Elena Poniatowska Y La Polifonía Nocturna De
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View metadata, citation and similar papers at core.ac.uk brought to you by CORE provided by Repositorio Institucional de la Universidad de Alicante Vicente Cervera Salinas Catedrático de Literatura Hispa- noamericana en la Universidad de Murcia, y destacado poeta. Ha publicado numerosos ensayos en- tre otros, La poesía de Jorge Luis Borges, historia de una eternidad, o La palabra en el espejo. Destaca el análisis del personaje femenino de la Divina Comedia en El sín- drome de Beatriz en la Literatura Hispanoamericana. El interés por la escritura mexicana, convocó bajo su iniciativa un congreso en ELENA PONIATOWSKA Y LA POLIFONÍA Cartagena en el que participaron distintas escritoras de ambos lados del Atlántico, entre ellas Elena NOCTURNA DE TLATELOLCO Poniatowska. VICENTE CERVERA SALINAS Universidad de Murcia En 1971 aparecía en el catálogo de la de algunos escritores e intelectuales supues- editorial mexicana Era un título que estaría tamente relacionados con los episodios que llamado a convertirse en obra esencial de rodearon el siniestro caso, como el novelista la literatura social y la antropología con- José Revueltas. temporánea, firmado por una escritora de Sin duda alguna La noche de Tlatelolco es origen polaco que había conseguido abrir las y será central en la creación de Elena Ponia- puertas de la percepción de modo absoluto towska. Despliega dos facetas absolutamente y piadoso ante la masacre que por el azar complementarias en su trayectoria completa de la existencia le tocó vivir y presenciar. La como escritora: el periodismo y la literatura, crónica surgía como respuesta visceral, pero entendiendo por ésta también la capacidad de al mismo tiempo racionalmente comprome- conformar con los elementos de la experien- tida y enérgica, tras los acontecimientos que cia una realidad propia, que no por ello ha tuvieron lugar en la plaza mexicana de Tlate- de surgir de la transformación ficticia de los lolco el día 2 de octubre de 1968, cuando un hechos acontecidos, sino de su mera compo- grupo de estudiantes que se habían reunido sición y configuración, de su montaje creativo en dicho emplazamiento fueron acorralados específico. En ningún momento distorsiona por tanques del ejército y por la policía, que la información recibida, sino que pretende disparó contra ellos, ocasionando numerosos mostrarla del modo más verídico posible. La muertos y heridos, así como detenciones y noche de Tlatelolco forma parte de la produc- encarcelamientos. Los hechos suponen la más ción de artículos y ensayos sobre la actualidad ominosa de las represiones policiales que haya que ha realizado Elena Poniatowksa a lo largo sido organizada por el estado de México, y de toda su vida, y por ello su naturaleza tex- el suceso más cruento desde la revolución de tual cabe ser definida como la de una extensa 1910. En su momento, concitó toda la repro- y abigarrada crónica contemporánea. De todo bación ciudadana a escala internacional ante el corpus cronístico de su autoría, resulta sin el avasallamiento y la ostentación pública del duda la más cruenta y terrible, un documento poder político, expresado en su más siniestra devastador de una de las formas más abyectas inhumanidad. En los violentos hechos se vie- del terror contemporáneo. La experiencia que ron asimismo implicados vecinos de la zona, comporta su lectura trasciende el nivel lite- personas que se hallaban en los alrededores rario, pero también va más allá del reportaje así como algunos periodistas y reporteros inmediato y contemporáneo de unos hechos: extranjeros. Supuso un punto de inflexión en supone un acto de puro enfrentamiento al la historia moderna de México, una línea de horror imposible de esquivar, por cuanto im- ruptura con la supuesta normalidad democrá- plica su previa existencia, y al mismo tiempo tica de la república mexicana, que ocasionó la compromete al lector no sólo con la historia Elena Poniatowska y la Polifonía dimisión de Octavio Paz como embajador del mexicana, sino con los mecanismos políti- nocturna de Tlatelolco VICENTE CERVERA SALINAS gobierno de su país en la India, y el arresto cos elevados a categorías simbólicas, como 94 estructuras malévolas del mecanismo social El movimiento de los estudiantes y del control de los actores implícitos en un mexicanos mostró semejanzas con escenario determinado, siendo los regulado- los de otros países, tanto de Oc- res del destino por razones que ni siquiera se cidente como de Europa oriental. vinculan con la religión ni con un sistema de Me parece que la afinidad mayor creencias o de valores. fue con los de esta última: nacio- Para entender el significado socio-político nalismo, sólo que no en contra de de los hechos que se presentan al lector en La la intervención soviética sino del noche de Tlatelolco, merece la pena detener- imperialismo norteamericano; aspi- nos en un texto que el poeta y ensayista Octa- ración a una reforma democrática; vio Paz pronunció en una conferencia dictada protesta, no en contra de las buro- el la Universidad de Austin (Texas) en el año cracias comunistas sino del Partido Plaza de las Tres Culturas en Thatelolco. 