Tesis De Mauricio Fernández
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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN Departamento de Periodismo III (Teoría General de la Información) TERRORISMO E INFORMACIÓN: LA BATALLA POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN. MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Mauricio Fernández Martín Bajo la dirección del doctor Felicísimo Valbuena de la Fuente Madrid, 2010 • ISBN: 978-84-693-3356-3 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN DEPARTAMENTO DE PERIODISMO III (Teoría General de la Información) PROGRAMA DE DOCTORADO CON MENCIÓN DE CALIDAD: “Planteamientos teóricos, estructurales y éticos de la comunicación de masas” TESIS DOCTORAL TERRORISMO E INFORMACIÓN: LA BATALLA POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Autor: D. Mauricio Fernández Director: Dr. D. Felicísimo Valbuena de la Fuente Septiembre 2009 1 ÍNDICE Páginas Introducción: objetivos, marco teórico y metodológico………....……3 Objetivos…………...……………………………………..………..5 Marco teórico y metodológico……….…………………………...6 Capítulo 1: La ordenación científica de una problemática como la de la Comunidad Autónoma Vasca, tiene lugar cuando los estudiosos introducen un sistema categorial consistente……………………….10 Capítulo 2: Los nacionalistas están viviendo dentro del mito de la cultura y de la identidad cultural. También inventan tradiciones, reescriben el pasado y se basan en la mentira histórica…………..31 Capítulo 3: Aplicación de teoría del campo antropológico a la vida política y al terrorismo………………...………………………………..54 Capítulo 4: Aplicación del campo antropológico a la lucha contra el terrorismo………………….…………………………………………….87 Capítulo 5: Los cambios de perspectiva en la CAV han seguido la teoría y los modelos de los expertos sobre el cambio…………….134 Capitulo 6: El terrorismo y sus armas informativas………………..149 Capítulo 7: ETA y los medios de comunicación: desarrollo histórico………………………………………………………………...164 Capitulo 8: Errores más comunes al informar del hecho terrorista y medidas para evitarlos………………………………………………..233 Capítulo 9: La perversión del lenguaje terrorista y propuestas para impedir que influyan en el lenguaje periodístico…………………...256 Conclusiones de la tesis……………………………………………...301 Referencias bibliográficas……………………………………………303 2 INTRODUCCIÓN: OBJETIVOS, MARCO TEÓRICO Y METODOLÓGICO En 1978, los españoles aprobaron una Constitución que permitió asentar la democracia en nuestro país. Desde la muerte de Franco hasta los años 80, los partidos políticos, los sindicatos, diversas organizaciones, y la prensa se han distinguido especialmente por apostar con rotundidad por la democracia. Han pasado más de 30 años y nuestra sociedad todavía no ha podido completar ese proceso de transición, porque no ha alcanzado uno de los derechos más fundamentales de cualquier sociedad: la libertad de prensa y de expresión. Una falta de libertad que vive, día a día, un gran número de periodistas. Las características de su trabajo hacen que tengan que estar en contacto directo con el entorno de ETA, con asociaciones que fiscalizan su trabajo, con grupos de presión que constantemente presionan sobre los comentarios que se escriben, sobre opiniones que se transmiten o sobre cualquier imagen que se grabe o difunda. Este acoso constante que sufren los periodistas en el País Vasco o aquellos que muestran sus críticas contra ETA y todo su entorno, se ha multiplicado de forma notable en los últimos años. Desde que ETA comenzó a actuar contra la sociedad, allá por los años 60, los terroristas han ido colocando a los periodistas en el centro de la diana, en objetivos contra los que había que actuar, en blanco constantes de sus críticas. Como si de una dramática herencia se tratara, apellidos como Zuloaga o Semprún siguen estando en el punto de mira de los terroristas. Su único delito: continuar la labor de denuncia emprendida por sus progenitores cuarenta años antes contra la organización criminal ETA. De igual forma, como si las hemerotecas no pasaran página, se suceden las noticias que tienen a los periodistas como únicos protagonistas: “ETA asesina al articulista de El Mundo López de la Calle”, “ETA intenta asesinar a Luis del Olmo”, “ETA asesina al director financiero del Diario Vasco”, “ETA intenta asesinar al 3 matrimonio de periodistas Intxausti y Palomo”, “ETA mutila al periodista Gorka Landáburu”, “ETA intenta asesinar al locutor Carlos Herrera”; así sucesivamente durante más de cuatro décadas en las que los periodistas y los medios de comunicación se han convertido en “objetivos prioritarios” de la organización terrorista. Además, este dramático cariz que ETA ha otorgado a los entornos de la información y de la libertad de expresión no parece que vaya a tener visos de diluirse en la estrategia de terror. La banda siempre tendrá una ocasión para recordarlo. La última vez que lo quiso dejar claro atacando de nuevo a un medio fue el 8 de junio de 2008. ETA eligió ese día para hacer estallar cinco kilos de explosivos en el edificio que acoge la rotativa del diario El Correo, englobado