y mas , y matrimonio sin contrato no os matrimonio. G-¡q¡** ( 320 ) (ii) La mentira. Veanse las cotas 40 del coloquio segundo y la 6 del tercero. (xa) T no de les segundo!. Es menester confesar qua cuando los buenos ingenios caen en el error , sus descar- tanto mas señalados temibles ríos son y , quanto racio- cinan elios con mas consecuencia. Todo aquí va consi- guiente todo tiene conexión con el principio , : pero el principio del qual Platón saca inmediatamente estas con- enlace con la sequeccías , tiene acaso algún máxima ge- antes todo los neral establecida de , de que magistrados deben tener únicamente en vista el bien de la sociedad?. hijos sean cuales fuesen por qualquier via Los , , y que la hayan nacido , no son ellos miembros de sociedad? Y en calidad de tales no tienen elios derecho á la pro- tección de las leyes y de los magistrados ? Por otra par- ser sacrificados te quál es su crimen , para de este modo bárbara quién como víctimas de una política , y pueda dar á los que gobiernan semejante derecho sobre ia vid* de estos ciudadanos inocentes ? Grou. ni posible (13) Los esposos. Seria fácil , aún en- gañar por mucho tiempo á los ciudadanos en negocio que los hombres suelen ser de tanta importancia , en si artificio se llagaba í. descubrir qué unos linces ? Y el , manantial de zeios y alborotos ? Grou. moral por cierto que (14) De alimentarle. Bella , sin otro objeto que permite la unión de los dos sexos , autoriza el placer 1 Hermoso plan de legislación que y las los abortos los expósitos! aún manda supresiones , y No puede uno acabar de concebir cómo en aquel grande ni por via de pasatiempo, entendimiento de Platón , aun cupieron tantos y tan enormes absurdos. (ir) De ~> po o. Los oráculos fueron tenidos en tanto los hacia cosa alguna aprecio entre antiguos , que no se de importancia sin consultarlos las respuestas que , y allí daban, se recibían como divinas y sagradas, y se tenían por muy ciertas. De modo que si había de esta- si promulgarse a;gu- blecerse nueva forma de gobierno , la paz antes ma ley , si declararse la guerra ó hacerse , legista- ¡es consultaba el orácuio. Bien sabían aqu-ilos ( 3 21 ) dores que las disposiciones de los que mandan quando respetos de la divinidad son no están apoyadas con los , quebrantadas tenidas en poco de los que obedecen , con facilidad y al cabo despreciadas. Entre los oráculos el solemne fue el délfico si- mas religioso y de culto mas , donde Apolo te- tuado en Belfos ciudad de ia Fócida , su fama el mas nia un templo el mas celebrado por , y opulento en presentallas y tesoros. El lugar donde se la sacerdotisa daban los oráculos se llamaba Pythio , y Pytbia los juegos en honor de que los publicaba , y Apolo Pytbios. Las respuestas se daban en la lengua del tripcde por lo co- país por la Pythia sentada en la , y veces en yámbico las mún en verso exámetro y algunas , quales aunque obscuras y ambiguas eran tenidas por salió el proverbio : tan cierto como ciertas ; de* donde algunos en tiempo Jes dichos de la trípode. Cesó según según otros dió aún respuestas en tiempo de Nerón , y de Juliano Apostata. duda que la unión es el (16) Una alegría. No hay Platón como hombre única- alma de toda sociedad : pero mente entregado á las luces débiles de la razón natural, su republica sobre haberse valido para establecerla en es ademas contrario al o ojeto de un medio perverso , que extendiendo las relaciones que se propone. Creyó , ciudad no se compondría sino^ de del parentesco , su no tuvo presente que dividien- una sola familia : pero que se destruye del todo do el afecto se debilita , y , determinado. quando no se le propone ningún objeto fixo y sabe quál es su padre no Un niño que de dos hombres no , otro lexos de amar á tendrá amor filial ni al uno ni al , verincará hijo con mas fuerte razón se entrambos como : y cien personas ó mas. esto, sí su ineérddttfflbre se extiende á tesoro de Quien verdaderamente descubrió el precioso naciones de mundo fue hacer una sola familia de todas las quando llamando nuestro divino Salvador Jesu-Christo , -des dexo en íieren- á su Iglesia á todos los hombres , Cipriano que como dice San , ncia la paz, les encargó , unánimes les mando que guaraa- «fuesen concordes y , y amor candad.» «sen puros é incorruptos los pactos de y TOMO II. x a

( 322 ) compendio el Á solos dos preceptos reduxo ea camino tu Dios de nuestra fé y esperanza : «amarás á de todo tu alma con tocas tus tuerzas; «tu corazón . con toda y «amarás á tu" próximo como á tí mismo.« Solo este amor sobrenatural y divino es capaz de nacer a un estado ver- enfrenando con su impulso los afectos daderamente uno , reuniendo los ánimos de todos sus miem- particulares , y fin que se traten todos como á hijos de un mis- bros , á mo padre y' como á hermanos entre sí Esta caridad, diferencia del que nos infunde naturaleza, este 'amor , á aunque se extienda a minu- no se minora ni se extingue , par ser inagotable el divino manantial de tas personas , como puede verse en San Pa- donde recibe su actividad ,

blo. . texto griego se haba cor- (17) Bien gobernado. El impresos in- rompido en este lugar en los exemplares , que obssr v cluso el de Enrique Estephano. Verdad es, leer de otro este erudito de que Marsilio Ficino debió de su traducción su- modo en el exemplar por donde hizo , alieno esdem modo. Val-de. I3 puesto que dice ; «Ac de «ouacumque igitur civitate complurimi ad ídem secun- et non meum ea «dum eadem "hoc dicunt , meum , , «óptima gufaernatur.« Y de las cosas agenas lo mismo. estado pues &e. Oriatíc. Es muy p obable. Soc. Aquel Marsilio Ficino debió traducir de algún En efecto , exemplar griego que correspondiese ai M. S-. de la re- pública que existe en la Real Biblioteca de su Mages- tad, Est. N. cod. 36. copiado en Messana de Sicilia Lascaris pues al rol. afio de 1480 por Constantino , 59^

di e así ; xaf ®íp! T» donde se encuentra este pasage , 'rl "‘ ¿WvoTf íoo ¡car* Ta.ur¿ • zoimJ'v yÁy oíy- s? « h-iyait 73 r&cf-.n STA'S'Oi Wí 73 kvró y,aiÁ tctjta tov 7 » En donde Y.a.1 73 ovy. ¡yJy ávrtt ¿pirct á'¡o-y.t) raí. iu:y , supri- se ve claro que por error del ropiante se fiama mido en él M. S. de que se valieren para ia impresión, que dieren todo lo que media entre los dos cata tauta , sin duda motivo á la equivocación. socieaad chiistiana (18^ Bien arreglada. Solo ea la ( 3 ^ 3 ) donde se cumplan puntualmente ios documentos de la verificarse esta uniformidad de afectos, religión , puede v en realidad se vió verificada en los primeros chris-

