CARACTERIZACIÓN Y USO DE HÁBITAT DEL CUCARACHERO DE PANTANO

Cistothorus apolinari EN LOS HUMEDALES DE , ,

TIBANICA, LAGUNA DE FÚQUENE Y LAGUNA DE CHISACÁ,

CUNDINAMARCA

ANDREA MORALES ROZO

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS CARRERA DE BIOLOGIA Santafé de 17 de Agosto del 2001, D.C. CARACTERIZACIÓN Y USO DE HÁBITAT DEL CUCARACHERO DE PANTANO Cistothorus apolinari EN LOS HUMEDALES DE LA CONEJERA, LA FLORIDA, , LAGUNA DE FÚQUENE Y LAGUNA DE CHISACÁ, CUNDINAMARCA

ANDREA MORALES ROZO

TRABAJO DE GRADO Presentado como requisito parcial para obtener el título de

BIOLOGO

DIRECTOR SUSANA DE LA ZERDA LERNER

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS CARRERA DE BIOLOGIA Santafé de Bogotá 17 de Agosto del 2001, D.C.

NOTA DE ADVERTENCIA

Artículo 23 de la Resolución No. 13 de julio DE 1946: “La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por los alumnos en sus tesis de grado” CARACTERIZACIÓN Y USO DE HÁBITAT DEL CUCARACHERO DE PANTANO

Cistothorus apolinari EN LOS HUMEDALES DE LA CONEJERA, LA FLORIDA,

TIBANICA, LAGUNA DE FÚQUENE Y LAGUNA DE CHISACÁ,

CUNDINAMARCA

ANDREA MORALES ROZO

DIRECTOR DECANO ACADEMICO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS SUSANA DE LA ZERDA

COODIRECTOR DIRECTOR (A) DE CARRERA SERGIO CORDOBA LUZ MERCEDES SANTAMARIA

APROBADO

Loreta Rosselli

Enrique Zerda AGRADECIMIENTOS

En primer lugar gracias al Programa de Becas de Biodiversidad de la Fundación FES – Instituto Alexander von Humbolt y Wildlife Conservation Society que hizo posible realizar este proyecto. A Augusto Repizzo por sus consejos, su amistad y confianza. A Susy de la Zerda y a Sergio Cordoba por su constante asesoría y ayuda durante todo el proyecto. A Thomas Mcnish por las excelentes fotos de Cistothorus apolinari. A la Fundación la Conejera y a la Hacienda las Mercedes por permitirme el ingreso al humedal la Conejera. A Luis Jorge Vargas de la Fundación la Conejera por su ayuda en la determinación de algunas especies de plantas de diferentes sitios. Al grupo ambiental del humedal Tibanica, especialmente a Pablo Moreno y Tina Fresneda por su colaboración. Gracias a la señora Blanca en la laguna de Fuquene por permitirme acampar en su finca; al señor Santiago Lancheros por su guía en la zona y el alquiler de la barquita. Gracias al director del Parque Nacional Natural Edgar Segura y a todos los funcionarios del parque por permitirme realizar este proyecto, por su compañía y colaboración. A Paula Caicedo por sus valiosos intercambios de información a cerca de Cistothorus apolinari y compañía en campo. A las personas que me ayudaron en campo, especialmente a mis hermanas Clara y Teresa Morales; a mis amigos Ian Acuña, Victoria Cruz, Virginia Villegas, Aida Vasco y Paola Vargas por sus fotos. A Victoria Flechas por su ayuda en el análisis de los resultados. Gracias infinitas a Daniel Jaime por su colaboración en la realización de los mapas. Gracias a Claudia Salamanca por la presentación de lujo. A Luis Fernando Maldonado y Paula Maldonado por su ayuda y amistad. A mis padres por la vida y la oportunidad de crecer como persona y apoyarme siempre. Santafe de Bogotá 17 de Agosto del 2001, D.C. TABLA DE CONTENIDO Pág. 1. INTRODUCCIÓN...... 1 2. MARCO TEORICO...... 2 2.1. Cistothorus apolinari...... 2 2.2. Los Humedales...... 3 2.2.1. Avifauna asociada...... 5 3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA...... 6 3.1. Formulación del problema...... 6 3.2. Preguntas de investigación...... 7 3.3. Justificación...... 7 4. OBJETIVOS...... 7 4.1. Objetivo general...... 7 4.2. Objetivos específicos...... 8 5. HIPOTESIS...... 8 6. MATERIALES Y METODOS...... 9 6.1. Area de estudio...... 9 6.1.1. Ubicación de los Humedales...... 9 6.1.1.1. Clima de Humedales en Bogotá...... 12 6.1.2. Ubicación de la laguna de Fúquene...... 12 6.1.2.1. Clima de Fúquene...... 13 6.1.3. Ubicación sitios en el Sumapaz...... 13 6.1.3.1. Clima del Sumapaz...... 14 6.2. Metodología...... 14 7. RESULTADOS...... 17 7.1. Cistothorus apolinari...... 17 7.1.1. Número de individuos registrados en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz...... 17 7.1.2. Comportamiento...... 17 7.1.3. Tamaño corporal de individuos de C.apolinari en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz...... 19 7.1.4. Nidos...... 20 7.2. Caracterización del hábitat...... 21 7.2.1. Características generales en los humedales muestreados en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz...... 21 7.2.2. Variables medidas en las parcelas utilizadas por C.apolinari en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz...... 30 7.2.3. Correlaciones entre las características del hábitat y el número de individuos por parcela...... 40 7.3. Sabana de Bogotá–Sumapaz...... 41 8. DISCUSION ...... 42 9. CONCLUSIONES...... 56 10. RECOMENDACIONES...... 57 11. REFERENCIAS...... 57 12. ANEXOS...... 64 INDICE DE TABLAS Pág. 1. Comportamientos de C. apolinari registrados en los sitios de muestreo de la Sabana de Bogotá y el Sumapaz...... 19 2. Descripción de los nidos de C. apolinari en la laguna de Fúquene y el páramo de Sumapaz...... 21 3. Vegetación encontrada en las parcelas usadas por C. apolinari en la Conejera, la Florida, Tibanica y L. Fúquene en la sabana de Bogotá y la laguna de Chisacá, la Virginia y el transecto de la carretera en el páramo de Sumapaz...... 28 4. Características de vegetación medidas en las parcelas usadas por C. apolinari en la Conejera. la Florida, Tibanica y L. Fúquene en la sabana de Bogotá y la laguna de Chisacá, la Virginia y el transecto de la carretera en el páramo de Sumapaz...... 30 5. Parche de vegetación, áreas totales y áreas que utiliza C. apolinari en las parcelas de la Sabana de Bogotá y el Sumapaz...... 35 6. Valores de Q para las pruebas Tipo Tukey...... 37 7. Valores de Q para las pruebas Tipo Tukey. Sumapaz...... 37

INDICE DE FIGURAS Pág. 1. Cistothorus apolinari...... 2 2. Humedal de la Conejera en la Sabana de Bogotá...... 9 3. Humedal de la Florida en la Sabana de Bogotá...... 11 4. Humedal de Tibanica en la Sabana de Bogotá...... 11 5. Laguna de Fúquene en la Sabana de Bogotá...... 12 6. Alrededores de la laguna de Chisacá y la laguna la Virginia en el páramo de Sumapaz...... 13 7. Esquema general del calculo del tamaño del parche y porcentaje del área utilizada...... 16 8. Nidos de C. apolinari encontrados en la laguna de Fúquene y el páramo de Sumapaz...... 20 9. Esquema de la vegetación en los humedales Conejera, Florida, Tibanica y L. Fúquene...... 22 10. Esquema de la vegetación en el borde de la laguna de Chisacá y laguna la Virginia en el páramo de Sumapaz...... 27 11. Altura de la vegetación en las parcelas utilizadas por C. apolinari en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz...... 31 12. Porcentaje de densidad para las alturas de 0-1,1-2 y 2-3 m en las parcelas utilizadas por C. apolinari en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz...... 32 13. Profundidad del agua en parcelas utilizadas por C. apolinari en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz...... 34 14. Porcentaje del área del parche de vegetación utilizadas por C. apolinari en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz...... 36 RESUMEN

Se compararon las características del hábitat en parcelas utilizadas por Cistothorus apolinari especie endémica y en peligro de extinción, en los humedales la Conejera, la Florida, Tibanica, laguna de Fúquene (Sabana de Bogotá) y laguna de Chisacá (Sumapaz), Cundinamarca. La vegetación dominante en las parcelas utilizadas por Cistothorus apolinari en la Sabana de Bogotá fue Scirpus californicus, con diferencias significativas entre los diferentes humedales en el porcentaje de área del parche de vegetación utilizado por Cistothorus apolinari y los porcentajes de densidad de cobertura para los rangos de 0-1 y 1-2 m; para las parcelas en Sumapaz la vegetación dominante fue Diplostephium revolutum, Chusquea tesellata, Gynoxis hirsuta, Hypericum myricariifolium, con diferencias significativas entre la carretera y Chisacá- la Virginia en la profundidad del agua.

En cuanto a las características del hábitat existe una diferencia significativa entre la población de la Sabana de Bogotá con respecto a la población del Sumapaz. Esta información apoya los datos de variaciones en el canto y el tamaño corporal de los individuos de Cistothorus apolinari de las dos poblaciones.

La investigación finaliza con una propuesta sobre el manejo de los humedales para la conservación de Cistothorus apolinari. En los humedales de Bogotá esta debe encaminarse al mantenimiento de los parches de junco Scirpus californicus, al manejo de basuras y de rellenos para conservar la calidad de agua. En la laguna de Fúquene hacia el control de la tala y quema de Scirpus californicus. Finalmente en el sector de Chisacá del Sumapaz parece no haber ningún peligro para la población, sin embargo se deben realizar talleres preventivos sobre los incendios forestales pues, de una u otra manera afectan la vegetación utilizada Cistothorus apolinari. 1.INTRODUCCIÓN

Partiendo de dos premisas fundamentales: 1. Si tenemos en cuenta que el hábitat tiene una clara influencia sobre las poblaciones de aves hasta el punto de determinar su supervivencia (Whitmore 1981), 2. La preferencia hacia ciertas características del primero permite hacer predicciones sobre la respuesta de una especie a las alteraciones (Rotenberry 1981). Se realizó un estudio sobre la caracterización y uso de hábitat de Cistothorus apolinari, especie que ha restringido su población por la disminución de los pantanos del este de los Andes de , los cuales son amenazados por el drenaje y las influencias de la agricultura (Collar et al. 1992), para tener un panorama de las posibles variables, al nivel de estructura de la vegetación que afectan la presencia y abundancia de la especie.

Los humedales de la Sabana de Bogotá, son hábitats en constante deterioro tanto así que actualmente ocupan menos del 10 % de su área original y en la mayoría de los casos son botaderos de basuras (Empresa de Acueducto 1995). Sufren de menor oferta de agua, regulación de la misma y aumento de carga de sedimentos o nutrientes. En cuanto a la alteración de las funciones de los humedales, podemos decir que se desencadenan procesos de sucesión vegetal y colmatación, que en un plazo corto cambian la estructura funcional, los valores del humedal y altera la dinámica natural de creación/destrucción de los sistemas en el paisaje (Naranjo et al. 1999). Por las razones expuestas y el hecho que los humedales alberguen especies y subespecies endémicas como Rallus semiplumbeus, Cistothorus apolinari entre otras, es indispensable su conservación.

El cucarachero de pantano Cistothorus apolinari es una especie poco conocida y este es el primer estudio sobre los requerimientos de hábitat de la misma. Se encontraron diferencias en el hábitat utilizado en los sitios estudiados. Estos resultados son importantes en la recopilación de información de esta importante especie y básicos para realizar planes de conservación de esta especie y su hábitat.

1 2.MARCO TEÓRICO

2.1. Cistothorus apolinari El cucarachero de los pantanos pertenece a la familia Troglodytidae del orden Passeriformes, es una especie endémica desde la Sabana de Bogotá hasta el páramo de Sumapaz y aunque según Borrero (1953) era una “ave común” en las orillas o bordes de lagos y lagunas desde los 2500 a los 4000 m, actualmente es una especie considerada en peligro de extinción (Renjifo 1998). También está registrada en localidades como Guican sobre el oeste de la Sierra Nevada del Cocuy, la Cueva (6º 25´N 72º21´W); estación la Caro (4º52´N 74º02´W), la Laguna de la Herrera (4º42´N 74º18´W) a 20 km este de Bogotá y Usaquén (4º42´N 74º02 ´W) (Collar et al. 1992).

Los individuos de esta especie miden cerca de 13 cm, la cabeza es de color marrón oliva uniforme con el contorno del ojo grisáceo, el manto tiene un color rayado negro, pardo oscuro y blanco; las alas y las plumas cortas de la cola son rojizas veteadas de negro y las partes de abajo pardo blanquecinas que se oscurecen a los lados (Hilty & Brown 1986)(Fig. 1).

