José Vasconcelos Y El Espíritu De La Universidad, 2001, México, Unam, Pp
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©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. J VOSÉ ASCONCELOS Y LOS “GRANDES LIBROS” Rafael González Díaz* resumen: La publicación de los Great Books de Hutchins y Adler proviene de los Harvard Classics, los Everyman’s Library, los Oxford’s World’s Classics, entre otros, y del influyente pensamiento de John Henry Newman. Sin embargo, en México tienen diferentes raíces: el Ateneo de la Juventud, el grupo de los Siete Sabios y la Generación de 1915. Especial influencia ejercie- ron Vasconcelos, Palacios Macedo, Cosío Villegas y Gómez Morín. En esta investigación se explora el contexto y significado del proyectoLos clásicos realizado por Vasconcelos diez años antes que Hutchins en Chicago y treinta y dos antes de los Great Books of the Western World. Los “libros grandes” de Vasconcelos cambiaron el panorama cultural y educativo mexicano. 7 abstract: Hutchins and Adler’s publication of the Great Books has its origins in the Harvard Classics, the Everyman’s Library, the Oxford World Classics, and the positive influence of John Henry Newman. In Mexico, however, such initiative comes from different sources, namely, the Mexican Youth Athenaeum, the Seven Sages of Mexico, and the Generation of 1915. The leading protagonists were Vasconcelos, Palacios Macedo, Cosío Villegas, and Gómez Morín. In this article, we will investigate the context and significance ofthe Classics project led by Vasconcelos ten years previous to that of Hutchins in Chicago and 32 years before the Great Books of the Western World. Vasconcelos’“Great Books” revolutionized the Mexican educational and cultural scene. Palabras clave: Vasconcelos, Los clásicos, Grandes libros, Ateneo de la juventud, Hutchins, Adler. Key words: Vasconcelos, the Classics, Great Books, the Mexican Youth Athenaeum, Hutchins, Adler. * Departamento Académico de Estudios Generales, itam. Estudios 106, vol. xi, otoño 2013. ©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. 8 recePción: 04 de junio de 2013. aProbación: 12 de junio de 2013. Estudios 106, vol. xi, otoño 2013. ©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. J VOSÉ ASCONCELOS Y LOS “GRANDES LIBROS” J VOSÉ ASCONCELOS Y LOS “GRANDES LIBROS” Introducción Robert Maynard Hutchins (1899- 1977) y Mortimer Adler (1902-2001) son considerados, habitualmente, precursores del movimiento educativo de los estudios generales y de la publicación y difusión de los Grandes libros en Estados Unidos y en América Latina.1 Este juicio no carece de fundamento si tomamos en cuenta que, a partir de 1930, emprendieron profundas transformacio- nes administrativas y curriculares en la Universidad de Chicago para 9 oponerse con firmeza al cientificismo positivista y a la excesiva profe- sionalización que imperaba en las universidades americanas por influen- cia del pragmatismo educativo de John Dewey (1859-1952).2 Incorpo- * Este artículo se basó en la conferencia presentada en el IV Simposio de la Red Internacio- nal de Estudios Generales (rideg) en la Pontificia Universidad Católica del Perú P( ucP), que se llevó a cabo del 17 al 19 de octubre de 2012. 1 El término estudios generales proviene de la expresión studium generale, nombre que se le otorgó a la universidad europea en los siglos xii y xiii. Se refería a aquellas instituciones que habían alcanzado fama “internacional”, y combinaban las artes liberales con alguna es- pecialidad. Cfr. Mary Ann Dzuback, Robert M. Hutchins. Portrait of an Educator, 1991, Chicago, University of Chicago, pp. 93-107; Milton Mayer, Robert Maynard Hutchins. A Memoir, 1993, Berkeley, University of California Press, pp. 291-7. 2 El estudio de la influencia de John Dewey en la filosofía de la educación en Hispano- américa y en México se encuentra en un período de redescubrimiento. John Dewey visitó México en 1926, invitado por el Secretario de Educación Pública, Moisés Sáenz, el mismo año en que José Vasconcelos impartió una serie de conferencias en la Universidad de Chicago. Cfr. Jaime Nubiola y Beatriz Sierra, “La recepción de Dewey en España y Latinoamérica,” en Utopía y praxis latinoamericana, vol. 6, núm. 13, junio, 2001, pp. 107-19; Juan Carlos Estudios 106, vol. xi, otoño 2013. ©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. Rafael GONZáLEZ DÍAZ raron en el curriculum universitario asignaturas que ofrecían a los estudiantes un acceso a los “grandes libros” en los que se concentra- ba el “legado intelectual de occidente”, que permitía el “examen crítico de sí mismo”, la libertad de pensamiento, la creatividad y el compro- miso democrático.3 Este renovado cultivo de las humanidades en la Universidad de Chica- go tuvo como antecedente inmediato la experiencia que se desarro llaba en la Universidad de Columbia desde 1921. En ella, el profesor John Erskine (1879-1951) preparó