La Izquierda De Hoy En Guatemala Para Hablar De La Izquierda
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
La izquierda de hoy en Guatemala Para hablar de la izquierda partidaria en Guatemala hoy es preciso recordar la historia del país que fue azotado por un conflicto armado interno de más de 36 años y por régimenes militares que impulsaron en el país políticas de terrorismo de estado que dejaron un saldo dramático en la población guatemalteca. Es evidente que la izquierda ha tenido en Guatemala un pasado importante. Intentó tenerlo en la legalidad y cuando la contrarrevolución de 1954 en simbiosis de fuerzas internas e intervención estadounidense restringió coactivamente sus márgenes legales y poco a poco reprimió también sus espacios reales, una parte de la izquierda lanzó un desafío armado al sistema. Sostuvo este desafío durante 36 años hasta la firma de la paz en diciembre de 1996. Tras la firma de la paz y caminar hacia la constitución de un partido político, se dio un primer paso con la autodisolución, a partir de febrero de 1997, de los cuatro grupos que conformaban la URNG para integrar a sus militantes directamente en ella. Primero lo hicieron EGP y FAR y luego PGT y ORPA. El fallecimiento de Ricardo Ramírez, el 11 de septiembre de 1998, fue un duro revés para la recta final de la legalización de URNG, que no llegaría hasta el 18 de diciembre de 1998. Jorge Soto es nombrado Secretario General y las FAR se ven fortalecidas en detrimento del EGP y especialmente de ORPA tras el grandísimo error político del secuestro de la señora Novella por el comandante Isaías del que se sigue sin saber su paradero. La democratización interna necesaria para ser un partido progresista, y no sólo de izquierdas, se complicó por la influencia cada vez más grande de las FAR dentro del partido, y pronto le pasó las primeras facturas: pérdida de apoyo popular y simpatizantes, alejamiento de los sectores mayas y entrar en disputas inmediatamente con el FDNG. El de 12 de febrero de 1999 FDNG, URNG, DIA y los disidentes guerrilleros de UNID crean la Alianza Nueva Nación (ANN) y postulan a Álvaro Colom como candidato presidencial, a pesar de ser uno de los máximos responsables de que las maquilas hayan llegado a Guatemala "para crear puestos de trabajo". Esa luna de miel de la izquierda duraría menos de medio año. La URNG -léase FAR sobre todo- intentó crear un clima insostenible con el FDNG impidiendo la reelección de sus diputados. Lo que parecía ser un principio de pureza democrática, se convertía en desaprovechar toda la experiencia de estos 6 diputados y comenzar la Legislatura desde cero, echando por tierra todo el trabajo para el que se creó el FDNG en 1995. Todos los diputados del FDNG, algunos más a regañadientes, lo aceptaron por el bien de la Alianza. Cuando en 1995 se creó el FDNG fue porque la URNG vio que los espacios políticos se iban abriendo y que para las elecciones de 1999 casi seguro que habría paz y que entonces podrían participar. Era absurdo no aprovechar esos espacios y debían crear una plataforma política para no presentarse en 1999 desde cero. Entonces surgió la idea de hacer este Frente pero los trámites de inscripción de un partido político eran demasiado largos como para llegar a tiempo a las Elecciones de 1995. Entonces lo primordial era poder participar, las siglas no importaban tanto. Fue cuando Rafael Arriaga les ofreció el número de registro del PR renunciando a sus siglas. De esta manera el PR también se beneficiaba al acercarse al sector de población para el que se fundó en 1957 y limpiaba sus imagen ensuciada por su apoyo a Lucas García y coaligarse en más de una vez con lo más ultra de la derecha (MLN, PID). Pero la idea del FDNG era ser abierto a otros sectores progresistas no revolucionarios, con lo que fue entrando otra gente alejada de la URNG. Tenemos, por tanto, tres sectores marcados en el Frente: el del PR, con algunos rasgos reaccionarios; el de la URNG, con mayor influencia de ORPA y del EGP; otros sectores progresistas que no participaron ni apoyaron la lucha armada. La mayor entrada de gente de ORPA y EGP se debió a que habían creado más organizaciones de masas que las FAR y PGT y a que su peso político-militar y territorial era mayor. La URNG no contó que al crear un frente político nuevo podría tomar vida propia y no seguir al pie de la letra las directrices de la Comandancia. La dirigencia de la URNG sabía que la población guatemalteca está cansada de los partidos políticos tradicionales y que quiere algo nuevo. Por eso aseguró antes de convertirse en partido político que los comandantes ya cumplieron su cometido en la guerra y que ahora les toca a las nuevas generaciones dirigir el rumbo de la URNG y quizá en un futuro el del país. La realidad fue que sólo se debatió en cuál de los cuatro comandantes sería el