Cub. Cueva Urratxa 25/6/09 10:49 Página 1

Margarita Muñoz Salvatierra / Eduardo Berganza Margarita Muñoz Salvatierra / Eduardo Berganza El yacimiento de la cueva de Urratxa III (Orozko, Bizkaia)

En este libro se recogen los resultados de la excavación realizada durante 1983 en la cueva de Urratxa III (Orozko, Bizkaia) y las investigaciones que sobre sus materiales han llevado a cabo especialistas de diferentes disciplinas científicas. A través del estudio de los restos El yacimiento de la recuperados se ha podido establecer que fue ocupada en tres momentos diferentes: Aziliense, Epipaleotítico avanzado y Edad del Bronce. Durante las dos primeras etapas, IX y V milenio a. C., la cueva se utilizó como refugio estacional de grupos cazadores- recolectores. En la Edad del Bronce, II milenio a. C., fué utilizada como necrópolis. cueva de Urratxa III (Orozko, Bizkaia) Juan María Apellániz

El Dr. Juan María Apellániz es Profesor-Catedrático de Otros títulos de la Serie Arqueología Prehistoria y Arqueología y Director del Seminario sobre Arte prehistórico en la Facultad de Filosofía y Letras de la Estudios sobre Atapuerca (Burgos). II. Los materiales de Universidad de Deusto. Desde 1976 y después de excavaciones superficie del Santuario de la Galería del Sílex, y estudios sobre la población de pastores en cavernas en las del Paleolítico Juan María Apellániz y Salvador Domingo Mena. Edades de los Metales, se ha dedicado al estudio de su arte y Estudio de Material romano de la cueva de Peña también al estudio del arte paleolítico. En este marco ha hecho (Forua-Vizcaya), Ana Martínez Salcedo y estudios sobre conjuntos de pintura y grabado rupestres tanto Miguel Unzueta Portilla. españoles como franceses. Más recientemente se ha interesado por problemas teóricos como el análisis de la naturaleza de la Eremitorios rupestres alto medievales (El alto valle del Ebro), forma de los contornos y de los recursos de representación, Luis Alberto Monreal Jimeno. así como de los aspectos de la ejecución que fundamentan la Modelo de análisis de la autoría en el arte figurativo del hipótesis de la atribución de la autoría en las representaciones Paleolítico, Juan María Apellániz. paleolíticas. Y siguiendo esta orientación, últimamente se La abstracción en el arte figurativo interesa por la naturaleza artística del grafismo. Metodología de análisis funcional de instrumentos tallados en sílex, Jesús E. González Urquijo y Juan J. Ibáñez Estévez.

El análisis de la autoría y la autentificación de las pinturas de Zubialde (Alava), Juan María Apellániz.

El yacimiento de la cueva de Urratxa III (Orozko, Bizkaia), Autores varios.

La forma del arte paleolítico y la estadística. Análisis de la forma del arte figurativo paleolítico y su tratamiento estadístico, Juan María Apellániz y Universidad de Deusto Félix Calvo.

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El yacimiento de la cueva de Urratxa III (Orozko, Bizkaia)

Margarita Muñoz Salvatierra y Eduardo Berganza

El yacimiento de la cueva de Urratxa III (Orozko, Bizkaia)

Con la colaboración de P. Castaños, M. Cuende, C. de la Rúa, L.M. Durán, M. Elorza, M. García Díez, J.E. González Urquijo, J.J. Ibáñez Estévez, N. Izagirre, R. Ruiz Idarraga, A. Tarriño

1997 Universidad de Deusto Cuadernos de Arqueología, n.º 16

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Publicación impresa en papel ecológico

Ilustración de la portada: © Universidad de Deusto Apartado 1 - 48080 Bilbao ISBN: 978-84-9830-972-0 Indice general

11. La cueva de Urratxa III (Orozko, Bizkaia). Excavación, cronología y aná- lisis de las industrias lítica y ósea. El canto pintado. Muñoz Salvatierra, M., Berganza, E...... 9 12. El material cerámico del yacimiento de Urratxa III (Orozko, Bizkaia). Ruiz Idarraga, R...... 73 13. Análisis de restos líticos silíceos del yacimiento arqueológico de Urra- txa III (Orozko, Bizkaia). Tarriño, A...... 93 14. Fabricación de los útiles de piedra en el yacimiento de Urratxa III (Orozko, Bizkaia). González Urquijo, J.E., Ibáñez Estévez, J.J...... 123 15. Análisis funcional de los útiles en piedra tallada del yacimiento de Urra- txa III (Orozko, Bizkaia). Ibáñez Estévez, J.J., González Urquijo, J.E.... 135 16. El canto pintado de la cueva de Urratxa III (Gorbeia, Bizkaia): descripción y estudio de las áreas de captación de materias primas. García Díez, M. . . 147 17. Estudio de los macromamíferos de la cueva de Urratxa III (Orozko, Bizkaia). Castaños, P.M.ª...... 159 18. La avifauna del yacimiento de Urratxa III (Orozko, Bizkaia). Elorza, M...... 191 19. Estudio antropológico de los restos humanos del yacimiento de Urratxa III (Orozko, Bizkaia). De la Rúa, C., Cuende, M., Durán, L.M., Izagirre, N. ... 207 10. Características y desarrollo de las ocupaciones humanas de la cueva de Urra- txa III (Orozko, Bizkaia). Conclusiones. Muñoz Salvatierra, M., Berganza, E. . 243 Resumen...... 261 Laburpena...... 265 Summary ...... 269