en el grupo Vocento. Si bien es cierto que la explosión no causó daños personales, la tragedia podría haber sido brutal. Según informaba la prensa1, en el edificio trabajaban en el momento del estallido unas cincuenta personas. A este dato hay que sumar que la banda no realizó ningún aviso previo a las autoridades. Cada vez que se produce un asesinato, un atentado terrorista de ETA, los medios de comunicación son incómodos testigos directos. Ellos forman parte del escenario rutinario de policías, ambulancias y políticos que se desplazan hasta el lugar del atentado para informar de todo lo que ha sucedido. A partir de ese momento, cada opinión, cada línea, cada palabra pronunciada forma parte de una batalla constante por hacer realidad la libertad de prensa. Los asesinos de ETA conocen el poder de la palabra e intentan dominar a aquellos periodistas que no reflejen la realidad que a ellos les interesa. No buscan la objetividad, buscan su “objetividad”. Quieren que su realidad sea la que aparece en los medios, que su vocabulario impregne las noticias, que no publiquen críticas “injustificadas” que en su opinión atentan contra los “derechos de los vascos”. Con este trabajo hemos buceado por todos los antecedentes que han llevado a ETA a convertir a los medios de comunicación en uno de sus grandes objetivos. La organización terrorista lucha en un campo desigual con pistolas, con bombas, con presiones. Los periodistas sólo con su pluma y la fuerza de la palabra. Una lucha desigual que todos los días se cobra una nueva víctima: periodistas asesinados, periodistas que tienen que exiliarse del País Vasco, 1 Véase, por ejemplo, la edición de Público del 9 de junio de 2008, página 16. 4 periodistas que viven las veinticuatro horas del día escoltados, periodistas amenazados y amordazados en lo más sagrado de su profesión, la libertad de expresión. Cuando fue asesinado, López de la Calle volvía del quiosco donde había recogido sus armas: los periódicos del día. Podemos ver cómo el director Gorka Merchán ha recreado esta escena en su película La casa de mi padre (2008). Es en este contexto, donde los periodistas son vistos como auténticos enemigos del “proceso vasco” y donde el análisis que se propone con estas páginas tiene sentido. No en vano, esta tesis doctoral se mueve en el escenario complejo de la información en tiempos de terrorismo matizada por el indispensable componente de la libertad de expresión y nace motivada por los siguientes 1.1. OBJETIVOS: 1. Reflejar la simbiosis existente entre información y publicidad del hecho terrorista. Desgraciadamente, los sucesos del 11 de septiembre en Estados Unidos, y los del 11 de marzo en Madrid, obligaron a plantear un debate que en España permanece abierto desde que ETA cometiera su primer atentado contra un medio de comunicación en 1959: ¿Cómo es posible limitar la difusión de un atentado terrorista sin poner trabas a la libertad de expresión? 2. Describir cómo ETA y todo su entorno han llegado a la conclusión de que es precisamente la presión mediática la que ha impedido por el momento lograr sus objetivos de independencia. Una batalla por la opinión pública que se juega en todos los terrenos. Un atentado sin la pertinente difusión de la tragedia sucedida es, desde el punto de vista de la estrategia terrorista, un fracaso: para ETA no es tan importante un atentado en sí como el hecho de que se hable de éste. Que el colectivo vasco entienda la amenaza implícita que este acto criminal implica, que su reivindicación se cuele en el porqué que pregunta el periodista, que el nombre de ETA se grabe en las conciencias de los ciudadanos asociado al de los liberadores de la opresión española son algunos de los claros objetivos de la banda armada que ve en los medios de comunicación la herramienta fundamental para dar sentido a su 5 lucha. En 1976, la organización criminal fija entre sus prioridades la consecución de un aparato de propaganda “propio y suficiente”. Con este proyecto, la organización militar quiere evitar a los intermediarios políticos, a los propios periodistas, quienes en un momento determinado podrían intentar desfigurar el sentido y los objetivos de la actividad armada. Para los terroristas, los medios de comunicación participan en una “intensa campaña de intoxicación y desprestigio” hacia ETA y sus apoyos políticos. La forma de hacer frente a la existencia de unos medios de comunicación adversos es desarrollar un aparato de propaganda fuerte con el que contrarrestar “la manipulación informativa de que es objetivo nuestro pueblo”. ETA sabe cómo lanzar líneas de propaganda en el vasto océano de la prensa, a pesar de los esfuerzos de los profesionales de la información por decodificar lo que se esconde tras cada uno de los atentados de ETA o las acciones de amedrentamiento desarrolladas por todo su entorno. La banda terrorista, que agita continuamente la democracia con sus atentados, se encuentra cómoda en el barco de los medios de comunicación. 3. Explicar la verdadera razón y estrategia de ETA y su entorno contra los medios de comunicación y los periodistas.