España, Siglo V. La Monarquía Goda Balta Y La Diócesis De Las
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ESPAÑA, SIGLO V La Monarquía goda Balta y la Diócesis de las Españas Luis A. García Moreno ESPAÑA, SIGLO V LA MONARQUÍA GODA BALTA Y LA DIÓCESIS DE LAS ESPAÑAS España, siglo V La Monarquía goda Balta y la Diócesis de las Españas LUIS A. GARCÍA MORENO REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA AGENCIA ESTATAL BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO MADRID, 2017 Primera edición: febrero de 2017 En portada: Ataulfo en Barcelona, por Raimundo de Madrazo © Luis A. García Moreno © Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidas la reprografía y el tratamiento informático. http://publicacionesoficiales.boe.es NIPO: 786-17-003-2 ISBN: 978-84-340-2382-6 Depósito Legal: M-5454-2017 Imprenta Nacional de la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado Avda. de Manoteras, 54. 28050 MADRID S U M A R I O Págs. Advertencia introductoria ...................................................................... 9 Capítulo I. ATAÚLFO, ¿PRIMER REY GODO DE ESPAÑA? ................................ 17 1. Ataúlfo y la dinastía imperial. ¿Por qué Barcelona? ............... 19 2. ¿Quién mató a Ataúlfo? Una tragedia germánica ................... 27 3. Sigerico. El sangriento canto del cisne de los Rosomones .... 42 4. Valia, un rey godo en la encrucijada. El pacto con el Imperio .. 50 Capítulo II. LOS FOEDERATI GODOS EN LA DIÓCESIS DE LAS ESPAÑAS. GOBIER- NOS IMPERIALES Y MONARQUÍA MILITAR SUEVA .......................... 57 1. El nuevo ejército imperial en la diócesis: El conde de las Españas y los regimientos de foederati ................................. 58 2. Fracasos imperiales (421-431): La herencia goda de Gala Pla- cidia ........................................................................................ 66 3. Nobles Ámalos y Baltos en las Españas ................................. 71 4. El generalísimo Ecio y la renovación del acuerdo con la Monarquía de los Baltos (439-454) ........................................ 78 Capítulo III. UN NUEVO HORIZONTE. LA EXPEDICIÓN DEL BalTO TEUDERICO II A LAS ESPAÑAS .................................................................... 93 1. La Monarquía sueva frente a la goda Balta. Un error de cálculo .................................................................................... 94 2. Los testimonios de la expedición: (I) La narrativa antigoda del provincial Hidacio ............................................................ 97 3. Los testimonios de la expedición: (II) Detalles germánicos y Baltos de Jordanes .................................................................. 103 4. Regnum sueborum destructum est .......................................... 114 7 España, siglo V . La Monarquía goda Balta y la Diócesis... Págs. Capítulo IV. SOmbRAS Y ÉXITOS DE la MONARQUÍA GODA BalTA (458-467) .... 119 1. El poder godo en el mediodía hispano: La suerte de Sevilla ... 120 2. El narbonés Magno en las «Tartesiacae urbes» ..................... 127 3. Dificultades godas, impotencia imperial e irredentismo suevo ....................................................................................... 130 4. Mayoriano, el último emperador romano en las Españas ........ 136 5. Teuderico II y los condes de las Españas ............................... 146 6. La segunda Monarquía militar sueva y los Baltos .................... 153 Capítulo V. EL REY EURICO Y la DIÓCESIS DE laS ESPAÑAS: NUEVAS GUARNI- CIONES Y ASENTAMIENTOS NOBILIARIOS GODOS ........................... 165 1. Eurico confirma el viejo acuerdo con el Imperio ................ 166 2. Opilión, ¿el último vicario de las Españas? ............................ 171 3. Eurico, Ricimero y el complot de Arvando ............................ 175 4. ¿Qué hacer con la nueva Monarquía sueva? .......................... 177 5. Eurico, la Tarraconense y el final destino del último conde de las Españas ........................................................................ 182 6. Vidimero y sus ostrogodos, ¿también en las Españas? .......... 192 7. La última renovación del acuerdo con el Imperio ................. 201 8. Eurico y Mérida ...................................................................... 204 Capítulo VI. LAS ESPAÑAS PROVINCIAS DE LA MONARQUÍA GODA BALTA ......... 211 1. La revuelta de Burdunelo en la Tarraconense ....................... 212 2. Gotthi in Hispanias ingressi sunt .......................................... 216 3. La última rebelión imperial en las Españas ........................... 223 Bibliografía .............................................................................................. 229 Índice onomástico .................................................................................. 