entre ios quales no habia mas de un alma , un t-ianos , corazón v una sola voluntad , de modo que todo era co- como se refiere en los cap. a. 4. de los mún á todos , y Hechos apostólicos. De aquellos pudo decirse con pro* que. componían un solo hombre mirándose piedad , , todos como miembros de un solo cuerpo , hijos de un mis- mo padre y hermanos entre sí. leyes pue- (19) Coma ó sur padres. Las humanas no den mandar ni disponer á su grado de los sentimientos naturales. Podráse hacer enhorabuena que resuenen en los oidos de los niños los dulces nombres de padre y estos no serán mas que nombres vacíos, de hermano ; pero oue nunca despertarán en ellos sentimientos que no tie- nen. Las amenazas y los castigos podrán muy bien sujetar- ellos les á Ciertas demostraciones exteriores ; mas jamás ternura aquel ia inclinación excitarán en su alma aquella , Otro que solo puede plantas á un. objeto mas bien que á , allí lá misma naturaleza. Grcu. puedo dexar de copiar aquí (20) níquel de otra. No comunidad de todos una reflexión de Domat sobré esta preocupado Platón »tan im- los bienes de que se habia cuyas ventajas expone de un modo portunamente , y considerando capcioso, capaz de seducir á.l.os que no bella fachada podrían dexarse este sistema sino por su , autoridad granas deslumhrar también por el nombre y modos de succeder, dice de este filósofo. «De estes tres que reduciría todas las cosas a que 5' Domat el primero tendría tantos inconvenien- írfuessnt comunes á todos , imposible practicarse.: tes aue se vé bien claro ser siendo la justicia y. de la equidad 3-> Doro ue el amor de comunmente en todos , m que i;un bien que no se halla ar principio de la conducta de cada P 3;sea el único J‘- universal de todos .os bienes se- 33 C *-lar , la comunidad adaptaría poco a un rrín un sistema cuya execucion se de amor «gran número de asociados tan Henos P«>Pj>* que todas las so- «Seria igualmente injusto é imposible is 2 2 v 3 4 ) los ¡isas fuesen siempre comunes á buenos y á los tn a- los que trabajasen á los ociosos , á los que j 5 los , á y «supiesen hacer buen uso y justa dispensación de los bíe- que no tuviesen la fidelidad necesaria ,, neS y á los sociedad ñi la jipara conservárselos á la , prudencia no hiciesen mas que consu— 3- pgra disponer de ellos - y manera que. el estado «mirlos y disiparlos. De de una «comunidad universal que ú la verdad hubiese poci— hombres «do ser justo y tener uso entre perfectamente «equitativos y que viviesen en la inocencia y sin pa- podría ménos de ser injusto , c’nimerico jjsiones , no y formados „lien0 de inconvenientes entre hombres como ánies lo confirman los «nosotros.” iNi se oponen á esto , , exempiares de tantas comunidades religiosas que hacen eitár reducidas á cierto de- vida ’ccmun ; pues sobre y lo general terminado número de individuos , en todos propio enfrenar las .ellos se ocupan en abatir el amor , baxo el gobierno pasiones y exercitar la obediencia de un superior. Be todo esto podemos inferir que Platón como de léxcs y en bosquexo tuvo la idea de una so- ciedad perfecta y capáz de hacer felices á los hombres pero que erró enor- quanto pueden serlo en esta vida , memente en los medios de establecerla. (21} .Olympicot. Estos juegos se celebraban en honor lugar de la Elida de de Júpiter Oiympio , en Olimpia , donde toma on el nombre. Entre otros de los privilegios que se concedían á los atletas vencedores era el de set honrados celebrados en mantenidos á costa del estado , y puede verse en las odas- ce Fin- toda la Grecia , como claro. qaal se (22) Que el todo. Enigma proverbial por el cita recomienda la muy aprecian e moderación. Platón le mismo también y le expone en el lib. 3. de las leyes del entendiendo une modo que los intérpretes de Hesiodo , en ¡a miradla en el todo se significa ja superfluidad , y medianía, que es mejor y de consiguiente mas a-pre- ciable que aquella. Suydas atribuye el origen de este cierto suceso que cuenta de este moco. proverbio á , de- los quales murió el uno Eranse dos hermano» , de s

2 ( 5 y xar.do á su hermano por tutor y curador de la per- Pudo mas en el tutor la sona y hacienda de su hijo. intentando apoderarse del pa- codicia que la piedad , é también a perder el suyo. trimonio del pupiio , vino Preguntando después de qué modo podría volver á me- no conoce quán- le fué respondido : el necio jor fortuna , Por tanto to mas apreciable sea la mitad que el todo. primero para en tres sentidos puede tomarse el adagio : , oro sin la ensalzar aquella medianía verdaderamente' de , que sea muy qual en las cosas humanas no hay ninguna ni digna de alabanza: honesta deieytable , duradera , , la amis- segundo, para anteponer la igualdad madre de fomentadora de discordias . ter- tad . á ia desigualdad aunque sea á abstenerse de agraviar á otros , cero , para no sea que por no perder costa de su propio derecho , venga perderlo toco. nada del suyo , á visible que esto no es (oi) T abraze. ^Aunque sea Sócrates con todo mas que un gracejo de parte ds , las buenas costumbres, estas expresiones son contrarias á de un sabio de tal indignas de un hombre honesto , y de los griegos oue ni todo el líber ti nage naturaleza , poniendo en 'boca de su maes- las puede excusar. Platón a si le deshonró se deshonro tro semejantes -chistes , y tra- Dice el P- Groa que Pelomer (24) Todo entero. los hombros de sis camaradas duce - «Hfé llevado sobre que Ayax conseguida «en triunfo.” Y aunque es cierto conducido corno en triun- la victoria contra Héctor fué no nene la menor fo a-te ei poderoso Agamemnén , citadas por Piaron e qué las^palabras de Homero duda se des- la Ihada , donde refieren al v. 3*1. del y. de motivo ae esta victoria,p cribe ei banquete que con la honra a>n,q sentó5 el mencionado personage , y él lomo en„ero de P tinguió á Ayax ofreciéndole precia Di6. ser lo mas s t r»re—pre en este pasage tuvo fn -\ Pura que colmados de placeres de gloría fres de ero , díte y convierten en géntos guar- después de su muerte se ,

poderosos protectores , zehsos defen- dianes amoratas , libertadores según cita dichos versos sores y nuestros , Terapéutica sobre Theodoreto en el discurso 8. de su , Theodoreto, los quales tales como los citan Platón y de Enrique Es-, se deben corregir los de la ediccion la que se echan menos los nombres de tephano , en defensores libertadores. Si pues el poeta He, santos , y todos estos títu- con Theodoreto , dá siodo , continuaré santa si el mas ce- los á los que llevaron una vida , y que se. rindan los lebrado de los filósofos griegos manda que encierran respetos mas religiosos á los sepulcros sus cenizas con sus huesos y á las urnas que contienen ? ahora podrán los pretenaidos qué razón , pregunto yo , las loables prácticas de los filósofos del día , reprender los que vivieron en la piedad y christianos , qúando á re¡sg¡on les lia- ofrecieron su vida en defensa de la , médi- mames nuestros santos protectores y caritativos nosotros^ no cos. Es cierto (ni lo permita Dios!) que los gentiles, los colocamos como hacían los sáb:os de los nombramos mas ho- en la clase de los génios , pero agradables, noríficamente amigos de Dios y siervos suyos piopios intercesores zelosísimos nuestros para con Dios, para impetrarnos toda especie de gracias. esta restric- (2Ó) No dispusiese. Platón pone aquí sien- chocar abiertamente con los griegos } ción , por no al uso do la ley que establece directamente contraria des- recibido de muy antiguo entre ellos. Fácilmente se cubre que tenia razón de condenarle, y que estes tro- feos no servían mas que para eternizar la rivalidad y los odios entre diferentes pueblos de la Grecia. Groa. dice aquí es (27) Unos contra otros. Lo que Platón ei t-~ muv conforme á la humanidad y á la razón. lulas después que la larga guer- medio venia demasiado tarde , agotado ra del Peloponsso había debilitado la Grecia , y las fuerzas de Atenas. Groa. gentes que aqai se re- (a 8) Y no cot.o quiera. Las costra presentan puestas en marcha bel! amista ordenada (32?) r , filosofes_ de su tiem- Sócrates son los sofistas y falsos , Sócrates en esta larga po Para confundirles pues entra admirablemente el carácter digresión donde desenvuelve filósofo. r ou. ¿el verdadero G ” ° mas bien se§un tn (20) Melados. , color de »>¡e . esto es , de rique Sstephano píKiyjoZf , Serm. 1. egl. 3. v- 3 . Lucrecio lib. 4. v. 1x57. Horacio imitado Moixer , han Ovidio Art. ama. xr. v. 6 59 . y gracejo se vé no es mas que un «« nasave . que como , cor- pero que prueba la extremada de narte de Sócrates ; siglo de su país. 6 rupción ce las costumbres de su y as¡de Este rasgo se refiere a Hip (00) Mas mies. que en los juegos Olympx- Elida de quien se cuenta , por su mano los vanaglorió de haberse hecho cos <¿ &c los zapatos, el anillo, vestidos, £?“¿de ^omp.c0mpre_ Se multiplican. La razón e» ffa«.u muchas acciones que son jus- hender porque se* dice de que son hermosos, aqueja «s de muchos cuerpos

™“ re enigma ente-o ..Un “/««friííre.'o. Este es el (3 a

tuerto dio un golpe con que un eunuco” 1 „xi bol.coi. Estes ..deciraecu , “i , un sahuco. Groa. á_un murcie x ^ una piedra pómez filó- Ptuodo-.es . mas^ H (qg) Dé la opinan. sofos. CfQ&» ( 328 ) COLOQUIO SEXTO,

(1) Verdad Parece haber alguna contradicción en- aquí Platón lo que aseguró tre lo que dice , y a! fia coloquio principios del tercero del segundo y , en or- den al permiso que concedía para mentir quando me- diaba alguna utilidad. Lo cierto es, que el amor á la á toda mentira deben ser unas prendas ve'dad y odio , con que ha de adornarse todo buen ciudadano , si quiere

ser miembro útil á la sociedad , ora sea que mande^ ora que obedezca. Momo. Fue hijo del Sueño de ia Noche (2) y , y

dios de la sátira , ocupado únicamente en exáminar las los dioses de los hombres divulgar- acciones de y , y las con libertad. Sus continuos sarcasmos dieron motivo cielo. Ridiculizó á á que se le arrojase del Neptuno , á Vulcano á Minerva viendo que de día en dia se au- y , y

mentaba el número de los dioses , se quexó de que algu-

nos de entre ellos , no contentos con haber sido elevados

de hombres que ántes eran á tan alta dignidad , querían también deificar á sus criadas y criados. ie representa- ban mascarilla rostro en la levantando la de un , y mano un báculo con una figura ridicula al extremo.