Fig. 1. Cistothorus apolinari

2 Se desplaza a través de pequeños saltos entre las cañas del juncal, por momentos puede reunirse en pequeñas colonias pero generalmente se les encuentra en parejas. Se alimenta de arañas y pequeños insectos que captura en el suelo y las cañas caídas del pantano (Varty 1986). La época reproductiva generalmente va de febrero a octubre. Se han visto huevos en junio y juveniles desde julio hasta octubre (Collar et al. 1992).

El hábitat utilizado por C. apolinari en la Sabana de Bogotá es muy diferente al utilizado en el Páramo de Sumapaz, aunque en ambos se encuentran en lugares húmedos. En la Sabana de Bogotá la especie vive únicamente en los humedales, sobre todo aquellos donde predomina el junco (Scirpetum) y la paja jupa (Graminoidetum). En el Páramo prefiere asociaciones de Escallonia mirtillioides y Chusquea con piso de Sphagnum y los frailejonales (Espeletietum) aunque también se encuentra en las orillas de las Lagunas del Chisacá en Graminoidetum (Borrero 1953).

Estas diferencias en el tipo de hábitat utilizado por C. apolinari apoyan las diferencias en el repertorio de estas dos poblaciones encontradas por Caicedo (2001), en un estudio alterno enfocado en la estructura del canto de la población de la Sabana y la población del Sumapaz. Para esta especie no existen estudios detallados sobre el tipo de hábitat, solo se han realizado dos estudios con información general como el de Borrero en 1953 y el de Varty en 1982, actualmente existe alguna información recopilada en la guía de aves de la Sabana de Bogotá (Asociación Bogotana de Ornitología 2000).

2.2. Los Humedales Los humedales figuran entre los ecosistemas más productivos del mundo, pues desempeñan funciones fundamentales como: el control de inundaciones, la recarga y descarga de acuíferos, el control de la erosión, la retención de nutrientes, la exportación de biomasa, la protección contra tormentas, la estabilización de microclimas, el transporte por agua, la recreación y el turismo. Además constituyen hábitats de suma importancia para especies de flora y fauna como mamíferos, aves,

3 reptiles, anfibios, peces e invertebrados, son fuente de abastecimiento de agua y de energía (Rivera 1998).

El contenía una rica biota acuática a partir del vasto complejo de humedales ubicados especialmente en la Sabana de Bogotá (146.000 ha). Sin embargo han sufrido una profunda transformación debido a la influencia humana, de tal suerte que hoy puede considerarse como uno de los ecosistemas más amenazados a escala nacional (Hernandez et al. 1992). Se estima que los humedales en tiempos históricos recientes pudieron cubrir un área del orden de las 50.000 ha, representados hoy por lagos, lagunas y pantanos de carácter relictual.

Durante los últimos 50 años la acción humana ha influido en el subsuelo de la ciudad (Bogotá), por la explotación de materiales y excavaciones para obras civiles, cambios en cobertura vegetal, cambios microclimáticos, expansión urbana, cultivos de flores, relleno de humedales, cambios en el uso del agua superficial, canalización y explotación de aguas subterráneas (Ministerio del Medio Ambiente 1998). En el Distrito Capital se encuentran pequeños pantanos, con un área máxima de 800 ha, muy contaminados y en procesos de urbanización (Renjifo 1992).

De ahí que los remanentes que sobreviven al antiguo sistema de la Sabana de Bogotá constituyan una fracción mínima con respecto a la existente a principios del siglo XX. En el área del distrito especial, los humedales están representados por doce cuerpos de agua aislados denominados: Torca-Guaymaral (fracciones separadas por Autopista Norte); Conejera, Córdoba, Juan Amarillo (antiguamente Laguna de ), Santa María del Lago, , Capellanía, , , , y Tibanica, Potrero Grande, todos ellos sometidos a graves problemas derivados del desorden en la planeación urbanística de Bogotá (Rodriguez 2000).

Los humedales del altiplano son alimentados por escorrentía superficial o por inundación directa de los ríos (como el río Bogotá y Juan Amarillo), con alguna influencia de aguas subterráneas, especialmente durante las estaciones de lluvias.

4 En los humedales remanentes el déficit de agua tiene consecuencias graves sobre la dinámica del ecosistema, donde su nivel de agua ha disminuido debido al riego y a la profundización del nivel freático (Andrade 1998).

La calidad del agua en este tipo de hábitat es el resultado de los procesos que ocurren con el manejo de la materia orgánica y de la actividad biológica. Las concentraciones de nitrógeno amoniacal, oxígeno disuelto y ph, se incrementan y disminuyen constantemente generando muerte de fitoplancton y demanda de oxígeno adicional, lo que se traduce en un nuevo descenso de las concentraciones de oxígeno disuelto. De esta forma se afectan no solo las comunidades que viven en el agua sino las comunidades terrestres de plantas y animales (Empresa de Acueducto 1995).

Además los humedales son importantes porque albergan especies que no pueden habitar ningún tipo de ambiente alterno. Este es el caso de C. apolinari que se encuentra en peligro de extinción por la perdida del hábitat. De igual forma los humedales son eslabones ineludibles en una vasta red latitudinal de sitios de parada e invernada para poblaciones migratorias de aves. Por último son áreas criticas para la alimentación de grandes poblaciones de aves residentes (Naranjo 1992).

Por cuanto las oportunidades de conservación de estos ecosistemas son limitadas, se hace necesario definir metas y acciones de restauración para estos hábitats así como de las poblaciones amenazadas. De forma paralela se debe hacer una valoración social de estos espacios. Todos los humedales que aún sobreviven como La Conejera, Tibanica, La Florida, Guaymaral, La Herrera, y algunos corredores que los unen con el río Bogotá, deben ser conservados y restaurados para mantener y garantizar la protección de las especies mencionadas (Andrade 1998).

2.2.1. Avifauna asociada En los humedales sobrevive una variedad de aves nativas, endémicas y migratorias, pues el sistema de humedales de la Sabana de Bogotá es uno de los tres principales centros de origen de aves acuáticas de los Andes (Botero 1997).

5 Entre las especies residentes se destacan tres especies endémicas de aves, presentes en los tres humedales estudiados (la Conejera, la Florida, Tibanica) y se encuentran en el Libro Rojo del Consejo Internacional para la Protección de las Aves (King 1981). El “zambullidor colombiano” Podiceps andinus, que representaba una población primitiva relictual la cual se considera extinta. La “tingua bogotana” Rallus semiplumbeus y el “cucarachero de pantano” Cistothorus apolinari son especies consideradas en peligro debido a la destrucción del hábitat (Andrade 1998).

Existen varias subespecies endémicas de los Andes del norte con poblaciones importantes en la región como el “pato turrio” Oxyura jamaicensis andina, la “garcita dorada” Ixobrychus exilis botensis, la ”tingua moteada” Gallinula melanops bogotensis quien se encuentra en gran peligro debido a la perdida de hábitat, más que cualquier otra especie y la “monjita” Agelaius icterocephalus bogotensis.

Finalmente constituyen lugares de paso e invernación de numerosas especies migratorias de Norteamérica (Andrade 1998). De agosto a abril se puede observar el pato barraquete Anas discors, los corremolinos Actitis macularia y Tringa spp, la reinita acúatica Seirus noveboracensis y las golondrinas Hirundo rustica, Petrochelidon pyrrhonota y Riparia riparia (Asociación Bogotana de Ornitología 2000)

6 3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN

3.1. Formulación del problema

El propósito del siguiente estudio es conocer cuáles son los requerimientos de hábitat de Cistothorus apolinari y como es el uso que esta especie le da a los humedales de la Sabana de Bogotá y el Páramo de Sumapaz. Este conocimiento permite tener más herramientas a la hora de diseñar planes de recuperación y conservación de esta especie y de sus hábitats.

3.2. Preguntas de investigación.

1. ¿Cuál es el hábitat utilizado por C. apolinari en los humedales de la Sabana de Bogotá y el Sumapaz?

2. ¿Cómo cambia el hábitat utilizado por C. apolinari con respecto a las características de vegetación en la Sabana de Bogotá y el Sumapaz?

3.3. Justificación

C. apolinari es una especie endémica que se encuentra en peligro de extinción, para la cual hace falta información sobre el tipo de hábitat que utiliza. Este trabajo es una primera aproximación al conocimiento de los requerimientos de hábitat de C. apolinari, con miras a proveer más herramientas en la elaboración de acciones de recuperación y conservación de sus poblaciones.

Además de ser un punto de partida para la conservación del hábitat que C. apolinari utiliza, la población humana podrá verse beneficiada en la medida en que se den programas de recuperación y conservación de los humedales que involucren comunidades aledañas para mejorar las condiciones sanitarias y en conjunto realizar planes educativos y de concientización sobre los valores de los humedales.

7 4.OBJETIVOS

4.1. Objetivo general

Conocer las características del hábitat y el uso que le da C. apolinari en los humedales La Conejera, Tibanica, La Florida, laguna de Fúquene y laguna de Chisacá.

4.2. Objetivos específicos

1. Caracterizar el hábitat utilizado por C. apolinari en humedales de la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz. Utilizando las variables: porcentaje del parche utilizado por C. apolinari, altura de la vegetación, porcentaje de la densidad de la vegetación en los rangos de 0-1,1-2,2-3 m y profundidad del agua en los parches. 2. Comparar el hábitat utilizado por C. apolinari en los humedales de la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz con respecto a características de la vegetación. 3. Determinar el uso de hábitat para C. apolinari en los humedales Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz. 4. Ver el estado de la población de C. apolinari en los humedales de la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz, además de recopilar información general de esta importante especie.

8 5. HIPÓTESIS

Hipótesis: Las características y la disponibilidad del hábitat que usa C. apolinari en la Sabana de Bogotá y el Sumapaz son diferentes entre sí y dependen de las variaciones en el tamaño de los parches de vegetación, la altura, el porcentaje de densidad de la vegetación y de la profundidad del agua, en estos parches.

Predicción: Las variaciones en el tamaño de los parches, la altura y el porcentaje de densidad de la vegetación y de la profundidad del agua donde se encuentra asociado C. apolinari, están influenciadas por cambios en las especies de plantas en cada área de estudio debido a las diferencias en el clima de la Sabana de Bogotá (andino) y el Sumapaz (paramuno). En la Sabana de Bogotá es posible encontrarlo en juncales (Scirpetum), a diferencia del Sumapaz donde además de juncales hay también otro tipo de plantas como Escallonia y Chusquea (Borrero 1953)

9 6. MATERIALES Y MÉTODOS

6.1 Area de Estudio

En la Sabana de Bogotá se visitaron los humedales de la Conejera, la Florida, Tibanica a 2600 m.s.n.m y la laguna de Fúquene a 2.874 m.s.n.m (Mapa 1) donde se encontraron individuos de C. apolinari. También se visitaron los humedales de Guaymaral en la autopista norte, Techo en el barrio Kennedy y la laguna de la Herrera a 20 km. al oeste de Bogotá pero no se encontraron grupos de C. apolinari. En la Herrera es muy posible encontrar individuos hacia el centro de la laguna pero el acceso solo es posible con un bote.

En la región del Sumapaz (Mapa 1), se visitó la laguna de Chisacá, la laguna la Virginia o del Rebosadero, laguna Larga, laguna Casa Blanca y parches de vegetación cercanos a la carretera en un trayecto de 5.5 km hasta el centro administrativo “Los Pinos” (PNNS) a 3700 m.s.n.m (Anexo 1).

6.1.1 Ubicación de los humedales en Bogotá.

♦ La Conejera (04º45´N;074º 06´W) (Fig.2) ubicado en la zona noroccidental de la Sabana de Bogotá, ocupando un área aproximada de 60 hectáreas, entre los cerros de Suba, la Quebrada La Salitrosa (al oriente) y el Río Bogotá al occidente (Rodríguez 2000). Este humedal es el mejor conservado con una zona de revegetalización alrededor del humedal, y con parches grandes de junco. Fig. 2. Humedal de la Conejera en la Sabana de Bogotá.

10 Mapa 1. Ubicación de los humedales en Bogotá, la laguna de Fúquene y la laguna de Chisacá en el páramo de Sumapaz

Departamento de Cundinamarca

BOYACÁ

CALDAS

Ubaté Sutatauza

Zipaquirá BOYACÁ

Sabana de Bogotá

Usme

TOLIMA META

Fuente: Atlas básico de Colombia. Instituto Geográfico Agustín Codazzi 1982.

11 ♦ La Florida (04º 43´N, 074º 09´W) (Fig.3) se divide en dos partes separadas por una carretera y por el canal del distrito de riego La Ramada. La primera, la más cercana al río Bogotá, hace parte del Parque Distrital la Florida, con un área de 31 Ha que incluye “el lago la Florida” con parches muy pequeños de junco, sin zona de revegetalización; la segunda parte del pantano, es un cuerpo de agua largo y angosto hasta la altura del reten de Siberia en el cruce de la Autopista Medellín con la vía a (Ministerio del Medio Ambiente 1998).

Fig. 3. Humedal la Florida en la Sabana de Bogotá.

