FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES Universidad Nacional De Cuyo
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FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES Universidad Nacional de Cuyo Publicación Especial _____________________________________________________________________________________ AUTORIDADES RECTOR: Lic. José Francisco MARTIN DECANO: Lic. Carlos M. FINOCHIO CONSEJO DIRECTIVO Lic. Alberto CIRIGLIANO Lic. Guillermo CORTES Lic. Ricardo ROMAGNOLI Lic. Amelia LOPEZ Lic. Graciela COUSINET Lic. Rodolfo JUAREZ DIEZ Lic. Javier OZOLLO Lic. Alejandro SALOMON Lic. Rubén LORENZO Sr. Isaac F. GUTIERREZ Sr. Rodrigo OLMEDO Srta. Gabriela NEGLIA Srta. Mercedes MOLINA _____________________________________________________________________________________ Director de Producción de Imprenta: Isaac Francisco GUTIERREZ Motivo de Tapa: Luís SCAFATTI (Fati) Poemas: Alfredo VARELA 4 LA REPRESION EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO EL MENDOZAZO ROBERTO VELEZ • Antecedentes • Reflexiones MENDOZA ARGENTINA Universidad Nacional de Cuyo Facultad de Ciencias Políticas y Sociales 1999 5 _____________________________________________________________________________________ Reservados los correspondientes derechos por Ia UNCuyo. Prohibida su reproducción total o parcial Pueden formularse citas con la indicación expresa de su procedencia y conservando el sentido del contexto. Copyright by Universidad Nacional de Cuyo Impreso en la Argentina — Printed Argentina Deposito de la Ley 11.723 en trámite 6 INDICE Pag. Prólogos ................................................................................................ 9 Introducción .......................................................................................... 19 Capitulo 1: La dictadura de 1966 ‐ Antecedentes en Ia UNCuyo........... 23 Capitulo 2: EI mendozazo – abril 1972……………………………………………….. 43 Parte A: Introducción Parte B: La sublevación de los mendocinos Roberto Adolfo Vélez Parte C: Epilogo Capitulo 3: Mendoza: Ia dictadura, las Iuchas estudiantiles y la represión ................................................... 71 Capitulo 4: Apertura institucional ..................................................... 111 Capitulo 5: Mendoza (1973‐1976) ..................................................... 127 Capitulo 6: Universidad Nacional de Cuyo (1973‐1976) ..................... 143 Capitulo 7: La represión de Ia dictadura en la UNCuyo .................... 179 Primera Etapa: Héctor Ruiz ............................................................... 180 Segunda Etapa: Pedro Santos Martínez ............................................. 213 Tercera etapa: Enrique Zuleta Álvarez…………………………………………….. 215 Capitulo 8: Esbozo biográfico ‐ Historia de una sanción. Reflexiones. 217 Capitulo 9: No hay arrepentimientos...................... ………………… … .. 239 Capitulo 10: Conclusiones..........,........................................................ 261 ANEXO A .............................................................................................. 269 ANEXO B .............................................................................................. 279 7 A mi compañera. A Leandro, Ivana, Nadya y Juan Cruz. A Caro, Martín y Matías A Tomi, Mara, Mia, Nacho, Facu y Alba A mis amigos y compañeros del movimiento político y social. A Claudio Rodríguez. 8 PROLOGOS I Conocí a Roberto Vélez (h) cuando aun era niño. Recuerdo la cortada Romairone en Godoy Cruz donde vivía con sus padres en una casita modesta que compadecía con la condición social de su padre, llamado también Roberto, obrero de la construcción, especializado en colocación de aparatos de gas luego de haber trabajado en la fabrica de cemento "Corcemar" del Departamento de Las Heras. Para aquella época (años del 30) me relacioné con aquel hombre que por su fortaleza moral, signó en buena medida mi formación cívica y social. Roberto Vélez (p) pertenece al historial de las luchas de la clase trabajadora de Mendoza y también de la Nación como digno defensor de sus intereses clasistas. Ser dirigente de un gremio obrero y mucho mas si se llegaba como en el caso de Vélez, a alta representación, importaba en aquellos tiempos grandes responsabilidades, que debían estar respaldadas por una vida austera, casi franciscana, distinta a la de los dirigentes oficiales actuales, de la llamada "espina dorsal del Movimiento" en la habilosa lengua de Perón. La vida, la lucha y la obra de Vélez constituyen la antípoda de la vida fácil y suntuosa de estos seudo dirigentes prefabricados del peronismo: Triacca, Barrionuevo, Armando Cavallieri, Oscar Lezcano, José Pedraza, Ubaldini, Cassia, Martínez. Vélez pertenecía a lo que yo llamo "Galería de Héroes" de los trabajadores, los que sufrieron prisión, destierro, tortura, muerte: sin dar un paso atrás, siguiendo la regla de oro del