Po De Torear-El Torero Cordobés Co
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
I <? Toreando a caballo Samanorio gráfico de fós foros FUNDADO POR MANUEL FERNANDEZ CUESTA Dirección: Fernán Gonsáles, 98.—Teléis. 265091-865091 Administración: Alfonso XII, 26. Teléf. 914460 CASANOVA iV ' - Madrid, 4 de diciembre de !947 - N* 180 CAfíA SEMA N A EL SIGNO DE SAMM DEL AÑO do el de Be ni tez Cuberé ya iba a caer bien matado de una gran estocada. Suceso desgraciado, la intención de estas lineas no es divagar en torno al-tamaño de los toros ni al riesgo de tos toreros, que hay sobre esto tantas opiniones como' aficionados, sino fijar únicamente el hecho, para que. andando el tiempo, óteos aficio• nados comprueben én esta efemérides postrera del año una realidad no tergiversada por la pasión. 1947 ,ha sido el año de toros de edad, aun más que de pe• so; de la muerte de cuate o toreros y de las cogidas frecuentes y. graves. No ha sido el año fácil con que pudieran calificarlo los del cualquier tiempo pasa• do fué mejor. KIO y» al final de la temporada, hace tiempo con-» La aparatosa cogida que sufrió Ortega jV cluida, sino al final del año, cuando las líu- toreando en ViUafranea de Xira. Lufa Miguel y el banderillero Carrato al " vías y las nieves, ilegadas de golpe, transfor• quite { Foto Ovtiz) man la fisonomía de las ciudades y hasta el humor y cuando los comentarios sobre la cosa taurina tic nen ese tóno vacilante, de transición entre lo que se fué y lo que ha de llegar, todavía un torero pun• donoroso y modesto que quiere agotar ías posibili• dades artísticas y económicas que le ofrecieron una ciudad de clima de excepción y un empresario de• cidido, caá herido gravemente en una Plaza de To• El ultimo toro lidiado en el ano en la ros. Tal es el caso de Rafael Llórente, que al lidiar Plaza de Barcelona, que ha pesado 391 en Barcelona el último que salió en este año 1947 de kilos í Foto Valls) los chiqueros, hace cuatro días, rubrica con signo de sangre una serle larga de episodios tremenda• Sin otro propósito que el de reflejar este signo del mente dramáticos. A Rafael Lló• año, reunimos en esta página tees fotografías: el úl• rente le ha herido en Barcelona timo toro lidiado, que ha pesado, como decimos, un toro que ha pesado trescien• 891 hilos: Rafael Llórente conducido a la enferme• tos noventa .y un kilos; y le ha ría de la Plaza de Barcelona durante la corrida ce• cogido en. el momento final dé• lebrada el $0 de noviembre, y una, muy espectacu• la media corrida y del año, cuan lar, de la cogida que sufrió el 18 de Julio, en la na• sa de Villafranca de Xira, Domingo Ortega. Que el año 1948, que está próximo a empezar siT Rafael Llórente es conducido a la enfermería, herido por el últi reinado, sea más propicio para esos hombres vale• mo toro de la temporada rosos que son los lidiadores de reses bravas. Foto 1 C. II í AYER y HOYf pnvmmnu'MEño "Frío y nieve en la Plaia"#iCuánlas veces, cmi sil ilc julin, ligbla en ella la misniíl frialdad, > los aliribnados, inventando ídolos - como ahora también-, que a \eirs doran lo (|ne dura una nevada!... • /4r £IV BARCELONA, EL UlA 30 Df /VOV/fVIBRE RAFAEL LLORENTE mata tres torosf uno de Moreno Ardanuy y dos de Renítei Cubero, y resulta herido de gravedad £1 toro que le cogió pesó 391 hilos. La corrida se celebró a1, las dore (fe la mañana RaUei Llórente, único matador, en la puerta de ctiaSrillás Raíaei Llóreme se dobla valientemente con su segundo toro Cuatro momen tos de la cogi da de Rafael Llórente por el toro de Bení tez Cubero '* Fotos Vedis) CERROJAZO DEFINITIVO PILOGO de la tempo• rada fué osla media E corrida de toros ce• lebrada a las doce mediodía ea Las Arenas; actuó de uni*?^ matador Rctfael Llórente la li• dia de un toro de More• no Ardanuy (el primero) y dos de Benitos Cubero, con un peso en canal de 260, 305 y {3911 kilos; man surrones los tres» quedados y sin embestida franca; Llórente tuvo que trastearlos porfiando mutcho y sobre piernas, valentísimo diestro al adjudicarla, y hallándose en el suelo, hizo el toro por él y le Infi• siempre, basta lograr que la música amenizara su ¡faena con el segundo. En rió una cornada grave, de 15 centímetros de pcfundidad. en el borde del concepto de estoqueador obtuvo un verdadero triunfo, por la verdad que puso ano, si bien por desviarse hacia fuera evitó consecuencias más graves todavía. al entrar «por Uvas», y el público —numeroso, por cierto— le ovacionó ince• A la enfermería le llevaron la oreja de este toro, en tanto que el público santemente mientras duró la Fiesta. ^ rompía en una gran ovación, y no hay que decir que el bravo y pundonoroso Mató al primero de una