ROSTROS Los MITOS del MIEDO

De noche, solo. ¿Cuál será la amenaza letal esta vez? En la sala, pegado a tu asiento, la víctima eres tú. El cine despertó los mitos más escalofriantes y acercó a nuestras puertas a personajes que nunca dejarán de perseguirnos. Las figuras del horror trascienden en el tiempo, pero la mutación ha sido un factor decisivo en su evolución. Hemos querido recopilar su historia, sobre todo reciente, y representaciones más notables. En este espacio los hombres lobo, los vampiros, los fantasmas o los serial killers están al acecho.

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El gabinete del doc tor Ca ligar i.

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Asesinos en serie (1984), por ejemplo, terminan por y el representante de los viajeros matar a un grupo de hippies en un cósmicos y de apariencia aberrante, Desde muy temprano, quizá con El caso, y jóvenes promiscuos en el otro, varados en una mina abandonada en gabinete del doctor Caligari (1920), como consecuencia de su “desorden Vinieron de otro mundo (1953); y la la figura del serial killer en el cine ha sexual”. repulsiva visión de la infiltración or - gozado siempre de una gran popula - gánica de Los usurpadores de cuer- Ya en los noventa, aparecen serial ridad. Ya sea utilizada como un sím - pos (1956), película cuyos rastros se killers en clave más posmoderna, bolo de la represión moderna norte - extienden a la igual de antológica con Seven (1995) y su asesino de los americana, o como un mero goce de ceremonia de alumbramiento de la pecados capitales, con El coleccio- la posmodernidad, o de cualquier criatura en Alien, el octavo pasajero nista de huesos (1999) y su psicópata otra forma posible, el asesino en serie (1979), la notable película de Ridley ha tenido y seguirá teniendo un lugar que imita los asesinatos de un libro, incluso con Tesis (1996) y su asesi- Scott, que por cierto terminó de in - privilegiado en las pantallas y en las dagar en ese constante coqueteo que retinas de cualquier espectador. Es no de películas snuff, y con Scream (1996) y su asesino enmascarado, hubo entre la ciencia ficción y el ho - el cine mismo el que ha populariza - rror cada vez más desbocado. do tanto esta figura que, más bien, que más bien ironiza las slasher mo- en la vida real es difícil de encontrar. vies y juega con la idea de “quién es Esta última debe de ser la tenden - No es vasta la cantidad de asesinos el asesino”. Es decir, asesinos que no cia más aplicada en el cine contem - seriales que han existido en la histo - representan la norma del aparato poráneo en cuanto a alienígenas se ria, pero sí lo es la cantidad de esta controlador, sino más bien el escape, refiere. El síntoma de una extrañeza clase de personajes en muchas de las el quiebre inevitable; de alguna ma - que deviene en malestar, como un películas que han marcado la pauta, nera, el serial killer que asesina por rebrote de esos temores que habían han simbolizado una generación o asesinar, en el sentido de que ya no sido inaugurados en plena expan - simplemente han dejado una huella simboliza un paradigma detrás de sión de la tecnología postatómica, las imborrable. las pantallas. manipulaciones y las consecuencias puestas de manifiesto en la biología La figura del serial killer puede re - Medina conocida. A pesar de que Hollywood lacionarse con diversos temas, pero ha querido devolverles la inocencia, uno de los vínculos más constantes Alienígenas solo a duras penas ha podido revisi - ha sido el del serial killer y el sexo. tar con vena paródica el talante más A veces actúa como un símbolo del Integrados al cine desde los imagi- feliz y solar de los visitantes de otros control social para con los que pre - nativos días de Georges Méliès y su mundos. Sus vestigios inofensivos ya tenden salirse del sistema, otras pionera visión “spielbergriana” de los había matado hace rato el John veces simplemente como la repre - El viaje a la Luna de Julio Verne, sentación de un desorden mental, de los seres provenientes de otros mun - Carpenter de La cosa (1982) y Están un trauma, o de un fetiche. dos fueron asociados a las ficciones vivos (1988); y un poco antes, las (1960) es una película que podría - terroríficas en la medida en que se influencias estelares sobre los zom - mos tomarla por ambos frentes. No hizo creciente la paranoia y el miedo bis de Romero o las esquizofrenias solo fue fundamental por la ruptura al otro, al extraño. Alegorías que se cronenbergianas fabulando sobre de la censura y el cambio del horror hicieron entre las dos guerras mun- fantasmas apocalípticos mucho más en el cine norteamericano, sino por - diales, entre las estrafalarias formas cercanos. que además presentó a uno de los con las que fueron vistos en las se - Esponda serial killers más emblemáticos y riales al estilo de Flash Gordon y el memorables nunca vistos: Norman reino de Mongo y el inicio de esa de Bates, psicópata que actúa en res - época dorada e inquietante del géne - Demonios puesta a sus traumas causados por la ro que arrancó en los años cincuenta Las presencias demoníacas en el cine castración de la madre y la represión y en la que hasta una película defi - resultaron decisivas para el apunta - sexual. Un asesino serial que es víc - nitiva y de afanes altruistas como El lamiento de un público fiel, entre - tima del aparato social controlador, día que la tierra se detuvo no estuvo nado, culto, en relación con cierta pero que a su vez sufre una clara pa - exenta. ¿Acaso Gort no era menos dramaturgia antigua, de entraña tología. Pero sería, en todo caso, una que un monstruo asolador a pesar de romano-judeocristiana, maniquea y cinta con atisbos posmodernos, al no su condición de guardaespaldas del tenebrosa, abastecida por el con - representar directamente el control bienintencionado Klaatu? flicto secular entre el bien y el mal, social, sino más bien criticarlo. Al lado de aquel drama notable, la entre lo angélico y lo diabólico. La A partir de la década de 1970 en ade - primera horda de extraterrestres liquidación del modelo de produc - lante, los asesinos seriales reencar- invasores llegó para manifestarse ción industrial y la emergencia de nan a una sociedad reaccionaria que de distintas formas. Y son varias las los “nuevos cines” en todo el mundo, sale en busca de volver a controlar a escenas formidables del cine fantás- fundamentan una vertiente cinema - esa juventud que vivió la revolución tico en las que su interacción con los tográfica del terror poderosa y un sexual, propia de los años sesenta. desconcertados humanos es causa puñado de películas grandiosas. A lo El asesino de la sierra eléctrica en de una paralizante fascinación-aver - largo de los últimos cincuenta años, Matanza sin igual (1974) o Freddy sión. Dos especialmente clásicas son el “cine de demonios” se ha mostra - Krueger en Pesadilla en la calle Elm las del encuentro entre el científico do propicio para la experimentación