(3) Tablas. Véase la nota 26 del primer coloquio. (4} Trogel- fos. Animal de naturaleza media entre ciervo cabra que resulta por generación de los dos: y , y así es muy semejante al ciervo en el cuerpo y cuer- • utos la cabra la barba pelo. visto pocas ve- , y á en y Es

ces , por criarse solo en las riberas del rio Fasis, Dic- ción. de la lengua cast-. (¿5 En lo humano. En castellano decimos; «Hablan- indo de texas. impo- abaxo , pues para Dios nada hay sssible.j}

( 5) En la triste Necesidad Diomedea, Dura nece- sidad-; especie origen refieren al- de proverbio , cuyo gunos á Diomedes Tracto, que tuvo la perversa cos- tumbre de obligar á sus huéspedes á que holgasen con sus hijas después Otros le , y íes quitaba la yida. 2 ( 3 9 ) contanao esta atribuyen á Diomedes capitán griego , el Pa- fábula": como Diomedes y Ulises hubiesen robado se volviesen de noche Ulises para apropiarse ladión , y , meditaba matar á Dio- á sí solo la gloria del hecho , medes que iba delante y llevaba el Paladión. Al vi- descu- brar la espada sobre la cabeza de Diomedes , la luna evitó el brió éste la sombra á la luz de , y sujetando á Ulises le obligó á ir delante con golpe , v con la espada. De donde las manos atadas , azotándole Diomedea necesidad. vino , claro que Sócrates quiere indicar (y) Estatura. Está quien se verifican todcs estos ras- aquí á Alcibiades , en saludables, es el gos. El sabio que le dá consejos ran Sócrates para convencerse no hay mas que mismo , y de Platón. Giou. leer el primero y segundo Alcibiades los diálogos de Platón se encuen- (8) Tbeages. Entre

de Demomeo> tra uno que lleva este nombre. Fué hijo , y Sócrates para que baxo su ins- su padre le presentó á , truccion sorendiese la sabiduría. están los pareceres de los (o) Presago . Divididos demonio de So antiguos en orden al genio familiar, ó una aparición que crates. Sostienen Unos que esto era era una impostura ; es- tenia con frequencia ; otros que ángel destinado para acompa- tos que era ¿i genio , ó hasta su muerte que ñar los hombres desde que nacen , demas aquel j os en Sócrates era mas activo que en los 5 inmediata o una otros que esto era una inteligencia , no era otra pero lo cierto es , inspiración del cielo : inseparable del co- cosa que aquella sensación interior exacto penetrante, razón de ios hombres de un juicio y venidero iun oae excitada por la probabilidad de lo ,j la conexión in- dada sobre el examen de lo pasado y obra en no- variable de ios acontecimientos humanos, profético de lo que sotros nos dá un presentimiento y espir.L- que las facultades de nuest.o debe suceder , antes de esta inspiración. puedan probar la exáctitud _ nota is del coloquio quarfo. (20) Hermosa:. Véase la verá la que bocrates (íi) Dialéctica. Mas abaxo se entiende por la palabra dialéctica. Grs». ( 33°) (n) Heraclifo. De este lugar puede inferirse que ía al sol era que este oHr.ion de Heraclito tocante , astro se que por quaiquier causa de quaiquier modo extinguía , y y que esto sucediese en seguida se volvía á encender. Grou. al sistema Í13) Otra 'sida- Esto alude de la me-* transmigración de las almas de unos témpsyeosis 3 ó de la reminiscencia de que estuvo cuerpos á otros , y , embebido Platón. Groa. (14} Discursos. Sócrates tiene aquí en vista al famo- so hablador

(movimientos indeliberados. Pretensión loca , desmentida por la experiencia, y que hace imposible la virtud á fuerza de quererla hacer sublime. Grou, llamar (i'i) Una imdgen. Es muy común en Homero perfectos parecidos á Dios, á los hombres virtuosos y , de puede verse de Achiles , ó divinos , Sísei a ta como de Aiexandro de Téiemaco, Polvxeno , de Aseanio , , Alcinoo guantas veces los nombra en ¿e Deiphobo y , ia Hada* y Ulysea. en (i6) Idea del bien. Idea y esencia son sinónimos ¡boca de Platón Según esto por la idea del bien no en- tiende esta imagen abstracta é intelectual que nosotros o esencia del bien , sos formamos 5 sino la naturaleza y de: sumo bies. Se verá por la seguida de este admira- coloquio aquí se trata de Dios , y ble pedazo de , que conoci- que la razón humana no podía elevarse á un divinidad en fín, miento mas alto y mas puro de la ; ios co- que Sócrates le pone por objeto y término de todos nocimientos filosóficos. Grou. equívoco ,{ip) Fruto. Hay en el griego un agradable un solare igualmente significa la voz tíms tocos , que , Grou- hijo una producción el lucro fruto de una deuda; , y , 1 ( 33 ) Inteligible!. Todo este pedazo hasta el fin del . (a.o) los mas im- coloquio es uno de les mas hermosos y: de sistema de portantes que pueden leerse en Platón. £1 el uno visible el otro idéal encier- los dos mundos , , ^ mera de ra la llave da toda su metafísica. No será ó la propósito exponerle aquí en pocas, palab-as. Dios hizo dos mundos el uno. sobre el modéle idea del bien , las esencias que son del otro. El primero contiene , ademas unas cada una en su especie é inmutables , y en el segundo. los exempiaies de todo lo que existe según Platón no son -verdaderos Tos séres materiales , , cor- poraue estando sujetos a la generación y seres , crecen, se alteran perecen: el nom- rupción , nacen , y sino a ías ideas o bre da sér no conviene propiamente unas puras en esencias. Las hay de dos especies : las , y de imagen. cuyo concepto no interviene ninguna mezcla de lo justo de ío tter Tales son la idea.de lo bueno , , en eí concepto de las ir,oso &c. Las otras mixtas , y como la ¡dea cuales entra necesariamente una imagen , . también . , , „ uerHpI circuíacírculo oto&c. Hayj o esencia del triangulo , ios. cuerpos las una dos esoecies de séres materiales , y estas quatro espe- senes ó las sombras de los cuerpos. A corresponden quatro especies cies diferentes de objetos , inteligencia vonertí al- de conocimientos. Platón llama , conocimiento razonado conocimiento de idéas puras : «Jtfir al conoc- al de las ideas mixtas : fé , 1 quanto a ellos imiento de los cuerpos y de -ao »m- al coíioc.miento de en fin, congetura Icyatío. ; cuerpos. Las dos primeas genes ó de las sombras de los comprehendidos baxo el especies de conocimientos son el de opunon. las dos últimas baxo nombra de ciencia , leyo al nn del colo- Esto sirve para entender io que se o a quio ouinto tocante á la diferencia del filosofo amante de opi- ce sabiduría del phüodoxo ó la* , y o del bueno, es (eí) Esencia. La esencia del bien esencias pues, es esencia como ías otras , decir , Dios, no su ser ce aquella. oue es sentir de Platón éstas reciben ( 3 -32 ) la qual no debe el suyo sino á la necesidad de su natura- lesa. Gtou. Equivoco. Dice esto porque la (22} , palabra cielo puede tomarse y se toma efectivamente en dos sentidos por Platón tan pronto por el cielo físico , , tan pronto por eí lugar 5 d“á 1 ; como quando dice , que en el cielo I’-ty un exemplar perfecto de su república. Este luuar ideal no es imaginario meramente , sino la inmensidad misma de Dios hay , y grandes apariencias para creer que lo entendía asi Platón. Groa. (23) Raciocinado. No pude encentrar otra expresión para traducir io que Platón entiende por Jtayoía , dia~ fioia, es decir, rnn conocimiento , cuya certeza recae so- bre la evidencia sola del raciocinio no , y además sobre la evidencia del principio que sirve de base al raciocinio. La diferencia que Platón pone entre la certidumbre geo- métrica y la certeza dialéctica ó metafísica, es ésta. To- cias Jas demostraciones de los geómetras están fundadas sobre ciertos supuestos -ó peticiones , que es menester concederles,: por exemplo, piden que se les permita con- siderar el punto sin extensión ia línea sin amplitud , y la superficie sm profundidad. Mas ellos no demuestran que esto pueda ser así se burlarían quaíquiera , y aún de ene les pidiese razón de sus suposiciones. En vez que no hay ningún buen raciocinio metafisico que no suba á un primer principio evidente por sí mismo que no puede , y mirarse como una suposición como que se concede , sino un axioma que todo él mundo se ve obligado á confesar. (24) La fé. La fé es el conocimiento que tenemos da las cosas por el testimonio de los sentidos ó por. el de los hombres conoci- , y aunque en ciertos casos este miento tenga un grado de'certeza tan grande como aual- quier otro í , con todo tiene siempre alguna obscuridad , causa de que no nos de instruye , sino de la existencia Jas cosas y no de su eseacia. Groa. ( 333 ) COLOQUIO SÉPTIMO.

