Cronicas De Antaño
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ROMULO F. ROSSI Ilustración d© H. Frangolla RECUERDOS CRONICAS DE ANTAÑO PUBLICADOS RECUERDOS Y CRONICAS DE ANTAÑO ni PUBLICADO BN "ÜA MACANA" l't'S h lltKH tm f JW*, OBRAS DEL MISMO AUTOR RECUERDOS Y CRÓNICAS DE ANTAÑO Tomo I EPISODIOS HISTÓRICOS (Cruzada Libertadora— Bombardeo y Toma de Paysandú) Un Tomo RECUERDOS Y CRÓNICAS DE ANTAÑO Tomo II DE LOS TIEM POS HEROICOS Publicado en «La Mañana» EPISODIOS TROYANOS—(En los días de la Guerra Grande) Publicado en folletín en «El Diario» POMULO F. ROSSi::- ¡AURA SI, ALCANCE NMEN UNA DIVISA! Varias han sido las personas que, desaparecido, dado que, el Presi al le e r lo que escribiéramos en el dente, al tanto de los trabajos, hi penúltimo número bajo el epígrafe zo que aquella se aplazara para de “Los pardos no tienen palabra mejor oportunidad; pero si debe de honor”, nos pidieran que re mos decir que aunque Luna -no ne firiésemos la segunda etapa del gó sus. simpatías por Lavalleja, dió viaje de regreso a la capital, rea su “palabra de honor” de que él lizado por el coronel don Bernabé era ajeno al movimiento subversi Rivera y su pequeña escolta, tra vo que se había tramado. yendo prisionero al pardo Luna. —Y a tí hay que creerte, añadid Defiriendo a tal exhortación, tra Rivera riendo, a la vez que se res taremos a renglón seguido, de ha tregaba nerviosamente uua contra cer partícipes a los lectores, del otra las palmas de las manos,—se fruto de nuestras investigaciones. ñal inequívoca de que estaba con • • *»••••••• tento,—cuando empeñas tu pala Los viajeros, hicieron 'noche al bra de honor. abrigo de los montes del Santa Lu Ahora solo falta que me prome cía Chico; y mucho antes de que tas que no has de salir de Monte las barras del nuevo día mostraran video sin que yo lo sepa. Y mien sus trazos sobre el firmamento, la tras estés aquí, nada te habrá de colun»aa precedida por Rivera, el faltar. viejo teniente y el pardo Luna, que —Acetao, Presidente. marchaba ahora libre de toda tra ba, había dejado ya a su espalda, Cuatro o cinco meseg después de un tendal de leguas. los sucesos que dejam os ■esbozados, —Con la fresca dá gusto viajar, el 15 de Junio de 1832, caía para mi coronel. ¿No encuentra? siempre en los campos regados por —Así es, Luna; — pero hay ve el Cuareim, en Yacaré Cururú (pa ces que las necesidades nos impo labra indígena que quiere decir: nen la obligación de tener que cocodrilo sapo), victima de la saña marchar, como ayer, bajo los ardo de los últimos charrúas y de su im res de un sol rajante. petuoso arrojo, el coronel Rivera. —Mesmo, — asintió el teniente. Y un mes más tarde, o sea en Ju —Pero hoy, prosiguió diciendo Ri lio estallaba la revolución que tan vera, el viaje lo haremos en forma bién había olfateado la perspicacia más descansada. El Santa Lucía del primer magistrado. Luna, fiel Grande, nos ofrece un buen lugar a su palabra, permaneció deede ese para almorzar y hacer una siestita. día al lado del Presidente, que le Y de allí a Montevideo, nos queda llevó a campaña, sin que aquél, ci un paso. Esta misma noche podre ñera sobre su sombrero, la divisa mos hablar con Fructuoso. de los servidores del gobierno, — —Estoy deseoso de estar .frente por cuanto como él mismo se lo a don Frutos, pa saber que es lo dijera al general, era partidario de que me acomulan... Lavalleja. • • . • Y aquí viene la anécdota: No vamos a relatar aquí la con A raíz del .pronunciamiento del versación que sostuvieron en tal general Garzón, cayó en manos de ocasión el general Rivera y el par las fuerzas revolucionarias un ofi do Luna, por cuanto la amenaza cial riverista, que don Frutos tenía del estallido de la revolución había especial interés en rescatar; — y de acuerdo con tale.3 anheles, hizo na a quien Rivera -dispensaba el proponer a los contrarios, un can trato que daba a sus oficiales y je de prisioneros dando en cambio que se encontraba presente caando a Luna, que había prestado su asen se trajo la noticia de su rechazo, timiento para ello. exclamó indignado: El emisario encargado de hacer — ¡Aura si, alcancenmen una di la proposición al jefe revoluciona- visa! rio volvió al campamento guber- Y desde ese día, otro Luna, au nista, con la noticia de que aquél mentó el número de los oficiales no aceptaba el canje. del conquistador de las Misiones. Y fué entonces que el pardo Lu CEMENTERIOS, VELORIOS Y LUTOS LOS PRIMITIVOS CAMPOS SANTOS Y CEMENTERIOS. — HISTO RIA DE LOS MISMOS. — REGLAMENTACION DE LUTOS. — VELORIOS Y ENTIERROS DE “NOTA”. — SE ALQUILA UN ATAUD. — LA CAMILLA DE SAN FRANCISCO. — LA HISTORIA DEL CENTRAL. — EL BRITANI CO. — LA LUZ .MALA. — EPITAFIOS Par Real Cédula con tachuelas amarillas y que el galón fuera plateado o dorado. Por Real ‘Cédula de Octubre de Por entonces, el velorio que más 1752, se ordenó que en los entie impresionó a la población, por lo rros de adultos, el féretro -estuvie rumboso, fué el de la señora del ra “forrado exterior mente de bayeta, general Maggé, que se velo en el paño, ú holandilla negra, con cla “Fuerte”, «enlutándose totalmente vos pavonados y galó.n negro, tam