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La invasión de los usurpadores de cuerpos. Alien.

Posesión. El exorcismo de Emily Rose.

audiovisual; holgado para sortear aún mayor como el cine de horror. A literatura, el teatro, las artes visua - y reconvertir las convenciones dra - través de los tiempos, el hombre des - les y, en general, el cine, centren su máticas del horror; atractivo para cubre y desarrolla el miedo frente a atención en la posesión diabólica y cineastas discrecionales y opuestos la angustia, lo desconocido, lo que no la reconozcan como un proceso de como William Friedkin ( El exor- puede explicar. Su propia expansión descomposición mortificante, telú - cista, 1973) y Alan Parker ( Corazón (física, científica, mental), el conoci - rico, trágico, es porque escapa a su satánico, 1987); así como para los miento positivista de la realidad, el control como todas las relaciones y artesanos clásicos, productivistas, descubrimiento de sus sentimientos y patologías modernas: esencialmente innovadores como Jacques Tourneur sus pulsiones más hondas, la acumu - aleatorias, despiadadas, irraciona - (La maldición del demonio, 1957), lación de riqueza, su espíritu aventu - les, metafísicas. Dario Argento ( Inferno, 1980) y Te - rero en un mundo sin fronteras, lo En las postrimerías de los años se - rence Fisher ( Magia negra , 1968). paralizan y martirizan. Llevándolo senta y hasta la primera mitad de la La indefensión del hombre frente a tocar –sin proponérselo– las puer - década de 1980, el cine americano y a las tentaciones del , frente tas del infierno. La transgresión de algunas cinematografías europeas a las cláusulas leoninas impuestas las leyes naturales, el sueño premo - se interesaron grandemente por la por el Príncipe de las Tinieblas. Un nitorio de Mary Shelley que veía en figura del demonio y se filmaron ser humano víctima de posesiones el hombre un Prometeo ladrón del muchas películas valiosas. Dentro violentas, cosificado por el hijo del fuego cavernoso y encadenado a mo - de esos filmes, y alternativamente demonio engendrado en la Tierra, rir por siempre, ponen al hombre y a a la figura omnipresente de satán, terminó cercando un campo creati - la modernidad a merced del diablo. se inventan contrapartes blancas, vo riquísimo, dentro de una comarca Las razones sustantivas para que la religiosas, místicas, misántropas y