(i) Bienaventurados. Con las mismas voces griegas, de que se valió Platón en este lugar y al fin de este co-

loquio , indicó Estrabón las islas del Océano Atlántico, llamadas de los latinos insulte fortunatce , que es muy probable correspondan á las que hoy llamamos Canarias, puesto que Ptolomeo y Plinio entre las Fortunadas cuen- tan Táy Hayaala? la Canaria. Lo que puede ser ^ muy dudoso es si los griegos anteriores, aun el , y mismo Platón tuvieron alguna noticia de la existencia reai , pro- piedades situación local de estas islas y , como parece .la tuvieron en los tiempos posteriores se infiere , y de lo que de ellas se halla en los tres mencionados autores. Las ideas tan lisongeras que los antiguos poetas y fi-

lósofos concibieron de su felicidad , nos dá motivo para presumir que en su concepto fueron imaginarias , y que beatorum por las voces ?¿f ¡¿¿¡cacav fúffoi insulte , no entendieron otra cosa que un lugar indeterminado de placer y descanso. Mas con el discurso del tiempo lle-

gando á noticia -de los griegos iá existen; la , fertilidad buen temple de las fortunadas las apellidaron del y , persuadidos acaso que serian aquellas mismo modo , que los antiguos querrían indicar con el g orioso epíteto de islas de ios bienaventurados. (2‘ Tejuela. El juego llamado entre los griegos, es- a esto. Tiraban los niños una linea trccinda , reducíase la tierra se ordenaban en dos bandas los unos sobre y , del otro esta línea. seguida, de un lado , los otros da En lino de elios' echaba á lo alío una tejuela, que por una por la otra negra diciendo parte estaba blanca y , , dkt adivinaba perseguía á la otra ó noche. La banda que , y se divertían á costa de aquel que se dexaba coger. Polax. lib. p. cap. y Grou. es que tiene un ser pasagero é (3 ^Que nace. Esto , incoffi -tsate que apenas pueda decirse que , de modo del aquello que exi-icia en el momento A , exista mismo ícodo en el momento inmediato B , si no que por instan- 334) , í hasta, tsntes se sucede un ser á otro ser , que riega á su exterminio. no hay magnitud ni pequenez (4} Separadas. Como absoluta, el inferno ^cuerpo parece á un^ tiempo grande, pequeño respecto respecto de un cuerpo menor , y , de otro mayor. Sin embargo, la vista no nos representa con pequenez de este cuerpo sino separación la magnitud y , que representa ana quantidad determinada qué varía da denominación, y se llama grande ó pequeña comparada con otras quantidades determinadas. Lo mismo sucede to- gravedad á la blandura dureza* cante á la* ligereza y , y siendo estas qualidades meramente relativas. La. relación pues confusa de los sentidos naturalmente encamina el al- magnitud de la peque- ma á buscar la naturaleza de la , nez &c. Grou. los objetos tales ¡: número. Es cierto que en co- j /d pues que no preten- mo se presentan a nuestros sentidos ( compuesta ó no dé do examinar aquí si la materia está , es cierto, digo yo, que en monades propiamente dichas ) 5 verdaderamente unáj el mundo visible no hay cosa que sea es indivisible, sim- por quanto lo que realmente es uno , No hay duda que comun- ple y sin ninguna composición. animal un árbol , mas mente se dice un hombre , un , el hombre de estas unidades son unos todos compuestos , cuerpo de partes. La vista nos re- dos substancias , ei , como uno en presenta pues á un tiempo él objeto mismo , muchos en quin- quanto que compone un todo \ y como , de muchas to que este todo resulta de una agregación general es divisi- -partes. Y por esta razcsn la unidad en L® la naturaleza de las cosas á ble ó indivisible , según pulgadas, una quales se- aplica. Se divide un pie en en quadrantés &c. pero no hora en minutos , en tercios , una alma n¿ nin- se divide lo mismo un pensamiento , ,

' gún otro ser espiritual. Grou. _ 3 se llama fracción en (6) Un conjunto . Lo que m® ta aritmética de rfingan modo es parte de la unidad sino de la um & física que es simple é indivisible , , no es ex- física el-kifinito. Así , que es divisible hasta aquellos que traño que los aritméticos se burlen de ( 335 ) dividir la unidad metafísica quieres , si que le restitu- yan por la multiplicación lo que se le quiere, aurtar per división. En efecto la unidad ora la , se 3a divida . ora por se la multiplique sí misma , siempre permanece uni- dad : de consiguiente quando se la considera como frac- cionaria , no es ya unidad propiamente dicha. Por exerspío, el pie considerado en quanto tiene doce pulgadas, no es una unidad sino un número compuesto de doce unidades , , re- presentada cada Sea por la pulgada, que es duodécima par- te del pie. Lo mismo sucede e¿ la pulgada respecto de la linea en la linea respecto del punto. , y Esta distinción ce la unidad física y de la unidad metafísica, sirve para re- problema de solver un aritmética , cuya solución verdadera pocos. han encontrado El problema se reduce á esto : un oro multiplicado doblon de por un doblon , dá un dofclon: quatro duros multiplicados por quatro duros dán diez y seis duros : ochenta reales multiplicados por ochenta reales, dán 320 duros , ú ochenta doblones. Cómo puede ser que estos tres productos sean tan desiguales , siendo las raíces

? Vedlo aquí. primer el las mismas En el caso , doblen se considera como unidad que multiplicada pór sí mis- la unidad es decir un doblon. En el ma , dá , , segundo es la unidad el doblon sino el duro. caso , no ya , Fu-es quatro unidades multiplicadas por quatro unidades , dán unidades, esto es diez seis daros el diez y seis , y En ter- cero ei real viene á ser la unidad. Luego ochenta unidades multiplicadas por ochenta unidades , dán 6400 unidad-es, es decir 6400 reales ó 220 duros , por donde se vé que los resultados deben mudar en las operaciones a-k— ffiécieas la unidad en ellas de naturaleza. , quando muda Se observa cambien que hicimos mal en suponer mas ar- riba que las raíces de estos productos desiguales fuesen es verdad tomadas en las mismas. Ellas lo son r , sí y pero la en cuanto al valor intrínseco , no son .relativa- mente al cálculo. Gnu

(7) Especulación. Diga lo que quiera Platón , no es cierto que la geometría se termine , ó deba terminarse, en la mera especulación Ni es e ta la idéa que tuvie- ron los egypcios sus primeros inventores, ledo ei mas- ( 33 *) do sabe que la necesidad de volver á encontrar los lími- tes de los campos confundidos por las inundaciones del la le dió principio. Por Kilo , fué que otra parte se or- dena á la práctica y á la perfección de casi todas las las quales es como el cimiento. artes , de Como espe- aprovecha al particular culativa , solo que la cultiva: como práctica, es útilísima al cuerpo de la sociedad. Grcu. decir (8) Circularmente. Es , que después de la geo-

metría hemos pasado á la astronomía , ó ciencia de ios mueven con movimiento circular astros que se , debiendo haber hablado ántes de los sólidos. {9) Descubrimiento. En tiempo de Sócrates la geo- metría no pasaba mucho mas alia de la medida de las superficies. Por las obras da Euclides se puede juz- gar el estado que entonces tenia. Y ved por qué Só- crates distingue aquí la ciencia de las superficies de la los sólidos. Platón se dice fué ei de , , que primero que

encontró la duplicación del cubo , problema propuesto le por Apolo Deifico , pidiendo que se duplicase su al- tar cuya forma era cúbica. Peto los mas bellos descu- brimientos tocante á la estereométria se le deben á Ar- chimedes. Greu.

