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Tomàs Baiget Entrevista Confl icto de intereses en la publicación médica: el punto de vista del autor

José Mª Martín Moreno. “Conflicto de intereses en la publicación médica: el punto de vista del autor”. En: El profesional de la información, 2007, enero-febrero, v. 16, n. 1, pp. 84-86. http://dx.doi.org/10.3145/epi.2007.ene.11

ofrecer la posibilidad de comparar ¿Cuándo surge el confl icto de los resultados con los de otros estu- intereses? dios, y de repetir el estudio, verifi- — Se han caracterizado en oca- cándolo o refutándolo. siones circunstancias en las cuales Pero es que, complementaria- un autor, director de revista o ár- mente, y más allá de las conside- bitro tiene intereses que entran en raciones formales antes expuestas, conflicto o compiten entre sí y que no podemos olvidar que la publica- podrían redundar en parcialidad o ción supone un mérito que se tiene en decisiones inapropiadas. Estos en cuenta y que puede determinar conflictos de intereses pueden ser aspectos profesionales de un médi- potenciales o tan solo percibidos, y co o, en general, de un investiga- requieren adecuada atención en to- José Mª Martín Moreno dor. De hecho, el ritual y resultado dos los casos. de publicación supone un medio de evaluar nuestro rendimiento y Confl ictos sí, pero... ¿qué tipo CON MOTIVO DE LA JOR- representa un indicador utilizado de confl ictos? NADA organizada por la para la carrera profesional. Es más, Funda- — Por un lado, hoy se da la sobre “La publicación en ciertos ámbitos universitarios y ción Lilly frecuente realidad de investigación médica en España: calidad, rele- científicos es bien conocido el di- médica promovida y patrocinada vancia, impacto, visibilidad y pro- cho: “en este mundo... o publicas por la industria farmacéutica (o yección”, El Escorial, Madrid, 20 o mueres”. alimentaria, o de tecnologías mé- de noviembre de 2006, entrevis- dicas...). Empecemos reconociendo tamos al doctor José Mª Martín ¿Qué debe exigírsele a los edi- que es no sólo lícito, sino también Moreno, catedrático de medicina tores de revistas científi cas para necesario que la industria promue- preventiva y salud pública de la posibilitar las condiciones básicas va investigación y presente la infor- Universidad de Valencia para las publicaciones que necesi- mación sobre sus productos, pero es tan los autores? exigible que lo haga con la mayor Desde la perspectiva del au- — Los responsables de las re- transparencia posible, para evitar el tor... ¿por qué esa obsesión por vistas científicas tienen el reto de temido conflicto de intereses “eco- publicar? asegurarse de que el contenido de nómico”. Para ello, y en el rol de — En primer lugar porque una sus publicaciones sea de calidad, es autores, es nuestra responsabilidad investigación no acaba hasta que no decir, exacto, válido, fiable, ético, poner en marcha todos los mecanis- se comunica a la comunidad cien- verosímil e inteligible. Para ello, la mos necesarios para evitar que se tífica, y esto se hace a través de la elección y supervisión de los eva- pierda la confianza de la sociedad publicación de un trabajo (artículo) luadores (también denominados en los profesionales médicos, en la en una revista o medio indizado. árbitros o referees) es fundamental. investigación y en su posibilidad de Además, el peer review (revisión Además, es esencial proporcionar desarrollo futuro. En primer lugar, por pares) supone de por si una “va- normas que sean útiles a las revistas es inexcusable la declaración de lidación” del trabajo escrito, y éste biomédicas a la hora de definir polí- los conflictos de intereses de los sirve para dar a conocer la propia ticas y procedimientos en conexión investigadores que publican en las investigación (que es identificada y con los conflictos de intereses en el revistas médicas, circunstancia que accesible a través de repositorios) y arbitraje científico. ya se exige en la mayoría de las re-