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martirológicas. Directores como Wi - que han mantenido en movimiento grupo de personas con un vínculo lliam Friedkin ( El exorcista ); John el “cine de horror”; actualizándolo y sanguíneo, quienes torturan a sus Boorman ( El exorcista II, 1977); Ro - fusionándolo con otros géneros, cam- víctimas, usualmente jóvenes que man Polanski ( El bebé de Rosemary, biándolo y experimentando con él. En llegan a un pueblo alejado de la ciu - 1968); Lamberto Bava ( Demonios , un mundo de fanatismos medievales, dad. Ellos suelen funcionar como el 1985); Richard Donner ( La Profecía, agobiado por la superstición, la su - juego de mesa que sirve de terapia 1976); Ken Russell ( Los demonios, perchería religiosa y el fundamenta - familiar, que da lugar a que padres 1971); Adreszj Zulawski ( Posesión, lismo, estimamos que la magia negra, e hijos tan dementes se sientan más 1981); Jack Starret ( Carrera contra la cultura demoníaca y el ocultismo unidos. el diablo, 1975); Álex de la Iglesia ( El son insumos valiosos y certezas para Los años setenta dieron al cine de día de la bestia, 1995); Kevin Tenney el cine, que permiten entender y cues - terror dos títulos emblemáticos al (La noche de los demonios, 1988); y tionar las paradojas de la felicidad y el respecto. Uno es Matanza sin igual más recientemente Scott Derrickson desamparo humanos. (El exorcismo de Emily Rose, 2005); (1974) de Tobe Hooper, en la que un Daniel Stamm ( El último exorcis- Contreras hombre elabora máscaras con piel mo, 2010); Hans Christian Schmid humana de aquellos jóvenes que (Réquiem, 2006); Mikael Hafstrom Familias captura con la ayuda de su macabra (El rito, 2011) enriquecen y perfec - familia. El otro es Las colinas tienen cionan el subgénero, partiendo de Muchos filmes del género que nos ojos (1977) de Wes Craven, en la que un código goethiano, que se reescri - ocupa se han caracterizado por mos - una familia que se va de vacaciones bía; logrando variantes y relecturas trar las retorcidas acciones de un se desvía de la ruta común, en busca

Las colinas tienen ojos. La cas a de los 1000 cuerpos.

La maldición. Sexto sentido

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de un atajo. Luego de internarse en el El caso de Rob Zombie es especial, de Alejandro Amenábar, impecable desierto, cuando su vehículo deja de con la saga conformada por La casa relato de encierro y turbadora pre - funcionar, son capturados por otra de los 1000 cuerpos (2003) y The sencia fantasmal. familia, pero de bárbaros y primiti - devil's rejects (2005). La primera Otro de los títulos prominentes vos, empezando así una batalla por película gira alrededor de la familia es, qué duda cabe, El sexto senti- la supervivencia. Otis, que junto al capitán Spaulding tiene como hobby someter a jóve - do (1999) de M. Night Shyamalan, Aquellas familias creadas por Hooper nes a torturas inimaginables. En la donde la oscuridad o la noche no es y Craven, con su crueldad salvaje, secuela la familia pasa de ser caza - condición sine qua non para la emer - convierten a sus agredidos, alegres dora a ser cazada por policías, y está gencia de las amenazas espectrales y viajantes de carretera, en seres de narrada como una road movie , en donde los espectros están, incluso, comportamiento animal, de reaccio - la que ese grupo de chiflados debe donde no nos imaginaríamos que nes atávicas, de energía brutal, que huir de la ley. Son cintas de espíritu pudieran estar. viven una situación extrema y buscan posmoderno, por ser homenajes a Sin embargo, de donde ha venido el conservar sus vidas a toda costa. La películas setenteras como Matanza soplo más inquietante de esta ten - violencia de ambos filmes es directa, sin igual o Las colinas tienen ojos , dencia del horror es de los países seca, y mostrada con un acabado vi - y por buscar una complicidad con el orientales, y de manera más efectiva sual que raya en lo documental. espectador, que debe descubrir sus del Japón. Soplo en el sentido figu - guiños a cintas como Muerte diabó- El cine de terror de los años ochen- rado, pero también físico o gráfico, ta y noventa, sin embargo, optó por lica de Raimi o Aquella casa al lado del cementerio de Fulci, en medio de pues la aparición súbita de espectros mostrar familias aparentemente un colorido festín de humor negro. de niños, muchachas o mujeres ma - normales y armónicas, que en rea - yores con ojos desorbitados y cabellos lidad escondían un lado oscuro y Benites cubriéndoles parte del rostro se aso - monstruoso. Society (1989) de Brian cia, con frecuencia, en esas películas, Yuzna muestra a un joven que vive Fantasmas a la indeseable impresión de quien, en la acomodada localidad de Be- de pronto, percibe que alguien, an - verly Hills, y que descubre que en su De haber tenido una presencia cons - tes ausente, está detrás. En películas casa se desarrollan actos aberrantes: tante, pero no intensa, en los predios como El aro (2002) y El aro 2 (2005), sus familiares se dedican clandesti- del cine de horror, la veta fantasmal ambas de Hideo Nakata, así como la namente al incesto y sufren muta- se ha convertido en los últimos lus - posterior El aro 0 de Norio Tsuruta, ciones orgánicas. La gente detrás tros en una de las más prolíficas y tanto como en La maldición (The de las paredes (1991) del ya mencio- diversificadas. grudge, 2002) y La maldición 2 de nado Craven narra la historia de un Cierto es que la mitología del fan- Takashi Shimizu, entre otras, el tras - muchacho que termina atrapado en tasma opera principalmente en el fondo fantasmal aparece atado, más una casa fortificada, donde vive una interior de casonas (cuanto más an- que nunca, al sentimiento de pérdida extraña pareja. Al descubrir que de - tiguas, aisladas o vetustas mejor) y y vacío, instalándose un tono sesga - bajo de la casa vive una chica maltra - en contextos sombríos o nocturnos, damente melancólico, que logra una tada y otros extraños seres, trata de y esa vieja tradición se ha seguido de sus mejores expresiones en otra salvarlos de todos aquellos terribles respetando, pero la “visibilidad” del película de Nakata, Aguas oscuras dispositivos de seguridad de aquella fantasma se ha extendido más que (2002). Los remakes norteamerica- casa. Son cintas que actúan como nunca a dominios públicos, antes nos, algunos dirigidos por los pro - metáforas de la llamada doble moral poco propicios o proclives a esas in - pios realizadores japoneses, están que uno encuentra en oc- cursiones. por debajo del nivel de las versiones cidental. De cualquier modo, la casona habi- japonesas, como suele ocurrir en es - En la década que acaba de pasar, tada por esos seres invisibles ha al - tas operaciones de repetición. una película francesa como Márti- canzado una notoriedad inusitada, No se puede prescindir en esta bre - res (2008) de Pascal Laugier plasma echando mano a algunos filmes pre - ve nota de una película de Kiyoshi una familia normal que esconde en cedentes como La mansión siniestra Kurosawa, no estrenada en Lima, el sótano de su casa un calabozo para (The house on Haunted Hill , 1959) Pulse (2001) , en la que, como en El torturar a personas que, al borde de y 13 fantasmas (2001) de William aro y otros títulos, la intermediación la muerte, pueden confesar qué es Castle, o La mansión de los espec- tecnológica es una de las vías de co - lo que existe después, más allá de la tros (The haunting , 1999) de Robert nexión con esos seres no visibles (en vida. El llamado J-horror también ha Wise o, más cercana en el tiempo, este caso la internet) y donde se dilu- trabajado la figura de la familia, como Horror en Amytiville (Amytiville , yen casi las fronteras que separan a la escalofriante y por momentos bi - 2005) de Stuart Rosenberg. Los re- los fantasmas de quienes no lo son, zarra saga de La maldición (2002 y makes han estado a la orden del día, instalándose un horror espectral de 2003) de Takashi Shimizu, en la que pero también las variaciones más o un enrarecimiento extrañísimo. los fantasmas de un padre, una ma - menos cercanas de esas historias. dre y su hijo, son presencias ubicuas, En esa línea, tal vez el logro mayor, León omnipresentes, truculentas, que aco - aunque con actores de habla inglesa, san a quienes visitan su casa. viene de España: Los otros (2001), (Continúa en la página 61)