(10) Verdaderos. Estos astros verdaderos , estos as- tros inteligibles , son , según Platón , las ideas á que se ios astros vemos acomodó Dios en la formación de que , y estaban contenidas desde la eternidad en su esencia misma. Por tanto la vista de ¡os astros puestos en ei cielo debe elevarnos á la contemplación de las ideas que son sus arquetipos y sus modelos. Desde donde es muy fácil pa- sar al conocimiento del soberano bien , autor de quacto existe en ambos mundos visible é invisible. Groa. (11) Dédalo. Artista ateniense el mas industrioso de su tiempo por maestro á , de quien se dice que tuvo Mercurio. Fué inventor de muchos instrumentos y de varias estatuas autómatas superiores á quantas se habían visto ántes. Sus grandes talentos no ie preservaron de las baxezas de la envidia, á cuya causa precipitó del techo de una casa á su sobrino Talo, Precisado á osea- )

( 33? parse, se refugié en la corte de Minos rey de CVr* aonde construyó el laberinto ’ tan celebrado 'cor i n

obscuridad de las idéas , la precipitación en Jos juicios, raciocinios la falsedad en los ; y en consecuencia el fu- de disputar no pocas veces después ror , y de haber dis- largo tiempo en pro en putado y contra , el peligró ds concluir por no creer nada de lo que poco ántes creían. Grou. (16' Bienaventurados. Vease la nota primera de este coloquio séptimo. (17) Mayores. Es de admirar que el texto de Platón mas claro en esta parte que en ninguna otra no haya sido

entendido por algunos traductores . íom uíy %.•/ drt¡e

Fícino traduce : «todos los que en la ciudad huta-sea

«cumplido diez años , los harán salir á los campos.!» Siendo asi que no se trata de los que han vivido alea ¡a sino años en ciudad ; de aquellos cuya edad es mayor de los diez años. Serres ó Serrano traduce : «todos ios »!que en la ciudad fuesen mayores de edad , los diezma- s»rán &c.« Pilonier traduce : «yo. seria de parecer que «los magistrados no tuviesen el empieo en la capital sino «diez años ; y después que se les desterrase á las pro- «viñciás.« No es ésta la primera ocasión que se ha pre- sentado de reconvenir á estos traductores por medio da notas criticas semejantes á esta ; pero creo que ios lec- tores me perdonarán fácilmente esta Omisión á causa ds no seguírseles mucho perjuicio. Grou. ( 339 ) COLOQUIO OCTAVO.

W Correspondía, Ei griego dice . , ¿Wi««W, jante^ pero deseme- en algunos códices S3 lee, & f í el sentido mismo lo pide. Groa. < í y (2 ) Número. Él P. Groa advierte en este pasase que no le ha traducido porque no le entiende , ySfl creía también que es inútil querer romperse la cabeza ¿a es. Rucarle , no habiéndolo podido hacer nadie hasta ahora ce un modo que satisfaga. Es muy probable continúa u , s ® aton no hut)iess hablado de . C un modo tan obscuro’ si hubiera tenido alguna razón física de esta pretendida mejora ó deterioración de la especie humana. Acaso dice Fiemo se encuentra en este , lugar algo mas de dificul- tad que ae solidez. El tono en que Sócrates hace ha- blar á las musas nos , autoriza para creer que se bufo- nea con ellas que y quiso encubrir baxo el velo de este número misterioso la , ignorancia en que estaba de las causas que hacen perecer los establecimientos humanos. Con todo podría acontecer que se descubriese alguna luz acerca de este número , con la lectura del Plótino , y de algunos otros Platónicos. (3) Música. Este retrato de las costumbres de Espar- ta no se parece mucho á los que se han hecho en tantos escritos modernos conde nos la han pintado como uñ mo- deló de virtud. Se fundan con poca razón, dice e¡ P. Groii, sobre la autoridad de Plutarco , mas conocido de los au- rores franceses que Platón , á causa de la traducción de Amiot. Con todo Platón estaba mejor instruido que Plu- tarco, y escribía lo qué veía. Lo que dice de la ambición ás los lacedemonics vá conforme con la historia , , que les acusa de haber atentado muchas veces contra Ja liber- tad de los griegos. líe sá avaricia llegó á hacerse prover- bio : decíase comunmente que se veían las huellas de la plata que entraba en Esparta, mas fio de la qué salía. En quantó á la hipocresía y á las disoluciones secretas debía ser áste un defecto natural de aquella educación du- ra , en la qual tenia mas parte la fuerza que la persuasión. Y se sabe ademas dice , según lo que Platón en el diálogo 4® las leyes qué el vicio de la torpeza tan reprehendió® , Y 3 (34o) Creta en Lacedemonía á los griegos , reynaba en y mas en ninguna otra parte de la Grecia. Grou. que‘ se colocada (4) Etckylo. Esta sentencia halla entre los fragmentos inciertos de Esc'nyio. Oligárquico. Es decir compuesto de solos los ricos-, ( 5 ) y por consiguiente poco numeroso. Groa. alude al rey de Persia, (ó) Groa rey. Esta expresión á quien los griegos llamaban el gran rey. Groa. las riquezas hijo de Saturno íy Vltiio. Dios de , y hermano de Júpiter de Neptuno rey de de Opa , y , y dice la fábula que robó á Pro- los infiernos , de quien , serpina en Sic lia y se casó con ella. la costa de Africa cuya (8) Lctopbaga. Pueblos de , phagos coma denominación parece compuesta de ¡otoi y , si dixeramos comedores de loto ó almez , árbol cuyo fruto es muy dulce y sabroso. Este dicho de Eschylo pertenece á los (9) Escbylo. fragmentos inciertos. griego corresponde é los (10) Perritas. Este adagio , el tal es el perro qual el castellanos : qual es dueño , : concejo, tal el vencejo: qual es María, tal hija cnaj y otros por este término. (n) De zánganos. Con toda propiedad se les ha im- siempre llega puesto á los ricos este nombre : porque casi á verificarse que gran parte de sus riquezas se conviér- ociosa holgazana mal entrete- tan en pábulo de gente , y poco útil á la república que por nida , ó quando menos , distintos medios y maneras exquisitas tiene habilidad para los zanga- chupaiselas } imitando en esto la conducta de holgazanes en la colmena se comen la ños que ociosos y , miel que con tanto trabajo y afán labraren las solícitas abejas Lidia suce- (12) Creso. El quinto y último rey de , el Jesu-Christo Su sor ele Alyares , año $57 ántes de corte era el abrigo de los filoso os y gentes de letras. asombrar Uno de ellos fue Solon , á quien Creso creyó las halsjas manifestándole su palacio , los muebles , y los te oros Soion mortin.o ei amor propio de este rey,

decirle : a que se tenia por el mas feliz del mundo , con nucís Instemos feítz ántes de su '• verte Creso so tardo mucho tiempo en experimentar ios reveses de la fortuna. (340 perdiendo todas .sus riquezas prosperidad y : porque ha- biendo salido contra Cyro con un esércíto de mas de 4009 hombres fuá vencido obligado , y á retira-se á la capital, po;o después fuá que tomada , quedando prisionero de Cyro. A esta retirada aludirá tal vez Platón en lo que dice qus según el oráculo se retira ácia el , , y huye pe-

dregoso Hermo , sin avergonzarse de que le tengan por cobarde.

(13) Eurípides. Poeta trágico , nacido en Saiarnina año 480 antes de Jesu-C’nristo. Fuá discípulo de Predico

la e 5 oquencía de Sócrates en la moral de en , , y Ana- xugoras en la física. Las persecuciones que se acarreó este

último con sus desvarios -filosóficos , fueron causa que se disgustase de la filosofía y se entregase á la poesía dra- mática para i-a qual le había dado naturaleza singular , talento. Se encerraba en una cueva para componer sus tra- fueron la admiración de toda Grecia de los gedias , que y países extra ngeros. Florecía al tiempo mismo que Sopho- que se levantó entré ellos degeneró cles, y la emulación , en enemistad. Aristophañes le sacrifico á la risa publica, sufrir dexó á Atenas en términos -que n-o pudiéndolo , , y rey de Macedonia -qus se retiró á la corte de Archelao , , le hizo su primer ministro. Terminó según dice Solino , su gloriosa carrera á'cij él año 407 antes de Jesu-Chr-rsto, - despedazado -por los .perros de dicho principe , que á lo casualmente paseando en un . que se cree le encontraron solo llegaron bosque. De las 80 tragedias que compuso' , á nosotros ic. La sentencia que aquí cita Platón se halla " en los fragmentos de :!a Ant.gor.a v. 10. ^ pííytav v.s ií -rví- (14) dquel dicho. Há/an? yt «vp caí en las biasas.« Pro- pé®s

exemplo el comer carne humana. (1) ¿liitnento. Por , esta ex pr os- un. Sj lo menos éste parece ser el sentido de Gíoíí.

y .3 , (34?) . ,a r 3 an “P|esum. proverbial ' \. ; de los niño*- eitoe t )Vttu % me lo dirás : dice ei P. Groa que no pudo cabnr en que , S juego ] a usaban : bien que al cabo dice 5 que .no 5m porta rancho el saberlo (3) Con mucho. Se sobre enriende ^ K0 acercarse con mucho M blanco , proverbio usado entre los "a "t0 c0“ 133 frases ñ- negativas . como afirmativas con las 7vy *mv rov m£ dar en X , el blanco y ot¡ as , J que encierran el mismo sentido.

