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(S-1451/08)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación DECLARA:

Su adhesión a la conmemoración del 192º aniversario de la “Declaración de la Independencia de la Nación ”, celebrada el 9 de julio de 1816 en la Ciudad de San Miguel de Tucumán.

Delia Pinchetti de Sierra Morales.- Carlos E. Salazar.-

FUNDAMENTOS Señor Presidente:

El 9 de julio de 1816, el Congreso, reunido en Tucumán, proclamó la existencia de una nueva Nación, las "Provincias Unidas de Sudamérica", libre e independiente de España, y de toda otra dominación extranjera.

Este hecho representa para la historia nacional la culminación de un largo proceso emancipador iniciado el 25 de mayo de 1810, marcado por la proclamación de nuestra independencia.

Durante esos años, en las principales ciudades americanas de los actuales países de Colombia, Venezuela, Ecuador, y Chile, entre otros, sus vecinos discutían la formación de órganos de gobierno local, que a semejanza de las juntas surgidas en España, asegurasen el mantenimiento del orden, ya que la metrópolis se hallaba dominada por el imperio francés. De este modo fueron surgiendo movimientos autonomistas, constituyéndose en algunas de estas ciudades Juntas de gobierno.

Sin embargo, el objetivo que perseguían aún era incierto. No todos los participantes de estos nuevos órganos de gobierno tenían todo claro. La contraofensiva realista para retomar el control de los territorios americanos fue inmediata y aplastante.

En lo que respecta al surgimiento de nuestro país, la destitución de Cisneros, y el surgimiento del primer gobierno patrio -La de gobierno-, produjo una situación irreversible. En cierta forma, el proyecto de emancipación suscrito por 29 congresales también es el resultado de las permanentes demandas del general José de San Martín, gobernador de Cuyo quien consideraba la Independencia un requisito indispensable para su plan de iniciar una ofensiva en gran escala en otras regiones de América del Sur.

El Congreso fue convocado cuando la Santa Alianza promovía en Europa la restauración monárquica, y combatía los movimientos liberales y democráticos. Comenzó en Tucumán, una ciudad del interior, por el creciente disgusto de los pueblos frente a Buenos Aires.

Desde la supresión de la por el Primer Triunvirato en 1811 hasta el Directorio de Alvear, la conducción porteña había impuesto sus criterios centralistas, desconociendo las tendencias confederales de la mayoría de esos pueblos.

Las provincias fueron convocadas para reunirse en Tucumán, y enviaron sus diputados. Estuvieron incluidas algunas del Alto Perú, por entonces en manos realistas, y no participaron Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, y la Banda Oriental, aisladas por diferencias políticas. Entre los congresistas, predominaba el sentimiento antiporteño.

La provincia de Tucumán fue elegida para celebrarse la histórica sesión del Congreso, por ser la ciudad de mayor importancia al norte de las nacientes Provincias Unidas del Río de la Plata.

Se busco como sede un sitio tradicional en ella, eligiendo la solaría casa de la familia Bazán.

Se trata de una antigua casa colonial, que tiene una sola planta en la que las habitaciones se reparten alrededor de un gran patio. El salón, que está ubicado al fondo, es el que se utilizaba para las reuniones del Congreso y conserva su estructura original hasta nuestros días. Hay también, un segundo patio que hace gala de un aljibe típico, y finalmente un tercer patio. Las sesiones comenzaron el 24 de marzo de 1816 en la casa de doña Francisca Bazán de Laguna, y fueron anunciadas por una salva de 21 cañones.

Por entonces era Álvarez Thomas el Director Supremo, pero pronto renunció y el 16 de abril fue reemplazado por González Balcarce, quien también renunció, haciéndose cargo el 3 de mayo Juan Martín de Pueyrredón, del grupo porteño, elegido Director Supremo con el objetivo de pacificar y unir a todo el territorio.

Los diputados Esteban Agustín Gazcón, Teodoro Sánchez de Bustamante, y José Mariano Serrano presentaron un plan aceptado por todos y cuyos puntos fundamentales fueron: • Comunicarse con todas las provincias para insistir en la necesidad de unión y así enfrentar al enemigo externo. • Declarar la Independencia. • Discutir la forma de gobierno más conveniente para las Provincias Unidas. • Elaborar un proyecto de Constitución. • Preparar un plan para apoyar y sostener la guerra en defensa propia, proveyendo de armamentos a los ejércitos patriotas.