gran estocada, que no necesitó puntilla. (Ovación, torero de Barajas ha dejado para el año que. viene a gran altura su cartel Oreja y vuelta al ruedo.) Al segundo, de una estocada contraria y un desca• en Barcelona. ¡Lástima que su gran éxito se vea amargado por la cornada! bello a la segunda. (NuevKi oración y otra rueHa.) Y ai tercero, llamado «Be- Que cure pronto es lo que hay que desear. jarano», la mole de los 391 kilos, de una estocada monumentaL que también mató sin puntilla y produjo honda emoción, pues fué cogido y volteado el D. V. 311 Al compás de un pasodoble torero DON MARCELIAUO SAi\T AMARIA lleva más de setenta y cinco años ¿DONDE ESTA AHORA EL PRIVILEGIO? yendo a los toros, y no ha sentido IEMPilüE fué ésta de Madrid, por razón de privilegio, jétsca, emética y la tentación de pintar un gran otros sumandos de calidad taurina y peyorativa, la primera Plaza de cuadro sóbrela Fiesta NacionaL- S Toros de España. Esa jerarquía, tamizada concienzudamente a través d > los años, no estuvo adscrita nunca a la monumentaüdad o belleza del edificK Segun don Marceliano, es Ro• donde el arte del toreo tuvo su sede,, sino que el rango y la prestancia se '.a dieron en toda época, con su actuación, las figuraft más descollantes y berto Domingo el pintor actnai señeras del arte taurino. que mejor sabe interpretar la Madrid, castillo famoso desde tiempo inmeanórial, fué también cuna de singulares hazañas táuricas, y quizá poique el Guadalquivir "caía" demasiad» Fiesta pictóricamente lejos, nuestro humilde Manzanares se dedicó a recoger en la penuria de so caudal la esencia torera de toda la Peaiínsiíla. De Norte a Sur, de Este a Oeste, el "aprendiz de rio" fué siempre, a su paso por Madrid, vestido de gris y oro. Un rio tan torero como el •Guadalquivir. ¿Por qué no? Pero vamos a lo que importa. La capital de España ha sido siempre e escabel con que soñaban los diestros de toda categoría y condición paih auparse definitivamente, si era posible, sobre la fama atmbieionada. Sin em• Don Marceilano bargo, en el albero del ruedo madrileño se rompían ilusiones y se coasoli• Santamaría jaban prestigios; armaban su pirotecnia espectacular, encendida de luces ec los trajes toreros, hombres que estaban equivocados en su vocación, aunque la creyeran arraigada en el ánimo. Todo dependía; a la postre, de un gesto, de un momento de fortuna... Pero eso era antes. Aquel privilegio, aquel respeto supersticioso que todos —toreros, empresarios, ganaderos y público— sentían por la Plaza de Madrid se ha ido derrumbando lentamente, por el rehuir de unos, la codicia de otn» «AI corral», cua- h y la indiferencia de 'os más, captados estos últimos por otros espectáculos, OTO de Roberto que dicen que también apasionan. - ' " Y si todo, dcsaíonunadamenite, va ocurriendo así, que la Plaza madriléñ Domingo *s ya no tiene los fueros de antaño, sus privilegios seculares, es ocasión propició coyuntura aprovechable para tratar de un tema que estoy iseguro ha de agradar a «niichos aficionados. £1 argumento es éste: ¿qué razón hay para IIE encuentro en Goya, camino dei Tiziáno*', nos dice jwkalntenie* don que en Madrid, donde se dan carteles pueblerinos, no suene la música cuando lll Marceliano, luego de unos afectuosos golpes en la espalda, esos golpes {en él no pueden ser golpecitos) tan característioos en él, y que a través un, torero está realizando ante un toro una gran faena? de su charla se multiplican por nuestras rodillas, hombros y brazos." Es la Yo sé que algunos, «pegados a la tradición, es posible que rezonguen su r io-nera como don MarceHano Santamaría, todo corazón, subraya Sus frases, anatema o repulsa contra lo que es, en definitiva, deseo de ta mayoría. Nos í. • . llanas, sencillas y sustanciosas como el pan, él vino y el queso. dirán que eso de que la música suene cuando un torero "va dejando crecer •i Efectivamente: el maestro se encuentra en Goya... y va camino del Tizia- su arte" ante la fiera, jaleado por el público, es costumbre de otras iatitudes, r.o con paso Arene y la mirada aún brillante de ilusión'. Ahi están, en el Cíncu- que quitan rango a las Plazas. Sin embargo, nosotros no compartimos esa I de Bellas Artes. los últimos lienzos, debidos a su pincel, ya octogenario, y opinión. ¿No tiene prosapia la Real Maestranza de Sevilla? ¿No está cargada ta n vigoroso y dócil como en los años mozos. Ahi están esas telas luminosas, de abolengo la Plaza de Toros de Ronda? ¿Son acaso pueblerinos los ruedos en las que un espíritu que se resiste al tiempo canta alegremente su amor de Zaragoza, Valencia, Bilbao, San Sebastián, Vailadolid, Santander, Córdoba a: trabajo, su vocación inmaneesible..