(4 ) Harto Uempo. Platón mejor que ningún otro es- tica. en disposición tenia y mas derecho de decidir sobre la condición de los tiranos. Se sabe que estuvo algún ti.rnpo en la corte de los dos Dionisios de Siracusa y que aun tue admitido á su mas íntima familiaridad y S ' se * ublesen se uido consejos g , el palacio díl .ano se hubiera convertido en escuela de filosofía. Gua- na ejecutar en Siracusa el plan de su república, sus pero lecciones no pudieron hallar acogida en almas y co- razones corrompidos. Groa. E!teikhG :°-. Poeta gpego de Himera ciudad sJul , da en la poesía lyrica , por los nt6S de “-Christo. ¿tff- Pausanias cuenta entra tr«s ffjcaulasf que fhabiendo , perdido la vista en castigo S VerSOS atlrlC0 qrie compuso - centra Helena no la reih / , 1: PMS de haber38 retraía do en conríaV !°, otra pieza la nmera - P Fué inventor del ingenioso anó- Wogo de!T, Hombrexr y dei Cabailo que Horacio , , Phedro y la Pontaine han versificado muy bien. Se le atribuye la C «» el epitalamio ó canto nupcial ; pero de sus Obrasw? no llegaron á nosotros sino algunos fragmentos. He- -oaoto en lib. el 2 . de su historia , cuenta que Páris v Helena yenao ae Esparta á Troya, fueron arrojados po", una tempestad sobre ias costas de Egyp to. Proteo reynaba aiu entonces, desó ir á Páris y detuvo a Hele- "*. ue l®3tl ra y° - -«icneiao ? ; , quando á su vuelta de Tro- ya. le obligo otra tempestad á tocar en Egt.pt o. Seguo esto .os griegos hicieron la guerra á los tróvanos, plr- ® u e ®st0- - cachaban f“ á H eiera, de lo cual no se desengañaron espncs de Í ^ toma de su ciudad. Pi- cea verse en areno historiador ias iaz0aes con que apoya ( 343 ) Su Opinión seguida por Eu.ípides en , su tragedia de He- lena. (6) 729 veces. Este método de calcular el placer y el dolor no desagradará en estos tiempos , en los cuales todo se sujeta al calculo. ¡Pero como en éste podiia encontrar- se alguna obscuridad voy dár , á la explicación que me parece se conforma mas con el texto. La felicidad del tirano tiene tres veces ménos realidad que la del oligár- quico la ; y del oligárquico tres veces ménos que la del rey : luego la felicidad del tirano tiene n-uev.e veces me- nos de realidad que la del rey. El número nueve , es un

número plano , poi ser el quadrado de tres. Consideran- do ahora Platón estas dos felicidades la , ana real , la

otra aparente , como dos sólidos cuyas dimensiones son todas proporcionales., y sus distancias de ia realidad x. una -de -sus dimensiones su longitud y 9. como , , por exemplo ; multiplica cada uno de estos números dos ve- ces por si mismo, para sacar 1a relación de estos dos só- se halla que es de uno es lidos , que por esto á 729 , de- cir que la felicidad del tirano es 729 veces menor que la del rey. Este cálculo está fundado sobre el teorema

geométrico : uLos sólidos cuyas .dimensiones son todas sí razón triplicada «proporcionales , son entre en , ó como «los cubos ce una de. sus dimensiones.» Esta explicación la de Pi me parece más conforme al texto , que M-t. lo-

recurre á la progresi-on geométrica : .9 : ayí riar , que en su traducción no bailán- 81 : : la puso , 243 : 719 y dose de ella el menor vestigio en el griego. Groa. el coloquio primero. (7) Deciar,¡os. Trasiimeo en se dice que es un mons- (8) Cbtmera De la Chimera , -fuego llamas tiene la cabeza ds truo que arroja y , y co-la de dragón que la león , -el vientre .da cabra , la , y duda al monte de Li- mató Belerofpnte :: aludiendo sin cia cuya cumbre echa llamas y cria leones : el medio las cabras está cubierto de -pastos donde se alimentan : y le hizo habitable Be«- ei pie está lleno de serpientes , -y lerofonte. Sicilia Trente Bscyij es un peñasco en el .mar de , muger el ruido áel gol o Carináis que de léxos parece , y parecido al la- de las olas que allí se estrellan es muy lobos. Los poetan drido de los perros y al ahuliido de los .Y .4 ( 344 ) , . fisgan que Escyla hija de Forcojftié convertías en esta peña la pintan rodeada de perros que ladran lobos , y y que ahullan.

Cerbero es un perro con tres cabezas , á quien los quai dice la poetas dán crines de serpiente , del fábula que guardaba los infiernos. (9) Eripbyls. Muger de! adivino Amphiarao y her- recibió mana de Adrasto rey de los Argivos , que de le descubriese Poiynices un collar de oro , para que dón- de se había ocultado su marido per temor de ir á la guer- sabia no había de volver. ra de Thebas , de la qual Am- phiarao indignado de la perfidia de su imiger , partió a encargando su hijo Aic- la guerra contra su voluntad , á rneon luego tuviese noticia , que matase á su madre que de su muerte ; lo que executó el hijo por vengar á sa padre de aquella traycion. quien el (¡o) Músico. Es decir , un hombre en espí- ritu y el corazón están perfectamente bien arreglados. Platón se vale muchas veces de los términos música y mú- sico en este sentido que se ha explicado ya en las no- , tas c(S y 27 del coloquio tercero.

(n) Por ei Can. Especie de juramento , como en des- precio quien representa- de Anubis Dios de Egypto , á bas con cabeza perro del qual se habló en la nota ex de , del coloquio tercero, COLOQUIO DÉCIMO. f un (1) Un sofista. Platón entiende aquí por sofista , sofistas son una charlatán , un embaucador. En efecto . los especie de charlatanes y aún de los mas peligrosos. Groa. Platón se (2) Esencia, No es necesario advertir , que esencias metafí- engaña quando dice , que Dios hizo las sicas de las cosas. Estas esencias no son otra cosa que ideas abstractas . que no existen mas que en el entendi- ora divino era humano es miento , desde la eternidad , el tiempo. Groa. usa (3) Participarían. Si hubiese dos esencias de de co- misma cosa , ellas tendrían necesariamente algo porque de otro serian las esencias de mún ; modo , no enteramente^diferea- uns misma cosa , sino de dos cosas v

( 345 ) tes. Pues lo que ellas tuviesen de común constituiría una tercer esencia que seria propiamente , y con exclusión las de otras dos , la esencia de esta cosa. Grou. Per naturaleza. (4) Según Platón , Dios no ha he- cho las esencias de las cosas sobre modelo algpno pre- existente } y de consiguiente las ha hecho por naturale- za» Todo quanto existe en el universo , ha sido hecho sobre el modelo de las esencias por lo , y mismo se hizo

por arte , ó por imitación. Y ved por qué Platón llama á Dios í esto es artífice ¡vtovpyó , , por naturaleza ó produc- tor criador al camero es , 5 y Sry.nvzy ¿r , decir ar-

tífice por arte , ó artesano. Grou. Del Rey. Es decir dei insto del filósofo {}) , , , de aquel que contempla la verdad en sí misma y en la esencia de las cosas. Grou.

(6) Licurgo. Legislador de los lacedemonios, de la

familia real áe Esparta , cuya corona le ofreció la viuda

de su hermano Polídectes si se casaba con ella , obli- gándose á abortar el fruto de que estaba embarazada. Re- estas lisongeras ofertas para" husó con constancia , y ser

mas ú tí i á la patria , por los años 890 ántes de Jesu- Christo se ausentó con ánimo de estudiar ios usos y cos- tumbres de los pueblos. Pasó á Creta celebrada entonces

por sus leyes duras y austeras : vió la magnificencia del sin le deslumbrase ni corrompiese en fin Asia , que : y se fué á Egvpto, escuela délas ciencias y de las artes.