♦ Tibanica (04º36´N; 074º12´W) (Fig.4) está ubicado al occidente de la Autopista sur con 24 Ha. aprox. Entre la localidad de Bosa y el Municipio de , lindando con el Canal Tibanica. Con 6 parches de junco distribuidos por todo el humedal, rodeado por urbanizaciones, sin zona de revegetalización.

Fig 4. Humedal de Tibanica en la Sabana de Bogotá. 12 En la localidad de Bosa se encuentran asentados varios barrios. En el sector sur, en limites con el municipio de Soacha, se presentan taludes de relleno donde se asientan barrios ilegales (Rodríguez 2000). Este humedal es adyacente al humedal de Potrero Grande, en la actualidad los humedales no se encuentran conectados hidráulicamente y no presentan ninguna función de amortiguamiento y/o prevención de inundaciones (Ecology and Environment 1996 – 1998).

6.1.1.1. Clima de los Humedales en Bogotá El clima está catalogado como andino, con una temperatura promedio de 13.2/14 ºC con una humedad relativa media anual de 78-83 % y un brillo solar de 108-190h (Rodríguez 2000).

El régimen de lluvias a lo largo del año es bimodal, los periodos lluviosos se relacionan con una mayor humedad del aire y se ubican desde mediados de marzo hasta mediados de junio con un máximo en abril y desde mediados de septiembre a mediados de diciembre con un máximo en octubre. En cuanto a los periodos secos se relacionan con menor humedad del aire y el de mitad del año es ligeramente más seco que el de comienzo de año (Corporación Misión siglo XXI 1996).

6.1.2. Ubicación de la laguna de Fúquene ♦ Laguna de Fuquene (05º 27´; 073º 46ºW) (Fig.5) pertenece al valle de Ubaté, es uno de los últimos relictos de una gran cadena de lagunas en el altiplano cundi- boyacence (CAR y JICA 2000).

Fig.5. Laguna de Fúquene en la Sabana de Bogotá. 13 La laguna de Fuquene con una superficie de 30 km², recoge las aguas de 992 km² cubriendo la cuenca de drenaje del Río Ubaté, la laguna se descarga sólo por el Río Suárez (CAR y JICA 2000).

6.1.2.1. Clima de Fúquene Pertenece a la zona bioclimática del “Bosque seco montano bajo” con temperaturas medias anuales entre 12 ºC y 14ºC. La precipitación en la cuenca globalmente aumenta de sur a norte desde unos 700 mm en Cucunuba, 1.000 mm en del Santuario hasta unos 1.075 mm en Chiquinquirá (Van der Hammen 1999). Se caracteriza por dos estaciones secas en diciembre-febrero y junio-agosto y dos húmedas en marzo-mayo y septiembre-noviembre (CAR y JICA 2000).

6.1.3 Ubicación sitios en el Sumapaz

La laguna de Chisacá o de los Tunjos (04º 16´; 073º 12´W) de origen glacial; está en el sector de Chisacá hacia las afueras de en la entrada al Parque Nacional Natural Sumapaz (Fig. 6). También se visitaron otras lagunas en cercanías de la carretera: La Virginia o del Rebosadero de la cual nace el río , laguna Larga y la laguna de Casa Blanca.

Fig.6. Alrededores de la laguna de Chisacá y la laguna la Virginia en el páramo de Sumapaz

6.1.3.1 Clima del Sumapaz

14 El clima es de alta montaña inter-tropical, sin mayores oscilaciones anuales en temperatura y lluvia. Con temperatura promedio anual de 4,8ºC, a una altura de 3.700 m.s.n.m; las temperaturas medias más bajas corresponden a los meses de junio julio y agosto. El régimen climático es ligeramente bimodal, con dos periodos de lluvias de abril a mayo y de octubre a noviembre, y dos periodos menos lluviosos de diciembre a febrero y de junio a julio, sin que los intervalos entre estos dos periodos sean secos (Guhl 1995).

La laguna de Chisacá y sus alrededores, se encuentra en un punto donde convergen masas de aire provenientes del valle del Magdalena y de los Llanos Orientales, de tal forma que allí la condensación de las nubes garantiza la continua presencia de agua y elevada humedad relativa (50%-90%) (Pedraza 2000).

6.2 Metodología

La fase de campo empezó en agosto del 2000 y terminó en enero del 2001. En cada sitio de muestreo se realizaron 5 salidas recorriendo la mayor parte de cada humedal (Mapas 2,3,4,5); en la primera salida se ubicaron los grupos de Cistothorus apolinari con ayuda de binoculares (8x30, 8.5º) y grabadora (utilizando los cantos y/o realizando “playback” de los mismos). Los muestreos se realizaron de 6:00 am a 2:00 pm, con una duración de 1 día en la Sabana de Bogotá y 4 a 5 días fuera de Bogotá.

Se registraron datos de actividades como canto, percha, forrajeo, comportamientos individuales y grupales, anotando la hora, el sitio y una descripción de la actividad.

En cada sitio se realizó una descripción general de la vegetación de las parcelas con zonación. En los sitios donde se observaron individuos de C. apolinari se delimitaba una parcela circular de 3 m de diámetro, teniendo como centro el sitio donde se observó el ave (Larson & Bock 1986). Para poder realizar los muestreos de vegetación se utilizó un traje de fontanero impermeable. En cada parcela las variables medidas fueron:

15 • Tamaño del grupo de C. apolinari (# de individuos). • Especie de planta donde se encontró C. apolinari. De acuerdo al número de veces que se observó la planta en las parcelas y en el área de muestreo, se establecieron tres categorías de abundancia: Dominante (siempre estuvo presente en las parcelas y en los humedales), Común (presente en algunas parcelas, y en todos los humedales) y Escasa (presente en 1 o 3 parcelas, observadas en un humedal) • Altura de la vegetación en la parcela (a partir de las categorías1.5; 1,7; 1,8; 2; 2.5; 3 metros) (Weller & Spatcher 1965; Anderson & Gutzwiller 1994). • Porcentaje de densidad de vegetación en la parcela en rangos de 0-1, 1-2 y 2-3 metros del suelo. Esto se midió con una tabla de perfil de vegetación o comparador de plástico trasparente de 3 m de largo, dividido en tres cuadros (1m x 1m) para saber que porcentaje ocupa la cobertura (Hays, Summers & Seitz 1981). • Profundidad del agua una vez en cada parcela, con un tubo de pvc marcado cada 5 cm. • Localización del parche de vegetación dentro del humedal en un mapa del sitio. • Tamaño del parche de vegetación donde se encontró C. apolinari. A partir de observaciones se localizaron los sitios donde individuos de C. apolinari sé movilizaron y con ayuda de mapas de cada sitio, se calcularon a través de papel milimetrado el área total del parche de vegetación y las áreas parciales donde se desplazó C. apolinari (tomando área total=100%) (Fig. 7). • Porcentaje del área del parche de vegetación utilizado por C. apolinari en cada sitios de muestreo, se calculo a partir de las áreas parciales donde se desplazó C. apolinari Tamaño parche=área total

Porcentaje del área del parche

Humedal

Fig. 7. Esquema general del calculo del tamaño del parche y porcentaje de área utilizada.

16 Para los sitos muestreados en el páramo de Sumapaz, no se utilizaron mapas de cobertura de la vegetación, solo se tiene el área de la laguna de Chisacá y la laguna la Virginia y para la carretera la distancia del transecto, los porcentajes del área del parche utilizados por C. apolinari fueron calculados a partir de observaciones de campo.

Para analizar los resultados se utilizaron pruebas no paramétricas: 1. Se realizó un análisis de varianza no paramétrico de una vía o Kruskal-Wallis para comparar las variables: tamaño de parche, altura, % densidad de vegetación para los tres rangos y profundidad del agua (Siegel 1978). En la Conejera, la Florida, Tibanica y la laguna de Fúquene en la Sabana de Bogotá y la laguna de Chisacá, laguna la Virginia y la carretera (transecto 5.5 k.m) en el Sumapaz. 2. A las variables que presentaron diferencias significativas entre sitios se les aplicó una prueba a posteriori: comparación múltiple no paramétrica o prueba Tipo Tukey para ver que sitios diferían (Zar 1996). 3. Luego se hizo una correlación de Spearman entre las variables: tamaño de parche, altura, porcentaje de densidad de vegetación para los tres rangos, la profundidad del agua y el número de individuos por parcela para cada sitio de muestreo (Zar 1996).

17 7. RESULTADOS

7. 1. Cistothorus apolinari A continuación se muestra la información recopilada de C. apolinari para cada sitio de muestreo en cuanto a número de individuos, comportamiento, tamaño corporal y nidos encontrados en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz.

7.1.1. Número de individuos registrados en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz. En cada humedal visitado se registraron diferentes números de individuos de Cistothorus apolinari. Para la Sabana de Bogotá en el humedal la Conejera se registraron dos parejas y dos hembras solitarias, en los parches de Scirpus californicus hacia la Hacienda las Mercedes (Mapa 2). En la Florida se encontraron 3 individuos, una pareja y un individuo de sexo indeterminado, hacia la parte este del lago, cerca del río Bogotá(Mapa 3). En Tibanica, la población es de 18 individuos, distribuidos en grupos de 3 a 5 individuos que se encontraron en varios lugares del humedal(Mapa 4). Por último en la laguna de Fúquene se contaron 90 individuos, pero seguramente existen más grupos, de los cuales solo se tienen registros de canto debido a la dificultad de acceso a los parches de vegetación. En parches de junco cercanos a la carretera Ubaté – Simijaca, a partir del río Ubate hasta el río Suarez (Mapa 5).

Para el páramo de Sumapaz, en Chisacá se registraron 35 individuos, en la Virginia 26 y en el transecto de la carretera 12 individuos, aunque hay más de 30 individuos por registros auditivos.

7.1.2. Comportamiento En todos los sitios muestreados la actividad más frecuente fue el canto, en la Sabana de Bogotá el 83% de los registros son de canto, en el Sumapaz el 78% de los registros son de esta actividad (Tabla 1). C. apolinari presenta el mismo patrón de comportamiento en Sabana de Bogotá y Sumapaz, cuando el observador esta cerca del territorio de un grupo o una pareja el macho se sube en una rama

17 expuesta o en la copa de los arbustos y la hembra se ubica en la parte media a baja. La hembra es la que comienza con reclamos y le sigue el macho con el canto, cantan por unos minutos y luego se dirigen hacia la parte baja del junco o del arbusto, no se van del sitio permanecen relativamente cerca haciendo reclamos o a veces en silencio. El macho se diferencia de la hembra por el canto y su posición en la vegetación al cantar como se menciono anteriormente. En el Sumapaz la mayoría de veces se observó cantando a la hembra en una planta diferente alejada del macho, en la Sabana de Bogotá están un poco más cerca pero en tallos diferentes del junco.

Se observó que el canto en esta especie es muy importante en la defensa del territorio y para comunicarse con los otros individuos del grupo. Esta especie es muy territorial, en el sitio donde están ellos no se acercan otras especies de aves, cuando el observador está cerca de los nidos el grupo se reúne y canta. Se encontraron grupos que pueden variar entre 3-6 individuos entre machos y hembras, también se encontraron parejas y hembras solitarias.

Los individuos de C. apolinari son muy activos entre la altura de 0-1 m de la vegetación, rango en el cual se observaron forrajeando. En la Sabana de Bogotá se tiene el 10% de registros de esta actividad y para el Sumapaz el 20% (Tabla 1), en algunas ocasiones se logro observar que llevaban en el pico libélulas pequeñas (Odonata), moscas (Diptera) y arañas (Araneae).

Otra actividad ocasional fue el acicalamiento con dos registros tanto para la Sabana como para el páramo (Tabla 1). Se observó la apertura de las plumas de la cola y las alas como abanico, entre machos y hembras (Fúquene), en agosto 21 del 2001 posiblemente época reproductiva.

Los individuos de C. apolinari volaron casi siempre cerca del suelo y en ocasiones a la altura media de la vegetación. Aunque vuelen bajo y en cortas distancias, pueden cruzar canales de 10 m de largo por ejemplo los canales de drenaje en Fúquene. Se

18 tiene el 10% de registros para esta actividad en la Sabana de Bogotá y el 6% para el Sumapaz (Tabla 1).

Para Sabana de Bogotá hubo 15% de los registros de percha, para el Sumapaz el 6%, en general se observaron en silencio (Tabla 1).

En Fúquene se observó en Agosto 21 del 2000 y en Enero 23 del 2001 volantones de C. apolinari siempre acompañados de adultos en la parte baja de la vegetación.

Tabla 1. Comportamientos de C. apolinari registrados en los sitios de muestreo de la Sabana de Bogotá y el Sumapaz. Totales Canto Forrajeo Acicalamiento Vuelo Percha Registros Sabana 66 55 83% 7 10% 2 3% 7 10% 10 15% De Bogotá

Registros Sumapaz 65 51 78% 13 20% 2 3% 4 6% 4 6%

7.1.3. Tamaño corporal de individuos de C. apolinari en la Sabana de Bogotá y páramo del Sumapaz. Se tomaron las medidas morfométricas de 5 caracteres en 17 individuos de la colección del ICN, se descartaron los individuos que podían estar en muda y los de sexo indeterminado (Anexo 2).

