Obras Completas De Luis Muñoz Rivera
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Library of Congress Obras completas de Luis Muñoz Rivera ... Volumen 2. OBRAS COMPLETAS D LVIS MVÑOZ RIVERA CAMPAÑAS POLÍTICAS. VOLUMEN II EDITORIAL PVERTO RICO 2?663 218 CAMPAÑAS POLITICAS OBRAS COMPLETAS DE LUIS MUÑOZ RIVERA VOLUMEN II CAMPAÑAS POLÍTICAS (1901–1916) SELECCIONADAS Y RECOPILADAS POR LUIS MUÑOZ MARIN EDITORIAL PUERTO RICO LIBERTAD, 23 MADRID T1975 ??S ES PROPIEDAD Copyright 1925 by Editorial Puerto Rico MADRID PRINTED IN SPAIN Obras completas de Luis Muñoz Rivera ... Volumen 2. http://www.loc.gov/resource/lhbpr.5232b Library of Congress Gift 42— Tipografia Yagües. Doctor Fourquet, 4. Madrid. Teléfono 30–76 M. A Eduardo Giorgetti. 1 THE PUERTO RICO HERALD Julio 13 de 1901. HON, WILLIAM MAC KINLEY, ( Presidente de los Estados Unidos. ) Señor: Un ciudadano que ejerció en su país, como vos en el vuestro, las más altas funciones ejecutivas, se propone deciros respetuosamente, pero con toda sinceridad, lo que de seguro no podría descubrir entre la urdimbre de los informes oficiales, que os presentan a Puerto Rico satisfecho de su situación, más próspero que nunca y más que nunca libre y feliz en el seno de la nación americana. Así lo queréis sin duda. Pero son unos vuestra voluntad y vuestro propósitos y son otras, en absoluto distintas, las realidades que agobian y avergüenzan a los puertorriqueños amantes de su patria. ¿En qué estriba ese innegable predominio de las ideas malsanas sobre vuestras ideas, grandes y generosas? ¿Quizá en que el aparato legislativo que el Capitolio pone a vuestro alcance resulta destructor de las energías insulares? ¿Acaso en que las personas encargadas de aplicar una política inteligente no están a la altura de su encargo? ¿Tal vez que el pueblo carece de aptitudes para continuar actuando, con personalidad propia en los empeños de su vida interior? La ley Foraker, señor presidente, buena en lo económico, no debió nunca salir del Capitolio de Wáshington; es una ley indigna de los Estados Unidos que la imponen y de Puerto Rico que la soporta. No existe en ella ni la más leve sombra de un pensamiento democrático 1 CAMPAÑAS II 2 Se os faculta para nombrar el gobernador y para rodearle de Concejo a vuestro arbitrio. Y el gobernador y el Concejo eligen a los demás funcionarios, sin que se permita a la Cámara de representantes fijar la cuantía de los sueldos ni la importancia de los servicios. Obras completas de Luis Muñoz Rivera ... Volumen 2. http://www.loc.gov/resource/lhbpr.5232b Library of Congress En los díias del que llamaron muchos en América despotismo español, Puerto Rico mandaba sus diputados a las Cortes de Madrid, votaba sus leyes, era una provincia de España igual a las provincias europeas por la constitución, que las amparaba, nivelándolas en el derecho y aún otorgando a la isla del Atlántico la autonomía que rehusa a las tierras del continente. Existía también un Consejo; pero ¡qué diferencia del Consejo de entonces, de origen popular y de carácter parlamentario al Consejo de ahora, de origen oficinesco y de carácter bucrocrático! El que os escribe, tuvo el honor de presidir aquel cuerpo, que gobernó sin restricción y sin reserva: Y puede afirmar que ni una sola vez encontraron los ministros, enfrente de sus actos, el veto de España. Eramos nosotros responsables de nuestros decretos y los dictábamos con exquisita prudencia; más así mismo con independencia no discutida ni mermada por la metrópoli. En una palabra, el “self-goverment” se desenvolvía sin obstáculos y empezaba Puerto Rico a sentirse dueño de su presente y de su porvenir. Al desaparecer, demolido por vuestras escuadras, el edificio histórico que tenía en su cúpula, como último bloque, las colonias ya emancipadas y autónomas, todas las esperanzas se volvieron a otro edificio; al que iba a erigirse sobre la amplísima base de una democracia que es el asombro del mundo. Hasta los más pesimistas confiaron que la nueva nacionalidad en ningún caso, por ningún pretexto, mermaría las libertades otorgadas por la antigua. ¡Ah, señor! No sólo las merma, sino que las aniquila y las destruye. En Puerto Rico el sufragio de los pueblos es una farsa. La orden del gobernador —única que rige—para hacer las elecciones, crea una junta de inscripción en San Juan y diversas juntas subordinadas 3 en la isla. Unas y otras reciben del propio gobernador su nombramiento. Y poseen la potestad de inscribir o no inscribir a los electores, a su capricho y sin responsabilidades ulteriores. Por eso, al elegirse la Cámara, fué a las urnas un solo partido, aquel que lisonjeaba al Gobierno, secundando sus planes, inclináñdose enfrente de sus injusticias y aceptando en desdoroso silencio, o con incomprensible aplauso, la muerte de la patria. Y por eso Obras completas de Luis Muñoz Rivera ... Volumen 2. http://www.loc.gov/resource/lhbpr.5232b Library of Congress la Cámara, en