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La marca del hombre lobo. Un hombre lobo americano en Londres.

(viene de la página 19) Los MITOS del MIEDO

Hombres lobo ge werewolf (1957) y en las muchas lo inexplicable al margen de la ciencia secuelas de la española La marca y la cultura que la produce. Así médi - En el cine, el primer hombre-lobo fue del hombre lobo (1967). Recién en los cos, policías e incluso la propia vícti - una mujer. El intento inicial de adap - ochenta, el hombre-lobo reaparecería ma tendrán que dar muchas vueltas tar esta tradición se realizó durante el con nueva pelambre. antes de convencerse de que frente a periodo silente y fue un cortometraje, No hay duda de que la ciudad pre - este mal nada pueden hacer los labo - hoy perdido, titulado The werewolf ratorios, sino los amuletos, los conju - (1913), donde una bruja navajo ense - ferida del hombre-lobo es Londres. De todas las mercancías que los bri- ros y especialmente las balas de pla - ña a su hija a dominar el maleficio de ta. En una escena de El hombre lobo la transformación lobuna. Hollywood tánicos extrajeron de sus colonias, no es de extrañar que casualmente ter - (The wolfman , 2010), un homenaje a ingresaría al subgénero con Werewolf las primeras cintas del subgénero, el of London (1935), una cinta menor minen importando alguna maldición venida del mundo no occidentalizado. hombre-lobo Benicio del Toro es some - con toques de comedia que sería la tido a una terapia decimonónica con responsable de relacionar la muta - Así tenemos al botánico inglés que contrae el mal en una excursión por el electroshock e inmersiones en agua, ción del hombre en lobo con la luna todo para que, llegado el momento, se llena. Otra película influyente sería la Tibet en El lobo humano ( Werewolf of London , 1935), el gitano que muer- transforme ante el horrorizado plantel protagonizada por Lon Chaney Jr., El de al sorprendido Lon Chaney Jr. en de médicos que simplemente asistía a hombre lobo (1941). En esta cinta se El hombre lobo ( The wolf man , 1941), una reunión de rutina. introduce la posibilidad de vencer al e incluso un turista norteamericano hombre lobo con un objeto de plata, A diferencia de lo que dicta el fol- terminará alterando la paz de la me - en este caso un bastón, pero después clore, donde el humano se transfor- trópoli en Un hombre lobo americano serían balas. El subgénero se agotaría ma por completo en lobo, el cine de en Londres (An American werewolf rápidamente por acción de cintas re - horror pionero propondría en cambio in London , 1981). petitivas y de bajo presupuesto hasta una criatura que, aunque velluda en caer en la autoparodia para el solaz Como es habitual en el cine de ho- extremo y poseedora de colmillos y adolescente como en I was a teena- rror, es necesario situar el origen de garras, camina erguida y carece de