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La cueva de Urratxa III (Orozko, Bizkaia). Excavación, cronología y análisis de las industrias lítica y ósea. El canto pintado

Margarita Muñoz Salvatierra* y Eduardo Berganza Universidad de Deusto

Sumario: Introducción.—Entorno geográfico y geomorfológico de la cueva.—Historia de la investigación.—Metodología.—Ex- cavación y estratigrafía.—Vestíbulo.—Galería.—Cronología ab- soluta.—Industria lítica.—Materia prima.—Tipología.—Atribu- ción cultural.—Industria ósea.—El canto pintado de la cueva de Urratxa III (Orozko, Bizkaia).—Comparaciones.—Bibliografía.

Introducción

Urratxa III se localiza en el municipio de Orozko, en la llamada Peña Urratxa ubicada en el macizo del Gorbeia y forma parte de un conjunto de 8 cavidades situadas en la misma peña, que fueron investigadas y ca- talogadas por el Grupo Espeleológico Vizcaíno (G.E.V., 1985). Concre- tamente está situada en la parte sur de la peña, a unos 15 metros de alti- tud sobre el sendero que asciende desde el río Baias hacia los refugios de, aproximadamente a la mitad de camino entre las cuevas Urratxa I y II. (Fig. 1a y 1b). Sus coordenadas, según el mapa n.º 140 del plano fotogra- métrico de la Excma. Diputación Foral de Bizkaia, de escala 1:50.000, son: x: 672650; y: 938490; z: 1015 (Foto 1).

* Departamento de Ciencias Históricas. Universidad de Deusto. Bilbao.

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 10 MARGARITA MUÑOZ SALVATIERRA Y EDUARDO BERGANZA evisado en 1934. Diputación Foral de Bizkaia Figura 1a. Plano topográfico del Gorbeia, escala 1:25000. Hecho en 1926, r

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 LA CUEVA DE URRATXA III (OROZKO, BIZKAIA). EXCAVACIÓN,... 11 Diputación Foral de Bizkaia Figura 1b. Plano topográfico del Gorbeia, escala 1:5000. Revisado en 1983.

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 12 MARGARITA MUÑOZ SALVATIERRA Y EDUARDO BERGANZA

Foto 1. Peña Urratxa vista desde el este

Foto 2. Boca de la cueva Urratxa III

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 LA CUEVA DE URRATXA III (OROZKO, BIZKAIA). EXCAVACIÓN,... 13 Desde Bizkaia se puede acceder a ella desde dos caminos totalmente diferentes: desde Orozko-Ibarra y desde -Pagomakurre, por la cam- pa de Arraba. Desde Alava es fácil llegar hasta ella siguiendo el curso del río Baias hasta su nacimiento, ya que éste surge cerca de la Peña Urratxa. El portal está abierto al sureste. Tiene unas dimensiones de 3’50 mts. de ancho por 2’20 mts. de alto, al que sigue un vestíbulo de aproximada- mente 3 mts. de ancho por 6 de largo y una altura media de 2’5 mts, que va descendiendo paulatinamente hasta quedar reducida a 1 mt. La cavi- dad gira hacia el Norte, continuándose por una galería estrecha, de 2 mts. de anchura media. Tras un breve recorrido de unos 12 metros, en los que el suelo está lleno de bloques de piedra diseminados y una capa de for- mación estalagmítica, la galería gira nuevamente hacia el Oeste y acaba en una rampa de bloques desprendidos. Esta es difícil de recorrer por su escasa altura, alrededor de 95 cm. El desarrollo total de la cueva es de unos 29 metros. (Kobie, 1981) (Fig. 2) (Foto 2).

Figura 2. Plano topográfico de la cueva de Urratxa III, según el G.E.V.

