TEXTOS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA BIBLIOTECA AYACUCHO Es Una De Las Experiencias Editoriales Más Importantes De La Cultura Latinoamericana
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Javier Garciadiego TEXTOS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA BIBLIOTECA AYACUCHO es una de las experiencias editoriales más importantes de la cultura latinoamericana. Creada en 1974 como homenaje a la batalla que en 1824 significó la emancipación política de nuestra América, ha estado desde su nacimiento promoviendo la necesidad de establecer una relación dinámica y constante entre lo contemporáneo y el pasado americano, a fin de revalorarlo críticamente con la perspectiva de nuestros días. El resultado es una nueva forma de enciclopedia que hemos denominado Colección Clásica, la cual mantiene vivo el legado cultural de nuestro continente, como conjunto apto para la transformación social, política y cultural. Las ediciones de la Colección Clásica, algunas anotadas, con prólogos confiados a especialistas y con el apoyo de cronologías y bibliografías, hacen posible que los autores y textos fundamentales, comprendidos en un lapso que abarca desde la época prehispánica hasta el presente, estén al alcance de las nuevas generaciones de lectores y especialistas en las diferentes temáticas latinoamericanas y caribeñas, como medios de conocimiento y disfrute que proporcionan sólidos fundamentos para nuestra integración. TEXTOS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA Javier Garciadiego TEXTOS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA 247 PRÓLOGO Javier Garciadiego SELECCIÓN, CRONOLOGÍA Y BIBLIOGRAFÍA María del Rayo González Vázquez NOTAS Javier Garciadiego María del Rayo González Vázquez © Fundación Biblioteca Ayacucho, 2010 Colección Clásica, Nº 247 Hecho Depósito de Ley Depósito Legal lf50120109003659 (rústica) ISBN 978-980-276-485-3 (rústica) Apartado Postal 14413 Caracas 1010 - Venezuela www.bibliotecayacucho.gob.ve Edición: Pedro Elías Martí y Anyely Marín Cisneros Corrección: Andreína Amado y María Josefina Barajas Concepto gráfico de colección: Juan Fresán Actualización gráfica de colección: Pedro Mancilla Diagramación: Yessica L. Soto G. Impreso en Venezuela / Printed in Venezuela PRÓLOGO APROXIMACIÓN SOCIOLÓGICA A LA HISTORIA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA CRISIS DEL PORFIRIATO LA REVOLUCIÓN MEXICANA fue un amplio y complejo movimiento so- cial, algunas de cuyas causas se remontaban varios siglos. Asimismo, la Revolución Mexicana fue el factor determinante en la evolución de México a lo largo del siglo XX. Su estallido se debió a varios factores: la crisis gene- ralizada del gobierno de Porfirio Díaz; la imposibilidad de resolver pacífi- camente la sucesión presidencial de 1910; las aspiraciones de las clases me- dias y de los sectores populares; el agotamiento del régimen oligárquico, y el complejo contexto internacional de aquellos días. A principios del siglo XX la situación mexicana era muy distinta a la de los demás países latinoamericanos1. Como varios de estos, especialmen- te los situados en las regiones centroamericana y andina, México sufría un gobierno dictatorial y una muy desequilibrada distribución de la pro- piedad agraria. Sin embargo, a diferencia de ellos, gozaba de un notable cre cimiento económico. La combinación de crecimiento económico con gobierno dictatorial y con graves problemas agrarios resultó explosiva. El país vio desarrollarse, como producto del crecimiento económico, en particular de la urbanización y la industrialización, a un contingente apre- ciable de clases medias y de proletariado [“La clase media…”, pp. 3-6 de 1. Acerca de las diferencias mexicanas respecto a los demás países latinoamericanos, véase Friedrich Katz, “México: la restauración de la República y el Porfiriato, 1867-1910”, His- toria de América Latina, Leslie Bethell; ed., Barcelona, Editorial Crítica, 1992 (16 v.), v. 9, pp. 11-77. BIBLIOTECA AYACUCHO IX esta edición]*. Si bien en otros países sudamericanos, como Argentina, Brasil y Chile, también hubo crecimiento económico, con su consecuente desarrollo de clases medias y trabajadoras, lo cierto es que en estos países del Cono Sur había instituciones políticas –sindicatos, partidos y parla- mentos– que servían para la defensa y promoción de los intereses de esas nuevas clases sociales. En cambio, el gobierno dictatorial de Díaz resultó inadecuado para representar y defender los intereses de dichas clases. Al contrario, dificultó el ascenso de las clases medias y reprimió los reclamos obreros. Para colmo, la estructura agraria de estos países sudamericanos se caracterizaba por la coexistencia de los poderosos pero modernizantes es- tancieros, con muchos pequeños y medianos propietarios, mientras que en México solo había este segundo tipo de propietarios en ciertas regiones del norte y del occidente del país2, prevaleciendo en el resto una distribución de la propiedad muy desigual, con pocos pero extensos latifundios y con un número enorme de comunidades campesinas, las que sufrían un grave proceso de pérdida de sus tierras pero conservando su organización y su memoria, lo que las hacía políticamente conflictivas. El más claro ejemplo de las comunidades que sufrieron usurpaciones pero que conservaron su estructura tradicional y su identidad es el de los pueblos campesinos del estado de Morelos3. Las aspiraciones de estas comunidades a conservar su autonomía y su identidad y a recuperar sus tierras hacían predecible un conflicto muy violento. Lo mismo podría decirse de las comunidades * En lo sucesivo todas las menciones entre corchetes se refieren a los documentos presen- tados en este volumen. 