245 8 A Angelito y a Miguelito, el uno tervingio, greutungo el otro ADVERTENCIA INTRODUCTORIA La génesis de este libro ha sido larga, demasiado. Su origen fue el encargo que la activísima Emmanuelle Boube, de Tolosa de Francia y amiga de los godos, me hizo en el verano del 2013 para presentar una ponencia en «Las trigésimocuartas Jornadas Internacionales de Arqueología Merovingia», que iban a celebrarse a principios de noviembre en la universidad tolosana bajo el título de «Du Royaume goth au Midi mérovingien». Como historiador filólogo, en una reunión de arqueólogos, Emmanuelle me sugirió el título «Los Godos en Hispania en el siglo V: las fuentes escritas». Deseoso de visitar la que fue corte de mis queridos reyes Baltos pergeñé un cuestionario sobre el que basé la exposición oral de mi ponencia, que trataba de incidir en la naturaleza de esas fuentes escritas. Cuando algún tiempo después empecé a escribir la versión definitiva para su prevista publicación, los problemas, que fueron surgiendo, se multiplicaron como las per- las de un rosario que iba pareciendo inacabable. Debo confesar que tanto un origen accidental como un desarrollo no previsto de una investigación son cosas que me fascinan, y creo que dan un sello personal a mi obra historiográfica. Para bien o para mal, el lector decidirá. Esa multiplica- ción hizo que unas páginas se sucedieran a otras, y que muy pronto me diera cuenta que el producto final en modo alguno podría ajustarse a los límites de una publicación de las actas de un congreso, máxime cuando en él habían participado muchos más estudiosos. De esta manera fue naciendo en mí la idea de que esa original ponencia acabara trasformándose en un nuevo proyecto de investigación a medio plazo, máxime cuando iba alcanzando unas conclusiones que distaban en muchísimos extremos no solo de lo que era la communis opinio, sino también incluso de lo que yo había escrito hacía años, y que durante bastante tiempo no me consideré capaz de cambiar. Desgraciadamente otras devociones y obligaciones de investigación histórica ocuparon con frecuencia mi tiempo durante muchos meses del 2014 y 2015; desde la monografía sobre los destinos de la nobleza hispanogoda tras el 711, que aún espero terminar de escribir algún día, hasta los desiertos, oasis y mon- tañas del Asia Central y los indoeuropeos en la Antigüedad. También han sido 9 España, siglo V . La Monarquía goda Balta y la Diócesis... otras obligaciones, imperiosas para mí pero muy alejadas de la investigación histórica, las que han impedido que este libro se culminara en un tiempo lógico; pero es que no solo de las cosas del espíritu vive el ser humano. Tal vez la lenti- tud y los largos períodos de descanso en su escritura hayan podido tener al final un efecto beneficioso, pues muchas ideas se han ido reposando, y así se ha podi- do arrumbar por completo el primer esquema que tracé a tenor de lo que yo mismo había escrito sobre la implantación de la Monarquía goda en la Diócesis de las Españas a lo largo del siglo V. Debo confesar a continuación que ha seguido estando muy presente ese ob- jetivo de la primitiva ponencia tolosana de centrarme en las fuentes escritas. Sigo pensando que la completa ausencia de documentación escrita seriable, salvo en muy contadas ocasiones, hace que el historiador de la Antigüedad, clásica y post- clásica, y de los primeros tiempos de la Alta Edad Media, necesariamente tenga que ser un filólogo de formación, para poder aplicar las técnicas filológicas que permitan comprender todo el significado de una documentación histórica com- puesta en más de un 95% por textos literarios y jurídicos. Soy consciente de que estas habilidades filológicas están cada vez más ausentes en la mayoría de los nuevos y numerosos estudiosos que a estos siglos se dedican, tanto en España como fuera de ella. No es una crítica, pero es un hecho objetivo. Esta falta de técnicas de investigación está siendo determinante para que muchos de los nuevos investigadores deriven por los caminos de la arqueología, en donde ha habido en los últimos treinta años tanto un espectacular incremen- to de los hallazgos como un enriquecedor afinamiento en las técnicas e instru- mentos para analizar el material arqueológico, debido en buena parte a la aplica- ción de tecnologías de las llamadas ciencias positivas, sobre todo biomédicas. Pero lo que estas fuentes y su análisis ofrecen desgraciadamente casi no aporta nada a un mejor conocimiento de los hechos políticos, militares y sociales en el fundamental tiempo de la coyuntura. Pues en este último horizonte, como se comprenderá fácilmente, imprecisiones cronológicas de unos 25 años impiden cualquier conclusión. Es más, en aquellos aspectos en los que la