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 14 MARGARITA MUÑOZ SALVATIERRA Y EDUARDO BERGANZA Entorno geográfico y geomorfológico de la cueva

El macizo del Gorbeia está situado entre los puertos de Barázar y Altu- be, cerrando por el Norte la Llanada Alavesa. Por el lado alavés está forma- do por una serie de lomas limitadas por los ríos Zubialde al Este y Baias al Oeste, mientras que por el vizcaíno son una serie de terrazas que van bajan- do de unas a otras por peñascales que le hacen perder altura rápidamente. Desde un punto de vista geológico, el macizo del Gorbeia está cons- tituido por areniscas del Cretácico superior (Cenomanense) en la zona de la cumbre. Estas forman una amplia banda que corre hacia el Oeste, sin solución de continuidad hacia los montes de Ordunte, penetrando en Santander por Espinosa de los Monteros. Hacia el Este, esa banda se es- trecha y se hace más irregular, dando una rama hacia el Norte que alcan- za Urkiola por Otxandiano. Esta banda está limitada por el Sur por una estrecha franja del Flysch cenomanense. Hacia el Norte de la cumbre y muy cerca del collado que la separa de Aldamín pasamos a terrenos calizos urgonianos claros (Cretácico Infe- rior) que son los que dan lugar al famoso complejo kárstico de Itxina, con sus numerosas torcas, dolinas y cuevas. Independientemente de esta isla de calizas urgonianas, al Norte del ma- cizo hay otra banda de Cretácico Inferior (Aptense), con margas y areniscas primero, extendiéndose por Arralde y por Orozko, y más al Norte otra ban- da, también del Cretácico Inferior (Wealdense), con arcillas, areniscas y pi- zarras negras, que se extienden desde Barázar por , , y Gane- kogorta hacia el NW. Es el anticlinal de Bizkaia (LÓPEZ DE GUEREÑA, 1980). La cueva de Urratxa III, por su parte, está situada muy cerca del nacede- ro del río Baias, en la parte alta del valle de Zuya, al S. del Gorbeia. El Zuya es un amplio valle de estructura diapírica, recubierto en parte por depósitos aluviales (Fig. 3) (Foto 3). El Baias nace en el manantial de Igiriñao y, sal- vando un desnivel de más de 500 m. en poco más de 3 Km. desciende por el valle de Zuya y en Vitoriano de Zuya toma la dirección SW hasta Urkabus- taiz. A partir del valle de Cuartango toma la dirección N-S, delimitando una cuenca fluvial perfectamente identificada: por el Este se encuentra la Sierra de Badaya, que pertenece a un relieve estructural que corresponde a su vez a un abombamiento en los pliegues calizos, y los montes de Gibijo, Santiago y Arkamo. Cruza el municipio de Ribera Alta y confluye en el Ebro a través de la Ribera Baja. El valle queda inscrito en un sistema de cuestas monocli- nales del Cretácico Superior, cuyo frente abrupto mira hacia el Norte. La red hidrográfica produjo, por erosión remontante, grandes incisiones en esta es- tructura monoclinal, originando los citados valles transversales. La vegetación actual de la zona conserva alguno de los árboles señe- ros, como el haya o el tejo, aunque no en la cantidad en que existían an-

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 LA CUEVA DE URRATXA III (OROZKO, BIZKAIA). EXCAVACIÓN,... 15 tes. Los lugares que antes estaban ocupados por impresionantes hayedos están hoy ocupados por pinares. Existen también abundantes cipreses de Lawson y tejos (ABALOS, EGUêLUZ y LLANOS, 1990).

Foto 3. Vista de la Peña Urratxa desde Artelarre. Al fondo el monte Gorbeia

Figura 3. Vista de la Peña Urratxa desde Artelarre (según J. Ballestín)

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 16 MARGARITA MUÑOZ SALVATIERRA Y EDUARDO BERGANZA Historia de la investigación

La Peña de Urratxa aparece mencionada en el Catálogo de simas y cuevas en la provincia de Vizcaya (NOLTE, 1968), aunque sólo están citadas las cavidades I y II. Durante el año 1981, el Grupo Espeleológico Vizcaíno (G.E.V.) estuvo topografiando y realizando exploraciones en diversas cue- vas del entorno del Gorbeia, resultado de las cuales fue la denuncia de la cueva de Urratxa III como arqueológicamente fértil, mediante una nota aparecida en el periódico1. En ella se daba cuenta del hallazgo por parte del G.E.V., de una serie de restos arqueológicos y humanos. El mismo año se publicaron en el ÇNoticiarioÈ de la revista Kobie (1981) los trabajos rea- lizados en su interior y una relación de lo hallado: huesos humanos (Çun cráneo, varias vértebras, un cúbito, un radio y un astrágalo»), junto con material arqueológico, consistente en «pedernales a modo de ajuarÈ y va- rios fragmentos de cerámica. Posteriormente aparecerá mencionada muy superficialmente en la nueva recopilación de cuevas del G.E.V. (1985). Aunque el material arqueológico era escaso y no demasiado significa- tivo, los huesos humanos enviados a analizar al Departamento de Antro- pología de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Ma- drid (un cráneo, dos fémures y el coxal izquierdo de un individuo) fueron considerados de excepcional interés por la Dra. M.ª Dolores Garralda2 (GARRALDA, 1983). En su estudio destacó el aspecto tan robusto que te- nían, lo que podría indicar una gran antigüedad. Todo ello aumentaba el interés que tenía la cueva ya que, a pesar de que los hallazgos aparecie- ron superficialmente y en un contexto revuelto, podían ser los huesos hu- manos más antiguos encontrados en un yacimiento situado a tanta alti- tud, más de 1.000 mts. de altura. A la vista del interés del material aparecido y siendo una zona que recibe, aún hoy, numerosas visitas de montañeros que suben a la cruz del Gorbeia, para evitar que continuara degradándose, en el año 1983, solici- tamos un permiso de excavación de urgencia al Departamento de Cultura