84 El profesional de la información, v.16, n. 1, enero-febrero 2007 Conflicto de intereses en la publicación médica vistas importantes y que suscribe el taja facilitada por la revisión de un el mérito único de haber encontrado código ético de numerosas revistas. trabajo novedoso... lo que causaba el sida. Montagnier Este simple requisito puede influir acusaba a Gallo de haberle robado Por ejemplo, el caso Perucho- en la percepción de los resultados una muestra del Instituto Pasteur. Vogelstein es de dominio públi- de un determinado artículo, pero es Tuvo que entrar la revista Nature a co. Manuel Perucho, científico necesario para asegurar transparen- archivar la cuestión. En 1987, y tras de reconocido prestigio nacido en cia y minimización de los sesgos múltiples negociaciones, tanto Albacete y que en los noventa tra- Ga- de interpretación del lector. Com- como se avinieron bajaba en el Burnham Institute de llo Montagnier plementariamente a lo anterior, y a considerarse co-descubridores del California, identificó alteraciones de acuerdo con lo que propone el retrovirus: y sus cola- genéticas asociadas al cáncer de Montagnier prestigioso editor boradores fueron los primeros en Richard Smith colon. Envió para publicación sus uno de los elementos que hemos de identificar el VIH (virus de la in- hallazgos a una revista del máximo defender es que sean los investiga- munodeficiencia humana); y prestigio científico y el trabajo fue Gallo dores, y no los patrocinadores, los los suyos fueron los primeros en es- rápidamente aceptado, pero su pu- que conserven el control sobre el tablecer una relación entre el VIH y blicación se retrasó por asuntos de diseño, el análisis y la publicación el sida. Y es que de la “paternidad” naturaleza ‘editorial’. Mientras tan- de los resultados de sus investiga- del hallazgo dependen muchos in- to, y antes de que el trabajo viera la ciones. Por otro lado, se impone tereses... luz, Perucho dio una presentación la necesidad de conocer también En cualquier caso, y aun reco- en una reunión científica organiza- aquellas investigaciones cuyos re- nociendo la importancia de lo an- da por la Fundación Ramón Areces. sultados no han sido “favorables”, terior, lo verdaderamente trascen- estuvo presente y así como fomentar revisiones siste- dente es responder a las necesida- le preguntó sobre el tema. Perucho máticas independientes que ayuden des de la población, y no tanto al le describió los detalles pues no a los clínicos en sus procesos de narcisismo o intereses particulares desconfió de la ética de Volgestein. decisión diagnóstica o terapéutica de los propios investigadores. Con Además, el estudio ya estaba envia- desde la óptica de la objetividad y todos mis respetos a y do y pendiente de publicación... Montagnier la imparcialidad. Gallo, lo trascendente no es tanto El hecho es que Vogelstein se ade- a quién ha de atribuírsele el mérito, Pero es que ahí no se acaban lantó y describió los hallazgos como sino que se encuentre la solución los posibles conflictos, porque hay innovación propia. En un mundo a la prevención y tratamiento del más... con tanta competitividad, el que lle- sida. Esa misma línea argumental ga primero marca la diferencia... me lleva a concluir que tampoco ¿? Otro ejemplo es el que culminó estoy de acuerdo en poner el énfa- en 1998 con el Nobel de Medicina sis en fraudes puntuales o en cul- — Pueden darse "intereses parti- otorgado a Robert F. Furchgott, pabilizar a la industria farmacéutica culares" que pueden ser de muy Louis J. Ignarro y Ferid Murad de inventar enfermedades para ga- diverso orden. Se citan dimen- (todos de EUA), por haber descu- nar más dinero. No es cuestión de siones diversas, entre las cuales bierto que el gas óxido nítrico es inventarse enfermedades porque, estarían la intelectual, política, o una molécula transmisora de seña- desgraciadamente, día a día vemos académica. No olvidemos que a les dentro del sistema cardiovascu- que las enfermedades están ahí, y la veces surgen (o se perciben) con- lar. Hay indicios de retrasos previos gente las sufre. Nuestro papel como flictos de intereses que afectan a en publicaciones, y evidencias de investigadores y médicos es inten- los evaluadores o árbitros, que un cierto sesgo, que hicieron que tar buscar soluciones. Tal y como no sólo se producen por motivos Salvador Moncada (natural de ocurrió en el caso del sars (severe económicos, sino también por ri- ) no fuera uno de los ele- acute respiratory syndrome) en el validad, competencia académica gidos para el prestigioso galardón. año 2003, en el que hubo una sinér- en materia científica y tecnológi- gica colaboración que contribuyó a ca, e incluso valores y creencias ¿Hasta qué punto esos confl ic- la identificación y caracterización ideológicas. tos de intereses conllevan situacio- del coronavirus causante de la en- nes preocupantes? fermedad que hasta ese momento Danos ejemplos de rivalidades — Es algo que ciertamente había generado tanto pánico... que hayan podido refl ejarse en puede afectar al crédito y la carre- confl icto de intereses ra de un investigador. Un ejemplo Y entonces ¿cuál sería una — Hay evaluadores que han “clásico” es el de y posible recomendación sobre el aprovechado indebidamente la ven- . Ambos querían asunto?

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— A mi juicio es preferible autores pueden y deben prestar su Conflictos del médico con el paciente, la entidad gestora y la industria farmacéutica”. Med Clin abordar el tema con valentía y no transparente colaboración a los di- (Barc), 2001, n. 116, pp. 299-306. reprimir la capacidad de comuni- rectores de revistas, que sabrán ele- Regehr, G.; Bordage, G. “To blind or not to cación y envío de trabajos para pu- gir los evaluadores apropiados y la blind? What authors and reviewers prefer”. En: blicación. Tengo la suerte de haber información que los lectores deben Med Educ, 2006, vol. 40, pp. 830-831. aprendido mucho sobre las posibles conocer en conexión con los posi- soluciones a partir de mi participa- bles conflictos de intereses. José Mª Martín Moreno, Catedrá- ción en un comité del que formo par- Bibliografía tico de Medicina preventiva y salud te en el IARC de Lyon. Ahí, hemos pública, Universidad de Valencia. podido conocer el reciente trabajo Cooper, R. J.; Gupta, M.; Wilkes, M. S.; Ho- ffman, J. R. “Conflict of interest disclosure po- Asesor de la Regional Offi ce for sobre promoción de la integridad licies and practices in peer-reviewed biomedical Europe y de la International Agen- en revistas científicas elaborado por journals”. En: J. Gen Intern. Med., 2006, vol. 21, pp. 1248-1252. cy for Research on Cancer, ambas el Consejo de Editores Científicos de la World Health Organization (Council of Science Editors. CSE’s Jørgensen, A. W.; Hilden, J.; Gøtzsche P. C. “Cochrane reviews compared with industry su- (WHO). White Paper on Promoting Integri- pported meta-analyses and other meta-analyses Av. Blasco Ibáñez, 15. 46010 Va- ty in Scientifi c Journal Publicatio- of the same drugs: systematic review”. En: BMJ, 2006, n. 333, pp. 782-786. Epub: 2006 Oct 6 lencia. ns, 2006). En último extremo creo Tel.: +34-963 864 997; fax: 963 Krimsky, S.; Rothenberg, L. S. “Conflict of in- que es mejor pecar por exceso de 864 166 divulgación que por defecto. Estoy terest policies in science and medical journals: editorial practices and author disclosures”. Sci [email protected] convencido que la verdad tenderá Eng Ethics, 2001, vol. 7, pp. 205-218. [email protected] siempre a emerger. Para ello los Martín-Moreno, S. “Ética de la prescripción.

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