el piso, paredes y techo de la capi bién”; — y que, en cuanto a los lla ardiente. cajones para párvulos o “angelitos” El entierro, como podrá imagi se forraran de tafetán doble” y del narlo el lector, guardó relación color Q ue más agradara a los deu con el velorio, puesto que con gran dos... o al cajonero fúnebre. pompa, el cadáver de la señora Ma- En lo que se refiere al “velorio”, ggé fué trasladado hasta la Matriz, sólo podían colocarse en él túmulo, —siendo inhumado junto al altar de doce hachas o cirios. Y en las tum Santa Catalina; y dos años después bas, donde se solían colocar velas se exhumaron sus restos con el en la noche del entierro o en los fin ^e trasladarlos a Portugal. aniversarios de la muerte, se con El entierro de doña Dolores Ori sentían hasta cuatro velas encen be, qúe había casado con el briga- didas. ■ o- Cálhao; — como asi también Cuando la dominación portuguesa.... el del brigadier Márquez realizados en 1824, revistieron igualmente La dominación portuguesa modi proporciones de verdaderos aconte ficó las ordenanzas áobre los velo cimientos. rios y entierros, pues desde esa Y a poco de regir el gobierno época se consintió que los ataúdes patrio, otro deceso que dejó recuer se forraran ton géneros -de mejor do imborrable en todos los habitan calidad, como así también que el tes de Montevideo, fué el del señor «claveteado de aquellos se hiciera Bustamante, cuya casa de la calle San Joaquín, se enlutó extraordina SantiagiQ de Ghíle y Soriaco, conoci riamente, regalándose después a los do común.mente por Cementerio In pobres el género empleado en esta glés.. operación y que por cierto sumaba En lo que se refiere al Cemente un buen número de metros. rio del “Peñarol Viejo”, debemos agregar que en 1888 la Junta E. Mortajas y entiertros Administrativa dispuso que se jun Como ya lo hemos dicho en el taran todos los restos, para que se tomo 1 de "Recuerdos y Crónicas depositaran en un osario común, de Antaño”, ,fué costumbre hasta operación que se realizó en 1913, 1840, amortajar los cadáveres de la bajo el contralor del actual Direc gente pudiente, con hábitos de los tor de Cementerios señor Alfredo frailes del Convento de San Fran D. Rodríguez, distinguido funciona cisco, — hábitos que mayor precio rio que noa ha proporcionado un tenían cuanto más viejos eran. buen caudal de datos para eíta cró Antes de procederse a la inhu nica. mación de un cuerpo, éste era lle En la remoción de tales restos vado hasta el interior del templo, se encontraron botones de casaqui (Matriz o San Francisco) en donde llas militares y retazos .le géne se decía la “mtea de cuerpo presen ros de colores vivos que sirvieron te”, ceremonia que se realizaba de de franjas a pantalones, detalles noche, — generalmente,—con una que, al decir de vecinos, probaban procesión en la quie los asistentes que esos muertos corre ;pondían a portaban faroles y cirios encendi algunos oficiales y soldados espa dos. ñoles que sucumbieron en la Bata Cumplido el piadoso deber del lla de Las Piedras y que fu oro7) entierro, que exigía una erogación inhumados durante la retirada, en por derechos de sepultura, de “cua dicho enterratorio; o bien, a algu tro reales”, los deudos eran acom nos oficiales de Artigas, que poco pañados hasta sus casas, de donde tiempo después tuvo también allí despedían a los acompañantes des su campamento. En camb’'o, otros pués de haberlos obsequiado con un afirmaban que esos restos huma pocilio de chococlate y bizcochuelos. nos correspondían a oficiales y sol dados de las fuerzas sitiadoras de ¡Caánto enterratorio! Oribe, cuando la Guerra Grande, ya Entre los cementerios o “campo que hasta por allí dominaban ®us santos” que ha tenido Montevideo huestes. en épocas lejanas figuran los de la "Matriz Vieja” y el del primitivo San Francisco, “El Puert®’ y “Juan “Convento de San Francisco”, ubi Soldado” cados ambos en las manzanas que Los franciscanos habían habilita forman las calles Ituzaingó, Rincón, do una parte del corralón para se 25 de Mayo y Treinta y Tres;—el pultar a sus compañeros de comu de la “Matriz Nueva”, calles Saran- nidad y a los menesterosos; como dí e Ituzaingó, el de “San Francis asimismo el interior de la iglesia, co”, en su segunda etapa, Zabala y el eorredotr del Norte y el atrio, Pi-edras; — el del Hospital d'e Cari para la gente de posición dad, el del Fuerte; el del Reducto; Los militares eran inhumados el de Andes entre Durazno e Isla de dentro del Fuerte, (lo que es hoy Flores; el del “Peñarol Viejo”, Plaza Zabala); y los que fallecían fundado allá, por 1790 en campos en el Hospital de Caridad, no exi conocidos por de Piedra Cueva que gían tampoco mayores molestias contaba con un oratorio y algunos para encontrarles el descanso eter nichos que, aunque maltrechos »• no .puesto que sus restos hiUaban conservaron hasta no hace muchos fáoál M onodo en un terreno batidlo años; — el de la Unión, que con el contiguo, que había cediuo a tales correr del tiempo habría dfe quedar efectos, don Juan Fernándaz, co anexado al del Buceo, fundado por nocido también por “Juan Sol Oribe cuando la Guerra Grande; y el dado”.