De vuelta dio leyes severas á los lacedemonios , entre los qnales hacia mucho tiempo que se hallaba todo eñ confusión queriendo los reyes reynar despóticamente , , y los vasallos ro obedecer. El legislador filósofo emprendió la gran resolución de reformar enteramente el gobierno} atrevido pero ántes de exeeutar designio tan , tuvo mu- chos obstáculos que vencer. Levantada una sedición con- tra Aicar.dro joven espartano le sacó un sjo. Licurgo él , no solo is perdonó , sino que le tuvo siempre en su com- pañía y le trató como hijo suyo. Entretanto como pre- meditase este legislador mudanzas en el gobierno que con los principales podrían ser muy peligrosas , se fué de Esparta á consultar el oráculo de Deifos que le en- contró muy propicio. Desde entonces empezó Licurgo á poner por obra las novedades grandes que había pensado} :

( 346 ) V para obligar á los lacedemonios á que guardasen In- violablemente las leyes que estableció para su prosperidad, les hizo prometer con juramento, que nada mudarían hasta que volviese. En seguida cuentan que se marchó á

Creta en donde se quitó la vida , después de haber dis- puesto que sus cenizas se arrojasen al mar , temiendo, que si se llevaba su cuerpo á Esparta , creyesen los ia- ccdernonios estar ya libres del juramento. Charandas. Natural -de Caíanla en Sicilia, que floreció por los años 444 antes de Jesu-Christo. Fué dis- de'Pitágoras ¿io leyes á ios habitantes de Tu- cípulo , y sibaritas les prohibió con lles reedificada por los , y pena de muerte concurrir arenados á las asambleas. Un la cía volviendo de cierta expedición , supo que en asam- había alboroto se fué corrien- blea del pueblo grande , y sin de dexar la espada. Ls do á apaciguarle , acordarse su propia ley res- hicieron presente que quebrantaba , y pondió i «pretendo confirmaría y sellarla con mi sangre,» y al -momento se .atravesó la espada .por el cuerpo. (3) Thale s. El primero de les siete sabios de la Gre- cia que nado en Mileto acia el año Ó40 antes de Jesu- , Christo familia ilustre. Para aprovecharse de , de una

las luces de los hombres sabios de su tiempo , hito mu- chos viages se detuvo en Egypto donde estudió , y , la filosofía asis que rev- -geometría , astronomía, y ., y Am naba entonces le dió señales públicas de su aprecio. Coa todos sus talentos no supo conservarse en la corte, asi porque su libertad filosófica desagradó á Amasis , y tomó el partido de volverse á su patria para derramar en su seno los tesoros de Egypto. Fué fundador .de 1* .secta de filósofos llamada se le atribuyen mu- Jónica , y decir chas sentencias. Las principales son : «No se debe »á nadie aquello de que se pueda valer para dañarnos: : «Vivir con los amigos como que pueden ser nuestros ene- conocerse a .«migos : : La cosa mas difícil del mundo es la otro ls mas «sí .mismo ; mas fácil , aconsejar á ; y «dulce el .cumplimiento de sus deseos. Para vivir bien en «se debe uno abstener de lo que halla reprehensible - porque es ¡ocrea «los demas. Lo mas antiguo es Dios , porque es obra de «do i lo mas hermoso el mundo , mas pronto el es* -.«Dios y lo mas grande el lugar , lo ,( 34?) , , «pinui 5 xo raas fuerte ia aecesidad ; y lo mas sabio el «tiempo.» Murió á los noventa años de edad sin haberse casado. Su madre le instó á que tomase muger le respondió , y , siendo joven : aún - no es tiempo y cuando volvió -de los viages ya : no es tiempo. Se perdieron to- das sus obras. (9) ¿inacbanis. Filósofo escyta , discípulo de Solón, que se distinguió en Atenas por su saber , porosu desinte- rés , por su prudencia por , y sus costumbres austeras. De vuelta á su patria quiso introducir en eila los dioses leyes da la Grecia y , y tuvo la suerte de algunos fi- lósofos que como él quisieron , levantarse contra el go- bierno la religión y de su país, quitándole la vida el rey de los escytas , acia el año 550 antes de Jesu-Christo. (10} Pie agotas. Nació en Sames el año 592 ántes de Jesu-Christo se exercitó , y desde luego en el arte de los atletas hasta , que oyendo un -día las lecciones de Pherecides sobre la inmortalidad del alma , se consagró por entero á la filosofía. Para adquirir un conocimiento mas extenso de las costumbres y caracteres de los hom- bres , abandonó su pátria sus parientes sus bienes , y , y recorrió el Egypto la Caldea el , y Asia menor. Vuelto á Sames, enriquecido su espíritu con mil preciosidades literarias Ja encontró tiranizada por Polycrates , , á cuya. caasa ¡a abandonó de nuevo pasó , y á establecerse á ia parte de Italia que fuá llamada la gran Grecia. Su re- sidencia fue por lo común en Heracles Taranto , y Cro- tona , de donde vino el llamarse Itálica su secta. Su reputación fue tan extraordinaria que acudian de todas partes á oírle en poco tiempo tuvo mas de , y 400 dis- cípulos, de lo? quales salieron excelentes legisladores.. No solo poseyó la ciencia ¿e las costumbres y de i-as leyes sino que un sabio en la astronomía , fue , geome- tría aritmética demas partes de las , y , y matemáticas. A cinco cosas solo dixc que debíamos hacer la guerra: , . »»á las enfermedades del cuerpo , á la ignorancia dei 5 corazón, ¡as >alma , á las pasiones del á sediciones de «las ciudades á ia discordia de las familias.?» Incur- , y rió en el ridiculo y chimérico sistema de la transmigra- ción de las almas de unos cuerpos en otros ; bien que pretenden era otra cosa, que algunos , que no una imá- ( 348 ) gen simbólica de las .producciones y metamorfosis de tos tres la se hacen cada >,dia fá reynos de naturaleza , que

nuestra vista. No se sabe de cierto en dónde , ni quándo

Erario , aunque la Opinión mas común es que íué en el iMetaponto acia el ántes de Jesu-Christo. Su , año 497 casa fué consagrada en templo se le honró como á un , y dios. Tenemos bax© su nombre la ebra en griego intitu- Hie. ocles pero lada , ¿a. versos de oro , comentada por ; es contenga gran constante que no es suya , por mas que parte de su doctrina y de sus máximas morales. (ci) Creopbih. Quiere decir un gloteo que gusta mu- cho de la buena mesa. Sobrenombre ridículo -que le fué dado al que á este amigo de Homero , del mismo modo poeta que se Uamába Me'iesigeno Je dieron el sobrenom- bre de Homero que significa ciego aquel que se dá , , ó en rehenes. Grou. (is.) bien sofista, Protagorat. Filósofo griego , ó mas cuya primera Ocupación fué la de ganapa-n ó mozo de eord-éi Encontrándole ua día Detnocrito cargado de mu-

chos costales dispuestos en equilibrio geométrico , con- cibió una idéa ventajosa su talento íe admitió en- de , y tre sus discípulos. Protagoras sacado de la miseria en que ¿ares vivía orgullo , abrió bien pronto su corazón á un con intolerable , de modo que tuvo la osadía de atreverse .te divinidad en duda la , y negar , ó á lo oséaos poner , existencia del ser supremo. Esta obra impía fué conde- sada á .las llamas Atenas el por los magistrados de , y iutor desterrado como una peste pública. Este blasiema- .áor corrió entonces las islas del Mediterráneo, y murió yendo á Sicilia por los años 400 á-ntes de Jesu-Christo, habiendo sido el primero que deshonró la filosofía dando sus lecciones por dinero. •(13) Predico. Sofista y retórico de la isla ce Coos, ó se* gurí otros de Cilio, por ios años 4x0 ántes de Jesu-Christo, discípulo de Protágoras maestro de Eurípides Tbe- , y , jamenes é Isocrátes. Enseñó públicamente ¡a eloqaeacia

en Atenas , aunque residía allí en calidad de embajador de su pátria. Una avaricia sórdida ie hacia ir de ciudad «a ciudad para cuyo medio desplegar su eloquencia , por adquirió xeccgió este charlatán gran suma de dinero y se dis- nuioha gloria. E-a efecto , Prodico tenia trabajados ( 349 5 , corsos de ioá&s precios desae , dos óbolos basta ta “ragm.is «ncmm , del quaí hablaron mucho los antiguos Rn tre sus escritos se distinguía la ingeniosa ficción d- i, virtud el demyte que se presentaron y , á Hércules dis” trazados de mageres futí imitada , y por Luciano L-s S S hleiSIOa qaÍCai' U vída * P°rq«e corrompí a la%v^ ,d {I4> Entendimiento. No ss sabe de qué poetas hub^e tomado Piaron estos rasgos. Pero es bastante 1probable que ruesen ese los autores de la antigua comedia todos muy satíricos y enfurecidos contra los filósofos. Groa. (i<) hay T mai. Trátase aquí de ios i bienes y mn e, físicos. Groa,