poeta turco Nazim Hikmet: "La cosa es no entregarse, ésa es la cosa". Al lado ‐ y a igual altura ‐ de dirigentes nacionales como José Peter, Pedro Chiaranti, Jesus Mira y tantos otros, Roberto Vélez (p) figura ‐ en lo que cabe a Mendoza ‐ del brazo de dirigentes sindicales de la talla de Manuel Ruiz (concejal por Godoy Cruz, candidato a Vice Gobernador), Juan Esposito (dos veces 9 diputado Provincial), Agustín Esposito, Ricardo Loyo, Juan Palavecino, Iglesias, etc. He dicho héroes, sin magnificar la expresión porque eso fueron, yo los conocí, los he tratado, han sido mis compañeros de Iucha, hemos compartido cárceles y destierro, persecución y tortura. Sus tumbas están hoy olvidadas, su historia en el anonimato, en los gremios por los cuales trabajaron los ignoran o los tapan, porque esas vidas ejemplares no quieren que sean conocidas y estudiadas por los "capos" de estos tiempos. No les conviene que se sepa con qué fervor lucharon, que nunca ocuparon cómodas poltronas ni se arrodillaron ante los poderosos o los circunstanciales dueños del poder. No claudicaron, no vendieron sus conciencias.‐ De Ia madera de esos héroes, de esa progenie proviene Roberto Vélez (hijo) que continua la vida y Iucha de su padre proletario, con igual dignidad y parecido coraje. Podemos aplicar en este caso el refrán: "De tal palo tal astilla" o bien, "Hijo'e tigre había 'e ser". En el hijo se ven reproducidas las condiciones excepcionales del viejo luchador, del que tantos ejemplos recibí: claridad y firmeza frente a Ia vida, transparencia en el accionar, coraje y valentía ante embestidas del enemigo; hacer "pata ancha" frente a los que quisieran someternos o envilecernos; paciencia, mesura, respeto al vivir ético, limpieza de manos (manu pulite), intachable vida publica y privada. Y amor a nuestra tierra, Ia grande y la "patria chica", a sus luchas, sus tradiciones, su pasado, para enorgullecernos con lo bueno y estigmatizar lo malo. En una palabra, una conducta limpia a la luz de todos.‐ En esa figura moral encuadra Roberto Vélez (h) con cuya amistad me honro y cuyas virtudes aprecio valiente hasta la temeridad, dueño de si mismo, respetuoso y conocedor de la gente, en especial de jóvenes y estudiantes, con hábitos de buen vecino, su casa de puertas abiertas, propugnador de Ia vida comunal, conforme a la regla literaria, “Pinta bien a tu aldea y estarás pintando el mundo”. Es además bondadoso pero enérgico, un buen pater familia, estudioso de los problemas políticos y sociales, buen perdedor de elecciones pero manteniéndose enhiesto, persuadido de que nadie sabe más que el tiempo y la experiencia de la gente. Es el padre redivivo Roberto padre, amigo y camarada; Roberto hijo, camarada y hermano. Como si me lo hubiera dejado en herencia para apaciguar mi soledad. 10 El Libro de Roberto La obra que hoy sale a Ia Iuz es también continuación renovada de Ia que su padre dejo como publicista; valiosos como fueron sus trabajos acerca del fenómeno que constituyó “EI Mendozazo”, (abril de 1972). O "Las luchas sociales en Mendoza", obra escrita en colaboración con Benito Marianetti. Conviene dejar constancia que el gran Iider socialista siempre tuvo a su Iado a Vélez en consulta y asesoramiento en esfera del gremialismo y Io social. Quiero agregar algo mas para conocer a este juvenil personaje, autor del Iibro que, Iuego de muchos esfuerzos, ha conseguido darle honor de la letra de imprenta. Me refiero a cómo acabe de conocerlo en Ia cárcel que compartimos en los años l976 y I977, en la ominosa época de la dictadura genocida. En Ia cárcel es donde se conoce mejor a un hombre. Sin atuendo y en calzoncillos; donde Ia verdad surge del fondo del infortunio. Su comportamiento fue ejemplar y ejemplarizador, ayudando con su conducta sin declinaciones y su serenidad, al equilibrio emocional de los compañeros; transmitiendo sus experiencias y conocimientos en los Ilamados "recreos", con sigilo y habilidad; eludiendo Ia persecución y huroneo de los guardianes. Seguía la consigna del poeta turco citado, que estuvo preso 20 años por delitos de ideas. Este Iibro de nuestro compañero esta llamado a tener vida Iarga, la que merecen hojas de un valiente que habla para dar testimonio de Io que debe perpetuarse y combatir la corrosión del tiempo y el olvido que prescriben "Ios de arriba"; cómplices y coautores de los actos de salvajismo que aquí se denuncian. Son páginas que registran las malas acciones para que no vuelvan a repetirse y para ello no hay que olvidar, como pretenden los filisteos que quieren borrar las cosas que en su momento hicieron o consintieron cuando estaban seguros que operaban bajo la garantía de la impunidad; que en parte lograron con la "obediencia debida", "eI punto final" y el ominoso indulto menemista. En el frontispicio del Iibro "Recuerdos de Provincia", Sarmiento coloca esta frase de Montaigne: "Decir menos de Io que