En el Sumapaz los machos son más grandes que las hembras en el tamaño del pico (culmen machos: 13,68; hembras: 11.97), la longitud del ala (machos: 55.85; hembras 55.63) y la cola (machos: 38.78; hembra: 37.13) (Anexo 2).

Según el test de Mann-Whitney, entre los machos y las hembras del Sumapaz no se encontraron diferencias significativas para el tamaño del pico (culmen machos:12; hembra: 16; U =16, p=0.05), la longitud del ala (machos:17; hembra:11; U =16, p=0.05), la cola (machos:8; hembra:10; U =16, p=0.05) y el tarzo (machos:14;

19 hembra:4; U =16, p=0.05) (Anexo 2a). Entre los machos del Sumapaz y los de Bogotá tampoco s e encontraron diferencias significativas para el tamaño del pico (sumapaz:12; bogotá:0; U =12, p=0.05), la longitud de la cola (sumapaz:10; bogotá:8; U =12, p=0.05), el ala (sumapaz:9; bogotá:3; U =12, p=0.05) y el tarzo (sumapaz:4; bogotá:11; U =12, p=0.05) (Anexo 2a). Este resultado esta influenciado por el pequeño número de muestra en todos los casos, sobre todo para los individuos de la Sabana de Bogotá. Seria interesante realizar mediciones morfométricas en poblaciones representativas como la de Fúquene y la del páramo de Sumapaz.

7.1.4. Nidos Aunque no se hicieron búsquedas sistemáticas de nidos, se encontró 1 nido en Fúquene y 16 en Sumapaz (Fig. 8). Todos los nidos tenían forma ovalada y una sola entrada. En el sitio donde se encontró el nido se tomaron datos de densidad de vegetación, distancia al cuerpo de agua más cercano, altura desde el suelo y especie de planta donde se encontró (Tabla 2).

Fig.8. Nidos de C. apolinari encontrados en la laguna de Fúquene y el páramo del Sumapaz.

En la laguna de Fúquene el nido estaba sobre Scirpus californicus y todos los del Sumapaz en Chusquea tesellata. El nido de Fúquene estaba construido con Scirpus californicus amarilloso, hierba de agua Myriophillum elatinoides y paja. En el Sumapaz, los nidos presentaron diferentes tipos de paja en la parte externa e

20 internamente partes de la flor de Senecio sp y Gynopxis sp y vellos de las hojas de frailejón.

Tabla 2. Descripción de los nidos de C. apolinari en la laguna de Fúquene y el páramo de Sumapaz. Sitio # nidos Planta en la cual se % densidad Altura del Distancia de encontró el nido vegetación suelo la orilla Fúquene 1 Scirpus californicus 70% 1,50 m 100m Chisacá 1 Chusquea tesellata 80 % 20 cm 20 m Virginia 7 Chusquea tesellata 80% 80 cm – 20 – 50m 1.50 m Charca 3 Chusquea tesellata 60 % 1.50 m En isla a 1m temporal cercana a la Virginia Laguna 5 Chusquea tesellata 60% 1-1.30 m 5m Larga

7.2. Caracterización del hábitat. Se presentan las características del hábitat utilizado por C. apolinari en la Sabana de Bogotá y en el páramo de Sumapaz y los valores obtenidos de altura de la vegetación, porcentaje de densidad de vegetación para los tres rangos, profundidad del agua, tamaño de parche, porcentaje del parche utilizado, y la correlación de estas variables con el número de individuos por parcela, en cada sitio de muestreo.

7.2.1. Características generales de los humedales muestreados en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz.

La vegetación de las parcelas en la Sabana siguió un mismo patrón general con características muy similares en cuanto a las especies de plantas (Tabla 3), aunque con algunas variaciones en las especies encontradas desde el borde externo del humedal hacia el cuerpo de agua. En la parte externa es común encontrar cortadera Cyperus acuminatus, hierba de sapo Polygonum hydopyperoides y kikuyo Pennisetum clandestinum (zona 1). En la zona con profundidades de 30cm – 2m se 21 encuentra el junco Scirpus californicus y asociado a este en el rango de porcentaje de densidad de 0-1 m, se encuentra la sombrilla de agua Hydrocotile ranunculoides con hierba de agua Myriophillum elatinoides (zona 2). En zonas con profundidad mayor a 3m (zona 3), cerca de cuerpos de agua, la presencia de enea Typha latifolia es mayor, mezclada con el junco, el botoncillo de agua Bidens laevis, y lenguaevaca Rumex conglomeratus (Fig.9).

Zona 1 Zona 2 Zona 3 Fig. 9. Esquema de la vegetación de los humedales: Conejera, Florida, Tibanica y L. Fúquene.

En el humedal de la Conejera existe una zona de revegetalización, en la cual se encontró en suelos pantanosos de poca profundidad aliso Alnus acuminata y arboloco Smallanthus pyramidalis (ver Mapa 2). En la zona 2, en el rango de porcentaje de densidad de 0-1 m se observó Baccharidastrium sp, Cuphea sp, lenguaevaca Rumex conglomeratus, esta última en grandes parches.

En el humedal de la Florida la zona 2 presenta grandes parches de Bidens laevis (ver Mapa 3). En Tibanica el kikuyo P. clandestinum fue encontrado con mayor frecuencia hacia la zona 1 (ver Mapa 4). En la laguna de Fúquene, en la zona 2 era común ver Polygonum hispidon entremezclado con S. californicus y Typha latifolia (ver Mapa 5).

22 En la laguna de Chisacá y alrededores la vegetación de las parcelas usadas por C.apolinari en los pantanos y zonas anegadizas es diferente a la encontrada en la Sabana de Bogotá con especies de plantas diferentes (Tabla 3). La vegetación de los pantanos y zonas inundables, donde se encontró C. apolinari están conformados principalmente por parches de Diplostephium revolutum, Chusquea tesellata, Gynoxis hirsuta e Hypericum myricariifolium (Fig. 10).

1 2 3 4 1: D. revolutum; 2: plantas asociadas; 3: C. tesellata y Sphagnum sp; 4: laguna Fig. 10. Esquema de la vegetación en el borde de la laguna Chisacá y laguna la Virginia en el páramo de Sumapaz.

Los parches de romero y chusquea con presencia de C. apolinari se encontraron cerca de cuerpos de agua (a 1 o 2 m de distancia) y en zonas con porcentaje de densidad de cobertura de 0-1 m del 90% para Sphagnum sp. Son zonas (1,2,3) inundables en invierno (de abril a mayo y de octubre a noviembre) y muy secas en verano (de diciembre a febrero) donde en algunos sitios el musgo se incinera espontáneamente. Los parches de romero y chusquea siempre están rodeados por una matriz de frailejonal - pajonal.

En Chisacá los parches donde se registró C. apolinari están entre el 40 y 60 % y se encuentran aislados, en la Virginia están entre el 20 y 40 % pero se encuentran cercanos entre sí (Anexo 3), a lo largo de la carretera en el transecto realizado es común encontrar franjas grandes de vegetación a lado y lado (Anexos 4,5,6).

Generalmente Diplostephium revolutum y Chusquea tesellata se encuentran asociadas con otras especies de plantas como Sphagnum sp, Calamagrostis effusa,

27 Carex jamensonii, Anthoxantum odoratum, Acahena spp, Puya trinae, Greigia stenolepis, Blechum sp en el rango de 0-1 m del porcentaje de densidad de vegetación. Gynoxis hirsuta e Hypericum myricariifolium se observaron en parcelas diferentes, solos asociados con las especies ya mencionadas para el rango de 0- 1m.

Los parches de vegetación encontrados en el transecto de 5.5 km realizado desde la laguna de Chisacá hasta el centro administrativo “Los Pinos”, presentaron las mismas características a los encontrados en la laguna de Chisacá, con Diplostephium revolutm y Chusquea tesellata asociados a quebradas o zonas inundables.

Tabla 3. Vegetación encontrada en las parcelas usadas por C. apolinari en la Conejera, la Florida, Tibanica y la laguna de Fúquene en la Sabana de Bogotá y la laguna de Chisacá, la Virginia y el transecto de la carretera en el páramo del Sumapaz. Familia Especie Abundancia* Sitio Apiaceae Hydrocotile ranunculoides Dominante Sabana Bogotá Sombrilla de agua Asteraceae Bidens laevis Dominante Sabana Bogotá Botoncillo Diplostephium revolutum Dominante Sumapaz Romero de paramo Diplostephium alveolatum Común Chisacá Romero Senecio formosus Común Chisacá Arinca Gynoxis hirsuta Común Chisacá Gynoxis fuliginosa Escasa Carretera Espeletia killipi Dominante Chisacá Frailejón Espeletia summapacis Común Carretera Familia Especie Abundancia* Sitio 28 Bertulaceae Alnus acuminata Escasa Conejera Aliso Bromeliaceae Puya trinae Común Sumapaz Gregia stenolepis Común Chisacá Cyperaceae Scirpus californicus Dominante Sabana Bogotá Junco Cyperus acuminatus Común Sabana Bogotá Cortadera Carex spp Cortadera Común Sumapaz Carex jamansonii Común Sumapaz Halorragaceae Myriophillum elatinoides Dominante Sabana Bogotá Hierba de agua Hypericaeae Hypericum myricariifolum Común Sumapaz Lytraceae Cuphea sp Escasa Conejera Moradita Melastomataceae Miconia salciflora Escasa Chisacá Polygonaceae Polygonum hydopyperoides Común Sabana Bogotá Hierba sapo Polygonum hispidon Común Fúquene Rumex conglomeratus Común Sabana Bogotá Lenguaevaca Poaceae Pennisetum clandestinum Común Sabana Bogotá Kikuyo Poaceae Chusquea tesellata Dominante Viginia-Carretera Chusque Anthoxantum odoratum Común Chisacá Paja Calamagrostis effusa Común Sumapaz Paja Polypodiaceae Blechnum sp Escaso Chisacá Familia Especie Abundancia* Sitio Rosaceae Acahena sp Común Chisacá Cadillo Typhaceae Typha latifolia Escasa Fúquene Enea o espadaña Pentacalia reissiana Escasa Carretera

29 Sphagnum sp Dominante Sumapaz *Para la definición de éstas abundancias ver la sección de metodología.

7.2.2. Variables medidas en las parcelas utilizadas por C.apolinari en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz.

En la Sabana de Bogotá el porcentaje del parche utilizado por C.apolinari es mayor en la Florida (promedio:68,3); la altura de la vegetación es mayor a 2 m en Tibanica (promedio:2,4) y Fúquene(promedio:2,4); la profundidad del agua en los parches es mayor en la Conejera (promedio:107,5); los porcentajes de densidad de la vegetación son altos para todos los rangos, siendo Tibanica y Fúquene los más densos (Tabla 4).

En el Sumapaz el porcentaje del parche utilizado por C.apolinari es mayor en Chisacá (promedio:41,1) y en la carretera (promedio:42,5); la altura de la vegetación es mayor a 2 en la carretera (promedio:2,6) los porcentajes de densidad de 0-1 y 1- 2 m son mayores en Chisacá y la carretera (Tabla 4), en el rango de 2-3 m el valor más alto es para la carretera (promedio:66,6) y la profundidad del agua en los parches es mayor en la Virginia (promedio:25) (Tabla 4).

Tabla 4. Características de vegetación medidas en las parcelas usadas por C. apolinari en la Conejera, la Florida, Tibanica y la laguna de Fúquene en la Sabana de Bogotá y la laguna de Chisacá, la Virginia y el transecto en la carretera en el páramo del Sumapaz.

30 Sitios Conejera Florida Tibanica Fúquene n 4 6 12 37 Variable X DE X DE X DE X DE % de parche usado 16.5 1 68.3 4.1 49.1 9.0 33.7 2.1 Altura (m) 2.0 0.4 1.9 0.3 2.4 0.4 2.4 0.4 % Densidad 0-1 m 57.5 20.6 20.6 53.3 86.6 9.8 83.2 11.3 % Densidad 1-2 m 35.0 10 35.0 8.3 77.5 11.3 66.8 20.1 % Densidad 2-3 m 20. 0 16.3 11.6 9.8 47.5 32.7 34.8 26.4 Profundidad (cm) 107.5 106.8 30.0 8.9 30.8 19.2 59.1 64.6

Sitios Chisacá Virginia Carretera n 18 14 6 Variable X DE X DE X DE % de parche usado 41.1 24.5 33.5 20.2 42.5 16.6 Altura (m) 2.1 0.5 2.07 0.6 2.6 0.5 % Densidad 0-1 m 34.4 30.6 23.57 25.9 34.2 33.5 % Densidad 1-2 m 58.3 19.1 50 25.7 51.6 20.4 % Densidad 2-3 m 30.0 33.9 45.7 36.3 66.6 34.4 Profundidad (cm) 8.6 8.7 25 12.1 6.6 10.3

Altura Los parches de vegetación donde se encontró C. apolinari presentaron alturas entre 1.5 y 3.0 metros con medianas entre 2.0 y 2.5 en todos los sitios. Las medianas más altas se presentaron en la sabana de Bogotá en Fúquene y Tibanica y en la Carretera en Sumapaz (Fig. 11). Sin embargo los sitios de la Sabana y los sitios en el Sumapaz no presentaron diferencias significativas entre sí (Sabana H: 4,21; 0.30 < p < 0.20; Sumapaz H:2.62; 0.30 < p < 0.20). Sabana de Bogotá Sumapaz

3.5 3.5

3.0 3.0

2.5 6 2.5 ) 2.0 ) 2.0 m m ( (

a a

ur 38 ur t t l l 1.5 1.5 A A

1.0 1.0

.5 .5 31 0.0 0.0 N = 6 18 14 N = 4 6 37 12 Carreter Chisaca Virginia Conejera Florida Fuquene Tibanica

Sitio Sitio Fig. 11. Altura de la vegetación en las parcelas utilizadas por C. apolinari en la Sabana de Bogotá y el Sumapaz.1

De los sitios con vegetación menor o igual a 2m, la Florida tiene solo un parche de S. californicus desarrollado, rodeado de junco en crecimiento, de los datos tomados en este humedal hay un solo dato por encima de la mediana registrado en el parche desarrollado mientras los demás oscilan entre 1,8 y 2 m de altura.