Después de arduas discusiones acerca de la forma de gobierno, el 9 de julio de 1816, a pedido del diputado jujeño Teodoro Sánchez de Bustamante, se discutió el proyecto de Declaración de la Independencia. Después de tres meses y medio de sesiones, el Congreso proclamó este día la existencia de una nueva nación libre e independiente de España u otras naciones: las "Provincias Unidas de Sud América".

ACTA DE LA INDEPENDENCIA DE LAS PROVINCIAS UNIDAS EN SUD-AMERICA

En la benemérita y muy digna Ciudad de San Miguel del Tucumán a nueve días del mes de julio de mil ochocientos dieciséis: terminada la sesión ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto y sagrado, objeto de la independencia de los Pueblos que lo forman. Era universal, constante y decidido el clamor del territorio entero por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España; los Representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya, Pueblos representados y posteridad; a su término fueron preguntados:

¿Si querían que las Provincias de la Unión fuesen una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli? Aclamaron primero llenos del santo ardor de la justicia, y uno a uno reiteraron sucesivamente su un nime y espontáneo decidido voto por la independencia del País, fijando en su virtud la determinación siguiente:

“Nos los Representantes de las Provincias Unidas en Sud América reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.”

Comuníquese a quienes corresponda para su publicación y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un Manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración.

Dada en la Sala de Sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados Secretarios.

• Francisco Narciso de Laprida, Diputado por San Juan, Presidente • , Vice Presidente, Diputado por • Dr. Antonio Sáenz, Diputado por Buenos Aires • Dr. José Darragueira, Diputado por Buenos Aires • Fray Cayetano José Rodríguez, Diputado por Buenos Aires • Dr. , Diputado por Buenos Aires • Dr. , Diputado por Catamarca • Dr. José Ignacio de Gorriti, Diputado por Salta • Dr. José Andrés Pacheco de Melo, Diputado por Chibchas • Dr. Teodoro Sánchez de Bustamante, Diputado por la Ciudad de Jujuy y su territorio • Eduardo Pérez Bulnes, Diputado por Córdoba • Tomás Godoy Cruz, Diputado por Mendoza • Dr. Pedro Miguel Aráoz, Diputado por la Capital del Tucumán • Dr. Esteban Agustín Gazcón, Diputado por la Provincia de Buenos Aires • Pedro Francisco de Uriarte, Diputado por Santiago del Estero • Pedro León Gallo, Diputado de Santiago del Estero • , Diputado de Mizque • Dr. Mariano Sánchez de Loria, Diputado por Charcas • Dr. José Severo Malabia, Diputado por Charcas • Dr. Pedro Ignacio de Castro Barros, Diputado por La Rioja • Licenciado Gerónimo Salguero de Cabrera y Cabrera, Diputado por Córdoba • Dr. José Colombres, Diputado por Catamarca • Dr. José Ignacio Thames, Diputado por Tucumán • Fray Justo de Santa María de Oro, Diputado por San Juan • José Antonio Cabrera, Diputado por Córdoba • Dr. Juan Agustín Maza, Diputado por Mendoza • Tomás Manuel de Anchorena, Diputado de Buenos Aires • José Mariano Serrano, Diputado por Charcas, Secretario • Juan José Paso, Diputado por Buenos Aires, Secretario.

Para divulgar la noticia, el Congreso envió a todas las provincias copias del acta. Incluso, se hicieron traducciones en quechua y aymará, los dialectos aborígenes del Norte. Y para mantener informada a la población sobre las actividades de los representantes, se creo un periódico oficial: el Redactor del Congreso Nacional.

Nuestra Independencia como Nación demandó mucho esfuerzo y más aún, muchas vidas. Por eso creemos que cada 9 de julio que recordemos es importante para recuperar la conciencia acerca de estos hechos que precedieron tan magno acontecimiento, para que nos impulse a redoblar nuestros esfuerzos y nuestro compromiso por mantener viva esta libertad tan trabajosamente conseguida.

Concluyendo, rememorar el 9 de julio de 1816 tiene que servirnos a todos los argentinos de buena voluntad y comprometidos con el futuro de nuestra Nación a seguir fortaleciendo nuestra misión enaltecedora en pos del mejor destino para nuestra amada Nación.

Delia Pinchetti de Sierra Morales.- Carlos E. Salazar.-