1969 y que más tarde incluiría en la Postdata Revolucionario Institucional. Pero («Crítica de la pirámide») de su ensayo más la rebelión juvenil mexicana fue singular, como el evocado, El laberinto de la soledad. En esta país mismo. (...) Como una suerte de reconocimiento revisión panorámica y crítica de las circuns- internacional a su transformación en un país moder- tancias que rodearon el episodio, Octavio Paz no o semimoderno, México solicitó y obtuvo que su rastrea la atmósfera histórica, es decir, el mar- capital fuese la sede de los Juegos Olímpicos en 1968. co concreto de las revueltas estudiantiles del (...) Pero dentro del contexto de la rebelión juvenil mayo francés así como el de la guerra fría, los y de la represión que la siguió, estas celebraciones tanques de Praga, la deriva de la revolución parecieron gestos espectaculares con los que se quería castrista, la guerra de Vietnam y la revolu- ocultar la realidad de un país conmovido y aterrado ción contra-cultural del «hippismo». Como por la violencia gubernamental. (...) El movimiento bien sabemos, los años sesenta del siglo XX estudiantil se inició como una querella callejera supusieron un momento de remodelaciones entre bandas rivales de adolescentes. La brutalidad sociales, que afectaron sobre todo a la toma policíaca unió a los muchachos. Después, a medida de conciencia de los cuerpos y las institucio- que aumentaban los rigores de la represión y crecía la nes sociales, que empezaron a vivir con más hostilidad de la prensa, la radio y la televisión, en su responsabilidad las decisiones políticas y los casi totalidad entregadas al gobierno, el movimiento modelos de educación y cultura imperantes. se robusteció, se extendió y adquirió conciencia de Los movimientos juveniles, especialmente sí. En el transcurso de unas cuantas semanas apa- los universitarios, se vieron afectados por reció claramente que los estudiantes, sin habérselo esta transformación y procuraron activar sus propuesto expresamente, eran los voceros del pueblo. capacidades de reacción y enfrentamiento a Subrayo: no los voceros de esta o aquella clase, sino cuantos imperativos legales fueran obstáculo de la conciencia general. Desde el principio se intentó para su actitud comprometida con la sociedad. aislar el movimiento tendiendo un cordón sanitario El exterminio cometido en Tlatelolco emerge que lo aislase e impidiese el contagio ideológico. Los como un hito en la configuración del horror dirigentes y funcionarios de los sindicatos obreros se perpetrado por ese gran protagonista de los apresuraron a condenar, en términos amenazadores, destinos humanos, un personaje que susti- a los estudiantes; lo mismo hicieron, aunque con tuyó en poder y ubicuidad a la constelación menos violencia, los partidos políticos de la izquierda de dioses que poblaba la imaginación de las y la derecha oficiales. No obstante la movilización de culturas antes de su progresiva deflagración: todos estos medios de propaganda y de coacción mo- el Estado. ral, para no hablar de la violencia física de la policía Recuperemos la memoria con Octavio y el ejército, el pueblo engrosó espontáneamente las Paz: manifestaciones juveniles y una de ellas, la célebre «manifestación silenciosa», agrupó a cerca de cua- Mil novecientos sesenta y ocho fue un año axial: trocientas mil personas, algo nunca visto en México. protestas, tumultos y motines en Praga, Chicago, (...) A fines de septiembre el ejército ocupó la Univer- París, Tokio, Belgrado, Roma, México, Santiago… sidad y el Instituto Politécnico. Ante la reprobación De la misma manera que las epidemias medievales no que provocó esta medida, las tropas desalojaron los respetaban ni las fronteras religiosas ni las jerarquías locales de las dos instituciones. Hubo un respiro. Es- sociales, la rebelión juvenil anuló las clasificaciones peranzados, los estudiantes celebraron una reunión ideológicas. A esta espontánea universalidad de la (no una manifestación) en la Plaza de Tlatelolco, el 2 protesta correspondió una reacción no espontánea de octubre. En el momento en que los concurrentes, Elena Poniatowska y la Polifonía y universal: invariablemente los gobiernos atribuyen concluido el mitin, se disponían a abandonar el lugar, nocturna de Tlatelolco los desórdenes a una conspiración del exterior. (...) la Plaza fue cercada por el ejército y comenzó la VICENTE CERVERA SALINAS 95 matanza. Unas horas después se levan- Tlatelolco, porque –en efecto– «ninguna cró- tó el campo. ¿Cuántos murieron? En nica nos da una visión de conjunto», y en esta México ningún periódico se ha atrevido ocasión era tarea prioritaria la de mostrar los a publicar las cifras. Daré aquí la que mil y un rostros del dolor con las mil y una el periódico inglés The Guardian, tras voces del testimonio. La polifonía, por lo tan- una investigación cuidadosa, considera to, está en su esencia compositiva. Desde 1968 como la más probable: 325 muertos. hasta 1971, Elena Poniatowska se dedicará en Los heridos deben haber sido miles, lo cuerpo y alma al montaje textual.