<<

Recensiones

no es simplemente un medio de expre- literaria, tan compleja en la materia y a sión –sino que es también, en un grado la vez tan clara en su lenguaje. Ello per- View metadata, citation and similarmuy significativo,papers at core.ac.uk un medio de auto- mite que este volumen pueda ser leído brought to you by CORE constitución” (p. 404). por personas doctas en la materiaprovided y, en by Portal de Revistas Científicas Complutenses general, todo el público. Héctor GARCÍA CID El libro se divide en una introduc- ción, cuatro capítulos (a su vez divididos en subcapítulos) y en un epílogo final. Dentro del contenido de la obra, se puede D. SOTO CARRASCO, La conquista del Es- observar la amplia bibliografía utilizada tado liberal: , por el autor, tanto en autores españoles: Valencia, Editorial Kyrios, 2013, 340 pp. Ortega y Gasset, Unamuno, Ledesma, Vi- llacañas Berlanga, Rivera, Giménez Ca- Se trata de un trabajo inédito del pro- baller... como autores Europeos de fesor Soto Carrasco, especializado en el di versos países: Weber, Marinetti, Kose- pensamiento político contemporáneo y lleck, Richter, Scatolla etc. Una amplia en la historia del pensamiento iberoame- bibliografía que permite hacer un rigu- ricano. En este trabajo de in vestigación, roso análisis científico del tema tratado. con un fuerte carácter interdisciplinar, el Comienza el Soto Carrasco con un autor ha explicado con gran acierto, la ra- planteamiento metodológico y objetivo cionalidad de uno de los acontecimien- del análisis del fascismo a través de Or- tos modernos del siglo XX, el fascismo. tega “el caso era, según Ortega, que el Mediante un riguroso análisis filosófico- fascismo se presentó como una irrupción político, e incluso, histórico-sociológico. de una nueva forma de legitimidad, que Uno de los hechos más relevantes no procedía ya tanto del derecho, como sí que ocurrieron en el primer tercio del de las fuentes carismáticas que asistían siglo XX en España y, en Europa, fue- al líder de las masas” (p. 10). De todas ron los movimientos fascistas. De ahí, formas, como señala el profesor, hay que como reza el título La conquista del Es- tener en cuenta que Ortega seguía an- tado Liberal: Ramiro Ledesma Ramos, clado en las categorías políticas liberales el autor se centra en el estudio de la fi- del s. XIX. Frente a ese planteamiento gura del fundador del primer movi- del concepto de Estado (liberalismo-clá- miento fascista español. La importancia sico), nos encontramos al discípulo Le- de las aportaciones del profesor Soto desma Ramos. El joven Ledesma, como Carrasco, reside en la claridad, conte- se pueden apreciar en sus primeros tra- nido académico y precisión en el len- bajos, fue influenciado por Nieztsche guaje utilizado en una materia tan árida “evolucionó de un romanticismo nihilista como la que nos acontece, por ello, es hacia una posición abiertamente nihi- justicia elogiar ese esfuerzo académico lista” (p. 54). De estas lecturas, el joven e intelectual en brindarnos esta creación fascista comienza a pensar en un pro-

Res Publica. Revista de Historia de las Ideas Políticas 330 Vol. 17 Núm. 1 (2014): 315-368 Recensiones

yecto de salvación nacional, frente a la Para ello, Ledesma necesita unas ca- decadencia cultural europea y española tegorías filosóficas y políticas adecuadas (elementos de in fluencia orteguiana, para analizar el comportamiento de la ju- como bien señala Soto Carrasco). Para ventud española frente a las nuevas cir- ello, considera hacer una nueva lectura cunstancias sociales y culturales de la de El Quijote, ya que en esta magna obra década de los 30. De ahí, que el joven española se puede apreciar la gran cul- exaltado se fija en otro importante maes- tura española. tro, , cuyo pensa- La influencia de su maestro Ortega y miento irracionalista y nacionalismo su Razón vital, permite a Ledesma en- personal admiraba Ledesma. Esto le per- contrar la metodología necesaria para mite ser continuador de esa preocupación salvar su “circunstancia” e intervenir po- nacional que mostraba Ortega desde líticamente en el contexto español. Ade- 1914 a la necesidad de un mito Hispano, más, su análisis de los movimientos que según Ledesma, sólo podría aportar políticos y sociales europeos del s. XX, el Rector de la Universidad de Sala- en especial Italia, le permitirá desarrollar manca. De ahí, que el joven intelectual una postura extremista del “sobre-hom- creyese que Unamuno estaba en la dis- bre” nieztzscheano. Asimismo, Ledesma posición de crear un ideario nacional Ramos aceptará plenamente la interpre- cuya firmeza suficiente dotase al instru- tación de su maestro sobre la misión rec- mento estatal de un alma nacional vacía tora de la Universidad. “Esta tiene que desde la Restauración. Lo que Ledesma conformar otro tipo de profesionales que no se daba cuenta, es que su concepto de la sociedad necesita más que cualquier Estado total, absoluto, donde no existen otro: los que deben mandar” (p. 85). ciudadanos sino súbditos, divergía en Comienza así a desarrollarse el pen- cuanto al pensamiento de Unamuno, de samiento fascista de Ledesma, cada vez ahí que este último, realizase una dura más influenciado por los movimientos diatriba contra la concepción totalitaria de masas europeos, y sabedor de la ne- del Estado. Mostrando así su discrepan- cesidad de acometer un cambio del Es- cia tanto de Ledesma Ramos como del tado liberal burgués de un Bentham a un fascista Giménez Caballero. E incluso Estado total, absoluto (he aquí la gran manifestando unas categorías muy aleja- diferencia entre maestro y discípulo). das de los regeneracionistas (Costa, Frente al pensamiento de su maestro, el Maeztu, Ortega...), señala el profesor joven fascista considera que solo se Soto Carrasco. puede salvar la patria gracias a los mo- Para el joven exaltado, y otros de su dernos movimientos político-sociales generación, admiraban cada vez más los ocurridos en Europa, en especial la Ita- movimientos fascistas de Alemania, lia fascista, Alemania nazi y Rusia. Es Rusia e Italia. Cada vez consideraban necesario organizar un proyecto político más importante eliminar ese Estado libe- de largo recorrido. ral burgués, y solo se podía hacer a través