1 E. de Santimamiñe: El Correo Español-El Pueblo Vasco. (19-VI-1981). 2 GARRALDA, M.ªD., (1983). En opinión de la Dra. Garralda, los huesos encontrados Çperte- necen a un varón, adulto, muy fuerte y de estatura media, aristencéfalo, dólico y ortocráneo, orto y eurimetope, ortognato, hipereuriprosopo y eurieno, con órbitas camaconeas y nariz leptorrina, y robustos arcos superciliares. Tiene un pequeño “torus” en la frente, en el paladar y en la man- díbula. La abrasión dentaria es muy acusada, sin caries. En conjunto, la morfología del cráneo recuerda la de algunos ejemplares del tipo de Brno, como algunos otros cráneos fósiles del norte de España. Las comparaciones univariadas permiten al autor señalar algunas diferencias entre el cráneo de Urratxa y las series Neolíticos y Eneolíticos (Levante,-Mesetas y País Vasco)». Los coeficientes del cráneo de Urratxa «son similares a los de Predmost III y IX», que podrían ser fechados hacia el final del Paleolítico Superior o en épocas inmediatamente posteriores.

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 LA CUEVA DE URRATXA III (OROZKO, BIZKAIA). EXCAVACIÓN,... 17 del Gobierno Vasco, que nos fue concedido. Así mismo pedimos una subvención, también concedida, a la Diputación Foral de Bizkaia, por lo que pudimos realizar los trabajos. La excavación sistemática se realizó durante el mes de julio de 1983 y, posteriormente, en varios fines de semana consecutivos de los meses de septiembre y octubre de ese mismo año, hasta acabar con las labores de investigación. Los trabajos de campo fueron dirigidos por Margarita Muñoz, con- tando con la colaboración de las siguientes personas durante la campaña realizada en el mes de julio: Begoña Castaño, Oscar Echebarría, Gemma López, Elena Pisonero del Pozo y Esther Zárraga, todos ellos alumnos de la Universidad de Deusto. El plano topográfico y demás dibujos de ca- rácter técnico los realizó Roberto Abril (Universidad de Valladolid) y de la recogida y selección de los restos humanos se encargó Ernesto Igartua, del Departamento de Antropología de la UPV. En la segunda parte de la campaña, además de los ya mencionados, contamos, entre otros, con la ayuda de Sergio Arribas, Armando Besga, Jesús Emilio González, Juan José Ibañez, José Luis Ibarra, Manuel Lagüera, M.ª Carmen Lizarzaburu y Susana Viguri (Universidad de Deusto), a todos los cuales expresamos desde aquí nuestro agradecimiento por su colaboración, tanto en la reco- gida de los materiales, como en su lavado y siglado. Queremos agradecer especialmente a Ricardo Bañuelos, Maite Ibá- ñez, Begoña Sanz, Cristina Sáez y Marta Zabala la ayuda prestada para el dibujo del material lítico; a José Angel García Lastra y a Pedro Luis Bañuelos su inestimable colaboración para pasar todo al ordenador, y a José Luis Arribas por sus críticas constructivas a la hora de hacer la re- dacción definitiva. Queremos destacar la dedicación y apoyo de Angel Alvarez, miem- bro del G.E.V., que en todo momento estuvo a nuestra disposición para todo aquello que necesitamos. Los trabajos de laboratorio han sido realizados por expertos de distintas especialidades y centros de investigación: del Museo Arqueológico, Etno- gráfico e Histórico de Bilbao: Rosa Ruiz Idarraga (Cerámica); Pedro Casta- ños (Macrofauna). De la Universidad del País Vasco: Concha de la Rúa (An- tropología); Andoni Tarriño (Mineralogía y Petrología); Marcos García Díez (Tecnología del canto pintado). De la Universidad de Cantabria: Juan José Ibáñez y Jesús Emilio González (Tecnología y Traceología). De la Sociedad de Ciencias Naturales ARANZADI: Miguel Elorza (Avifauna). Las fecha- ciones de C14, por el sistema de aceleración de partículas, se han realizado en el TANDEMLABORATORIET de la Universidad de Uppsala (Suecia). Por último, este trabajo ha podido ser realizado y publicado gracias a la ayuda económica aportada por el Patronato del Parque Natural del

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 18 MARGARITA MUÑOZ SALVATIERRA Y EDUARDO BERGANZA Gorbeia, a través del Instituto de Investigación DEIKER, de la Universi- dad de Deusto. A todos ellos, especialmente a Juan Antonio Dublang, nuestro más sincero agradecimiento por la ayuda prestada.

