Asturias Siglo Xxi
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ASTURIAS SIGLO XXI CANGAS DEL NARCEA: MÁS QUE UN CONCEJO FERMÍN RODRÍGUEZ RAFAEL MENÉNDEZ Cangas es un universo que gira alrededor de la villa. Un concejo-comarca, de enorme complejidad y diversidad interna que ha sabido proyectarse al exterior. Cangas del Narcea es diverso, extenso, montañoso, abigarrado. Un mundo, rural complejo que se organiza en torno a la villa, centro de un concejo que sobrepasa las dimensiones habituales de los españoles. Con 54 parroquias, de las que prácticamente todas han perdido población en las últimas décadas y de las que sólo dos superan hoy los 400 habitantes: Corias y Cangas. Con más de 300 aldeas y caseríos de los que únicamente nueve están entre 100 y 400 habitantes (Limés, Moal, Rengos, Posada de Rengos, La Regla, Perandones, Llano, Mieldes y Carballo). Y una pequeña ciudad, la capital, de unos 7.000 habitantes, estancada en la última década a causa del ajuste minero, después de un crecimiento rápido y continuado en la segunda mitad del siglo XX. Y todas en un país arrugado, por viejo y montañoso, que va desde los 300 a los más de 2000 m. de altitud, labrados por el Narcea y sus afluentes (Arganda, Coto, Naviego y Cibea, Antrago, Onón, Mieldes). Un territorio de difícil descripción en pocas palabras, por su extensión y diversidad paisajística interna. Unificada, en parte, por la dedicación tradicional a la ganadería y a la minería, los dos pilares que permitieron alcanzar el máximo de población a mediados de los ochenta, cuando sobrepasó los 20.000 habitantes. Hoy, tras el ajuste drástico del empleo en las dos actividades básicas, quedan mil activos agrarios y menos de 300 mineros. Un total de 15.000 habitantes y una población laboral que se orienta hacia el sector terciario, dominante ya en el empleo (52%), en particular en la capital. La ganadería se ha reducido hasta el 25% y la minería al 6%, menos que la construcción. El futuro está marcado por las tendencias que hoy son visibles, manejadas por emprendedores y con servicios en rápido proceso de mejora, que apoyan la diversificación económica a partir de producciones de calidad (ahí están el interesante proceso de recuperación del viñedo y la producción de vinos de calidad, la experiencia agroalimentaria de Santulaya, de Penlés, los talleres metalmecánicos, las cooperativas forestales, la calidad de las explotaciones de vacas roxas…). O el crecimiento del turismo rural, experimentado a partir de unos pocos establecimientos que han evolucionado hasta la decena de buenos hoteles y más de 30 casas de aldea, que se asocian a los espacios protegidos: Muniellos y el parque natural de las Fuentes del Narcea e Ibias, y a una oferta gastronómica excepcional, que podrá sentirse representada por el restaurante Blanco, en la villa. Establecimientos hoteleros repartidos en más de 30 núcleos de población. Lo que pone de manifiesto uno de los efectos más positivos del desarrollo reciente del turismo en la Asturias rural: su extensión a buena parte de las aldeas. La difusión de la actividad por el conjunto del territorio. Muy pocas aldeas alcanzan hoy los cien habitantes y por eso es acusado el impacto positivo de este turismo sobre ellas, atadas hasta hace poco a la minería y la ganadería, la emigración femenina, el predominio masculino, la soltería, la caída de los nacimientos y el consiguiente envejecimiento. El reclamo del parque natural no debe hacer olvidar que el paisaje es el propio de la cultura vaquera, cuyo futuro parece vinculado al desarrollo de la industria transformadora. Precisamente el sector por el que apuesta Cangas en el Complejo Agroalimentario de Tebongo. Apoyándose en un gran cabaña vacuna de carne, en cantidad y calidad (14.000 vacas roxas) repartidas en poco más de mil explotaciones y en tres centenares de pueblos. Cangas se ha caracterizado hasta hace bien poco por la emigración a otras partes de Asturias, España y el mundo. Ello no ha impedido el mantenimiento de la identidad, y del apego a la tierra, de los residentes y también de los ausentes. Es muy conveniente mantener la conexión con esos grupos, la vinculación personal y familiar, fundamental para la difusión de innovaciones, del espíritu emprendedor y el mantenimiento de la vitalidad social, en un concejo que sabe del comercio y transporte desde hace siglos. Efectos positivos visibles han tenido los planes de desarrollo rural sostenible. El impacto de las pequeñas iniciativas en las aldeas es fundamental para su supervivencia, apoyadas por programas que han consumido relativamente pocos recursos públicos y a cambio repercuten localmente mucho. Subir peldaños en la escala de la calidad de los servicios es otra de las vías de futuro. El proyecto del Parador de Corias y la mejora de los equipamientos y servicios para el conjunto del territorio marcan la tendencia a seguir, en un concejo que a mediados de los ochenta tenía enormes carencias en ese sentido y hoy piensa en la creación de originales productos turísticos y culturales y en la utilización de marcas territoriales como las de Muniellos y Fuentes del Narcea. También convertir la villa en una pequeña ciudad de 10.000 habitantes, referencia capital para el occidente interior. Ello implica la resolución de sus problemas de escasez de suelo, aparcamiento, circulación y equipamientos comarcales. Como en el conjunto de la región se plantea la necesidad de actuar sobre la natalidad, de crear expectativas de futuro y aumentar el número de nacimientos, con políticas de apoyo y conciliación de la vida familiar y laboral, de transporte a la carta, de comunicación, de carreteras, y de servicios de accesibilidad real y virtual que permitan el mantenimiento del poblamiento. De las 54 parroquias, 20 muestran signos de agotamiento demográfico, con cifras absolutas por debajo de los 70 habitantes. El reto es hacer posible la ocupación dinámica de la montaña del occidente interior tomando como ciudad capital a la villa de Cangas. Y resolver definitivamente los problemas de accesibilidad, a través de la carretera Cangas-Ponferrada, con el túnel del Rañadoiro, para hacer país. Y mediante la autovía La Espina-Cangas, para romper definitivamente los problemas de accesibilidad y colocar el concejo en el ámbito de relaciones directas con Ciudad Astur. .