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hocico. Esta sería la imagen del hom - Mad doctors bre-lobo en las cintas iniciales. Sin Existen sujetos embargo, la propia metamorfosis se - La búsqueda del conocimiento es que transgreden ría parte importante del espectáculo. inherente al género humano. Desde En un principio tendremos modestas tiempos inmemoriales el hombre ha los límites éticos o mutaciones como en El lobo humano deseado descubrir los secretos de su (Werewolf of London , 1935), donde propia existencia y del mundo que lo morales permitidos el protagonista simplemente camina rodea. A lo largo de la historia gran - delante de una sucesión de colum - des personajes, famosos y anónimos, por la sociedad, nas para reaparecer progresivamente han permitido el desarrollo científi - arrastrados por más peludo. En El hombre lobo ( The co y tecnológico que, aun en nuestros wolfman , 1941) todo se concentra en días, no para de asombrarnos. una extrema los pies y su traslado en garras. Con Sin embargo, este sinuoso camino el posterior desarrollo de los efectos en busca de la sabiduría puede llevar compulsión que especiales obtendríamos una de las a la mente que lo recorre a perderse los empuja a más recordadas mutaciones, la que sin remedio en la megalomanía, la aparece en Un hombre lobo america- soberbia, la vanidad o el deseo ob - satisfacer su ansia no en Londres (1981), donde en medio sesivo de dominación y conquista. de gran dolor, tejidos y huesos se re - Existen sujetos que transgreden los desmedida por la acomodan a la forma lobuna. Digital límites éticos o morales permitidos y decepcionante es en cambio la me - por la sociedad, arrastrados por una experimentación tamorfosis en El hombre lobo ( The extrema compulsión que los empuja pseudocientífica, wolfman , 2010). a satisfacer su ansia desmedida por El mito del hombre lobo se alimen- la experimentación pseudocientífica, aun a costa ta de una variedad de pulsiones hu - aun a costa del dolor y el sufrimiento manas. El lobo es símbolo de lo salva - propios o extraños. Tal es el caso de del dolor y el 1 je, de la naturaleza y, por tanto, de la los Mad doctors. sufrimiento propios sexualidad animal. Así tenemos, por El cine no ha sido ajeno al retrato ejemplo, una película notable como de estas apasionantes y desbocadas o extraños. Tal es La bestia (1975) de Walerian Bo- personalidades y sus locas creaciones rowczyk, sobre las fantasías de una (o criaturas), tanto desde la perspec - el caso de los Mad dama de la aristocracia de ser poseída tiva de la comedia ( Volver al futuro , doctors. por una fiera mitológica y fornicado - Robert Zemeckis, 1985), el musical ra. En Aullidos ( The howling , 1981), (El show de horror de Rocky , Jim mujer y hombre se transforman du - Sharman, 1975) o la fantasía ( El jo- rante la cópula: el orgasmo como la ven manos de tijeras , Tim Burton, rrollo de la figura del Mad doctor sea liberación de la bestia interior. En la 1990). No obstante, son la ciencia el tristemente célebre doctor Victor exquisita En compañía de lobos ( The ficción y el cine de terror los géneros Frankenstein, de origen literario a company of wolves , 1984), una re- que nos han legado más historias manos de la escritora Mary Shelley torcida adaptación de la Caperucita que, además de habernos provocado y protagonista de numerosas adap - Roja , los lobos representan “aquellos perturbadoras sensaciones, nos han taciones cinematográficas. La figura apuestos y encantadores extraños de confrontado con los oscuros e inson- de la monstruosa criatura, compues - los que hay que alejarse”, como bien dables abismos del alma humana. ta de trozos de cadáveres mutilados aconsejan las abuelas. reanimados gracias a la electricidad, Como precursores del arquetipo ha calado como ninguna otra en el El mito también se nutre de la en- del Mad doctor , encontramos en el imaginario popular. fermedad mental. Hombres que en cine mudo alemán las figuras del ra - una mala hora se inclinan por el ase - bino Löw, alquimista, mago y maes - Otro caso digno de mención son sinato y el canibalismo. De ahí surge tro nigromante que logra dotar de las adaptaciones de la novela El ex- la llamada “licantropía”, el delirio de vida a una criatura de arcilla cono - traño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde , sentirse en el cuerpo de un animal, cida como El Golem (Paul Wegener, siendo las más populares las de John que ha sido bien documentado por 1920); también al famoso protago - S. Robertson (1920), Rouben Ma - la siquiatría. En este sentido, tene - nista de una de las piezas claves del moulian (1931), Victor Fleming (1941) mos la película más realista sobre un expresionismo, El gabinete del doc- y una moderna vuelta de tuerca a la “alobado” en la notable El bosque del tor Caligari (Robert Wiene, 1920), historia en Mary Reilly de Stephen lobo (1971) de Pedro de Olea, la histo - quien utiliza la hipnosis precientífica Frears (1996). ria real de un humilde vendedor am - como mecanismo de dominación; y Tras la Segunda Guerra Mundial bulante que atacado por episodios de al fantástico personaje llevado a la y el horroroso descubrimiento de las locura deviene en asesino en serie. fama por Fritz Lang en la saga de pe - atrocidades cometidas en los campos Los hombres-lobo más temibles son lículas sobre el doctor Mabuse. de concentración nazis, gracias a ne - aquellos de modales serenos. Tal vez el personaje que con mayor fastos personajes como el doctor Jo - Mego claridad marque las pautas del desa - sef Mengele, el estereotipo fue dando