que existe un solo matiz de opinión pública, no representa las ideas ni los intereses del país, sino los intereses y las ideas del Gobierno, que las impuso y las sostiene por la fuerza. Los que en Puerto Rico poseen la propiedad y la intelectualidad, permanecen proscritos de la administración, sin duda por el enorme crimen de querer para su isla las libertades americanas bajo la bandera americana. De Puerto Rico están ausentes esas libertades. Los municipios no pueden designar los profesores de sus escuelas, porque en la designación interviene el Comisionado de la Enseñanza; ni los médicos de su distrito, porque ha de consultarse al Comisionado de Sanidad; ni los vigilantes de sus barrios, porque el gobernador escoje a todos los individuos de la “Insular Police” y no se consiente a los pueblos tener policía propia; ni pueden repartir ni recaudar sus contribuciones, porque de ésta función se encarga en absoluto el tesorero de la isla; de modo que en Puerto Rico no hay municipios, y hasta las vacantes de alcaldes y concejales han de ser cubiertas por el gobernador. La organización judicial, desde los jueces de la Corte Suprema, hasta los jueces de las Cortes de Policía, reconoce también el mismo origen. Y se ha hecho exclusivamente a beneficio de un solo partido, de tal suerte que los tribunales no son la garantía más alta de aquella sociedad, sino el dócil instrumento de las pasiones políticas. Ha poco tiempo, en el mes de abril, se destituyó a todos los jueces de procedencia no republicana. Entre ellos figuraban juriconsultos de gran renombre y de historia sin mancha. Se les sustituyó con jóvenes recién 4 salidos de las Universidades, entregándose así la justicia a la ineptitud y a la inexperiencia. Tiranía semejante sólo se conoce en las estepas rusas, en las dominios de la Puerta Otomana o entre los bárbaros mandarines del Celeste Imperio. Y creedlo, señor presidente, “The Puerto Rico Herald” no se publica para hacer campaña contra la administración de la que sois jefe soberano; se publica para que sepais vos y para que sepa el pueblo de los Estados Unidos la verdad de los que ocurre en una colonia que desespera y sufre al ver que, mientras en su territorio se muere de hambre bajo el Obras completas de Luis Muñoz Rivera ... Volumen 2. http://www.loc.gov/resource/lhbpr.5232b Library of Congress despotismo, los informes oficiales la presentan feliz y la declaran contenta de su ruina y de su servidumbre. En las páginas de este periódico iréis viendo, si os dignais leerlas, los abusos de que somos víctimas los puertorriqueños. No se limitará nuestra labor a unas cuantas censuras: unirá las pruebas a las afirmaciones y pondrá ante vuestros ojos, hechos que desconocéis, pues si los conocierais no los consentiríais, ya que en vuestras manos está el honor nacional, comprometido por los que, en nombre de la libertad, sumergen a los dominios americanos de ultramar, en la esclavitud más injusta y degradante. Acaba de establecerse el libre cambio, es cierto, según lo mandaba la ley Foraker. Y porque mandaba esto, y porque resolvía distintos problemas atañaderos al desarrollo material de Puerto Rico, dije antes que la ley es buena en lo económico; pero en lo político, señor presidente, es una red dentro de la cual se nos encierra sin misericordia, privándonos de todo derecho y obligándonos a pensar que se quiere reducirnos a la triste condición de siervos romanos, adscritos al terruño, impotentes para cualquier iniciativa y condenados a una inferioridad injuriosa, frente a la cual se alzará siempre la protesta de los hombres libres. Y hay algo más triste. La seguridad de las personas desaparece. La policía, en vez de ser una institución protectora, es una institución amenazadora, que lleva en 5 sus abusos la alarma a las familias. Antes del año 98, los habitantes iban desarmados. Ahora han menester armarse, no ya para el tránsito de los caminos rurales, sino para el de los recintos urbanos. Y ahora precisamente se registra en las calles a los caballeros más dignos, obligándoles a pasar por la vergüenza de que un polizonte les detenga y humille en público. Tal proceder se emplea SIN UNA SOLA EXCEPCION, contra los federales y podría creerse que se desea desarmar a una parte del pueblo, en tanto que la otra ostenta sus revólvers y sus cuchillos, destruye las imprentas de los periódicos adversarios y forma, con gran notoriedad, una banda que se titula EL PARTIDO DE LAS TURBAS, y que funciona en San Juan, sin que a las autoridades sorprendan ni su nombre ni sus Obras completas de Luis Muñoz Rivera ... Volumen 2. http://www.loc.gov/resource/lhbpr.5232b Library of Congress fines. Fijaos, señor presidente, en que jamás se alteró el orden en tiempos de España y considerad que en estos tiempos se altera a cada paso, produciéndose motines y tumultos en que actúa siempre la INSULAR POLICE, es decir, la fuerza, de la que el gobernador dispone a sus antojos.