Metodología Después de una observación minuciosa de la situación en que se en- contraba la cueva, iniciamos los trabajos derribando la pared moderna que cerraba la entrada, con el fin de limpiar y delimitar el campo de tra- bajo, hecho lo cual, procedimos a levantar el plano de la misma tal y como estaba en aquel momento. A continuación cuadriculamos su super- ficie a partir de un punto cero que establecimos en la pared sur. Los cua- dros tenían una extensión de 1 × 1 m. (Fig. 4) (Foto 4). Una vez establecidas las zonas a excavar, la tierra se fue levantando en semitallas de unos 5 cm. de espesor. Cada una de las evidencias ar- queológicas se recuperó con indicación tanto de su distancia a los ejes de la cuadrícula como de la profundidad con respecto al plano cero. Estas referencias se dejaron de tomar cuando se constató que nos encontrába- mos ante un relleno alterado.

Foto 4. Vestíbulo de la cueva antes de iniciar la excavación

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 LA CUEVA DE URRATXA III (OROZKO, BIZKAIA). EXCAVACIÓN,... 19 empleada en su excavación Figura 4. Plano del vestíbulo y arranque de la galería con cuadrícula

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 20 MARGARITA MUÑOZ SALVATIERRA Y EDUARDO BERGANZA Toda la tierra extraída se cribó en seco con cedazos convencionales de mallas de 0’4 cm. de luz. Al comienzo de la campaña, los restos humanos, al igual que el resto de los vestigios arqueológicos y faunísticos encontrados, se lavaban. Sin embargo, a petición del antropólogo, se cambió la metodología de traba- jo. Con el fin de no deteriorarlos, se dejaron secar para limpiarlos con posterioridad a cepillo. El material, tanto arqueológico como faunístico recogido en las ca- pas superficiales durante la limpieza fue siglado como UIII; el que esta- ba inmediatamente superpuesto a la capa de arcilla amarilla de la base de la cueva fue siglado como UIII inf. El resto de los materiales aparecen siglados de dos maneras distintas: los que se levantaron con coordenadas llevan el nombre de la cueva, el cuadro, la altura y el número de registro, por ejemplo: UIII-D4-52-1, mientras que los recogidos con posterioridad a la comprobación de que todo el conjunto estaba revuelto no llevan la altura, aunque sí el cuadro y el número de registro: UIII-D4-1. Cada uno de los restos de industria lítica se guardó de forma indivi- dualizada en bolsas de plástico para su mejor conservación y su estudio funcional posterior. Todo el material recuperado se encuentra depositado en el Museo Ar- queológico, Etnográfico e Histórico Vasco de Bilbao. En este centro se ha procedido a su estudio, gracias a que fueron puestos a nuestra disposición sus locales e instalaciones, por lo que queremos expresar nuestro recono- cimiento a dicha institución y muy especialmente a Juan M.ª Apellániz, Eva Barriocanal y a Javier Sánchez Eguíluz.

Excavación y estratigrafía

La cueva de Urratxa III se presenta claramente diferenciada en dos zo- nas: un vestíbulo y una galería. En una primera inspección ocular de la cueva, lo primero que llamaba la atención era la constatación de que el vestíbulo había sido utilizado como refugio, lo que significaba que había sufrido fuertes alteraciones antrópicas. Tanto en la pared E., como en la O. e incluso en una roca de gran tamaño que aflora en mitad del vestíbulo, ha- bían colocado una serie de piedras cementadas para regularizar las paredes y crear bancales. Otro tanto habían hecho con el suelo, ya que habían crea- do una solera artificial de grandes piedras para regularizarlo. Con el fin de aislarlo de la galería, habían construido un muro artificial de piedras, que cerraba completamente la entrada a esta última. El suelo de la boca estaba, a su vez, cubierto por un piso bastante espeso de cemento, piedras y barras

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 LA CUEVA DE URRATXA III (OROZKO, BIZKAIA). EXCAVACIÓN,... 21 de hierro que formaba un bloque compacto. Sobre éste se había colocado un cierre, compuesto por un murete de cemento y una reja. Al fondo del vestíbulo se iniciaba la galería. Para poder acceder a ella, los del G.E.V. tuvieron que derribar parte del muro que la cerraba. Hecho esto se comprobó que sólo era accesible en la zona delantera, ya que la abundancia de bloques de piedra y la escasa altura de las paredes dificultaban el paso hacia la parte posterior de la misma. La totalidad de la superficie del covacho aparecía revuelta, puesto que se veían elementos modernos mezclados con evidencias arqueológicas. Para ordenar la excavación se planteó dividirla en dos zonas; por una parte el vestíbulo y por otra la galería.