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El centípedo humano. Re-animator.

El centípedo humano.

Dead Ringers. paso a genios insensibles, que no tie - me realizado por Kurt Neumann en tor Dieter Laser, en una interpretación nen reparos para experimentar con 1958. Digna de mención es también extravagantemente sádica, da vida al seres vivos (incluso consigo mismos), la recreación de un personaje salido doctor Heiter, dignísimo heredero de llegando muchas veces a la crueldad de las canteras de H. P. Lovecraft: el la casta maldita de los Mad doctors . extrema, utilizando torcidos méto - estudiante de medicina y luego doc- Mejía Salas dos para supuestos nobles fines. tor Herbert West, interpretado por el genial Jeffrey Combs en la película Imposible olvidar al doctor Géne- Re-animator (Stuart Gordon, 1985), ssier de Los ojos sin rostro (George Monstruos y mutantes a la que seguirían dos irregulares se- Franju, 1960) asesinando jovenci - cuelas a manos de Brian Yuzna ( Bri- Los monstruos y mutantes han esta- tas para reconstruir el rostro de su de of re-animator, 1990; Beyond re- do presentes desde el inicio, no solo hija. O a los gemelos Elliot y Beverly animator, 2003). en el cine –que es lo que nos interesa Mantle, ginecólogos y gemelos idén - acá– sino en los relatos en general. ticos que en Dead Ringers (David En la actualidad, son cada vez me - Recordemos La Odisea , un festín de Cronenberg, 1988) ven degradar sus nos las historias de científicos o mé - seres fantásticos sucediéndose unos vidas ante la presencia de una mujer dicos alucinados que son llevados a la a otros durante cada una de las peri - con una mutación que le impide te - pantalla, muchas de ellas en los terre - pecias del buen Ulises. ner hijos. Cronenberg también revisó nos del gore o el subgénero llamado en La mosca (1986) la historia de un torture porn. 2 Cabe mencionar a la En el cine, seguro fue Méliès el pri - científico víctima de su obsesión por holandesa El centípedo humano , rea- mero en hacer aparecer y desaparecer la teleportación, remake de un fil - lizada el año 2009 por Tom Six. El ac - a monstruos en su corto Viaje a la

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luna (Le voyage dans la lune, 1902). que osara molestarlos. Los ejemplos y lo fantástico. Se encargó de dejar - Pero, no sería hasta la aparición del son muy numerosos. Para destacar nos de la mano de Terence Fisher tí - expresionismo alemán que estos seres algunos: El monstruo de la laguna tulos que reinventarían la imagen de fantásticos tomarían protagonismo. negra (1954), La mosca (1958) (de la los monstruos clásicos: El fantasma que David Cronenberg más adelante de la ópera (1925), El hombre lobo Durante los años treinta, producto hizo una adaptación notable), La mu- (1941) y La Momia (1932) se suman de la gran depresión, los estudios de jer pantera (1942), etcétera. Forman al cúmulo de estrellas del horror. Hollywood comienzan a explotar un una parafernalia inmensa de imagi - tipo de película de bajo presupuesto, Infranqueable es la figura de narios que se atrevían a mostrar his - con actores iniciáticos o en decaden- Frankenstein, o más bien la del mons - torias para asustar y dejar un men - cia. Se trataba del fantástico cine de truo que creó Víctor F. La criatura, la saje latente: somos vulnerables ante serie B (en inglés B movies ) que dura- cosa o el engendro es para algunos la fuerzas desconocidas. ría hasta los sesenta. Las historias de imagen más popular del monstruo este tipo de cinematografía explota - No se puede hablar de los mons - contemporáneo. Es la unión de car - ban la idea de los monstruos, los mu- truos y los mutantes sin mencionar a ne reanimada y maquina reciclada. tantes y los alienígenas que tenían un la productora inglesa de los cincuen - Frankenstein ha estado presente en solo propósito: destruir la tierra o, en ta: La Hammer, dedicada íntegra - una decena de películas, algunas ocu - su defecto, a cualquier ser humano mente a la cinematografía del terror padas directamente en la novela que

Jason, personaje de la saga Viernes 13. Frankenstein.

