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Eli Bartra (194 7, cilldad de México). Es doctora en filosofia y profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Xochimilco. Integrante del Sistema Nacional de Il1vestigadores. Coful1dadora y coordinadora del área de investigación "Mujer, idel1tidad y poder", de los posgrados en Estudios de la Mujer y hoy Coordil1adora del Doctorado en Estudios Feministas de la misma universidad. Obtuvo el nombramiento de Profesora Distinguida de la UAM en 2017. Autora de: Mosaico de creatividades. Experiencias de arte popular (2013); MUJ'eres en el arte popular. De promesas) traiciones) monstruos y celeridades (2005), Women in Mexican Folk Art, Ul1iversity of Wales Press, 2003; y de Frida Kahlo. Mtg'er; ideología y arte (3a ed. 2003). Coautora de Feminisn10 en México ayer y hoy. Compila dora, con Ma. Guadalupe Huacuz, de MUJ'eres) feminismo y arte popular (2015); Debates en torno a una metodología feminista (1998); Creatividad invisible. Mtg'eres y arte popular en América Latinay el Caribe (2004); Crafting Gender. Women and Folk Art in Latin America and the Caribbean, Duke University Press, 2003. Ha publicado decenas de artículos y capítulos de libros; ha sido profesora visitante en diversas universidades del conti nente americal1o, Europa, Asia y Oceal1ía. Feminisnps Nuestrpamericancrs Directora de la Colección Francesca Gargallo Celentani Desnudo y arte EIi Bartra Ediciones desde.b.Jo Desnudo y arte Eli Bartra Ediciones desdeabajo Bogotá, D.C., Colombia, noviembre 2017 ISBN: 978-958-8926-29-2 Diseño y diagramaeión: Difundir Ltda. Carrera 20 N° 45A-85 telt:: 3451808 Bogotá, D.C. - Colombia Imagen de portada: Montserrat Aleix, Remedios buscando frutas en el bosque, óleo s/tela, cl995. El conocimiento es un bien de la humanidad. Todos los seres humanos deben acceder al saber. Cultivarlo es responsabilidad de todos. Se permite la copia, de uno o más artículos completos de esta obra o del conjunto de la edición, en cualquier formato, mecánico o digital, siempre y cuando no se modifique el contenido de los textos, se respete su autoría y se mantenga esta nota. índice Prólogo ....................................................................................................................... 7 Introducción ............................................................................................................. 13 Capítulo 1. En torno a la creatividad femenina ......................................................................... 31 Capítulo H. El desnudo en las expresiones artísticas de diversas partes del mundo ................... 53 Capítulo HI. El desnudo en las artes de México de finales del siglo XIX a nuestros días ......... 127 Epílogo. De lo similar y lo diferente ..................................................................... 243 7 Prólogo Un repaso preciso sobre la imagen que encierra la historia de la percepción que de sí mismo ha elaborado el ser humano: su cuerpo desnudo. O más bien, la percep ción y la proyección que del cuerpo desnudo hacen las culturas de su propia creación de cuerpos para la mirada. O todavía más, la apropiación del cuerpo desnudo de las mujeres por parte de la mirada de los hombres que lo desean, lo amoldan a sus deseos y lo presentan al mundo como objeto de su apropiación. Estas y más posibilidades de lectura ofrece este libro de Eli Bartra, titulado por ella misma Desnudo y arte. Eli Bartra es seguramente en Nuestramérica la mayor conocedora del arte que las mujeres de comunidades diversas -indígenas, municipales y aún de artesanas ur banas y de grupos de resistencia a la cultura dominante- crean, producen, elaboran y exponen a la mirada de un público, por lo general, un público que se apropiará de los objetos de su elaboración. Eli Bartra ha enseñado a generaciones de estudiantes y a muchas lectoras y lectores a indagar sobre la producción de ese arte, no sólo a reco nocer su belleza y su capacidad de asombrar. Nos ha dicho -yo soy una de sus lectoras más fieles- que necesitamos saber quién produce un objeto de arte. La persona que hay metida en un hecho de creación deja en el objeto la marca de su formación, de sus ideas acerca de su lugar en su comunidad, de la importancia que en ella reviste la producción de objetos para el gusto y el disfrute y la valoración que les da un grupo social. La persona que produce arte puede ser una mujer o un hombre, esa diferencia no sólo es perceptible, sino que es importante. Por ello, Eli Bartra nos ha enseñado a seguir las pistas de una cultura a través del arte que para la vida elaboran las mujeres y las personas que las acompañan, sus hijas, hijos, sobrinas, allegadas: en el barro, la tela, las pinturas votivas, la construcción de muñecas, en efecto, podemos reconocer la entera organización del sistema de género existente en su comunidad. y de repente Eli Bartra sorprende con un libro donde se encierran décadas y décadas pasadas a observar, gozar, mirar, analizar las pinturas, esculturas, fotogra fías y arte popular, que en el mundo, pero en particular en México, y en Nuestra mérica, generaciones de artistas han elaborado mirando a su vez sus propios cuer pos en el espejo, el cuerpo de la amada, la modelo, la vecina, la mujer que la cultura patriarcal ha construido como objeto de la mirada masculina, su producto, su deseo y su oferta de imitación para las mujeres de carne y hueso. En cuarenta años, la pin tura ha ido transformándose, abandonándose, abriéndose a nuevos sujetos de pro ducción y de análisis. Eli es una gran viajera, por suerte nuestra, y en sus viajes la observación del arte que las mujeres producen en cada país, en cada célula de una colectividad, es una de sus actividades preferidas. 