Vestíbulo Lo primero que hicimos fue derribar los restos del antiguo cierre y retirarlos para poder iniciar los trabajos de excavación. A continuación procedimos a la limpieza ordenada de la cavidad, que estaba llena de la- tas, botellas, bolsas de plástico, etc. Una vez retirados los objetos moder- nos, comprobamos que el suelo artificial de piedras ocupaba sólo la parte exterior. Este comenzaba entre las bandas 4/6 y finalizaba casi en la se- paración de las bandas 10 y 12, continuando entonces el de cemento de cierre de la boca. Sólo quedaba como terreno aparentemente intacto la parte del fondo, desde la que se tiene acceso a la galería (Fig. 4).

Foto 5. Vestíbulo: suelo artificial de piedras

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 22 MARGARITA MUÑOZ SALVATIERRA Y EDUARDO BERGANZA Proseguimos los trabajos levantando el suelo de piedras, ya que por encima de él sólo había ese revuelto moderno ya mencionado (Foto 5). Este suelo artificial consistía en un potente amontonamiento de piedras, de unos 30 cm. de espesor, bajo el cual aparecía una capa de arcilla ama- rilla sobre la que había, en la zona de contacto, algún resto de fauna y al- gunas monedas recientes y restos de vidrios modernos. La arcilla amarilla tenía el aspecto de ser estéril, por lo que hicimos un sondeo de explora- ción en una esquina de los cuadros A4/A6. En él sólo encontramos algún hueso disperso, por lo que lo abandonamos en el momento en que desa- pareció todo vestigio (Foto 6).

Foto 6. Vestíbulo: nivel de tierra arcillosa amarilla

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 LA CUEVA DE URRATXA III (OROZKO, BIZKAIA). EXCAVACIÓN,... 23 La superficie no alterada por el suelo de piedras se reducía, por tanto, a las bandas B, C, y D, números 1, 2 y 4, que son los cuadros que dan acceso a la galería. Durante la limpieza del revuelto moderno de estos cuadros recupera- mos abundante e interesante material arqueológico: numerosos fragmen- tos de cerámica, una colección variada de útiles líticos así como restos de su fabricación, abundantes restos óseos humanos y de animales, etc. Junto con todos esos vestigios arqueológicos aparecían abundantes obje- tos modernos, sobre todo fragmentos de vidrio. A continuación procedimos a levantar el relleno sedimentológico y pudimos comprobar que estaba formado por una tierra arcillosa de color marrón oscuro, con piedras calizas de tamaño pequeño y mediano, no muy abundantes. La matriz terrosa era uniforme y tenía el aspecto de es- tar intacto. Este nivel, que aparecía en toda el área de excavación, no pre- sentaba un espesor uniforme: en las bandas 2 y 4 tenía entre 10 y 20 cm.; en la banda 1, el espesor iba creciendo progresivamente desde los 15 cm. del cuadro B1 hasta los 40 cm. aproximadamente del cuadro D1. Bajo él y en toda el área de excavación, excepto en los cuadros D2 y D4, apareció otro nivel, de tierra amarilla, arcillosa, igual a la encontrada bajo el suelo de piedras de la parte exterior del vestíbulo y en el sondeo realizado en los cuadros A4/A6. Los cuadros D2 y D4 sólo tenían una extensión útil de unos 50 cm, en la que únicamente aparecía un sedimen- to de unos 20 cm. de espesor, correspondiente al nivel de tierra marrón oscura, depositado directamente sobre la roca natural de la cueva. La estratigrafía se presentaba, por tanto, de la siguiente manera: Nivel I: Nivel superficial compuesto por tierra oscura, arcillosa, re- vuelto con restos modernos. Nivel II: Nivel de tierra arcillosa marrón oscura, acompañada de muy abundantes vestigios arqueológicos. Nivel III: Nivel de arcilla amarilla, estéril. El tipo de material arqueológico recuperado en el nivel II era semejante al recogido durante la limpieza superficial. A la colección de restos óseos, tanto faunísticos como humanos, hay que añadir numerosos fragmentos de cerámica, muchos de ellos con decoración de barro plástico y otros con ver- dugones con digitaciones, además de los abundantes restos de industria líti- ca, entre los que destaca una variada gama de instrumentos. La distribución de los materiales recuperados no era uniforme. Aun- que los huesos aparecían dispersos por toda el área excavada, hay que destacar la concentración de éstos por toda la banda 1, especialmente en el cuadro D1, sobre todo en la zona más próxima a la pared. Lo mismo ocurría con la cerámica y la industria lítica.

