Visiones De La Independencia
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INDEPENDENCIA E INTEGRACIÓN NACIONAL (1816-2016) Dos siglos de búsquedas Editor Mario Morando Colaboración general Omar López Mato Búsqueda y selección de artículos antiguos para el apéndice Equipo de Todo es Historia liderado por Felicitas Luna Investigación fotográfica Gabriela de Antueno Diseño María Jaeschke Corrección de textos María Martha Arce Obra de tapa y contratapa Hermenegildo Sábat Independencia e integración nacional, 1816-2016 : dos siglos de búsquedas / Mario J. Morando ... [et al.] ; editado por Mario J. Morando - 1a ed . - Buenos Aires : Fundación Banco Ciudad, 2016. Libro digital, Book app for Android Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-25979-2-4 1. Independencia Argentina . I. Morando, Mario J. II. Morando, Mario J., ed. CDD 982 Queda hecho el depósito que prescribe la Ley Nº11.723. Ejemplar sin valor comercial. Prohibida su venta. INDEPENDENCIA E INTEGRACIÓN NACIONAL (1816-2016) Dos siglos de búsquedas A las nuevas generaciones argentinas, inspirándolas a completar nuestra Independencia. Integrados entre argentinos y a la familia universal. A la Independencia Argentina Independencia al suelo americano. Luca Prestadme o sacras musas vuestro divino aliento, prestadme aquel acento que resuena en los coros celestiales, y haré que el corazón de los mortales, de entusiasmo arrobado, palpite como el mío en el instante, y que ensalcen los libres el gran día en que la patria mía independiente, al fin, y soberana, llena de gloria respiró triunfante. Ni el trueno aterrador que se desata de los preñados senos de la nube, y retumbando fragoroso sube y por el ancho espacio se dilata, al espíritu flaco aterra tanto; ni el mortífero rayo desprendido del bronce comprimido, que hiende por las filas y escuadrones, con zumbido terrible, es al débil soldado tan temible, como son a los viles opresores los vivas y clamores que del foro argentino se levantan, con tumultuoso grito y vehemencia, alegres proclamando independencia; y nada es tan gozoso a los hijos del Plata como el día de Julio venturoso. Pudo en los siglos de ignorancia torpe, en que el hombre adormido sus sagrados derechos olvidaba, con el salvaje bruto confundido, dominar arrogante el despotismo; mas luego que la ciencia al espíritu humano iluminara audaz se levantó la inteligencia, y el coloso infernal que la abrumara derrocose, humillado, al hondo abismo. Así do quier los simulacros viles de la opresión cayeron; pues los humanos pechos, quebrantando los vínculos serviles, que su elación divina comprimían en sacrosanto fuego se encendieron. La libertad prendió en los corazones, y do quier las estúpidas pasiones al despotismo aciago entronizaron, los rayos refulgentes de los pechos ardientes, que de divino soplo eran movidos, al fiero despotismo destronaron. Así fue en Grecia y Roma; y en las comarcas todas de la tierra, en incesante guerra, la libertad al despotismo doma, y do quiera que asoma aquella victoriosa las ciencias y las artes en las alas del genio prepotente se subliman, ostentando sus galas, y todo es gloria, paz; felicidades, y el genio de la guerra furibundo su aterradora faz y sus maldades hunde allá en los abismos del profundo. Sólo entonces, inspirando las musas al poeta, lanzó el canto su profética voz por todo el orbe, a los siglos atónitos marcando sus futuros destinos, y en versos peregrinos los prodigios del genio eternizando. Cantemos, pues cantemos la independencia de la patria amada, y con voz acordada, a la aurora de julio celebremos. Cantemos el gran día que vio nuestras cadenas quebrantadas, y del león humilladas la arrogante cerviz y valentía. Cantemos la agonía del monstruo que oprimiera la América inocente entre sus manos, por tres centurias, y a la tierra diera el ejemplo inaudito, en un instante, del instable poder de los tiranos. Cantemos el momento en que a la faz del mundo y de la Patria, con encanto juramos, vivir independientes, o con la sacra libertad valientes, exhalar antes el postrer aliento. Así el cóndor ostenta su alegría, cuando con libertad gira su vuelo por el inmenso cielo; así el león en los bosques espaciosos, con hórrido bramido, y los seres que encierra el universo, en su tosco lenguage no aprendido, himnos entonan saludando el día en que finó su largo cautiverio: así lo canta el hombre que el imperio sufrió de la opresión y tiranía. Esteban Echeverría. Índice 19 Prólogo Por Javier Ortiz Batalla 21 Introducción Por Mario Morando 25 Dibujando el Bicentenario Por Hermenegildo Sábat 29 Discursos y acontecimientos preliminares de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata Por Alejandra Pasino 59 1816 Por María Sáenz Quesada 73 Napoleón y la Independencia Por Emilio Ocampo 101 Artigas y los precursores de la Independencia Por Omar López Mato 135 El 9 de julio de 1816 Un hecho, muchos procesos y miles de protagonistas Por Ricardo de Titto 169 La Independencia y su declaración: reflexiones y precisiones Por Isidoro J. Ruiz Moreno 