331 Res Publica. Revista de Historia de las Ideas Políticas Vol. 17 Núm. 1 (2014): 315-368 Recensiones

de la revolución nacional y el totalita- La creación del semanario político rismo. Por tanto, el joven fascista no de corte fascista: La Conquista del Es- creía ni en el liberalismo, ni en la demo- tado supone la entrada pública en los cracia, menos aún en la República. medios de comunicación del ideario de Junto a Ledesma, Giménez Caballero Ledesma. En el semanario aboga por también encontró sus orígenes ideo - una revolución que hiciera posible la lógicos en la obra del filósofo madrileño. reunión de masas en una nueva unidad Pero, sería su visita a Italia la que causa- nacional con capacidad de retomar las ría “un fuerte impacto artístico y político sendas del antiguo imperio. Por tanto, es en su pensamiento”. Por ende, el joven un ideario abiertamente anti-izquier- intelectual admiró el fascismo italiano, dista, antidemocrático, antiliberal y anti- incluso tomaba de Marinetti el carácter conservador. El elemento importante vitalista, revolucionario y futurista del sería las masas, en especial los jóvenes movimiento de masas. Había que supe- (elemento movilizador de la sociedad). rar esa vivencia en el liberalismo deci- Ese carácter totalizador del pensamiento monónico que presidía España, y solo a de Ledesma se manifestará en las refe- través de un movimiento fascista se podía rencias hacia el conservadurismo y hacia revitalizar la idea nacional desterrada por el catolicismo. Asimismo, el joven fas- la Modernidad. “El poder unificador y cista mantendrá contactos con la CNT. estético del fascismo lo convierte en una Ya que, como expone Soto Carrasco ideología estetizada” (p. 116). “para Ledesma, de lo que se trataba era Para los dos jóvenes intelectuales de unir en un movimiento nacional y sin- fascistas, había que interpretar los movi- dicalista al pueblo español, frente al mientos totalitarios de masas ocurridos marxismo”. Exponiendo de esa forma, en Italia, Rusia y Alemania, como el es- algunos rasgos de izquierda. De todas píritu de los tiempos, lo que ocurre es formas, el lector podrá encontrar en esta que había que pasarlos por el filtro na- obra académica, que el concepto totali- cional. Descubrir nuestro propio mito zador de Estado de Ledesma, suponía movilizador. Es necesaria la creación de estar por encima (el Estado) de cualquier un movimiento de masas en España. cosa, incluso la religión. El joven fas- La revolución nacional y totalitaria cista reconoce la importancia de la orto- solo tendría éxito desde una filosofía doxia católica en la vida política y moral total, “imperial”, solo así se podía situar española, pero esta no podía estar por a España en consonancia con los nuevos encima del Estado absoluto y totalizador. tiempos. Ledesma quería replantear la fi- Como señala la obra, el fascismo in- losofía como ciencia rigurosa, volviendo tentaba fundar una modernidad alterna- a la tradición griega. “En suma, Ledesma tiva y un nuevo hombre, a través de recogerá del gran Hegel y también de mitos nacionales y, frente a la decaden- Fichte, la idea de que la filosofía debía de cia histórica y política del Estado libe- ser sistemática, total, imperial” (p. 141). ral-democrático, incapaz de revolver las