En el Sumapaz hay similitudes entre Chisacá y la Virginia, la mayoría de los datos está por encima de la mediana (2 m).

Porcentajes de densidad de vegetación Todos los parches de vegetación donde se encontró C. apolinari en la Sabana de Bogotá resultaron muy densos para todas las alturas con valores entre 20% y 80%; en los parches de vegetación del Sumapaz los valores altos corresponden a las alturas 1-2 y 2-3 m entre 60 y 80 % (Fig. 12).

1 Para todas las figuras: la línea negra gruesa se refiere a la mediana, el rectángulo rojo es el 50% de los datos y las líneas que salen, hacia arriba y hacia abajo a lado y lado en algunas ocasiones, es el 25% de los datos. Los círculos o asteriscos son outlier que son datos extremos (están demasiado alejados de la mediana). 32 Fig. 12. Porcentaje de densidad para las alturas de 0-1, 1-2 y 2-3 m en las parcelas utilizadas por C. apolinari en la Sabana de Bogotá y en el páramo de Sumapaz

En la Sabana de Bogotá se encontraron diferencias significativas entre los cuatro sitios para la altura de 0-1 m (H: 17.138; p < 0.01) y 1-2 m (H: 20.489; p < 0.01). Para el rango de 2-3 m no hay diferencias significativas entre los sitios (H: 6.784; 0.10 < p < 0.05). En las tres alturas Tibanica y Fúquene son similares en los altos porcentajes y difieren de la Florida y la Conejera donde la densidad fue menor. Fúquene es similar a Tibanica pero es diferente de la Florida para la altura de 1-2 m (Tabla 6). En la Sabana de Bogotá a mayor altura la vegetación en las parcelas es menos densa (Fig. 12).

En el páramo del Sumapaz no se encontraron diferencias significativas entre los sitios para las alturas de 0-1 m (H:1.5; 0.50

En el Sumapaz el porcentaje de densidad en el rango 0-1 m es relativamente similar para los tres sitios, sin embargo los datos presentan variaciones. En todos los sitios los porcentajes bajos están relacionados con especies dominantes como Diplostephium revolutum y D. alveolatum, Gynoxis hirsuta y G. fuligonasa que presentan un tallo leñoso delgado. Los altos porcentajes se relacionan con Chusquea tesellata, Miconia salcifolia, Hypericum myriicariifolium que presentan varios tallos agrupados similar a la disposición de los tallos de Scirpus californicus en la Sabana. Las otras especies de plantas asociadas Sphagnum sp, Calamagrostis effusa, Carex jamensonii, Anthoxantum odoratum, Acahena spp, Puya trinae, Greigia stenolepis, Blechum sp presentaron porcentajes de 50-90% para este rango.

En las parcelas usadas por C. apolinari en el Sumapaz a mayor altura la densidad de la vegetación aumenta, los valores son altos para la Virginia: 60% y la Carretera: 80%. En el rango de 2-3 m, en Chisacá es menor 20%.

33 Profundidad del agua En las parcelas usadas por C. apolinari en la Sabana de Bogotá la profundidad del agua presentó valores entre 0 y 200 cm, sin embargo no se encontraron diferencias significativas entre los cuatro sitios (H: 0.6225; 0.90 < p < 0.80), aunque los valores fueron altos para la Conejera (mediana: 100 cm) (Fig. 13). En las parcelas usadas en el páramo del Sumapaz la profundidad del agua fue mayor en la Virginia (mediana: 180 cm) luego en la carretera (mediana: 50 cm) y Chisacá (mediana: 0 cm) que presentó la menor profundidad (Fig. 13). Para estos tres sitios se encontraron diferencias significativas (H: 13.41; p < 0.01).

Sabana de Bogotá Sumapaz

300 50

40

200 ) ) m 30 c m

( c

( d dad di ada i

un 20 nd u of r of

100 r P P

10

0 0 N = 4 6 37 12 N = 6 18 14 Conejera Florida Fuquene Tibanica Carreter Chis aca Virginia

Sitio Sitio

Fig.13 Profundidad del agua en las parcelas utilizadas por C. apolinari en la Sabana de Bogotá y el Sumapaz.

En la Sabana, en la Florida, Tibanica y Fúquene C. apolinari siempre se registró sobre vegetación donde la profundidad del agua estuvo alrededor de 50 cm. Con respecto a la Conejera la profundidad del agua en las parcelas varió bastante con valores mínimos de 10 cm y máximos de 200cm encontrándose alejados de la mediana, al igual que en Fúquene.

34 En Sumapaz los datos de profundidad del agua son similares entre la carretera y

Chisacá, pero estos difieren de la Virginia (Q(2,34) 0,38 p=0.05. Tabla 7). Es importante tener en cuenta que la carretera presenta profundidades bajas debido a que el muestreo se realizó en época seca.

Tamaño del parche de vegetación C. apolinari se encontró en parches de vegetación pequeños y grandes entre 0.06 Ha y 5 Ha en la Sabana de Bogotá. Se observó que del área total disponible del parche de vegetación, C. apolinari tiene un área de movimiento del 50% o menos en cada parche (Tabla 5). Debido a que siempre se encontraron en los mismos parches y en las mismas zonas del parche, estas zonas se denominaron áreas utilizadas por C. apolinari.

Tabla 5. Parches de vegetación, áreas totales y áreas que utiliza C. apolinari en las parcelas de la Sabana de Bogotá y el Sumapaz. Área Área que Porcentaje Sitio # # Total utilizan del Parches individuos (Ha) (Ha) área-usan

Florida 1 3 4.18 2.94 70% Conejera 2 6 1.48 0.24 16% 1.48 0.24 16% 5 0.92 18% Tibanica 6 18 1.5 1 60% 1.04 0.53 50% 0.72 0.28 40% 0.42 0.17 40% 0.06 0.025 40% 0.04 0.02 50% Fúquene 3 90 18.56 6.4 35% 5.76 1.75 30%

35 18.56 6.4 35% Chisacá 9.37 No hay datos Virginia 1.17 No hay datos

Porcentaje del área del parche de vegetación utilizado por C. apolinari En la Sabana de Bogotá se encontraron diferencias significativas entre los porcentajes del área del parche de vegetación utilizada por C. apolinari en los cuatro humedales (H:47,71; p < 0.01). En el Sumapaz los porcentajes fueron mayores en Chisacá (mediana:30%) y la carretera (mediana:32%) y menores para la Virginia (mediana:25%) aunque no se encontraron diferencias significativas para los tres sitios (H: 2.62; 0.70

Sabana de Bogotá Sumapaz

80 100

70 80 60 2 ) % ( %)

50 ( e 60 e ch ch r r

pa 40 pa

el de d 40 30 45691023748 o año añ m am a T 20 T 20 10

0 0 N = 4 6 37 12 N = 6 18 14 Conejera Florida Fuquene Tibanica Carreter Chisaca Virginia

Sitio Sitio

Fig. 14. Porcentaje del área del parche de vegetación utilizado por C. apolinari en la Sabana de Bogotá y en el páramo de Sumapaz

En la Sabana de Bogotá, la Florida presentó el porcentaje del área del parche de vegetación utilizado por C. apolinari más grande (70%) hay un dato por debajo de la mediana tomado en un parche de junco joven, en este sitio existe un único parche

36 de S. californicus. Esto difiere de Tibanica, Fúquene donde se registraron individuos en parches distribuidos por todo el humedal (Tabla 6). Para Fúquene la mayoría de los porcentajes son del 35% aunque 9 registros son del 30% en un parche relativamente pequeño. (Tabla 5). En el Sumapaz Chisacá y la carretera tienen porcentajes similares del área del parche de vegetación utilizado por C. apolinari, aunque en Chisacá varían bastante y están distribuidos puntualmente alrededor de la laguna (Anexo 3). En la carretera la utilización de los parches es más grande, está entre 40 y 80 % con respecto a Chisacá y en la Virginia es pequeña, menor de 60% y frecuente alrededor de la laguna. (Anexo 3).

Tabla 6. Valores de Q para las pruebas Tipo Tukey de las variables porcentaje del parche utilizado y porcentajes de densidad de la vegetación de 0-1 y 1-2 m en la Sabana de Bogotá. Sitios * % parche utilizado % de densidad 0.1 m % de densidad 1-2 m Q Q Q 1 vs 3 4.414 3.407 3.029 1 vs 4 4.642 3.052 3.202 2 vs 1 5.138 0.0628 0.0462 3 vs 2 4.834 2.878 2.568 3 vs 4 4.591 1.085 0.211 4 vs 2 2.407 2.488 2.616 * 1: Florida 0.05 : α 2: Conejera 4: k (muestras) 3: Tibanica Q (tabla) : 2,639 4: Fuquene Tabla 7. Valores de Q para la prueba Tipo Tukey de la variable profundidad del agua en Sumapaz. Sitios * Profundidad Q 1 vs 3 0.38 2 vs 1 3.318 2 vs 3 12.502 * 1: Chisacá 0.05 : α 2: Virginia 4: k (muestras) 3: Carretera Q (tabla): 2.394

37 Los datos en negrilla indican que dos sitios son similares, los datos sin negrilla indican diferencias entre dos sitios.

7.2.3. Correlaciones entre las características del hábitat y el número de individuos por parcela. El número de individuos por parcela en los humedales de Bogotá y Sumapaz tuvo variaciones entre 1 individuo/parcela a 5 individuo/parcela.

En la Sabana solo se obtuvo una correlación significativa negativa entre el porcentaje de densidad de vegetación de 2-3 m y el número de individuos por parcela para el humedal de la Florida (r: -0.904, p < 0.05.Tabla 8).

En el Sumapaz la altura tiene una correlaciona positiva significativa con el número de individuos por parcela en la Virginia (r: 0.591; p <0.05.Tabla 8) y en la carretera el porcentaje de densidad de vegetación de 0-1m tiene una correlación significativa y negativa con el número de individuos(r:-0.939; p <0.05.Tabla 8).

Otras variables que se correlacionan con el número de individuos con un valor alto son la profundidad del agua (r:0.943; p <0.05) en la Conejera; en Fúquene el porcentaje de densidad de la vegetación de 1-2m (r:0.83; p <0.05) y en la Carretera el porcentaje de densidad de la vegetación de 1-2 m (r:0.730; p <0.05) (Tabla 8).

Se obtuvieron correlaciones significativas entre las variables de vegetación en sitios de la Sabana y sitios en el Sumapaz. El tamaño de parche se correlaciona con el porcentaje de 2-3m en Tibanica (r:0.643, p<0.05) y en Fúquene se correlaciona con el porcentaje de 1-2m (r:0.384, p<0.05). La altura se correlaciona con el porcentaje de 2-3m en la Conejera (r:1.00, p<0.01) y con la profundidad del agua en la Florida (r:0.862, p<0.05). En Chisacá la altura se correlaciona con el porcentaje de 2-3m (r:0.825, p<0.01).

38 Tabla 8. Coeficientes de correlación entre el número de individuos por parcela y las variables: altura de la vegetación, porcentaje del parche utilizado, porcentajes de densidad de vegetación y la profundidad del agua Localidad Altura %parche % den % den % den Profundidad N #i N (m) utilizado 0-1 m 1-2 m 2-3 m (cm) par Conejera -0.707 -0.577 -0.236 0.577 -0.707 0.943 6 4 Florida -0.492 0.548 0.433 0.141 -0.904* -0.500 3 6 Tibanica 0.221 0.048 0.009 -0.304 -0.277 -0.030 18 12 Fúquene 0.183 0.219 0.333 0.833 0.260 -0.320 90 37 Chisacá -0.251 0.133 -0.041 -0.385 -0.273 0.069 35 18 Virginia 0.591* 0.106 -0.185 0.106 0.313 0.042 26 14 Carretera 0 0 0.939* -0.730 -0.175 -0.112 12 6 *Correlación significativa p< 0.05 N # i: número total de individuos. N par: número total de parcelas

7.3. Recopilación de los resultados más relevantes en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz.

La población de C. apolinari en la Sabana de Bogotá ha sufrido una continua reducción debido a la pérdida de hábitat y solo es posible observarlo fácilmente en el humedal de Tibanica (Bosa). En la Conejera (Suba-Compartir) solo se registraron dos parejas y dos hembras y en la Florida (parque la Florida, antes de Siberia) tres individuos. Sin embargo todavía queda una población grande en la Laguna de Fúquene y en el sector de Chisacá en el páramo del Sumapaz.