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 24 MARGARITA MUÑOZ SALVATIERRA Y EDUARDO BERGANZA En la banda 4 los vestigios recogidos fueron más escasos que en las otras y prácticamente no se recuperó ningún fragmento de cerámica, mien- tras en la banda 2, aunque no muy abundante, apareció todo tipo de material. En casi todos los cuadros aparecieron restos modernos, como trozos de vidrio; incluso en el D1, que era el que presentaba mayor concentra- ción de materiales y un sedimento más espeso, prácticamente en la base de éste se encontró una moneda contemporánea. Por todo ello podemos concluir que el vestíbulo estaba revuelto casi en su totalidad en época reciente, confirmada esta idea por la aparición de numerosas monedas en uso hasta 1997, un tanto deterioradas por la humedad. Sólo en zonas muy marginales, en contacto con las rocas de la pared y sedimentadas sobre la roca misma, la tierra parecía estar intacta (cua- dros D2 y D4) y no se recuperó ningún objeto moderno. La razón para ello sólo podría ser una: que eran zonas incómodas para estar por la esca- sa altura de las paredes, gracias a lo cual se pudieron preservar. En esos cuadros el nivel II también aparecía como un todo uniforme, sin diferen- cias de subniveles.

Galería La galería también estaba muy alterada en superficie, tanto por cau- sas naturales como por acciones humanas y posiblemente de alimañas. A mano izquierda, en el cuadro C5, había una roca de gran tamaño (108 × 70 × 70 cm.), junto a la parte interior de la cual se había formado un gran sumidero. Frente a ella, en el D5, había una fuerte acumulación de huesos humanos y de animales, extendiéndose por todo ese tramo inicial de la galería, mezclados con innumerables piedras de tamaño va- riable y abundantes restos industriales, tanto líticos como cerámicos, to- talmente sueltos, sin tierra alrededor. Algunos de estos materiales pre- sentaban señales evidentes de estar rodados. Además, en algunas otras zonas aparecían costras estalagmíticas. Todos estos datos indicaban que se podían haber producido remociones postdeposicionales por antiguos cursos de agua. En la pared derecha, cuadro D3, había una pequeña repisa natural de la pared rocosa, sobre la que había depositados, en forma desordenada, gran cantidad de huesos, fundamentalmente humanos y algunos de ani- males (Foto 7). Este hecho, unido a la gran cantidad de objetos modernos que aparecían repartidos a lo largo de la galería, nos indicaba claramente que también se habían producido alteraciones antrópicas (Foto 8). Tendríamos que recordar aquí que en 1981 los miembros del G.E.V. tu- vieron que desmontar la pared de piedras que impedía la entrada a la galería,

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 LA CUEVA DE URRATXA III (OROZKO, BIZKAIA). EXCAVACIÓN,... 25

Foto 7. Galería: vista general antes de la excavación

Foto 8. Galería: detalle de la repisa con la acumulación de huesos

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 26 MARGARITA MUÑOZ SALVATIERRA Y EDUARDO BERGANZA para poder acceder a su interior. Esa acción podría explicar algunas de las acumulaciones de piedras y huesos halladas en algunas zonas de la galería. Tampoco hay que descartar, dada la ubicación geográfica de la cue- va, la acción de remoción que llevarían a cabo alimañas que hubieran elegido la cueva como refugio. Antes de iniciar los trabajos de excavación se procedió a retirar todos los materiales que aparecían en superficie; en primer lugar los restos modernos y a continuación los arqueológicos y la escasa tierra que había entre ellos. Bajo esta capa superficial aparecía una tierra arcillosa, de color marrón oscuro, bien sedimentada y con gran cantidad de piedras. Constatamos que de la banda 5 hacia el exterior, la tierra era más oscura y más húme- da, mientras que desde esta misma banda hacia el interior era de color más claro y estaba más seca. La presencia de la roca del C5 parecía deli- mitar esas dos zonas en la galería. La roca y el sumidero adyacente po- drían ser la explicación de ese fenómeno sedimentológico. Procedimos de forma sistemática a levantar el relleno de tierra oscura y pudimos comprobar que, por debajo de ella, aparecía una tierra arcillo- sa, de color amarillo. Tanto la tierra oscura como la amarilla eran simila- res a las del vestíbulo, con lo que la estratigrafía no presentaba diferencias sustanciales. La principal variación del relleno se daba en el tamaño de las piedras, ya que en el vestíbulo, salvo las utilizadas para el suelo artifi- cial, eran pequeñas y medianas, mientras que en la galería eran de tamaño sensiblemente superior. De la misma manera, en el nivel de tierra oscura aparecieron gran cantidad de huesos de animales y humanos, mezclados con industria de sílex y abundantes vestigios cerámicos. Todos los hallazgos cerámicos se produjeron exclusivamente en la parte inicial de la galería, en la zona de contacto con el vestíbulo de la cueva, siendo ahí también donde se recogieron la mayor cantidad de res- tos humanos, mientras que el utillaje realizado en sílex se distribuía por todo el recinto, al igual que los restos faunísticos. Hasta la base de este nivel, junto con el material arqueológico, apare- cieron fragmentos de vidrio moderno, por lo que, en consecuencia, hay que deducir que también aquí el relleno estaba alterado. Como conclusión podemos hablar de la existencia de los mismos tres niveles en toda la cueva, con alguna pequeña variación:

Nivel I: Tierra oscura, muy suelta, que se corresponde con el revuel- to moderno superficial. Nivel II: Tierra oscura, arcillosa, con piedras de pequeño y mediano tamaño que se hacen más abundantes en la galería. Se trata de un nivel fértil que contiene algún resto moderno.