8 Desnudo yarte Libre como una anarquista enamorada de su tema, Eli Bartra se permite es paciar sobre dos siglos y más de arte moderno occidental, compararlo con el arte chino y japonés, dar saltos de tiempo entre el Renacimiento y la época contempo ránea. Sutil como la feminista que es, revela cuánto de erótico, de pornográfico hay en el arte del desnudo, y la inútil frontera que el moralismo ha construido entre los dos términos. ¿Es erótico lo estático y pornográfico lo activo cuando la imagen de cuerpos desnudos denota una tensión que se quiere transmitir, representar, subrayar a través de la pintura? ¿Es pornográfica la intención del o la artista o la mirada del espectador? ¿Es erótica en si la figura de la desnudez humana? Si pornográfico es el término con que se erotiza el acontecimiento extraordi nario de la captación de la esencia sexual del cuerpo que se presenta a la mirada que desviste, que expone y que juzga propia de un público que quiere reconocerse en el arte, ¿hay algo más agresivo que la exhibición de la propia íntima relación con la piel, la forma, el gesto a la habilidad de reproducirlo de un fisgón, un mirador primigenio? En Desnudo y arte, Eli Bartra nos presenta sus reflexiones sobre la mujer des nuda que es representada casi siempre por un pintor. Va de pecado en pecado, es tan voluptuosa como puede representar la inocencia; maléfica porque tentadora, es siempre joven, una verdadera víctima de la asignación de significados por el arte que los hombres veneran porque propio de uno de ello ¿?? que encarna el genio y maneja la calidad perfecta de su técnica. No fue una ocurrencia que en la década de 1990, el grupo de arte feminista radical Guerrila Girls interviniera con una máscara de gorila el desnudo de Ingres y preguntara: ¿Debe estar desnuda una mujer para entrar en el Museo? Eran po cas (y siguen siendo muchas menos que los hombres) las artistas cuyas obras son albergadas por museos, pero la mayoría absoluta de las pinturas de la Modernidad occidental representan a mujeres desnudas y han sido pintadas por hombres. Estos muy pocas veces se pintan a sí mismos desnudos. Desnudarse es exponerse, pintar al macho es exponerlo en su frágil posibilidad de ser visto, deseado, ridiculizado, juzgado. En este caso, pintar a mujeres desnudas en la Modernidad occidental y en las repúblicas independientes de América ¿es un acto de agresión, de apropiación, de sumisión al poder masculino, de exaltación moral, de reducción de una figura idealizada por un pintor a modelo para todas las mujeres? Eli Bartra comparte con estetas liberales y marxistas que el arte es siempre erótico y que cuanto más grande sea, será más revolucionario. No obstante, se pre gunta también política, social y artísticamente qué significa ser revolucionario y si los tres aspectos de la revolucionariedad pueden coincidir en una obra. En el caso particular de la pintura de la América que se independizó de España y Portugal, Eli Bartra 9 los desnudos pintados por artistas que buscaban una identidad para sus países y representaron mujeres ¿qué les hicieron con su mirada, cómo las fijaron en un ima ginario con el cual el colectivo iba acoplándose? En México, después de la primera revolución social del siglo XX, ¿el cuerpo de las mujeres fuertes, implicadas en la construcción de un mundo de ciencias y artes, maestras, madres, indígenas, blan cas, deportistas de los muralistas es el mismo cuerpo al que se acercan con interés, afecto y gestos recogidos las artistas que asumen su lugar en escuelas de artes libres y en la academia a la que finalmente acceden? Porque el hecho revolucionario es que las mujeres, en menor medida, pero con semejante curiosidad, también se autorrepresentan desnudas. No son ninfas de bra zos levantados, bailarinas de puntas, ni pasivas majas tiradas en un sofá. Son cuer pos gozosos que caminan, recogen frutas del suelo, se abstraen. Vestidas y desnudas revelan preocupaciones, condiciones propias, embarazos, juventud, vejez. Se miran en cuerpos racializados, etarizados y también gozosos y divertidos, placiéndose en su soledad o yendo al encuentro de otras mujeres. La mirada de una filósofa que ha dedicado cuarenta años de su vida a la esté tica feminista, hurgando en los intersticios de la producción de lo bello, lo abyecto, lo útil y lo monstruoso en la representación de los géneros sexuales en la cultura de su país, es definitivamente importante para consolidar la revolución implícita en dar una sacudida al sistema de género.