C. apolinari en la Sabana de Bogotá prefiere parches de S. californicus principalmente, el cual estuvo relacionado con otras especies de plantas en la altura de 0-1 m; el porcentaje del área del parche de vegetación utilizado por C. apolinari esta entre el 40–60 %, con alturas mayores a 2 m. En cuanto a la densidad de vegetación los porcentajes fueron del 80% para el rango de 0-1 m, en la altura de 1- 2 m entre el 60 y el 80 %, en la altura de 2-3 m entre 30 y 40%. C. apolinari se encontró en parches de vegetación con profundidades del agua mayores a 1 m. En el Sumapaz C. apolinari prefiere parches de D. revolutum y C. tesellata principalmente, con otras especies de plantas en la altura de 0-1 m. En parches con porcentaje del área del parche de vegetación utilizado por C. apolinari del 40 % y 39 con alturas de la planta mayores a 2 m. El porcentaje de densidad de vegetación para la altura de 0-1 m estuvo entre el 20 y 30%, para la altura de 1-2 m entre el 40 y 50%, para la altura de 2-3 m entre el 70 y 80%. C. apolinari se encontró parches sobre profundidades del agua menores a 1metro.

En cuanto a los nidos encontrados, C. apolinari los construye entre 1-2 m de altura del suelo y en una densidad de vegetación del 80%. En la Sabana de Bogotá construye los nidos sobre S. californicus y en el Sumapaz sobre C. tesellata.

De las actividades observadas el canto fue la más registrada, hay diferencias en los repertorios de la Sabana de Bogotá y el Sumapaz, en Fúquene los cantos varían un poco más que en los humedales de Bogotá y también difieren del Sumapaz.

El tamaño corporal tiene una tendencia a ser mayor en la población del Sumapaz con respecto a la población de los humedales de Bogotá en cuanto a los promedios de cada carácter medido (Anexo 2). Sin embargo no se encontraron diferencias significativas entre los machos de la Sabana y los del Sumapaz, ni entre los machos y las hembras del Sumapaz para el test Mann-Whitney; hay que tener en cuenta que el número de muestra es muy pequeño para las dos poblaciones, lo cual pudo influir en este resultado.

40 8. DISCUSION

Cistothorus apolinari La dramática y preocupante disminución de C. apolinari en la Sabana de Bogotá esta directamente relacionada con la disminución de los parches de junco Scirpus californicus. Por ejemplo en el humedal de la Florida, se registraron solamente tres individuos (una hembra, un macho y el otro indeterminado), a pesar de haber sido considerado como una especie común (Hilty & Brown 1986).

En la Conejera también hay una preocupante disminución de la población de esta importante especie, se registraron solamente 6 individuos. Además de la reducción de los parches de junco existen otros factores que pueden estar afectando el crecimiento poblacional de C. apolinari, como la calidad del agua que puede influir sobre la oferta alimenticia y la calidad de vida de esta especie.

Otro factor en este humedal podría ser la competencia interespecífica. C. apolinari es muy territorial y la presencia de especies oportunistas como Molothrus bonariensis, disminuyen las posibilidades de buscar territorio permanente o para anidación. La población de Molothrus bonariensis ha crecido considerablemente, al punto que son bandadas de más de 100 individuos que invaden los parches de junco por sectores forrajeando. En este humedal se ha observado parasitismo de nidos de C. apolinari por esta especie (P. Caicedo. com.per.).

De los humedales remanentes en Bogotá, Tibanica es el único humedal donde la población de C. apolinari es mayor a 10 individuos, podría decirse que es uno de los relictos del hábitat apropiado y quizás original para las poblaciones de C. apolinari en la Sabana. Sin embargo al igual que todos los humedales de la Sabana de Bogotá esta destinado a convertirse en un parque metropolitano (Mesa Ambiental Local de Bosa 2000), lo cual pone en gran riesgo la “estabilidad” de la población de C. apolinari junto con todas las especies de plantas y animales del humedal.

42 En Fúquene y Sumapaz la población esta bien representada y con buenas posibilidades de conservación.

Comportamiento Dentro de las actividades más registradas está el canto, que es el principal instrumento de comunicación de las aves, y en el caso de la familia Troglodytidae muchos son excelentes cantores (Hilty & Brown 1986), tal es el caso de C. apolinari que canta en parejas o grupos. El repertorio de la Sabana de Bogotá es menor que el del Sumapaz (Caicedo 2001); en el Sumapaz hay más grupos y el repertorio varia en algunas notas, es más espaciado y hay más territorio por defender, a diferencia de la Sabana de Bogotá donde los grupos son pequeños y el territorio es limitado (Fúquene es la excepción), esto podría influir en la estructura del repertorio de estas poblaciones.

En Fúquene el canto es similar a Bogotá, pero se observó que hay más variaciones en el orden de las frases. Tanto en la Sabana de Bogotá como en el Sumapaz la hembra es la que induce el canto y reconocen después de unos minutos de repetir el playback que no hay grupos cerca y se van. Los grupos del Sumapaz reconocen y contestan a los cantos de los humedales de Bogotá y la laguna de Fúquene al igual que los grupos de la Sabana responden a los cantos del Sumapaz (obs.per.). Esto unido al hecho de que hay similitudes en la forma y en la densidad de vegetación donde colocan el nido, sustenta que la población de C. apolinari de la Sabana de Bogotá y la del Sumapaz fueron una sola, pero debido al aislamiento geográfico se han diferenciado.

En cuanto al forrajeo siempre se observó que comían insectos tanto en la Sabana de Bogotá como en el Sumapaz, en el caso de humedales con Scirpus californicus se encontró que este puede contener muchas presas, especialmente Chironomidae y Araneae. Dichas presas probablemente fueron comidas por C. apolinari por su abundancia relativa en los juncos y su actividad de trepar sobre los tallos del junco (Varty 1982). Análogos a esto son los hábitos de C. palustris que come principalmente invertebrados, especialmente insectos (abejas, hormigas, avispas,

43 cucarrones) arañas e invertebrados acuáticos, esta especie rebusca insectos desde los tallos a las hojas de la vegetación, cerca de la flor y en la superficie del agua (Kroodsma y Verner 1997) este comportamiento también es común en C. apolinari.

Otro comportamiento que se registró fue el vuelo. C. apolinari cubre distancias hasta de 10 m, a baja altura y velozmente. También similar al comportamiento C. palustris quien descansa cortos lapsos de tiempo en áreas abiertas entre parches de Typha y Scirpus, y cubre distancias relativamente largas en dos o tres vuelos rápidos (Kroodsma y Verner 1997).

Los nidos de C. apolinari, se encontraron siempre donde había un alto porcentaje de densidad de cobertura en el rango de 0-1 m de altura del suelo. Con relación a esto C. palustris construye los nidos donde la densidad de vegetación es significativa y puede influir en los sucesos reproductivos de la hembra y la escogencia del sitio para el nido (Leonard y Picman 1987). Probablemente C. apolinari prefiere hacer los nidos donde la densidad de cobertura sea alta lo cual puede ofrecer condiciones de protección contra depredadores o inundaciones.

Caracterización del hábitat En cuanto a los sitios visitados en la Sabana de Bogotá donde no se observaron individuos de C. apolinari, se puede decir que los parches de junco son muy pequeños, poco densos y en algunos casos hay zonas muertas como en los humedales de Techo y Guaymaral. Estas características son muy diferentes a las encontradas en Tibanica y Fúquene donde existen parches hasta de 5 Ha, muy densos y altos. A pesar que en la Herrera hay grandes parches de junco, densos y altos no se observaron ni escucharon individuos de C. apolinari, es muy posible que se encuentren hacia el centro de la laguna.

En la Sabana de Bogotá la preferencia de hábitat de C. apolinari es hacia parches de junco S. californicus de 0.06 Ha a 5 Ha, con alturas mayores o iguales a dos metros, muy densos. Esto difiere de otras especies de Cistothorus, como C. platensis (distribuido desde los 2400 m a los 4000 m, localmente hasta los 1400 m

44 en los Andes) el cual prefiere áreas abiertas, pajonales y frailejonales (Hilty y Brown 1986).

C. palustris especie migratoria (distribuido desde el este de la costa Atlantica a Nebraska y al norte desde el sureste de Illinois al noreste), usa una variedad de hábitats húmedos que van desde pantanos salobres hasta sitios de agua dulce. La vegetación dominante en este tipo de hábitat es enea o espadaña y diferentes tipos de junco; el hábitat del rango de invierno es similar al de apareamiento (Kroodsma y Varner 1997).

Con relación a la vegetación dominante en las parcelas, Scirpus californicus es una planta cosmopolita (S. EU. a Argentina, Hawai) y anual, que se encuentra en las orillas de los lagos, las playas, aguas poco profundas, sobre todo en áreas montañosas (Universidad de Mexico 1994). Asociado al anterior se encuentran Salix sp, Polygonum sp, Pennisetum clandestinum en pantanos de agua dulce. Este tipo de junco crece bajo el agua; las semillas, las raíces y los tallos son importantes ofertas alimenticias para los mamíferos y las aves que frecuentan estas áreas húmedas (Las Pilitas Nursery 1995). De acuerdo a esto los parches de S. californicus son de gran importancia pues albergan diferentes especies de fauna y flora, como es el caso de C. apolinari.

Las características y la disponibilidad del hábitat en la Sabana de Bogotá son muy diferentes con respecto a los datos encontrados en el Sumapaz, en donde C.apolinari prefiere parches entre 40-60% de romero de páramo Diplostephium revolutum y Chusquea tesellata con alturas mayores o iguales a dos metros. Según Borrero (1953) algunas poblaciones de C. apolinari en la Sabana de Bogotá prefieren sitos con Alnus acuminata, Scirpus sp. hasta la periferia de pantanos de páramo. El mismo autor afirma que se encuentran ubicados cerca de parches de Escallonia myrtilliodes, Chusquea con una cobertura en el suelo de Sphagnum sp. y algunas veces en Espeletia sp. De igual forma se ha observado en las turberas de Escallonia myrtilliodes, Alnus acuminata y Diplostephium revolutum en la periferia de los pantanos en los paramos (Instituto de Ecología 2000).

45 En los páramos aledaños a Bogotá, como Cruz Verde, Sumapaz y Chingaza, se encuentra Cistothorus platensis que habita en pajonales – frailejonales, turberas abiertas y chuscales bajos de Swallenochloa de los páramos, típicamente hábitats más abiertos que los utilizados por C. apolinari (Asociación Bogotana de Ornitología 2000). En cuanto a esto C. apolinari es afín a C. platensis con la cual es simpátrica en el páramo pero con segregación de hábitats (Instituto de Ecología 2000). Cabe anotar que C. apolinari si se puede encontrar en hábitats más abiertos donde los pajonales – frailejonales son sitios de paso y los parches de D. revolutum, C. tesellata, Gynoxis sp, Miconia salciflora son sitios permanentes (obs. pers.)

Los parches donde se encontró C. apolinari en el Sumapaz pertenecen a dos tipos de vegetación: azonal o asociada a factores climáticos locales que están constituidos por parches de romero y chusquea (Pedraza 2000), donde se encontró el mayor número de individuos de C. apolinari, se cree que estos sitios son permanentes, debido a que los grupos se volvían a encontrar en el mismo sitio durante los diversos muestreos.

Y la vegetación zonal que tiene un máximo desarrollo dentro del clima regional donde se encuentran los frailejones , los pajonales compuestos por gramíneas y los matorrales, con composición variable (Pedraza 2000), este tipo de vegetación se registró en algunas parcelas, sin embargo se observó que son sitios de paso y no permanentes, la presencia de C. apolinari era ocasional y no era frecuente encontrarlo en el mismo sitio en los diferentes muestreos.

Teniendo en cuenta que son poblaciones que viven en hábitats geográficamente aislados, con diferentes habitas disponibles, se concluye que la población de la Sabana de Bogotá y la población del Sumapaz utilizan diferentes tipos de hábitat, esto sumado a las diferencias en las vocalizaciones (Caicedo 2001) y en el tamaño corporal; ha permitido pensar que se trate de subespecies diferentes.

46 Variables medidas en las parcelas utilizadas por C. apolinari en la Sabana de Bogotá y el páramo de Sumapaz.

• Altura, porcentaje de densidad, profundidad. Tanto en el Sumapaz como en la Sabana de Bogotá C. apolinari se encontró en parches de vegetación relativamente maduros, altura siempre fue mayor de 2 m tanto en la Sabana de Bogotá como en Sumapaz, por lo cual es importante conservar los parches maduros de S. californicus, D. revolutum y C. tesellata.