Entrevista con el . Crepúsculo.

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le dio origen o en versiones de pelí - formar monstruos dieron vida a psi - muestran emparentados con el ‘no culas pasadas. Es fundamental men - cópatas descarados y asesinos en serie, muerto’ atávico de Entrevista con el cionar la película del 35 La novia de también lo es que tanto los slasher, los vampiro (1994) de Neil Jordan, gua - Frankenstein , que fue uno de los gran- giallos o los psycho thrillers con sus pos y exquisitos, pero que en la cinta des clásicos y que le sumó al engendro desalmados antagonistas se han con- de Catherine Hardwicke son igual su compañera de aventuras. vertido por antonomasia en los nuevos de inmortales pero vegetarianos (se monstruos de nuestros sueños (si no, alimentan de sangre de animales), lo Al otro lado del Pacífico, los japo - hay que preguntarnos quiénes ocu - que los deja fuera del salvajismo al neses inaugurarían el cine de mons- pan el podio de nuestras pesadillas, y reprimir su instinto vital. Un vampi - truos gigantes. No eran precisamente seguro nos encontraremos con Freddy ro de la generación post X. Pero tam - películas de terror, pero vaya que lo - Krueger o Jason Voorhees). bién están los filmes más frontales graban impactar e impacientar al pú - en su intención del pastiche como el blico. Los estudios Toho, una de las Es difícil imaginar nuestras salas de cine sin los monstruos y mutantes caso de L.A. Zombie (2010) de Bru- grandes productoras de Japón encar - ce LaBruce, donde el zombi es tam - gada de las historias de horror y cien- rondando de vez en cuando la carte - lera. A veces en novísimas versiones bién un vampiro paria de colmillos cia ficción, creó a Godzilla y su éxito que recuerdan a la mandíbula de la fue rotundo. Se hicieron decenas de que enfrentan a un monstruo con otro ( Alien vs. Depredador, 2004 y bestia extraterrestre en Depredador sagas e infinidad de rivales para que (1987). la gigantesca criatura luchara con Freddy vs Jason , 2003) o en rein- ellas y destruyera medio Japón. venciones de los más antiguos para El personaje de Drácula es uno de dotarlos de contemporaneidad y vi - los más adaptados del cine, y es par - Más adelante, en los setenta y ochen- gencia, como en el caso de Cloverfield te del imaginario indisociable de la ta aparece el llamado Nuevo cine de (2008) que le da la mano a Godzilla carnalidad, el erotismo y la succión terror de serie B , con directores como para reanimarlo y otorgarle protago - de sangre, pero con los años ha sido Wes Craven, John Carpenter, Lam - nismo a su imagen, luego de que su dejado de lado para ser superado berto Bava, Tobe Hooper, David Cro - moderna versión lo demoliera. por un vampiro sin título nobiliario nenberg, entre otros. Si bien es cierto Armesto y más cercano a las modas del mun- que muchos de ellos más que crear y do de hoy (vive en suburbios, cuida su físico de grasas, trabaja, se ena - Vampiros mora). Así, la relación de vampiro y Más bien para dirigir una cinta sobre sexualidad, del sutil y decoroso ata - Es difícil imaginar vampiros en pleno siglo XXI habría cante frente a su víctima, también ha que ir a la negación del subgénero, sido transformada (lejos de la figura nuestras salas revisitarlo, “parafrasearlo” o rein - de una Ingrid Pitt, por ejemplo), para ventarlo. En Criatura de la noche convertirse en un flirteo y una acción de cine sin los (2008), la cinta sueca, basada en la de perdonavidas. novela de John Ajvide Lindqvist, ya Si bien el tema vampírico, de ajos monstruos y no basta la idea de retratar a un ser y cruces, ha sido explotado en de - nocturno, que se oculta de los rayos cenas de filmes, que van desde la mutantes rondando solares, que perfora yugulares y que versión libre del relato creada por de alguna manera pertenece a una F. W. Murnau en Nosferatu (1922), de vez en cuando casta en extinción, sino moldearlo hasta La marca del vampiro (1935) a partir de los contextos actuales y de Tod Browning protagonizada la cartelera. A darle un espíritu diferente: un niño por Bela Lugosi, para llegar luego vampiro y castrado, con fisonomía a la industria vampírica de la Uni - veces en novísimas femenina, víctima de la pedofilia y versal, la Hammer y la Christopher deprimido por su soledad, sin ata - Lee, en la actualidad este canon ha versiones que vismos. Elementos que permiten ir pasado a la historia. Más bien para a la película más allá del terror y el hacerle frente a la onda dark de los enfrentan a un suspenso, para indagar fuera de las vampiros en cintas estadounidenses posibilidades del género al que nos más recientes como Blade o 30 días monstruo con otro hemos acostumbrado desde la inven - de noche , han surgido títulos como ción del cine. Thrist (2009) de Park Chan-wook, el o en reinvenciones Dentro del estereotipo del vam - director coreano de Old boy , una co- piro que maneja el cine, filmes re - media bizarra sobre un cura católico de los más antiguos cientes apuestan por una “limpieza” en tierras budistas que se convierte formal del personaje, diseñando la en vampiro debido a un virus que se para dotarlos de figura del adolescente que se enamo - inoculó en algún lugar de África. Un ra de humanas, que va a la escuela vampiro que pierde su virginidad en contemporaneidad secundaria y que tiene una vida nor - una tienda de telas, lo que evidencia, mal, como el caso de los Cullen en de manera humorística, la inversión y vigencia... la saga de Crepúsculo . Seres que se de los roles.