2. Para un correcto análisis de la estructura de la propiedad agraria, véase George Mc- Cutchen McBride, “Los sistemas de propiedad rural en México”, Problemas Agrícolas e Industriales de México (México), v. III Nº 3 (1951), pp. 11-114. Respecto al desarrollo de la mediana propiedad agraria, véase Luis González y González, Pueblo en vilo. Microhis- toria de San José de Gracia, México, El Colegio de México - Centro de Estudios Históricos (Nueva serie, 1), 1968. Véase también David Brading, Haciendas y ranchos del Bajío. León, 1700-1860, México, Editorial Grijalbo, 1988. 3. Véase John Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, México, Siglo XXI Editores, 1969. Otro caso similar es el de las comunidades de los estados de Puebla y Tlaxcala; al respecto véase Raymond Buve, El movimiento revolucionario en Tlaxcala, Masar Sugawara; present., México, Universidad Autónoma de Tlaxcala - Secretaría de Extensión Universita- ria y Difusión Cultural / Universidad Iberoamericana - Departamento de Historia, 1994. TEXTOS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA X indígenas: si en países como Argentina y Chile casi fueron exterminadas las tribus indígenas como resultado de las campañas militares que se hicieron para despojarlos de sus tierras y poder integrarlas a un modelo moderno de explotación económica, en México subsistieron con relativo vigor y man- tuvieron su capacidad de lucha: el ejemplo de los yaqui es muy ilustrativo. En resumen, solo en México se dio esta explosiva combinación, que hacía posible la alianza de campesinos, obreros y clases medias; esto es, que haría posible una revolución y no solo una rebelión campesina, o una revolución y no solo una reforma política. Además de esta limitación estructural, el gobierno porfiriano sufrió varias crisis profundas4. Díaz era un mestizo oaxaqueño, había destacado en los ejércitos liberales que habían luchado contra los conservadores y la intervención francesa, pero luego se distanció de Benito Juárez y de sus compañeros liberales por sus aspiraciones a la presidencia. Su prolongado régimen dio comienzo con el triunfo de la rebelión de Tuxtepec, que estalló en 1876 contra la reelección del presidente Sebastián Lerdo de Tejada. Una vez en el poder, su gobierno pasó por tres etapas. La primera se extendió hasta finales de la década de 1880 o principios de los noventa, y se caracteri- zó por ser el período de ascenso y consolidación en el poder, durante el cual Díaz construyó su aparato político con equipos de colaboradores propios. Sobre todo, cambió el proyecto nacional, pues si con los gobiernos liberales anteriores al suyo –los de Benito Juárez y Lerdo de Tejada– los objetivos habían sido la libertad y la ley, con Díaz lo serían el orden y el progreso. Durante sus primeros años de gobierno se apoyó en militares de su total confianza, tanto para la impostergable pacificación del país como para adquirir el control del ejército. Su finalidad era contener o desplazar a los principales jefes militares, competidores naturales suyos en tanto que 4. Las mejores historias generales del período siguen siendo la de José C. Valadés, El Porfi- ris mo. Historia de un régimen, México, Antigua Librería Robredo, de José Porrúa e hijos / Editorial Patria, 1941-1948 (3 v.); y la de Daniel Cosío Villegas, et al., Historia moderna de México. El Porfiriato, México, Editorial Hermes, 1955-1972 (10 v.), vs. 4-10. Una visión sin- tética de esta última es la de L. González y González, “El liberalismo triunfante”, Historia general de México, México, El Colegio de México - Centro de Estudios Históricos, 2000, pp. 633-705. BIBLIOTECA AYACUCHO XI también eran héroes de las guerras de Reforma e Intervención. Asimismo, carente de un equipo civil suficientemente amplio, al principio Díaz desa- rrolló prácticas conciliatorias e incluyentes, gobernando con políticos y bu- rócratas provenientes de equipos ajenos y diversos. Durante sus primeros años también acudió a la represión de sus enemigos: si para los que estaban conformes con su planteamiento hubo canonjías, para los renuentes hubo diversos castigos; por último, si tuvo que apoyarse en los grupos políticos previos, en cuanto pudo impuso gente suya, aunque fueran inexpertas o externas a la región