En la Sabana de Bogotá los porcentajes de densidad para los rangos de 0-1 m y 1-2 m, son mayores en los rangos de 0-1 m, disminuye un poco de 1-2 m y es menor para todos los sitios de 2-3 m. Esto está relacionado con el tipo de asociación y crecimiento de S. californicus: son macollas muy densas para el primer rango y a media que aumenta la altura los tallos se van abriendo y disminuye la densidad. Esto no afecta a los individuos de C. apolinari debido a que la mayor parte del tiempo se encuentran en el rango de 0-1 m, forrajeando y solo se perchan en la parte más alta del junco para cantar en defensa de territorio o comunicación con otro miembro del grupo.

A diferencia de la Sabana de Bogotá en el Sumapaz, no hay un aumento progresivo de los porcentajes de densidad de 0-1, 1-2, 2-3 m, estos varían de acuerdo a la especie de planta y a su altura, además para el rango de 2-3 m los datos presentan altos porcentajes. A pesar que el porcentaje de densidad para el rango de 0-1 m tenga valores grandes en la Sabana de Bogotá y valores menores para Sumapaz, pero con una variedad de plantas asociadas, que pueden ofrecer una fuente alimenticia similar a la de Bogotá. Es un rango de suma importancia porque también es el rango donde C. apolinari pasa la mayor parte del tiempo forrajeando y desplazándose de un lugar a otro (obs.per.) o construyendo nidos (Asociación Bogotana de Ornitología 2000).

47 C. apolinari esta escogiendo sitios con altos porcentajes de densidad de 0-1 m, para establecer territorios permanentes y de anidación; esto seguramente lo protege de depredadores y parásitos de nidos (Moluthrus bonariensis). Hay cierta similitud con C. palustris, para el cual los sucesos reproductivos ocurren en una densidad de vegetación significativamente alta, en aguas profundas; el tipo de vegetación, densidad y las cualidades del sitio del nido pueden influenciar a la hembra a escoger donde reproducirse (Leonard y Picman 1987).

Probablemente el factor más critico para las comunidades de cañaverales y pantanos es el nivel del agua (Varty 1982). En cuanto a esto C. apolinari se encontró en sitios con profundidades mayores a 1 m en la Sabana de Bogotá, aunque esta variable puede fluctuar de un humedal a otro y dentro del mismo; esto contrasta con la profundidad del agua para los sitios en Sumapaz donde la profundidad es de 30 cm con variaciones; aunque la época de muestreo pudo influir en los resultados, las zonas húmedas e inundables de los sitios de muestreo no superaron el metro de profundidad.

En la zona del Sumapaz la humedad tiene también una influencia sobre la riqueza, la estructura y composición de la vegetación, aunque el elemento más importante lo constituyen los chuscales y especialmente Chusquea tesellata (Pedraza 2000), especie dominante en las parcelas de la laguna la Virginia y sitio de anidación de C.apolinari; Chusquea tesellata esta asociada a Sphagnum sp, el cual conserva la humedad y además es frecuente encontrar zonas inundables.

En la Sabana de Bogotá el humedal la Florida, se alimenta principalmente de las aguas lluvias de su microcuenca y los nacederos subacuáticos que posee (DAMA 1997). Los niveles de contaminación de materiales pesados son bajos en este sitio debido a que nunca ha recibido aguas de la estación Ramada, aunque es un ecosistema perturbado por el ingreso constante de cargas altas de materia orgánica y otras contaminantes provenientes del canal de riego Chicú (Toro 1994), la alta contaminación del río Bogotá puede influir en cierta medida en la calidad del agua y en la calidad de vida de C. apolinari y otras especies de aves.

48 El humedal de Tibanica pertenecía a la cuenca hidrográfica del río Tunjuelito. La principal fuente de abastecimiento de agua es la quebrada Tibanica, hoy convertida en canal de drenaje severamente contaminado por desechos domésticos e industriales del municipio de Soacha, el ingreso al humedal de sedimentos y desechos sólidos de gran tamaño genera zonas muertas y aguas estancadas ya que no hay separación del alcantarillado de aguas lluvias y aguas negras (Ecology and Enviroment Inc. 1996 – 1998). Por esto es importante crear sistemas de tratamiento del agua que entra al humedal y evitar la formación de aguas muertas lo que afectaría la calidad de vida de toda la fauna residente de este sitio, incluyendo a C. apolinari pues es el único sito en Bogotá donde la población es representativa.

El humedal de La Conejera hace parte de la microcuenca la conejera cuyo principal afluente es la quebrada la Salitrosa, que nace en el cerro la Conejera (Rodriguez 2000). Recibe descargas de aguas negras de la Clínica Corpas y de los barrios subnormales Londres y las Acasias además de los problemas de basuras arrojadas directamente al humedal (EAAB, DAMA 1995). Las aguas son moderadamente duras, la demanda química de oxígeno a la entrada del ecosistema es muy alta y baja significativamente en el trayecto hasta cercanías del barrio Compartir; el número de bacterias coliformes reportadas es alto debido a la intensa actividad de descomposición de materia orgánica (DAMA 1997).

Esto refleja un desequilibrio dinámico en este humedal lo cual puede ser un factor determinante en el crecimiento poblacional de C. apolinari porque con la alta tasa de contaminación del agua la oferta alimenticia puede disminuir y la composición de los parches de S. californicus sé vera afectada ya sea por una muerte rápida de esta planta o por cambios en las densidades de cobertura en los rangos estudiados.

Para la laguna de Fuquene se presentaron profundidades en un rango de variación de 0 a 200 cm. El nivel del agua en este sitio no solo depende de las lluvias sino también de los ríos Ubate, Fuquene, Suarez; quebradas la Tagua y Monroy y canales de drenaje que se han hecho alrededor de la laguna. En 1993 la zona de

49 juncos corresponde a profundidades hasta de 1 m, extendiéndose también en la zona entre 1 y 2 m (Van der Hamen 1999).

La calidad del agua de la laguna de Fúquene está influenciada por la entrada de aguas negras con sustancias agroquímicas del río Ubate y la rápida eutroficación del agua acelerando el crecimiento de buchón Eichhornia y elodea Egeria densa que no se encontraban en la laguna (Van der Hamen 1999). Si la calidad del agua mejora es muy posible que también mejore la calidad de vida de C. apolinari, otras de aves, peces y toda la fauna y flora asociada.

• Tamaño de parche y porcentaje del área del parche de vegetación utilizado por C. apolinari La selección de un territorio envuelve una escogencia específica de un área, la cual es vigorosamente defendida por los machos; en especies poligínicas, las hembras también pueden seleccionar el territorio, usualmente dentro del territorio que rodea al macho (Cody 1985). En el caso de C. apolinari no se tiene muy claro quién escoge el territorio, y en la mayoría de los casos se observaron más hembras que machos defendiendo, sin embargo si son muy territoriales y tienen un rango de movimiento aproximado del 50% del área total del parche en todos los sitios; esto ocurre en la Florida y en algunos parches de Tibanica.

En el caso de la Conejera el área disponible es igual al área total para dos grupos, luego están usando en su totalidad el parche de Scirpus que para estos grupos es muy reducido. Una hembra solitaria usa solo el 18% del parche, en este parche (donde esta el garcero) se esperaba encontrar más individuos de C. apolinari porque es uno de los más grandes en la Conejera y la disponibilidad de hábitat es mayor, sin embargo en este sitio solo se encontró un individuo. La causa puede ser la calidad del agua y la presencia de un gran número de individuos de Bubulcus ibis y Molothrus bonariensis que parasita los nidos de C. apolinari, además de la competencia interespecífica.

50 En Tibanica los grupos están usando más del 50% del área disponible, teniendo en cuenta que para este sitio los parches son relativamente pequeños pero están dispersos en todo el humedal lo cual le ofrece a C. apolinari una mayor posibilidad de escoger territorio.

Teniendo a Fúquene como referencia del hábitat característico de C. apolinari en la Sabana de Bogotá las áreas donde se mueven o territorios son de 5 Ha a 18 Ha; estos territorios son más extensos que los de C. palustris, en esta especie durante la época reproductiva, los machos son altamente territoriales y defienden áreas desde 0.006 Ha a 1 Ha; el tamaño de territorio probablemente está positivamente correlacionado con la capacidad del macho para defenderlo e inversamente relacionado con la calidad del mismo. Esta calidad es un buen indicador de sucesos reproductivos de machos residentes (Kroodsma y Verner 1997).

En el Sumapaz no se tiene una referencia del área donde se desplaza C. apolinari, pero el área disponible es mucho mayor que en la Sabana de Bogotá y el rango de movimiento es grande; pueden desplazarse largas distancias pero en general los grupos observados permanecieron en un mismo lugar. C. apolinari es sedentario al igual que C. palustris y C. platensis (P. Caicedo com. pers.). Un caso particular es el de las gravilleras abandonadas de Tomine Cundinamarca que se han ido llenando de agua y vegetación acuática a las cuales han llegado especies en peligro como Rallus semiplumbeus y Gallinula melanops; sin embargo no se han observado individuos de C. apolinari lo cual confirma su sedentarismo. Esto implica que definitivamente hay que conservar los parches de vegetación a los cuales está asociado C. apolinari porque no existen otros hábitats alternos que esta especie este usando y no hay un desplazamiento de un humedal a otro, lo cual hace cada vez más inminente el peligro de extinción, sobre todo en las poblaciones de los humedales de Bogotá.

En la Sabana de Bogotá los datos obtenidos para el porcentaje del área del parche utilizado por C. apolinari resulto ser igual en la Conejera y en Fúquene, este resultado está influenciado por el pequeño numero de muestra para el humedal de

51 la Conejera; si tenemos en cuenta que Fúquene tiene más de 90 individuos y Conejera solo 6. Lo que es realmente importante para C. apolinari es que en un sitio haya varios parches de S. californicus (40-60%) para que la población tenga más opciones de escoger territorios para anidación y forrajeo.

En la Florida en 1994 se observaron grandes franjas de juncales y eneas (Toro 1994). En este humedal la reducción actual de los parches de S. californicus es consecuencia de la actividad antrópica causado por un habitante al noreste del humedal al lado del río Bogotá; quién tiene ganado por lo cual ha tenido que cortar junco para pastoreo. Además de tener 8 perros que seguramente son una amenaza para las poblaciones de tinguas y otras especies de aves del humedal (Anexo 8)

Los humedales de Bogotá presentan parches pequeños de S. californicus con respecto a los parches grandes y continuos de Fúquene. En el Sumapaz los parches de vegetación pueden ser grandes pero no son continuos como los parches de S. californicus.

La cosecha y la quema de junco en algunos sectores podrían llegar a ser un problema no solo para C. apolinari sino para otras especies de fauna asociada. Esto se observó en la laguna de Fuquene y en el humedal de Tibanica, en este caso se encontraron zonas de cosecha de junco para su posterior relleno (Anexo 9) y zonas de quema debido a que en los humedales del sur, los márgenes hídricos son más áridos que los del norte (Rodriguez 2000). Las actividades que afectan los cañaverales y pantanos, tales como la cosecha de cañas en pastoreo, no son compatibles con la conservación y pueden ayudar a proveer la diversidad de estructura de hábitat esencial para una rica comunidad aviaria (Varty 1982).

Con respecto a la cosecha de junco en Tibanica y Fúquene se observaron después de un mes plántulas de S. californicus en zonas intervenidas, esto implica que al dejar las plantulas sin ningún tipo de intervención, en unos meses pueden crecer. En el caso de S. californicus, las semillas en su mayoría son viables y pueden germinar en sitios húmedos, la propagación es por división de estaca y por semilla

52 (Freshwater Flora y Fauna 2001). El rápido crecimiento de esta planta es una gran ventaja para la restauración de vegetación en un humedal y podría utilizarse para recuperar los parches de S. californicus por ejemplo en la Florida. Esto sería muy importante para C. apolinari pues él depende de estos parches para sobrevivir.

Correlaciones A pesar que los datos no muestran un patrón definido entre las variables medidas y él número de individuos de C. apolinari por parcela, en la Sabana de Bogotá la prueba de Sperman sugiere una fuerte correlación negativa entre el número de individuos/parcela y el porcentaje de densidad de cobertura de 2-3 m en la Florida. Esto significa que cuando el número de individuos/parcela es menor, el porcentaje de densidad de cobertura de 2-3 m será mayor. Lo anterior no concuerda con las observaciones, generalmente donde hay más individuos la densidad en este rango es mayor (Tibanica-Fúquene) y donde hay menos individuos el porcentaje de densidad de cobertura disminuye (Conejera-Florida). Sin embargo esto puede ser una consecuencia del pequeño tamaño de muestra para la Conejera y la Florida que refleja la dramática reducción de la población de C. apolinari.

En la Conejera y la Florida se sugiere una correlación entre la altura con el porcentaje de densidad de 2-3 m y la profundidad del agua. Con relación al porcentaje de densidad la correlación es perfecta, a mayor altura mayor porcentaje, pese a esto el número muestral para la conejera es muy pequeño, lo que pudo tener una influencia en el resultado. El junco S.californicus a mayor altura es menos denso porque los tallos tienden a ser más abiertos (obs. per.). Con relación a la profundidad del agua, si se observó que a mayores profundidades el junco era más maduro, más denso y más alto; esto hace parte de los requerimientos básicos de hábitat de C.apolinari en la Sabana de Bogotá.