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Escenas de Zombieland.

Cintas como Los viajeros de la no- conocido como el spaghetti zombie ) cómo el actor se burla de sí mismo. che (1987) de Kathryn Bigelow, don - tomó el modelo del ‘no muerto’ de Los atentados del 11 de setiembre en de un vampiro se ve obligado a hacer Romero para insertarlo en películas los Estados Unidos dieron lugar a vida de familia, o como en Martin de explotación como La noche del que el zombi fuera la representación (1977) de George A. Romero, donde terror (1981) de Andrea Bianchi o la de los miedos al bioterrorismo. La un adolescente alucina con ser un saga zombi de Lucio Fulci, compuesta saga de Exterminio , que incluye la veterano de las tinieblas, parecieran por cintas como El más allá , también cinta del año 2002 de Danny Boyle y ser las semillas de una visión más de aquel año. Estos filmes fueron hi - la de 2007 de Juan Carlos Fresnadi- fresca (o existencial) y menos ate - perbólicos, exagerados, viscerales, en llo, conforma un retrato crudo y tri- morizante de este tópico del cine de la representación de derramamiento bal de los seres humanos expuestos terror actual. de sangre y de violencia. a una plaga zombi que, a diferencia de la que aparecía en La noche de los Durante la década del ochenta, el Delgado muertos vivientes , corre a una velo - cine norteamericano cogió al zombi cidad escalofriante. La misma que romeriano para parodiarlo, en la po - encontramos en los muertos vivien - pular saga iniciada por El regreso de Zombis tes de la saga española Rec (2007 y los muertos vivientes (1985) de Dan La filmografía sobre estos seres, 2009) de Jaume Balagueró y Paco O’Bannon. Los zombis de esta saga nutrida de clásicos como La legión Plaza, que, al igual que El diario de formaban parte de escenas hilaran - de los hombres sin alma (1932) de los muertos de George Romero (su tes, en las que podían llegar a buscar Victor Halperin o Caminé con un última entrega de la saga estrenada a sus víctimas mientras pronuncia - zombi (1943) de Jacques Tourneur, en Lima), está narrada con un tono ban sin cesar la palabra “brains” (ce - sufrió una transformación en 1968. documental, a la manera de un video rebro). Sin embargo, la mejor película ocultado por fuerzas de un Estado En aquel año, George Romero creó cómica sobre zombis llegaría en la si - al zombi contemporáneo, una cria - que crea simulacros en un mundo de guiente década con Braindead (1992) pantallas. tura de andar lerdo, de mirada vacía, de Peter Jackson, que narra, a la ma - ansioso por devorar carne humana. nera de una sangrienta fusión de car- José Carlos Cabrejo La noche de los muertos vivientes toon de la Warner Bros, con slapstick , muestra al zombi de la misma forma cómo una pareja se enfrenta a una en que el western representaba al plaga de muertos vivientes. indio: como el otro , aquel que quie- bra, rompe, transgrede el orden im - Entrando a este nuevo siglo, el cine perante. Fue una cinta que, al igual de zombis siguió mostrando el lado que sus secuelas, servía como una más risible de estas criaturas, con el radiografía política de la sociedad humor flemático y pop de Shaun of 1 Podríamos usar el término Mad scientists si the dead (2004) de Edgar Wright o se quiere una aproximación etimológica más norteamericana. fiel. La traducción al español más usada es la Zombieland (2009) de Ruben Fleis - de “científico loco”. Aquel filme se convirtió en uno de cher, una película más próxima al 2 Filmes gore en los que la tortura, la mutila- ción y el sadismo gráfico son los ingredientes los más influyentes del cine fantástico cine de aventuras, que hasta se da el principales. La película Hostel de Eli Roth fue contemporáneo. El cine sobre muer - lujo de mostrar a Bill Murray disfra - la primera que obtuvo tal denominación, aun- que otras producciones anteriores calzan muy tos vivientes realizado en Italia (más zado de zombi, solo para que veamos bien con tal estilo.

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