una selección de textos que fue conocida como Classics of Western Civilization4 e impartió el curso titulado Gene- ral Honors en el que se discutía y reflexionaba sobre ellos.5 Sin embargo, la publicación y el uso pedagógico de los Grandes libros tiene una his- toria más antigua que se relaciona, en Estados Unidos, con los Harvard Classics (1909),6 en Inglaterra, con los Everyman’s Library (1906), los Oxford’s World’s Classics (1901) y, entre otros, con el influyente pensa- miento de John Henry Newman (1801-1890) sobre la naturaleza de la vida universitaria, que se expone en su obra The Idea of a University.7 Geneyro, La democracia inquieta: E. Durkheim y J. Dewey, 1991, Barcelona, Anthropos- Universidad Autónoma Metropolitana, p. 117; y “Educación y democracia: aportes de John Dewey”, 1994-1995, en Estudios. Filosofía. Historia. Letras, núm. 39-40, vol. xI, invierno- 10 primavera, pp. 77-98. 3 Cfr. Robert Hutchins, Humanistic Education and Western Civilization, 1964, New York, Holt, Rinehart and winston, pp. 1-43; Jorge Rodríguez Beruff, “El papel de los estudios gene- rales en los estudios universitarios contemporáneos”, en Estudios. Filosofía. Historia. Letras, núm. 97, vol. Ix, verano 2011, pp. 25-27; Anne Stevens, “The philosophy of General Education and its contradictions: The influence of Hutchins”,The Journal of General Education, vol. 50, núm. 3, 2001, pp. 165-91. 4 Cfr. Jay Satterfield,The World´s Best Books. Taste, Culture, and the Modern Library, 2002, Amherst, University of Massachusetts Press, pp. 60; Joan Selley Rubin, “The Scholar and the world: Academic Humanists and General Readers in Postwar America”, en David Hollinger (ed.), The Humanities and the Dynamics of Inclusion since World War II, 2006, Baltimore, The Johns Hopkins University Press, p. 75. 5 Cfr. Robert McCaughey, Stand, Columbia: A History of Columbia University in the City of New York, 1754-2004, New York, Columbia University Press, 2003, pp. 293-9. 6 Otra colección importante: The Loeb Classical Library, colección bilingüe (griego-inglés, latín-inglés) que abarca escritores griegos y latinos y cuyo fin ha sido acercar a los grandes auto- res clásicos al mayor número de lectores. Para los especialistas, se presenta el texto original; además, se ofrece una cuidada traducción al inglés. El primer número apareció en 1911. 7 .Cfr John Henry Newman, The Idea of a University. 1999, washington, D.C., Regnery Publishing, pp. 221-240; José Morales, Teología, experiencia, educación. Estudios Newmanianos, 1999, Pamplona, Eunsa, pp. 137-150; Susan Hanssen, “Eccentric Education”, en Bradley watson Estudios 106, vol. xi, otoño 2013. ©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. J VOSÉ ASCONCELOS Y LOS “GRANDES LIBROS” El esfuerzo de reforma que se realizó en 1930 en la universidad de Chicago también se preocupó por la selección de grandes libros e incluyó una intensa reflexión sobre el “método” de lectura y discusión que los debía acompañar. Eso facilitó que la obra de Robert Hutchins, Mortimer Adler, Stringfellow Barr (1897-1982) y Scott Milross Buchanan (1895- 1968) se difundiera y obtuviera prestigio internacional con la publicación de los 54 volúmenes conocidos como The Great Books of the Western World, en 1952.8 La historia de los estudios generales en América Latina9 tiene que describir, cuando menos, las transformaciones que sufrió la universidad norteamericana durante los primeros años del siglo xx y explicar el proceso que se llevó a cabo en la Universidad de Chicago en la déca- da de los treinta, como parte de la historia de la educación en Estados Unidos.10 Estas tareas resultan indispensables para entender el funcio- namiento de muchas instituciones de educación superior en América Latina que adoptaron, por ejemplo, la organización departamental, los sistemas de autoevaluación institucional y programas de humanida- 11 des dentro de un proyecto de estudios generales. (ed.), The Idea of the American University, 2011, Lanham, Rowman & Littlefield Publ. Group, pp. 67-79; y Dzuback, op. cit., pp. 14-125. 8 Cfr. Elizabeth Kiss y Peter Euben, (eds.), Debating moral education. Rethinking the role 11 of Modern University, 2010, Durham, Duke University Press, pp. 38-46. 9 Una parte de la historia de los estudios generales en América latina ha sido documentada en: Jorge Rodríguez Beruff, “El papel de los estudios generales en los estudios universitarios contemporáneos”, op.cit., pp. 30-35. 10 Una historia de este tipo también debería analizar las fuentes y transformaciones que ha sufrido la educación norteamericana desde mediados de siglo xix. 11 Existen varios trabajos sobre los estudios generales en el itam. Algunos están dedi- cados a examinar su significado y disposición curricular. Otros exploran su origen y devenir. Resultan imprescindibles los textos de Javier Beristáin Iturbide (rector del itam de 1972-1991), Saber para prever, prever para actuar.