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 LA CUEVA DE URRATXA III (OROZKO, BIZKAIA). EXCAVACIÓN,... 27 Nivel III: Tierra amarilla, arcillosa, estéril que, en la galería, aparece mezclada con una gran cantidad de piedras de tamaño considerable.

Cronología absoluta

Los resultados estratigráficos obtenidos han puesto de manifiesto un único nivel fértil. Sin embargo, los materiales recuperados apuntaban a que había una mezcla de conjuntos culturales diferenciados. Uno, de ca- rácter aziliense o epipaleolítico constituido por una rica industria lítica. El otro, caracterizado por la presencia de enterramientos humanos aso- ciados a una colección de restos cerámicos, lo que parecía reflejar la uti- lización de la cueva con fines sepulcrales en una época posterior, posi- blemente dentro de la Edad del Bronce (MUÑOZ, 1985). El estudio de la macrofauna (CASTAÑOS, 1992/93 y esta misma obra) señalaba que nos encontrábamos ante conjuntos claramente diferencia- dos: uno, el grupo mayoritario, que recordaba etapas del Tardiglaciar; el otro, compuesto por un conjunto de restos óseos de especies domésticas de difícil atribución cronológica, llevaba incluso a la sospecha de que pudieran, al menos algunos, pertenecer a la época actual. Por ello, una de las primeras cuestiones que nos planteamos, ya en el laboratorio, fue la de precisar la cronología de dichos conjuntos. La fechación de los restos humanos era algo que revestía especial importancia, tanto por las características morfológicas arcaicas de algu- nos de los restos (GARRALDA, 1983), como para poder dilucidar si todos los enterramientos eran contemporáneos o, por el contrario, se habían llevado en distintos momentos distanciados en el tiempo. Con objeto de solucionar estos problemas se hizo una selección de siete muestras óseas para su envío al TANDEMLABORATORIET de la Universidad de Uppsala para su fechación del C14 por acelerador. Tres muestras se escogieron de entre los restos humanos recuperados, tenien- do cuidado de que no coincidieran los individuos, siendo una de ellas del cráneo que había sido estudiado con anterioridad por la profesora Garral- da. Las restantes muestras se seleccionaron de entre la fauna: tres de es- pecies salvajes, que aparentaban corresponder a las etapas más antiguas de la presencia humana en la cueva, y una cuarta de un animal doméstico pero con aspecto de poder ser de los más antiguos dentro del conjunto extraído3.

3 Las muestras antropológicas fueron seleccionadas con el asesoramiento de C. de la Rúa y las faunísticas con el de P. Castaños, ambos coautores del estudio de los materiales de Urratxa III.

© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-972-0 28 MARGARITA MUÑOZ SALVATIERRA Y EDUARDO BERGANZA Los resultados obtenidos se presentan en la tabla adjunta:

N.¼ de muestra Especie ∂13 C‰ PDB Años B.P. Ua-11430 Humana Ð20.36 13.405 ± 701 Ua-11431 Humana Ð20.57 13.475 ± 801 Ua-11432 Humana Ð20.37 13.365 ± 801 Ua-11433 Cervus Ð19.89 10.240 ± 100 Ua-11434 Bóvido Ð20.38 16.940 ± 751 Ua-11435 Sus Ð19.81 16.955 ± 801 Ua-11436 Ovis Ð22.48 1.1265 ± 651

Si procedemos a la calibración de las fechas proporcionadas por me- dio del programa Calib 3.0.3 (STUIVER y REIMER, 1993) obtenemos los si- guientes resultados:

2 σ Años B.P. 1 σ Intervalos Intersecciones 3.405 ± 70 1750-1615 1883-1518 1685 3.475 ± 80 1886-1681 1975-1600 1750 1566-1530 3.365 ± 80 1741-1523 1877-1833 1672-1654-1646 1823-1794 1788-1446 Media: 3.414 ± 45 1745-1673 1871-1841 1732-1725-1687 1779-1607 1557-1542 6.940 ± 75 5921-5694 5954-5626 5754 6.955 ± 80 5933-5915 5692-5629 5768 5868-5700 Media: 6.947 ± 55 5842-5710 5944-5968 5762 5886-5676

Comenzando desde la fecha más reciente, lo primero que hay que se- ñalar es la sospecha de que los animales domésticos incluidos en el relle- no del yacimiento de Urratxa III corresponden a fauna actual, la cual se ha depositado y mezclado con los restos arqueológicos con posterioridad a la utilización de la cueva por parte de los grupos prehistóricos. Los resultados obtenidos para las muestras de restos humanos, 3.405 ± ± 70, 3.475 ± 80 y 3.365 ± 80, nos señalan la práctica contemporaneidad

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