Res Publica. Revista de Historia de las Ideas Políticas 332 Vol. 17 Núm. 1 (2014): 315-368 Recensiones

tensiones sociales. Es necesario recobrar Hispánica de Onésimo Redondo. La fina- el sentido de Imperio e . Para lidad era aglutinar fuerzas para la revolu- ello, Ledesma se fijó en el sentimiento ción nacional. La realidad de estos pactos imperial de la URSS de Stalin, la cual (Falange Española, bloque de Calvo So- no era considerada comunista para el telo...) reflejaba, como bien señala David fascista español. Solo con una España Soto Carrasco, “la incapacidad táctica del imperial esta podía modernizarse. De fascismo español de hacerse con las bases ahí su fijación en la Alemania de Hitler tradicionales de derechas” (p. 243). El y la Italia de Mussolini. pensamiento de Onésimo Redondo se en- Pero esto solo se podría conseguir a cuadra entre aquellos intentos que pre- través de la violencia como praxis polí- tendieron hacer compatible el catolicismo tica, tanto para alcanzar el poder como con el moderno Estado-nación totalitario. para retenerlo. La violencia, frente a Para él, Castilla tenía que actuar como toda racionalidad se presentará en este unificadora de España, y sólo así habría momento como la única forma posible revolución nacional. Todo ello bajo la or- de praxis política. Señala el autor “Le- todoxia católica, su espíritu evangeliza- desma asumirá la violencia como prin- dor permitía configurar lo nacional, frente cipal táctica de acción política” (p. a los idearios liberales, separatistas y mar- 220). Frente a la decadencia de la II Re- xistas. La UNIDAD frente a todo, y esa pública, la cual deriva a un Estado co- unidad solo la consiguieron y conseguirá munista, mitificador de la lucha de España en nombre del Catolicismo1. Se- clases, solo se puede salvar a través del ñala el autor de la investigación presente mito nacional y el actuar totalitarismo “en el fondo, lo que quería decir Redondo modernizador de Europa. Solo un gran era que la II República carecía de legiti- partido de masas, con la suficiente midad jurídica y social” (p. 249). Ya que fuerza para imponer un sentido nacio- se trataba de formas de pensamiento ex- nal al Estado español por medio de la tranjeras: liberales, marxistas, masóni- acción violenta es capaz de salvarnos de cas… las injerencias extranjeras, del comu- Así, la nación católica terminaría nismo y del liberalismo. Fue así como bloqueando otras apuestas carismáticas nació las JONS. y, por lo tanto, el carácter totalitario del Frente a las propuestas contenidas en propio movimiento de Ledesma. Ade- , las cuales no más, la figura de fascista Ledesma obtuvieron una respuesta favorable de Ramos, quedará cada vez más debilitada los militantes, Ledesma se vio obligador por el llamativo personaje José Antonio a cambiar sus líneas de acción y pactó Primero de Rivera. Este último, con una con las Juntas Castellanas de Actuación gran retórica y una apuesta por superar el

1 O. Redondo, El Estado nacional, p. 90.

333 Res Publica. Revista de Historia de las Ideas Políticas Vol. 17 Núm. 1 (2014): 315-368 Recensiones

Estado liberal, apoyándose en la Italia la racionalidad del fascismo, en concreto, fascista, y en especial, a nivel económico el español. El autor, transmite con gran en los monárquicos conservadores y tra- acierto las influencias filosófico-políticas dicionalistas, obtuvo un mayor respaldo de Ramiro de Ledesma, tanto en su ju- financiero del que tuvo las JONS. In- ventud como en su madurez. Realiza una cluso el mismo Duce le dio (con reticen- gran comparación entre las discrepancias cias) su apoyo. Señala Soto Carrasco “la de Ledesma con sus maestros Ortega y distancia principal con respecto a Fa- Gasset, en especial en el concepto de Es- lange surgía en que las JONS habían in- tado, y con Miguel de Unamuno. Asi- sistido con más crudeza que Falange en mismo, muestra con gran ahínco la las afirmaciones sindicales y en la movi- defensa de ese Estado totalitario, único y lización de las clases populares” (p.267). absoluto parecido a la Italia fascista o a la La unión dejó a Ledesma un mal sabor Alemania nazi, defendido por el joven de boca, teniendo la impresión de una fascista, resaltando los elementos de su adsorción en vez de una unificación. ideario fascista: mito nacionalizador, vio- Poco a poco se fue rompiendo el par- lencia como praxis política y una juven- tido representado por dos espectros ide- tud como elemento movilizador. Del ológicos, como bien señala el autor, por pragmatismo que tiene Ledesma a la un lado Ledesma Ramos y por otro hora de unirse con movimientos tradi- Primo de Rivera. Principalmente, Le- cionales y derechistas españoles: Falan - desma consideraba que el partido se ge, Juntas Castellanas... para evitar su había desviado del camino, obstando por desaparición, el autor pasa a realizar un un claro sesgo derechista, obviando el profundo análisis respecto a las discre- nacionalsindicalismo defendido por él. pancias ideológicas entre Ledesma Ra - Frente al régimen del soberano totali- mos con Primero de Rivera, pero también tario que defendía Ledesma (el cuál, quedó con Onésimo Redondo, Maez tu... y, en relegado a la inexistencia en el franquismo, general, con la derecha tradicional espa- frente a la figura de Primo de Rivera), Es- ñola y los monárquicos católicos. tado absoluto bajo un único movimiento Por otro lado, Soto Carrasco señala de masas parecido al italiano y/o alemán, el acercamiento de Ramiro Ledesma a la se impuso el elemento tradicional (tradi- CNT, puesto que piensa que el carácter cionalistas y monárquicos absolutos-cató- valiente y su fuerte organización sindi- licos) como principio de legitimidad. cal permitirán luchar contra el Estado li- Como bien expone el autor al final de la beral-burgués y la II República. obra “el catolicismo, por la tanto, volvía a La conquista del Estado liberal: Ra- ser el espíritu que insuflaba de vida las ins- miro Ledesma Ramos no ofrece así un tituciones políticas” (p. 340). manual divulgativo y descafeinado sobre En general, se puede observar en esta el fascismo español. En este libro se obra académica y con un fuerte carácter muestra un sublime trabajo investigador interdisciplinar, una apuesta por explicar e intelectual, con una profunda reflexión