1 6 Inmortales. ( ) Este raciocinio sobre el qoal estriva todo el sistema de ia metempsyeosis está , fundado en la falsa creencia de que las almas han existido antes de les cuerpos, y que su número es determútedo, independiente- mente del de los cuerpos que ellas deben animar : en una palacra que no se forman nuevos cuerpos , , sino á medi- da que hay „ por decirlo así , almas de repues.o que espe- ran el momento de entrar en ellos. Lo que sumergió á los antiguos filósofos en este error en , y una multitud de ab- surdos en orden á Ja naturaleza del destino del alma-,, fué la ignorancia en que estaban ellos , de lo que ia fé nos enseña saber cria , á , que Dios cada alma en el mo- mento que está ei cuerpo suScienteraente organizado oara recibirla. Y es menester confesar que si la religión no hu- biese venido en nuestra ayuda , nosotros no habríamos, discurrido mucho mejor sobre estas materias que Pitágo— ras y Platón. Qreu. Gíi-uco. Pescador célebre en la (17) mitología , de se habiendo quien cuenta , qua observado un día que los. pescados que echada sobre cierta especie de yerba toma- ban nueva-, fuerzas volvían á arrojarse al agua le y , vino al esta yerba salto al pensamiento comer de , y luego pun- al fue transmutado en Tiiton to mar ; donde y mirado como un eics marino. Circe le amo inítu tilosamente, la la por haberse estrechado- él con Escvla , á quai mágica monstruo ma/ino después por zelos , convipt ó en , de envenenar la fuente donde iban á ocultarse estes eos es- posos. Glauco era una de las deidades que se llamabas. ( o>°) ¿.ttorslet7 ; nombre tomado de la costumbre que los amí- gaos tenían de cumplir al instante que llegaban al puerto los votas que hablan ofrecido en el mar. (iS) De Pintón. De esta celada habla Homero en el V. de la liiada v. 843. donde cuenta que siPalas tomó 35la celada de Plutón á fin que no la viese Marte.» Esta zelada pues hada á los que la llevaban invisibles á los dioses , como el anillo de Gyges les hacia invisibles á los hombres. Véase el coloquio segundo acia el principio. Grou. 1 AJcinoo. Es decir relación mentirosa i 9) , una , tal como la de Ulyses á Alcinoo rey de los Pheaces. Hay también aquí un juego de palabras entre el nombre de Alcineo Ktíiíou yA’Axí'pcoy . que significa, valeroso, es- forzado.

(20) Armenio. Daniel Huecio en el cap. 142. de la Demostr. Evang, n. ir. enmienda este lugar insinuando, que deba leerse, Afuwlov en vez de ¡zíi/íw fundado ea Af , lo que Plutarco cap. 5. del lib. 9. Symp. dice , que Pla- tón introdujo en este apólogo á Her hijo de Armonio para darnos á entender que las almas son creadas y unidas á los cuerpos según cierta armonía. Macrobio lib. 1. Soca. Sc-:p. capí. 1. duda deque Her hubiese muerto, inclinán- dose roas á creer , que pareció solamente que volvía á re- cibir eí alma qué en realidad no había perdido añade : y cao Cicerón en los libros da la república sé lamentaba da que despreciasen algunos esta historia. Bien que S. Agus- tín lib. 22. cap. 2^. de la Ciudad de Dios diga , «que así 33 lo toca esto Cicerón , que dá á entender que mas dixo 33'jqneiio Platón por vía de ficción fábula que porque y , «quisiese decir que era verdad.» (2i) Perfecta. Fácil es de explicar este emblema. Las ocno rodajas encaxadas unas en otras son los ocho cielos, á saber el de las estrellas fixas los siete pla- , , y los de netas : los círculos formados por ios bordes de cada roda- . ja , son las órbitas que describen los astros-. La sirena montada sobre cada uno de es el astral estos círculos , mismo. Se sabe lo que Picágoras dixo de la armonía da los cuerpos celestiales se le haría una injusticia en , y entenderlo de otro mofo', que en un sentido metafórico. En el mismo se deben tomar también estas palacras dé la (3f>0 eís; s&rráf &*? ss * ^ d ° Su rtiametro f" g medido per la tordas? ^ anchor» de lo¿ de cada rodaja su color , y representado cor ei ^ bUSCar Sq Uí - 18 P^málidad " y S-itad ""Anoao® ca‘ En - , «ta esoecie de relaciones de que se cale Platón de quando en quando para su. coloquios herbar , dá mucho á la imaginación . v «e CCUDa C0Ü Ímágenes P°éticas que de O*-™™ i decir la (22) Orfeo. Vease la nota , 3 déí coloquio segundo (20) Tarntro. I» reto de Apolo , pero tan vano oue tuvo ,a osadía de desafiar , á las Musas á que cantaría me- jor. Convinieron en que si ganaba le , reconocerían ellas por su vencedor ; al contrario si y , quedaba él vencido, entregaría á su discreción. Perdió k apuesta, y las. *£•‘usas le sacaron los ojos , haciendo que se le olvídase, qaanto sabia*

í 2 4 dyax. Disputó á Ulises . las armas de Achiles 5 é irr.tado de que su rival las hubiese conseguido por el parecer de les principales capitanes griegos ^ hizo ea los, rebaños del exército una horrible carnicería , imaginándo- se m|tar á sus compañeros, y sobre todo á Ulises. Mas después que volvió de su delirio, se mató con la espada que Héctor le había regalado , y s-gun la fábula su, £aiL«. gre se convirtió en jacinto. 2 ( $) sfgamemnón. Llamado Atrida como su hsr~- rn.ano Menelao por ser hijos de Arreo , fue rey de. Ar- gos elegido , y generalísimo del exército de los griegos contra los troyanos. 'Habiéndose detenido en la. AuJicla por los vientos contrarios ¡a pesra y , sacrificó á Diana, su hija Ifigenia. Fue obligado á restituir á. Achiles á Briséis que se la había , robado. Amó apasionadamente á Casandra hija de Priamo , prisionera suya- después de la toma .t de roya. Fila, le pronostico oue oereceria sí voívis á su patria pero no cüó C'édito a esta predicción ; , que £e verificó bien pronto. De vuelta á sus estados rué de- gollado por Egisto amante , de Clyte.mnestra su mugen, y Orestes hijo suyo quitó la vida al homicida de su. pa- cí e y á su amante. ( 352 ) US) Atalanta. Hija de Escheneo rey de la isla de que disparaba el arco con una belleza rara , Escyros , de excedía á todos los hombres en la carpera y destreza . y r seguida uS demás ejercicios del gymnasio. Viéndose pe les declaró con orden ds su una multitud de apasionados , mano sino al que la pudiese no daría . su cadre , aue por Venus se presentó al vence' Hippomenes instruido , fuá el solo que cumplió la combate de la carrera , y diosa que arrojase tres condición prescrita. Le aconsejó la que la imprudente Ata-* manzanas de oro en el estadio , este ardid el dichoso lauta se detuvo en recoger. Con obligó á la princesa á re- Hinpomenes ganó el premio , y por sa esposo. Poco tiempo conocerle por sa vencedor , y consortes un templo después habiendo profanado los dos convertidos en leones. de Cibeles , fueron caballo de madera Epeo. Es el aue construyó el para tomar á Troya según de aue se valieron los griegos , de la Enema con decir: lo insinúa Virgilio en el segundo Dolí fabrícales Epeus. disforme de todos los griegos r 2 g). Tbersites. El mas atrevió prorrumpir in- que fueron al sitio de Troya. Se á Achiles este héroe le mató de una pu- jurias contra , y

ñada. , „ „ ... hijo Iraca isla del mar Egeo , / 20 mises. Rey de , } de Icaro quien de Laertes y esposo de Penelcpe hija maña hizo amó extremadamente. Con sa prudencia y su sitio de Troya V servicios grandes á los griegos en el , volviéndose á Itaca corrió grandes despees de tomada , durante diez años contra su peligros en el mar , luchando objeto de la Odysea de inala fortuna. Sus aventuras son el valiente en los com- le pinta como un héroe Homero , que las empresas sabio cloqueare en bates , prudente en , y representa como na los consejos. Virgilio al contrario le hombre astuto y malvado. ERRATAS,

Pag. Lin. Errata Correrc'oa.

7 - x. amigo de Glaucon,... amigo Glaucon. í 4 . 20. de ias..... de la. 53 - 28. vinos..., vinos ? 7 °. 24. Moinomismo Momo mismo. 74 - 27. emplearles— emplearlos.

103. 31 . Esto es Este es. 113. 1. las da íes da. 115. 21. las aplican les aplican.

1 16. 21. hipoteses hipótesis. 162. 23. les elevareis..... los elevareis. Id.... 24. aplicándoles.... aplicándolos. 227. 31. providad... probidad. 217. 31. adoptable adaptable. 326. 20. médicos médicos 1 L iB6ct8(, 4

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