líder del partido. El "caso Novella" fulminó políticamente a Gaspar Ilom, y la muerte de Rolando Morán (entusiasmado de la idea unitaria de la URNG) dejó el camino libre a Pablo Monsanto, con lo cual se impone en la URNG la línea más antigua y marxista (es decir, la que no tiene en cuenta el factor étnico -ya ni hablemos del tema de la mujer- en su lucha política) de la guerrilla, que además era minoritaria en los '90. Jorge Ismael Soto no sólo ha intentado imponer a su grupo en la URNG sino también en la ANN para, en lugar de convertirla en una coalición de izquierda plural, hacerla plataforma electoral de la URNG con meros partidos comparsa sin el poder suficiente para restarle hegemonía a la exguerrilla. El único que podía hacer sombra a la URNG, y a las tesis de las FAR, era el FDNG con gran presencia maya y de las antiguas organizaciones guerrilleras mayoritarias. La solución para Monsanto era expulsar al Frente. Y cuando la convivencia URNG-FDNG se hizo imposible, los miembros de los exintos EGP y ORPA, por disciplina de partido, apoyaron a los primeros. ¿Por qué en la URNG se sigue sin admitir la crítica constructiva? ¿Por qué todavía muchos de sus miembros que estuvieron alzados en armas creen estar en un standing más alto que los progresistas que se acercan a la ANN y que nunca creyeron en lo positivo de usar las armas ni aún en épocas de espacios políticos bloqueados? La situación actual de la izquierda guatemalteca quizá esté peor que cuando era ilegal. Pareciera que ha tocado fondo y que peor no se puede estar, pero todavía es capaz de hacer gala de la célebre frase de Federico II de Prusia, "ninguna situación es tan grave que no sea susceptible de empeorar". La izquierda internacionalista antiglobalización pretende que desaparezcan FMI y BM "porque están tan podridos que es imposible su reforma". Con una izquierda todavía liderada por URNG, habría que pensar si para su purificación sería mejor dejar morir a esa organización nacida por la necesidad de la estrategia militar. En estos momentos para construir en Guatemala una izquierda progresista habría que cambiar tantas cosas de la izquierda política actual que seguramente a esos renovadores no les gustaría cargar con el peso de unas siglas con demasiados errores históricos. El régimen de partidos en Guatemala Una vez reconocido el papel que la izquierda jugó al impulsar una legítima y radical defensa de un modelo alternativo que pasaba por la equidad, la justicia y la exclusión también es necesario tener claridad en torno al modelo de partidario que se ha conformado en el país. En Guatemala existe un régimen multipartidario que no necesariamente ha facilitado o fomentado la democracia en el país, las consecuencias de la multiplicación partidaria y debilidad institucional del sistema de partidos, es obvio que el principal rasgo de esa crisis es la volatilidad de los partidos políticos. Es un hecho comprobable, que en el contexto guatemalteco se experimenta una volatilidad extrema de los partidos políticos. En Guatemala, el costo de ganar una elección general no es no repetir en la siguiente contienda electoral; el costo es desaparecer o verse convertido a una mínima expresión. Las consecuencias políticas de esa volatilidad extrema se podrían dividir en dos aspectos: primero, las consecuencias de cara a la gobernabilidad, frente al ejercicio del poder político del Estado; y en segundo lugar, las consecuencias de esa volatilidad respecto a los mismos partidos y al sistema de partidos políticos. Respecto a la cuestión de la gobernabilidad, lo que se puede apreciar es que en esta realidad, la coyuntura se convierte en el ámbito del ciclo de las políticas, pues es difícil pensar en la posibilidad de tener políticas públicas de largo plazo, verdaderas políticas de Estado, cuando los actores políticos, tanto lo que están en el gobierno como los que están en la oposición, tienen tan efímera existencia. Frente a los propios partidos y al sistema de partidos, la volatilidad también tiene consecuencias negativas. La principal y más evidente es el hecho de que no favorece la construcción de identidades partidarias. ¿Con esa vida tan efímera, qué posibilidades reales hay de construir identidades partidarias?; Una consecuencia de esa situación es el transfuguismo, entre otras. Así, resulta natural que se constituya la categoría de diputados independientes, tan de moda en la actualidad nacional, pues es un efecto de esa imposibilidad de construir identidad política. Otro elemento a considerar es que en organizaciones con débil identidad se tiende a expresar formas primitivas de caudillismo político; en el sentido que son organizaciones que, si bien son de carácter público, tienen propietario y, por lo tanto, conservan la visión tradicional del mismo, relacionándose de manera casi patrimonial con el partido.