Res Publica. Revista de Historia de las Ideas Políticas 334 Vol. 17 Núm. 1 (2014): 315-368 Recensiones

sobre esa patología moderna llamada fas- paisaje: ubicando la religión, se presenta cismo, sobre la figura de Ramiro Ledesma en tres subapartados: Más allá de la cul- Ramos y aquellas influencias euro peas y tura; ¿Sociobiología?; y Un mundo co - nacionales que tuvo el joven fascista. mún: reducción y validación. Pero la obra no solo muestra un claro El segundo capítulo, Huida y ofren- rigor científico, sino un claro carácter das, hace un recorrido por cinco apartados académico e interdisciplinar, todo ello dedicados respectivamente a: Sa cri ficio de mezclado con una amenidad en la lectura dedos; Biología, fantasía y ritual; Cas- que fomenta el interés de la línea inves- tración y circuncisión; Chivos expiato- tigadora tanto para el mundo científico rios; y Vida por vida. como para el mundo literario. El tercer capítulo lleva por título El núcleo de un cuento. Se estructura tam- bién en cinco puntos los cuales son: Carlos GIL GANDÍA “Atrapado en historias”; La secuencia de Propp: la búsqueda; De los progra- mas biológicos a las cadenas semánti- cas; El relato del chamán; y El cuento W. BURKERT, La creación de lo sagrado. de iniciación: la tragedia de la doncella. La huella de la biología en las religio- Jerarquía es el título del cuarto capí- nes antiguas, traducción de Stella Mas- tulo. En él encontramos los apartados: La trangelo, Barcelona, Acantilado, 2009, conciencia de rango; Rituales de sumi- 340 pp. sión; La estrategia de alabanza; Poder de dos niveles; y El lenguaje del poder: La obra arranca con un prefacio, le el enviado. prosiguen siete capítulos, y cierra con El quinto capítulo lo dedica a la una conclusión. Ya en el prefacio se Culpa y causalidad, y lo hace en torno a plantea la cuestión principal que sirve de otros cinco puntos: La terapia religiosa y hilo conductor al resto de la obra. Es un la búsqueda de la culpa; Sufrimientos hecho empíricamente contrastable que la presen tes; La fundación de cultos; los religión ha tenido cabida, de una forma u mediadores: riesgos y oportunidades; y otra, en todas las sociedades. Ante este Mo delos explicativos: cadenas, ira, con- hecho cabe preguntarse si podemos afir- taminación. mar que la religión es un fenómeno “na- Un sexto capítulo titulado La recipro- tural”. Para dar respuesta a ello, Burkert cidad de los dones seguirá la línea argu- sondeará los elementos esenciales de la mental en torno a los siguientes puntos: religión a través de las civilizaciones me- “Le don” en perspectiva; El dar en la re- sopotámica, judía, griega y romana par- ligión; ¿Genealogía de la moral?; Falta tiendo de la tesis de que los elementos de reciprocidad: la crítica religiosa; religiosos generales derivan de los exis- Falta de reciprocidad: los hechos del ri- tentes en las religiones primitivas. tual; Regalo y sacrificio; y Aversión y El primer capítulo, la cultura en un ofrendas: del pánico a la estabilidad.

335 Res Publica. Revista de Historia de las Ideas Políticas Vol. 17 Núm. 1 (2014): 315-368