189 Los proyectos monárquicos en 1816: cuando la Argentina pudo ser parte de un imperio incaico Por Torcuato Di Tella 197 El Congreso de Tucumán y la solución monárquica Por Bernardo Lozier Almazán 219 La Iglesia en tiempos de la Independencia Por Roberto L. Elissalde 245 La Independencia argentina y los residentes españoles Por Alejandro Fernández 277 La reconquista de América Por Vicente Gonzalo Massot 301 El pueblo como impulsor de la Independencia Por Fernando Elías 311 Mujeres en tiempos de revolución y guerras Por Eliana de Arrascaeta 325 Sobre la Independencia argentina y sus efectos económicos Por Carlos Newland y Javier Ortiz Batalla 345 La independencia del poder judicial Por Juan Vicente Sola 361 El bicentenario de la Declaración de la Independencia y la tradición literaria argentina Por Esteban Moore 387 Oíd mortales: historia del Himno Nacional Por Omar López Mato 409 Nuestra incompleta Independencia nacional Por Mario Morando 435 Bicentenario de un país de novela Por Marcos Aguinis 445 Mirando al Mundo más allá de nuestras narices Por Diego Ramiro Guelar 455 Apéndice de escritos antiguos Visiones de la Independencia 457 Palabras preliminares Por Felicitas Luna 461 Manuel Belgrano, decisivo impulsor de la Independencia Por Manuel Lizondo Borda 473 La indisciplina de los soldados, madre de todas las derrotas Por José María Paz 481 Restablecer la disciplina y festejar la Independencia Por Gregorio Aráoz de Lamadrid 487 El poeta del Centenario Por Carlos Guido Spano 491 Batalla de Tucumán – 24 de setiembre de 1812 Extractos de Campañas militares argentinas de I. Ruiz Moreno. 495 Las operaciones del General Güemes durante la Guerra Gaucha Extractos de Güemes documentado (t. 4) de L. Güemes. 501 Fue el más audaz intento de dar al país su Constitución Por Nicolás Avellaneda 509 El Congreso se sobrepuso a aciagas circunstancias y funestos pronósticos Por Paul Groussac 523 La Casa Histórica permaneció olvidada hasta 1874 Por Manuel Villarrubia Norri 531 ¿Qué hemos hecho para engrandecer aquel legado? Por Joaquín V. González 539 Documentos del Congreso, una esperanza de los pueblos libres Por Ricardo Levene 551 Conmemorar el Centenario en Tucumán: un acto de justicia histórica Por Adolfo Carranza Prólogo e toca prologar un destacado esfuerzo que culmi- na del mejor modo posible. Con un producto que supera largamente la idea original. Cuando hace Malgún tiempo discutimos con Mario Morando la posibilidad de celebrar los doscientos años de nuestra independencia, con- vocando con la Fundación del Banco Ciudad a un distinguido grupo de intelectuales a reflexionar sobre el tema desde pers- pectivas novedosas, ciertamente la idea embrionaria estaba, pero poco más. Pues he aquí, luego de una intensa labor, una magnífica obra. Va aquí mi agradecimiento hacia él y hacia quienes colaboraron con Morando de uno u otro modo: el Dr. Omar López Mato, el equipo de la revista Todo es Historia, la Academia de Ciencias Morales, la Fundación Ortega y Gasset, y tantos otros. Y por supuesto a todos los autores y colaboradores. Una última reflexión. Este sin duda ha sido un año especial para el Banco Ciudad, pues, entre tantas otras acciones, luego de 138 años de existencia, por primera vez hemos trascendido el espacio geográfico bonaerense y nos hemos federalizado, 19 abriendo sucursales en distintas ciudades del interior del país. Lo hicimos porque creemos en el futuro y apostamos a un crecimiento integrado entre las distintas regiones que conforman nuestra Nación. Este libro y esa decisión de negocio que en principio pueden leerse como hechos no vinculados, son en realidad productos de la misma visión. La importancia de explorar y afianzar el destino común, el futuro colectivo de esta historia conjunta que hemos venido viviendo desde hace doscientos años, cuando nuestros padres fundadores se congregaron en Tucumán en 1816. Los invito por tanto a disfrutar de la lectura de esta obra. Buenos Aires, 9 de julio de 2016 . Javier Ortiz Batalla Presidente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires 20 Inroducción “Sería una blasfemia el imaginar que el supremo Bienhechor de los hombres haya permitido el descubrimiento del Nuevo Mundo para que un corto número de pícaros imbéciles fue- sen siempre dueños de desolarle. […] Nuestros descendientes nos llenarán de imprecaciones amargas, cuando mordiendo el freno de la esclavitud, de la esclavitud que habrán heredado, se acordaren del momento en que para ser libres no era menester sino el quererlo. Este momento ha llegado. […] Descubramos otra vez de nuevo la América para todos nuestros hermanos, los habitantes de este globo”. Padre Juan Pablo Viscardo y Guzmán S.J., Carta dirigida a los españoles americanos (1792). omo diría el Zorzal Criollo, en esta ocasión: “Que 200 años no es nada”. Dos siglos de pensamiento y acción para buscar la Independencia. ¿Qué Independencia? C¿La Independencia de quién, liberándose de quiénes? Bicente- nariamente declarada, seguimos intentando entenderla y con- quistarla en toda su plenitud.