En Tibanica y Fúquene se sugiere una correlación entre el tamaño de parche y el porcentaje de densidad, esta relación puede darse porque en el rango de 1-2 y 2-3 m, el junco es más abierto y al calcular el tamaño del parche en el ortofotomapa, pueden existir variaciones. La relación entre el tamaño de parche y la densidad de

53 cobertura podría llegar a ser indispensable para las poblaciones de C.apolinari pues requieren altas densidades de cobertura y grandes tamaños de parche de junco S.californicus.

En el Sumapaz en la laguna la Virginia existe una correlación relativamente baja entre la altura y el número de individuos por parcela, esto concuerda con las observaciones, en muchas ocasiones el número de individuos se detectaba cuando estaban en el rango de 2-3m. Esto no implica que sea este el rango de acción de C. apolinari, solo lo utiliza para comunicarse con su grupo.

Aunque el tamaño de parche y el porcentaje de 0-1 m no presentaron correlaciones con el número de individuos para todos los sitios (a excepción de la carretera, Conejera y Fúquene), se observó que C. apolinari si requiere de parches de vegetación grandes distribuidos en el humedal o en el páramo y de altos porcentajes de densidad de vegetación en este rango, debido a que pasa la mayor parte del tiempo en el rango de 0-1m, la mayoría de las veces forrajeando (Varty 1986).

Conservación de C. apolinari

El concepto de metapoblaciones, en el cual la población de una especie en un área es subdividida en subpoblaciones locales pequeñas con diferentes estatus, es aplicable a la situación de las especies de aves endémicas en los humedales remanentes de Bogotá (Foro Ramsar 1998). Esto es el resultado de la contaminación, sedimentación e intervención antropica que ha causado la deterioro del hábitat lo que ha puesto en peligro a especies vegetales y animales como es el caso de Cistothorus apolinari y Rallus semiplumbeus.

La dinámica de metapoblaciones provee un sistema natural para considerar la sobrevivencia de una especie en un sistema de reservas (Begon, Mortiner & Thompson 1996), pero si no hay un equilibrio, no hay recolonización, además de la fragmentación de hábitat que reduce la densidad de la población y hace posible que la especie se extinga. Esto es lo que esta pasando con C. apolinari y seguramente

54 se extinguirá en los humedales de Bogotá si no se crea un sistema reservas que abarquen los humedales.

De acuerdo a esto, la medición y determinación de las características del hábitat importantes, es un buen camino para entender cuales son los requerimientos de las especies antes de crear planes de manejo para dichas especies (De La Zerda 1995). Este estudio aporta datos que permiten hacer planteamientos acerca de las principales necesidades en cada sitio de muestreo para lograr en un futuro el posible mantenimiento de las poblaciones de C. apolinari.

En el caso de la Conejera el cambio de ruta de la Avenida Cundinamarca es de alta prioridad para el mantenimiento de las poblaciones viables de las especies endémicas (Foro Ramsar 1998), de no ser así causará problemas por la luminosidad, el aumento en los niveles de ruido y seguramente llevará a la extinción a muchas especies. El control de la calidad del agua a través de monitoreos es muy importante al establecer las zonas de entrada de contaminantes fuertes y comenzar un tratamiento.

En la Florida es indispensable proteger la vegetación acuática, y evitar su remoción de lo contrario C. apolinari puede llegar a extinguirse en este sitio. En este humedal y en el de Tibanica se requieren zonas de revegetalización, con especies de plantas nativas en lo posible, para evitar el rápido deterioro de los parches de S. californicus causados por incendios o corte masivo, en la Conejera este programa esta muy adelantado y se apoya en un vivero que funciona en el humedal. En Tibanica se podría implementar el vivero, remover las basuras y conectar con el humedal Potrero grande para conformar un único sistema (Rodriguez 2000). En la Florida recuperar los parches de junco a través de viveros donde se logre reproducir esta especie y hacerle seguimiento al crecimiento y total desarrollo.

En Fúquene la cosecha de malezas puede ser una opción para controlar de algún modo la rápida eutroficación que está sufriendo la laguna; del resultado de la cosecha se hace compost para el mejoramiento del suelo (Van der Hamen 1999),

55 además de controlar la cosecha de junco ya que es una materia prima en la elaboración de artesanía y es de suma importancia al albergar diferentes especies vegetales y animales.

En el Sumapaz al igual que en todos los sitios son necesarios planes de educación ambiental sobre el valor ambiental, cultural y de vida en los humedales, monitoreos ecológicos para evaluar la biota terrestre y faunística, además de declarar reservas naturales a los humedales.

56 9. CONCLUSIONES

 Las preferencias de hábitat de C. apolinari en la Sabana de Bogotá son hacia parches de Scirpus californicus y en el Sumapaz hacia parches de Diplostephium revolutum y Chusquea tesellata.

 Las características del hábitat y el tamaño corporal varían considerablemente de las poblaciones de la Sabana de Bogotá a la del Sumapaz

 La densidad de la vegetación en la altura de 0-1 m fue alta para todos los sitios tanto en la Sabana de Bogotá como el Sumapaz y es de suma importancia ya que es la zona donde C. apolinari pasa más tiempo forrajeando y desplazándose de un lugar a otro.

 C. apolinari utiliza en la mayoría de los casos el 50% del hábitat disponible; se mueve en un amplio rango debido a que son muy territoriales.

 En la escogencia de los sitios de anidación C. apolinari prefiere altos porcentajes de densidad de cobertura en el rango de 0-1 m y construir el nido a más de 50 cm del suelo. En la Sabana de Bogotá y Sumapaz las especies donde está el nido son diferentes.

 El canto y el forrajeo son las actividades registradas más frecuentemente tanto en la Sabana de Bogotá como en el Sumapaz.

57 10. RECOMENDACIONES

 Realizar un plan de acción inmediato enfocado a la restauración y conservación de las plantas acuáticas y los espejos de agua, para los humedales de la Florida, y Tibanica que han sido sometidos al abandono y constante deterioro.

 Realizar planes de educación ambiental para concientizar a la población aledaña y a la que visite el humedal sobre los valores y la importancia del humedal. Enfatizar en los conceptos biológicos haciendo que sean sitios de recreación pasiva.

 Visitar otras localidades donde se reporte C. apolinari según el libro rojo, medir características del hábitat, tomar datos de comportamiento. hacer estudios específicos sobre la dieta de la especie que puedan ser útiles para planes de conservación. Para tener más herramientas para elaborar planes de manejo para las poblaciones de C. apolinari.

 Llevar a cabo monitoreos de las poblaciones ya registradas de C. apolinari y a la vez un censo de avifauna en cada humedal, lo cual puede ir enmarcado en la Estrategia Nacional para la Conservación de las Aves.

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64 ANEXO 1

Ubicación Zona de Estudio Sumapaz N

Carretera Usme-Nazaret

Laguna la Virginia

Laguna Larga

Laguna de Chisacá

Laguna Negra

Centro administrativo “Los Pinos”

Escala: 1:25000

61 ANEXO 2

Tamaño corporal de 17 individuos de Cistothorus apolinari de la colección del Instituto de Ciencias Natural (UN)

CHISACA Pico culmen Pico comisura ala cola tarso sexo 13.8 10.5 55.9 45.4 22.4 macho 14.7 7.3 61.1 36 23.8 macho 12.9 9.6 52.8 37.2 23.6 hembra 12.9 8.3 54.4 39.5 21.1 indet. 11.5 9 60.6 41.6 20.9 hembra 11.5 8.9 53.5 32.6 22.8 hembra 11.6 8.3 51.6 41.3 23.6 indet. 12.3 8.1 51.7 45.3 20.6 macho 15.2 7.7 56.4 40.2 18.9 macho 12.7 7.8 53.6 33.7 20.2 macho 13.4 7.3 56.4 32.1 20.1 macho 9 7.7 49.6 ** 22.6 hembra 12 90 57.3 ** 21.1 macho 8.1 7 47.8 ** 20.4 macho 1.248 0.991 3.230 4.709 1.678 12.955 8.436 55.273 38.627 21.636 * Promedio *Desviación estándar **Pueden estar en muda.

BOGOTA Pico culmen Pico comisura ala cola tarso sexo 13.05 7.9 51.7 40.6 16.4 indet. 11.7 8.6 54 43.3 18.8 macho 10.9 7.2 51.9 41.6 20.1 macho

1.087 0.7 1.274 1.365 1.877 11.883 7.9 52.533 41.833 18.433

62 ANEXO 2ª

Pruebas de Mann-Whitman para los 5 caracteres en individuos de la colección del Instituto de Ciencias Naturales

Mann- Whitman Pico culmen pico comisura ala Machos a Ua=12 n=6 Ua=12 n=6 Ua=9 n=6 vrs. Ub=0 n=2 Ub=0 n=2 Ub=3 n=2 Machos b U(0.05)2,9 o 9-2=12 U(0.05)2,9 o 9-2=12 U(0.05)2,9 o 9-2=12 Ua y Ub < 12 Ua y Ub < 12 Ua y Ub < 12 Ma = Mb Ma = Mb Ma = Mb cola tarso Machos a Ua=10 n=6 Ua=4 n=6 vrs. Ub=8 n=2 Ub=11 n=2 Machos b U(0.05)2,9 o 9-2=12 U(0.05)2,9 o 9-2=12 Ua y Ub < 12 Ua y Ub < 12 Ma = Mb Ma = Mb A: Sumapaz. B: Sabana de Bogotá

Mann- Whitman Pico culmen Ala Tarzo Hembras Ua=16 n=3 Ua=11 n=3 Ua=4 n=3 vrs. Ub=12 n=6 Ub=17 n=6 Ub=14 n=6 Machos U(0.05)3,6=16 U(0.05)3,6=16 U(0.05)3,6=16 Sumapaz Ua y Ub < 16 Ua y Ub < 16 Ua y Ub < 16 a = b a = b a = b Cola Hembras Ua=10 n=3 vrs. Ub=8 n=6 Machos U(0.05)3,6=16 Sumapaz Ua y Ub < 16 a = b A: Hembras. B: Machos

63 ANEXO 3

Diagrama de Chisacá y la Virginia. Ubicación de grupos

N

Charca temporal

Laguna de Chisacá Laguna la Virginia

Ubicación de grupos de Cistothorus apolinari Carretera Usme - Nazaret

63 ANEXO 2

Totales Canto Forrajeo Acicalamiento Vuelo Percha Registros Sabana 66 55 83% 7 10% 2 3% 7 10% 10 15% De Bogotá

Registros Sumapaz 65 51 78% 13 20% 2 3% 4 6% 4 6%

62 ANEXOS 4, 5, 6

4 Charca temporal cercana a la laguna la Virginia

5 Laguna la Virginia

6 Parches carretera en cercanías a Chisacá

64

65 ANEXO 8

Listado de aves de los Humedales Sabana de Bogotá observadas durante este estudio (agosto 2000-enero 2001)

Familia Especie Abundacia Ardeidae Bubulcus ibis c Garza blanca Nycticorax nycticorax e Martinete coroninegro Ixobrychus exilis C Garcita dorada Anatidae Anas discors BRc Barraquete Cathartidae Coragyps atratus c Chulo Accipitridae Elanus leucurus p Gavilán bailarín Pandionidae Pandion halietus x Aguila pescadoram Rallidae Gallinula chloropus c Tingua de pico rojo Fulica americana c Polla de agua Scolopacidae Gallinago gallinago p Caica Tringa flavipes BRc Chorlo Charadriidae Vanellus chilensis p Columbidae Zenaida auriculata c Torcaza Psittacidae Aratinga pertinax P Forpus conpicillatus P Cuculidae Coccyzus americanus BPx Bobo Tyrannidae Tyrannus melancholicus c Sirirí Pseudocolopteryx acutipennis x Doradito olivaceo Hirundinidae Notiochelidon murina c Golondrina Troglodytidae Cistothorus apolinari P* Cucarachero Troglodytes aedon c Turdidae Turdus fuscater c Mirla 68 Familia Especie Abundacia Fringillidae Carduelis spinescens e Jilguero Emberizidae Sicalis flaveola P Canario común Zonotrichia capensis c Icteridae Agelarius icterocephalus c Monjita Molothrus bonariensis c Chamón Sturnella magna e Chirlobirlo

Para la tabla de abundancia según la Guía de Aves de la Sabana de Bogotá 2000: B: migratorias boreales (anidan en Norteamerica) P: migratorias de paso que transitan por la Sabana de Bogotá rumbo a sitios de invernación más al sur o norte R: residentes de invierno que pueden pasar toda la temporada no reproductiva en la Sabana C: común a abundante P: poco común E: escaso X: accidental P* en peligro de extinción, este humedal es el único que tiene una población de más de 10 individuos de esta especie en Bogotá; de ahí radica la importancia de preservarlo.

69 ANEXO 9

Foto de junco cortado en el Humedal de Tibanica

70